Rescate a la Identidad

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Introducción

El patrimonio es la fuente de nuestra identidad y el sello que nos distingue como nación. El patrimonio cultural lo componen los bienes que nuestros antepasados han valorado y conservado en el tiempo. Entre estos, se cuentan las obras arquitectónicas o viviendas de especial interés, documentos, libros, objetos de arte, y también creencias, ritos, lenguajes, códigos morales, costumbres, comidas, modos de vestir, y otros elementos que nos constituyen como miembros de un grupo social. Conocer nuestro patrimonio nos ayuda a desarrollar una conciencia más aguda acerca de nuestras raíces y nos permite comprender la riqueza de otros pueblos y culturas. El respeto al patrimonio es la puerta a la vivencia del diálogo intercultural. En el mundo global en que estamos, se hace cada día más difícil mantener nuestra identidad, por lo que hoy es de la mayor importancia fortalecer el sentido de pertenencia a un espacio cultural definido. En el actual proceso de mundialización, el sector salud tiene que asegurar la comprensión de los códigos de pertenencia para establecer, sin riesgos de confusiones desestabilizadoras, los necesarios diálogos con otras culturas.

Por lo anterior nos hemos abocado a la tarea de iniciar la recopilación de antecedentes que puedan dar fe de la historia que precede al hospital Regional de Coyhaique.


La búsqueda de textos

precisos y

datos para construir y

contextualizar una historia puede comenzar de la manera más inesperada. Se cuenta al comienzo con un dato muy simple que llama la atención, a y partir de allí, las redes de lugares y vínculos que se pueden generar sin imaginable, es así como nace la idea de dar cuerpo al “Rescate de la Memoria Histórica del Hospital Regional Coyhaique”. La memoria que se presenta, pretende remontarnos al pasado y mantener

en

nuestra

establecimiento, que

retina

la

génesis

hospitalaria

de

nuestro

sin duda alguna, se ha dado siempre un enfoque en

que todos los esfuerzos realizados se orientan hacia la integración de la salud

para logar en aporte concreto al desarrollo y bienestar de

la

comunidad. Nuestro principal centro asistencial El Hospital Regional Coyhaique, ha sido cuna de un sinnúmero de hombres y mujeres; niños, jóvenes y adultos que

han buscado refugio de sanación

en la

sabiduría de la

medicina entregada por el grupo humano y profesionales de la salud en Aysén. Nuestra sociedad ha vivido cambios sustanciales en tiempo breve, y la región no ha estado ajena a ellos, entre la exuberante y exquisita vegetación e inminente cordillera se ha abierto a todas las corrientes y se ha vuelto permeable. El legado que nos dejaron los que llegaron primeros, fue grandioso y desafiante, “otros vendrán a ocupar un espacio en el amparo de la vida en nuestras tierras patagónicas” , es así, como cada día trabajamos por dar y entregar una mejor salud y

formando parte de la historia de la

salud en la Región de Aysén. Agradecer a Díos por darme la oportunidad de conocer una región emergente, con grandes desafíos en el área y por compartir diariamente con


un calido grupo humano. No puedo dejar de dar gracias y reconocer que sin el aporte de información, guardada sigilosamente y con mucho cariño por los amantes de la Historia de Aysén, no hubiese sido posible dar cuerpo y vida a este desafío. Gracias por su aporte cultural y entrega de datos que hicieron posible que esta pequeña pero significativa Memoria se estampara, me refiero a Dra. Paulina Arriagada Baudet; Neuróloga, Subdirector Médico Hospital Regional Coyhaique; Dr. Mario González Kappes, Traumatólogo y Srta. Jacqueline Schadebrodt. También a

todos los funcionarios que en

forma anónima e incondicional aportaron antecedentes

para que este

anhelo se pueda plasmar Dedicar a todos los usuarios y funcionarios que por décadas han formado parte de esta gran familia Hospitalarias, aquellas personas que luchan y sueñan por que cada día sea un día mejor.

MAX ALEJANDRO AGUILAR BELMAR DIRECTOR HOSPITAL REGIONAL COYHAIQUE


Tiempos lejanos Ancestrales machis y chamanes de las diferentes etnias que poblaron Chile, asumieron las diversas formas de sanar de los primeros habitantes de ese lejano pasado. Probablemente nunca lleguemos a conocer sus ceremonias y creencias, pero si sabemos que una de las principales preocupaciones del ser humano siempre estuvieron relacionadas con la salud. Dice don Benjamín Vicuña Mackenna - ilustre autoridad de las letras chilenas - en su libro -" Los Médicos de Antaño "- que fue una mujer la que dio inicio a la asistencia de los conquistadores que enfermaban. En doña Inés de Suárez, compañera de Pedro de Valdivia, reconoce el primer gesto hospitalario de apoyo a un enfermo. Ha quedado en la historia el 3 de Octubre, como fundacional de la atención hospitalaria de Chile, En realidad lo que se celebraba antiguamente en ese día , era la fundación del "Hospital San Juan de Dios" o "de Nuestra Señora del Socorro", que allá en la Colonia, asistía a los enfermos desamparados. Durante

los

próximos

siglos

se

multiplicaron

estos centros

hospitalarios llegando a constituir una red indispensable que habitualmente estaba en manos religiosas. En la primera mitad del siglo 20 estuvo a cargo de dos entidades: la Beneficencia Pública y la Caja del Seguro Obrero obligatorio. En 1952 se fundó el Servicio Nacional de Salud que llegó a ser la primera red pública nacional para enfermos y discapacitados.


Patagonia El habitar en una de las regiones más australes de Chile, un confín de la Patagonia, no nos resta del ambiente del siglo 21, tampoco nos aísla de las tecnologías actuales, de las que podemos enterarnos fácilmente, ahora que las comunicaciones constituyen una tónica difícil de soslayar en nuestras vidas. En este contexto puede ser saludable repasar algunos episodios del desarrollo de la Medicina en estos parajes, que con su fuerza y verdad desde el pasado, es un complemento necesario para interpretar el presente. Porque otros vendrán después de nosotros a ocupar un espacio en el amparo de la vida en estas tierras, así como llegamos nosotros a ocupar el de otros, con una presencia e inmediates en nuestro pensamiento, que nos hace sentir un protagonismo especial y personal, sin darnos cuenta que sólo somos uno de los eslabones de esta cadena. Durante la época colonial exploradores como Ruiz de Gamboa, Ladrilleros o Moraleda, trajeron sus sangradores que con las sanguijuelas tan abundantes en el litoral y vapores de azogue, asistían a sus prójimos en el difícil arte de la sanación. Cuando estos tratamientos faltaban dice la crónica el paciente entregaba su alma al Señor con enormes sufrimientos; y la dudosa competencia de su sangrador. En primer lugar, existe un curioso antecedente del naufragio de la Fragata Wager en las islas del sur de Aysén, que ocurrido en el año 1740, obligó a los náufragos a transitar de isla en isla ayudados por los aborígenes, hasta llegar a

Castro,

después de 2

largos años de

peripecias en los canales. En este grupo venía un médico, con el los marineros

en

sus


hambres

más cegadoras,

quisieron ensayar el canibalismo, y este no es un

mal chiste, es una realidad que la historia ha guardado, demostrando la vulnerabilidad de nuestro oficio, que siempre esta relacionado con los momentos de extremo sufrimiento, para compartir con la victima, de alguna manera, su suerte. Posteriormente en 1856 el médico alemán Franz Fonck tendría importante participación en las expediciones de Hudson y sería el primer estudioso de los glaciares de Aysén. Existe en su obra por lo menos un texto dedicado a Este estudio. Guillermo Pen Davis formó parte de la expedición del entonces capitán de fragata Enrique Simpson que en tres viajes elaboró el primer informe sobre las posibilidades de Aysén. Este cirujano primero de la corbeta Chacabuco confeccionó un documento de inestimable valor en que relata las bondades de nuestra naturaleza, así como una detallada descripción de la flora y fauna de la zona.


Llegaron primero Con la llegada de los primeros colonos a esta región a mediados del siglo XX, la antigua Sociedad Industrial de Aysén ( SIA) trajo desde argentina al médico alemán Georg Schadebrodt, el había llegado de Alemania era huérfano a causa de alguna de las guerras tan frecuentes en Europa. Se había embarcado en un buque turístico para ejercer la profesión y el destino lo trajo a las pampas de la Patagonia donde tomó contacto con una colonia polaca que dirigía el conde Von Saporski, cuya hija llegaría a ser su esposa. Cualquiera de nosotros que haya viajado por la carretera cuarenta de argentina ha visto un modesto letrero que indica la entrada a Nueva Luveka, antigua y ya desaparecida, colonia europea fundada por el conde Von Saporski.

GEORG SCHADEBRODT UN MEDICO ALEMAN EN AYSEN


La búsqueda de datos precisos para reconstruir y contextualizar una historia familiar puede comenzar de la manera mas inesperada, se cuenta al comienzo con un dato muy simple que llama la atención, y a partir de allí, las redes de lugares y vínculos que se pueden generar son inimaginables, este caso comenzó con el hallazgo de una tumba en un paraje solitario entre Tecka y Trevelin, sepultura que a ras de suelo y tapada por un manto de hojas conservaba los restos de Margaret Rethe Von Saporski en el desaparecido paraje de Súnica en la ex colonia 16 de Octubre, hoy Tevelin Argentina. Luego la búsqueda continuó entre viejos papeles del Ministerio del Interior en el Archivo General de La Nación Trasandina mientras se revisaba información sobre la Patagonia Argentina. Luego se logró relacionar este apellido con el médico Georg Schadebrodt, cuyos descendientes ubicaría luego en Coyhaique, Chile. Georg Ludovic Schadebrodt nació en la actual Polonia, cuando este territorio era considerado alemán porque pertenecía al Imperio Astro Húngaro. El lugar se llama Stettin y está ubicado en la última estación del tren que va entre Varsovia y el puerto de Danzig. Esta zona perteneció a Prusia. Georg de joven estudió medicina y encontró trabajo como médico a bordo en la línea de vapores de la "Hamburger Line", un importante servicio de cruceros que hacía el trayecto hasta una colonia alemana de Kamerún y de Alemania hacia América del Sur. En algún momento de su vida debió conocer a Ana von Saporski, con ella contrajo matrimonio y se trasladó a América en el año 1910. Según su nieta Cecilia, Ana pertenecía a la alta sociedad de la época y al enamorarse de un "plebeyo" debió abandonar su casa, actitud valiente y no muy común para esa época.


Ellos salieron del puerto de Hamburgo en el vapor "Santa Lucía" y desembarcaron en Río de Janeiro en Brasil. Ana viajaba acompañada de su hermano Gunther y cuentan sus descendientes que ella no se habituó al clima y debieron trasladarse más al Norte, hacia Petrópolis, lugar de Brasil donde ya se había radicado una numerosa colonia alemana. En Brasil debieron estar muy poco tiempo, porque para el mismo año de llegada a América, el matrimonio Schadebrodt Von Saporski ya se había radicado en Buenos Aires, Argentina. Allí fueron contactados por empresarios ganaderos ingleses que poseían tierras en Patagonia y Georg es contratado como médico, Se trataba de la "Compañía Industrial del Aisén", que tenía oficinas en Buenos Aires. La empresa fue administrada por Angus Mac Donald y por John Dun. Con este trabajo debió trasladarse al puerto de Comodoro Rivadavia, donde compraron una casa. Georg no es el único médico alemán que residió y trabajó en Comodoro Rivadavia, también estuvo Rudolf Krieger en 1902 y Max Lange, que se dice que llegó durante la construcción del ferrocarril que uniría esta ciudad portuaria, con la localidad de Sarmiento. Como Georg, Max Lange también trabajaba en la "Hamburger Line", dejó el buque para siempre durante el brote de una epidemia en Comodoro, y de allí en más se empleó en la Compañía Ferrocarrilera de Petróleo. La empresa para 1920 tenía doscientos seis empleados y explotaba estancias en territorio argentino y chileno; la más cercana a Comodoro Rivadavia era la estancia "Arroyo Verde", situada en el paraje del mismo nombre. Las otras tres estancias estaban ubicadas, una en la margen Sur del río Senguer, la otra al Norte del Arroyo Seco, sobre el cerro Cantaush y otra más al Oeste, entre el mismo Arroyo Seco y el Cañadón del Ñirehuao. Con este trabajo y en esta zona permaneció hasta 1917; luego debieron trasladarse a la estancia que la firma tenía en el valle del Aysén, en un lugar conocido como Baquedano, actualmente Coyhaique. El administrador local era un inglés


de apellido Anderson y ellos debieron establecerse y compartir en un primer momento, la casa que ocupaba August Me Phail. La "Anglo Cholean Pastoral Company" que estaba en Chile desde 1903, era concesionaria del Solar A, Manzana ¡V 23, del pueblo de Comodoro Rivadavia. Un alemán en medio de ingleses; todo un tema. Mientras esto sucedía, según Cecilia, Gunther, el hermano menor de Ana, se radicaba en el hoy desaparecido paraje de Súnica con su familia en una estancia que se llamaba "Cabeza de Vaca". Allí nació Hans, el primer hijo del matrimonio. Según el informe Pomar de 1923, del médico Schadebrodt dice lo siguiente: "... poseía una biblioteca y sería el más apto para atender además una estación meteorológica que seria única en la región". En Coyhaique entrevisté a su nieta Cecilia; de sus palabras logramos completar y contextualizar la vida de Georg; aparece allí el dolor que causan las pérdidas; llama la atención y podemos compartir algo de sus sentimientos, por ejemplo y entre otras cosas: imaginar el impacto que resultaría ser alimentados desde niños con ciertas comidas típicas, singulares a una región del mundo, que producen ciertos olores específicos; todo esto sin saber ni ser conscientes de dónde viene... y muchos, muchos años después, durante su viaje por la tierra natal de sus abuelos; reencontrarse con esa mismas comidas y olores, guardados en la memoria a través de los años. En 1918, ante el ofrecimiento de la Sociedad Industrial del Aysén, esta familia echó sus bártulos en una chata y partió con un contrato rumbo a Coyhaique, estableciéndose primero para la atención de público en las cercanías de lo que hoy es la Escuela Agrícola. Posteriormente, el doctor compraría una chacra que existe actualmente, en donde vive su hija; y que é! cultivaría por muchos años.


El Dr. Schadebrodt atendía a los colonos en sus casas. Corría la tercera década del siglo veinte, eran los tiempos en que la Bandera Chilena se izaba con la música de la única vitrola de la localidad que en ese tiempo se llamaba "la cancha", Baquedano después y Coyhaique posteriormente. En 1937 llegó el doctor Alejandro Gutiérrez y el doctor Schadebrodt abandona el ejercicio de su profesión para dedicarse de lleno a la agricultura y ganadería. El doctor Alejandro Gutiérrez, un día enfermó y luego de una semana viajó a Puerto Aysén para consultar con su colega. Sospechaba un cuadro abdominal que en los últimos días se había agudizado. Esa misma tarde falleció de una sepsis a causa de una peritonitis apendicular. Podríamos decir, que es una de las primeras víctimas médicas de la marginalidad. En 1977, igual suerte correría el querido colega doctor Hernán Zenteno, que en un turno en el Hospital de Coyhaique, dejó de existir después de una larga cirugía nocturna. En un larga lista recordamos a antiguos funcionarios de la salud en Coyhaique, los practicantes Guillermo Gaete, Juan Reiñanco, Alfredo Dinamarca Amado Lizama, administrativos como Alfonso Serrano, Alberto Osorio, el dentista Juan Pantarrieu, la matrona Mercedes Barra para hablar solo de los primeros contingentes que la noche de los tiempos ya borro, después vendrían otros y otros y así seguirá sucediendo.


Historia oral El relato de los actores de los hechos del pasado, sus registros, testimonios grabados, todas formas del recordar, es historia oral. Ya no tiene crédito la historia de los grandes personajes que ganaban batallas, historia de los vencedores contra los vencidos. Hoy se prefiere la historia de lo que hemos vivido con nuestras pequeñeces y nuestras grandezas.

Estamos empeñados en todo el mundo en desentrañar los recuerdos y las experiencias de los actores, develando el pasado. Sí no conocemos y reconocemos el pasado estaremos condenados a repetir los mismos errores. Quien cuenta es muy importante, ya que, de uno o de otros van renaciendo testimonios olvidados, este método de investigación permite a través de entrevistas, acercarse a la verdad del pasado. La historia de la salud en Aysén ya no podrá ser la historia de los médicos solamente, incluirá los testimonios de los que han dado cuerpo y existencia al equipo de personas, que desde las múltiples actividades, han contribuido con su grano de arena a que nuestros enfermos tengan el amparo que necesitan, y no me refiero solamente a los funcionarios relacionados directamente con los pacientes si no también, a los que barren a los que lavan a los que calculan, a los que cocinan, a !os que anónimamente ponen su cuota de esfuerzo para que todo e! equipo pueda funcionar. Las experiencias de cada uno van conformando el quehacer humano de una escuela, de un hospital o de cualquier otro servicio público, incomprensiones,

penas

y

olvidos,

injusticias,

pero

también

compañerismo, generosidad, solidaridad en momentos difíciles, y pasan


los años cada vez mas veloces y es necesario reconocer la jerarquía que da la edad, y la experiencia y también el recuerdo y homenaje cuando los adioses son necesarios.

El Hospital de Coyhaique El Hospital de Coyhaique, tiene su origen en la Casa de Socorros del Seguro Obrero Obligatorio, fundada el primero de septiembre de 1937 y fue su primer Médico y Director el Dr. Alejandro Gutiérrez Gajardo, Agente y Secretario Médico Sr. Alejo Martínez V., Dentista El Dr. Juan Pantarriu Navarrete, Matrona Mercedes Barra Mellado, Practicante señor Juan Reñanco, Secretario y don Alejandro Martínez Vigoreaux, cuidador nocturno Don Alfredo Dinamarca Caro Auxiliar y portero Don Amado Lizana Santana.

La casa estaba ubicada en la calle Serrano a media cuadra de Baquedano. De esta casa de socorros dependían las postas de Balmaceda a cargo de Don Cesar Cosme Mencía y la de Cisne a cargo de Don Francisco Montenegro y la Posta de Puerto Ibáñez. Era una casa común habilitada para el efectos donde había salas de consulta, un pequeño pabellón de cirugía, y en el segundo piso una pieza con un par de camas que servían en casos urgentes, ya que las hospitalizaciones eran en el domicilio de paciente, igualmente las curaciones y otros procedimientos se hacían en la casa de cada uno.


Ramón y Gloria Angélica, con sus padres, Dr. Alejandro Gutiérrez y Sra. Aída de Gutiérrez, Coyhaique.


El Consultorio de Coyhaique empezó a funcionar el 1º de Septiembre de 1937, a cargo del doctor Alejandro Gutiérrez Gajardo. Antes existía allí una Posta que era atendida dos veces por semana por el médico de Puerto Aysén. En un principio el consultorio funcionó en dos piezas arrendadas y por todo personal contaba con el médico y un mozo.

En muchas ocasiones se presentó el caso de intervenciones quirúrgicas de urgencia, sin contar con los medios necesarios. Ante la gravedad de algunos casos se procedió a operar con elementos muy primitivos.

Los habitantes de otras ciudades no se imaginan la constancia, los sacrificios de toda índole que han tenido que soportar y siguen soportando los pobladores de esta región, en donde se está forjando a golpes de esfuerzo el porvenir de la patria. La esterilización de las ropas se hacía en un tarro aceitero de 50 litros, herméticamente cerrado. Como no había pabellón quirúrgico se operaba a domicilio y se improvisaba una mesa cualquiera, a la cual el enfermo era amarrado con cordeles.

Pudiera creerse que exageramos, que recargamos las tintas; pero la verdad es esa. Todos los habitantes de Aysén lo saben. Sólo a tres días en barco del continente, se han registrado en Aysén casos que parecen producto de la fantasía o que hubieran ocurrido en los poblados negros del centro del África, adonde de tarde en tarde suele arribar algún misionero que es a la vez médico, cirujano y catequista.


A pesar de todo, las operaciones efectuadas en condiciones tan precarias tuvieron el mejor resultado. Dependían del Consultorio de Coyhaique las Postas de Balmaceda, a 90 kilómetros de distancia y Río Cisnes, a 350 kilómetros, viajando por territorio argentino. Más tarde se obtuvo el traslado a Coyhaique de la Casa de Socorro que existía en Puerto Aysén, con 10 camas de hospitalización. A fines de 1942, se hospitalizaba al primer asegurado. Hasta 1946 se han hospitalizado cerca de 300 enfermos entre asegurados, particulares e indigentes. La atención de estos últimos corresponde a la Municipalidad; pero nunca se ha obtenido que la Corporación financie los gastos. La solución de este problema médico social estaría en que la Beneficencia se haga cargo de los enfermos indigentes mediante un contrato con el Seguro Obrero. Se han hecho ya algunas gestiones en este sentido. Tanto el Consultorio como la Casa de Socorro han ido mejorando paulatinamente sus instalaciones. Se cuenta con un moderno consultorio de dentista, con el instrumental de obstetricia y de cirugía, con seis camas de hospitalización. La alimentación de los enfermos es atendida por un concesionario.


Médico Jefe de la Caja del Seguro Obrero, Dr. Alejandro Gutiérrez y su personal.

Jefe del Servicio Sanitario, Dr. Don Hernán León León.


La Caja de Seguro posee una manzana de terreno en Coyhaique para la construcción de una moderna Casa de Socorro y ha destinado los fondos necesarios; pero la iniciación de la obra se ha venido postergando desde hace más de tres años. De acuerdo con los planos aprobados, contará con modernas instalaciones y comodidades que facilitarán enormemente el trabajo médico. El pabellón quirúrgico contará con equipo e instrumental modernos. El rápido aumento de la población tanto urbana como rural en el sector de Coyhaique, indica que esta construcción hospitalaria es de absoluta necesidad. Durante el año 1945, el Consultorio de Coyhaique, tuvo el siguiente movimiento: Suma pagada en subsidios $ 6.712,70; Hospitalizados 59; operados 17; gastos de alimentación $ 14.247,00; entradas por hospitalizaciones particulares $ 8.867,73; consultas médicas 1,111; recetas despachadas 604; curaciones 702; inyecciones 1.132. No se registró ningún fallecimiento. El consultorio de Chile Chico, está a cargo del doctor René Faraggi Cohén; Agente de la Caja de Seguro, es el señor Luís Martínez Mosselli; matrona, la señora Bella Martínez Rebolledo. Cuenta

con

una

Casa

de

Socorros

dotada

con

seis

camas.

Dependiente de este Servicio la Posta Rural de Río Baker. Los Servicios .Médicos de la Caja de Seguro Obrero Obligatorio de Aysén dependen de la Dirección Médica Zonal perteneciente a Puerto Montt, cuyo Médico Director Zonal es el doctor Antonio Valenzuela Valenzuela, los Servicios Administrativos dependen de la Caja local de


Puerto Aysén y éstos de la Administración Zonal de Valdivia, cuyo Administrador Zonal es el señor Eugenio Silva Espejo. La Oficina de la Madre y el Niño de Coyhaique tuvo en 1945, el siguiente movimiento: Madres inscritas 40; niños inscritos 41; partos atendidos 26; mortalidad infantil 2. Todos los años el personal de la Caja de Seguro coopera entusiastamente a la celebración de la Semana de la Madre y el Niño. El doctor Alejandro Gutiérrez y la matrona señora Mercedes Barra Mellado dedican sus mejores esfuerzos a esta labor social, por lo cual se han granjeado el reconocimiento y adhesión de todos los sectores de Coyhaique. A la par que los servicios asistenciales de la Beneficencia, la Caja de Seguro cumple una misión de vastos alcances en la provincia, defendiendo la salud y la vida de los pobladores, misión que impone sacrificios y abnegación personal, sobre todo si se tiene en cuenta el aislamiento y las enormes distancias entre los-centros poblados.


Comisario de Coyhaique, Capitán señor Oscar Vallejos Lastra, Dr. Alejandro Gutiérrez y oficialidad que componen la Plana Mayor del Cuerpo de Carabineros de Chile, en Coyhaique.

En 1946 la gran provincia de Aysén, que tan cristalinas esperanzas se tienen de ella. Tierra prometedora para unos, Reserva de la Patria para otros, se está desarrollando modeladamente, como si fuera la hija predilecta, bajo la labor progresista que llevan sus instituciones, sus hombres. Son dos los hombres que la Dirección General de Sanidad, le confiara la gran tarea de modelar a esta prometedora provincia, de darle vida, salud e higiene: el Dr. Hernán León León, el uno, y el Dr. Alejandro Gutiérrez Gajardo, el otro.


Dos apóstoles de la medicina. Sumamente jóvenes los dos, la jefatura Sanitaria Provincial está en manos del doctor Hernán León, con asiento en Aysén, capital de la provincia. Desde 1942, teniendo en sus manos el control de los 22.000 habitantes, desparramados, podríamos decirlo así, en casi 10.000.000 de hectáreas que comprende el territorio de la provincia, secundado valientemente por su distinguido colega Dr. Alejandro

Gutiérrez. Con asiento en la ciudad de Coyhaique, contando

con el reconocimiento de todo el pueblo de Coyhaique. La crisis porque atraviesa nuestro país, la falta de buenos medios, de comunicaciones, etc., etc., no son barreras, ni obstáculo para que la Dirección General de Sanidad no lleve a la práctica, a través del inmenso territorio, sus principales tareas, como inmunización, control de enfermedades comunicables, saneamiento y salubridad de la vivienda, control de alimentos y sus manipuladores, campaña antivenérea y bioestafísica. Para decir verdad, esta es una de las instituciones que mejor instalada está en la .provincia, contando con material propio de movilización. Una de las preocupaciones del doctor León ha sido la de dotar de un competente personal. Ya que es bien cierto que provincia de Aysén se está caracterizando a pasos agigantados por el espíritu tenaz de sus hijos, hace poco tiempo, está todavía latente el regocijo con que el pueblo de Coyhaique recibió la creación de un nuevo servicio, para la mejor atención de sus necesidades. Al frente de este nuevo servicio está el distinguido facultativo Dr. Alejandro Gutiérrez, verdadero apóstol de su vocación por quien el pueblo siente un franco cariño.


Dr. León, operando en el Hospital de Pto. Aysén

En 1952 estaba lista la construcción en la calle Prats del flamante hospital de Seguro Obrero que con la creación del Servicio Nacional de Salud escaño paso a formar parte del primer servicio nacional que aunaba todas las instancia de salubridad de Chile.


Toda la cuadra donde hoy esta el Registro (civil, el INP y la población Candelario Mansilla mas la actual Gobernación pertenecía al hospital de Coyhaique. La actual

gobernación era la casa del director del hospital, la

construcción del hospital era sólida y de buena calidad, pero tenía techo de tejuelas lo que mas adelante sería motivo de incendios. La calefacción era con estufas marca Volcán a leña por supuesto y en cada sala, dependiendo de su tamaño había una pequeña o una grande, todas

de la misma marca, que por

lo demás

fue la calefacción de preferencia en el sur de Chile. La Sra. Oriana Mayorga y don Ferlin Fernandez se emplearon el año 1949 en la casa de socorros. Trabajaron sin remuneración durante tres años haciendo votos para ser contratados. El Sr. Juan Reiñanco, experimentado practicante de los antiguos, formado en la escuela de practicantes de Chile instruía a los nuevos funcionarios en curaciones e inyectables y las múltiples tareas de la salud. Los nuevos funcionarios hacían de todo: estafetas, auxiliares, cuidadores, aseo, mantención turnos de noche para ir a buscar a la Sra. Blanca

matrona, hay que en las noches Coyhaique no tenia

iluminación en las calles y la matrona debía venir del brazo de alguno de los jóvenes que la iba a buscar. Se recuerda que aunque refunfuñaba en las madrugadas, era una excelente matrona. Director del primer hospital siguió siendo el de la de socorros el dr. Rene Faragie Cohén. Una de las mas grandes nevazones de las que se tiene noticias en la Región de Aysén ocurrió el año 1965, La denominación de terremoto blanco se la debemos al entonces periodista gran admirador de Aysén Mario Gómez López. A través de emotivos reportaje fue contando a Chile lo que sucedía en esta región.


Ese mismo año también fue un mal año para el hospital de Coyhaique ya que un incendio consumió parte del edificio que estaba ubicado, como hemos dicho en donde hoy funciona el INP. Aysén siempre ha sido una región que aparece en letras de molde haciendo noticia .cuando una catástrofe o un accidente aéreo u otras calamidades, nos toca sufrir. En este incendio, el Dr. Jorge Montecinos Soto, sufrió sendas quemaduras en la cara, un avión Douglas DC 3 llamado “El Canela” se encontraba por casualidad en Coyhaique, estaba a cargo de la Fach y su comandante accedió para trasladar al Dr. Al Hospital de Carabineros en Santiago, El Director de ese momento era el Dr. Ramos. Posteriormente asumió como director el colega más antiguo de todo el Dr. Jorge Montecinos Soto quien inició de inmediato las gestiones para la adquisición de un sitio para la construcción de un edificio adecuado. La Fuerza Aérea de Chile poseía el terreno donde se encuentra el actual hospital. Gestiones interminables permitieron por fin adquirirlo a nombre del SNS, No obstante las gestiones estuvieron estancadas por un año hasta que el hospital sufrió un segundo incendio definitivo. La emergencia obligó a trasladar a los enfermos a Puerto Aysén, y a casas de funcionarios, a la Cruz Roja y al Regimiento. Meses después se habilitó parte de la actual Escuela Pedro Quintana Mansilla, en donde se reunió toda la actividad hospitalaria. Pero las visicitudes del hospital no habían terminado, en la escuela, transformada en hospital, ocurrió; lo que ocurre en las películas, una lámpara en la sala de maternidad cayó sobre una cortina iniciando un incendio que dejaría una victima fatal, un recién nacido falleció con graves


quemaduras dentro de una improvisada incubadora. Destacada labor en ese episodio le correspondió al funcionario Robert Mac-kay Honorato quien con mucho arrojó salvó a dos recién nacidos de entre las llamas. Nuestro héroe apodado cariñosamente como "el mula Mac-Kay" recibió de parte del Cuerpo de Bomberos una medalla al valor. Los inviernos de Aysén siempre cobran victimas y aun hoy, con temor escuchamos las sirenas de las bombas que en días y noches frías corren con ese lúgubre lamento a socorrer a los siniestrados. El día tres de octubre del año 1966 se colocó la primera piedra del actual edificio. Ceremonia emotiva en la participaron todos los funcionarios, llena de anécdotas y recuerdos. Cada funcionario plantó un árbol al fondo del para recordar ese día. Los árboles crecieron magníficos durante muchos años, llegaron a ser adultos hasta que en la tercera ampliación del hospital fueron arrasados por el progreso.

En noviembre 1969, traslado a las nuevas dependencias hospitalarias.


Octubre 1969

Inmediatamente el Dr. Montecinos inici贸 las gestiones para su ampliaci贸n ya que era evidente que quedaba estrecho, La primera ampliaci贸n se inicio en 1970 y la segunda en el 2000.


1972

1973


El Hospital tal cual como lo conocemos hoy se comenzó a gestar en su diseño y planeación en la década de los 90.

Para lo cual un grupo de

facultativos del Hospital se avocaron a la tarea de levantar un ambicioso proyecto de Normalización que sería financiado por un Convenio de Programación entre el Ministerio de Salud y el Gobierno Regional. Estos esfuerzos dieron su fruto el año 1998 cuando se comenzó la construcción del actual Hospital Coyhaique. Trabajos que concluyeron en el año 2000. Con esta obra el Hospital creció a 9.994 m2 con una inversión cercana a los siete mil millones de pesos entre infraestructura y equipamiento nuevo para el Hospital. Sin embargo quedan pendientes de normalizar algunas unidades tales como Esterilización, Laboratorio Clínico y Alimentación. En los últimos 10 años este Hospital a sufrido cambios importantes en cuanto a infraestructura pero también a debido sufrir cambios en la manera de organizarse y de cómo dar solución a las prioridades de salud de su población a cargo. Lo anterior se materializa legalmente a través de la reforma de la Salud, la cual ha introducido una nueva mirada respecto de la manera de cómo hacer salud y donde se deben focalizar los recursos del sector. Dándole forma a esta nueva manera de hacer salud, nos encontramos en la actualidad, con muchos desafíos por delante.


HOSPITAL REGIONAL COYHAIQUE


VISTA AEREA HOSPITAL REGIONAL COYHAIQUE


Bibliografía: o Chile Austral ( Aysén ) I Tomo 1945. Antonio Mansilla Ruiz. o Hospital de Coyhaique, una historia en tierra de pioneros. Mario Gonzalez Kappes. o Biografía de Georg Schadebrodt, Jacqueline Schadebrodt.



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