LA APARIENCIA NO LO ES TODO

Nunca sabemos lo que uno lleva por dentro, sólo conocemos el cuento que recogemos.

Así como en los libros solo miramos la portada, con la persona encontrada solo vemos los distintivos.

Escondemos nuestros problemas fingiendo una sonrisa, que no quitamos deprisa para así parecer más llenas.

No podemos conocernos solo por haber hablado, ya que nadie es tan dado a sacar sus fantasmas internos.

Ni todas las personas son buenas, ni todos los animales son malos, solo están afectados por sus vidas apenadas.

Debemos aprender de los regalos a no juzgar las apariencias, ya que nuestras creencias traen consecuencias y nos quedamos afectados.