SUPLEMENTO ESPECIAL Año 1. Nro 2. Junio 2013
“Ahora soy ciudadana”
Iskonawas ya son parte de Pensión 65
Mientras sus costumbres sigan vivas, su voz también lo estará Organización Panamericana de la Salud:
"Pensión 65 no es caridad, es un derecho"
La voz de la experiencia:
Usuarios de Pensión 65 comparten lo que saben con las nuevas generaciones
SUPLEMENTO ESPECIAL
Pensión 65 y más: Los Saberes Productivos
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n su objetivo de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en extrema pobreza, el Programa Nacional de Asistencia Solidaria – Pensión 65 inició este año seis Pilotos de Saberes Productivos buscando revalorizar su rol como portadores y transmisores de saberes productivos en su comunidad. El primer paso en el marco de los objetivos de Pensión 65 fue visibilizar a los adultos mayores más pobres entregándoles una subvención económica bimestral, luego articular con el sector salud para asegurarles el acceso a un servicio de salud de calidad, y ahora se busca que sean reconocidos como actores importantes en su comunidad por los saberes productivos que poseen. Así, durante su primer año de gestión, Pensión 65 creció vigorosamente en la cantidad de adultos mayores afiliados, que hoy llegan a 274,673 usuarios gracias a la rigurosidad y el cuidado en tener procesos de calidad para la entrega de las subvenciones económicas bimestrales a los usuarios. Paralelo a ello, y a través de un trabajo articulado entre Pensión 65 y el Ministerio de Salud y las DIRESAS de cada región, se organizaron campañas de salud para los adultos mayores en extrema pobreza de diversas partes del territorio nacional. En lo que va del año, 41,276 usuarios de Pensión 65 accedieron a servicios de salud en campañas realizadas en puntos de pago y comenzaron a tener un seguimiento médico en las postas cercanas a sus domicilios. Pero así como es muy importante la seguridad económica y el acceso a servicios de salud de calidad, para lograr la protección y bienestar del adulto mayor es necesario también fortalecer las redes locales de apoyo social y para ello Pensión 65 viene implementando un modelo de intervención denominado Saberes Productivos que busca que el adulto mayor recupere su autoestima y sea revalorado en su comunidad, a través del reconocimiento de su rol de guardianes de conocimientos y agentes que establecen y refuerzan la memoria colectiva e identidad local y la transmiten a las nuevas generaciones. Los Morochucos, en la provincia ayacuchana de Cangallo, fue el primer distrito seleccionado en donde Pensión 65 empezó el trabajo articulado con la municipalidad local para coordinar la identificación y la transmisión de estos saberes productivos. Poco a poco, los usuarios de Pensión 65 de esta localidad se incorporaron a este piloto de Saberes Productivos, reuniéndose en un espacio otorgado por el municipio local y comenzaron a compartir sus conocimientos, identificar saberes en distintos campos así como recuperar parte de la rica historia de este pueblo que las nuevas generaciones ignoraban. En Los Morochucos son 462 adultos mayores los que se han sumado a las actividades de este Piloto de Saberes Productivos, mientras que en Sarhua 216 usuarios participan entusiastas en la recuperación de sus saberes y se vuelven a sentir útiles y necesarios para su comunidad con la transmisión de sus conocimientos a los niños y jóvenes sarhuinos. Esta revaloración del adulto mayor ha sido posible gracias a un trabajo bien articulado entre Pensión 65 y los municipios distritales, pero sobre todo a la visión y compromiso de los alcaldes de ambos distritos, que ha permitido activar las redes locales de protección social, emocional y afectivas, generar espacios de socialización para los usuarios, lograr su integración a la comunidad y comenzar la transmisión de sus saberes en beneficio colectivo. La exitosa experiencia en Los Morochucos y Sarhua en la región Ayacucho ya se trasladó a otros distritos en San Martín, Piura y Cusco y constituye un valioso referente para ser replicado en forma progresiva en otras localidades del país durante la segunda mitad del año. En estos 20 meses de intervención, Pensión 65 ha avanzado sustantivamente en la protección del adulto mayor a través del logro de la seguridad económica mediante una pensión no contributiva, en el acceso a servicios de salud de calidad y en el fortalecimiento de las redes de apoyo social que requiere esta población vulnerable y en extrema pobreza para mejorar su calidad de vida en el marco de la política de inclusión social del gobierno.
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Contenido Página 4-5:
Mucho más que una pensión
Página 6:
Estrategia Nacional Incluir para Crecer
Página 8:
En busca de la identidad perdida
Página 9:
La voz de la experiencia
Página 10:
Aprender para enseñar
Página 11:
OPS: “Pensión 65 no es caridad, es un derecho”
Página 16:
“Ahora soy ciudadana” Año 1. Número 2. Junio 2013. Ministra de Desarrollo e Inclusión Social: Carolina Trivelli Ávila. Viceministro de Prestaciones Sociales: Jorge Arrunátegui Gadea. Directora Ejecutiva: Norma Vidal Añaños. Este Suplemento es una publicación del Programa Nacional de Asistencia Solidaria –Pensión 65. Edición General: Unidad de Comunicación e Imagen Institucional (Calle Miguel Seminario 190 San Isidro, Lima). www.pension65.gob.pe Comunicaciones@pension65.gob.pe Teléfono: 221-6325
Usuarios de Pensión 65 ya empezaron a compartir sus conocimientos con niños y adolescentes de su comunidad.
Mientras sus costumbres sigan vivas, su voz también lo estará Para que los saberes productivos de los adultos mayores logren ser transmitidos eficazmente a las nuevas generaciones es fundamental el trabajo articulado entre Pensión 65 y el municipio distrital.
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través del Piloto de Saberes Productivos, Pensión 65 ha emprendido la identificación y el rescate de aquellos conocimientos que poseen los adultos mayores en extrema pobreza en diferentes ámbitos y que pueden ser útiles tanto para ellos como para la comunidad en que viven. Saberes Productivos es una intervención de Pensión 65 en articulación con los municipios locales, que busca que sus usuarios vuelvan a ser miembros activos de su comunidad, se sientan valorados y compartan lo que saben con las nuevas generaciones . Los saberes productivos son conocimientos que forman parte de los activos de una comunidad y que requieren transmitirse a niños, jóvenes y adultos para generar cadenas de valor de beneficio colectivo y de los
propios usuarios de Pensión 65 como portadores de estos saberes, revalorizando su imagen y su función social, cumpliéndose así el objetivo de lograr su participación e integración social y mejorar su calidad de vida. Pensión 65 viene desarrollando de manera conjunta con el Municipio este nuevo modelo de intervención, a través del cual se entregan metodologías y herramientas que el Gobierno Local usa para recoger, documentar y difundir los saberes que los adultos mayores poseen y que son parte de la identidad de su localidad. A partir de esta intervención, la población local empieza a reconocer en estos saberes potencialidades para el emprendimiento y desarrollo, logrando que el aporte de los adultos mayores se vuelva tangible para las nuevas generaciones.
Pensión 65 promueve fortalecer las redes locales de apoyo y protección al adulto mayor en pobreza extrema.
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Articulación para provisión de Servicios Sociales
Mucho más que una pensión Desde su concepción, Pensión 65 tuvo claro que era necesario ir más allá de la entrega de la subvención económica bimestral de 250 nuevos soles, porque era fundamental que los adultos mayores más pobres del país fueran visibilizados, a fin de que toda la sociedad entienda su problemática y las autoridades de todos los niveles asuman sus responsabilidades y empiecen a trabajar para cambiar la situación de abandono y olvido en la que se encontraba esta población vulnerable. Es en ese contexto que se implementa el componente de articulación para la provisión de servicios sociales para lograr una acción integral del Estado en su propósito de lograr el bienestar y la protección social del Adulto Mayor de 65 años en situación de pobreza extrema. Así, se consolida la articulación con el sector salud para que los usuarios de Pensión 65 accedan a campañas periódicas en los lugares de pago, y el trabajo conjunto con los gobiernos locales para impulsar los Pilotos de Saberes Productivos que buscan revalorizar el rol de los adultos mayores e integrarlos a su comunidad.
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RECUPERANDO LA VISIÓN Y LA DIGNIDAD Tras las primeras campañas de salud realizadas en localidades de costa, sierra y selva y como parte del Convenio
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Marco entre el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y el Ministerio de Salud, se decide poner énfasis en combatir la ceguera por catarata, enfermedad estrechamente ligada a la pobreza y que afecta en gran porcentaje a los ancianos de la sierra sur y central del país. Tras detectarse la enfermedad en diversas campañas de salud organizadas con ocasión del pago bimestral que reciben como subvención del Estado, 173 usuarios de Pensión 65 de Apurímac y Puno pudieron ser operados con éxito y recuperaron después de mucho tiempo la visión y con ello una mejor calidad de vida.
“Pensión 65 es más que una subvención económica. Buscamos mejorar las condiciones de vida de nuestros adultos mayores en situación de mayor exclusión, reconocer el aporte que han hecho al país, a sus comunidades y a sus familias, y asegurarles acceso a más y mejores servicios públicos. La propuesta de Pensión 65, por ello, incluye diversos servicios para nuestros adultos mayores. Articulamos con el sector salud para brindarles una atención integral con servicios adecuados a sus necesidades como operaciones de cataratas, vacunas contra la influenza y diversos chequeos médicos. También trabajamos con los municipios para, a través de Saberes Productivos, crear espacios que permitan a nuestros usuarios compartir lo que saben con las nuevas generaciones. Con este programa, buscamos más y mejores servicios para nuestros adultos mayores. Pensión 65, además, nos da la oportunidad de apoyar, conocer y reconocer su contribución al desarrollo del país”. Carolina Trivelli Ávila Ministra de Desarrollo e Inclusión Social - MIDIS
Visibles y reconocidos
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Sanos y protegidos l trabajo conjunto realizado por Pensión 65 y el Ministerio de Salud para lograr que esta población vulnerable pueda acceder a una consulta médica, exámenes de laboratorio y medicinas para combatir las enfermedades que sufren, representa un avance significativo dentro de las políticas de inclusión social. Para el Ministerio de Salud resulta fundamental el trabajo que realiza Pensión 65 en la identificación de adultos mayores en extrema pobreza que nunca antes habían accedido a una consulta médica en algún centro de salud estatal. Este programa social, a través de los promotores que son parte de sus equipos territoriales, llega en muchos casos a zonas donde el Estado nunca había llegado, y el panorama que encuentra es de total abandono. Adultos mayores que no tenían siquiera DNI, y que por lo tanto no existían para un Estado que históricamente se había tapado los ojos para no ver la dura realidad que tenían enfrente. Durante su primer año de gestión, Pensión 65 hizo las coordinaciones con el Ministerio de Salud para la realización de 44 campañas de salud en las que se atendieron a 16,174 usuarios del programa, entre abril y diciembre de 2012. Desde fines del año pasado, las unidades territoriales del programa desplegadas en todo el país asumieron la responsabilidad de coordinar la organización de estas campañas de salud con las DISAS Y DIRESAS, y entre enero y la primera quincena de junio de 2013 se ha logrado atender a 41,276 adultos mayores.
Más y mejores servicios para nuestros adultos mayores
Era setiembre de 2012 cuando un equipo de médicos y enfermeros del Instituto Nacional de Oftalmología (INO) se desplazó hasta las provincias de Andahuaylas, en Apurímac y Huancané, en Puno, para realizar esta cirugía especializada de erradicación de cataratas. Algo similar ocurrió en abril de este año, pero ya con la coordinación del equipo territorial de Pensión 65 y la DIRESA de Loreto. 21 adultos mayores en extrema pobreza de Nauta fueron trasladados hasta Iquitos para recuperar la visión recuperando con ello la esperanza y ganas de vivir.
Pensión 65 y el Ministerio de Salud trabajan de manera articulada para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores más pobres del país.
esde que uno tiene contacto con un adulto mayor en extrema pobreza percibe que sus problemas más grandes, aquellos que lo acompañan en forma permanente, están relacionados con su vulnerabilidad pero también con la inmensa tristeza e inseguridad que le produce el olvido de toda una sociedad para la cual simplemente no existen. Desde el inicio del Piloto de Saberes Productivos, Pensión 65 se propuso trabajar en la recuperación de la autoestima de los adultos mayores, y en hacer posible que vuelvan a ocupar un lugar importante dentro de su comunidad al ser reconocidos y valorados por los conocimientos que poseen. El trabajo que se inició a fines del año pasado planteaba retos muy grandes, porque implicaba cambiar una realidad de olvido y marginación. Se procedió entonces a articular con los gobiernos locales dispuestos a crear o fortalecer espacios para sus adultos mayores. En esa búsqueda se encontró a las autoridades distritales de Los Morochucos y de Sarhua en la región Ayacucho y se conversó con miembros de diferentes organizaciones que se habían preocupado por esta población vulnerable. Se organizaron talleres y reuniones en cada distrito buscando identificar saberes y sabios que eran recordados y reconocidos por los miembros de la propia comunidad. Identificados los saberes, así como sus portadores, se dieron luego los primeros pasos para concretar la transmisión a las nuevas generaciones con la participación entusiasta de los colegios e instituciones de las zonas.
Saberes Productivos para que los usuarios de Pensión 65 sean reconocidos como portadores de valiosos conocimientos.
Gracias a estos Pilotos de Saberes Productivos, los usuarios de Pensión 65 han comenzado a integrarse nuevamente como miembros activos en sus comunidades. Se ha iniciado el camino de su reconocimiento y su revaloración como personas por su rol de portadores y transmisores de conocimientos generados a lo largo de los años y que deben mantenerse vivos para que la comunidad recupere y preserve su identidad. El trabajo articulado entre Pensión 65 y los municipios de Los Morochucos y de Sarhua ha generado un modelo de intervención que se está replicando en otras regiones con éxito y sobre todo, ha logrado incidencia entre los gobiernos locales, que buscan aplicarlo en sus localidades. ¿QUÉ SE BUSCA? Esta intervención promueve espacios de reunión entre adultos mayores en donde se realizan los llamados “diálogos de saberes”, que son momentos dedicados a la identificación, registro, archivo, intercambio y difusión de saberes productivos que han sido recopilados por los
mismos adultos mayores como agentes que guardan y preservan la memoria e identidad local. En forma paralela, el proceso es acompañado por un trabajo de recopilación y registro etnográfico de esos saberes productivos y su contexto local, y se realizan acciones de puesta en valor y proyección a la comunidad. Así, se realizan actividades de intercambio y de transmisión de saberes, que fomentan el aprendizaje intergeneracional, que son complementadas con actividades de difusión como las ferias, encuentros de saberes y la elaboración de productos audiovisuales para hacer partícipe a la comunidad. Con esos saberes identificados y revalorados, la comunidad ha empezado a mirar de otra manera al adulto mayor. Ahora entiende que debe protegerlo pero también percibe que pueden ser útiles para el desarrollo local porque a partir de sus saberes se puede contar con activos que les permitirán tener y mantener su identidad cultural y generará una cadena de valor que redundará en beneficio colectivo.
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Incluir para Crecer
La gran misión del MIDIS es garantizar que todas las intervenciones de la política de desarrollo e inclusión social, que deben ser realizadas de manera coordinada y articulada, contribuyan a que más peruanos accedan a servicios públicos universales de calidad.
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l Perú es uno de los países que más ha crecido a nivel mundial en los últimos diez años. Existen más carreteras, obras de agua y saneamiento, electrificación, telecomunicaciones, mejor cobertura de servicios de salud, mejores viviendas y sueldos, pero este progreso no se ha generado en todo el Perú ni para todos los peruanos. Existe aún un gran sector de la población que no tiene acceso a servicios públicos de calidad ni a oportunidades de desarrollo y que constituye una gran brecha social a atender, razón por la cual se creó el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS). La gran misión del MIDIS es garantizar que todas las intervenciones de la política de desarrollo e inclusión social contribuyan a que más peruanos accedan a servicios públicos universales de calidad. Estas intervenciones deben ser realizadas de manera coordinada y articulada. El documento que servirá como guía para que los sectores y niveles de gobierno orienten de esta forma sus intervenciones en materia de desarrollo e inclusión social es la Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social “Incluir para Crecer”. Esta estrategia se ha dividido en cinco ejes estratégicos que buscan resultados concretos bajo una lógica de ciclo de vida de una persona desde su nacimiento hasta su vejez para conseguir una inclusión integral de la población en proceso de inclusión (PEPI): Eje 1: Nutrición Infantil. Eje 2: Desarrollo Temprano Infantil Eje 3: Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia. Eje 4: Inclusión Económica. Eje 5: Protección del Adulto Mayor
El eje 5 de esta estrategia está enfocado en el adulto mayor en situación de riesgo y vulnerabilidad física, económica y emocional, lo que afecta su independencia y bienestar. Los adultos mayores han permanecido en el olvido por muchos años, no han podido acceder a servicios públicos de calidad, ni mucho menos han podido hacer planes para esta última etapa de su vida. El 57% de esta población tiene primaria incompleta, mientras que el 72% de estos adultos mayores no tiene una pensión con-
Protección al adulto mayor El eje 5 de Protección del Adulto Mayor busca atender prioritariamente a aquellos adultos mayores de 65 años en estado de abandono, sin fuentes de ingresos estables o acceso a servicios de salud, con el objetivo de incrementar su bienestar y su autonomía. Esto se conseguirá a través de la asignación de una pensión, garantizando su acceso a servicios de salud preventivos y de rehabilitación, y fortaleciendo sus redes locales de apoyo social para que puedan alcanzar una mayor calidad de vida y ser revalorados por la sociedad. Está claro entonces que para promover la protección del adulto mayor se requiere esfuerzos intersectoriales e intergubernamentales que reflejen la articulación oportuna de intervenciones efectivas. En primer lugar, el otorgamiento de una subvención económica permite a los adultos mayores disminuir la angustia sobre la generación de ingresos para cubrir sus necesidades. Mientras que las campañas gratuitas de salud permiten que los adultos mayores accedan a controles médicos y atenciones especializadas que permiten mejorar su nutrición. La participación de los usuarios de Pensión 65 en el Piloto de Saberes Productivos hace posible la integración social de esta población vulnerable que es reconocida por su comunidad, a partir de los conocimientos que poseen y que pueden transmitir a las nuevas generaciones.
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MIDIS Pensión 65
Producto: Subvención económica bimestral de 250 soles a usuarios de Pensión 65
Modelo a seguir Los protección del adulto mayor es una prioridad del gobierno.
tributiva, y el 30% de ellos no cuenta con ningún seguro de salud. La situación de vulnerabilidad a la que están expuestos los adultos mayores queda graficada en otro dato de la Encuesta Nacional de Hogares, realizada por el INEI en el 2010: el 60 % de los adultos mayores que tuvo un malestar o enfermedad no buscó atención en un centro de salud u hospital y la situación empeora cuando se trata de adultos mayores de las zonas rurales: 67 % de ellos no recibió atención médica.
Resultado inmediato: Adultos mayores en pobreza alcanzan una cobertura de pensiones
Resultado intermedio: Seguridad económica
Resultado final:
Bienestar y protección social de adultos mayores en pobreza MIDIS Pensión 65 + MINSA
Producto: Campañas integrales de salud
Resultado inmediato: Adultos mayores en pobreza acceden a servicios de salud de calidad
Resultado intermedio: Calidad de servicios para adultos mayores en pobreza
MIDIS Pensión 65 + gobiernos locales
Producto: Pilotos de Saberes Productivos
Resultado inmediato: Participación e integración social
Resultado intermedio: Fortalecimiento de redes locales de apoyo para adultos mayores en pobreza
El trabajo articulado entre Pensión 65 y el municipio distrital de Los Morochucos selló una alianza en favor de los adultos mayores y dejó un modelo de intervención de Saberes Productivos listo para ser replicado en otras localidades.
Viceministro de Prestaciones Sociales, Jorge Arrunátegui, y alcalde de Los Morochucos, Rotier Gómez, junto a dos usuarios del programa.
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a Plaza de Armas de Los Morochucos fue el escenario del Primer Encuentro de Saberes Productivos. La actividad sirvió para mostrar los avances en la identificación y la transmisión de los conocimientos que poseen decenas de adultos mayores de esta localidad ayacuchana donde Pensión 65 cuenta con 462 usuarios. ¿Pero cómo se inició este proceso para implementar esta nueva estrategia de articulación para brindar protección social al Adulto mayor en extrema pobreza y por qué este piloto se inició en Los Morochucos? Aquí las respuestas que ayudarán a conocer una historia llena de mucho esfuerzo, talento y dedicación. Mientras que en Lima el sol caía inclemente, en el distrito ayacuchano de Los Morochucos los pobladores rogaban para que cesen las lluvias que se habían ensañado con sus casas y sembríos de papa, maíz y cebada. Eran los últimos días de enero y el equipo central de Pensión 65 empezaba con sus visitas a Los Morochucos y Sarhua, y conversaba con las autoridades distritales para implementar un piloto de trabajo que buscaba activar las redes de apoyo social e identificar los saberes que portaban sus usuarios a fin de integrarlos plenamente a sus comunidades. El primer distrito en comprometerse fue Los Morochucos,
e inmediatamente después Sarhua, iniciándose el trabajo de identificar los saberes productivos en ambos distritos, realizando reuniones y talleres participativos que contaron con la presencia de representantes de diferentes organizaciones que han trabajado con los adultos mayores, autoridades locales, estudiantes universitarios, escolares y los propios usuarios de Pensión 65 en este distrito de la provincia de Cangallo. Con el paso de las semanas, el compromiso de las autoridades distritales con el Piloto de Saberes Productivos de Pensión 65 se fue fortaleciendo hasta traducirse en medidas concretas. El municipio emitió una ordenanza mediante la cual destinó personal y recursos a fin de implementar el espacio dedicado a los adultos mayores que Pensión 65 había promovido, y para cuya puesta en marcha entrega metodologías y herramientas que les permiten desarrollar la estrategia en su localidad. El compromiso del municipio de Los Morochucos fue explicado por la propia directora ejecutiva de Pensión 65, Norma Vidal, quien durante el Encuentro de Saberes Productivos no dudó en destacar que este distrito “es el que más ha avanzado en el reconocimiento de los saberes que poseen sus adultos mayores, gracias al trabajo de su municipio, que
creó un espacio en el que los adultos mayores de esta localidad se reúnen y comparten diferentes experiencias”. “La municipalidad de Los Morochucos formó un equipo de trabajo dedicado exclusivamente al tema de Saberes Productivos, y eso demuestra el compromiso y la disposición del municipio para hacer sostenible el piloto”, remarcó. El trabajo articulado entre Pensión 65 y el municipio distrital de Los Morochucos permitió realizar el Primer Encuentro de Saberes Productivos, y dejó un modelo de implementación listo para ser replicado en otras localidades. De esta manera, Pensión 65 y las autoridades distritales de Los Morochucos sellaron una alianza en favor de los adultos mayores que permanecerá en el tiempo y no será flor de un día. “Nosotros somos un aliado de este gobierno para ganar todas las batallas que se presenten en la lucha contra la pobreza. Los Morochucos es un municipio de referencia en el tema de los Saberes Productivos, y estamos comprometidos en hacer que este piloto sea sostenible en el tiempo”, aseguró Rotier Gómez, el alcalde de Los Morochucos que tiene sólo 28 años, pero que pese a su juventud se ha convertido en un ejemplo en el trabajo con los adultos mayores para otros burgomaestres de diferentes regiones del país.
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Recuperando la identidad perdida
Los pobladores de Los Morochucos han rescatado parte de su historia y ahora que la conocen se sienten orgullosos de ella, y saben que tienen un activo que mostrar no solo a las nuevas generaciones sino a quienes llegan al distrito.
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ara mediados de abril se concluyó el trabajo de campo realizado para recoger la mayor cantidad de información sobre los saberes productivos que portan los usuarios de Pensión 65 en Los Morochucos y Sarhua. Las reuniones y los talleres en ambos distritos ayacuchanos dieron paso a una lista de saberes y de sabios validados y reconocidos por la propia población. El equipo de Pensión 65, que había estado acompañando y monitoreando cada actividad realizada en esta búsqueda de saberes productivos, recibió toda la información sobre los conocimientos que poseen sus usuarios en ambas localidades, y se continuó entonces con la etapa de mostrar y visibilizar los avances logrados en esta intervención que realiza este programa social del MIDIS.
culturales foráneas que de alguna manera sustituyeron a las propias. El viceministro de Prestaciones Sociales del MIDIS, Jorge Arrunátegui, destacó que el inicio del Piloto de Saberes Productivos es un paso trascendente en favor de los adultos mayores en extrema pobreza. “Lo más importante es que hemos visibilizado a estos adultos mayores en pobreza extrema que estaban escondidos en sus casas, esperando la buena voluntad de los vecinos. Ahora ellos tienen una mejor calidad de vida”, subrayó el viceministro y recordó que el primer paso de Pensión 65 fue entregar una subvención económica a sus usuarios, luego que accedan a campañas de salud, y ahora el tercer paso es el reconocimiento de sus saberes.
MOSTRANDO LOS SABERES PRODUCTIVOS El distrito de Los Morochucos fue elegido como el escenario para el Primer Encuentro de Saberes Productivos. Se empezó inmediatamente la búsqueda de aquellos elementos unificadores que ayuden a fortalecer la identidad de esta localidad que hasta hace unos años había olvidado a estos adultos mayores y sus saberes.Pensión 65 y el Municipio buscan con el Piloto de Saberes Productivos dar nuevo impulso al trabajo con los adultos mayores y apostaron por fortalecer la identidad del pueblo de Los Morochucos, a través de sus diferentes manifestaciones: los jinetes, la doma de caballos, la talabartería, cocobolos, tejidos y gastronomía. Esta identidad había pasado a estar prácticamente olvidada por efectos de la violencia terrorista y de la transculturización, por la invasión de formas
EL LEGADO DE LOS MOROCHUCOS La figura del caudillo de los vaqueros del Los adultos mayores de Los Morochucos, baluarte de la memoria colectiva. Ande, Basilio Auqui, y la identificación de Maximiliano Cubas Sulca, usuario del pro- cuero para fabricar los famosos “cocobolos”, pantalones, chalinas y cintos, así como aquegrama y descendiente de este personaje armas de cuero y piedra con las que los Mo- llas que rescataron del olvido recetas tradiconsiderado héroe dentro de la historia de rochucos enfrentaron a los españoles en di- cionales que ya nadie conoce en la localidad este pueblo valiente, fueron los primeros ferentes batallas durante la gesta emancipa- como el yuyo picante, los sabrosos guisos elementos que sirvieron para recuperar la dora, o las riendas y aparejos de los caballos, con la abundante quinua natural que crece memoria pampina ligada estrechamente a animal estrechamente ligado a la historia de en la zona, la contundente huallpa y otros los legendarios Morochucos, a sus costum- este pueblo. platos típicos hechos a base de oca, ollucos, bres, y a la forma de vida, artesanía y culina- Se visibilizaron también los usuarios que quinua, maíz y papa. Los pobladores de Los ria que desarrollaron, pero que ya casi ni se antaño tejían los famosos ponchos de Los Morochucos han rescatado parte de su hisconocían en la localidad. Morochucos y aquellos que conocían las téc- toria y ahora que la conocen se sienten orFue entonces que a partir de los testimo- nicas tradicionales de la doma de caballos o gullosos de ella, tienen ahora un activo que nios de vida de los usuarios de Pensión 65 se de su crianza por haberlas realizado durante mostrar no solo a las nuevas generaciones empezó a recuperar las prácticas culturales toda su vida. sino a quienes llegan al distrito, han recupeperdidas. En las “mesas de diálogo” convo- Surgieron asimismo las mujeres que en sus rado su identidad y lo han hecho a partir de cadas aparecieron aquellos que conocían años mozos confeccionaban toda la indu- las historias rescatadas del olvido y contadas las técnicas de talabartería, el trabajo con el mentaria de Los Morochucos, telares para por los usuarios de Pensión 65.
Saberes para todos
Los usuarios de Pensión 65 en Los Morochucos han mejorado su nivel de vida con la ayuda económica que les brinda el Estado y ahora además, se sienten útiles nuevamente, integrados a su comunidad y reconocidos por sus saberes. Ya no están en condiciones de trabajar, ya no hay fuerza en las piernas, tiemblan las manos y la vista escasea, pero han renacido porque están transmitiendo todo lo que saben a las nuevas generaciones para que la leyenda y su voz sigan vivas.
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La voz de la experiencia
Los usuarios de Pensión 65 de Los Morochucos demostraron que los saberes que poseen pueden ser útiles para toda su comunidad. El Primer Encuentro de Saberes Productivos fue la oportunidad para que familiares y vecinos reconozcan el importante lugar que ocupan estos adultos mayores. Saturnino Martínez Berrocal
Encarnación Velásquez
(76 años, vive en Pampa Cangallo)
(vive en Pampa Cangallo, tiene 79 años)
“Todos los pampinos criábamos caballos y nos dedicábamos a la talabartería y el trabajo en cuero. También tejíamos los ponchos utilizados para las carreras de caballos y en las danzas clásicas. Ya no hay fuerza en las manos, ya no hago ponchos, pero estoy feliz porque ahora los jóvenes se interesan y me piden que les enseñe a tejer, a domar caballos, a hacer cocobolos, a seguir la tradición”.
“El yuyo picante y la huallpa son platos antiguos y tradicionales pero ya no los hacen aquí. Estoy compartiendo las recetas que me enseñó mi abuela y que ya nadie conocía. Yo vivía encerrada en mi casa pero ahora es diferente, estoy contenta, los de Pensión 65 nos reunimos todas las semanas en el centro, he colaborado para hacer un folleto de recetas, las señoras me piden consejo, me siento importante”.dición”.
Maximiliano Cuba Sulca
Marcelino Ramos Quicaño
“Soy descendiente del caudillo Basilio Auqui, quien encabezó a Los Morochucos en la gesta emancipadora contra las tropas españolas. Una de las victorias memorables de los Morochucos contra los españoles fue en Seccapampas. Auqui mandó a inundar estas pampas y luego con 37 yuntas aró la tierra y apisonó la pampa, las tropas enemigas cayeron en la trampa y perdieron armas y 400 hombres. Todo eso les he contado a los niños en el colegio, ellos escuchan atentos y les gusta, estamos muy agradecidos con las autoridades que se están preocupando por nosotros”.
“Mi padre y mi suegro me enseñaron los secretos para trabajar con el cuero y fabricar los cocobolos. Desde pequeños los Morochucos aprendemos a lacear y también a manejar el cocobolo, pero hay que tener mucho cuidado, es muy peligroso ya que en sus extremos contiene una bola con plomo. Siento que he revivido ahora que estoy enseñando a los más chicos todo esto que me enseñaron a mí”.
(78 años, vive en la comunidad Accomayo Chupascunca)
Basilia Vega
Eugenia Vega de la Cruz
“Yo sé preparar infinidad de platos varios platos con quinua, son recetas de antaño que aprendí de mi madre y abuela. En la pampa hay harta quinua y con ella hago tamal, puré, guiso de quinua, crema, pastel de quinua, sopa, leche, dulce, pan, refresco, frito y muchos platos más. Ahora me buscan en el centro para enseñarles, eso me gusta”.
“Los hombres son los que tejen los ponchos que utilizan los Morochucos, y las mujeres hacíamos las chalinas blancas y los cintos que son parte de su indumentaria. Hilábamos también. Ya no veo, ya no tejo, pero que bonito que ahora las jóvenes se interesen por lo que antes hacíamos, me gusta que quieran continuar las costumbres”.
(vive en Los Morochucos, tiene 73 años)
(vive en Huayllana Rumi, tiene 68 años)
(85 años, vive en Pampa Cangallo)
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Aprender para enseñar La clave para sacar lo mejor de los adultos mayores es mucha estimulación y repotenciar sus capacidades, además es necesario un trabajo interinstitucional que resuelva sus problemas de salud de manera integral, tanto las enfermedades físicas como las que tienen que ver con la salud mental.
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ensión 65 puso en la agenda pública la situación de abandono que por años vivieron los adultos mayores más pobres del país y fue el brazo ejecutor de una decisión política del Estado por brindarles una subvención económica que les ayude a alcanzar su bienestar. Este deber de justicia se complementó con la articulación con el MINSA para que puedan acceder a una atención médica de calidad y luego con el trabajo conjunto con las autoridades locales para revalorar su papel como portadores de la memoria colectiva. Esto último es fundamental porque les permite elevar su autoestima y sentirse reconocidos por los conocimientos que poseen. Pero revertir la situación de abandono y postración que han vivido por años no es un trabajo fácil, se requiere de mucha paciencia y dedicación. “Los años de violencia interna que vivieron en carne propia los adultos mayores de Ayacucho, Cusco, Huancavelica, Apurímac, Puno, Huánuco y otras regiones del país han marcado mucho la sensación de soledad y aislamiento, por ello es más fácil que se sientan desvalidos, al haber perdido la sensación de protección de la familia”, precisa José Carlos San Martín, jefe del Servicio de Psicogeriatría del Instituto Nacional de Salud Mental. ¿Cómo abordar toda la labor que se debe emprender para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores más pobres del país? Algunas respuestas pueden empezar a aparecer si se realiza un trabajo interinstitucional que, por ejemplo, resuelva los problemas de salud de manera integral, tanto las enfermedades físicas como las que tienen que ver con la salud mental. “En salud mental se debe conversar mucho con los adultos mayores y también con sus familiares para que no los rele-
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Para el doctor Luis Fernando Leanes el trabajo de Pensión 65 en cuanto a los servicios complementarios ha empezado con buen pie, y considera que se debe fortalecer la articulación de Pensión 65 con diversas instituciones y en los diferentes niveles de gobierno.
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l representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Perú, Luis Fernando Leanes, destacó el trabajo de Pensión 65 para brindar seguridad económica, física y social a los adultos mayores en extrema pobreza y consideró fundamental que el gobierno encamine sus esfuerzos en asegurar que “los adultos mayores más pobres también se sientan en bienestar, productivos y útiles en esta parte de su vida”. Leanes subrayó lo valioso que es la experiencia acumulada por estos adultos mayores, y no dudó en resaltar lo oportuno del trabajo de Pensión 65 para generar el espacio y el tiempo adecuado para que los usuarios del programa compartan sus conocimientos con las nuevas generaciones. “Los abuelos tienen conocimientos que han aprendido a lo largo de su vida, los cuales pueden ser muy valiosos para toda su comunidad. Se debe cuidar y respetar a aquellos portadores de esos saberes que terminarán sirviendo a todos”, argumentó Leanes, tras afirmar que en países con una cultura milenaria como la nuestra no se puede permitir que se siga apagando la transmisión de los saberes más importantes. El representante de la OPS sostuvo que las familias deben entender lo valioso que es para ellos tener a un abuelo en
Reviven al transmitir toda su experiencia de vida.
guen y más bien los incluyan como personas que pueden aportar en su comunidad”, explica. “Pese que se requiere de mucha paciencia, los adultos mayores mantienen la capacidad de aprender intacta, y además tienen una ventaja que es toda la experiencia acumulada”, precisa. La clave para sacar lo mejor de los usuarios de Pensión
65, y de los adultos mayores en general, es mucha estimulación y repotenciar sus capacidades como se hace en los Pilotos de Morochucos y Sarhua. “Todos vamos a llegar a esa etapa de vejez y vulnerabilidad, y todos tenemos el derecho de llegar con dignidad y con calidad de vida, ésta no debe ser una etapa trágica o en la que el adulto mayor sea separado de la sociedad”..
“Son los más vulnerables”
Psiquiátra José Carlos San Martín.
“Pensión 65 no es caridad, es un derecho”
Los adultos mayores en extrema pobreza conforman la población más vulnerable de la sociedad, porque han llegado a esta etapa de su vida sin recursos y con severos problemas físicos, que en muchos casos han acarreado problemas de salud mental, como la depresión, puntualiza el psiquiatra José Carlos San Martín. “Hay adultos mayores han llegado a esta edad en extrema pobreza pero además con secuelas de hipertensión, ceguera y hasta con dificultades para movilizarse. Otros con diabetes y artrosis, y esta suma termina afectando su salud mental”, señala San Martín, quien explica que si a ese preocupante cuadro le agregamos un ambiente social inadecuado y hasta hostil, lo que tenemos como resultado es una verdadera bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento. En síntesis, los hombres y mujeres de 65 años a más que encontró Pensión 65 al iniciar su trabajo hace 18 meses son personas relegadas y que han sido poco estimuladas, con mala calidad de vida y un deterioro cognitivo. “Lo que se haga ahora va a servir para lo que se viene en el futuro, en sólo un par de décadas, porque la cantidad de adultos mayores va a crecer, es la tendencia”, advirtió. San Martín propuso que como parte del Piloto de Saberes Productivos se incluya que un adulto mayor y un adolescente hagan un proyecto conjunto, a fin de que ambos descubran lo que tiene para dar una generación a la otra. “El proyecto podría tener algún incentivo o premio. Los usuarios del programa podrían participar en estos proyectos con escolares de tercero o cuarto de secundaria”, recomendó.
casa que transmita esos conocimientos a los nietos, pero además lo importante que es que la vida de este anciano vuelva a tener un sentido. “ESTÁN EJERCIENDO UN DERECHO” Para Leanes el trabajo de Pensión 65 en lo que se refiere a los servicios complementarios ha empezado con buen pie, y dijo confiar en que se irá alcanzando las metas planteadas. “Es un gran comienzo el de Pensión 65, pero la sociedad también debe entender que lo que está pasando es una cuestión de derecho. No se trata de ser caritativo o no, se trata de un adulto mayor pobre que está ejerciendo un derecho”, remarcó. En cuanto a las campañas de salud, coordinadas por los equipos territoriales de Pensión 65 en todo el país, Leanes destacó la importancia de las operaciones de cataratas practicadas a los usuarios del programa y dijo que los ayuda a recuperar su independencia y autoestima. Finalmente, el representante de la OPS planteó reforzar más el trabajo articulado de Pensión 65 con diversas instituciones y en los diferentes niveles de gobierno. “Pensión 65 va por el camino correcto, pero no hay que subestimar al rival, ese rival es la desarticulación”, subrayó.
Luis Fernando Leanes destaca acceso a la salud para los usuarios del programa.
Punto de quiebre La nueva etapa que Pensión 65 ha empezado con la revalorización de los adultos mayores en extrema pobreza y desarraigados de su propio vínculo comunal, es considerada por muchos especialistas como un hecho histórico. El investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y conocedor de las poblaciones indígenas, Ramón Pajuelo, coincide con este punto de vista y va más allá al afirmar que Pensión 65 representa “un punto de quiebre, porque está ayudando a restaurar los tejidos sociales rotos por la violencia y que ni siquiera las propias comunidades locales habían podido recuperar”. Para Pajuelo, era desoladora la situación de los adultos mayores en extremo pobres de la región andina al llegar el nuevo siglo, tras el salvaje ensañamiento del terrorismo con esta población, y además porque históricamente “los ancianos siempre fueron vistos desde el Estado peruano como un sector residual, que debe ser mantenido y sostenido por los hijos y su familia”. “Resulta novedoso tener un programa como Pensión 65, porque nunca antes se hizo inversión pública a ese nivel
en los adultos mayores, ya que eran considerados personas en las cuales no valía la pena invertir”, explicó Pajuelo.
CIUDADANÍA Y DIGNIDAD El experto precisó que una de las tareas en las que contribuye Pensión 65 es en la reconstrucción de los tejidos so-
ciales que fueron destruidos brutalmente durante los años de violencia política, lo cual agravó las distancias entre el Estado peruano y los adultos mayores, haciendo más vulnerable la situación de muchos de ellos, que entraron en esa condición justo en esas dos décadas, cuando ya no tenían las condiciones para trabajar ni la red de soporte y ayuda social para afrontar esa guerra. A partir de este contexto, el antropólogo resaltó el trabajo que ha empezado a realizar Pensión 65 con el Piloto de Saberes Productivos, y consideró que esta labor “no debe quedarse sólo en mejorar la calidad de vida, sino que debe apuntar a la ciudadanización de estos adultos mayores, a que se conviertan en voces locales que son tomadas en cuenta y participan”. Pajuelo dijo esperar que este nuevo servicio complementario del programa contribuya a que los adultos mayores hagan escuchar su voz, a fin de que sus pedidos, sus conocimientos y su memoria sean tomados en cuenta como una base para el desarrollo local.
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Exitosa alianza por los adultos mayores
Pensión 65 continúa en la búsqueda de nuevas modalidades de pago que permitan a sus usuarios cobrar su subvención económica bimestral con las mayores facilidades y más cerca de su vivienda. Esta nueva modalidad de pago ya empezó a extenderse a todo Ayacucho y el VRAEM.
L
eoncia Oré Mitma tiene 80 años, es usuaria de Pensión 65 y ya no puede hablar ni caminar. Sus vecinos la transportan en una silla de plástico a la que le han puesto ruedas, pero como su estado de salud se complicó hace unos meses dejó de acudir a su centro de pago ubicado a casi dos horas de su localidad. Ahora le dijeron que podía cobrar la subvención económica bimestral de 250 soles en la municipalidad distrital de María Parado de Bellido, en Ayacucho, que se encuentra a sólo cuatro cuadras de su humilde vivienda. El día programado, los vecinos la ayudaron a llegar hasta allí, en donde efectivamente cobró su pensión actual y las otras dos que no había podido cobrar. Atrás quedaron para Leoncia los viajes de dos horas por un camino de trocha hasta el distrito de Los Morochucos para cobrar su pensión en una empresa transportadora de caudales del Banco de la Nación. Ahora el Estado había llegado casi hasta la puerta de su casa. MÁS CERCA DE LOS MÁS POBRES Así como Leoncia, decenas de adultos mayores en extrema pobreza del distrito de María Parado de Bellido se ahorrarán esfuerzo, tiempo y dinero gracias a una nueva modalidad de pago estrenada por Pensión 65 en alianza con la empresa privada y el Banco de la Nación. El piloto consistió en pagar a los usuarios de Pensión 65 con el dinero que recauda la empresa Backus de sus operaciones en la zona, evitando con ello los largos viajes de los adultos mayores para llegar a la agencia bancaria estatal más cercana. En esta nueva modalidad, el aporte del Banco de la Nación es fundamental porque traslada a sus equipos de banca móvil hasta puntos remotos de pago, recibe el dinero de la empresa, entrega el voucher correspondiente y de inmediato procede a pagar con ese efectivo, a los usuarios de Pensión 65. Norma Vidal Añaños, directora ejecutiva de Pensión 65, explicó que esta nueva modalidad de pago que ha empezado en esta localidad de la provincia de Cangallo en Ayacucho,
El Estado más cerca de la población vulnerable.
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Presentes en los pueblos más alejados Usuarios de Pensión 65 E por regiones a junio de 2013 n diciembre de 2011, a dos meses de su creación, Pensión 65 contaba en su padrón de usuarios con 40,676 adultos mayores en extrema pobreza afiliados. Para 2012, todas las metas proyectadas en cuanto a afiliación fueron superadas y se alcanzaron los 247,673 usuarios en 1,555 distritos de todo el país. A mitad de 2013, el padrón de usuarios mayo – junio 2013 demuestra que Pensión 65 ya alcanzó los 274,673 adultos mayores afiliados. La meta en afiliaciones para este año es de 290,000. La protección a los adultos mayores que brinda el Estado a través de Pensión 65 se complementa además con la articulación con el sector Salud para que nuestros usuarios reciban una atención de salud integral y de calidad y la articulación con los gobiernos locales para asegurar
espacios de interacción social donde los adultos mayores identifiquen sus saberes y los transmitan a las nuevas generaciones preservando la memoria e identidad propia. En lo que resta del año, la intervención de Pensión 65 dará prioridad a la incorporación de los adultos mayores en extrema pobreza de las comunidades nativas amazónicas y las localidades más alejadas y vulnerables, así como a los usuarios de mayor edad y a los que presenten alguna discapacidad. Además de entregar una pensión que ayude a mejorar la calidad de vida a los adultos mayores más pobres del país, Pensión 65 continúa trabajando en diseñar nuevas modalidades de pago que permitan a sus usuarios de las comunidades más lejanas recibir la subvención económica con las mayores facilidades y cerca de su vivienda.
Tumbes: 329
Loreto: 4,804
Piura: 17,960 Lambayeque: 2,271
Alianza entre Pensión 65, Banco de la Nación y la empresa privada para llegar a las poblaciones más alejadas.
forma parte de los esfuerzos de este programa social del MIDIS por hacer que aquellos usuarios de los distritos más alejados de sierra y selva puedan acceder a la subvención económica bimestral con la mayor facilidad posible. “Estamos muy satisfechos por la implementación de esta alianza con la empresa privada que nos permite cumplir con el objetivo de llegar con la subvención del Estado a los usuarios de Pensión 65 que viven en las localidades más alejadas y vulnerables”, precisó Vidal, tras supervisar el estreno del piloto, y adelantó que esta nueva modalidad de pago se llevará a los distritos más alejados de Ayacucho y la zona
del VRAEM, y a otras zonas de operación de la empresa en diferentes regiones del país. Por su parte, el alcalde distrital, Alejandro Aquino De la Cruz, resaltó y agradeció la iniciativa en beneficio de sus pobladores. “Muchos de los usuarios son muy ancianitos y ya no podían viajar hasta Los Morochucos, de ahora en adelante cobrarán su Pensión 65 en María Parado de Bellido”, agregó. Cecilia Zuñiga de Escalante llegó muy temprano hasta la Plaza de Armas de María Parado de Bellido junto a su pequeña nieta, que en esta etapa de su vida se ha convertido en su inseparable compañera. Esta anciana de 78 años, que espera sentada y bajo sombra su turno para cobrar su pensión, está agradecida por poder cobrar en su distrito. “Ya no puedo movilizarme hasta Morochucos, tengo dos pagos sin cobrar y necesito mi pensión para comprar carne y remedios, los viejos ya no podemos caminar, el cuerpo no aguanta”, dice más tranquila. Luego de cobrar, se desplaza despacio pero decidida en dirección al mercado. “Le prometí a mi nieta que hoy, después de mucho tiempo, comeremos carne de cordero”, dice feliz. SE AMPLIARÁ NUEVA MODALIDAD DE PAGO Backus estuvo representada por Ottom Molina, tesorero de operaciones-Lima, quien aseguró el apoyo total de su empresa al esfuerzo que realiza el Estado por incluir a las poblaciones vulnerables. “Pensión 65 está llegando a los pueblos más alejados y lleva a los usuarios de extrema pobreza el beneficio al que tienen derecho, y Backus apoya esta iniciativa y está comprometida a implementar más puntos de pago en nuestros centros de operaciones”, precisó.
Amazonas: 6,650 Cajamarca: 26,598 San Martín: 1,839
Ampliación de cobertura:
274,673 usuarios a junio 2013
Comunidades nativas incorporadas:
228 distritos de los 260 donde se encuentran las comunidades nativas.
Distritos extremo pobres atendidos por Pensión 65:
Presencia en 198 distritos de los 202 distritos extremo pobres (98%).
Distritos VRAEM atendidos:
50 distritos en el VRAEM
La Libertad: 17,151 Huánuco: 21,745 Ucayali: 705 Pasco: 3,595
Ancash: 18,629
Lima: 7,711
Junín 12,359
Callao: 502
Madre de Dios: 70 Cusco: 24,088
Huancavelica: 15,827 Ayacucho: 22,471
Apurímac: 20,072
Ica: 2,417
Articulación intersectorial en salud en beneficio de los usuarios de Pensión 65:
Atenciones de salud en puntos de pago: Más de 41,000 usuarios de Pensión 65 atendidos de enero a junio 2013.
Articulación intergubernamental en beneficio de los usuarios de Pensión 65:
Revalorización del Adulto Mayor con “Saberes Productivos”. Seis pilotos en ejecución con la participación de Gobiernos locales: Los Morochucos y Sarhua en Ayacucho, Lamas en San Martín, Písac y San Pablo en Cusco y Sullana en Piura.
Capacitando a los aliados
Con el objetivo de que conozcan cómo funcionan los procesos de Pensión 65 y la importancia de su rol como aliados de este programa social, el programa desarrolla permanentemente capacitaciones dirigidas a alcaldes y otras autoridades distritales en todas las regiones del país. En junio, los equipos territoriales han capacitado a más de 100 autoridades distritales de diferentes localidades de Pasco, Madre de Dios, Huánuco, Amazonas y Ucayali en talleres informativos. En las reuniones se les explicó a las autoridades locales que uno de los principales objetivos para el 2013 es brindar a los usuarios los servicios complementarios necesarios que permitan mejorar su calidad de vida, y que la meta en afiliación está situada en los 290,000 usuarios a fines de año. Alcaldes, tenientes alcaldes, regidores, gerentes municipales y gobernadores fueron informados del trabajo articulado que realizan Pensión 65 y los municipios distritales en los que ya se inició el Piloto de Saberes Productivos. La mayoría se mostró interesado en que este nuevo servicio complementario de Pensión 65 pueda llegar a sus localidades y ayude a cambiar la vida de los adultos mayores de su localidad. Las autoridades distritales se comprometieron a informar sobre cualquier ocurrencia referida a los usuarios y así beneficiar a los adultos mayores que más lo necesitan en cada una de las comunidades.
TOTAL:
274,673
Puno: 43,752 Arequipa: 1,907 Moquegua: 697 Tacna: 524
Protegidos contra el frío
Para prevenir las enfermedades respiratorias que pueden sufrir debido a las bajas temperaturas que se presentan en diferentes zonas del país, 8,719 adultos mayores usuarios de Pensión 65 que viven en diferentes distritos de Huancavelica, Ayacucho, Pasco, Huánuco, San Martín, Ica, La Libertad y Piura recibieron tres frazadas cada uno hasta la quincena de junio. La entrega de frazadas es parte de la campaña multisectorial Abrígate Perú, lanzada a fines de mayo por el presidente Ollanta Humala en Huancavelica, y que es liderada por el Ministerio de la Mujer y ejecutada por la Oficina Nacional de Gobierno Interior (ONAGI) del Ministerio del Interior. En ese marco, el Programa Nacional de Asistencia Solidaria - Pensión 65 hizo las coordinaciones con la ONAGI, entidad encargada del reparto, para empadronar y beneficiar a sus usuarios que sufren los embates del frío en las diferentes regiones del país.
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Por la salud de nuestros adultos mayores
Con la intervención de Pensión 65, los adultos mayores han sido visibilizados por la sociedad y demandan de los servicios de salud a los que antes no podían acceder. Este nuevo panorama replantea la necesidad de contar con médicos especialistas en adultos mayores.
La emoción de volver a ver
Después de tantos años de espera, don Artemio Arirama pudo ser operado de las cataratas que lo estaban dejando con una ceguera avanzada. Fueron 21 adultos mayores de Nauta los que recuperaron la vista y las ganas de vivir después de una sencilla intervención.
Don Artemio y otros 20 usuarios de Pensión 65 fueron operados de cataratas en Loreto.
Adultos mayores acceden a consultas médicas con especialistas del MINSA.
Atenciones enero-junio 2013
T
Regiones Total usuarios atendidos Amazonas 1,076 Ucayali 861 Junín 1,470 Piura 1,230 Huánuco 2,618 Puno 5,927 Ayacucho 6,650 Ica 1,299 San Martín 1,250 Loreto 533 Huancavelica 3,422 Cusco 2,285 Tumbes 160 Arequipa 501 Madre de Dios 40 Cajamarca 877 Pasco 1,544 Lima 173 Áncash 2,711 La Libertad 4,292 Moquegua 550 Lambayeque 789 Tacna 291 Apurímac 727 Total 41,276
ras 20 meses de intervención, el trabajo de Pensión 65 por promover la inclusión de los adultos mayores vulnerables no solo se expresa a través de una cobertura exitosa de la subvención económica que dio origen al Programa, sino que se refleja también en los esfuerzos de articulación en los tres niveles de gobierno y con los otros sectores y organizaciones a fin de activar la red de protección de nuestros usuarios y promover su acceso a servicios de salud, identidad y reconocimiento de su comunidad. Lograr que los usuarios de Pensión 65 accedan a controles médicos, consultas que permitan mejorar su alimentación y gocen de una óptima salud mental, son algunos de los objetivos que este programa social del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, MIDIS, se planteó alcanzar con el primero de sus servicios complementarios. Gran parte de estos adultos mayores nunca habían accedido a una consulta con un nutricionista que le recomiende la alimentación adecuada para su edad. Tampoco habían sido examinados por un odontólogo que revise con cuidado su frágil dentadura y se preocupe por el tratamiento que debe seguir, y menos habían acudido a un oftalmólogo que les explique por qué están perdiendo progresivamente la visión y luego pueda operarlo.
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Ahora los adultos mayores han sido visibilizados por la sociedad y demandan de los servicios de salud que antes les eran negados. Por su parte, las redes de apoyo están incorporando en sus tareas la atención a esta población, lo que implica replantear la necesidad de contar con médicos especialistas, con reactivos para los exámenes clínicos y medicinas que requieren para la atención de esta población. La clave es el trabajo articulado con el Ministerio de Salud, las DIRESAS y las DISAS gracias al Convenio Marco suscrito entre el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y el Ministerio de Salud. La integración de esta población adulta mayor extremo pobre a los servicios de salud ha sido posible a partir de su acceso al SIS y al desarrollo de un paquete especial de atención preventiva diseñado por el MINSA y puesto en práctica a través de las redes locales de salud, concentrándose principalmente en las campañas realizadas en los puntos de pago bimestral de Pensión 65. El resultado es una población vulnerable que recibe una subvención bimestral del Estado, mejora su calidad de vida y se siente incluida dentro del crecimiento económico del país.
E
n medio de la cola para la campaña de despistaje de cataratas en el Centro de Salud de Nauta, Artemio Arirama Chávez recordó la primera vez que apareció ante sus ojos un delfín rosado en uno de sus viajes junto a su padre por el río Amazonas. La ceguera por catarata le había ido quitando la visión poco a poco, pero no la capacidad de imaginar y volver a uno de los momentos más felices de su vida. La cola demoraba en avanzar, pero su esperanza de volver a ver crecía minuto a minuto. Corría abril cuando los adultos mayores de Nauta que forman parte de este programa social habían recibido la buena noticia de una campaña de despistaje de cataratas y carnosidades en su localidad, que se hizo posible gracias a las coordinaciones del equipo territorial de Pensión 65 de Loreto y la Dirección de Salud de Nauta. Los médicos especialistas en oftalmología llegaron desde Iquitos y Lima, y tras los chequeos, detectaron que 66 pacientes necesitaban ser intervenidos quirúrgicamente de inmediato. Entre estos adultos mayores en extrema pobreza estaba Artemio Arirama, quien hace siete años esperaba acceder a una operación que le permitiera recuperar completamente la visión. El último paso a cumplir fueron los exámenes médicos preoperatorios y 45 adultos mayores se presentaron a esta fase final. Las pruebas determinaron que 21 pacientes cumplían finalmente con las condiciones
médicas mínimas para ser intervenidos, pues los demás presentaban cuadros de hipertensión y anemia. Don Artemio y otros 20 adultos mayores estaban listos para una operación que esperaron por años. “No lo podía creer, fui seleccionado para operarme, en un momento sentí como una corriente que salía de mi cuerpo, una inmensa alegría de saber que iba a volver a ver, que se iba la tristeza, se iba la sensación de que ya no servía para nada”, recuerda llorando. Para finales de mayo se programó el viaje final de cuatro horas de Nauta a Iquitos para concretar la operación. Los recuerdos de momentos felices y tristes se alternaban en su mente, y el miedo a no poderse operar o a que algo salga mal durante la intervención rondaban su cabeza. Todo eso acabó cuando don Artemio llegó al Hospital de Apoyo de Iquitos “Cesar Garayar García”, el lugar recomendado por contar con el equipo médico y los implementos necesarios para realizar con seguridad las intervenciones quirúrgicas. Los 21 adultos mayores fueron operados exitosamente y emprendieron el retorno a Iquitos con la salud recuperada. “Hace muchos años empecé a perder la visión, pero no sabía que podía operarme. Ahora me han operado y ya puedo ver nuevamente gracias a que estoy en Pensión 65, hasta me hacen mis controles, van a mi casa a llevarme a mis citas, estoy muy contento, soy otro, ya puedo movilizarme solo sin molestar a nadie de mi familia”.
La esperanza de mamá Alicia Elisa Arauco se ayuda con un bastón y hasta tiene que gatear entre montículos de piedras y tierra para llegar a su humilde casa de madera, esteras y plásticos, ubicada en lo más alto de uno de los cerros del asentamiento humano Rinconada Alta de Puruhuay de Lurín. Ya es junio y en esta zona rural del sur de Lima el frío y la humedad penetran con más ferocidad en el cuerpo. Los huesos y pulmones de esta anciana de 74 años son la prueba de que esta sensación es una realidad que enferma y duele. A Elisa le gusta que le digan mamá Alicia, y pese a que sufre una fibrosis pulmonar hace cinco años, nunca perdió el buen ánimo ni la esperanza en que todo mejorará. Y esa esperanza empezó a crecer hace ocho meses cuando se convirtió en usuaria de Pensión 65. “Los 250 soles que recibe cada dos meses son un gran alivio para nosotros, ella lo utiliza para sus alimentos y vitaminas, y además en el SIS le dan sus pastillas para curar sus pulmones”, cuenta Edith Ramírez, su hija y el sostén de Elisa en la etapa más difícil de su vida. Mamá Alicia se queda mirando a los dos conejitos que tiene en una pequeña jaula que está al fondo de su casa, exactamente en donde acaba el cerro en el que vive junto a su hija y su nieta adolescente. “Ya no sé qué haría sin mi Pensión 65, creo que sería el final, algo como un viaje sin retorno”, dice Elisa levantándose el chullo que le cubre la frente. Doña Elisa ya tiene hambre y empieza a calentar la olla donde han cocinado un caldo de fideos. Su nieta llegará en unos minutos y ella la sorprenderá con un chocolatito, el preferido de ambas. “Con la platita que recibo puedo comprarle ese dulce a mi nieta y ése será nuestro postre hoy”, dice con mirada traviesa.
Pese a su enfermedad, Elisa Arauco se siente protegida
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“Ahora soy ciudadana” Nelita Rodríguez y su esposo son los primeros iskonawas en ser usuarios de Pensión 65.
Nelita Rodríguez y su esposo Pablo son los dos primeros nativos iskonawas en ser parte de Pensión 65, ya no se sienten olvidados y saben que ahora el Estado se preocupa por ellos y por los adultos mayores en extrema pobreza de otras comunidades nativas.
A
sus 72 años, Nelita Rodríguez ha vuelto a sonreír como cuando era una niña y se divertía ayudando a su padre en la cosecha del plátano junto a sus hermanas, cerca de su humilde casa de madera y esteras en la Zona Reservada Sierra del Divisor, en la frontera con Brasil. Esta vez Nelita no ha hecho ninguna travesura para que sus ojos vuelvan a brillar y su sonrisa pícara aparezca nuevamente. Toma de la mano y ayuda a su viejo Pablo, como ella lo llama, a encontrar la salida de la agencia del Banco de la Nación del distrito de Yarinacocha. Pablo Rodríguez Sangama es su compañero de toda la vida. Ya casi no oye pero la sigue, entiende sus gestos. Ambos se han convertido en los primeros nativos iskonawas en ser parte de Pensión 65, y de cualquier otro programa social del Estado. Nelita respira profundo después de recibir su primer pago como usuaria de Pensión 65. “Ahora me siento peruana, ya no sólo iskonawa. Ahora soy una ciudadana. El gobierno nos protege, nos ha dado una pensión a mi esposo y a mí, me siento feliz”, reflexiona. Vuelve a respirar largo. “Cuanta necesidad teníamos de esta platita, el Pablo ya no puede trabajar y a mí me duelen mucho los huesos, ahora con esta platita vamos a comer mejor”, dice. En seguida vuelve a recordar sus dolencias. “Ahora que soy de Pensión 65 ya hasta me atienden los médicos, el otro día hubo una campaña de salud y me dieron mis
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medicinas, pero al Pablo sí no pueden curarlo, ya se quedó sordo”, precisa. Ríe mucho cuando le preguntan qué va a hacer con el dinero de su pensión. “Mejor pregúnteme qué haré con las dos pensiones, porque yo administraré mi plata y la del viejo Pablo”, dice y en seguida decide: “Lo primero que haremos será comprar comida, hace mucho que no comemos bien y si no comemos nos enfermamos y podemos morir, yo no quiero morir”, precisa. Nelita y Pablo se suman a los más de 100 nativos shipibo conibo que ya son usuarios de Pensión 65 en Ucayali, y esta afiliación confirma la prioridad de Pensión 65 para llegar a las poblaciones vulnerables que viven en las comunidades más alejadas y pobres de la región amazónica. Sin duda es una nueva etapa en la vida de Nelita y Pablo. Ahora se han convertido en los primeros de su comunidad en ser parte de Pensión 65, pero además forman parte de un grupo de cinco adultos mayores iskonawas que trabajan con la Universidad Católica en la elaboración del primer vocabulario de esta lengua nativa, una iniciativa académica encabezada por el lingüista Roberto Zariquiey. La pareja de ancianos tienen a su cargo a Jefferson y Etelvina los nietos que les dejó su hija Susana, quien murió hace doce años. Para ella y Pablo son sus hijos, y la pensión que han empezado a recibir servirá para que se alimenten mejor y compren medicinas, pero también ayudará a tratar la epilepsia que sufre Jefferson y
hacer que estudie Etelvina. Nelita mira hacia la laguna de Yarinacocha y sigue con atención a un peque peque lleno de pasajeros que desaparece en el horizonte amazónico verde, amarillo y celeste. Piensa que en unas horas deberá subirse a una embarcación similar para retornar a su casa en la comunidad de Nueva Callería, después de siete horas de viaje por el río Ucayali. Pero se va ilusionada en el futuro de su familia. “Seguiré cuidando a mis dos nietos que me necesitan mucho, todavía tengo fuerzas, más ahora que recibo mi Pensión 65, ellos tienen que salir adelante, no quiero que sean tan pobres como nosotros”. Nelita no deja de agradecer ni de pedir por su gente. Hay otros tres adultos mayores iskonawas que aún no pueden acceder a Pensión 65 porque no tienen DNI ni partida de nacimiento. “Gracias por la ayuda que están dando a José Rodríguez, Isabel Campos y a Juana Rodríguez de mi comunidad, para que inicien los trámites para sus documentos, no se olviden de ellos, son muy pobres, necesitan mucho su pensión y su atención médica”, aboga. Nelita y Pablo, por tanto tiempo marginados, ahora son visibles y tienen voz. Y Nelita habla alto y claro: “Mi comunidad necesita una escuela, nuestra lengua está desapareciendo, pero si el gobierno construye una escuela en la comunidad de Chachibai, nuestros hijos y nietos volverán a hablar iskonawa”, dice convertida de pronto en la voz de su pueblo indígena.