8 minute read

BCI: la iniciativa que puede transformar la industria textil

BCI es el programa de sustentabilidad de algodón más grande del mundo. Aapresid impulsa el logro de la licencia para lanzar proyectos de desarrollo del sector en Argentina y promover la certificación de productores.

Better Cotton Initiative (BCI) es el programa de sustentabilidad de algodón más grande del mundo. La iniciativa brinda capacitación sobre prácticas agrícolas sustentables a más de 2 millones de productores de algodón en 21 países, lo que representa alrededor del 19 % de la producción mundial de algodón.

La certificación de Better Cotton brinda un enfoque holístico para la producción de algodón que cubre los tres pilares de la sustentabilidad: ambiental, social y económico. Cada uno de los principios y criterios deben ser cumplidos por los productores que quieran acceder a la certificación de BCI en sus establecimientos. El sistema está diseñado para asegurar el intercambio de buenas prácticas y para alentar la ampliación de la acción colectiva que permita establecer Better Cotton como un producto básico sostenible.

Las grandes marcas de moda han iniciado un camino para hacer que la producción de algodón sea sostenible. La Iniciativa Better Cotton es respaldada por empresas como Adidas, Levi Strauss, IKEA, H&M, etc., y apunta a poder transformar el mercado textil y hacerlo más sustentable. Para dimensionar el posible impacto de BCI, basta con señalar que el algodón se usa en el 40 % de los textiles mundiales y sustenta a más de 300 millones de agricultores en 80 países.

BCI tiene más de 1400 miembros que integran la cadena de suministro de algodón: 102 minoristas y marcas, 1246 proveedores y fabricantes, 29 organizaciones de productores, 41 miembros de la sociedad civil y 15 miembros asociados.

En la campaña de algodón 2017/18, los agricultores con licencia de BCI produ- jeron más de 5 millones de toneladas de "Better Cotton" en 5,3 millones de hectáreas (Figura 1). Esto es suficiente algodón para hacer más de 2.5 billones de pares de jeans.

¿QUÉ SE QUIERE LOGRAR CON BCI?

Día tras día, personas en todo el mundo usan algodón. La producción de este cultivo sustenta los medios de vida de millones de personas. Sin embargo, el futuro del algodón es vulnerable a desafíos que incluyen el cambio climático, la escasez de agua y las presiones de plagas. Hoy, solo el 19 % del algodón se cultiva de una manera que protege activamente a las personas y al medioambiente. BCI busca cambiar esto y se esfuerza por mejorar la producción de algodón, ayudando a los productores a adoptar prácticas agrícolas sustentables y producir un mejor algodón que tenga impacto tanto en los agricultores, el medioambiente como en el futuro del sector.

El objetivo es llegar a un gran número de agricultores de manera rápida y efectiva, mientras se trabaja en estrecha colaboración con los miembros y socios de BCI para hacer de Better Cotton una realidad práctica para el sector del algodón. Better Cotton apunta a representar el 30 % de la producción mundial (aproximadamente 8,2 millones de toneladas) para 2020.

¿CÓMO SE BENEFICIAN LOS AGRICULTORES?

Como todo proceso, la certificación de BCI conlleva desafíos y oportunidades que requieren de un aprendizaje continuo. Este tipo de certificaciones proponen un sistema de mejora continua, apoyado en un enfoque holístico y con herramientas que permitan tener trazabilidad de cada uno de los procesos que se realizan a campo. Desde la siembra hasta la cosecha, los principios y criterios de BCI comprueban que el agricultor está cuidando sus recursos y optimizando su producción.

Ante una demanda creciente de alimentos, fibras y energías sustentables, el productor agropecuario no está ajeno a esta realidad. El acceso a la información hace que muchos consumidores estén alerta sobre posibles riesgos para el consumo que llevan adelante. Tal es el caso de publicaciones recientes, alegando restos de químicos en dispositivos femeninos a base de algodón en Estados Unidos y Europa.

Figura 1 Países productores de BCI en el mundo durante la campaña 2017/18.

En la industria alimenticia ya existen diversas iniciativas que apuntan a trazar la cadena de suministro en cada uno de los eslabones para que el consumidor, con un simple clic, pueda tener acceso a la información de cómo fue hecho ese producto.

En muchos casos, y quizás en Argentina, el consumidor no paga por ese “plus de información”. No obstante, las empresas son las que traccionan la cadena hacia atrás, entendiendo el concepto de “costo de transacción” como fundamental para la sustentabilidad de su negocio. Esto significa que las iniciativas de certificación sirven como un apalancamiento para el correcto funcionamiento de su cadena comercial.

Bajo el mismo concepto, muchos productores agropecuarios entienden su rol dentro del ecosistema de agronegocios y proactivamente deciden embarcarse en estas iniciativas, donde puedan tomar la delantera transparentando sus procesos y logrando un equilibrio entre producción y ambiente que permita continuar su negocio en el tiempo.

En un productor agropecuario con procesos y normas de calidad, se puede observar un enfoque hacia la eficiencia, una visión integral del negocio (más allá del campo) y una clara intención de proteger su producción y sus recursos (tanto humanos como naturales). Medir principios activos, contar con registros de cada uno de los tratamientos, medir calidad de suelo y agua, proveer de equipos de protección, dar capacitaciones, son algunas de las oportunidades que pueden tomar los productores que inicien el camino de BCI a futuro.

Por citar solo un ejemplo, el cultivo de algodón exige grandes cantidades de agua y un manejo sustentable con prácticas como la siembra directa y la rotación de cultivos, que pueden ayudar a los productores a producir de una forma más eficiente.

BALANCE DE MASAS

BCI usa el modelo de cadena de custodia llamado Mass Balance (o balance de masas), que alienta a los actores de la cadena de suministro a comprar y usar más BCI de una manera rentable, ya que no requiere complejidades que resulten en una costosa segregación física a lo largo de la cadena de suministro. Cada fardo cosechado de BCI es identificado y 1 kilogramo equivale a 1 crédito BCI que será requerido por los distintos actores de la cadena que quieran suministrar algodón BCI a una prenda final.

De esta manera, al comprometerse a obtener Better Cotton, los miembros de las marcas pueden estar seguros de que están apoyando una producción de algodón sustentable, independientemente de dónde termine ese algodón.

¿CÓMO SE IMPULSA EN ARGENTINA?

Con el apoyo de más de 65 socios estratégicos, BCI está en camino de lograr el objetivo 2020 y capacitar a 5 millones de productores de algodón y producir el 30 % del algodón mundial como Better Cotton.

Los socios estratégicos ofrecen programas de desarrollo de capacidades a nivel de campo que ayudan a los agricultores a comprender y aplicar los principios y criterios de Better Cotton, mejorar la sustentabilidad de sus campos y obtener una licencia BCI. Estas licencias permiten a los agricultores vender su algodón como Better Cotton, aumentando la oferta de algodón sustentable en el mercado mundial y vinculando a los agricultores con una demanda creciente de materias primas sostenibles.

En Argentina, Aapresid está liderando el proceso de licencia de BCI como país, para poder comenzar a implementar en los productores algodoneros argentinos la certificación. En este marco, la misión de Aapresid es impulsar sistemas de producción sustentables de alimentos, fibras y energías a través de la innovación, la ciencia y la gestión del conocimiento en red.

¿A QUÉ DESAFÍOS NOS ENFRENTAMOS?

La producción de algodón enfrenta diferentes desafíos que varían según múltiples factores, incluyendo la ubicación geográfica, los problemas climáticos y ambientales, la estabilidad política, la legislación, la educación y los niveles de pobreza.

Con una sólida comprensión de los desafíos locales, los socios estratégicos de BCI en el terreno (Socios Implementadores) asesoran a los productores en la implementación de los principios y criterios del Estándar de una manera localmente relevante que responda a sus desafíos específicos.

Este proceso no solo requiere de un impulsor como Aapresid, sino contar con el apoyo del sector algodonero argentino en su conjunto, desde los productores hasta la industria, pasando por la articulación público-privada y los referentes técnicos del sector.

BCI tiene que mostrar una prueba en el campo, lo que implica tiempo y desafíos dada la naturaleza del cultivo de algodón. Hasta ahora se han involucrado 2 millones de agricultores en 21 países y en Argentina tenemos la posibilidad de iniciar el camino hacia la licencia como país productor de BCI.

This article is from: