Muerte Hoy una vida termina, La de mi abuelo, El último que quedaba Familiares estarán presentes Algunos por compromiso, Otros por costumbre, Pocos por amor. Y no porque fuera una mala persona, Sino que, lamentablemente, La avaricia terminó con lo bueno que quedaba aquel sentimiento hacía un padre terminó por convertirse en hipocresía y en rivalidad entre hermanos. Ellos, olvidando sus raíces, Peleando por cosas banales E ignorando lo que más importaba: Una vida, la de su padre. Yo, personalmente, No me siento triste, Ni tampoco indiferente, Mucho menos feliz No logro creer en la vida Posterior a la muerte No me creo esos cuentos que la gente dice A quienes sufren por ese adiós Sé que todo termina con un cerrar de ojos Y que la persona que un día fue, Tan sólo existirá en recuerdos Y fotografías viejas. Pero, en un entorno donde la esperanza Consume la vida terrenal, Tengo que fingir otro ideal? Tengo que aceptar que existe un cielo?
Quizá, por un momento, lo haga Lo haré por ella, Por mi madre. Si algo me mantiene en vela esta noche Es su sentir, Pues imagino estar en su lugar. Más allá del pasado y la distancia, Fue su padre, Quien, junto a su madre, le dieron la educación Misma que ella me transmitió. Dar el “pésame” Decir “lo siento” Palabras que, Por más sencillas que parezcan Resulta difícil decirlas Así como difícil es hablar de muerte. Muchos le temen, Otros la esperan; Muchos la buscan, Otros huyen. Se trata de vidas terminando con el ciclo, La naturaleza lo dicta así Sólo tenemos que aceptarla. Muerte Borras tantos nombres en tu lista Y lo haces de una manera aleatoria No sé cuando vendrás por mí O por quienes ahora me rodean. Espero y tardes. Sin esperanza y con un crudo fin Sólo tenemos la tarea de trascender Para que nuestra estancia Haya valido la pena. -Marco A. Velázquez