Aprendiendo a cuidarme del Coronavirus

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Coronavirus

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”Aprendiendo a cuidarme del Coronavirus”

Coronavirus

Primera edición Lima, abril del 2020 Autora: Mariela Bravo de Rueda Nieri Edición: Enrique Espinoza Coronel Ilustración tapa e interiores: Jorge Antonio Palomino Portal

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Copyright propiedad de RIMAC Seguros y Reaseguros Paseo de la República 3505, piso 11, San Isidro - Lima, Perú


Coronavirus

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Lucía estaba en clase, días antes que dicten la cuarentena... - Profesora, he visto en las noticias que muchas personas del mundo se están enfermando. Hay un virus que ha viajado por diferentes países del mundo como China, Italia, España, Chile, Brasil, no recuerdo en qué otros más pero… ¡Ya está aquí en el Perú! –dijo Lucía.

Coronavirus

En realidad se llama COVID-19 y es un virus peligroso porque se contagia con facilidad. Puede causar desde un resfriado común hasta infecciones respiratorias graves, por eso tenemos que cuidarnos y actuar con responsabilidad.


Tranquila Lucía, hay que mantener la calma y seguir las recomendaciones que nos da el Ministerio de Salud.

¿Qué es el coronavirus?


- ¿Y cómo se contagia? –dijo Lucía. - El Coronavirus solo se transmite de persona a persona a través de las pequeñas gotitas de saliva que expulsamos cuando hablamos, tosemos o estornudamos. Son gotitas tan pequeñitas que no las vemos; el virus también ingresa a nuestro organismo cuando nos tocamos los ojos, la nariz y la boca con las manos sin lavar -explicó la profesora. - Y… ¿Qué podemos hacer para evitar contagiarnos? –preguntó Daniela. - Tenemos que practicar la “Triple A”, el escudo protector contra el Coronavirus –dijo la profesora mostrando un gran escudo. - ¿Qué es la “Triple A”? –dijo Lucía sonriendo mientras miraba el gran escudo que mostraba la profesora. - Son tres acciones que nos mantendrán a salvo del virus: o Acción 1: Saludarnos de lejos, sin contacto alguno, y mantener distancia con las personas que están con problemas respiratorios, pero siempre sonrientes y amables. o Acción 2: Lavarnos las manos frecuentemente con abundante agua y jabón, contando hasta veinte. o Acción 3: Evitar tocarnos los ojos, nariz y boca con las manos sin lavar para no contagiarnos. - ¡Tenemos que practicar la “Triple A” para el Coronavirus evitar! –dijo Lucía.


Luego de unos minutos…

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Roberto, juntos vamos a aprender la “Llave mágica” para cuando tengan ganas estornudar y de toser.

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¡Achú! ¡Achú! ¡Achú!


- Todos doblen su brazo, con el codo hacia afuera, y coloquen su puño en el hombro. Ahora, cubran su nariz y boca con su antebrazo –explicó la profesora haciendo el movimiento con su antebrazo. - ¿Haciendo la “Llave mágica” cuidamos a las personas? –preguntó Lucía. - Sí, porque las pequeñas gotitas de saliva se quedarán en el antebrazo y no en las manos. Las manos las utilizamos siempre para tocar las cosas –explicó la profesora. - Si nos tapamos con el antebrazo la boca y la nariz evitamos contagiar a las personas con nuestras gotitas de saliva –dijo Daniela. - Pero… yo no estoy enfermo. He estornudado porque soy alérgico –dijo Roberto. - Lo sabemos Roberto, pero siempre debemos cubrirnos al estornudar o toser, así prevenimos el contagio de varias enfermedades, como el resfriado común –explicó la profesora. - ¡Al toser y estornudar, la “Llave mágica” todos a utilizar! –dijo Lucía haciendo la postura de la “Llave mágica”. - Otra opción es utilizar un papel desechable para toser o estornudar y luego botarlo. Pero es necesario lavarnos las manos con agua y jabón por 20 segundos inmediatamente después, o echarnos alcohol en gel para desinfectarnos si es que no tenemos jabón y agua a la mano –explicó la profesora.


- Profesora, ¿y cómo podemos saber si estamos contagiados del Coronavirus? –preguntó Lucía. - Debemos estar muy atentos. Los síntomas de las personas contagiadas son varios, pero son tres los principales: tos seca, fiebre alta y dificultad para respirar. Si alguno de nosotros empieza a tener esos síntomas, debemos llamar al 113, línea gratuita del Ministerio de Salud, o al 107, línea de EsSalud . Luego, un equipo de estas instituciones irá a nuestra casa a hacernos el examen y tendremos que esperar los resultados evitando tener contacto con otras personas para no contagiarlas –dijo la profesora. ¿Qué pasa si, luego del resultado, la persona se entera que está contagiada?

Si los síntomas son leves, debe quedarse en una habitación dentro de su casa durante catorce días. Solo si los síntomas son graves y hay dificultad para respirar, hay que llamar al 113 y la persona será trasladada a un hospital.


- ¿Y cómo se previene el contagio con los otros integrantes de la familia? –preguntó Lucía. - El cuidador, que es la persona que atiende al enfermo, debe practicar la “Triple A” y utilizar mascarilla cuando entre a su habitación para darle sus alimentos y medicinas. Es importante además que el enfermo use mascarilla cuando el cuidador lo visite, así como separar sus utensilios de alimentación y aseo. También es necesario limpiar y desinfectar frecuentemente las diferentes superficies de la casa –explicó la profesora.

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Y todos tienen que lavarse las manos con agua y jabón por 20 segundos constantemente para evitar contagiarse.

¡Muy bien, Lucía!


En la hora de salida… - Niños, les cuento que a partir de mañana no van a venir al colegio hasta nuevo aviso. Tenemos que cumplir con el aislamiento social obligatorio, por eso se quedarán en sus casas para prevenir el contagio del Coronavirus –indicó la profesora. - ¿Alguien de nosotros tiene Coronavirus? –dijo Lucía - No Lucía, en el colegio no se ha registrado ningún caso. Pero, como sabemos, este virus es muy contagioso y para prevenir es mejor quedarnos en casa –dijo la profesora. - Entonces, vamos a estar en casa para cuidarnos y evitar contagiarnos –dijo Lucía. - ¡Sí! No son vacaciones. Es un tiempo en el que ustedes van a estudiar y hacer tareas en su casa. Yo les voy a enviar las actividades al correo y al teléfono de sus padres. Además, por radio y televisión van a pasar actividades educativas que ustedes pueden realizar en casa con su familia. Nos vemos pronto, cuídense quedándose en casa –indicó la profesora. Los niños se despidieron de su profesora haciendo diferentes gestos y movimientos como señal de despedida.


En la noche, la familia estaba reunida durante la cena…

Chicos en el Perú todos debemos cumplir el aislamiento social obligatorio dictado por el gobierno que consiste en quedarnos en casa para reducir las posibilidades de contagio del COVID-19.

Eso significa que ustedes no van a ir a trabajar y van a quedarse jugando con nosotros en casa, ¿verdad? ¡Qué divertido! ¡Tengo una idea! Podemos llamar a nuestros tíos y primos para que vengan a la casa y se queden con nosotros


Tito, tus tíos y primos deben quedarse en su casa. En este momento tenemos que evitar que hayan muchas personas reunidas en un mismo lugar. Solo vamos a salir a trabajar las personas que cumplimos una labor esencial; sin embargo, la mayoría trabajará desde casa. - ¡Ah! Tu jefe te va a dejar tareas –dijo Lucía. - Pero… ¿Por qué dijiste que solo algunas personas van a salir de sus casas para ir a trabajar? –preguntó Tito. - Yo soy enfermera y tengo que salir para ir a trabajar porque mi deber es atender y cuidar a los enfermos que están en el hospital –dijo la mamá. - ¿En serio? Nosotros queríamos estar en casa contigo, mi papá, el abuelo y nuestro perrito –dijo Tito.


- ¡Sí, a mí me encantaría estar con ustedes! Pero hay muchos enfermos en el hospital que necesitan a los médicos, técnicos, enfermeros y enfermeras. Con nuestro trabajo podemos salvar vidas –dijo la mamá abrazando a sus hijos. - ¡Mami, eres nuestra heroína! ¡Qué suerte tenerte con nosotros!- dijo Lucía abrazando a su mamá. - ¡Gracias! Así como yo, hay otras personas que nos vamos a esforzar y sacrificar porque nuestro trabajo ayuda a cuidar la salud y la vida de todos –dijo la mamá. - Los policías y militares que nos brindan seguridad todo el día. Los agricultores, ganaderos y pescadores permiten que tengamos alimentos todos los días. Los transportistas llevan de un lugar a otro todo lo que necesitamos. Los farmacéuticos venden las medicinas que necesitamos. Los trabajadores de las tiendas de alimentos y de útiles de higiene nos atienden con amabilidad. Los trabajadores municipales limpian las calles y recogen la basura de nuestras casas -contó el papá. - ¿Quién los cuida a ellos? -preguntó Lucía. - ¡Nosotros! Si no salimos de casa ellos tendrán menos probabilidades de contagiarse y enfermarse. ¿Creo que no es tan difícil, ¿no? -dijo el papá. ¡Tienes razón papi! ¡Gracias a todos nuestros súper héroes! -exclamó Tito.

POLICIA


De pronto, la mascota de la familia empezó a ladrar…

Nuestro perrito está pidiendo salir a hacer sus necesidades.

¡Vamos a sacarlo abuelo! Estamos aburridos en casa y como nuestro perrito tiene que salir, nosotros aprovechemos para jugar un ratito pelota en el parque. Luego regresamos y nos quedamos en casa,


No, Tito. En este tiempo algunas rutinas van a cambiar. El abuelo no puede sacar a nuestro perrito. Yo sacaré al perrito para que haga sus necesidades en el jardincito de la entrada.

¿Por qué? Al abuelo le hace bien caminar y nosotros cada vez que podemos lo acompañamos.


- El abuelo es una persona mayor de 65 años. A su edad corre riesgo de enfermar gravemente con el Coronavirus y por eso a él lo tenemos que cuidar más –explicó el papá. - ¡De acuerdo! Lo vamos a engreír porque está muy viejito –dijo Lucía mientras abrazaba a su abuelo. - Tampoco estoy tan viejo. ¡Jajajaja! –dijo el abuelo mientras se reía. - En la puerta estoy dejando un trapito para limpiarle las patitas al perrito y voy a dejar los zapatos con los que salgo junto a la puerta para desinfectarlos–dijo el papá mientras le ponía su correa para salir. - ¿Y eso para qué? –preguntó Tito. - El Coronavirus se puede quedar en las superficies y para evitar el contagio es mejor tomar precauciones –dijo el abuelo. - ¡Uy! ¡Qué virus tan contagioso! –se quejó Lucía. - ¡Vamos! –le dijo el papá al perrito. - No olvides lavarte las manos con agua y jabón por 20 segundos al llegar a casa –dijo el abuelo.


Empezaron a pasar los días de la cuarentena… - Abuelo, ya estoy aburrido. Quiero ir a jugar al parque –dijo Tito algo fastidiado. - ¡Qué feo estar en este encierro! Todo es aburrimiento –dijo Lucía desganada.

¿Ya hicieron las tareas que les mandó su profesora?


¡Sí,jajajaja!

- ¿Ven que la cuarentena no es tan aburrida? –dijo el abuelo riéndose. - ¿Qué es eso? –dijo Tito. - Así se llama el tiempo que nos quedamos en casa sin reunirnos con otras personas. El movimiento de las personas en las calles es restringido para prevenir y evitar el contagio con el Coronavirus –dijo el abuelo.


- Papá solo está saliendo a comprar alimentos y medicinas a la farmacia. Él nos explicó que solo una persona por familia está autorizada a hacerlo –dijo Lucía. - ¿Y cómo hace para no contagiarse cuando va a comprar? –preguntó Tito. - Tu papá y las otras personas que deben salir a la calle a comprar mantienen como mínimo un metro de distancia entre ellas, y utilizan mascarillas para evitar el contagio del Coronavirus – dijo el abuelo. - Las personas corren mucho peligro al salir: pueden contagiar y contagiarse –dijo Tito. - Si, todos corremos peligro, la diferencia es que las personas jóvenes y que tienen buena salud, como tu papá, no corren mucho peligro. Él podría no contagiarse, pero podría convertirse en un portador del virus porque puede llevarlo en sus manos por haber tocado algo en la calle que esté infectado por el Coronavirus. Asimismo, si se contagia los síntomas recién se presentan después de dos o catorce días: en ese tiempo puedes contagiar a otros sin saberlo –explicó el abuelo.


Mamá nos dijo que tú por ser viejito eres más vulnerable y te puedes contagiar más rápido y puedes enfermar gravemente.

- Tenemos que ser responsables. ¡Es mejor quedarse en casa! –dijo Tito. - ¿Jugamos una partidita de ludo? –preguntó el abuelo. - ¿Otra vez? Mejor jugamos a las escondidas –dijo Lucía. Los niños se divirtieron jugando con el abuelo.

Sí, también es muy riesgoso para las personas que padecen cáncer, problemas del corazón, diabetes y otras enfermedades.


Después de algunos días…

¡Tito! Déjame ver la película que me gusta. ¡Todo el día ves fútbol!


¡Aquí hace la entrada la bandera blanca de la paz!

¡Yo cogí primero el control del televisor! ¡Anda a hacer otra cosa!

Tito y Lucía empezaron a reírse de la ocurrencia del abuelo. - ¡Vengan conmigo! Vamos a ayudar a su papá a limpiar la casa. Así todos colaboramos y nos movemos un poco –dijo el abuelo.


En la sala… - Papá, ¿por qué tenemos que desinfectar la casa? Ninguno de nosotros está enfermo –dijo Tito. - Hijo, ten en cuenta que el Coronavirus es muy contagioso. Tu mamá y yo estamos saliendo a la calle y podemos traer el virus a la casa en las manos, la cara, la ropa, los zapatos –dijo el papá. - Papá, ¿es por eso que te estás cambiando de ropa y de zapatos al entrar a casa? –dijo Lucía. - Sí, dejo las bolsas de compras en la cocina y luego me baño, me cambio y recién ahí estoy listo para darles un beso y un abrazo –dijo el papá. - Después lava la ropa y las bolsas de tela que utilizó para comprar –dijo el abuelo. - Sí, y desinfecto todos los productos que compré –dijo el papá. - Es necesario limpiar y desinfectar todo para disminuir el riesgo de contagiarnos –explicó el abuelo.


-¡Que inicie la batalla de la limpieza y desinfección! –dijo Tito.

¡Buena idea! Pero antes de comer, tenemos que lavarnos las manos con mucha agua y jabón cantando una canción por 20 segundos.

Cuando terminemos, ¿podemos comer los alfajores que preparamos? Les daré un rociador que contiene desinfectante. Lucía desinfecta la mesa. Tito desinfecta las manijas de las puertas. Yo voy a desinfectar el suelo.

Todos los integrantes de la familia ayudaron a limpiar y a desinfectar la casa.


A la mañana siguiente, los niños fueron a regar las plantas del huerto que tienen en casa...

- ¡Papá! ¡Abuelo! ¡Vengan a ver! –dijeron Tito y Lucía desde el patio de la casa. - ¡Wooow! ¡Qué lindo! –dijo el abuelo. - Miren las mariposas, abejas, picaflores y a los pajaritos bailando y cantando entre las plantas –dijo Lucía. - Las plantas han crecido y tienen un color más fuerte. Creo que no será necesario limpiar sus hojitas –dijo Tito.


- Sí nuestro aire se está limpiando porque hay menos autos en las calles y menos industrias están trabajando –explicó el papá. - Chicos, creo que es momento de cosechar los limones. Nos podemos hacer una rica limonada. Los limones tienen vitamina C y nos ayudan a protegernos de las enfermedades respiratorias como las que produce el Coronavirus –dijo el abuelo.

- ¡Sí! ¡Qué divertido cosechar los limones! –dijo Lucía. - Ese es el lado positivo de quedarse en casa –dijo el abuelo. - También algo bueno es que estamos pasando más tiempo en familia –dijo Tito.


Extrañamos a mamá, pero sabemos que otras personas la necesitan ahora. Ya pronto esto pasará y otra vez jugará más con nosotros.


Si nos quedamos en cada todo va a estar bien.

¡Yo me quedo en casa! ¡Así yo me cuido!

La familia de Tito y Lucía aprovechaba el tiempo en casa para jugar, hacer deporte, leer, estudiar, conversar, preparar ricas comidas y deliciosos postres. Ellos seguían todas las recomendaciones del Ministerio de Salud. Descubrieron que quedarse en casa era una demostración de amor y solidaridad hacia los demás.


La colección de cuentos “Aprendiendo a Cuidarme” es parte del programa de educación en prevención “Yo me cuido”, iniciativa del área de Sostenibilidad de RIMAC Seguros. Si deseas más información, ingresa a nuestro portal www.yomecuido.com.pe y entérate de cómo promover una cultura de prevención desde tu hogar. También puedes descargar gratis la aplicación Aprendiendo a Cuidarme y disfrutar de la colección de cuentos desde tu celular o tablet. Síguenos en:



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