2 minute read

“Gimnasio de la verdad”

El rector Ruslan Rakhimberlinov: Kazajo y católico, sin que eso sea una contradicción “Hay una gracia escondida al ser una Iglesia pequeña, un pequeño rebaño, en lugar de exhibir nuestras fortalezas [...] nos dejamos guiar por el Señor y nos acercamos con humildad a las personas. Como levadura en la masa y como la más pequeña de las semillas arrojadas a la tierra, vivimos los acontecimientos alegres y tristes de la sociedad en la que nos encontramos, para servirla desde dentro”.

El Papa Francisco dirigió estas palabras al clero y a los seminaristas del Estado multiétnico de Kazajistán el 15 de septiembre de 2022

Advertisement

El Papa fue a animar a los católicos del país, que representan menos del 1% de la población total: los animó a preservar el legado de sus antepasados y a buscar el diálogo con la mayoría musulmana y con la Iglesia Ortodoxa, a la que pertenece casi el 25% de los habitantes. Hace mucho que los católicos allí ya no son sólo los descendientes de alemanes, polacos y ucranianos reasentados por la fuerza en la época estalinista.

Prueba de ello son los diez futuros sacerdotes del único seminario mayor católico de toda A sia Central, sito en Karaganda. Son fruto de una fer viente Novena por nuevas vocaciones, nos informa Sergei Drobyshev, antiguo alumno del seminario y ahora sa- cerdote. Los jóvenes proceden de Kazajistán, Rusia, Uzbekistán y Georgia “Cada uno aporta su propia cultura y particularidades, y así enriquece a los demás”, afirma Ruslan Rakhimberlinov, quien, con su conversión al catolicismo, ha revolucionado la idea tradicional de que un ruso debe ser ortodoxo; un polaco, católico; y un kazajo, musulmán. En 2008 se convirtió en el primer kazajo ordenado sacerdote, y desde el año pasado es rector del seminario

“Somos pocos, así que los sacerdotes y también los religiosos sabemos que nuestro futuro como Iglesia no depende sólo de nosotros. Es muy importante para nosotros que nuestros fieles comprendan cuál es su responsabilidad para con el futuro de la Iglesia en Kazajistán” Aida, una mujer tár- tara que trabaja como profesora universitaria de Filosofía, es un buen ejemplo de ello. Esta musulmana se había propuesto descubrir los errores del pensamiento del doctor de la Iglesia Tomás de Aquino. Al no encontrar ninguno, se hizo católica y ahora enseña en el seminario mayor, y así sigue con entusiasmo y de manera contagiosa la exhortación del Santo Padre durante su visita: “Que las comunidades cristianas, en particular el seminario, sean ‘escuelas de sinceridad’; no ambientes rígidos y formales, sino gimnasios de la verdad, de la apertura y del intercambio”.

Al igual que los seminaristas, el P Ruslan y Aida viven “con alegría esta herencia y dan testimonio de ella con generosidad, para que todas las personas con las que se encuentren puedan percibir que también hay una promesa de esperanza dirigida a ellas”.

Nosotros le hemos prometido 402.000 pesos al rector para el presente curso académico. ¿Nos ayudáis a cumplir esta promesa?

This article is from: