Conocer sobre nuestra sexualidad vence la ignorancia. La ignorancia es el mayor de los males. Eso es una realidad que no se puede discutir en estos tiempos. Aunque, en algunos entornos, parece que mantener enclaves de oscurantismo en relación a algunos temas convenientes para algunos sectores posee un gran peso en sociedades menos evolucionadas y con tabús pasados de moda. El tema de la educación sexual ha sido discutido con una visión casi del tiempo de la Inquisición por ciertos grupos que, por razones de una doble moral o posiciones dogmáticas religiosas, han logrado hasta censurar la difusión de películas sobre esta temática para ocultar estos conocimientos, usando argumentos basados en la idea de inmoralidad y acciones promiscuidad. Desde mi opinión, todo joven, de ambos sexos, tiene el derecho de conocer por medio de la educación sobre su sexualidad, pues en esto radica evitar varios problemas provocados por la ignorancia. No vivimos en el oscurantismo de la Edad Media. No estamos en sociedades cerradas para que se nos evite el conocimiento sobre la temática, que al no conocer puede llevar a embarazos no deseadosy contraer enfermedadesvenéreas y el VIH. Los jóvenes desde muy temprana edad empiezan a tener acceso a diferentes formas de información relacionada al sexo. Es aquí, cuando se producen distorsiones en la sexualidad. Revistas pornográficas de diversos tipos de las menos explicitas hasta las más extremas, sumado a películas de este género, el acceso a Internet de publicidad con contenido sexual subliminal, hasta ya casi obvio, música donde las líricas son de contenido sexual también deformada, y la cantidad de comunicación trasmitida en los mismo círculos de amigos y amigas sobre una visión del sexo, la cual puede ser muy trastornada a veces por ideas fantasiosas. Por esa razón, el sistema educativo, la familia y las organizaciones dedicadasa este tema deben de mostrar el tema sexual como algo normal y con responsabilidad, y no comercial o como algo que se debe ocultar debajo de la cama. La necesidad de enseñar a los jóvenes sobre el funcionamiento de su fisiología instruyéndolos sobre sus órganos reproductores ya sea su pene, testículos, vagina, clítoris, etcétera, permitirá dar pasos en identificarse en la pubertad como ciudadanos y ciudadanaspertenecientes a una sociedad educada en esta cuestión. El uso del condón, considerado pecado por algunas personas, y satanizado a puntos casi ridículos, es esencial no solamente para evitar embarazos no deseados y enfermedades de trasmisión sexual: “Enseñar educación sexual, y con ello el uso de métodos de barrera como el preservativo es tan importante para nuestros adolescentes y jóvenes como importante para los equipos de fútbol americano el casco, las rodilleras, los protectores de genitales. Aunque podes ir a jugar sin protección so pena de lesiones en tu integridad, ningún equipo de grandes ligas lo haría-. Así de vital y necesario. Así de importante para mantener la salud de tu cuerpo. No podemos seguir permitiendo que nuestros hijos salgan al campo de juego sin darles la opción de la protección y a merced de la buenaventura. Obviemos esta realidad y tendremos pronto las consecuencias del sexo sin protección. Consecuencias que como sociedad ya cargamos: un
alto porcentaje de embarazo adolescente, de hijos no deseados, madres solteras, de infecciones de transmisión sexual, abortos, y más. La cosa es clara, en cuestiones biológicas, que tienen un profundo impacto económico, social y político el sentido común basada en la ciencia debe prevalecer, no la religión. Es antirreligioso o anticristiano seguir permitiendo esto.”, comenta la doctora Zulma Méndez, especialista en VIH. El uso del condón es una necesidad básica para evitar cualquier contagio de enfermedades como el VIH y otras. El argumento de la promiscuidad usado por algunas personas, quienes tienen el derecho de dar su opinión, es un poco flojo en su tesis. No creo que estos grupos piensen que tener diez hijos en una familia con el sueldo mínimo sea sustentable para estas personas, Bienaventurados aquellos que tienen los recursos económicos para tener un equipo de fútbol por prole, pero aquellos que no, el uso del condón les permite poder planificar no solamente el aspecto sexual, sino preparar a sus hijos e hijas para que puedan recibir una educación superior por contar con más recursos. Por otro lado, sería muy desconfiado tener la idea de que se busca formar una masa de obreros para el futuro o inmigrantes ilegales para sostener a la economía de algunos países de la región, habría que tener una mentalidad muy crítica en poder ver esa hipótesis social de codependencia eterna llevando la temática al aspecto de la economía. Con la educación sexual, se permite saber sobre una identidad no deformada en el concepto de sexo como algo conectado a fantasías, y poder ser más conscientes enfrente de una cantidad de información mal enfocada sobre el tema, ya que no pueden detener que los jóvenes comienzan a hacerse esasinterrogantes. Una opción sería para los dogmáticos, capaz, tirar los condones a la hoguera juntos a los libros de sexualidad y quemar gatos negros como hacían en la edad media en el período más negro de la historia de humanidad que fue la Inquisición, pero por suerte el oscurantismo ya no tiene el control ni el monopolio de la información en la actualidad de las dinámicas sociales. La educación sexual se ha convertido en un parte del derecho de la ciudadanía para no cometer los errores del pasado y de esa forma poseer gente preparada en el tema del sexo que solamente puede ser abordado con la seriedad debida y, por supuesto, con el uso del condón para evitar el VIH, la cual puede contagiarse a cualquier persona sin importar su orientación sexual.