El gobierno ha presentado la reforma de la ley del aborto. A falta del trámite parlamentario, en el que sufrirá modificaciones, queremos plantear algunos puntos de reflexión:
El debate sobre el aborto debe tener como centro la respuesta a la siguiente pregunta: ¿Es el óvulo fecundado una vida humana? La evidencia científica (la genética, la embriología, la biología celular...) y el sentido común afirman que sí. Es un ser humano distinto de la madre. Si es una vida humana, debe ser protegida. Ese debe ser el papel de la verdadera izquierda: defender al débil.
La reacción visceral de la izquierda oficial (PSOE e IU al frente) va a permitir al PP levantar la bandera de la defensa de la vida, cuando es evidente que al PP la vida de los débiles le preocupa poco, como pone de manifiesto, por ejemplo, la vergonzosa valla de Melilla. La ceguera del progresismo es así, dicen estar contra la propiedad privada defendiendo expropiaciones y nacionalizaciones -que la mayoría de las veces no es más q