MEMORIA Y ESPERANZA Boletín virtual de análisis socio-eclesial e informativo de la Red Ecuménica de Colombia Numero 03. Marzo-abril de 2012. ISSN: 1909-0307 LIDERES CRISTIANOS PIDEN AL PRESIDENTE SANTOS QUE INICIE DIALOGOS DE PAZ EN COLOMBIA Más de 250 líderes y miembros de diferentes iglesias y organizaciones ecuménicas de Colombia y países de la región firmaron una carta pública dirigida al presidente Juan Manuel Santos pidiéndole que inicie diálogos con las guerrillas para lograr la paz en este país. El texto de la carta es el siguiente: Quienes firmamos esta carta somos cristianos y cristianas de diferentes iglesias y organizaciones cristianas de Colombia y países de la región, que por sentirnos llamados por Dios a ser trabajadores por la paz estamos involucrados en programas e iniciativas que buscan contribuir por medios no violentos a hacer posible la paz y superar la violencia que por cerca de 50 años se ha vivido en Colombia. Le escribimos motivados por el Espíritu de Dios que nos anima a seguir teniendo esperanza que la paz será posible en Colombia. Esto a pesar de las noticias que vemos, donde unos días los medios de comunicación informan de manera eufórica de muertes de guerrilleros y al otro anuncian la muerte de soldados por las acciones de las guerrillas. Ambas noticias nos producen tristeza y dolor ya que cuando entre hermanos se asesinan es señal que el orden social y espiritual creado por Dios en Génesis no va por buen camino. De acuerdo con esto el asesinato entre hermanos produce maldición entre quienes se matan y a la tierra que habitan y trabajan (Génesis 4:8-14). El Espíritu de Dios, que anima nuestro trabajo por la paz en Colombia, hoy nos impulsa a escribirle para proponerle que Usted puede contribuir para superar este ciclo de violencia fratricida que hemos vivido en Colombia en los últimos 50 años. Esta petición se la hacemos ya que estamos viendo como los pedidos de la sociedad civil por la paz están creciendo, también vemos con mucha esperanza las comunicaciones de los grupos guerrilleros de las FARC y del ELN que expresan interés en la solución no violenta de esta confrontación armada. Incrementa nuestra esperanza que Usted ha mostrado disposición a buscar la paz por medio del dialogo siempre y cuando hayan hechos de paz que demuestren este interés por parte de las guerrillas. A partir de todas estas manifestaciones le proponemos que Usted como cristiano se convierta en un trabajador para lograr la paz por medios no violentos e inicie el dialogo y la reconciliación entre los colombianos para que todos podamos participar de la construcción de un país donde se logre la plena implementación de los derechos humanos, haya justicia y equidad o como Usted dice prosperidad para todos y de esta forma vivir la bienaventuranza de ser llamados hijos e hijas de Dios.
Esta petición se la hacemos en el contexto de los Días de Oración y Acción por Colombia donde miles de cristianos de Estados Unidos, Colombia y otros países de la región nos hemos unido para interceder ante Dios por la paz y hacer incidencia por justicia, verdad y reparación para las victimas de la violencia en Colombia. Entre los firmantes de la carta hay personas de los siguientes países: Colombia, Ecuador, Estados Unidos, Venezuela, Canadá, Uruguay, España, Guatemala, Argentina, Panamá, Chile, México y Perú. Quienes firman pertenecen a las siguientes iglesias en Colombia: Presbiteriana, Menonita, Hermanos Menonitas, Interamericana, Metodista, Bautistas, Luterana, Iglesia Manantial, Iglesia Jesús Rey de Gloria, Iglesia Unión Misionera, Iglesia Católica San Nicolás de la Roca, iglesia Salem Internacional, iglesia Hijos de la Gracia. A nivel internacional pertenecen a la: Iglesia Unida de Canadá, Iglesia Presbiteriana de Venezuela, Iglesia Presbiteriana de los Estados Unidos, Iglesia Evangélica del Rio de la Plata, Iglesia Episcopal de Panamá e Iglesias Menonita de Estados Unidos. También la carta la firman líderes de Instituciones cristianas, procesos ecuménicos e instituciones de educación teológica como: El CLAI, OIKONEST de AL-Red Ecuménica de Centros Laicos, SERPAJ-AL, Equipos Cristianos de Acción por la Paz, Asociación Verapaz de España, CEDEOCA, Comité por el Cierre de la Escuela de las Américas, Ministerios la Piedra Angular de México, Centro Ellacuri de Bilbao, CREAS, Grupo Santa Teresita del Niño Jesús, Red Ecuménica de Colombia, CEDEBI, AMA, AFAVIT, Justapaz, FUNCRIPAZ, PAV-Colombia, Red Cristiana para Emergencias, Corso-Asvida, IUMEC, Hermanitas de la Asunción, CEDERNHOS, Centro para el Progreso Espiritual, Asociación Pacto Colombia, Agenda Caribe, Confraternidad Cristiana Carcelaria de Antioquia, Hermanas Dominicas de la Presentación, Comisión Mujer e Iglesia Teresita Ramírez, Comisión de Paz de Cedecol, Liga de Mujeres, Universidad Reformada (CUR), Fundación Universitaria Bautista, Universidad Católica del Norte, Seminario Teológico McCormick, Seminario Menonita, Corporación Seminario Mayor John Wesly y New Brunswick Theological Seminary. Por: Milton Mejía
MEMORIA DE LA VISITA PASTORAL A LA FAMILIA RUIZ GALLO EN LA CUENCA DEL CURVARADÓ Esta visita se llevó a cabo los días 2-4 de abril de 2012. Se efectuó por iniciativa de algunos organismos ecuménicos nacionales e internacionales, como signo de solidaridad con la familia Ruiz Gallo y la comunidad de la que esta familia hace parte, en la cuenca del Curvaradó, en el departamento del Chocó, en Colombia. El motivo de esta acción pastoral solidaria fue el asesinato de don Manuel Antonio Ruiz y de su hijo Samir (de 15 años). Don Manuel ha sido reconocido como uno de los adultos mayores en el proceso de restitución de tierras de esta región del país. El equipo de visita estuvo integrado por el Rev. Chris Ferguson y su esposa Susan de la Iglesia Unidad del Canadá, el profesor Oscar Cavadía (residente en Carepa, Antioquia) y el pastor Edilberto Hernández (residente en Bajirá, Antioquia), los dos en representación de la Mesa CLAI y pertenecientes a la Iglesia Presbiteriana de Colombia; y Amílcar Ulloa de la Red Ecuménica de Colombia. Este equipo contó con la compañía permanente,
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durante todo su recorrido en la región de los hechos, por personal de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz. Primera conversación con la Familia Desde nuestra llegada a Chigorodó, estuvimos en permanente contacto con esta familia. Sostuvimos dos conversaciones formales con sus integrantes. El primer contacto con la familia fue el día martes 3 de abril, apenas arribando a la población. La encontramos en el hotel donde estaba hospedada. Allí les acompañaban Milbia y Carlos, de la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz (CIJP). También una chica (argentina) y un chico (mexicano) de las Brigadas Internacionales de Paz (BIP). Durante nuestro primer encuentro les hicimos saber acerca del propósito de nuestra visita. En esta primera charla tuvimos oportunidad de manifestarles nuestra entrañable solidaridad cristiana frente al asesinato de don Manuel Antonio y de su hijo Samir, de 15 años. Como también recibir su versión acerca de los recientes acontecimientos. Por esta situación encontramos a la familia muy temerosa. Tuvieron que salir de su finca, dejando prácticamente abandonadas sus cosas, temiendo por sus vidas. Doña Trinidad, la esposa de don Manuel Antonio, se veía bastante compungida. Permanentemente se quejaba por la trágica muerte de su hijo. De boca de la misma familia nos enteramos de lo que había sucedido. Versión familiar acerca de lo acontecido Patricia, una de las nueras de doña Trinidad estaba bien enterada de lo sucedido y así nos lo trasmitió. Un mensaje de texto recibido en el teléfono celular que el Ministerio del Interior le dio a don Manuel Antonio, fue l que sirvió de carnada para hacerlos salir a Mutatá. Esta población se encuentra aproximadamente a una hora y treinta minutos de la vereda Los Piscingos, lugar donde está ubicada la finca de la familia Ruiz Gallo. Curiosamente, fue Samir quien se dio cuenta del mensaje de texto enviado anunciando que este usuario era el feliz de un premio de varios millones de pesos. Para poderlo hacer efectivo se deberían hacer recargas a varios celulares por el monto de cien mil pesos. Don Manuel y Samir fueron a Mutatá para hacer las recargas. Don Manuel creyó que el dinero de las recargas le sería descontado del premio ofrecido. Pero no fue así. Cuando la operadora le cobró las recargas, y al no tener con qué pagar, ésta procedió a llamar a la policía. Don Manuel estuvo detenido varias horas por la policía hasta que la familia ofreció ir a pagar el valor de las recargas. En el viaje de Mutatá a Los Piscingos, don Manuel y Samir fueron bajados del vehículo en que se transportaban. Al parece uno de los hombres que participó en los hechos viajaba en el mismo vehículo. Durante varias horas los tuvieron en un basurero que queda sobre la vía entre Pavarandó y Los Piscingos. Posiblemente allí fueron torturados. Doña Trinidad cuenta que recibieron algunos correos de voz donde podía escuchar los gritos de su hijo, mientras era torturado. Ella borró estos mensajes. Posteriormente fueron llevados al puente sobre el río Pavarandó, donde fueron ejecutados y lanzados al río. Un equipo de personas integrado por gente la Comunidad de Las Camelias y del equipo de la CIJP participó voluntariamente en la búsqueda. Afortunadamente los cuerpos fueron encontrados sin mayor dificultad. La policía solo llegó hasta cuando los cuerpos fueron encontrados. Los cuerpos de don Manuel y de Samir fueron trasladados a Medellín en un helicóptero del ejército, bajo cuidado de personal del CTI de la Fiscalía, a fin de
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hacerles las pruebas y los estudios pertinentes. Posteriormente, y no sin dificultades, los cuerpos fueron llevados a Chigorodó, donde recibieron cristiana sepultura, a cargo del P. Alberto Franco, de la CIJP. Arreglos para el viaje a Los Piscingos La misión de visita debió dormir en otro hotel, ubicado a una cuadra del que habitaba la familia, debido a que no tenía cuartos disponibles. En este lugar, durante un tiempo conversamos a solas con el equipo acompañante de la CIJP. Pudimos conocer su versión acerca de los hechos, la cual se ajusta a la compartida por la familia. Aprovechamos para adelantar los planes para el viaje hacia Los Piscingos. Milbia y Carlos se encargarían de hace los arreglos para el transporte, así como de los demás asuntos de logística. Amílcar se encargó de comunicarse con Oscar Cavadía (quien vive en Carepa) y con el pastor Edilberto Hernández (quien vive en Bajirá), los otros dos miembros que acompañarían la misión, para ponerles al tanto del sitio y hora de encuentro para la salida. Visita a Los Piscingos A eso de las 8 a.m. iniciamos el viaje en un campero ruso Uwaz. Oscar Cavadía llegó puntualmente. El Pastor Edilberto se uniría al grupo en Los Piscingos. A la comitiva integrada por Chris Ferguson y su esposa Susan, por Oscar Cavadía de la Iglesia Presbiteriana, por Milbia de la CIJP y por Amílcar Ulloa, de la Red Ecuménica, se unieron dos hijos de doña Trinidad y uno de sus yernos. Lloviznaba cuando iniciamos el recorrido. Primero viajamos de Chigorogó hasta Mutatá, por la vía Panamericana, la misma que va hacia Medellín. Fueron unas dos horas de recorrido. En Mutatá paramos en un restaurante para que desayunaran quienes aun no lo habían hecho. Durante el recorrido entre Mutatá y Pavarandó, Milbia nos iba señalando el escenario de los acontecimientos. Primero nos mostró las cercanías de los lugares donde fueron encontrados los cuerpos de don Manuel y de Samir. Luego pasamos el puente sobre el río Pavarandó, donde fueron asesinados. Posteriormente, recorriendo una vía azarosa y bastante solitaria, pasamos por el basurero donde fueron torturados. La vía, aunque destapada, se encontraba transitable. A lado y lado de la vía se observaban grandes fincas ganaderas; algunas incluso con manadas de búfalos. Otros pedazos el territorio se veía sembrado de yuca, de plátano y otro de una inmensa plantación de caucho. A eso de las 12 p.m. llegamos a Los Piscingos. Allí nos aguardaba un grupo de personas. Estaba Eustaquio Polo Rivera, uno de los líderes de Las Camelias. También el pastor Gildardo Jaramillo, de la Iglesia Pentecostés Unida Internacional, en compañía de su esposa Nedy Polo, de su suegra Isidora Polo, así como de algunas niñas y niños de esta iglesia. También hacían parte del grupo el pastor Edilberto Hernández, de la Iglesia Presbiteriana de Bajirá y Sara Ballardini, una italiana de la CIJP. Es necesario decir aquí que doña Trinidad, la esposa de don Manuel Antonio, hace parte de la Iglesia Pentecostés Unida Internacional. Este grupo de la iglesia se hizo presente en cumplimiento de la promesa hecha a doña Trinidad de cuidarle las cosas de su finca, mientras que estuvieran por fuera. Encargo que asumió con presteza, pues desde que llegamos a la casa se dedicaron a hacerle aseo a la misma.
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En la finca y en sus alrededores se respiraba un ambiente de zozobra. La casa de madera, o tambo cono se le conoce en la zona, consta de dos plantas. La vivienda principal de dos pisos, con techo de zinc, paredes de madera y alguna cubiertas de un plástico negro grueso, muy usual en la zona. En la planta baja hay un patio con piso de madera y un comedor al lado. En el piso superior, están los cuartos; en uno de éstos las cosas han sido arrumadas desordenadamente como dejando constancia de que la gente salió huyendo. Al lado de la casa principal está la cocina, una especie de choza con techo cubierto de plásticos negros y piso de tierra. El fogón aun mantenía cenizas casi calientes. Colgando de los palos que sostienen el techo de la cocina, había varios ramilletes de arroz, producido en la misma finca. Durante un rato conversamos con don Eustaquio acerca de los últimos acontecimientos en la afueras de la casa. A su manera nos hizo una lectura del momento que se vive en su región. Nos habló de la inseguridad que se respira por causa de las amenazas que existen contra los líderes que están trabajando en los procesos de restitución te tierras. Nos contó que don Manuel era uno de ellos. Él trabajaba como adulto mayor por encargo de la comunidad; este trabajo también lo adelantaba por encargo del gobierno colombiano. Él había sido amenazado varias veces, dijo don Eustaquio. Sin embargo, lo único que hizo el gobierno para su seguridad fue darle un teléfono celular, sin ninguna protección. Ante la pregunta de si funcionaban los celulares, él respondió que lo recargaban una vez por mes con 300 minutos; a veces se bloqueaba y no funcionaba; en ocasiones se escuchaban dos voces simultáneamente mientras se hablaba. Luego seguimos la charla en el interior de la casa debido a una pertinaz llovizna. Allí le preguntamos cuál ha sido la reacción de la gente de la comunidad frente a la muerte de don Manuel y de su hijo. Dijo que lo primero fue participar en la búsqueda de los cuerpos. El Consejo Comunitario les pidió que no fueran a reaccionar en medio del dolor yéndose del territorio. La comunidad no está de acuerdo con que la familia sea reubicada. Eustaquio contó varias experiencias de familias que en situaciones similares han sido reubicadas; aunque inicialmente les ofrecen algunas medidas de seguridad como vehículos, casa por un tiempo y cuidado policial, luego han pasado muchas necesidades. Dice que el Consejo Comunitario y la Iglesia Pentecostés Internacional Unida, han decidido apoyar a la familia en este trance. Así lo manifestó también el pastor Gildardo Jaramillo Gómez de esta Iglesia; manifiesta que ya lo conversaron y han decidido apoyar a la familia; por esto y están viviendo a la casa a guardar las cosas y a cuidar de lo cultivos. El pastor dice que recomiendan a la familia no precipitarse a tomar decisiones en medio de estas circunstancias de dolor, sin olvidar que “Jehová es nuestro pastor y que él nos guarda”. Eustaquio precisa que sea cual fuere la decisión de la familia, el consejo local seguirá velando por este territorio pues por ley le pertenece a esta familia. De modo que si alguien de la familia decide volver al territorio, por ley éste le pertenece.
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Chris Ferguson opina que esta podría ser una decisión sabia. Es decir, la que combina una reubicación temporal y la de un posible retorno al territorio. Por lo que podría hablarse de una medida transitoria. Según Eustaquio en este territorio estamos dentro de una Zona Humanitaria, protegida por medidas de la Corte Internacional. La CIJP ha sido peticionaria de estas medidas. Al preguntársele que falló en la protección de don Manuel Antonio, respondió que hubo fallas, pues las garantías debían brindársele dentro y fuera de la zona humanitaria. Momento litúrgico de reflexión y oración Después de esta charla, Amílcar pidió a cada persona que buscara en los alrededores de la casa alguna cosa que pudiera hablar de la vida y la cultura de esta familia en el actual momento. Al cabo de cinco minutos compartimos las cosas buscadas. Cada persona fue compartiendo lo que trajo y lo fue poniendo encima de algunos costales de colores dispuestos en el piso de tierra. Uno de los hijos menores de don Samuel Antonio presentó un calabazo con un dibujo y unas palabras escritas por Samir, el cual ofreció como presente en algún momento a su familia. El pilón utilizado por la familia para apilar el arroz también fue puesto. Fueron presentadas algunas flores muy lindas de color morado que hablan de la belleza y la ternura que inspiran este territorio sagrado. Otras personas presentaron algunos frutos como cocos, guayabas, guamas, yuca, borojó y el arroz, muestra de la fertilidad de esta tierra. Otra persona presentó unos zapatos de niña, símbolo de la alegría familiar. También se puso en este altar natural un poco de rescoldo tomado del fogón, signo de la presencia reciente de la familia en esta casa. Y finalmente alguien mostró unos zapatos viejos, mojados y sucios de tierra, muestra de las caminatas que esta familia ha tenido que hacer para llegar hasta este territorio y de aquellas en que ha tenido que salir intempestivamente, como ahora. Luego dimos lectura al capítulo 1 del libro de Rut. La lectura se hizo lentamente, siguiendo los movimientos del relato. Primero, la salida de Noemí y de su familia hacia Moab, tierra extranjera, pues en su Belén (casa del pan) había una hambruna extraordinaria. Luego la unión de los hijos de Noemí con mujeres moabitas (Rut y Orfá). Posteriormente, la muerte de los hombres de la casa de Noemí, es decir de Elimelec (Dios es mi rey) y de Mahlón (enfemizo) y Quilión (débil). Explicando el significado de los nombres que allí se mencionan. Así esta casa se queda sin rey y sin hombres. Más adelante está el pacto de amistad entre Rut (amiga) y Noemí (placentera); Rut, siendo una mujer extranjera, jura amistad incondicional en medio de esta adversidad límite de la vida a su amiga Noemí, asumiendo su identidad cultural y religiosa. Finalmente, el último cuadro habla del regreso de estas dos mujeres a Belén, porque Dios había bendecido a su pueblo con la cosecha de cebada. Frente a la pregunta qué tiene que ver esta historia del pueblo de Dios tomada del Antiguo Testamento, con la situación de la familia Ruiz Gallo, la respuesta no se hizo esperar. “¡Mucho!”, dijeron las y los participantes. Tienen en común la pérdida de la vida de algunos de sus hombres y la situación de desplazamiento. Pero no sólo eso. El resto del relato muestra cómo a partir del pacto incondicional entre dos mujeres, se pone en movimiento la historia de la salvación del pueblo de Dios al garantizar dos cuestiones fundamentales: el derecho a la tierra (gracias al casamiento de 6
Rut con Booz, un agricultor rico de la región, quien era pariente de Noemí y estaba en el deber de redimirla en cumplimiento de las leyes del Rescate y del Cuñado), lo cual les garantizaba el pan de cada día. Y de otra parte, el nacimiento de Obed (siervo), el hijo de Booz y de Rut, propone un replanteamiento de las relaciones familiares y sociales. Al mostrar que el proyecto de Dios no pasa ni por el templo, ni por los reyes, sino por un nuevo proyecto de vida en el que la tierra y las relaciones familiares y sociales deben estar al servicio de la vida de las personas más vulnerables de la sociedad, como en el caso de Rut y Noemí. Cuando terminamos la reflexión, la comunidad Pentecostal inició el canto “Ajuntemos los tizones”. Que dice poco más o menos, así… “Oh hermanos en la fe, ajuntemos los tizones; porque estando separados éstos no pueden arder. ¡No pueden!, ¡no pueden!, ¡no pueden arder!” Cerramos este momento litúrgico con una oración a cargo del pastor Gildardo Jaramillo, invocando la guía del Señor para la familia Ruiz Gallo, en estos momentos de adversidad. Visita a la Comunidad de Las Camelias A eso de las 2 p.m. salimos para la Zona Humanitaria y Biodiversidad Las Camelias, ubicada a unos treinta minutos en carro de Los Piscingos. Durante un largo trecho de este recorrido pudimos observar grandes extensiones de cultivo de palma aceitera arruinados; según Eustaquio debido a una plaga que les dio. En Las Camelias fuimos recibidos con mucho cariño por la gente de la comunidad. Nos brindaron almuerzo: (arroz, pastas con atún) y café. Chris había visitado la zona el año 2008, con motivo de la visita que se denominó “Cartas vivas” del CMI; y quedó asombrado con los adelantos que veía en la Comunidad. Veía nuevas construcciones, entre las que se destacan la Casa de la Memoria, un salón de reuniones y otras casas para la gente. Esto lo dejó gratamente impresionado. A la 7 p.m. tuvimos una reunión comunitaria. Tomamos parte 43 personas adultas, sin contar los niños y las niñas. Fue una reunión bien organizada. Con agenda incluida. Primero hubo un tiempo de presentación de participantes. Seguidamente hubo un acto de memoria. Algunas personas compartieron las luchas que han vivido para resistir en el reclamo de sus tierras, entre las que se cuentan desplazamientos y asesinatos. Don Ramiro Álvarez contó que ha perdido cuatro familiares. Él participó en la búsqueda de los cuerpos de don Manuel Antonio y de Samir; llorado pidió a los familiares de don Manuel presentes en la reunión, ¡que resistan! Don Isaac Tuberquia también participó en la búsqueda de los cuerpos Cuenta que fue muy duro, se le estremeció el alma, la mente se le nubló; la semana pasada estuvo con don Manuel Antonio en este mismo lugar, “allí donde está su hijo”, dijo señalando el lugar donde estaba Oscar, su hijo, sentado.
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La voz de la memoria más prolija es la de doña Ligia María Chaverra. Es una mujer negra “ancestral”, como ella misma se llama. Llegó a la edad de 17 años a este territorio. Cuando, según cuenta, se podía comer de todo tipo de frutos sin necesidad de sembrar, y cuando los conejos y los venados se le pasaban a uno por debajo de las piernas. Lleva 53 años en el territorio. Por causa de la violencia que se inició en 1996 debió abandonar el territorio. Tuvieron que refugiarse durante seis meses en la montaña, huyendo de los ataques de lo helicópteros. Considera que en esa época perdieron mal contadas, una 130 personas, por sacarlos de las tierras. Cree que lo que pasó es muy doloroso, porque están reclamando lo que les pertenece. Ella ha sido representante legal de las dos cuencas: del Jiguamiandó y del Curvaradó. Por reclamar la tildan de “guerrillera”. Denuncia que no tienen libre movilización y no pueden ir a trabajar al campo. Considera que el gobierno no tiene voluntad para entregarles el territorio. Lo que quiere es entregárselo a los empresarios. Piensa que el censo que actualmente se adelanta no es la salvación pues tiene muchas falencias, o sino ve lo que está pasando con los asesinatos. Y se pregunta ¿cuáles son las garantías con que cuentan para la entrega del territorio? Amílcar pregunta a la comunidad cómo han manejado la cuestión del mestizaje, dado que la Ley 70 otorgó el territorio a la población afrodescendiente. Doña Ligia María responde que esto no ha sido problema en le territorio. Pues todos los chilapos y mestizos que ha llegado de Córdoba y de Antioquia con una antigüedad mayor a diez años, han adoptado la cultura afrodescendiente. Acto seguido Amílcar compartió una breve reflexión teológica a partir de la lectura de Apocalipsis 6,9-11. Este texto habla del clamor de las personas que han sido asesinadas por el testimonio y preguntan hasta cuándo Dios les hará justicia. A estas personas se les responde dándoles una vestidura blanca y se les pide que esperen hasta que se complete el número de otros que debían morir como ellos en el servicio de Cristo. Amílcar insistió en que en este acto de memoria que celebraban esta noche, es muy importante tener presente que don Manuel Antonio y Samir ha pasado por una pascua de resurrección y viven ahora de esta manera en las luchas de esta comunidad. Finalmente hubo en tiempo de canto y de baile. Algunos de los chicos de la comunidad entonaron sus canciones en ritmo de rap, tales como “Operación Génesis”, “Operación Rastrillo” y “Canto a la lenteja”. Ligia María y Lucho danzaron el baile de La Pollerona, típico de la región. La reunión comunitaria se cerró con una oración hecha por Oscar Cavadía, dando gracias a Dios e invocando su protección para toda esta comunidad. El regreso a Chigorodó Esa noche del martes dormimos sin sobresaltos y sin la molestia de los zancudos, pues la gente de las casas donde dormimos nos facilitó sus toldillos. El día miércoles 4 de abril estuvimos listos desde muy temprano para la salida. Desayunamos arroz con huevo revuelto y café, preparados en la cocina comunitaria. El campero
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waz demoró un poco la llegada, pues debió trasladar a un señor de una comunidad cercana que fue herido de un machetazo en la cabeza. A las 8:45 emprendimos el regreso. Caminamos desde la zona humanitaria de Las Camelias hasta el río Sucio, a fin pasar en un planchón hasta el corregimiento de Las Brisas. Allí nos aguardaba el waz. Es estado de la carretera entre Bajirá y la vía del kilómetro 40 es pésimo. Tiene muchos huecos. Y eso que apenas está comenzando la ola invernal. Por esto el viaje por esta vía fue lento y tortuoso. A eso de la 11:30 a.m. llegamos a Chigorodó. Llegamos directamente al hotel donde se encontraba la familia Ruiz Gallo para hablarles acerca de nuestra visita. La familia nos comentó que estaba muy aburrida allí; por una parte, porque el administrador del hotel los estaba urgiendo para que desalojaran el lugar. Y además, porque ya la administración municipal argumentaba que no contaba con presupuesto para seguir pagando el hospedaje y la alimentación de la familia. Esta se encontraba haciendo contactos con algunos familiares ubicados en Apartadó, a fin de trasladarse ese mismo día para allá. Como equipo informamos a la familia acerca de los resultados de nuestra visita a su finca en Los Piscingos y la estadía en Las Camelias. Les hablamos de la actitud de solidaridad demostrada tanto por la gente de la Iglesia Pentecostés Internacional, como la de Las Camelias. Mencionamos la idea de un posible plan de transición para la familia entre la reubicación temporal y el retorno a su territorio, una vez superada en alguna medida el duelo actual de la familia. Aunque la familia no descartó del todo este plan, insistió en la necesidad de reubicarse inmediatamente en Apartadó. Considera que no tienen garantías para regresar a su tierra. Esto puso en aprietos al equipo. Consideramos que no podríamos regresar a Medellín dejando las cosas en esta situación e incertidumbre. Esta situación era compartida también por la gente del equipo de la CIJP, que tenían la misión de acompañarles hasta Chigorodó. Por esta causa tuvimos una reunión extraordinaria del equipo en la afueras del hotel. Allí, mientras nos refrescábamos con una limonada bien fría, sopesamos la situación y ventilamos diversas posibilidades. Fue claro para el equipo que la familia no podría salir a Apartadó sin saber a ciencia cierta a qué lugar iba a llegar. Para colmo de males a esa hora del día, cuando ya excedía el medio día, la familia aun no había desayunado. Esto era insostenible sobre todo para los niños y las niñas, que eran 16 en total. Aunque ya el gobierno había depositado en una cuenta de la familia la suma de un millón setecientos mil pesos, para su subsistencia durante un mes, sabíamos que este dinero sólo les alcanzaría para pagar una semana de hotel y alimentación. Era necesario contar con una alternativa inmediata. Fue así como se nos ocurrió apelar a la solidaridad de la Iglesia Presbiteriana de Urabá. Nos pusimos en contacto con Milton Mejía y el pastor Diego Higuita para ello. De manera inmediata se propuso que la familia podría acomodarse hasta el domingo 8 de abril, en el Hogar de Paso que la IPC tiene en Apartadó. Para facilitar este servicio se dispuso que la comisión de diaconía de la IPC en Apartadó se encargara de este asunto. Esta decisión fue comunicada a la familia Ruiz Gallo, que se mostró
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satisfecha. Asimismo, se les dejaron los teléfonos pertinentes para los contactos una vez llegaran a Apartadó, tanto a la familia, como al equipo de la CIJP. Regreso a Medellín Una vez solucionado este impase iniciamos nuestro viaje de retorno a la ciudad de Medellín. De Chigorodó viajamos al aeropuerto Antonio Roldán Betancur de Carepa. Allí abordamos cumplidamente el vuelo de LAN, que no trajo a Medellín sin inconvenientes a las 16:30 horas. EVALUACIÓN DE LA EXPERIENCIA El desarrollo de la misión. Podemos decir con satisfacción que la misión se cumplió cabalmente. Esta comprendía dos fases. Una la visita de acompañamiento a la familia de don Manuel Antonio Ruiz, con el fin de manifestarles la solidaridad cristiana de parte de los sectores ecuménicos de iglesias, tanto nacionales, como internacionales involucradas en la misión. Esta parte procuramos cumplirla con mucho cuidado. La misma se efectuó en dos escenarios diferentes; uno en el hotel donde la familia estaba hospedada y otro en la finca de su propiedad, ubicada en Los Piscingos. Desde nuestra llegada a Chigorodó hasta nuestra salida, la atención principal recayó sobre la familia afectada. Tuvimos momentos amplios de diálogo con toda la familia. Les escuchamos atentamente. Les trasmitimos la palabra de solidaridad que se nos encargó como mensajeros del evangelio que puede impartir consuelo, paz y esperanza, por la gracia del Resucitado. Esta actitud de espiritualidad fue reforzada por algunos momentos de oración. Estos momentos se facilitaron debido a que doña Trinidad, la esposa de don Manuel Antonio, profesa la fe Pentecostal. La parte de la espiritualidad también incluyó una actitud proactiva frente al drama vivido por la familia que la ponía entre la decisión de desplazarse de su lugar de origen, hasta la incertidumbre frente a las consecuencias de una promesa de reubicación por parte del estado colombiano. Esta parte fue manejada contando con el parecer y el respaldo de las comunidades directamente involucradas en los hechos. Esto es, la Iglesia Pentecostés Internacional Unida, a la cual pertenece doña Trinidad allí en Los Piscingos, y la Comunidad de Las Camelias, Zona Humanitaria y Biodiversidad. Gracias a la solidaridad manifestada por estas dos comunidades, que asumen una postura crítica frente a una eventual reubicación y están más de acuerdo con el retorno al territorio, se propuso a la familia la idea de una etapa de transición. La cual puede tomar el tiempo que la familia considera necesario una vez se haya superado el trauma del dolor propio de estos trágicos acontecimientos. De todas formas esta decisión debe ser tomada por la familia con entera libertad, y así se lo hicimos saber. Es claro para el equipo acompañante que esta decisión no descarta toda la tarea de incidencia que deberá adelantarse a fin de garantizar la responsabilidad del Estado en este caso. Es decir, en lo tocante a la seguridad, la reubicación y el eventual retorno de la familia a su lugar de origen. Dado que don Manuel Antonio fue asesinado en cumplimiento de un mandato comunitario primeramente, y luego como delegado del gobierno colombiano en el proceso de censo y restitución de tierras de la Cuenca del Curvaradó. Adicionalmente, damos fe de la diligencia solidaria con que fuimos acogidos en los diferentes lugares visitados. La gente del equipo de la CIJP estuvo atenta a nuestras preguntas y necesidades. Su cooperación desde Chigorodó hasta Los Piscingos y Las Camelias fue permanente y siempre amable. Asimismo la de la 10
gente de Las Camelias. Allí destacamos el papel del hermano Eustaquio Polo Rivera, miembro de la Iglesia Cuadrangular, quien se destaca como uno de los líderes de la Comunidad de Las Camelias. Su ayuda fue muy importante desde la llegada a Los Piscingos, hasta nuestra estadía cómoda y placentera en Las Camelias. Pero este relieve personal de don Eustaquio, no debe desmeritar la generosidad de toda la gente de la Comunidad de Las Camelias. Nos sentimos como en nuestra propia casa. Nos brindaron seguridad, confianza, alimentación y hospedaje, aun más allá de sus fuerzas. Damos muchas gracias a Dios porque, dan testimonio de cómo en medio de la adversidad y de la necesidad se debe compartir con el forastero-a. Asimismo, damos testimonio de que encontramos allí una comunidad asediada por las fuerzas de la muerte (empresarios y grupos armados ilegales) que les impiden vivir en paz y en libertad, en el territorio que les pertenece. Queda pues, una tarea de incidencia que debe ser ejercida con mucho cuidado y seriedad de parte de las instancias involucradas en esta misión, tanto a nivel nacional como internacional. El equipo de trabajo. Fue óptimo. La compañía de Chris Ferguson y de su esposa Susan fue muy agradable todo el tiempo. Con Chris tuvimos un alto sentido de empatía en el ejercicio de la misión. El apoyo adicional de lo hermanos Edilberto Hernández y Oscar Cavadía le dio un toque de mayor responsabilidad compartida al equipo. Nos sentimos reforzados con su presencia y experiencia. Todas las decisiones fueron tomadas de forma consultiva y dialogada y con un alto grado de sentido de la responsabilidad, incluso en lo que tuvo que ver con los gastos operativos. Siempre obramos como un equipo de trabajo. La convivencia ecuménica. La misión desarrollada nos permitió vivir una experiencia de fe muy dinámica e interesante. Desde los cruces e intercambios de fe y de gestos litúrgicos con personas de otras comunidades cristianas, pentecostales en este caso, como fueron las iglesias Pentecostés Internacional Unida y Cuadrangular, en Los Piscingos y en Las Camelias. El hecho que algunas personas involucradas en estos procesos participen en estas comunidades de fe, no ha sido obstáculo para el ejercicio de una espiritualidad comprometida con las luchas por la conservación de la vida y del territorio. Esto debe ser visto como una oportunidad pedagógica muy importante para la convivencia interreligiosa respetuosa de las alteridades. Este mismo proceso se está viviendo al interior de Las Camelias. El hecho de que los chilapos y mestizos llegados de Córdoba y de Antioquia hayan ido adoptando la cultura y las creencias de los pueblos afrodescendientes, habla de otros procesos de inculturación y de diálogo de saberes. Este proceso de transformación sociocultural podría ser muy importante de cara a eventual escuela de formación en el lugar. El equipo da muchas gracias al Dios de la vida por su compañía. Durante todo el tiempo sentimos sus cuidados. Reconocemos que el Espíritu nos revistió de su gracia y de su sabiduría para afrontar los diferentes retos de esta interesante misión. También agradecemos a las instancias representadas por el apoyo prestado. Esto es, al Programa Ecuménico de Acompañamiento en Colombia (PEAC), a la Mesa CLAI y a la Red Ecuménica de Colombia. Amílcar Ulloa Medellín, abril 11 de 2012. Imágenes de Chris Ferguson y Sara Ballardini
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DECLARACION DEL PANEL ECUMENICO Cartagena, viernes 13 de abril de 2012 Análisis socio-eclesial y desafíos del Panel Ecuménico en la Cumbre de los pueblos Los sectores de iglesias y ecuménicos participantes de la Cumbre de los Pueblos hemos analizado, desde nuestra experiencia social, de fe y a la luz de la palabra de Dios, la realidad en la cual vivimos en nuestra región, tanto en el norte, en el centro y en el sur, especialmente la forma como se ha incrementado la militarización de la vida cotidiana y privada. En este análisis se resaltó que la doctrina de la guerra hoy se basa en el control social, en el control de la mente y el corazón de los seres humanos. Esto se refleja en los manuales de guerra que se aplican en la región donde se incluye utilizar estrategias sicológicas antes, durante y después de las acciones militares. El escenario de la guerra ya no se limita al control del territorial y de los recursos económicos, sino que ahora las guerras buscan también la dominación de la mente y el cuerpo de las personas y apunta a la construcción de un pensamiento único. Además, se utiliza la cooptación de las organizaciones sociales, especialmente de indígenas, afrodescendientes y populares. Esta estrategia ve a las ONGs de derechos humanos y de paz como parte de la subversión. Tanto la estrategia militar como la economía neoliberal funcionan de la misma forma. Quienes toman las decisiones para hacer las guerras y para imponer políticas y tratados económicos a los pueblos lo hacen desde lugares lujosos y sus decisiones producen la acumulación de ganancias en pocas manos y la muerte de cientos de miles de personas, de pueblos, de culturas y de la creación de Dios. Estamos ante un sistema económico que pretende controlar toda la vida y ocupar el lugar de Dios para no tener quien le ponga límites. Este sistema engaña incluso a muchos cristianos que lo adoran y le sirven como si fuera el Dios de la tradición Bíblica. Su centro es una economía de mercado con el principio que el capital está por encima de la dignidad humana, del trabajo y del cuidado de la naturaleza. Esté modelo tiene crisis cíclicas pero tiene la capacidad de rehacerse y mostrarse como único y eterno. Es un sistema que produce idolatría ya que exige sacrificios y víctimas con el engaño de producir prosperidad y salvación. El dios de este modelo exige una codicia ilimitada y fomenta una espiritualidad individualista y pragmática donde el único valor es el cálculo de la ganancia económica y política, este es él dios que Jesús llamó MAMMON. Por esta razón este capitalismo neoliberal no quiere aparecer como ateo y materialista; por eso no critica la religión, sino que la manipula y secuestra sus símbolos. 12
Ante esta realidad cotidiana los sectores sociales y grupos cristianos venimos intentando resistir y crear alternativas con iniciativas que se compartieron en nuestro panel. Entre estas podemos resaltar el trabajo de grupos ecuménicos en el norte y en el sur para cerrar la Escuela de las Américas, hoy llamada Instituto para la Seguridad en el Hemisferio. También ha sido de inspiración el trabajo por la objeción de conciencia a la militarización de la vida cotidiana que realizan iglesias y organizaciones cristianas. De la misma manera nos producen esperanza los modelos de integración que buscan romper con este sistema económico e introducen auditorias a la deuda externa, organizan el banco del sur, así como la propuesta de los pueblos indígenas de incluir la perspectiva del buen vivir como una forma de organizar la sociedad, la cual ya ha sido incorporada en las constituciones de Ecuador y Bolivia. Estas iniciativas han surgido de los movimientos sociales después de muchos años de lucha y trabajo donde hemos estado participando iglesias y organismo ecuménicos. En esta participación hemos aprendido que si deseamos contribuir con cambios significativos tenemos que trazar estrategias a largo plazo. Por esta razón es importante aprovechar los foros sociales y de los pueblos para fortalecer las propuestas y aplicación de las mismas entre los diferentes estamentos de la sociedad civil y en las iglesias. En este contexto afirmamos la esperanza como ejercicio de lectura concreta de la realidad que quitas ilusiones falsa y facilistas de la vida para confrontarnos con el compromiso de la vida digna anunciada por Jesús. Como tenemos esperanza damos razón de ellas y nos comprometemos con los siguientes: Desafíos y propuestas Ampliar el trabajo de la objeción de conciencia al servicio militar a la objeción de conciencia al neoliberalismo y a toda forma de militarización de la sociedad. En esta perspectiva necesitamos desneoliberalizar nuestras conciencias o dicho de manera bíblica no podemos seguir pensando y actuando con los criterios de este mundo neoliberal que se nos impone con su lógica de muerte y destrucción humana y de la naturaleza. De acuerdo con esto seguiremos trabajando para que se cierren la Escuela de las Américas, todas las bases militares de los Estados Unidos en los países de la región y cesen los tratados de libre comercio que se han firmado con la lógica neoliberal. Fortalecer la participación y articulación como sector ecuménico en los movimientos sociales y populares en lo local, cada país y en la región. De acuerdo con esto agradecer a las organizaciones ecuménicas que participaron esta iniciativa y pedirles que incrementen su apoyo y acompañamiento a los sectores cristianos presentes en esta cumbre y otros con interés en participar foros sociales similares a este. Las iglesias y como cristianos tenemos el desafío de formarnos y conocer las experiencias de alternativas políticas y económicas que están surgiendo en la región. Necesitamos conocer y profundizar desde nuestra perspectiva de fe en experiencias como el socialismo del siglo XXI, el buen vivir y los nuevos paradigmas que se construyen desde el sur que recuperan lógicas de nuestros pueblos ancestrales y ecológicas. 13
Es urgente que como iglesias y sectores ecuménicos implementemos un programa regional con estrategias de Incidencia para la defensa de los derechos humanos, el cuidado de la creación y la inclusión social. Este necesita partir de la formación y de la realidad concreta de las comunidades e iglesias que acompañan a los grupos vulnerables y a las victimas del sistema económico que pretende dominar el mundo. Las expresiones de sectores de la sociedad civil y de la conferencia episcopal en Colombia pidiendo resolver el conflicto por medio de la negociación política, así como el dialogo epistolar de Colombianas y Colombianas con el ELN y la FARC donde estos grupos manifiestan voluntad en resolver el conflicto por medios políticos y el interés mostrado por el presidente Santos para dialogar con ambos grupos, alimentan nuestras esperanzas que es posible la paz en nuestro país. Por esta razón nos comprometemos en fortalecer y ampliar un movimiento ecuménico en Colombia y en la región para trabajar por la solución negociada del conflicto armado en Colombia, por la reparación y la restitución de la tierras a los desplazados y victimas que permita la paz como fruto de la justicia. Los cristianos, personas de fe, jóvenes, mujeres, indígenas y afrodescendientes participantes en este panel tenemos la esperanza y trabajaremos para que pronto podamos celebrar una sola cumbre, donde los pueblos y los gobernantes que responden los intereses populares estemos juntos debatiendo y encontrando alternativas a los problemas que tenemos, sin dominación de unos sobre otros y sin excluir a ningún país, pueblos y sector social que trabaja por una vida digna, con justicia y anhela vivir en paz. Organizaciones participantes en el panel que subscriben esta declaración: Justapaz, La Comisión de Restauración Vida y Paz de CEDECOL, Red Ecuménica de Colombia, Consejo Latinoamericano de Iglesia (CLAI), CREAS, Cristianos por la Paz con Justicia y Dignidad,Programa de Paz de Desarrollo y Paz del Canal del Dique, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Programa Ecuménico de Acompañamiento en Colombia (PEAC). Ministerio de Diaconía de la AIEC, Acción Permanente por la Paz (EEUU), Hermandad Presbiteriana por la Paz (EEUU), Movimiento por la Reconciliación (EEUU), Red de Lideres Religiosos de Chicago (CRLN), Iglesia Presbiteriana de Colombia, Visión Mundial-Barranquilla, Colectivo Ecuménico de Biblista (CEDEBI), Animadores de Ética y Valores, Servicio Paz y Justicia en América Latina (SERPAJ-AL), Movimiento Social por la no violencia. Aquí estoy País, Confluencia de mujeres del Atlántico, Universidad Reformada, Universidad de Antioquia, Comunidad Cristiana la Unción, ANDAS-Cartagena, ASOAGROBOL, Asociación Nacional Agropecuaria, Camino Verde, ASODESBOL-El Salado en Bolívar, Mujeres Progresistas, Fundación Visión Verde, Cabildo Indígena-Pueblo Nasa, Univalle, Seglares Claretianos, Mencoldes.
DIAS DE ORACION Y ACCION POR LA PAZ EN COLOMBIA 2012 Juntemos nuestras manos por la paz de Colombia Los desplazados necesitan tierra para tener un hogar Actividades realizadas en Cartagena y Barranquilla
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VIGILIA POR LA PAZ REALIZADA EN LA IGLESIA SAN NICOLAS DE LA ROCA, CARTAGENA EL VIERNES 13 DE ABRIL COMO PARTE DE LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS Iniciamos la vigila en el salón comunitario de la parroquia San Nicolás de la Roca. Cantamos, leímos la palabra de Dios, oramos y celebramos la esperanza por la tierra para los desplazados y la paz en Colombia. Allí pintamos casas como símbolo que los desplazados necesitan un lugar para vivir e invitamos a los participantes a firmar la carta al Presientes Santos donde le pedimos que inicie diálogos de paz con los grupos guerrilleros. Del salón comunitario salimos a caminar y celebrar en cinco estaciones en el barrio el Socorro donde compartimos testimonios y esperanzas de los desplazados, los afrocolombianos, los indígenas, los defensores derechos humanos y los internacionales que están en solidaridad con el pueblo colombiano en la búsqueda de justicia y la paz. En la celebración participó la comunidad quienes decoraron y organizaron cada estación con símbolos, música, testimonios y un ambiente festivo de fe y esperanza. La vigilia representó un clamor y un caminar de personas de muchas iglesias, organizaciones sociales y delegaciones internacionales que se unieron y caminaron para expresar un testimonio público que como iglesias y sectores ecuménicos estamos comprometidos y en solidaridad con los desplazados en su búsqueda de reparación, tierras, justicia y paz. Nos sentimos unidos de esta forma a las muchas personas que participaban en otros países de los Días de Oración y Acción por la Paz en Colombia y celebramos la vida como pueblo de Dios en la Cumbre de los Pueblos.
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JORNADA DE ORACION Y ACCION POR LA PAZ EN BARRANQUILLA EL LUNES 16 DE ABRIL
En el campus de la Universidad Reformada y del Colegio Americano de Barranquilla se reunieron estudiantes, profesores, representantes de diversas iglesias y de organizaciones sociales de la ciudad para orar y hacer una acción publica pidiendo la restitución de las tierras a los desplazados y la búsqueda de la paz en Colombia por medio del dialogo y la negociación política. En la celebración participaron el coro de niños del Colegio Americano, compartieron testimonios representantes de comunidades desplazadas que son parte de ANDESCOL y del Movimiento de Victimas del Atlántico. Delegados de la Red de líderes religiosos de Chicago y de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos compartieron el trabajo que hacen por Colombia en este país.
EQUIPO COORDINADOR DE LA RED ECUMENICA DE COLOMBIA: Antonis de Jesús Calvo. E-mail: antonisdej@hotmail.com Jairo Suarez. E-mail: jairohsr@gmail.com Amílcar Ulloa. E-mail: abyayala23@yahoo.es Milton Mejía. E-mail: miltonmej@gmail.com La Red es miembro fraternal de: 16