reportaje
Fallecidos durante la pandemia
LOS QUE YA NO LA CONTARÁN Han sido muchos los meses en los que no hemos podido publicar en papel esta vuestra revista, aunque en la edición digital puede decirse que no hemos parado. Y prácticamente en todos los ejemplares hemos tenido que incluir un obituario en homenaje a un fallecido con el que guardábamos relación de una manera u otra. Curiosamente no ha sido el Coronavirus quien se ha llevado a estas personas que aprovechamos para traer hoy a nuestro recuerdo y rendirles un pequeño pero sentido homenaje, sino que han sido infartos, insuficiencias, accidentes... los que nos han hecho perder a varios amigos y conocidos cuya desaparición nos ha hecho ser, si cabe, más conscientes de lo efímera que es la vida y sentirnos afortunados por estar vivos... y haberlos conocido. Josema Azpeitia
En la página contigua, Joaquín Fernández, tal como lo recordaremos toda la vida, en la barra del Dickens frente a sus maravillosos combinados. Abajo, Juanma Garmendia posando orgulloso junto a “Pezuñas”, buey criado por Alejandro Goya que llegó a ser récord mundial de peso en canal.
E
l primer golpe lo recibimos en el mes de mayo, cuando ya se vislumbraba el final del confinamiento y la llamada “desescalada”, en aquellos tiempos en los que todavía creíamos que esto iba a ser algo pasajero a lo que le quedaban cuatro -o a lo sumo cinco- telediarios..
JOAQUÍN FERNÁNDEZ, el coctelero positivo. Fue en aquel momento cuando sufrimos el fallecimiento de Joaquín Fernández, alma máter de la coctelería Dickens del Boulevard. La de Joaquín fue una muerte súbita e inesperada que nos dejó acongojados a todos en pleno confinamiento. Joaquín era optimista, confiaba en que esto iba a acabar rápido y había preparado un cóctel de color verde llamado “Esperanza” para celebrar el final del encierro domiciliario. Y es que así era Joaquín, puro positivismo y alegría, amabilidad, simpatía y ese desparpajo canalla que acaba dándole a la mayoría de los hosteleros el haber pasado tantos y tantos cientos de horas aguantando el rollo de miles de clientes entre los que, por supuesto, se encuentra lo mejor de cada casa.
JUANMA GARMENDIA, el parrillero comprometido. No terminó el mes de mayo cuando tuvimos la noticia de la muerte de Juanma Garmendia, del asador Kattalin. Un accidente tan tonto como una caída por unas escaleras que subía varias veces al día dio al traste con la vida de uno de los mejores parrilleros que teníamos en nuestro entorno, un hostelero jovial, desprendido y generoso que cada vez se preocupaba más por diferenciar su restaurante en el competitivo mundo de la parrilla
ANTXON VALLÉS: el taskero incansable La muerte de Antxon Vallés nos golpeó como una pedrada en el corazón el pasado verano, cuando ya se había superado el proceso de desescalada y los bares, mal que bien, estaban trabajando. Ese era el caso de Casa Vallés, la mítica taska de Reyes Católicos que ya había recuperado su “normalidad”, la cual se vio trastocada de golpe y porrazo con la muerte de quien en esos momentos, tras la merecida jubilación de su hermano Blas, se había quedado como principal pilar del bar. Una insuficiencia coronaria tuvo la culpa de que Antxon subiera un día al hospital y no bajara, dejando huérfano al bar que inauguraron sus abuelos en la década de los 40 del siglo pasado. Antxon era un currante nato que generalmente estaba dentro de la barra sacando el trabajo que hoy en día no son capaces de sacar dos camareros de nuevo cuño, y el hueco que dejó fue, sencillamente, inconmesurable. 46 ondojan
