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LA PAPISA, LA ÚNICA MUJER PAPA DE LA HISTORIA
from ZANDYREPORTAJES 6
by Zandy Benet
¿SABIAS QUE HUBO UNA PONTÍFICE MUJER? ÉSTO PRODUCE AUTÉNTICOS DOLORES ESTOMACALES Y CARDÍACOS A LA IGLESIA CATÓLICA, DE AHÍ QUE HAYA SIDO OCULTADO, O , POR LO MENOS, HAYA SIDO TRATADO DE PONER EN DUDA. ¿TE INTERESA SABER MÁS SOBRE ESTE TEMA?
LA LEYENDA DE JUANA, LA MUJER QUE SE CONVIRTIÓ EN PAPA DE LA IGLESIA CATÓLICA
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Desde hace siglos el rol femenino ha sido minimizado y discriminado; a través de los años, las mujeres han sido consideradas insignificantes, necesarias sólo para tener hijos y hacerse cargo de ellos. Antes no se les permitía opinar, estudiar ni ejercer el derecho al voto; además de ser excluidas de todas las instituciones, incluida la Iglesia; sin embargo, miles de mujeres se han salido del molde y han obtenido posiciones de poder en el territorio exclusivo de hombres. El hecho de que las mujeres no puedan optar al sacerdocio es sólo una de las muchas muestras del rechazo. Pero, ¿qué dirías si te enteraras que una mujer logró burlar a toda esta institución hasta llegar a ocupar el puesto más alto al que un servidor de Dios puede aspirar? No te lo creerías, ¿verdad? Pues prepárate para sorprenderte, porque la historia de la Papisa Juana es real.
Juana nació en Alemania en el año 822, desde pequeña sintió pasión por la religión y el estudio, ya que su padre era un monje misionero, razón por la
que aprendió griego para poder leer la Biblia, que en ese entonces no estaba traducida a tantos idiomas. Lamentablemente en esa época, la educación estaba reservada a los monasterios, en los que sólo eran admitidos hombres, esto la motivó a ocultar su verdadero sexo para continuar su educación; aunque diferentes versiones afirman que partió, para seguir hasta el monasterio de Atenas, a un joven del que estaba enamorada. Cualquiera que haya sido el motivo de Juana -adoptó el nombre de Juan el Inglés, Johannes Anglicus—, se convirtió en una alumna sobresaliente, escaló distintas posiciones y se hizo muy conocida en la Curia. Fue presentada al Papa León IV, quien quedó impresionado con su inteligencia, así que decidió convertirla en su ‘secretario’ y ‘encargado’ de sus asuntos internacionales. Cuando el Papa murió, fue elegida como su sucesora, ya que en esa época el Papa no era elegido por los cardenales, sino por la Curia y el pueblo; además, el rol no contaba con el mismo respeto con el que cuenta hoy, ya que los Pontífices mostraban a sus amantes con descaro. Este puesto siempre era asignado al religioso que tuviera el mejor patrocinador, se cambiaba de manera constante e incluso el cargo se podía comprar. A pesar de que vivía en un rol masculino, Juana no dejó de lado su vida sexual, y se dice que mantenía una relación con el embajador de Sajonia en el Vaticano y, como resultado de ello, quedó embarazada. Gracias a que las ropas papales eran muy anchas pudo ocultar su estado sin problemas. Muchos historiadores afirman que planeaba tener a la criatura en secreto y luego esconderla, pero al no saber con exactitud cuál sería la fecha del parto, en la mitad de una procesión dio a luz a su bebé. No se sabe con exactitud cuál fue su final, algunos dicen que murió después de dar a luz, pues se cree que fue lapidada por la multitud enfurecida, mientras que para otros, se retiró de manera voluntaria y terminó sus días recluida en un monasterio a la par que veía a su hijo convertirse en Obispo. Como era de esperarse, para la Iglesia fue un golpe muy fuerte descubrir que una mujer estuvo gobernándolos todo ese tiempo sin que nadie se diera cuenta, por lo que sus acciones trajeron consecuencias para sus sucesores:
LA CALLE PROHIBIDA El camino que antiguamente se conocía como Vía Sacra, se encuentra entre la Plaza de San Pedro y el Palacio Laterano. Este presunto lugar fue donde la Papisa dio a luz de manera pública, por lo que en la actualidad ningún papa cruza por ahí. Aunque dicen que es un paso directo, al parecer los papas tienen este sitio prohibido, pues les recuerda el hecho ‘vergonzoso’.
COMPROBACIÓN DE VIRILIDAD Otro de los cambios que se dieron a partir de este hecho, fue la creación del rito de la silla «Sedia Stercoraria». Los Papas recién electos debían sentarse en la Sedia Stercoraria, que significa ‘silla para defecar’. Se trata de un asiento en el que el aspirante al papado, debía posarse sin ninguna prenda debajo de su traje papal, y que tenía un agujero en el medio donde los genitales papales colgaban libremente, luego, un cardenal procedía a mirar debajo y a tocar; y si todo estaba en orden proclamaba: «Duos habet et bene pendentes», que se traduce como ‘tiene dos y cuelgan bien’. A esto, los asistentes responderían, «Deo Gratias», o ‘Gracias a Dios’. Al no haber seguridad en si la ceremonia era real o no, porque era hecha en el mayor resguardo, hay ciertos problemas en algunos datos. No se tiene plena seguridad de si el encargado de la comprobación era un diácono o un joven cardenal, ni si la revisión se realizaba por medio del tacto, palpando por debajo, o si era a simple vista. También, hay variaciones en lo que debía decir el inspector al comprobar lo que buscaba. Algunos dicen que además de «Duos habet et bene pendentes», se podía decir «Testiculos habet» o sólo, «Habet». Por lo demás, se conservan los dibujos de Lawrence Banka sobre la prueba de Inocencio X. El Papa Adriano VI puso fin definitivo a esto al abolir la costumbre en el siglo XVI.
¿LEYENDA O REALIDAD? En la edad media, la historia de la Papisa era considerada por todos como verdadera, ellos asumieron el error y las pruebas existentes eran irrefuta-
bles, como la existencia de la Sedia Stercoraria o el no pasar por la calle prohibida. Se hablaba de ella en los servicios de la Iglesia y hasta estaba incluida en textos del vaticano, incluso en 1415, cuando el teólogo Jan Hus fue acusado de herejía, utilizó esta historia en su defensa, lo que sus acusadores no pudieron refutar, ya que el hecho se conocía bien. Sin embargo, y para desacreditarla, con el tiempo pasó de ser una realidad a una leyenda de la Iglesia Católica. Supuestamente, el Papa Clemente prohibió la historia e hizo desaparecer cualquier manuscrito en el que se mencionara a Juana, aunque esto no resultó exitoso del todo y algunas pruebas sobrevivieron. El libro «El Segundo Mesías», de Christopher Knight y Robert Lomas, afirma que en La Catedral de Siena se encuentra un busto con la inscripción «Johannes VIII, femina ex Anglia», ‘Juan VIII, mujer inglesa’, y la Papisa también se halla retratada en una carta del tarot.
¿IMAGINACIÓN POPULAR O EL SECRETO MEJOR GUARDADO DE LA HISTORIA? Esta no es ni será la primera interrogante sin respuesta de la Iglesia Católica. Pero de eso se tratan las leyendas, nunca sabremos si son verdaderas o no, y a fin de cuentas: cada quien decide si creer o no. Todavía hoy es imposible asegurar algo.