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EDITORIAL
CALENDARIO AAPRESID
El trigo y su bondad de producir cuidando
Eventos del mes
NOTAS DESTACADAS NUTRICIÓN DE CULTIVOS La dosis justa para que el trigo se lleve el oro
98 PLAGAS Y ENFERMEDADES Malezas que quieren jugar de titular
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REVISTA AAPRESID
GANADERÍA Al pasto: el recurso ganadero más barato
CIENCIA Y AGO
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Agricultura con ADN 4.0
CULTIVOS DE INVIERNO
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¿Qué pasaría si el Estado decide dar marcha atrás con las políticas fallidas y da un giro copernicano?
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De Francia al mundo, cooperando con el progreso de la agricultura
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¡Abróchense los cinturones! Se viene el trigo 2022/23
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El quinto simulador
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Por el cambio climático, los rindes de trigo en el norte santafesino cayeron 16%
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Una calculadora online y gratuita para estimar los costos de proteger al trigo
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La pelea contra “los robadores de rinde”
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CS ¡Hasta el infinito y más allá!
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Centeno volador
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RANCONA TRÍO, más y mejor protección para las semillas de cereales de invierno
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Que la sal y el agua no frenen la cebada
NUTRICIÓN DE CULTIVOS
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Leyendo nuestros suelos
MANEJO DE SUELOS
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El precio de regar el suelo
ACTUALIDAD
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La Asociación de Cooperativas Argentinas celebra 100 años de trabajo
GANADERÍA
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Recría de precisión
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Volver a las raíces con ganadería regenerativa para ganar-ganar
152
La única sabia fue la vaca: crianza artificial de futuras lecheras en la UNR
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Te cantamos la posta para disminuir la incidencia de la enfermedad respiratoria bovina
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EDITORIAL El trigo y su bondad de producir cuidando Argentina se encuentra dentro del selectísimo grupo de los principales productores y exportadores de granos a nivel global, y en este ranking el cultivo de trigo busca mejorar su posicionamiento en el país y en el mundo. En la década del 60, nuestro país ocupaba una mejor posición como productor triguero, que se intenta recuperar en los últimos años a través del incremento de área sembrada y productividad. La campaña 2021-2022 terminó con el récord de 21.8 MTn de producción en 6.750.000 millones de hectáreas sembradas, según datos de las Bolsas y MAGYP, y se aspira a mejorar esta performance. El mandato exhaustivo para la agricultura del planeta es “producir más con menos”, con una demanda creciente de cantidad y calidad de producción, uso de energías renovables vs. energías de origen fósil, mayor eficiencia en el uso de recursos, menor huella ambiental, más biodiversidad y resiliencia a los embates de la naturaleza. En Aapresid, este reto lo vivenciamos desde los comienzos de la institución y trabajamos para incluirlo en un camino de mejora continua de los sistemas de producción basados en siem-
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bra directa, con la “intensificación sustentable” y la “agricultura siempre verde” como guía. La genética, la biotecnología, la nanotecnología, las famosas TICs, IoT con satélites, drones, inteligencia artificial, tecnologías de conocimiento y procesos, están cada vez más accesibles y acompañan la producción. Desde la revolución verde liderada por uno de nuestros máximos referentes e inspiradores de la agricultura moderna, el laureado Norman Borlaug, hasta el reciente descubrimiento de la tecnología HB4 de la mano de la argentina Raquel Chan y la alianza UNL-Conicet-Bioceres, somos partícipes de un camino de innovación y colaboración que busca herramientas cruciales para potenciar la sustentabilidad que no solo es económica-productiva, sino también ambiental y social. La diversificación del sistema productivo es una de las prácticas fundamentales y el cultivo de trigo es protagonista destacado en la rotación, permitiendo un engrose del resultado económico productivo en el tándem de 2 cultivos al año (donde el clásico trigo/soja 2da se amplía con trigo/maíz y otras opciones según la región). Ade-
más, el trigo goza de las bondades de los servicios ecosistémicos que también brindan otros cultivos de servicios, que contribuyen a mantener los suelos con cobertura viva todo el año. Estos servicios van desde su capacidad descompactadora natural por raíces y distanciamiento entre hileras de siembra, intercepción y control de malezas, plagas y enfermedades, balance de carbono (mayor secuestro de carbono en suelo y menores emisiones), ciclaje de nutrientes, capacidad de uso de agua acumulada en el perfil del suelo en épocas con menos lluvias como las invernales e incluso contribuir con el descenso de los niveles freáticos hasta las tecnologías utilizadas, fundamentalmente el aporte de fertilizantes, para más cantidad y mejor calidad nutricional productiva. “Argentina es referente mundial en el uso de siembra directa que ha frenado serios procesos de erosión y redujo las emisiones de CO2. Hay que hacer más rotaciones y reponer más nutrientes, porque sólo reponemos 30-40% de lo que se llevan los cultivos”, nos recuerda Fernando Andrade. En los últimos años, el mundo viene mostrando cambios importantes en la dinámica de consumo de alimentos, y esto no excluye a la cadena del trigo. Este aspecto, lejos de obstaculizar la producción de este cultivo, incrementa el abanico de oportunidades en lo referido a materiales fortificados nutricionalmente con capacidad de mejorar la calidad alimentaria y también de abastecer diferentes mercados según calidades.
El cultivo de trigo es clave en Argentina por su aporte a la alimentación de la población, por permitir diversificación y eficiencia de producción, donde producir y cuidar al mismo tiempo es posible; además es demandante de ciencia y tecnologías, brinda servicios múltiples, tiene potencial de exportación y su posible transformación en el virtuoso circuito de la bioeconomía como materiales de construcción, entre otras opciones. Alcanzar el pleno potencial requiere de un trabajo consensuado público privado, reglas a mediano largo plazo, normativas y legislación acorde (Ley de Semillas, Uso de fertilizantes, Segregación y Trazabilidad en mercados, etc.) que permitan su máximo despliegue y amortiguar los cambios vertiginosos locales, regionales y globales. La pandemia por COVID-19 y, más angustiante e inadmisible aún, el “cisne negro” de la invasión de Rusia a Ucrania, pone en evidencia la fragilidad de los sistemas agroalimentarios del planeta debido a causas exógenas. Esto incrementa la responsabilidad y compromiso del productor y toda la comunidad agrobioindustrial para el bien común de la humanidad. Es un privilegio y máximo compromiso ser parte de este desafío y tener la oportunidad de ser parte de la solución.
María Beatríz “Pilu” Giraudo Presidente Honorario Aapresid
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CIENCIA Y AGRO
Agricultura con ADN 4.0 La implementación de tecnologías 4.0 en el agro promete traer grandes mejoras pero también exige superar algunas barreras. Un repaso por este concepto que revoluciona todo.
A medida que crece la población mundial, uno de los principales desafíos de la agricultura es aumentar la producción de alimentos con reducciones significativas en los impactos ambientales y las implicancias socioeconómicas. En la mayoría de los países, el agro es un factor clave dentro del sector económico y su participación en la economía mundial representa una tasa del 6,4%. Sin embargo, se observa una reducción del 3,3% en la producción de granos a lo largo de toda la cadena de valor.
Por: Permingeat, H.
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La incidencia del mal tiempo, la mayor tolerancia de plagas, patógenos y malezas a los productos fitosanitarios, y el mal uso de tecnologías en la cadena de producción agrícola incide en una parte importante de las pérdidas de
la agricultura. Para alcanzar la máxima productividad es necesario desarrollar estrategias disruptivas en los sistemas productivos, que busquen mitigar pérdidas y desperdicios a lo largo de la cadena de valor (Silveira y col., 2021). Una serie de tecnologías emergentes hoy ya están disponibles o en etapas muy avanzadas de desarrollo para contribuir al combate de esas barreras que limitan la productividad. Entre estas tecnologías, se encuentra la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, Internet de las Cosas (IoT), los drones, la robótica, la nanotecnología y la biotecnología (edición de genes y transgénesis). En la agricultura, las tecnologías inteligentes aumentan los ingresos, reducen el uso de insumos en los procesos agrícolas y forman parte de la cuarta revolución agrícola, que todavía está en etapa de construcción, y comprende un conjunto de problemas y soluciones desde el punto de vista tecnológico, socioeconómico y de gestión. El concepto de “Agricultura 4.0” es equivalente al de agricultura de precisión, agricultura digital, agricultura inteligente, revolución agrícola digital e inteligencia artificial agrícola, con menores diferencias en sus respectivas definiciones (Silveira y col., 2021). Se cree que la Agricultura 4.0 puede traer importantes mejoras globales, en términos de aumentar la productividad y la eficiencia de los sistemas agrícolas y alimentarios, mejorar la cantidad, calidad y accesibilidad de los productos agrícolas, adaptación al cambio climático, reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, optimizar el uso de los recursos naturales de forma sostenible y, en consecuencia,
En la mayoría de los países, el agro es un factor clave dentro del sector económico y su participación en la economía mundial representa una tasa del 6,4%. REVISTA AAPRESID
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disminuir el impacto ambiental en los próximos años (Araujo y col., 2021). La implementación de estas tecnologías también requiere superar algunas barreras de diferente índole. En el plano tecnológico, la complejidad de las tecnologías y la frecuente incompatibilidad entre sus componentes, impiden la adquisición de equipos y maquinarias por parte de los agricultores. El alto consumo de energía y el bajo alcance de la comunicación para aplicaciones agrícolas son temas que requieren atención. Otro desafío es adaptar el uso de tecnologías que no fueron diseñadas para el entorno agrícola. Algunos autores señalan que las dimensiones temporales y espaciales de las disciplinas biológicas, climáticas, económicas y sociológicas pueden generar problemas en la interpretación de los datos. Sobre este punto, para que la agricultura 4.0 funcione, es fundamental desarrollar una infraestructura de telecomunicaciones moderna en las zonas rurales. Y es que la infraestructura debe asegurar una amplia conectividad en los campos. También hay aspectos a considerar en el plano económico, como poner en marcha la infraestructura necesaria para las comunidades rurales y los costos operativos derivados de la interoperabilidad de datos, indicando que la viabilidad técnica de la agricultura 4.0 requiere cargos adicionales por parte de los agricultores para su implementación. Otro factor determinante son los costos de mano de obra calificada para controlar y mantener en funcionamiento las tecnologías agrícolas.
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En el plano político, se deben desarrollar nuevos acuerdos, leyes y desafíos regulatorios que incluyan las características de los datos relevados por los dispositivos agrícolas. Se necesita ampliar la disponibilidad y accesibilidad de las tecnologías para los agricultores a través de una nueva estructura de política agrícola. En el plano social, en algunos países falta mano de obra calificada, con conocimientos técnicos y habilidades digitales, y las competencias requeridas en el nuevo sistema agrícola. También es necesario desarrollar una nueva cohorte de graduados en ingeniería que abarquen los conceptos biológicos y agronómicos para realizar investigaciones multifuncionales. Se debe remodelar el abanico de habilidades técnicas de
los estudiantes para facilitar la resolución de problemas bidireccionales de las ciencias agrarias en el contexto de la agricultura 4.0. Finalmente, hay que considerar también el plano ambiental. Los datos recolectados con tecnologías de la agricultura 4.0 pueden no ser los adecuados debido a la influencia del clima y el comportamiento del sistema, lo que genera incertidumbre en la implementación de tecnologías significativas entre los agricultores. En este sentido, faltan soluciones inteligentes y sustentables, así como el desarrollo de técnicas útiles para recolectar datos en fincas que permitan, por ejemplo, monitorear y controlar las emisiones de carbono en tiempo real (Silveira y col., 2021).
Rose y col. (2021) argumentan que esta cuarta revolución agrícola se debería guiar por el concepto de intensificación sostenible (IS), definida holísticamente, con el fin de que se brinden beneficios a las personas (aspectos sociales), a la producción (de alimentos) y al planeta (aspectos ambientales) y esto marca una clara crítica en su implementación actual. La IS y la tecnología están estrechamente vinculadas, y esta última es vista como una forma clave de lograr la primera. Los debates existentes sobre agricultura 4.0 rara vez se enmarcan en el contexto de IS, ya que muchas políticas y discursos no abordan los tres componentes. De hecho el trabajo sobre IS en sí mismo falló ampliamente en dar suficiente énfasis a la sostenibilidad social. Un detalle importante es que el foco de esta agricultura 4.0 integra toda la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta el consumidor, pasando por la logística del transporte, el almacenamiento de las materias primas, el procesamiento y la distribución de alimentos. En este contexto, la Agricultura 4.0 trae diversas oportunidades de innovación en dominios heterogéneos y a lo largo de la cadena, que se pueden clasificar en cuatro categorías principales (Araújo y col., 2021):
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a
Monitoreo inteligente del clima, de la emisión de gases de efecto invernadero, del suelo, de los cultivos, del agua.
b
Control de los sistemas de riego, de fertilización y fertirrigación, de plagas de los cultivos y su control, de invernaderos inteligentes, de sistemas de cosecha
c
Predicción: pronósticos de las condiciones meteorológicas, desarrollo de cultivos y estimación de rendimiento, pronósticos de demanda del mercado.
d
Logística de almacenamiento, distribución, manejo y trazabilidad de la cadena.
Los sistemas de monitoreo inteligente recopilan datos del campo en tiempo real y los analizan mediante herramientas avanzadas de análisis de datos. Dichos sistemas permiten a los agricultores tomar decisiones inteligentes y rápidas e implementar intervenciones oportunas para mejorar la productividad agrícola, ahorrar tiempo y costos y proteger el medio ambiente. Las aplicaciones del dominio de control utilizan un canal de información bidireccional, es decir que se le agrega un nuevo nivel de comunicación y se pueden enviar comandos de regreso al campo. En general, un sistema de control
de IoT es el resultado de un sistema de monitoreo activo y automático, que utiliza sensores y otros dispositivos para recopilar datos de interés y transmitirlos para su almacenamiento y procesamiento posterior. Los datos procesados se utilizan, por ejemplo, para activar y controlar automáticamente los actuadores para modificar el estado del proceso o el entorno de una manera predefinida (por ejemplo, sistemas de riego totalmente autónomos). Por su parte, la predicción es una función que facilita los procesos de toma de decisiones y permite optimizar la gestión agrícola. Los procesos de seguimiento y documentación son requisitos previos fundamentales para permitir la previsión, ya que es necesario utilizar datos
la Agricultura 4.0 trae diversas oportunidades de innovación en dominios heterogéneos y a lo largo de la cadena,
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históricos y en tiempo real para desarrollar métodos analíticos precisos que permitan predecir eventos concretos. El dominio logístico se refiere al flujo físico de entidades e información relacionada del productor al consumidor, para satisfacer la demanda del consumidor y cada etapa tiene el desafío de mantener la integridad, la eficiencia y la calidad del producto. Esto define la necesidad de un sistema de trazabilidad en toda la cadena. Claro está que la Agricultura 4.0 también alcanza a los sistemas de producción animal, como lo precisan Eastwood y col. (2021), buscando sostenibilidad y bienestar animal para los sistemas ganaderos. Estos autores destacan tecnologías de sensado remoto para la captura de datos de actividad animal, temperatura, rumiación, frecuencia cardíaca y ubicación, que luego se pueden usar para indicar cambios en aspectos como la reproducción, salud y parto. Los sensores también se utilizan para otros aspectos como el monitoreo de maquinaria, el
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Claro está que la Agricultura 4.0 también alcanza a los sistemas de producción animal, como lo precisan Eastwood y col. (2021), buscando sostenibilidad y bienestar animal para los sistemas ganaderos.
pesaje preciso de alimentos y el uso de imágenes satelitales o aéreas en sistemas extensivos de ganado. La automatización y la robótica en los sistemas ganaderos aplica, por ejemplo, a la recolección de huevos en la producción avícola, y la alimentación y limpieza en los sistemas domésticos de cerdos y lácteos. En la ganadería extensiva, el cercado virtual también representa la fusión de sensores y sistemas automatizados para gestionar el movimiento de animales sin intervención manual, como los tambos automatizados.
Existen otras tecnologías no digitales que también integran la cuarta revolución agrícola para los sistemas ganaderos, como la genómica, que ya se está beneficiando de la capacidad de capturar y analizar grandes conjuntos de datos. Un mayor uso de la selección genómica abrirá oportunidades como un mejor control de las principales enfermedades animales, o la creación más rápida de líneas especializadas dentro de las razas y, potencialmente, la cría de animales con fenotipos deseables. La edición de genes puede permitir un progreso más rápido en la mejora de atributos como la tolerancia al
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calor o la mejora de la salud. La nanotecnología presenta oportunidades a través de la capacidad de entregar medicamentos nanoencapsulados a los animales, o el uso de nanosensores para detectar cambios en la calidad de los alimentos a medida que los productos avanzan en la cadena de valor (Eastwood y col., 2021). Un tema común para los sistemas productivos que implementan tecnologías digitales es la ciberseguridad, y que los agricultores y proveedores de tecnología deben considerar. Un estudio reciente descubrió que los pequeños agricultores no estaban preparados para los riesgos de seguridad cibernética y que los problemas internos de la granja, como la pérdida de datos debido al mal funcionamiento de la tecnología y los incendios, eran un riesgo tan
grande como los actores maliciosos externos a través del malware y la piratería de bases de datos alojadas en la nube (Eastwood y col., 2021). Estos autores focalizan en el término “Agricultura Responsable 4.0”, que requiere la colaboración público-privada de las partes interesadas, incluidos los formuladores de políticas, los agricultores, los consumidores y los desarrolladores de tecnología, para permitir el desarrollo de vías de transición desde una perspectiva de sistemas. El uso de procesos de innovación responsable, incluida la anticipación de futuros alternativos, se debe integrar también en los procesos de innovación para apoyar la reflexión crítica sobre las trayectorias tecnológicas y las consecuencias relacionadas con el sistema de innovación, tanto deseables como indeseables.
REFERENCIAS • Araújo SO, Peres RS, Barata J, Lidon F and Ramalho JC. (2021). Characterizing the Agriculture 4.0 Landscape—Emerging Trends, Challenges and Opportunities, Agronomy, 11: 667. • Eastwood CR, Edwards JP, Turner JA. (2021). Review: Anticipating alternative trajectories for responsible Agriculture 4.0 innovation in livestock systems. Animal 15: 100296. • Rose DC, Wheeler R, Winter M, Lobley M, Chivers CA. (2021). Agriculture 4.0: Making it work for people, production, and the planet. Land Use Policy 100: 104933. • Silveira F, Lermen FH, Gonçalves Amaral F. (2021). An overview of agriculture 4.0 development: Systematic review of descriptions, technologies, barriers, advantages, and disadvantages. Computers and Electronics in Agriculture 189: 106405.
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CULTIVOS DE INVIERNO
¿Qué pasaría si el Estado decide dar marcha atrás con las políticas fallidas y da un giro copernicano? El presidente de la cadena de trigo cuelga el saco por un ratito y, como productor triguero, se anima a imaginar dos escenarios: uno realista y otro optimista. Los cálculos a los que llega son increíbles.
Por: Miguel Cané Presidente de Argentrigo
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Una nueva campaña de cultivos de cosecha fina asoma en el horizonte. Las secuelas de la terrible guerra originada por la invasión de Rusia a Ucrania originaron una situación inédita de oferta y demanda de cultivos como el trigo, el girasol y el maíz, por la importancia de ambos países como exportadores de esos productos al mundo. Argentina podría recoger el guante y, sin un enorme esfuerzo adicional, lograr un protagonismo en el escenario mundial si aporta a la recuperación de parte de esa oferta que faltará por el conflicto bélico. De hecho, los precios podrían generar un estímulo suficiente para ello, más allá de las importantes subas en los costos de producción.
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Pero en Argentina, también tenemos nuestras propias guerras criollas, por cierto lamentables y penosas. El Estado, insólitamente, está dejando pasar otra oportunidad para que nuestro país comience a dar vuelta la taba, en alusión a la decadente situación que ya lleva demasiados años. Desde ArgenTrigo observamos azorados la madeja de intervenciones cruzadas que se complejiza día a día, a pesar de las promesas de distintos funcionarios cuya credibilidad cae en picada. Me gusta por un instante poder salir del lugar de presidente de la Cadena y ponerme en el lugar del productor que evalúa la siembra de trigo en la campaña que se viene. Fantasear como si yo fuese “El productor” que va a sembrar toda la Argentina. Y trazo dos escenarios posibles a futuro: uno realista y otro que llamaré optimista (después de todo, no hay productor de vocación que no se haga un lugar para el optimismo). El escenario realista me dice que debo ser prudente: si bien los precios internacionales esperados son muy buenos, no ocurre lo mismo con los precios en el país. Ya sea por los “volúmenes de equilibrio” que el Estado decreta o por las constantes intervenciones, amén de las retenciones, cepo cambiario, etc., los productores argentinos no estamos recibiendo los pre-
cios internacionales. Además, el cultivo de trigo requiere de una aplicación intensiva de tecnología y los insumos no solo aumentaron mucho de precio sino que además peligra la provisión de algunos en tiempo y forma, como podría ser el caso de los fertilizantes. En este escenario, prevalecerá mi hemisferio de prudencia y por eso sembraré algo menos de superficie que la campaña pasada. Y es así como de 6.8 millones de hectáreas que implanté la campaña pasada, reduciré a 6 millones en la actual, y “vamos viendo”. Pero además, adoptaré una estrategia “defensiva” en esas 6 millones de hectáreas: sembraré una variedad de genética más rústica, que requiera menos fertilización y fungicidas. De esta manera, descenderá el rinde esperado: de 3.4 toneladas por hectárea que obtuve la campaña pasada, espero bajar a 2.7 ton/ha. Y la producción nacional esperada bajará a 16 millones de toneladas (de los 20 millones que tuvimos la campaña anterior). El saldo exportable será de 10 millones de toneladas y el ingreso de divisas será entonces de unos 4 mil millones de dólares, de mantenerse el precio FOB del trigo en 400 dólares la tonelada. Vamos ahora al escenario optimista (¿estamos a tiempo de cambiar?). El Estado interpreta las señales externas, reevalúa las políticas fallidas de los últimos años y realiza un giro copernicano, impregnado de pragmatismo. Entiende que el resurgir de la Argentina debe darse con un
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sector agroindustrial que esté liderando y por eso toma una serie de decisiones: elimina volúmenes de equilibrio, fideicomisos estatales y privados, facilita la importación de fertilizantes e insumos para la siembra. El anuncio de estas medidas lo da el presidente de la Nación, en una mesa que comparte con la vicepresidenta, el ministro de Agricultura y el secretario de Comercio. Y la frutilla del postre: anuncia una rebaja gradual de retenciones en el tiempo hasta llegar a CERO, explicando que esto fue consensuado con la oposición como Política de Estado Argentino a partir de hoy. Como prueba de buena voluntad, a partir de mañana se inicia la rebaja gradual de retenciones para todos los cultivos.
El Estado interpreta las señales externas, reevalúa las políticas fallidas de los últimos años y realiza un giro copernicano, impregnado de pragmatismo.
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Frente a este escenario, mi hemisferio optimista de productor se activa inmediatamente. Sembraré entonces 8 millones de hectáreas en Argentina, pero además voy por el bronce: aplicaré la máxima tecnología sembrando las variedades de mayor potencial, con las dosis ambiciosas de fertilizantes y usaré todos los fitosanitarios que amerite la situación. Mi rinde esperado será entonces de 3.4 toneladas por hectárea, de manera que produciré 27 millones de toneladas, con un saldo exportable de 20 millones y un ingreso esperado de 8 mil millones de dólares. Argentina será reconocida en el mundo como un país que supo reaccionar a la situación generada por el desastre bélico, aportando una oferta de trigo (pero también de otros productos), que el resto del mundo recibió con enorme alivio. Toda la clase política será también reconocida con aplausos en el concierto internacional, y a partir de este quiebre, el país retomará un sendero de crecimiento en armonía. Me dirán que soñar no cuesta nada, pero pregunto: ¿es tan aventurado imaginar ese segundo escenario que hoy, lamentablemente, es considerado poco realista? El tiempo dirá cuándo y cómo, pero creo que la buena noticia es que Argentina terminará, tarde o temprano, navegando a todo vapor por esas aguas hoy consideradas optimistas.
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Agenda Aapresid De lunes a viernes 19:00 hs Formato descontracturado
Entrevistas mano a mano
Es abierto a todo el público
No precisa pre-inscripción
Tecnología e innovación
Intercambio
Participación de especialistas para responder todas tus consultas
Algunas de las temáticas que pasaron y que se vienen: Cultivos de servicio • Pasturas y verdeos • Cosecha gruesa • Manejo de plagas • Cultivos de invierno • y de verano Siembra y fertilización • Ganadería • Agtech • Y mucho más…
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CULTIVOS DE INVIERNO
¡Abróchense los cinturones! Se viene el trigo 2022/23 Con mucha incertidumbre desde lo climático, político y comercial, los productores se preparan para poner primera y encarar una nueva campaña triguera. Algunas claves para anticiparse.
El verano 2021/22 trajo consigo una segunda Niña consecutiva sobre gran parte del territorio nacional, potenciando el efecto del déficit hídrico. Si bien la recuperación de las marcas de lluvias en marzo trajo alivio al productor, aún se necesita una notable recarga en los perfiles para asegurar una buena siembra de trigo en la nueva campaña. Del lado de los números, la suba internacional de los precios les dio aire a los márgenes del productor, pero en un contexto de mucha volatilidad tanto del lado de los ingresos, por los precios internacionales, como de los costos, por el mercado de insumos en general y de la urea en particular.
Por: Emilce Terré y Guido D’Angelo Bolsa de Comercio de Rosario
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Sobre este panorama ya incierto, se le suma la dificultad de prever cuál será el marco normativo al momento de la venta del cereal en diciembre/enero próximo, ante los recientes cimbronazos en el registro de ventas al exterior y los rumores de cambios en las alícuotas de derechos de exportación.
Clima A poco de comenzar la campaña fina, las miradas están puestas en lo que sucederá con el clima. Transitamos dos años consecutivos con el fenómeno "La Niña", que llevó a precipitaciones por debajo de lo normal, lo que afectó negativamente los rindes. Si bien en las últimas semanas se vieron lluvias en la zona central del país, aún se necesita una mayor recarga para comenzar la siembra de trigo con los perfiles del suelo llenos.
La preocupación gira en torno a la última actualización mensual del IRI (International Research Institute for Climate and Society), en la que se incrementó la probabilidad de que el evento Niña se extienda al menos hasta mediados de año (Figura 1). Con una probabilidad de persistencia por encima del 50%, al menos hasta el invierno 2022, la falta de humedad podría condicionar las siembras trigueras.
Figura 1: Pronóstico El Niño Oscilación del Sur (ENSO). Fuente: IRI - Columbia Climate School.
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Márgenes y rentabilidad esperada Por el lado de los márgenes, la volatilidad actual en los mercados es muy alta y los resultados cambian de una semana a la otra. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, la falta de humedad en Estados Unidos y los fuertes vaivenes en los precios de insumos claves como el petróleo y los fertilizantes son elementos que le dan hoy sostén a los precios pero que pueden revertirse en el mediano plazo.
Así todo, el doble cultivo trigo-soja se mantiene como una buena opción desde un punto de vista económico. Esta doble cosecha suma otros atractivos, como ser la posibilidad de obtener un ingreso a mitad del ciclo por la venta del trigo que mejore el perfil financiero de la empresa, con políticas de tasas reales de interés crecientes como las que plantea la economía argentina de cara al 2022 (Tabla 1).
Campaña 2022/23
SOJA 1ra
MAÍZ 1ra
TRIGO
SOJA 2da TRIGO/SOJA 2 MAÍZ TARDÍO
Precio cosecha (u$s/qq)
38,4
24,0
30,0
38,4
-
22,6
Rinde (qq/ha)
40
100
40
30
-
85
Ingreso Bruto (u$s/ha)
1536
2400
1200
1152
2352
1921
Insumos
337
624
440
254
694
601
Siembra+Pulverización
94
72
74
72
147
72
Cosecha
131
204
102
98
200
163
Flete corto y largo (150 km)
80
199
71
72
143
169
Seguro
34
54
26
24
50
40
Comercialización
57
90
45
43
88
78
Estructura
28
28
14
14
28
28
Total Costos (u$s/ha)
760
1271
773
577
1349
1152
Margen Bruto Campo propio
776
1129
427
575
1003
769
Impuestos campo propio
194
339
127
162
289
162
Margen neto campo propio (u$s/ha)
581
790
300
413
714
607
Alquiler (valor en u$s = 16 qq/ha)
723
723
289
434
723
723
Margen Bruto Campo Alquilado
67
420
145
148
294
60
Impuestos campo alquilado
17
122
44
43
87
12
Margen Neto Campo Alquilado
50
298
101
105
207
48
Tabla 1: Márgenes del productor en la zona núcleo argentina. Datos a marzo/2022.
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Precios volátiles El conflicto ruso-ucraniano hizo escalar algunos precios que ya llevaban una tendencia alcista. Rusia y Ucrania representan conjuntamente casi el 30% del comercio mundial del trigo, por lo que el cierre de exportaciones en Ucrania y la caída de los embarques desde Rusia anticipan limitaciones en la oferta mundial del trigo. En este marco, el 8 de marzo del 2022 el trigo alcanzó un nuevo máximo nominal en Chicago. Cotizando cerca de los US$ 473/t, el contrato
más operado en la plaza norteamericana superó el récord de 2008. Sin embargo, desde ese entonces Estados Unidos acumula una inflación en torno al 32%, por lo que en términos reales la marca de hace 14 años no fue superada. En línea con el mercado de Chicago, los futuros de referencia para la nueva cosecha de Matba-Rofex, con descarga en diciembre 2023, se encuentran en niveles relativamente más altos que los observados para la misma altura en los últimos 5 años (Figura 2).
Figura 2: Cotizaciones de cierre de los futuros de mayor volumen de trigo de Chicago (izq.) y cotizaciones de cierre de futuros de trigo diciembre en Matba Rofex (der.).
Finalmente, a los fundamentos ya inciertos del mercado, se le suman políticas comerciales cambiantes que dificultan la toma de decisiones para el mediano y largo plazo. De esta manera, cobran relevancia las herramientas que ofrece el mercado para calzar egresos e ingresos, incluyendo canjes a cosecha y contratos a tér-
mino que permitan ponerle un piso al precio de venta, al menos a una porción de la cosecha esperada. Sin dudas, el trigo 2022/23 se plantea en un contexto de incertidumbre tanto desde lo climático como político y comercial. A abrocharse los cinturones.
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CULTIVOS DE INVIERNO
Por el cambio climático, los rindes de trigo en el norte santafesino cayeron 16% Un análisis de los cambios climáticos ocurridos en el norte de Santa Fe durante las dos últimas décadas y su efecto sobre el rendimiento del cultivo de trigo.
La superficie sembrada con trigo pan (Triticum aestivum L.) en el norte de la provincia de Santa Fe -específicamente en los departamentos de 9 de Julio, Gral. Obligado, San Javier y Verase incrementó sin discontinuidades relevantes desde el año 2007 hasta la actualidad, pasando de 27.000 hectáreas a 145.000 ha (promedio de las campañas 2016 a 2018; DEAD, 2019). Este último valor representa el 22% de las 660.000 ha agrícolas del norte de Santa Fe y el 14% de la superficie de trigo de la provincia.
Por: Abbate P.E.¹; Brach A.M.² ¹ INTA Balcarce (abbate. pablo@inta.gob.ar) ² INTA Reconquista (brach. ana@inta.gob.ar)
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La producción de trigo en el norte de Santa Fe se desarrolla en un ambiente de transición entre el clima templado de la región Pampeana y el subtropical de la región Chaqueña. Según los datos registrados en la estación meteorológica de INTA Reconquista durante los últimos 20 años (20002019), la precipitación anual varió entre 615 y 1857 mm, de los cuales el 82% se distribuye con buena uniformidad desde octubre hasta abril. Si bien entre mediados de otoño e inicios de primavera las precipitaciones son escasas, por lo común alcanzan para recargar el perfil del suelo a capacidad de campo antes del inicio de la siembra de trigo y para mantener un balance de agua positivo hasta mediados de julio. A partir de entonces, aumenta la probabilidad de ocurrencia de estrés hídrico, alcanzando su máxima intensidad entre encañazón y espiga-
zón. Posteriormente, la disponibilidad hídrica suele mejorar, pero aumenta la temperatura media y el riesgo de golpe de calor (temperatura máxima > 32 °C) durante el llenado del grano. Esta situación climática, no solo reduce el rendimiento del cultivo de manera directa, sino también a través de la menor adopción de tecnologías por parte de los productores. De hecho, en el “Relevamiento -anual- de tecnología agrícola aplicada” de la Bolsa de Cereales, al 85% de la zona se le asignó un nivel tecnológico medio a bajo (Bolsa de Cereales, 2019). El trigo no es el cultivo dominante de la zona. Sin embargo, su inclusión en la secuencia agrícola es importante porque contribuye a la sustentabilidad del sistema agrícola, ya que brinda
cobertura al suelo y aporta rastrojo, y permite mejorar y preservar las propiedades físicas y químicas del suelo. Además, la producción de trigo brinda al productor un ingreso financiero al final de la primavera, que contribuye a cubrir los gastos de la siembra de los cultivos de verano, principalmente soja. Otro aspecto favorable de la producción local de trigo es que, la mayor parte, se comercializa a través de acopios zonales y es procesada en molinos locales, agregando valor en origen. Este artículo es un resumen simplificado del análisis realizado por Abbate y Brach (2021) sobre los cambios climáticos ocurridos en el norte de Santa Fe durante las dos últimas décadas y su posible efecto sobre el rendimiento del trigo.
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Materiales y métodos Datos meteorológicos Los datos meteorológicos diarios de los años 1971 a 2018 fueron obtenidos de la estación meteorológica convencional de la Estación Experimental Agropecuaria INTA Reconquista (29°11’ S, 59° 52’ O, 50 m s.n.m.), departamento de General Obligado, provincia de Santa Fe, correspondiente al norte de la Subregión triguera I. A partir de estos datos, se calculó diariamente el cociente fototermal (Q, MJ m-² d-¹ °C-¹; Fischer, 1985; Abbate, 2017) como el cociente entre la radiación solar (MJ m-² d-¹) y la temperatura promedio (°C) descontando una temperatura base de desarrollo de 4.5 °C, promediando ambas variables desde 20 días previos y 10 días posteriores a la espigazón. El Q muestra el efecto combinado de la radiación y la temperatura sobre el número de granos por unidad de superficie y se asoció con este, tanto en localidades de Argentina como del resto del mundo (Lázaro y Abbate, 2012).
El trigo no es el cultivo dominante de la zona. Sin embargo, su inclusión en la secuencia agrícola es importante porque contribuye a la sustentabilidad del sistema agrícola
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La evapotranspiración potencial (ETP) se calculó por el método FAO 56 (Allen et al., 1998) a partir de los datos diarios de radiación, temperatura máxima, temperatura mínima, humedad relativa (%) y velocidad del viento (m s-¹, mediada a 2 m de altura). El déficit de presión de vapor diario ponderado (DPVP, kPa) se calculó siguiendo el método de Abbate et al. (2004), a partir de las temperaturas máximas y mínimas diarias, y de la correspondiente humedad relativa, ponderando la presión de vapor saturada por = 0.72 (valor obtenido por Abbate et al. 2004 para la región Pampeana). En ausencia de estrés hídrico, el DPVP se asoció con la eficiencia de uso de la radiación (Kemanian et al., 2004; Cantarero et al. 2016). Por otra parte, el DPVP se asoció a la eficiencia de uso de agua (Tanner y Sinclair, 1983) y se validaron relaciones entre estas variables en Argentina (Abbate et al., 2004) y Francia (Ghanem et al., 2020) para distintas condiciones hídricas. Por lo tanto, a partir del DPVP se puede estimar el crecimiento del cultivo conociendo la radiación interceptada y la disponibilidad hídrica. Tanto para los años recientes y los previos, se computó la frecuencia de helada tardía (FHT) buscando la fecha de última helada (última fecha del año con temperatura mínima diaria en abrigo meteorológico menor o igual a 0 °C) de cada año. Luego se calculó la FHT como el porcentaje de años que presentaron la última helada con
posterioridad a la fecha de última helada de cada año. Finalmente, la FHT se graficó en función de la correspondiente fecha de última helada. A fin integrar el efecto de las variables meteorológicas medidas y calculadas sobre el rendimiento en grano (RTO), a partir de los promedios decenarios se estimó el RTO para la serie de años recientes y la serie de años previos, por medio de un modelo estático, construido a partir de la integración de las siguientes relaciones basadas en variables meteorológicas: (i) una ecuación ajustada y validada por Cantarero et al. (2016) con datos de Balcarce, Córdoba y Paraná, para estimar el número de granos m-2 (NG) en función del peso seco de las espigas en antesis y el DPVP; (ii) una asociación lineal entre el NG y el Q ajustada por Lázaro y Abbate (2012)
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a partir de los datos de Argentina, México y Francia; y (iii) una asociación lineal entre el peso por grano (PG, mg) y la temperatura promedio durante el llenado del grano, obtenida por Abbate y Lázaro (2010). La temperatura durante el llenado del grano se calculó como el promedio durante los 35 días posteriores a espigazón. El RTO (t ha-¹) estimado se expresó con 14% de humedad (humedad de comercialización de trigo pan en Argentina, SAGyP, 2004). El modelo incluyó un factor de estrés hídrico (s) expresado como porcentaje de reducción del peso seco de las espigas en antesis. Para s=0, el modelo permite estimar el RTO potencial (RTOP), es decir, el RTO esperado sin deficiencias hídricas, ni nutricionales, ni limitaciones sanitarias. El RTOP así estimado tuvo una diferencia menor a 2% respecto de los rendimientos obtenidos con Q>0.35 (valores de Q correspondientes a condiciones naturales), por Brach (2011) en experimentos conducidos en condiciones potenciales en INTA Reconquista. Para s>0, el modelo permite estimar el RTO considerando el efecto depresor del DPVP y s sobre el RTOP. El valor de s se estimó a partir de la diferencia entre el RTO promedio observado cada año, en cada época de siembra, en los ensayos de la RET-INASE de INTA Reconquista y el correspondiente RTOP estimado; del valor resultante fue s = 45%. Dado que no toda la diferencia entre el RTOP estimado y el RTO obtenido en los ensayos la RET-INASE de INTA Reconquista se debería al efecto del estrés hídrico, es de suponer que el valor asignado a s fue en cierta manera sobreestimado.
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Análisis de los datos Los datos medidos en la estación meteorológica y las variables calculadas se promediaron cada 10 días (decenios) para facilitar la compa-
ración entre la serie de los 19 años más recientes (2000-2018) respecto la serie de 29 años previos (1971-1999).
Resultados y discusión De acuerdo con los datos de la estación meteorológica de INTA Reconquista, la FHT de la serie de años recientes (2000-2018) presentó diferencias respecto de la FHT de la serie de años anteriores (1971-1999) (Figura 1a). No obstante, las fechas para un riesgo de heladas entre 5 y 20%, tuvo una diferencia menor a 4 días entre las dos series de años (Figura 1a). Según la curva de los años recientes, para que
el riesgo de daño por helada en espigazón sea ≤ 10%, esta debería ser posterior al 1-sep. La temperatura máxima diaria media (Figura 1b) fue la temperatura que presentó las mayores diferencias entre los años recientes y los anteriores. Excepto para los dos primeros decenios de mayo, los valores de los años recientes fueron mayores o iguales que en los años anteriores.
Instituciones que nos acompañan
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Incluso se encontró un aumento de la temperatura máxima diaria, promediada desde 20 días anteriores a 10 días posteriores a espigazón o promediada durante el llenado del grano, a través de los años (1971-2018) de 0.04 °C por año (R² = 0.12 y 0.13, gl = 46, P ≤ 0.001). No obstante, la mayor diferencia entre los años recientes y los anteriores, que correspondió al primer decenio de julio, no superó 10% (1.8 °C) y la diferencia promedio durante el período de cultivo de trigo (1-may a 31-oct) fue solo 2% (0.5 °C) (Figura 1b). La radiación (Figura 1c) de los años recientes fue igual o mayor que la de la serie anterior; sin embargo, la diferencia promedio para el período de cultivo de trigo fue de solo 2% (0.3 MJ m-² d-¹). El Q (Figura 1d) presentó la mayor diferencia entre las series de años en el primer decenio de agosto, alcanzando 14% (0.07 MJ m-2 d-¹ °C-¹). No obstante, esos cambios son de escasa relevancia ya que es poco factible que la espigazón ocurra antes del 1-sep. Para las fechas de espigazón posteriores al 1-sep, la diferencia promedio de Q entre las series de años fue 0%. Las diferencias de precipitación (Figura 1e) entre las series de años fueron oscilantes. En junio y fines de octubre, la precipitación de los años recientes se redujo. Sin embargo, considerando todo el período de cultivo de trigo, hubo un aumento de 5% (32 mm) a favor de los años recientes. Tampoco se encontró una tendencia clara de la precipitación mensual a través de los
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La radiación de los años recientes fue igual o mayor que la de la serie anterior; sin embargo, la diferencia promedio para el período de cultivo de trigo fue de solo 2%
años (1971-2018); el único mes con asociación estadísticamente significativa fue septiembre (R² = 0.09, gl = 46, P ≤ 0.03), indicando una reducción de 0.76 mm por año. Con la excepción de unos pocos decenios, la ETP (Figura 1e) de los años recientes fue levemente mayor que la de los años previos, promediando un aumento de 3% (1 mm acumulado cada 10 días]. El DPVP (Figura 1f) fue la variable meteorológica que presentó la mayor diferencia entre las dos series de años. Solo hubo cuatro decenios en que los años recientes tuvieron un aumen-
to menor al 5%. El aumento promedio para el período de cultivo de trigo fue 12% (0.1 kPa), originado en el aumento de la temperatura combinado con una disminución de la humedad relativa de 4%. El DPVP promediado desde 20 días antes a 10 días después del 1-sep (fecha óptima de espigazón), fue la variable meteorológica con mayor tasa de cambio a través de los años (1971-2018), aumentando 0.008 kPa por año (R² = 0.15, gl = 46, P ≤ 0.01). Se pudo estimar que al aumento del DPVP de los años recientes le correspondería una caída de 12% (0.8 g m-² mm-¹) en la eficiencia de uso de agua transpirada.
45
TMAX (1971-1999)
TPRO (1971-1999)
TMIN (1971-1999)
40
40
(2000-2018)
35
TMAX (2000-2018)
TPRO (2000-2018)
TMAX (2000-2018)
Temperaruta (°C)
35 30 25 20 15
30 25
20 15 10
10 5
5
0
0
35
1,0
30 Radiación (MJ m-2d-1)
45 (1971-1999)
25 20
15 10 5 0
(1971-1999)
0,9
(1971-1999)
(2000-2018)
0,8
(2000-2018)
Q (MJ m-2 d-1 °C-1)
Frecuencia acumulada entre años (%)
50
0,7 0,6 0,5
0,4 0,3
0,2 0,1
0,0
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1,4
90
ETP (1971-1999)
PP (1971-1999)
80
ETP (2000-2018)
PP (2000-2018)
70 60 50 40 30 20 10 0
1,2 1,0 DPVP (kPa)
PP, ETP (mm cada 10 días)
100
(1971-1999)
(2000-2018)
0,8 0,6 0,4
0,2 0,0
Figura 1: (a) Frecuencias de helada tardía (temperatura mínima diaria en abrigo meteorológico < 0 °C), (b) temperatura máxima (TMAX), mínima (TMIN) y promedio entre TMAX y TMIN (TPRO) (c) radiación solar, (d) cociente fototermal (Q), (e) precipitación (PP) y evapotranspiración potencial (ETP) calculada por el método FAO 56 y (f) déficit de presión de vapor ponderado (DPVP); para la serie 1971-1999 (línea llena) y 2000-2018 (línea con puntos); según datos de la estación meteorológica de INTA Reconquista; datos promediados cada 10 días, excepto la frecuencia de heladas. Tomado de Abbate y Brach (2020).
La Figura 2 sintetiza el efecto de las variaciones meteorológicas descriptas sobre el RTOP y el RTO bajo un estrés hídrico de 45%. En la mayor parte de las localidades trigueras de Argentina, el Q decrece de invierno a verano. Sin embargo, la Figura 1d muestra que en Reconquista el Q aumenta hasta 1-sep, fecha para la cual la FHT es ≤ 10% (Figura 1a), y luego permanece estable. El comportamiento del Q en Reconquista es similar al de otras localidades de la ribera del río Paraná como Paraná, Corrientes, Encarnación y Ciudad del Este (Caviglia et al., 2001; Abbate y Lázaro, 2010). No obstante, si se tiene en cuenta que con el retraso de la fecha de espigazón aumentará la temperatura durante el llenado del grano, es de esperar que el RTOP decaiga tal como lo muestra la Figura 2. Por tal motivo, desde el punto de vista del RTOP, la fecha de espigazón óptima será la más próxima a la fecha para la cual la FHT es menor o igual a 10% (u otro valor de riesgo que se quiera adoptar), tal
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como ocurre en la mayoría de las localidades trigueras. Esta fecha es válida independientemente del ciclo del cultivar. La Figura 2 muestra que al retrasar la espigazón del 1-sep al 1-oct, hubo una caída de RTO de 18 y 14 kg ha-¹ por día de atraso (P ≤ 0.01 y P ≤ 0.04, respectivamente) al pasar de los años anteriores a los recientes. La Figura 2 también muestra que, durante septiembre, el RTOP de la serie de años recientes resultó 3% (0.18 t ha-¹) menor que el de la serie de años anteriores. Al considerar el RTO estimado con estrés hídrico (Figura 2) también se encontró una caída al retrasar la espigazón del 1-sep al 1-oct, que resultó similar para los años recientes y anterior, promediando 14 kg ha-¹ d-¹ (P ≤ 0.01). Así, desde el punto de vista del RTO bajo estrés hídrico, la fecha de espigazón óptima resulta similar a la establecida a partir del RTOP, es decir, la corres-
pondiente a la FHT es menor o igual a 10%, ya que esa fecha presenta la mejor combinación de temperatura (Figura 1b), radiación (Figura 1c) y DPVP (Figura 1f) para maximizar el RTO. Por otra parte, según la Figura 2, para espigazón entre el 1-sep y el 1-oct, el RTO de los años recientes promedió 16% (0.50 t ha-¹) menos que el de los años anteriores. Esta diferencia, que resultó mayor a la encontrada para el RTOP, se puede atribuir al aumento del DPVP ya mencionado (Figura 1f) en los años recientes.
Diferencia de RTO (t ha-1)
2,0 1,0 0,0 -1,0 -2,0 -3,0
-4,0 -5,0
Sin estrés (1971-1999)
Sin estrés (2000-2018)
Con estrés (1971-1999)
Con estrés (2000-2018)
Figura 2: Diferencia de rendimiento (RTO) de trigo estimado para un cultivo sin estrés hídrico y con un estrés hídrico de 45%, a partir de la temperatura, la radiación y el déficit de presión de vapor, en función de la fecha de espigazón; para la serie de años 1971-1999 (línea llena) y 2000-2018 (línea con puntos); según datos de la estación meteorológica de INTA Reconquista. El RTO de referencia es el estimado para la serie 1971-1999, sin estrés y fecha de floración el 1-sep. Tomado de Abbate y Brach (2020).
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Fischer et al. (2014) calcularon que la tasa de aumento de RTO de trigo a nivel mundial fue 29.8 kg ha-¹ por año entre los años 1991 a 2010, valor que resulta igual (P > 0.05) al de Argentina entre los años 1971-1999 (Figura 3) y menor (P ≤ 0.05) a la de los años 2000-2018 (Figura 3). Por su parte, en el norte de Santa Fe, la tasa de aumento de RTO entre los años 1971-2018 fue menor: 19.8 kg ha-¹ por año (Figura 3). Si al RTO del norte de Santa Fe se le suma el 16% de pérdida correspondiente a los años recientes
4,0
Rendimiento (t ha-1)
3,5
en secano, la tasa de aumento llegaría a 41.2 kg ha-¹ por año, valor que iguala estadísticamente (P > 0.05) al promedio nacional de los 19 años recientes. No obstante, esta última comparación supondría que el cambio climático afectó solamente al norte de Santa Fe y no al resto de la región triguera argentina, lo cual es un supuesto poco realista. Por este motivo, se supone que otros factores, además del cambio climático, están limitando el aumento del RTO de trigo en el norte de Santa Fe.
Argentina Norte de Santa Fe
3,0
b1 = 31.3 (±3.8)
2,5
b2 = 46.0 (±6.8) kg ha-1 año-1 R2=0.95 (gl=14, P≤0.001)
R2=0.56 (gl=15, P≤0.001)
2,0 1,5 1,0 0,5 0,0 1960
b1 = b2 = 18.4 (±5.3) kg ha-1 año-1
1970
1980
1990 2000 Año de siembra
2010
2020
2030
Figura 3: Evolución del rendimiento de trigo (promedio cada tres años) desde el año 1970 a 2018 para Argentina y el norte de la provincia de Santa Fe (dptos. de Gral. Obligado, 9 de Julio, Vera y San Javier). Las líneas de regresión corresponden a un modelo bilineal con primera fase para el período 1970-1999 y segunda para el período 2000-2018 con pendientes b1 y b2 (±error estándar); el modelo bilineal no fue significativo para el norte de Santa Fe. Elaborado por Abbate y Brach (2020) a partir de datos de la DEAD (2019).
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Conclusiones Los datos de la estación meteorológica de INTA Reconquista mostraron que hubo cambios en las principales variables climáticas entre los años recientes (2000-2018) y los previos (19711999), durante el período de cultivo de trigo (1may al 31-dic). El cambio más desfavorable fue el aumento del DPVP promediado desde 20 días antes a 10 días después del 1-sep (fecha óptima de espigazón). Estos cambios climáticos afectaron más el RTO bajo estrés hídrico que el RTOP.
En definitiva, para un nivel de estrés hídrico de 45%, se pudo estimar una pérdida de RTO de 16% entre los años recientes y anteriores por efecto del cambio climático. Asimismo, se concluyó que hubo otros factores, además del cambio climático, que limitaron el aumento del RTO de trigo en el norte de Santa Fe respecto del promedio de Argentina.
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CULTIVOS DE INVIERNO
La pelea contra “los robadores de rinde” ¿Cuáles son los factores que intervienen en la siembra e impactan negativamente en los rindes? Los especialistas de Precision Planting hacen foco en el trigo y nos cuentan algunos aspectos a tener en cuenta.
El cultivo de trigo, al igual que los cultivos de grano grueso, no es ajeno a los aspectos espaciales y temporales de la siembra para establecer el potencial de rendimiento. Dentro de lo espacial, toma relevancia la población a sembrar (por lo general, medida en kilogramos de semilla por hectárea) y el tipo de dosificador a usar para lograr dicha población. En todas las líneas de la sembradora, la diferencia entre los surcos en cuanto a dosificación debe ser mínima.
Por: Precision Planting
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Las sembradoras de grano fino utilizadas en el país tienen dosificador a chorrillo, sean de transporte de semilla por gravedad o tipo air-drill. El tipo de mando es mecánico y el tubo de bajada es recto. Si bien se conoce el impacto y las limitaciones de este sistema en siembras de grano grueso, desde Precision Planting también venimos evaluando en este cultivo para determinar cuánto valor agrega utilizar un dosificador neumático con tubo curvo (Figuras 1 y 2).
Figura 1: Espigas logradas por ¼ de m².
Figura 2: Sistema tradicional (chevrón) vs. Sistema neumático (vSet).
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En los ensayos, observamos que un sistema con dosificador neumático, motor eléctrico y tubo curvo (vSet, vDrive y WaveVision) permiten lograr una mejor distribución de las plantas en el surco sin dejar espacios a baja densidad, sobre todo cuando el ambiente es restrictivo en cuanto a las lluvias. Además, se logra una mayor uniformidad de dosis entre surcos. En cuanto a rendimiento, a baja densidad y cuando el ambiente es restrictivo, hay una ganancia de rendimiento promedio de 60 kg/ha que equivale a u$s 18/ha (Fuente BCR: u$s 300/tn). Esta ganancia debe sumarse al ahorro de insumos (semilla) por utilizar una menor densidad y por no solapar pasadas en las cabeceras. En altas densidades, donde la gran cantidad de semillas sembradas logra cubrir bien los espacios, los factores que determinan el rendimiento son otros (Figuras 3 y 4).
Figura 3: Rendimiento (kg/ha). Estudio de Dosificadores en Trenque Lauquen (Buenos Aires).
Figura 4: Rendimento (kg/ha). Estudio de Calidad de Siembra con vSet en Daireaux (Buenos Aires).
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En cuanto a la densidad, es importante que los surcos tengan la mínima dispersión entre sí a la hora de sembrar. Por este motivo, en sembradoras con dosificador a chorrillo, es importante medir esta dispersión en las labores de mantenimiento año a año, corroborar el desgaste de las distintas piezas y realizar cambios o reparaciones en caso de ser necesario. También es clave tener sensores a la hora de la siembra que detecten cuando una línea dejó de sembrar, ya sea porque se vació la tolva o hay alguna obstrucción, para así poder actuar en el momento y no pasar hectáreas sembrando con un surco tapado o fallado. Desde Precision Planting estamos trabajando con este tipo de sensores “pasa/no pasa” y con sensores que nos muestran la magnitud de cada surco, de manera de poder cuantificar esta dispersión de dosis en tiempo real mientras se siembra (Imagen 1 y 2).
Imagen 1: Sistema Seeder Force y Monitoreo de Semilla en Sembradora tipo AirDrill.
Imagen 2: Imagen de Monitor 20/20 GEN 3 en sembradora de grano fino.
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Otro aspecto que impacta a la siembra de trigo y que venimos estudiando es la uniformidad en la emergencia. En el ciclo del cultivo, es común ver plantas con diferentes estados de desarrollo, como las que logran un menor porte con menor número de macollos y menor cantidad de espigas. Precisamente son estas plantas las responsables de que el cultivo no logre el rendimiento potencial. Si hay desuniformidad fenológica en el ciclo del cultivo significa que la emergencia de las plantas no fue uniforme. El principal aspecto que afecta a esta variable es no haber sembrado todas las semillas a la misma profundidad de manera consistente a lo largo de todo el lote. Como en todos los cultivos, la profundidad de siembra se configura de acuerdo a la línea de humedad. El tope de la rueda niveladora se pone en ese punto. Así, durante la labor, el peso de la sembradora más la fuerza que le aplica el sistema de carga menos la resistencia del suelo, determinarán si estamos o no a la profundidad de siembra deseada, y la variabilidad en el suelo determinará si podremos lograr el 100% del tiempo en todo el lote (Figura 5).
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Si nuestro sistema de carga es constante (resortes), en aquellos sectores donde la carga aplicada no sea la suficiente para que el brazo de la niveladora tenga contacto con el tope, las semillas no lograrán la profundidad de siembra objetivo y quedarán por encima de la línea de humedad, con riesgo incluso a quedar en la superficie (Figura 6). En caso de que logren completar la germinación y emergencia (si las condiciones ambientales lo permiten), habrán germinado más tarde. Por este motivo, resulta clave el uso de un sistema de carga que logre detectar la variabilidad en el suelo (mediante el sensor celda de carga) y permita actuar en consecuencia rapidamente (como lo hacen DeltaForce y SeederForce). Figura 5: Determinación de la profundidad de siembra.
Figura 6: Siembra con control de carga automático (izq.) y siembra con resortes (der.).
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En nuestra red de ensayos, medimos este efecto de trabajar con un sistema de carga constante sobre el cuerpo de siembra comparado con un sistema que ajusta la carga automáticamente en función de la variabilidad del lote y mantiene consistentemente la profundidad. De esta manera, pudimos comparar el sistema tradicional versus los sistemas DeltaForce (sistema de carga automático surco por surco) y SeederForce (sistema de carga automático por secciones para sembradoras tipo AirDrill) (Imagen 3).
Imagen 3: Izq.: carga óptima; der.: carga incorrecta. Sur de Sta Fe, Junio 2020
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Los resultados de nuestros ensayos nos muestran una ganancia promedio de hasta 400 kg/ha al usar un sistema de carga automático que mantiene consistentemente la profundidad de siembra, lo que equivale a u$s 120/ha de ganancia económica (Figuras 7 y 8). Por último, no basta solo con lograr la profundidad de siembra, sino que la misma se debe lograr con los kilos justos. Un exceso de carga provoca la compactación de las paredes del surco, lo cual limita la superficie explorable por las raíces y disminuye el rendimiento. Además, trabajar en esta condición compromete a las piezas a un mayor desgaste mecánico, lo que aumenta el riesgo de roturas y también el consumo de combustible por parte del tractor.
Figura 7: Rendimiento (kg/ha). Estudio de Fuerza Descendente en Daireaux (Buenos Aires).
Figura 8: Rendimiento (kg/ha). Estudio de Fuerza Descendente con SeederForce en Cañada de Gómez (Santa Fe).
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Centeno volador Un productor de la Chacra Sur de Córdoba sembró centeno en forma aérea a tres densidades, sobre un lote de maíz tardío. Los resultados de la experiencia. La adopción de cultivos de servicio (CS) tuvo un incremento exponencial en los últimos años. A nivel país, se sembraron 352 mil hectáreas con CS en la campaña 19/20, de las cuales la zona del sur de Córdoba representó el 24,7 % (Bolsa de cereales, 2022). Así, los cultivos de servicio se convirtieron en una herramienta clave dentro de la rotación con el fin de mantener el suelo con actividad biológica, mejorar sus propiedades físicas, evitar la erosión, fijar el rastrojo y controlar malezas, entre tantos otros beneficios (Álvarez y Quiroga, 2012).
Por: Suyai Almirón¹ y Eric Scherger².
¹ Coordinador Técnico Zonal (CTZ), Sistemas Chacras, Aapresid. ² Ex Gerente Técnico de Desarrollo (GTD), Chacra Sur de Córdoba, Sistema Chacras, Aapresid.
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Las siembras sobre el antecesor en pie son cada vez más difundidas. Lo que se busca es adelantar la siembra del cultivo invernal y ampliar la ventana de crecimiento, pero aún falta mucho por aprender sobre su implementación a campo. Si bien el incremento de la densidad es un factor importante para el logro de este tipo de siembras, donde en general se recomienda aumentos de 15-20%, también existen otros factores que afectan el resultado final, entre los que se destacan la humedad relativa
(55-60%), la ocurrencia de lluvias en torno a la siembra, el nivel de cobertura y el curado de semilla (Aapresid, 2021). Como parte del proceso de intensificación, en el establecimiento “Los Ranqueles”, un productor de la Chacra Sur de Córdoba llevó adelante una experiencia de siembra de centeno con altina a tres densidades, sobre un lote de maíz tardío. El objetivo que se propuso fue generar información sobre la eficiencia de implantación, la densidad lograda, la cobertura inicial y la producción de biomasa al secado, como medidas que permiten predecir los beneficios de su inclusión al sistema. Las densidades de siembra que empleó fueron 40, 80 y 120 kg/ha (21 g peso de mil semillas). La densidad normalmente usada en la zona es de 40-60 kg/ha. La siembra se realizó el 15 de
marzo del 2021, cuando el maíz estaba en R6. La densidad y la distancia entre surcos del maíz fue de 60.000 plantas/ha y 70 cm respectivamente (valor normal para la zona). El centeno no se fertilizó y el secado se realizó químicamente a finales de agosto. Las precipitaciones acumuladas durante el ciclo del centeno fueron 142 mm, de los cuales 85 mm se concentraron en los 15 días posteriores a la siembra. Posterior a la siembra (60 días después), se midió el nivel de cobertura (%) con la aplicación “Canopeo”, se hizo recuento de plantas para determinar la densidad lograda (pl/m²) y a partir de la misma estimar el coeficiente de logro (%). Al secado del CS, se evaluó la biomasa (kg MS/ha) por medio de cortes al ras del suelo (3 mediciones dentro de cada tratamiento con aro de 0,25 m²) y posterior secado en estufa hasta peso constante.
Resultados Al duplicar y triplicar la densidad inicial, el coeficiente de logro no se incrementó notablemente. Solo se observó un aumento de 2 y 5% respectivamente (Figura 1). Sin embargo, la densidad de plantas logradas (30 plantas/m²) con 40 kg/ha fue similar a las reportadas por Lanfranconi et al. (2017) quien también trabajó con centeno voleado sobre maíz en la zona semiárida central de Córdoba. En dichas experiencias se obtuvieron en promedio 36 plantas/ m² con una densidad de 40 kg/ha. Mientras que en otra instancia en la que compararon centeno peleteado y no peleteado, obtuvieron en promedio 18 a 24 plantas/m² respectivamente, con una densidad de 35 kg/ha.
AUSPICIA
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Plantas/m2
140
Coeficeinte de logro (%)
21% 20%
18% 16%
120
15%
120 100 80 60
67
10%
Plantas /m2
Coeficiente logro (%)
25%
40 5% 0%
30
40 kg/ha
20 80 kg/ha
120 kg/ha
0
Densidad de Centeno Figura 1: Densidad lograda y coeficiente de logro a los 60 días después de la siembra aérea a medida que se incrementó la densidad de centeno.
Por otro lado, se observó un incremento exponencial del % de cobertura al duplicar y triplicar la densidad de siembra inicial. El aumento relativo a la situación inicial (40 kg/ha; 11% cobertura) fue de 168 y 178% respectivamente (Figura 2).
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Figura 2: Vista a campo del aumento del % de cobertura a medida que se incrementó la densidad de siembra de centeno. De izquierda a derecha: 40 kg/ha, 11% cobertura; 80 kg/ha,37% cobertura; 120 kg/ha, 59% cobertura.
Finalmente, no hubo diferencias significativas en la producción de biomasa al secado entre las densidades de 40 y 80 kg/ha. Solo la densidad más alta (120 kg/ha) se diferenció significativamente (p-valor 0.0124) del resto en 730 kg MS/ha, lo que representó un aumento del 31% (Figura 3).
Biomasa al secado (kg MS/ha)
2500
2327
2000 1580
1613
40 kg/ha
80 kg/ha
1500
1000 500 0
120 kg/ha
Densidad de Centeno
Figura 3: Biomasa lograda al secado del centeno. Solo hubo diferencias significativas con la mayor densidad de siembra.
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Conclusiones
Para todas las variables analizadas, principalmente para la producción de biomasa, los mejores resultados se obtuvieron con la densidad de 120 kg/ha. Este valor es muy superior a las densidades normalmente usadas en la zona.
El aumento de la densidad no generó aumentos importantes de la eficiencia de implantación.
Prácticas complementarias, como la fertilización del centeno, permitirían aumentar el % mínimo de cobertura a los 60 días de la siembra y elevar la producción de biomasa en todos los casos, aumentando la eficiencia de uso de los recursos, ya que se reportaron aumentos promedios de 20% en la producción de biomasa de CS gramíneas con respuestas de 30 kg MS/ha por kg N aplicado (Aapresid, 2022).
Esta experiencia generó un primer conocimiento sobre el comportamiento del centeno en función de la densidad y método de siembra, donde se observaron rasgos que contribuirán en diferente magnitud a proveer servicios como control de malezas, prevención de la erosión, captura de carbono, aporte de biomasa/forraje e incremento en la captura de recursos durante el otoño invierno (agua, luz y nutrientes).
La densidad no es el único factor responsable del éxito del CS. La elección de la misma y la inclusión de otras prácticas, como la fertilización, dependerá principalmente de la relación entre los costos y la necesidad del servicio perseguido dentro del sistema de producción.
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BIBLIOGRAFÍA • Aapresid (2021). Seminario anual virtual sobre cultivos de servicio de Aapresid-Basf. Disponible en: https://aapresid.org.ar/eventos/eventos/detalle/seminario-anual-virtualcultivos-servicios-aapresid • Aapresid (2022). Informe final Red de Cultivos de Servicio Aapresid-Basf. Disponible en: https://twitter.com/aapresid/status/1503733280188772353?t=4nzxTUu5BuN5F4Cug7_ OA&s=08 • Álvarez, C., & Quiroga, A. R. (2012). Contribuciones de los cultivos de cobertura a la sostenibilidad de los sistemas de producción (No. 631.452). Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Argentina). • Bolsa de Cereales. (2019). Informe N 42° Cultivos de cobertura. Disponible en https://www. bolsadecereales.com/. Revisado el 22 de marzo de 2022. • Madias, A., 2020. Cultivos de servicios: actualidad y perspectivas. Disponible en: https:// www.aapresid.org.ar/blog/relevamiento-2020-de-cultivos-de-servicios. • Lafranconi L, Aldrey C, Remondino L y Oliva J. (2017). Cultivo de cobertura: uso de centeno peleteado y sin peletear. Resultado de dos años de ensayos en lotes de maíz para control de malezas. INTA, Hoja de información técnica. N°4. ISSN: 2525-1961 INTA AER Río Primero.
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De Francia al mundo, cooperando con el progreso de la agricultura La cooperativa fundada por productores franceses apuesta al mejoramiento genético de semillas y Argentina ocupa un lugar clave en esta apuesta.
Limagrain es una cooperativa fundada y dirigida por agricultores franceses, que ocupa el puesto número cuatro entre los semilleros del mundo. La compañía invierte el 17% de su facturación anual en investigación y Argentina forma parte de su red global de programas de mejoramiento.
Por: Ing. Agrónoma Valeria Diaz Wheat Breeder Limagrain Argentina.
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Cuando se habla de proceso de mejoramiento se hace referencia a un trabajo lento que requiere de una gran inversión tanto de recursos económicos como humanos. El programa de mejoramiento de trigo pan que Limagrain tiene en Miramar, provincia de Buenos Aires, busca desarrollar variedades con alto potencial de rendimiento, con resistencia a factores bióticos y de calidad para satisfacer a la industria. Para llevar adelante estos objetivos, la compañía
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cuenta con tecnologías de última generación, donde la producción de doble haploides y el genotipeado son herramientas claves. El lanzamiento al mercado de una nueva variedad de trigo puede llevar entre 6 y 10 años de investigación, y le sigue un trabajo de desarrollo, producción y marketing para llegar a los productores. La utilización de la selección genómica le permitió a Limagrain reducir el tiempo para alcanzar distintas metas. La selección genómica se basa en la predicción del comportamiento de una nueva variedad a partir de conocer su base genética.
El programa de mejoramiento de trigo pan que Limagrain tiene en Miramar, provincia de Buenos Aires, busca desarrollar variedades con alto potencial de rendimiento
Materiales disponibles El programa cuenta con un portfolio de materiales disponibles en el mercado, que se diferencian en ciclos, comportamientos sanitarios y calidades. En esta campaña, la compañía lanzó LG MORO, un material de ciclo intermedio, grupo de calidad 2 con alto potencial de rendimiento, y un muy buen perfil sanitario para las principales enfermedades de la región. LG ZAINO es un trigo de ciclo corto, grupo de calidad 2. LG ARLASK es un trigo ciclo intermedio, grupo de calidad 1 y con alto potencial de rendimiento; no tiene requerimiento de frío, se adapta a todas las zonas trigueras del país, tiene una excelente calidad molinera y muy buen comportamiento sanitario general. ALHAMBRA es una variedad de ciclo intermedio-largo, que se destaca por su altísimo potencial de rendimiento para la zona centro y sur del país, con excelente comportamiento frente a roya amarilla. Mientras que LG ARYAL es un material de ciclo
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más largo , con muy alto potencial de rinde; su zona de adaptación es la zona sur del país, encontrando su mejor versión en el sudeste y sudoeste de Bs As, debido a sus requerimientos de vernalización. Es un trigo grupo de calidad 2 y de buen comportamiento sanitario; excelente comportamiento frente a roya amarilla. La base genética de cultivos extensivos de Limagrain es muy extensa y si bien en la estación de Miramar el foco está puesto en el mejoramiento de nuevas variedades de trigo, el equipo trabaja en el desarrollo de otros cultivos de invierno, como cebada, trigo candeal y arveja. Con respecto a la cebada cervecera, la compañía trabaja con la industria maltera en el desarrollo de nuevos materiales que se adapten a la región y cumplan con los requisitos de la industria. Entre los materiales más conocidos,
se encuentran Overture y LG Sinfonía. También trabajan con cebadas de uso exclusivamente forrajero, como LG ZODIAC, una cebada forrajera de 6 hileras que la empresa lanzó al mercado este año. Con respecto al trigo candeal, Limagrain trabaja de forma similar con la industria tratando de abastecer sus requerimientos, y el material que hoy tienen disponible en el mercado es Athoris. En los últimos años, creció mucho el mercado de arveja en el país y los productores se muestran cada vez más interesados. Limagrain Argentina lanzó al mercado dos arvejas verdes Shamrock y Kingfisher y una amarilla, Avenger, y la intención es seguir creciendo en este cultivo, aprovechando los recursos genéticos que tiene en el resto del mundo.
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El quinto simulador A los cuatro simuladores de la famosa serie televisiva, bien podría sumarse un quinto integrante, Cronotrigo, el modelo que predice los estadios fenológicos para el cultivo de trigo y ayuda a optimizar su manejo. Recientemente lanzaron la nueva versión 2.0 que llega con varias novedades.
Por: Alvarez Prado, S.¹,³; M. Jardon¹; Severini A.D.²; Fernández Long, M.E.¹; Crespo, A.O.¹; Castro, M.⁴; Quincke, M.⁴, Kavanová, M.⁴; Scholz Drodowski, R.⁵; Chávez Sanabria, P.⁵; Perez-Gianmarco, T.³; Alfaro, C.⁶; Castillo, D.⁷; Matus, I.⁷; Gómez, D.²; Serrago, R. ¹,³; González, F.G. ²,³; Miralles, D.J.¹,³ ¹ Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) ² INTA ³ CONICET ⁴ INIA La Estanzuela, Uruguay. ⁵ IPTA Capitán Miranda, Paraguay. ⁶ INIA Rayentué, Chile. ⁷ INIA Quilamapu, Chile.
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Poder predecir la ocurrencia de los diferentes estadios fenológicos resulta de gran importancia para la toma de decisiones de manejo en el cultivo de trigo. Además de que nos permite conocer la adaptación de los distintos cultivares a diferentes regiones productivas, ayuda a optimizar los rendimientos del cultivo y la calidad de los granos posicionando las etapas más críticas en las condiciones ambientales más favorables dentro de la estación de crecimiento. Cronotrigo es una herramienta que permite predecir la ocurrencia de los estadios fenológicos más importantes que ocurren a lo largo del ciclo ontogénico del cultivo de trigo, así como el riesgo de heladas a partir de espigazón, el riesgo de ocurrencia de eventos de golpe de calor durante el llenado de granos y el contenido hídrico del suelo hasta 1 metro de profundidad (agua útil) en cada una de las etapas del ciclo (Figura 1).
Gráfico 1: Modelo estimado para la localidad de Chacabuco, de un cultivar de trigo LG Alhambra con fecha de siembra del 15 de mayo, donde se muestran las probabilidades de sufrir daños por última helada o golpe de calor.
En su última versión, el modelo fue ampliado tanto en el número de variedades de trigo, como así también en el número de localidades/ partidos de Argentina. Actualmente el modelo Cronotrigo© 2.0 contempla más de 70 variedades comerciales de trigo pan y trigo fideo, incluyendo ciclos cortos, intermedios y largos. También abarca en su predicción 256 partidos de toda la región triguera Argentina. Actualmente, se encuentra disponible para Argentina y Uruguay, y se prevé ampliar la predicción a Paraguay y Chile. REVISTA AAPRESID
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El desarrollo estuvo a cargo de un grupo interdisciplinario de profesionales compuesto por investigadores de la UBA, CONICET, INTA, INIA Uruguay, INIA Chile e IPTA Paraguay. El modelo utiliza algoritmos matemáticos sencillos que consideran la marcha de la duración del día (fotoperiodo), las temperaturas cardinales que definen la tasa de desarrollo del cultivo (temperaturas base, óptima y crítica) y la acumulación de horas de frío (vernalización) según la variedad. De este modo, los ponderadores fotoperiódicos y la caracterización de los requerimientos de horas de frío de cada una de las variedades incluidas en el modelo permiten un adecuado ajuste de la fenología en las distintas localidades para predecir los diferentes estadios fenológicos. Estos ajustes permitieron solucionar los problemas de sub- o sobre-estimación de la fenología observados en la versión anterior. En este sentido, se llevaron a cabo experimentos en cámaras de crecimiento (condiciones controladas) y en condiciones de campo para calibrar los correctores de las tasas de desarrollo tanto por cambios en el fotoperiodo como en la temperatura. La versión 2.0 de Cronotrigo trabaja sobre una serie climática de más de 30 años, tomada de la base de información satelital de la NASA (NASA-POWER Project: National Aeronautics and Space Administration–Prediction Of Worldwide Energy Resources) lo que permite ampliar el número de localidades y a su vez conocer qué error de predicción interanual tiene el modelo para cada una de las etapas respecto de la ocurrencia promedio. Para conocer la herramienta, ingresá a: http://cronotrigo.agro.uba.ar/.
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Agenda Aapresid De lunes a viernes 19:00 hs Formato descontracturado
Entrevistas mano a mano
Es abierto a todo el público
No precisa pre-inscripción
Tecnología e innovación
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Participación de especialistas para responder todas tus consultas
Algunas de las temáticas que pasaron y que se vienen: Cultivos de servicio • Pasturas y verdeos • Cosecha gruesa • Manejo de plagas • Cultivos de invierno • y de verano Siembra y fertilización • Ganadería • Agtech • Y mucho más…
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Una calculadora online y gratuita para estimar los costos de proteger al trigo La herramienta te ayuda a hacer números y decidir si el tratamiento sanitario que planeás hacer es o no conveniente en materia económica. La protección sanitaria del cultivo de trigo con fungicidas foliares es una técnica que se adoptó ampliamente en los últimos años en Argentina. Esto responde en gran medida al advenimiento de nuevas razas de roya amarilla (Puccinia striiformis), a partir de la campaña 2017/18, las cuales atacan al cultivo temprano (desde macollaje) anticipándose a las epidemias de roya anaranjada (Puccinia triticina). En cultivares susceptibles, se requiere de una primera aplicación de fungicida más temprana que la habitual. De hecho, en un análisis reciente (Abbate et al., 2021), basado en los datos de nueve esPor: Abbate P.E.; Edwards Molina J.P.- INTA Balcarce
(abbate.pablo@gmail.com; edwardsmolina@gmail.com).
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taciones experimentales de la Red de Evaluación de Cultivares de Trigo coordinada por el Instituto Nacional de Semillas (RET-INASE), se encontró que (1) hubo un aumento generalizado en la respuesta a la aplicación de fungicida en los últimos 4 años (2017-2020) respecto de los años anteriores (2010-2016); (2) la respuesta promedio para los últimos 4 años a través de todas las estaciones y ciclos representó el 11% del rendimiento; y (3) las respuestas encontradas cubrieron el costo de uso de fungicidas en los últimos 4 años, pero solamente en algunos de los años anteriores. Por su parte, Edwards Molina et al. (2020), en una red que involucró diez ensayos durante la campaña 2019/20, encontraron que -salvo en cultivares de alta susceptibilidad a roya amarilla- una única aplicación de fungicida (en es-
tado Z32 o Z39) fue más rentable que la aplicación doble (en Z32 y luego en Z39). Si bien estos resultados ponen de manifiesto que la protección foliar por medio de la aplicación de fungicidas en trigo, resulta ventajosa en la mayoría de los casos, cada situación se debe analizar particularmente. Una evaluación más detallada debería comparar el aumento de ingreso esperado (expresado en kg de grano/ha o u$s/ha) y el costo total del tratamiento (expresado en las mismas unidades que el ingreso esperado), incluyendo el costo de los productos aplicados, el costo de las aplicaciones y las eventuales pérdidas de rendimiento por dañar del cultivo al realizar la aplicación (“perdidas por pisada”). Si bien estos cálculos no tienen una gran dificultad algebraica, el cómputo se facilitaría por medio de un programa específico para tal fin. En esta nota, hablaremos de una página web interactiva, específica para el cálculo del costo total de los tratamientos fitosanitarios de un cultivo de granos. Si bien el sitio fue desarrollado inicialmente pensando en la aplicación de fungicidas en trigo, es válido para evaluar tratamientos sanitarios en cualquier cultivo de granos.
Algunas características de la web La página es un desarrollo original. Fue escrita mediante los lenguajes HTML 5, CSS 3 y JavaScript 5. HTML es un lenguaje específico para la elaboración de páginas web y actúa de nexo entre el usuario y el resto del programa. CSS es el lenguaje con el que se programó el estilo visual (formato) de los elementos de la página y JavaScript es el lenguaje con el que se programó el cálculo en sí mismo. La página no utiliza cookies (información enviada por un sitio web y almacenada en el navegador del usuario), excepto aquellas cookies estándar del navegador que se utilice. REVISTA AAPRESID
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¿Cómo accedo? Para acceder a la página web es necesario contar con conexión a Internet durante o antes de su uso (la página puede abrirse en un explorador con conexión y puede ser utilizada posteriormente sin conexión). El acceso es libre y gratuito, y no requiere suscripción ni instalación de aplicaciones adicionales. Se puede acceder desde cualquier dispositivo (computadora, teléfono celular, etc.) que pueda ejecutar alguno de los navegadores de web más difundidos.
La URL para acceder es https://cultivaresargentinos.com/ proteccion/ y se puede ingresar también escaneando el siguiente código QR:
La página comienza con un encabezado y una breve descripción (Figura 1). Por debajo se presenta una sección para la entrada de datos generales (Figura 2) y de las aplicaciones (Figura 3). Finalmente se presenta una sección de resultados (Figura 4). La página presenta valores iniciales de entrada como ejemplo de cálculo, que podrán sobrescribirse por el usuario. La unidad monetaria elegida para introducir los datos en la página fue el dólar, pero se puede utilizar pesos o cualquier otra unidad, siempre que se mantenga la misma en todos los datos de entrada. De igual manera, la unidad de superficie elegida para introducir los datos en la página fue la hectárea, pero se puede utilizar otra unidad, siempre que se mantenga la misma en todos los datos de entrada. Por el contrario, las unidades de peso (kg y tn) utilizadas por la página, no pueden ser reemplazadas, ya que la página realiza conversiones entre esas unidades.
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Figura 1: Captura de pantalla del encabezado de la página web.
Figura 2: Captura de pantalla de la selección de entrada de datos generales.
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Figura 3: Captura de pantalla de la selección de entrada de datos de las aplicaciones.
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Figura 4: Captura de pantalla de la sección resultados.
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Sección de entrada de datos generales Los datos a introducir en esta sección (Figura 2) son: Precio del grano (u$s/t): es el precio esperado de venta del grano, aplicando el tratamiento que se está evaluando, sin descontar los costos variables (costos que varían con el rendimiento obtenido); expresado en dólares (o la unidad monetaria elegida por el usuario) por tonelada de grano. Gastos variables (%): son los gastos que varían de acuerdo al rendimiento obtenido. Esto incluye los gastos de cosecha, transporte (flete), comercialización, etc.; expresados como porcentaje del precio del grano. Rendimiento esperado (kg/ha): es el rendimiento esperado aplicando el tratamiento que se está evaluando. Se expresa en kilogramos de grano por hectárea (o por la unidad de superficie elegida por el usuario).
Sección de entrada de datos de las aplicaciones La página está configurada para introducir datos provenientes de hasta tres aplicaciones. Los datos a introducir para cada aplicación son los siguientes (Figura 3): Costo del producto aplicado (u$s/ha): es el costo del producto a aplicar incluyendo coadyuvantes, pero excluyendo los gastos de aplicación; expresado en dólares por hectárea (o en la unidad monetaria y de superficie elegida por el usuario).
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Costo de aplicación (u$s/ha): es el costo de la aplicación sin incluir el producto, si se trata de aplicación con pulverizadora terrestre (ej. mosquito) ingresar la pérdida por pisada en las celdas de abajo; expresado en pesos o dólares por hectárea (o en la unidad monetaria y de superficie elegida por el usuario). Pérdidas de rendimiento por pisada (%): son las pérdidas de rendimiento porcentual por daño del cultivo al realizar la aplicación. Para aplicaciones aéreas usar 0%; el valor sugerido para la primera aplicación terrestre luego de iniciada la encañazón de cereales invernales es 3%. Tener en cuenta que cuando la aplicación genera daño, este suele ser mayor en la primera aplicación que en las siguientes.
Finalmente, el botón “Calcular” permite realizar el cálculo para actualizar el resultado y el botón “Restablecer” permite volver a cero todos los campos de entrada.
Sección de resultados Los valores obtenidos luego de pulsar el botón “Calcular” son (Figura 4): Precio neto del grano (u$s/t): es el precio del grano descontando los gastos variables; expresado en dólares por tonelada de grano (o en la unidad monetaria elegida por el usuario). Pérdidas de rendimiento por pisada (kg/ha): son las pérdidas de rendimiento considerando las pisadas sucesivas; expresadas en kilogramo de grano por hectárea (o en la unidad de superficie elegida por el usuario). REVISTA AAPRESID
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Costo del tratamiento (u$s/ha): es el costo considerando los gastos en los productos, los gastos variables y las pérdidas por pisada; expresado en dólares por hectárea (o en la unidad monetaria y de superficie elegida por el usuario). Costo del tratamiento (kg/ha): es el costo considerando los gastos en los productos, los gastos variables y las pérdidas por pisada; expresado en kilogramos de grano por hectárea (o en la unidad de superficie elegida por el usuario). Costo total (u$s/ha o kg/ha): es la suma de los costos de todas las aplicaciones realizadas. Si el costo total (expresado en u$s/ha o kg/ha) supera el aumento de ingreso esperado (expresado en las mismas unidades que el costo total), el tratamiento no es conveniente.
Método de cálculo La página se puede utilizar para realizar el cálculo del costo total del tratamiento sanitario con dos modalidades temporales: a priori (o ex-ante) y a posteriori (o ex-post), es decir, antes o después de conocer el resultado. En el primer caso, la precisión de los datos (rendimiento esperado, precios, etc.) es menor que en el cálculo a posteriori. Sin embargo, la página puede ser de gran ayuda en ambos casos ya que permite evaluar varios escenarios propuestos. Independientemente de la modalidad temporal, el cálculo algebraico realizado por la página es el mismo. El precio neto del grano (PNG, u$s/t) se calcula a partir del precio del grano (PG, u$s/t) y los gastos variables (GV, %) como:
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Las pérdidas de rendimiento por pisada (PRP, kg/ha) de la aplicación i se calculan a partir del rendimiento esperado (RE, kg/ha), lde as pérdidas de rendimiento por pisada porcentuales (PRPP, %) y de las PRP de la aplicación anterior, ya que el rendimiento esperado luego de la primera aplicación será menor que el RE introducido como datos:
El costo del tratamiento de la aplicación i expresado en u$s/ha (CTM) se calcula a partir del correspondiente costo del producto aplicado (CPAi, u$s/ha), el costo de aplicación (CAi, u$s/ha), las PRPi y el PNG:
El costo total de la aplicación expresado en u$s/ha (CTMT) es la suma de los CTMi. El costo del tratamiento de la aplicación i expresado en kg de grano/ha (CTG) se calcula a partir del correspondiente CTMi y el PNG:
Finalmente, el costo total de la aplicación expresado en kg de grano /ha (CTGT) es la suma de los CTGi. Si el costo total calculado (expresado en u$s/ha, kg/ha o las unidades monetarias y de superficie elegidas por el usuario al introducir los datos) supera el aumento de ingreso esperado (expresado en las mismas unidades que el costo total), el tratamiento no es económicamente conveniente.
REFERENCIAS • Abbate P.E., Di Pane F., Villafañe M., Gieco L.C. y Lanzilotta J.J. 2021. Respuesta a la aplicación de fungicida en los cultivares de trigo más rendidores, en las principales subregiones trigueras argentinas. Informe técnico. INTA Balcarce. Documento PDF. t.ly/zUgC. • Edwards Molina J. P., Pugliese B., Martinez D., Divito G., Kitroser J., Torres A., Berg G., Storm A.C., Erreguerena J.M., Lopez De Sabando M., Canepa M., Quiroz F.J. 2020. Red de ensayos de protección foliar de trigo del sudeste bonaerense. Resultados 2019. Visión Rural, 27, 133, 16-21. INTA Balcarce. Documento PDF. t.ly/GV8P.
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CULTIVOS DE INVIERNO
CS ¡Hasta el infinito y más allá! En zonas subhúmedas, los cultivos de servicio también tienen su lugar dentro de la rotación. Derribando algunos mitos, te contamos experiencias concretas.
Por: Ing. María Eugenia Magnelli
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Alejándonos del corazón de la pampa húmeda, viajamos virtualmente a zonas subhúmedas de nuestro país para conocer el importante rol de los cultivos de servicio (CS) en estas áreas, y saber cuáles son las estrategias de manejo que hacen posible su incorporación dentro de la rotación, sin comprometer la disponibilidad hídrica de los cultivos siguientes. Para ello, conversamos con el Ing. Alejandro Holzmann (Criadero “El Cencerro”), quién nos contó su experiencia en el suroeste de la provincia de Buenos Aires. Por su parte, el Ing. Mariano Bonsignor (O. Peman Semillas) se enfocó en el centro norte de Córdoba, Santiago del Estero y norte de Santa Fe.
Un traje a medida para barbechos largos “Los CS tienen un nicho importante en nuestra región, cubre el tiempo que queda entre la cosecha de trigo y cebada, y la siembra de girasol, maíz y soja”, arrancó diciendo Alejandro Holzmann desde Coronel Suárez. Y agregó, “De no sembrarse maíz de segunda, quedan muchos meses con barbechos desnudos, y es ahí donde entran a jugar los CS”. “Cuesta entrar con cultivos de servicio en una zona subhúmeda (841 mm al Este y 380 mm al Oeste). El miedo al manejo del manejo del
agua está presente”, advirtió el Ingeniero. Para derribar este mito, el técnico de El Cencerro explicó que, si bien en períodos de sequía hay que tomar ciertos recaudos, los CS justamente aprovechan las lluvias de verano y primavera, convirtiéndola en 3000 a 4000 Kg/ha de materia seca, sin comprometer la disponibilidad hídrica para el cultivo siguiente. Si todavía quedan dudas, Holzmann recomienda probar CS en una porción del lote, comparar los resultados con un barbecho desnudo y, a partir de la propia experiencia, sacar propias conclusiones.
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Fotos: Cultivos de Maíz (izq) y Soja (der) sobre rastrojos de CS
Lo que el viento no se llevó “En el noroeste de la provincia de Córdoba, los CS tienen el rol fundamental de fijar rastrojos”, indicó el Ing. Mariano Bonsignor de O Peman. “Los vientos de agosto y septiembre son muy intensos, vuelan los rastrojos quedando el suelo desnudo. Para colmo, cuando se reanudan las lluvias, la erosión hídrica se suma a la eólica, agregó. El ingeniero explicó que esa necesidad llevó a pensar en los CS como una excelente herramienta, además capturan las precipitaciones primaverales que, de no ser así, se perderían por escurrimiento y/o evaporación.
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El Ingeniero advirtió sobre la reticencia de sembrar vicia en zonas extra pampeanas por su alto consumo de agua. Despejando dudas, dijo “Hay que tener en cuenta el balance hídrico, no sólo calcular lo que te quita el cultivo sino también lo que te da. Haciéndolo bien, la vicia es una buena opción, asfixia las malezas, es una alternativa natural para aportar nitrógeno al sistema y su raíz pivotante actúa como un descompactador de suelos”
¿Los números cierran? Otro aspecto que causa reticencia por parte de los productores a decidirse por CS es el hecho de invertir en un cultivo que no se va a cosechar, que no tenga una renta económica. “El error es cargar todos los costos a los CS, tenemos que pensar la rotación como un sistema”, disparó Holzmann. Haciendo cálculos, dijo “Si comparamos un barbecho de 11 meses con 3 o 4 aplicaciones de herbicidas, versus un CS, los números están empatados; sin contar con todos los beneficios “ocultos” que tienen los CS no ponderados económicamente. Coincidiendo con lo anterior, Bonsignor agregó “Ahorramos fertilizantes, por el aporte de nitrógeno fijado por las leguminosas y el ciclado de nutrientes residuales; aplicamos menos herbicidas; generamos más raíces, mejorando la porosidad y la infiltración; reducimos la erosión, etc.”
Las especies En la cartilla de especies elegidas como CS, la Vicia villosa se lleva el primer puesto. La gran producción de biomasa, la capacidad de fijar y aportar nitrógeno al sistema, su mayor tolerancia al frío y la sequía, la excelente interferencia con las malezas y la adaptabilidad para consociarse con gramíneas y/o crucíferas, hacen que sea una opción exitosa.
Holzmann explicó que están evaluando la combinación de vicia con rábano forrajero (2 kg/ ha), éste último tiene un gran poder descompactante por su sistema radicular tuberoso. Reforzando esa idea, Bonsignor agregó “El rábano forrajero es muy beneficioso para mejorar la infiltración de agua, particularmente en los sitios dónde hay mayor tránsito de maquinarias”.
En el sudoeste bonaerense, una práctica habitual es sembrar vicia sola (20 kg/ha) sobre rastrojo de trigo o cebada, se deja venir el guacho de esas gramíneas y nos da un CS consociado. También se siembra en mezcla con avena y/o triticale (15 kg/ha), puntualizó el técnico de “El Cencerro.
Otro cultivo que está estudiando el criadero El Cencerro es el Trébol encarnado, ya que anda muy bien en el sudoeste bonaerense, soporta el frío y acumula buena cantidad de materia seca, recomendando sembrar 15 kg/ha puro o 5 kg/ha en mezclas. REVISTA AAPRESID
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Para el centro norte de Córdoba, Santiago del Estero y norte de Santa Fe, el ingeniero de O. Peman nombro a Melilotus alba como una alternativa a la vicia por su mayor rusticidad y eficiencia en el uso del agua. “A igual disponibilidad hídrica, melilotus produce más materia seca que la vicia y los ciclos son similares. Si bien el arranque es lento, explota en primavera. Tiene una raíz pivotante que genera macroporos, actuando como un subsolador natural”, subrayó. Y recomendó sembrar de 8 a 12 kg/ha si va pura y bajar a la mitad si va en mezcla. También sugirió Triticale en lugar de centeno, con una densidad de siembra de 50 a 60 kg/ha, y también Avena strigosa (40 kg/ha). Además, agregó “Para el NOA, estamos probando intersiembras de maíz con Brachiaria ruziziensis” En cuanto al mejoramiento de especies, Holzmann comentó que están trabajando en vicia para lograr variedades con ciclos más cortos. En gramíneas, como centeno, apuntan a materiales con mejor performance y sanidad. El ingeniero de El Cencerro, comentó que el criadero viene desarrollando conjuntamente con el INTA Coronel Suárez numerosos ensayos con CS, en los que evalúan el comportamiento y producción de materia seca de las diferentes especies, sembradas puras o combinadas. Por su parte, el gerente comercial de O. Peman explicó que su cartera de productos se basa en especies forrajeras, que hoy devienen en CS. Para ver el desempeño de los materiales es éste nuevo uso, y aportar más información, hoy forman parte de la Red de ensayos de CS que lidera Aapresid.
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Siembra y fertilización Según explicó Holzmann, la clave es sembrar CS lo más pronto posible para aprovechar todo su potencial. “De tener humedad en el suelo, recomendamos sembrar a fin de enero- principios de febrero para aprovechar las lluvias de verano, la radiación y los nutrientes, generando materia seca antes de que lleguen los primeros fríos”, complementó. Una práctica que está tomando impulso en la región, son las siembras aéreas de CS. Al respecto el Ingeniero dijo “Bolear vicia con avión sobre maíz en madurez fisiológica anda muy bien y se gana tiempo. Luego, ese maíz más CS va a soja”.
Para vicia y melilotus, resulta clave inocular las semillas con productos específicos y realizar el proceso en el momento que se va a sembrar, a fin de optimizar la fijación biológica de nitrógeno. Respecto a fósforo, el técnico de El Cencerro recomendó fertilizar los CS con fosfato monoamónico como arrancador, y más aún cuando tenemos menos de 15 ppm de este elemento en el suelo. “Vicia acusa la falta de fósforo. Este elemento es clave para la formación de raíces, tan necesarias para la absorción de agua y nutrientes”, sumó el ingeniero de O. Peman.
Cómo y cuándo secar Para el sudoeste bonaerense, el ingeniero de El Cencero recomendó el secado de CS con herbicidas, ya que es la más efectiva que el rolado porque la vicia sigue rebrotando. Contrariamente a lo anterior, Bonsignor dijo que, en el norte de Córdoba, Santiago del Estero y norte de Santa Fe, obtienen mejores resultados con el rolo, dado que el control químico seca muy rápido. “El momento oportuno de interrumpir el crecimiento del CS es antes de floración, porque de allí en adelante comienzan a consumir más agua y nutrientes; eso es hacia fines de octubre y noviembre, época en que se reanudan las lluvias. De esa forma nos aseguramos la recarga del perfil para los cultivos de renta que se siembran de diciembre a enero”, aclaró.
“En lotes profundos hay mayor recarga del perfil por las precipitaciones de primavera, ocasión en dónde se da el pico de producción del CS. En suelos someros, tosca a 50-60 cm, se estira un poco más el ciclo para que los cultivos brinden más servicios”
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Otro punto a tener en cuenta para definir la fecha de secado en la zona de influencia de Coronel Suárez, según Holzmann, son las características de los suelos. “En lotes profundos hay mayor recarga del perfil por las precipitaciones de primavera, ocasión en dónde se da el pico de producción del CS. En suelos someros, tosca a 50-60 cm, se estira un poco más el ciclo para que los cultivos brinden más servicios”, puntualizó.
Efecto de los CS sobre el control de malezas “Veíamos el avance de las malezas en el Chaco y pensábamos que estábamos lejos de enfrentar ese problema”, comentó el Ingeniero de El Cencerro. Y Continuó, “Al tiempo, los herbicidas residuales en nuestra región ya no alcanzaban, el Raigrás resistente, Rama Negra y las Crucíferas ya estaban causando dolor de cabeza”. Sumando agronomía para afrontar la problemática, comenzaron a adoptar CS. “La gran cobertura que generan los CS, fundamen-
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talmente vicia, ejerce un buen control de malezas por competencia. De esta forma, tenemos lotes más limpios, reducimos el uso de herbicidas, y es mejor para el ambiente. Lo mejor de todo es que observamos los resultados en tan sólo 1 año de su implementación”, argumentó. “La clave está en meter diversidad al sistema y rotar también los CS con distintos hábitos de crecimiento, porque las mismas malezas se van a ir adaptando”, agregó Bonsignor.
¿Pastorear o no los CS? El sudoeste de la provincia de Buenos Aires es una zona ganadera. En los campos mixtos, a los productores se les hace agua la boca cuando ven los CS rebosantes de biomasa. Una recomendación que brindó Holzmann es pastorear los lotes sin comprometer las especies. “Hay que hacer una comida tranquila con pastoreo rotativo y, en ante una lluvia, sacar los animales de la parcela para evitar el pisoteo”, remarcó.
Reflexiones finales Abonando lo precisado en esta nota, Mariano Bonsignor comentó “No hay recetas, cada zona tiene sus problemáticas y hay que ajustar el manejo para cada situación. Para ello, hay que hacer un buen diagnóstico y planificar la rotación, tomando decisiones basadas en información aportada por la ciencia y la investigación”. Concluyendo, Alejandro Holzmann agregó “A la hora de optar por CS debemos hacerlo bien, como un cultivo de renta, sembrar semillas de calidad certificada y fertilizar. Hoy se requiere de mucha agronomía en el campo, y los CS llegaron para quedarse”.
Agradecimientos: Agradecemos a los Ingenieros Alejandro Holzmann y Mariano Bonsignor por su generosidad y excelente predisposición para realizar esta nota.
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CULTIVOS DE INVIERNO
RANCONA TRÍO, más y mejor protección para las semillas de cereales de invierno
UPL Argentina desembarcó esta campaña en el segmento de protección de semillas de cereales de invierno con un nuevo fungicida triple mezcla.
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RANCONA TRIO® es un fungicida de amplio espectro para el control de enfermedades de semillas y hongos de suelo compuesto por tres principios activos, con tres modos de acción diferentes. Su formulación lista para usar contiene Ipconazole, Metalaxyl-M y Carboxin. El Ipconazole es un triazol que afecta la síntesis de la membrana celular de los hongos (G3), el Metalaxyl-M es una acilalanina que interfiere el metabolismo de los ácidos nucleicos (G4) y el Carboxin es una carboxamida que actúa sobre el proceso respiratorio (G7). Además de un máximo nivel de control en los principales hongos que afectan la semilla de los cereales de invierno como Fusarium sp., Dreschlera sp., Alternaria sp., Cladosporium sp., tiene una eficacia contundente en carbones (Ustilago sp.). Se ha comprobado que su acción sistémica otorga protección a las plántulas durante las primeras semanas de establecimiento del cultivo. De esta forma se logra un mayor stand de plantas, mayor vigor y uniformidad, evidenciando aumentos de rendimiento. Con esta tecnología, UPL hace un nuevo aporte al manejo sustentable de los sistemas productivos. La formulación y eficacia de RANCONA TRIO® lo vuelven una herramienta clave para el
RANCONA TRIO® aporta una destacada eficiencia en el control de las principales enfermedades, especialmente en carbones, y permite un manejo estratégico evitando la generación de resistencias.
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manejo integrado de enfermedades en cereales de invierno como trigo y cebada, en los que un buen arranque es fundamental para el éxito del cultivo. A dosis recomendadas, RANCONA TRIO® no genera fitotoxicidad y es compatible con inoculantes y bioestimulantes. Entre las biosoluciones que propone UPL para potenciar el tratamiento de semillas y sortear las adversidades bióticas y abióticas que se presentan desde la germinación, se encuentra BIOZYME TF®. Se trata de un bioestimulante que permite una germinación y emergencia más rápida y uniforme. Contiene extractos vegetales que generan en la planta hormonas naturales (auxinas, giberelinas y citocininas) y una alta concentración de aminoácidos que aportan un claro efecto sobre la energía germinativa del cultivo y la uniformidad del stand de plantas en tratamientos de
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semillas. A diferencia de otros productos que cuentan con hormonas sintéticas que pueden producir desbalances nutricionales, BIOZYME TF® induce a que sea la propia planta quien produzca sus fitohormonas para activar sus procesos metabólicos. Para reforzar aún más las posibilidades de lograr mayores rindes desde el establecimiento del cultivo, la recomendación es sumar Nitragin Wave, un promotor de crecimiento biológico para el tratamiento de semillas de Novozymes, con quien UPL tiene hace más de un año un acuerdo de trabajo conjunto.
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NUTRICIÓN DE CULTIVOS
Leyendo nuestros suelos Pautas para hacer un buen muestreo e interpretar correctamente los análisis de suelos para los principales nutrientes deficitarios en Argentina.
El diagnóstico de la fertilidad de suelos y recomendaciones de fertilización de cultivos contemplan diferentes etapas entre las que se destacan muestreo de suelo, análisis de la muestra en el laboratorio e interpretación de los resultados. La primera de ellas es clave, ya que representa el primer paso dentro del proceso que lleva a la recomendación de fertilización. Es decir, no existe análisis y/o recomendación que
Por: Nahuel Reussi Calvo¹,²,³, Natalia Diovisalvi³, Nicolás Wyngaard1,² y Fernando García¹,³ ¹ Unidad Integrada INTA-FCA Balcarce. ² CONICET, 3FERTILAB,
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mejore la representatividad o calidad de la muestra que se haya tomado. Por eso es necesario realizar un adecuado muestreo de suelo para poder evaluar con mayor precisión la disponibilidad de los distintos nutrientes. Esto permitirá realizar una mejor planificación de la siembra y de la fertilización, al emplear en cada lote o ambiente la dosis de nutrientes necesaria. Un correcto muestreo debería contemplar los siguientes aspectos: 1) muestrear por separado las áreas de diferente productividad (Figura 1), 2) número suficiente de submuestras (25 a 30 submuestras o piques, principalmente en muestras superficiales), 3) repetición de la muestra superficial, particularmente para nutrientes poco móviles como el fósforo (P), y 4) elección del momento y profundidad de muestreo según nutriente.
Figura 1: Esquema de muestreo al azar estratificado o por ambiente (Fuente: Carretero et al., 2016-Informaciones Agronómicas-IPNI).
Por otra parte, en lo que respecta al análisis propiamente dicho, si bien no deberían existir diferencias en los resultados entre laboratorios para una misma muestra, en caso de que existan diferencias, podría deberse a diferentes causas: 1) acondicionamiento de la muestra (fraccionamiento, mezclado, homogeneización, secado y molienda); 2) metodología de análisis; o 3) calidad analítica del laboratorio. Respecto a este último punto, existen rondas interlaboratorio (SAMLA, PROINSA, entre otros) que contribuyen a mejorar la calidad de los análisis y de los resultados.
Es necesario realizar un adecuado muestreo de suelo para poder evaluar con mayor precisión la disponibilidad de los distintos nutrientes. REVISTA AAPRESID
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La etapa de interpretación puede ser definida como el proceso mediante el cual se trata de encontrar un significado más amplio sobre la información empírica recabada. Generalmente, para una mejor interpretación es necesario conocer el marco y/o contexto en el que se realiza la misma (por ej.: la zona, el ambiente, el sistema de producción, etc.). Actualmente, la mayoría de los métodos de diagnóstico de deficiencias de nutrientes basados en determinaciones de suelo cuantifican fracciones inorgánicas lábiles o índices que tratan de extraer una fracción proporcional de nutrientes semejante a la que toman las plantas. Dentro de los nutrientes, el nitrógeno (N) y el P son los que con mayor frecuencia limitan el rendimiento de
los cultivos. Sin embargo, en las últimas décadas, la intensificación de la agricultura generó una disminución en la disponibilidad de azufre (S) en los suelos y, por lo tanto, es cada vez más frecuente determinar la respuesta en rendimiento frente al agregado de dicho nutriente. Asimismo, otros nutrientes como el zinc, el boro y el cloro se diagnosticaron como deficientes en algunos sistemas de producción de la región pampeana. A continuación, se presenta una revisión resumida sobre los principales métodos para la interpretación de los análisis de suelos en trigo para los principales nutrientes deficitarios en Argentina: N, P y S.
Nitrógeno El N disponible a la siembra junto con el N mineralizado del suelo (que pasa de la materia orgánica a estar disponible para las plantas) y de los residuos del antecesor durante el ciclo del cultivo, constituyen las principales fuentes de N. Este abastecimiento de N determina el rendimiento y el contenido de proteína en cultivos sin fertilizar (Figura 2). Para evaluar la disponibilidad de N inicial se recomienda el muestreo de suelo a la siembra del cultivo en los estratos superficiales (0-20 cm) y subsuperficiales (20-50 o 20-40 y 40-60 cm). En años o regiones con excesos hídricos durante la pre-siembra y/o con antecesores que dan lugar a un corto período de barbecho (ej. soja, sobre todo de segunda), es conveniente realizar un segundo control de N en macollaje. Se propusieron distintos umbrales de disponibilidad de
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N a la siembra (N suelo0-60 cm + N fertilizante), que varían según la zona y el rendimiento objetivo, desde 90 hasta 210 kg de N por ha. El N mineralizado desde la materia orgánica durante el ciclo de crecimiento del cultivo se puede estimar a partir de la determinación del N anaeróbico (Nan). Este índice refleja el diferente potencial de mineralización que existe entre lotes, o ambientes dentro de un mismo lote, debido al manejo previo y/o los efectos de tipo suelo. El muestreo de Nan se puede realizar en cualquier época del año, solo en el estrato 0-20 cm, y debería monitorearse cada 3-4 años. En función de más de 5000 muestras analizadas por FERTILAB para el sudeste bonaerense, el valor promedio de Nan fue de 60 ppm, con un 25% de los lotes con valores menores a 45
ppm y mayores a 75 ppm. Los valores promedio de Nan tienden a ser menores hacia el norte y oeste de región pampeana, con promedios de 45 ppm en el oeste de Buenos Aires y 40 ppm en el sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires. En general, para el cultivo de trigo el aporte de N por mineralización es de 2,0 a 2,4 kg N/ha por cada ppm de Nan, valor que varía según zona, fecha de siembra y textura del suelo. El aporte de N por mineralización desde el residuo del cultivo antecesor se puede estimar a partir de información local. En general, se esperan aportes de N de antecesores leguminosas como soja o coberturas como vicia, y aportes nulos o inmovilización de N, con residuos voluminosos de antecesores de gramíneas de alta relación C/N como maíz y sorgo. Los valores pueden ir desde inmovilización (reducción en la disponibilidad) de N de 60 kg/ha hasta mineralización (aportes al cultivo) de 100 kg N/ha. REVISTA AAPRESID
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Figura 2: Abastecimiento de N del sistema para un cultivo de trigo sin fertilizar: N de residuo de antecesores, N disponible en el suelo a la siembra y N mineralizado de la materia orgánica a lo largo del ciclo del cultivo.
Para producir una tonelada de trigo con niveles proteicos adecuados (11-12%), el cultivo necesita absorber aproximadamente 30-35 kg de N. Considerando una eficiencia de recuperación de N del sistema del 60%, se necesitan 50-55 kg de N en el suelo para producir una tonelada de trigo (Figura 2). De la misma manera, necesitamos aplicar 50-55 kg de N como fertilizante por cada tonelada de rendimiento que queremos producir por sobre el cultivo sin fertilizar. No obstante, estos valores pueden variar entre 40 y 60 kg N en función de la eficiencia de absorción del N del suelo y de los niveles de proteína deseados. La Figura 3 muestra un ejemplo de determinación de la dosis de N a aplicar para un cultivo de trigo con objetivo de rendimiento de 5000 kg/ha en un suelo con 40 kg N/ha según análi-
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sis de N-nitrato a la siembra a 0-60 cm, Nan de 50 ppm y antecesor neutro (sin aporte de N de residuos). Con el abastecimiento de N del sistema, el cultivo podría alcanzar 2700 kg/ha de rendimiento. Para llegar a 5000 kg/ha se necesitarían aplicar 126 kg/ha de N como fertilizante (55 kg/ha de N en el sistema por tonelada de grano producida). Para cebada, si bien los modelos están en desarrollo, no se deberían esperar grandes diferencias respecto de trigo debido a la similitud entre requerimiento y ciclos de ambos cultivos.
Se esperan aportes de N de antecesores leguminosas como soja o coberturas como vicia, y aportes nulos o inmovilización de N, con residuos voluminosos de antecesores de gramíneas de alta relación C/N como maíz y sorgo.
Figura 3: Ejemplo de estimación de recomendación de fertilización nitrogenada en trigo utilizando la información de N disponible a la siembra, N anaeróbico (Nan) y rendimiento objetivo.
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Fósforo La recomendación de fertilización fosfatada se basa en el diagnóstico de fertilidad a partir del análisis de suelo del P extractable (P Bray) a 0-20 cm. Para trigo es ideal ubicarse por arriba del rango crítico de 15-20 ppm P Bray (Figura 4).
Figura 4: Rendimiento relativo (RR) de trigo en función del nivel de PBray-1 (0-20 cm) a la siembra. La línea punteada y la franja vertical gris indican el nivel crítico (17 mg kg-1) de PBray-1 para obtener 90% del rendimiento relativo y su intervalo de confianza al 95% (15 a 20 mg kg-1). n= 103 ensayos en región pampeana entre 1998 y 2014
La recomendación a partir del análisis se puede orientar a satisfacer las necesidades del cultivo, también llamada Suficiencia, o a mejorar/ mantener los niveles de P Bray del suelo, Construcción y Mantenimiento. La Tabla 1 muestra recomendaciones generales sugeridas para distintos niveles de P Bray del suelo y según el rendimiento objetivo:
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Las dosis de Suficiencia sugeridas dependen del nivel de P Bray y consideran solo el cultivo de trigo siguiente.
Las dosis de Construcción y/o Mantenimiento buscan elevar niveles bajos y mantener niveles altos de P Bray. En este caso se estima que para subir 1 ppm de P Bray se debe aplicar 3 kg de P por arriba de la remoción de grano de los cultivos (Tabla 1), pero este valor varía entre 2.5 y 4 kg P por ppm P Bray. Para reponer el P removido en granos, se estima una concentración de 3.2 kg P por tonelada de grano (Tabla 1), y este valor también varía entre 2.8 y 3.6 kg P/t grano.
Nivel de P extractable (P Bray 0-20 cm)
Dosis de suficiencia (kg P*/ha)
Dosis de construcción y/o mantenimiento (kg P*/ha)
Menor de 10 ppm
20-25
((20 – P Bray) * 3 kg P/ppm) + (t/ha * 3.2 kg P/t)
10-15 ppm
15-20
((20 – P Bray) * 3 kg P/ppm) + (t/ha * 3.2 kg P/t)
15-20 ppm
10-15
(t/ha * 3.2 kg P/t)
20-25 ppm
5-10
(t/ha * 3.2 kg P/t)
25-30 ppm
-
(t/ha * 3.2 kg P/t)
Más de 30 ppm
-
No fertilizar, muestrear año siguiente.
*Para transformar de P a P2O5 multiplicar por 2,29. Tabla 1: Recomendaciones sugeridas de fertilización fosfatada para trigo según niveles de P extractable (ppm P Bray, 0-20 cm) y rendimiento objetivo (t/ha).
Las recomendaciones sugeridas en la Tabla 1, además de depender del nivel de P Bray y rendimiento, variarán de acuerdo a la relación de precios fertilizante/grano, el capital disponible y la percepción frente al riesgo. Además, en caso de considerar el doble cultivo trigo/soja de segunda, las dosis deberían aumentar para ambos criterios de recomendación según productividad de la soja.
Dosis de Suficiencia sugerida sería de 20 kg P/ha.
Dosis de Construcción y/o Mantenimiento: Dosis P = ((20 – 9) *3) + (5 t/ha *3.2 kg P/t)) Dosis P = (33 kg P/ha) + (16 kg P/ha) Dosis P = 49 kg P/ha
A modo de ejemplo, supongamos un lote con 9 ppm P Bray y un rendimiento objetivo de 5000 kg/ha: REVISTA AAPRESID
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En el caso de Construcción y/o Mantenimiento lo recomendado es aportar los kg de P de construcción a lo largo de 3-6 años de manera de reducir las cantidades aplicadas por cultivo. Esto reduce el costo financiero y la posibilidad de que se produzca un consumo excesivo de P (consumo de lujo). En el ejemplo anterior, los 33 kg P de construcción se podrían aplicar en dosis sucesivas de 11 kg P/ha en tres años. Respecto a la forma de aplicación de P, existen varios trabajos que demostraron, para suelos
con bajo nivel de P Bray y/o para dosis bajas de fertilización, una mayor eficiencia de la aplicación en la línea respecto al voleo. Las diferencias entre sistemas de aplicación es menor cuando mayor es el nivel de P Bray del suelo o la dosis de P aplicada. Las aplicaciones al voleo anticipadas alcanzan eficiencias similares a la aplicación en línea con P Bray de 10 ppm o mayor y con dosis de 20 kg/ha de P o mayores. Son especialmente útiles en planteos de Construcción y/o Mantenimiento que generalmente utilizan dosis de fertilización altas.
Azufre La deficiencia de S se generalizó en numerosos sistemas de trigo, especialmente en trigo/soja. La principal reserva de S del suelo es la materia orgánica, al igual que la de N y una gran parte del P. El diagnóstico se basa en identificar los lotes deficientes a partir de las siguientes observaciones: Caracterización del ambiente. Suelos con bajo contenido de materia orgánica, suelos arenosos. Sistemas de cultivo más intensivos, disminución del contenido de materia orgánica.
Para la región pampeana, trabajos realizados por INTA determinaron un umbral crítico a la siembra del cultivo de 45 kg S ha-1 (0-60 cm), siendo correcto el diagnóstico en el 79% de los casos estudiados (Figura 5). Además, para el sudeste bonaerense, el Nan podría contribuir
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Análisis de S-sulfato: nivel crítico menor de 10 ppm (0-20 cm).
Presencia de napa o uso de riego: frecuentemente las napas y las aguas de riego pueden contener altos niveles de sulfato. Algo similar se observa en suelos con tosca por acumulación de sulfato.
Balances de S en el sistema: buscar balances neutros o levemente positivos.
a identificar lotes con problemas de S, siendo el nivel crítico de 62 ppm (Figura 5). Asimismo, el análisis de grano puede ser empleado para caracterizar el estatus azufrado que tuvo el cultivo y programar la fertilización para los cultivos subsiguientes en la rotación.
Al igual que para N, la aplicación de S se puede realizar a la siembra o en estadios avanzados del cultivo debido a la absorción demorada de dicho nutriente. Además, dada la residualidad de S, se puede aprovechar para aplicar todo el S de la secuencia trigo/soja de segunda al momento de fertilizar el trigo.
Figura 5: Rendimiento relativo de trigo en función de: a) S-sulfato y b) Nan en presiembra. Fuente: W. Carciochi-Grupo Relación Suelo-Cultivo (Unidad Integrada Balcarce).
Para finalizar, en suelos con deficiencias de nutrientes, las respuestas más frecuentes son de 10 a 25 kg grano por kg de nitrógeno; de 40 a 60 kg grano por kg de fósforo; y 40 a 80 kg grano por kg de azufre. El costo (kg grano necesarios para pagar un kg de nutriente) para la presente campaña varía de 10 a 12 kg/kg para nitrógeno, de 20 a 25 kg/kg para fósforo y de 7 a 9 kg/kg para azufre. Esto evidencia la rentabilidad de la práctica de fertilización, aún con los elevados precios de los fertilizantes a nivel internacional y sin considerar el efecto benéfico a largo plazo de la nutrición balanceada sobre la salud edáfica.
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La dosis justa para que el trigo se lleve el oro En la última década, la mejora en genética y nutrición permitió dar un salto notable en la productividad del trigo. Algunas claves para lograr un manejo nutricional acorde a las exigencias.
Por: Ing. Agr. (MSc) Gustavo N. Ferraris
INTA EEA Pergamino. ferraris.gustavo@inta.gob.ar
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El trigo es un cultivo esencial dentro del esquema de rotaciones de la zona núcleo Pampeana. Aporta a la diversidad, brinda una cobertura uniforme y durable de residuos, y mejora la estructura de los suelos a partir de un sistema radicular exuberante y vigoroso. Su crecimiento invernal resta agua, nutrientes y radiación a las malezas de emergencia primavero-estival, que representan el grupo de mayor tolerancia a los herbicidas de uso más frecuente. En rotación con soja o maíz de segunda, suele representar la secuencia de mayor rentabilidad. El contenido de agua útil a la siembra, hasta la profundidad de 150 o 200 cm, es la variable clave y de mayor correlación con el rendimiento. El
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crecimiento acontece durante la estación seca y por eso el cultivo depende del almacenaje previo para su producción. Este almacenaje, en una transecta sudeste-noroeste, logra explicar entre el 50 a 80% de los rendimientos finales. El Nitrógeno (N) es el nutriente de mayor impacto en los rendimientos. Su función está relacionada con la formación, expansión y duración del área foliar. La respuesta es determinada por el nivel inicial de N en suelo, el potencial de mi-
neralización y el rendimiento objetivo. De este modo, el cálculo de dosis se realiza sumando el N contenido como nitrato, habitualmente hasta 40 o 60 cm, más el mineral agregado por medio de fertilizantes, hasta alcanzar un objetivo de N (Figura 1). El cálculo se puede modificar por el potencial de mineralización, a partir del contenido de materia orgánica, N orgánico, la relación entre MO y las fracciones texturales o el N potencialmente mineralizable determinado por incubación anaeróbica (NAn).
Figura 1: Relación entre rendimiento y nitrógeno disponible. Localidades de Pergamino y Ferré, campañas 2014/15 a 2021/22. Cuando Nan supera el valor de 50, la diferencia puede sumarse al N disponible inicial.
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Debido a que en invierno se reduce la frecuencia y cantidad de precipitaciones, la tecnología de fertilización que contempla el momento, fuente y localización es muy clave. La incorporación de N aplicado en presiembra o junto a la siembra en la solución del suelo, evita pérdidas por volatilización o intercepción por parte de los residuos (Figura 2). En regiones donde ocurren lluvias invernales, la partición de la fertilización durante el ciclo permite acompañar mejor la curva de demanda de los cereales. En ciclos húmedos, reduce los riesgos de lixiviación respecto de concentrar una gran cantidad de N a la siembra. Aplicaciones tardías, desde dos nudos (Zadoks 32) hasta hoja bandera (Zadoks 39), permiten lograr un buen balance interno de la planta, aportan rendimiento y calidad. Las herramientas de sensoramiento remoto se basan en la intensidad colorimétrica y en ocasiones, en el volumen de biomasa del canopeo, lo que mejora la precisión de los diagnósticos a medida que avanza el ciclo de cultivo.
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Figura 2: Comparación entre dosis, localización y momento de aplicación de nitrógeno como Urea granulada. INTA Pergamino, Campaña 2021/22. Cultivar DM Catalpa.
Fósforo El fósforo (P) se relaciona con la acumulación de biomasa temprana, la captura de recursos, tolerancia al frío y estrés hídrico. Participa del metabolismo energético y la transferencia de información genética. Es poco móvil en el suelo y su manejo óptimo podría resultar antagónico a N. En cultivos de invierno, la aplicación localizada al momento de la siembra resulta ventajosa. El trigo demostró gran tolerancia a dosis en línea sin expresar fitotoxicidad. Por lo tanto su implantación representa un momento clave, con el objetivo de reponer la exportación con los granos a lo largo de una secuencia de cultivos. Precisamente, el balance suele ser el me-
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jor criterio para el manejo del nutriente (Figura 3), restituyendo P a modo de enmienda. Además, suele ser la estrategia más rentable a mediano plazo (Figura 4). Tratamientos de fertilización fosforada con criterio de reposición o reconstrucción determinan una ganancia de rendimiento a mediano plazo por el efecto residual de los nutrientes aplicados. Esta acumulación de fertilidad permite implementar una estrategia más conservadora con mínimas pérdidas de rendimiento, cuando se presenta una campaña con relaciones de precio grano:fertilizante desfavorable.
Figura 3: Producción por cultivo (kg ha-1) de diferentes estrategias de fertilización acumulada en una secuencia maíz - soja - trigo/soja - cebada/soja - maíz - soja. - cebada/soja – trigo/soja – soja – cebada/soja -maíz. Arribeños, General Arenales. Campañas 2006/07 a 2020/21.
Figura 4: Margen bruto acumulado respecto del testigo no fertilizado y retorno sobre la inversión para los diferentes tratamientos de fertilización. Ensayo de larga duración, Arribeños, General Arenales. Campañas 2006/07 a 2020/21.
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Azufre En muchos casos, el manejo de azufre (S) se parece al de N. La respuesta aumenta en suelos con bajo contenido de MO, muchos años de agricultura continua, ausencia de aportes externos por riego o napa y bajos índices de mineralización. Por su movilidad, la incorporación no es determinante y puede ser aplicado entre siembra y finales de macollaje. En Argentina, el S suele ser aportado mediante fertilizantes compuestos, ligado a N o calcio (Ca). Ambos tipos de fuente demostraron una eficiencia agronómica similar. Sin embargo, el S unido a Ca tiene menor efecto acidificante, lo que contribuye a detener un proceso gravoso y muy frecuente en nuestros suelos. El Ca es además un catión con efecto estructurante sobre la matriz física del suelo.
Por su movilidad, la incorporación no es determinante y puede ser aplicado entre siembra y finales de macollaje.
Zinc
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El zinc (Zn) aparece como el microelemento de mayor importancia en gramíneas. Su disponibilidad en suelos disminuyó considerablemente, resultado de un balance negativo prolongado a lo largo del tiempo. En suelos deficientes, los cereales de invierno presentan respuestas en un rango de 5 a 10%, económicamente positivas. El tratamiento sobre semillas, foliar en canopeo o incorporado al suelo, ajustando correctamente la dosis, presenta resultados similares.
nológica. Como desventaja, los tratamientos sobre semilla no dejan Zn residual para los siguientes cultivos. Las aplicaciones foliares permiten aplicar una dosis algo mayor del nutriente, pero se requiere esperar que el cultivo alcance una biomasa significativa, atravesando las primeras etapas sin usufructuar la fertilización. La compatibilidad de la fuente de Zn con fitosanitarios destinados a la protección depende de la formulación utilizada, su pH y concentración.
El tratamiento sobre semilla permite una gran eficiencia de uso, abasteciendo al cultivo desde la siembra. El gran volumen de semilla utilizado en la siembra brinda, a diferencia de otras especies, una superficie específica blanco de tratamiento muy importante, facilitando esta alternativa tec-
Por último, las fuentes de aplicación al suelo tienen una absorción menos eficiente por su fuerte interacción con los coloides, lo que se puede compensar incrementando las dosis de uso. Además, generan residualidad y abastecen al cultivo desde los primeros días.
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Tecnologías emergentes que prometen Existen tecnologías emergentes de bajo impacto ambiental y altísima eficiencia agronómica en relación a su costo y dosis. Estas incluyen microorganismos promotores de crecimiento vegetal (PGPM) y moléculas naturales agrupadas con frecuencia bajo el término bioestimulante. Esta definición basada en su funcionalidad incluye hormonas de crecimiento, polifenoles, aminoácidos, fosfitos y extractos vegetales y de algas, entre otros compuestos. Las vías metabólicas incentivadas son aún motivo de estudio. Agronómicamente, demostraron múltiples efectos positivos, especialmente relacionados con la
activación del metabolismo en etapas críticas, la tolerancia a frío y estrés hídrico, y la detoxificación de sustancias nocivas para el crecimiento. El trigo es un cultivo de gran adaptación a las regiones productivas de Argentina, de elevada eficiencia en el uso del agua y los nutrientes, pero exigente en dichos recursos. En la última década, la mejora en genética y nutrición permitió dar un salto cuantitativo notable en su productividad. Este proceso continuará en el tiempo, incluyendo nuevos elementos y tecnologías que permitirán sostener la tendencia.
BIBLIOGRAFÍA • Afshar, R. K., Chen, C., He, H., Tian, T., & Sadeghpour, A. 2021. Evaluation of nitrogen fertilizer source and application method for dryland wheat. Journal of Plant Nutrition, 44(13), 1930-1941. • Ferrari, M., Dal Cortivo, C., Panozzo, A., Barion, G., Visioli, G., Giannelli, G., & Vamerali, T. 2021. Comparing Soil vs. Foliar nitrogen supply of the whole fertilizer dose in common wheat. Agronomy, 11(11), 2138. • Ferraris, GN, M. Toribio, M. C. Paolilli, R. Falconi, N. Ferrero, R. Falcone y F. Moriones. 2021. Efectos de diferentes estrategias de fertilización sobre los rendimientos, el balance de nutrientes, la fertilidad química de los suelos y la rentabilidad en el largo plazo. Informe de resultados del Convenio de Vinculación Tecnológica. 15 años de experimentación. 16 pp. • Ma, Q., Wang, M., Zheng, G., Yao, Y., Tao, R., Zhu, M., ... & Zhu, X. 2021. Twice-split application of controlled-release nitrogen fertilizer met the nitrogen demand of winter wheat. Field Crops Research, 267, 108163. • Pedersen, M. F., Gyldengren, J. G., Pedersen, S. M., Diamantopoulos, E., Gislum, R., & Styczen, M. E. 2021. A simulation of variable rate nitrogen application in winter wheat with soil and sensor information-An economic feasibility study. Agricultural Systems, 192, 103147. • van Grinsven, H. J., Ebanyat, P., Glendining, M., Gu, B., Hijbeek, R., Lam, S. K., ... & ten Berge, H. F. (2022). Establishing long-term nitrogen response of global cereals to assess sustainable fertilizer rates. Nature Food, 3(2), 122-132. REVISTA AAPRESID
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NUTRICIÓN DE CULTIVOS
Que la sal y el agua no frenen la cebada La cebada es un cultivo muy tolerante a salinidad pero no al anegamiento. En esta experiencia, la fertilización nitrogenada le hizo frente a ambas problemáticas y subieron los rindes.
AUSPICIA
Por: Julián Isasti y Magalí Gutierrez Sistema Chacras - Aapresid
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El estrés salino ocurre en simultáneo con otros factores que afectan la disponibilidad de nutrientes (George et al., 2012) y reducen el rendimiento. En regiones como el Oeste Arenoso, en donde la salinización es provocada por el ascenso capilar de napas cercanas a la superficie, el anegamiento prolongado ocasiona pérdidas en cultivos invernales, desde su implantación hasta la caída de espigas. Por este motivo, la elección de la especie a sembrar debe contemplar la tolerancia al estrés combinado. La cebada es una especie anual muy tolerante a salinidad, con un umbral de 8 dS.m-1 (Maas & Grattan, 1999) pero es poco tolerante a anegamiento. La saturación de los poros con agua ocasiona la muerte de raíces por falta de oxígeno o anoxia. Además del impacto sobre la fisiología de la planta, el exceso de agua afecta la disponibilidad de nutrientes. En el caso del nitrógeno, este exceso provoca pérdidas por lixiviación y desnitrificación.
¿Qué hicimos? Durante la campaña fina del 2021, evaluamos diferentes estrategias de fertilización nitrogenada en dos variedades de cebada: Andreia y Montoya. El diseño del ensayo fue en bloques con 3 repeticiones, en un lote de textura franco arenosa ubicado en las cercanías de la localidad de Trebolares (La Pampa). El cultivo antecesor fue soja y la siembra del ensayo fue el 14 de junio. Los niveles de materia orgánica del suelo en el sitio de ensayo fueron de 1% (0-20 cm) con 6.4 mg. kg-¹ de fósforo extraíble (Bray).
la siembra versus aplicación fraccionada, con una parte variable a la siembra y 50 kg kg N. ha-¹durante encañazón. A cosecha, se evaluó el rendimiento y el peso de mil granos ajustados al 12.5% de humedad. Se realizó un ANOVA y test de comparación de medias, mediante el software estadístico Infostat (Di Renzo, 2014) para evaluar el efecto de los tratamientos sobre el rendimiento y el peso del grano.
Se establecieron tratamientos con dosis de nitrógeno crecientes desde los 60 kg N. ha-¹ hasta los 210 kg N. ha-¹, sobre una base arrancadora de 75 kg. ha-¹ de fosfato diamónico. El nivel de N disponible en el suelo a la siembra fue de 36 kg N. ha-¹. La fuente de N utilizada fue urea aplicada al voleo. A su vez, se evaluaron dos momentos de fertilización: única aplicación a
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Disponibilidad hídrica y dinámica de napa Las precipitaciones durante el barbecho fueron 350 mm en los meses de marzo y abril. Durante el cultivo, se registraron 426 mm (Figura 1). Respecto a la napa, a comienzos de julio se encontraba a los 65 cm de profundidad en la parte más baja del lote, mientras que en la parte alta se ubicaba a unos 110 cm de la superficie. La napa, de composición clorurada sódica, mostró valores de conductividad eléctrica (CE) de hasta 7,9 dS.m-1 y de pH de hasta 7,6. A estos valores de CE, el aprovechamiento por parte del cultivo se vería muy limitado.
Figura 1: Distribución mensual de precipitaciones en 2021 (870 mm anuales) y dinámica de la napa en el establecimiento del ensayo. La línea azul indica el nivel freático promedio (n=6) y la zona celeste el desvío estándar.
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¿Qué variedad ganó la pulseada? La variedad Montoya rindió en promedio 3985 kg.ha-1 y Andreia 3847 kg.ha-1. Sin embargo, la diferencia entre variedades no fue significativa (p-valor>0.1). Respecto al peso de mil gra-
nos, Andreia fue significativamente superior en un 5% (p-valor<0.05), alcanzando un peso de 49.57 g, mientras que Montoya tuvo un peso de 47.14 g (Figura 2).
Figura 2: a) Rendimiento (kg. ha-1) y b) peso de mil granos (g) de las variedades de cebada cervecera evaluadas. Se utilizan gráficos BOX-PLOT en donde se observan mínimos y máximos (bigotes de las cajas), la mediana de los datos (línea media de la caja) promedio de datos (punto rojo) y los valores del primer y tercer cuartil como límites de la caja, entre los cuales se encierra el 50% de los datos obtenidos.
Fertilización en números Los tratamientos fertilizados con más de 100 Kg N. ha-1 obtuvieron aproximadamente 900 Kg. ha-1 más de rinde que el tratamiento de 60 Kg N. ha-1 (Figura 3), siendo esta diferencia significativa para las dosis de 110 y 210 kg N. ha-1(p-valor<0.1), tal como lo indicaron las observaciones de campo (Figura 4). No se observaron diferencias significativas de rendimiento en grano entre las dosis superiores a 100 Kg N. ha-1 (p-valor>0.1). Respecto al peso del grano, no hubo diferencias significativas entre dosis de nitrógeno (p-valor>0.1), y rondó los 48-49 g en promedio. REVISTA AAPRESID
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Figura 3: Rendimientos medios obtenidos (Kg. ha-1) en función de dosis de nitrógeno evaluadas. Letras distintas indican diferencias significativas entre tratamientos (p-valor<0.1)
Andreia
60 kg N
Montoya
210 kg N
60 kg N
210 kg N
Figura 4: Diferencias observadas en el crecimiento de las variedades ante dosis contrastantes de fertilizante: 60 kg N. ha-1 respecto a tratamiento de dosis máxima. Se denotan mayores niveles de biomasa en los tratamientos con mayor fertilización. Campaña 2021.
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En este estudio observamos que la fertilización fue una práctica adecuada para lograr elevar los rendimientos respecto al testigo, lo que implica un mayor aporte de biomasa al suelo. Esto es importante para estos ambientes, dado que se requiere lograr la mayor cobertura posible para prevenir el ascenso de sales y mejorar la infiltración del agua en el suelo.
¿Cuándo aplicar? Cuando se fertilizó a la siembra, el rendimiento fue significativamente mayor que el tratamiento fraccionado en un 33% (p-valor<0.1) (Figura 5). En las condiciones del ensayo, la mejor estrategia de fertilización resultó ser a la siembra debido a que el anegamiento durante encañazón retrasó las labores de re-fertilización (Figura 6). Es pro-
bable que los resultados difieran de la bibliografía -que aconseja fraccionar el aporte de nitrógeno para evitar pérdidas por lixiviación y desnitrificación- (Miralles et al., 2014) por este motivo. No se registró efecto del momento de fertilización sobre el peso de mil granos.
Figura 5: Rendimiento de cebada en función del momento de fertilización. Letras distintas indican diferencias significativas entre tratamientos (p-valor<0.1)
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A
B
C
Figura 6: Anegamientos frecuentes ocasionan problemas logísticos desde la siembra y la re-fertilización hasta la cosecha; a), anegamiento durante macollaje, b) anegamiento a cosecha y c) napa visible en superficie a cosecha en el sitio de ensayo.
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Eficiencia de uso del agua y del nitrógeno Respecto al tratamiento con menor dosis de N, la práctica de fertilización incrementó significativamente la eficiencia de uso del agua (p-valor<0.05) desde valores de 11 kg grano. mm-¹ a valores de 13-14 kg grano. mm-1. Sin embargo, a partir de los 110 kg N. ha-¹ disponibles, no se observaron incrementos en producción, lo que representa una gran ineficiencia en el uso del nitrógeno para las dosis más altas, sin lograr una mejor eficiencia en el uso del agua (Figura 7).
Figura 7: Eficiencia de uso del agua (EUA) y del nitrógeno (EUN) en función de la dosis de nitrógeno aplicada. Campaña 2021.
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Se observa que la fertilización excesiva en estos ambientes se corresponde con un riesgo económico y ambiental, dado que el cultivo tiene altas probabilidades de no aprovechar el nutriente.
Comentarios finales En este estudio, la fertilización nitrogenada logró incrementar el rendimiento en grano de la cebada en ambientes salinos anegables. Sin embargo, la adopción de la práctica deberá contemplar la relación insumo/producto en cada sistema de producción. A su vez, cabe destacar que el manejo de la nutrición de cultivos en suelos salinos y anegables no sólo implica conocer las necesidades del cultivo sino también las ventanas de intervención
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que disponemos en ambientes con alto riesgo. En esta experiencia, el momento de refertilización estuvo definido por la pérdida de transitabilidad del lote debido a los excesos hídricos. El desafío agronómico reside en tratar de maximizar las eficiencias vinculadas con la captación y aprovechamiento de recursos por parte del cultivo y minimizar las ineficiencias de aplicación de fertilizantes asociadas a las condiciones del lote o a la logística de la maquinaria.
BIBLIOGRAFÍA
• George E., W.J. Horst, E. Neumann. 2012. Chapter 17 - Adaptation of plants to adverse chemical soil conditions. In P. Marschner (Ed.), Marschner’s Mineral Nutrition of Higher Plants, Academic Press (2012), pp. 409-472. • Maas, E.V. and Grattan, S.R. (1999) Crop Yields as Affected by Salinity. In: Skaggs, R.W. and van Schilfgaarde, J., Eds., Agricultural Drainage Agronomy Monograph No. 38, ASA, Madison, 55-108. • Miralles, Daniel J., González F.G., Abeledo L.G., Serrago R.A., Alzueta I., García G.A., de San Caledonio R.P., Lo Valvo P. Manual de trigo y cebada para el Cono Sur : procesos fisiológicos y bases de manejo . - 1a ed. - Buenos Aires : Orientación Gráfica Editora, 2014. • Di Rienzo J.A., Casanoves F., Balzarini M.G., Gonzalez L., Tablada M., Robledo C.W. InfoStat versión 2014. Grupo InfoStat, FCA, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. URL http://www.infostat.com.ar.
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MANEJO DE SUELOS
El precio de regar el suelo Salinización de suelos bajo riego suplementario en el centro de Córdoba. Una clasificación de la calidad del agua que puede servir como guía para quienes emprendan proyectos de riego.
Por: J.P. Giubergia; A. Salinas; I. Severina; F. Aimar; M. Boccardo.
INTA EEA Manfredi, Córdoba.
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El riego suplementario cumple un rol clave en la intensificación de los sistemas productivos en regiones de climas semiáridos y subhúmedos. En la provincia de Córdoba, la superficie bajo riego suplementario se duplicó en la última década, debido a la necesidad de incrementar y estabilizar la productividad de los principales cultivos (soja, maíz, trigo). Sin embargo, la sustentabilidad de los sistemas agrícolas depende de la prevención de los impactos negativos que pueden ocasionar la incorporación de nuevas tecnologías. Uno de los principales aspectos a considerar en la adopción de tecnologías de riego es la calidad del agua utilizada y su efecto sobre la capacidad productiva de los suelos. La concentración de sales, la conductividad eléctrica (CE) y las relaciones iónicas (índice RAS) de las aguas de riego son los principales indicadores que determinan los riesgos de salinización y
sodificación de los suelos. Si bien existen a nivel mundial diferentes sistemas de clasificación de calidad de aguas, es necesario ajustar la validez de cada uno al lugar donde se utilice. A partir de este desafío, el equipo de investigadores del INTA EEA Manfredi buscó desarrollar una metodología que permitiese interpretar y clasificar la aptitud del agua utilizada para riego bajo las condiciones edafo climáticas de la región. Se tomó como base la clasificación generada por el Proyecto INTA-IPG (1999), adaptada a las condiciones de riego suplementario en la región Pampeana, y los resultados del monitoreo de lotes experimentales en INTA Manfredi (con más de 25 años de riego) y lotes de productores regantes pertenecientes al Consorcio de Usuarios de Aguas Subterráneas de Córdoba. Esta información permite evaluar el impacto que genera año tras año dicha tecnología y ajustar la clasificación de calidad de agua (Tabla 1).
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Indicador
Unidad
Riesgo de salinización Bajo
Medio
Alto
CEa
dS/m
< 1,4
1,4 – 2,5
> 2,5
STD
mg/l
< 700
700-1400
>1400
Riesgo de sodificación
RAS aj. (Ayers y Westcot, 1989)
Bajo
Medio
Alto
Severo
<5
5-10
10-15
>15
Tabla 1: Rangos de peligrosidad del agua para riego suplementario en la provincia de Córdoba; propuestos por INTA Manfredi.
Metodología de trabajo Se trabajó sobre más de 130 lotes con riego suplementario con pivot central de la región central de Córdoba. Se tomaron muestras de suelo y agua de cada perforación utilizada en riego. Los lotes contaban con más de 3 años de riego, con un promedio general de 8 años de riego. El régimen de precipitaciones de la región es se-
miárido con lluvias anuales entre 700 y 850 mm, distribuidas en un 80% en el semestre que va de octubre a marzo. Se tomaron muestras de suelo siguiendo el esquema de la Figura 1, sobre las que se determinó conductividad eléctrica (CE) (relación 1:2,5), pH y porcentaje de sodio intercambiable (PSI).
Figura 1: Esquema de muestreo de suelo dentro (riego) y fuera (secano) del círculo regado.
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Resultados Se determinaron los valores de porcentaje de sodio intercambiable (PSI) y conductividad eléctrica (CE) del suelo bajo Riego y en Secano, agrupados según diferentes rangos de RASaj. y CE del agua de riego. Los resultados se muestran en las Figuras 2 y 3. 20 17,5
15
PSI (%)
12,5
10 secano riego
7,5
5 2,5 0
<5
5-10
0-20 cm1,849999428
10-15 2,5
> 15
<5
5-10
10-15
> 15
<5
5-10
10-15
> 15
2,2699985520-40 cm2,239999771 3,549999237 8,46999359140-60 cm3,569999695 5,559997559 3,879999161
RASaj agua
Figura 2: Porcentaje de sodio intercambiable (PSI) del suelo bajo riego y el testigo en secano, para 3 profundidades. Las barras verticales representan el valor promedio y su desvío estándar para lotes regados con diferentes rangos de RASaj del agua de riego.
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En general se observó una alta variabilidad dentro de cada rango, principalmente en los valores bajo riego. Esto responde a que los diferentes lotes regados pueden tener variabilidad en los años de riego, láminas aplicadas y/o texturas de suelo. Respecto al PSI del suelo, no hubo un efecto marcado sobre el valor bajo riego cuando las aguas tenían un RASaj de hasta 5. En el rango RASaj 5-10, el PSI bajo riego se incrementó entre 2 y 3 puntos porcentuales, principalmente hasta 40 cm de profundidad, y los valores promedio nunca superaron un PSI=8%. El rango de RASaj 10-15 mostró algunos valores de alarma, alcanzando PSI bajo riego promedio superiores a 10% para la profundidad de 20-40 cm. Con aguas de valor RASaj > 15, los aumentos del PSI bajo riego fueron aún más marcados y con un mayor volumen de suelo involucrado; en las 3 profundidades prácticamente se duplicó el valor, alcanzando valores por encima de 12% de PSI (Figura 2). Si bien el Laboratorio de Salinidad del USDA marca un valor PSI=15% para considerar a un suelo sódico, otros estudios determinaron que en distintos suelos existe el riesgo de degra-
Aapresid (2015) menciona en su “Manual de Buenas Prácticas Agrícolas e Indicadores de Gestión” que a partir de valores de 5% de PSI, se incrementan las limitaciones en la infiltración del agua y desarrollo de los cultivos en condiciones de secano.
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dación de sus propiedades físicas aún con valores medios de PSI, particularmente cuando la salinidad del suelo es baja. Aapresid (2015) menciona en su “Manual de Buenas Prácticas Agrícolas e Indicadores de Gestión” que a partir de valores de 5% de PSI, se incrementan las limitaciones en la infiltración del agua y desarrollo de los cultivos en condiciones de secano. En el INTA Manfredi, un lote regado por 17 años con valores de PSI=8% no demostró una degradación de la estructura superficial del suelo, lo que puede atribuirse al manejo bajo siembra directa del lote evaluado. Sin embargo, se necesita un mayor número de estudios para evaluar el efecto sobre las propiedades físicas de suelos regados, con PSI superiores a 10% y manejados en siembra directa. Al evaluar la salinidad del suelo, se observó que solo las aguas con CE superiores a 2,5 dS/m generaron aumentos significativos de la CE del suelo regado, hasta 60 cm de profundidad. Sin embargo, los valores de salinidad alcanzados no son extremadamente altos. Por otro lado, aguas con CE menor a 2,5 no provocaron acumulación de sales en el suelo regado (Figura 3). El carácter suplementario del riego con láminas anuales de baja magnitud, la ocurrencia de lluvias durante el año y la ausencia de impedimentos que limiten el drenaje interno del suelo, favorecen la lixiviación de sales hacia los horizontes más profundos.
1
0,9 0,8
CE (1: 2, 5) (dS/ m)
0,7 0,6
0,5 secano
0,4
riego
0,3 0,2 0,1 0
< 1.4
1.4-2.5
> 2.5
< 1.4
1.4-2.5
> 2.5
< 1.4
1.4-2.5
> 2.5
0-20 cm 0,1099999550,089999974 20-40 cm 0,1099999550,089999974 40-60 cm 0,1499999760,159999967
CE agua
Figura 3: Salinidad (CE 1:2,5) del suelo bajo riego y el testigo en secano, para tres profundidades. Las barras verticales representan el valor promedio y su desvío estándar para lotes regados con diferentes rangos de CE del agua de riego.
Consideraciones finales Es fundamental monitorear permanentemente la calidad del agua junto con los cambios que experimentan los parámetros edáficos de los suelos regados. Además del seguimiento de las condiciones de salinidad y sodicidad del suelo (CE, PSI), es importante observar el perfil y realizar mediciones complementarias de su condición física (por ejemplo, Resistencia Mecánica, Infiltración) para tener un panorama más completo del impacto que genera esta tecnología sobre el ambiente.
Los resultados obtenidos en este estudio permitieron mantener actualizada una clasificación de calidad de agua a partir de datos a campo de productores regantes de la provincia de Córdoba. Estos rangos pueden servir como una guía para el productor que está iniciando un proyecto de riego, y ayudar a un manejo sostenible del sistema.
BIBLIOGRAFÍA • AAPRESID. 2015. Manual de Buenas Prácticas Agrícolas e Indicadores de Gestión. Agricultura Certificada. 57 pp. • Ayers R., D. Westcot. 1989. Water quality for agriculture. Irrigation and Drainage. Paper nº 29 rev 1. FAO, Roma. 174 p. • INTA. 1999. Informe de avance de tres años de trabajo del IPG-INTA. Riego suplementario. Recomendaciones para la utilización de aguas para riego en función de su calidad. Serie de informes de avance nº 6, pp 7-9.
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PLAGAS Y ENFERMEDADES
Malezas que quieren jugar de titular Lecherón, Santa Lucía y Viola, tres especies que vienen ganando terreno en la infestación de lotes y sobre las que se debe afinar el ojo.
NOS ACOMPAÑAN
En Argentina ya son más que conocidas las especies que encabezan año tras año el listado de malezas problemas y que generan grandes dolores de cabeza a los productores. Sin embargo, estas especies están mayormente acompañadas de otras que, aunque sean menos protagonistas, complejizan el sistema a la hora de manejar el lote. Durante la campaña 20/21, la REM de Aapresid indagó en cuáles fueron las malezas “secundarias” que están ganando terreno en los lotes del agro argentino. Si bien hubo diferencias según las zonas, algunas especies están distribuidas a lo largo de todo el país. Las tres malezas más mencionadas en la mayor parte del territorio fueron: lecherón, flor de santa lucía y viola. Un detalle no menor es que todas son tolerantes al glifosato y de difícil control.
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Foto 1: Commelina erecta (Flor de Santa Lucía).
Euphorbia davidii (Lecherón) Es una maleza anual de ciclo primavero-estival que provoca importantes reducciones de rendimiento en cultivos de verano. Principalmente está presente en la región central de Buenos Aires, aunque también fue mencionada en La Pampa. Le debe su nombre “Lecherón” al látex que emana cuando se cortan partes de la planta.
o dentado. Es muy fácil de confundir con una especie del mismo género, E. dentata. Sin embargo, E. davidii se caracteriza por la presencia de pelos muy cortos con algunos de mayor longitud en todos los órganos vegetativos de la plántula. Mientras que en E. dentata. predominan los pelos largos que enmascaran a los pelos cortos.
Es una especie de porte erguido, cuyas hojas son de forma variada, con el borde aserrado REVISTA AAPRESID
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Sus frutos poseen dehiscencia elástica, es decir que se abren de forma explosiva y lanzan sus semillas a distancias considerables, lo que facilita la dispersión y distribución de las mismas. El rango óptimo de temperatura para la germinación es de 12 y 22 oC. Este amplio rango de temperaturas le permite a la especie germinar y emerger durante un período de alrededor de 3 meses entre septiembre y enero, presentándose las emergencias en forma escalonada o de picos durante ese período.
Foto 2: Euphorbia davidii (Lecherón).
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Recomendaciones de manejo y control Esta especie presenta una gran variabilidad en la eficacia de control con glifosato, aplicado en el rango de dosis tradicionalmente utilizadas. En estudios realizados en el partido de Azul y Olavarría, provincia de Buenos Aires, se observó que la sensibilidad de esta especie al glifosato disminuye a medida que su estado fenológico avanza, probablemente debido a una mayor capacidad de la planta para metabolizar el producto y/o por una mayor deposición de ceras, que puede limitar la cantidad del herbicida que ingresa a la planta y llega al sitio de acción (Juan et al., 2011). Cualquiera sea el o los mecanismos involucrados en la baja sensibilidad al glifosato, este fenómeno implica una mayor dificultad de control y un aumento de las dosis normales utilizadas, lo que conduce a una mayor presión de selección. Además, en los diversos trabajos realizados se observaron indicios de que esta especie podría metabolizar el herbicida y/o estar evolucionando a una posible resistencia al glifosato, por lo que es importante vigilar de cerca el riesgo de su evolución. Como pautas generales de manejo, se aconseja realizar aplicaciones en estadios tempranos
de desarrollo, preferentemente hasta las 4 hojas, 10 cm de altura o el inicio de ramificación; y priorizar las condiciones de aplicación, sobre todo la humedad relativa ambiente que es uno de los factores que más influye en la penetración del herbicida. Para controles en postemergencia de la maleza en barbecho, se recomienda aplicar glifosato + imidazolinonas (imazetapir) o glifosato + hormonales (2.4d, dicamba o fluroxipir) + herbicida PPO de contacto (carfentrazone, fomesafen o lactofen). Pasados los estadios más adecuados de aplicación, la alternativa restante es el doble golpe con glifosato + hormonal/quemante. El uso de herbicidas residuales en mezcla con glifosato, mejora la eficacia de las dosis bajas de este activo y limita los nacimientos posteriores. En este sentido, imazetapir, atrazina o diclosulam, presentan buena residualidad. Se deben evitar aplicaciones en postemergencia dentro del cultivo ya que los controles no alcanzan a ser totales. En soja o girasol CL se puede utilizar glifosato + imidazolinonas, y en maíz, glifosato + atrazina + picloram.
Commelina erecta (Flor de Santa Lucía) Esta es una maleza que incrementó su población en el país y, por ende, su problemática en los últimos años. Principalmente se mencionó su presencia en la provincia de Santa Fe y Entre Ríos. Es una especie perenne, herbácea, de crecimiento primavero-estival, de porte rastrero o
erecto de 10 a 30 cm de altura, que se reproduce por semillas y rizomas. Está presente previo a la siembra de cultivos de verano y durante el crecimiento de éstos. Prefiere suelos sin remoción y es altamente susceptible al sombreado.
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Sus frutos producen semillas de dos tipos, unas alargadas y otras ovoides, que presentan diferentes dormiciones, siendo la germinación de semillas recién cosechadas menor al 5% en las semillas ovoides y mayor del 90% para las alargadas. Por otro lado, las temperaturas alternas promueven la germinación de semillas alargadas recién dispersadas, en un rango relativamente amplio de regímenes (desde 15-25 ºC hasta 25-35 ºC). No obstante, una fracción de la población de semillas puede germinar también a temperaturas constantes (30 ºC), lo que
Foto 3: Commelina erecta (Flor de Santa Lucía).
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sugiere una variabilidad importante en los requerimientos para germinar de la población de malezas. Por este motivo, la emergencia de plántulas se inicia en primavera (octubre) y se extiende hasta diciembre o marzo. En abril se puede registrar un flujo adicional de emergencia de plántulas. En lo que refiere a la brotación de rizomas, va desde octubre a febrero. Estas características reproductivas permiten explicar la capacidad de esta especie para colonizar y persistir en los sistemas de producción de la región.
Recomendaciones de manejo y control
Esta especie comúnmente comienza a presentarse en el lote desde las cabeceras, en manchones, y allí es cuando se deben priorizar las estrategias de control, tanto químicas como mecánicas o manuales, para evitar la dispersión en mayor superficie. En Argentina, la tolerancia de esta especie a glifosato fue relevada en diversos trabajos (Nisensohn y Tuesca, 2001; Papa et al.,2004), y cabe destacar que esta capacidad únicamente fue observada en plantas con más de cinco hojas. Esto se relaciona con la presencia del rizoma y con una mayor cantidad de ceras epicuticulares sobre las hojas. No existe un activo que por sí solo pueda realizar un control efectivo de esta especie, por lo que es necesario un manejo a largo plazo donde se alternen momentos y herramientas. Una estrategia eficiente es la aplicación secuencial de tratamientos en otoño y primavera, buscando disminuir paulatinamente la infestación del lote. Para ello se recomienda el uso de la mezcla de glifosato + 2,4D en altas dosis, en el barbecho de otoño luego de la cosecha del cultivo estival y previo a las primeras heladas, para asegurar que las plantas estén con follaje verde y en crecimiento, y así lograr la llegada a los rizomas.
Luego, en primavera y previo a la siembra del cultivo, es importante realizar un control destinado a desecar la maleza para la correcta implantación del cultivo y para que el mismo cierre surco antes del rebrote. La aplicación se debe hacer sobre matas menores a los 30 cm y las alternativas de mezcla son glifosato + carfentrazone o diuron + paraquat + prometrina (en soja o girasol) o atrazina (en maíz) o glifosato + 2.4D. Hay que tener en cuenta que la eficacia de este tratamiento se reduce con los días desde la aplicación, y es menor en plantas de mayor tamaño. La emergencia de plántulas provenientes de semillas y el rebrote de rizomas pueden producir la reinfestación en los cultivos implantados. En dicha situación, la aplicación oportuna de glifosato en post emergencia del cultivo (en soja o maíz tolerantes) y con la maleza en estado juvenil, es una buena alternativa de manejo ya que, si bien dicho tratamiento no la elimina, reduce su producción de biomasa y de semillas, pudiendo disminuir las pérdidas de rendimiento en el cultivo.
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Viola arvensis (Viola o Pensamiento silvestre) Se trata de una especie anual o bianual, de ciclo otoño-inverno-primaveral, herbácea, de tallos erectos de hasta 20 cm de altura, flores blancas con una mancha central amarillenta, cuyo fruto es una cápsula dehiscente con una gran cantidad de semillas, que germinan en los primeros centímetros del suelo. Su presencia se mencionó en mayor medida en las provincias de Buenos Aires y Santa Fe.
Posee un periodo de germinación prolongado, desde el otoño hasta la primavera, por lo que es posible encontrar plántulas recién establecidas durante gran parte del ciclo invernal y se presenta como problemática tanto en barbechos como en cultivos de servicio o de renta invernales. Su presencia en el lote al principio es de difícil detección, pero una vez que ingresa se disemina rápidamente debido a la gran cantidad de semillas que produce y a su fácil propagación.
Foto 4: Viola arvensis (Viola o Pensamiento silvestre).
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Recomendaciones de manejo y control
Esta maleza es citada como sensible al glifosato en sus estadios iniciales, pero a medida que avanza en su desarrollo, incrementa su tolerancia y se torna de difícil control. Por este motivo, la primera recomendación para su manejo es su detección temprana ya que las medidas de control deben comenzar temprano en el otoño, al comienzo del ciclo de la maleza. Se recomienda el control otoño-invernal, con plantas chicas menores a 7 cm de diámetro y que se encuentren en activo crecimiento. En estadios iniciales de roseta, se observa buen control con la mezcla de glifosato + herbicidas residuales: metsulfuron, clorsulfuron, sulfometuron o clorimuron (del grupo de los ALS), atrazina o metribuzin (FSII) o flumioxazin (PPO). Estos están destinados al control de las sucesivas camadas de germinación, lo que permite reducir significativamente la población.
En individuos de mayor tamaño, será necesario complementar la mezcla de glifosato + herbicidas como saflufenacil, flumioxazin, carfentrazone, pyraflufen (PPO) o diflufenicán (Inhi. Bio. Carotenoides). Estos posibilitan una acción más rápida y con mejores resultados a las dosis de glifosato comúnmente utilizadas. Obviamente, según la selectividad del activo con el cultivo siguiente, será necesario respetar los tiempos de carencia recomendados. Cabe mencionar que la viola presenta baja susceptibilidad a herbicidas hormonales en general (entre ellos al 2,4D). Por último y no menos importante, es primordial lograr una excelente calidad de aplicación, por lo que el uso de coadyuvantes mejora considerablemente al control alcanzado.
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Situación de estas malezas en algunas zonas. Testimonios de asesores Conversamos con asesores agropecuarios del centro norte de la Provincia de Buenos Aires y Sur de Santa Fe, para conocer la situación de estas malezas y como es su manejo. En la zona del distrito de General Arenales y L. N. Alem (Prov. Bs As), Mariano Álvarez (Asesor de G. Arenales) explicó que Viola arvensis ha disminuido notoriamente su presencia en las últimas campañas en la medida que los planteos agrícolas incorporaron mayor proporción de cultivos de invierno, fundamentalmente Trigo. No obstante, la situación era muy distinta tiempo atrás. “Era común observar esta maleza en planteos con monocultivo de soja donde no se hacía un barbecho largo, o bien este último se hacía ya entrado el invierno y sin herbicidas residuales”, comentó. Y agregó “Veíamos que el manejo se complejizaba en la medida que se demoran los tratamientos y avanzaba el ciclo de la maleza, por lo tanto, cuando llegábamos al estadio reproductivo, los herbicidas que mejor resultado ofrecían eran los quemantes (PPO)”. Según manifestó Álvarez, hoy las rotaciones intensificadas con cultivos de invierno que compiten con las malezas de esta época, combinadas con barbechos tempranos, han sido muy eficientes para disminuir la abundancia relativa
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de Viola arvensis y otras como Capiqui (Stellaria media) y Ortiga mansa (Lamium amplexicaule). En cuanto a Commelina erecta, el Ing. Federico Zorza comentó que esta maleza está presente en muchos lotes del norte de la provincia de Bs As y Sur de Santa Fe en rotaciones agrícolas o agrícola-ganaderas. “Inicialmente se encontraba fundamentalmente en los alambrados y cabeceras, pero hoy está en el interior de los lotes”, aseguró. Zorza aclaró que, si bien en términos generales no es una de las malezas más relevantes en la zona (como sí lo son yuyo colorado, rama negra, rye grass y gramíneas estivales resistentes a glifosato), si se ve que la frecuencia de lotes en los que aparece ha aumentado significativamente en los últimos años. “Hay relevamientos que publican un 70% de prevalencia (Acciaresi y Principiano 2021). La abundancia dentro de los lotes es en general baja, pero en algunos casos genera “manchones” que compiten significativamente con el cultivo”, remarcó. El Ingeniero advirtió que, al tener baja abundancia, normalmente no se realizan controles específicos y esto puede contribuir a que la maleza vaya avanzando. Si bien la rotación
e intensificación de los sistemas productivos contribuye a disminuir su abundancia, no son herramientas suficientes. En cuanto a las opciones químicas disponibles que mejor funcionan, aunque no logran controles totalmente efectivos, según indicó, son los herbicidas con efecto de “quemado” mezclados con hormonales, en aplicaciones únicas o secuenciales dependiendo de la situación. “Estos tratamientos solo se pueden realizar en barbechos por no tener selectividad, y la posibilidad de agregar algún residual debe contemplar que no se produzca fitotoxicidad en el
cultivo de cosecha. Los controles químicos muchas veces permiten que los cultivos se establezcan con baja competencia de la maleza y posicionarse mejor para competir”, argumentó. Para finalizar, teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto; commelina erecta es una maleza a la que debemos prestar atención y monitorear el comportamiento en nuestros lotes. De la mano de esto, continuar con la investigación de herramientas que permitan un manejo integral y evitar que genere perjuicios significativos en los cultivos.
BIBLIOGRAFÍA • Control de Lecheron (Euphorbia davidii) con glifosato. Victor F. Juan, Jesús E. Marchessi y Federico Núñez Fré. • Comparison of sensitivity to glyphosate of Euphorbia davidii populations. Federico Núñez Fré, Victor F. Juan, Marcos Yannicari, Horacio M. Saint Andre, Ricardo R. Fernández. • Control de Euphorbia dentata en soja con herbicidas post-emergentes. Víctor F. Juan, Horacio M. Saint Andrê, Ricardo R. Fernández, Martín Videla y Juan Bazzano. • Control de lecherón (Euphorbia davidii) en postemergencia de maíz resistente a glifosato Carolina Istilart; Marcos Yanniccari; Ramón Gigón; Lucrecia Manso y Horacio Forján • Características reproductivas de Commelina erecta L. asociadas con su propagación en sistemas agrícolas.Luisa A. Nisensohn, Daniel. H. Tuesca y J.I. Vitta • Manejo de Commelina Erecta L. en el cultivo de soja. Mauricio Pretto. • Control químico de Pensamiento silvestre (Viola arvensis ) en el cultivo de trigo. Pablo Beluccini. • Control de pensamiento silvestre (Viola arvensis) en barbecho químico previo a un cultivo de soja. Juan Carlos Papa y María Elina Bruno. REVISTA AAPRESID
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ACTUALIDAD
La Asociación de Cooperativas Argentinas celebra 100 años de trabajo ACA celebra 100 años de esfuerzo y acompañamiento a las cooperativas y productores agropecuarios del país.
Con la convicción de que unir esfuerzos es el camino para conseguir mejores soluciones y resultados, la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), nació un 16 de febrero de 1922, cuando 11 cooperativas se unieron para ser un nuevo protagonista en los mercados agropecuarios. A lo largo de su historia, adaptándose
Foto: En un acto por los 100 años de ACA se realizó en el semillero que la entidad tiene en la ciudad de Pergamino.
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y reconvirtiéndose para estar siempre vigente, ACA se posicionó como el más importante operador de granos del país en la comercialización de cereales y oleaginosas, con más de 24 millones de toneladas anuales. En un acto realizado en la ciudad de Pergamino –Buenos Aires–, desde el Criadero de Semillas de ACA, el Presidente de la entidad, Rubén Borgogno, repasó la historia de la Asociación de Cooperativas, e hizo hincapié en que “la palabra es el único lazo que no tiene sustituto y es la que porta la confianza y la fe necesaria para la obra común”. A su vez, enfatizó que “sostener 100 años la bandera del cooperativismo contra viento y marea, es el gran mérito de ACA”.
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Sumado a esto, Carlos Garetto, presidente de la Cooperativa Unión Agrícola de Leones, expresó que “lo que logró el cooperativismo fue darle tranquilidad y persistencia a una estructura social que, en su momento, eran inmigrantes que vinieron a hacer del cultivo de la tierra una cultura de trabajo, pero también a hacer una cultura del encuentro, por eso se agruparon y se asociaron en una figura como el cooperativismo”. Aapresid y ACA: cultura de convergencia En voz del Presidente de la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid) y afiliados a ambas instituciones, el espíritu y sentimiento afectivo por el cumplimiento del centenario de ACA, es el mismo. Ambas instituciones encuentran su punto de conexión en la cultura del conocimiento compartido y la búsqueda de su máximo provecho dentro de la cadena agropecuaria. En palabras de David Roggero - Presidente Aapresid, “sobran los motivos para celebrar, 100 años de ACA representan 100 años de historia. Historias cercanas a lo humano y al cuidado del productor agropecuario argentino. 100 años de desarrollo local y regional donde cada acopio está presente y en donde la información compartida hacen a las mejoras de los sistemas productivos. Es una alegría brindar por lo hecho hasta ahora, pero nos entusiasma todo lo que vendrá”. Daniela Ballario - Síndico de Socios de Cooperativa agropecuaria General Paz de MsJz y socia de Aapresid, expresó su orgullo en pertenecer a ambas Instituciones. “Como socia de Aapresid desde hace casi 30 años, y socia de REVISTA AAPRESID
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nuestra Cooperativa Agropecuaria General Paz de Marcos Juárez, no puedo menos que sentirme orgullosa y honrada de pertenecer a ambas Instituciones que son comprometidas y fuertes en valores”. A su vez agregó, “los valores cooperativos que comparten los socios de ACA, y la colaboración de las redes de socios de Aapresid, han construido sin duda una sinergia en la que se potencia todo el sistema productivo de Argentina. Creo que el crecimiento de ambas instituciones, a pesar de la coyuntura y la realidad de nuestro país en el último siglo, se debe a sus socios, su compromiso y el trabajo en conjunto de equipo”. Gustavo Rubio - Miembro de la Regional de Aapresid Justiniano Posse y socio y consejero de Cooperativa Agrop. Unión de J. Posse, expresó que “con estas dos organizaciones se ha logrado un buen equilibrio para desarrollar la actividad agropecuaria en nuestro país. Sabemos que la parte comercial se canaliza a través del movimiento cooperativo, donde todo este conjunto nos garantiza precio justo, seguridad, buenos servicios, gastos mínimos, provisión de insumos, financiación para la producción y venta de nuestros granos, etc. Mientras que
Cumplir 100 años la Asociación de Cooperativas Argentinas, implica una organización madura, con una trayectoria intachable y blindada a todos los acontecimientos económicos, políticos y sociales que ha vivido nuestro país en este siglo
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todo el desarrollo de formación técnica y experimentación a campo lo logramos a través de Aapresid y de todos los programas que tiene la institución. En esta confluencia, conseguimos la mayor producción posible para nuestros ambientes con el mejor precio posible para nuestros granos. Cumplir 100 años la Asociación de Cooperativas Argentinas, implica una organización madura, con una trayectoria intachable y blindada a todos los acontecimientos económicos, políticos y sociales que ha vivido nuestro país en este siglo”. Carlos Perone - Encargado de comunicación de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Videla y asociada a la Regional Videla de Aapresid, expresó que “pertenecer a ACA nos permite ofrecer productos y servicios de excelente nivel sin salir del sistema cooperativo. Además, nos sumamos a otras voluntades para ganar escala en soluciones y agregado de valor a nuestros socios y allegados. Esto redunda en desarrollo no sólo para nuestras comunidades sino para todo el país. Por otro lado, pertenecer a Aapresid nos permite generar y transferir tecnología agrícola de punta a nuestros productores. En una era donde los saberes no bajan en una estructura vertical sino que se construyen de manera colaborativa, somos conscientes de que con Aapresid la suma de 1 más 1 da siempre mucho más que 2”.
ACA hoy
Con presencia en 11 provincias y más de 600 localidades del país, actualmente, la cooperativa de segundo grado, que nuclea a más de 140 cooperativas de primer grado, reúne a 50.000 productores, cuenta con 4 puertos, 50 centros de desarrollo cooperativos, 5 plantas industriales y proyectos de agregado de valor. Su misión es brindar soluciones integrales a las cooperativas y productores agropecuarios, creando valor de forma competitiva y sustentable, teniendo como base los principios y valores cooperativos.
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GANADERÍA
Al pasto: el recurso ganadero más barato Planificar el pastoreo ayuda a prever los momentos de mayor y menor oferta de pasto, y organizar mejor la alimentación del rodeo. Bases para aumentar la eficiencia de este recurso económico.
Por: Dr. Ing. Agr. José Martín Jáuregui
Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA - UNL)
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Una buena planificación del pastoreo es clave para ordenar los establecimientos ganaderos. Esta planificación, aun cuando es teórica y puede estar sujeta a errores, nos ayuda a prever los períodos de mayor y menor oferta de pasto, y así definir la necesidad, por ejemplo, de suplementación. También nos permite identificar momentos críticos y, en el caso de sistemas de cría, ajustar los períodos de servicio, pariciones y destete.
de leche (generalmente a los 3 meses del parto). Este momento también coincide con el momento en el que debemos preñar las vacas (Figura 1), por eso resulta crítico planificar correctamente el pastoreo ya que esto incidirá directamente sobre el porcentaje de preñez subsiguiente.
En líneas generales, se trata de hacer coincidir los momentos de mayor oferta con los de mayor demanda de pasto, y viceversa. El momento de máxima demanda en los rodeos de cría es aquel en el que las vacas tienen su pico de producción
Figura 1: Momentos de oferta y demanda de pasto.
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¿Cómo se determinan los momentos óptimos de ingreso al pastoreo? Los momentos de ingreso óptimos al pastoreo dependen de la especie o especies que se hayan implantado en los establecimientos. Estas especies se pueden dividir en dos grandes grupos: pasturas de alfalfa pura o base alfalfa, y pasturas de gramíneas puras o base gramíneas. A continuación, se analizan cada una de ellas.
Pasturas de alfalfa pura o base alfalfa
Como regla práctica, durante la primavera es importante ingresar temprano a los lotes. Esto implica hacerlo cuando la planta tiene 8-9 nudos y/o 25 cm de altura (Imagen 1). El ingreso temprano evita que los últimos lotes a los que se ingrese estén pasados; y de esta manera se maximiza consumo, calidad y producción. En otoño hay que asegurar la recarga del “tanque” (las raíces), dando descansos más prolongados y permitiendo que la planta alcance 13-14 nudos y/o llegue a floración. Este descanso se debe dar en períodos de activo crecimiento, evitando sequías, anegamientos u otros tipos de estrés.
Las recomendaciones tradicionales del pastoreo de alfalfa hablan de ingresar al pastoreo cuando alcanzan 10% de floración (en primavera-verano) o cuando se observan rebrotes de la corona de 5 cm aproximadamente (en otoño-invierno). El argumento es que la planta llena sus raíces de reservas cuando alcanza ese 10% de floración. Sin embargo, y aunque esto aplique para sistemas de corte, la evidencia científica reciente indica que el pastoreo puede ser más frecuente durante primavera y verano. Trabajos realizados en Nueva Zelanda y Argentina indican que cuando los días se hacen más largos se puede ingresar con más frecuencia a comer alfalfas sin comprometer su persistencia. Esto responde a que, en ese momento del año, la planta envía pocos fotoasimilados a las raíces. En contraposición, la planta incrementa la partición de biomasa hacia las raíces cuando el fotoperíodo decrece (otoño). Por lo tanto, dar descansos adecuados en otoño permitirá incrementar la persistencia y producción de la pastura y aumentará la frecuencia de pastoreo en primavera sin generar un deterioro de la pastura.
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Imagen 1: Nudos de la planta de alfalfa.as.
Pasturas de gramíneas puras o base gramíneas
Las gramíneas presentan un hábito de crecimiento diferente al de la alfalfa. No poseen grandes reservas en sus raíces y por eso necesitan que queden hojas verdes para que rebroten. El manejo depende de cada especie, pero las especies templadas tienen un funcionamiento similar. Todas ellas pueden acumular hasta 3 hojas vivas por macollo, aunque, según la especie, lo harán a diferentes velocidades”. Cuando comienza a apare-
cer la cuarta hoja, la primera comienza a senescer (Imagen 2). Por eso es importante ingresar a comer a los lotes cuando tengamos 2-3 hojas vivas por macollo como máximo. En primavera, cuando las tasas de crecimiento se aceleran, se debe ingresar más cerca de las 2 hojas para maximizar consumo y calidad del pasto, mientras que en otoño hay algo más de margen para entrar porque las tasas de crecimiento se desaceleran.
Imagen 2: Crecimiento de gramíneas templadas.
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¿Cómo estimar la carga animal óptima? Para determinar la carga animal instantánea de un lote hay que conocer la disponibilidad de pasto de ese lote. Para ello es fundamental medir o, en su defecto, estimar la cantidad de pasto disponible y afectarla por una eficiencia de cosecha promedio. Es importante tener en cuenta que en gramíneas se debe dejar un remanente verde de 800 kg aproximadamente, mientras que en el caso de alfalfa el remanente puede ser menor. Si consociamos alfalfas con gramíneas, habrá que priorizar también el remanente de la gramínea para asegurar su persistencia. Veamos un ejemplo práctico de estimación de carga animal: Partimos de un lote de 5 hectáreas de alfalfa con 2.500 kg de materia seca (MS) disponible por hectárea. Primero, se debe calcular cuántos días dura el pasto teniendo 100 novillos de 300 kg de peso que solo consumen este recurso. En promedio, esos novillos consumen el 3% de su peso vivo en materia seca, es decir, 9 kg de MS/animal. Esto implica una demanda de 900 kg de MS/día. Asumiendo una eficiencia de cosecha de la alfalfa de 65%, el pasto potencialmente cosechable por hectárea es de 1.625 kg MS (2500*0,65). Multiplicando ese valor por 5 hectáreas, se obtienen 8.125 kg MS.
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Al dividir ese valor por 900 kg MS/día (demanda animal), se obtienen 9 días. Esa es la cantidad de días que duran las 5 hectáreas, lo que implica que los animales podrán utilizar cerca de media hectárea (5/9) por día. Este es un ejemplo práctico de una forma simple de estimar carga animal instantánea. Respecto a los tiempos de ocupación de los lotes, en alfalfa es importante que no superen los 2-3 días, sobre todo en primavera, para evitar el consumo de rebrotes basales. En gramíneas es posible extenderse un poco más, especialmente en sistemas ganaderos, pero hay que tener en cuenta que la calidad del forraje varía desde el primer día e irá bajando con el transcurso del tiempo. Como regla general, a mayor tiempo de ocupación, aumenta el riesgo de consumir rebrotes, lo que puede comprometer la persistencia y producción futura, y además hay mayor variación en la calidad del forraje.
Reflexión final
Planificar adecuadamente el pastoreo nos permite anticipar y prever posibles momentos de déficit y exceso de pasto, y así organizar mejor la alimentación del rodeo. Por otro lado, una correcta planificación permitirá incrementar la eficiencia de cosecha y también la producción total. Es esencial comenzar a medir para poder definir correctamente la asignación de pasto y así lograr elevadas eficiencias de utilización del recurso más barato. Compensar el mal manejo del pasto incrementando el uso de recursos como silo o balanceado implicará un mayor costo del kg de peso vivo ganado o del litro de leche producido, repercutiendo de manera negativa en la sustentabilidad económica de los establecimientos.
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GANADERÍA
Recría de precisión Estrategias para recriar manipulando la curva de crecimiento y así optimizar los resultados.
Por: Juan Pablo Russi
Ing. Agr. MSc. Doctor en Ciencias Veterinarias. PAS.
Indudablemente, el factor que termina de definir el negocio ganadero es la diferencia entre la compra del ternero y la venta del animal terminado (Ingreso Neto). Esta relación está condicionada por el mercado -según la fase dentro del ciclo ganadero (retención o liquidación)- y el momento del año en que se analice. En Argentina, particularmente desde el año 2009, los precios tanto de novillos gordos como de
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invernada obedecen a un patrón estacional, debido a la característica zafrera de nuestra producción. Los valores de hacienda gorda presentan un pico de precio 15% superior con respecto al promedio anual a finales del verano y durante el otoño. En contraposición, los precios de venta de ternero registran valores inferiores al promedio del año durante el otoño y parte del invierno (Gráfico 1).
Gráfico 1. Porcentaje (%) sobre el promedio de precio de venta de novillos gordos y compra de ternero durante los meses del año (Valor-Promedio de serie años 2009-2021).
Argentina y cobertura de precios A diferencia del mercado de cereales donde se pueden hacer coberturas de precios de venta a futuro, en el negocio de la carne no se puede. El productor tiene dos alternativas para intentar cubrir las variaciones de precios: la primera, es diseñar modelos de invernada que le permitan comprar y vender en los mejores momentos del año; la segunda, es amortizar la alta inversión inicial (la compra de ternero) con más kilogramos producidos por animal. En un contexto como el actual donde los novillos más pesados tienen precios por kg similares a los livianos, utilizar la recría permite aumentar el peso de venta y mejorar el negocio.
Fisiología en la recría: crecimiento El crecimiento de los animales se asume que es en ondas y ordenado en jerarquía de tejidos: primero se desarrolla el sistema nervioso, le siguen los huesos, el tejido muscular y por último el tejido adiposo (Relling, 2013). Estudios recientes demostraron que la hipertrofia de células grasas puede comenzar entre los 100 días de edad (Vernon, 1980 citado por Fluharty 2014) y la magnitud dependerá del contenido energético de la dieta. El crecimiento muscular del animal tiene algunas características particulares. La cantidad de fibras musculares -en la mayoría de los animales REVISTA AAPRESID
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de carne- están determinadas por la genética al momento del nacimiento del animal. Estas fibras no se pueden dividir sino que sólo crecen con el DNA aportado por las células satélites que las rodean (Chung, 2007).
Una herramienta simple para conocer si el animal experimentará aumento compensatorio es la condición corporal con la que llega a los corrales.
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La grasa que se deposita en el animal puede ser clasificada de acuerdo al lugar en el que se encuentra: la grasa intramuscular, intermuscular, subcutánea y la grasa que recubre las vísceras. De acuerdo al tipo de energía que se le ofrezca al animal, se favorecerá la acumulación de grasa en los distintos lugares. Los alimentos que facilitan la producción de ácido propiónico en el rumen y la producción de glucosa en el hígado propician la deposición de la grasa intramuscular y en los tejidos viscerales. Alimentos más fibrosos que favorecen la producción de ácido acético en el rumen, propician la deposición de grasa subcutánea (Smith y Crouse, 1984; Baldwin et al., 2007). El marmoreo en razas Británicas y Wagyu comienza desde el nacimiento de los animales hasta su madurez, aproximadamente a los 500 kg de peso de carcasa en tres etapas (Pethick, 2004). Esto permite manipular el crecimiento o deposición de grasa manejando el plano nutricional en las recrías.
Aumento compensatorio, ¿aliado o enemigo? El aumento compensatorio es el crecimiento acelerado que muestra el animal después de un periodo de crecimiento lento debido a la falta de nutrientes. Una característica importante en este tipo de aumentos es el drástico incremento de consumo realizado por el animal, acompañado por un menor gasto metabólico de mantenimiento. La reducción puede ir desde el 10 al 50% (NRC, 2000). En este sentido, los aumentos de consumo y de ganancia diaria generan eficiencias de conversión similares a los animales que no muestran este estado fisiológico. Cuando el aumento compensatorio sucede en corrales de terminación, la cantidad de días en el corral se alarga entre un 10 y 30% para lograr el mismo grado de terminación que en animales que no experimentan este estado fisiológico. Pese a que los engordes son mayores y la eficiencia de conversión es similar, los días extras que se necesitan para terminar el animal pueden arruinar el negocio, sobre todo cuando el animal cambia de categoría y pasa a una por la que se paga menos por kg producido.
po que tardaron en tener el mismo grado de terminación fue menor, prolongando cerca de 15 días el ciclo de los animales recriados con recursos de menor calidad, el 20% del tiempo que pasaron los animales en el corral (Ceconi et al., 2010). Una herramienta simple para conocer si el animal experimentará aumento compensatorio es la condición corporal con la que llega a los corrales. En general, condiciones corporales por debajo de 4 (escala 1-9), experimentan este estado fisiológico cuando se los empieza a alimentar mejor. El problema es que no es posible predecir, por ahora, la magnitud ni duración de este aumento compensatorio (NRC 2000).
En un experimento realizado en las instalaciones de un feedlot de nuestra propiedad en el año 2010, Ceconi et al. terminaron animales provenientes de distintas estrategias de recría. A partir de una recría a campo con recursos de baja calidad (pasturas de agropiros y festucas) y animales recriados a corral, la eficiencia de conversión fue diferente, favoreciendo a los animales recriados a corral. Además, el tiem-
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Corrales como herramienta de recría o terminación Los corrales son la herramienta más utilizada para recría o terminación. Cuando los animales se recrían en corrales como estrategia para volver a pastorear más adelante, hay que controlar la ganancia diaria si se quieren lograr óptimos resultados cuando los animales pastorean en el campo. Pordomingo (2010) encontró que si se alimentaban animales de recría en los corrales con dietas ricas en concentrado, los tratamientos que presentaban un ADPV superior a 900 g-d generaban una depresión en la respuesta al pastoreo que puede durar más de 3 semanas. Ceconi et al. (2011) plantearon un ran-
go de ganancias diarias con un óptimo de 800 g-d para la recría en el corral para no afectar la ganancia diaria de peso vivo en el campo cuando los animales salen a pastorear. Diferente es el caso de los animales que se recrían en el corral y se terminan en los corrales (sin salir a pastorear). Este tipo de invernada permite sostener engordes un poco más altos, 850-900 g-d de ADPV, sin engrasar los animales, y generando una terminación rápida con muy buenos resultados económicos.
Modelos de recría para ser exitoso Cada uno de los modelos de recría que se plantean tiene un punto clave para ser exitoso en lo económico
180-320 kg todo a corral Las vaquillonas entran al corral pesando 180 kg y, directamente a dieta de terminación, se terminan con un peso de 320 kg después de 120 días
180-360 kg todo a corral En este modelo, los animales entran al corral de recría con 180 kg y se recrían hasta los 280 kg. Después se someten a una dieta de terminación para terminar en 360 kg vendidos a frigorífico. La clave acá es el manejo de la recría, las restricciones aplicadas y las dietas utilizadas.
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180-440 verdeo pastura corral 180-360 verdeo corral En este modelo los animales entran a pastorear verdeos a los 180 kg y a los 260 kg, después de 5 meses, se encierran para terminación. Aquí la clave del negocio es ir encerrando los animales a medida que el verdeo va perdiendo volumen y manejando la carga variable.
Estos animales entran con 180 kg a los verdeos en otoño; en primavera, pasan a las pasturas y en el otoño siguiente se encierran para terminación. El punto clave en este sistema es utilizar como buffer los corrales para mantener la carga y, al igual que el modelo anterior, tratar de no hacer el aumento compensatorio en los corrales.
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Algunas conclusiones El margen bruto ganadero lo define el ingreso neto (la diferencia entre la compra y venta de animales). Debido a que no existe en Argentina un sistema de cobertura de precios futuros de la hacienda gorda, se deben diseñar estrategias de invernadas que puedan comprar la mayor cantidad de animales en el primer semestre del año cuando el precio es menor. El animal crece en ondas y con jerarquías hacia diferentes tejidos. Estas ondas se pueden superponer si se cambia el plano nutricional de los animales aumentando la deposición de grasa en estadíos más tempranos. En los corrales de recría se deben lograr distintos objetivos de performance de acuerdo a la estrategia final de la invernada, ya sea usándolos para después volver al campo o para terminar después. Los distintos modelos de invernada tienen distintas estrategias productivas para que el resultado económico sea lo mejor posible.
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GANADERÍA
La única sabia fue la vaca: crianza artificial de futuras lecheras en la UNR Desde la Facultad de Agronomía, comparten aspectos sobre el manejo de guacheras que pueden servir de guía para mejorar el proceso de crianza artificial en tambos comerciales.
Por: Ing. Agr. Martin Nalino
Facultad de Ciencias Agrarias. Universidad Nacional de Rosario mnalino@hotmail.com
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La Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario (FCA-UNR) cuenta con un campo experimental de 500 hectáreas en la localidad de Zavalla, Santa Fe. Allí, 100 hectáreas son destinadas al Módulo integrado de producción lechera (MPL), que se define como un sistema lechero de base pastoril intensificado en rotación con agricultura. El MPL cuenta con 170 vacas totales y una producción promedio de 24 litros/VO/día. La reposición del rodeo es de producción propia y se retienen todas las hembras que nacen. En promedio, se producen unos 150 partos totales por año entre vacas multíparas y vaquillonas de primer parto.
En el MPL se realiza un manejo de la crianza en forma artificial que, por su escala y rutina, se puede adaptar a cualquier tambo comercial. A lo largo de los años se realizaron diferentes variantes de los sistemas más difundidos (tanto de crianza individual como colectiva), lo que permitió llegar a algunas conclusiones. En esta nota se comparten algunas cuestiones generales y particulares de distintas experiencias que pueden contribuir a mejorar el proceso de crianza artificial en tambos comerciales.
Manejo del recién nacido Luego del nacimiento de la ternera, se debe asegurar que realice un buen calostrado dentro de las 6-8 horas de vida, ya que en ese período los animales tienen la mayor capacidad fisiológica para incorporar inmunoglobulinas, claves para el desarrollo de su sistema inmunológico (Figura 1). Muchas veces el calostrado puede darse de manera natural a través de la madre. Pero en caso de ser necesario o si hay dudas respecto de que haya ocurrido la ingesta natural o la misma haya sido insuficiente, el calostro deberá suministrarse de manera artificial.
El calostro puede ser extraído directamente de la vaca recién parida o de vacas de partos anteriores que se conservaron en un banco de calostro. Si se dispone de un banco de calostro, se recomienda hacer análisis de su calidad para asegurarse de que cumplirá con el objetivo buscado. Después del nacimiento de la ternera, es recomendable la desinfección del ombligo, con una solución a base de iodo, para evitar el ingreso de patógenos que puedan causar enfermedades.
Figura 1: Esquema del manejo general de la crianza artificial en el Módulo de producción lechera de la FCA-UNR.
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Ingreso a la crianza artificial: sistemas y alimentación Actualmente, el MPL cuenta con distintas opciones para la crianza artificial. Se incluyen: sistemas individuales (corredera, jaula o estaca) y colectivos en corrales (con suministro manual o automático). En todos se utilizan los mismos alimentos: leche, balanceado y heno de buena calidad. En general, se suministran 4 litros de leche diarios en dos tomas (mañana y tarde). El balanceado se da de manera ad libitum teniendo las terneras siempre disponibles. Cuando el suministro es automático, se puede racionar o formular un plan de alimentación tanto de leche como de alimento balanceado, estableciendo objetivos de acuerdo a los días de vida de la ternera. Los sistemas individuales permiten
evaluar adecuadamente el consumo individual de leche, alimento balanceado y heno respecto a los sistemas colectivos, pero requieren mayores costos y tiempo de mano de obra. Los costos varían de acuerdo a los materiales que se utilizan para su construcción (paneles móviles, alambrados, etc.). Además, en los sistemas individuales al no haber contacto entre animales, las terneras presentan menor riesgo de contagio frente a la aparición de enfermedades contagiosas (digestivas o respiratorias). Los sistemas colectivos (Imagen 1), en general, resultan más atractivos para los operarios por el menor tiempo y la facilidad en cuanto al suministro de
Imagen 1. Crianza colectiva, calf feeder.
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Imagen 2. Crianza individual en jaulas.
leche. En estos sistemas, a diferencia de los individuales (Imagen 2), es casi imposible conocer si todos los terneros consumen la misma cantidad de leche. Si las instalaciones de crianza colectiva se mantienen en correcto estado, se agrega el mejor bienestar que se puede observar en los animales cuando están juntos y disponen de mayor superficie para moverse respecto a los que están en los sistemas individuales. Uno de los últimos sistemas incorporados al MPL de la FCA es un alimentador automático de terneros o “calf feeder” (Imagen 3). Este sistema permite que los animales permanezcan juntos en un corral pero que el suministro de leche y balanceado (forma automática) sea individual.
Se puede programar la cantidad diaria total de alimento (tanto de leche como de balanceado), así como los intervalos y el máximo por suministro. También permite programar un suministro variable de cada alimento de acuerdo a los días de vida de la ternera.
“En esta nota se comparten algunas cuestiones generales y particulares de distintas experiencias que pueden contribuir a mejorar el proceso de crianza artificial en tambos comerciales”
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Además de una buena alimentación y manejo sanitario, durante este periodo se puede optar por algunas prácticas complementarias como la eliminación de pezones supernumerarios y el descorne. Este último consiste en la eliminación de los cuernos, en estado incipiente, seguido de una cauterización con calor. Esta práctica si bien no resulta agradable para los animales se puede realizar con el fin de evitar que, en estado adulto, lastimen a otros. El momento adecuado es cuando las terneras tienen entre 30 y 60 días (1 a 2 meses) (Figura 1); a mayor edad, esta práctica es más dolorosa y genera mayor estrés. Por supuesto que no debe hacerse en época de calor y humedad para evitar problemas de bicheras y facilitar la cicatrización.
la carga adecuada es aquella que posibilita ofrecer por animal y por día, el equivalente al 3% de su peso vivo”,
Imagen 3. Guachera en calf feeder.
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Guacheros: registros y capacitación El éxito de una crianza artificial estará determinado por las personas que se ocupan de las actividades cotidianas. El tiempo y calidad de la dedicación en este trabajo es fundamental. Por eso es imprescindible la capacitación y actualización permanente de quienes las realizan y a quienes comúnmente conocemos como guacheros. Además del manejo de la alimentación, la sanidad y las prácticas, los guacheros deberán tener conocimiento de los protocolos para actuar en casos específicos, como pueden ser enfermedades digestivas y respiratorias. Para esto se recomienda definir un protocolo de manera conjunta y en complemento con un médico veterinario. En este punto cabe aclarar que muchas veces se establecen procedimientos específicos y de relativa complejidad en los protocolos, tales como la colocación de vías endovenosas para suministro de suero y el sondeo buco esofágico. Estas prácticas requieren de una formación específica y continua. Frecuentemente se ofrecen capacitaciones que brindan tanto entidades públicas como privadas, con propuestas muy prácticas y orientadas especialmente para los guacheros.
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Para realizar una evaluación particular y global del sistema de crianza artificial, se recomienda llevar registros ordenados que contengan, al menos, los siguientes datos: fecha de nacimiento, peso al nacer, fecha y peso a la salida de crianza artificial, fecha de enfermedad o muerte, y cualquier otro dato que permita hacer injerencias presentes y futuras sobre el desempeño de las terneras. Para esto resulta útil hacer una puesta en común con el guachero para explicar los objetivos de los registros y delinear una construcción conjunta de los mismos. Con algunos de los datos registrados se pueden estimar dos de los indicadores más frecuentes observados en una guachera: % de mortalidad y % de morbilidad. La mortalidad
de terneros no debería superar el 3% y la morbilidad el 10%. Las causas más frecuentes de enfermedad y muerte son las diarreas y neumonía. En general se pueden solucionar si son detectadas y tratadas correctamente, aunque en casos severos y con atención deficitaria pueden provocar la muerte del animal. Se debe considerar que una guachera con altos porcentajes de mortalidad derivará en una deficiente cantidad de animales para recría que no logran cumplir con la reposición del tambo y en consecuencia se verá afectada la cantidad de vacas en ordeño. Por lo cual el problema de un momento tendrá efectos a largo plazo, que serán difíciles de revertir.
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Conclusiones Un sistema de crianza artificial requiere de operarios capacitados y comprometidos. La implementación de prácticas sin capacitación y compromiso por parte de las personas involucradas en el sistema puede limitar el éxito. Existen diferentes posibilidades en cuanto a manejo y sistemas (y sus variantes) cuya implementación dependerá de los objetivos y capacidades del tambo. Cada sistema de crianza tiene sus particularidades y condicionantes, y debemos saber cómo responder, entendiendo las complejidades. Es importante centrarse en objetivos concretos y realizables, que puedan ser cuantificables para poder realizar diagnósticos que permitan plantear mejoras y luego medir estos logros.
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GANADERÍA
Volver a las raíces con ganadería regenerativa para ganar-ganar Una alianza entre la producción, el ambiente y el negocio que promete recuperar servicios ecosistémicos, mejorar la receptividad y achicar costos en hasta un 80%.
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Quienes implementan la ganadería regenerativa se identifican como “aprendices de la naturaleza”, ya que es un sistema basado en la comprensión y optimización continua del vínculo entre el animal, el suelo y los pastos para lograr una alianza sustentable entre la producción, el ambiente y el negocio.
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Sobre el sistema de GR La GR se basa en la aplicación de ciclos de planificación, monitoreo, control y re-planificación, así como en el uso de ‘pulsos de pastoreo’: esquemas de descansos parciales y pastoreos continuos con baja carga que simulan un sistema de ‘bombeo de carbono (C)’. Este se basa en la alternancia de fases de acumulación de biomasa aérea y radicular - que fijan C - y de redistribución y desagote, cuando la descomposición de residuos devuelve al sistema C orgánico y nutrientes que facilitaran el incio de una nueva fase de acumulacion.
Pero…¿cuáles son los beneficios del sistema? ¿Tiene ventajas económicas frente a planteos ganaderos más extensivos o intensificados?
Medir los beneficios del sistema Cuando hablamos de ganadería regenerativa (GR) nos referimos a un sistema que persigue una meta desafiante: imita a la naturaleza mediante manejo holístico (MH). Con bajo o nulo nivel de uso de insumos aumenta el capital biológico y social y al mismo tiempo genera renta, servicios ambientales y productos diferenciales en el mercado, y es más resiliente ante un contexto
Foto 1: La ganadería regenerativa propone recuperar los procesos vitales del ecosistema mediante un manejo holístico para mejorar el bienestar animal, la producción y la estabilidad del negocio agropecuario.
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cambiante de precios y de clima, resumió Gabriela Degorgue, Ingeniera Agrónoma y Coordinadora del área de ganadería regenerativa y del área de proyectos dentro de la Escuela de Regeneración de Ovis 21. Los resultados económicos vienen de la mano de los beneficios ambientales, indicó, los que incluyen un aumento de la biodiversidad tanto por debajo como por encima del suelo, la captura del carbono atmosférico y la estabilización de la superficie del suelo con la consecuente reducción de la erosión. Todos estos beneficios son cuantificados por Ovis 21*, una empresa B que busca promover la GR para mejorar la estabilidad del negocio agropecuario a partir de recuperar los procesos vitales del ecosistema a lo largo de 18 provincias argentinas y Paraguay.
BIODIVERSIDAD
AGUA
CARBONO
Figura 2: Impacto de la GR sobre parámetros ambientales como riqueza de especies, tasa de infiltración y masa de carbono del suelo a lo largo de 28 años de implementación. Resultados generales según mediciones de EOV, facilitados por Ing. Agr. Gabriela Degorgue.
Para ello se basan en estándares como el Ecological Outcome Verification (EOV), cuyo protocolo consta de un monitoreo de corto plazo, anual, donde el mismo productor puede medir los resultados sobre salud de pastizal, y un monitoreo de largo plazo, que se realiza cada cinco años, donde una persona acreditada analiza variables de rigor científico en relación a la biodiversidad, presencia de grupos funcionales, tasa de infiltración y carbono en suelo, entre otros (Fig. 2).
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De norte a sur, resultados contundentes En Patagonia, en la provincia de Chubut, pudieron ver que los campos con GR aumentan su índice de salud ecológica y de pastizales, revierten los procesos de desertificación y ganan un 25% anual de receptividad ovina. De manera similar, el establecimiento San Carlos en Benito Juárez, desde sus inicios con MH en el año 2017 duplicó la receptividad invernal de 0,34 equivalente vaca (EV) por ha a 0,71 en 2019. Hacia la Pampa Húmeda, la estancia “La Emma”, ubicada en Pipinas en la cuenca del Salado, provincia de Bs. As., es un ejemplo de éxito de GR. A partir de 2016 que apostaron al pastoreo holístico casi sin inversión en infraestructura, triplicaron la carga animal, los índices productivos, la biodiversidad y la salud del suelo. Registraron un aumento en la riqueza de especies del pastizal, mayor presencia de forrajeras deseables como pasto miel, leguminosas y raigrás, y disminución de gramíneas invasoras como el gramón o gaudinia. La experiencia de Pablo Bourlot, Lic. en Economía y productor entrerriano que en 2003 pasó de sistemas intensificados a adoptar MH de la mano de Ovis 21, fue transformadora. “Al producir más pasto pude dejar de dar grano, sustituir casi toda la cantidad de rollos que daba en invierno y ahorrar en insumos veterinarios tradicionales”, comentó. Esto representó para el ganadero de Urdinarrain un 40% de reducción en los costos, un mayor equilibrio en la producción y disminución del riesgo del negocio por volcarse a la GR e ir haciendo ajustes necesarios en el marco de un manejo adaptativo.
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Foto 3: Diferencias en la estructura y color de suelo luego de 4 años de manejo holístico en La Emma (a la izquierda) versus pastoreo continuo (a la derecha). Fuente: Ovis 21.
Hablemos de márgenes brutos Los campos que parten de pastoreo continuo con cargas entre 0,6 a 0,8 EV/ha y pasan a un MH, registran los mayores cambios sobre la receptividad, con un 60-100% de aumento a los 2-3 años. Por otro lado, cuando la situación inicial es de pastoreo rotativo con alto nivel de insumos con 1,1 a 1,4 EV/ha, el mayor impacto se da en la reducción de los costos variables, de hasta un 80%, precisó Degorgue.
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Si se analizan los márgenes brutos de distintos sistemas para un modelo de cría en la cuenca del Salado, los números hablan por sí solos. En cuanto a producción anual (kg carne/ha) el manejo extensivo está en 79 kg., el intensificado (20% verdeos y 30% de pasturas) en casi 150 kg., el MH 1.0 (con menos de 10 potreros) está aprox. en 172 kg y el MH 2.0 (con más de 20 potreros), en 243 kg/ha. Si bien el manejo intensificado duplica la producción del extensivo, el MH lleva la ventaja con prácticamente costos nulos en comparación con el sistema intensificado, elevando los márgenes brutos a 155 y 219 USD/ha en los MH 1.0 y 2.0 respectivamente (Fig. 3). “Esto nos demuestra que regenerar la tierra y tener mejores resultados ambientales no está en contra de ninguna forma de la rentabilidad de los predios”, subrayó la especialista.
Figura 4: Márgenes brutos comparativos entre sistemas extensivos, intensificados (20% verdeos, 30% de pasturas) manejo holístico con menos de 10 potreros y con más de 20 potreros. Por último, los números del caso de la estancia La Emma en la cuenca del Salado. Fuente: Revista Márgenes Agropecuarios (Junio 2021) y Productores Ovis 21. Gráfico facilitado por la Ing. Agr. Gabriela Degorgue.
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¿Cómo transicionar al manejo holístico? “En esta herramienta encontré un método de decisión que me permitió planificar y ordenar las erogaciones en el campo”, comentó el productor. Sin embargo, el principal desafío es la transición del método tradicional al MH, ya que requiere un cambio de paradigma y salir del esquema de soluciones lineales. “Tenemos que poder entender lo que pasa en el ambiente que estamos produciendo, qué pasa con los animales y tratar de trabajar a favor y con la naturaleza y no en contra”, remarcó. El MH tiene tres patas que se anclan en un contexto determinado y orientan las decisiones: la planificación financiera, la planificación de la tierra y la planificación del pastoreo. Si bien esta herramienta se puede adaptar a cualquier sistema, independientemente del tamaño del predio, de la calidad inicial del suelo, o del número de potreros posibles, será fundamental ir monitoreando la evolución y el seguimiento de variables que puedan confirmar que se está yendo por ese camino, señaló Bourlot.
Certificaciones, la frutilla del postre Uno de los beneficios adicionales de implementar GR bajo MH tiene que ver con la diferenciación de los productos que salen de establecimientos que están trabajando con esta metodología, coincidieron los especialistas. Además del sello EOV que ya lleva más de 400.000 ha registradas en el Cono Sur, en el mercado existen nichos donde se puede acceder a un valor diferencial como por ejemplo el Responsible Wool Standard + EOV en el sector lanero, donde los productores posicionan productos certificados de orígen regenerativo. Por otra parte, existen incipientes mercados de carbono y sellos de carnes de origen de pastizal que se están desarrollando a partir de procesos regenerativos en algunas experiencias privadas y de grupos de productores que están tratando de hacer crecer ese mercado.
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Ciertamente, los beneficios sociales que trae aparejados la GR son un punto a favor para la diferenciación y certificación de sus productos. La evidencia indica que la gente involucrada en estos sistemas busca capacitarse, tiene mayor motivación y optimismo y se sienten más valorados en su trabajo. “Estamos en un ganar-ganar, un círculo de retroalimentación positiva desde lo ambiental a lo económico y lo social”, concluyeron.
“Estamos en un ganar-ganar, un círculo de retroalimentación positiva desde lo ambiental a lo económico y lo social”
Ovis 21 es una empresa B que nació en Patagonia en el año 2003. Bajo el lema más regeneración, más rentabilidad buscan promover la ganadería regenerativa para mejorar la estabilidad del negocio agropecuario a partir de recuperar los procesos vitales del ecosistema. Son una comunidad formada por una amplia red de productores y técnicos en 14 nodos presentes en 18 provincias argentinas y Paraguay
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GANADERÍA
Te cantamos la posta para disminuir la incidencia de la enfermedad respiratoria bovina Son muchas las medidas que se pueden implementar para el manejo de esta problemática sanitaria que genera grandes pérdidas económicas en feedlots. Te contamos algunas acciones concretas y probadas a campo.
La enfermedad respiratoria bovina (ERB) genera las mayores pérdidas económicas en los feedlots a nivel mundial y por eso es fundamental aprender a convivir con ella y buscar disminuir inteligentemente su incidencia. Fue bautizada hace tiempo como la “fiebre del transporte”, observación de nuestros antepasados que asociaban la aparición de neumonías
Por: Ariel Koval Biogénesis Bagó
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bacterianas al transporte del ganado, que es uno de los principales factores de estrés. El estrés genera tal debacle en el sistema inmunológico de los animales, que logra transformar a las bacterias -habitantes normales- en patógenos que terminan matando. En este artículo repasaremos evidencias sobre prácticas de preparación y de manejo que tienen relación directa con la ERB, sobre la base de un trabajo de los australianos Cusack y Mahony: “Evaluation of practices used to reduce the incidence of bovine respiratory disease in australian feedlots”.
Tipo de destete Terneros destetados a corral tienen mejores ganancias diarias de peso y menor morbilidad que terneros destetados a campo. En este sentido, el establecimiento de grupos sociales
dentro de los grupos de destete es un punto crítico para mejorar la salud y productividad de los animales al ingresar al feedlot.
Menos tiempo de transporte Luego de estudiar el estatus inmunitario en animales transportados durante 72 horas, la comparación de funciones antes y después del transporte indicó un grado de disfunción inmunológica de 6 días post transporte. El estrés de un transporte de menos de 24 horas se atribuyó al proceso de carga y descarga. Sin embargo, un estudio reciente mostró que el ganado transportado entre 6 y 24 horas tiene más
riesgo de enfermar que aquel ganado con un transporte menor a 6 horas. En Estados Unidos se encontró una correlación entre aumento de morbilidad con distancia de transporte, con datos que indican un 10% de aumento de riesgo de contraer ERB, por cada 160 km que aumente la distancia de viaje.
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Reducción de grupos de compra por corral: evitar remates feria El ganado australiano que se mantuvo como un solo grupo desde el destete hasta la entrada al feedlot, se adaptó más rápido a la dieta y tuvo mayor ganancia de peso durante los primeros 37 días, comparado con un ganado comprado en remate proveniente de diferentes orígenes (Fell et al., 1998). En un proyecto de Canadá, la morbilidad y mortalidad por ERB fue mayor cuando se mezclaron terneros de diferentes grupos y de diferentes regiones geográficas distantes (Martin et al., 1982). Más recientemente, O'Connor et al. (2005) encontraron una fuerte correlación entre mezclar animales y la ERB, mientras que Sanderson et al. (2008) la observaron en la conformación de grupos con animales de diferentes orígenes. En un estudio australiano, Croft et al. (2014) encontraron una incidencia más alta de ERB en animales comprados en remates feria (12,4%) que en animales comprados en campo de origen (5,7%). Barnes et al. (2014) mostraron que el momento de la mezcla determina el efecto sobre la incidencia de ERB. Mezclar los animales comprados en remate feria por lo menos 28 días antes de entrar al feedlot, se asocia con una disminución de la ERB. Por el contrario, aquel ganado que se mezcla 12 días antes o menos del ingreso al feedlot, registra un marcado aumento del riesgo de enfermar de ERB.
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Bebederos compartidos Los bebederos compartidos entre corrales también se asociaron con un aumento en el riesgo de contraer ERB.
Reducción del tiempo para el llenado de un corral Barnes et al. (2014) encontraron que el tiempo para completar un corral mayor a 1 día se asoció con un aumento del riesgo de ERB.
Metafilaxia con antibióticos al ingreso al feedlot Cusack (2004) evaluó la aplicación de oxitetraciclina de larga acción y tilmicosina. El ganado tratado con esta segunda droga tuvo significativamente menos enfermedades, en particular, menos ERB, en comparación con aquel ganado no tratado o tratado con oxitetraciclina. Asimismo, no se registraron diferencias significativas en tratamientos para todas las enfermedades y tratamientos para ERB entre ganado medicado con oxitetraciclina y no medicado. El
ganado tratado con tilmicosina tuvo una ganancia diaria de peso significativamente más alta que el ganado no tratado o tratado con oxitetraciclina.
El ganado tratado con tilmicosina tuvo una ganancia diaria de peso significativamente más alta que el ganado no tratado o tratado con oxitetraciclina.
Dieta introductoria Hay una fuerte asociación entre la alimentación con silo de maíz durante el primer mes de ingreso al feedlot y un incremento en la incidencia de ERB. En un estudio canadiense sobre dietas iniciales, la mortalidad por ERB fue 5 ve-
ces más elevada en terneros alimentados con una alta proporción de silo de maíz durante la primera semana de ingreso al feedlot, en comparación con terneros alimentados con una dieta con muy poco silo de maíz.
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La inclusión de nitrógeno no proteico adicionado al silo también se asoció con un aumento de mortalidad por ERB. Lofgreen (1983) reportó una reducción en la morbilidad y mortalidad cuando el ganado ingresado se alimentaba solamente con heno, pero esto resultó en una reducción de la tasa de crecimiento. Las dietas ricas en fibra están asociadas a menor morbilidad y mortalidad por ERB. Los efectos de dietas a base de granos en la incidencia de ERB se pueden asociar a la acidosis láctica ruminal.
La enfermedad respiratoria bovina (ERB) genera las mayores pérdidas económicas en los feedlots a nivel mundial y por eso es fundamental aprender a convivir con ella y buscar disminuir inteligentemente su incidencia.
Manejo de la distribución del alimento La acidosis láctica aumenta el riesgo de ERB y la probabilidad de muerte en casos diagnosticados. En su mayoría están relacionados con endotoxemia y bacteriemia que surgen de la pérdida de integridad estructural y función de barrera de la mucosa ruminal e intestinal.
Este efecto se exacerba en aquel ganado que fue privado de alimento por más de 24 horas antes de ingresar al feedlot. Esto es porque la privación en sí misma compromete la función de barrera del tracto gastrointestinal.
Falta de sombra y presencia de polvo y/o barro Estos elementos muchas veces no son considerados en su debida dimensión. El estrés térmico en ganado lechero está instalado como tema crítico de alto impacto en la producción, fertilidad y sistema inmunológico. Los productores lecheros miden la producción de leche cotidianamente y saben que sus vacas sufren las altas temperaturas, lo que repercute directamente en su bolsillo.
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Sin embargo, no se observa la misma preocupación en los productores de carne. Por más que la alimentación sea óptima, la performance de los animales nunca va a alcanzar su potencial en un corral en pleno verano sin tener acceso a sombra, presencia de barro o respirando polvo con alta carga de endotoxinas.
Algunas interpretaciones Los invito a tomar conciencia del “peor caso”, para luego intentar mejorar aquellos aspectos que estén a su alcance. Imaginen un lote de terneros que se destetan en marzo e inmediatamente se cargan a la feria, se venden y viajan
500 km hasta su destino. Allí se dejan 24-48 horas, se vacunan y desparasitan, se mezclan con otros animales de diferentes orígenes y se encierran en el corral. Analicemos uno por uno los factores de estrés:
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Destete: la ruptura del vínculo materno genera estrés tanto en la madre como en su cría, que se puede agravar con operaciones traumáticas como castración y descorne
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Transporte a la feria: supongamos que este primer transporte es corto en cuanto a tiempo y distancia, pero los animales sufren la carga y descarga en un lugar extraño, en el que van a permanecer hasta su venta. Este cambio de entorno se suma al estrés del destete y el transporte. Comparten instalaciones con animales de distintos orígenes y comienza el “intercambio” de diferentes agentes infecciosos virales y bacterianos. Como cuando los niños empiezan el jardín de infantes y se contagian enfermedades propias de la temprana edad.
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Nueva carga y transporte: 500 km en camión, calor, falta de agua y alimento y un camionero que decide parar unas horas para almorzar y descansar un rato antes de continuar su viaje.
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Llegada al lugar de destino: nueva operación de descarga, todo nuevo y desconocido, separación del grupo original, mezcla con animales de otros orígenes.
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Una empresa que maneje ciclo completo y se ocupe del engorde de su producción junto con animales de compra, sabe que los animales propios se enferman menos y tienen una mejor performance que los animales de otro origen. Sin embargo, siempre se puede mejorar. Un destete a corral implica que los terneros se acostumbran a la presencia cotidiana del humano, y cuanto mejor sean tratados, más mansos serán. Además, se acostumbran a comer en comederos y se estabilizan socialmente. Por el contrario, los destetados a campo no tienen estas ventajas. En caso de que haya que hacer operaciones traumáticas (castración y descorne), se recomienda hacerlas mientras están al pie de la madre y lo mismo para las primeras dosis de vacunas. Si se compra ganado en feria, se recomienda que sea lo más cerca posible para que el viaje sea corto. La conformación de grupos unos 28 días antes de entrar al feedlot tiene que ver con dos aspectos: la estabilización de la jerarquía social y el “intercambio de patógenos”.
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Animales de orígenes diferentes portan cepas distintas de microorganismos. La idea es que este efecto “jardín de infantes” se produzca con anterioridad al cambio de dieta que claramente es un factor muy delicado. Respecto a las vacunas, lo ideal es aplicarlas en el campo de origen y ambas dosis al pie de la madre, para que los terneros respondan mejor. Si vacunamos animales que indefectiblemente van a estar inmunosuprimidos, la respuesta inmunológica no va a ser óptima. En un feedlot de la zona de Bolívar (Estancia Los Tambos de Grupo Bermejo), se llevó adelante una experiencia en la que se compararon 900 animales con vacunación en campo de origen frente a 900 animales sin historial previo de vacunación. El resultado fue que los vacunados en origen mostraron un 14% menos de morbilidad y un 50% menos de mortalidad respecto de los animales sin historial previo de vacunación. Además, se verificó una mejor conversión alimenticia y un costo 10% menor por kg de carne producido en los animales vacunados en origen.
Lo perfecto es enemigo de lo bueno Es poco probable que una explotación comercial en Argentina pueda aplicar todas las recomendaciones todo el tiempo. Pero, insistimos, siempre se puede mejorar. El objetivo de esta nota es reflexionar sobre aquellos aspectos que se encuentren al alcance de cada productor. Lo que se pueda implementar, hay que aplicarlo con convicción. Se trata de medidas de manejo comprobadas, que los veterinarios pueden debatir y planificar junto con los productores.
Recomendamos invertir tiempo y recursos en capacitar al personal de los establecimientos para la detección precoz de casos y utilizar productos de calidad comprobada. Y respecto a la metafilaxia, sugerimos aplicarla en casos extremos y en lotes de altísimo riesgo, porque es una bala de plata que hay que cuidar para retardar la inexorable aparición de resistencia microbiana.
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