3 gobierno y medios privados, hacia qué horizonte van

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Por: Byron Andino V.

Gobierno y medios privados, ¿hacia qué horizonte van? En Ecuador, los ciudadanos y ciudadanas hemos sido testigos de la disputa mediática entre los medios de comunicación privados y el Gobierno. Cada sector defiende sus intereses y busca legitimarse, han tomado una postura mediante la que la información se ve rodeada por una intención política para ser manipulada. Se debe tomar medidas para buscar un correcto uso de la información en función del bien común. En el momento de realizar un análisis de los medios que actúan en esta trifulca es necesario tener en cuenta que la comunicación masiva tiene bastantes posibilidades de lectura. Las cuales nos envían al plano ideológico, presente en la línea editorial del medio, y la significación que se configura en los contenidos que expresan quienes laboran en cada institución, y que de igual forma repercute en las posiciones y formas de pensar de los espectadores. Al empezar a hablar acerca de sociedad e ideología es importante reconocer que dentro de la sociedad existen distintos tipos de ideologías. La ideología personal, que abarca solamente el pensamiento del propio individuo; la ideología social, que se produce a partir de los elementos comunes que producen un consenso grupal, y claro esta es la ideología dominante, que ha sido sugerida desde la sociedad política y económica en la historia. En la medida en que se observe que los elementos individuales o minoritarios quieran sobrepasar otras ideologías, se hablaría de manipulación en los comportamientos sociales. De esta forma los dos polos que comportamientos.

se analizarán se encontrarán apegados a este tipo de

El horizonte de la información, que es la sociedad, se ve afectado de cierta manera al dirigir la información hacia otro horizonte cuyos destinatarios son grupos minoritarios. El emisor de todo esto será el responsable de los resultados y consecuencias que se desarrollen. El Estado tiene en su administración a 19 medios masivos. Así tenemos que en el grupo de ‘públicos’ están Ecuador TV y Radio Pública; en los ‘gubernamentales’ están El Telégrafo, El Ciudadano, el periódico popular PP El Verdadero y la Agencia Pública de Noticias del Ecuador y Suramérica (Andes); mientras que los que fueron incautados a los hermanos William y Roberto Isaías, ex accionistas de Filanbanco, están TC Televisión, radioemisora TC Radio, Gama TV, CN3, Radio Súper K, Multicom, América Visión, Organización Radial, Buscapersonas S.A., Editorial Unimasa que imprime las revistas La Otra, La Onda, La Onda Infantil, Más, El Agro y Samborondón, y otras revistas de agronomía y farándula. En varios de estos medios, el Gobierno ha procedido a intervenir dentro de la línea editorial. De igual manera, los medios públicos se han visto tomados por esta influencia que ha quitado su línea alejada del adoctrinamiento ideológico e influencias de dependencia de un poder. Ahora se han dedicado a promocionar y publicitar en su mayoría la agenda presidencial, en defensa del mismo. La labor de los medios gubernamentales es de rendición de cuentas del poder Ejecutivo. De manera parecida, ciertos medios incautados como Gama TV logran la legitimización de esta instancia del Estado.


Los medios privados, en su gran mayoría, tienen su respectiva vinculación a empresas o industrias lucrativas, lo que lleva a tener una posición de intereses económicos-políticos. Se direcciona a estos medios a moralizar a la sociedad y tener ciertos sesgos por sus empresas, lo cual coarta la verdad en ciertos temas que son de interés público. Según el informe de la Comisión para la Auditoría de Frecuencias de Radio y Televisión 2008-2009, publicado por la agencia Andes el 1 de mayo del 2011, estos serían algunos grupos que poseen medios de comunicación y que tienen vínculos con negocios comerciales: El Grupo Vivanco, propietario de diario La Hora con 14 ediciones locales, también manejaría Radio Planeta, Revista Judicial, Satnet (Servicios Agregados y Telecomunicaciones) y Editorial Gran Tauro, que edita la revista Vanguardia en sociedad con el Grupo Martínez, propietarios de los diarios Extra y Expreso. Además, tiene vínculos empresariales con el Estudio Jurídico Vivanco & Vivanco, Casa Vivanco y la televisión paga TVCable. Así mismo, señala que la familia El Juri, manejó Telerama y sus 12 frecuencias, además de negocios automotrices y de perfumería. El Grupo Pérez, figura como propietario de diario El Universo, Radio City, diario Súper; además, es socio del Grupo Alvarado Roca en el sistema de televisión paga Univisa, una fusión entre El Universo y el canal Ecuavisa. Según se señaló en la cadena de radio y televisión, este grupo también tendría relación con negocios empresariales como la Compañía Naviera de Turismo Galápagos, Canodros, Unipartes, también un grupo relacionado con acciones bancarias en el Banco de Guayaquil. Según el informe, el Grupo Pérez también tiene participación accionaria en otros negocios como Uniprensa, Unidiario, Agrícola Guayaquil, Uniediciones e Industrializadora de Alimentos Santa Inés, entre otros. El Grupo Alvarado Roca, por su parte, maneja Ecuavisa, Vistazo, Generación 21, Hogar, Estadio un canal en UHF con señal abierta en Estados Unidos y España; empresas como Artesgráficas y tiene participación accionaria en las inmobiliaria Alcor y Roalpa, Cendetel, y Agroespíritu. El Grupo Mantilla es propietario del diario quiteño El Comercio, Últimas Noticias, Radio Quito, Radio Platinium, Ecuadoradio y la empresa de teatros y cines de Quito, en asocio con el Grupo Mantilla Anderson, de Diario Hoy. Tiene también acciones en Megadatos, Access proveedora de internet, negocios empresariales en Cofiec y sería socio con el grupo Egas Grijalva en Metropolitana del Seguros y Consorcio del Pichincha. Por su parte, el Grupo Egas manejó la cadena de televisión Teleamazonas, Revista Mundo Diners, Agencia Delta Publicidad, las revistas Gestión, Soho, Fucsia, Cosas; además de Banco Pichincha, Banco de Loja, Rumiñahi, la tarjeta de crédito Diners Club; las empresas Multicines, la productora Publi Promueve y sería socio del Grupo Mantilla Anderson de diario Hoy. Adicionalmente, posee acciones en Autodelta, Centro Comercial El Condado, y otros negocios como Megamaxi.


El informe, detallado en cadena de televisión señala, basado en el informe de auditoría, que el Grupo Mantilla Anderson maneja diario Hoy, Radio Hoy, TVHoy, varias revistas, y la empresa de teatros y cines de Quito. En los medios de oposición y en los manejados por el gobierno se organiza a sus directores, editores, periodistas y a todos los trabajadores de estas empresas. Los medios televisivos son ejemplo del manejo masivo que se quiere direccionar. Jorge Ortiz, Carlos Vera, y hoy Janeth Hinostroza y Carlos Ochoa son ejemplos de lo que ha sido colocar a un presentador que se maneje claramente en la línea editorial y defienda los intereses del medio. Vemos entonces que en toda producción de signos, tal como son los noticieros y cada nota periodística, resulta implicado un ser humano, y en él una ideología particular, y a través de él una ideología social. Por lo tanto es claro que la ideología no es algo externo, sino que se encuentra presente en la totalidad de los mensajes que son transmitidos. “La acción de las fuerzas autoritarias” en el texto El Rol del Periodista de Cremilda Araujo Medina (1980) comparte una idea acerca de lo que pueden producir los poderes económicos o políticos en contra del periodismo: La acción de las fuerzas autoritarias sobre la prensa, o más específicamente, sobre el trabajo de recolección y divulgación de informaciones, asume un aspecto formal muy claro e inequívoco, configurado en el ejercicio de poder de censura, en grados variables para cada sistema político.(p. 231) En la actualidad se observa y reconoce de una mejor manera las posiciones de cada canal, periódico, radio y el por qué de ellas, esto debido al debate que se ha incrementado a nivel de sociedad ecuatoriana. La constante arremetida del Presidente contra los medios privados, temas como el proyecto de ley de Comunicación y también el papel que realizan como ciertos periodistas como actores políticos, lo que es reprochable de cualquier forma, ha provocado cierta toma de conciencia social sobre el manejo del periodismo. También varias asociaciones y grupos de prensa internacionales se han pronunciado sobre la situación en Ecuador. Pero también hay que tomar en cuenta que varias de ellas defienden también intereses privados, porque son encabezados por los dueños de los medios, y de cierta manera contribuyen entre sí en la defensa de su labor. Deberían ser más críticos con los medios a quienes apoyan, al igual de con quienes no comparten ideas, para de esta manera tener una visión del panorama total ecuatoriano que se vive. El espacio público que se presenta a la sociedad como una oportunidad de participación e interacción diversa, plural, se ve afectado por el componente político, en este caso de medios que ocupan su tendencia de oposición y también de los gubernamentales, Bernard Miège habla acerca de este punto. El eje político ocupa mayoritariamente el tiempo y espacio de los noticieros, se da preferencia a temas de coyuntura, que responden a la agenda setting. El componente político se lo maneja en los medios, en su mayoría, por los intelectuales, grupos de poder económico, representantes de agrupaciones y sujetos que se encuentran en la palestra pública de este tema. Por lo que la libertad de información de los medios de comunicación ahora se podría oponer a la libertad de expresión al dejar de lado y no dar espacio a personas naturales, y solo otorgar aún más legitimación a los mencionados anteriormente, los intelectuales y ‘poderosos’.


El efecto de esto es la total mediatización de la vida política con la vida privada, y de la sociedad en sí. Los medios de comunicación se han proclamado en ciertos casos como fiscalizadores del gobierno. De igual forma se debería promover la participación ciudadana como sujetos y ya no solo esperar esa mediatización para actuar a partir de esto. Todo este componente ha sido el encargado de actuar sobre las masas, de acuerdo a cada interés, mediante técnicas de gestión social y de comunicación perfeccionadas, que se convertirían en estrategias de dominación mediática, según el francés Miège, cuando se refiere a “El espacio público: más allá de la esfera política”, en el texto Comunicación y Política. En Ecuador estas técnicas han cobrado resultado, pues el cómo y qué se cuenta direcciona el sentido de la información. En distintas votaciones nacionales y en hechos de importancia para el país los efectos de lo que se muestra en televisión se han visto. Las personas hacen caso a un medio cuando creen en la credibilidad del mismo, sea por cuestión de tradición, cultura u otros factores que lo ocasionen. Patrick Champagne nos indica que los medios audiovisuales “poseen hoy un poder simbólico considerable; el poder de constituir problemas, es decir las palabras que configuran las cosas, en suma, el poder de imponer cierta visión del mundo” (pg.238). El Gobierno aparece mediante sus cadenas, enlaces y noticias que destacan su labor, pero no muestran lo negativo que podría existir; mientras que los medios de oposición deslegitiman al mismo mediante sus notas, entrevistas y opiniones vertidas sobre temas en los que tenga que ver el Ejecutivo, Legislativo. La gran popularidad que tiene el Presidente se ha consumado también gracias a las técnicas de comunicación y al empleo mediático que ha sabido realizar en su mandato. Algún declive que en algún momento se produjera o haya producido también tendría influencias de la oposición mediática. De esta manera las personas deciden, y, según la Espiral del Silencio de Elisabeth Noelle-Neuman, por “miedo al aislamiento, marginación, más que al error” se colocarían en una u otra postura. Se explica que quien más hable, se pronuncie y aparezca en los medios se legitimará, tendrá mayor acogida y sacará ventaja de quien calle y desaparezca, así se entiende el comportamiento del Gobierno y los medios de comunicación.. La comunicación en estos medios se torna unidireccional, por lo que hay un criterio que se quiere imponer. Parafraseando a Jesús González Requena (1988), en su obra El discurso televisivo, los programas informativos interpelan al sujeto como espectador, es decir, como a alguien que consume un espectáculo sobre el que no puede intervenir. El exceso de informaciones impide que el sujeto establezca una relación crítica de los contenidos. Los medios radiales, escritos o virtuales también producirían este efecto que es de menor magnitud que en la televisión, pero lo hacen. Estos medios mantienen su acogida en el público, a pesar de que cambiaron y perdió cierta parte de audiencia desde que apareció la televisión. El individuo recolector y generador de la información, el periodista, cumple un papel importantísimo dentro de lo expuesto. Puede reproducir las prácticas de las ‘cabezas’ y dueños de los medios y responder y dirigir su trabajo hacia sus intereses privados o de minoría, o también puede responder al horizonte de la sociedad y así cumplir con nuestra verdadera labor: el servicio.


Buitrón y Astudillo (2005) también nos indican en su texto que: El periodista que entiende su tarea como una herramienta de servicio debe ponerse en la piel de su público para darle respuestas, desde las más sencillas hasta las más complejas (…)El buen periódico no se coloca en un plano superior al lector. No lo subestima ni cree entenderlo. Simplemente lo sirve. Lo satisface. Lo llena. (p. 40) La ética marcará que línea y qué horizonte elige el periodista en su labor dentro de las prácticas comunicativas que vienen realizando los medios privados y los que responden al Gobierno. La búsqueda de la verdad, el brindar información contrastada, sin prejuicios, certera y veraz, no tener ambiciones mezquinas ni egolatrías y otras cosas más nos llevará a acercarnos a una correcta labor profesional. El periodista debe “estar consciente de su compromiso más importante: obsesionado e incansable en la búsqueda de la verdad”, para no caer en los moralismos de grupos con fines de minoría. El mantenernos “independientes” es ser ético, según el texto de Buitrón-Astudillo, lo que permitiría estar a una distancia apropiada del poder y no afectar a la sociedad. La doble dependencia aparece en este sentido, por un lado estamos subordinados frente al salario que se nos otorga y al medio mismo, y por otro a la sociedad y a la verdad. Las prácticas periodísticas que más se ajustan a los códigos del periodismo están muy lejos de ser las más rentables económicamente, esto junto a la intensificación de competencia, la reducción de gastos para la empresa, la inmediatez, entre otras cosas perjudican la labor del periodista ya que todo interactúa con la empresa en la que labora. Los problemas se presentan al momento en que debemos decidir si nos convertimos aliados de tan solo un medio de comunicación o si somos fieles para toda la sociedad. En cada reporte, noticia, los contenidos definirán este dilema, las palabras, significados y signos que utilicemos darán el sentido de lo que se presente a los usuarios. El ejercicio racional de la libertad está en potestad de ser acogido o no. Se debe manifestar el uso de la razón y no el de la moral para llegar hacia nuestro horizonte. El gobierno de Correa junto con el resto de medios de oposición no han cumplido en su totalidad con este fin, pues a pesar de que ha habido críticas de lado y lado de los errores y cosas negativas que existen, no se ha asumido posturas que permitan una conciliación con la búsqueda del bien común para dejar a un costado las luchas políticas o económicas según intereses. Además de realizar un análisis de lo que sucede en la comunicación y el periodismo, pocos se atreven a plantear y ejecutar acciones que permitan a la sociedad retomar la esencia de estas herramientas. Umberto Eco nos habla de que los medios de comunicación y el periodismo han sido tomados como herramientas de poder que utilizan su mensaje para condicionar la opinión, según la fuerza económica o política que lo dirige. La comunicación en sí es bastante complicada, así también la ideología presente en todo acto comunicativo. Esto no debería esconderse, el punto está en que se logre dentro de los medios de comunicación la construcción de un periodista consciente de sus posiciones y limitaciones. Umberto Eco nos dice:


El universo de la comunicación tecnológica sería entonces atravesado por grupos de guerrilleros de la comunicación, que reintroducirían una dimensión crítica en la recepción pasiva. La amenaza para quienes the médium is the message [el medio es el mensaje] podría entonces llegar a ser, frente al medio y al mensaje, el retorno a la responsabilidad individual. (Umberto Eco, Para una guerrilla semiológica, p. 6) La capacidad de distinguir, aceptar, negar los mensajes de los medios sería la correcta práctica dentro de la sociedad para no permitir que se nos utilice ni seamos simples objetos de los poderes y se ejecute la comunicación a favor de la democracia, tal como se refiere la Constitución en los artículos 16, 17 y 18, en la sección tercera de Comunicación e información, al igual que en los tratados internacionales y los Derechos Humanos. Así se construye una de las utopías del autor: salir del ejercicio e ir a promover conciencia y una posición crítica frente a la información que se transmite por los medios. Profesores, alumnos y todos quienes tomamos parte del mundo del periodismo y comunicación social deberían salir para discutir el mensaje en el punto de llegada y confrontar a los códigos de partida, promover comunicación alternativa a los mass media. Se debe defender la libertad de expresión y no confundirlo en ciertas ocasiones con lo que es libertad de prensa, y la propaganda por parte de políticos. Defenderse desde el punto de llegada del mensaje sería la meta, lograr una ciudadanía más consciente y libre para aceptar o no los contenidos y oponerse a ellos en caso de que no cumplan con la guía del horizonte de la sociedad. Bibliografía Araujo, Cremilda (1980). El Rol del Periodista. Quito, Ecuador: Editores Asociados Cía. Ltda. Bernard Miége y Coord. Por Jean Mouchon, André Gosselin, Gilles Gauthier (1998). Comunicación y política. Barcelona, España: Gedisa. Buitrón, Rubén & Astudillo, Fernando (2005). Periodismo por dentro. Quito, Ecuador. CIESPAL. Champagne8-González, Jesús (1988). El discurso televisivo. Espectáculo de la postmodernidad. Madrid, España: Cátedra, S.A. Eco Umberto (1987). Artículo reproducido en el libro titulado La estrategia de la ilusión, Lumen/de la Flor González, Jesús (1988). El discurso televisivo. Espectáculo de la postmodernidad. Madrid, España: Cátedra, S.A. Noelle Elisabeth (1995). La espiral del silencio. Barcelona, España: Hurope, S.L. (2011, 1 de mayo). Política. Ejecutivo revela vínculos empresariales y financieros de grandes medios de comunicación. Andes


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