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ACCION SOCIALISTA LIBERTARIA
Del 1° de mayo de 1886 al 1° de mayo de 2018
Seguimos la lucha por el Poder Directo del Pueblo Este 1° de mayo nos presenta la oportunidad de sentar prioridades en las luchas que venimos dándonos como pueblo trabajador. Será clave para ello pensarnos desde nuestra clase y desde sus organismos, sindicatos o asambleas y por fuera de las herramientas políticas de ocasión. Debemos partir del acumulado, de nuestra historia como clase, de la propia experiencia de las luchas. Cada día despertamos con un nuevo ataque de la avanzada del Capital, del Estado y el Patriarcado sobre nuestra clase. Y cada dia se le responde con nuevas luchas de trabajadorxs que resisten desde sus lugares de trabajo o en las calles. Lamentablemente, esas luchas encuentran aún pocos canales de unidad para fortalecerse. Más bien, vienen primando intereses sectoriales o parciales por encima de los de la clase, que tienden a debilitar o desgastar esos gérmenes de conflictividad, por la imposibilidad de acumular fuerzas para enfrentar al combo empresario, estatal, mediático y burocrático sindical. El 1° de mayo deberá servirnos, entre otras cosas, para ayudarnos a hurgar en nuestra historia y reconstruir la confianza en la
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fuerza transformadora que, como clase trabajadora, tenemos; para contagiarnos del espíritu de combate de una clase que encuentra sus herramientas para enfrentar, hasta con la vida, todo tipo de avances en contra de sus sueños.
Recuperemos
la fecha para
la clase trabajadora
El 1° de mayo de 1886 se iniciaba un plan de lucha en las principales ciudades de EE.UU. que se venía organizando desde bastante tiempo antes. La prensa obrera y anarcosindicalista de la época convocaba a “un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un dia para comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo. Ocho horas de descanso y ocho horas para lo que nos dé la gana”. El 4 de mayo, en plena consolidación del movimiento a partir de la acción directa y la huelga, el terrorismo de Estado lanza la provocación en el mitin obrero de Haymarket, haciendo explotar una bomba y desatando la represión. Activistas son perseguidos y fusilados por la espalda en movilizaciones. Se cierran periódicos y se prohíben sindicatos y manifestaciones. Meses después, la justicia patronal condenaba y mandaba a la horca a los principales dirigentes obreros libertarios como Spies, Parsons, Engel,
Fischer y Lingg, intentando dar un claro mensaje aleccionador: no más rebeliones ni luchas por derechos para lxs trabajadrxs.
La
lucha sigue encendida
Ayer y hoy, la historia de la lucha de clases es de rebeliones y revoluciones, de huelgas de masas y organización obrera clandestina y silenciosa, de resistencia pacífica y acción directa, de piquetes, barricadas, escraches y ocupaciones. Lxs trabajadorxs fuimos y vamos así construyendo nuestro programa de liberación, nuestros métodos de organización, y nuestros medios para alcanzarlo. A veces avanzando más y otras veces menos. A veces resistiendo y otras veces atacando, dependiendo de los volúmenes de fuerza y organización acumulados. Si hace 132 años en Chicago se pelaba por una jornada laboral de 8hs, hoy en Argentina, lxs trabajadrxs nos encontramos frente a un nuevo y fuerte avance del programa del capital que nos pretende tener produciendo más tiempo que durante aquellas años. El plan que ejecuta Cambiemos avanza en ese sentido intentando transformar nuestras condiciones de trabajo para ponerlas bajo lógicas de mayor productividad y avasallando nuestros derechos laborales, generando mayores despidos, atacando el derecho a huelga o nuestros convenios colectivos de
trabajo y empobreciendo nuestras vidas. Sigue aumentando por encima del 40% de la sociedad lxs que nos encontramos en una extrema situación de precarización laboral. Tras dos años de gobierno de cambiemos se han perdido casi 100 empleos por dia, y los que se “crean” son monotributistas, como muestra de una relación laboral extremadamente precaria. Al mismo tiempo, a esta altura de la gestión de gobierno ya casi mil trabajadorxs hemos dejado la vida en las tareas laborales. Seguimos conviviendo con un verdadero genocidio laboral. El 2018 arrancó con un alto costo de vida, inversamente proprcional a los ingresos que se perciben por las horas trabajadas. La propuesta del gobierno de imponer un techo del 15% en las paritarias, solo está siendo posible por la complicidad de las burocracias sindicales podridas que venden las luchas y regalan acuerdos sin resistencia. En muchos casos, postergando las luchas por la apuesta suicida de recuperar el gobierno en el 2019. Hoy una docente con un cargo no gana más de $12000 y una jubilada, tras el robo de diciembre tiene un ingreso de $7660. Lo único que no para de aumentar es el costo de vida y las tarifas, que se convierten en impagables para más de la mitad de lxs trabajadorxs que reciben un ingreso promedio de $9000, cuando las tarifas han aumentado entre 400% y 1000%.
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1. Primero de Mayo, dia de Lucha y Organizaciรณn!!
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Unx trabajadorx cooperativista recibe $4750, y ha recibido como propuesta de cambio la modificación en el programa Argentina Trabaja, para convertirlx en un subsidio sin contraprestación laboral. No solo se sostiene la miseria en el ingreso, sino que además se le quitan las herramientas y los materiales con los cuales millones de compañerxs trabajaban día a día. El plan consiste sobre todo en empobrecer aún más al conjunto de la clase y dejar en la miseria a más de un tercio del pueblo trabajador. Este ajuste brutal, al igual que el recorte en los ingresos mínimos tras la reforma previsional y la suba de tarifas pesa mucho más sobre las mujeres, lesbianas, travestis y trans, ya que somos triplemente explotadas: en el trabajo, en la casa y en las calles. Somos las que seguimos ejerciendo el trabajo doméstico, y afectivo de forma gratuita, sosteniendo las tareas de reproducción de la fuerza de trabajo. Seguimos siendo empujadas a realizar los trabajos más informales y de cuidados, y lo hacemos percibiendo salarios menores al de los hombres por realizar las mismas tareas, y ser además violentadas y abusadas dentro de nuestros lugares de trabajo. A pesar de esto, el movimiento feminista avanza en reivindicaciones, movilización y masividad. Las
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demandas de muchas trabajadoras hoy están siendo la llama encendida que no deja caer la conflictividad y mantiene viva muchas de las luchas que se dan como clase. Queda en evidencia que las mujeres en alianza con el colectivo disidente, es el movimiento dinamizador de las luchas que damos como clase trabajadora por un cambio de raíz y un mundo sin explotación.
Las
tareas de lxs liber-
tarios dentro de las tareas de lxs revolucionarixs.
Decíamos que este momento nos exige esfuerzos y nos marca prioridades. Cada vez se hace más evidente la necesidad de poner todos los esfuerzos en fortalecer las luchas que venimos dando como pueblo trabajador. Priorizando los esfuerzos que aquí se necesitan, y no en proyecciones y/o plataformas políticas donde las prioridades pasan a ser de tal o cual organización. Este tiempo nos obliga a que la apuesta por la unidad sea un compromiso real y no recitado de buenas intenciones. Si algo nos han enseñado las jornadas pasadas de diciembre es que el freno que podamos ponerle al avance de este gobierno, será en la calle y combatiendo codo a codo entre todxs lxs trabajadores. Sin especular con mejores o peores condiciones de algún
armado político de cara a la disputa institucional o electoral. Crece la necesidad de organizarnos en nuestros trabajos, en los barrios, en nuestras escuelas y universidades, en cada asamblea feminista. Es urgente que defendamos los derechos y las conquistas de nuestra clase y que estos estén por encima de los intereses particulares de cualquier organización política. Fortalezcamos los lazos y rodeemos de solidaridad y apoyo mutuo cada conflicto y cada lucha. Luchemos hoy hasta las últimas consecuencias por el derecho de las mujeres trabajadoras a decidir sobre su cuerpo. Luchemos hasta el final por unir cada lucha que nos damos como clase. Queda demostrado que es en la calle donde podemos quebrarle el brazo al gobierno de Cambiemos, a su ajuste y a la represión. Como organización clasista, feminista y libertaria apostamos nuestros esfuerzos a acompañar la experiencia de resistencia de nuestra clase que se viene desarrollando ante la ofensiva macrista dispuesta a disciplinar al movimiento popular, precarizando aún más nuestras vidas, reprimiendo y judicializando distintos conflictos e intentando estigmatizar a quienes luchan, con la complicidad de los medios hegemónicos de comunicación.
Tampoco debemos dejar de denunciar a las direcciones burocratizadas de los sindicatos, muchas de las cuales dirige el kirchnerismo o sectores considerados dentro del progresismo; que planchan las luchas, porque ponen todas sus expectativas en el regreso al gobierno a 2019 y en evitar cualquier “quiebre institucional”. Al mismo tiempo, gobernadores e intendentes actúan al compás del ajuste del gobierno nacional. Estamos ante una democracia podrida, y con la idea cada vez más evidente de que ninguna solución definitiva a nuestros problemas vendrá por intermedio del estado. Compartimos con muchas organizaciones de intención revolucionaria, la necesidad de recuperar lo mejor de nuestras tradiciones de lucha como pueblo trabajador: la acción directa, la democracia directa y la solidaridad. A la vez que seguimos presionando a las burocracias sindicales que nos traicionan y venden; seguimos exigiéndole al Estado que no nos desaparezca y no garantice nuestro empobrecimiento y muerte; seguimos construyendo Poder Directo del Pueblo desde cada espacio de organización en los barrios, escuelas y universidades; y desde la movilización, la agitación y la auto organización. En la perspectiva de continuar
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rearmándonos como clase trabajadora, debemos darnos el paciente trabajo de acumulación, de conciencia y confianza en nuestras propias fuerzas y capacidad. Y no la pretendida acumulación en las siglas y banderas de turno. Es tiempo de apostar a dar luchas directas en defensa de lo conquistado; de experimentar en articulaciones y métodos audaces para disputar la conciencia de nuestra clase. De luchar contra un Estado por políticas públicas y contra las patronales en por condiciones dignas de de trabajo. Por eso es fundamental seguir pensándonos como clase que debe liberarse por sus propios medios,
recuperando aquella consigna de Unidad del sociaismo revolucionario: la liberación de lxs trabajadorxs, será obra de lxs trabajadorxs mismxs; en la perspectiva que la auto organización contra el Estado, el Capital y el Patriarcado sean un objetivo y una práctica para construir ese mundo nuevo que soñaban aquellos Mártires de Chicago y que hoy seguimos llevando en nuestros corazones.
Por la unidad de todas las luchas! Por el Poder Directo del Pueblo! Vi va l a cl a s e t r a b a j a do r a ! Vi va
el pueblo trabajador que se organiza, resiste y lucha!
Vi va
e l s oci a l i s m o, e l f e m i ni s m o y l a l i b e r ta d!
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