11 minute read
Norpatagonia: construyendo suelos gota a gota
Monitoreo de la evolución de los suelos en la región de valles Norpatagónicos con mejoras a la vista.
La región de valles Norpatagónicos posee excelentes condiciones agroclimáticas para la producción de cultivos debido a sus óptimas condiciones de temperatura y radiación, sumado a la disponibilidad de agua para riego de primera calidad. Bajo esta mirada, la zona se posiciona como atractiva para la producción por sobre otras localidades del país.
A pesar de contar con condiciones favorables para la producción agrícola, en lo que respecta al suelo, se observa una heterogeneidad espacial muy marcada (por ser de origen aluvional) y es frecuente encontrar variaciones edáficas en espacios reducidos que complican el manejo de los lotes de producción (Martínez, R.S., et al. 2012). Sumado a esto, los suelos se formaron bajo condiciones de extrema aridez y pre- sentan en general severas deficiencias de fertilidad física y química (sales, sodio, baja infiltración, capas compactadas, etc.), con horizontes superficiales claros y pobres en materia orgánica (Figuras 1a y 1b). El desarrollo de los suelos de la zona se presentó, desde los inicios, como un requisito indispensable para lograr sistemas de producción competitivos y sustentables.
PROCESO PARA GENERAR SUELO AGRÍCOLA
En los inicios de las actividades productivas, luego del desmonte, los miembros de la Chacra pensaban que el desarrollo de los suelos podría darse de la mano de la actividad agrícola a base de gramíneas, principalmente con el cultivo de maíz. Esto respondía a que generaban raíces y altos niveles de residuos de cosecha que se degradarían y se traducirían en un aumento de los contenidos de materia orgánica del suelo y una mejora en las propiedades físicas y químicas del mismo. Sin embargo, este sistema no fue viable. Los rendimientos de maíz caían año tras año desde niveles de 100-120 a 80-50 quintales luego de tres años de maíz consecutivos. El principal problema observado por los productores era que los residuos superficiales no se degradaban con suficiente rapidez y se acumulaban en la superficie, generando dificultades en la implantación y logro de los cultivos, mayor impacto por las bajas temperaturas y una inmovilización del N en el rastrojo, nutriente crucial en la generación del rendimiento en planteos con elevada proporción de gramíneas (Figura 2).
A partir de lo sucedido se aprendió que los residuos debían tener una relación C/N baja para permitir la degradación e incorporación de los mismos con relación C/N alta, posicionando a las leguminosas como componentes clave para el desarrollo sostenido de una manera económica y ambientalmente sustentable.
El análisis de aciertos y errores de las distintas experiencias transitadas por los productores en el desarrollo de diferentes tipos de suelo, permitió sintetizar el conocimiento requerido para desencadenar la mejora funcional de los suelos norpatagónicos desde su situación prístina.
Figura 1 (arriba) a) Situación prístina del monte con suelos poco desarrollados y deficientes en MO; b) Heterogeneidad espacial en lotes de producción luego del desmonte. Establecimiento Kaita-co. General Conesa, Río Negro.
Figura 2 (debajo) Problemáticas observadas en Norpatagonia en la realización de maíces sucesivos durante el desarrollo inicial del suelo. General Conesa, Río Negro.
Dificultad de siembra Efecto frío Inmovilización de N
Como primer paso, luego del desmonte, debería generarse una colonización y cobertura de suelo inicial abundante y homogénea a través de un cultivo de servicio anual poli-específico otoño invernal (si una especie no puede colonizar un sitio, quizás otra sí). Es conveniente trabajar en meses de baja demanda climática para evitar el riesgo de salinización por ascenso capilar al aplicar agua mediante riego en un suelo desnudo proveniente del desmonte, dado que en general los suelos de la región contienen sales en el perfil (Figura 3). Los cultivos de servicio que mejor performance han demostrado fueron cebada y/o centeno en combinación con Vicia villosa, en siembras de fines de febrero.
Posteriormente, deberían instalarse cultivos que generen carbono (de la mano de las gramíneas) y también nitrógeno (de la mano de las leguminosas), tratando de mantener raíces vivas durante la mayor cantidad de tiempo posible e irrigando a su vez con agua de calidad, no solo para los cultivos, sino también para lavar sales en caso de que estén presentes en el perfil.
Es de suma importancia, durante la etapa de desarrollo y en caso de que se aplique agua de riego, tener un suelo con abundante cobertura y un cultivo instalado activo con capacidad de tomar y transpirar el agua aplicada, superando a la demanda ambiental. Esto permite evitar el ascenso salino a los horizontes superficiales.
Tanto los cultivos de grano anuales, intensificados con cultivos de servicio (CS), como las pasturas perennes consociadas, fueron utilizadas por los productores en la instancia del desarrollo, siendo las raíces de las gramíneas de alta importancia en la mejora de los valores de infiltración de los suelos (Figura 4). Estos pueden ser críticamente bajos en los inicios luego del desmonte. Luego de que el proceso de evolución, li-
Figura 3 Etapas iniciales del proceso formador de suelo. 1) desmonte; 2) lote desmontado sin cobertura superficial; 3) Implantación de un cultivo de servicio otoño invernal centeno-vicia; 4) generación de biomasa de cultivos de servicio y cobertura homogénea de suelo; 5) quemado de cultivo de servicio; 6) implantación de cultivo siguiente estival sobre abundante cobertura para continuar generando trabajo radicular en el suelo. Establecimiento Kaita-co, General conesa, Río Negro.
CAMINOS
2-4 años
Pasturas consociadas acorde al tipo de suelo
•Agropiro
Rotación intensificada con CS (gramíneas + leguminosas)
Figura 4 Caminos transitados por los productores para el desarrollo de los suelos norpatagónicos.
•Festuca•Lotus•Tréboles•Alfalfaderado
por la actividad de las raíces y el riego, otorgase suelos funcionales después de 2-4 años de actividad (dependiendo de la dificultad inicial del sitio), se pudo comenzar a desarrollar el ajuste de manejo del agua y los cultivos. El objetivo fue captar la oferta ambiental, mantener la mejora continua del suelo y optimizar la producción de granos y/o forrajes para mantener económicamente viables los emprendimientos.
CUANTIFICACIÓN DE LA EVOLUCIÓN DEL SUELO
La puesta en producción de tierras en los valles implica un cambio en la vegetación predominante y en el ingreso de agua al ecosistema por medio del riego. Esto lleva a que la vegetación y el agua, dos factores que intervienen en la formación y evolución de un suelo, se vean alterados, pudiendo llevar a modificaciones en las propiedades edáficas. En la actualidad los productores perciben de forma empírica que sus suelos están “mejorando” con el transcurso de los años desde la entrada en producción (menos encharcamientos y mayor exploración de raíces). No obstante, existe aún un vacío de información respecto a la cuantificación de sus percepciones mediante indicadores mensurables.
A nivel zonal existe escasa información sobre la evolución de los suelos en planteos de agricultura extensiva bajo siembra directa. Estudios realizados por Quichan (2012) en el establecimiento Kaita-co a 50 km de la localidad de General Conesa, concluyen que, en lotes bajo riego presurizado sin drenaje artificial, no se registran aumentos de los valores de RAS ni de pH del suelo. Por otro lado, se observa una disminución de la salinidad y una tendencia al incremento de la materia orgánica frente al testigo en secano sin cultivar (monte).
La Chacra caracterizó la evolución de las propiedades de los suelos (físicas y químicas) luego de 4 años de agricultura, en planteos agrícolas extensivos bajo siembra directa con riego del Río Negro, en distintas unidades ambientales con diferentes tipos de suelo, manejo productivo (intensificación, tipo de cultivos) y sistema de riego.
Figura 5 (derecha) Valores promedio de MO total y joven en sitios bajo producción irrigada vs. sitios de monte prístinos (n=6). Letras distintas indican diferencias significativas. Establecimiento Kaita-co, General Conesa, Río Negro.
No regadoA partir de la caracterización se encontró que el pH de los suelos en estudio es neutro a ligeramente alcalino y no se modificó con la entrada en producción de los lotes, respecto a la situación prístina. Por otro lado, en la mayor parte de los ambientes la CE se mantuvo estable e inclusive tendió a disminuir en los sectores irrigados. El RAS tiene un comportamiento similar en todos los sitios de observación y muestra que el sodio tiende a ser lavado por el agua de riego con distinta intensidad.
La materia orgánica (MO) total y joven tienden a incrementarse en los sectores en producción respecto a su situación original. Una posible causa que explique el incremento de MO puede ser la combinación de la humedad de suelo mediante riego y un régimen térmico de bajas tempera- turas durante la mayor parte del año, que actúan sobre la abundante biomasa residual proveniente de los cultivos bajo riego, generando una transformación de ésta en materia orgánica del suelo (Figura 5).
Figura 6 (debajo) Valores promedio de densidad aparente e infiltración básica para dos ambientes (A y B) bajo producción irrigada con riego por aspersión vs. sitios de monte prístinos (n=4). Establecimiento Kaita-co, General conesa, Río Negro.
Respecto a los parámetros físicos, la infiltración básica mostró una leve tendencia al incremento y la densidad aparente no se modificó o tuvo una tendencia a la disminución en los sitios bajo riego por aspersión. Sin embargo, las diferencias no fueron significativas (p-valor>0.05; Figura 6).
COMENTARIOS FINALES
La región Norpatagónica se posiciona como una nueva frontera productiva, en donde sistemas extensivos de ganadería de cría (principal actividad regional), con una productividad de 4 kg/ha/año, pueden transformarse mediante riego y tecnología de procesos, en sistemas integrados sustentables de granos, forrajes, carne y/o leche, con una productividad superior a otras zonas del país.
En la actualidad la Chacra sumó la mirada biológica a las mediciones químicas y físicas de suelo, con la hipótesis de que (a diferencia de otras regiones) la situación prístina norpatagónica poseería menor actividad biológica que la zona bajo producción, al considerar que se pueden identificar los microorganismos que empiezan a aparecer junto con la agricultura y las pasturas. Estas actividades se desarrollan en interacción con Luis Wall y su equipo, quién visitó la Chacra en octubre del 2019 (Figura 7).
Es necesario seguir monitoreando la evolución de las propiedades de los suelos bajo diferentes situaciones (rotaciones, sistema de riego, tipo de suelo). Esto es de suma importancia para los productores por dos motivos: primero y con una mirada sobre la sustentabilidad ambiental y social, para conocer el impacto (dirección y mag- nitud) que tienen los diferentes planteos sobre el recurso suelo; y segundo, con una mirada sobre la sustentabilidad económica, para saber qué esquema productivo genera cambios positivos en el ambiente en el menor tiempo.
Figura 7 (fotos) Recorrida por la Chacra VINPA junto a Luis Wall y su equipo
BIBLIOGRAFÍA
• Quichán, S. (2014). Estudio del efecto de los nuevos emprendimientos de regadíos en Norpatagonia sobre la salinidad y propiedades físicas del suelo. Tesis de grado licenciatura en Gestión de Empresas Agropecuarias. Universidad Nacional de Comahue.
• Martínez, R. S.; Margiotta, F.; Reinoso, L.; Martínez, R. M. 2012. Buscando alcanzar altos rendimientos del cultivo de maíz: experiencias en los valles Norpatagónicos. Reunión Internacional de Riego. 3. 2012 10 30-31, 30 y 31 de octubre de 2012. Manfredi, Córdoba. AR.