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VUELO PRÁCTICO — 1.3 kilogramos
by Tracy Thurman | thurmantracyt@gmail.com
“Se llaman cascos protectores, ¿no?”, preguntó el piloto.
“Sí, supongo que sí.” Le respondí.
El hombre se encogió de hombros y sonrió.
“Bueno, no tengo intención de estrellarme.” Y así se subió al avión, ajustó su cinturón y fue a trabajar con la cabeza descubierta, a excepción de unos auriculares David Clarke. Siempre pensé que era algo bastante estúpido de decir para un hombre inteligente.
Hasta donde sé ese hombre nunca tuvo un accidente, lo que es bueno. En especial porque nunca utilizó casco. Sin embargo, hubo muchos otros que no fueron tan afortunados. No importa qué tan buen piloto seas o crees que eres, lo peor siempre te puede ocurrir. Voy a arriesgarme aquí y suponer que no hubo muchos accidentes en los que el piloto pretendiera estrellarse. Y apuesto que la mayoría creyó que nunca les pasaría a ellos. La arrogancia no te salvará, un voluminoso libro de registros no amortiguará el impacto.
El casco debería ser obligatorio. Listo, lo dije. Y lo sé, hay muchos pilotos que no lo utilizan. Es su elección. Conozco a muchos operadores que no les importa si los pilotos utilizan o no casco. Mientras que otros no te permiten volar sus aviones a menos que lo uses, y con la correa ajustada en todo momento.
Ten en cuenta lo siguiente: todo lo que eres, tus ideas, tu personalidad, tus sueños, la forma en que caminas, hablas, comes y duermes, todo lo que forma parte de tu vida y tu esencia está por completo, y solo se encuentra dentro de 1.3 kilogramos de una masa gelatinosa que flota encerrada en un cuarto de pulgada de hueso. Así es. No hay una copia de seguridad o archivos guardados, nada. Es todo lo que se tiene. El Señor nos creó para resistir algunos golpes y heridas bastante importantes, pero no diseñó la supervivencia a ser golpeado contra el suelo a alta velocidad y rodeado de acero. Muchos pilotos agrícolas han logrado salir caminando de un accidente por el simple hecho de utilizar casco. Hubo otros que pudieron haber salido de la misma forma, pero no lo lograron debido a que no llevaban puesto el casco o no lo usaron correctamente.
En un accidente fatal no se logra sobrevivir, sin importar qué lleves puesto. Es la verdad; hay ciertos golpes que una persona no puede sobrellevar y no hay mucho que podamos hacer al respecto. Sin embargo, la razón de utilizar casco es para ayudar a evitar que un accidente con posibilidades de sobrevivir se vuelva fatal. Esa es la gran diferencia. La vida y la muerte.
En la cabina de un avión hay muchas superficies fuertes. La dinámica violenta de un accidente golpearía tu cráneo contra cualquier parte del mismo. Aunque el hueso es mucho más resistente que el acero, solo tenemos un poco. Investigaciones han demostrado que se necesitan 235 kilogramo-fuerza para aplastar un cráneo humano. Si un hombre pesa 90 kilos, un impacto de 2.5 de fuerza G son suficientes para destrozar su cráneo. 2.5 G no es mucho, en especial cuando se tiene en cuenta que la mayoría de los accidentes involucran mucha más fuerza G.
Una vez que el hueso se ha ido, el resto es historia. Por supuesto, puedes no morir y sobrevivir al choque. Pero vas a tener que vivir con las consecuencias.
Una vez hablé con un ex soldado en el Departamento de Asuntos de los Veteranos de los Estados Unidos (V.A.) que sufrió una lesión cerebral traumática. ¿Fue el fuego enemigo lo que lo causó? No. Se cayó del camión y golpeó su cabeza contra el suelo. Rompió su cráneo en un simple accidente. Tuvo que aprender
a vivir de nuevo. Su visión es reducida, tiene migrañas, camina con dificultad por tener que concentrarse en que sus piernas se muevan. Su esposa debe llevarlo a todas partes; en su mayoría a citas con el médico. Me contó que solía ser fuerte y rápido, un tipo rudo. Y ahora, necesita ayuda en casi todo lo que hace. Dice que una vez se perdió en un supermercado. “Estaba muerto de miedo. Aterrado. Nunca me asustaba, y allí estaba en un maldito supermercado a punto de llorar como un niño porque no podía entender dónde estaba. Diablos, ya ni siquiera puedo trabajar.” Su rostro se retorcía de vergüenza y tristeza. Apretó su puño contra su pierna y exclamó: “Desearía haber muerto”. Es un infierno para un hombre vivir así. 1.3 kilogramos – rodeado por un cuarto de pulgada de hueso.
Es necesario proteger la parte más importante del cuerpo. La cabeza. Dentro de ella se encuentra todo lo que se necesita para funcionar. Todo lo que necesitas para vivir está relacionado directamente con lo que está en tu cabeza. Cuídala y protégela. Allí es donde guardas tus recuerdos y tu futuro. Una vez que se rompió, lo está para siempre.
Hoy en día hay una amplia variedad de cascos y de herramientas disponibles para los pilotos agrícolas. La tecnología de los cascos protectores ha avanzado notablemente desde las épocas en que los pilotos utilizaban cascos de fútbol americano. Ahora hay nuevos, livianos, hechos a medida y cómodos con los mejores sistemas de sonido instalados. Tienen cancelación de sonidos, bluetooth, estereofonía y la combinación de color que quieras. Consigue uno o dos y úsalos. No son económicos, algunos valen tanto como la camioneta que tu abuelo usaba antes para levantar polvo en Stearmans. Es una inversión que vale la pena. Todo lo que inviertas en tu supervivencia es dinero bien gastado. No es el precio de un casco lo que debe preocuparte sino el valor de lo que hay dentro. Ten eso en mente.
¡Buenos vuelos y cuídense!