¿EXISTE UN MALESTAR Y UNA CRISIS EN LA ACTUALIDAD?
Democracia, ¿una r o una tiranía d Por el Dr. Héctor San Román A. Analista Sociopolítico * CON RESPETO SOLIDARIO AL CO. RODOLFO GONZÁLEZ GUZMAN SRIO. GRAL DE LA CROM Y A TODOS LOS Y LAS TRABAJADOR@S
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AFILIADOS A ESA HISTÓRICA CONFEDERACIÓN, POR SU LUCHA EN PRESERVAR VALORES DE NUESTRA HISTORIA.
Por el Dr. Héctor San Román A., Analista Sociopolítico 14 MACROECONOMÍA 10 DE ABRIL DE 2021
a antigua Grecia bajo una notable combinación de circunstancias hizo posible y viable la emergencia de los procedimientos democráticos. Así empezó hace dos mil quinientos años como un remedio improvisado, el gobierno democrático, floreció brillantemente y desapareció casi por completo durante casi dos mil años. Entre los atenienses, la democracia griega encontró siempre más detractores que panegiristas. Y no por azar la democracia fue definida, en el primer documento de prosa ática que conocemos, en un texto violentamente antidemocrático —el denominado Anónimo Ateniense del Pseudo Jenofonte—, como el poder de los malvados, de los mal nacidos (Kakoi), es decir, lo opuesto a los bien nacidos, los nobles, los aristócratas y también como el poder de los incompetentes porque en la democracia gobiernan, no los de la cultura del esfuerzo, sino los que tienen únicamente un horizonte
egoísta, centrado en la necesidad, y que, por lo tanto, no pueden tener conocimiento de la esfera pública, de la libertad individual y colectiva. La democracia es en consecuencia una maquinaria por entero y necesariamente mala, estructurada para otorgar la mayor cantidad posible de beneficios a los malos y ocasionar el mayor daño posible a los buenos. Platón por su parte, en la República no trata mejor a la democracia que para él representa esencialmente un individualismo anárquico y desenfrenado, una carencia de medida y de conocimiento, tanto de uno mismo como de la ciudad. Además, fue la democracia quien dio muerte al gran filósofo, al mejor de los hombres, a Sócrates. Si reconocemos un componente de fuerza o imposición en la idea de democracia, cuando no de su carácter de <dictadura> de los muchos sobre los pocos, tendremos que admitir que cuesta mucho al trabajador y a las clases medias emergentes, llegar a un concilio con la idea de libertad