Edición 515
DICIEMBRE 2011
Fundado en 1961 ISSN 0123-2894 Circulación Nacional Bogotá, D.C.
Curso Militar Coronel Antonio Arredondo Martínez
Cincuenta años de historia
Capitán FRANCISCO JAVIER GÓMEZ CADAVID
I
mborrables en la memoria de quienes hoy conformamos el Curso Militar Coronel José Antonio Arredondo Martínez, permanecen los recuerdos de esa gélida mañana del 11 de enero de 1962, cuando pisamos por primera vez el Campo de Paradas de la Escuela Militar de Cadetes, verde tapiz y majestuoso escenario de marciales ceremonias que jalonarían nuestro paso por el Alma Mater de nuestras ilusiones castrenses, desde la entrega de dagas hasta la imposición de la primera pero rutilante estrella de subtenientes. Medio siglo después, los sobrevivientes de ese grupo, iniciamos la conmemoración de esta fecha determinante en nuestras vidas, que culminará con la celebración, en diciembre de 2014, del día en que iniciamos nuestra carrera como subtenientes de las cuatro armas que para entonces conformaban el Ejército Nacional. Durante cinco turbulentas décadas, sus integrantes han sido protagonistas de primera
línea en el devenir de la patria y en el acontecer internacional; no sólo en el plano militar, sino en los campos empresarial y académico a los cuales se integraron algunos oficiales que se retiraron del ejército con diferentes grados, para incorporarse a la vida civil y ofrecer su aporte, su entrenamiento previo y su experiencia a diversas empresas, a instituciones gubernamentales, a universidades y centros de enseñanza o para distinguirse como creadores de sus propias empresas. A esta promoción de oficiales, todos bachilleres de la Escuela Militar de Cadetes, tenemos el honor de pertenecer setenta y tres colombianos: dieciséis ausentes que nos precedieron en su viaje al más allá como grupo aposentador en la última morada; y cincuenta y siete, que hacemos fila detrás, en paciente pero activa espera del llamado final a calificar servicios en forma definitiva por disposición del Creador. Durante la década de las conmemoraciones sesquicentenarias del
grito de independencia de la Nueva Granada y de las gloriosas jornadas que culminaron con la batalla del Puente de Boyacá, un acucioso investigador y distinguido académico de la historia, Oswaldo Díaz Díaz, se propuso rescatar del olvido el nombre de un héroe que ofrendó su vida por la causa libertadora en inmediaciones de Gámeza en los preludios del triunfo definitivo de los patriotas sobre las tropas de la corona: El coronel de Infantería José Antonio Arredondo Martínez. En tal sentido, propuso al entonces director de la Escuela Militar de Cadetes, brigadier general Guillermo Pinzón Caicedo, que la promoción de subtenientes que se graduaba en diciembre de 1964, fuese bautizada con el nombre del insigne oficial. En esta celebración, queremos exaltar la memoria de Arredondo, el heroico comandante que en combate siempre motivó con el ejemplo a sus hombres y cuyo espíritu ha inspirado la trayectoria vital de quienes hace casi medio siglo asumimos la
responsabilidad y el orgullo de llevar su nombre como referencia y paradigma en nuestras actuaciones militares y civiles. El Curso Militar Coronel Antonio Arredondo le ha dado a la patria dos héroes caídos en combate, un general, un mayor general, tres brigadieres generales, doce coroneles, siete tenientes coroneles, seis mayores, once capitanes, doce tenientes, diez subtenientes y tres alféreces. El oficial de más alto rango en esta promoción, el general Jorge Mora Rangel, mientras comandaba el Ejército y dirigía su reestructuración, tuvo el acierto de honrar la memoria del incuestionable héroe del trincherón de Paya y de los combates en el puente de Gámeza y en las peñas de Tópaga, asignando su nombre al primer Batallón de Alta Montaña, que desde entonces opera exitosamente sobre la región del Sumapaz en la Cordillera Oriental, la misma que en brillante maniobra trasmontó Arredondo días antes de su sacrificio, en cabeza de la vanguardia patriota.