La adolescencia
Con la mochila llena de afecto y de vivencias, nuestro cerebro cuelga el cartel de “EN OBRAS” durante la adolescencia y nos alejamos para poder regresar.
Y mientras estamos de mudanza, la música nos acompaña con su carácter romántico o reivindicativo...y ya no entendemos como nuestros padres siguen cantando aquellas primeras canciones.
3
El amor
Las canciones siempre acompañan la llegada del amor. Esa canción que no se puede parar de escuchar. Esa música que nos trae recuerdos y nos hace evocar, nos hace sentir nostalgia. Y que nunca se olvida.
Y luego llega el desamor y la música nos hace llorar y nos invade la tristeza. Y junto al recuerdo de ese amor, se queda grabada su canción.
Imagen y recuerdos
El paseo a cuarenta grados y con tanta humedad, bajo un sol de justicia, la belleza de Wat Arun que te atrapa, los colores y olores de Bangkok, las mujeres Thai siempre tan enigmáticas, protegiéndose del sol con paraguas, sombreros, gorras y agua de coco. Todos estos recuerdos se suman, esta vez, sin hilo musical.
Pero es solo durante el viaje de regreso a Madrid que me llegan de golpe todos los recuerdos de infancia, evocados por las canciones que tararea Yolanda.
Yolanda es una señora octogenaria filipina que viaja con su marido y sus hijos. Seguramente Yolanda hablaba ingles y Tagalog, pero también conocía canciones de los años sesenta, cantadas en español. Yolanda ya no habla ningún idioma y ha perdido sus recuerdos. Pero en ese viaje, su desmemoria me hace evocar las canciones de infancia que oíamos en aquellas cintas enormes en el coche de mis padres. Tararea con una preciosa voz la canción “cuando me enamoro” de Gigliola Cinquetti y también tararea “bésame mucho” cantada por Consuelito Vazquez.
Las tararea dulcemente entre la la la y na na na, con una entonación perfecta. Las tararea desde algún lugar recóndito de la memoria. Porque la música nunca escapa, ni siquiera cuando todo lo demás parece haberse esfumado. Y quizás se quedan ahí esas canciones que nos despertaban sentimientos...el olor de nuestra madre, sus nanas, las canciones de infancia, el primer amor, el
desamor, la reivindicación, la protesta, el nacimiento de nuestros hijos, la amistad, todo lo bello de nuestra vida.
La banda sonora original de nuestras vidas permanece. Un fenómeno devastador, similar al del tifón llamado también Yolanda de Filipinas borró el resto de sus recuerdos, pero le dejó la música.
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Canciones del verano
Esas canciones que podían ser terribles, pero que llegaban para hacernos compañía cada verano, cuando hacía falta sacar el ventilador