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Resistencia a glifosato enCardo Ruso (Salsola tragus L.)
En marzo se confirmó la resistencia a glifosato en poblaciones del oeste de la provincia de Buenos Aires. En esta nota, los especialistas involucrados en la detección comparten información sobre el tema.
El cardo ruso es una maleza de difícil manejo, frecuente en pasturas y cultivos que puede encontrarse en zonas áridas y semiáridas. En el mes de marzo se emitió una alerta por la presencia de cardo ruso resistente a glifosato en dos partidos de la provincia de Buenos Aires: Trenque Lauquen y Saavedra. Para ampliar un poco este tema entrevistamos a distintos actores que estuvieron directamente relacionados con esta historia: Marcos Yanniccari, investigador Adjunto CONICET en la Chacra Experimental Barrow y profesor Adjunto de Terapéutica Vegetal en la Universidad Nacional de La Pampa; Ramón Gigón, asesor privado, especialista en malezas; Alfonso González, ATR de la regional Trenque Lauquen de Aapresid; y Sebastián Espain, quien trabaja en la parte de agricultura de la firma Agrijó S.A. en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Foto 1 Salsola tragus (Foto Mary Ellen Harte).
Descripción del cardo ruso
El cardo ruso no es una especie nativa pero puede encontrarse en gran parte de Argentina, principalmente en el este de La Pampa, oeste y sur de la provincia de Buenos Aires, sur de San Luis y sur de Córdoba. Se desarrolla bien en zonas semiáridas, en suelos arenosos y tolera suelos salinos. No tolera bien los suelos muy húmedos ni con mucha materia orgánica. En años secos es cuando más prolifera, pero en años más húmedos se le puede pudrir la raíz, según apuntó Gigón.
“El cardo ruso es una maleza muy común, que estuvo desde siempre complicando”, comentó Yanniccari. De hecho, en 1914 fue declarada en Argentina como plaga de la agricultura y campos de pastoreo.
Con el nombre de cardo ruso se conocen a dos especies que son muy similares: Salsola tragus L. y Salsola kali L.. En la región donde se detectó la resistencia se encuentran las dos especies. Un poco más al sur, también es posible encontrar otra especie de la misma familia, Salsola soda L. La resistencia a glifosato fue encontrada en S. tragus, pero Gigón afirmó que es más frecuente ver S. kali.
S. tragus es una especie anual de la familia de las Chenopodiáceas. La planta puede alcanzar 1,5 m de altura y tiene muchas ramificaciones que dan aspecto globoso a las plantas adultas. Gigón explicó que tiene una emergencia desde agosto hasta octubre (cuando el suelo tiene temperaturas mayores a 15-16 °C), tiene vegetación primavero-estival y floración estival hasta otoñal.
Esta especie no es buena competidora al inicio, porque tiene poca tolerancia a la sombra. Sin embargo, después de los primeros 10 cm de altura, crece muy rápido ya que tiene una tasa de crecimiento alta asociada a ser una planta C4.
Yanniccari contó que en senescencia, la planta se corta a la altura del cuello, comienza a rodar con el viento y dispersa sus semillas. Cada planta produce muchísimas semillas y tiene frutos alados que hacen más fácil su dispersión.
Poblaciones resistentes
En el mundo hay reportes de cardo ruso resistente a glifosato en tres estados de Estados Unidos: Montana, Oregon y Washington (www.weedscience.org).
En Argentina en los últimos años se observaron problemas para controlar el cardo ruso. Alfonso González es asesor técnico de la regional Trenque Lauquen y nos contactó con Sebastián Espain quien promovió el estudio del caso. Espain trabaja en el área de agricultura de la firma Agrijó S.A. en el oeste de la provincia de Buenos Aires. La rotación que usa es Maíz/Soja/Trigo – Soja en siembra directa. Hace 4 o 5 años empezó a observar problemas para controlar el cardo ruso aunque al principio adjudicaba la falta de control a fallas en la aplicación producidas principalmente por sequía. Gigón recolectó muestras de semillas en los lotes donde sospechaban que había cardo ruso resistente en la zona de Trenque Lauquen y posteriormente se recolectaron muestras provenientes de la zona de Espartillar, partido de Saavedra.
Yanniccari realizó los experimentos en los que se compararon las poblaciones presumiblemente resistentes a glifosato frente a una de susceptibilidad conocida. Se evaluó el porcentaje de supervivencia de las plantas en 5 dosis distintas de glifosato. Con estos datos, calcularon el factor de resistencia que explica el número de dosis necesarias para obtener el mismo nivel de control que en la población susceptible. El valor obtenido para el factor de resistencia fue de 7. Es decir, las poblaciones estudiadas necesitaron una dosis 7 veces mayor para obtener el mismo nivel de control que en la población testigo (susceptible).
Los resultados permiten confirmar la resistencia a glifosato en las poblaciones estudiadas.
Además realizaron un experimento paralelo en el que evaluaron las concentraciones de ácido shikímico como bioindicador de la sensibilidad a glifosato, y confirmaron las diferencias entre las poblaciones susceptibles y las potencialmente resistentes.
En las poblaciones de S. tragus detectadas en Estados Unidos los factores de resistencia reportados fueron similares, por lo que se podría llegar a pensar que tienen el mismo mecanismo de resistencia, reflexionaba Yanniccari.
La presión de selección es alta: los entrevistados manifestaron que en la zona donde fue encontrada la resistencia, solían usarse en promedio 3 o 4 aplicaciones de glifosato al año, desde hace por lo menos 15 o 20 años.
En las zonas de Estados Unidos donde se encontraron las poblaciones de S. tragus resistente a glifosato, no se realiza normalmente soja o maíz. Sin embargo, es frecuente el uso de este herbicida para el barbecho de trigo y la cantidad de aplicaciones puede ascender hasta 6, por lo que la presión de selección es muy alta, similar a las regiones donde sí se usan cultivos resistentes a glifosato.
Las poblaciones estudiadas necesitaron una dosis 7 veces mayor para obtener el mismo nivel de control que en la población testigo (susceptible).
Control
Buenas prácticas de manejo
Considerando el eficiente mecanismo de diseminación de esta maleza, el monitoreo de lotes resultaría esencial para prevenir o manejar el problema precozmente.
Es clave tener un cultivo competitivo, que tenga buena implantación, que emerja rápido. Como el cardo ruso no tolera bien la sombra, una rápida cobertura del suelo ayudará a que no se desarrolle tanto la maleza.
Es importante la incorporación de cultivos de invierno o cultivos de servicio. Se obtuvieron muy buenos resultados con el uso de centeno que produce bajas importantes en la población de cardo ruso.
Herbicidas
El control químico de S. tragus no es un tema menor, ya que suele estar condicionado por el estrés abiótico al que frecuentemente está sometida la maleza y las barreras foliares que limitan el buen mojado de las hojas.
Con respecto a los productos, Gigón señaló que es importante usar herbicidas con distintos modos de acción e incorporar herbicidas residuales. Espain comentó que según su experiencia, el mayor problema se da en soja. “Con el sulfentrazone fue un antes y un después”, comentó Yanniccari. Según Gigón, en soja es clave usar herbicidas
como el sulfentrazone (HRAC-E), que también controla bien el yuyo colorado y tiene residualidad. Otro herbicida que puede usarse en soja es el imazetapir (del grupo de los inhibidores de la enzima ALS, HRAC-B). Para maíz, Yanniccari recomendó los hormonales (HRAC-O). Por su parte, Gigón para maíz sugirió los que inhiben la enzima HPPD (HRAC-F2), como biciclopirona y para el barbecho, hormonales. Gigón agregó que 2-4 D, sólo, no funciona tan bien, pero acompañado de dicamba o picloram logran un buen control.
¿Cómo evolucionará esto?
En Estados Unidos además de la resistencia a glifosato, también hay poblaciones de S. tragus resistentes a herbicidas inhibidores de ALS (HRAC-B) e incluso existen indicios de poblaciones con resistencia a ambos tipos de herbicidas. Yanniccari señaló que en Argentina hasta ahora no hay sospecha de resistencia a herbicidas inhibidores de ALS en cardo ruso. Sin embargo, Gigón apuntó que es probable que en el futuro estas u otras resistencias aparezcan.
“El tema del cardo ruso asusta”, así resumía Espain su percepción sobre esta problemática. Gigón puntualizó que al tratarse de una maleza que no tolera suelos muy húmedos, no debería proliferar fuera de la zona semiárida. Por otro lado, Yanniccari dijo que la posibilidad de que este problema se difunda rápidamente o no, está relacionado con el flujo génico. En este caso, se refiere a la distribución del gen o genotipo que tiene la resistencia. Hay distintas formas de flujo génico: por medio de la semilla o a través del polen. Esta última puede ser hacia la misma especie u otras especies con las que pueda hibridar. Algunos trabajos hablan de una posible hibridación entre S. kali y S. tragus. Sin embargo, la principal hipótesis de Yanniccari en este caso es que el mayor flujo génico pueda darse por la distribución de la semilla, ya sea de forma natural (viento) o por medio de la maquinaria.
Para evitar que el problema se magnifique es fundamental aplicar las prácticas descriptas dentro de los pilares de un manejo racional de malezas (El ABC de REM www.aapresid.org.ar/rem/el-abc-de-rem) que incluyen buen monitoreo de los lotes, medidas para evitar dispersión de semillas, buenas prácticas de manejo cultural de los cultivos y un correcto control químico.
*Agradecemos a todos los entrevistados por la información brindada para esta nota.