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ZEZILIONEA
Zezilionea Jatetxea
San Joan Enparantza, 7 - OLABERRIA - Tf: 943 885 829
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Sigo trayendo al homenaje diario a locales del interior de Gipuzkoa, pequeñas joyas gastronómicas de Urola y Goierri como Zezilionea, en Olaberria, uno de los mejores restaurantes del sur de la provincia, situado en pleno centro de una pequeña localidad que si bien no llega a los 1.000 habitantes, cuenta con puntos de gran interés gastronómico actual o pasado como una excelente bodega de txakoli, una sidrería, una quesería, un interesante bar de vinos del que hablamos hace dos fotografías, y un hotel restaurante que fue abierto en su día nada menos que por el mítico José Castillo... y es que aunque el núcleo urbano de Olaberria es un bucólico pueblecito situado en lo alto de una colina alejada del mundanal ruido, el término municipal se desparrama por la ladera de la montaña hasta la populosa Autovía A-1, antes carretera Nacional-1, envolviéndola y desarrollando a su vera la mayoría de su actividad económica e industrial. En cualquier caso, Zezilionea se encuentra en esa bucólica zona central del pueblo, en ese casco urbano perdido en las alturas, junto a una de las más espectaculares iglesias de los alrededores, rodeado de villitas ajardinadas y dotado de unas vistas espectaculares tanto hacia la cordillera de Aralar como hacia la de Aizkorri. No se lo pensó dos veces el veterano cocinero Juanito Rubio cuando en su día vio la oportunidad de hacerse con este establecimiento que se ha convertido en uno de los más reputados restaurantes en muchos kilómetros a la redonda gracias a la buena fama que le precedía por el buen hacer desarrollado durante años en otros restaurantes como, entre otros, el mítico Rubiorena, fundado en su día por él en Beasain. Hoy ya retirado pero siempre presente, Juanito Rubio vive con la tranquilidad de saber que su hijo Ugutz y su hija Izaro se ocupan del negocio con la misma pasión vocacional por la hostelería y la gastronomía que le impulsó a él, ya a una edad “avanzada” a dejar su trabajo y dedicarse a los fogones de una manera totalmente autodidacta. Siguiendo la impronta del padre, los hermanos Rubio han seguido manteniendo una apuesta indiscutible por la calidad y la excelencia. Así, a pesar de encontrarnos en un “ostatu”, en Zezilionea contamos con elementos como la carta, el servicio y la bodega de un gran restaurante cuidado con una exquisitez extrema. Ugutz, responsable de la sala, es un apasionado del mundo del vino que sabe recomendar en cada mesa la botella más apropiada y propone los maridajes más acertados a la vez que, de vez en cuando, organiza actividades en torno al vino como catas y presentaciones. Izaro también atiende a los clientes, se ocupa de la recepción y los usuarios del pequeño hotel con el que cuentan encima del restaurante y, como sucede en los negocios familiares auténticos, echa una mano o dos en todo lo que sea necesario. En cuanto a lo que importa de verdad en un restaurante, el plato, Zezilionea no defraudará a ningún gourmet que se precie ofreciendo impecables carnes y pescados a la parrilla, los mejores hongos al horno de toda la galaxia y más allá, y los más codiciados productos de temporada como las verduras y las zizas de primavera, los hongos de otoño y otras exquisiteces de estación que empiezan a aflorar en la carta del restaurante antes incluso de que los empecemos a encontrar en ferias y mercados. Zezilionea es todo un templo culinario que cuesta tal vez encontrar, pero que una vez conocido atrae como un irresistible imán invitándonos a rendirnos a la tentación y abandonarnos en las manos de esta familia acogedora y humilde como pocas.
(*) Texto publicado el 26-04-2021 Fotografía de Ritxar Tolosa