Preguntas existenciales
¿ES NECESARIO VOLVER A LA IGLESIA? La vida espiritual después de Zoom.
“¿T
enemos que volver a reunirnos en la iglesia el sábado por la mañana, para el repaso de la lección? Es mucho más cómodo hacerlo por medio de Zoom, y después ver el sermón on line. Puedo hacerlo desde mi cama mientras desayuno o almuerzo”. Sí, el tema está instalado y fue motivo de debate en una reunión de jóvenes a la que asistí mientras reflexionábamos sobre cómo volver a la “normalidad” después de pasar meses en cuarentena.
Esta pregunta es muy válida (incluso si no hubiésemos padecido la COVID-19): “¿Por qué debería concurrir a la iglesia? No tengo amigos, la gente me mira mal, son todos hipócritas...” Y la lista puede seguir. Separemos por un momento el tema de la Pandemia, de los protocolos sanitarios y de las excepciones en general, y pensemos en cómo responderíamos a esta pregunta: ¿Debo ir a la iglesia? Después de todo, ¿no decimos siempre que la salvación es individual? Entonces, ¿para qué vamos a reunirnos en un lugar? Es probable que algu-
na vez te hayas preguntado lo mismo, o conozcas a alguien que lo esté pensando.
ALGUNAS RESPUESTAS Por eso, quiero invitarte a reflexionar brevemente sobre cuáles son las razones para congregarnos en la iglesia. Empecemos por lo más simple: la iglesia no es un edificio; eso sería el templo. Pero la iglesia somos nosotros. La palabra “iglesia” viene del griego ekklesía, y se refiere a un grupo o comunidad. Por eso, Jesús declaró que “donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mat. 18:20, NVI). Los discípulos constituían una iglesia al reunirse en las casas, en la sinagoga, junto al río o en las catacumbas. Los cristianos en los primeros siglos del cristianismo fueron perseguidos por su fe, y por eso no tenían otra opción más que reunirse donde pudieran hacerlo. La Biblia habla de la iglesia como una comunidad de fe. Y esto no puede darse en soledad (dejando de lado las excepciones, como quienes están donde nadie comparta su fe, o son perseguidos, o están enfermos o como ocurrió con la Cuarentena). El propósito de esta comunidad de fe es adorar a Dios (Juan 7:24) y predicar su Palabra y cumplir con la misión de predicar el evangelio a todo el mundo (Mat. 24:14).