Minotauro

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MINOTAURO

Hucha de letras y pretextos


Minotauro Wido (Zeta) Soch贸n Duarte. Publicado de manera independiente y electr贸nica por Hucha de letras y pretextos. Ciudad de Guatemala, 02 de agosto de 2013.

Dise帽o: Wido (Zeta) Soch贸n Duarte

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MINOTAURO

El minotauro es un ser pe perteneciente a la mitología griega, iega, el cual poseía cuerpo de hombre y cabeza beza de toro, tor muy probablemente su nombre mbre provenga prov del griego Μινόταυρος, (Minótauros). inótauros). El mito tiene su versión más ás completa hasta ahora conocida, en la Biblioteca mitológica de Apolodoro. Su nombre significa sign "Toro de Minos", y era hijo de Pasífae, Pasífa reina de Creta, y del Toro o de Creta. Creta Fue encerrado en un laberinto diseñado por po el artesano e inventor Dédalo,, hecho expresamente para retenerlo, ubicado pro probablemente en el sótano del el castillo de Minos, en la ciudad de Cnosos en la isla de Creta. Por muchos años, jóvenes de Atenas eran llevados al laberinto rinto como ssacrificio para ser el alimento o del minotauro, minota hasta que la vida de éste terminó erminó a manos ma del héroe ateniense Teseo. Existen variass versiones acerca de la afrenta que ocasionó casionó que la esposa de Minos, Pasífae, tuviera la necesidad n de unirse al toro de Creta. La L versión más extendida dice que Minos, hijo de Zeus y de Europa, pidió idió a Pose Poseidón su apoyo para suceder a su padre padre, el rey Asterión, gobernante de Creta frente a sus hermanos Radamantis y Sarpedón, y ser reconocido o como tal por los cretenses. Poseidón lo escuchó escu e hizo salir de los maress un hermo hermoso toro blanco, al cual Minos prometió rometió sacr sacrificar en nombre del dios, sin n embargo, el soberbio rey decidió sacrificarr otro toro y mantener a la hermosa bestia estia como su propiedad, Poseidón entonces ces montó en furia y decidió castigarr al rey hechizando hec a su esposa, Pasífae,, con un inc incontrolable deseo sexual por el toro.


Para consumar su unión con el toro, Pasífae requirió la ayuda de Dédalo, que construyó una vaca de madera recubierta con piel de vaca auténtica; una vez ella dentro, el toro yació con ella, creyendo que era una vaca de verdad. De esta unión nació el minotauro, a quien llamaron (probablemente) Asterión. No siendo sufriente, Poseidón continuó con el castigo, el minotauro era antropófago, es decir sólo comía carne humana, y conforme crecía se volvía más salvaje. Cuando la criatura se hizo incontrolable, Dédalo, bajo encargo del rey Minos, construyó el laberinto de Creta, una estructura gigantesca compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales sólo uno conducía al centro de la estructura, en donde Asterión fue abandonado. Posiblemente dicho laberinto se trate de una cantera abandonada al sur de la isla griega de Creta, la cual es atravesada por una complicada red de túneles subterráneos. Según lo ha sugerido un equipo de expertos británicos, encabezados por el geógrafo Nicholas Howarth, de la Universidad de Oxford, tras realizar una expedición a la cantera. Hasta ahora se consideraba que el palacio de Cnossos, cuyas ruinas fueron excavadas y reconstruidas a principios del pasado siglo por el arqueólogo Arthur Evans, era el único que podría dado cobijo en la antigüedad al laberinto de la leyenda griega. Las cuevas, que consisten en más de tres kilómetros de túneles con cámaras más anchas y callejones sin salida, han sido visitadas desde tiempos inmemoriales por viajeros en busca del laberinto, incluso el Ejército nazi las utilizó para almacenar municiones durante la Segunda Guerra Mundial. Siendo abandonadas a finales del siglo XIX. La palabra “Laberinto”, que viene del griego “labyrynthos”, o sea “lugar de los labrys”, que eran unas hachas de doble filo que habrían sido usadas para el sacrificio de los toros y que fueron representadas numerosas veces en Creta. Minos y Pasífae tuvieron otros hijos, como Androgeo, Adriadna y Fedra., Andrógeno, fue asesinado en Atenas después de una competición olímpica donde quedó campeón. El rey de Creta declaró la guerra a los atenienses. Minos atacó el territorio ateniense y, ayudado por la peste que azotó a los asediados, conquistó Megara e hizo rendir a Atenas. La victoria de Minos imponía varias condiciones por la rendición, y se dice que el oráculo de Delfos fue quien aconsejó a los atenienses ofrecer un tributo a Creta, de modo que, una de


las condiciones emergentes era entregar siete jóvenes y siete doncellas como sacrificio para el Minotauro. Existen dos versiones conocidas acerca de la frecuencia de este tributo, según la primera, los catorce vírgenes eran enviados anualmente; en cambio, otra versión dice que los siete muchachos y las siete doncellas eran llevados cada nueve años. Los catorce jóvenes eran internados en el laberinto, donde vagaban perdidos durante días hasta encontrarse con la bestia a quien le servían de alimento. Años después de impuesto el castigo a los atenienses, Teseo, hijo de Egeo, se dispuso a matar al minotauro y así liberar a su patria de Minos y su condena. Se cuentan dos cosas acerca de cómo llegó Teseo a introducirse en el laberinto de Creta. La primera cuenta que después de ayudar a Egeo contra los Palántidas, Teseo se enteró del sacrificio de los jóvenes y decidió él mismo ser parte de la ofrenda para enfrentarse a la bestia, mientras la otra narración indica que era el propio Minos quien elegía a los jóvenes que servirían de alimento al minotauro, y enterado del aprecio que sentía Egeo por Teseo, quiso que éste fuera devorado por la bestia. Fue en la tercera ocasión en que catorce jóvenes atenienses, iban a ser sacrificados en favor de la bestia antropófaga cuando Teseo llegó a Creta. Al llegar a la isla, los jóvenes fueron presentados a Minos. Teseo conoció entonces a Ariadna, hija del rey, quien se enamoró de él, la princesa rogó a Teseo que se abstuviera de luchar contra el minotauro, pues eso le llevaría a una muerte segura, pero Teseo la convenció de que él podía vencerlo. Ariadna, viendo la valentía del joven, se dispuso a ayudarlo, e ideó un plan que ayudaría a Teseo a encontrar la salida del laberinto, en caso de que derrotara a la bestia. En realidad ese plan fue solicitado por parte de Ariadna a Dédalo, quien se las había ingeniado para construir el laberinto de tal manera que la única salida fuera usar un ovillo de hilo, el cual Ariadna le entregó a Teseo, para que, una vez que hubiera ingresado en el laberinto, atara un cabo del ovillo a la entrada, y así, a medida que penetrara en el laberinto el hilo recordaría le guiaría en el camino a la salida. Teseo recorrió el laberinto hasta que se encontró con Asterión, lo mató y para salir de él, siguió de vuelta el hilo que Ariadna le había dado. Las diferentes historias no concuerdan siempre entre si, en cómo pasó lo anterior, no es claro, por ejemplo, qué relación había entre Teseo y Ariadna, lo cierto es que ambos confabularon contra Minos para terminar con la vida del monstruo que tenía encerrado en el laberinto y escapar de Creta; pudo haber sido sólo el amor que se tenían, o el que ella sentía por Teseo, o simplemente que el héroe le había prometido a Ariadna sacarla de Creta y llevarla consigo. Del mismo modo hay versiones y múltiples representaciones que explican que Teseo dio muerte al Minotauro no usando sus manos desnudas, sino con ayuda de una espada que le proporcionaría secretamente Ariadna junto con el ovillo antes de entrar al laberinto; según esto, Ariadna había sido aconsejada por Dédalo, el mismísimo constructor del laberinto, sin embargo, otras fuentes indican que Teseo mató al monstruo a puñetazos. Asimismo, no hay unanimidad ni siquiera en cómo fue que Teseo logró salir del laberinto, la forma más generalizada es por medio del hilo de


Ariadna, pero otras historias dicen que Teseo logró escapar gracias a la luz de la corona de oro que obtuvo de Anfitrite en una aventura en el mar, la cual lo guió en el laberinto.

Como ya fue mencionado anteriormente, el mito tiene su versión más completa, hasta ahora conocida, en la Biblioteca mitológica de Apolodoro. Sin embargo la historia del mitológico ser encerrado en tan intrincado laberinto, ha inspirado una diversa gama de expresiones literarias que giran en torno a las diferentes interpretaciones que el mito pueda arrojar. El hilo de la fábula, de Jorge Luis Borges. Muestra a un Teseo victorioso, el cual luego de dar muerte al minotauro emprende la persecución sobre el rastro que ha dejado el hilo, sólo para salir a un laberinto mucho más intricando, y del cual es imposible salir airoso; el mundo.

El hilo de la fábula El hilo que la mano de Ariadna dejó en la mano de Teseo (en la otra estaba la espada) para que éste se ahondara en el laberinto y descubriera el centro, el hombre con cabeza de toro o, como quiere Dante, el toro con cabeza de hombre, y le diera muerte y pudiera, ya ejecutada la proeza, destejer las redes de piedra y volver a ella, a su amor. Las cosas ocurrieron así. Teseo no podía saber que del otro lado del laberinto estaba el otro laberinto, el del tiempo, y que en algún lugar prefijado estaba Medea. El hilo se ha perdido; el laberinto se ha perdido también. Ahora ni siquiera sabemos si nos rodea un laberinto, un secreto cosmos, o un caos azaroso. Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca


daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.

Cnossos, 1984.

Jorge Luis Borges.

La casa de Asterión, de Jorge Luis Borges. Monólogo llevado acabo por el mismísimo minotauro, en el cual podemos conocer de él una personalidad profunda, carente de la bestialidad que podría estar contenida dentro de un antropófago común y corriente. Describe también, la soledad que le infunde aquella construcción, la cual ha sido su hogar desde que puede recordarlo, y de la cual guarda esperanza alguna de ser librado algún día.

La casa de Asterión Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) me son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales, que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad. Asimismo hallará una casa como no hay otra en la faz de la tierra. (Mienten los que declaran que en Egipto hay una parecida.) Hasta mis detractores admiten que no hay un solo mueble en la casa. Otra especie ridícula es que yo, Asterión, soy un prisionero. ¿Repetiré que no hay una puerta cerrada, añadiré que no hay una cerradura? Por lo demás, algún atardecer he pisado la calle; si antes de la noche volví, lo hice por el temor que me infundieron las caras de la plebe, caras descoloridas y aplanadas, como la mano abierta. Ya se había puesto el sol, pero el desvalido llanto de un niño y las toscas plegarias de la grey dijeron que me habían reconocido. La gente oraba, huía, se prosternaba; unos se encaramaban al estilóbato del templo de las hachas, otros juntaban piedras. Alguno, creo, se ocultó bajo el mar. No en vano fue una reina mi madre; no puedo confundirme con el vulgo, aunque mi modestia lo quiera. El hecho es que soy único. No me interesa lo que un hombre pueda trasmitir a otros hombres; como el filósofo, pienso que nada


es comunicable por el arte de la escritura. Las enojosas y triviales minucias no tienen cabida en mi espíritu, que está capacitado para lo grande; jamás he retenido la diferencia entre una letra y otra. Cierta impaciencia generosa no ha consentido que yo aprendiera a leer. A veces lo deploro, porque las noches y los días son largos. Claro que no me faltan distracciones. Semejante al carnero que va a embestir, corro por las galerías de piedra hasta rodar al suelo, mareado. Me agazapo a la sombra de un aljibe o a la vuelta de un corredor y juego a que me buscan. Hay azoteas desde las que me dejo caer, hasta ensangrentarme. A cualquier hora puedo jugar a estar dormido, con los ojos cerrados y la respiración poderosa. (A veces me duermo realmente, a veces ha cambiado el color del día cuando he abierto los ojos.) Pero de tantos juegos el que prefiero es el de otro Asterión. Finjo que viene a visitarme y que yo le muestro la casa. Con grandes reverencias le digo: Ahora volvemos a la encrucijada anterior o Ahora desembocamos en otro patio o bien decía yo que te gustaría la canaleta o ahora verás una cisterna que se llenó de arena o Ya verás cómo el sótano se bifurca. A veces me equivoco y nos reímos buenamente los dos. No sólo he imaginado eso juegos, también he meditado sobre la casa. Todas las partes de la casa están muchas veces, cualquier lugar es otro lugar. No hay un aljibe, un patio, un abrevadero, un pesebre; son catorce [son infinitos] los pesebres, abrevaderos, patios, aljibes, la casa es del tamaño del mundo; mejor dicho, es el mundo. Sin embargo, a fuerza de fatigar patios con un aljibe y polvorientas galerías de piedra gris, he alcanzado la calle y he visto el templo de las hachas y el mar. Eso no lo entendí hasta que una visión de la noche me reveló que también son catorce [son infinitos] los mares y los templos. Todo está muchas veces, catorce veces, pero dos cosas hay en el mundo que parecen estar una sola vez: Arriba, el intrincado sol; abajo, Asterión. Quizá yo he creado las estrellas y el sol y la enorme casa, pero ya no me acuerdo. Cada nueve años entran en la casa nueve hombres para que yo los libere de todo mal. Oigo sus pasos o su voz en el fondo de las galerías de piedra y corro alegremente a buscarlos. La ceremonia dura pocos minutos. Uno tras otro caen sin que yo me ensangriente las manos. Donde cayeron, quedan, y los cadáveres ayudan a distinguir una galería de las otras. Ignoro quiénes son, pero sé que uno de ellos profetizó, en la hora de su muerte, que alguna vez llegaría mi redentor, Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi


redentor?, me pregunto: ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo? El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre. -¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.

José Luis Borges.

El laberinto del minotauro, Canción interpretada por el grupo español Tierra Santa, incluida en el disco Sangre de Reyes. Narra la conversación que se sostuvo entre Teseo y Asterión, al momento de encontrarse en el centro del laberinto. Como podrás observar, también se presenta un minotauro consiente de su calidad de ser único, y que sueña con ser liberado de aquel encierro cotidiano.

El laberinto del minotauro Un hambre atroz recorre el alma de un animal que un día encerraron en un lugar para que nunca escapara. El animal mitad humano su hambre sació devorando la juventud que le ofreció un rey malvado. Sabes muy bien que es el castigo de un Dios algo que nunca podrá detener la humanidad de tu ser. Este es mi reino que encierra mi libertad, este es mi reino del que nunca pude escapar.


Un joven audaz pensó en matarlo por conquistar el corazón de una mujer y conseguir sus encantos. Burlo al guardián del laberinto atravesó su frontera y su valor y liberó su destino. Hoy es el día la muerte te hará libre al fin y aunque desees luchar por vivir hoy tu destino es morir. Este es mi reino que encierra mi libertad, este es mi reino del que nunca pude escapar. Este es mi reino que encierra mi libertad, este es mi reino del que nunca pude escapar.

Tierra Santa Disco: Sangre de Reyes

Minotauro, canción interpretada por el grupo argentino Maldita Suerte, incluida en el disco Sexo, sudor y lágrimas, en la cual contemplamos como Asterión se a convertido en un ser minado psicológicamente por el largo encierro que ha padecido. Minotauro Alguna vez no supo donde ir rasgando el cielo solo por saber aspirando esa porquería no llegó a buen lugar durmió su anhelo anestesiándose por miedo a no caer


jugando al muerto y sabiendo lo que hay que hacer El paso del tiempo le hizo ver aquellos recuerdos sin timón y creyó en las cartas que el diablo tendió ganando batalla a su interior Alguna vez no supo donde ir rasgando el cielo solo por saber aspirando esa porquería no llegó a buen lugar durmió su anhelo anestesiándose por miedo a no caer jugando al muerto y sabiendo lo que hay que hacer El paso del tiempo le hizo ver aquellos recuerdos sin timón y creyó en las cartas que el diablo tendió ganando batalla a su interior Y esas noches no están sólo hay noches por quien vivir codeando al perdón haciendo un guiño al propio interior y eso no va, hacerse el muerto sabiendo que hay miles de historias que nos hacen fuertes, no! Y esas noches no están sólo hay noches por quien vivir codeando al perdón haciendo un guiño al propio interior y eso no va, hacerse el muerto sabiendo que hay miles de historias que nos hacen fuertes, ¡No!

Maldita Suerte. Disco: Sexo, pudor y lágrimas.

Hércules en el laberinto del minotauro. Película de origen estadounidense, estelarizada por Kevin Sorbo, en la cual se muestra una historia diferente sobre el origen y final de Asterión, ya que es presentado como un hijo de Zeus, el cual lo castiga convirtiéndolo en mitad hombre y mitad toro, además de encerrarlo en un laberinto subterráneo, debido a que trato de apropiarse de su trono.


Academia de titanes. Fue una serie estadounidense de dibujos animados, en la cual los descendientes de los seis héroes más grandes de la Grecia antigua luchan por defender la tierra de los contantes ataques de Cronos. En el capítulo número #10 los jóvenes luchan contra una especie de minotauros, los cuales son producto de un experimento de clonación.

Furia de titanes II (Crash of Titans II). Película estadounidense ambientada en el mundo griego antiguo, y basada en el video juego del mismo nombre. Cuando Perseo y compañía se internan en el laberinto que los llevará al centro del Tártaro, una especie de bestia similar al minotauro ataca a Perseo, quien le vence estrellando y quebrando sus cuernos contra la pared de roca.

Divina comedia. Dante durante su viaje por el infierno se encuentra con el minotauro mientras desciende del sexto al séptimo círculo.

Era el lugar por el que descendimos alpestre y, por aquel que lo habitaba, cualquier mirada hubiéralo esquivado. Como son esas ruinas que al costado de acá de Trento azota el río Adigio, por terremoto o sin tener cimientos, que de lo alto del monte, del que bajan al llano, tan hendida está la roca que ningún paso ofrece a quien la sube; de aquel barranco igual era el descenso; y allí en el borde de la abierta sima, el oprobio de Creta estaba echado que concebido fue en la falsa vaca; cuando nos vio, a sí mismo se mordía, tal como aquel que en ira se consume. Mi sabio entonces le gritó: «Por suerte piensas que viene aquí el duque de Atenas, que allí en el mundo la muerte te trajo? Aparta, bestia, porque éste no viene


siguiendo los consejos de tu hermana, sino por contemplar vuestros pesares.» Y como el toro se deslaza cuando ha recibido ya el golpe de muerte, y huir no puede, más de aquí a allí salta, así yo vi que hacía el Minotauro; y aquel prudente gritó: «Corre al paso; bueno es que bajes mientras se enfurece.

Dante Alighieri. Divina Comedía, Canto XII.

Alicia. Canción interpretada por Enrique Bumbury, en la cual se menciona el mito del laberinto del minotauro. Alicia (Expulsada al país de las maravillas) Alicia sortilegio de babia en el fondo del espejo Alicia ni supone ni piensa con la luna por cerebro Alicia en su pensamiento tirando del hilo de su enredo Alicia en el laberinto sin minotauro me llama: ¡Teseo! Alicia es siempre tan breve que ya ha terminado Alicia dice que te quiere cuando ya te ha abandonado Alicia expulsada al país de las maravillas para Alicia hoy es siembre todavía Alicia, viajando entre lunas de charla con musarañas


Alicia tejiendo las nubes con tela que nunca se acaba Alicia es siempre tan breve que ya ha terminado Alicia dice que te quiere cuando ya te ha abandonado Alicia expulsada al país de las maravillas Alicia expulsada al país de las maravillas

Enrique Bumbury. Pequeño cabarete ambulante.

Otros mitos relacionados al Minotauro son: •

El toro de Creta: Animal regalado a Minos por parte de Poseidón, para que este le sacrificara cuando obtuviera el trono de Creta. Luego de haber preñado a Pasífae, Minos lo deja suelto por la isla, a la cual causa varias calamidades. Fue capturado por Heracles, como parte de sus trabajos. Dédalo: Constructor de la vaca de madera con la cual Pasífae consiguió satisfacer su pasión por el toro de Creta. También fue el constructor del laberinto en el cual el minotauro fue encerrado, fue encarcelado por órdenes del Rey Minos, el día de su ejecución escapo junto con su hijo Ícaro, utilizando unas alas te construyeron con cera y plumas.



Referencias http://es.wikipedia.org/wiki/Minotauro, 17 de junio de 2013, 13:27 hrs. http://303.hecate.com.ar/borges2.html, 17 de junio de 2013, 13:27 hrs. http://huchadeletrasypretextos.blogspot.com/2013/05/la-casa-de-asterion.html, 17 de junio de 2013, 13:38 hrs. http://www.muyinteresante.es/historia/articulo/el-laberinto-del-minotauro, junio de 2013, 09:35 hrs.

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de

http://anecdotasmoleskine.blogspot.com/2012/04/la-leyenda-del-minotauro-y-ellaberinto.html, 28 de junio de 2013, 09:43 hrs. http://www.musica.com/letras.asp?letra=803624, 28 de junio de 2013, 09:45 hrs. http://www.musica.com/letras.asp?letra=2004043, 28 de junio de 2013, 09:46 hrs. Alighieri, Dante, Divina Comedia, Canto XII, Pågina 41 – 42. www.escolar.com.


Hucha de letras y pretextos Guatemala de la Asunci贸n 02 de agosto de 2013


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