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Con sus oraciones, también llaman a la puerta de vuestro corazón
“Líbranos de toda angustia, Inmaculada Madre de Dios, tú que alumbraste la salvación eterna y la paz que sobrepasa todo entendimiento”, rezan los fieles de la Iglesia de Oriente.
El amor por la Santa Virgen es inmenso y, especialmente ahora en la guerra, la gente en Ucrania confía en su ayuda. En marzo de 2022, el Papa Francisco consagró Ucrania y Rusia a su Inmaculado Corazón Por su intercesión, los fieles esperan de Cristo la paz que ya no esperan de los poderosos del mundo.
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También en el seminario de Ivano-Frankivsk se reza todos los días por la paz Actualmente, 202 jóvenes de seis diócesis se preparan allí para llegar a ser sacerdotes algún día. Con sus 450 clérigos, cuya edad media ronda los 35 años, la archieparquía de Ivano-Frankivsk es la que más sacerdotes greco-católicos tiene en el país. Su Iglesia está subordinada al Papa, pero celebra la liturgia por el rito bizantino
El seminario tiene un pasado agitado: en tiempos soviéticos se utilizó como centro de formación de los mandos del Partido Comunista, y tras la caída del comunismo, el edificio, por entonces en muy mal estado, fue restituido a la Iglesia y restaurado con el apoyo de Ayuda a la Iglesia Necesitada Los propios seminaristas también pusieron mano a la obra.
Pero también los futuros sacerdotes de hoy siguen su vocación en tiempos difíciles Aunque el seminario esté situado en la zona más tranquila de Ucrania occidental, nadie sabe lo que deparará el futuro Desde que comenzó la guerra en febrero de 2022, el seminario sirvió durante varios meses como refugio para desplazados, principalmente, mujeres y niños, y las clases se impartían en línea En estos momentos, los seminaristas vuelven a recibir clases presenciales, pero continúan prestando activamente su servicio a los desplazados.
Rezan todos los días por la paz para su país y para el mundo entero
Ucrania: Rica en vocaciones
El seminario necesita ahora, más que nunca, ayuda, porque el coste de la vida ha subido drásticamente. Cuando los seminaristas rezan por el “pan de cada día” y por lo que además necesiten, están llamando quedamente a la puerta de vuestros corazones
A nosotros nos gustaría apoyar al seminario con 16.000 pesos para cada futuro sacerdote por un año. ¿Quién quiere contribuir para que no se pierda ninguna vocación?