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Casas R3
Andrés Mignucci Arquitectos y Caribe Tecno CRL

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Introducción Entre el 1933 y el 1936, el gobierno de Estados Unidos impulsó un conjunto de programas dirigidos a atender el impacto del colapso económico iniciado en el 1929, conocido como la Gran Depresión. Estos programas centraron en lo que los historiadores llaman las “3R”: rescate, recuperación y reforma —rescate y alivio para los desempleados y los pobres, la recuperación de la economía a niveles normales y la reforma del sistema financiero para evitar una nueva depresión económica. En Puerto Rico, uno de esos programas del llamado Nuevo Trato fue el Puerto Rico Reconstruction Administration (PRRA). Creada en el 1935, la PRRA puso en marcha un programa abarcador de creación de empleos, distribución de tierras y proyectos de obras públicas, junto a otras iniciativas ambientales y de salud. Como dato histórico, en el 1928, un año antes de la caída de la bolsa que precipitó la Gran Depresión, Puerto Rico fue azotado por San Felipe, un huracán categoría 5 que arruinó su economía y la agricultura.
Hoy día, a casi 100 años del inicio de la Gran Depresión, Puerto Rico vive el impacto de una serie de eventos catastróficos que han redefinido la vida de todos los puertorriqueños, sin distinción de clase. El desplome de la economía y la burbuja inmobiliaria comenzada en el 2008, los devastadores huracanes Irma y María en el 2017, los terremotos del 2020 y la pandemia del Covid-19 en el 2021, han dejado una huella profunda tanto en la ciudadanía como en el territorio.
El huracán María del 2017, a diferencia de San Felipe, paralizó los seis sectores industriales en Puerto Rico causando una completa devastación en la economía del país. Durante el huracán y en los meses subsiguientes, el país experimentó daños catastróficos a la infraestructura, las comunicaciones y el sistema vial, una pérdida total de la energía eléctrica y gran parte del suplido de agua potable. La cifra de muertos sobrepasó los 4,600. Los refugiados alcanzaron sobre 11,100 a nivel de la isla y miles de familias perdieron su hogar. Se estima que cerca de 70,000 viviendas fueron destruidas por ambos huracanes. Las clases pobres y desventajadas y las personas de mayor edad, fueron naturalmente las más vulnerables e impactadas.
En respuesta al desastre, el U.S. Department of Housing and Urban Development (HUD) desarrolló el programa CDBG-R3. Haciendo eco de las 3R del Nuevo Trato de Roosevelt, el programa, administrado y coordinado por el Departamento de la Vivienda de Puerto Rico, va dirigido a la reparación, reconstrucción y relocalización de las casas de familias que sufrieron daños o perdieron su hogar a causa de los huracanes Irma y María. El reto es tan sencillo como abarcador y ambicioso: proporcionar viviendas decentes, resilientes, seguras e higiénicas a las personas que perdieron su hogar a causa de los huracanes y reparar las viviendas que no sufrieron daños sustanciales. El Departamento de la Vivienda de Puerto Rico seleccionó mediante subasta a diez firmas de diseño y construcción, incluyendo la nuestra, para coordinar, diseñar y construir nuevas viviendas unifamiliares, eliminar las viviendas existentes inseguras consideradas pérdida total y reparar las viviendas con daños menores. Cada equipo fue asignado un área geográfica de la isla.
Estrategias de Diseño Los términos del proyecto requerían un tiempo muy ajustado para producir los diseños junto a uno igualmente ambicioso para demoler y construir las nuevas viviendas. Se estipulaba la entrega del diseño conceptual en 10 días después de la ejecución del contrato, el desarrollo del diseño los 20 días subsiguientes y documentos de construcción 20 días después de asignado cada caso. Cada casa unifamiliar debía construirse en el mismo predio donde existía la original en un término no mayor de 180 días incluyendo la demolición de la casa existente. Además, el programa requería cumplir con el nuevo código de edificación y certificar las casas en cumplimiento con protocolos y normativas de diseño verde y sostenible. Se requerían modelos de dos, tres y cuatro habitaciones, de un piso y de dos y en variaciones estándar o ADA, casa habilitada para personas con impedimentos o discapacidades. O sea, deberían producirse 12 modelos de vivienda para atender diferencias en composición familiar y las características de cada predio. Todo esto requería un trabajo de planificación y logística de diseño y construcción que fuese efectivo en costo y tiempo, inteligente en términos de manejo de materiales, mano de obra y recursos, resiliente y sostenible, y por supuesto, con calidad de diseño que hiciese la casa cómoda, segura y acogedora para los residentes.
Como estrategia general, comenzamos estableciendo una diferenciación entre las áreas de uso diurno de la casa —balcón, sala, comedor y cocina. Estas se mantendrían consistentes en todos los diseños irrespectivo del número de dormitorios. Esta banda espacial sería abierta fomentando la ventilación cruzada y la luz natural a lo largo de toda la profundidad de la casa. Una segunda banda acogería los usos privados — los baños y dormitorios. Esta estrategia permitió elaborar un juego de tema y variación donde el núcleo base de las áreas de estar se ampliaría y crecería según los dormitorios y baños requeridos. Una segunda decisión fundamental fue el diseñar todos los baños de manera que cumpliesen con los requisitos de accesibilidad y tamaño para personas con impedimentos. Constructivamente, esto nos permitía estandarizar el diseño y agilizar la logística de la construcción. En términos filosóficos, esta estrategia habla de que en cualquier momento uno puede advenir a problemas de movilidad por un accidente o enfermedad y los baños de toda vivienda deben estar preparados para acoger tal eventualidad. Esto fue particularmente importante al reconocer que una gran proporción de los solicitantes al programa son personas de mayor edad y envejecientes.
Los modelos de una planta utilizan la unidad de dos dormitorios como unidad base en la capacidad de crecer añadiendo crujías y dormitorios para formar los modelos de tres y cuatro dormitorios. En los modelos de dos pisos, apropiados para solares más estrechos, se siguió una lógica similar.
Una Síntesis entre la Prefabricación y la Construcción en Sitio La casa se concibe como una estructura construida de concreto armado y en cumplimiento con los requisitos del código para huracanes y fuerzas sísmicas. Los conjuntos de puertas y ventanas exteriores combinan una ventana de celosía de aluminio con un montante de cristal fijo. El montante de cristal asegura la incorporación de luz natural a la casa, mientras que las persianas de aluminio que giran sobre barras de ½” sirven como tormenteras integradas. Las puertas y ventanas exteriores cumplen las requeridas pruebas de laboratorio — de impacto, de infiltración de agua y de infiltración de viento. El cumplimiento con estas pruebas, aprobadas posterior al Huracán María, son un nuevo requisito de toda vivienda en Puerto Rico. Las ventanas por ende, proveen ventilación cruzada a la vez que brindan seguridad contra robos y contra vientos huracanados. Los dueños pueden, por lo tanto, ahorrar al no tener que invertir en las rejas tradicionales que se utilizan para brindar seguridad.
Los materiales utilizados en la construcción son, en el mayor grado posible, de procedencia local, uno de los principios de sostenibilidad y apoyo a la economía del país.
Los modelos desarrollados para la Casa R-3 utilizan una serie de métodos de construcción innovadores para promover 1) eficiencia en los costos de construcción, 2) la eficacia del tiempo en la construcción, 3) resiliencia estratégica y 4) la sostenibilidad energética. El
hormigón armado, se vacía en sitio utilizando un panel de fibrocemento ensamblado en taller como formaleta para las paredes y el techo estructural. Los paneles pre-ensamblados llegan a la obra con su refuerzo estructural y cualquier componente eléctrico y/o de plomería necesarios. Los paneles de fibrocemento no se descimbran ya que sirven como superficie de terminación tanto en paredes como en el plafón. Esta superficie se termina con una capa de cemento fino y tres manos de pintura.
El uso de paneles de fibrocemento aporta una serie de importantes beneficios: 1) aceleran el tiempo de montaje del encofrado en obra antes del vaciado, reduciendo el tiempo de construcción; 2) sirven como superficie de terminación proporcionando un acabado liso que elimina el costoso y desordenado uso del empañetado de cemento; 3) agrega valor de aislación a los ensamblajes de pared y techo, aumentando su capacidad térmica frente a la radiación solar y 4) reducen el desperdicio de construcción al mantener la formaleta como material de terminación, un principio fundamental de sostenibilidad.
El techo se construye utilizando un panel de fibrocemento como base para nervaduras en serie alternadas con una aislación de poliestireno expandido (EPS), sobre el cual se funde una losa de hormigón. En la parte superior se instala una membrana impermeabilizante líquida. La construcción rinde un techo altamente efectivo contra la transmisión de calor por radiación. El diseño de la casa incorpora materiales y equipos que reducen el consumo de energía y agua. Finalmente, estas estrategias de construcción están respaldadas por un diseño que se dimensiona y modula racionalmente para garantizar un alto grado de eficiencia en costo y tiempo de construcción, al tiempo que brinda calidad, durabilidad y comodidad.
Resiliencia y Sostenibilidad El proyecto sigue los parámetros establecidos en la Norma Nacional de Edificación Sustentable ICC / ASHRAE 700-2015. Las Casas R-3 abordan la sostenibilidad y la resiliencia mediante la utilización de una serie de estrategias pasivas de diseño, selección de materiales e incorporación de equipos que brindan al propietario la capacidad de administrar en tiempos de crisis ambiental. Al mismo tiempo, estas estrategias van dirigidas a reducir el consumo de energía y agua, iniciativas que resultarán en menores facturas de servicios públicos para el propietario.
Las lecciones aprendidas del huracán María sugieren que las nuevas construcciones en Puerto Rico no solo deben ser sostenibles, sino que también deben ser resilientes. La resiliencia implica la capacidad inherente de recuperarse rápidamente ante momentos de dificultad e incertidumbre. En el caso de una isla tropical en el Caribe susceptible a huracanes y tormentas tropicales, implica la capacidad de resistir eventos de crisis ambiental y sus secuelas. Las estrategias específicas que contribuyen a la resiliencia incorporada en las Casas R-3 incluyen:
• Construcción de hormigón para mayor durabilidad, resistencia a huracanes y sismos. • Celosías de aluminio con rejas de seguridad integrales para mayor durabilidad, seguridad y resistencia a huracanes. • Estufa de gas para cocinar en momentos de interrupción del suministro eléctrico. • Provisión de conexión para un sistema de recolección de agua de cisterna para uso en tiempos de interrupción del servicio de agua. • Calentamiento solar de agua para uso en tiempos de interrupción de energía eléctrica. • Conexión para generador de emergencia y paneles fotovoltaicos para uso en tiempos de cortes de energía o crisis ambiental. Respondiendo a la condición de zona tropical, el diseño incorpora once principios dirigidos a producir una vivienda sostenible en términos energéticos y de confort para los residentes. Estos son:
1. No se acondiciona más de la mitad del espacio ocupado. 2. El espacio ocupado no se enfría ni se calienta. 3. Recursos renovables (solar) deben suministrar no menos del 80% de la energía para el calentamiento del agua. 4. El uso de cristales en espacios acondicionados debe tener un coeficiente de ganancia de calor solar de 0.40, o tener un voladizo con un factor de proyección igual o mayor a 0.30. 5. Iluminación instalada con sistemas LED de alto rendimiento. 6. La superficie exterior del techo debe tener un aislamiento con un valor R de R-15 o mayor. 7. Las superficies del techo deben tener una pendiente de no menos de una cuarta unidad vertical en 12 unidades horizontales. 8. La fenestración operable debe proporcionar un área de ventilación de no menos del 14% del área del piso en cada habitación. 9. Los dormitorios con paredes exteriores orientadas hacia dos direcciones diferentes deberán tener fenestraciones operables en las paredes exteriores orientadas hacia dos direcciones. 10. Las puertas interiores de los dormitorios deben poder asegurarse en una posición abierta. 11. Se debe proporcionar un ventilador de techo para los dormitorios y el espacio más grande que no se utiliza como dormitorio.
Conclusión Las CASAS R-3, proveen un nuevo hogar, digno, moderno, resiliente, seguro y sostenible para familias que perdieron el suyo ante los devastadores huracanes del 2017. Por la complejidad de su logística de producción, son un reto tanto de diseño como de construcción. Sin embargo, sería un error abordar el proyecto estrictamente desde el punto de vista técnico y formal. Es en la dimensión humana donde el proyecto encuentra su razón de ser. Es en la posibilidad de ver familias volver a habitar un hogar, después de la tragedia, donde el espacio y la materia adquieren sentido y propósito.








Perspectiva digital del diseño prototipo para las Casas R3 (2019) Casa de dos cuartos construida en Salinas

2 piso / 2 habitaciones 2 piso / 3 habitaciones 2 piso / 4 habitaciones
1 piso / 2 habitaciones 1 piso / 3 habitaciones 1 piso / 4 habitaciones

Planta nivel piso Planta 2do nivel Planta nivel piso Planta 2do nivel Planta nivel piso Planta 2do nivel Prototipo de ventana de celosía de aluminio fabricada por Green Windows


Ventana con tranca vertical a utilizarse en momentos de tormenta y huracanes.

Alero prefabricado de metal galvanizado.




Construcción de las zapatas Pared de panel de fibrocemento con refuerzo e instalaciones Vista del balcón en construcción


Interior en construcción Interior en construcción

Casa prototipo de tres cuartos en construcción


Vista de la sala Vista de la cocina y dormitorios

Vista de la cocina Casa prototipo construida en Dorado


Casa en Guayama
Proyecto
Casas R-3 2019-2022

Agencia promotora
Departamento de la Vivienda de Puerto Rico
Gerentes de construcción
Caribe Tecno CRL
Arquitectura y Diseño
Andrés Mignucci Arquitectos
Permisos
ECZ Design Group
Equipo de Trabajo
Ing. José Domingo Pérez Ing. José Domingo Pérez Fernández Arq. Andrés Mignucci Ing. Emilio Colón Zavala Héctor Camacho William Collazo Luis Colón Juan Carlos Díaz Charlotte Dumont William Feliciano Karla Guevara Gabriel Guevara Abimael López Quintero Raúl Meléndez Eric Monzón Quiara Montalvo José Luis Morales Karla Mori Denise Ocasio Nannette Ortiz Puig Ashleyann Pagán Dwight Pagán Gerson Rivera Nicole Santaella Miguel Torres Ing. Samuel Vivas
Ingenieros Consultores
Ing. Fernando Cortés Ing. Pedro Dávila Colón Ing. Johann Gathmann Ing. Aniel Grillasca Ing. Lawrence Correa Ing. Luis López Ing. Jorge Torres Scandali Ing. Ruth Trujillo Ing. Carlos Urrutia
AAA078/158
03 DOSSIER
CEMDOE: Centro de Especialidades Médicas, Diabetes y Obesidad
Perkins & Will, Miami, asociados a Moré Arquitectos, SD María del Mar Moré y Colectivo de Diseño, asociados, arquitectura de interiores