Para poder comprender con mayor claridad la evolución sufrida por la cartografía durante la conquista de América, es imprescindible conocer la existencia de las dos líneas imaginarias que portugueses y españoles acordaron en los tratados de Alcaçovas y Tordesillas. En 1479 se firmó el Tratado de Alcaçovas entre las coronas castellana y portuguesa. En dicho tratado no sólo se ponía fin a la guerra de sucesión provocada tras la muerte del rey Enrique IV por el trono castellano entre Isabel La Católica y Juana la Beltraneja, sino que además se repartían los derechos de navegación y conquista del Océano Atlántico. Según este tratado, las Islas Canarias, serían para Isabel y Fernando y el derecho de navegación al sur del paralelo de las Canarias (trópico de Cáncer), serían para Portugal. Posteriormente el día 7 de junio de 1494, en la villa de Tordesillas, Castilla y Portugal firman el Tratado de Tordesillas, que dividía el océano Atlántico por medio de una raya trazada de polo a polo, a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, quedando el hemisferio oriental para la Corona de Portugal y el hemisferio occidental para la Corona de Castilla, de esta forma los Reyes Católicos y el rey Juan II de Portugal se ponen de acuerdo sobre qué conquistas podrán realizar ambos estados en relación con el mundo recién descubierto. Dada la complejidad de hacer mediciones precisas sobre la longitud y latitud de los territorios descubiertos, los españoles en primera instancia, hacen creer a los portugueses que las islas descubiertas en el mar Caribe se hallaban por encima del Trópico de Cáncer y por lo tanto pertenecían a la Corona de Castilla. También sería bueno recordar la cronología, personajes y lugares que cada uno de ellos navegó, exploró y bautizó, ya que el orden de estas navegaciones (casi todas desde Sanlúcar) sería el orden en el que llegaría la información a los cartógrafos, que serían los encargados de reflejar sobre el papel los importantes cambios que el mundo conocido estaba sufriendo.
En este mapa de Juan de la Cosa, fechado en el año 1500 se puede
apreciar cla-ramente como las Antillas aparecen por encima del trópico de Cáncer y también puede verse la línea vertical del tratado de Tordesillas, que ya hacía presentir que el reino de Portugal también tendría in-tereses en los terri-torios recién descubiertos. En el mapa de Cantino, de 1502 no hay diferencias en este sentido, siguen apareciendo las Antillas por encima del Trópico de Cáncer, aunque ya se va viendo con mayor nitidez la dimensión que alcanzarían los territorios pertenecientes al Reino de Portugal (Brasil). En ambos mapas puede apre-ciarse el conocimiento y pre-cisión casi absolutos que había sobre los continentes conocidos, Europa y África y la confusión que aún había sobre el Nuevo Continente. No sería hasta la llegada a Sanlúcar de Elcano cuando la costa este de América del sur quedaría perfectamente delimitada y por primera vez se tenía una idea acertada del diámetro real del planeta Tierra, pues fue este error el que hizo creer a Magallanes que el Océano Pacifico era más pequeño, error que casi hace fracasar el viaje, pues fueron enormes las penurias que por falta de alimentos pasaron durante ese trayecto.
El llamado planisferio de Castiglioni (de autor desconocido) de 1525, posterior a la Primera Vuelta al Mundo, refleja ya los territorios conocidos gracias a la expedición de Magallanes y Elcano, las Antillas pasan al sur del Trópico de Cáncer, también puede apreciarse como Vasco Núñez de Balboa y Francisco Pizarro han alcanzado ya el Océano Pacífico y comienzan a descubrir la costa oeste americana. El cartógrafo Diego Ribero en el año 1529, refleja con bastante precisión los avances españoles en la conquista del Nuevo Mundo, incluso sitúa los asentamientos que terminarán siendo ciudades actuales, continúan los descubrimientos en la costa este de Norte América y todavía, como puede apreciarse, nadie ha navegado aun las costas de la actual Chile, cosa que llevaría a cabo desde Sanlúcar de Barrameda Pedro de Valdivia
en el año 1539. Pendiente está aún también remontar el cauce del río Amazonas, ya que hasta 1541 Orellana no lo recorrería desde su nacimiento hasta su desembocadura, por el contrario el río de la Plata ya había sido navegado en parte en el año 1526 por Sebastián Caboto, tampoco se conocía aun la cordillera de los Andes ni el interior del continente que era aún un enigma y para poder explorarlo sería necesaria la llegada del caballo, cosa que entre otros, realizó Hernando de Soto, cargando centenares de caballos en la playa sanluqueña el día 6 de Abril de 1538.
Para terminar vemos un espectacular mapa de América realizado por Diego Gutiérrez en el año 1562, en él ya puede verse prácticamente la totalidad del Nuevo Continente, con alegorías de monstruos marinos, expediciones, naufragios, etc. Los principales ríos americanos ya han sido explorados y aparecen gran cantidad de poblados interiores. Continúan las expediciones portuguesas por las costas africanas y también representa los ataques piratas que empiezan ya por aquellas fechas a complicar la navegación a los españoles.