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Festival de Internacional de Cine UNAM
Penélope según Shakespeare
Por: Irma Fortoul
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La historia sería diferente si Penélope no hubiera sido símbolo de fidelidad y si Ulises no la hubiese amado tanto, como para escapar de los encantos de Circe o de Calipso.
Ni Homero, ni Shakespeare pudieron cambiar esta historia, ambos seguían los lineamientos grecolatinos, que hoy en día, sólo quedan vestigios en el comportamiento del hombre y la mujer.
Aún se nos dice que al hombre se le puede perdonar una infidelidad o muchas, debido a que él te ama, sólo es infiel por apetito sexual. A la mujer no, ella es símbolo de fidelidad, porque para preservar la especie la mujer-madre se queda hasta el final. Esto no es sólo el concepto del hombre, instituido por los mismos. Las mujeres no nos quedamos atrás, la crítica es mordaz, la mujer que osa dejar a su marido por infiel, es sólo eso, la INFIEL con mayúsculas, no importa por qué se fue, simplemente no es el símbolo de fidelidad que Homero instituyó como estereotipo en La Odisea.