La trata de personas -segundo negocio criminal a nivel mundial- ocurre en un contexto global de esclavitud y explotación, que se legalizan y legitiman con las nuevas leyes laborales y la economía mafiosa incluida en las cuentas nacionales de un país.
La mayoría de las víctimas en Europa proviene de países empobrecidos: turismo sexual en Asia e Iberoamérica; explotación directa o indirecta de seres humanos en países como Bangladesh, Argentina, Brasil, India. A mediados de marzo del 2013, fue clausurado en Buenos Aires un taller clandestino de Zara.
La trata es un negocio y las mafias mueven más de 25.000$ millones, conjuntamente con otros negocios ilegales. Este dinero puede blanquearse y "perpetuar un ciclo de criminalidad" gracias a que la mafia está institucionalizada con leyes laborales y políticas de migración restrictivas, la falta de voluntad política para combatir la trata, la traición de los sindicatos, la complicidad de los medios de comunicación...