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Los cultivos de servicios abrieron la Agenda Aapresid

Especialistas, productores y empresas compartieron durante tres días todas las novedades y recomendaciones para la siembra de estos cultivos.

Aapresid amplió el abanico de eventos de su plataforma Comunidad Digital (www. aapresid.org.ar/comunidad-digital/) y sumó recientemente ‘Agenda Aapresid’: un ciclo anual de capacitación e intercambio para acompañar cada decisión de la campaña con el mejor conocimiento y experiencia.

El primer evento de Agenda Aapresid tuvo lugar el 22, 23 y 24 de febrero, y se enfocó en los cultivos de servicios. Durante tres días, en forma virtual, especialistas y productores referentes del NOA, centro y sur del país trataron los temas clave para encarar la próxima campaña.

Siembras aéreas de CS

Emanuel Zaiser, ex GTD de la Chacra Aapresid Bandera, fue el encargado de romper el hielo y dar inicio a este ciclo de charlas. Zaiser habló de la Chacra que arrancó en 2013 para hacer frente a las malezas. “Aplicamos estrategias integradas, una de ellas apoyada en los cultivos de servicios (CS) para salir de barbechos químicos con muchas aplicaciones y cada vez menos exitosos”, contó.

Según explicó, las siembras aéreas fueron clave para incorporar los CS en esta zona ya que las lluvias decaen después de marzo y el avión permite adelantar la siembra cuando todavía hay agua. Además, se llega a la cosecha del antecesor con un CS en crecimiento y compitiendo tempranamente con las malezas.

El ex GTD de la Chacra señaló que CS de vicia o centeno sembrados por aire ayudan a controlar rama negra en otoño-invierno y dejan una cobertura que concentra su emergencia primavero-estival. Mientras que la concentración de nacimientos mejora la eficacia del control químico de primavera.

Al comparar avión y voleo terrestre, Zaiser precisó que el avión permite hacer más hectáreas/día –cuestión no menor con ventanas de siembra estrechas– y entrar en lotes anegados. Por su parte, volear con máquina terrestre permite siembras más homogéneas, dejando menos manchones a las malezas.

En materia de costos, explicó que, si bien son muy variables, entre servicio de avión y semillas ronda los 50 USD/ha: un ahorro significativo si se compara con los 120 USD/ha de un barbecho.

Eligiendo la mejor especie/mezcla para cada ambiente Gervasio Piñeiro y Priscila Pinto (FAUBA-CONICET)

“Los CS llegaron para quedarse gracias a que se cambió el chip de implantar sólo cultivos para generar renta por el de cultivos que además brinden servicios que mejoren el ecosistema”, disparó el investigador Gervasio Piñeiro (FAUBA/CONICET), quien expuso junto a Priscila Pinto. En este sentido, dijo que la agricultura que se viene necesitará integrar la noción de ‘servicios ecosistémicos’ a todos los cultivos: “No necesitamos desarrollo de especies y variedades de cultivos de renta o de servicios, sino ambos. Por ejemplo, sojas que además de rinde generen muchas raíces”. Piñeiro también destacó el rol que tendrán los CS multiespecie, aliados para brindar servicios múltiples y contribuir a la biodiversidad.

Durante su exposición, precisó que los resultados de la Red de Cultivos de servicios son contundentes respecto del impacto positivo de los CS sobre el rinde de los cultivos de renta. El caso más claro es la dupla vicia/maíz, aunque advirtió la importancia de conocer bien la tecnología para evitar compromisos o impactos negativos. “Lo que define en gran medida el impacto de un CS sobre el cultivo de renta es la ventana entre su secado y la siembra del cultivo estival”, afirmó. Definir esta ventana será uno de los objetivos de la Red.

En primera persona: la experiencia de productores

Esteban Jauregui (NOA) y Ramón García (SE Córdoba) coincidieron en que la adopción de CS, tanto en Bandera como el Sudeste cordobés, viene en aumento: “El 100% de los productores de las Regionales Aapresid de Justiniano Posse y Los Surgentes Inriville hacen CS”, afirmó García.

En Bandera, Jauregui hace CS de vicia sobre soja en lotes que irán a maíz, o siembras aéreas de CS de centeno sobre maíz, para luego ir a soja. A la hora de decidir un CS señaló que lo primero que hay que contemplar es la disponibilidad de agua. “En mi caso el límite es 250 mm de AU en los primeros 2 m. Por encima de eso, sé que puedo apostar a un trigo rentable. Menos de eso, elijo un CS”, dijo.

Las claves para una implantación exitosa son la correcta inoculación en vicias, el uso de semillas de calidad, el buen servicio del proveedor de siembra (sobre todo aéreas), la densidad y el curado de la semilla. Jauregui también remarcó el rol de la planificación, que comienza mucho antes de la siembra: “Elijo como antecesores maíces con buen comportamiento a baja densidad, para así garantizar buena luz al CS que siembro con avión. También planifico los pre emergentes en maíz para evitar riesgos de ‘carry over’ que pueden llevar al fracaso del CS”.

En el sureste de Córdoba, García trabaja con CS para controlar malezas y paliar las inundaciones, cada vez más frecuentes. “La decisión se divide según se trate de ambientes con napa o sin napa. En ambientes sin napa se apunta a maíz – CS (vicia+centeno) – soja. En ambientes con napa, se opta por maíz – trigo – soja – CS (vicia+remanente de trigo guacho) – maíz.

Según contó el productor cordobés, los CS de vicia+centeno se siembran a mediados marzo con sembradora grano fino, intercalando gramínea y leguminosa en los cajones de la sembradora. “Esto evita tener que mezclar, mantiene densidades constantes y reduce el riesgo de que decante la semilla”, señaló. García usa densidades de 15 kg/ha de vicia y 12 a 13 kg/ha centeno, con precaución de no pasarse con este último, ya que su rápido crecimiento inicial ahoga la vicia.

El secado suele ser químico y el momento se define según el año. “Si viene bueno, podemos optar por sembrar cultivo de renta en verde. Esto exige un buen ajuste de la sembradora pero corta mejor el residuo del CS y da excelentes resultados”, aseguró.

Este año, el productor proyecta incorporar pre emergentes residuales para controlar la primera camada de rama negra que, de lo contrario, queda abajo del CS para salir tras el secado y afectar el cultivo de renta siguiente.

Aun tras un 2020 seco, ambos productores se mostraron conformes con los resultados de la última campaña. “Los CS cumplieron con sus servicios y hoy tenemos cultivos de renta muy buenos con excelente recarga. Con el tiempo entendí que no son tan extractivos de agua y no impactan en el rinde, un temor que siempre tuve y pude eliminar gracias a la información generada en la Chacra”, reconoció Jauregui. “Creí que sería un año difícil pero aun las siembras en verde tuvieron excelentes resultados Ya le perdí el miedo a la falta de agua”, agregó García.

En cuanto a los desafíos a futuro de los cultivos de servicios, Jauregui remarcó la importancia de perder el miedo a la falta de agua y recomendó a quienes aún no se animaron a que prueben en pequeñas superficies y lleven siempre el barreno en la camioneta. También habló del ajuste de esta tecnología: “Sería bueno conocer por ejemplo el comportamiento de CS sembrados con avión sobre antecesores como girasol, sorgo y otros cultivos densos que puedan limitar la entrada de luz. El aporte que puede hacer un CS tras un cultivo tan extractivo como el girasol puede ser muy interesante”, dijo.

Por su parte, García habló del desafío que implica orquestar la logística. “Con los CS tenemos que aprender a manejar tareas de siembra y cosecha en simultáneo”, señaló y apuntó también a la falta de disponibilidad de semilla.

En esta misma línea, el gerente de Desarrollo de PGG W. Seeds, Juan Lus, puso sobre el tapete la necesidad de una ley que regule la producción y comercio de semillas de CS, para que las empresas puedan estimar estructura y volúmenes necesarios. “La vicia se transformó en la 4ta forrajera en importancia económica después de alfalfa, festuca y ray grass, y en los últimos años su precio se duplicó. Esto da la pauta de la importancia que ha tomado este CS”, agregó.

“Creí que sería un año difícil pero aun las siembras en verde tuvieron excelentes resultados Ya le perdí el miedo a la falta de agua” Ramón García.

Vicia de hoy, N de mañana

En el segundo día del ciclo de charlas, Fernando Salvagiotti del INTA Oliveros habló sobre el rol de la inoculación en CS de leguminosas. “Con vicias de 5-6 mil kg, un maíz tardío de diciembre no tiene respuesta a la fertilización nitrogenada. Es importante hacer seguimiento del estado de N, usando muestreos de biomasa y medición de nitratos en el cultivo a las 4-5 hojas. El efecto N del CS se observa también en el trigo siguiente”, señaló. Además de la inoculación, habló de la importancia de la buena nutrición del CS con S, P, etc., para maximizar sus servicios.

Según explicó, por su liberación paulatina, el N biológico que deja la vicia tiene mayor eficiencia de uso: 70-80% respecto del 50% que tiene el N de fertilizante.

Salvagiotti se refirió también a la arveja, que muestra comportamiento similar a vicia pero, en el caso de arvejas de renta, mucho de ese N se va con el grano. “En arvejas de renta antes de maíz, la respuesta a la fertilización con N es la misma que barbecho”, afirmó.

La relación C/N de un cultivo determina la velocidad con que éste libera el N. “No es lo mismo una secuencia CS gramínea/maíz que vicia/maíz, y ambas exigen una planificación de la fertilización totalmente diferentes”, recomendó. Salvagiotti cerró apuntando a la necesidad de seguir estudiando los procesos de mineralización y liberación de nutrientes de los CS, inmediata y a largo plazo; además de los impactos ambientales (positivos y negativos) de la inclusión de CS de leguminosas en planteos intensificados.

Cómo planificar hoy un CS que le gane a las malezas de mañana

El asesor Martin Marzetti y Fernando Oreja de FAUBA coincidieron en que los CS, como herramienta para el control de malezas, funcionan como un herbicida más ya que en su eficacia influyen multiplicidad de factores: banco de malezas, tipo y calidad de implantación del CS, etc.

Los CS funcionan atrasando y agrupando los picos de emergencia de las malezas. Según señalaron, esto facilita el control químico ya que permite entrar con herbicida menos veces, con menos malezas, más chicas, débiles y agrupadas.

Para lograr estrategias exitosas basadas en Agricultura Siempre Verde (ASV) y la inclusión de CS, hay varias etapas: identificar huecos en la rotación libres de cultivos, definir los servicios prioritarios que se apunta brindar, elegir las especies/mezclas más adecuadas y planificar el manejo.

Una clave para la inclusión de CS es arrancar con el lote limpio. “Si salgo del verano con un lote enmalezado, necesito si o si un control químico antes de implantar el CS. En esos casos, conviene optar por CS puros, que facilitan la aplicación de selectivos”, afirmaron los especialistas.

Estrategias de ASV en la Chacra Pergamino permitieron bajar a la mitad las aplicaciones y el impacto ambiental respecto de rotaciones de tercios. De esta manera, se lograron mejores barbechos cortos y se usaron pre-emergentes en maíz de menor residualidad. Esto último es clave porque amplía el abanico de productos y marcas.

Como mensaje de cierre, insistieron en que, para ganarle a las malezas con herramientas como los CS y la ASV, es necesario dejar de pensarlos como costos sino como inversión: “De haberlo hecho hace 20 años, tal vez no estaríamos gastando lo que pagamos hoy por mezclas y activos”.

Experiencia de productores

Teddy Cotella, del Chaco santiagueño, incluye los CS en sus rotaciones con el objetivo de mejorar el aporte de C en su zona, donde los cultivos de renta no logran hacerlo. Por la escasa agua durante el invierno, el CS se siembra con avión sobre cultivos estivales verdes. Usa CS de centeno pre-volado a la cosecha de maíz y otras opciones son trébol blanco y Munay, este último con gran volumen de MS.

La escasez de agua hace que los CS queden casi latentes durante el invierno y que sus efectos se expresen a la siembra del cultivo estival. “Por eso estamos pensando en CS de verano”, dijo.

Respecto del consumo de agua en años muy secos y su impacto sobre cultivos de renta, Cotella no carga la culpa sobre los CS: la caída de productividad se ve en lotes degradados y la causa son muchos años de agricultura. En años normales para la zona, el CS transforma el agua en biomasa, que de otra manera, con barbecho, se evapora. “Para evitar efectos en cultivos siguientes es clave manejar las ventanas de recarga”, recomendó.

Bernardo Romano, productor del norte de Buenos Aires, también suma los CS en la búsqueda de mejorar balances de Carbono. Con los años empezó a ver otros efectos: rápida estabilización de rindes de cultivos de renta y aumentos de rendimiento del 15 a 20% en maíz, 20% en trigo 20% y 8% en soja de 2da.

Por otra parte, bajaron los costos por menor aplicación de fitosanitarios y fertilizantes nitrogenados. Así, el retorno económico va creciendo. Esto ayuda a derribar el mito de que en campos alquilados los CS son inviables. Sin embargo, destaca que para ver buenos resultados, hay que ponerles tecnología: inoculación, fertilización con P y S, etc.

Al igual que su par del norte, marcó la importancia de manejar las ventanas de crecimiento del CS y de recarga del perfil previo a la siembra de verano. Para eso es clave conocer la historia de cada lote, monitorear la evolución del agua útil y de pronósticos climáticos.

“Para evitar efectos en cultivos siguientes es clave manejar las ventanas de recarga”.

Cómo planificar un cultivo de servicios para pastoreo

Sandro Raspo, productor y asesor del sur de Córdoba, habló de la importancia de llevar la técnica de CS a nivel de sistema de producción. En sus planteos mixtos, integra todas las herramientas disponibles como verdeos, CS y lo que llamó “coberturas pastoreables”: un híbrido entre verdeo y CS basado en mezclas a alta densidad (230-300 pl/ha) y alta fertilización (con P y N) que se pastorea en un 30%, con baja carga instantánea y durante periodos no mayores a 3 días.

Esta herramienta le permite producir 150 USD/ha de carne y mayores rindes en soja, además de bajar la carga herbicidas en un 80% y promover el reciclado de nutrientes en el suelo, gracias a una actividad radicular constante.

La alta densidad y fertilización favorecen a la rápida generación de área foliar en estas coberturas pastoreables. Siempre que el año lo permita, el productor apunta a sembrarlas al voleo con máquina neumática para evitar surcos sin pasto que puedan ser pisoteados. Los pastoreos suaves permiten mantener la actividad de las raíces y su constante producción de exudados que dan al suelo un servicio de reciclado de nutrientes.

Estas coberturas son de centeno + avena strigosa. “El animal arranca pastoreando el centeno, y cuando los retiro, la avena explota.

Al secar la cobertura, el rastrojo de avena tiene, a los 90 días, una C/N comparable a vicia”, contó al tiempo que señaló que las ganancias diarias con tropas de recrías están entre 877 y 950 gr.

Raspo no recomienda hacer las coberturas sobre lotes que salen sucios de maíz, en especial con pata gallina o rama negra, usando semilla curada contra áfidos. Y apuntó a la biodiversidad como aliada estratégica, que incluye la combinación de cultivos: centeno, triticale, cebada, vicias, mijo, moha, trigo sarraceno, tréboles y pasturas y la maximización de la carga de benéficos.

Planificación de un CS: lo que hay que saber

Cecilia Crespo (UIB) habló de los CS que testea en el sur de Buenos Aires, que incluyen CS puros de gramíneas y leguminosas, y algunas consociaciones. Las especies más usadas son avena, centeno, raigrás, triticale, vicia villosa, etc.

Crespo se refirió al impacto de la fertilización con N en CS de avena en rotaciones con soja. “En promedio de 13 años, se ve que el N aumenta un 1.5 tn la producción de MS de la avena. En siembras tardías de mayo/junio, la fertilización se transforma así en un aporte clave para favorecer el crecimiento del CS en ambientes del sur bonaerense”, puntualizó.

También remarcó la mejor producción de MS de las consociaciones respecto de CS puros, e indicó que son clave para bajar la presión de enfermedades en la zona. “Consociaciones de gramíneas con alta proporción de vicia generan aumentos en rinde de maíces posteriores”, afirmó.

La disertante brindó recomendaciones para CS exitosos en el sur bonaerense, empezando por adelantar la siembra de vicias a enero/febrero para evitar efectos de las bajas temperaturas. Además, esas vicias secadas en mayo permiten meter luego cebadas de renta con plus de rindes de 4 a 6.7 tn.

Sobre el final, recomendó subir las densidades para siembras aéreas de CS gramíneas, ya que la semilla suele caer sobre el cultivo y no llega al suelo. En cuanto al consumo de agua, precisó que CS secados de octubre + 15 días de recarga no muestran diferencia en agua a la siembra respecto de barbecho.

Experiencia de productores

El productor Guillermo Rivetti hace CS en la zona semiárida del sur cordobés, donde son una herramienta clave. “General Roca es el departamento con mayor adopción de CS a nivel nacional (22% del área)”, remarcó.

Según contó, empezó con CS de centeno sobre soja o maíz para prevenir la erosión eólica, y hoy suma varios servicios, entre ellos, la “cosecha de carne”.

Para evitar compromiso entre producción de kg vs. servicios ecosistémicos, apuesta a CS con buena tecnología: semillas, densidades, fertilización etc. “Esto requiere inversión sin perder de vista los objetivos iniciales del CS”, señaló.

El manejo de pastoreo es en junio con recría, en parcelas diarias o de 2 días. Se llevan hasta el 50% de la biomasa con largos tiempos de descanso. Y en 4 meses cosecha 100 kg carne/ha.

Rivetti contó que está llegando a tiempos de ocupación del suelo con raíces vivas del 80%, sin efectos supresores a la vista sobre los cultivos de renta. Entre los desafíos, asegura que melilotus debería ser “LA” leguminosa para la zona semiárida, pero falta genética adaptada. “El ciclo muy largo produce biomasa tarde sin buen resultado de implantación”, contó, dejando la puerta abierta para los semilleros.

En el espacio para empresas, Miguel Giménez Zapiola, de Biogenesis Bagó, habló de la importancia del manejo sanitario en planteos integrados. Destacó puntos como la capacitación, el conocimiento del origen de hacienda, la correcta planificación e implementación del plan sanitario, y el uso de lazareto como práctica para detectar patologías ocultas en el rodeo que ingresa al campo, entre otras.

El productor del sur bonaerense, Santiago Guazzelli, habló de su experiencia en CS en planteos mixtos. “Lo que hoy tenemos como CS de doble propósito es el resultado de la evolución de los verdeos manejados con pastoreo racional, bajo premisas como: ‘el último pastoreo es para el suelo’, dijo.

Según contó, hay situaciones en que las malezas no se pueden manejar sin el uso de CS. También son aliados en ambientes como Tandil, de fuertes pendientes y sin sistematización.

Entre las claves para la zona, recomienda usar CS de baja relación C/N que ayudan a la combustión natural de los residuos de cosecha y reducen el exceso de cobertura, un problema en la región que trae ataques de bicho bolita o babosa, o mayores daños por heladas. Respecto a estas últimas, también recomienda atrasar la siembra del maíz sucesor al CS a noviembre, usando barre rastrojos agresivo y púas detrás de la cuchilla para exponer el surco a la luz.

Guazzelli encontró que las consociaciones de vicia y gramíneas, le permiten obtener maíces rentables en zonas de bajos que hasta hace unos años estaban cubiertos de pelo de chancho y barro blanco. Otra ventaja de estas consociaciones es que permiten mantener erecta la vicia y sumar biodiversidad: claves para frenar enfermedades como la ramularia, cada vez más presente en las vicias del sur.

Hoy más que nunca Aapresid avanza en su misión de acompañar a los productores en el día a día de su actividad y ayudarlos en el desafío diario de producir de forma sustentable.

Por eso, desde la plataforma Aapresid Comunidad Digital se lanzó Agenda Aapresid: un ciclo de capacitación e intercambio a lo largo de 2021 para abordar los temas de la campaña, con la mirada puesta en los sistemas de producción y con información para la toma de decisiones que el productor necesita, cuando la necesita.

Estos espacios únicos reunirán: el conocimiento de los mejores especialistas, la mirada y experiencia de productores referentes de distintas zonas del país y la última tecnología disponible ofrecida por las empresas.

Otros puntos fuertes de la propuesta son, su formato descontracturado de entrevistas mano a mano y el protagonismo del intercambio. Los bloques cuentan con espacios para el debate en vivo y para que los asistentes puedan interactuar con los especialistas y responder a todas sus consultas.

Para acceder al programa completo e inscribirse, basta con ingresar en Aapresid Comunidad Digital. El acceso es libre y gratuito, y quienes se inscriban previo al evento accederán a la opción ‘On demand’ para no perderse nada.

En las próximas semanas la institución dará a conocer el calendario de eventos para todo el 2021.

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