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La industria de biodiesel de soja frente al desafío de su continuidad. Gustavo Idigoras
Lic. Gustavo Idigoras. Director de Business Issue Management (BIM) Consultora en Agronegocios y Bioenergía y Director del Centro de Estudios Agroalimentarios de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Brinda servicios de apoyo en acceso a mercados internacionales para la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO)
La industria de biodiesel de soja frente al desafío de su continuidad
El sector del biodiesel de soja tiene futuro promisorio desde el punto de vista de las condiciones de producción altamente competitivas del país y de la demanda mundial insatisfecha, pero debe afrontar el desafío del proteccionismo que puede ser un golpe mortal.
Palabras Claves:
Biocombustibles, biodiesel, soja, agronegocios, exportación, sustentabilidad, certificación.
Introducción
Los biocombustibles son fruto únicamente de políticas públicas, no fueron generados como demandas espontaneas de los mercados y por ello son altamente vulnerables a cambios de políticas. Esta alta dependencia con las políticas de cada país hace que el desarrollo de los mercados de biocombustibles sea incierto y cambiante, a la vez que se caracterice por la presencia de medidas proteccionistas.
Por otro lado, los mercados de biocombustible son altamente volátiles. No solo por la presencia de políticas públicas cambiantes sino también por ser un comodity energético vinculado en su precio, a la oferta de materias primas, al precio del petróleo, la nafta y el gasoil.
También es un mercado altamente regulado, en donde existen medidas de asignación de cuotas de producción y entrega, fijación de precios de venta o precios mínimos, licitaciones públicas, transacciones vinculadas a subsidios de mezcla con combustibles, bonos públicos que cotizan en mercados poco transparentes, altos aranceles de importación, prohibiciones o restricciones de origen de biocombustible para alentar producciones locales, entre otras medidas.
Este panorama proteccionista nace junto al impulso de estas energías renovables en Europa y Estados Unidos que tienen como objetivo iniciar una política de reducción de la dependencia al petróleo y reducir los efectos del cambio climático vinculado al nivel de emisiones de gases efecto invernadero que emite la producción petrolera.
1.- El mercado internacional
La Unión Europea en su conjunto es el actor principal del mercado mundial de biodiesel, alcanzando un nivel de producción cercano a las 10 millones de toneladas. Entre estos países, Francia y Alemania se muestran como líderes dentro de la UE.
Por otro lado, Estados Unidos es el principal productor de biodiesel a nivel mundial, con una clara tendencia creciente vinculada al desarrollo la ley de energías renovables (RFS2) que impulsa volúmenes anuales de cortes condicionados a la aplicación de subsidios y de créditos fiscales de mezcla con combustibles.
La Argentina es un actor central en el negocio mundial de biodiesel. En muy pocos años logro transformarse en el primer exportador mundial. En el 2007 se hizo el primer embarque y en el 2011 se exportaron mas de un millon y medio de toneladas. Indonesia es un fuerte competidor (biodiesel de palma) en precios y volumenes y ha crecido año tras año con una politica de promocion de sus exportaciones a Europa principalmente. Figura 1.
En los próximos años se espera que la demanda global de materias primas para etanol y biodiesel siga creciendo, aunque a un menor ritmo que los años previos (OCDE.2013). USA, Brasil, UE, Argentina, Canadá, China e Indonesia darán cuenta del 90% de la producción, consumo y comercio de biocombustibles en la próxima década. La UE seguirá siendo el mercado de mayor consumo e importador neto. La producción
Tabla 01 Evolución de la producción mundial de Biodiesel por país.
de biodiesel según el informe del USDA está proyectada crecer 45% entre 2013 y 2022, vía importaciones de aceites y granos desde Ucrania y Rusia. Tanto la OCDE como el USDA esperan que la Argentina siga siendo el primer proveedor de la UE.
Las perspectivas al 2020 son favorables para la Argentina en materia de producción y comercio tal como reflejan los análisis de la OCDE-FAO y del USDA. Es decir que los organismos internacionales de referencia siguen instalando a la Argentina como el primer abastecedor al 2020. De hecho prevén un crecimiento de la producción local superior al 60%.
Sin embargo, estas proyecciones están condicionadas por las regulaciones locales y de los mercados compradores que pueden modificar de manera sustancial esta situación. Veamos lo que está sucediendo.
2. Las medidas proteccionistas contra la Argentina
La Comisión Europea abrió a fines del 2012 dos sendas investigaciones de prácticas de dumping (supuestas ventas por debajo del costo de producción) y de subsidios (derechos diferenciales de exportación que favorecerían las exportaciones de biodiesel) contra el biodiesel de Argentina y de Indonesia (únicos proveedores a la UE). Estas investigaciones fueron impulsadas por la Cámara europea de biodiesel (EBB) para lograr cerrar el mercado.
En el mes de octubre de 2013 se anunció la inminente imposición de derechos antidumping contra el biodiesel argentino por parte de la Comisión Europea. CARBIO (cámara argentina que agrupa a todos los exportadores) acusó que la imposición de estos derechos de importación se basa exclusivamente en cálculos artificiales que suponen niveles de renta no realistas para ningún tipo de industria, así como son absolutamente incompatibles con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La imposición de medidas provisorias en el mes de Mayo de 2013 ya había causado una baja importante en las ventas a la UE. En los últimos tres años las exportaciones en promedio fueron de 1.5
millón de toneladas pero en 2013 no se espera que las exportaciones superen las 500.000 toneladas. Ahora la Comisión Europea pretende fijar para fines de Noviembre derechos definitivos en un rango entre 22 a 26%. Esta medida hará prohibitiva las exportaciones y cerrará el mercado europeo para la Argentina.
Este proteccionismo europeo está destruyendo una nueva industria en la Argentina, con consecuencias directas sobre el crecimiento, el empleo y el desarrollo rural. Los productores-exportadores argentinos se benefician de ventajas competitivas naturales, relacionadas con la accesibilidad de abundante materia prima en zonas cercanas a la industria y el acceso a puertos privados de aguas profundas. Estas ventajas no están presentes en la UE. Las exportaciones de biodiesel argentino siempre fueron hechas bajo una renta razonable para un producto de esta naturaleza, muy lejos de los cálculos falsos esgrimidos por la CE para justificar esta medida proteccionista.
Por otro lado, mercados como Perú que importan biodiesel desde Argentina ya están reaccionado en contra y han decidido abrir una investigación por supuestos subsidios, como efecto espejo de las medidas en la UE. En definitiva, el biodiesel argentino pagara caro su competitividad mundial y corre serio riesgo de desaparecer.
La no industrialización del aceite de soja provocará una sobreoferta aún mayor de este producto en el mercado internacional (la Argentina es el principal exportador mundial de aceite de soja), y ésta llevará a una caída en los precios del aceite y del poroto de soja que afectará la recaudación, las inversiones y el empleo en nuestro país en virtud que la cadena sojera representa hoy en día uno de los pilares de la economía argentina. Desde varios lugares se señala que esto se podría solucionar en parte aumentando el consumo de biodiesel en el mercado local (aumentar el corte obligatorio) y reemplazando la importación de gasoil que implica el ahorro de divisas y mejoras en el ambiente por la utilización de este producto renovable de producción 100% nacional.
Asimismo, el gobierno tiene una herramienta de defensa del empleo y del valor agregado que son los derechos de exportación, los cuales podrían ser ajustados a la baja para permitir buscar mercados en el exterior frente a altos aranceles de importación.
3. El sector de biodiesel en Argentina
La capacidad instalada creció en solo cinco años 700 %, siendo uno de los sectores industriales con mayor dinamismo en la última década. Esto se debió a la enorme eficiencia del “cluster sojero” de Rosario que permite incorporar tecnología y productos de manera rápida y productiva. Figura 2.
El sector se diferencia entre grandes plantas con capacidad superior a las 150 mil toneladas que se dedican a la exportación y se encuentran en las zonas fabriles del cluster sojero y pequeñas plantas en el interior del país con capacidad inferior a las 50 mil toneladas. Como se puede apreciar en la Tabla 2, la Provincia de Santa Fe tiene concentrada casi el 85% de la producción nacional (zona de Rosario).
Figura 02 Capacidad instalada para la producción de Biodiesel en Argentina.
Tabla 02 Distribución de la capacidad instalada por provincia.
En Argentina, la comercialización de biodiesel está regulada y se fijan cuotas mensuales de entrega de productos a las petroleras con precios fijos establecidos a nivel nacional de acuerdo a la capacidad de las plantas. Las plantas más pequeñas reciben precios elevados y mayores cuotas de entrega y las de mayor tamaño precios bajos y volúmenes de entrega reducidos. De hecho se visualiza una política de exclusión de grandes plantas del esquema de distribución nacional. En el contexto actual de conflictos comerciales internacionales, estas medidas empeoran la situación de la industria.
4. Las demandas de sustentabilidad ambiental
Los biocombustibles nacieron como una política con doble objetivo: reducir la dependencia al petróleo y mitigar los efectos del cambio climático. Es por ello que los requisitos públicos (gubernamentales) y privados (comerciales) en materia de sustentabilidad ambiental de la producción de las materias primas que originan biocombustibles se han consolidado en el mercado mundial.
Para producir biodiesel de soja y exportar a Europa y Estados Unidos es necesario demostrar que la producción de soja es sustentable. La forma de hacerlo es mediante esquemas de implementación y certificación que logren demostrar que el campo desde donde se origina soja para ir a la molienda y luego ese aceite destinarlo a biodiesel cumple todos los requisitos fijados en la legislación europea y/o norteamericana. Los requisitos de sustentabilidad ambiental se observan en la Figura 3.
Para alcanzar el cumplimiento de estos requisitos, tanto la UE como USA autorizan esquemas de auditoria y certificación. En la UE hay una larga lista de esquemas aprobados. En Argentina tanto AAPRESID como CARBIO decidieron enviar sus propuestas pero aun no fueron aprobadas debido al proteccionismo europeo que también evita que estos esquemas se impongan para beneficiar a los europeos.
Lo que es evidente es que no es posible producir biodiesel si la soja no está certificada o auditada como sustentable ambientalmente. Este es el comienzo de un largo camino que va a llegar a los alimentos en los próximos años. La sustentabilidad ambiental será una condición necesaria de producción de soja, maíz, trigo, cebada, etc. y la certificación parte del proceso de producción y comercialización. Es mejor actuar rápido que pagar caro los costos de llegar tarde.
5. Perspectivas
El sector del biodiesel de soja tiene futuro promisorio desde el punto de vista de las condiciones de producción altamente competitivas del país y de la demanda mundial insatisfecha, pero debe afrontar el desafío del proteccionismo que puede ser un golpe mortal. El gobierno argentino debe apoyar a esta industria con acciones en el ámbito multilateral (ante la Organización Mundial del Comercio) y con ajustes en la política local para aumentar el corte obligatorio, permitir una distribución más equitativa del cupo y rebajar los derechos de exportación.
En cuanto a la sustentabilidad ambiental, el sector industrial está bien preparado para dar batalla y cumplir estas demandas. Los desafíos están a nivel de la producción de soja, en donde el productor no es consciente aun de esta demanda, considera que no va a llegar y por lo tanto no actúa. Esta conducta pasiva es peligrosa porque puede castigarlo en el futuro, con menores precios de la soja argentina, menores ventas externas y un desprestigio de la agricultura argentina. Lamentablemente considerarse sustentable no es lo único, los mercados solo pagan sustentable cuando lo certifican.