3 minute read
BEHARRI
Beharri Sagardotegia
Narrika, 22 (Parte Vieja) - DONOSTIA - Tf: 943 431 631
Advertisement
Como comenté hace tres días, estoy centrando el homenaje durante esta quincena a las taskas donostiarras, esos bares a los que acudimos a comer pintxos, raciones, bokatas... en los que se interactuaba sin sentarse y que tan complicada tienen en las actuales circunstancias su labor y su pervivencia. Y hoy, día en el que será presentada en Astigarraga la cosecha de sidra de 2020, me ha parecido oportuno traer a este homenaje a Mikel Ezama, fallecido en noviembre de 2015, uno de los taskeros más castas que hemos tenido en la Parte Vieja. Mikel era pura generosidad y buena voluntad. Sano, alegre, desprendido... le conocimos siempre trabajando en su esquina de la barra del bar Txioka donde servía incansablemente cafés, vinos, cervezas y combinados a todas horas y donde nos recibía con los brazos abiertos cada vez que acudíamos a dejarle el Donosti Aisia y el Ondojan. Mikel era ese tipo de persona que, a pesar de tener un bar sin pintxos ni oferta gastronómica de ningún tipo, entendía que nuestras publicaciones debían estar en su barra al alcance de sus clientes y no sólo nos dejaba depositarlas como hacíamos en cientos de establecimientos sino que, además, colaboraba económicamente con las mismas siendo patente que publicidad, lo que se dice publicidad, no necesitaba. Pero así era Mikel, voluntarioso y dispuesto a echar un cable en lo que haga falta. Así las cosas, un día Mikel tuvo la idea de cambiar la orientación del negocio para transformarlo en una sidrería, sin duda una buena idea en un momento en el que el turismo estaba creciendo en la Parte Vieja y no había un lugar que ofreciera la opción del txotx a los visitantes y al público local. Así que Txioka fue totalmente remodelado para convertirse en Beharri, una sidrería de nuevo cuño que conservaba en su piso superior el ambiente de un bar de pintxos donostiarra y en su sótano, antes ocupado por varias mesas de billar, un hermoso comedor con unas modernas kupelas de sidra. Desgraciadamente las cosas se torcieron, las obras se alargaron, hubo problemas con el personal, los problemas económicos arreciaron... y Mikel se vió abocado a una profunda depresión que le llevó a la muerte. Fue un mazazo para el sector hostelero en general y para la Parte Vieja en particular y todavía se nos humedecen los ojos al ver esta imagen en la que Mikel aparece en su faceta más auténtica, disfrutando de algo que tanto le gustaba como era la cultura vasca, nuestras tradiciones más arraigadas, el mundo de la barra y la hostelería y, principalmente, el servicio al público, esa vocación que tienen tantos hosteleros y que la gente no entiende o es incapaz de ver y que se resume en disfrutar haciendo felices a los que acuden a tu casa. Porque habrá excepciones, sí, y no se puede negar que cuando se abre un negocio es, por supuesto, para ganar dinero, pero la abrumadora mayoría de hosteleros cuando más felices son, cuando más realizados se sienten, no es cuando cuentan los billetes de la caja, sino cuando ven satisfecha a la clientela, cuando ven disfrutar a la gente en las mesas y al otro lado de la barra, cuando comparten esa felicidad y esa alegría con tanta gente que además de sus clientes son sus amigos... ¿o se cree alguien que tantos hosteleros y hosteleras estarían pasando el calvario que están pasando si no tuvieran realmente una profunda vocación de servicio ????
(*) Texto publicado el 24-03-2021 Fotografía de Ritxar Tolosa