Revista Aapresid Nº 226

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EDITORIAL

CALENDARIO AAPRESID

El partido no está cerrado Eventos del mes

NOTAS DESTACADAS

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MERCADOS

Entre cosechas y bolsillos: perspectivas de mercado para la 23/24

BIOECONOMÍA

ACA Bio: agregando valor al maíz

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MANEJO DE CULTIVOS

Semanas decisivas en una campaña que transita con cautela su tramo final

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SUMARIO 226 04 108
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El Congreso Aapresid 2024 desembarca en Buenos Aires con la fuerza de Expoagro

MERCADOS

CIENCIA Y AGRO

Agricultura regenerativa: el futuro se siembra hoy

Entre cosechas y bolsillos: perspectivas de mercado para la 23/24

BIOECONOMÍA

ACA Bio: agregando valor al maíz

El lado “B” de la producción de aceite de palma

MANEJO DE CULTIVOS

Semanas decisivas en una campaña que transita con cautela su tramo final

Economía circular: de producir maíz y carnes a generar bioenergía

MANEJO DE PLAGAS

Alerta en cultivos de verano: detección de resistencia múltiple en Morenita

PRODUCCIONES ALTERNATIVAS SD - SOCIO DESTACADO

El fruto rojo que federaliza su presencia en Argentina

GANADERÍA

Sorgo 360°: consideraciones para un manejo exitoso

Entre la cancha, el escenario y el compromiso con Aapresid: un socio y líder polifacético

Bueno, robusto y versátil: el sorgo saca chapa en la ganadería

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ACTUALIDAD 26 34 40 54 60 96 100 76 70 88

EDITORIAL

El partido no está cerrado

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Si hubiese escrito esta nota a mediados de enero, probablemente habría caído en la trampa del optimismo excesivo que predominaba, al menos en el Sur de Santa Fe y más precisamente en la localidad de Montes de Oca. En ese momento, los 450-500 mm de lluvias acumuladas entre noviembre y la primera quincena de enero nos hacían suponer que nos encaminamos a una cosecha gruesa excelente y con mucha razón. Incluso después de varias campañas, mirábamos con asombro algunos signos de excedentes hídricos.

Desde finales de enero, nos encontramos transitando una ola de calor y una falta de precipitaciones que se extendería durante los primeros diez días de febrero, y me cuesta estimar las pérdidas que esto provocará. La buena humedad de los perfiles durante el ciclo de los cultivos, incluso en capacidad de campo durante varias semanas, nos permite tener esperanza de que las sojas y los maíces de primera hayan desarrollado una buena exploración radicular. Con las reservas de agua disponibles a los 2 metros, confiamos en poder llegar a las próximas lluvias “pidiendo el tiempo” pero sin grandes pérdidas. El partido es un poco distinto para los cultivos de segunda, que arrancaron muy bien pero ahora deben transitar este pe-

ríodo con menos maquinaria radicular.

No queda duda de que en un contexto climático errático y de extremos, uno de los desafíos agronómicos más complejos que tenemos por delante es la gestión del agua. Lograr que cada milímetro ingrese al perfil y sea transpirado a través de un cultivo es crucial. La falta de diversidad nos vuelve vulnerables, pero por suerte hay herramientas y tecnologías disponibles, algunas nuevas y otras no tanto, que contribuyen a mitigar estos efectos adversos del clima, y Aapresid las promueve desde hace más de 30 años.

Estamos a pocas semanas del inicio de la cosecha gruesa 23/24 y el partido aún no ha terminado. Por ejemplo, pasamos de preocuparnos por las enfermedades de fin de ciclo en la soja a enfrentarnos nuevamente a la infame arañuela roja. En estos días será importante monitorear los lotes, clavar el barreno y tomar decisiones para una agronomía responsable.

Ing. Agr. Martín Rainaudo

Socio Aapresid

ATR Regional Aapresid Rosario Ex gerente Programa Prospectiva

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El Congreso Aapresid 2024 desembarca en Buenos Aires con la fuerza de Expoagro

El tradicional evento se realizará por primera vez en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, gracias a una alianza estratégica entre Aapresid y Exponenciar.

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La unión hace la fuerza, y esto se evidencia en la colaboración entre Aapresid y Exponenciar -empresa organizadora de Expoagro-, que se unen para llevar adelante el Congreso Aapresid 2024 que se realizará del 7 al 9 de agosto, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Esta sinergia entre Exponenciar y Aapresid representa una alianza estratégica que potencia la excelencia en la organización de eventos relacionados con la agricultura y la tecnología aplicada a la agroindustria.

La conjunción de dos equipos con amplia trayectoria afrontará el desafío de celebrar el primer Congreso Aapresid en Buenos Aires, específicamente en el Predio de La Rural de Palermo, con una magnitud sin precedentes.

Exponenciar, reconocida como una de las principales empresas organizadoras de exposiciones agroindustriales, aporta su conocimiento en la creación de espacios innovadores y la capacidad para atraer a diversos actores del sector agro. Por su parte, Aapresid, con su enfoque en la agricultura sustentable y la adopción de prácticas agronómicas de vanguardia, basadas en la creación de redes de innovación colaborativa y con un enfoque centrado en el productor, añade un componente técnico y científico invaluable, con una perspectiva global llena de oportunidades.

Marcelo Torres, presidente de Aapresid, expresó: “La historia de Aapresid está marcada por alianzas. Alianzas con la comunidad científica, académica, empresarial, startups, comu-

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nicadores y la comunidad en general. La unión entre Aapresid y Exponenciar es un paso más en esa dirección, un hito importante en nuestro continuo crecimiento a través de articulaciones con diversos actores. Con Exponenciar nos unen muchos valores y tenemos fortalezas y perfiles distintos en diferentes áreas y aspectos, que creemos pueden potenciarse para lograr una gran sinergia”.

La colaboración entre Exponenciar y Aapresid permite la integración de conocimientos, recur

Martín Schvartzman, CEO de Exponenciar celebró esta alianza, y afirmó: “La combinación de la visión empresarial de Exponenciar con la experiencia técnica de Aapresid crea un ambiente propicio para la difusión de nuevas tecnologías, la capacitación especializada, el intercambio de ideas y las oportunidades de negocio, consolidando así una sinergia única que enriquecerá la calidad y relevancia del Congreso Aapresid”.

El Congreso de Aapresid es el principal evento de conocimiento y tecnologías en agricultura sustentable en Argentina y la región, y un referente a nivel mundial. En cada edición, alrededor de 350 disertantes, tanto nacionales como internacionales, exponen sobre temas como bioeconomía, biotecnología, cambio climático, suelos, y tecnologías en maquinaria agrícola, entre otros aspectos relevantes.

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Lanzamiento del Congreso Aapresid 2024

7 de marzo. 12:30 h

Stand de Aapresid en Expoagro

¡Te esperamos para conocer todos los detalles del evento!

Agricultura regenerativa: el futuro se siembra hoy

Basada en principios biológicos y ecológicos, la agricultura regenerativa promueve la salud del suelo, la mitigación del cambio climático y sistemas de producción de alimentos sostenibles. A pesar de contar con respaldo científico, los desafíos financieros y de investigación destacan la necesidad de un mayor compromiso para garantizar su éxito.

Por: Dr. Hugo Permingeat

Comité de Prospectiva Tecnológica de Aapresid

La agricultura regenerativa (AR) es una estrategia agrícola que se vale de procesos naturales para aumentar la actividad biológica, mejorar la salud del suelo, optimizar el ciclo de nutrientes, restaurar la función del paisaje y producir alimentos y fibra, todo ello preservando o incrementando la rentabilidad agrícola. Esta estrategia se basa en un conjunto de principios rectores, mientras que los profesionales aplican diversas tácticas que integran procesos biológicos y ecológicos con el objetivo de aumentar la producción y restaurar la funcionalidad del paisaje.

El propósito de la AR no consiste en restaurar la ecología y la función biológica nativa anteriores a la agricultura, sino más bien en aprovechar los procesos ecológicos naturales dentro de un

CIENCIA Y AGRO CIENCIA Y AGRO
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sistema agrícola para mejorar la salud de dicho sistema. El término “agricultura regenerativa” fue acuñado por primera vez en 1979; luego, en 1986, se desarrolló un concepto más vinculado a una agricultura orgánica regenerativa, abarcando un enfoque holístico con énfasis en mejoras ambientales y sociales, excluyendo el uso de productos químicos, fertilizantes y pesticidas.

Desde entonces, varios investigadores han propuesto varias definiciones de AR; algunos proponen que la AR destaque el uso de recursos que se encuentran en el campo, al tiempo que restringe el uso de insumos sintéticos. Otros utilizan el término para referirse a sistemas de cultivo anuales que incluyen al menos cuatro de seis prácticas sostenibles, sin que el siste-

ma sea orgánico. Otros grupos han propuesto que la AR es un sistema construido sobre principios biológicos que busca mejorar tanto la productividad como la gestión ambiental.

Por el contrario, los sistemas que reducen la fertilidad del suelo, el almacenamiento de carbono y la biodiversidad se consideran agricultura degenerativa (Khangura y col., 2023). Estos autores subrayan que la AR es una de las 10 transiciones necesarias para transformar los alimentos y el uso de la tierra. En general, incluye enfoques que regeneran el suelo, reducen el uso de pesticidas y fertilizantes sintéticos, y tienen un impacto positivo en el medioambiente. De esta manera, contribuye a alcanzar la meta establecida por el segundo

Objetivo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: “Para 2030, garantizar sistemas de producción de alimentos sostenibles e implementar prácticas agrícolas resilientes que aumenten la productividad y la producción, que ayuden a mantener los ecosistemas, que fortalezcan la capacidad de adaptación al cambio climático, condiciones climáticas extremas, sequías, inundaciones y otros desastres y que mejoren progresivamente la calidad de la tierra y el suelo”.

Cinco principios son los que guían el enfoque de la AR:

1. Minimizar la alteración del suelo

2. Mantener el suelo cubierto durante todo el año

3. Mantener plantas y raíces vivas en el suelo durante el mayor tiempo posible

4. Promover la biodiversidad

5. Integrar animales

Los defensores y practicantes de la AR sostienen que estos métodos evitan la erosión y el agotamiento del suelo, construyen activamente el suelo, proporcionan nutrientes apropiados para los cultivos con insumos externos mínimos,

producen cultivos sanos y de alto rendimiento con pocas malezas y plagas, limitan las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentan la rentabilidad financiera de los agricultores, cuidando al mismo tiempo la salud humana. Sin embargo, estas afirmaciones han sido ampliamente criticadas y el consenso general es que no están respaldadas por una ciencia empírica rigurosa (Khangura y col., 2023).

En el desarrollo de la AR se emplean una serie de metodologías que combinan sistemas biológicos y ecológicos con el objetivo de incrementar la productividad y restaurar la función del paisaje. El propósito fundamental es aprovechar los procesos naturales, capturando el carbono del suelo mediante la fotosíntesis de plantas productoras de alta biomasa, mejorando las interacciones simbióticas entre la microbiota del suelo y las plantas, utilizando sistemas biológicos para mejorar la estructura del suelo y la retención de agua, e incorporando la ganadería con un impacto positivo previsto en los servicios ecosistémicos.

La tabla 1 presenta de manera sintética los principios de la AR, las prácticas que conducen a su logro y los beneficios derivados de su aplicación.

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PRINCIPIOS PRÁCTICAS BENEFICIOS MECANISMOS MICROBIANOS

Minimizar los disturbios del suelo

Mantener el suelo cubierto

Mantener raíces vivas tanto como sea posible

Promover la biodiversidad

Integrar la ganadería

Siembra directa

Mantener rastrojos

Rotación de diversos cultivos

Cultivos de servicio multiespecies

Intersiembras

Compostaje y uso de bioestimulantes

Pastoreo rotativo

Reducir el uso de compuestos sintéticos (pesticidas y fertilizantes químicos).

Salud del suelo mejorada a través de:

Incremento del C del suelo

Funciones microbianas mejoradas y ciclos de nutrientes asociados.

Mayor humedad del suelo.

Mayor resiliencia a plagas y enfermedades.

Alimentos ricos en nutrientes

Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero

Vía del carbono líquido Mejor absorción de agua y minerales

Mejora la agregación del suelo, el crecimiento de las plantas y la fotosíntesis.

Además de estas prácticas, otros estudios se han enfocado específicamente en prácticas de ganadería y pastoreo regenerativo, como el pastoreo rotacional, el pastoreo adaptativo en múltiples potreros o el pastoreo planificado holístico. Estas prácticas generalmente buscan aumentar la densidad de población, acortar el tiempo de rotación y prolongar los períodos post-producción -períodos de descanso de pastoreo para potreros-. De hecho, el término "agricultura convencional" también necesita una definición, ya que con frecuencia se yuxtapone a "otras" prácticas agrícolas sin una consideración importante de su definición. Algunas definiciones de AR varían para permitir la especificidad regional, teniendo en cuenta el tipo de suelo, las condiciones biofísicas y los contextos humanos para informar qué prácticas y resultados se incluyen mejor (Rehberger y col., 2023).

Estos autores señalan que a menudo falta una consideración explícita de la AR dentro de las

estructuras políticas (por ejemplo, como elementos que indiquen la necesidad de equilibrar la producción de alimentos y combustible), quizás debido a los debates sobre su definición y su compleja interacción con diferentes paradigmas agrícolas. Para promover la AR como una estrategia “favorable al clima”, será necesario considerar cuidadosamente su eficacia potencial en diferentes contextos. En particular, se necesita claridad sobre qué prácticas deben considerarse dentro del conjunto de AR. Además, es esencial evaluar las pruebas de su impacto en el secuestro de carbono del suelo.

Sing y col. (2023) muestran cómo la AR mejora la estructura de la comunidad bacteriana para lograr un suelo y una agricultura más saludables, poniéndo énfasis en el microbioma del suelo. La comunidad microbiana del suelo, compuesta por bacterias, hongos, virus y protozoos, lleva a cabo procesos fundamentales que facilitan el ciclo de nutrientes, la descomposición de

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Tabla 1. Agricultura Regenerativa: principios, prácticas, beneficios y procesos microbianos (Tomado de Khangura y col., 2023).

la materia orgánica, define la textura del suelo, la capacidad de retención de agua del suelo, la degradación de desechos tóxicos y previene el crecimiento de plagas y patógenos de plantas.

Diferentes tratamientos del suelo pueden afectar la estructura de la comunidad microbiana, pero estos cambios son procesos muy complejos estimulados por múltiples factores como la temperatura, el clima, los tratamientos, el tipo de cultivo, los patrones de cultivo, entre otros. En este sentido, se observó que las prácticas de AR fueron efectivas para mejorar la estructura de la comunidad bacteriana y, simultáneamente, mejorar la salud del suelo.

Wiltshire and Beckage (2023) vinculan la mitigación del cambio climático con la aplicación de prácticas de agricultura regenerativa, particularmente por el aumento del secuestro de carbono en el suelo (COS). Éstos autores investigaron cómo la incorporación de proyecciones de cambio climático afecta el secuestro de carbono y las reservas de COS, resaltando la importancia de incentivar la agricultura regenerativa y la forestación para evitar pérdidas de COS.

En la misma línea, Khangura y col. (2023) afirman que uno de los beneficios adicionales de la AR es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Por ejemplo, señalan que la agricultura australiana contribuye con el 14,6% de las emisiones anuales de GEI, que incluyen el metano y el óxido nitroso procedentes de la fermentación entérica del ganado y de los cultivos. El aumento de la

temperatura y la posible erosión del suelo podrían disminuir la productividad agrícola entre un 10% y un 20% debido a la pérdida de COS. Los suelos agrícolas se consideran importantes sumideros de C, y se atribuye a las prácticas agrícolas la capacidad de mitigar el cambio climático mediante el secuestro de COS en el suelo a través de la fotosíntesis.

El secuestro de carbono podría potencialmente compensar entre un 5% y un 15% las emisiones anuales de combustibles fósiles, siendo las tierras de cultivo, las tierras de pastoreo/ pastos, las tierras degradadas/desiertas y los suelos irrigados las que tienen el mayor potencial de secuestro. El secuestro de C en el suelo se ve favorecido por prácticas de gestión como el uso de cultivos forrajeros perennes, la eliminación de barbechos desnudos, el cultivo de cultivos para biocombustibles, una mejor ges-

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tión de los nutrientes, la reducción de la labranza y la producción de altos residuos.

A pesar de la escasez de literatura sobre el potencial de mitigación climática de la AR, se indica que las interacciones de cuatro vías (planta-microorganismos-prácticas de manejo-medio ambiente) son los principales impulsores del secuestro de C, la mejora de la salud del suelo y la resiliencia en un bioma agrícola. La escala de la AR dependerá de factores como el bienestar y la viabilidad financiera de los agricultores, entre otros.

La escalabilidad y la implementación exitosa de los sistemas de AR dependerán de estudios específicos del sitio que demuestren su viabilidad económica, ya que es más probable que los productores cambien si no hay riesgos financieros o ambientales. La creciente demanda de los consumidores de alimentos seguros y producidos con tecnologías ambientalmente sostenibles, impulsa la investigación científica para desarrollar este tipo de tecnologías que cumplan con estos criterios. De hecho hay cada vez más pruebas científicas que indican que diversas prácticas de AR tienen el potencial de prevenir la degradación del suelo, mejorar su salud y producir alimentos ricos en nutrientes en la agricultura de tierras secas.

Sin embargo, los investigadores enfrentan desafíos importantes para obtener financia-

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miento adecuado que permitan comprender, evaluar y desentrañar la complejidad de los sistemas de AR. Se requiere una investigación exhaustiva para desarrollar enfoques específicos de AR adaptados a cada región, considerando la biodiversidad del suelo en diferentes zonas agroecológicas. La investigación multidisciplinaria a largo plazo es esencial para determinar si las prácticas de AR mejoran las características biológicas del suelo y la eficiencia de los fertilizantes, reduciendo así la dependencia de insumos sintéticos. El apoyo

gubernamental y de la industria a la investigación es crucial para desbloquear este potencial y desarrollar nuevas tecnologías agrícolas regenerativas rentables, aplicables a las condiciones climáticas mediterráneas. Además, se necesitan programas de extensión que no solo aumenten la aceptabilidad e implementación de la AR, sino que también garanticen la seguridad alimentaria y nutricional (Khangura y col., 2023).

REFERENCIAS

Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-226

Entre cosechas y bolsillos: perspectivas de mercado para la 23/24

Desde el punto de vista productivo, la campaña 2023/24 muestra signos positivos, pero surge la incertidumbre sobre los precios. Un análisis de los datos que impactan en los mercados y recomendaciones para asegurar precios de la mano de alternativas financieras.

Por: Ing. Lucas Grajales

Ex asesor regional de Aapresid. Consultor de Empresas Agropecuarias

MERCADOS
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En el relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en agosto, las expectativas de siembra de soja ya alcanzaban los 17,1 millones de hectáreas (un 5% más que en la campaña 22/23). La causa principal fue que gran parte de la región triguera se encontraba en condiciones subóptimas para la siembra de éste cereal. Además, se resignó parte del área girasolera por problemas hídricos similares.

En cuanto al maíz, el área sembrada a nivel nacional fue un 3% superior a la campaña 22/23 (culminando la ventana de siembra con 7,3 millones de hectáreas), pero un 6% menor que el récord registrado en la campaña 21/22. Esto se debió principalmente al aumento de los costos de producción, especialmente la relación insumo producto Urea/maíz, que alcanzó niveles críticos e incide en el 50% de los costos directos de producción.

Aunque el periodo de implantación comenzó con niveles bajos de agua útil en el perfil edáfico, las lluvias primaverales y las temperaturas moderadas a partir de la segunda quincena de octubre, provocaron buenas tasas de crecimiento en los cultivos. Por poner fechas calendarios, hasta el 4 de noviembre, los estados de los principales cultivos de gruesa eran los siguientes:

Maíz: 70% óptimo/adecuadoy 30% regular/sequía.

Soja: 85% óptima/adecuada y 15% regular/sequía.

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Al llegar al periodo crítico del maíz, a nivel nacional, el estado óptimo/adecuado ascendió al 90%. Las distintas estimaciones de productividad, mencionan una producción nacional de 59 M tn. Es importante destacar que, debido a la condición hídrica escasa en la ventana de siembra temprana, el 60% de la superficie se sembró en fecha tardía, por lo que en algunas zonas, el transcurso del periodo crítico lo están transitando con deficiencia hídrica.

Respecto a la soja de primera, algunas zonas productivas están atravesando el período crítico con deficiencia hídrica. A nivel nacional, sin embargo, el 90% del área se encuentra en estado óptimo/adecuado, y las estimaciones mencionan una producción nacional de 50 millones de toneladas. La soja de segunda está transitando R1 con deficiencia hídrica en gran parte de la región productiva, y se espera una quincena con temperaturas más altas que en el primer mes del año calendario.

En resumen, Argentina produjo 15,6 millones de tn de trigo, de los cuales solo 4,5 millones de tn tienen precio. En el caso de la soja, se espera una producción de 50 M tn (1,5 millones de tn con precio) y 59 millones tn de maíz (2,5 millones de tn con precio).

Siempre haciendo énfasis en nuestra ecuación más simple del negocio: PxQ, vemos que desde lo productivo, el escenario parece positivo, pero ¿qué puede pasar con el precio? Como menciono siempre, no vamos a hacer futurología sino que solo vamos a mostrar algunos datos que tienen impacto en los mercados granarios y financieros, porque “los datos matan relato”. Además, enfrentamos el desafío de entender los negocios como un sistema que tiene cuatro pilares fundamentales: Productivo, Comercial, Financiero e Impositivo. En base a esto, dividiremos la información de contexto que impacta en los mercados en dos puntos: Fundamentals y Financiero.

Argentina produjo 15,6 millones de tn de trigo, de los cuales solo 4,5 millones de tn tienen precio.

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1. Fundamentals de mercado (oferta y demanda)

En este punto, tenemos dos cuestiones de impacto: la producción brasileña y las importaciones por parte de China. En el caso de Brasil, se están realizando los trabajos de cosecha, y las expectativas de producción de soja continúan ajustándose a una cifra promedio de 150 millones de toneladas (6% menos que la campaña anterior). A pesar de que este dato impacta, en términos relativos, hay que medirlo en su magnitud de volumen al mercado y no en el ajuste porcentual. Por hacer una comparación, equivale a tres cosechas buenas argentinas. Por eso, muchos esperaban un sostén en los pre-

cios por este ajuste porcentual, pero volvemos a lo mismo, vayamos a los datos duros para entender su impacto en los mercados.

A nivel mundial, al analizar las estimaciones de existencias finales para la campaña 23/24, se estiman 101 millones de toneladas frente a las 114 millones de toneladas (existencias campaña 22/23). Este ajuste contempla importaciones sostenidas por parte de China, aunque se observa una caída temporal en las importaciones por parte del gigante asiático. La pregunta es: ¿se van a reactivar estas importaciones? Ya

que de lo contrario, el ajuste podría ser mayor, y por lo tanto, los precios podrían no encontrar piso. En los últimos 90 días, la posición mayo 24 rompió la barrera de los 300 u$/tn, bajando más de 50 u$/tn, es decir, un 17% del precio.

En cuanto al maíz, la variable de ajuste se centralizó en Estados Unidos, que produjo 40 millones de toneladas más que en la campaña 22/23 (+10% interanual). Sumado a la estimación

de producción sudamericana (Argentina 50 millones de toneladas y Brasil en 127 millones de toneladas), junto con importaciones sostenidas respecto al ciclo anterior, se proyecta que los stocks finales a nivel mundial se ubiquen en 25 M tn más (325 M tn 23/24 vs 300 M tn 22/23). En sintonía con la caída de precios de la soja, el grano amarillo acumula una caída de 25 u$/tn en los últimos días en la posición abril 24.

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2. Mercados financieros

Los dos ejes fundamentales se centran en Estados Unidos y China. Por el lado de Estados Unidos, la Reserva Federal, mantiene las tasas de interés y emite bonos del tesoro, aunque en menor cantidad de lo estimado, lo que resulta en una disminución de las tasas de interés de estos bonos. Esto lleva a que los fondos de inversión dirijan su atención hacia los activos financieros con mayor retorno, alejándose de los mercados granarios, y esta falta de liquidez se traduce en una baja en los precios de todos los commodities. En el caso de China, interviene en los mercados financieros para mantener esta baja momentánea.

En el plano local, en el mercado disponible, los tres principales commodities agrícolas perdieron su capacidad de pago en los últimos 50 días porque la devaluación del tipo de cambio oficial pasó de 365 $/u$ a 800 $/u$. Como resultado, todos los costos de producción au-

mentaron, en promedio, 120% en pesos. Y los cereales, con el desdoblamiento cambiario dólar oficial vs dólar exportador (80% TC oficial + 20% CCL), no acompañaron esta curva lineal, ya que venían “valorizados” en pesos, aumentando su capacidad de compra. ¿Y qué sucede hoy? Los precios de los commodities agrícolas en dólar MEP están por el suelo: SOJA 200 u$MEP/tn, MAÍZ 130u$MEP/tn y TRIGO 150 u$MEP/tn. Hace 45 días, esta ecuación estaba un 20% por encima de dichos valores. Con valores futuros en torno a 280 u$/tn y 180 u$/tn para la soja y el maíz, respectivamente, la rentabilidad está en jaque en gran parte de la región productiva, ya que de las 50 millones de toneladas estimadas de producción, solo 1,2 M tn tiene precio, y para el caso del maíz, 2,5 M tn (de la estimación de 59 M tn). Solo por poner un ejemplo, una zona del país en la que se paga 18 qq/ha de arrendamiento, los rendimientos de equilibrio (para no perder ni ganar

En el mercado disponible, los tres principales commodities agrícolas perdieron su capacidad de pago en los últimos 50 días porque la devaluación del tipo de cambio oficial pasó de 365 $/u$ a 800 $/u$.

dinero) rondan los 110 qq/ha para el maíz y 50 qq/ha para la soja de primera.

Estos valores asustan, incluso con niveles de productividad por encima del promedio histórico, la rentabilidad del negocio está en jaque. Por eso insistimos tanto en que la campaña comienza con una buena planificación técnica y financiera, porque sin una estrategia de financiamiento y venta de cereal, nuestra rentabilidad queda sujeta al clima. Y aun así, con el clima a nuestro favor, la rentabilidad sigue dependiendo de los mercados.

En los últimos días se desactivó la incertidumbre sobre el aumento de las retenciones, pero esta era otra variable que podría haber afectado negativamente nuestra ecuación, ya que el supuesto que mencionamos anteriormente, fue bajo el esquema actual de retenciones. Y el análisis frío indica que la política de retenciones cero no está en la agenda de corto plazo del gobierno, no porque no quiera (discurso de campaña), sino porque no están las condiciones fiscales para eliminarlas. Mirando un poco más allá de la campaña 23/24, bajo este escenario de precios bajos y altos costos de producción en dólares, hay incertidumbre sobre la próxima campaña, especialmente para las gramíneas debido al alto costo de los fertilizantes nitrogenados y fosforados. Sin embargo, volvemos a mencionar el desafío inicial de entender el negocio desde cuatro perspectivas: productiva, comercial, financiera e impositiva. Si dejamos fuera cualquiera de los pilares, nuestro negocio correrá riesgo.

Al poner el foco en lo que queda de la campaña, sabiendo que el rendimiento no está asegu-

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rado debido a que muchas zonas y cultivos aún están transitando su periodo crítico, la estrategia más conservadora es poner pisos de precios para asegurar nuestra rentabilidad. Pero siempre insistiendo en poner nuestra artillería financiera en la planificación inicial, porque con un flujo ajustado, se pueden armar estrategias de ventas del cereal con muy bajo costo y alto retorno. En caso de no contar hoy con esta planificación, pero necesitando asegurar pisos, la estrategia más conservadora sería comprar PUTs. ¿Con qué precio de ejercicio? Con el precio que asegure la rentabilidad objetivo o el punto de equilibrio del negocio. Porque quizás hoy es tarde querer fijar precios para asegurar esa rentabilidad, ya que estamos viendo que en muchos casos la rentabilidad puede ser negativa. Esta estrategia es más conservadora pero, a la vez, es flexible porque no se compromete la mercadería que aún no se produjo y se pueden desarmar las distintas posiciones.

Otra estrategia, aplicable cuando hay una estimación cierta de la producción, son los contratos forwards, comprometiendo la mercadería con un precio cierto de compra, y se puede acompañar con la compra de CALLs para aprovechar potenciales subas en los precios en la

posición establecida. El denominador común de ambas estrategias es entender “qué es un buen precio” en mi ecuación, sumado a que requieren poco seguimiento de los mercados, ya que es posible armar estrategias más sofisticadas pero que requieren un seguimiento más exhaustivo. En este caso, la combinación de futuros y opciones sencillas, es una estrategia adecuada para aprender sobre las operaciones en los mercados granarios.

La combinación de futuros y opciones sencillas, es una estrategia adecuada para aprender sobre las

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la Fertilizadora oficial de Aapresid

ACA Bio: agregando valor al maíz

ACA Bio, cooperativa argentina líder en producción de bioetanol desde 2010, se destaca por ser la mayor planta industrial del país, con una capacidad anual de 290.000 m3. Ubicada estratégicamente en Villa María, también elabora subproductos como burlanda, recupera CO2 y se consolida como un actor clave en la transición hacia energías más limpias.

Subgerente general de ACA

ACA Bio, una empresa cooperativa cuya finalidad es la producción de bioetanol a partir del almidón de maíz, surgió en el año 2010, coincidiendo con el día en que nuestro país implementó el corte del bioetanol en naftas. En este sentido, la Asociación de Cooperativas Argentinas siempre pretendió agregar más valor a la producción agrícola alejada de los puertos. En aquel año, se elaboró un proyecto para la construcción de una nueva planta industrial con capacidad para producir 125.000 m3 anuales de

BIOECONOMÍA
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bioetanol de almidón de maíz. En el año 2011, la autoridad de aplicación otorgó a ACA un cupo fiscal para suministrar ese volumen a las petroleras. Con este cupo, publicado en el Boletín Oficial, ACA formó un pequeño equipo técnico para llevar adelante el proyecto, que abarcó desde la localización del nuevo emprendimiento, la selección de la tecnología, hasta la contratación de la empresa constructora.

Finalmente, luego de un análisis profundo, se eligió un predio de 30 hectáreas cercano a la ciudad de Villa María, en la provincia de Córdoba, como sitio de radicación. Esta ubicación es el epicentro de una zona con muy buena producción de maíz y leche, con muy buenos accesos viales y ferroviarios, y dispone de capital humano formado en escuelas técnicas y universidades nacionales. Entre las siete tecnologías evaluadas, se optó por una de origen

estadounidense debido a su gran experiencia en el desarrollo de industrias de bioetanol de maíz. Además, se decidió invertir en una unidad de cogeneración de la energía eléctrica que demandaba el proceso industrial, utilizando los excedentes de vapor del mismo proceso. Para cumplir con la Ley de promoción de biocombustibles N° 26.093, que exigía que las empresas productoras de biocombustibles

fueran de objeto específico, se constituyó ACA Bio, una nueva cooperativa integrada por ACA y 60 cooperativas asociadas.

El 1° de abril de 2014 se despachó el primer camión de bioetanol con destino al corte de naftas. Desde ese momento y con prácticamente 10 años de vida industrial, la capacidad productiva de ACA Bio ha sido utilizada a pleno, con paradas habituales por mantenimiento anual. La producción alcanzó los 170.000 m3 anuales de bioetanol, con mínimas reformas en las instalaciones originales. A partir del 1° de abril de 2022,

luego de tres años de trabajo del equipo técnico de ACA Bio y pandemia mediante, la capacidad productiva se incrementó a 290.000 m3 anuales de bioetanol por año. Actualmente, es la planta industrial más grande de Argentina, con una molienda anual de 725.000 toneladas de maíz.

Dado que el bioetanol se produce a partir del almidón de maíz, los restos de los granos destilados concentran proteínas, minerales, materia grasa, etc., formando un coproducto conocido como burlanda o DDGS (en su versión seca). Este subproducto permite alimentar a

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unos 250.000 animales vacunos por día, tanto en feedlots como en establecimientos lácteos. Además, durante el proceso industrial, se extrae aceite de maíz para reducir el contenido graso de la burlanda/DDGS, y se recupera dióxido de carbono (CO2) que se vende a la firma Chiantore, radicada en el predio de ACA Bio. Chiantore purifica y comprime el CO2 para comercializarlo en diversas industrias de Argentina, como bebidas gasificadas, matafuegos, metalmecánica, carbonato de litio, entre otros, y en menor medida, para la exportación.

Aquella primera inversión del período 2012/2013, de USD 135 millones, junto con las sucesivas ampliaciones de capacidad productiva, finalmente totalizó una inversión de USD 200 millones. Gracias a estas inversiones, el grano de maíz se transforma en varios productos de mayor valor, como bioetanol, burlanda, DDGS, aceite y CO2, gracias al trabajo entusiasta de un equipo de gente con alto nivel de compromiso y profesionalismo, compuesto por ingenieros, técnicos y operarios. Este proceso permite agregar un valor del 60% a la materia prima que ingresa a la planta industrial.

La elección de la ubicación geográfica de ACA Bio fue el resultado de un análisis exhaustivo, considerando su importancia para los resultados económicos. Estar cerca de la producción de maíz y de una cuenca lechera era crucial. Villa María reunía tales condiciones, y actualmente, todo el maíz proviene de la provincia de Córdoba, la mayor productora de maíz en Argentina. Específicamente, el maíz llega de zonas ubicadas al norte, oeste y sur de nuestra planta industrial, y en menor medida, de campos cercanos hacia el este de ACA Bio. Las cooperativas asociadas a ACA y los productores que operan en forma directa con ACA a través de los Centros de Desarrollo Cooperativo (CDC, propiedad de la Asociación), abastecen de todo el maíz que ACA Bio procesa cada año.

En el año calendario 2023, ACA Bio entregó a las petroleras 250.000 m3 de bioetanol con destino al corte de las naftas, lo que significa que 1 de cada 40 autos nafteros en Argentina funcionaron durante los 365 días del año con combustible elaborado en Villa María. El resto del bioetanol se vendió en el mercado interno a industrias que elaboran alcohol de uso farmacéutico, y otra parte se destinó a la exportación. Parte del maíz se recibe con la certificación 2BSvs, que garantiza la trazabilidad de todos los insumos utilizados en cada lote de producción del cereal. Esto permite medir la huella de carbono de todo el proceso de producción del bioetanol y su logística hasta la Unión Europea, bajo normas ISCC, demostrando un ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del 70% en comparación con la huella de carbono de la nafta. Gracias a esto, ACA Bio ha podido comercializar su bioetanol en el exigente mercado europeo.

El grano de maíz se transforma en varios productos de mayor valor, como bioetanol, burlanda, DDGS, aceite y CO2.

La sanción de la Ley 26.093/2006 y la implementación del corte de bioetanol en naftas a partir de 2010, inauguraron una nueva actividad industrial en Argentina. Desde aquel corte inicial de E5 alcanzado en 2014, se llegó al actual E12 (12% de bioetanol en naftas). El bioetanol es un combustible renovable y limpio, que genera un ahorro del 70% en emisiones GEI en comparación con las naftas, contribuyendo así a mitigar el cambio climático. Además, al no emitir material particulado propio de los combustibles fósiles, los biocombustibles contribuyen a un aire más limpio, beneficiando la salud pública. Para la movilidad vehicular y, a mediano plazo, para la aviación y el transporte marítimo, el bioetanol se presenta como una excelente solución, especialmente en países como Argentina y Brasil, con grandes extensiones geográficas, donde la electromovilidad pareciera ser una solución muy costosa de implementar.

Aunque algunos países lideran en el uso del bioetanol, como Estados Unidos, Brasil, Paraguay, Francia e India, Argentina ha experimentado un buen desarrollo relativo hasta alcanzar el E12. Sin embargo, es importante ir a una convergencia con el Mercosur, con un corte mínimo del 18% y un máximo del 27% (E18/E27) de bioetanol anhidro en las naftas. Con la homologación de los motores flex y los kits de conversión, se podría utilizar E100 en los motores de los nuevos vehículos, tal como ocurre en Brasil.

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El futuro del bioetanol es muy alentador y desafiante, ya que Argentina y el mundo están inmersos en la era de la transición energética, donde más temprano que tarde, los combustibles fósiles, principales responsables del cambio climático, serán reemplazados por fuentes de energía más limpias.

Aquella planta industrial que se pensó en el año 2010 y que comenzó su producción a inicios del 2014, se ha convertido en la mayor elaboradora de bioetanol de Argentina, propiedad de ACA y 60 Cooperativas. Hoy afronta el constante desafío de acompañar los avances tecnológicos a nivel mundial, siendo la captura del dióxido de carbono -que hoy se industrializa en parte- uno de los objetivos centrales para los próximos años. Si se implementaran mayores cortes de bioetanol en naftas (E18/E27 – E100) en el país, ACA Bio debería acompañar tal crecimiento con aumentos de su capacidad productiva, tratando de seguir cogenerando toda la energía eléctrica que demande el predio industrial, manteniendo o reduciendo la huella de carbono, esencial para la sostenibilidad de cualquier actividad económica.

El lado “B” de la producción de aceite de palma

La producción de aceite de palma, marcada por desafíos ambientales, busca ahora el lado “B” mediante prácticas sostenibles para su cultivo. En esta nota, se analizan alternativas como el uso de coberturas leguminosas y asociaciones con otros cultivos para impulsar la sostenibilidad.

La palma africana es una especie con gran atractivo comercial y su aceite procesado registra una creciente demanda en el mercado internacional. Además de su alta productividad, las plantaciones logran resistir hasta por tres décadas. Durante muchos años, la producción de palma africana para la obtención de aceites fue objeto de controversias a nivel mundial.

Esto no sorprende dada la problemática asociada con la modalidad tradicional de producción ¿Por qué? La realidad es que ha generado impactos negativos en el medioambiente, incluyendo la deforestación de bosques nativos, desplazamientos de la vida silvestre, y una mayor erosión de suelos, entre otros efectos.

Por: Ing. Agr. Antonella Fiore

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BIOECONOMÍA
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El sudeste asiático y varias zonas de la Amazonia sudamericana son grandes productoras de palma africana, caracterizadas por sus grandes extensiones de bosques tropicales con gran diversidad de especies. Para frenar este impacto negativo creciente, se comenzaron a buscar otras soluciones alternativas para su producción.

¿Existe un lado “B” para la producción de palma africana en el mundo? ¿Es posible producir de manera sostenible con el medioambiente, disminuyendo la erosión y cuidando el recurso suelo? La respuesta es sí.

¿Qué es el aceite de palma?

El aceite de palma es el aceite vegetal más utilizado en todo el mundo y se produce a partir de la pulpa del fruto del árbol de la palma aceitera (Elaeis guineensis). Este fruto tropical es de color rojizo debido a su alto contenido de betacaroteno y es del tamaño de una aceituna grande. Tiene una sola semilla o nuez (palmiste), que se utiliza para la producción del aceite de nuez de palma, también denominado aceite de palmiste. Cada fruto de palma contiene alrededor de un 30-35 por ciento de aceite. Es importante señalar que el aceite de la pulpa del fruto de la palma y el aceite de palmiste difieren significativamente en su composición de ácidos grasos, aunque comparten el mismo origen botánico.

Antes de abordar estos interrogantes, vamos a conocer con mayor detalle la palma africana, su proceso de producción de aceite y su importancia en el mundo.

El árbol de la palma aceitera crece en regiones cercanas al ecuador. Este árbol tropical, con hojas de unos 5 metros de longitud, es originario de África Occidental. Hoy en día, se cultiva principalmente en Indonesia y Malasia, consideradas las principales naciones productoras de aceite de palma.

La naturaleza desempeña un papel importante en la historia del aceite de palma. Este árbol busca, ante todo, sol y humedad. Requiere mucho sol, temperaturas entre 24 y 32 grados centígrados y precipitaciones distribuidas uniformemente a lo largo del año. Por lo tanto, las zonas más propicias para su cultivo se encuentran entre los diez grados al norte y al sur del ecuador. Además de Indonesia y Malasia, se está observando un aumento de la produc-

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ción de aceite de palma en otras partes del mundo, incluyendo el sur y centro de América, Tailandia y África Occidental.

La producción de aceite de palma

El árbol de la palma aceitera es el cultivo oleaginoso más eficiente en términos de aprovechamiento del terreno, mostrando el rendimiento más alto en comparación con otros cultivos de aceite por hectárea de terreno.

Cuando los árboles de palma aceitera tienen de tres a cuatro años de edad, se cosechan sus frutos. Según un informe elaborado por la

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Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible, la producción mundial de aceite de palma pasó de 15,2 millones de toneladas en 1995 a 62,6 millones de toneladas en 2015. Este volumen de producción representa la cifra más alta entre todos los aceites vegetales, superando al segundo mayor cultivo de semillas oleaginosas en más de 10 millones de toneladas. Este volumen se produce principalmente en Indonesia (53%) y Malasia (32%). En cuánto al resto de los países productores, la mayor parte del volumen adicional se genera en el sur y centro de América (3,4 millones de toneladas), Tailandia (1,8 millones de toneladas) y África Occidental (2,4 millones de toneladas).

Instituciones que nos acompañan

A pesar de representar el menor porcentaje de todo el terreno cultivado de aceites y grasas a nivel mundial entre los principales cultivos de semillas oleaginosas, el aceite de palma contribuye con un mayor porcentaje de la producción total. Utiliza menos de la mitad del terreno que requieren otros cultivos, como el aceite de girasol, soja o colza, para producir la misma cantidad de aceite.

Sin embargo, es fundamental abordar el impacto de las palmas aceiteras cultivadas en áreas de altos valores de conservación, turberas y bosques tropicales antiguos. La producción y el uso sostenibles del aceite de palma contribuirán a preservar o mejorar los valores biológicos, ecológicos y sociales en los países productores.

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Cultivos de cobertura para una producción sostenible de palma

Las coberturas leguminosas son reconocidas por aportar múltiples beneficios al estar asociadas con otros cultivos. En el caso de la palma de aceite, el uso de leguminosas como cobertura es una de las técnicas de manejo más adaptadas para el establecimiento de plantaciones, especialmente para abordar los problemas de erosión de los suelos.

La introducción de coberturas leguminosas en suelos cultivados con palma de aceite contribuye a mejorar la aireación, aumentar la capacidad de infiltración, incrementar la retención de humedad en los suelos y propiciar un aumento en la cantidad de materia orgánica aportada al suelo.

Es muy importante establecer los cultivos de cobertura unos meses antes. En los países tropicales productores de palma, las coberturas de leguminosas que más se recomiendan son el Kudzú, Mucuna, Centrosema pubescens, Styzolobium, Desmodium ovalifolium y otras propias de las zonas tropicales. Esto contribuye a reducir el uso de herbicidas al momento de mantener las palmas.

Las coberturas tienen muchas ventajas:

Al cubrir el suelo, impiden el crecimiento de muchas malezas, lo que reduce el gasto en aplicaciones de herbicidas.

Toman el nitrógeno del aire y lo fijan al suelo, el cual es aprovechado por las palmas.

Enriquecen el suelo con materia orgánica, ofreciendo una fuente de fertilidad natural y aumentando la diversidad de microorganismos en el suelo, lo que podría disminuir el efecto de ciertas enfermedades.

Mejoran las condiciones físicas del suelo (estructura, porosidad), aumentando la infiltración de agua y aire al suelo.

Ayudan a reducir la temperatura y erosión del suelo, protegiendo así las raíces y produciendo palmas más saludables.

Incrementan la diversidad, lo que puede aumentar la presencia de insectos benéficos, polinizadores, depredadores y parasitoides, ofreciendo así un control natural de insectos.

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Asociación con otros cultivos

La práctica de sembrar otros cultivos en asociación con palma aceitera, especialmente durante los primeros años de plantación, es muy común en varios países productores. Esta estrategia permite obtener la producción de otro cultivo durante el periodo improductivo de la palma (de 2 a 3 años), al mismo tiempo que aumenta la diversidad en el sistema, reduciendo los riesgos de pérdidas asociados con un monocultivo. En los países productores de Centroamérica, los cultivos que se pueden asociar son el frijol y el maíz, por ejemplo. El frijol, por ser una leguminosa, aporta nitrógeno al suelo, además de contribuir con todos los beneficios que dan las coberturas.

Nuevo hito: Productores certificados por la RSPO en Latinoamérica alcanzan 2 millones de toneladas de aceite de palma sostenible certificado

La Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible (RSPO: https://rspo.org/) anunció un nuevo hito en América Latina, donde los cultivadores y productores certificados alcanzaron dos millones de toneladas de aceite de palma sostenible certificado (CSPO). Esto representa un tercio de la producción total de aceite de palma de la región.

Este logro histórico refleja los esfuerzos consolidados entre cultivadores y productores certificados en Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá y Perú, cubriendo un total de 656,000 hectáreas de tierra certificada.

Asimismo, refuerza el liderazgo de Latinoamérica en la producción sostenible de aceite

de palma. En este sentido, América Latina ha demostrado el nivel más alto de certificación RSPO y sigue siendo la región de más rápido crecimiento en términos de certificación, incluso entre los grupos de pequeños agricultores.

En los últimos dos años, grupos de pequeños agricultores en Colombia y México obtuvieron la certificación RSPO, y un grupo en Perú se convirtió recientemente en los primeros miembros de la RSPO del país, demostrando una sólida comprensión de la importancia y los beneficios de la producción agrícola responsable.

"El último hito de América Latina muestra cómo la región continúa amplificando su papel como líderes en sostenibilidad, mostrando al mundo cómo las alianzas sólidas y la apertura a la in-

novación pueden mover la aguja", expresó el director Ejecutivo de la RSPO, Joseph D'Cruz.

"Llamo a la región a seguir predicando con el ejemplo, demostrando cómo el aceite de palma producido de manera sostenible proporciona una solución viable para abordar desafíos globales críticos como la seguridad alimentaria y el cambio climático", señaló.

La certificación RSPO es fundamental para promover prácticas sostenibles de producción de aceite de palma que protejan los ecosistemas frágiles, detengan la deforestación y preserven la biodiversidad. Además, garantiza el bienestar y la protección de los trabajadores, así como de las comunidades indígenas y locales en las áreas en las que se cultiva la palma aceitera.

Más allá de generar impactos ambientales y sociales, la certificación RSPO ha brindado a los productores diversos beneficios. Estos incluyen acceso al mercado, precios superiores, mayor rentabilidad, minimización de riesgos, reputación más sólida y una mejor inclusión de los pequeños agricultores.

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A su vez, en un contexto en el que los consumidores exigen cada vez más productos sustentables y de origen ético, las empresas que obtienen y promueven CSPO demuestran que están tomando medidas para la sustentabilidad ambiental y social. Esto no solo genera lealtad por parte de los clientes, sino también mayores ventas y una imagen de marca mejorada. Junto con marcos regulatorios cada vez más estrictos para garantizar productos libres de deforestación, el abastecimiento de CSPO contribuye a reducir riesgos y posibles barreras comerciales.

REFERENCIAS

Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-226

De fruto a producto: derivados del aceite de palma

Panificados y confitería

Margarina

ALIMENTOS

Snacks El aceite de palma se utiliza en snacks como papas fritas y galletas saladas, brindando una textura crujiente y mayor durabilidad.

Ingredientes para masas de pizza y hojaldre

Chocolates: El aceite de palma confiere un aspecto suave y brillante al chocolate, y evita que se derrita rápido a altas temperaturas.

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COSMÉTICOS

Labiales: Mantiene el color, resiste altas temperaturas sin derretirse, se aplica con suavidad y tiene un sabor neutro.

Shampoo: Actúa como acondicionador, restaurando los aceites naturales del cabello eliminados por productos capilares

Jabones: Tiene propiedades espumantes y reafirmantes

BIOCOMBUSTIBLES

Economía circular: de producir maíz y carnes a generar bioenergía

Con la economía circular como sello de sustentabilidad, la empresa

Las Chilcas convierte la agricultura y ganadería en un valor agregado para toda la cadena productiva. El testimonio de Mario Aguilar Benitez.

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Las Chilcas es una empresa agropecuaria familiar diversificada con múltiples unidades de negocio relacionadas con el agro y la bioindustria. Desde sus inicios ganaderos en Rayo Cortado, provincia de Córdoba, a la actualidad ha extendido sus operaciones a diferentes zonas del norte, este y parte del oeste de la provincia. Esto le permitió expandir sus unidades de negocios, abarcando diversas áreas relacionadas

BIOECONOMÍA
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con la transformación del maíz y sus subproductos en insumos para la cadena productiva y el autoabastecimiento.

El esquema de economía circular de Las Chilcas se basa en la integración de diversas unidades de negocio, todas ubicadas en el mismo campo, englobando actividades como agricultura, ganadería vacuna y porcina, destilería

de alcohol a base de maíz y una planta de biogás. Según expresa su titular, Mario Aguilar Benitez, la empresa se aparta del modelo lineal clásico agropecuario y se convierte en un sistema integral. La sinergia entre estas unidades es clave para maximizar la eficiencia y minimizar el desperdicio.

Del maíz a la bioenergía

En los inicios, la agricultura y la ganadería vacuna eran las principales actividades pero hoy Las Chilcas ha incluído la ganadería porcina y expandió la agricultura a campos arrendados. A estas actividades se suman una destilería de alcohol en base a maíz y una planta de biogás.

Para eficientizar el uso de los recursos y el manejo industrial, todas las unidades de transformación del maíz están ubicadas en el mismo sitio, mientras que una parte de la extensión agrícola y la ganadería a base pastoril (recría) se realiza en otros campos.

Este entramado de actividades comienza con la siembra del maíz que alimenta a todo el circuito productivo. Este incluye una granja porcina de 1.000 madres de producción que produce 4 millones de kilos al año y unos 34 a 35.000 cerdos o capones que se venden al año; un feedlot con una capacidad instalada de 22.000 cabezas, donde pasan entre 35 y 40.000 cabezas al año; una planta de alcohol que vende cerca de 6 millones de litros de alcohol al año y, a su vez, autoabastece con sus subproductos a otros destinos; y un biodigestor cuyo principal producto se usa como combustible para la planta de biogás.

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La destilería produce como producto principal el alcohol, es decir, el bioetanol que es usado para corte de combustibles. Entre los subproductos, se genera la burlanda y la vinaza. La burlanda es consumida como alimento para el feedlot y la vinaza como sustrato en el biodigestor.

Asimismo, el biodigestor utiliza varios sustratos, entre los que se destacan el purín de cerdo, el estiércol vacuno, la vinaza y la mortandad de los cerdos. Todo esto es utilizado finalmente para producir biogás, cuyo destino es la caldera de la planta de alcohol, que necesita combustible para producir calor (en forma de vapor) para los procesos de cocción y fermentación. “De esta manera, aseguramos una economía circular que parte del maíz en el campo.

El almidón de maíz pasa por la destilería y se transforma en alcohol para corte de combustible; de ahí se originan subproductos como la burlanda, que queda en el sistema y termina siendo un insumo alimenticio; ese alimento se convierte en carne y lo que no se pudo convertir en carne es estiércol y purín que todavía tienen energía y se vierten en el biodigestor; éste biodigestor produce biogás para el proceso de calor que tiene la planta de alcohol; y, a su vez, como subproducto resulta el biol, que es un biofertilizante a base de fósforo y nitrógeno que reingresa al mismo lote en el que se estaba produciendo maíz”, explica Mario con precisión y simpleza.

El impacto de una economía circular

La empresa ha logrado transformar no sólo su propio maíz, sino también el de vecinos, convirtiéndolo en una variedad de productos y negocios. La sustentabilidad es el pilar fundamental de la economía circular de Las Chilcas y su "Marca Registrada", cuya filosofía atraviesa todas las áreas de la empresa.

Esta economía circular se distingue por su enfoque contrario al sistema lineal convencional, en el que cada producto de una unidad de negocio se convierte en insumo para la siguiente. Este enfoque no solo es ambientalmente sostenible, sino que también genera impacto económico y social.

La empresa ha experimentado un crecimiento significativo, pasando de 12 o 13 personas allá por el año 2012, a 160 colaboradores altamente tecnificados en la actualidad. La implementación de un biodigestor para la producción de biogás mejoró aún más la eficiencia de la empresa, convirtiendo el metano en gas consumible y reduciendo las emisiones. Es decir que,

desde la producción en el feedlot hasta la granja y la agricultura sostenible, hay un esfuerzo por el cuidado con el medioambiente en cada aspecto de las operaciones.

Además, Las Chilcas firmó un convenio con la municipalidad de Río Seco, donde trabajan la mayoría de los colaboradores, que implica la colaboración en la gestión de residuos, con la empresa como procesadora de materia orgánica en su biodigestor, contribuyendo a la reducción del pasivo ambiental del pueblo. Esta iniciativa social fortalece la relación entre la empresa y la comunidad, demostrando una vez más el compromiso de Las Chilcas con la responsabilidad social y su influencia positiva en el entorno local.

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Con la mirada hacia el futuro

El enfoque hacia la producción de biocombustibles y bioenergía, con el objetivo de lograr independencia energética, demuestra la visión progresista de Las Chilcas. La empresa está inmersa en un proyecto para producir su propio biodiésel y explora alternativas, como el uso de un tractor a metano, destacando la importancia de la autosuficiencia tanto en energía eléctrica como en combustible.

El impulso hacia energías renovables se amplía con la planificación de una granja fotovoltaica en áreas de círculos de riego, aprovechando la excelente radiación de la zona. Este proyecto no solo aspira a satisfacer las necesidades internas de energía, sino también a contribuir al sistema vendiendo excedentes a la red. La apuesta por las energías limpias y sostenibles se alinea con la filosofía de la empresa, fortaleciendo aún más su compromiso con la economía circular.

Por otro lado, Aguilar destaca la expansión de las operaciones como materia pendiente. El

proyecto de cerdos y el feedlot están en fase de crecimiento planificado. La ambición de llegar a 2.500 madres en el proyecto porcino y alcanzar las 50.000 cabezas en el feedlot subraya ese anhelo. Este crecimiento va acompañado de la posibilidad de aumentar la superficie bajo círculos de riego, lo que implica no solo más producción, sino también una mayor capacidad para generar energía.

La estrategia de transformar el maíz en productos de mayor valor agregado en lugar de simplemente exportar el grano, refleja una perspectiva a largo plazo y sostenible. Además de generar beneficios económicos, esta estrategia contribuye a la eficiencia logística y a la reducción de emisiones al optimizar el transporte de productos con mayor valor.

En resumen, Las Chilcas no solo se posiciona como una empresa líder en la producción agropecuaria, sino también como un actor clave en la transición hacia prácticas más sostenibles y autosuficientes, demostrando una visión de futuro alineada con las demandas cambiantes y la responsabilidad ambiental.

Semanas decisivas para una campaña que transita con cautela su tramo final

Los caprichos del clima han dejado su marca en diversas regiones productivas del país, mientras las lluvias de febrero se perfilan como determinantes. Referentes de las Regionales de Aapresid detallan el panorama actual de los cultivos, las perspectivas de producción y brindan recomendaciones de cara a la cosecha.

Por: Ing. Agr. María

Eugenia Magnelli

Para Prospectiva Aapresid

MANEJO DE CULTIVOS
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Luego de dejar atrás la feroz sequía que azotó grandes regiones productivas del país, en esta campaña de gruesa nos volvimos a ilusionar. El maíz sigue ganando superficie y el estado general de los cultivos es bueno, pero… en la zona núcleo el fenómeno “Niño” está haciendo de las suyas.

Precipitaciones “decentes” que llegaron a mediados y finales de la primavera pero que luego se cortaron, seguidas de fuertes tormentas con granizo y olas de calor, marcaron este ciclo. Dicho escenario requirió una gran cintura en materia de manejo para “calzar” los cultivos a las condiciones cambiantes.

Si bien no está todo dicho y queda tiempo para la cosecha, las próximas semanas serán decisivas para la determinación de rendimientos y la recuperación en las zonas más castigadas, sobre todo si llegan las lluvias.

Referentes de las Regionales de Aapresid describen el estado actual de los cultivos, las perspectivas productivas y comparten recomendaciones de manejo para llegar bien preparados a la cosecha.

Sudeste de Buenos Aires

Girasol y maíz, los grandes jugadores

Representando al Nodo Sur, Felipe y Cristian Kleine de la Regional Bahía Blanca ‘Ricardo Ochoa’, brindaron un panorama de la campaña en el sudeste bonaerense.

El 2023 fue un año difícil para tomar decisiones. Los insumos se fueron calzando según las oportunidades de precios de los granos. Pese a la incertidumbre política y climática, la elección de cultivos se centró en mantener una rotación equilibrada. Destacaron el aumento significativo de hectáreas sembradas con maíz en detrimento de la soja en los últimos años.

Si bien el agua útil a 2 m no fue escasa, no alcanzó para sembrar el girasol en octubre debido a la falta de humedad superficial sobre los rastrojos de maíz, causada por la ausencia de cobertura volada por vientos intensos.

Los potreros muestran una situación más positiva, ya que oportunamente se implantaron cultivos de servicio (quemados químicamente en agosto).

Aunque las precipitaciones de diciembre fueron favorables (140 mm), permitiendo completar el plan de siembra de maíz y girasol, se enfrentan a riesgos por heladas tempranas de marzo. En la zona con tosca, la demanda ambiental está generando mermas en el potencial de rinde.

Los nacimientos de girasol y maíz fueron buenos pero demorados. Los girasoles sembrados primero están floreciendo y muestran signos de estrés por altas temperaturas. Aquellos gi-

rasoles que se sembraron el 20 de diciembre, están en estado vegetativo avanzado.

Los maíces, en diferentes etapas de desarrollo, se encuentran en buenas condiciones. Pese a las olas de calor y las escasas lluvias de enero, estiman rindes dentro de los promedios de la zona: 1.600 kg/ha girasol y 4000 kg/ha maíz.

En el sudeste bonaerense, el girasol llegó tarde pero seguro

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Maíz de 2º sobre rastrojos de cebada. A nivel general, el maíz continúa creciendo en superficie sembrada.

Centro y noroeste de Buenos Aires

Los cultivos ya manifiestan estrés hídrico y térmico

En el centro y noroeste de la provincia de Buenos Aires, Joaquín Simón (ATR Regional Aapresid Lincoln “Gabriel Garnero”) indicó que la campaña de gruesa 23/24 comenzó tras un invierno relativamente seco, con la siembra de maíz a mediados de septiembre, aprovechando un acumulado de 44 mm. La siembra de soja, girasol y sorgo comenzó en la tercera semana de octubre, cuando se volvieron a registrar precipitaciones que sumaron 70 mm.

Aunque el crecimiento de los cultivos se desarrolló en condiciones hídricas favorables, la recarga del perfil no fue adecuada. Lluvias posteriores, algunas intensas con granizo, sumaron 100 mm en noviembre y 150 mm en diciembre, asegurando un muy buen estado general de las especies. En enero, a pesar de acumular 85 mm, las reservas en el perfil fueron prácticamente nulas.

La falta de precipitaciones desde mediados de enero y las altas temperaturas llevaron a que los cultivos expresen sintomatología de estrés hídrico y térmico. Simón destacó el desarrollo vegetativo actual de los cultivos: soja de 1° está en R3-R4, maíces en grano pastoso (1⁄4 de línea de leche), maíces tardíos en V8-V9 (próximos a panojar), girasoles en R5-R6, sorgos en floración, y sojas de 2° en V4-R1.

En cuanto a las adversidades bióticas, recomendó prestar atención a plagas como defoliadoras y chinches en soja, así como de pulgón amarillo en sorgo. Respecto a las malezas,

las precipitaciones facilitaron la incorporación efectiva de los herbicidas preemergentes y un correcto cierre de surco, asegurando lotes limpios.

Dadas las condiciones actuales y de reanudarse las precipitaciones, se prevén rindes de 9000 kg/ha en maíz, 4500 kg/ha en soja, 7500-8000 kg/ha en maíces tardíos, 2500 kg/ha en girasol, 7000 kg/ha en sorgo y 2500 kg/ha en sojas de 2º.

Coincidiendo con los Kleine, Simón observó un aumento significativo en la superficie de maíz, con la soja acompañando, mientras que sorgo y girasol fueron elegidos en menor proporción.

La soja de 1° en el centro y noroeste de Buenos Aires se encuentra en R3-R4.

La Pampa

Semáforo amarillo

En el Nodo Oeste Medanoso, en la provincia de La Pampa, el Ing. Agr. Franco Vázquez (Asesor y ATR Regional Aapresid La Pampa) informó que la campaña de gruesa inició con bajo contenido de agua disponible debido a las escasas precipitaciones invernales.

Tanto en el sudoeste y noreste, las lluvias de mediados y fines de septiembre cambiaron las perspectivas, permitiendo la siembra de girasol con buenas condiciones, aunque los milímetros acumulados anuales seguían bajos.

Octubre, noviembre y diciembre trajeron lluvias por encima de los registros normales, recuperando los valores anuales y recargando el suelo para la siembra de soja y maíz.

Sin embargo, temperaturas elevadas y fuertes vientos generaron balances hídricos negativos, con signos de estrés hídrico en algunos lotes, agravados por tormentas con granizo que dañaron parcial o totalmente los cultivos.

Vázquez destacó la importancia de los rastrojos para reducir la evaporación y mitigar el aumento de temperatura del suelo en verano

En cuanto a herbicidas, advirtió problemas de fitotoxicidad con hormonales en soja con antecesor maíz, posiblemente vinculados a escasas precipitaciones durante el barbecho y pre-siembra.

En general, los cultivos están en buenas condiciones -excepto algunos lotes con signos de estrés hídrico en soja y maíz-, con el girasol en pleno llenado de grano. Aunque no se esperan sorpresas en los rendimientos hasta ahora, se anticipa variabilidad. “El rendimiento decrece desde el noreste hacia el sudoeste cómo las precipitaciones, sumado a presencia de tosca y cambios de altimetría”, dijo Vázquez.

Mantener los suelos con rastrojos reduce la evaporación del agua y regula la temperatura del suelo respecto a la ambiental.

Fuertes tormentas con granizo afectaron La Pampa y oeste de Córdoba, causando daños parciales y pérdidas totales en los cultivos estivales.

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Centro oeste de la provincia de Córdoba

Muy cautos con las expectativas de rendimiento. ¿El maíz salvará las papas?

Desde Río Tercero (Nodo Oeste), el Ing. Agr. Leonardo Gastón Dani (Asesor privado, productor y ATR Regional Río Tercero) señaló que la campaña también comenzó con el pie izquierdo en el centro oeste de la provincia de Córdoba.

Las lluvias durante el otoño, invierno y primavera 2023 fueron insuficientes. La campaña gruesa arrancó con perfiles muy por debajo de los valores normales, retrasando las fechas de siembra. La siembra de soja experimentó demoras de 20 a 50 días, iniciándose en diciembre y extendiéndose hasta enero. El maíz también sufrió retrasos de 10 a 30 días. Sin embargo, se intentó mantener el esquema de rotaciones (50% soja y 50% maíz).

La caída de granizo en una importante región complicó aún más la situación. “En algunos casos, hubo que resembrar la soja. El maíz sufrió daños en estadios V2 a V4, pero logró recuperarse”, reforzó.

La soja muestra daños por fitotoxicidad de preemergentes en V3 y V4 debido a retrasos en las aplicaciones por falta de lluvias.

Con respecto a las malezas, predomina Conyza spp. (Rama Negra), con bajos porcentajes de control en las primeras aplicaciones de otoño-invierno. Esto hizo que tuvieran que esperar las lluvias para realizar dobles golpes para su control.

En maíz, hay lotes apenas emergidos y otros en V5. “En general, los niveles de crecimien-

to iniciales son buenos a muy buenos”, acotó y subrayó no olvidar la fertilización nitrogenada para determinar el rendimiento.

El ATR Regional Aapresid Río Tercero estima expectativas de rendimiento más bajas que años anteriores, especialmente en soja debido al retraso en la siembra. En el caso del maíz, el panorama es un poco más alentador, confiando en que las precipitaciones de febrero se den en el período crítico para cerrar la campaña con niveles productivos superiores a los de la campaña 2022/23.

Resiembra de soja afectada por granizo.

Centro de Santa Fe

Las expectativas son alentadoras si llegan las precipitaciones de febrero

Centro oeste de la provincia de Santa Fe (Regional Aapresid Rafaela)

En el Nodo Litoral de la provincia de Santa Fe, la Ing. Agrónoma Ma. Celeste Zenklusen (Asesora privada y ATR Regional Aapresid Rafaela) señaló que el fenómeno climático de “El Niño” trajo precipitaciones desde mediados de octubre de 2023 hasta mediados de enero en el centro oeste provincial.

Esto provocó una recarga del perfil y humedad óptima al momento de la siembra de los cultivos estivales. “El total acumulado de lluvias, desde septiembre de 2023 a enero 2024, fue de 487 mm. En enero, registramos 81 mm acumulados, siendo la media histórica para esta zona de 122 mm”, agregó. Este escenario es un aliciente al tratarse de una de las regiones más castigadas por la sequía en los ciclos pasados.

En la zona se priorizó la siembra de soja, maíz y sorgo, mientras que la intención de siembra de girasol se desplomó debido a las condiciones de humedad del suelo.

En maíz de 1º, la siembra se corrió del 15/9 a mediados y finales de octubre, aprovechando las lluvias que comenzaron a caer a mediados del mes. El cultivo se fertilizó para arrancar con buena dotación de nutrientes, y en algunos casos, se refertilizó entre V6 y V8. “Hoy los maíces están en muy buen estado de desarrollo y con buenas condiciones ambientales para transitar su periodo crítico”, enfatizó.

La siembra de soja de primera transcurrió normalmente durante la primera quincena de noviembre con una humedad inicial muy buena, y ahora está en estadios de R4-R5. Mientras que la soja de 2° se desarrolló muy bien, aunque algunos lotes tuvieron que resermbrarse debido a las lluvias abundantes de diciembre.

Atención con las plagas, "Es fundamental aumentar la frecuencia de monitoreo en todos los lores"(Ma. Celeste Zenkiusen).

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Se reportó mala calidad de semilla de soja del año anterior, con buen poder germinativo aunque con vigor bajo, afectando el stand de plantas en algunos casos.

A pesar de los desafíos, en términos generales, la leguminosa se encuentra con un muy buen

desarrollo, aunque la demanda ambiental por las altas temperaturas de los últimos días genera preocupaciones por estrés en las plantas Es necesario que llueva en los próximos días para continuar con la normalidad de los cultivos en general, reflexionó la ATR de la Regional Rafaela.

Centro norte de Santa Fe (Regional Videla)

En el Centro Norte de Santa Fe, el Ing. Agr. Navier Picco (Asesor y ATR Regional Videla) compartió un cuadro de situación muy similar al relatado por Ma. Celeste.

“Tuvimos algo de recarga del perfil en otoño, pero fue insuficiente para sembrar en tiempo y forma lo que se tenía pensado de girasol y maíz de 1°. Lo poco que se sembró, enfrentó dos meses con estrés muy marcado.

“Las lluvias volvieron la 2da quincena de octubre, permitiendo cierta ‘recuperación’ en estos lotes de maíz, aunque veremos qué efecto tuvo el estrés”, comentó Navier y agregó: “A raíz de esto, muchos lotes que iban a maíz 1° pasaron a sorgo, maíz tardío o soja 1°; y los que iban a girasol, pasaron a soja 1°”.

Entre noviembre y mediados de enero, las precipitaciones estuvieron por encima de lo normal, recargando el perfil, pero demorando la siembra por falta de piso. Se registraron muchas resiembras por planchazos y lotes manchoneados por pérdidas, y pérdidas por damping off.

Repasando cultivo por cultivo, resumió:

Girasol: Los pocos lotes sembrados en fecha comenzaron a trillarse, mostrando rindes muy variables, mayormente bajos, afectados por el estrés post siembra.

Maíces de 1°: Sembrados en fecha (agosto/septiembre), los cultivos están en buena condición, llenando granos. El rendimiento dependerá de cómo la falta de agua afectó durante el período crítico.

Sorgo: Sembrado algo más tarde de lo habitual (fin de octubre-noviembre), están excelentes, con los más avanzados en floración. Se observa alta incidencia de pulgón amarillo.

Soja: En su mayoría, los cultivos están muy buenos, aunque un poco demorados por atraso en la siembra debido al exceso de precipitaciones. La mayoría de los lotes están entrando a estadío reproductivo y muchos debieron resembrarse. La escasez de semilla y/o su mala calidad (bajo poder germinativo), así como la presencia de cercospora trajo grandes problemas. A pesar de ello, la expectativa de rinde es buena si se dan las lluvias de febrero.

Maíces de 2°: se avanzó bastante con la siembra de maíz tardío, pero lo implantado está en muy buen estado, con una alta presión de Chicharrita (Dalbulus maidis), generando gran preocupación.

Atención con las plagas

Las expectativas de rendimiento en el centro de la provincia de Santa Fe son:

Soja 1°: 3300 kg/ha

Soja 2°: 2800 kg/ha

Maíz 2°/tardío: 7000 kg/ha

Sorgo: 4500 kg/ha

En la mayoría de las zonas, se advierte la presencia de las siguientes plagas:

Cultivo Plagas detectadas

Soja - Isoca bolillera (Helicoverpa gelotopoeon)

- Isoca medidora (Rachiplusia nu)

Maíz - Isoca cogollera (Spodoptera frugiperda)

- Isoca medidora (Rachiplusia nu)

Girasol - Isoca medidora (Rachiplusia nu)

Sorgo - Pulgón amarillo (Melanaphis sorghi).

- Chinches (Dichelops furcatus y Nezara viridula principalmente)

- Arañuela (detectada principalmente en La Pampa)

- Chicharrita (Dalbulus maidis)

Se detectó tanto en Santa Fe como en la zona de Lincoln.

Para un correcto manejo de plagas, se recomienda:

Seguir de cerca los cultivos, realizar monitoreos frecuentes y más exhaustivos.

Hacer hincapié en la calidad de las aplicaciones.

Más allá de haber sembrado materiales con eventos biotecnológicos de protección contra plagas, no relajarse.

Considerar los umbrales de daño económico para cada plaga antes de aplicar.

Utilizar fitosanitarios apropiados y rotar los principios activos.

En cuanto a las enfermedades, se está viendo mucha Septoria en soja en la zona de Rafaela.

De abundar las precipitaciones en lo que queda de la campaña, se recomienda hacer foco en las enfermedades de fin de ciclo con un manejo preventivo, ya que el contexto Niño es óptimo para su desarrollo.

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Atención con las orugas defoliadoras, a no descuidarse

De cara a la cosecha

Para maximizar la eficiencia a cosecha, los representantes de las regionales aconsejaron poner a punto las cosechadoras con anticipación y/o coordinar con los contratistas para evitar problemas logísticos. Las ventanas de siembra fueron cortas, por ende, las ventanas de trilla van a ser iguales, por lo que es crucial evitar complicaciones por falta de máquinas o congestión logística.

Yendo un paso más, este año será fundamental manejar los costos de producción y las opciones de venta, estando alertas a los cambios en los mercados y reglas de juego imperantes.

Para cerrar, podemos decir que esta campaña ha tenido diversos desafíos y también condiciones favorables para el desarrollo de los cultivos. Los profesionales a cargo de los distintos

"Detectar el inicio del pulgón amarillo en sorgo es clave dada su alta tasa de reproducción y daños al cultivo" (Navier Picco)

lotes, debemos realizar un seguimiento adecuado para captar todo el potencial que están expresando los cultivos al día de la fecha.

Agradecemos especialmente a Felipe Kleine, Cristian Kleine, Joaquín Simón, Franco Vázquez, Leonardo Dani, Ma. Celeste Zenklusen y Navier Picco, por sus valiosos aportes para esta nota.

Alerta en cultivos de verano: detección de resistencia múltiple en Morenita

Se detectó resistencia múltiple a glifosato y herbicidas inhibidores de la ALS en una población de Morenita (Bassia scoparia) en Argentina. Este hallazgo plantea nuevos desafíos para el manejo de malezas.

Autores: Marcos Yanniccari¹ y Ramón Gigón².

¹ Investigador CONICET, Chacra Experimental Integrada Barrow (INTA-MDA), Facultad de Agronomía (UNLPam).

² Consultor privado en manejo de malezas y herbicidas, RG Malezas.

MANEJO DE PLAGAS
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Morenita (Bassia scoparia (L.) A. J. Scott) es una especie nativa de Eurasia que se ha dispersado por el Norte y Sur de América. Se la encuentra difundida en gran parte de Argentina y con menor frecuencia en Bolivia (Brignone y Denham, 2021). Constituye una especie ruderal y maleza frecuente de cultivos de verano, hallada comúnmente en suelos bajos y algo salinizados (Troiani, 2016). Bassia scoparia es una hierba anual, de tallos erectos y ramificados que puede alcanzar hasta 2 m de altura, pertenece a la familia de las Chenopodiaceae. Ha sido declarada “Plaga de la Agricultura” en 1946.

En Canadá y Estados Unidos, se han hallado poblaciones de Morenita que evolucionaron resistencia a herbicidas de cinco diferentes sitios de acción, y en algunos de esos casos se ha reportado resistencia múltiple (Heap, 2023). En Argentina, se comunicó la resistencia de Morenita a herbicidas inhibidores de la ALS en poblaciones del centro oeste de la Pcia. de Buenos Aires (Monto-

NOS ACOMPAÑAN

ya et al., 2022; REM, 2022). La presente comunicación alerta sobre la evolución de resistencia a múltiples herbicidas, tanto inhibidores de la ALS (sulfonilureas e imidazolinonas) como glifosato.

La población presumiblemente resistente fue advertida por el asesor Ing. Agr. Juan Pablo Mocorrea, como un escape de la maleza sobre un cultivo de soja del partido de Adolfo Alsina. Trabajando con plántulas logradas a partir de semillas de plantas supervivientes a campo y de una población de susceptibilidad conocida, se realizaron curvas dosis respuesta a glifosato, metsulfuron e imazapir en la Chacra Experimental Integrada Barrow (INTA-MDA). Las plantas tratadas bajo condiciones controladas presentaban entre 4 y 6 hojas expandidas.

Los resultados de control a los 30 días de la aplicación, mostraron que el 100% de plantas de la población resistente sobrevivieron a la dosis recomendada de glifosato (1000 g e.a. ha-1), e incluso el 90% sobrevivió al doble de esa dosis recomendada (Figura 1). Estos datos llevaron a determinar un índice de resistencia a glifosato de 4,7.

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Figura 1. Respuesta de supervivencia de dos poblaciones Bassia scoparia luego de 30 días de la aplicación de diferentes dosis de glifosato, metsulfuron e imazapir.

En respuesta a herbicidas inhibidores de la ALS como metsulfuron e imazapir, los índices de resistencia fueron mayores a 16.

A la máxima dosis aplicada de metsulfuron o de imazapir, 8 veces la dosis recomendada, las plantas de la población resistente fueron capaces de sobrevivir en al menos un 90% (Figura 1).

La resistencia múltiple a glifosato y a herbicidas inhibidores de la ALS (Figura 2) expone un nuevo caso de evolución de resistencia y desafía el manejo de malezas en los cultivos de verano.

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Figura 2. Respuesta de una población de Bassia scoparia del partido de Adolfo Alsina a diferentes dosis de glifosato, metsulfuron e imazapir a 30 días desde la aplicación.

Mira el video y escucha a los especialistas sobre este alerta de resistencia.

REFERENCIAS

Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-226

El fruto rojo que federaliza su presencia en Argentina

La frutilla se destaca como la más popular entre los frutos rojos. En esta nota, vamos a contarte acerca de su origen comercial gracias a un espionaje, su llegada a Argentina inicialmente como un “pasatiempo” de un productor y también algunos detalles sobre su producción en diversos puntos del país, consolidándose como un fruto cada vez más federal.

Por: Ing. Agr. Antonella Fiore Prospectiva - Aapresid

PRODUCCIONES ALTERNATIVAS
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“Morango” en portugués, “frágola” en italiano, “fraise” en francés y “strawberry” en inglés son algunos de los nombres que tiene la frutilla o fresa. Al observarlas detenidamente, podemos ver que están coronadas por sépalos verdes, presentan una forma cónica o casi redondeada de tamaño variable, de colores rojos llamativos, y con un sabor que varía entre ácido y muy dulce.

Las frutillas se encuentran presente en las góndolas de los supermercados argentinos, ya sea para ser consumidas frescas o en productos manufacturados como mermeladas, jaleas, helados y golosinas. Pero, ¿cuál es su origen? ¿Cuándo fue su llegada a Argentina? ¿Cuáles son las regiones productoras en el país? ¿Cuál es el manejo y los cuidados a tener en cuenta desde el inicio de la cadena en las chacras de los productores hasta su llegada a la mesa de los hogares argentinos? Estas son algunas de las preguntas que responderemos a continuación sobre la protagonista de la columna de este mes.

Historia de Fragaria x ananassa: la frutilla comercial que consumimos todos

Fragaria x ananassa, la frutilla que más conocemos, pertenece a la familia de las Rosáceas, subfamilia Rosóideas, tribu Potentilla y género Fragaria Linn (del latín “fragans”, que significa fragancia).

Las frutillas de fruto grande surgieron como resultado de “cruzamientos ocasionales” producidos en Europa entre Fragaria chiloensis y Fragaria virginiana. Estos cruzamientos, designados por Duchesne con el nombre científico de Fragaria x ananassa Duch o simplemente Fragaria ananassa, se convirtieron en la especie botánica básica de las variedades comerciales ¿Cómo fue que se dió este “cruzamiento ocasional”? Por espionaje. Sí, leíste bien, por espionaje.

Fragaria chiloensis fue ampliamente utilizada por las tribus indígenas mapuches hace aproximadamente 1.000 años. Estas tribus la consumían como fruta fresca, deshidratada, fermentada y también como infusiones medicinales. También existían plantas de F. chiloensis con frutos rojos, amarillos y blancos, y se cree que estos últimos fueron lo más domesticados.

Cuenta la historia que los mapuches empleaban mini parcelas de F. chiloensis como trampas para los soldados españoles durante la época

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de la conquista (Finales S XV). En esa época, los indígenas sólo cultivaban pequeñas parcelas. Luego de la conquista,se comenzaron a establecer huertos comerciales de F. chiloensis en la zona costera-sur de lo que hoy es Chile.

El cultivo de F. chiloensis se expandió por Sudamérica a partir del movimiento de los escuadrones españoles, llegando a lo que hoy es Perú, Colombia y Ecuador. En este último país, se cultivó una extensa superficie de F. chiloensis, con muy buenas características organolépticas, duración y resistencia a la selección/viajes. Esto llamó la atención a algunos europeos que visitaban la región en esa época.

Entre 1714 y 1716, el espía y capitán francés

Amedee Frezier se encontraba mapeando las fortificaciones españolas cerca de Concepción en Chile. En ese entonces, seleccionó algunas plantas con las mejores características de fruta y las llevó a Marsella. Durante el viaje, sólo so brevivieron 5 plantas, que fueron entregadas al director del Jardín de Plantes en París, Antoine de Jussieu, donde se encontraban plantados clones de F. virginiana.

“Desafortunadamente”, los primeros reportes sobre F. chiloensis en Europa no fueron positi vos, ya que Frezier no se percató de que solo había importado plantas que requerían polini zantes para producir frutillas.

Mapa de Amédée Frezier durante su viaje por Sudamérica, en el que seleccionó algunas plantas con las mejores características de fruta -incluida la frutilla- y las llevó a Marsella (Gentileza: Grupo Fragaria).

Las frutillas chilenas, al igual que muchas otras variedades, se reproducen de forma asexual, por lo que una planta creará una alfombra de varias plantas idénticas genéticamente. En ese momento nadie lo sabía pero muchas especies de frutillas son dioicas, es decir, cada individuo tiene un sexo y requiere de su par opuesto para producir frutos.

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Los expertos no tardaron en resolver este problema al descubrir que F. chiloensis podía producir fresas cuando era polinizada por F. virginiana. Fue el botánico Antoine Nicholas Duchesne quien identificó estas como híbridas de F. chiloensis x F. virginiana, y las llamó Fragaria x ananassa para destacar el aroma de la fruta, similar al de la piña o ananá.

Los programas formales de mejoramiento comenzaron en Inglaterra en 1817 bajo la dirección de Thomas A. Knight, quien continuó utilizando F. chiloensis y F. virginiana como líneas base de sus cruzas. Las primeras variedades que obtuvo fueron Downton y Elton, ambas con muy buenas cualidades de calibre y vigor. Al mismo tiempo, Michael Keen en Londres, obtuvo la gran variedad Keen Seedling, que es antecesora de muchas variedades actuales.

Así, los programas de mejoramiento se iniciaron en Europa, para luego llegar a Norteamérica algunas décadas más tarde. En esta región, se logró obtener gran parte de los ancestros así como las variedades actuales que hoy cultivamos de frutilla/fres

El gran agrónomo y botánico francés Antoine Nicholas Duchesne, padre de la frutilla/fresa actual (Gentileza: Grupo Fragaria)

Llegada a Argentina: principio del siglo XX

Coronda, localidad ubicada a 47 kilómetros de la capital de Santa Fe, ostenta el título de “capital nacional de la frutilla” en Argentina. Esto se debe a que las primeras plantaciones de frutillas se efectuaron allí, específicamente en el año 1919.

Fue don Lamperto Lafuente quién inició las primeras plantaciones como un “pasatiempo”. Luego, regaló algunas plantas a Juan Savoya, quién a su vez las obsequió al inmigrante español José García García. Este último decidió llevar a cabo una siembra comercial, obteniendo buenos resultados que propiciaron la prosperidad del cultivo en Argentina.

Primera descripción de Fragaria x ananassa en Europa hecha por Philip Miller, en 1759, en su edición de The Gardener Dictionary. Gentileza: Grupo Fragaria (www.grupofragaria.com)
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Zonas de producción frutillera en Argentina

Según un informe elaborado por www.argentina.gob.ar, en relación a la distribución provincial del cultivo de frutilla, un 37% del total se encuentra concentrado en la provincia de Buenos Aires, seguido en orden de importancia por Santa Fe y Tucumán (24%), Salta-Jujuy (6%) y Neuquén-Rio Negro (4%) (Figura 1).

La distribución del área productiva y las variedades adaptadas a cada zona permiten tener oferta de frutilla prácticamente durante todo el año (Cuadro 1).

Figura 1. Principales zonas productoras de frutilla en Argentina

En Argentina, las principales variedades utilizadas son de origen californiano, como Benicia, San Andrea, Albio, Frontera, Petaluma, Camino Real y Monterrey. Actualmente, se están incorporando variedades como Rociera, Rábida y Rikas, que producen frutas grandes y rojas, atendiendo a la demanda de los consumidores. La variedad Rábida se destaca por su precocidad y aroma; Rociera por su excelente calidad hasta el final de campaña, y Rikas por ser refloreciente con una calidad excelente.

Entre las variedades más utilizadas se encuentran:

Variedades de día corto: la yema floral se induce cuando los días tienen una duración menor a las 13 horas y con temperaturas entre los 8 y 24 ºC. Son aptas para la producción otoño-invierno-primaveral por lo que se cultivan en la zona centro-norte con climas templados a cálidos del país, como Coronda, Tucumán y

Corrientes, entre otras provincias. Ejemplos de variedades de días cortos son Camarosa, Sabrina, Sabrosa, Splendor, Sweet Charlie, Benicia, Palomar, Ventana, Fortuna, Festival y Camino Rea.

Variedades de día neutro: la inducción se da con temperaturas entre 8 y 25 ºC, independientemente de la longitud del día. Predominan en la zona centro-sur del país, como las regiones de Buenos Aires, Mendoza y Patagonia. La cosecha se produce en el período primavero-estival y gran parte del otoño. Ejemplos de variedades de días neutros incluyen Fern, Selva, Seascape, Whitney, Kp, Diamante, Aromas, San Andreas, Sweet Ann, Fern, Portolas, Monterrey, Cristal, Seascape y Albión.

Las variedades de días largos: no se producen comercialmente en nuestro país.

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Cuadro 1. Calendario de oferta de frutilla en nuestro país (Gentileza: www.argentina.gob.ar)

Cuestiones de manejo, cuidados y generalidades

Entre los tipos de plantines, se encuentran:

Planta fresca: Se propaga en viveros ubicados en zonas frescas del sur del país o de altura, para acumular las horas de frío antes de ser trasplantadas por el productor. Se cosecha y trasplanta a raíz desnuda (mayormente sin hojas) en marzo y abril en las regiones del Noroeste, Noreste, Central y Litoral.

Planta refrigerada: Es una planta fresca que, luego de ser extraída del vivero, se coloca en cámaras con una temperatura entre 0 y 2 ºC durante 20 días. Esta técnica tiene como objetivo asegurar la cuota de frío que los primordios florales necesitan, lo que resulta en un aumento de los rendimientos, especialmente en años con inviernos suaves.

Planta frigo conservada: Se arranca del vivero en julio, cuando está en dormición, y se al-

macena en cámaras frigoríficas a -2 ºC durante 2 a 8 meses. Posteriormente, se trasplanta en primavera o verano, a raíz desnuda y sin hojas. Esta técnica busca romper la dominancia apical para favorecer la ramificación de la corona, aumentando así los rendimientos en la primavera siguiente gracias al incremento del número de ramificaciones florales.

En cuanto a la producción de plantines en vivero en Argentina, esta se lleva a cabo al sur del paralelo 43º (por ejemplo, Trevelin en Chubut) o en localidades de altura de montaña (como Mendoza). Para estimular la emisión de estolones, se recomienda podar los racimos florales. Es importante tener en cuenta que la calidad del plantín es uno de los factores más importantes para lograr una buena producción de frutas.

Condiciones de ambiente, cuestiones de manejo y generalidades

Una vez obtenidos los plantines, es clave que el suelo tenga la humedad ideal para la plantación, y esta debe mantenerse durante los primeros quince días después de la misma. La corona del plantín debe ubicarse a nivel del suelo; si queda demasiado alta, sobresaliendo del suelo, existe un mayor riesgo de fallas, ya que las raíces expuestas al aire y a las variaciones de temperatura y humedad son más sensibles a la sequedad.

Si bien la frutilla prospera en diferentes tipos de suelo, prefiere aquellos de textura suelta, con buen drenaje (no tolera encharcamientos), alto contenido de materia orgánica, con un pH de 5 a 6 y sin presencia de sales.

El cultivo se adapta a ambientes de baja luminosidad (umbrófilas). Aunque un ambiente húmedo favorece el crecimiento de la planta, también propicia la aparición de enfermedades.

En las zonas productoras del país, se utilizan principalmente sistemas de plantación como el sistema de hilera doble y en platabandas. Los cultivos pueden ser conducidos a campo sin protección, semiforzados protegidos con túneles bajos (técnica muy común), o forzados en túneles altos (muy difundidos) o invernaderos.

La cosecha es escalonada y se realiza de forma manual, tomando la fruta por el pedúnculo (palillo), todos los días o cada dos días, según época del año. Las frutas deben cosecharse cuando presentan aproximadamente el 75% de su superficie con color rojo o rosado.

La frutilla es una fruta de moderada a alta tasa respiratoria, baja producción de etileno y comportamiento no climatérico. Una vez cosechada, la temperatura (cercana a 1 ºC) es una herramienta crucial para reducir el deterioro poscosecha.

En Argentina, la frutilla es una de las frutas más apreciadas por los consumidores debido a su dulzura, atractivo aspecto y versatilidad en su uso. El consumo promedio ronda el 1 kg/habitante/año.

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Es importante tener en cuenta que la calidad del plantín es uno de los factores más relevantes para lograr una buena producción de frutas.

REFERENCIAS

Consulte las referencias ingresando a www.aapresid.org.ar/blog/revista-aapresid-n-226

Entre la cancha, el escenario y el compromiso con Aapresid: un socio y líder polifacético

Familia, música, Central y Aapresid son algunos de los capítulos que atraviesan la vida de José “Chino” Galvano, socio y líder destacado que deja su impronta por los lugares que pasa. Su historia también incluye algunas sorpresas, como su participación en un programa de radio y su pasado como jugador de fútbol, nada menos que en el eterno rival de su querido Rosario Central.

José “Chino” Galvano es el socio destacado de este mes, una persona sumamente comprometida con la institución, apasionado por el trabajo en equipo y una pieza clave para el impulso de Aapresid Joven.

SD - SOCIO DESTACADO
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Ficha personal

Nombre: José Miguel “Chino” Galvano

Profesión: Lic. en Marketing

Lugar de nacimiento: Rosario (Santa Fe)

Familia: Casado con Marina, papá de Luca (20) y Luz (17)

Pasiones: “Podría resumirlas en familia, música, Central y Aapresid. También me gusta leer y capacitarme. Básicamente, un poco de todo. En mi familia suelen decirme que ya es hora de hacer menos cosas, pero lo veo difícil”, comenta entre risas.

Además, el Chino tiene otras pasiones, como el fútbol -es un ferviente hincha de Rosario Central-, y la música, que lo llevó a ser cantante de una banda de hardcore y metal. Durante la charla, surgieron otros datos que no conocíamos, como enterarnos de que tuvo un programa de radio en la 97.9 de Rosario y también su pasado como jugador de fútbol profesional, nada menos que en Newells Old Boys, el principal rival de su querido Central.

El origen de su apodo, su carrera en Marketing y el primer contacto con Aapresid

La historia detrás del apodo “Chino” se remonta a su infancia jugando al fútbol. “Me llamo José Miguel por mis dos abuelos -uno se llamaba José y el otro Miguel-, pero desde chico me dicen Chino, porque me río mucho y se me achinan los ojos. Un amigo del fútbol me bautizó así, y ahora todo el mundo me llama ‘Chino’, excepto mis viejos, que para ellos soy José Miguel".

Aunque hoy vive en Marcos Juárez, Córdoba, nació y se crió en Rosario, y asegura ser “más rosarino que el Monumento”. En un principio, planeaba seguir el negocio familiar de bazar mayorista que tenía su papá, y por eso decidió estudiar Marketing. En ese entonces, conoció a Marina, su mujer, que estudiaba Agronomía y era oriunda de Marcos Juárez. “Después de recibirnos, surgió la posibilidad de mudarnos a esta ciudad, lo que me llevó a meterme de lleno en el mundo agropecuario”, cuenta.

Estando en Marcos Juárez, el Chino decidió estudiar para ser recibidor de granos mientras

“Nuestra misión es clara: dejar a nuestros hijos un campo en mejores condiciones de las que lo recibimos”.

trabajaba en la empresa familiar que tienen con la familia de su mujer. La empresa se dedica a la producción agropecuaria y, además del Chino y su mujer, trabajan su suegro Norberto, las hermanas de Marina -Cristina y Daniela-, y sus respectivos maridos, Sebastián y Ramón “Moncho” García -quien también es socio de Aapresid. “Tenemos un enfoque innovador, especialmente en lo que respecta a rotación de cultivos y preservación del suelo. Además de los cultivos tradicionales como maíz, trigo y soja, hacemos cultivos de servicios y apostamos siempre por la última tecnología”, cuenta el Chino y agrega: “Nuestra misión es clara: dejar a nuestros hijos un campo en mejores condiciones de las que lo recibimos”.

Su encuentro con Aapresid se dio gracias a su amigo Gabriel Pellizón, quien lo invitó a unirse a la Regional Los Surgentes-Inriville. Allí, el Chino encontró no solo conocimiento técnico de vanguardia, sino también una red de amigos que lo enriquecieron enormemente.

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Su entusiasmo y dedicación lo llevaron a ser tesorero de la Regional, luego vicepresidente y también presidente. Cesar Belloso fue quien lo invitó a formar parte de la Comisión Directiva de Aapresid y así completó un "círculo virtuoso que me cambió la vida”, asegura.

Motivación y liderazgo: la huella que dejó en Aapresid Joven

Su visión trasciende lo técnico y se destaca en el terreno de las relaciones humanas, la motivación y la camaradería. Es un convencido de la importancia del trabajo en equipo y desde su ingreso a Aapresid viene aportando en este sentido. Todos los presidentes, desde la gestión de Belloso hasta hoy, lo han convocado para formar parte de la Comisión Directiva, lo que confirma su gran contribución.

El Chino también fue Director Adjunto de Regionales durante tres años pero, sin dudas, uno de sus mayores desafíos fue haber sido responsable de reactivar el proyecto de Aapresid Joven en 2017. Fue su gran amigo Pedro Vigneau quien lo llamó para reflotar el proyecto. “Lo primero que le pregunté a Pedro fue qué quería que hiciera, y su respuesta fue: ‘Hacé lo que quieras’. Fue buenísimo pero a la vez desafiante, ya que arrancás de cero”, reconoce.

El Chino no se achicó y se puso a trabajar en el proyecto desde el primer día. Hoy son más de 300 jóvenes vinculados a la institución, hay una Comisión Jóven de Aapresid y muchos forman parte de la Comisión Directiva. “Siempre decimos que es el semillero de la institución y los futuros líderes de la comunidad agroalimentaria”, asegura con orgullo.

Chino junto a Emilia Macor, actual presidenta de Aapresid Joven.

Su entusiasmo por Aapresid Joven se refleja en las miles de anécdotas que fue registrando mientras le tocó liderar el proyecto. Inicialmente, comenzaron recopilando teléfonos en los Congresos de Aapresid y eventos como Expoagro. “Todo era muy artesanal, les contábamos cómo era, dábamos charlas y les tomábamos sus datos”, cuenta. WhatsApp solucionó el problema de las distancias y empezaron con un grupo de 50 personas. A medida que la convocatoria fue creciendo, tuvieron que abrir un nuevo grupo porque se había alcanzado el límite de usuarios.

El Chino destaca la frescura de los jóvenes y cómo su participación aporta una mirada más pragmática y resolutiva. "Los jóvenes ven de otra manera las cosas; parece una nimiedad pero

no, su perspectiva suma muchísimo”, asegura. Y lo ilustra con una lección que aprendió a partir de una charla con su hijo Luca. “Había mandado un mensaje al grupo invitándolos a una charla, y nadie me respondía. Y ahí mi hijo me dijo: ‘¿Qué esperás, papá? ¿querés que todos te pongan el pulgar arriba? Vas a tener 150 pulgares arriba’. Y tenía razón. Los jóvenes ya vieron tu mensaje y, llegado el momento, se inscribirán o estarán en la charla. Son así, prácticos”.

La movida que arrancó con la recopilación de números de teléfono y que después derivó en un grupo numeroso y entusiasta de jóvenes, evidencia el éxito de la iniciativa; nutriendo no solo a Aapresid sino a toda la comunidad agropecuaria con una nueva generación comprometida.

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Con su gran amigo Pedro Vigneau, presidente honorario de Aapresid.

Fútbol, música y hasta un programa de radio

Casado con Marina, papá de Luca y Luz, el Chino comparte con su familia varias de sus pasiones, entre las que se destaca su amor por Rosario Central. “Empecé a ir a la cancha con mi papá, cuando tenía 5 años, y hoy comparto esa misma pasión con mis hijos”. De hecho, le

tocó ver a su equipo salir campeón de una liga en dos oportunidades: la primera vez con su papá y la segunda con su hijo Luca. “La última vez que salimos campeones, yo tenía 14 años y habíamos ido con mi viejo a la cancha de Tem perley, en Buenos Aires. Y ahora, después de tanto tiempo, volvimos a salir campeones y lo compartí con Luca en Santiago del Estero”.

Además de su pasión como hincha, siempre le gustó jugar al fútbol. Las paradojas y vueltas de la vida, lo llevaron a ser jugador del archirrival canalla, el mismísimo Newells Old Boys. “Juga ba en un club de mi barrio, que venía ganando varios campeonatos. Cuando me viene a bus car NOB, yo no quería saber nada, pero mi vie jo me convence diciéndome que me ayudaría a nivel de entrenamiento. Y terminé jugando en Newells un tiempo, cosa que me costó algún insulto, pero el nivel de entrenamiento me sir vió para toda la vida”, reconoce.

En Viena, viendo al Rapid Viena con su hijo Luca

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De vacaciones con su familia.

Sin ocultar su orgullo, cuenta que fue “el goleador histórico del Encuentro Anual de Regionales” y que recibió una plaqueta en uno de los últimos encuentros. Eso sí, hay quienes ponen en duda la veracidad de las estadísticas, puesto que era el propio Chino quien se encargaba de llevar este registro.

Además del fútbol, su amor por la música y el rock es evidente. No solo fue el cantante de una banda de hardcore y metal, con la que dieron varios recitales y lanzaron varios discos, sino que también participó en un programa de radio con un amigo. “A los 17 años, viajé a Europa y me traje un montón de vinilos de grupos poco conocidos en Argentina. Un amigo que conducía un programa los domingos de 22 a 00 en la 97.9 de Rosario, me invitó a sumar-

me para compartir esa música”, cuenta. Incluso confiesa que siempre tuvo pendiente estudiar periodismo.

La música le permitió conocer muchos amigos, algunos de los cuales son reconocidos productores musicales, y hoy disfruta de esta pasión yendo a recitales por todo el mundo.

Así, entre familia, música, Central y Aapresid, José Miguel "Chino" Galvano vive su historia llena de pasión y buen humor, siempre. "Tengo una agenda variada y divertida. A veces pienso que tengo demasiadas cosas, pero cuando no tengo mucho que hacer, me aburro", admite.

Sorgo 360°: consideraciones para un manejo exitoso

La diversidad de biotipos y la flexibilidad nutricional del sorgo lo convierten en una elección estratégica en la planificación de sistemas ganaderos, sobre todo en regiones con balances hídricos limitados. Recomendaciones para asegurar una siembra y producción óptimas.

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La capacidad del sorgo para adaptarse a diferentes condiciones, generar fibra de calidad en condiciones adversas y ofrecer una amplia variedad de opciones de materiales, hacen de este cultivo una elección estratégica en sistemas ganaderos, especialmente en contextos de restricción hídrica.

En su paso por Agenda Aapresid Juan Lus (consultor privado) y Diego Mattalia (Advanta) amplían sobre los beneficios y recomendaciones de incorporar sorgo forrajero en sistemas ganaderos.

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Biotipos y adaptabilidad marcan la diferencia en sorgo

El sorgo es una especie con una gran rusticidad que le permite tener una distribución muy amplia en nuestro país. Uno de sus aspectos notables es la tolerancia a diversos estreses, especialmente en ambientes con limitantes hídricas, donde destaca por su capacidad de transformación de escasos milímetros de agua en materia seca, especialmente en fibra.

Uno de los principales beneficios que aporta el sorgo como especie es que presenta una gran

diversidad de biotipos que permiten cumplir con las expectativas que se requieren en planteos ganaderos de diferentes características, magnitudes y ambientes.

Estas variedades han sido desarrolladas para diferentes usos, menciona Juan Lus, tales como los sorgos multicorte para pastoreo animal con capacidad de rebrote que permite varios aprovechamientos a lo largo del ciclo estival; los sorgos sileros con un componente 70:30 de planta/pa-

noja cuyo destino principal es generar altos volúmenes de fibra de alta digestibilidad; y aquellos sorgos con gen BMR (Brown Mid Rib o nervadura marrón), que mejoran la calidad de la fibra y su digestibilidad al bajar un 50% el contenido de lignina y aumentando a 8-15% la digestibilidad. Además, existen versiones fotosensitivas y de doble propósito que amplían las opciones según las necesidades del sistema ganadero.

Los materiales fotosensitivos son aquellos que no florecen en la región pampeana por tener un ciclo extremadamente largo y carecen de panoja, por lo que también son excelentes para

pastoreo por su gran velocidad de rebrote. “La paleta de opciones abarca desde las versiones de sorgos fotosensitivos normales o fotosensitivos BMR y de pastoreo normales o pastoreo BMR, hasta los sileros clásicos de tipo BMR”, detalla Lus.

Para completar esta gran diversidad, no se pueden dejar de mencionar los sorgos doble propósito con una producción del orden de 60:40 de material vegetativo/panoja; y, finalmente, los bien conocidos sorgos graníferos.

Producción eficiente y fibra de calidad: nutrición asegurada

Aunque el sorgo no alcanza a igualar la calidad de fibra de un maíz ni la cantidad de mega calorías que proporciona un maíz ensilado, no se queda demasiado atrás si se elige el híbrido adecuado. La capacidad del sorgo de producir fibra de altísima calidad, incluso en condiciones de estrés hídrico, es definitivamente una ventaja estratégica y lo posiciona como una alternativa valiosa en la dieta de los animales.

Esta característica le otorga una flexibilidad nutricional excepcional que, sumada a la amplia variedad de opciones, biotipos y materiales, supera a la del maíz. Por esta razón, la elección del híbrido correcto se vuelve crucial para satisfacer las necesidades específicas de un planteo ganadero, resaltando la importancia de una selección cuidadosa.

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¿Cómo garantizar una siembra de sorgo exitosa?

Para asegurar un cultivo de sorgo exitoso es fundamental seguir una hoja de ruta que incluya algunos criterios básicos:

La planificación previa a la siembra juega un papel crucial, debiendo contemplar la correcta elección del ambiente y la cobertura de las necesidades agroclimáticas para un desarrollo óptimo. A pesar de la rusticidad de esta especie, capaz de soportar altas temperaturas y condiciones hídricas restrictivas, también es muy vigorosa en su crecimiento pero no tiene gran capacidad de competencia por malezas. Asimismo, el paquete de herbicidas disponibles para su control es relativamente limitado y por ello se debe controlar la presión de malezas en el lote para evitar la competencia y posibles fracasos en la implantación. La rotación de cultivos adecuada también contribuye a maximizar las probabilidades de éxito.

Otra de las cuestiones claves es la elección del momento oportuno de siembra. Esta se debe realizar con humedad y temperatura del suelo adecuadas para lograr una rápida imbibición de la semilla y una germinación uniforme. En este sentido, se debe evitar la siembra demasiado anticipada.

La densidad de siembra apropiada debe acompañar estas decisiones. Dada la amplia variedad de materiales disponibles, es importantísimo ajustar la densidad de plantas por metro según el biotipo y el híbrido de sorgo seleccionado, ya que cada uno puede reque-

rir una densidad específica para optimizar el rendimiento del cultivo.Siempre es necesario considerar la funcionalidad del sorgo y las necesidades específicas del sistema ganadero al determinar la densidad de siembra y la distancia entre surcos.

La distancia entre surcos debe establecerse en función del uso previsto (pastoreo, ensilaje, etc.), teniendo en cuenta el tamaño de los animales que transitan por el cultivo. Una clave importante es ubicar las líneas de siembra en el mismo sentido del ingreso de los animales para evitar la ruptura de plantas durante el aprovechamiento.

Siguiendo estos criterios básicos y realizando una planificación detallada antes de la siembra, se pueden maximizar las posibilidades de obtener un cultivo exitoso de sorgo, con una alta cantidad de plantas y un rendimiento óptimo a lo largo del ciclo del cultivo.

Bueno, robusto y versátil: el sorgo saca chapa en la ganadería

El sorgo se presenta como un recurso clave en la ganadería gracias a su versatilidad y a su adaptabilidad a condiciones adversas. Desde su uso granífero hasta su papel en la rotación, este cultivo impacta positivamente en la sostenibilidad y productividad ganadera. Un repaso de los diferentes híbridos disponibles en el mercado.

Por: Dr. Ing. Agr. José

Martín Jáuregui

Profesor Adjunto- Cátedra Forrajes (FCA - UNL).

La producción ganadera tiene un gran dinamismo y enfrenta el gran desafío de lograr un equilibrio entre la oferta y la demanda de forraje. Durante los meses de verano, caracterizados por temperaturas elevadas y déficits hídricos temporales (a menudo frecuentes), las pasturas perennes templadas experimentan una disminución significativa en su rendimiento. Esta situación se hace aún más evidente en zonas subtropicales, como gran parte de Argentina, donde el mercurio a menudo supera los 25 °C, excediendo el umbral óptimo para especies forrajeras templadas.

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Ante este escenario, los cultivos de verano se vuelven una alternativa crucial para satisfacer la demanda de forraje, y es aquí donde el sorgo, con su robustez y versatilidad, desempeña un papel estelar. Originario de regiones tropicales, el sorgo se adapta muy bien a las altas temperaturas y a la escasez hídrica. Su rica di-

versidad genética brinda además un amplio espectro de híbridos para elegir, optimizando así su adaptación a diversos sistemas productivos.

A diferencia del maíz, que requiere suelos más fértiles y enfrenta una floración muy acotada en el tiempo –vulnerable a condiciones climá-

ticas adversas–, el sorgo prospera en suelos menos fértiles y presenta una floración más flexible. Esto se traduce en una mayor seguridad para el productor, ya que el maíz, en condiciones de alta temperatura y baja humedad durante su floración, puede experimentar una drástica reducción en la producción de grano, reduciendo el rendimiento final y/o la calidad del silo si ese es el destino del cultivo. Además, el sorgo se destaca por su capacidad de rebrote, una ventaja significativa sobre el maíz, que, una vez cosechado o pastoreado, prácticamente no rebrota.

A continuación, analizaremos brevemente el uso y los tipos de híbridos más importantes que existen en el mercado.

Granífero

Los sorgos graníferos son cultivos ampliamente utilizados para la producción de grano, siendo ideales para sistemas de engorde intensivo de ganado debido a su alto contenido energético. En estos sistemas, es clave realizar el partido o molienda del grano para asegurar una correcta digestión y aprovechamiento en el rumen del animal. Además, el sorgo granífero se ha consolidado como un commodity relevante en los mercados agroexportadores globales, siendo materia prima para la industria productora de alimentos balanceados. En algunos países en desarrollo, especialmente en África, se utiliza ampliamente para la alimentación humana debido a su versatilidad para el procesamiento y consumo.

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Silaje

El sorgo para silaje ofrece una solución práctica para la conservación de forraje. Los tipos más recomendados para silaje son el silero azucarado, el silero BMR (de nervadura marrón) y los híbridos de doble propósito. Estos híbridos proporcionan un equilibrio óptimo entre cantidad y calidad de forraje. La elección del híbrido adecuado debe tener en cuenta la digestibilidad potencial (cantidad de grano), el contenido de proteína, y la capacidad de adaptación a las condiciones agroecológicas del lugar. Es fundamental recordar la importancia de utilizar el cracker, preferiblemente específico para sorgo, al confeccionar los silos. Esto garantiza la correcta degradación de los granos en el rumen de los animales.

Sorgo silero en el punto óptimo para la confección de silo.

Híbridos de sorgos para consumir en forma diferida

Diferir cultivos de sorgo para utilizarlos en pie durante el invierno es una práctica clave, especialmente útil durante los períodos de escasez invernal en sistemas templados y subtropicales de producción. Al diferir el pastoreo de sorgo, se puede proporcionar alimento de bajo costo para el ganado durante el invierno. Por lo general, para este propósito se suelen usar sorgos azucarados ya que mantienen una mayor cantidad de azúcar en el centro de la caña, lo que mejora la digestibilidad en comparación con otros materiales. También se pueden incluir sorgos con el gen BMR, que aumenta la digestibilidad de la fibra y, por ende, mejora la respuesta animal.

El sorgo diferido, al igual que cualquier forraje seco, tiende a tener niveles de proteína muy bajos, de alrededor del 4-5%. Esto hace necesario complementar este recurso con fuentes de proteína, especialmente en animales de alta demanda nutricional, como vacas en lactancia. La proteína complementaria no solo enriquece el valor nutritivo del forraje, sino que también contribuye al crecimiento de la masa microbiana del rumen, mejorando la digestión de la fibra. Asimismo, para un uso eficiente de este recurso, es indispensable contar con un excelente sistema de parcelas fijas o móviles (alambrado eléctrico).

Novillos en un lote de sorgo diferido como alimento para el invierno.

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Forrajero

El sorgo forrajero, empleado como verdeo estival, es un recurso valioso debido a su alta producción de biomasa y su elevada capacidad de rebrote. Los cultivares forrajeros, que abarcan tipos fotosensitivos (que generalmente no florecen en nuestras latitudes), azucarados y Sudan o Sudan BMR (baja lignina), suelen ser los que más se utilizan para este fin. Estos cultivares se caracterizan por su rápida generación de biomasa y son ideales para sistemas que requieren forraje de calidad moderada y múltiples aprovechamientos. Para maximizar el uso de estos recursos en pastoreo, es crucial respetar algunos principios básicos:

Ingresar a pastorear cuando el cultivo alcance una altura de 25-30 cm. Debido a que las tasas de crecimiento durante el verano suelen ir en aumento, ingresar temprano permite maximizar el aprovechamiento en pastoreo. Esta altura de ingreso suele ser motivo de controversia, ya que existen muchas publicaciones técnicas que sugieren ingresar cuando el material alcanza los 40-50 cm para evitar intoxicaciones. Sin embargo, es importante destacar que las intoxicaciones por durrina (un glucósido cianogénico que se transforma en

ácido cianhídrico en el rumen y puede llevar a la muerte del animal) ocurren cuando la planta estuvo sometida a condiciones de estrés, como sequías prolongadas, daños extremos por granizo o altas temperaturas. En condiciones normales del cultivo, los niveles de durrina son muy bajos, permitiendo el aprovechamiento temprano y maximizando la eficiencia de uso bajo pastoreo.

Ajustar el tamaño de las franjas y, si es posible, utilizar franjas diarias para maximizar la eficiencia de cosecha.

Mantener en excelentes condiciones el estado de los electrificadores y los alambrados eléctricos. Esto evitará pérdidas por pisoteo de animales que se crucen a otras parcelas.

Inclusión del sorgo en la rotación

La integración del sorgo en los sistemas ganaderos es una estrategia que no solo enriquece la dieta del ganado, sino que también aporta beneficios significativos al suelo y a la sostenibilidad general del sistema. El sorgo puede contribuir a mantener y mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Su sistema radicular profundo ayuda a mejorar la estructura del suelo, aumentando la infiltración de agua y reduciendo la erosión,

al mismo tiempo que mejora la retención de humedad. Lo mismo ocurre con los residuos que deja el cultivo, especialmente en variedades de alto rendimiento, que aportan una cantidad significativa de materia orgánica que beneficia la estructura y calidad del suelo. Este aporte es fundamental para prevenir la erosión, especialmente en áreas propensas a la sequía o con suelos de textura liviana.

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Novillos Angus y cruzas en un lote de sorgo para pastoreo.

El sorgo también juega un papel importante en ambientes semiáridos, debido a su capacidad para crecer en condiciones de menor disponibilidad de agua. Esto lo convierte en una opción ideal para regiones donde los déficits hídricos son frecuentes en verano.

La rotación con sorgo también puede ayudar a romper ciclos de plagas y enfermedades, disminuyendo la necesidad de utilizar algunos insumos químicos y promoviendo sistemas de producción más sostenibles. Además, el sorgo puede ser considerado como un cultivo “doble propósito”, siendo utilizado para la cosecha en años buenos y para pastoreo en años malos. Esta práctica tiene el potencial de diversificar los ingresos de los productores al ofrecer un cultivo adicional que puede ser comercializado o utilizado dentro de la misma explotación.

Conclusiones

El sorgo se revela como un cultivo sumamente versátil para la ganadería gracias a su capacidad de adaptarse a climas templado-cálidos, su tolerancia a la sequía y su amplia diversidad genética. Existe una gran variedad de híbridos disponibles, cada uno con características específicas para diferentes usos. La clave está en elegir el tipo de sorgo que mejor se adapte al sistema productivo y a las necesidades de las categorías animales.

Más allá de su contribución como fuente de forraje de calidad, la incorporación del sorgo en la rotación beneficia la sostenibilidad de los sistemas mixtos al aumentar la fertilidad del suelo, reducir la erosión, mejorar la retención de agua y contribuir al control de plagas y enfermedades. El sorgo, a través de un enfoque integral, se posiciona como un cultivo estratégico capaz de maximizar tanto la productividad como la sostenibilidad del sistema ganadero.

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