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El Agtech argentino reafirmó su competitividad a nivel mundial
La Semana Agtech 2020 contó con más de 70 actores internacionales interesados en conocer el sistema agtech de Argentina
La Semana Agtech 2020 organizada por la Mesa de Agtech Nacional (MAGNA) en el XXIII Congreso de Aapresid “Siempre vivo, Siempre verde” contó con ponencias que destacaron la potencialidad del ecosistema agtech argentino y las distintas acciones que se están impulsando para hacerlo aún más influyente en el plano mundial.
“La Semana Agtech es un evento internacional en el que aceleradoras, inversores, productores y empresas del agro se encuentran para generar alianzas, conocer necesidades y favorecer negocios”, dijo Juan Usandivaras, presidente ejecutivo de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, dependiente de la Cancillería Argentina.
En esta edición, participaron más de 70 actores internacionales, provenientes de Estados Unidos, Israel, Australia, Japón, Brasil, Chile, Sudáfrica, India y Colombia, quienes se mostraron interesados en conocer el sistema Agtech argentino.
Usandivaras afirmó que Argentina tiene todo para ser líder mundial en Agtech.
“Tenemos la agricultura más competitiva del mundo, con tecnología y conocimiento acumulado. Como dice el canciller (Felipe) Solá, el desafío argentino es vender ese paquete para que en otros países se termine haciendo agricultura argentina. Desde la Agencia queremos seguir acompañando a las empresas y trabajando para promover las exportaciones”, cerró.
María Apólito, subsecretaria de Economía del Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, destacó que “el agtech es un sector clave de la economía del conocimiento porque vincula dos grandes áreas que tienen potencialidad exportadora y de generación de empleo de calidad”. Los objetivos de la Subsecretaría son aumentar las exportaciones de bienes y servicios basadas en el conocimiento, generar empleo de alta calificación y reducir la brecha de género, fomentar el aumento de valor agregado en la producción de bienes y servicios, aumentar la colaboración público-privado y atraer inversiones extranjeras. “Partimos de un buen nivel de ciencia y tecnología y de altos niveles de recursos humanos, y se suman empresas exitosas a nivel global”, destacó Apólito.
Mariela Balbo, subsecretaria de Emprendedores del Ministerio de Desarrollo Productivo, remarcó que son numerosas las iniciativas de emprendedores que se presentan con propuestas innovadoras, de valor, y la vertical Agtech se destaca. “En una de las acciones que llevamos adelante con la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Exterior, en el marco del Programa de Internacionalización, quedó demostrado este aspecto”, señaló.
Por su parte, Cecilia Sleiman, subsecretaria de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, señaló la importancia que tiene la temática Agtech dentro del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y mencionó algunas de las iniciativas que tuvieron lugar dentro de los instrumentos que desarrollaron. Específicamente se refirió a la puesta en órbita de los satélites SAOCOM 1A y 1B que representan una compleja tecnología de observación de la tierra. También mencionó a Palenque, la plataforma en la que confluyen aplicaciones que brindan soluciones tecnológicas -basadas en Big Dataa los productores agropecuarios y otros actores del sistema productivo y científico.
El subsecretario de Agricultura de la Nación, Delfo Buchaillot, destacó la creación de la Dirección de Innovación y Tecnología Agrícola. “Nos propusimos democratizar el ecosistema para que todos los desarrollos lleguen a todos los estratos de productores agropecuarios”, afirmó. “Otro punto que nos propusimos es visibilizar los desarrollos y también las demandas, para que los desarrolladores lo tengan en su radar a la hora de diseñar nuevos productos. Creemos que el futuro de la agricultura pasa por el ecosistema Agtech”, señaló.
El cierre de este panel institucional estuvo a cargo de Pablo Sivori, subsecretario de Promoción del Comercio y la Inversión, quien afirmó que “la tecnología agropecuaria representa toda la competitividad del sector agropecuario argentino y da cuenta de la capacidad de innovar y emprender que tienen el mundo empresario y tecnológico, vinculado a la actividad agropecuaria”. En este sentido, destacó que la tecnología agropecuaria permite potenciar la matriz exportadora actual. “Argentina tiene la capacidad de exportar al mundo su tecnología y conocimiento, y esto permite generar un círculo virtuoso, al mejorar también sus procesos productivos”, cerró.
NOTABLE PROGRESO DE ARGENTINA EN EL ESCENARIO MUNDIAL DE LAS AGTECH
El panel Ciudades Agtech Argentinas con Gonzalo Grigera (Pergamino), Fernando Errandosoro (Tandil) y Álvaro Fernández (Río Cuarto) apuntó que “la digitalización abre enormes oportunidades de innovación en el sector agrícola y contribuye a la rápida transformación de la cadena de valor, y los productores tienen necesidad de hacer uso eficiente de los recursos y sumar sustentabilidad”. Los gobiernos, las universidades y los inversores privados son actores claves para apoyar el desarrollo de los ecosistemas tecnológicos y hacerlos más competitivos.
Para dinamizar el ecosistema emprendedor, Tandil puso en marcha el Concurso ‘Prendete’ (prendete.co) “ideas de negocio para conocer las ofertas de innovación que pueden ser útiles a la región y al mundo”. En el jurado hay expertos de Silicon Valley.
En la ciudad de Río Cuarto, la provincia de Córdoba presentó su hub agtech para nuevas tecnologías, lo que reafirma que las start up de Agtech van progresando notablemente
Por su parte, Pergamino tiene el Polo de Innovación Tecnológica (PIT) donde están la UNNOBA, el INTA y el gobierno local, entre otros, para posicionar estratégicamente a la ciudad. La visión es generar un ecosistema agroindustrial con una mirada al 2030 que lidere la innovación en la producción.
EL FUTURO DE LA ETNOBOTÁNICA
También se habló de “El futuro de la etnobotánica: ¿Qué nos dicen las plantas?”, y aportó su conocimiento John De La Parra, etnobotánico de Harvard que lidera la cartera de alimentos en la Fundación Rockefeller. La combinación de conocimientos ancestrales que provienen de los pueblos originarios con las tecnologías de avanzada como el Big Data o la IA –que permiten crear ambientes controlados, optimizar mediciones y predicciones, multiplicar las bases de datos-, pueden utilizarse para optimizar sabores de los alimentos, valor nutricional y desarrollar resistencia a climas cambiantes.
“Este ciclo de colaboraciones agrícolas revolucionarias requiere la presencia de todos los actores: sector académico, Estado, consumidores, organizaciones sin fines de lucro, empresas y, especialmente, las voces que no se han incluido como las voces de los pueblos originarios. Sabemos que tienen información y aportes valiosos que hacer y tienen que ser parte de las conversaciones en el futuro”, cerró.