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¿Qué rotaciones se están realizando en el sudeste de Córdoba?

Intensificación agrícola en la Chacra-Regional Justiniano Posse

Por: Franco Bardeggia 1 , Carla Biasutti 2 y Alejo Ruiz 3 1 Chacra-Regional Justiniano Posse 2 Regionales, AAPRESID 3 Sistema Chacras, AAPRESID

En los últimos años el sudeste de Córdoba se vio afectado por excedentes hídricos los cuales estuvieron acompañados por un ascenso de las napas freáticas, como consecuencia de un desbalance entre la oferta y demanda hídrica. Durante los temporales que ocurrieron en las últimas ocho campañas, los productores se enfrentaron a situaciones de anegamientos temporarios (Figura 1) que desencadenaron numerosos inconvenientes: dificultad para realizar labores de siembra, pulverización, cosecha, deterioro de la infraestructura vial, pérdida de producción por disminución del área sembrada y anegamiento de cultivos, deterioro de la salud edáfica por salinización y compactación.

Los efectos negativos que trajeron dichos anegamientos, al igual que el ascenso de las napas freáticas, llevó a la Regional Aapresid de Justiniano Posse a fundar la Chacra en el 2014. La Chacra se propuso como finalidad acortar la brecha productiva en los ambientes con y sin influencia de napa freática de Justiniano Posse y la región. Se inició estudiando la dinámica de la napa, que en primera instancia se consideró como un factor perjudicial, pero con el paso del tiempo se comenzaron a apreciar sus efectos positivos. Como principal beneficio se destaca su capacidad de transferir agua desde épocas de exceso a épocas de déficit, lo que permite incrementar y estabilizar la producción. El grupo continuó trabajando en el ajuste de la intensificación de las rotaciones y en desarrollar criterios de manejo de los cultivos a la oferta hídrica, haciendo un mejor uso del agua, con la finalidad de reducir las brechas productivas y mejorar las propiedades de los sistemas de producción.

Figura 1 Cultivos de maíz y soja anegados por abundantes precipitaciones.

Como parte del trabajo que se viene realizando junto al grupo de productores que conforman la Chacra-Regional Justiniano Posse, en junio se efectuó una reunión de forma virtual, bajo la temática “Intensificación de los sistemas: ¿Qué estamos haciendo y hacia donde estamos mirando?”. En la reunión, cada uno de los miembros compartió al resto del grupo una breve presentación de los esquemas de cultivos que vienen llevando a cabo en sus sistemas, sus razones técnicas y empresariales y las inquietudes que tienen. A continuación, se muestra en forma de resumen lo compartido durante la misma.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN LOS AMBIENTES DE LA CHACRA?

Los ambientes que componen a la Chacra se diferencian en primer lugar por su disponibilidad hídrica. La presencia o no de la napa freática y la profundidad en la que oscila, junto al régimen de precipitaciones, aparecen como factores claves a la hora de definir los esquemas de cultivos a nivel de lote.

A su vez, los ambientes también se diferencian en función de la textura y fertilidad química y física de los suelos. La textura de los suelos de la Chacra corresponde a suelos franco limosos – arcillosos con horizontes arenosos y texturales, los cuales determinan un rango en la capacidad de retención hídrica hasta los dos metros de profundidad que va desde los 227,8 mm a 266,7 mm. La disponibilidad de fósforo y capacidad de mineralización de N también varía de lote a lote, y gran parte de estas diferencias se explican por la historia de manejo en los diferentes ambientes. El año en que se realizó la última pastura, la proporción de gramíneas/leguminosas, número de cultivos por año y cómo fueron nutridos esos cultivos, determinan los aportes de materia seca y actividad radicular definiendo gran parte de la fertilidad del suelo.

¿QUÉ SE REALIZA EN AMBIENTES CON MAYOR OFERTA HÍDRICA?

La rotación que predomina en la mayoría de los sistemas productivos de la Chacra es Maíz – Soja 1ra – Trigo/Soja 2da. Los miembros concuerdan que su predominio se debe al balance que se surge entre la superficie destinada a cada cultivo, lo que facilita la logística del equipo de trabajo y permite diversificar riesgos económicos. Al destinar un tercio de superficie a cada cultivo, permite distribuir el momento en que se realiza cada una de las labores, logrando realizar las mismas en tiempo y forma. A su vez, contar con una repartición de cultivos les permite resguardarse climáticamente, explorando diferentes condiciones ambientales durante los períodos críticos de los cultivos, y económicamente, ante variaciones en los precios de mercado de los granos.

Sin embargo, la oferta hídrica de los ambientes (napa + precipitaciones) permite realizar esquemas con una mayor participación de cultivos por año, a través de la utilización de cultivos de servicios y cultivos de renta. Así es que, por medio de la intensificación, se logra aumentar la productividad del agua y obtener como consecuencia mejoras ambientales y económicas de los sistemas de producción.

Figura 2 Izq.: Siembra en verde de maíz temprano sobre un cultivo de servicio de vicia; Der.: Soja de 1ra sobre un cultivo de servicio de centeno + vicia.

INTENSIFICACIÓN CON CULTIVOS DE SERVICIOS La introducción de los cultivos de servicios en la rotación se da con el objetivo de generar diversos beneficios en el sistema a partir de la transformación del agua disponible en biomasa aérea y radicular. Es así que aparecen rotaciones con una mayor intensificación, tales como Maíz – CS*/Soja 1ra – Trigo/Soja 2da o Vicia/Maíz 1ra – Trigo/Soja 2da.

Previo a la soja de 1ra, están incluyendo centeno, vicia o una mezcla de ambos, buscando aumentar el consumo hídrico, mejorar las condiciones físico-químicas de los suelos y contribuir al control de malezas. En el caso de incluir vicia también buscan aportar nitrógeno al cultivo de trigo posterior a la soja de 1ra a través de la fijación biológica, algo que los productores están observando como beneficio en la implementación de estos esquemas, lo que los lleva a utilizar menores cantidades de urea en el trigo. Otro punto a destacar, observado particularmente en la actual campaña donde las precipitaciones de otoño fueron escasas, fue la conservación de la humedad del suelo gracias a la mayor cobertura con materia seca, lo que permitió la implantación del trigo en tiempo y forma, algo que no sucedió en aquellos lotes con rastrojos de sojas de 1ra con barbechos tradicionales.

En el caso de la introducción de coberturas previo a los maíces tempranos, utilizadas en situaciones donde la napa se encuentra muy cercana a la superficie, el objetivo principal es el consumo hídrico. No obstante, el aporte de nitrógeno para el cultivo de maíz y el control de malezas, aparecen como aspectos positivos que suman a los aportes de las mismas. En estos esquemas se están realizando las primeras experiencias de la Chacra con siembras en verde (Figura 2), donde la implantación del cultivo estival se realiza con las coberturas vivas y la finalización de su ciclo se efectúa con el accionar de los cuerpos de siembra de las sembradoras utilizadas, logrando aumentar el período de crecimiento y producción de materia seca. Sin embargo, existen factores como la baja tasa de mortandad de los cultivos de servicios y la irregular emergencia de los cultivos estivales, que todavía necesitan ser ajustados.

INTENSIFICACIÓN CON CULTIVOS DE RENTA Dentro de los esquemas productivos de los miembros de la Chacra, se realizan rotaciones como Maíz – Trigo/Soja 2ra, Maíz – Trigo/Soja 2da – Trigo/Soja 2da o Soja 1ra – Trigo/Maíz 2da buscando, a diferencia de las rotaciones con cultivos de servicios, transformar el agua disponible en granos mediante la utilización de cultivos de renta (Figura 3).

En primer lugar, las rotaciones en donde se omite el cultivo de soja de 1ra se llevan a cabo con el objetivo de disminuir los períodos de desocupación del lote y aumentar la productividad del agua. Sin embargo, los grandes aportes de biomasa al sistema y la alta participación de cultivos de gramíneas llevan a realizar ciertos ajustes en lo que refiere a elección de cultivares y nutrición. Los productores de la Chacra seleccionan variedades de trigo tolerantes al frío para implantar sobre chalares y, para el caso de la rotación con doble trigo/ soja, utilizan variedades de trigo con baja producción de biomasa en el segundo trigo y así evitar problemas de acumulación excesiva de rastrojo. En relación a la nutrición, el nitrógeno aparece como el nutriente central dentro de las rotaciones dado la gran demanda de dicho nutriente por las gramíneas y a cierta inmovilización por parte del rastrojo de las mismas. Otro nutriente que puede aparecer como limitante es el azufre, evidenciándose las deficiencias en el cultivo de soja de 2da en aquellos lotes donde se realiza por segunda vez trigo/soja. Por último, y no menos importante, es clave el ajuste del fósforo en base a la disponibilidad del lote y extracción por parte de los cultivos.

Figura 3 Izq.: Trigo sembrado sobre trigo/soja. Der.: Maíz sembrado sobre trigo.

Por otro lado, la rotación con un doble cultivo de gramíneas, seguido por una soja de 1ra, surge como una oportunidad para estabilizar la producción del cultivo de segunda y aumentar la productividad del agua, logrando una distribución espaciada de las tareas de siembra y cosecha dentro de la rotación. Para esto, se debe pensar en un manejo estratégico en el manejo del N, buscando satisfacer las demandas de los cultivos de trigo y maíz. En el caso del maíz de 2da, los miembros fertilizan con N de forma incorporada, en lo posible previo a la siembra y con dosis considerablemente mayores a las utilizadas en un maíz tardío. Aun así, se han observado caídas de rendimientos en el cultivo de soja de hasta 5-7 qq, en comparación con sojas realizadas sobre maíz de 1ra. La hipótesis que surge es que el doble cultivo de gramíneas inmoviliza el N del suelo, encontrándose el rendimiento de soja de 1ra limitado por N. Este escenario es una de las líneas de investigación en la que está trabajando la Chacra.

¿QUÉ SE REALIZA EN AMBIENTES DE MENOR OFERTA HÍDRICA?

En aquellos ambientes sin influencia de napa y suelos con baja capacidad de retención de agua, por lo general el trigo nos consume agua, obteniendo resultados negativos en la soja o maíz de segunda. Además, el maíz se siembra en diciembre, renunciando rendimiento potencial pero ganando en estabilidad respecto a fechas de siembra temprana. Por ello los productores típicamente realizaban Soja 1ra – Maíz tardío.

Aun así, dado al acrecentamiento de la problemática de malezas resistentes y a los grandes períodos sin cultivos (barbechos) que existen en este tipo de rotación, los productores comenzaron a buscar alternativas invernales que puedan solucionar dichas problemáticas. Es así que se incorporó a la Vicia villosa como cultivo de servicio antecesor al maíz tardío (Soja 1ra – Vicia/Maíz Tardío) aumentando el tiempo de ocupación y facilitando el manejo de malezas. Además, trajo otros beneficios en los sistemas productivos como el aporte de nitrógeno biológico al maíz posterior y el aumento en la disponibilidad del agua útil inicial para los cultivos estivales y una mayor estabilidad de los rendimientos.

Figura 4 (izq.) Izq.: Centeno + Vicia como antecesores a Maíz. Der.: Maíz sobre cobertura de Centeno + Vicia.

Figura 5 (debajo) Esquema representativo de las diferentes rotaciones utilizadas por el grupo de productores según el tipo de ambiente.

Figura 6 Izq.: Rollo de agropiro esparcido sobre bajo salino, con el objetivo de generar cobertura y mejorar las condiciones para la implantación de una pastura de agropiro. Der.: Zona buffer de agropiro en bajo salino.

Con el paso de campañas y experiencias, los miembros de la Chacra comenzaron a dejar de utilizar pre emergente en los maíces tardíos luego de vicias con buenas producciones de materia seca. Además, observaron que en estos maíces la probabilidad de encontrar respuesta a la fertilización nitrogenada es muy baja ya que la vicia abastece gran parte de los requerimientos de N de maíz. Para los miembros es indiscutible la utilización de este esquema para los ambientes con menor disponibilidad hídrica.

A modo orientativo, la distribución en la utilización de las rotaciones anteriormente nombradas se encuentra representada en la Figura 5.

¿QUÉ SOLUCIÓN SURGE PARA LOS AMBIENTES AFECTADOS POR SALES Y SODIO?

La intensificación en el sudeste de Córdoba no solo se realiza en los ambientes agrícolas a través de cultivos de renta o servicios, sino que también se realiza en los bajos históricos y bordes de lagunas. Estos últimos ambientes por lo general tienen influencia de napas salino-sódicas que afectaron las propiedades físicas y químicas del suelo. En dicha situación, algunos de los miembros decidieron implantar pasturas tolerantes a sales (agropiro, en su mayoría), con el objetivo de generar cobertura, fomentar la infiltración de agua y evitar el ascenso de sales desde la napa freática. A su vez, cumplen una función de zona buffer en el paisaje, evitando el avance de las sales hacia las partes más productivas del lote.

COMENTARIOS FINALES

La intensificación de los sistemas agrícolas aparece como una estrategia de manejo indispensable para poder eficientizar el uso de los recursos y así alcanzar la sustentabilidad de los sistemas en sus tres pilares (económico, ambiental y social). Sin embargo, existen factores a nivel de cultivo (fechas de siembra, densidad, siembras en verde, nutrición de los cultivos, etc.) que aún exigen ajustes para poder lograr un balance adecuado entre todo el sistema. Algunos de estos puntos, se siguen trabajando hoy en día a través de la Chacra.

Por último, conocer la oferta ambiental de un lote y contemplar las necesidades, no solo de un cultivo sino de la secuencia completa de cultivos, cobra vital importancia a la hora de establecer las estrategias de manejo del sistema.

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