APUNTES La escuela moderna
Alejandro Prieto Ayuso 2ºB Educación Primaria Facultad de Educación Tendencias contemporáneas en educación Profesor: Daniel Rodríguez Arenas
Francisco Ferrer i Guardia y la Escuela Moderna Nos situamos en el 1898, el aldabonazo del 98, cuando España pierde cuba. Aparece la generación del 98, que escriben sobre eso. Dio lugar a fenómenos culturales muy interesantes, y además de florecer las ciencias. Ramón y Cajal gana el Premio Nobel por sus investigaciones sobre el sistema nervioso. Ferrer i Guardia nació en 1859, y murió en 1909 ajusticiado después de la Semana Trágica de 1909 e injustamente condenado por instigador de la misma. Representa un movimiento muy particular, fue masón. Se puede decir que Ferrer i guardia es una especie de “túnel” entre ambos siglos. Se forma en las primeras letras en una escuela de Alella (Barcelona), marcadamente católica, y en ella experimenta los rigores de los métodos pedagógicos del director, párroco de Alella. Los golpes y castigos severos eran sus métodos de enseñanza. Esta primera experiencia hace de Ferrer que posteriormente defina la educación como “equivalente a domar, adiestrar y domestica…” Pertenece al movimiento de la pedagogía racionalista, y fundador de la floreciente Escuela Moderna a principios del Siglo XX en España y que fue truncada por su injusta condena. Posteriormente su legado fue postergado como tantas otras innovaciones por la infame guerra civil española. Pero, ¿Qué es la Escuela Moderna? “para hacer las bases de la Escuela Moderna no tengo más que tomar lo contrario de los que viví en mi infancia” Pudo fundar su escuela porque dio clases a una señora que se hizo íntimo amigo de él y de la pareja de Ferrer. Los 3 viajaron por toda Europa. En esos viajes Ferrer se encontró con Pestalozzi, que a su vez, había estado en contacto con Dewey, por lo que Ferrer i guardia tuvo la oportunidad de conocer la idea de estos autores que ya pronosticaban ese cambio de escuela. Puede ver como se hacen cosas diferentes en las escuelas de centro Europa, y todo eso lo intenta llevar a cabo. Fundó la escuela moderna, gracias a que cuando murió esta señora, le donó todo el dinero. Estas escuelas son, ideológicamente laicas, e imparten una educación integral, es decir, al igual que las escuelas católicas, le importan todos los ámbitos del niño, no solo el intelectual. Estas ideas proceden de los románticos, encabezados por Rousseau. Los principales principios de esta escuela son: Enseñanza emancipadora, desprovista de prejuicios burgueses, religiosos y patrióticos. Mediante el uso de libros
emancipadores basados en la ciencia positiva y al servicio de los mejores ideales sociales: libertad, igualdad y fraternidad. Y que dio soporte a la pedagogía racionalista de 1909 a 1939. Características de la pedagogía racionalista:
Estima antipedagógica la memorización sumisa y pasiva.
Enseñanza no autoritaria. Sin castigo, premios ni exámenes, y con la participación e integración del alumno. Sus principios son razón, libertad, supresión de premios, castigo, exámenes, no autoritarismo y coeducación.
Considera el libro de texto como punto de apoyo para alumnos y maestros, más que como rígida programación de la actividad docente.
Consideran la elaboración y exposición de trabajos prácticos por parte del alumnado como algo esencial para poner en práctica la materia desarrollada a lo largo del año.
Se trata de poner al alumno en situación de recrear activamente los procesos elementales del saber, la observación, la investigación y el espíritu crítico.
Requiere la libre actividad cooperadora del educando, el cual se constituye a su vez en educador de sus compañeros más jóvenes (mentor)
El adulto, por su parte, no debe imponer al niño sus puntos de vista ni sus valores. La enseñanza debe adaptarse a la psicología del niño.
Para los racionalistas no hay mejor método que los juegos y las actividades manuales.
Aprenden a poner en común sus puntos de vista y experiencias personales.
Participan a menudo en charlas, conferencias sobre temas de interés científico y social. Organización de frecuentas excursiones al campo.
Defensa roussiana de lo natural que se concretaba en una exaltación de lo no artificial.
Se propugnaba la coeducación y las colonias de verano.
Los contenidos de aprendizaje se pretende que sean inspirados y controlados por el quehacer científico-experimental.
Los contenidos no se ofrecía de forma aislada, inconexos, en compartimentos estancos,
sino que se cuidaba en presentarlos
estructurados.
Estos planteamientos reafirmaban su posición laica respecto a las cosmovisiones religiosas, en particular de la iglesia católica. Estos planteamientos consiguieron atraer las iras de los sectores más conservadores de la iglesia.
Tendencias al autodidactismo, el muchacho que se acerca a una escuela racionalista debe formarse, en buena medida, solo. Aprende más por su contacto con los libros que escuchando a un conferenciante. Esto contribuyó un clima nada propicio para el aprendizaje metódico.
Resulta doloroso al profesor sentirse prescindible, para ello indica que ha culminado su trabajo.
Exaltación de los valores de Solidaridad de la clase, que persigue la justicia social.
Los sentimientos contribuyen a personalizar al individuo. Hay que devolver su valor a los instintos, y en especial, a las pulsiones eróticosexuales.
Al educando racionalista se le presenta la consecución de la justicia social como sus objetivos de existencia primordial.
Quiso saber una enseñanza materialista, desmitificadora y centrada en el niño.
“Si de algo estamos satisfechos, si de algo estamos ya hartos, es de hombres que piensen bien y obren mal. Necesitamos una escuela donde se cultive sobre todo en el niño el sentimiento, que logre que cada niño sea un hombre de carácter capaz de saber traducir en actos su pensamientos” (Ocaña)