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Futuro y Mipymes

El motor económico y social del país, así como en el resto del mundo, está conformado por las micro, pequeñas y medianas empresas, las cuales contribuyen de manera significativa en la generación del empleo y la producción nacional.

Actualmente, el tejido empresarial no ha encontrado avances dentro de los desafíos históricos a los que se ha enfrentado; iniciando con la burocracia excesiva al momento de la creación de la empresa, políticas públicas de bajo impacto que afectan la sostenibilidad, productividad y desarrollo, altos costos logísticos que incrementan los precios en productos y servicios, condiciones complejas en cuanto al acceso a financiamientos y altas tasas de interés, acceso a tecnología avanzada que permita mejorar y automatizar procesos, entre otros factores que han afectado a las empresas.

Lo anterior, ha generado en las organizaciones, empresarios y, en los mismos trabajadores un alto nivel de incertidumbre, lo que, a su vez, ha impactado de manera negativa en indicadores fundamentales. Por ejemplo, durante el primer semestre del año 2023, el 54.2% de los empresarios de MiPymes manifestaron reducción en su inversión y, si comparamos estos datos con los últimos dos años, la variación entre 2021 y 2022 para aquellos que experimentaron disminuciones fue del 15.7%.

Hoy en día, la percepción en relación con la estabilidad y sostenibilidad de las empresas y de la economía en general, se considera en estado alarmante y de alto riesgo. Sin embargo, es necesario mirar al futuro. Las nuevas tendencias del mercado, la optimización de la cadena de suministro, la inteligencia artificial, el Internet de las cosas y los chatbots, son esenciales para que las MiPymes anticipen y se preparen para los desafíos emergentes en un mundo globalizado y en constante cambio. Para garantizar su capacidad de adaptación en este escenario, resulta esencial comenzar a adoptar tecnologías avanzadas, ya que, según el estudio “Digitalización y Desarrollo Sostenible de la MiPyme en

Colombia” realizado por ACOPI & FAEDPYME en 2022, solo el 47.5% de estas empresas analiza sus datos para la toma de decisiones.

Es necesario entender que la responsabilidad de construir este futuro no recae únicamente en el sector empresarial, sino también en el gobierno que, al tratarse del primer gobierno de izquierda generó temores que se han profundizado con el paso de los días. Mensajes contradictorios y populistas, la constante narrativa antiempresa, altos niveles de inseguridad ciudadana, bloqueos en las vías, así como de cambios significativos en diversas áreas, incluyendo una reforma laboral que, lamentablemente, no está generando empleo, complementado con desafíos en el sistema pensional y de salud nos ha hundido en esta realidad. Esta situación ha dado como resultado la falta de confianza en el gobierno, con tan solo un 32% de aprobación por parte de los colombianos, en comparación con el 53% que confía en el sector empresarial, según datos del Edelman Trust Barometer de 2023.

Adicionalmente, disponemos de un Plan Nacional de Desarrollo con un presupuesto de 1.154,8 billones de pesos, el cual no se está implementando de manera adecuada, ya que hay sectores clave, como la construcción e infraestructura, que están a la espera de inversiones transversales, las cuales son fundamentales para impulsar 22 actividades económicas. En este contexto, las micro, pequeñas y medianas empresas desempeñan un papel crucial como proveedoras de servicios y productos dentro de estas cadenas de valor y que no están siendo tenidas en cuenta.

Así las cosas, el futuro para las MiPymes en Colombia se presenta como un camino desafiante pero lleno de oportunidades, por lo que es necesario e indispensable crear un ambiente propicio para los negocios y el desarrollo de las empresas sin importar los obstáculos e incertidumbre que desde el gobierno nos generen.

Rosmery Quintero Castro, Presidenta ACOPI

Rosmery Quintero Castro, Presidenta ACOPI

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