Mayo 2012 n · 5
Mayo 2012 n · 5
www.acidconga.com
Músicas contemporáneas y arte
A
lonso rreola
entrevista
Ruido o música: Apuntes sobre el sentido musical 2,95€
Otro en el espejo: el valor del cover Festival Vive Latino
Carta del director
A través de un ensayo y frente a los medios de comunicación, Mario Vargas Llosa, afirmó el peligro que corre la cultura frente al entretenimiento, y además definió a estos tiempos como La civilización del espectáculo. Pese a que razón no le falta, y menos quisiera entrar en discusión sobretodo por las premisas de las que parte, creo yo que exhibe realidades las cuales no tienen porque ser de tribulación mientras existen otras más preocupantes. Es cierto que se viven tiempos en donde todo se convierte en cultura y al mismo tiempo nada lo es, pero precisamente eso es lo interesante, no veo más que una lucha y evolución de valores. A pesar de que habla de lo positivo de la democratización de la cultura, no hace énfasis en el papel que juega el marketing y campañas publicitarias que quieren hacer de un producto algo en boca de todos, creo que aquí esta lo alarmante. Vivimos en tiempos donde todo tiende a la industria y la cultura no se salva. Si bien, es la lucha y evolución de valores estéticos, históricos, morales, políticos, sociales y humanos, lo que intenta defender Vargas Llosa; yo sólo puedo festejarlo. Únicamente quisiera hacer puntual mención de que cada una de las distintas disciplinas culturales tienen rasgos de individualidad, y que no tiene porque solapar una a la otra. Porque así como existe literatura y arte muy pobre, muy light (como él lo define), dentro del mundo del espectáculo también pueden convivir todos estos valores nombrados, aunque sea de una manera más indirecta o bien con un reflejo más abstracto. El hecho de que el espectáculo, valga la redundancia, sea espectacular, hace que medios con objetivos primordialmente comerciales recurran a éste. Pero eso no tiene porque poner en duda las cualidades de lo que es el espectáculo en sí. Creo yo que el espectáculo, si se entendiera como algo trivial para captar fácilmente la atención del espectador, debería ser asimilado como una herramienta para la difusión cultural, teniendo todo el viento a favor. Sin embargo, insisto y festejo que gente como el escritor peruano cuestione el rumbo de las sociedades en la actualidad, ya que el convivio de opiniones es lo que hace que la cultura se enriquezca, siendo este último uno de los principales motivos de que exista esta revista. Una publicación que intenta desglosar, analizar y criticar todo lo que forma parte del mundo de la música. Además, intentamos exponer cuáles son los puntos en donde se entrecruzan distintas ideologías y vertientes musicales, pero donde siempre convergen en ese punto necesario que busca la música, es decir, la armonía.
Director: Angel Montaña Subdirector: Jaime Massieu EDITORIAL Editor: Roberto Romero Jefe de Redacción: Mauricio Hernández Redacción: Pablo Solís, Roberto Gallegos, Luciano Crossa, Fabián Aranda Discografía: Rodrigo López “Donny” ARTE y DISEÑO Directora de Arte: Natalia Talavera Diseñadores: Luis Silva, Luciano Crossa, Israel Hernández Fotografía: Jaime Massieu Portada: Luis Silva, Fernando Aceves TECNOLOGÍA Y PUBLICIDAD Director de Operaciones: Peter Jansen Colaboradores: Fernando Aceves, Sebastián Machado (fotografía). Loic Lafeuille (ilustración).
_________________________________ Publicidad: contacto@acidconga.com Impresión: Madrid, ESPAÑA. Depósito legal: M-11184-2012 ISSN: 2254-0334 www.acidconga.com _________________________________ ACIDCONGA® todos los derechos reservados
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Reseñas
Amigos invisibles, Sierra Leone’s Refugee All Stars, Carlos Nuñez, Liquid Soul, Lila Downs. Ruido o música. Apuntes sobre el sentido musical.
Por: Roberto Romero
Otro en el espejo: Global Kryner
Por: Fabián Aranda
La experiencia Vive Latino 2012
Por: Pablo Solís
Entrevista
Alonso Arreola
ImagenArte
Robert Smithson
Yo, el otro
el futuro de lo retro
Discografía
Sly & Robbie, Benoit Delbecq, Georgia Anne Muldrow, Aaron Goldberg, Ali Jackson & Omer Avital, Cyrus Chestnut, Quantic & Alice Russell, Incognito, Conya Doss, V.V.A.A.
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Los Amigos Invisibles
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on una banda venezolana formada en 1991, cuya música mezcla elementos del disco, el acid jazz y el funk con diversos ritmos latinos. Su nombre está inspirado en el saludo que el historiador venezolano Arturo Uslar Pietri utilizaba para comenzar su programa de televisión Valores Humanos, el cual se mantuvo en el aire por dos décadas: “Amigos invisibles...” Compuesta por el cantante Julio Briceño, el guitarrista José Luis Pardo (“Cheo” o “DJ Afro”), el tecladista Armando Figueredo, el percusionista Mauricio Arcas, el bajista José Rafael Torres (“El Catire”) y el baterista Juan Manuel Roura (“Mamel”), se convirtió en una banda latina con su propio movimiento denominado latin-funk y gozaderapop. Viviendo entre Venezuela y Nueva York, lograron captar los sonidos para hacer las mezclas exactas de los dos hemisferios del continente americano, y así, por azares del destino pudieron cautivar al productor David Byrne, que se convirtió en fuerte catalizador para que la banda despegara y empezara a volar alto en el medio musical con toda su gozadera mestiza.
A través de su música los miembros de esta banda de “dance”, nacida en Venezuela pero basada en Nueva York, cruzan la barrera del lenguaje haciendo de su música algo implacablemente accesible para el que no habla español. Enfocándose en interpretaciones musicales en vivo, breves y sólidas, estos fusionistas amantes de la diversión (guiados por la dirección del compositor principal y guitarrista de la banda, José Luis Pardo) confinan la experimentación en el estudio a la elaboración de interludios con la duración de un jingle (o canción publicitaria de radio o TV). Su inquietante eclecticismo nos hace olvidarnos de la nostalgia que limita a varios de sus compañeros de género más puristas, al mismo tiempo sus energizantes toques de esencia latina le dan integridad al exotismo más cutre (“Kitsch”), del cual carece hasta el más nimio de los habituales visitantes de lounges. Sus letras son provocativas y con una fuerte carga de contenido sexual y erótico, el color de su música es una amplia gama de tonos diversos, pero todos en un ambiente cálido y llenos de sabor, van desde el lounge con la influencia marcada del maestro Esquivel, pasando por el soul, disco y funk de la Norteamérica negra de los setenta, con incrustaciones muy bien logradas ex-
traídas de la música latina caribeña como el guaguancó, la salsa y matices cariocas; se podría decir que si Jamiroquai fuera latino sería como Los Amigos Invisibles. Su debut discográfico ocurrió en 1995 con la puesta a la venta de A Typical and Autoctonal Venezuelan Dance Band, un álbum producido por ellos mismos, que tuvo un éxito moderado en Venezuela. Es en ese año que David Byrne, al estar de compras en una ya desaparecida tienda de discos en Nueva York, fortuitamente encuentra una de las 20 copias que habían dejado Los Amigos a consignación, e inmediatamente comienza el proceso de conversaciones que finalmente condujo a que los terminara contratando para su sello discográfico, Luaka Bop. Tras meses de pre-producción y producción editan su primer disco para el ex-Talking Heads, The New Sound of the Venezuelan Gozadera, en 1998, producido por Andrés Levín, con éxitos como “Ponerte en cuatro”, “Sexy” y “El disco anal”. Dos años más tarde, la banda se muda a la ciudad de San Francisco por dos meses para grabar su próximo álbum y es en este momento que la banda se plantea la posibilidad de mudarse definitivamente a los Estados Unidos para continuar su carrera. A finales del 2000, ponen a la
Reseñas · 5 venta su tercer disco, Arepa 3000: A Venezuelan Journey Into Space, producido por Phillip Steir, el cual es nominado para un premio Grammy y un Grammy Latino, de este disco salen temas como “Cuchi cuchi” y “La cecina”. Luego de casi un año de planificación la banda decide mudarse a la ciudad de Nueva York, el 23 de enero del 2001. Durante su primer año en la ciudad, Los Amigos comienzan una relación amistosa y de trabajo con las leyendas del mundo del dance, Masters At Work, lo que los lleva a entrar al estudio a principios del 2002 para grabar lo que sería su cuarto álbum. The Venezuelan Zinga Son Vol. 1, producido por los Masters At Work, es editado en Venezuela en el 2003 y en Estados Unidos en el 2004. Ese mismo año son nominados para un Grammy Latino en la categoría de Mejor Álbum Latino Alternativo. Siendo este el álbum más maduro según el criterio de muchos fans, Los Amigos logran un sonido impecable y único e incluyen canciones de más de ocho minutos con largas secciones instrumentales que recuerdan las grandes grabaciones que se hacían en los años setenta y ochenta. En 2006, Los Amigos Invisibles terminan su contrato con la disquera Luaka Bop y editan de manera independiente su
álbum, Superpop Venezuela, el cual sale a la venta en Venezuela, Japón, México, Estados Unidos, y Colombia, entre otros países. Superpop Venezuela es una colección que ofrece su propia versión de canciones venezolanas de las décadas de los sesenta, setenta y ochenta. Este álbum es nominado al Grammy en la categoría Best Latin Rock, Alternative or Urban Album. Esta sería su segunda nominación a los Grammys norteamericanos. En el año 2008, editan su primer álbum y DVD en vivo llamado, En una noche tan linda como esta, y comienzan el proceso de grabación de su sexto álbum de estudio. El año siguiente editan Comercial (Ing: Commercial) y son nominados a su tercer Grammy Latino. El jueves 5 de noviembre, en una ceremonia llevada a cabo en la ciudad de Las Vegas, Los Amigos Invisibles ganan su primer Grammy Latino. A principios del 2010, Comercial es editado en Australia y la banda comienza el año visitando aquél país con una gira por ocho ciudades, participando en el festival WOMAD, en Adelaide, donde fueron aclamados por la crítica local, y en el pretigioso QPAC de Brisbane. En abril editan Comercial en España y emprenden la gira que los lleva por siete ciudades del país ibérico. Asimismo, editan Comercial
en Argentina y visitan Buenos Aires en un concierto de lleno total en la legendaria sala Niceto. Su constante gira mundial los lleva a participar en importantes festivales de verano como el Couleur Cafe (Bruselas), Pirineos Sur (España), Bonnaroo (EUA), Summerstage (NY, EUA) y Lollapalooza (Chicago, EUA). Actualmente, son considerados la banda venezolana con mayor proyección internacional y continúan radicados en los Estados Unidos. Sus miembros han colaborado en otros proyectos como el de Mauricio Arcas, que se ha desempeñado como productor musical de diversos artistas. José Luis Pardo, por su parte, ha trabajado como DJ y productor musical, posicionándose como un prominente remezclador, también conocido como DJ Afro. Julio Briceño tiene su proyecto paralelo como solista, Chulius and The Filarmonicos, producido por él mismo y editado en Venezuela y Estados Unidos por el sello Gozadera Records. Es así como esta imparable propulsión latina nos da la sensación de una música rica y sabrosona emitiéndonos en un ambiente de fiesta veraniega, en un piscina llena de chicas en bikini, bebiendo piñas coladas y martinis con tequila al calor y sabor de su música.
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Sierra Leone’s Refugee All Stars
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n día como cualquier otro podría llamar a tu puerta la desgracia. Imagina ahora que esa desgracia tiene el rostro de tu vecino, aquel que durante tantos años fue compañero de juego o de farra. Llevemos más allá el terrible ensueño, imagina, por ejemplo, que busca reclutar a tu hijo como soldado, que asesina a tu familia o que te exige prestar tu hogar como refugio de encapuchados. Quizá lo mejor sería no responder a la llamada del timbre, pero a las guerras civiles poco les importa el número de cerraduras que haya que forzar. Reuben M. Koroma es el nombre de una de las tantas personas que abandonó su hogar gracias al estallido de las luchas intestinas en Sierra Leona, un pequeño país de África Occidental que desde 1991 y hasta el 2002, vivió sumergido en un vaivén de golpes militares, rebeliones étnicas e intervenciones internacionales. Huyó junto con otros miles de compatriotas hacia los campos de refugiados establecidos en Guinea, la nación vecina, acompañado de Efuah Grace Ampomah, su esposa, mejor conocida como Sister Grace. Establecidos en el campo de Sembakounya, es probable que hicieran lo que el resto del mundo creemos que hacen los refugiados: sobrevivir un día sí y el otro también, arrastrando una tristeza silenciosa… pero resultó que Reuben quería cantar, y por
azares que la vida siempre da en estas circunstancias, en el mismo campo se encontraban otros músicos con las mismas intenciones. Sin más ambición que alegrar la vida de los refugiados, Reuben y cuanto músico quisiera unirse empezaron a escribir canciones, a convertir en fiesta lo que bien podríamos pensar horror. De campo en campo y acompañados por los cineastas norteamericanos Zach Niles y Banker White, la ya conformada Sierra Leone’s Refugee All Stars comenzó a ganar cierto renombre en la escena de las músicas del mundo. La guerra terminó en Sierra Leona, los refugiados regresaron a casa y los músicos decidieron contar sus historias en el álbum Living like a refugee, grabado por el sello Anti de Freetown en 2006, así como en el documental del mismo título. Cuatro años más tarde vería la luz Rise and shine, el segundo material de la banda, grabado en New Orleans bajo la producción de Steve Berlin y el auspicio de Cumbancha Records, sello fundado por Jacob Edgar, el etnomusicólogo estrella de Putumayo World Music. Este disco deja atrás las historias de refugiados y precariedad para convertirse en una proclama de esperanza y buena vibra. Un poco por su particular historia, una de las tantas que de cuando en cuando conmueven al mundo, y un mucho por la calidad de su música, Sierra Leone’s Refugee All Stars pasó de los campos de refugiados a la
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gira mundial, presentándose ante miles de espectadores en el Festival de Jazz de Montreal, el Fuji Rock de Japón e incluso como teloneros de Aerosmith. Algunos podrán pensar que su éxito se debe a ese morbo disfrazado de altruismo y tolerancia que rodea a ciertos mercados de la llamada world music, sin embargo, cuando se escucha con detenimiento cualquiera de sus dos álbumes, la calidad es indiscutible. Living like a refugee es toda una lección de las diversas líneas rítmicas africanas que ya hace algunos años contagiaron al mundo en voz de Mahotella Queens o Touré Kunda, con la salvedad de que su sonido es más rústico, más natural. Rise and shine es un encuentro de la sonoridad africana con el reggae, e incluso, con tintes de ska. Y aunque la textura es más refinada, Rise and shine conserva ese sonido que se antoja de atardecer en los manglares, de fiesta al calor del fuego y el color. Si a pesar de esto hay quien ponga en duda la calidad de Sierra Leone’s Refugee All Stars, ya puede
salir de su error, pues para gloria de los oídos ávidos de buena música, la banda presentó su tercer material, Radio Salone, que sorprende a los escuchas con una fuerte dosis de reggae tradicional, soul y, por supuesto el indiscutible sello de la casa, el soukous congoleño. Por si fuera poco, el grupo también se instala en la vanguardia tecnológica, pues invitan a los escuchas del mundo entero a cofinanciar su siguiente gira a través de Music Pledge, una plataforma de crowfunding con tarifas que van desde los diez dólares, que incluye la descarga del disco, hasta los diez mil, con la cual podrás tener a esta banda tocando en tu casa. Así es que si alguien llama a tu puerta, lo mejor será no dejarse llevar por el miedo, quien sabe, quizá sea la desgracia, pero quizá sean aquellos que aprendieron de ella y volvieron a enseñarnos que incluso en las peores condiciones, la música será siempre una cura para el alma.
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Carlos Nuñez
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arlos Núñez es un músico gallego nacido en Vigo, y está considerado como uno de los mejores gaiteros del mundo. Comenzó con las flautas, y más adelante, a los ocho años, con la gaita. A los 13 años fue descubierto por The Chieftains en el Auditorio de Castrelos, en Vigo, y así comenzó su ya extensa carrera en el mundo de la música. Es nieto del escritor y pedagogo Albino Núñez Domínguez. A los doce años fue invitado a tocar en la Orquesta Sinfónica de Lorient y en 1989 grabó junto al grupo irlandés The Chieftains la banda sonora de la película La Isla del Tesoro, con los que seguiría colaborando hasta ser conocido como el séptimo Chieftain. Completó su formación en la enseñanza académica obteniendo la calificación de Matrícula de Honor y Premio Extraordinario Fin de Carrera (Cum Laude) en el instrumento flauta de pico, por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid. Su música viene de la gran influencia celta que heredaron los gallegos y en el panorama internacional es considerado un erudito del tema. Sus investigaciones siguen básicamente dos líneas relacionadas entre sí: el origen de la música celta y su fusión con las músicas del mundo actuales. Su interés por el tema le ha llevado a recorrer el globo y a relacionarse con músicos y artistas de los países que ha visitado, para luego plasmar sus conocimientos y experiencias en su prolífica discografía. Una característica fundamental de Carlos Núñez es la de colaborar con todo tipo de músicos de cualquier nacionalidad, tanto en la grabación de sus discos como en sus actuaciones en directo. La Carlos Núñez banda, con la que toca en directo, se compone de reputados músicos como su hermano Xurxo Núñez, percusionista gallego; Pancho Álvarez, guitarrista y violinista; y Begoña Riobó, violinista.
Así, Núñez ha colaborado con destacados artistas españoles como Vicente Amigo, Carles Benavent, Luz Casal, Kepa Junkera y Carmen Linares. De entre los muchos músicos internacionales con los que ha tocado o grabado destacan The Chieftains y sus integrantes Paddy Moloney, Sean O’Ríada y el difunto Derek Bell. Además de ellos cabe destacar a León Gieco, Dan Ar Braz, Jackson Browne, Phil Cunningham, Ry Cooder, Ronnie Drew, Frankie Gavin, Roger Hodgson, Paddy Keenan, Joan Manuel Serrat (en Sombras de la China), Noa, Máirtin O’Connor, Liam O`Flynn, Dulce Pontes, Teresa Salgueiro, Sharon Shannon, Donald Shaw, la Vieja Trova Santiaguera y la Banda de Gaitas de Cea (Orense). En directo desborda pasión al tocar sus instrumentos, suele intercalar la gaita con las flautas, según el tema, de una manera magistral y mágica en su interpretación. En 1996 publica su primer disco, A Irmandade das Estrelas, que supuso el boom de la música celta en España, en este disco, Núñez se centra sobre todo en la exploración de su Galicia natal con aportes irlandeses. En su siguiente disco, Os amores libres (1999), presenta una reflexión en torno al concepto celta explorando, entre otras cosas, las conexiones existentes entre la música tradicional gallega y el flamenco, los textos que acompañan a las canciones de este disco están redactados por el escritor Manuel Rivas. Para el año 2000, publica uno de sus mejores trabajos, Mayo Longo, un disco con más fusión de ritmos y con aires de progresivo, ya que incorpora instrumentos como el bajo y la batería. Ya consagrado como músico de renombre y proyección internacional, el gaitero compuso una canción con el ex-Supertramp, Roger Hodgson, este disco destacó principalmente por introducirse en las radio fórmulas musicales del momento. Su siguiente disco de estudio es Almas de Finisterre, publicado en 2003 en España y en Francia como Un Galicien en Bretagne, con una lista de cortes ligeramente diferente, este disco es el resul-
http://www.carlos-nunez.com http://www.myspace.com/carlosnunezoficial
Reseñas · 9 tado de una larga permanencia del músico en Bretaña, Francia, en el que se muestran músicas tradicionales bretonas, grabadas junto a músicos de renombre de la Bretaña francesa, llevándolo a presentarse en el festival mundial, La Noche Céltica, de ese año en Francia, consolidándose como uno de los mejores exponentes del momento al ser el plato fuerte del festival. En 2004 editó un CD+DVD que contiene un concierto grabado en Vigo con el título de Carlos Núñez & Amigos, con sus canciones más emblemáticas, también participa en la banda sonora de la película de Alejandro Amenábar, Mar Adentro. En mayo de 2005 publicó en Francia, Cinema do mar, dedicado a la interpretación de una selección de celebérrimas piezas de la música clásica (como el “Bolero de Ravel” o el “Concierto de Aranjuez”). La inclusión de bandas sonoras estuvo motivada por los paralelos que encuentra en las piezas seleccionadas y la música gallega. Podemos encontrar una versión de “La Misión” de Ennio Morricone, de “El Padrino” de Nino Rota o la ya habitual en el repertorio de The Chieftains, “Women of Ireland”, de la banda sonora de Barry Lyndon. En el marco de su colaboración con artistas internacionales, Carlos Núñez fue invitado a participar en el Earth Celebration 2006, festival internacional que se celebra cada verano en la japonesa isla de Sado, organizado por KODO, afamado grupo nipon de taiko.
A lo largo de los últimos años, desde el 2007 aproximadamente, ha indagado en las conexiones galaicas de la música brasileña, de esta investigación ha surgido su último trabajo discográfico titulado Alborada do Brasil. Puesto a la venta en junio de 2009, es un álbum bastante interesante que unifica en un solo sonido las dos culturas de una manera perfecta, logrando esa conexión que tenemos los humanos a través del arte, reflejando que la música es el lenguaje mundial y que todo se puede mezclar y convivir en un mismo sentimiento. En 2010 participó en la creación del espectáculo El Secreto de la Lanza (Le Secret de la Lance) en el parque temático francés de Puy du Fou. Sin duda Carlos Nuñez, hoy por hoy, es el representante máximo en España de la música de folklore céltico, un músico en toda la extensión de la palabra que desde pequeño despertó esa inquietud de desarrollar su talento y visión de su música de cuna, llevándola a navegar por diferentes mundos sonoros, pues consigue comunicarse y hablar con el globo a través de los sonidos de su gaita y sus flautas, creando esa magia que sólo la música sabe transmitir. Él vive girando alrededor del planeta, haciéndole notar que España es más que sólo flamenco, ya que más de la mitad de su población es de origen celta y no es de extrañarse que esta música pertenezca a su cultura e idiosincrasia.
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Liquid Soul
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s una banda originaria de Chicago, EUA, formada en 1994; donde convergen jazz, funk y hip-hop, con un sello muy particular heredado de la old school de Chicago. Poseen un estilo muy ambiguo que se logra escuchar en la fineza de los arreglos y un sonido limpio típico del jazz, pero a su vez con esa mugre (funk) de sonido más callejero y fresco. Son una de las agrupaciones que ayudó a desarrollar el acid jazz en el movimiento de los Estados Unidos, en la década de los noventa. Su primera sede habitual fue el Club de Chicago, Elbo, donde su popularidad creció rápidamente con tocadas vibrantes, frenéticas y poderosas, lo que los condujo a grabar en vivo su álbum debut homónimo: Liquid Soul, editado por Ark 21 Records. Un aspecto que los hizo populares fue tocar para la fiesta del jugador de baloncesto Dennis Rodman. Fueron la banda principal del festival en Wicker Park durante casi cuatro años (febrero 1996-diciembre 1999), para así abrirse paso haciendo giras posteriores por todo Estados Unidos y Canadá. En el 97’, participaron en un desfile para Bill Clinton, aparecieron dos veces en el South By Southwest Music Festival y el Austin American-Statesman, se refiere a ellos como “el escaparate más caliente de los festivales”. Son bien conocidos por promover el acid funkjazz a través del continente americano y en sus conciertos cubren con gran éxito las ranuras entre el escenario y el público, ya que son poseedores de una vibra sonora sabrosa de invitación contagiosa para hacer mover a cualquiera, sabiendo sobre todo que se va a bailar en su espectáculo. Podrán decir que no bailan, pero lo harán cuando la magia de su sonido híbrido suba las frecuencias de sus cuerpos. Liquid Soul ha desarrollado sus habilidades a la antigua usanza, a través de incansables giras que han perfeccionado su bien sincopado ritmo, debido a que es una banda que se hizo totalmente en los escenarios: nacieron de las sesiones excelsas en vivo de los jams (improvisaciones), en las que se logra poner a prueba a todo músico aspirante de jazz. El grupo está compuesto usualmente por ocho integrantes, su fundador y líder es Mars Williams (sax tenor, alto, soprano), y han desfilado varios nombres mientras van y vienen colaboraciones a lo largo de su historia como: Ron Haynes, trompeta; John Janowiak, trombón; Ricky Showalter, bajo; así como el guitarrista Tommy Sánchez; el baterista Dan Leali y Jesse De La Pena en las tornamesas.
http://www.liquidsoul.com http://www.myspace.com/lsoul
Reseñas Sección · 11 13
En el año 1998, lanzaron su segundo material musical llamado, Make Some Noise, su primer disco de estudio con 13 temas originales y un cover de Dizzy Gillespie, titulado “Salt peanuts”, pero totalmente reinventado a su estilo tendiente hacia el funky-soul-hip-hop. El disco cuenta con la colaboración del rapero Dirty MF: Rapper MC y algunos temas fueron grabados en vivo. Este material logró que la banda hiciera una gran cantidad de seguidores porque amalgama muchos estilos: hard bop, latino beats, funk, jazz y hip-hop, están incluidos. Hace reminiscencias a sonidos típicos de Tower of Power, pero más modernos ya que los scratchs del dj le añaden ese toque callejero y sabroso. Su tercer álbum vio la luz en el año 2000 y se titula Here’s the Deal. Manteniendo la misma alineación base de integrantes desde el principio, consta de 12 temas con el estilo de la banda, además de otras colaboraciones musicales. Para éste cambiaron de sello discográfico a Shanachie Records, y con él alcanzaron su primera nominación al Grammy como mejor disco de Jazz contemporáneo, alcanzando la cresta del movimiento independiente del acid jazz, para así embarcarse a una gira extensa por el mundo, visitando países como Alemania, Turquía, Japón y México, además de abrirle varios conciertos a Sting por los Estados Unidos. Continuaron con su cuarto álbum llamado Evolution, en 2002, y para el 2006 editaron el que hasta la fecha es su último disco llamado OneTwo Punch, con Telarc Records, aquí su sonido es
más áspero y crudo, recargado hacia el Acid beat, con sonidos más orientales y extensas rimas de rap. Este gran ensamble de Chicago supo combinar el poder de la líneas melódicas de los metales, heredadas de Tower y Brass Construction, con la influencia de la improvisación de los grandes jazzistas como Miles y Coltraine, acoplándolas a las líneas sincopadas de una batería funky que dan paso abierto, desde una base poderosa, a unas rimas de hip-hop que cobran vida con las tornamesas; los resultados son una combinación sonora que remite al baile con el beat que creó el acid jazz. El calor del saxofonista Mars Williams y el trompetista Ron Haynes es innegable y le dan el sello de la casa, a los dos les gusta vibrar en todos los registros de su instrumento, haciendo solos que conectan y suben la intención del concierto. Definitivamente son una propuesta que ha marcado pauta desde el bajo mundo de los hoyos funkys de Chicago y son poseedores de un legado musical excepcional. Como hijos de la considerada “capital del jazz” a nivel mundial, lo reflejan en su toque, pero han llevado al género por una evolución gradual que añade sonidos callejeros y actuales que muestran a las nuevas generaciones un camino trazado de cómo se hacen los verdaderos músicos en el escenario.
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Lila Downs
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ila Downs es una de las grandes cantantes de exportación de México, oriunda de la sierra mixteca del estado de Oaxaca, heredera de un gran mestizaje cultural, es hija de una cantante de cabaret Anita Sánchez una mujer indígena mixteca y de Allen Downs, un profesor de cinematografía estadounidense originario de Minnesota. Desde muy pequeña Lila mostró interés por la música ya que comenzó a cantar desde los ocho años de edad interpretando canciones rancheras y tradicionales, cantando con mariachis, influencia que su madre le enseñaba día a día. A los catorce años se fue a radicar junto con sus padres a Estados Unidos y es ahí donde decide estudiar vocalización en Los Ángeles y aprender el idioma inglés que su padre la ayudó a perfeccionar, mas tarde ingresa a estudiar la licenciatura en antropología en la Universidad de Minnesota y es ahí donde conoce a Paul Cohen, un saxofonista estadounidense quien la impulsó a retomar su carrera musical y decide regresar a Oaxaca para complementar su formación en la Academia de Bellas Artes de la Ciudad de Oaxaca, para luego culminar sus estudios musicales en la Ciudad de Nueva York.
Orgullosa de ese gran mestizaje, en su música conviven el canto mixteca, el rock estadounidense, el universo de la ranchera, los corridos, el folklore contestatario latinoamericano, el pop radiable, el bolero, el rap y la concepción sonora del jazz de cámara con una naturalidad apabullante. Puede cantar que la cucaracha ya no puede caminar porque no tiene marihuana que fumar antes de concretar una proclama sobre la condición de explotación de los trabajadores rurales mexicanos http://www.liladowns.com sin que una cosa invalide la otra, más bien potenhttp://www.myspace.com/liladowns ciando ambos discursos. Es que es ecléctica por donde se la mire, capaz de cantar ópera o blues, de parecer muy india y a la vez modelo de Armani, de no temerle a la bossa nova ni a los carnavalitos, de ser híper local, así como ciudadana del mundo, Lila expresa en persona aquello que la antropología define como las culturas híbridas, que con el tiempo ha logrado equilibrar con un gran sentido de la orientación en su discurso, sin estar peleada la sangre que corre por sus venas. Es poseedora de una potentísima fuerza y a la vez sutil técnica vocal, que ha ido desarrollando y perfeccionando a través del tiempo, es de las pocas cantantes que puede alcanzar varios registros, puede ir desde los rangos altos de un tenor hasta los mas altos de una soprano sin esfuerzo alguno, con una afinación exacta, además de una versatilidad y desenvoltura en el escenario, que la hace estar en ese pequeña delgada línea entre la locura y la genialidad, es toda una experiencia verla en acción sin ningún complejo y con todo ese talento desbordado, cautivando al público desde todos los flancos. Se hace acompañar por una excelente banda de músicos provenientes de varios países, tocan tres músicos estadounidenses, un paraguayo radicado en México, un venezolano, un chileno
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y un colombiano, mostrando esa unidad y convergencia global de las culturas, encabezados por el director de la banda su esposo Paul Cohen, que ha sido su brazo derecho en su carrera, ya juntos arreglan y componen varios temas que interpretan, la alineación que suele presentar esta compuesta por batería, percusiones, bajo, guitarras, saxofón, trombón, además de varios instrumentos de folklore latinoamericano como son el charango, las jaranas, arpa jarocha, cajón peruano, etc. Debutó en el mercado discográfico hispanoamericano en 1999 con el álbum La Sandunga, que interpretó a su manera temas tradicionales del repertorio Oaxaqueño como: “La Sandunga”, “Naila”, entre otros, pero el éxito internacional le llegó de forma definitiva en 2001 con La Línea / Border, donde explora terrenos musicales como el jazz, el gospel, hip-hop, cumbias tradicionales, chilenas, norteñas y latin jazz, conservando la utilización de instrumentos prehispánicos y mexicanos que crean una música poderosa en cualquier lengua, incluyó mas temas tradicionales como “La llorona”, “La martiniana”, “El feo” y “Hanal Weech / El armadillo2, temas en zapoteco, lengua de la sierra de Oaxaca. Le siguió el disco Una Sangre en 2004, con temas importantes como “Paloma negra”, clásica del repertorio ranchero donde expone su voz de una manera magistral, imprimiendole el sentimiento exacto, también salió La cucaracha, con un arreglo medio progresivo en medio de la canción, además de una cumbia lenta titulada “Dignificada”, sobre los derechos de las mujeres. Después unos de sus mejores discos en 2006 titulado La cantina, con el tema fuerte que le dedicó a las tradiciones de Oaxaca llamado “La cumbia del mole.” En 2008 lanza su disco Ojo de Culebra, que representa varias cosas inspiradas en el poder de sanación de los chamanes de Oaxaca. “Es una metáfora acerca de tirar afuera todo eso del coraje”. Cuenta con la participación de varios músicos internacionales de lujo, de la talla de Enrique Bumbury, Rubén Albarrán de Café Tacuba, la cantante argentina Mercedes Sosa, Raúl Midón, La Mari, del grupo español Chambao, y Gilberto Gutiérrez del grupo mexicano Mono Blanco, este es su trabajo más refinado y más ambicioso que ha producido la cantante desde 1994.
El disco incluye una poderosa versión de “Black Magic Woman” (Mujer de magia negra) original de Fletwood Mac y Santana con un estilo de banda sinaloense sofisticada en spanglish, que desemboca en una parte afro en 6/8, la mayoría de los temas son inéditos y compuestos por ella y su marido. En 2004 le otorgaron el Grammy por Mejor disco de Folk: One Blood / Una Sangre, también participó en la noche de los Oscares por las canciones que grabó para la película Frida en 2003, interpretando “Burn it Blue”, al lado de Caetano Veloso, teniendo dudas en qué idioma debería cantar, al final decidió mezclarlos y hacer un spanglish bien logrado, es raro decirlo, pero la belleza y calidad de Lila logran eclipsar por un momento al bahiano más famoso, lo que es mucho decir. Incluso el dúo que concreta con Mercedes Sosa, a la que admira desde siempre, en “Tierra de luz”, la muestra a la altura de un compromiso mayor y muy tranquila en su papel. El proceso de su transformación personal, hasta convertirse casi en un sex symbol escénico de la aldea global parece ser el mismo de las culebras, que van cambiando de piel para convertirse en cada vez más adultas y hermosas aunque nunca dejan de ser potencialmente peligrosas. Su evolución personal e interpretativa, la muestran hoy muy diferente a sus comienzos, cuando parecía un brillante en bruto, o en todo caso su proceso de mestizaje recién comenzaba a florecer, lo que a veces la obligaba a disfrazarse de mexicana tradicional, hoy no lo necesita, pero es mexicana hasta los tuétanos, así como habla inglés con naturalidad. No es sólo que Lila sea heredera y portadora de dos culturas, a ambos márgenes del Río Grande, es que las combina entre si, sumándole muchos elementos de otros orígenes, sin que eso suene ni artificio ni a pastiche, o una postura dictada por la globalización de lo mercados. Actualmente es considerada unas de las artistas más importantes de su género por su impacto global claramente consolidado y se ubica dentro de los artistas más importantes del mundo.
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Classic Player 60´s Strat
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ezcla indiscutible entre tradición, calidad y novedad, La Classic Player 60´s Stratocaster (Custom Shop Design), de Fender, ofrece tanto el diseño y feeling de la versión original de los sesenta, así como mejoras técnicas que le permiten una ejecución más definida y un sonido más contemporáneo. De afuera hacia dentro. El diseño de esta delicia hexacordal es una reedición de la que se lucía en los escenarios y estudios de la década hippie: los sesenta. El pickguard y los botones de tono y volumen los tiene en un color verde entintado, lo cual le da un look antiguo que sugiere un buen paso de los años. En el color únicamente existen dos opciones: el clásico 3-tone sunburst y sonic blue. La herrería también cuenta con su buen toque de añejamiento, pues es la que se utilizaba en aquél entonces. Respecto al sonido, tiene dos características que la distinguen: las pastillas 69´y lo duro de la madera. Muchas reseñas que rondan por la red sobre esta guitarra hacen hincapié en la potencia de la pastilla, el color, el brillo, así como la versatilidad de su sonido, pero hay una característica que se omite: esta versión mexicana no le pide nada a sus hermanas hechas en Estados Unidos, ya que se siente fuerte, armada, nunca se sale de tono, y logra un sustain envidiable. En el número pasado la respectiva reseña instrumentística fue sobre el amplificador Blues Deluxe Reissue de la misma casa productora, y justo por eso elegimos esta guitarra, ya que resultan en un perfectamente armónico maridaje. El tono rasposo y crudo que ofrecen sus pastillas se logra potenciar y definir con un amplificador vintage. No podemos finalizar esta reseña sin hacer mención de Greg Faisser, su autor. Así es, esta joya de Fender fue concebida en diseño por este reconocido laudero. Amigos, caballeros, blueseros, rockeros, jazzistas y demás, esta guitarra es, en definitiva, una gran opción para los amantes de estos géneros musicales y para quienes buscan lo retro en una de sus mejores expresiones.
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Ruido o música › ‹ Apuntes sobre el sentido musical Por: Roberto Romero Constable
16 Rachael Y., compositora e intérprete, se encontraba en un punto álgido de su carrera cuando el taxi en el que viajaba impactó contra un árbol, cambiándole la vida para siempre. Al regresar del estado de coma, sus piernas y brazo derecho estaban paralizados, mas para alguien cuya vida estaba sustentada en la música, algo aún más terrible y extraño la aguardaba: …la primera pieza que quise escuchar desesperadamente después de recobrar el discernimiento fue el opus 131 de Beethoven. Un cuarteto para cuerda complicado, a cuatro voces, muy emotivo y abstracto… Cuando llegó la música, escuché la primera frase en solitario del primer violín una y otra vez sin ser capaz de relacionar sus dos partes. Cuando escuché el resto del movimiento, oí cuatro voces separadas, cuatro rayos láser delgados y nítidos apuntando a cuatro direcciones diferentes… En la actualidad, casi ocho años después del accidente… cuando escucho una orquesta oigo veinte intensas voces láser. Es en extremo difícil integrar todas esas voces distintas en una entidad que tenga sentido. La compositora súbitamente había perdido la capacidad de relacionar los sonidos que llegaban hasta sus oídos, su habilidad para unificar la multiplicidad de líneas melódicas que forman un discurso musical se había disipado, y con ello, la música dejó de ser y se convirtió en ruido. La condición de Rachael, documentada por Oliver Sacks en su libro Musicofilia, es denominada como disarmonía, pues padece una incapacidad para relacionar varias voces que suenan a la vez; sin embargo, su caso revela sólo una de las tantas formas en que fisiológicamente la música puede volverse ruido. Los neurólogos llaman “amusias” a estos padecimientos en los que, por lesiones cerebrales o condiciones congénitas, se ve mermada la posibilidad de adscribir un sentido a la música. En otros casos narrados por el doctor Sacks, nos encontramos con personas que no pueden distinguir entre la música de “La Marsellesa” y la del “Feliz cumpleaños” porque carecen del discernimiento de los tonos y los ritmos; sujetos menos desafortunados incapaces de seguir una melodía, pero que aún pueden distinguir una pieza por su ritmo, que sufren de amelodía; individuos que al escuchar música oyen lo mismo que si tiraran todas las ollas y sartenes de la cocina al suelo, que son aquejadas por algún tipo agudo de distimbria; gente que escucha los
tonos y timbres a la perfección pero impotente a la hora de seguir un ritmo; en fin. Estos casos nos dejan ver el peculiar entramado de conexiones mediante el cual nuestro cerebro teje aquello que llamamos “música”. El procesamiento de los sonidos que realiza la mente para que dejen de ser mero bullicio y adquieran una forma musical, hace gala de una compleja red de operaciones que traen a contribución bastas áreas especializadas de nuestro cerebro que nos permiten decodificar, agrupar y sintetizar lo escuchado, para en último término, dar una unidad de sentido y advertir una intención musical. Los defectos o daños cerebrales que, en muchos casos, solamente afectan ciertas competencias musicales dejando intactas otras, dan cuenta del grado de especificidad con la que estamos diseñados para unificar cada elemento (tono, ritmo, timbre, melodía, armonía…) e interpretar la musicalidad de lo que oímos. Pero no todo se trata de fisiología o neurología cuando hablamos de sentido musical. Si bien el experimentar música tiene como a priori las bases fisiológicas que determinan nuestro modo de percibir y procesar los sonidos; a otro nivel, hay condicionamientos culturales, generacionales y personales –desde luego no cerrados o inamovibles– que influyen en la forma en que encontramos una intención, pensamiento, emoción o disposición en la música. Lo que tradicionalmente se nos ha presentado como música en nuestra vida, condiciona lo que entendemos y gozamos como tal. De unos años para acá, he tenido un acercamiento hacia la música tradicional de la India que no ha sido fácil, ha requerido dedicarle esfuerzo y concentración. De estar acostumbrado a la música occidental, cuyas escalas y ritmos me son familiares, disfrutables y en muchos casos predecibles; guiado por unas sonoridades que capturaron mi atención, me topé con una música en la que por momentos no encontraba donde empezaban o terminaban las frases, no le hallaba pies ni cabeza al complejo ritmo de las percusiones, o no descubría el sabor emocional que naturalmente encuentro en la música clásica, en el son o en el rock. Pero no es necesario encontrarse con algo radicalmente diferente que maneje otras escalas u organizaciones rítmicas, para ver hasta qué punto nos condiciona la cultura musical en la que crecemos; incluso al interior de Occidente, alguien que solamente ha estado expuesto a baladas pop a lo largo de su vida, difícilmente encontrará atractiva o significativa la música clásica o el jazz más conservadores, a menos que se lo proponga y se dedique a ello. Para mi padre, al que siempre he considerado una persona
Ruido o música · 17 sensible a la música, ese género que conocemos como heavy metal sólo es puro ruido. Aún más, desde el punto de vista de sí mismo, sobre aquel contexto que nos empapó de ciertos prejuicios musicales descansan nuestras perspectivas íntimas sobre tal o cual pieza, canción o pasaje. Cada uno de nosotros reviste a la música de significados que exclusivamente atañen a uno mismo. Los pensamientos y emociones que giran en nuestra cabeza al momento de la escucha, y las vivencias que las rodean: la intensidad de un beso, el frenesí de un festival, la tristeza de una pérdida; le aportan un sentido a la música que sólo le pertenece a uno mismo. Ahora bien, en los párrafos precedentes lo que podríamos catalogar como el “sentido” de la música sólo ha aparecido de manera tácita, pues creo que todos tenemos una impresión, aunque sea difusa, de dónde podríamos hallarlo: Rachael Y. nos hace ver que quizás el sentido de la música se encuentra en el conjunto articulado de sonidos que logramos percibir gracias a nuestro especializado cerebro; o podríamos hablar de un sentido musical que flota en la lógica adquirida culturalmente que nos conduce a gozar ciertos tipos de música; o cada uno de nosotros podría decir que encuentra un sentido
de la música en los pensamientos y emociones que nos detona, o simplemente en “eso” que nos hace distinguir la música del ruido. Sin embargo, si miramos un poco más detenidamente, el asunto no es tan sencillo como aparenta. Si yo te pregunto a ti, que ahora me lees, si sabes lo que es “el sentido”, seguramente me dirás que sí, pues es una palabra que todos usamos en nuestra habla cotidiana, pero si te pido que me lo expliques, que me des una definición de él, quizás empieces a dudar si realmente lo sabes. Generalmente usamos la palabra “sentido” en relación al lenguaje de las palabras. Una palabra u oración parece adquirir un sentido para nosotros cuando podemos figurarnos a qué se refiere. Si tú no hablaras castellano, y yo te dijera la palabra “perro”, no pasaría de ser sólo un sonido gracioso para ti, la sonoridad de la palabra no tendría sentido, pues no sabrías a qué está apuntando; aun conociendo al animal canino al que me refiero, no sabrías que aquel sonido se dirige hacia él. En este mismo tenor, el suicida dice haber perdido el “sentido” de su vida cuando afirma no encontrar hacia dónde se dirige, apunta o va su existencia. En un primer momento podríamos decir que el sentido (usado aquí como sinónimo de significado)
18 podría ser aquello a lo que se hace referencia; mas el sentido rebasa este aspecto dado que el lenguaje no sólo son etiquetas pegadas a las cosas, sino que para tener la película completa, debe ser eficaz en elaborar proposiciones, en informarnos quién hizo qué a quién o a qué, y cómo lo hizo; para que una frase sea realmente significativa debe también dar cuenta de cómo se concatenan las palabras, debe poder englobar los significados de cada palabra en una unidad que las relaciona. Al pasar lo anterior al ámbito de la música las cosas se complican, pues, ¿cuál puede ser el sentido de la música si ésta no guarda una relación proposicional con el mundo, si los tonos y melodías no designan a las cosas, ni nos manifiestan cómo se organizan, ni nos afirman o niegan algo? Teóricos de diversas disciplinas han abordado la cuestión del sentido musical a partir de esta noción referencial del sentido, sorteando las dificultades que presenta el carácter aconceptual y afigurativo del fenómeno musical. Las posturas de corte expresionista consideran que la música apunta hacia nuestros pensamientos o emociones; como si fuera un espejo de nuestro espacio interior debido a su similitud lógica con los procesos de nuestra subjetividad. Aquí podríamos sumar, por ejemplo, a Schumann, que nos dice: “La música sería un arte bien pequeño si solo resonara y no dispusiera de un lenguaje y de unos signos para denotar los estados de ánimo”. Aunque quizá el extremo máximo de esta posición la encontremos en Schopenhauer, quen piensa que la música es: “…una objetivación directa y una imagen de la voluntad toda, como lo es el mismo mundo, como lo son las ideas cuya manifestación múltiple constituye el mundo de los objeto singulares.” En contraposición a este pensamiento, encontramos las posturas formalistas que parecen librar las dificultades de afirmar el sentido de la música como referente de algo fuera de sí, aseverando que la música tiene una lógica propia que se basta a sí misma. Así vista, la música no es expresión de nada, sino que su sentido estaría impreso en el desarrollo y coherencia de las formas musicales, en su disposición arquitectónica. Friederich Schlegel, por ejemplo, dirá: “¿No debe la música instrumental pura producir por sí misma un texto? Y el tema ¿No es acaso en ella desarrollado, confirmado, variado, opuesto a su contrario, exactamente como el objeto de una meditación a través del encadenamiento de ideas filosóficas?” o como diría Stravinsky: “Considero la música, por su esencia, incapaz de expresar cosa alguna; un sentimiento, una actitud, un estado psicológico, un fenómeno de la natura-
leza, etc. La expresión no ha sido nunca una propiedad inmanente de la música.”* Sobre estas dos posturas antagónicas, me parece que una de las posibles visiones conciliatorias se puede dejar apuntada en este texto si adoptamos una perspectiva más abierta de la noción de “sentido”. Con relación al lenguaje de las palabras, dice Gilles Deleuze: “El sentido es la cuarta dimensión de la proposición. Los estoicos la descubrieron con el acontecimiento: el sentido es lo expresado de la proposición, este incorporal en la superficie de las cosas, entidad compleja irreductible, acontecimiento puro que insiste o subsiste en la proposición”. Si retomamos este impulso deleuziano para el caso del sentido musical, tendremos que afirmar que éste no se agota ni en las alturas de su capacidad para designar nuestros pensamientos o emociones, ni en las profundidades de su propia lógica formal. Si bien la forma de una melodía, es decir, la manera en que las notas se acomodan con una duración determinada, nos hace reconocerla como tal y por lo tanto nos brinda parte de su sentido, los significados particulares que nos ofrece, pueden ser tan variados como personas hay en el mundo. Por ejemplo, no basta tener la melodía del “Feliz Cumpleaños” para que esta se vuelva significativa, es necesario tener el bagaje cultural que te permita reconocerla como una canción que se interpreta en la conmemoración del natalicio de alguien y aun teniendo esa referencia la canción estará asociada a diferentes pensamientos y emociones al momento de interpretarla o escucharla. De aquí que el sentido de hecho habita el acontecimiento musical, sin embargo, no se confunde con él, flota en su límite o en su superficie. No se confunde con su forma puesto que también requiere de las referencias que el oyente le aporta, y viceversa, no está solo en las designaciones porque también está en la melodía o armonía determinada. Esto lleva a apuntar la reflexión sobre el sentido musical al terreno de las posibilidades en que un acontecimiento musical pueda ser aprehendido como música, a esa intuición de sentido que detiene el flujo constante de significaciones, a partir de la cual de pronto una sonoridad determinada deja de ser ruido y se convierte en música.
* Tanto la cita de Stravinsky como la de Schumann fueron tomadas del discurso de Manuel Carra con motivo de su recepción en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 13 de diciembre de 1998.
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Sin salida al mar
y el valor del cover Los cristales de cualquier automóvil, la superficie de una laguna quieta, los anteojos de los profesores. La idea es falsa pero la creemos del diario. Vanidad mediante o simple inercia de la generación de la imagen, escrutamos nuestro reflejo cada que hay oportunidad. ¿Qué buscamos? Quizá trascendentalísimas vainas del tipo comprobar que estoy vivo, que existo más allá de mi encierro corpóreo, que la alteridad puede también ser uno mismo; quizá mundanales avisos del corte me he despeinado, qué mal me queda el rojo, se me nota la panza. Cualquiera que sea el motivo, recibimos siempre una ficción como respuesta: mienten los que aseguran verse a sí mismos todos los días en el espejo. Justo como el otro sentado en un banco en Ginebra y el uno en el mismo banco pero de Boston. Un Borges que se encuentra consigo cincuenta años más joven y no atina a reconocerse. Cada segundo transcurrido cambia por completo el mundo y a la vuelta de los días nada es lo mismo: objetos, personas e ideas no son las dos caras idénticas de una hoja en blanco, sino cara y cruz de una moneda que seguro cae de canto. Pasa igual con la música, alguno la crea, la cría como a un pajarito perdido y la libera en un parque. Cuando vuelve para escucharle cantar lo más probable es que el ruiseñor grazne canario. Por ahí de 1939 Harold Arlen y Yip Harburg regalaban al mundo “Over the rainbow” en voz de Judy Garland; un año más tarde Chelito Velázquez escribió “Bésame Mucho”, popular gracias a la voz de Emilio Tuero; más para acá, en su Bayou Country de 1969, John Fogerty y Creedence Clearwater Revival llegaba a las listas de popularidad con “Proud Mary”; en el año 2000 Britney Spears haría lo mismo con “Oops!... I did it again”. Cada cual en su propia bolsa, cada quien con su particular etiqueta. Del rock al bolero al pop al jazz, todas conocidas y grabadas en la memoria de casi cualquier contemporáneo. Pero si hoy esas canciones se sentaran en el banco, se miraran en el espejo, difícilmente se reconocerían. La razón: nunca podrían haberse imaginado vistiendo acordeón y traje alpino. Señoras y señores, con deleite y mucho gusto: Global Kryner.
Al norte Alemania y la República Checa, en el cardinal contrario Eslovenia e Italia, mirando hacia donde sale el sol Hungría y Eslovaquia y cerrando la pinza Liechtenstein y Suiza en el poniente. Sin salida al mar y a pronunciada altura se encuentra Austria, nación a la que debemos, por ejemplo, los neuróticos devaneos de Fritz Lang, las cochinadas teóricas de Freud, los revuelos históricos de Stefan Zweig y, para desgracia de la humanidad, las atrocidades del detective en el kínder metido a gobernador de California. “Austria, a pesar de ser un país pequeño, ha sido y es un exportador de carácter internacional de su música, llamado por eso el país de la música. No en vano, pues hay muchos nombres y géneros que han sobrepasado las fronteras físicas del país como Mozart, Haydn, Schubert, Mahler, pero también los Strauss y sus valses, entre otros muchos que aunque no eran austríacos, como Beethoven y Brahms, venían y se quedaban a vivir en el país para dejarse inspirar por su espíritu cosmopolita e intelectual”, comparte con Tangente Christof Spörk, fundador y clarinete de Global Kryner. También está el lado tradicional de la música austriaca, el famoso yodel, popularizado en el mundo entero alrededor de los 70 por el llamado rey del yodel, Franzl Lang. Sin embargo según comenta Christof “el yodel sigue siendo un elemento muy importante en la tradición de hacer música de países alpinos, pero no es el único estilo. La llamada música folclórica tradicional tiene sus raíces en la práctica musical de las comunidades urbano-rurales y rurales. Ella sigue siendo un reflejo directo de la vida cotidiana y las celebraciones del pueblo o la sociedad de la pequeña ciudad. La música folclórica es la fuente más importante de la música popular. Ahora existe la corriente llamada nueva música popular, creada en su mayor parte por músicos jóvenes que formaban parte de la música contemporánea en todas sus formas (pop, rock, música electrónica, música del mundo y muchos más) y que también crecieron con la música tradicional de su región.” Una de las piezas fundamentales de la tradición musical es el estilo oberkrainer, que “tenía socialmente un gran alcance y un gusto muy extendido en una parte del pueblo, sobre todo en la región de Eslovenia y en el campo de Austria, Alemania y Suiza. A pesar de su éxito, este estilo era mal visto y mal valorado. Era “música de chatarra”, como categorizó el director del Festival Ollin Kan, José Luis Cruz”, festival en el que, por cierto, Global Kryner participó en su edición del año 2009.
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De lo local a lo global…
Además de ser el título recurrente para un sinfín de análisis económicos, tecnológicos, políticos y culturales, la frase “de lo local a lo global” da cuenta de una marcada tendencia de la gente del mundo a descubrir lo que habita más allá de sus fronteras mentales, así como de dar a conocer las habas que se cuecen en casa. En música ejemplos sobran y en todos los tiempos: desde un Django Reinhardt mezclando la tradición gipsy con el jazz hasta unos Caligaris tendiendo lazos entre el ska y el cuarteto cordobés, pasando por las reuniones de bossa nova y acid jazz de la Banda Favela en Brasil o el punk con bomba y merengue de Los Rabanes en Panamá. Al respecto de su propuesta, comenta Christof: “por una parte, ninguno se había atrevido a proyectarse de manera seria y competente utilizando esta expresión musical. Por otra parte, nadie creía que la música oberkrainer pudiera estar envuelta en un manto de más complejidad musical e interpretativa como al nivel en que nuestra agrupación Global Kryner lo presenta. Es la primerísima vez que se interpreta de esta manera. Global Kryner retomó las raíces de este estilo oberkrainer, la instrumentación, el swing, y ha creado un propio estilo, no una copia exacta del original.” Y explica: “por eso el nombre Global Kryner, global como sinónimo de integral, universal, entero. A esto se le suma la selección de su repertorio: piezas de éxito internacional en diferentes estilos como jazz, pop, latin, folk, música alpina entre otros. En algún sentido se puede comparar todo este simbolismo con el concepto en las artes plásticas de Picasso o de Andy Warhol, con la llamada técnica del “objeto encontrado”, la cual define elevar un “tema” –el objeto– a su máxima expresión artística e intelectual. Según esto, cualquier cosa que elige un artista es sacralizada como ‘arte’. En este caso el estilo musical oberkrainer –objeto encontrado–, reelaborado y arreglado con una elevada calidad musical, se legitimiza como un género que supera sus propios límites armónicos y sonoros.” El sello en este caso resulta inconfundible. A través de un sonido que ciertamente supera los cánones del folklore austriaco, Global Kryner transforma éxitos de otras latitudes y otros tiempos, obsequiando al escucha un repertorio que lo reencuentra con su capacidad de asombrarse pero, sobre todo, con la posibilidad de reconvertir piezas que se creían intocables.
Lo propio y lo ajeno
“La idea de Global Kryner surgió en mis viajes de estudio a Cuba. En Cuba se transforma con tremen-
da naturalidad cualquier estilo musical, sea jazz, sea reggae, sea pop, sea afro, en música cubana, salsa, cuban jazz o música tradicional. En Austria, durante mucho tiempo esta forma de pensamiento no estuvo muy difundida. Música tradicional era música tradicional. Se respetaba y no se mezclaba con nada más. Claro, esta manera cerrada de pensar ya ha cambiado en la época actual. Al regresar a Austria, me puse a pensar qué tipo de música en Austria tiene la misma virtud de dejarse transformar, con lo que llegué a la conclusión: la música oberkrainer, que había escuchado desde niño en mi pueblo. Así se concretó el concepto, busqué los mejores músicos de la escena y que además no tuvieran prejuicios en tocar esta música y poco tiempo después ya se había formado Global Kryner”, recuerda Christof. Resulta curioso escuchar a Global Kryner, pues en el primer acercamiento a su música uno puede pensar que se trata de una broma o en todo caso de una burla ácida en contra del llamado mainstream y su larga lista de tops y one-hit-wonders. Sin embargo, cuando se repara en la calidad de la música el escucha será gratamente sorprendido pues temas que en su mente pudieran figurar como desechables, plásticos o terriblemente planos, cobran una nueva dimensión. En primera instancia mucha gente descartaría a una banda de covers con escasos temas propios, pues “en la opinión general de muchos músicos en cuanto al concepto cover, se denota cierta huella negativa. Puede ser por la creencia de que se rechaza la propia creatividad, o porque se niega el talento y valentía para componer cosas propias, en fin que, siempre cuando se menciona este concepto,
24 está latente y oculto este carácter negativo. Pero muchos olvidan algo: en la música hay incontables ejemplos de covers hechos a mano por excelentes músicos, cada uno en su campo, que han alcanzado un éxito tremendo. Desde Keith Jarret y su versión de los preludios y fugas del maestro J. S. Bach hasta Jamie Cullum y sus pophits en estilo de jazz; desde Buena Vista Social Club y sus versiones de éxitos internacionales en estilo de son y salsa, hasta Robbie Williams y su exitoso programa al estilo de Frank Sinatra, todos, sin excepción, han hecho covers y nadie se ha puesto a preguntar por qué lo hacen. Tampoco, nadie le pregunta a Evgeny Kissin, el pianista genio ruso, especialista en Chopin, por qué se dedica toda su vida a interpretar mayormente obras de otros compositores. En fin, toda la música seria, de la música clásica hasta el jazz, vive de la interpretación de composiciones y songs ya hechas. Y los intérpretes de la música clásica ni siquiera arreglan sus piezas, sino se pelean por ser más originales que los demás intérpretes.” Finalmente concluye: “si vamos al origen del término “banda de covers”, nos damos cuenta que si bien Global Kryner toca piezas dadas a conocer por otros grupos, no encaja exactamente en este concepto. Se entiende, que una banda de covers, (debería) interpretar la pieza exactamente igual al original, lo cual no es nuestro caso. En fin, que en este sentido, si somos una banda de covers, también lo es la afamada Orquesta Filarmónica de Viena.”
El otro
De cuando en cuando a todos nos asalta la duda al mirarnos al espejo ¿Quién es real y quién el reflejo? En el fondo del cuestionamiento late el tópico de la autenticidad pero también el de la verosimilitud. Ya se sabe: algo perfectamente creíble podría no ser real y en el reverso la realidad supera a la ficción. Preguntas como éstas surgen al encontrarnos con el trabajo musical de Global Kryner. Su particular estilo, su dominio de los lenguajes, su feeling que sabe a oriundo de cualquier barrio, su versatilidad y sus ganas de reinterpretar el mundo nos colocan frente a un espejo que hace las veces de catalejo, de binoculares y hasta de caleidoscopio. A través de un sonido que arropa al escucha en un mar de alegría y buen humor, Global Kryner tumba las convicciones de cualquier purista de los géneros musicales. En sus discos se recrean las referencias clave de las listas de popularidad al tiempo que obtienen matices insospechados y refrescantes. En el clímax de cualquier canción podríamos incluso preguntarnos si en verdad alguien ya la había cantado, aprovechando la ocasión para hincharse los bolsillos de dinero.
2004 Global Kryner Recuento multiforme de glorias tamizadas por el vaivén de corrientes dispares. Desencuentro casual del plástico con la carne. Ideal para sobrevolar precipicios, laderas agudas o tapias pronunciadas. 2005 Krynology Asesinato en serie de grandes éxitos con revisitas frecuentes a la escena del crimen. Modus operandi para iniciados en crímenes de lesa celebridad. Perfecto para bailar sobre la tumba de los otrora aplaudidos.
2008 Weg Reivindicación triunfal del hubiera como canon musical y filosófico. Festivo cortejo de tiempos y lugares con intenciones orgiásticas. Se recomienda escuchar a volumen medio acompañado de un grüner veltliner. Los Otros: Sabine Stieger, voz. Christof Spörk, voz y clarinete. Martin Temmel, trombone. Edi Köhldorfer, guitarra. Anton Sauprügl, acordeón. Markus Pechmann, trompeta.
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VIVE LAtInO 2012 La experiencia
Por: Pablo Solís Vega
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E
l Vive Latino es un festival particular. Un oasis de música y cultura que se levanta sobre el caos de la Ciudad de México, la selva de concreto que da vivienda a más de 20 millones de personas. Para estos días, nos llegamos a juntar hasta 70,000 personas por día, para intentar ver a parte de las más de 100 bandas que se presentan en 4 distintos escenarios. Esta edición logró su segundo sold out en 13 ediciones. El sábado se presentaba Café Tacuba después de dos años de ausencia, la banda que hoy por hoy es la que mejor representa la cultura e identidad de los chilangos, los habitantes de la capital. Qué mejor oportunidad que verlos en uno de los festivales más importantes de América Latina, en el foro más grande la de la ciudad, abarrotado hasta el tope por melómanos de todos los rincones del valle, visitantes de diversos estados del país y amigos extranjeros que vienen a disfrutar la fiesta musical. Acudir al Vive Latino es una experiencia agotadora, porque desde que te levantas, sabes que te vas a enfrentar con multitudes, caminar todo el día entre empujones, gritos, euforia, tragos de cerveza, sudor, vasos voladores y soportar los implacables rayos de sol. Ya sea que llegues por metro o automóvil, te tendrás que enfrentar a viene-vienes (acomodadores de autos), revendedores, vendedores, policías, puestos de comida, playeras, tazas, estampas y un montón de repartidores de volantes que aprovechan para promocionar otro tipo de eventos relacionados (cuya publicidad termina tapizando los pasillos de acceso; lo último que quieres es guardar pedazos de papel durante el resto del día). En ese mar de gente ya empiezas a ver las modas y los atuendos de los asistentes. Distintas tribus urbanas de la ciudad se dan cita para disfrutar los espectáculos de sus artistas favoritos y de paso ver algún otro show o de plano conocer nuevas propuestas. Esto es parte fundamental de la esencia del festival. En él, nos reunimos personas de todos tipos, de distintos perfiles y es usual ver a personajes que hagan gala de los atuendos que mejor distingan sus gustos musicales. Esta diversidad también está plasmada en la variedad de actos y géneros musicales que se presentan en el Vive Latino. Por ‘encimita’, podrá parecer que la escena del país está compuesta por bandas que quieren imitar el sonido anglosajón o que no hemos logrado superar la llamada época del rock en tu idioma. Sin embargo, la música nacional es bastante diversa y
el festival trata de incluir propuestas de múltiples géneros para saciar los gustos de casi todos. Así, te puedes dar un viaje al pasado bailando al ritmo del rockabilly de los Rebel Cats (con copetes y todo el look incluido), sentir el oleaje suave del reggae de Antidoping o ponerte sentimental con el jazz-tango-y-algo-más de Paté de Fua. Si lo que te gusta es bailar, puedes darle una oportunidad a la cumbia electrónica y divertida de los Tropikal Forever o prenderte con el electro-funk de Kinky. Por otro lado, bien valía la pena escuchar el folk y la canción ranchera re-interpretada por personajes como Juan Cirerol, o suavizarte con el pop dulce de Carla Morrison, o de plano darle espacio a tu lado trastornado con el punk-rock de Descartes a Kant. Este año, el festival no olvidó al rock urbano, género fundamental para entender el desarrollo del rock en esta ciudad. Para ellos, escogió a dos de sus más grandes representantes, Haragán y Compañía y Jaime López y su “Chilanga Banda”. Por su parte, el ska, estilo que vio su máximo esplendor en el país durante la década de los noventa, estuvo representado por La Sekta Core, quienes iniciaron la fiesta del sábado con su ya clásica “Zona del terror”, canción que siempre amerita un buen slam. Ahora que si lo tuyo es el surf, te hubiera encantado acudir al show de los Esquizitos o ver a Lost Acapulco. Esta última es sin duda otra de las bandas favoritas del público chilango. En estos shows es común ver al público con sus máscaras de luchadores o a personas tratando de ‘surfear’ por encima de la gente. Por supuesto, hay slams por todos lados. Por su parte, las chicas son un elemento fundamental y también se dan su buena divertida. Para empezar, los slams de sólo mujeres son algo particular y algo muy común de ver en eventos de esta naturaleza. Entre ellas, sus novios o sus amigos, se abren espacio y se protegen para poderse empujar, gritar, bailar, soltar y recibir alguno que otro golpe, sólo entre ellas. También, suelen ser las afortunadas de subirse a los hombros de su galán y ser el foco de atención mientras bailan al ritmo de la música. Todas las que lo hacen suelen ser asediadas por el no menos tradicional grito de “¡chichis, chi-chis!” (forma sutil de decir tetas). Muchas, entradas en el calor del desmadre suelen ceder a la presión del ‘respetable público’ y deslumbran con flashazos de sus senos, lo que es respondido con una gran ovación y muestras de agradecimiento. En toda esta ‘fiesta’, no dejarás de ver a personas volando por los aires lanzadas por las ya tradicionales ‘mantas voladoras’. De ahí, saldrás empapa-
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do de sudor (no solamente tuyo) y bañado de alguna que otra cerveza (mientras no esté caliente, no hay nada de qué preocuparse). Todas las bandas anteriormente mencionadas son orgullosamente mexicanas. Fuera del país son poco conocidas pero en México tienen a su público cautivo. Por supuesto, falta mencionar aquellas cuyo nombre empieza a sonar fuerte en el extranjero. De estas hay que destacar a Austin TV, quienes acaban de regresar de una gira por Europa. Están presentado un disco doble y son una de las bandas que con base en el esfuerzo y el trabajo han logrado grandes cosas con su rock instrumental. También sobresale Hello Seahorse!, que con su amable indie-pop han cautivado a la juventud mexicana y se han convertido en un fenómeno popular de gran alcance. Como muestra, este año estarán tocando en el escenario principal del Festival de Coachella, en Estados Unidos. Este éxito sin duda se debe al talento y carisma de su cantante, Denise Gutiérrez (alias Lo blondo), quien anda en plan grande no sólo con su banda sino participando en diversidad de proyectos. Entre los consagrados nacionales se presentó Molotov, quien también aprovechó el foro para presentar canciones de su nuevo disco y una película documental sobre su historia y el impacto que tuvo la banda cuando surgió. Por su parte, Zoé presentó la versión desenchufada de sus canciones, cuyo show ha sido presentado en una larga gira por Estados Unidos y Sudamérica, y el disco ha vendido un doble disco de platino por sus ventas, algo inusual para una banda de rock mexicana. Y todavía falta por mencionar la legión extranjera. Este año, Chile fue el país sudamericano con más representantes en el festival, con artistas como Javiera Mena, Denver, Astro y HopPo!, entre otros. No podían faltar los argentinos, quienes se vieron representados por Catupecu Machu, Los Caligaris y Sr. Flavio, proyecto alterno del bajista de los Fabulosos Cadillacs. Por su parte, Columpio Asesino y Enrique Bunbury fueron dignos representantes de España. Este último posee una gran cantidad de fans, casi un culto, que lo admira y adora de sobremanera. Con los años, el Vive Latino ha tratado de internacionalizarse y cada vez incluye más propuestas con grupos de renombre internacional. Este año prendieron la fiesta Gogol Bordello con su mezcla de música gitana y tuvimos la oportunidad de ver el reencuentro de Madness, la legendaria banda de ska británica. Por su parte, se incluyeron a dos bandas
niuyorkinas de gran talento que también merecieron ser escuchadas y recibir una gran ovación. Nos referimos a TV on The Radio y a Screaming Headless Torsos. Éstas no son muy conocidas por el público en general pero tuvieron buena aceptación. Por último, el sonido anglosajón estuvo representado por Kasabian y Foster the People, banda que se ve que va que vuela para ser una one hit wonder. A los primeros, les tocó presentarse en el escenario principal justo antes de Café Tacuba. Estaban impresionados por la cantidad de personas. No sabían qué grupo seguía. Tampoco entendían por qué coreaban “¡pa-pa-ru-pa-pa-e-u-e-o!”. La gente ya estaba empezando a agarrar lugar para el espectáculo de los tacubos, la banda más representativa del rock mexicano. No conozco a nadie que no le guste. Ese sábado podíamos tener rutas y horarios distintos, pero todos sabíamos que a las 10:40 PM estaríamos en Café Tacuba. Lejos, cerca, no importa, había que estar ahí. Estar en un concierto de Café Tacuba en el D. F. sólo puede ser así, a lo grande, con masas de gente, todos coreando sus canciones al unísono. Mientras esperábamos ansiosos a que los músicos salieran en el escenario, del centro de la cancha se prendieron unas gigantescas luces que alumbraban hacia el cielo. Al centro, una plataforma se elevaba con las siluetas de Rubén, Quique, Joselo y Rangel. Esta pequeña sorpresa engrandeció aún más su presentación. Los tacubos no defraudaron y tocaron un set clásico con las canciones que todos nos sabemos y nos gusta cantar. Sin duda, el mejor momento de todo el festival. Con el tiempo, el Vive Latino se ha hecho mucho más funcional y cómodo. También, siempre hay algo que hacer o ver, no sólo en lo musical. Cada vez se suman más personas, colectivos o asociaciones que complementan la música con alguna otra actividad artística, lúdica e incluso deportiva. Entre lo más destacado, este año se sumó una biblioteca móvil y se incluyeron demostraciones de Parkour. Por su parte, desde hace algunas ediciones, la carpa ambulante hace gala de los mejores documentales que se presentan en su ya famosa gira por todo el país, presentada por dos de sus principales promotores, Gael García y Diego Luna. Así, puedes ponerte a leer, ir al cine o simplemente disfrutar de acrobacias o artes circenses. No se puede dejar de mencionar la imprescindible presencia del tianguis del chopo y su amplia oferta de camisetas, discos, bolsas, vestidos y estampas de
28 tus artistas favoritos. También, hay que destacar la figura del FARO de Oriente (Fábrica de Artes y Oficios de la zona Oriente), un espacio dedicado a llevar cultura a las zonas periféricas de la ciudad. Este año presentaron parte del trabajo que se desarrolla en sus talleres, entre los cuales destaca la “Catrina Punk”, una escultura hecha de puro material reciclado. Así, el Vive Latino es un festival que presenta un abanico de música y cultura bastante extenso que da para agotar las energías de cualquiera. Acá sólo se mencionaron algunos grupos y habrá quien reclame de no mencionar algunos otros “grandes”. Sin embargo, cada quien vive su “Vive”, lo disfruta a su manera y respeta los gustos de los demás. Esto es algo fundamental y necesario que la gente que acude al festival también ha aprendido con los años. En cada edición, nos volvemos más tolerantes y respetuosos de los distintos gustos de los demás, lo que habla de un desarrollo y maduración de la escena musical en nuestro país. Ojalá sigamos por ese camino.
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Descartes a Kant
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E
n México, hay un pequeñísimo grupo de músicos que regalan sus discos, tanto físicos como en internet. Uno de ellos se llama Alonso Arreola y fue quizás, según nos cuenta, el primero en hacerlo en este país. Y así fue como lo conocí: al salir de un concierto de los Screaming Headless Torsos, me acerqué a comprar un disco y me lleve la grata sorpresa de recibir uno más de regalo. Órale, me dije a mi mismo, qué buena onda. La sorpresa fue mayor al ver que no venía en una caja de plástico convencional sino envuelto en un pedazo de tela con un arte impreso en blanco y negro. El booklet no era tal, sino una serie de “postales” con el diseño de un artista diferente, una para cada canción del álbum. En definitiva, no sólo me habían regalado un disco, sino una obra de arte, una pieza de colección. Lo mismo les sucedió a 10,000 personas que en algún momento fueron a comprar un libro, rentaron una película de arte, acudían a ciertas obras de teatro, donaron algo en alguna fundación o compraban el disco de determinados artistas. Sin saberlo, pasabas por un filtro para hacerte acreedor de una propuesta nueva que quizás te iba a gustar. Así fue como Alonso Arreola dio a conocer su primer material como solista y desde entonces su trabajo no ha dejado de sorprender a ese nicho de personas que va a conciertos, compra un libro o va a una obra de teatro, el cual, hay que enfatizar, no es muy grande en este país. Este año acaba de presentar una trilogía de discos (los contagios de Cruento, las Transfusiones de Cruento y Cruento)
la cual también regala y es enteramente descargable por internet. En los créditos el autor abiertamente señala que el disco es gratuito. Te invita a copiarlo, regalarlo, subirlo a internet. Es parte de su filosofía, una manera distinta de ver las cosas, desde otra perspectiva. Mientras platico con él, viene al tema el concepto de Copyleft, una postura distinta donde los autores mantienen derechos sobre sus producciones pero lo distribuyen de una manera más libre, sin el afán principal de lucrar. Sin embargo, es enfático en señalar que es algo muy distinto a la gratuidad y es una cosa que mucha gente todavía no entiende. En esta trilogía, participan desde los miembros de una banda de hip hop underground (Menuda Coincidencia, de Monterrey) hasta Pat Mastelotto y Trey Gunn. Sobre este último, no es la primera vez que trabajan juntos y de hecho se van los dos a África para aprender poliritmias, aprovechando que tienen una invitación para tocar en un festival. Trey invitó a Alonso para que fuera su bajista. Nada mal para un músico mexicano que regala sus discos. Pero, ¿cómo le hace? «Para mis discos consigo benefactores. Me gusta pensar en esa palabra porque no se trata de un patrocinador, sino de varios benefactores que me
Entrevista · 33 dan dinero para sacar un disco. Una primera regla es que nadie pone mucho, o sea son muchos benefactores que ponen poco. Sin embargo, el fin último no es sólo sacar un disco sino generar una ayuda a partir de lo que se recaude. Inicialmente, trabajé con gente por la defensa del animal, con múltiples intercambios y alianzas. »Ahora con esta trilogía estoy trabajando fundamentalmente con una asociación que ayuda a niños con VIH. Las personas que ponen dinero creen en mi música y también son amigos de muy distinta índole, pero además saben que la búsqueda o el intento final es apoyar otra causa. Así se genera un triángulo, donde el fin último no es nada más que salga mi disco, sino generar ayuda. »Al respecto he tenido muchas discusiones con ‘popstars’ amigos, quienes no están de acuerdo en lo más mínimo. Ellos provienen de generaciones donde la industria les dio muchísimo y no pueden concebir que ya no les den. Entonces, atacan la piratería, que desde luego es atacable, pero también atacan a la conducta de consumo de la gente. Y ahí es una parte en la que yo no coincido: no puedo atacar al consumidor, aunque tenga conductas erráticas y egoístas, sobre todo cuando estamos hablando de alguien que puede tener desde 12 años a los que quieras, cuya juventud y adolescencia le impida entender cómo era la industria antes.» ACIDCONGA: Todo eso suena muy bien, pero ¿cómo le haces para sobrevivir? AA: «BATMAN. Es la respuesta que les doy a todos los que me preguntan. No es que me sienta un súper héroe, significa tener una doble vida y sacrificarte de verdad por lo que te gusta. Estoy destruido ahorita haciendo estos discos. Suena bien divertido pero todo esto implica un chingo (mucho) de sacrificio. Tengo un taller de 35 alumnos y escribo en muchos lados. Es verdad es muy difícil hacer lo que verdaderamente te gusta en este país. No importa que seas bueno. Hay que entender cómo está la industria, cómo está el país, con una guerra absurda, en tiempo de elecciones, helicópteros cayéndose y el mundo en una crisis económica del carajo. En una situación así, lo único que hay que hacer es transformar tu entorno inmediato, aquello que realmente puedes transformar. Esa es la mejor contribución que puedes hacer a la humanidad, dejarte de manifestaciones grandilocuentes y pendejadas. »En ese sentido es donde viene el gran sacrificio. Si a ti te gusta hacer música, perfecto, pero cuídalo, estudia y vive de otras cosas. Sí a tu música o a tu arte le dejas caer encima la cruz de tu mantenimiento, la cosa se pervierte del carajo. Yo hago la música que se me da la gana, porque he cuidado
lo suficiente ese ámbito. Si yo estuviera pensando en poner mis capacidades musicales al servicio de mi cartera, bueno, tal vez me hubiera ido mejor en términos económicos, pero para nada hubiera hecho la música que hago. Entonces prefiero ser un circo de muchas pistas, y para eso, tienes que tener una doble vida.» ACIDCONGA: platícanos un poco de cómo haces tu música. AA: «Yo estoy enamorado de los procesos y no de los resultados. El resultado pocas veces me genera placer. A la música hay que nutrirla con muchos eventos y cosas de tu vida. Aprender de otras áreas es fundamental. Esto es algo que les digo a todos mis alumnos: es bien importante que ellos, aunque se dediquen a otras cosas, sean mejores personas integrando la música en sus vidas, además integrando cosas de sus vidas profesionales a su composición musical. La idea es que no seas sólo músico sino que hagas muchas otras cosas que nutran tu experiencia de vida. »En cierto sentido, hay que buscar la originalidad, la cual no es tan difícil de encontrar. Lo que es difícil es buscar las fuentes de tu originalidad. Podría parecer que es lo mismo pero no. Cada individuo tiene una personalidad propia. Es ahí donde tienes que buscar. La gente confunde novedad con originalidad, si se pierden buscando la novedad, ya valió madre, hay demasiada gente en ello y además invirtiendo toneladas de dinero en valores de producción. Lo importante es saber quién eres y vincular tu música con eso. Eso me parece fundamental. »Además, para expresar algo, tienes que buscar técnicas, sonidos, rítmicas, escalas, y todo lo que tiene que ver con un color que eres tú. Esto lleva años y por eso hay que aprender a ser paciente. Es ahí donde tienes que ser un absoluto enamorado del proceso.» ACIDCONGA: ¿por qué decides sacar una trilogía de discos en un momento en el que ya casi nadie compra discos? AA: «Primero hay que entender que hacer música no es sólo vender discos. En cuanto al tema, ya sea la venta física, online o en vinil, el que determina todo es el consumidor, cuyos actos están determinados por edad, geografía, poder adquisitivo, etc. También, estamos viviendo un momento de transición, que como todo, va a tomar su tiempo en encontrar su camino. Te puedo decir que sigue habiendo discos compactos, y su venta en términos de dinero es ahora mucho menor que antes, pero eso no significa que sea menor como objeto.
34 »A mí me sigue funcionando muchísimo darte estos discos, metas el audio a tu mp3 y dejes la caja en tu casa como objetos de edición limitada. »De todas formas puedes escuchar mi música gratis online. Pero está claro que mis ediciones en particular tienen algo de valía como objetos. Estos están inspirados en la Blue Note Records porque quería hacer una especie de tributo. Les pedí a los diseñadores que pensaran como si fuera un disco de acetato y si te fijas es como un mini-LP. El chiste es que a mí sí me gusta ofrecer algo físicamente interesante y que la gente quiera tener ese objeto, sin importar que lo pase a su reproductor de mp3.» ACIDCONGA: ¿qué crees que pase con las bandas y los músicos a partir de ahora? AA: «Las bandas que están naciendo van a tener que empezar de la manera primitiva, que es tocando en vivo. Sí, me dirás que ahora hay la posibilidad de poner tu música en la red, pero hay una sobre-oferta brutal. El hecho de que existan las redes sociales no garantiza que eso funcione en términos de promoción. »Por eso, van a sobrevivir las bandas que toquen con honestidad y que le hagan al “Batman” para tener permanencia. Se acabó. La gente que le chingue, tenga oficio y quiera lo suficiente a la música para no vivir de ella, esa es la gente que va a sobrevivir. »Lo que quiero decir es que vamos en un barco que ya no tiene retorno. Ayer escuchaba a un vendedor de discos que decía que había que ponerle más candados al internet. Eso no se va a poder. Hay que asumir que hemos sido violados y hay que darle la vuelta a la tortilla. El punto es volver a lo más elemental, que la gente va a tener que tocar solo por el placer de tocar y ya. Como antes era. Esa idea de que a fuerza tiene que haber eco masivo o éxito… tú primero has, produce, genera, luego ya verás.» ACIDCONGA: En México vivimos una especie de estancamiento en cuanto a música popular se refiere. Por ejemplo, llevamos 20 años escuchando las mismas canciones de Café Tacuba, Caifanes o los Héroes del Silencio. ¿Qué crees que nos ha pasado? AA: «Eso es un tema muy interesante y profundo, pero lo primero que no se nos debe olvidar es que estamos jodidos al estar pegados a Estados Unidos. Así como hay cosas buenas, también existen muchas cosas malas. Geográficamente hemos crecido con un déficit en términos de lo nuestro. No tenemos esa escena por el gran menosprecio que tenemos hacia nosotros mismos, hacia nuestra propia música. Crecimos creyendo que el mariachi y el son eran cosas inamovibles. Y eso en parte fue un acto de irresponsabilidad por parte de todos los artistas de música popular en México. Si tú vas a Brasil, Turquía o Japón, te das cuenta de las transformaciones que ha sufrido su propia música tradicional. La irresponsabilidad de los músicos no solamente viene en el sentido de no utilizar su propia per-
Entrevista · 35 sonalidad como pueblo sino también en su falta de estudio y conocimiento. Además, no hemos sabido transformar ni mezclar la música que nos llega del exterior con la cultura que nosotros tenemos, para darle una personalidad y discurso propio. »Sin embargo, también hay que sumarle un montón de cosas que tienen que ver desde la economía hasta la educación. Por un lado, México no tiene el poder adquisitivo de Estados Unidos o Japón, donde hay un montón de lugares para tocar, pero porque también hay un montón de gente que tiene dinero para gastarlo. Por el otro, hay que ser más clavados y ver el daño que le han hecho los monopolios mediáticos al país en términos estéticos: si pensamos en lo que ha hecho Televisa y TV Azteca en función de la música que nos “regalan”, eso a la larga afecta a gente generacionalmente de manera muy profunda. Todavía nos tocó saber quién fue Raúl Velasco (eterno presentador de un programa de televisión donde acudían todos los artistas de Televisa): cuando tienes a dos o tres generaciones que han consumido todo eso durante tanto tiempo realmente viene una afectación, es real. Vivimos en un país donde la palabra cultura le da comezón a mucha gente. Y en ese sentido, hablar de la escena musical es hablar de un fenómeno muy complejo para un país como el nuestro. »Sin embargo, se pueden cambiar las cosas. Los músicos independientes tendrán la labor de generar su propia escena y abrir sus propios espacios. Cada quien, desde su trinchera, tendrá que empezar a buscar bandas que toquen cosas similares, y así poco a poco ir generando algo. En ese sentido, también hay que responsabilizarse.” Alonso Arreola presentó la trilogía de cruento en los primeros meses del 2012. El concierto fue totalmente gratis en un recinto del Centro Histórico de la Ciudad de México. El evento estuvo acompañado por una pasarela de invitados de lujo, conformados por artistas consolidados hasta de la nueva camada. Entre ellos estuvieron Gerry Rosado, fundador de discos Intolerancia, Alex Otaola (quien también regala sus discos), su hermano Chema, Daniel Zlotnik (Los Dorados), Sabo Romo y Alfonso André (miembros originales de Caifanes), Javier Ribera Calderón y Denise Gutiérrez, mejor conocida como Lo Blondo, líder de Hello Seahorse, una de las bandas mexicanas que más está dando de qué hablar a nivel nacional. Sobra decir que las localidades se agotaron. Si usted, amable lector, alguna vez tiene el privilegio de encontrárselo en la calle, acérquese a él y salúdelo. Seguramente le regresará una sonrisa y con suerte hasta uno de sus discos.
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IMAGEN ARTE Robert Smithson Espirales naturales
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Robert Smithson Espirales naturales
Peat Bog Curve En esta edición de ImagenArte hablaremos de Robert Smithson. Su obras es reconocida mundialmente por su orignalidad y processos creativos. Una de las carac� terísticas mas impresionantes de Robert Smithson es su habilidad de extender la plataforma a diferentes áreas. Para Robert, el mundo en si es un espacio para la creación. Robert encuentra una manera de exten� der su obra a diferentes ramas, pero siempre sien� do consistente en sus conceptos y preocupaciones estéticas. Era una artista que usaba materiales no convensiona� les. Algunos de estos materiales incluían espejos, piedras, madera y camiones de carga . Los traba� jos mas reconocidos de Robert Smithson son “Earthworks” o trabajos en tierra . Una serie de esculturas en espacio abierto. Sus obra más reconocida “Spiral Jetty” es el resultado de un lar� go recorrido por conceptos de entropía, lenguaje, cartografía así como la experimentación de ma� teriales y procesos artísticos para llegar a comunicar una idea. Robert Smithson nace en 1937 en Nueva Jersey, Estados Unidos.
World Ocean Map, 1962. collage de mapa en papel
Entra en mundo artístico a finales de los años 50. El Estados Unidos de 1960 era una época dramática. La guerra de Vietnam así como el racismo causaron una ola radical en el país. Esto causó un activismo no solo político sino también artístico. En las ramas del arte, hubieron varias corrientes vanguardistas en el mun� do. Corrientes como el expresionismo abstracto, el minimalismo, el grupo de los situacionalistas y el arte pop. Dentro de todas estas ramas, Robert Smithson destaca por sus obras originales. Existieron varios gru� pos que notaron la necesidad de salirse de la galería privada, pero Smithson es uno de los pocos artistas reconocidos que, por medio de su proceso artístico, logra des� vincular su obra por completo de las galerías y situarse hoy en en armonía con la naturaleza. Comenzemos a ver su proceso artístico al observar sus dibujos. En “Blind the valley of suicides” por ejemplo, Robert Smithson nos muestra, hasta cierto punto, qué tipo de dirección tomaría en sus futuras obras. El dibujo muestra un cuerpo envuelto en ramas y raizes de árbol. Estas crecen de sus manos y pies. Blind in the valley of sucides, 1962. papel sobre tinta
ImagenArte ·39
Aerial Map–Proposal for Dallas, 1977. collage de mapa en papel
El minimalismo de Smithson lo vemos en sus escul� turas. Sus trabajos como escultor llegan a ser extre� madamente lineares. Toma temas antagónicos como lo complejo y lo simple, el caos y el orden. En “Arial Map proposal”, vemos como ha llegado ha simplificar sus ideas a 12 simples triángulos creando secuencia Fibonacci�������������������������������������������� conectada a la proporción áurea de la natu� raleza. Smithson logra crear un diálogo entre las obras indoor y obras outdoor. Crea otro tipo de obra lla� madas Displacement. Estan son obras que existen en espacio abierto utilizando materiales externos.
El artista sugiere una necesidad de estar cerca a la na� turaleza, desde luego una relación entre hombre y na� turaleza. Es interesante ya que con este dibujo ������ Smith� son nos muestra una perspectiva bastante diferentes en la relación hombre naturaleza. La naturaleza en este caso crece del hombre. En la cabeza de el autor, uno piensa que el hombre en sí nace de la naturaleza y no viceversa. Esta relación nos sugiere que Smithson no necesariamente quiere crear sobre la naturaleza, sino quiere crear dentro de la naturaleza. Este punto se notará más cuando veamos sus futuras obras. En dibujos hechos más tarde llegamos a observar como Smithson llega a simplificar y tomar vocabularios de la geometría moderna minimalista.
Sin duda sus obras mas habladas son sus Earthworks, específicamente “Spiral Jetty.” En estas obras, el ar� tista usa material localizado dentro el el espacio abierto, en este caso la playa, como obra en sí. En esta obra podemos entender la relación entre el dibujo presentado al principio del artículo. Su obra existe dentro de la naturaleza. No es una obra que se crea arriba o sobre la naturaleza. El artista usa materiales relacionados a la isla para volverse parte de su pro� ceso artístico–natural. La obra, así como sus escrituras pusieron en cuestionamiento las formas tradicionales y formales de crear arte. Este fue un perfil que no se había visto en el mundo de el arte contemporáneo. Por medio de su obra, Smithson logra celebrar una re� unificación entre el ser humano y su madre naturaleza.
Oolite Island, 1971.
Spiral Jetty, 1970. Lodo, agua, piedras
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Yo, el otro Por: Mauricio Hernández Cervantes
El futuro de lo retro La sobreexplotación del pasado pone en jaque tanto al presente como al futuro musical. Actualmente no sólo los recursos naturales sufren del abuso e impávido consumo humano, sino que esta desmedida ambición también causa ya estragos en el mundo sonoro. Así es, la coquetería con lo retro nos llevó a convertirlo en moda, y hemos ya descontextualizado tantas veces al pasado que en la actualidad nos cuestionamos su esencia. La justificación más clara de este fenómeno sociocultural radica en la naturaleza del posmodernismo, es decir: una constante evocación al pasado para intentar descifrar los códigos que trazan el incierto futuro, causando a la vez una marcada angustia en el presente. Fue a partir de la década de los noventa cuando, con la caída del muro de Berlín, la sociedad naciente decidió voltear hacia atrás para seleccionar y recoger cualquier cantidad de elementos culturales con el objetivo de labrarse una nueva identidad. En lo que al mundo musical respecta, es también a partir de ese momento en la historia cuando comienza con gran auge el renacimiento de las músicas del mundo o world music. Terminando la década de los ochenta el rock se nutrió de del folk y de un sonido sesentero, el jazz abandonó la era digital para retomar el carácter orgánico, y fuimos testigos de una nueva escalada del folklore global con el tango, flamenco, mariachi, bolero, afrobeat, y en definitiva, el son, entre muchísimos otros. Después de dos décadas de constantes experimentos y fusiones entre los géneros anteriormente mencionados, es que por fin nos cuestionamos, ¿cuánto tiempo más seguiremos sacando de contexto al pasado para darle vida en el presente?, ¿cuánto tiempo más seguiremos comercializando nuestro pasado musical? Y vale la pena caer en esa trillada pregunta, pero muy aplicable a este caso: ¿será que todo tiempo pasado fue mejor? Amigos, damas, caballeros, melómanos y demás, ¿será momento de cerrar ciclos con nuestro pasado cultural?, ¿es acaso el momento para replantearnos un nuevo futuro sonoro, el cual se incline más en la vanguardia que en la tradición? Difícil, muy difícil, resulta responder con exactitud a estas interrogantes. Aún así, vale la pena abrir la reflexión sobre el nuevo rumbo que deberán tomar las músicas del mundo en la actualidad. Ya sea para labrar un camino sonoro distinto, ayudar a la comprensión de nuestro presente musical, o para despedir con galardones a las grandes corrientes musicales que han nutrido ya a varias generaciones.
MĂşsica vespertina.
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DiscografĂa
Sly & Robbie Blackwood Dub
Benoit Delbecq Crescendo In Duke
Georgia Anne Muldrow Seeds
Aaron Goldberg, Ali Jackson & Omer Avital Yes
Cyrus Chestnut
The Cyrus Chestnut Quartet
Quantic & Alice Russell Look Around the Corner
Incognito Surreal
Conya Doss
A Pocketful Of Purpose
V.V.A.A.
Best Of Disco Demands
Discografía · 43
Sly & Robbie
Blackwood Dub (Groove Attack) Sly Dunbar y Robbie Shakespeare, la dupla rítmica por excelencia de la música jamaicana, está de vuelta con un nuevo trabajo bajo el brazo. Publicado por el sello Groove Attack, el título ya es lo bastante esclarecedor como para imaginarse lo que incluye en los 10 surcos que lo componen. Y es que Blackwood Dub representa una evocación de la mejor música dub hecha en la paradisiaca isla caribeña desde sus comienzos hasta nuestros días. Y si hay algo bueno que Sly & Robbie tienen es que son claros conocedores de la tradición de este estilo musical pues colaboraron decisivamente en su nacimiento y posterior difusión tanto a nivel local como internacional. Para este nuevo álbum, la importante asociación formada por ambas figuras
se ve reforzada por otros músicos de nivel como Hansel Collins a los teclados, Daryl Thompson a la guitarra y Sticky Thompson en la percusión para formar un conglomerado de ritmos dub con alguna recurrencia puntual a la electrónica y a los efectos de sonido tan característica de este género. Blackwood Dub representa, por tanto, el interesante retorno de quizá la sección rítmica más importante en cuanto a música jamaicana se refiere y con permiso de la de los Wailers de Bob Marley. Un interesante trabajo que devuelve al dub a la primera plana, justo el sitio donde se merece estar.
Benoit Delbecq
Crescendo In Duke (Nato) En 2010, el pianista Benoit Delbecq, publicaba dos obras maestras, una a piano solo (Circles and Calligrams) y otra en trío (The Sixth Jump), ambas entre los discos más destacados de aquel año. Ahora, dos años después, el francés nos vuelve a sorprender con Crescendo in Duke, una especie de homenaje a Duke Ellington, como su propio nombre indica pero cruzando la significativa influencia del Duque con elementos free y, sobre todo, funk y hip-hop deudores del Prince más destacado. De hecho, su idea ha sido desde un principio conectar estos dos universos para mostrar al oyente la relación que existe entre dos de los mayores revolucionarios de la historia de la música del siglo XX, cada uno
en su época y en su estilo, claro está. Para ello, Delbecq se rodea de gente como Steve Arguelles, Jean Jacques Avenel, Tony Coe o el siempre eficiente Tony Malaby en un repertorio de lo más variado que toca varios palos siempre desde la excelencia instrumental y desde una riqueza en los arreglos fuera de toda duda. Si Benoit Delbecq ya la lió hace dos años, este año lo ha vuelto a hacer con este espectacular Crescendo In Duke, uno de los acontecimientos musicales de la temporada. ¿Te lo vas a perder?
Georgia Anne Muldrow Seeds (Someothaship)
Georgia Anne Muldrow, una de los damas más eclécticas, camaleónicas, marcianas y extravagantes del neo-soul vuelve y en esta ocasión lo hace acompañada, además de su marido Dudley Perkins, de la producción de ese genio de la música negra contemporánea llamado Otis Jackson Jr., más conocido como Madlib. Ambos trazan en este Seeds, que así se llama esta última propuesta de la Muldrow, las líneas maestras de lo que la Great Black Music
debería ser en nuestros días, es decir, ricas cadencias hip-hop rozando el groove, arreglos orgánicos en teclados y bajos, voces no necesariamente virtuosas pero cargadas de emoción y alma y, en este caso, ese toque distintivo que sólo Madlib sabe imprimir a sus creaciones, sean en el ámbito que sean. En esta ocasión, el productor y MC es el encargado de llevar el peso a nivel de producción por encima incluso de Dudley Perkins, lo cual crea una
44 atmósfera algo distinta que en anteriores trabajos de la característica vocalista. Seeds sigue sonando igual de extraordinariamente peculiar que lo que hasta ahora había llegado a nuestros oídos, pero es posible que algo más asequible para mentes primigenias y no muy ávidas en esto del neo-soul. Así que, como casi siempre que esta soul diva contemporánea saca disco, estamos seguros que Seeds estará a final de año en la lista de los álbumes más destacados de la temporada. Desde luego, méritos tiene para ello.
Aaron Goldberg, Ali Jackson & Omer Avital Yes (Sunnyside Communicat)
El jazz es un género que no para de ver publicados trabajos a su nombre. Nunca baja el pistón y la prueba está en la gran multitud de discos netamente jazzísticos que están saliendo al mercado en los primeros meses de este 2012. Uno de ellos es un álbum en trío realizado por tres amigos que se conocían desde sus años en el instituto pero que nunca habían tenido la oportunidad de publicar nada a nombre sólo de los tres. Así que suponemos que esa fue la idea que logró juntar en un mismo estudio de grabación al pianista Aaron Goldberg, al contrabajista Ali Jackson y al batería Omer Avital para grabar este Yes, los tres músicos de una sola pieza en sus respectivos instrumentos y que aquí llevan a cabo un repertorio que se basa, a partes iguales, en temas originales y en interesantes reinterpretaciones de gente como Abdullah Ibrahim (Maraba Blue), Duke Ellington (The Shepherd) o Thelonious Monk (Epistrophy). Es cierto que no hay nada especialmente revelatorio en este trabajo y que pue-
de pasar desapercibido con respecto a otros discos de jazz publicados recientemente, pero merece la pena escuchar la asociación de estos tres amiguetes sin ninguna otra pretensión que hacer disfrutar al oyente. Y lo consiguen, vaya si lo consiguen.
Cyrus Chestnut
de los últimos años precisamente por eso, por no arriesgar demasiado en sus trabajos. Su fórmula es sencilla: un neo-bop al uso cargado de momentos reminiscentes del hard bop practicado en los sesenta y de ciertos toques algo más complejos, procedentes, sobre todo, del segundo y famoso grupo de Miles Davis, además de las consabidas influencias gospel y blues. En esta ocasión, Chestnut nos presenta un disco en cuarteto llamado así, The Cyrus Chestnut Quartet en el que se rodea de jóvenes baluartes como Stacy Dillard a los saxos y Dezron Douglas en el contrabajo pero también de valores ya contrastados en el campo del neo-bop como el extraordinario batería, Willie Jones III para presen-
The Cyrus Chestnut Quartet (WJ3 Records) Parece mentira la cantidad de aficionados al jazz o no que desdeñan a músicos supuestamente más asequibles al oído en pos de la última aventura free de cualquier músico japonés de moda. Ellos se lo pierden, pues están dejando de escuchar a algunos de los artistas más fabulosos del género, quizá algo conservadores en su propuesta, pero imprescindibles a la hora de explicar ciertas corrientes musicales. Este es el caso de Cyrus Chestnut, uno de los mejores y más infravalorados pianistas
Divertimento · 45 tarnos siete piezas originales rebosantes de swing y carnosas improvisaciones a cargo, sobre todo, de un Dillard inmenso y de esos rápidos y magníficos dedos que han convertido a Cyrus Chestnut en uno de los pianistas más destacados de su generación. Quizá este disco no sea un must pero sí que hará disfrutar a más de uno con ese rabioso swing que se apodera de tu cuello sin previo aviso. Trabajo muy disfrutable.
Quantic & Alice Russell
Look Around the Corner (TRU THOUGHTS) El británico Will Holland, más conocido como Quantic, tiene tantas caras que no se sabe nunca cual va utilizar. Desde el soul y el funk, pasando por el jazz, el hip-hop, la música cubana, afrocolombiana, reggae, dub, africana etc, este DJ y productor es capaz de reproducir con sus bandas, sonidos de casi cualquier parte del mundo con solo proponérselo. Ahora, en este 2012, y flanqueado, una vez más, por su Combo Bárbaro nos ofrece una colaboración de excepción, y es que la vocalista Alice Russell merece esta presentación y más pues con su voz aupa a este álbum a uno de nuestros favoritos de todos los que han salido en estos primeros cuatros meses de año. Grabado en Cali (Colombia), una de las ciudades donde más reside el propio Quantic, Look Around The Corner nos ofrece mucho por muy poco. Por un lado tenemos la faceta cruda y diáfana del soul, del blues y del gospel en la voz de una Russell que demuestra con credenciales por qué es una de las vocalistas más inspiradas
del momento, pero por otro, tenemos los excelsos acompañamientos instrumentales del Combo Bárbaro y sus dejes afrolatinos tomados de diferentes latitudes dentro del continente americano. Así que sí, choque de culturas que aquí no es tal porque ambas culturas casan a la perfección. Y es que todo está unido. Sólo es cuestión de buscar como encajar mejor las piezas y eso Quantic lo sabe hacer a la perfección, incluso con estilos tan aparentemente alejados como los que habitualmente maneja.
Incognito
Surreal (Dome Records) Incognito es una de esas formaciones que, a fuerza de no cambiar su propuesta, puede que no resulten novedosos u originales pero también es verdad que nunca se equivocan o dan un paso en falso. Todos su álbumes son recomendables, uno más que otros, claro está, y mantienen el interés y la atención puesta en el siguiente trabajo que la banda saca. Así, este 2012 nos ha llegado la nueva propuesta de Jean-Paul Maunick y los suyos, un trabajo llamado Surreal, publicado en la británica
Dome Records, que trae lo que en la formación es costumbre, funk de calidad con múltiples raíces en el jazz, el soul, el house e incluso los toques de bossa, todo ello aderezado con extraordinarias voces como las ya habituales Imaani y, sobre todo, la musa de Maunick, Maysa Leak (más afortunada aquí que en sus discos en solitario) y otras de nuevo cuño como las del alemán Mo Brandis y la británica Natalie Williams, a la que se ha llegado a comparar incluso, un poco exageradamente, todo hay que
46 decirlo, con divas de la talla de Jill Scott. Surreal no añade nada novedoso a la ya dilatada trayectoria de la banda de Mr. Maunick pero sí supone un gran punto seguido en una carrera lo suficientemente sólida como para no dudar ni un instante de lo que puede ofrecernos.
Conya Doss
A Pocketful Of Purpose (Conya Doss Songs, Inc.) En el mundo del neo-soul hay artistas que parecen cómodos en dos universos que necesariamente han de ser paralelos. Por un lado, están tremendamente influenciados por el soul clásico, por aquellas voces legendarias que un día reinaron en el mundo de la música pero también por aquellos arreglos instrumentales cargados de alma y encanto. Por otro, buscan no desdeñar las nuevas corrientes, las nuevas expresiones que han ido surgiendo a lo largo de los años como el hip-hop. Ambas facetas las aúnan a la perfección muchos artistas pero quizá una de las que más sea Conya Doss, excelente y semidesconocida vocalista cuya uniforme y homogénea carrera siempre en las tinieblas de lo independiente, le ha granjeado un nombre en eso que ahora llaman indie soul. Vamos, que no es una
Erykah Badu pero que también lo hace muy bien. Y para seguir con esta sana costumbre, este mes de abril ha visto la luz A Pocketful Of Purpose, un último trabajo que prosigue con el sonido desplegado en anteriores entregas y que tanto éxito cualitativo le ha dado entre los críticos. Y para ello no se rodea de unos cualquieras sino de productores de talla como Frank McComb, Myron Davis y Rodney Jones, habituales ya de la cantante y que llevan el peso en labores compositivas también. Un disco muy carnoso de donde sacar muchas tajadas y muy sabrosas. Al menos al neo-soul le queda gente como Conya Doss, una artista que no baja el listón ni queriendo.
V.V.A.A.
Best Of Disco Demands (BBE) Mucha gente piensa, equivocadamente, que la música disco fue una degeneración hortera del funk que a primeros de los setenta pusieron tan en boga James Brown, Sly Stone o George Clinton. Ciertamente si nos vamos a cualquier recopilatorio de la teletienda que se venda como Lo mejor del disco, no encontraremos ni un 1% de lo que realmente la música disco representó como sonido surgido directamente del funk. Para contrarrestar la vacuidad de esas pésimas compilaciones existen figuras como Al Kent, reputado DJ y, por ende, coleccionista de discos que nos presenta, en el sello BBE una excelente y vastísima compilación de aquello que comunmente se denomina rare groove, pero convertido, para la ocasión, en rare disco tracks, es decir, joyas de esas que han permanecido ocultas al gran público y que, de repente, alguien
con sapiencia y criterio conviene que lo mejor es sacarlas al mercado para su difusión. Así resulta este laborioso e interesante recopilatorio realizado por Al Kent que, a lo largo de nada menos que cinco discos, desgrana un repertorio básico en aquellas discografías que pretenden abarcar cuantas más músicas diferentes, mejor. Todo ello a un precio que resulta un chollo dado el producto que se ofrece. Una vez más, bien por BBE y bien por Al Kent. Y es que si con esto no te mueves, deberías hacértelo mirar.
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