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Marzo celebra a las Mujeres en la Aviación Agrícola
por Bill Lavender
El mes de marzo honra a todas las mujeres dentro de la aviación, incluyendo la aviación agrícola. ¿Por qué resulta tan diferente ser una piloto agrícola? Cualquier piloto sabe que el trabajo es físico y que requiere de una gran concentración en todo momento dentro de la cabina. Para una mujer en un avión agrícola se necesitan de todas esas características junto con otras que los hombres no comprenden.
No significa que los otros trabajos de aviación realizados por mujeres no pongan a prueba sus habilidades físicas y mentales, sino que la aviación agrícola ocupa un lugar muy especial y único al respecto.
AgAir Update ha publicado varios artículos sobre mujeres piloto agrícolas. Independientemente de la demanda del trabajo, las mujeres caben perfectamente en la cabina de un avión fumigador. En esta edición, presentaremos un resumen de estas mujeres tan únicas y sus profesiones.
Juliana Torchetti Coppick
Ella es, probablemente, la piloto agrícola más reconocida y activa a nivel mundial. Los lectores de AgAir Update la conocen a través de su columna, “Volo per Veritas”, donde relata sus experiencias en la aviación, no solo como mujer piloto, sino en cómo la industria afecta a todos los pilotos.
Fue piloto de la compañía brasileña Aerolíneas GOL y de una compañía de carga aérea. Con un gran deseo de volar un avión agrícola, se graduó en CAVAG (escuela de aviación brasileña) en 2013. Después pudo volar en un Ag Truck, y luego un Pawnee y un Ipanema. Aun así, Juliana nunca dejó de expandir su carrera como piloto agrícola.
Juliana conoció a un piloto norteamericano, Joe Coppick, que había leído su columna en AgAir Update. Fue solo cuestión de tiempo hasta que se casaron. Lo que siguió fue que Juliana vino a Estados Unidos a volar. En muy poco tiempo, logró hacerse un lugar en diferentes partes del país que luego la llevaron a volar un Thrush 510G, 510P, 510GR a turbina, un Air Tractor AT-402B y un AT-502B. También logró el registro de tiempo en el Pawnee, Ipanema y Ag-Truck.
Las multifacéticas experiencias de Juliana dentro de la aviación la hacen un gran ejemplo de lo que las mujeres pueden lograr en la aviación agrícola. Ha volado durante 8 años, 6 en Brasil y 2 en Estados Unidos. Además de realizarse profesionalmente, otro aspecto que la hace muy feliz es su realización personal como madre y esposa. El matrimonio con una piloto agrícola tan experimentada no podría ser más perfecto. Después de todo, pueden hablar sobre aviación agrícola, ya sea en el aeropuerto o durante la cena.
KayDee Mitchell
¿Es posible que alguien pase de tener cero horas de vuelo a ser piloto agrícola en menos de un año? ¡Pregunten a Kathryn “KayDee” Mitchell! En menos de un año se convirtió no solo en piloto agrícola, sino también en operadora agrícola de dos aviones propulsados a turbina a la edad de 21 años.
Como tantos jóvenes universitarios, KayDee no estaba segura de lo que realmente quería hacer en su vida. Al haber crecido en una granja de cultivo de algodón, KayDee estaba estudiando Agronegocios y sabía que quería una carrera en el ámbito agropecuario.
En una conversación informal con su tío Gary, un agricultor con más de 8.000 hectáreas de soja y algodón, le mencionó que necesitaba de un avión que cubriera todas sus hectáreas. Con gran interés, KayDee se ofreció a hacerlo. Lo irónico, sin embargo, es que KayDee nunca había estado dentro de un avión.
Luego de una formación intensiva en la escuela de vuelo de Georgia, los centros de capacitación de Thrush Aircraft y tutorías directas, KayDee completó su primera temporada en 2019 volando un Thrush 520P. Sabiamente, formó equipo con Dow Croom, que voló el nuevo 510G y fue su mentor en todo momento.
Joelize Franciele Friedrichs
Joelize, más conocida como “Jo”, comenzó a volar en 2007 en el Aeroclub Carazinho en Río Grande del Sur, Brasil. Allí obtuvo su licencia de Piloto privado. Al igual que muchos pilotos que recién comienzan, Jo trabajó en el aeropuerto de Mato Grosso limpiando los aviones, cargando combustible y realizando otras tareas que le ayudaron a pagar las horas necesarias para obtener la licencia de Piloto comercial.
Jo fue contratada como copiloto para una compañía de carga aérea. Estuvo allí poco más de un año antes de regresar a su primera escuela de vuelo en Carazinho para convertirse en instructora de aviones multimotor. Es allí donde descubrió la aviación agrícola y se enamoró de la idea de volar en un poderoso avión sobre los campos, con una sensación de libertad que solo un avión así puede ofrecer. Luego de graduarse en CAVAG en Carazinho, encontró empleo para volar un Ipanema, en el estado de Goias. Después voló un Cessna C-188s en el sur de Brasil. Ahora se encuentra trabajando en Carazinho, donde también es instructora para nuevos pilotos en CAVAG.
“Vengo de una familia de agricultores. Apenas comencé a volar estaba asustada por los inmensos campos en Goias, pero no por el avión sino por la gran responsabilidad que implica el trabajo. Tuve que trabajar mucho para superar ese miedo. Ahora me causa una gran satisfacción ver que se han eliminado las plagas, el cultivo está protegido y el productor satisfecho.” Jo está realizando su octava temporada y es socia propietaria de Agrofly, en Carazinho, Río Grande del Sur.
Laura Lawrence
Cuando se trata de aviación, resulta de gran ayuda que uno de tus padres sea tu mentor. El padre de la piloto canadiense Laura Lawrence trabajó en la Real Fuerza Aérea Canadiense como instructor de vuelo de un PC-9. Era el piloto de los Snowbirds del Escuadrón de Demostración Aérea. Luego fue piloto en West Jet. A medida que Laura crecía, solía volar con él.
Laura obtuvo su oportunidad de hacer una carrera en la aviación al trabajar para un operador agrícola local mientras obtenía su licencia de Piloto comercial, y luego al volar un C-172 para trabajos de fotografía aérea. Decidió convertirse en piloto agrícola así que asistió a la escuela Battlefords Airspray. Comenzó su primera temporada en 2017 volando un C-188 Ag Wagon. En 2018, cambió a un AT-401 más grande y poderoso. Hoy en día lleva tres temporadas realizadas.
Laura concuerda en una situación muy común para las mujeres que son pilotos: los productores llegan a la pista y le preguntan, “¿Dónde está el piloto?” Ella responde, “Yo soy la piloto”. Ellos se sienten algo avergonzados y sorprendidos. No están acostumbrados a ver a una mujer volar en un avión fumigador. Es solo cuestión de tiempo hasta que sus caras de sorpresa se conviertan en una mirada más natural, “¡Hola, aviadora! ¿Eres la piloto que hoy fumigará mi campo?”
Laura Lima
Laura Lima tiene 30 años y es graduada en el año 2012 de la escuela de aviación agrícola de CAVAG, Aero Agricola Santos Dumont, en Río Grande del Sur. Tuvo el deseo de hacer aviación agrícola mientras realizaba su entrenamiento de Piloto privado. Antes de comenzar su entrenamiento agrícola, contaba con 800 horas de vuelo, que incluían su trabajo como instructora de vuelo. En la actualidad, lleva realizadas siete temporadas en varios estados de Brasil.
Desde que se convirtió en piloto agrícola, Laura considera que son dos los logros más importantes. El primero fue aprender a volar en la región montañosa de Ribeira Valley sobre plátanos. Lo ha hecho por dos años y menciona que ese tipo de vuelo requiere de mucho conocimiento de la situación y habilidad debido a las colinas onduladas.
El segundo mayor logro a lo largo de siete temporadas fue volar el Air Tractor 502XP. “Es un avión maravilloso con potencia de sobra, además de contar con muchos factores de comodidad y seguridad. Volar el XP es el sueño de cualquier piloto agrícola.” Laura cree que ya ha cumplido la mayoría de sus sueños como piloto, pero siempre está adquiriendo mayor experiencia al desempeñar mejor su rol como piloto agrícola cada día, con más rapidez y profesionalismo.
Emily Daniels
Es bueno venir de una familia de aviación. También lo es cuando tu esposo, además, es piloto agrícola. Sin embargo, cuando una mujer crece como piloto de tercera generación y contrae matrimonio con un piloto, se crea la combinación perfecta para que se convierta en piloto agrícola. Este es el caso de Emily Daniels luego de casarse Austin Daniels, piloto agrícola de un F-16.
Emily comenzó a volar a los 14 años con su padre, piloto de American Airlines retirado. Años más tarde conoció a su futuro esposo, Austin, en el Flying W Airport en Nueva Jersey. La familia Daniels es propietaria de Wings Aerial Applicators y del aeropuerto Flying W Airport. No pasó mucho tiempo después de ese fin de semana en el aeropuerto para que Austin y Emily se casaran, ¡en el mismo aeropuerto!
La pareja se mudó a Texas y luego a Arizona para que Austin finalizara su entrenamiento de F-16 en la Guardia Nacional Aérea. Emily, durante ese tiempo, dio clases como instructora de vuelo por instrumentos, transportó paracaidistas y aviones para acumular horas de vuelo. Al regresar a Nueva Jersey junto a Austin, comenzó su entrenamiento para realizar aviación agrícola del mismo modo que Austin lo había hecho 10 años atrás, volando un Pawnee y luego un Weatherly 201B. En 2019, Emily completó su segunda temporada. Además, abrió una escuela de vuelo para la temporada baja llamada Chick and Rudder Aviation.
Maria Aparecida dos Santos
Maria Aparecida dos Santos nació en Itiquira, una ciudad del interior de Mato Grosso, estado del que se enorgullece por su riqueza y grandes agronegocios.
En 2006, comenzó su vida dentro de la aviación con grandes dificultades para pagar las horas de vuelo. Realizó el curso de Piloto privado, ya que no era posible hacer todos los cursos a la vez. Por lo tanto, se fue a vivir al hangar para lograr completarlos.
Durante algunos años realizó vuelos ejecutivos y luego se mudó a Campinas en busca de una oportunidad en una aerolínea. Sin embargo, la aviación agrícola fue más fuerte que ella y en 2011 completó su primera temporada como piloto agrícola.
Menciona que la mayor satisfacción es la participación de las mujeres en la agricultura, alimentando al mundo y creyendo en su potencial dentro de todas las áreas, en especial los agronegocios, donde están cada vez más presentes. Maria dice que la aviación agrícola fue una de las mejores decisiones que tomó dentro de la aviación; hoy en día también se encuentra casada con un piloto.
Marie Joyce B. Gascon
Recientemente, la comandante de vuelo Marie Joyce B. Gascon ha sido la primera mujer filipina en convertirse en piloto agrícola. La comandante Gascon, enfermera matriculada, quería perseguir su pasión por la aviación. Asistió a una escuela de vuelo cerca de Davao, al sur de Filipinas. Quería una profesión que se adecuara a su estilo de vida, y resultó ser la aviación agrícola.
Bajo el entrenamiento del comandante Domenico Rafael C. Venuti, jefe de pilots de Davao Aerowurkz Corporation (DAC), obtuvo su calificación para volar un Ag-Cat G164 en un Ag-Cat de doble cabina con un motor P&W R-985. En la actualidad, vuela en Ag-Cats para DAC. Está completando su primer año en la aviación agrícola.
DAC, establecida en el 2007, tiene una flota de 15 aviones. La compañía se dedica principalmente a proveer servicios aéreos de fumigación agrícola en Mindanao. El principal cultivo tratado es el plátano.
Las mujeres pilotos agrícolas enfrentan cuestiones particulares a lo largo de su carrera en la aviación. En algunos casos deben pensar en modos ingeniosos de superar la fuerza que el trabajo requiere. Si desean tener hijos, resulta ser un problema. Pero por sobre todo deben vencer el pensamiento natural de que todos los pilotos son hombres. Como señala este artículo, esto no es así. Hay muchas mujeres que realizan aviación agrícola activamente y que son exitosas en ello. Habrá muchas más y lo harán tan bien como aquellas que llegaron antes. Merecen que la edición de marzo sea especial para su reconocimiento.