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Lázaro Cárdenas gran Estadista, constructor de instituciones para el bienestar del pueblo”, reconoce el Presidente Andrés Manuel López Obrador, en su 50 Aniversario Luctuoso
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Cuauhtémoc Cárdenas exige se respete a la Oposición y la Disidencia
LÁZARO CÁRDENAS, VOZ Y CONCIENCIA DEL MÉXICO PROFUNDO. CIUDAD DE MÉXICO, 19 DE OCTUBRE DEL 2020.
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Por Cuauhtémoc Cárdenas
Hoy se cumplen 50 años del fallecimiento de Lázaro Cárdenas, voz y conciencia del México profundo. Estamos aquí reunidos porque más allá de los recuerdos y cariños familiares, su vida fue de entrega y servicio a las causas de ese México: la soberanía, la igualdad, el fin de las explotaciones del hombre, la reforma agraria, la emancipación de los pueblos originarios, la paz y la equidad internacional, la democracia, el bienestar y la convivencia fraterna y constructiva entre los mexicanos. Dejó un valioso legado para las generaciones que han seguido a la suya.
Desde muy joven, como se sabe, se incorporó a la Revolución Mexicana, y desde entonces, se identificó e hizo suyas sus causas reivindicatorias, y en las distintas trincheras a las que ganó acceso y valiéndose de todas sus capacidades, buscó impulsarlas para convertir las aspiraciones en realidades. Cárdenas fue, indiscutiblemente, un hombre de la Revolución.
Tuvo la convicción y así en algún momento lo declaró, que la Revolución Mexicana, en sus posiciones avanzadas, era compatible con los principios del socialismo “en su ulterior e inevitable desarrollo”. Esto es, que antes de llegar a esa etapa, quiero pensar, tendrían que cumplirse los objetivos y dar satisfacción ante el pueblo de los compromisos de la Revolución.
Imaginó y luchó por un México de respeto absoluto a los derechos de la gente, a sus libertades ciudadanas; con una amplia intervención del Estado en la economía para garantizar crecimiento, distribución equitativa de beneficios entre trabajo y capital, equilibrios regionales, mercados competitivos con equidad; consumación de la reforma agraria, impulsando la organización ejidal colectiva donde resultara conveniente; propiedad privada con sentido social, tanto de los medios de producción como del suelo; erradicación de toda violencia de la vida pública; respeto a la autodeterminación y a la no intervención; repudio a toda acción bélica, apoyo a todo esfuerzo en favor de la paz y negociación pacífica de diferencias internacionales; solidaridad activa con los pueblos en lucha por su liberación; cooperación internacional sobre bases de equidad; cuidado y manejo racional
“Se cumplen 50 años del fallecimiento de Lázaro Cárdenas, voz y consciencia del México profundo”, expresó el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas en la ceremonia efectuada en el Monumento a la Revolución a la que asistió el Presidente Andrés Manuel López Obrador
de los bosques; con una democracia de profundas raíces nacionales, sin desconocer las aportaciones de otras corrientes de pensamiento y diferentes experiencias y prácticas compatibles con ésta; creía y practicó un internacionalismo solidario; con pleno respeto y sin la más mínima limitación por las ideas expresadas o las posiciones políticas, filosóficas, sociales asumidas por cualquier ciudadano o colectivo.
Su lucha más importante, la que más íntimamente sintió, fue la del rescate del ejercicio pleno y efectivo de la soberanía nacional. Por eso se
En la ceremonia conmemorativa del 50 Aniversario Luctuoso del General Lázaro Cárdenas del Río: Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; Lic. Andrés Manuel López Obrador, Presidente de la República; Dra. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; el Doctor Lorenzo Meyer, historiador y académico mexicano y senador Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores
“Ha sido, sin duda, el general Cárdenas el presidente que más amor y respeto ha profesado al pueblo”, señaló el Ing. Cárdenas “Para honrar a Lázaro Cárdenas sobra la lisonja del discurso, para hacerlo es necesario retomar con firmeza y entusiasmo las causas que él hizo suyas”, subrayóa ante el Presidente López Obrador
aplicaron durante su gobierno los principios de la reforma agraria a las propiedades de extranjeros que incumplían con la ley; de ahí también el cumplimiento estricto de los pactos internacionales suscritos a nombre de nuestro país, los llamados a la paz y las protestas por las invasiones del nazi-fascismo y el militarismo japonés, la solidaridad internacional practicada con la República Española y el asilo a perseguidos políticos; y, desde luego, la expropiación de las compañías petroleras, haciendo respetar los fallos de la justicia mexicana y manteniendo en alto la dignidad nacional.
Fue un decidido impulsor de la educación popular: de la escuela rural, las escuelas Hijos del Ejército, los internados indígenas, las escuelas para hijos de los trabajadores, el Instituto Politécnico, las normales rurales.
Luchó porque los pueblos originarios se incorporaran con equidad social, económica y política al desarrollo nacional, respetando costumbres, formas de organización tradicional y peculiaridades, reconociendo sus culturas y los aportes de éstas al desenvolvimiento de la cultura nacional, así como restituyendo tierras a las que legítimamente tenían derecho.
Durante el periodo de gobierno 1934-1940, numerosos escritores y artistas fueron activos en impulsar las ideas y la obra revolucionaria. Crearon la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) y el Taller de la Gráfica Popular, y tuvieron una intensa actividad en el muralismo, la creación musical, el desarrollo del cine. En esos años nació el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que desde entonces ha realizado una valiosa labor en el rescate y cuidado de nuestro patrimonio histórico, y se decretó que el Castillo de Chapultepec albergara el Museo Nacional de Historia.
Durante su gobierno fue intensa la estructuración institucional: se crearon entonces el Banco Ejidal; Almacenes Nacionales de Depósito; el Banco Nacional de Comercio Exterior; el Banco de México dejó de ser un banco de depósito para transformarse en el banco central; Petróleos Mexicanos y su antecesora Petromex; la Comisión Federal de Electricidad; la Secretaría de Guerra y Marina se transformó en Secretaría de la Defensa Nacional; y se crearon, asimismo, con dependencia directa del titular del Ejecutivo, los departamentos autónomos de Marina, Forestal de Caza y Pesca,
Asuntos Indígenas, Educación Física, Asistencia Social Infantil.
Tuvo clara conciencia de las capacidades y limitaciones propias. Confió en los conocimientos y criterios de muchos otros para sacar adelante compromisos y problemas. Nunca dudó innecesariamente de los demás, a menos que hubiese razones objetivas para ello. Armó numerosos equipos de trabajo, de los que fue parte y no quien por su reconocida personalidad y trayectoria fijara forzosamente las pautas de las acciones a seguir.
Buscó una sana convivencia entre los mexicanos todos. Favoreció el diálogo y la conciliación de intereses. Así logró la pacificación de su estado natal durante la rebelión cristera y por esa misma actitud surgieron, ya a cargo del Ejecutivo federal, los catorce puntos de la política obrera. El encuentro cara a cara, no rehuir e ir personalmente al encuentro de los problemas, donde estos aparecían y entre quienes se mostraban descontentos, fueron constantes de su conducta pública. Ante conflictos que pensó podía contribuir a solucionar con su presencia, nunca se valió de terceros para ello.
Fue militar, orgulloso de serlo. Pugnó por el mejoramiento material y social de los cuerpos armados, y buscó que los miembros de las fuerzas armadas participaran, como cualquier ciudadano, en la vida política y cívica del país. De ahí surgió el sector militar en el partido político del gobierno, que buscaba la presencia de los miembros de las fuerzas armadas en las decisiones de las organizaciones sociales y políticas, en las que podían participar fuera de sus tiempos de servicio, así como su integración en la convivencia cotidiana con los grupos civiles de la población. En ese sentido, interpretó el sentir de sus compañeros de armas, que nunca fueron apolíticos y no veía razón para que evitaran manifestar, en cualquier momento, su sentir ante
Ante la tumba del General Lázaro Cárdenas del Río, en el Monumento a la Revolución, hacen una guardia de honor el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y el Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador
los problemas de la nación, de su institución o de su entorno social, sin por ello tener que acatar el criterio o preferencias de sus superiores. En este sentido, Cárdenas fue un militar civilista.
Fue activo en las luchas populares, las luchas emancipadoras de su tiempo. En la Revolución formó parte de sus posiciones agrarias, educativas, sociales e institucionales más avanzadas. Creyó y fomentó la unidad y la organización de obreros y campesinos, como forma de fortalecerlos en sus reivindicaciones y luchas sociales y políticas. Fue solidarios con los mineros de Nueva Rosita y Cloete en su huelga demandando mejores condiciones de trabajo a la American Smelting; condenó con fuerza el crimen de Rubén Jaramillo y su familia; fue también un empeñoso luchador por la liberación de los presos ferrocarrileros del 59 y de los presos políticos del 68.
Fue respetuoso de la oposición, como se puede constatar ante los persistentes y viscerales ataques de las oposiciones, respondiendo a ellos con su labor política y recta conducta cívica, pues sabía qué y quienes las movían y quienes las representaban, con la convicción que no significaban riesgo alguno a la obra de la Revolución y menos a los principios que normaban su proceder, sino que se fortalecían éstos respetando a esas oposiciones, que por tronantes y agresivas que fueran, solamente ejercían su derecho constitucional a la disidencia.
Termino diciendo que para honrar a Lázaro Cárdenas, sobra la lisonja del discurso. Para hacerlo, es necesario retomar con firmeza y entusiasmo las causas que él hizo suyas: el rescate pleno de la soberanía nacional; romper las cadenas de la dependencia política y económica, manteniendo incólume la dignidad de la nación; el fortalecimiento político de los trabajadores del campo, la industria, el taller y los servicios mediante su organización; elevar las condiciones de vida de la gente; promover la paz y la convivencia fructífera entre las naciones. Ese será el mejor recuerdo y la forma genuina de honrar a Lázaro Cárdenas.
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Ingeniero CuauhtémocCárdenas Solórzano, nietos, nieta, señora Celeste, familiares, amigos del generalLázaro Cárdenas del Río, amigas, amigos todos. Al lado de Miguel Hidalgo, José María Morelos, Benito Juárez, Francisco I.Madero, el general Lázaro Cárdenas del Río es una de las figuras históricas másinspiradoras para el gobierno que represento, el gobierno de la CuartaTransformación. Los dos primeros, Hidalgo y Morelos, iniciaron en el territorio de la Nueva Españala construcción de México como un país independiente, entregaron su vida por esacausa y, aunque no llegaron a verla culminada, dejaron un importantísimo legadopolítico y moral que sigue siendo la base y el fundamento de nuestra soberanía. Además, a ellos debemos trascedentes actos de justicia, como la abolición de laesclavitud decretada por Hidalgo el 6 de diciembre de 1810 en Guadalajara,Jalisco; por los principios igualitarios plasmados por Morelos en los Sentimientosla nación, dados a conocer en Chilpancingo, Guerrero.
Benito Juárez García, a quien considero el mejor presidente en la historia deMéxico, no sólo fue un férreo defensor de la patria, sino también un hombrehonesto y austero. Venció al bando conservador, emancipó al poder público de lasubordinación al clero, condujo al país en el triunfo con la intervención francesa yel imperio, y restauró la República; pero además no se dejó derrotar por losoropeles del poder y llevó como presidente de la República una vida sencilla ymodesta. El presidente Madero, el llamado Apóstol de la Democracia, fue también un mártirde la libertad. Puede decirse que su breve gobierno de apenas 14 meses -surgidotras el derrumbe del porfiriato y violentamente interrumpido por el cuartelazo deVictoriano Huerta- fue el único periodo verdaderamente democrático que se vivióen México en el siglo XX. Nadie tan demócrata como Madero. La reacción golpista, como sabemos, no logró mantenerse en el poder por muchotiempo, y el traidor Huerta fue derrotado por las facciones revolucionarias, lo queinició un ciclo de violencia fratricida que no habría de terminar hasta 10 añosdespués, con la llegada al poder de Plutarco Elías Calles y la fundación del PartidoNacional Revolucionario.
Sin embargo, el ideal antirreelecionista que había dado inicio a la Revolución sevio traicionado por el maximato, una simulación impuesta por Calles parareservarse los hilos del poder mediante el tutelaje de los presidentes formales. La llegada del general Cárdenas a la Presidencia significó, como aquí se ha dicho,el fin del maximato y el inicio de una etapa nueva caracterizada por trascendentesdecisiones nacionalistas y de profundo contenido humanista.
La diferencia principal entre Cárdenas y los líderes revolucionarios que serepartieron el poder entre 1917 y 1934 reside en que el general Cárdenas fuecapaz de concebir un proyecto de país y de Estado con instituciones dedicadas aprocurar el bienestar de la población. Fue, pues, el general Cárdenas un estadistacon dimensión social.
Su estrategia fue sencilla, pero profunda. Primero, apoyó al pueblo y se ganó suconfianza, luego lo organizó y con ese respaldo popular recuperó el petróleo yotros bienes de la nación que Porfirio Díaz había entregado a particulares,principalmente extranjeros. Como gran estadista, comprendió que la agricultura y la industria, basesfundamentales del desarrollo del país, debían sustentarse en la mejoría de lascondiciones de vida de campesinos y obreros, y a ellos dedicó buena parte de susempeños como gobernante. Impulsó la reforma agraria. En efecto, entregó 20 millones de hectáreas a unmillón de familias campesinas,
El Presidente De la República, licenciado Andrés Manuel López Obrador; el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; Doctor Lorenzo Meyer, historiador y académico mexicano y senador Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores
la creación de ejidos sin violentar las formascomunitarias ancestrales; fomentó el surgimiento de centrales sindicales y lavigencia de los derechos laborales y emprendió la creación de infraestructura parael desarrollo independiente de México con una visión nacional ajena a losfaccionalismos; reconoció el papel de los empresarios en la economía y suspendióla hostilidad oficial hacia la Iglesia católica.
Uno de los aspectos más entrañables que se recuerdan de la presidenciacardenista es la solidaridad que brindó a la República Española agredida y a lapostre destruida por el fascismo y la generosidad con que recibió al exilio españolen nuestro país. Además de este y otros gestos de profunda humanidad y solidaridad, la políticaexterior del presidente Cárdenas tiene una faceta que denota su genio político, lahabilidad para mantener buenas relaciones con Estados Unidos, sin ceder uncentímetro de soberanía nacional y sin transigir en la defensa de los intereses deMéxico. En ese sentido, la nacionalización de los ferrocarriles y de la industria petrolerarepresentan hazañas dobles por lo que significaron de positivo para laindependencia y el desarrollo económico del país, y porque su realización produjociertamente inconformidades y roces diplomáticos, pero no conllevó conflictosinternacionales de grandes dimensiones.
Aquí agregaría que se tuvo la fortuna de que en Estados Unidos gobernaba untitán de las libertades, Franklin Delano Roosevelt, y el embajador de EstadosUnidos en México, Daniels, era también un hombre progresista y respetuoso de lasoberanía de nuestro país.
Por lo demás, el general Cárdenas fue un mandatario que escuchaba a laciudadanía, que convivía con los humildes y los desposeídos, y que no permitióque el cargo lo separara de la gente común. Ha sido, sin duda, el generalCárdenas el presidente que más amor y respeto ha profesado al pueblo.
El 20 de noviembre de 1939, un año antes de concluir su mandato, escribió en sudiario la siguiente nota: ‘He podido conocer el verdadero fondo moral de muchosservidores públicos al observar en sus semblantes el disgusto que les causa lademanda de auxilio o de justicia de las gentes pobres; entonces, pienso más en latragedia interminable de nuestro propio pueblo.’ La obra de gobierno realizada por el general Cárdenas en seis años dejó unaherencia tan sólida y vasta, que la camarilla, el grupo neoliberal y oligárquico nologró destruirla en las cuatro décadas en las que permaneció en el poder.
Ahora, por voluntad del pueblo, desde el 1o de diciembre del 2018 hemosemprendido la Cuarta Transformación de la vida pública de México; es decir,estamos poniendo fin a un régimen profundamente corrompido, violento yantidemocrático que llevó al país a un nivel de devastación y de descomposiciónsin precedentes en su historia.
El divisionario de Jiquilpan, Michoacán, fue el más importante consumador de laRevolución mexicana que fue la gran transformación, la tercera grantransformación en la historia del país. Por eso, la Cuarta Transformación lo asumecomo una fuente de inspiración y como un ejemplo a seguir.
Casi 90 años nos separan del inicio de la presidencia cardenista. En ese lapso, elpaís y el mundo han experimentado enormes transformaciones, pero hayprincipios éticos y políticos del cardenismo que distan mucho de ser anacrónicos;por el contrario, resultan particularmente vigentes y necesarios para quienesestamos empeñados en llevar a cabo la construcción de un país que no excluya anadie, una economía que no deje a ninguno en la intemperie, una moral pública aprueba de lucros y ambiciones, una institucionalidad que no oprima y un Estadoque tenga por fin último el bienestar de la población. Por eso, este 19 de octubre, cuando se cumple medio siglo de ausencia física delgeneral Cárdenas, su memoria es una presencia entrañable e irrenunciable en lanación que estamos construyendo. ¡Viva el general Lázaro Cárdenas del Río!