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La cruz pesa mucho… ¡pero quieren ser sacerdotes!

El Líbano atraviesa una grave crisis desde hace tres años. Este país, antaño considerado la “Suiza de Oriente”, está económicamente devastado. No obstante, hay jóvenes valientes que permanecen en su tierra y que siguen la llamada de Dios.

“En estos tiempos es muy difícil prepararse para el sacerdocio. La pobreza es grande, todo el mundo pasa hambre y vivir es cada vez más difícil”, nos confiesa Samer, que se está formando en el seminario de la Iglesia Greco-Católica Melquita en Harissa. “La cruz pesa mucho, pero yo quiero llegar a ser un sacerdote que, como Jesús, sea un buen pastor para los hombres”

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También su compañero de seminario Pierre quiere seguir el ejemplo del Buen Pastor que “da la vida por sus ovejas” La vocación no se puede explicar, dice, sino que es “la historia de una amistad que se ha desarrollado entre nosotros y Cristo” Y añade: “Al final, he decidido convertirme en sacerdote para ser vir al prójimo y rezar por él, porque el sacerdote es un ser vidor y un hombre de oración. Sin una relación estrecha y personal con Jesús, la vida de un sacerdote no tendrá éxito bajo ninguna circunstancia”.

Los once jóvenes seminaristas ya están adquiriendo experiencia en la pastoral A sí, a menudo viajan a aldeas remotas para trabajar allí con los jóvenes y, además, durante las vacaciones, dirigen encuentros juveniles en la vecina Siria, donde el verano pasado participaron 700 jóvenes. El seminarista Hanna de la orden de los Paulistas cree en esta misión: “En mi opinión, la Iglesia nos necesita especialmente en este momento. Necesita el espíritu de la juventud para volver a atraer a los jóvenes Hoy vivimos una experiencia maravillosa cuando llevamos la Palabra de Dios a personas que están alejadas de la Iglesia, y eso nos da mucha alegría Nuestra tarea es traer a estas personas de vuelta”

En este año académico nos gustaría apoyar al seminario de Harissa con 476.000 pesos Una parte de esta ayuda se invertirá en la instalación de placas solares, lo cual reducirá muchos los costes energéticos y garantizará el suministro de electricidad Y es que el suministro público de electricidad sólo

Seguir a Cristo significa abrazar la cruz funciona un máximo de dos horas al día, lo que obliga a los futuros sacerdotes a utilizar un costoso generador o a estudiar a la luz de las velas

También apoyamos otros seminarios del Líbano para los que el drástico aumento de los costes supone una amenaza existencial, como, por ejemplo, el seminario maronita de Ghazir, al que hemos prometido una ayuda a la formación de 904.000 pesos para sus 75 futuros sacerdotes

¿Quién quiere ayudar a estos jóvenes a seguir la llamada del Buen Pastor incluso en tiempos difíciles?

Sólo quien arde puede inflamar a los demás: Aida impartiendo clase

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