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BELAUSTEGI
Belaustegi Jatetxea
Alto de San Miguel (Ctra. Elgoibar-Markina) - ELGOIBAR - Tf: 943 743 102
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Sigo saltando de valle en valle por las profundidades de nuestra provincia, pasando, de Debagoiena, como no, a Debabarrena, pero subiendo del valle a las alturas para parar en Belaustegi, y es que no se puede hacer un homenaje a la hostelería y la restauración gipuzkoanas sin hablar de un grande, en todos los sentidos, como Iosu Muguerza, alma mater de Belaustegi Baserria, el precioso caserío reconvertido en restaurante en el que no sólo se parte el cobre día a día este chef para dar lo mejor de sí mismo en los fogones, sino que es, además, el lugar en el que nació físicamente en un 5 de agosto de 1962, fecha que nos da idea de la veteranía y las tablas de este monstruo de la cocina que no se prodiga más en prensa y medios debido al carácter humilde, modesto y sencillo que le caracteriza, porque si habláramos de técnica y conocimiento, este elgoibartarra iba a dar sopas con honda a más de un chef mediático y a no pocos soleados y estrellados. Iosu tiene arte, buen gusto, sensibilidad... y mucho mundo. No en vano este cocinero ha llegado a ejercer hasta en New York antes de pasar de lo global a lo local y decidir apostar al 100% por la tierra que le vio nacer, a cuya cocina y tradición se rinde aportándole, eso sí, colorido, glamour y atrevimiento, características siempre presentes en los platos de Iosu que, al igual que su autor, tienen un incuestionable toque de locura que los hace inigualables. Y esa locura del autor y sus platos se traslada también al establecimiento, un auténtico caserío que ha mantenido su estructura original y en el que encontramos todo tipo de txokos y rincones reconvertidos en espacios imposibles, como el comedor íntimo para una sola pareja con pestillo interior por si los comensales quieren pasar de las cucharadas a los hechos. “Un rincón para amantes” define Iosu el curioso espacio del que no hemos encontrado réplica en ningún otro lugar, como difícil es encontrar réplica de los distintos rincones de este baserri que, insisto, ha sido respetado de manera escrupulosa, eso sí, añadiéndole una enorme jaima lateral que aporta un rompedor toque oriental al ambiente inconfundiblemente vasco y rural de la tortuosa carretera entre Elgoibar y Markina a cuya vera se encuentra situado. Desde que empezó este jodido confinamiento, me doy cuenta de que no he tenido ocasión de pasarme por este templo del buen gusto y ponerme en manos de Iosu y su inseparable Xabi con quien comparte pan, cebolla y gestión en esta fábrica de maravillas. Voy a ver si me puedo apañar para acercarme en breve, porque no se crean... se echa en falta algo de locura e irreverencia en esta oscura y puta situación.
(*) Texto publicado el 01-05-2021 Fotografía de Ritxar Tolosa