No. 96
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SAf'JTAFE DE BOGOTA, D. C.
REVISTA ACORE โ ข ORGANO DE LA ASOCIACION COLOMBIANA DE OFICIALES EN RETIRO DE LAS FUERZAS MILITARES
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HAROLD BEDOYA PIZARRO LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
ASPECTOS GRAFICOS DEL ALMUERZO DE COMPAÑEROS CORRESPONDIENTE AL MES DE MARZO DE 1998
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ORGAHO DE LA ASOCIACIOH COLOMBIANA DE OFICIALES EH RETIRO DE LAS FUERZAS MILITARES Oficinas: Calle 70 No. 4-24 - PBX: 345 05 11 Apartatado Aéreo No. 77172 Santafé de Bogotó, D.C.
Resolución No. 001167. (Sept./73)- Mingobierno Resolución No. 0286 (Feb./82)- Permiso No. 318 Adpostol
CONTENIDO D irector MG. JOSE ROBERTO IBAÑEZ SANCHEZ Subdirector CN. CARLOS A. PRIETO AVILA
JUNTA DIRECTIVA Presidente CO. Luis Alfonso Rincón Aldono Primer V icepresi dente CA. Juan Pablo Roir6n H. Segundo Vicepresidente BG. Luis A. Morillo A. Secretario General Ejecutivo CO. Gustavo Gordo Acosto Vocales CO. Armando Castañedo N. TC. Jorge A. Sónchez M. CO. Ernesto Cortés A. TC. Hernondo lozodo G CO. Gabriel Morales H. CO. Daniel H. Riveras C. Revisor Fiscal CO. Guillermo Rodríguez Guzm6n CONSEJO EDITORIAL GR. Alberto Ruiz Novoo MG. José Roberto lb6ñez S6nchez MG. lisondro Barrero Rey BG. Gabriel Puyona Gordo CN. Carlos A. Prieto Avilo MY. Osear Forero Rocines Directo r Editorial Jaime A. Cubillos C. los ideos y tesis expuestos por los autores de los artículos publicados son de lo exclusivo responsobilidod de éstos y no reflejan necesariamente el criterio de lo Asociación
Pág. EDITORIAL -General Harold Bedoyo Pizarra .............................................. GOBIERNO - Recuperación de la justicia, prioridad de mi gobierno General Harold Bedoya Pizarra .......................................... . - Plataforma d e gobierno - Bases id eológicas Movimiento Fuerza Colombia .............................................. . POLITICA - El futuro de lo Fuerza Pública Colombiano Capitón Otto Prieto C. .................. ........... .......... ...... .. .......... - Uno verdad que amerita reflexión dentro de lo Institución militar General Luis Alfonso Mejío Va lenzuelo .................. ............. ...
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ESTRATEGIA - Estrategias 1udiciales de la subversiÓn Mayor General José Roberto lbóñez Sónchez .... .. .. .... .. .. .. .. .. .. . 25 TEMAS MILITARES - Ascensos por méritos de combate Brigadier General Gabriel Puya na Gorda .. .. .. .. .. .. .... ...... .. .. .. .
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ECONOMIA - La política social y la política económica Coronel Francisco Gómez Laverde .. .. .. . .. .. .... .. . .. .. .... .............
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HISTORIA - Doscientos años de Manuela Sóenz Coronel Gentil Almario Vieda ...................... .................... .... - El General José de los Santos Gutiérrez Mayor General José Roberto lbóñez Sónchez ........... .... ..........
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SANTAFE DE BOGOTA, D.C.
NUESTRA CARATULA GENERAL HAROLD BEDOYA PIZARRO CANDIDATO A LA PRESIDEN CIA DE LA REPUBLICA
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TelefJr. 2'93 89 55
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CARTA DE LA DIRECCION DE LA REVISTA ACORE Santafé de Bogotá, Marzo de 1998 Apreciado y distinguido Señor Oficial:
Reciba con esta primera Revista del año, mi saludo sincero y mis votos por su progreso y bienestar, junto con todos los miembros de su distinguida familia. Motiva la presente, recordarle que esta Revista es nuestro principal órgano de expresión cultural y de manifestación de nuestras inquietudes intelectuales y espirituales. Por eso debemos mantenerla y procurar su desarrollo, para que alcance la trascendencia que debe tener en el ámbito nacional, como sucede con otras publicaciones. Pero resulta que, a pesar de que la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares, cuenta como ninguna otra, con personas de basta experiencia, de altísimas condiciones intelectuales en la más variada gama del conocimiento humano y de condiciones excepcionales para alimentar su Revista, son muy pocos los que colaboran en sus páginas y generalmente los mismos. Si Usted, puede dedicar algunas horas de su tranquilidad a la reflexión y al estudio y con ello, ayudamos a aportar a través de este medio, iniciativas, preocupaciones, experiencias, consejos y conocimientos útiles para el Estado en general y para las Fuerzas Militares en particular, la revista ACORE se lo agradece. De la atención que se sirva prestar a la presente, de antemano le expreso mis agradecimientos y me suscribo de Usted.
Atenta y cordialmente, Mayor General JOSE ROBERTO ffiAÑEZ SANCHEZ Director Revista Acore
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EDITORIAL
GENERAL HAROLD BEDOYA PIZARRO La Revista ACORE, órgano de expresión cultural de los oficiales en uso de buen retiro de las Fuerzas Militares, tradicionalmente imparcial en materia política, hoy, con criterio patriótico y creemos que saludable para oxigenar la democracia colombiana, acoge y estimula con entusiasmo la candidatura a la Presidencia de la República del señor General Harold Bedoya Pizarra.
Patriótico porque se trata de un hombre salido de las filas militares, con una experiencia de más de cuatro décadas en el manejo de los más delicados asuntos de la seguridad y la defensa nacional; con una hoja de vida brillante y limpia, llena de realizaciones fecundas, de probidad, de honradez y de entrega profesional; que no nos deja dudas de lo que puede aportar como primer mandatario de la Nación en beneficio de la seguridad, del progreso y del desarrollo socio económico de nuestros compatriotas. Y su candidatura sirve para oxigenar a la democracia, justamente por provenir del sector militar, ajeno a los intereses caudillistas y partidistas, a las prácticas corruptas, a los compromisos y componendas de una clase política que desde hace algún tiempo viene manejando al Estado en contravía de los intereses sociales y de las razones mismas de su Constitución. En las actuales circunstancias críticas por las que atraviesa Colombia en su vida política, económica y social, pero especialmente las que se relacionan con la seguridad del Estado y de la comunidad, ningún otro candidato puede brindar perspectivas reales para preservar el régimen democrático y Lograr la paz y la concordia ciudadanas; sin entregar el poder a La subversión, al crimen organizado y a la delincuencia rampante que impera en los campos y ciudades del país; salvaguardando los más caros intereses patrios, por los cuales hemos luchado con decisión y valor los soldados de la República. La Nación está ad portas de hundirse en la desesperanza, la corrupción y la anarquía total y se necesita una mano fuerte que reordene y legitime al Estado, que dé confianza a la sociedad median-
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te el imperio de la justicia, que estimule el trabajo honrado del campesino, que dinamice la inversión extranjera y nacional, que reoriente la educación con criterio ético y de servicio, que recobre el prestigio internacional perdido, que reanime la moral militar, con razones de lucha sustentadas en una democracia real y no en una simple formalidad, como ha venido sucediendo desde hace algún tiempo. El Estado no puede asegurar sus fines constitucionales porque en alguna medida carece de suficiente legitimidad, debido al manejo turbio que le ha dado la politiquería y porque sus instrumentos de defensa están siendo humillados, denigrados, calumniados, han perdido sus fueros y no existe una voluntad política para superar los graves problemas nacionales. La paz a través de los diálogos con la subversión se puede lograr cuando ésta tenga voluntad, sinceridad y deseo real de solucionar los problemas nacionales por la vía civilizada. Tenemos el ejemplo claro del M-19, algunos de cuyos jefes hoy son buenos gobernantes. Pero hacer la paz sobre la humillación del Estado y la degradación de sus Fuerzas Militares, cuyo poder bélico está muy lejos de haber sido vencido, con todo y los reveses sufridos, solo puede caber en la mente febril y alienada de los enmantados cabecillas sul:fversivos, alejados del todo de la realidad mundial, continental y nacional. Lo grave es que así lo crean y pregonen también algunos señoritos que, sin conocer un cuartel, porque no cumplieron el deber sagrado de servir a la patria, menos tienen idea de las condiciones en que se combate en Colombia, con el título de expertos se dan a despotricar en los medios de comunicación contra quienes sí están arriesgando sus vidas al servicio de la Patria. Lo que requiere Colombia en este difícil presente, es un líder que sea capaz de recuperar la dignidad del Estado e imponer su autoridad a toda esa caterva de bandidos que asuelan nuestro territorio y martirizan a sus pobladores. Y para ello no se requiere ser sabio, sino tener voluntad y patriotismo. Cuando algunos de esos columnistas desdicen de las capacidades de estadista del General Bedoya, me viene a la mente el caso del General Rafael Reyes, uno de los mejores presidentes que ha tenido el país en toda su historia. Un soldado autodidacta formado en las tiendas de campaña de nuestras guerras civiles, que cuando se dió cuenta de cómo la clase política había sumido al país en la desgracia y la desmoralización, al asumir las riendas del Estado prescindió de ella y gobernó con sentido empresarial y la colaboración de grandes patriotas como Rafael Uribe Uribe. Al final tuvo que ceder el poder, pero logró que la Colombia de comienzos del siglo saliera del feudalismo y superara el estado de postración en que se encontraba como efecto de la guerra de los mil días y de la separación de Panamá y entrara de lleno en la era de la industrialización, del capitalismo y del progreso, dentro de un espíritu de concordia y convivencia auténticos. Este es el modelo de gobierno que necesitamos señor General Harold Bedoya Pizarro, para que esta democracia se purifique y podamos recibir el próximo milenio con fe y esperanza.
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GOBIERNO !
RECUPERACION DE LA JUSTICIA, PRIORIDAD DE MI GOBIERNO Estaría dispuesto a dar amnistía al delito político, pero no al terrorismo. Solución al déficit fiScal combatiendo el despilfarro del Estado y la corrupción. General HAROLD BEDOYA PIZARRO* (Tomado de ''El Tiempo". Febrero 25 1 98)
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ace cinco meses comencé mi campaña en ceros y ahora, sin disponer de grandes recursos económicos, sin burocracia ni maquinaria política, tengo en las encuestas la segunda opción. Eso debe significar algo. ¿Por qué crece mi candidatura? Yo creo que la respuesta es la siguiente: porque los colombianos quieren, ante todo, poner fin a la corrupción de su clase política, al caos y a la inseguridad. Desde luego, otros ao;pirantes ofrecen también un cambio, y yo no pongo en duda sus buenas intenciones. Lo que sucede es que, entre todos ellos, soy yo quien aparece más ajeno al mundo político y a sus compromisos; es decir, a esos juegos tradicionales de la política que han generado clientelismo y corrupción.
subversivos se dignen sentarse a negociar la paz.
Por otra parte, no condiciono la seguridad de los colombianos a la posibilidad de que los dirigentes
Estaría dispuesto a dar amnistía al delito político, pero no al terrorismo.
Todos los gobiernos, desde hace 15 anos, han ofrecido diálogo, y lo que tenemos es un país en guerra. No han servido de mucho esas ofertas constantes de negociación por una razón muy sencilla: ni a las FARC ni al ELN les interesa la paz. Aliados al narcotráfico, obtienen mucho más con la guerra, que es su principal fuente de ingresos. La paz depende de la capacidad del Estado para hacer respetar la ley. Quien mate, robe o secuestre debe pagar su delito, en vez de contar con un indulto anticipado, como ahora ocurre.
Daríamos toda suerte de garantías a los guerrilleros que quieran entregarse. Pero no propicio formas falsas de neutralidad. Frente a los delincuentes y al terrorismo, la población no puede permanecer neutral, entre otras razones, por que es ella la primera víctima No caben alternativas intermedias: o se está con el terrorismo o se está contra él. La subversión, de la cual la guerrilla es solamente el brazo armado, ha planteado una confrontación utilizando todos los medíos de 1ucha. La respuesta del Estado y de la Nación tiene que ser de igual manera integral. Política y estrategia militar serán coherentes y marcharán unidas frente a la amenaza de la subversión y el narcotráfico. Enfrentadas a una guerra irregular, rezagadas en su equipamiento y sin el apoyo y el
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si
respaldo moral que las circunstancias requieren, las Fuerzas Militares serán adiestradas en nuevas y modernas tecnologías a fin de que su acción sea más eficaz. El poder judicial ha demostrado su inoperancia y su fracaso. Actualmente, ni los m1.s altos tribunales inspiran confianza a la ciudadanía. Por ello, la recuperación de la justicia será la primera preocupación de mi gobierno. La justicia deberá adecuarse a nuestro conflicto interno. No estará, por lo tanto, integrada por amigos de la subversión. La vida en el campo se ha vuelto insoportable por culpa de la inseguridad y de la violencia. Hemos presenciado un éxodo masivo de la población rural hacia las ciudades. La solución a ese problema implica, en primer término, no solo un acción efect:va contra la narcoguerrilla y el narcotráfico, sino también un sistema simplificado de contratación y una protección arancelaria para los productos agropecuarios que han sido afectados por la competencia desleal de importaciones subsidiadas en Europa y los Estados Unidos. Ningún cambio profundo de nuestra situación puede lograrse sin una reforma del Estado. Haremos todo lo necesario para que cumpla sus funciones esenciales: justicia, educación, defensa, seguridad, soberanía y salud. En muchos otros campos debe actuar sólo como regulador o promotor. Debe retirarse de cualquier
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actividad que el sector privado pueda llevar a cabo exitosamente. Hoy en día, la calidad de servicios que reciben los ciudadanos de em · presas que supuestamente les pertenecen, están muy por debajo de los niveles mundiales. Muchas empresas son rehenes de los sindicatos y focos de corrupción e ineficiencia. Solucionaremos el déficit fiscal combatiendo el despilfarro del Estado y la corrupción. Las tasas impositivas exageradas desalientan la actividad del sector privado lo que afecta el desarrollo, fomenta la economía informal y la evasión y la corrupción de los organismos fiscalizadores. Ofrezco un gobierno de transi-
ción para salvar al país de la más grave crisis que ha afrontado en su historia y permitir la depuración y reestructuración de los partidos. Gobernaré con liberales, conservadores e independientes capaces y honestos. Nuestro objetivo será el de devolverle su buen nombre a Colombia, eliminando la terrible distancia entre sus estratos sociales, liberando a las clases medias y populares de su creciente pauperización, combatiendo el crimen, la inseguridad, el terrorismo y el narcotráfico. Todo ello requiere fmneza. Y yo la tengo.
*Candidato del Movimiento Fuerza Colombia
GOBIERNO!
PLATAFORMA DE GOBIERNO BASES IDEOLOGICAS MOVIMIENTO FUERZA COLOMBIA EL PAPEL DEL ES':'ADO
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olombia debe llegar a ser una verdadera democracia, donde el ciudadano pueda vivir en paz y buscar su propio desarrollo y el de su familia, dentro de un marco legal claro que realmente rija para todos por igual. Dentro de claras reglas de juego, sencillas pero efectivas, el ciudadano debe poder desarrollar su iniciativa libremente. Sinembargo, dentro del principio de que se debe lograr un clima que permita el desarrollo, le cabe al Estado un papel importante en ámbitos como el de la salud. En muchos otros campos debe actuar fundamentalmente como regulador o promotor. La mayor parte de las actividades económicas sólo debe acometerlas el Estado cuando la iniciativa
privada, dado nuestro actual estado de desarrollo, no puede hacerlo en forma satisfactoria o suficiente. Debe retirarse de cualquier actividad que el sector privado pueda llevar a cabo exitosamente, en reconocimiento al hecho de que el Estado empresario tiende a ser ineficiente. Esta ineficiencia la pagan todos los ciudadanos. La concepción de Estado paternalista y omnipresente ha degenerado en un sector público corrupto, en el cual el erario es un premio al éxito electoral y la fuerza reguladora del Estado es utilizada para favorecer intereses particulares. El Estado, entonces, deber ser garante de la libertad de empresa y a la vez de la competencia justa, que estimule la creatividad y la productividad. Los monopolios, sean estatales o privados, son perversos y contrarios al bien común.
COLOMBIA EN EL MUNDO La diplomacia colombiana La diplomacia colombiana ha sido vista por los diferentes gobiernos como una cuenta o chequera abierta que permite al ejecutivo comprar apoyos políticos, premiar funcionarios leales, enviar al dorado exilio personajes molestos o pagar favores personales. Como resultado de esto, la Cancillería no tiene un mando real sobre el aparato diplomático. Si bien algunos embajadores sirven bien a la nación, lo hacen por iniciativa propia, sin ninguna guía de política externa. Los diferentes organismos del ejecutivo hacen su propia diplomacia y los cancilleres tratan de ser los verdaderos embajadores en todas partes, descuidando la Cancillería y a veces buscando protagonismo personal. 1ACORE
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Colombia tiene demasiadas embajadas. Esto es costoso. En algunas de ellas es poco lo que puede hacer el embajador que realmente sea importante para el país. Estas se deben suprimir. El contacto con los países respectivos quedaría a cargo de las delegaciones de Colombia en las Naciones Unidas, organismos multilaterales de naturaleza comercial y las embajadas de estos países en Colombia. En cambio, las embajadas claves no cuentan con los recursos para adelantar una buena gestión. La Cancillería debe interactuar con el resto del gobierno para dirigir la política exterior colombiana. Los Estados Unidos son el principal socio comercial de Colombia, además de la mayor potencia mundial. Las relaciones con este país son de primordial trascendencia. La embajada en W áshington es la más importante de cuantas tenemos en el exterior y por lo tanto se le asignarán los recursos necesarios para un buen desempeño y la capacidad para tratar con diferentes estamentos del Estado anfitrión y con la sociedad norteamericana. Hay una importante colonia de nacionales en ese país y la embajada coordinará el contacto permanente con ellos, manteniéndolos informados del acontecer nacion~ para que divulguen una imagen real de la situación nacional. Nuestros diplomáticos recibirán una capacitación más completa antes de asumir sus funciones. Por otra parte, los cargos con las embajadas serán llenados con perso-
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nas que tengan un conocimiento de la cultura del país anfitrión y un dominio del idioma que allí se habla o de un idioma adecuado para el efecto. Los diplomáticos de carrera deben ocupar preferentemente los cargos. Se creará un centro de información que divulgue la realidad sobre el país, utilizando la tecnología moderna. Este centro estará disponible en línea, para todos nuestros diplomáticos.
Acuerdos y Tratados La agenda internacional, terminada la llamada GUERRA FRIA, incluye temas como el Medio Ambiente, la Democracia y los Derechos Humanos, la lucha contra el Terrorismo y el Narcotráfico. En el campo económico incluye el libre comercio, la protección a la propiedad intelectual y el respeto a la propiedad de extranjeros. Colombia debe ser cuidadosa en los tratados, convenios y acuerdos que firma. Todo tratado es en efecto una cesión de soberanía. Algunos de ellos imponen obligaciones imposibles de cumplir, que podrán revisarse de común acuerdo con la contraparte.
Capital Extranjero Nuestro país está en un punto intermedio de desarrollo. Necesitamos la tecnología y el capital de las empresas extranjeras y de los mercados de capitales mundiales. El capital extranjero, acompañado de tecnología, es conveniente para nuestro desarrollo. Por lo tanto, el inversionista extranjero será trata-
do con equidad y se le extenderá seguridad. El capital extranjero en forma de préstamos, puede suplir deficiencias en la disponibilidad de crédito interno por la insuficiencia del ahorro. Pero el ingreso excesivo de crédito externo para el sector privado, en la medida en que no genere divisas para pagar los vencimientos es inconveniente. En el caso del sector público, los créditos externos para financiar gastos de funcionamiento del Gobierno están sembrando la semilla de una crisis. El capital extranjero se ahuyenta por falta de seguridad, inestabilidad de las reglas del juego, producida por posiciones políticas demagógicas, corrupción y tramitología. Son menos convenientes las llamadas Inversiones de Portafolio, especialmente cuando, por diversos factores, no hay nuevas emisiones de capital para absorberlas. Su volatilidad puede producir crisis cambiarías y crisis en los mercados de valores. Es conveniente controlar este tipo de inversión hasta que el mercado de capital accionario en Colombia se haya desarrollado en mayor grado.
JUSTICIA La falta de un sistema judicial operante es uno de los mayores, si no el mayor, problema nacional. El sistema actual ha fracasado. En los últimos años se ha aumentado el presupuesto de la rama judicial enormemente, sin que el resultado refleje ese esfuerzo. Las cárceles están atiborradas de personas cuya
situación no se resuelve, y las calles llenas de criminales que reinciden una y otra vez en el delito. La filosofía de la justicia debe ser la protección de la sociedad, no solamente la protección de los derechos del acusado. Estos cambios, desafortunadamente, no se pueden dejar en manos del sector judicial actual. Este ha demostrado su inoperancia y su fracaso. Por ello se requiere la participación de otros estamentos y poderes en el rediseño del mismo. Se conformará una Comisión lnterdisciplinaria del más alto nivel para que proponga soluciones prácticas al problema, así los cambios recomendados requieran un reforma constitucional. La comisión determinará cambios en la educación y capacitación del personal de la rama judicial, la despolitización de la justicia, el cambio de los códigos y todo lo demás que considere necesario, para que exista una justicia operante y expedita en la práctica y no en el papel. Se hará una profunda reforma carcelaria. Las cárceles del país alojan, en un ambiente de hacinamiento y sin la adecuada vigilancia, presos de diferentes condiciones. Se mezcla al criminal común con el terrorista, permitiéndole a este último un campo abonado para hacer proselitismo dentro de las cárceles. Hay que establecer prisiones especiales para los subversivos, capturados a costa de la sangre
de policías y soldados, que cuenten con seguridad especial. Se invertirá en más y mejores cárceles. El personal carcelario será mejor seleccionado, capacitado y remunerado. En las cárceles se encuentran muchos presos que no constituyen riesgo para la sociedad, pero que por falta de medios para pagar una adecuada defensa, allí se quedan. El derecho a la defensa, independientemente de los medios del acusado, será efectivamente garantizado. No se debe olvidar que las cárceles y penitenciarías deben cumplir una función de resocialización. Se desarrollará mayor diversidad de programas de trabajo para los reclusos, incluyendo programas de labores en obras públicas. DEFENSA Y SEGURIDAD Defensa Nacional En las últimas décadas la tecnología militar, en lo que se refiere a la Guerra Regular, ha tenido impresionantes cambios, generados en muy buena parte por el avance de la informática. Las posibilidades de coordinar operaciones entre elementos de tierra y aire, en lo que se denomina tiempo real y bajo un eficiente elemento de comando y control, fueron demostradas ampliamente en el reciente conflicto del Golfo Pérsico. Las Fuerzas Militares colombianas, ocupadas en un conflicto interno de Guerra Irregular, se encuentran rezagadas, tanto en su equipamiento
como en la formación de sus cuadros, frente a estas nuevas tecnologías y tácticas. Las Fuerzas Militares de Colombia harán un gran esfuerzo por dominar nuevas tecnologías. Este es un reto que incide sobre la formación de cuadros y exigirá inversiones importantes en investiga. ción y desarrollo. Al terminar la Guerra Fría las posibilidades de un enfrentamiento con potencias extracontinentales, o la necesidad de participar en conflictos alejados de nuestras fronteras, han disminuido. Con los países vecinos se tienen, en términos generales, buenas relaciones, y los vínculos comerciales y económicos alejan cada vez más la posibilidad de un conflicto armado. En el caso específico de Venezuela, el próximo período presidencial en los dos países es prácticamente coincidente. Esto puede facilitar un esfuerzo diplomático para resolver el diferendo limítrofe, lo cual eliminaría una permanente causa de tensión entre los dos países. Frente a otros vecinos, no hay tensiones diferentes a las generadas por la utiliza ción de la frontera por parte de narcotraficantes y narcoguerrilleros. La probabilidad de una confrontación vecinal, por estas razones, es reducida. La situación no demanda, entonces, la búsqueda de una superioridad militar frente a estos vecinos, pero se obtendrá un equilibrio frente a los mismos. 1ACORE
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EL CONFLICTO INTERNO Corrupción, Subversión y Narcotráfico Estos tres fenómenos, que se entrelazan y refuerzan mutuamente, constituyen el gran problema colombiano. De no existir estos flagelos, no se presentaría la crisis de la Justicia, ni obstáculos para que el país se desarrollara a buen ritmo, mejorando rápidamente la calidad de vida de los colombianos. Ello ha determinado que en Colombia no haya habido nunca una política coherente de Estado frente a las amenazas del narcotráfico y la subversión. Unos pocos lo enfrentaron y muchos de ellos pagaron con sus vidas por hacerlo. Se ha tratado de "manejar" a la subversión con las herramientas de la política partidista, entregándole puestos, presupuesto, y leyes favorables a sus intereses. En otras palabras, se ha intentado sobornar a la subversión. Esta ha tomado todo lo que se le ha dado sin abandonar su proyecto de toma del poder ni los métodos que utiliza para fmanciarse y atemorizar a la población. Para la subversión, es necesario mantener a la población civil desarmada y desorganizada. Por eso ha desatado toda una campaña para negarle a la población civil el derecho a organizarse para su defensa. Este derecho se mantendrá. Es indispensable involucrar a la totalidad del Estado en el esfuerzo necesario para que la subversión se desanime de su propósito de lograr
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sus fines por la fuerza y la intimidación. La subversión, de la cual la narcoguerrilla es solamente el brazo armado, ha planteado una confrontación utilizando todos los medios de lucha. La respuesta del Estado y la Nación tiene que ser de igual manera integral. Política y estrategia militar serán coherentes y marcharán unidas frente a la amenaza de la subversión y el narcotráfico.
La diplomacia de la subversión. La subversión tiene una diplomacia efectiva. Incluso se le ha dado el beneficio de utilizar el aparato diplomático oficial, nombrando personas afectas a su causa en cargos en el exterior. A nivel mundial, especialmente en organismos multinacionales, se está permitiendo un papel protagónico a las ONG (Organizaciones No Gubernamentales) dedicadas a ciertos temas, entre ellos los Derechos Humanos y el Medio Ambiente. Muchas de estas organizaciones tienen sesgos políticos de izquierda y sostienen posiciones que convienen a la subversión colombiana. No se sabe a quien representan, cómo y de dónde reciben los fondos para operar, ni quién nombra a sus funcionarios. Algunas de estas organizaciones llegan a tener más voz y más poder que los mismos países integrantes de las organizaciones de naciones. Se han convertido en una mafia supranacional. El país promoverá un movimiento de naciones que se oponga a esta tendencia.
La Delincuencia Común Las entidades financieras, la
industria y el comercio ga~tan inmensas sumas en su seguridad, dada la insuficiencia de la seguridad que provee el Estado. La criminalidad de cuello blanco representa otro enorme costo. La falta de seguridad es un freno al desarrollo de una magnitud que no se ha medido. Los ciudadanos, especialmente los más pobres, están sujetos al azote de una delincuencia común desbordada. El atraco callejero, el robo, la violación y el asesinato son cosa de todos los días. Las causas, además del desempleo, el desarraigo y el resquebrajamiento del núcleo familiar, es la ausencia de justicia y la insuficiencia de las autoridades de policía. La seguridad es una de las funciones primordiales del Estado. La vamos a recuperar, aumentando el pie de fuerza de la Policía, capacitando a la misma en la recolección de testimonios y pruebas, promoviendo los llamados "frentes de seguridad", ubicando fiscales en más comisarías, permitiendo a los ciudadanos rendir testimonio en instalaciones menos inhóspitas y sin identificarse ante los delincuentes o sus abogados. Sin detrimento del derecho de los abogados del procesado a interrogar a los testigos, este interrogatorio se puede hacer protegiendo la identidad de los mismos. La mejor protección contra el falso testimonio no está en el careo sino en el rigor con el cual se castigue este delito cuando en él se incurra.
Se hará efectivo el delito de perjurio con severas sanciones para quienes lo cometan, con el fin de dar mayor trasparencia a los procesos, investigaciones y juicios.
frontar exitosamente a los supuestos expertos empeñados en una campaña de desprestigio contra el Estado colombiano y las Fuerzas del Orden.
DERECHOS HUMANOS
Las Fuerzas Militares y la Policía Nacional están cumpliendo con su misión de defender los Derechos Fundamentales de los ciudadanos con dedicación y sacrificio, pero para que este esfuerzo tenga plenos frutos, se requiere una justicia operante y una participación decidida de todo el Estado y de la sociedad.
La protección de los Derechos Fundamentales de los Colombianos es una misión constitucional fundamental de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional. Estos derechos están siendo violados brutal y sistemáticamente por narcoterroristas, mafias comunes de narcotráfico y delincuencia común. Sin embargo, la extrema izquierda nacional e internacional, proclive a la narcoguerrilla colombiana está manipulando el tema, para lo cual falsean estadísticas, fabrican casos y utilizan un aparato judicial ineficiente e infiltrado para abrir procesos contra miembros de las Fuerzas Militares. La fiscalía no se ha ocupado de investigar a los falsos testigos y funcionarios que facilitan estas maniobras. Si algún miembro de las Fuerzas del Orden llegase a violar los derechos de los ciudadanos debe ser juzgado y castigado en forma pronta y severa por la Justicia Penal Militar, único organismo idóneo para evaluar las circunstancias reales y objetivas propias del accionar de estas fuerzas. La capacitación en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario es parte integral de la formación de oficiales y suboficiales. Esta capacitación es importante para que puedan con-
EDUCACION De la educación de la población depende el futuro del país. Se han logrado grandes avances en la alfabetización. Pero la mayoría de los colombianos apenas llega a aprender a leer y escribir en forma deficiente. La educación es una tarea nacional que debe involucrar todos los niveles de gobierno y a toda la sociedad. Debe ser un proceso continuado porque cada día hay nueva tecnología que la fuerza laboral necesita dominar. El alto nivel de desempleo tiene mucho que ver con la falta de calidad de la educación. Es necesario inculcar a la familia su propia responsabilidad en este sentido, generando la conciencia de que debe ser considerada como la primera obligación de los padres de familia. Toda organización estatal o privada debe involucrarse en la educación de las personas vinculadas a ella.
Los valores requeridos para vivir en paz dentro de una sociedad democrática, deben inculcarse desde los primeros años del proceso educativo.Se erradicará la infiltración de la filosoffa marxista totalitaria de nuestro sistema educativo. Se requiere un gran esfuerzo estatal para asumir costos de la educación. Para complementar los esfuerzos del Estado debe estimularse también la actividad privada. Se fomentarála creación de nuevas instituciones educativas privadas sin ánimo de lucro y se estimularán las existentes, sean comunitarias o religiosas. Los estímulos tributarios que existen para las donaciones a las universidades se extenderán a la educación básica La educación es un campo donde el intercambio y la ayuda internacional pueden ser especialmente útiles. Es un campo en el cual es factible obtener ayuda internacional representada en asesoóa a universidades y colegios, cupos y becas para estudiantes colombianos, misiones de profesores del exterior, etc. El gobierno hará todos los esfuenos para potenciar estas posibilidades. El gobierno debe calificar a los establecimientos educativos y dar a conocer los resultados públicamente, pero no debe volverse un coadministrador de la educación privada, ni ahogarla en reglamentación. Esta reglamentación no ha logrado evitar que en el país haya fábricas de diplomas que cruelmente engañan al estudiante y perjudican a la sociedad. 1ACORE
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La calidad de la educación requiere que se enaltezca al docente. Se le dará apoyo económico para su educación continuada. Los cuarteles deben ser verdaderos centros de formación. La fase de adaptación a la vida civil del soldado, y muy especialmente del soldado regular o voluntario, será aprovechada para una capacitación intensiva, dentro de la cual se reafrrmen la cívica y los valores patrios. El soldado al licenciarse debe tener un acceso privilegiado a la educación como reconocimiento a su sacrificio. Se establecerá para el efecto un sistema de becas para estos veteranos de las Fuerzas Militares a fm de que completen su educación secundaria y un entrenamiento vocacional.
POLITICA AGRARIA Si bien el conflicto armado tiene manifestaciones urbanas, su principal escenario ha sido el sector rural. La vida en el campo se ha vuelto insoportable. La violencia ha sido una de las causas del éxodo mac;ivo de población hacia las ciudades. A ello, sin embargo, han contribuido otros factores. La ciudad es atractiva para el campesino porque en ella cree que encontrará el mundo moderno y un salario estable. Al llegar a ella, sin embargo, encuentra el hacinamiento, la falta del tejido social que tenía en el campo y otros tipos de violencia y angustia. Las oportunidades para él no son reales pues sus conocimientos, valiosos en su medio original, nada valen en la ciudad.
El empleo en el campo, salvo en la agricultura industrializada, es predominantemente informal. Para el patrono, en muchos casos residenciado fuera de la explotación agrícola por los problemas de seguridad, es difícil cumplir con las complejas obligaciones laborales como son contribuciones al SENA, al ICBF, subsidio familiar, cesantías y pensiones, salud, etc. No lo hace y el campesino no lo reclama porque los beneficios correspondientes en la práctica no están disponibles para él. Se establecerá un sistema simplificado de contratación, manejo de nómina y pago de aportes para fiscales, eliminando aquellos componentes que en la práctica no le representan beneficio alguno al trabajador. Bastará con una contribución única, que incluya cesantía, aporte para pensión y un seguro de salud e incapacidad, que será fácil de liquidar y pagar por una parte, y que representará un verdadero beneficio para el trabajador, hoy desamparado. La apertura afectó duramente la agricultura nacional. En este campo no se tuvo en cuenta que los países de la Unión Europea y los Estados Unidos subsidian su sector agropecuario. Es necesario establecer una protección arancelaria para los productos agropecuarios afectados por esta distorsión. Siendo el sector rural el principal escenario del conflicto armado, cualquier política de paz tiene que incluir inversión en el sector para que el campesino, a quien se presenta el proyecto político alternativo de la subversión, tenga mayor motivación para apo-
yar el sistema democrático. En buena parte del campo colombiano el Estado, aparte de la Fuerza Pública, no existe o lo representan funcionarios que imponen trámites imposibles de lograr para cualquier permiso, cuando no son simplemente corruptos. El Estado no cumple con la elemental función de dar seguridad e impartir justicia pronta y acertada. La ausencia y mala calidad de las vías afecta el precio de venta del producto agrario y encarece sus insumas. La educación, para el campesino, es de difícil acceso, y buena parte de su contenido irrelevante a sus ojos. Se rediseñará el pensum de la educación primaria para involucrar aspectos específicos que sean útiles para la actividad rural. En determinadas áreas, para que el campesino tenga acceso a los servicios modernos básicos, se establecerán programas de relocalización a poblados cercanos a sus tierras. Esto facilitaría la educación de los niños, su acceso a servicios médicos de emergencia, etc., además de hacer menos monótona su vida. Esto también facilitará su protección. Colombia tiene una climatología muy compleja. Esto exige el desarrollo de tecnología agrícola para lograr productividades adecuadas en diferentes climas y condiciones. La investigación agrícola, por parte de institutos manejados por gremios del sector, debe ser fomentada mediante estímulos de tipo fiscal. Estos mismos gremios y cooperativas de produc-
tores que se deben fomentar, pueden jugar un importante papel en la regulación de precios y comercialización de productos, seguros de cosechas y crédito. Se fomentará la localización en zonas rurales de ciertas industrias que pueden dar empleo complementario al agrícola. Esto requerirá estímulos fiscales, tanto nacionales como locales, que contrarresten los inconvenientes de localizarse lejos de los centros urbanos. Los cultivos ilícitos. Las dificultades que afectan el sector rural han motivado el desplazamiento de campesinos a zonas de difícil acceso para cultivar productos ilícitos. El producto de los cultivos ilícitos es de un valor que puede absorber enormes costos de transporte de los insumos y del producto mismo. La solución no es la sustitución de estos cultivos en tales zonas por cultivos lícitos, porque los precios de los productos no pueden absorber los sobrccostos de transporte. Además, muchas de estas tierras no son aptas para la agricultura y no se puede seguir fomentando una deforestación desastrosa para el medio ambiente. En buena parte, no hay solución distinta a combatir los cultivos ilícitos, así se produzca una migración en sentido contrario. Lo importante es que estos campesinos puedan retomar a las zonas aptas para la agricultura normal y encuentren allí empleo. Para las regiones deforestadas por el cultivo de amapola y coca,
debe acometerse la reforestación con especies maderables, caucho, cacao y otros cultivos permanentes que protegen los suelos frágiles, y dan un rendimiento económico a mediano plazo. Esta actividad no es adecuada para colonos sin capacidad de espera. Se darán incentivos para motivar a empresas privadas capaces de hacer este tipo de inversión. La lucha contra el narcotráfico es internacional. Los países consumidores pueden y deben contribuir a la financiación de estos planes. La extinción de dominio de bienes de los narcotraficantes y subversivos debe generar un banco de tierras importante para reubicar campesinos desplazados por efectos de la violencia. SEGURIDAD SOCIAL La reforma a la seguridad social, representada en la reforma pensiona! y del sistema de salud (Ley 100), necesita ser reestructurada. En materia de pensiones, se requiere enfrentar la realidad. Se contratará un estudio serio, de una misión de actuarios internacional, que determine el faltan te de reservas del ISS, faltante que deberá ser cubierto por la nación, por ejemplo con fondos provenientes de las privatizaciones, hasta donde esto sea posible. Se debe cerrar el ingreso de nuevos afiliados al ISS. Es grave el problema de las pensiones, que son la seguridad para la vejez. Hoy en día, la
Superintendencia respectiva exige a las AFP(Adrninistradoras de Fondos de Pensiones) rendimientos mínimos para los fondos administrativos que se miden a muy corto plazo. Las administradoras que no cumplan con los rendimientos mínimos en un período, sufren un severo castigo a su propio patrimonio, sacrificio que no se ve compensado cuando producen resultados mejores que lo normal en otro período. Se establecerá un régimen de control de gestión que permita y motive, dentro de límites prudentes, inversiones potencialmente más rentables aunque también de mayor riesgo. También se ampliarán los límites de cuantía de las inversiones en capital de riesgo que pueden hacer los Fondos de Pensiones, guardando las debidas precauciones con relación a conflictos de interés. Finalmente, las administradoras serán remuneradas no solamente por la captación de aportes sino por la cuantía de los fondos que administran. Cada colombiano debe tener acceso a una protección básica de su salud. Este fue el objeto de la Ley 100, que buscó una amplia cobertura familiar. Sin embargo, el sistema será reestructurado para permitir que los profesionales de la salud perciban ingresos acordes con su larga y costosa capacitación profesional. PRIVATIZACION El proceso de privatización debe continuar. Las empresas del
Estado están cada vez más atrasadas tecnológicamente y con demorar su privatización sólo se logrará que pierdan valor. Las actuales normas sobre privatización, que pretenden favorecer a empleados y entidades de la llamada economía solidaria, han causado que las empresas se vendan por debajo del valor que se lograría sin estas restricciones, afectando a sus verdaderos dueños que son todos los ciudadanos. Venezuela ha dado un ejemplo, con el sistema de subasta a dos vueltas. de un proceso que produce resultados excelentes para el Estado. Es digno de M.:r imitado. Estos procesos, sin embargo, no deben producir monopolios privadns en sustitución de los monopolios estatales. Los dineros producto de las privatizaciones, no serán dedicados a cubrir gastos de funcionamiento. Cuando la privatización, por la naturaleza del servicio, genere un monopolio. sus tarifas deben estar relacionadas con patrones internacionales y su propiedad debe ser de base muy amplia, por ejemplo de los fondos de pensiones.
INFRAESTRUCTURA El desarrollo económico del país requiere un drástico mejoramiento de la infraestructura de transportes. El país no puede descartar el sistema ferroviario. Este, mediante un proceso trasparente, será entregado en concesión para ser rehabilitado
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y operado por uno o más concesionarios. Se ampliará el sistema de concesiones para la construcción y mantenimiento de carreteras. Para vías secundarias y locales, se facilitará y fomentará la construcción y el mantenimiento comunitarios. En zonas muy pobres se harán vías por contratación directa y por parte de los Ingenieros Militares. El Ministerio de Obras Públicas cumplirá sus compromisos y la Fuerza Pública dará especial protección a los contratistas. La corrupción en la contratación y la "mordida" exigida para obtener los pagos a que tienen derecho los contratistas encarece las obras públicas.
El Estado, a nivel nacional. no debe intervenir directamente en la construcción o en la financiación de vivienda, pero puede intervenir para fomentar la oferta de vivienda de interés social. mediante la garantía parcial de hipotecas y otros mecanismos que estimulen la actividad privada en este campo Sin embargo, el sector privado no está en condiciones de construir vivienda en las cantidades y calidades requeridas en el sector rural y pequeñas poblacione" sin un estímulo especial del Estado. Se estudiará la participación efectiva de la Caja Agraria en estos programas.
COMUNICACIONES Las vías nacionales han sido objeto de invasión de sus zonas de protección y hay total anarquía en los accesos a las mismas. Se corregirá este problema en las actuales y se evitará qt·e se repita en el futuro.
POLITICA DE VIVIENDA La vivienda conforma uno de los principales rubros de capital de una nación. El sistema de financiación privado ha sido eficiente. El costo de la vivienda, sin embargo, se ve afectado por el elevado costo de la tierra. Este costo obedece a la reducida oferta de tierra desarrollable y a los costos de urbanismo, debidos en buena parte al exceso de trámites y a la ineficiencia de las empresas de servicios públicos y los gobiernos locales para desarrollar la infraestructura necesaria.
Es importante la participación del sector privado en las telecomunicaciones. El criterio que debe primar es que debe haber en este campo competencia y redundancia, con el objeto de proteger al consumidor e impedir que la falta de un sistema, sea por problemas técnicos o conflictos laborales, pueda paralizar al país. Las Fuerzas Militares serán dotadas de mejores comunicaciones con el objeto de que puedan cumplir su misión y dar un respaldo de última instancia a los sistemas civiles.
Libertad de Prensa Es necesario garantizar la libertad responsable de los medios de comunicación. Sin libertad de prensa y expresión no existe democracia. Sinembargo, en consideración al conflicto armado que ago-
bia al país, y como restricción excepcional a la libertad, deben sujetarse a normas sobre la divulgación de comunicados de la subversión, y otras prácticas que se consideren inconvenientes. Dichas normas o medidas no restringirán opiniones o informaciones salvo que afecten el orden público en forma grave. Las medidas pertinentes serán concertadas con representantes de los medios respectivos.
MEDIO AMBIENTE
HACIENDA PUBLICA
El cuidado del medio ambiente no puede ser a costa de todo desarrollo. Hay que lograr equilibrio entre las dos cosas racionalmente. El estudio del impacto ambiental de los proyectos de infraestructura y de las iniciativas de los particulares debe ser suficiente pero no exagerado en su complejidad. No debe ser un causante de demoras que no se justifican y no debe volverse un negocio para un gremio de "expertos".
Colombia ha sido un país que durante muchos años evitó los peores males que sufrieron las economías latinoamericanas por el manejo irresponsable de las Finanzas Públicas. No tuvo tasas de inflación de tres dígitos, como algunos de nuestros vecinos, ni crisis de deuda externa. Sinembargo, tiene una inflación persistente y difícil de doblegar, hoy alimentada por un déficit fiscal que requiere cuidadoso manejo.
Hay problemas de contaminación ambiental que tienen importancia nacional como la contaminación del río Magdalena y sus afluentes el Bogotá, el Cauca y el Medellin. Se diseñarán planes sobre la base de excelentes estudios existentes y se acometerán con criterio de alta prioridad. Tal es el caso del plan del Gobierno Holandés relacionado con el Río Magdalena y su cuenca.
Para solucionar el déficit, se debe entonces controlar la corrupción y el gasto irresponsable, recortar las funciones y la burocracia del gobierno central y reestructurar el reparto de rentas.
MINAS Y PETROLEOS Se diseñará una amplia y sólida política de hidrocarburos que estimule la exploración mediante reglas de juegos estables y las debidas seguridades físicas para personas e instalaciones. La política minera y petrolera del país será competitiva frente a otros países en circunstancias similares que requieren inversión extranjera. Por lo tanto, debe formularse con ánimo realista y sin demagogia. Se dará un manejo prudente de las finanzas y los costos de Ecopetrol. Se modificará la política de concentración de la capacidad de refinanciación en Barranca, teniendo en cuenta no solamente consideraciones técnicas sino razones estratégicas. El país debe tener reservas estratégicas de productos refinados críticos (gasolina, ACPM y gas), bajo el cuidado de las Fuerzas Militares. Este es un campo en el que también es necesaria cierta capacidad de suplencia.
Se realizará un inventario de los demás recursos hídricos del territorio nacional para elaborar planes encaminados a su protección o recuperación. El problema de la deforestación y la falta de reforestación es de gran magnitud. Su solución requiere un conjunto de medidas, desde el fomento de la producción y distribución de combustibles que reemplacen la leña, hasta el fomento de una industria forestal y maderera racional y la represión de los cultivos ilícitos. También se requiere un cambio cultural, profundizando la educación ambiental.
El tema de las regalías debe también ser reabierto. Hay departamentos y municipios de escasa población que reciben y malgastan ingentes recursos. Además, en algunos casos, estos recursos, que son de todos los colombianos, va a dar a manos de la subversión. Impuestos El país no resiste reformas tributarias cada dos o tres años. Tiene que haber estabilidad y seriedad en las reglas del juego fiscal para que las empresas puedan tomar decisiones de inversión a largo plazo. El Estado no puede desconocer beneficios tributarios ya ofrecidos, como pretende hacer con la famosa Ley Páez. Esto es el resultado de la ligereza en la legislación fiscal.
La actitud de la autoridad fiscal frente al contribuyente no puede ser oportunista. La autoridad trata al contribuyente como a un delincuente. A quien pide una devolución de impuestos, a la cual cree tener derecho, se le somete a un proceso de investigación feroz, y cualquier error de forma es utilizado para castigarlo por su osadía. Este tipo de relación lleva al contribuyente, que no sabe cuándo va a verse "asaltado" por el fisco, a echar por la borda cualquier inhibición moral para evadir impuestos. Se establecerá una Oficina de Defensoría del Contribuyente. Esta. sin las dilaciones del aparato judicial, escuchará la'i quejas del contribuyente y tendrá atribuciones para obligar a la administración a tratar con justicia al ciudadano. Actuaría en conciencia
El gobierno dará cuenta a los contribuyentes, en forma clara e inteligible, sobre el uso de los recursos fiscales. Incluso, los detalles del gasto, salvo el rubro de "gastos reservados", que en todo caso es muy pequeño, deben estar disponibles para inspección por parte de cualquier persona. El ciudadano debe adquirir conciencia de que los recursos del Estado le pertenecen, y el funcionario público de que no es el propietario de los mismos, sino el administrador de un delicado encargo. Este proceso no se logra con la imposición de más complejos e inútiles controles, sino con una severa aplicación de elementales normas éticas, acompañada de un programa
educativo muy amplio. Así se establecerá una nueva relación entre la autoridad fiscal y el contribuyente. Sobre esta nueva base se combatirá la evasión.
¿QUE ES EL MOVIMIENTO FUERZA COLOMBIA? Ante la más grave crisis que Colombia haya afrontado en su historia, sólo la unidad de la nación puede enfrentar el desafio configurado por la confluencia de factores negativos que golpean todos los ámbitos de la existencia social y ciudadana
Se ahondan las distancias entre los ~1ra10S sociales. se pauperiza la clase
media y se empobrecen aún más las comunidades marginales. El país agricola sufre el azote inclemente de la violencia que obliga a abandonar regiones productivas, al paso que aglomera en las ciudades una oleada miserable de refugiados. sin calificación para el mercado del trabajo ni recursos mínimos para asegurar la supervivencia familiar. El crimen golpea campos y ciuda-
des, arrollando un sistema judicial impotente para enfrentarlo, mientras una infraestructura carcelaria es incapaz para alojar en condiciones medianamente humanas a quienes aguardan un juicio que no llega, entremezclados con Jos más pervertidos criminales, sin que unos y otros reciban las influencias rehabilitadoras que algún día los retomen a la sociedad regenerados y aptos paraconviviren ella
El país ha perdido su buen nombre. Mirado por la comunidad internacional como cuna del narcotráfico y de la delincuencia más abyecta, resquebrajado el prestigio económico que le había ganado respeto mundial por su solidez, resquebrajados los valores que la caracterizaron. Colombia figura hoy ante el mundo con títulos denigrantes por la combinación atroz del delito, el narcotráfico, la violencia brutal, el maltrato a la niñez y la corrupción que corroen los cimientos mismos del Estado. Ante este cúmulo de males que amenazan la existencia misma de la nación, FUERZA COLOMBIA, se presenta como un movimiento regenerador inspirado en la tradición democrática y austera que signó su pasado y ha de iluminar su destino, Movimiento Nacional, que pone la Patria por encima de los partidos políticos. Está dirigido contra las fuerzas destructoras de la barbarie y de la corrupción. Lo animan la voluntad y el propósito de reconstruir la Patria, reconciliar a los ciudadanos, enderezar el rumbo equivocado y recuperar la paz con honor y dignidad, haciendo de la educación formativa y la justicia social y jurídica dos empeños vitales para la renovación democrática y de la lucha contra el crimen la columna vertebral de su propósito por una Colombia que corresponde a los sueños, esperanzas y defensa de su pueblo.
POLITICA
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EL FUTURO DE LA FUERZA PUBLICA COLOMBIANA · Capitán OTTO PRIETO C. Ingeniero de Comunicaciones.
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a fuerza pública está perdiendo la guerra._Ia guerrilla lleva la ofensiva•... las FARC y el ELN controlan más de trescientos municipios...la guerrilla quiere la paz pero el ejército se opone._ los militares están interviniendo en política cuando Bedoya ''tija su posición" de no sentarse a dialogar con los ''insurgentes" frente a un tema tan exclusivamente político como es el de la guerra y la paz..... la justicia castrense absuelve a Yanine abusando del fuero militar.... los paramilitares son aliados y protegidos de la fuerza pública...etc. etc.
LAS MOTIVACIONES Las acusaciones, los cargos, los denuestos y suspicacias de toda índole son el pan de cada día por parte de los medios de comunica-
ción masivos que se chivean unos a otros para agrandar y deformar las informaciones sobre la guerra que estamos librando. Día por día, mes tras mes, año tras año, estas acusaciones perversas e irresponsables son otros tantos cañonazos que están desmoralizando y destruyendo la capacidad de combate de la Fuerza Pública. La repetición interminable e insistente de divulgar noticias y comentarios denigrantes presentados por la Prensa, la Televisión, las Revistas, los Periódicos y la Radio a toda hora, (en una técnica parecida a la empleada por Hitler), ha logrado inculcar en la mente de todos, la duda y la desconfianza hacia las Fuerzas Armadas, ahondado así su convicción de que entre mayores fondos se les dediquen, menores son los resultados para que cumplan con las misiones constitucionales que tienen asignadas. Obje-
tivos estos que están alcanzando día a día los enemigos de la Paz en Colombia. LAS CONSECUENCIAS Se constata así que la opinión pública ya no considera a su brazo armado como una de las instituciones más respetables y garantes de su seguridad como sucedía hace diez años. Así lo confirmó recientemente alguna de las firmas más serias dedicadas a los sondeos de opinión que, periódicamente, realizan a lo largo y ancho de la República; razón por la cual esas encuestas deben merecer una concienzuda y justificada preocupación por parte de todos los colombianos. Porque como consecuencia lógica de lo antes expuesto, se ha comprobado la existencia de una brecha cada día más ancha y profunda entre la Fuerza Pública y
la opinión pública (el sentir de las grandes mayorías) que producirá, a la larga, gravísimas secuelas de carácter irreparable para el ejercicio de la democracia participativa. Bajo esas premisas, la reacción natural del pueblo será la de negarles ahora y en el futuro el apoyo y el respaldo indispensables para dotarlas tanto de los recursos humanos como materiales indispensables para cumplir con éxito sus misiones constitucionales, lo que lógicamente causará gran satisfacción a los enemigos de la PAZ. No podemos olvidar por un momento que el consenso popular a favor de la institución armada constituye la esencia misma de nuestro sistema democrático que permite y otorga la libertad de expresión necesaria para que la Fuerza Pública recupere la credibilidad perdida que conseguirá a base de poder persuadir a las grandes mayorías de la necesidad real y urgente de confiar unánimemente en el desempeño recto y honesto de sus integrantes y los cuales, individual y colectivamente, son garantes insobornables de la majestad y dignidad de la República. Y decimos esto porque Colombia no se puede sentar a dialogar con los asesinos y malandrines, que pagados por el narcotráfico, la quieren tratar de igual a igual, bajo el pretexto de lograr una Paz que no figura en su Agenda. Planteadas las cosas como están y dada la aguda crisis que estamos atravesando, podemos estar seguros que esa brecha existente e innegable, nos llevará indefectiblemente a una derrota total porque
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estamos combatiendo a un enemigo que, además de tener los recursos ilimitados del narcotráfico, cuenta además, con el triunfo obtenido por unas campañas de Propaganda y Relaciones Públicas magistralmente adelantadas por todos los medios de comunicación, obteniendo así una opinión pública favorable a sus protervos fines. Campañas que han sido exitosas tanto en el ámbito nacional como en el internacional y que niegan implícitamente a la Fuerza Pública el derecho a exigir el justo reconocimiento a sus esfuerzos y penalidades. En otras palabras, la guerra psicológica adelantada sistemáticamente por los enemigos de la República, ha logrado una victoria total hasta el punto de ser ellos considerados hoy aquí y en el mundo como adalides sin mancha de los Derechos Humanos y defensores insobornables de la Justicia Social y de los desposeídos colombianos. Es decir, "los pájaros tirándole a las escopetas". Habrá muchos lectores de estas líneas que nos tildarán de alarrñistas escandalosos. A ellos hay que notificarles que tanto teórica como prácticamente, el consentimiento y aceptación del pueblo colombiano hacia sus Fuerzas Armadas está fundamentado en una total comprensión de sus obligaciones y del respeto y confianza que tanto los unos como los otros deben profesarse mutuamente para conseguir objetivos que les son comunes y de gran conveniencia. Esta mutua credibilidad deber servir de puente de entendimiento para superar los obstáculos coyun-
turales e informes tendenciosos que a diario se presentan y los cuales exigen que, tanto el estamento civil como la Fuerza Pública, los analicen y comprendan. Pero si esto no llegare a ocurrir, crecerán como mala hierba las disensiones, la incredulidad, y el irrespeto mutuos que ya se manifiestan en actitudes y conductas hostiles del público cuando un policía o soldado están requisando a un sospechoso o deteniendo a un raponero. El grado de exacerbación y de ira por parte de los espectadores de estas actuaciones, es un síntoma inequívoco del distanciamiento que cada día se hace más pronunciado entre ellos. Peor aún, es de permanente ocurrencia y así lo podemos observar desprevenidamente, que los llamados policías - bachilleres y las patrullas militares, permisivamente discuten con los conductores y ciudadanos infractores, en un pie de igualdad que pone en tela de juicio el ejercicio de su autoridad (tratando siempre de evitar que los incidentes no pasen a mayores) lo que de hecho incrementa la impunidad desde la misma cotidianidad callejera. No es aventurado predecir también que ese distanciamiento entre unos y otros, nos conducirá inexorablemente a situaciones de hecho atentorias al ordenamiento jurídico de la Nación que convertirán a Colombia en una narcocracia desprestigiada e impúne, manejada por bandas de traficantes y corruptos todopoderosos, al igual que está sucediendo ya en algunos países de Asia y Mrica. Como si fuera poca esta po-
sibilidad, hay que agregarle otra, consistente en los efectos catastróficos que tendría la reacción natural y antidemocrática de una Fuerza Pública injustamente tratada y totalmente incomprendida por sus compatriotas y la cual, motivada por su lealtad y patriotismo ejemplares, abandonaría la vía democrática y se involucraría en un golpe de Estado como sucedió cuando tomó el poder el General Rojas Pinilla, que originó el caso único en el mundo de incorporar a las Fuerzas Militares a una institución netamente civil como es la Policía Nacional. Estos considerandos deben dar origen a profundas reflexiones por parte de todos los ciudadanos pensantes y muy especialmente a las reservas militares y policiales y motivarlos para cambiar radicalmente de actitud y adoptar una conducta permanente de intervención activa para rectificar errores participando personal y colectivamente en la reconstrucción de la Nación entera. Todas las reservas desde los ex-soldados y policías rasos hasta los más altos niveles de la jerarquía militar y policial deben estar pendientes y alertas para que Colombia vuelva a ser una República decente integrada por hombres libres y de buenas costumbres. Deben hacerlo además, para asegurar la supervivencia de sus prestaciones sociales, de la vivienda, del Hospital Militar, del servicio de salud, de las cajas de sueldos de retiro, de los clubes militares y en fin, de otras instituciones que están en serio peligro de desaparecer.
LOS FACTORES ADVERSOS Bien vale la pena entonces, hacer una evaluación breve y descarnada de todos los factores que con su aporte diario están contribuyendo eficazmente a los tremendos resultados que antes citamos: Sea el primero, (y lo constatamos durante estos tres últimos largos años), la presencia de un Gobierno y un Congreso elegidos apenas por una sexta parte del electorado (un poco más de tres millones) que, además de su origen dudoso, han dado muestras inequívocas durante su ejercicio, de proteger a la industria transnacional de estupefacientes, hasta el extremo de provocar las desastrosas sanciones económicas y de repudio actuales y las que vendrán seguramente dentro de poco. Se confirma, con asombro, el propósito del gobierno y de la mayoría de los congresistas para hacer inoperante la extradición aprobada recientemente y de llenar de obstáculos las medidas que han tomado (obligadamente) para legalizar la extinción de dominio, el aumento de penas, el lavado de dólares así como el procedimiento penal, largo y dispendioso para juzgar a los narcos. Estos son hechos de un Gobierno y un Congreso que se escudan en un nacionalismo trasnochado, digno de mejor causa y caracterizado por su oportunismo y descaro abismales, para satisfacer los compromisos adquiridos desde mucho tiempo antes de haberse presentado como candidato presidencial el Sr. Samper. Peor aún,
constataremos con estupefacción su insistente continuidad en la próxima legislatura pues los veremos reelegidos por unos sufragantes irresponsables e idiotas útiles amaestrados por el clientelismo y la corrupción reinantes. Sea lo segundo y lo constatamos también durante años, la . complicidad voluntaria e involuntaria (por acción u omisión) de la clase dirigente, de cínicos políticos y de los grandes Cacaos, casi todos con "rabo de paja" que sólo se han preocupado por incrementar sus fabulosos dividendos y ocupar posiciones claves para disponer a su arbitrio de los bienes de la Nación. De antemano veremos la devolución de todos los bienes de los narcos a sus "legítimos" dueños. Sea lo tercero, la ausencia casi total de una opinión pública participativa y de una oposición organizada que se han caracterizado siempre por su pasividad e indiferencia con respecto a su país y comunidad. Y muy especialmente, a su silencioso convencimiento y resignación ante un Gobierno y un Establecimiento que por decenas de años los han defraudado y engañado permanentemente y que los convierte en idiotas útiles y cómplices de esta situación. Con decir, que no hay en Colombia una fuerza suficientemente consistente, poderosa y moralizante que haga una oposición fructífera al régimen y que lo denuncie implacablemente tanto a nivel nacional como internacional, se dice todo.
Sea lo cuarto el monopolio y dominio total que sobre los medios de comunicación masivos tienen los grandes conglomerados financieros y adictos al Gobierno en Televisión, Radio, Prensa, y Revistas y quienes amparados tras una aparente "Libertad de Expresión" (?) ocultan sistemáticamente al pueblo la verdadera realidad colombiana, sin darse cuenta que ese pueblo, bien informado, au mentaría sus ventas. Porque estos medios y personajes no sólo desinforman al gran público, sino lo que es más grave aún, lo orientan y lo persuaden de las bondades del Gobierno y Congreso de turno, quienes les castigan o premian según sean sus escasos merecimientos o relativa independencia como se pudo confirmar en las últimas licitaciones para TV y FM y cuyo calvario apenas comienza cuando sus lectores, oyentes y espectadores descubran sus obscuros fines. Ya se vislumbra algo, con la irreparable pérdida de EL ESPECTADOR en manos del grupo Santodomingo. Así hay que entenderlo, cuando una de las revistas más serias de Colombia, afirma dogmáticamente que los triunfos obtenidos por el General Bedoya son de escritorio y no debidos a los combates ganados a la guerrilla, desconociendo
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intencionalmente sus labores exitosas de la pacificación de muchos territorios nacionales. Se deduce fácilmente entonces que para ellos, su fallo final sobre esa candidatura será "flor de un día, porque la mayoría de los colombianos prefiere el diálogo y no la guerra como fórmula de superación del actual conflicto"(?) . Al igual que "SEMANA" y a pesar de los artículos panfletarios y agresivos de Antonio Caballero y de Plinio Mendoza contra el Establecimiento, no vacila SEMANA en señalar al General como un "estricto militar" que "no goza de cierta aureola intelectual e incluso de estadista". Así que SEMANA y muchos de sus lectores, no creen en la necesidad fundamental de aplicar la "mano dura" para solucionar un problema que hace muchas décadas está exterminando a Colombia y que se ha convertido en un monstruo de mil cabezas y que mañana tendrá diez mil, mientras se adelantan los "diálogos de Paz" o mejor dicho, los monólogos de un gobierno que hace propuestas y contrapropuestas (cortinas de humo) para lograr la Paz, sin hallar otra cosa que respuestas evasivas y ningún resultado concreto. Menos mal que prohombres colombianos como GABO, Alfonso López, los Lleras Restrepo, URIBE
VELEZ, Parejo y mil más, han afirmado sin reticencias que la única manera de lograr la Paz, es obligando militarmente a la guerrilla a "dialogar" en una mesa de negociaciones con base a una acción decidida y firme que les haga agachar la cabeza y les impida seguir con su estrategia a largo plazo de querer ocupar la Casa de N ariño tarde o temprano. Nos están convenciendo maliciosamente que los diez millones de votos recientes se otorgaron exclusivamente para lograr la PAZ mediante el famoso "diálogo" (?). Esta es otra distorsión del propósito nacional de establecer el esta.do comunitario como mil veces mejor que el estado ejecutor, (léase político) como se está comprobando en Antioquia. Si a lo anterior agregamos la corrupción rapante a todo nivel, la impunidad casi total debido a una justicia inoperante y al desempleo cada día mayor originado por la desastro sa, instantánea e inoportuna APERTURA en este país del Sagrado Corazón, no vamos a dejar de mirar el porvenir de la Patria repleto de malos presagios y amargas realidades que nos llevan con rumbo definitivo al desastre total ante la indiferencia, pasividad e ineptitud de las llamadas " mayorías silenciosas".
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UNA VERDAD QUE AMERITA REFLEXION DENTRO DE LA INSTITUCION MILITAR General LUIS ALFONSO MEJIA VALENZUELA
l. En busca de la verdad:
N
unca consideré necesario, aconsejable o útil para el Ejército Nacional, referirme al retiro del señor General Alberto Ruiz Novoa y mucho menos a los hechos que culminaron con su renuncia del cargo de Ministro de la que se llamó CARTERA DE GUERRA. Ese acontecimiento ocurrido en el mes de agosto de 1965 ha vuelto a ocupar la atención pública, sobre la base de una grabación realizada con el señor expresidente Guillermo León Valencia, grabación que, dada a la publicidad por las LECTIJRAS DOMINICALES de EL TIEMPO, fue objeto de una contestación publicada, en el mismo órgano periodístico, a nombre del señor General Ruiz Novoa. La controversia planteada sobre el episodio representado en Pala-
cio por dos actores de máxima respetabilidad: un Presidente de la República y su Ministro de la Guerra, ha revivido el interés del país por sus causas y por sus efectos. Como en el desarrollo de las contradictorias posiciones divulgadas y en los textos correspondientes se menciona, además de los actores principales, otras personas pertenecientes a la oficialidad militar, entre ellas mi nombre, he considerado prudente romper mi silencio, establecer mi posición en los hechos historiados y formular mi modesto testimonio en torno a las circunstancias que rodearon la intempestiva renuncia del señor General ALBERTO RUIZ NOVOA.
bito nacional y por quien mi admiración es grande. Pero la búsqueda de la verdad no me deja diferente opción. Esa verdad, si es que ella se puede precisar, hay que buscarla con serena imparcialidad, incluyendo la consideración de todos los hechos y circunstancias que incidieron en el episodio pertinente. De distinta forma, la versión queda incompleta, la verdad distorsionada y las personas calificadas como protagonistas, injustamente maltratadas. En el presente caso hay que ampliar el marco de los acontecimientos con el fin de incluir todos los elementos de juicio disponibles y necesarios por una justa apreciación del episodio.
Deploro mucho tener que contradecir al distinguido compañero de armas, General Alberto Ruiz Novoa, cuyas sobresalientes calidades y merecimientos son suficientemente conocidos en el ám-
Carece de importancia repetir la cronología del día 28 de agosto de 1965, evocada por el señor General Alberto Ruiz Novoa en su versión sobre su salida del Ministerio de Guerra, as( como el recuento de
los antecedentes, detalles y circunstancias que según el señor Expresidente Guillermo León Valencia, acompañaron el retiro del general Ruiz. Sin embargo, considero oportuno confesar la sorpresa que me produjo el choque entre mis recuerdos, como testigo presencial de alguna de las escenas del episodio fmal, y la versión de éste, según la grabación hecha por el señor Expresidente Valencia, el 5 de mayo de 1969, y publicada en las Lecturas Dominicales de El Tiempo, el 24 de agosto de 1997. La referencia a tal sorpresa obedece principalmente a mi desacuerdo con respecto a la imagen que allí se pretende transmitir, de un gentil señor convertido en pistolero para contrarrestar un golpe militar, de un hidalgo caballero que pocos minutos antes de acudir al recurso del revólver para neutralizar el Golpe de Estado, que él mismo consideraba improbable, se había colocado en medio de Jos generales, Ruiz y Rebéiz, con el fin de controlar una hipotética reacción violenta entre ellos. Es irrazonable, por lo tanto, que el expresidente en tales circunstancias, hubiera abandonado su papel de noble componedor para ir hasta su aposento en búsqueda de armas. En cuanto se refiere a la imagen que se pretende transmitir con relación a un General que no podía sentarse, debido al enorme tamaño del revólver que portaba, también mi desacuerdo es rotundo, no solamente por lo que me consta como testigo presencial, sino por cuanto tiene de ilógico el fantástico uso que se le asigna a la tal arma de fuego.
2. El Plan Lazo: No cabe en mi versión tocar escenas en las cuales no estuve presente, o hacer referencia a situaciones que, el día 25 de agosto, se desarrollaron privadamente, con la participación exclusiva del señor Presidente de la República y los generales Ruiz y Rebéiz, situaciones que por ser privadas fueron ajenas a mi conocimiento. Es pertinente, si, aprovechar la evocación del episodio para hacer ciertas precisiones con relación a su interpretación por parte del señor general Ruiz en el artículo titulado: UNA AMBICION QUE NUNCA TUVE. Se excede la vanidad del señor General cuando, en alguno de los párrafos de su escrito, pretende dejar como constancia histórica que su Plan Lazo "no fue totalmente comprendido por algunos de los Altos Oficiales". Olvida que muchos de esos oficiales, en ese momento Generales de la República, a quienes él alude como "protagonistas" en la crisis de agosto de 1965, habían servido dentro del escalafón de combatientes todos los cargos propios de la carrera militar y por tanto, tenían en su haber muchos años de experiencia en el manejo del orden público, durante los cuales, habían confrontado situaciones cuyo tratamiento se hizo con énfasis en la atención por parte del Ejército a las necesidades del campesino. Es decir con la aplicación del concepto estratégico del Plan Lazo, no obstante que por ese entonces dicho plan todavía no existía y por consiguiente, ninguna de sus actividades, recibía el nombre de "Acción
Cívica Militar" o de "Acción Sicológica", ni el Ejército Nacional contaba con el apoyo económico del Estado para implementarlas. Para quienes tuvimos la oportunidad de conocer al señor General Gabriel Rebéiz Pizarra, es difícil aceptar que tan distinguido y acertado comandante a lo largo de todos sus grados y cargos, desde subteniente hasta General Comandante General de las Fuerzas Militares, no hubiera podido comprender la idea estratégica del Plan Lazo ni las bondades de la "Acción Cívica Militar", si en la Revista del Ejército del mes de enero de 1965, se refirió a la situación del país en los siguientes términos:
"Tengo la certidumbre de que a las Fuerzas Militares les corresponderá en el inmediato futuro, desempeñar un papel trascendente y definitivo en la marcha política de la Nación. Mientras continúen vigentes las causas del descontento y mientras no se satisfagan las exigencias económicas de todos los sectores, la única valla contra el desórden y la anarquía la constituyen las Fuerzas Armadas".
3. "Los motivos profundos, subjetivos y verdaderos". Es necesario también hacer referencia al párrafo fmal del artículo 'LJNA AMBICION QUE NUNCA TUVE", pues en el mentado párrafo el señor general Ruiz N ovoa le endilga a los generales que él califica como "protagonista" del episodio, la responsabilidad
del impacto desfavorable en la moral de las Fuerzas Militares, y se olvida una vez más de reflexionar y de sacar de la oscuridad los verdaderos motivos que llevaron al Comandante General de las Fuerzas Militares y a los generales que se solidarizaron con su posición, a poner ante el Presidente de la República la necesidad de resolver urgentemente el conflicto surgido en la cúpula de la Institución Armada. La incompleta aclaración del señor general Ruiz, más la forma como en el texto de su renuncia alude a los generales que acompañamos al Comandante General de las Fuerzas Militares, General Rebéiz, en su petición ante el Presidente de la República de restablecer la confianza en el mando de la Institución Militar, afectada por la confusa interpretación del principio institucional, "apoliticidad del Instrumento Armado", es un aspecto del episodio que amerita comentario especial. Ese principio era celosamente considerado como fundamental para la disciplina, la moral, la confianza, la unidad y la cohesión de sus integrantes en todos los grados de la jerarquía. El Reglamento de Régimen Disciplinario y las convicciones aceptadas luego de la Reforma Militar de 1907, incluían la prohibición de discutir temas religiosos y políticos entre los miembros de la Institución Armada. En realidad para los oficiales que orgullosamente, durante nuestra permanencia en el servicio activo, solíamos considerarnos
practicantes de esa disciplina, constituyó siempre motivo de preocupación y de repudio toda situación a través de la cual pudieran, los miembros del Cuerpo Armado de la Nación, ser afectados por cualquier duda respecto a la observancia estricta de tal principio e igualmente, respecto a la nítida subordinación del Instrumento Militar al poder civil del Estado. Con tal antecedente, sensibilizado por el cruento enfrentamiento político colombiano de mediados del presente siglo y por el Golpe de Estado del general Gustavo Rojas Pinilla, no puede considerarse extraño y sin motivo el distanciamiento, hacia 1965, entre los generales, Alberto Ruiz Novoa, Ministro de Guerra, y el general Gabriel Rebéiz Pizarro, Comandante General de las Fuerzas Militares, ni fuera de contexto la preocupación de otros generales por el mismo problema. Para hacer, pues, un juicio de valor como el que sugiere el señor general Alberto Ruiz Novoa en el último párrafo del mentado artículo UNA AMBICION QUE NUNCA TUVE, contra el señor general Rebéiz Pizarro y los generales que lo acompañamos al Palacio Presidencial el día del episodio desfavorable para el citado señor general Ruiz, es preciso, si se quiere buscar la llamada "Verdad Histórica", tener en cuenta ciertos mínimos antecedentes, los cuales sacan de la obscuridad los, para el señor General Ruiz, "motivos profundos, subjetivos y verdaderos" que, de forma clara, "llevaron al General Rebéiz a proceder como lo hizo para llegar al Ministerio de Guerra
con tanta facilidad". De tales mínimos antecedentes pueden evocarse algunos, ya reconocidos por el señor general Ruiz Novoa, cuando al referirse a su discurso en el Hotel Tequendama, dice.. . "Desde luego que no quise limitarme a hacer un discurso inocuo, sino que pretendí contribuir al esbozo de unas soluciones, políticas y económicas de la violencia"... "La reforma de las estructuras ya la había mencionado en una entrevista televisada que me hizo la doctora Esmeralda de Uribe al regreso de mi viaje a Israel en 1964" ... No viene al caso calificar la bondad de las soluciones presentadas por el señor general Ruiz en escenario público, ante el Presidente de la República, en su discurso en el Hotel Tequendama. No es fértil especular sobre la "reforma de las estructuras" propuesta por el mismo señor general. Pero, si es pertinente y necesario puntualizar que esa intromisión en la política del Estado, cuya práctica por los miembros en servicio activo de las Fuerzas Militares, estaba prohihida en los reglamentos militares con base en principios consignados en la Constitución Política de Colombia, era considerada, por la totalidad de los Cuadros de Mando, como nociva para la disciplina, la moral y la unidad de la misma Institución Armada. Y es en este aspecto en el que hay que buscar y aceptar las responsabilidades del impacto que pudo haber recibido la Institución Militar con ocasión del retiro intempestivo del servicio activo del señor general Alberto Ruiz Novoa. IACORE
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4. Un juicio precipitado e injusto:
También es oportuno puntualizar que el señor general Ruiz se olvida de que su conducta con respecto a inquietudes de carácter político y los comentarios que tal conducta suscitó en el ámbito nacional, lo llevaron a ventilar el tema de la "deliberación" en una de las reuniones ordinarias de los generales en servicio activo residentes en Bogotá, reunión comúnmente denominada "Junta Asesora", con el objeto de explicar la diferencia entre deliberar y opinar. En esa junta o reunión, el entonces Brigadier General Mejía Valenzuela, entre otros, se permitió expresar que estaba en desacuerdo con la luz verde que se le podría ofrecer al derecho de opinar de los militares en materia política, por el peligro que tal conducta podía generar en perjuicio de la disciplina y la unidad de la Institución Armada. No es justo el señor general Ruiz Novoa, cuando no reconoce un hecho que indudablemente estaba produciendo incomprensión y distanciamiento, específica y directamente, entre él y el general Rebéiz Pizarro, e indirectamente preocupación en otros oficiales del Ejército. No sobra agregar que los Oficiales que acompañaron al señor General Gabriel Rebéiz Pizarro al Palacio Presidencial, el día 28 de agosto de 1965, entre ellos el entonces Jefe del Estado Mayor del Ejército, Brigadier General Luis Alfonso Mejía Valenzuela, no tenían porqué conocer, antes de esa fecha, el nivel ni el tono de las re-
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laciones de mando y privadas, ni el distanciamiento irremediable entre el Ministro de la Guerra y el Comandante General de las Fuerzas Militares. Puedo afirmar rotundamente que mis relaciones personales con ambos jefes carecían de la confianza recíproca para que ellos me confiaran sus intimidades respecto a sus relaciones personales y a la evolución de su incompatibilidad para ejercer el mando de la Institución Militar. El primer contacto con esa realidad la tuvo Mejía Valenzuela, más o menos, a las H 10-00 del día 28 de agosto, fecha del episodio final, en reunión de los generales del Estado Mayor General y del Comando del Ejército, convocada por el General Comandante General de las Fuerzas Militares con el fin de informarles sobre el conflicto en sus relaciones de mando con el señor general Ministro de Guerra y sobre la imposibilidad de resolver tal conflicto sin la intervención del Presidente de la República. En esa reunión, la cual tuvo lugar en el despacho del Comandante General de las Fuerzas Militares, el General Rebéiz explicó la dificultad para ejercer el mando de la Institución bajo la dirección del General Ruiz. Puntualizó algunas de las discrepancias surgidas, entre ellos dos, como consecuencia del manejo que tuvo el suspendido paro laboral en enero de 1965, y con motivo de la forma como se condujo la reunión de Comandantes de Brigada, realizada en Bogotá por esos días para determinar la política institucional
militar relacionada con el control de las anunciadas manifestaciones obreras. Con excepción del señor general Jaime Fajardo Pinzón, Comandante del Ejército, quien recibió la orden de permanecer en la sede de su comando, los generales que estábamos reunidos en el despacho del Comandante General, nos desplazamos hacia el Palacio Presidencial tan pronto fue confirmada la audiencia. Una vez ante el señor Presidente de la República, el General Rebéiz presentó los detalles y razones del inconciliable conflicto en las relaciones de mando, entre él y el señor general Ruiz Novoa, conflicto cuyos motivos y esencia hemos intentado explicar en párrafos anteriores, y cuya trascendencia para la Institución Militar compartió del lado del señor General Gabriel Rebéiz Pizarro, entre otros, el General Luis A.Mejía Valenzuela. Como se explicó al comienzo del artículo, el tema fue ventilado en LECTURAS DOMINICALES de EL TIEMPO, dejando la impresión de que lo allí publicado constituía una "verdad histórica". Sin embargo, esa "verdad", que afecta más a la Institución Militar que a las personas citadas en la revista mencionada, quedó incompleta, debido a que no se dieron a conocer en ella todos los testimonios útiles al respecto y por consiguiente, no puede considerarse como una verdad que ofrece la oportunidad de reflexionar sobre la conveniencia de la apoliticidad de los miembros en servicio activo de la Fuerza Pública.
ESTRATEGIA ;
ESTRATEGIAS JUDICIALES DE LA SUBVERSION Mayor General JOSE ROBERTO ffiAÑEZ SANCHEZ
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i captamos el pleno significado de la definición de Clauzewitz, de que la guerra es "la continuación de la política por otros medios" es decir, que el fenómeno bélico está subordinado a lo político, que lo prevalente en un conflicto no siempre es lo militar. podemos explicarnos en parte el porqué de la expansión de la subversión armada en Colombia, a pesar de los esfuerzos del gobierno por neutralizarla. La guerrilla combina de manera hábil todas las formas de lucha, provoca la intervención militar sin que el Estado pueda contrarrestarla de manera efectiva, por la fragilidad de sus estructuras sociales, políticas y económicas que lo mantienen en una situación de debilidad permanente, tanto por la carencia de políticas integrales y permanentes de seguridad, que limitan la posibilidad de estructurar una estrategia militar coherente y apropiada.
En cambio la claridad del objetivo político de la subversión, su iniciativa para plantearle al Estado la lucha en el terreno más conveniente, su explotación de las condiciones socioeconómicas, en un medio tradicionalmente violento y guerrillero y últimamente sus poderosos recursos financieros basados en el narcotráfico, le permiten, compensar con creces sus pérdidas en cualquier campo de su actividad. No vamos a pretender explicar todas las estrategias y formas de lucha de la subversión; su dimensión desborda el espacio de esta exposición. Trataremos simplemente de explicar sólo una de las más desconocidas y trascendentales, la que ha explotado la mayor vulnerabilidad del Estado colombiano: la justicia, aún cuando pocos han creído que existan estas estrategias judiciales concebidas y destinadas a desestabilizar el aparato jurídico del Estado. Por ello la impunidad ha venido creciendo,
sin que la Justicia y la Fuerza Pública puedan actuar, con decisión, justamente por ser sus primeras víctimas. Cuando en la década de los años sesenta. fue publicado en París un libro escrito por el abogado francés Jacques Vergés, titulado: "Estrategias judiciales en los procesos políticos", nadie pensó en su enorme trascendencia. Quién podía intuír en Colombia que la aplicación de tales estrategias, coadyuvaría mediante la coacción, la infiltración o la corrupción a acrecentar de manera alarmante la impunidad en la justicia ordinaria y a degradar a la justicia penal militar hasta ponerla en la picota pública, cuando era el único instrumento temido por la subversión. Vergés. es un abogado francés, que en la década de los años cincuénta, fue defensor del FLNA, en la de los sesenta. del septiembre negro en el crimen contra los deportistas judíos; hace varios años 1 ACORE
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reapareció defendiendo al "Barbi de Lyón" y en el presente lo es del "Chacal". Su afán por la desmesura lo ha llevado a tales extremos y su obra a la fama. El libro de Vergés desentraña de la historia judicial de la humanidad dos grandes tipos de procesos: el de connivencia y el de ruptura. El primero es el que se conoce tradicionalmente, en el juzgamiento de delincuentes comunes, o políticos, siempre que en él se respete el sistema político, económico y social vigente. En este caso, el proceso no es más que un diálogo entre el acusado que se explica y el juez cuyos valores son respetados, el único enemigo es el sumario. En tal caso, las alternativas estratégicas de defensa son dos: la primera, negar la responsabilidad en la comisión del hecho, para lo cual se debe demostrar que el hecho no ha existido, que habiendo existido el hecho, la ley no lo considera delito, o simplemente que el acusado no lo ha cometido. "Nullun cri-
men, nullun pena, sine lege". La segunda opera cuando el acerbo probatorio es de tal magnitud, que hace improcedente eludir la responsabilidad en la comisión del hecho. En tal caso, a la defensa no le queda otra posibilidad que aceptar la responsabilidad del sindicado, buscando en aras de su atenuación punitiva, pruebas que tiendan a demostrar las condiciones excepcionales de la acción o las circunstancias personales del acusado. Pero este tipo de procesos de connivencia, por ser normales en el marco político- jurídico, no tienen relevancia en la situación colombiana.
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Son LOS PROCESOS DE RUPTURA los que han revolucionado el arte de la defensa judicial. Vergés afirma que cuando el orden público establecido puede ser puesto en entredicho, bien porque se trate de Estados con infraestructuras socioeconómicas y políticas débiles, o de gobiernos injustos o arbitrarios, quienes subvierten el orden público establecido, cuentan con las posibilidades de invertir el sistema de valores y convertirse de acusados en acusadores. Así se trastornan de manera profunda las reglas del juego judicial, los hechos y sus circunstancias pasan a un segundo plano y emerge como objetivo fundamental la impugnación total o parcial del orden establecido. En países desarrollados, las estrategias de ruptura no son posibles por las sin razones de lucha de la subversión, y el Estado puede enjuiciar a sus delincuentes políticos con todo rigor. Cuando en la década de los años setenta, fueron muertos en las cárceles de Alemania los integrantes de las brigadas rojas, este hecho no pasó de comentarios de prensa; o cuando los miembros de tales organizaciones en Italia, acusados del asesinato de Aldo Moro fueron exhibidos enjaulados, se tomó como algo propio de la justicia. Tales situaciones, de haber ocurrido en Latinoamérica, el Asia o Africa, hubieran sido repudiables por las organizaciones protectoras de los Derechos Humanos. Cuando la guerra cobra más intensidad, dice Vergés, más se depura, más adquiere su carácter propio. Con la justicia sucede lo contrario, concebida para regular las relaciones sociales, las violaciones individuales de la Ley, no
puede resistir un asalto general contra el Estado, porque se desintegra, debe abandonar su puesto. La justicia es una razón de Estado cuando el Estado es fuerte, pero si al Estado le sobreviene una crisis, es ante la justicia que el Estado debe rendir cuentas. Esto lo sabían hasta los militares bolivianos cuando capturaron a Regís Debray y al Che Guevara. Al primero lo procesaron sin mayores fundamentos, pero ante el segundo le dieron paso al fusilamiento. Contando con la posibilidad de invertir el sistema de valores, el proceso de ruptura tiene como propósito fundamental, convertir a los acusadores en acusados y obrar en interés de la causa antes que en interés del sindicado. Por ello es esencial tener presente siempre el objetivo que se persigue y fe en las razones de lucha. En esta estrategia judicial hay dos voluntades a vencer, por tanto la iniciativa y la ofensiva son indispensables, como necesario trascender ante la opinión pública el proceso, nacionalizar e internacionalizar el debate y utilizar las armas modernas de la información. De esta forma, se evita el aislamiento del sindicado, se obtiene su contacto con la organización, para ponerla a trabajar en su beneficio y oponer a la lógica formal de la acusación, la lógica de las razones de lucha de la causa revolucionaria. Pero como nunca es total la ruptura y raras veces perfecta la connivencia, "jamás hay resignación sin mácula de rebeldía", el sindicado y sus defensores pueden elegir entre la connivencia y la ruptura tres combinaciones posibles: connivencia-connivencia, connivencia-ruptura, y ruptura- conni-
vencía; con las dos últimas se logra la iniciativa y se mantiene la ofensiva durante todo el proceso. El proceso de ruptura se sustenta históricamente en los siguientes procesos. 1.- El conocido JUtcto de Sócrates 2.- El proceso contra el depuesto rey de Francia Luis XVI. donde por excepción fue la acusación la que adoptó la ruptura. 3.- El caso más reciente fue el del activista y político búlgaro Dimitrov, quien salvó su cabeza frente al tribunal nazi, gracias a la ofensiva frontal contra ese régimen aprovechando su inocencia y su militancia en el partido comunista consolidado en la Unión Soviética. TECNICAS DEL PROCESO DE RUPTURA Son cuatro las técnicas del proceso de ruptura.
La primera es la del proceso espectáculo, sustentando en el ejemplo del juicio público del palacio de los deportes de la Habana, cuando, develada la invasión de Bahía Cochinos y capturados la mayor parte de los integrantes del cuerpo expedicionario de la contrarre\ olución, Fidel Castro los llevó ante la televisión cubana, para que explicaran el motivo de la invasión, las causas de su fracaso y el porvenir de la Isla. Allí Castro logró montar un espectáculo para la América Latina, señalando las bondades de la revolución y el espíritu imperialista de los Estados Unidos. Espectáculo que sirvió para impulsar la revolución en el continente.
También sirven a la técnica del espectáculo, el proceso de Nuremberg, concebido por las potencias Occidentales para aleccionar a Stalin de lo que podría pasarle si intentara otra aventura como la de Hitler y los procesos de Moscú de 1936, en especial el de Bujarin.
La segunda técnica de la estrategia de ruptura es la del juego. En ella, como en una partida de ajedrez, se calculan todas las jugadas posibles hasta el mate final. Tal como ocurrió con el proceso de la Orden de los Templarios en el siglo XIII, donde el Rey de Francia ubicando convenientemente el Papa, y jugando con algunos anatemas de la religión, solidificó las bases de la nacionalidad francesa sobre el espíritu paneuropeo de la Orden, logrando de paso hacerse a sus caudales. Otro modelo del proceso juego, es el juicio reivindicatorio de Juana de Arco. Si persistfa la idea que Juana era bruja, el Rey de Francia debía su poder al diablo y si se aceptaba su martirio por traición del Rey, la legitimidad de la corona francesa ante la nación quedaba en entredicho. Tuvo que optarse por lo sobrenatural: la predestinación de una campesina iluminada por el cielo.
La técnica de "la elección necesaria" es la tercera del proceso de ruptura y su modelo es el famoso caso Dreyfus. Este, capitán del ejército francés, ante un caso de espionaje, siendo inocente fue elegido por ser judío como la víctima expiatoria, para condenar con él al judaísmo en el ejército francés. Descubiertos los responsables de manera
extrajudicial por Emilio Zolá, ante la resistencia del Estado Mayor por el peligro que entrañaba la situación para la seguridad nacional, fue necesaria una intensa campaña periodística y política en aras de la reivindicación de Dreyfus.
La última técnica del proceso de ruptura es la que desarrolló el Frente para la Liberación de Argelia en la década de Jos años cincuenta. Vergés la expone con amplitud por ser testigo y porque allí se llevó la ruptura al límite extremo; sobre todo en el aprovechamiento de los medios de comunicación en favor de la guerra de independencia argelina. Dice Vergés que, si hoy fuese posible confrontar la realidad de Jos casos frente a lo que se especuló en beneficio de esta causa, se observaría gran diferencia. Con ello pretende demostrar que la estrategia de ruptura sirve para ahorrar vidas humanas. Trascendencia de la obra de Vergés en Colombia: Esta obra de Vergés se convirtió en la biblia de la subversión en muchos países; particularmente en el medio colombiano, donde la suspicacia e inteligencia de los guerrilleros y de sus abogados, produjo varios libros: "El preso po-
lítico frente a la justicia burguesa", "Lo que debe saber el combatiente para defenderse de la justicia oligárquica", "1.000 días de ignominia" del M-19, el de Jaime Guaracas y otros más. El narcotráfico también se ha beneficiado de estas estrategias. "El preso político frente a la justicia burguesa", por ejemplo, contiene en detalle todo lo
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que debe saber y hacer un guerrillero para mantener el secreto y la compartimentación de la organización; si es seguido por las autoridades, cómo puede eludirlas y cómo debe tener preparadas coartadas de antemano, si es capturado, qué debe hablar frente a sus captores, frente a la policía judicial o autoridades encargadas de iniciar el proceso; cómo debe actuar frente al juez y negar lo que dijo en las diligencias previas, sosteniendo siempre que lo hizo presionado por las torturas a que fue sometido; cuál debe ser su comportamiento en la audiencia pública; y si es condenado, cómo debe trabajar en la cárcel para atraer otros condenados a la causa y procurar su fuga. Pero sobre todo, el libreto insiste en la necesidad de que el revolucionario afirme siempre que fue torturado por sus captores, para lo cual enseña procedimientos como los de succionarse los músculos con la boca, hacerse magulladuras contra las paredes, etc. Ultimamente, la subversión estuvo difundiendo el Derecho Internacional Humanitario, no para cumplirlo, sino para hacer propaganda internacional con él y obtener del Congreso Nacional la aprobación del Protocolo II adicional a los Convenios de Ginebra, con la esperanza de obtener calidad de fuerzas beligerantes. Protocolo que de manera acertada fue propuesto al Ministerio de Defensa y aprobado por el Congreso Nacional. Pero ahora esta situación se les ha tomado en contra por cuanto si la guerrilla acepta dichos protocolos, debe renunciar necesariamente a sus principales mecanismos de financiación.
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Un documento incautado al ELN, prescribe en su preámbulo: " Cada vez es más difícil que una revolución triunfe, se consolide y desarrolle si no tiene apoyo internacional. La experiencia de otros pueblos nos muestra que un fuerte movimiento de solidaridad, apoyo y presión internacional son necesarios para desenmascarar y bloquear las politicas intervencionistas, como para la deslegitimación del régimen y lograr el reconocimiento del movimiento insurgente como fuerza beligerante". Mas adelante agrega: "es básico para nosotros tener claro que el reconocimiento del movimiento revolucionario a nivel internacional es simultáneo e inversamente proporcional a la deslegitimación del régimen": El documento finaliza así: " Y para suplir la inexistencia de justicia, dada la crisis institucional, partiendo de nuestros objetivos revolucionarios, el movimiento insurgente - como Estado en construcción- debe ir dotándose de una juridicidad alternativa, para así responder por la impunidad creciente, y como muestra del PODER emergente, poder popular que se construye. Por medio de esta nueva juridicidad se debe legitimar la VIOLENCIA REVOLUCIONARIA, que implique el accionar de las vanguardias y la resistencia popular contra la guerra sucia". Los colombianos sabemos que esa nueva juridicidad denomina al asesinato, "ajusticiamiento", al secuestro, "retención" con fmes económicos; a la extorsión, chantaje, atraco y robo, "recuperación"; al narcotráfico, '·finanzas"; y a los atentados contra las fuentes energéticas vitales del país,
"golpes contra la burguesía, el gobierno o las multinacionales explotadoras". Para complementar la maraña estratégica judicial de la subversión, las operaciones de patrullaje que realiza la fuerza pública a lo largo y ancho del territorio patrio, están acompañadas de denuncias preconcebidas, presionadas o redactadas por las redes de apoyo de la guerrilla en el área. Para ello recurren a circulares dirigidas a los diferentes estamentos jurisdiccionales del Estado, al gobierno, a los elementos de fiscalización y control, al propio mando militar, y las comisiones internacionales y nacionales de los derechos humanos, con la correspondiente acción publicitaria. Denuncias que las autoridades judiciales están obligadas a adelantar y a notificar a los comandantes militares directos del personal afectado, demandando las disposiciones operacionales proferidas, las órdenes de allanamiento de los jueces y requerimientos sobre los pormenores de ley de quienes participaron. Información que por algún canal informativo llegan a la subversión, para ser utilizada en levantar expedientes, como ocurrió con el libro publicado en Bélgica denominado "Terrorismo del Estado". Desafortunadamente a veces la Fuerza Pública ha contribuido a esta campaña, cuando algunos de sus miembros de manera aislada han cometido o permitido crímenes. Con tamañas estrategias judiciales apenas esbozadas, la subversión ha logrado varios propósitos
importantes. En primer lugar, prevalida de las inconsistencias reales que tenía la jurisdicción penal militar aplicada a civiles, coadyuvó a des legitimar tal procedimiento; a pesar de que había sido declarado exequible por la Corte Suprema de Justicia. En segundo lugar, tomó de manera cínica, la bandera de los derechos humanos ante las instituciones protectoras de los mismos, logrando su credibilidad. En tercera instancia, ha podido llevar a la picota pública a las Instituciones Armadas como violadoras permanentes de los derechos humanos, tanto en el ámbito nacional corno internacional; falacia que en el nivel interno ya captó la opinión pública, pero que en la internacional ha surtido algún efecto en los países europeos y en el propio gobierno norteamericano. Cuando lo primero a tener en cuenta es la realidad colombiana de una violencia generalizada por cerca de medio siglo, en escalada a partir de la última década. Violencia a la que recurren y concurren toda suerte de factores de descomposición como la subversión, el narcotráfico, la justicia privada, los cuales se nutren y retroalirnentan de manera intrincada y compleja. Un conflicto interno de tal naturaleza, se caracteriza justamente por la violación de los derechos humanos de las partes involucradas, a pesar de los esfuerzos del Estado por prevenir, evitar, juzgar y sancionar tales violaciones. Las instituciones protectoras de los derechos humanos, deberían dedicar mayores esfuerzos en prevenir y evitar los conflictos, porque una vez desatados, la protec-
ción y garantía de derechos humanos es difícil, cuando no estéril, ante los intereses en juego y la degradación social por la violencia. Esta es una realidad, como es presupuesto ético el que, las instituciones protectoras de los derechos humanos, afirmen solo su interés en la conducta del Estado, por la consideración elemental de ser el sujeto del derecho internacional, quien detecta la legitimidad de la fuerza y por consiguiente, quien tiene el deber de garantizar el ejercicio de los derechos humanos. Planteamiento moral y jurídico relevante, pero sin suficiente fuerza en la realidad, al desconocer la situación de fuerzas enfrentadas, con la consiguiente agitación política y sicológica en detrimento del legítimo derecho que le cabe al Estado de defenderse. En la democracia colombiana, con sus vicios, errores e imperfecciones, el gobierno no puede disponer acciones contra la Constitución y la Ley. Hay un Estado de derecho con un sistema normativo orientado a proteger los derechos humanos, donde todas las autoridades civiles y militares tienen ese deber ineludible y hacen esfuerzos por evitar su violación. Cuando alguna autoridad, en particular miembros de la fuerza pública, violan los derechos humanos, lo hacen de manera aislada, por cuenta propia, sin que medien políticas estatales, gubernamentales o militares. Pero además, la Fuerza Pública, a pesar de los pilares éticos sobre las cuales está edificada, no puede sustraer a la totalidad de sus miembros del ambiente que la rodea, de las circunstancias crueles y despiadadas del conflicto. A veces con un terrorismo bárbaro e in-
discriminado corno método de lucha, contra el cual, la solidaridad y espíritu de cuerpo de la organización militar, puede llevar a espíritus menos cultivados ética y militarmente o a mandos sin experiencia, a fallar por ingenuidad, por incomprensión de la situación o por simples sentirnientos de venganza. Pero en los mandos militares, está bien arraigado el criterio estratégico de que, para someter a la guerrilla es necesario su aislamiento de la población civil, circunstancia que demanda el buen trato a ella y al propio enemigo una vez ha sido vencido. Porque, así lo manda la moral militar y se puede logrM la desmoralización de las cuadrilJas, con miras a su desarticulación como efecto inmediato. Esta circunstancia ha sido probada en el sinnúmero de capturas que día a día realizan las Fuerzas Armadas; muchas veces, a sabiendas que, dada la capacidad de intimidación o de corrupción de la subversión y del narcotráfico sobre los jueces, y en otras por venalidad de estos o por falta de judicialización de las pruebas, generalmente los guerrilleros son puestos en libertad. De todas manera, las consideraciones anteriores deben llevar· al Estado a tomar conciencia de la realidad de la situación con miras a proteger la Justicia y salvaguardar los derechos humanos y a las Fuerzas Armadas a constituirse en garantes efectivos de ellos, mediante la sanción a sus integrantes que incurran en tales violaciones, sin contemplaciones. Para ello no se requiere modificar las leyes o limitar el Fuero Militar, pues delitos corno la tortura y desaparición forzada, no son ni pueden ser cobijados por la Jurisdicción Penal Militar.
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ASCENSOS POR MERITOS DE COMBATE Brigadier General GABRIEL PUYANA GARCIA
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n el despliegue que hiciera "El Tiempo" hace unas semanas, sobre las "promociones automáticas" en desarrollo del acertadamente llamado "Decreto Brujo" registramos con preocupación, la inconformidad expresada por un mayor del Ejército en servicio activo, al declararle al periodista: "uno ve que se regala el ascenso a los oficiales y no se
tiene en cuenta a quienes están poniendo el pecho en el frente." Para contrarrestar esta prevención, el presidente Samper con su costumbre de halagar a quienes puedan serie útiles, ha declarado que se van a institucionalizar los ascensos por "méritos de combate". Y lo curioso, como también lamentable, es que algunos periodistas de importantes diarios capitalinos se han mostrado partidarios de esta iniciativa que si a primera vista puede parecer razonable y justa, solo pone de manifiesto la confusión o ignorancia que se tiene sobre el tipo de "conflicto" que viene padeciendo Colombia hace más de medio siglo,
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sin que se pretenda desconocer los actos heroicos que en esta lucha cumplen con frecuencia miembros de la Fuerza Pública que bien merecen reconocimientos y estímulos de orden diferente. Este error de apreciación no es nuevo. Hace algunos años un expresidente de la república se lamentaba que entre nosotros el primer mandatario no siguiera el ejemplo de Churchill, cuando depuso al General Auchenlinck para sustituirlo por el Mariscal Montgomery en el frente de Africa, lo que permitió a los ingleses ganar la batalla del Alemein. La "pequeña" equivocación estaba en confundir a un mariscal Rommel, con nuestro "Tiro Fijo", y en pensar que en nuestro país se esté librando una guerra en la que combaten ejércitos, cuando esta desgraciada tragedia en la que estamos inmersos es ante todo un fenómeno de orden social. político y económico que se manifiesta no como choque de aparatos bélicos, sino como desbordamientos delicuenciales que le han motivado
el nombre bien merecido de "Guerra Sucia", en la que la mayoría de las víctimas son gentes inocentes. La''Guerra Contranevolucionaria", es esencialmente diferente de la Guerra Convencional; de ahí que los Principios y Leyes de esta última, solo algunos pocos y únicamente dentro del campo táctico, (pero no en el estratégico y menos en el político) pueden ser aplicables a la primera, por lo cual es necesario producir sus propias Leyes, Principios y Reglas, y ante todo la propia fllosofía de esta clase de conflagración, debido a la total "asimetría" que existe entre el "soldado" y el "insurgente" por su accionar diametralmente distinto que obviamente se comprende. Como lo enseña el historiador y tratadista francés David Galula en su extraordinaria obra "La lucha contra la insurrección", las Fuerzas Armadas en esta clase de guerra cumplen dos misiones distintas: una es la de "quebrantar el poder militar insurgente; y la
otra, la de garantizar la seguridad del territorio de cada zona. Por eso las Fuerzas deben organizarse en dos tipos de unidades: las móviles, que combaten más o menos como en un conflicto convencional, y las unidades fijas que se estacionan en las poblaciones para protegerlas y para completar los esfuerzos políticos. Una de estas Leyes, es la de tener en cuenta que mientras en el conflicto convencional el poderío de las partes, se calcula en medios y factores tangibles, como es el número de divisiones, de aviones, de tanques y de recursos logísticos, en la guerra revolucionaria el poder se calcula con "ba~ en el grado de apoyo que se recibe de la población civil." El contrainsurgente, solo logra alcanzar una posición sólida cuando su poder se encama en un organismo político salido del pueblo y apoyado por éste. En la Guerra Convencional, para el soldado lo esencial es matar al adversario, mientras que en la estrategia y en la táctica contrainsurgentes, "deberá disparar lo menos posible" (según lo dice Galula), y si en esta clase de lucha el soldado no debe mezclarse en política, en la acción contrainsurgente por el contrario, deberá actuar políticamente para ganarse el apoyo de la población; y agrega textualmente el citado autor: " Un sistema de condecoraciones militares y de ascensos tales como existen en la guerra convencional para ESTIMULAR AL SOLDADO A MATAR O A CAPTIJRAR EL MAYOR NUMERO DE ENEMIGOS e inducirlo de tal modo a aumentar el radio y la
frecuencia de las operaciones militares puede resultar desastroso y funesto en este tipo de guerra."
el alambre de púas, así como un contabilista es más aprovechable que un fusilero.
Recordemos que esta es una "Guerra Sucia" propia de los delincuentes y no de los soldados en quienes se inculca el sentido del honor y la hidalguía. En esta clase de lucha predomina el asesinato aleve de la emboscada y no el asalto heroico para clavar en la cima la bandera, a lo Girardot, como en las batallas de nuestra guerra magna como erróneamente lo creen algunos periodistas. Como muchas veces lo hemos repetido esta es una "Guerra sin frente y sin fronteras" en la que poco importan los puntos críticos o los objetivos geográficos, porque se combate, se asesina o se amedrenta, no para conquistar el terreno, "sino el corazón y la mente de las gentes" y en la que a diferencia de la "guerra convencional" las posiciones pasan a ser secundarias, así sean "La Uribe", o el "Caguán". Por eso es grave no entender este concepto básico. Marquetalia se capturó, con meritorias muestras de valor del Coronel Matallana y de sus tropas helicotnmsportadas, pero este triunfo militar, no significó nada políticamente para la solución del conflicto y antes por el contrario se convirtió más bien en el punto de partida de la escalada de las Guerrillas con la creación de la~i FARC.
No olvidemos las experiencias de la década del cincuenta, cuando obnubilados por los odios partidistas, bajo consignas como las de¡ Sangre y Fuego! se incentivó a matar (sin que en aquella época nadie se atreviera a decretar los ascensos por mérito de campaña) y se usaron procedimientos siniestros como los de verificar los resultados o sea los "méritos" de combate mediante el número de las orejas cercenadas o de los ojos de las víctimas o con la cuenta de los retenidos que se lanzaban desde los aviones.¡Qué enorme responsabilidad histórica asumiría el gobierno actual si negara a imponer este tipo de ascensos, aplicable solo en otra clase de guerra!.
Con razón Galula anota que en la acción contrainsurgente, puede resultar más útil un rnimeógrafo que una ametralladora y un soldado enfermero que sepa de pediatría, sirve más que un experto en morteros y que el cemento es más urgente que
"¿O todo eso ya se nos olvidó?... ¿O acaso queremos que vuelva a repetirse, cuando hoy gracias a Dios ya empieza a sentirse la indispensable conciencia y necesidad del respeto a los Derechos Humanos?". Nada más grave que estimular instintos primarios dentro de una conflagración que se caracteriza no por la acción heroica del combate franco, sino por la argucia criminal de los forajidos o de los terroristas. Esta es una lucha fratricida y por tanto absurda, en la que sí infortunadamente en muchos casos debe correr sangre, por sus características de orden económico, político y social, jamás podrá terminarse simplemente a tiros. Napoleón lo dijo alguna vez: "Las Bayonetas !iirven para todo, menos para sentarse en ellas".
ECONOMIA I
LA POLITICA SOCIAL Y LA POLITICA ECONOMICA Coronel FRANCISCO GOl\1EZ LAVERDE
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mpecemos por definir qué se entiende por política social y qué por política orientada hacia una economía de mercado.
La política social comprende el gasto público en salud, educación y adiestramiento, asistencia a los más necesitados, protección a los trabajadores y pensiones de enfermedad, vejez, etc. El Doctor Domingo Cavallo, Ministro de Economía y arquitecto de la reforma económica de su país (Argentina) estima que es necesario un cambio en las instituciones, especialmente para atender en Colombia el problema de los desplazados por la violencia. Consideramos que es urgente crear planes para capacitar a los desplazados que por algunas razones no puedan ingresar a sus j32
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destinos anteriores, aprovechando las experiencias del SENA y de los planteles de educación del Estado.
el nuevo código aprobado por la Organización de los Estados Americanos (OEA) que en resumen se puede sintetizar así:
Los sindicatos y los directivos de las empresas industriales y de negocios deben presentar al Gobierno la identificación de las áreas en las cuales se necesita mano de obra calificada con guías sobre la clase de programas fundamentales que en la educación básica deban incluirse.
- Se prohibe explícitamente recurrir al SECRETO BANCARIO como base para denegar asistencia a otro país en una investigación.
Los fondos producidos por la venta de Empresas del Estado po- · drían destinarse en la cuantía necesaria para la educación de los desplazados y con ello reducir un factor de violencia en las ciudades y en los campos. Otro propósito de un nuevo gobierno tiene que ser el de acabar con la corrupción aplicando
- La ratificación del código proporciona una base jurídica para la extradición con base a cargos de corrupción aún cuando no exista un tratado de extradición. - La definición de la corrupción incluye favores y recompensas no monetarias y no solo sobornos financieros. También clasifica como corrupción los actos de omisión de un funcionario si tal inacción beneficia a los que entregan el soborno a favor.
- El enriquecimiento ilícito de los funcionarios públicos es considerado un acto de corrupción dentro del marco de la convención, y los países miembros signatarios se comprometen a convertirlo así en sus legislaciones, si es que ya no lo es. En la política económica es oportuno dejar en claro, no solamente los casos que investiga la justicia lenta y costosa de Colombia sino quizá la definición del costo de la corrupción aparecida en la Encyclopedia of the Social Sciences: La corrupción es el abuso del poder público en beneficio privado. Esta definición claramente incluye todo tipo de soborno de funcionarios o políticos nacionales o locales. También es necesario distinguir entre gran corrupción que involucra a funcionarios de alto nivel, Jefes de Estado, Ministros, etc., y la corrupción menor que alcanza a funcionarios de aduana, policías, servicios de aeropuertos, etc. Si se le da mayor importancia a la gran corrupción, no puede significar la aceptación de la corrupción menor, que afecta significativamente la vida del ciudadano común, causando graves perjuicios generalmente a los miembros más vulnerables de la sociedad, pero la gran corrupción como en el caso colombiano puede destruir países. En la sociedad donde esté difundida no hay esperanza ni posibilidad de eliminar la corrupción menor.
La Gran Corrupción es factible en tres circunstancias: Primera, cuando se trate de proyectos grandes, segunda cuando la recompensa es inmediata porque cuando ella es a mediano o largo plazo no es atractiva y por último, aquella en la cual la transacción es complicada o se puede hacer de compleja comparación, que será la que dificulte la investigación o comprobación.
La palabra economía tiene su origen en Grecia y por primera vez la uso Jenofonte. En 1615, Antoine de Montelizetien introdujo la expresión economía política que agrega al sentido primitivo, el de pueblo o nación y en 1776 se funda la escuela clásica con la aparición del libro de ADAM SMITH: Investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones.
Se practica como política económica, la administración recta y prudente de los bienes, riqueza pública y conjunto de intereses económicos (distribución del tiempo, ahorro de trabajo, tiempo y dinero, control de acaparamiento y vigilancia de los precios, especulación).
La economía moderna necesita un gobierno no como planificador central sino como el proveedor del marco que los complejos mercados modernos necesitan para operar eficientemente.
Se determina la economía dirigida cuando el Estado interviene en las actividades económicas internas, la economía planificada cuando es dirigida por el Estado de acuerdo a normas previamente preparadas y la economía política se define de gran número de formas, generalmente como la ciencia que tiene por objeto la riqueza (Adam Smith. J.B.Say). También se dice que la economía política acierta al incorporar la relación de los seres humanos que viven en sociedad, o aquello que tiende a la satisfacción de sus necesidades materiales o cuanto concierne a su bienestar (definición de Gide).
Si los ciudadanos no exigen que su gobierno sea un socio responsable y un promotor en la construcción de una economía de mercado, las iniciativas de reforma resultarán en políticas erróneas y se estancará la economía. Es claro que las buenas leyes no son suficientes por si mismas, deben respaldarse por organismos reglamentarios y sistemas judiciales. La corrupción puede ser el obstáculo individual más de vastador que se opone al desarrollo económico, social y político y un poderoso incentivo negativo de la inversión extranjera en países que carecen de sistemas políticos abiertos y una prensa libre (Entrevista con Peter Eigen, Ptesidente de Transparency International).
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HISTORIA 1
DOSCIENTOS ANOS DE MANUELA SAENZ 1797-27 DE DICIEMBRE -1997 ( CONTINUACION DEL NUMERO ANTERIOR)
Coronel GENTIL ALMARIO VIEDA
lega Manuela a "un escenario en donde va a desarrollarse su vida por espacio de seis años. en los cuales nuevamente cambiará la ruta de su destino en fonna radical, al golpe de los más trascendentales acontecimientos. Llega inquieta, desconcertada, pero resuelta a imponerse con energía. Va a entrar al corazón mismo de la conspiración contra Bolívar y no permitirá que los hombres inferiores traten de ahogar al genio. Su temperamento de mujer apasionada pero serena, audaz pero impasible, valerosa pero astuta, le servirá de resorte a todas horas. "(14)
así como a Bolívar "Longaniza". Se ve que los apodos eran costumbre muy común no solo en la gente del pueblo sino en otros círculos. A Santander lo llamaban "Trabuco".
Bogotá es una ciudad triste, fría, lluviosa, monótona y depresiva en donde conspirar y chismosear son los únicos pasatiempos.
Manuela principió a brillar con luz propia dada su personalidad y carácter. Un extranjero refiriéndose a ella y a su vinculación social decía: "Estaba siempre visible. En la mañana llevaba una bata a la que no faltaban atractivos. Sus
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No hubo llegado cuando principiaron a llamarla " la forastera",
La política era un caos en todos los aspectos. Los asuntos personales tenían prioridad e influían en forma decisoria en los asuntos del Estado. Había tensión que trascendía a la ciudadanía. Las relaciones de Santander con Bolívar eran casi inexistentes pese a que aquél ostentaba el cargo de Vicepresidente.
brazos estaban desnudos, ella no se preocupaba por disimularlos; bordaba mostrando los dedos más lindos del mundo; hablaba poco; fumaba con gracia. Daba y acogía noticias. Durante el día salía vestida de oficial. En la noche se metamoifoseaba. Se ponía ciertamente colorete. Sus cabellos estaban artísticamente peinados; tenía mucha animación; era alegre sirviéndose algunas veces de expresiones pasablemente arriesgadas. Su complacencia, su generosidad, eran ilimitadas."
La situación política continuó empeorando. Hubo problemas con Padilla en Cartagena y nuevamente disturbios en Venezuela. Corría el mes de Febrero de 1828. Bolívar por decreto suprime la vicepresidencia ocupada por Santander. En Marzo viaja a Bucaramanga y Manuela se ins-
tala en La Quinta. A finales de ese mismo mes en una carta le incluye el siguiente párrafo: "Dios quiera que mueran todos estos malvados que se llaman Paula, Padilla, Páez, pues, de este último siempre espero algo. Sería el gran día de Colombia el día en que estos viles muriesen; éstos y otros son los que lo están sacrificando con sus maldades para hacerlo víctima un día u otro. Este es el pensamiento más humano: que mueran diez para salvar millones." (16). Quedan en estas frases tatuadas sus premoniciones pero por sobre todo su sentido de la política y la reciedumbre de su espíritu. Durante la ausencia de Bolívar tiene ocurrencia la famosa fiesta dada por ella a sus amigos en La Quinta, en la cual se fusila simbólicamente a Santander por traidor, representado en un muñeco de trapo, con la participación de la guardia compuesta por un pelotón del Batallón Granaderos. El escándalo fue monumental en el ámbito social como en el político. El primero en dirigirse al Libertador poniéndole la queja fue el General Córdova. Bolívar le responde adecuadamente al General acusando recibo y dándose por enterado del suceso. La propia Manuela le da cuenta de lo ocurrido por carta detallada y recibe una cariñosa referencia al hecho de parte de Bolívar, en la cual le expresa que todo ello, " me satisface de las injurias pasadas y
no merecidas". No estuvo en desacuerdo con su "amable loca". El9 de Junio de 1828 sale Bolívar para Bogotá, previendo una demora en El Socorro, de manera que el 24 en la tarde está en la Capital. La situación política no podía ser peor dado el fracaso de la Convención de Ocaña. Los enemigos de Colombia la Grande, todos a una, la emprendían contra la persona del Libertador y su gobierno, a plena conciencia de que él era el único capaz de impedir su derrumbe.
Había que anteponer a las concepciones amplias y nobles los criterios mezquinos amparados en concepciones rabulescas que aún hoy impiden a esta patria alcanzar los destinos que merece. Era talla superioridad manifiesta de Bolívar que sus amigos vieron como único recurso para escapar a su grandeza su eliminación física. Así se inauguró en Colombia el asesinato como arma política, que sistemáticamente ha sido y sigue siendo usada para quitar de en medio a todo aquél que dé muestras fehacientes de su capacidad y decisión de sacar el país de su postración material y moral. Se hizo imprescindible, a como hubiera lugar repartir la patria en feudos o de pronto en satrapías para satisfacción de subalternos ambiciosos y corruptos quienes a falta del genio y la capacidad para vislumbrar un futuro promisorio, instauraron gobiernos que sembra-
ron la semilla del odio y de la incomprensión como germen de las posteriores absurdas y crueles guerras civiles. Así se destruía un sueño y una obra que se amasó con grandeza, con inteligencia, sudor y sangre. Es aquí donde aparece Manuela Sáenz en toda su dimensión de mujer superior con vocación histórica, no solo salvando la vida del Libertador, sino impidiendo que sobre Bogotá y sobre la actual Colombia hubiera caído la indeleble mancha del parricidio aquel nefasto 25 de Septiembre de 1828. Por esos días, como es bien sabido, Bolívar residía en e] llamado Palacio de San Carlos y calle de por medio vivía Manuela. Esa noche ella a petición del Libertador se había quedado para cuidarlo por encontrarse enfermo. A partir de las 24:00 horas de ese día tuvo ocurrencia el atentado contra ]a vida del Libertador y de la Patria. Bolívar providencialmente, por el valor y decisión de Manuela se salva pero principia a agonizar la patria. Por ser este drama uno de los más conocidos de nuestra historia, a pesar de que su principal personaje es Manuela, preferimos referirnos a aspectos menos conocidos y dolorosos de su vida, sin dejar de lado el episodio fundamental ocurrido al regreso de Bolívar de la plaza mayor al palacio a las 05:00 hrs. de ese 25 de Septiembre de 1828. Después de los saludos y 1ACORE
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abrazos de sus amigos y servidores así como de sus enemigos asustados al ver fracasada la conspiración y planes para su asesinato, estrecha en sus brazos a Manuela, contusa y maltratada por los asesinos, y con gran sentimiento y vehemencia le dice: "Manuela, mi Manuela, eres la Libertadora del Libertador". Pocos días después del atentado se mudaron a la Quinta de la falda del cerro de Monserrate para buscar descanso y recuperación, pues la tisis por el intenso frío soportado aquella madrugada se había agravado. La tranquilidad no existió, la recuperación fue perceptible pero precaria. A fines de Diciembre el Libertador pese a su quebrantada salud debió emprender viaje al sur ante la situación planteada por la sublevación de los generales Obando y López, así como por la invasión del Perú. Por esos días Manuela fue, como era de esperarse, blanco de los chismes y comentarios relacionados con su vida privada. El 22 de Marzo de 1829 se encuentran en Quito Bolívar y Sucre, vencedor del Ejército invasor peruano en Tarqui el 27 de Febrero anterior. En Agosto siguiente Bolívar está en Guayaquil, gravemente enfermo. A fmes de Octubre está nuevamente en Quito para tras un breve descanso emprender viaje de regreso a Bogotá. cargado de amargura y queó!:l!ado por la enfermedad.
Su derrota no fue en los campos de batalla, sino en los corrillos, mentideros y chicherías de Bogotá, en donde tradicionalmente se han forjado los asesinatos y las conspiraciones.
Lo acerca precipitadamente a la muerte más el peso de la pena moral que lo agobia que la misma tisis desbocada. Llega a Bogotá a refugiarse en su Quinta y a disfrutar de los cuidados de su amada, quien lo espera dolorida por un año terrible empeorado por la ausencia. Es el 15 de Enero de 1830. Manuela, estremecida por su aspecto, hizo esfuer.ws indecibles para no preocuparlo. Era ya casi un cadáver. Cinco días después de su llegada se instaló el Congreso que se llamó Admirable, ante el cual con su renuncia irrevocable a la Presidencia de Colombia puso fin a su carrera política. Joaquín Posada Gutiérrez en sus memorias describe así su llegada a la sesión inuagural del Congreso: "Cuando Bolívar se presentó yo vi derramarse algunas lágrimas. Pálido, extenuado, sus ojos tan brillantes y expresivos en sus bellos días, ya apagados; su voz honda apenas perceptible, los perfiles de su rostro, en fin, todo ammciaba en él, excitando una vehemente simpatía, la próxima disolución del cuerpo. " Se llegó el 8 de Mayo, día de la despedida definitiva de Bolívar y Manuela. El círculo de los
amigos comunes era muy estrecho. Para Manuela solo quedaba Sucre que pocos días más tarde sería condenado a muerte y ejecutada la sentencia en Berruecos por los mismos enemigos. Con Manuela fueron generosos y pasado algún tiempo, después de mil ultrajes y vejámenes debió sufrir el humillante destierro del suelo de Colombia. Llegado ese día del viaje sin retomo de Bolívar hacia el destierro, se dice que voluntario, para Manuela llegó el abatimiento y la tristeza, ese temor velado pero persistente por el futuro ¿Cuál futuro? ¿Había para ella futuro sin Bolívar? En forma encarecida, casi suplicante, le había pedido al Libertador le permitiera acompañarlo, pero corno en oportunidades anteriores él no se lo permitió. La vida es contradictoria, cruel e incomprensible. No es fácil explicarse porque Bolívar no se llevó a Manuela cuando más necesitaba de su compañía, su ternura y su afecto. ¿Pensó acaso que ella no estaría bien en la vida cultural y social de Europa a donde pensaba dirigirse en busca de salud? ¿No presintió realmente la cercanía de su muerte o por el contrario conciente de su proximidad quizo evitarle a su amada tan doloroso proceso? Pensó, como muchos han creído, en volver al poder después que la situación, tan
confusa e intrincada, hubiera regresado a su causa normal?. ¿La dejó como guardiana de su reputación y su gloria? ¿Hubo falta de dinero? De pronto, Bolívar para irse debió vender su vajilla y sólo logró reunir diecisiete mil pesos. ¿O tal vez tuvo dudas o certezas de sus deslealtades, las cuales parecen haber sido ciertas con miembros de la Legión Británica? A este respecto podemos decir que Manuela no fue fiel en amores pasionales. Sólo supo ser fiel a ella misma y a la memoria de su ídolo: Bolívar. Quién sabe... ojalá pudiéramos descifrar el misterio y responder estos interrogantes. Lo único cierto es que se necesitaban y eran inprescindibles el uno para el otro. Manuela sufrió siempre la soledad y la ausencia con estoicismo máximo. Desde Mayo de 1822 en que se une a Bolívar hasta 1830 es más el tiempo que pasa sin su amado, que el que pudo disfrutar a su lado por el contínuo preregrinar del Libertador impuesto por la guerra y la política. Luego vendrán el desamparo, la soledad y la tristeza en el desierto peruano puntualizado para ella en la salobre Paita en el Pacífico. Bolívar también fue un solitario. En alguna oportunidad en carta a su " amable loca", se quejaba di-
ciendo: " Yo también estoy solo en el mundo." Indudablemente es cierto que " la auténtica grandeza y la soledad suelen ser inseparables". Manuela estuvo activa al máximo en los días y meses siguientes al viaje del Libertador, defendiéndolo de ultrajes, desprecios y calumnias. Por el acoso y contínuos ataques recibidos se vió en la necesidad de publicar y hacer pegar en los muros de la ciudad el siguiente comunicado:
"Bogotá a 20 de Junio de 1830 Al público: A causa de las opiniones de quienes me atacan, me veo obligada a hablar al pueblo, para que mi silencio no haga de mí una criminal. No he ofendido a ninguna autoridad. Lo que he hecho no es deshonroso. Quienes me calumnian lo hacen porque no pueden perseguirme ante la ley; esta es mi vindicación, porque todos saben cómo he sido injuriada, calumniada, vilipendiada... Confieso que no soy tolerante ... pero mi serenidad descansa en la conciencia de lo justa que es la causa de su Excelencia, el Libertador. Nunca, nunca retrocederé un paso de la amistad y la gratitud que tengo por el general Bolívar; y, si alguien cree que esto es un crimen... demuestra la pobreza de su alma. Al autor del artículo "La Aurora", quien debería saber que la li-
bertad de prensa no significa necesariamente la libertad para ata- · car a las personalidades, le contesto con estas palabras: me ha vituperado de la manera más vil; yo lo perdono, pero, ¿se me permite una pequeña observación? ¿Porqué llaman a los del sur "hermanos" y a mí extranjera? Los que son como él pueden escribir cualquier cosa. Mi patria es todo el continente americano, nací bajo la línea ecuatorial. Manuela Saénz. " (17) Este documento muestra supersonalidad, su entereza, su valor y, su condición de mujer superior que no se entrega pese a la adversidad y saña de sus detractores. Bolívar se moría solo, pobre, calumniado, sin ternura, sin amor, sin amigos; éstos o habían sido muertos o se habían esfumado. Es triste y paradójico que en su agonía y muerte no hubo presencia femenina que le prodigara alivio a su desencanto y tristeza ni cerrara sus ojos. Su muerte tue un verdadero naufragio. Solo hubo presencia de soldados, olor a tabaco y ruido de espuelas en el rudo empedrado de la casona campesina, en una atmósfera poco apacible y respetuosa con el moribundo. Qué falta hizo Manuela en San Pedro Alejandrino, inclusive para impedir su olvido por parte de Bolívar. No hubo un recuerdo, una mención en carta ni documento alguno, menos aún en el testamento.
Sí hubo una última carta para su amada y recordada Fany de Villars con todo el recuerdo de aquel amor que tampoco tuvo ocurrencia dentro de los cánones impuestos por la sociedad y la religión, si recordamos que era ella la esposa de un militar francés. Esto lo traemos a colación por cuanto ha habido quienes han tratado de justificar el imperdonable olvido de Bolívar con respecto a Manuela argumentando que los auxilios religiosos recibidos en esas postreras horas lo habían alejado del mundo y sus afectos. Fernando Ospina Henao, en un escrito suyo, refiriéndose a la carta a Fany dice: "al borde del mismo sepulcro, trémulo y jadeante frente al mar, escribe su testamento amoroso que es la página de antología más conmovedora:
[Si yo hubiera muerto sobre un campo de batalla dando frente al enemigo, te daría mi gloria. la gloria que entrevía a tu lado, a los lampos de un sol de primavera... ] Es el genio en toda su maraviLlosa plenitud, el soldado con toda su arrogancia y su debilidad de hombre, el hombre con todos sus defectos y sus vicios: [A la hora de los grandes desengaños, a la hora de las íntimas congojas, apareces ante mis ojos moribundos con los hechizos de la juventud y de la fortuna: me miras y en tus pupilas arde el fuego de los volcanes; me hablas, y en tu voz oigo las dianas inmortales de Junín y Bomboná... ]
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"Nadie se atreverá a negar que estos girones de alma valen más que sus célebres Proclamas". (18) Pese a la determinante decisión de que Manuela no viajara, ésta al tener noticias del mal estado de salud de Bolívar, intentó viajar en su auxilio y se adelantó a Guaduas de donde salió el coronel Perú de Lacroix el 29 de Noviembre con el propósito de obtener el consentimiento para su viaje, e informarlo en detalle de los últimos acontecimientos políticos. No lo encontró en Cartagena, siguió a Santa Marta a donde llegó el 12 de Diciembre. No había nada que hacer. Bolívar se moría. Por carta del coronel Perú de Lacroix, Manuela se entera de la fatal noticia y es aquí donde de verdad comienza su calvario. Su primera reacción fue drástica y teatral. Quiso suicidarse haciéndose morder de una culebra. Boussingault escribió: "Llegué en La tarde a Guaduas. El coronel Acosta en cuya casa me apeé, se dirigió a mi llorando, diciéndome que Manuelita se moría, que se había hecho morder por una serpiente de las más venenosas. Me dirigí a su habitación, donde la encontré extendida sobre un canapé, el brazo derecho colgando e hinchado hasta el hombre." (19) Hubo consternación en la población y milagrosamente la salvaron. Permaneció allí en recuperación física y moral por varios meses.
Enjulio de 1831 está de regreso en Bogotá restablecida pero dando principio a una vida marcada por la escasez de todo tipo de recursos y la verguenza y humillación de vender y empeñar sus joyas. Al mismo tiempo el encono contra la memoria de Bolívar se hizo más abierto y ácido. Ella, fiel a su memoria, se convirtió en defensora a ultranza de su gloria. Se vió mezclada en diversos acontecimientos políticos de oposición unas veces, y de apoyo al gobierno de Urdaneta en otras , lo cual le creó complicaciones sin cuento. El General Santander a su regreso del exilio asumió la presidencia de la república y debió enfrentar la conspiración del general Sardá en Julio de 1833, la cual terminó con el fusilamiento de 17 implicados y el posterior asesinato del mismo cabecilla. Quedó suficientemente probado que Manuela no tuvo participación alguna en el movimiento, pero se aprovechó la oportunidad para decretar su destierro del país con plazo de cumplimiento inmediato. Ella se encontraba insolvente y con quebrantos de salud reales o ·fingidos, los que supuso que le servirían para ganar un poco de tiempo para cumplir lo ordenado. Nunca pensó que se fuera a emplear la violencia física contra su persona como en realidad en forma desafortunada ocurrió.
Fue sacada a la fuerza de su casa, usando para ello soldados annados y con la presencia del alcalde de Bogotá en medio de innecesario escándalo, para conducirla a la cárcelen compañía de sus negras servidoras en donde las aseguraron en calabozos independientes. Al día siguiente fue conducida con escolta hasta Funza, para luego ser llevada hasta Honda rumbo a Cartagena. En este puerto fue embarcada en el único navío surto en el muelle y el cual tenía destino a Jamaica. No se tuvo para con ella ningún tipo de consideración, fue tratada como un delincuente. En mayo de 1834 se encuentra en Jamaica escribiendo cartas sin respuesta a todos aquellos que fueron sus amigos o lo fueron del Libertador. Ni sus parientes respondían a sus angustias y tristeza. En Septiembre de 1835 logra reunir algún dinero y se embarca hacia Panamá para seguir a Quito con el ánimo de radicarse en su amada ciudad. Llegada a Guayaquil emprende el viaje llena de esperanzas, sin un mínimo de descanso. En Guaranda es alcanzada por un posta portador de una comunicación del Ministerio del Interior ecuatoriano que le impedía radicarse en el país. Detrás de esta decisión está el Presidente del Ecuador, Vicente Rocafuerte, quien reemplazaba y obedecía al general Juan José Flórez, antiguo amigo suyo y del
Libertador durante muchos años, y a quien ella ilusa le escribía desde su destierro en Jamaica pidiéndole algún favor relacionado con su abandonada hacienda. Rocafuerte le escribe a Santander al respecto: "La he hecho salir de nuestro territorio, para no pasar por el dolor de hacerla fusilar." Como dicen los pillos, Manuela "sabía mucho" y desde ese único punto de vista era "peligrosa" y había que deshacerse de ella a como diera lugar. Regresa a Guayaquil para, en compañía de sus inseparables Nathán y Jonatás y un menguado equipaje en el que lo más grande es un baúl con cartas y documentos, embarcarse hacia el sur del continente sin saber exactamente a dónde. Es mucha la amargura, la sensacion de abandono y desprotección, en una palabra la pobreza. Mucho pesan los recuerdos, la dicha pasada, el desamor y la traición de quienes un día mediante su amistad y posición obtuvieron favores y fortuna.
sino por apenas existente. Es Paita, un sitio apartado, desolado y que solo se vino a conocer por haber sido el lugar escogido por Manuela Sáenz para enterrarse en vida. Tenía 38 años. Se dedica para sobrevivir a fabricar dulces, colaciones, pastas y cigarros para ser vendidos a los ocasionales visitantes. Fue mucha su pobreza, pero inmensa su dignidad y su decoro. Los marineros de los balleneros en tránsito por Paita encontraban en el puerto una especie de cartel pobremente confeccionado que decía: Tobacco English Spoken Manuela Sáenz NOTAS: (14) Rumazo González Alfonso, Obra citada P 207. (15) Boussigaul Juan Bautista,
obra citada . (16) W. Von Hagen, obra citada P 212 (17) W. Von Hagen, obra citada P 288 (18) Rumazo González Alfonso, obra
citada P 265
Durante la travesía, decide posiblemente, tomando en cuenta su anterior destierro de Lima y su situación económica, desembarcar en un pueblecito del desierto peruano en donde algunos barcos tocaban en la costa en busca de agua, no por abundante
(19) Ospina Henao Fernando, Don Simón Bolívar, el Amante, Dominical de la República, Bogotá Agosto 17 de 1980.
(CONTINUARA EN EL PROXIMO NUMERO).
HISTORIAl
EL GENERAL JOSE DE LOS SANTOS GUTIERREZ Guerrero de la democracia y caballero del honor (Continuación del número anterior) Mayor General JOSE ROBERTO ffiAÑEZ SANCHEZ
LA REVOLUCION FEDERALISTA
A
pesar de la derrota del general Melo, la carrera iniciada por la Constitución de 1853 hacia el federalismo tuvo a la larga efectos nocivos para la Soberanía Nacional, la paz y la concordia entre los neogranadinos. Con fundamento en ella, en febrero de 1855, Obaldía, quien era panameño de nacimiento, se apresuró a sancionar el Acto Legislativo que concedía en la práctica, plena Soberanía al ltsrno, aún cuando formalmente continuaba bajo la dependencia de la República de la Nueva Granada. Hecho secundado entonces por los presidentes del Senado y de la Cámara de representantes Julio Arboleda y el general Mosquera respectivamente. Como si fuera poco, el Acto Legislativo de 1855 previó que por j4o
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la vía legal podían constituirse en Estados, bajo las mismas circunstancias de Panamá, cualquiera de los departamentos del país. Situación que no demoraron en aprovechar de manera sucesiva los Estados de Antioquia en 1856, de Santander en 1857, y luego los del Cauca, Boyacá, Cundina'marca, Bolívar y Magdalena, para proclamar su soberanía a expensas de la soberanía del Estado federal. Así empezó a agudizarse el conflicto entre los partidarios de la federación y del centralismo por una parte y por otra la anarquía entre los Estados federados y de estos con el Estado federal por celos de soberanía. Cualquier orden o hecho que llevará al Estado Federal a preservar o mantener el orden público interno en los Estados, era considerado como una intromisión en sus asuntos internos y acaiTeaba la respectiva protesta y a veces la amenaza de em-
pleo de la fuerza, cuando no la hacían real. Conflictos en los cuales, el caudillismo y el regionalismo actuaban tras el telón como reales generadores del desorden. El nuevo gobierno del presidente Manuel María Mallarino, pudo brindar paz y tranquilidad a los neogranadinos, gracias a su imparcialidad política expresada en un gabinete bipartidista en el que sobresalieron las figuras de Lino de Pombo y de Rafael Núñez. El primero, conservador moderado, mantuvo cierto equilibrio político y sorteó con habilidad algunos problemas internacionales que se le presentaron al gobierno en especial con los Estados Unidos por un incidente ocurrido en Panamá, conocido como "el conflicto de la tajada del Melón"(l) Núñez, entonces liberal radical, logró como Secretario de Hacien-
da superar la difícil situación de las finanzas nacionales, apelando al sistema de reducir al mínimo posible la fuerza pública. Medida arriesgada por cierto y que sólo era posible con un gobierno de unidad nacional, lejos del sectarismo partidista, como efectivamente ocurrió con el de Mallarino, pero que no lo era con gobiernos hegemónicos sin grave amenaza para la convivencia nacional. Desde el mes de septiembre de 1855, el ejército nacional fue reducido a 588 hombres y cuando Panamá organizó su cuerpo de milicias, la reducción llegó a 373 unidades que es la más pequeña fuerza militar que ha tenido la República en toda su historia. Al terminar su mandato, el gobierno Mallarino fue elogiado ampliamente por su espíritu conciliador y progresista. Veamos el concepto del caudillo liberal más connotado de la época Manuel Murillo Toro: ··ha sido un puente colocado entre la administración Obando y la de Ospina, que ha conservado hasta el final la neutralidad entre los dos extremos. A su sombra se ha conservado la paz y por su parte, ha hecho todo lo posible para conservar a los granadinos el goce de sus derechos. Ha disminuido considerablemente el ejército en el número de 375 hombres. No ha dado ascensos militares, ha sido moderado en los gastos, ha hecho frente con finneza a los especuladores del tesoro. Deja abolido el sistema de empréstitos a fuerte interés, alejados los agiotistas, reducidos los derechos
de importación y arreglado el servicio de aduanas en toda su extensión, casi con el día la cuenta fe deral y en fin, ha puesto la hacienda pública en una vía de mejora que solo necesita que se persevere para que se obtengan los mejores resultados·· (2)
motivada por el sentimiento ególatra del caudillo.
Este interregno de paz, dió la oportunidad al coronel Santos Gutiérrez de visitar con más frecuencia el Cocuy para disfrutar de la compañía de su familia y de sus amigos y para atender los trabajos agrícolas que requerían sus propiedades, actividad que atendió siempre con el entusiasmo que da la más pura vocación campesina. Pero como la fama alcanzada durante la guerra contra la dictadura lo había convertido en personaje nacional, fue elegido sucesivamente Senador al Congreso de la República, atendiendo este cargo con la diligencia y espíritu patriótico que le eran característicos.
La derrota de Murillo no planteó problema alguno, pero Mosquera, herido en su orgullo personal frente a su compartidario togado civil, no se resignó a perder el poder. Ospina por su parte, a pesar de su vasta preparación intelectual y carácter aparentemente apacible como corresponde a un patriarca, poseía también un temperamento intransigente, vertical en sus ideas y nada comprensible con las de los demás. De tal suerte, el choque entre estas dos personalidades no demoraría en traer repercusiones funestas para la paz, tal como lo pronosticó antes de los comicios el delegado apostólico Monseñor Barill, muy conocedor de las características espirituales de estos dos connotados caudillos: "Cualquiera de los dos (Ospina o Mosquera) que salga triunfante traerá consigo la guerra civil'' (4).
Imperando la paz entre los neogranadinos pudo realizarse la elección para suceder a Mallarino en 1856 sin mayores contratiempos. Fue la primera que se hizo por el sistema de sufragio popular y directo de los ciudadanos y en ella resultó victorioso el candidato conservador Mariano Ospina Rodríguez, superando ampliamente al liberal Manuel Murillo y al general Mosquera. Esta última candidatura había surgido de una división interna del partido de gobierno en alianza con los rezajos del draconianismo y melismo liberal adverso a Murillo, con un carácter nacional suprapartidista y
José María Samper definió a Os pina Rodríguez "como hombre de talento profundo, vasto y calculador, ha podido ser lo que quisiera: el jefe del partido absolutista, o quizás el primer personaje del partido demócrata de la Nueva Granada. Pero ¿por qué escogió lo primero, siendo más grande y glorioso lo segundo? ¿fue por interés, por egoísmo? Creemos que no, porque el Doctor Ospina ha gobernado la República libremente, en una época de segura impunidad, y sin embargo está pobre. El tiene la gloria, que es preciso reconocerle a despecho de sus enemigos, de no 1ACORE
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haber traficado en provecho propio con el tesoro nacional, ni procurado medros para su familia a expensas del Estado. Entonces, ¿cómo se hizo absolutista después de republicano? He aquí su error, no su crimen. El doctor Ospina jamás ha viajado, el sólo ha conocido prácticamente las costumbres, la civilización, las instituciones y las turbulencias de la sociedad granadina. Así extraño a las impresiones que nacen de la comparación de las sociedades civilizadas, el giro de sus ideas debió extraviarse fácilmente, dominado como estaba su espíritu por un sofisma de observación. Limitando sus investigaciones prácticas a un pueblo que vivía en el empirismo político, sin lógica en sus instituciones, Ospina llegó a formarse sinceramente una convicción errónea de las tendencias del siglo y de las exigencias de la sociedad"(5) Ospina Rodríguez tomó posesión de la Presidencia de la República el primero de abril de 1857. Fiel a su ideología conservadora que había elaborado como fruto de sus firmes e intransigentes convicciones, su primer acto de gobierno fue el de constituir un gabinete hegemónico, prescindiendo de la participación del liberalismo y estableciendo una especie de gobierno patriarcal. Para proteger físicamente a su gobierno, elevó el exiguo pie de fuerza del Ejército Nacional a 1.000 hombres y para defenderlo moral y efectivamente propició el regreso de los Jesuitas al país. !•2
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Por otra parte, la descentralización administrativa y luego la creación sucesiva de los Estados federales que rompían la vida institucional de la Nación sustentada en el centralismo, plantearon la necesidad de un plebiscito que definiera esta situación. Dicho plebiscito por abrumadora mayoría, las dos terceras partes, avaló el sistema federal, haciéndose indispensable reformar substancialmente la Constitución o elaborar una nueva. Se optó por esta última opción, sobre la base de un proyecto presentado por Florentino González. De tal manera, Mariano Ospina Rodríguez quien a la cabeza de su partido había combatido el federalismo, tuvo que darle curso franco a la Constitución de la Confederación Granadina de 1858, aún cuando logró quitarle a los Estados el nombre de soberanos. Demostrando con ello que las fronteras políticas entre los partidos eran fáciles de superar cuando habían intereses regionales comunes. La fiebre federalista llevó al propio presidente y a Florentino González, a elaborar la extravagante posibilidad de que la Nueva Granada fuera incorporada a la Unión Federal de los Estados Unidos de Norteamérica.
"Una transición patriótica entre los partidos era necesaria, comenta al respecto José María· Samper. Los conservadores, en obsequio de la unidad de la Na ción y para evitar la anarquía, tenían que volverse federalistas y no pocos radicales, aceptando lo sustancial de los hechos consumados
y reconstituyendo la república en la forma de Confederación, y los liberales, también en obsequio de la unidad indispensable y de la paz, tenían que aceptar algunas limitaciones de la Federación, un cúmulo de garantías para el gobierno general y la renunciación al carácter de soberanos que tenían los Estados, conforme al citado acto del27 de febrero de 1855 y sus consecuencia/es de 1856 y 1857. A esta transacción se debió la facilidad conque pudo redactarse y expedirse la Constitución de 1858, no obstante las fuertes mayorías conservadoras que había en las Cámaras, bien que con disidencias que pennitieron formar desde un principio la mayoríafederalista". (6)
No había transcurrido un año de la promulgación de la nueva Constitución cuando empezaron a ocurrir sucesos desfavorables para la armonía y la convivencia de la República como consecuencia de la hegemonía y del sectarismo del gobierno. El primero, nada tuvo que ver con la situación política y fue la muerte del ilustre coronel Agustín Codazzi, forjador de nuestra geografía patria. Los siguientes si conmovieron el ambiente político, como la manifiesta división del partido conservador entre ospinistas y mosqueristas, secundadas estas dos corrientes por el designado Julio Arboleda la primera y por el general Herrán la segunda. La situación tomó carácter conflictivo, cuando se expidieron cuatro leyes de alcance político. La
primera fue la de elecciones, destinada a favorecer electoralmente al partido de gobierno, la segunda sobre presupuesto, que facultaba al ejecutivo para cobrar rentas y contribuciones en dinero en caso de que no pudiera reunirse el Congreso; la tercera fue la de intendencia orientada a controlar la hacienda de los Estados por el gobierno central; la cuarta estaba relacionada con la ley orgánica de la fuerza pública, que establecía también un control directo del gobierno central sobre las milicias de los Estados. Todas estas leyes tuvieron la firme oposición del partido liberal, terminando por unirlo. Empezaron a proliferar los conflictos de soberanía entre el Estado federal y los Estados federados, según los intereses de estos últimos expresados por sus caudillos y amparados por la propia Constitución y por la Fuerza Pública de cada Estado federado, que generalmente era más poderosa que la del Estado federal y no pocas veces era en la práctica un ejército privado constituido y al servicio del respectivo caudillo regional. En Santander, Magdalena y Bolívar donde ejercía el poder el liberalismo, las disposiciones del gobierno federal como eran favorables a este partido, mantuvieron su vigencia, pero las que no, fueron reemplazadas por otras. En Santander, la ley de elecciones permitía al liberalismo controlar estos eventos, gracias a que había desplazado al conservatismo de todos los puestos públicos; en cambio, la que disponía que Pamplona,
fuera la capital del Estado fue cambiada y se estableció en Bucaramanga. Privados de puestos y representación en la Asamblea, los conservadores de Santander se alzaron en armas contra el gobierno de ese Estado a finales de febrero de 1859, contando para ello con el armamento que habían recibido de agentes del gobierno nacional de Mariano Ospina Rodríguez dos años antes. La rebelión comenzó en El Socorro, acaudillada por el Coronel Juan José Márquez "el indio" y El comandante Habacuc Franco, cuyas fuerzas guerrilleras dieron muerte al presidente encargado de ese Estado Vicente Herrera, famoso por haber ideado la república del Zulia con territorio granadino y venezolano. Su muerte suscitó la reacción del gobierno liberal que logró derrotar a los insurrectos en los combates de Campo Hermoso y Alto de la Cruz. Ante la rebelión conservadora de Santander, el Coronel Santos Gutiérrez, cuyo departamento estaba gobernado por el partido conservador y sus servicios no eran ni mucho menos requeridos en él, acudió presuroso a defender el gobierno legítimo del Estado vecino. Para tal efecto y como lo había hecho cinco años antes contra la dictadura, se dio con su acostumbrada energía a la empresa de organizar de la nada en su tierra natal un pequeño ejército, conformado por campesinos de ruana o bayetón rojo, sombrero de jipa, fiambre de cacería, los más a pie, los menos a caballo, armados de
machetes, lanzas, espadas y escopetas y uno que otro fusil, a los cuales se dedicó a instruir en las · disciplinas del combate y a motivarlos con sentimientos nobles y heroicos. Cuando apenas contaba con setenta de ellos, marchó sobre uno de los reductos rebeldes de Santander, constante de cien hombres que se habían concentrado en el pequeño poblado de San Andrés ubicado en la provincia de García Rovira. El 8 de mayo de 1859 Santos Gutiérrez con su pequeña pero aguerrida columna se movió por el camino de Guaca. Allí adelantó una compañía a cubrir el camino del Cerrito en una llanura delimitada por un profundo zanjón y el río, donde podía impedir a su enemigo la maniobra y compensar así su desventaja numérica. Dicha compañía logró resistir el ataque de los rebeldes mandados por el Prefecto de García Rovira, dando tiempo y espacio al Comandante cocuyano para sobrepasar la población, pasar al ataque y tc:>mar al enemigo entre dos fuegos, a pesar de las piedras que le arrojaban desde un peñasco. En desarrollo de tal situación táctica, el ataque logró desorganizar a los rebeldes y obligarles a huir por la vía de Málaga, dejando seis muertos, cuatro heridos y cuarenta y seis prisioneros en poder de la fuerzas de la legitimidad santandereana, además de veinticinco armas de fuego. · En esta acción fueron destacados por Santos Gutiérrez en su parte del combate, el Capitán 1 ACORE
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Ledesma, el Teniente Milciades Wilches y los Señores Tiburcio Cárdenas y Samuel Guerrero, quienes fueron los primeros en alcanzar las trincheras enenúgas, con su valeroso jefe a la cabeza. (7) Los rebeldes que lograron huir por el camino de Málaga siguieron al Estado de Boyacá, con el fin de obtener el apoyo de su gobierno conservador para continuar la insurrección. Esta circunstancia y las acusaciones que hizo al gobierno nacional el Gobernador de Santander Eustorgio Salgar, de apoyar la rebelión conservadora en ese Estado, alentó a los rebeldes para preparar y consumar una nueva invasión desde Boyacá por la vía de Málaga. A mediados de Agosto, aprovechando el hecho de que Málaga había caído en manos de las fuerzas rebeldes de Victoriano Daza, se organizó al sur del río Chicamocha una columna conservadora de 450 hombres al mando de los Coroneles Canales, Corena, Mendoza y Márquez, la cual cruzó el río el 22 de agosto, y ocupó el poblado de Concepción en la noche del28. Avisado Santos Gutiérrez del movinúento de los invasores, acudió de inmediato con su columna a enfrentarlos. El pueblo de Concepción se encuentra encajonado a la izquierda por una pendiente de colinas y a la derecha por el río y algunas estribaciones de la cordillera sin dar otras entradas que las que si-
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guen los caminos de Málaga y el Cerrito. Esta ventaja topográfica llevó a los invasores a organizar una posición defensiva sobre las cuatro esquinas de la plaza, aprovechando como protección toda suerte de elementos domésticos, muebles, colchones y los muros de las casas; los cañones fueron situados sobre la entrada de Málaga. El 29 de agosto a las nueve de la mañana el Coronel Santos Gutiérrez con su fuerza llegó a la población y se aprestó a atacarla. Dadas ]as circunstancias de tener que hacerlo contra un enemigo bien protegido por las edificaciones, tuvo que acometerlo frontalmente. Secundado por Donúngo Triana, distribuyó proporcionalmente a sus hombres alrededor de la plaza, e inició el avance sobre las posiciones enenúgas. El fuego de defensores y atacantes durante las dos primeras horas fue intenso y ocasionó numerosas bajas de parte y parte. Agotadas las municiones en los dos bandos, los cañones de los defensores fueron los primeros en quedar silenciados. El ataque de los legitimistas continúo por grupos, contra los núcleos de resistencia, casa por casa, combatiendo cuerpo a cuerpo con arma blanca sobre los escombros de las paredes, de manera encarnizada y terrible. Los jefes y oficiales tenían que recorrer a galope tendido distintos puntos para animar a sus hombres. Personalmente Santos Gutiérrez, a caballo y lanza en mano entró heroica y temerariamente al aposento principal. de una casa a rendir
una partida enemiga; una hora después en otra acción singular perdió su caballo y fue herido, núentras acontecía lo núsmo al Coronel Triana. Fue preciso escoltar a estos jefes para evitar que su arrojo les llevara a perder la vida. Una trinchera portátil ideada por su paisano y valiente subalterno Cristo Velandia, que daba alguna protección a los atacantes y la adopción de un sistema suicida pero efectivo contra las trincheras, consistente en lanzar grupos de seis u ocho soldados a recibir las descargas núentras sus compañeros embestían a la bayoneta, pernútió el acceso a la plaza, donde fueron acuchillados gran parte de sus defensores, entre ellos el coronel Márquez. A las cuatro de la tarde, la llegada de un refuerzo de cincuenta hombres al mando del capitán Gabriel Uribe, empezó a decidir la acción en favor de los atacantes. Pero el combate continuó una hora más en medio del lamento de los heridos que los había por todas partes. Al fin, exhaustas sus fuerzas y sin posibilidad de recibir apoyo para seguir resistiendo, los defensores se rindieron, después de un día completo de la más terrible y sangrienta lucha. Porque este combate de Concepción, ha sido proporcionalmente uno de los más costosos en vidas de todos los que recuerdan nuestras guerras civiles. Una quinta parte de los combatientes boyacenses y santandereanos de ambos bandos fueron muertos o
heridos. Entre los últimos del lado del cocuyano todos los jefes y oficiales con excepción de Foción Soto. Del ejército rebelde sólo unos pocos lograron escapar por la vía a Pamplona, quedando 300 prisioneros en manos del vencedor, entre ellos los más importantes jefes: los Coroneles Melchor Carena y Eusebio Mendoza y los oficiales Leonardo, Ezequiel, Pedro León y Manuel Francisco Canal, Salustiano Ortiz, Pedro Salas, Juan de Dios Ramón y el Presbítero Andrés Blanco.(8) El historiador Quijano Otero simplificó así el combate de Concepción: ..Batalla única en
la historia, en que se vio a todos los jefes, oficiales y clases de ambas partes más o menos mal heridos y fuera de combate el 73% de los lidiadores. La revolución quedó vencida en aquel singular combare·: La herida sufrida en este combate por Santos Gutiérrez, al decir del médico santandereano Manuel Plata Azuero, fue ocasionada con rifle, sobre el costado izquierdo, de cuatro y media a cinco pulgadas de profundidad, oblicua de abajo hacia arriba y de adelante hacia atrás, ocasionando accesos de fiebre y supuración pero sin ningún peligro para su salud. (9) Como esta herida obligaba al valeroso guerrero a guardar reposo, con tal propósito volvió al Cocuy, donde permaneció a la expectativa de los acontecimientos en Santander. Apenas repuesto parcialmente de su salud, fue a
Bucaramanga a ocupar la curul de diputado para la que había sido elegido por la provincia de García Rovira En esta Asamblea reunida en la nueva capital de Santander, uno de sus primeros actos fue el de proponer una amnistía generalizada y amplia a quienes había vencido con su espada. El cocuyano pensaba que sus adversarios debían vivir en paz e igualdad con los vencedores, ya que la guerra era apenas el medio menos deseado para someterlos a la legitimidad y una vez logrado tal propósito no tenía porque haber distinción entre unos y otros de sus compatriotas. Tan gallarda como generosa proposición fue aprobada por la Asamblea en el mes de noviembre. Pero la incautación de los cañones en el combate de Concepción los cuales pertenecían a las tropas nacionales acantonadas en Tunja, reforzó en el gobierno de Santander la idea de que el gobierno central promovía y apoyaba la rebelión. Por ello, el presidente del Estado, Eustorgio Salgar ratificó la acusación pública contra el gobierno de la Confederación en cabeza del presidente Ospina. Acusación que llevada ante la Corte Suprema de Justicia por Ospina, le ocac;ionó a Salgar la pena de suspenstón del cargo y cuatro meses de prisión, sentencia que solo tuvo efecto en su primera parte, pues la generalización de la guerra civil que se aproximaba, impidió la ejecución de la segunda. A raíz de la suspensión del Presidente de Santander Eustorgio
Salgar, se le ofreció a Aquileo Parra la Designatura para qu~ entrara de inmediato en ejercicio de la Presidencia del Estado, ofrecimiento que éste no aceptó. Situación que llevó a los Santandereanos a ofrecérsela al héroe de Concepción Santos Gutiérrez. que tampoco pudo aceptarla debido a su convalecencia de la herida sufrida en aquel terrible combate. En estas circunstancias quedó encargado Antonio María Pradilla. Mientras tanto, el26 de julio de 1859 en el Estado de Bolívar estalló la revolución inicialmente contra el gobierno local y luego se orientó contra el gobierno general, cuando los rebeldes aprehendieron al intendente y se apoderaron del parque. Estos hechos obligaron al presidente Ospina a declarar turbado el orden público el 3 de septiembre y a designar al general Pedro Alcántara Herrán, entonces en W áshington, como Ministro de Guerra, encargándole la adquisición del material bélico necesario para someter la re]?elión. Al llegar el general Herrán a la Costa Atlántica, gracias a su espíritu conciliador pudo restablecer el orden público de manera pacífica, entrando en arreglo con los rebeldes, aún cuando los desórdenes del Magdalena del mes de noviembre tuvieron alguna trascendencia. Pero al llegar al año de 1860, las relaciones entre el gobierno de la ·confederación y los gobiernos del Cauca, Santander, Magdalena y Bolívar eran en extremo tirantes. El 1 ACORE
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presidente Ospina planteaba el pleno derecho de su gobierno para intervenir en salvaguarda y restablecimiento del orden público en cualquier parte del territorio nacional donde fuera turbado, mientras los jefes de los Estados federados, consideraban como violatorio de su soberanía toda presencia en su territorio de tropas de la Confederación, arguyendo que éstas llevaban el propósito de derribar a sus gobiernos legítimos. Especialmente se hacía incontrolable el general Mosquera, quien desde el gobierno del Cau ca se presentaba como adalid del sentimiento federalista. La anterior circunstancia, determinó al Comandante Pedro Carrillo, nombrado por Ospina intendente militar del Cauca, a sublevarse contra el gobierno de ese Estado. Inicialmente Carrillo triunfó sobre las fuerzas del general Murgueitio en Cartago, pero al volver su marcha al Sur sobre Popayán, fue derrotado en el combate del Derrumbadero cerca de Buga por el general Obando, quien, reconciliado con Mosquera, actuaba como comandante del ejército del Cauca. No necesitaba más el general Mosquera para declarar la guerra. El 8 de mayo anunció que el Cauca asumía a plenitud su soberanía y rompía con el gobierno de la Confederación. La legislatura del Magdalena siguió el ejemplo del Cauca el 29 de mayo y el 3 de junio Santander. Esta alianza también se concretó, con el Estado de Bolí' ar, ante cuyo presidente general Juan José Nieto, envió Mosquera ~~
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General Tomos Cipriono de Mosquero Importante figuro en esto epoca de lo historio nocional
al clérigo Manuel M. Alaix con el fin de celebrar un pacto de alianza y de unión. El secretario de Gobierno de la Confederación, Manuel Sanclemente, se limitó a contestar la nota desafiante deMosquera, excusándose en una actuación por cuenta propia de Carrillo y ofreciendo la correspondiente in-
vestigación. Pero Carrillo continuó prestando sus servicios como miembro de las milicias del gobierno central. Pese a la posición asumida por el general Mosquera, en aras de lograr el desistimiento de sus propósitos guerreristas y abrir las puertas de una situación democrática y civilizada que evitara la guerra civil con el gobierno de
Ospina, llevó a Santos Gutiérrez, a Murillo Toro y Eustorgio Salgar, quienes habían sido elegidos Senadores por el Estado de Santander, a proclamar el 12 de mayo en Bogotá la candidatura presidencial del caudillo payanés, en contraposición a la del general Herrán, lanzada por el partido conservador. Con el mismo interés pacifista, pero con la clarividencia que tenía respecto de la imposibilidad de lograr un acuerdo entre el Presidente de la Confederación Granadina y el caudillo caucano, Santos Gutiérrez había transigido en su oposición al proyecto de reforma de la ley electoral que era el principal foco de discordia entre los dos partidos. Así lo sostuvo Aquileo Parra en sus memorias:
"El General Santos Gutiérrez era adverso, según queda dicho al proyecto de reforma de la ley electoral, en los términos en que estaba formulado; y como la minoría liberal reputáse acto de lealtad para con los Diputados conservadores de ambas Cámaras que apoyaban la reforma, el que ésta tuviese el voto de todos los Diputados liberales, se hicieron esfuerzos para decidir al mencionado Senador a que votase en favor del proyecto; pero habiendo sido inútiles, se me comisionó a mí por los senadores Murillo y Núñez (Rafael) para que hiciese con el general Gutiérrez la última tentativa en el particular". "No fue pequeño, según puede suponerse, el esfuerzo que hice para desempeñar satisfactoriamente el encargo recibido, y al cabo de larga
conferencia obtuve del Senador Gutiérrez esta definitiva respuesta: Por complacerlo a Usted, en cuya honradez y patriotismo tengo plena confianza, iré a darle mi voto a esa Ley de remiendos. " "Gravemente enfenno como estaba a consecuencia de la herida que sufrió en el combate de Concepción, se hizo trasladar en silla de manos al salón de sesiones, y votó en favor del proyecto, así como después, consecuente con este primer paso, suscribió la candidatura del general Mosquera para Presidente de la República, sin participar seguramente de la ilusoria esperanza que algunos abrigábamos de atajar por medio de este acto, precedido como estaba de la reforma de la ley de elecciones, al renombrado caudillo en el camino de la revolución". "Empero los hechos demostraron muy luego que el general Gutiérrez había visto con mayor claridad que otros muchos, el fondo de la situación "(10) Cuatro días antes de dicho acto político, el general Mosquera, había proclamado desde Popayán la rebelión contra el gobierno del Presidente Ospina y procedió a organizarse militarmente y a buscar recursos financieros en el exterior por medio de emisarios, con el fin de adquirir suficientes armas, municiones y material bélico para derrotar al gobierno de la Confederación. El Presidente Ospina replicó con la declaración de turbación del orden público en el Cauca y la exclusión de Mosquera de las lis-
tas militares por los delitos de traición y rebelión. La iniciación de las operaciones militares de Mosquera se realizó sobre Manizales, ciudad que estaba defendida por la división del general Posada Gutiérrez y las milicias antioqueñas del coronel Braulio Henao. Entre tanto, el general Joaquín París avanzó sobre el Cauca por el Páramo de Guanacas con una división de milicias nacionales. La insurrección del Cauca fue acogida con entusiasmo en Santander, donde la Asamblea del Estado, con el gobernador Antonio María Pradilla a la cabeza, también proclamó su separación de la Confederación que persistía en derribar al gobierno de ese Estado con apoyo del de Boyacá. El presidente Ospina, convencido que el plan militar para el Cauca reduciría pronto a Mosquera, resolvió marchar contra el Estado de Santander, donde consolidado su gobierno liberal no cejaba en acusar y amenazar al gobierno central. Para tal fin designó al general Pedro Alcántara Herrán comandante de las milicias nacionales y jefe del ejército. Pero la desconfianza que Ospina sentía por el sentimiento federalista y espíritu conciliador de Herrán, así como por su parentesco con Mosquera, lo determinó a controlarlo de manera directa, marchando con el ejército a la campaña. Aparte de la columna del general Herrán, que abrió operaciones
a comienzos de julio, el Estado de Santander había sido ya invadido por fuerzas de los coroneles Melchor Carena y Régulo García Herreros, que habían logrado la adhesión de Zapatoca, Socorro, San Gil y Pamplona. Las primeras acciones tuvieron lugar el15 de julio contra algunos guerrilleros de V élez. Luego el 29, mientras el presidente Ospina hacía su entrada a Bucaramanga, el general Herrán que había quedado con un columna de 500 hombres para cubrir la retirada de los federales hacia Ocaña, fue parcialmente derrotado y estuvo a punto de caer prisionero en el combate de Galán o Agua Dulce, cerca de Matanzas, donde el ejército santandereano sufrió la pérdida de su jefe, coronel J. de J. Gutiérrez. Al día siguiente, en el sitio del Jaboncillo, por el camino entre Bucaramanga y Matanzas, el general Emigdio Briceño, fue hostigado por algunas guerrillas liberales allí emboscadas. Sin embargo, Herrán logró la concentración de sus fuerzas que sumaban más de 3.000 hombres, incluyendo las del coronel Carena y resolvió librar la acción decisiva de la campaña contra las del Estado de Santander compuestas por 1.119 hombres. El combate tuvo lugar el 16 de agosto en el sitio del Oratorio, que es una meseta de poca elevación, donde los santandereanos pretendieron aprovecharla para compensar su enorme desventaja numérica. Con tal fin la fortificaron de manera apropiada para resistir al
máximo y lo hubieran logrado de haber contado con suficientes municiones y vituallas. Pero ante su carencia, en las horas de la tarde tuvieron que ceder la posición a las fuerzas de la Confederación, dejando en el campo más de centenar y medio de bajas y 300 prisioneros; entre estos últimos todo el gobierno de Santander con su presidente suspendido Eustorgio Salgar y el encargado Antonio María Pradilla. Las fuerzas de la Confederación tuvieron 123 muertos entre ellos el famoso coronel Melchor Corena. La victoria del Oratorio obtenida por el general Herrán, no redundó en beneficio de este brillante militar sino del Presidente Os pina, quien cobró todos los dividendos, por el solo hecho de haber estado presente en la expedición, aún cuando no hubiera concebido, planeado o ejecutado nada en el campo táctico o estratégico. En efecto, las gentes identificaron dicho triunfo en cabeza del presidente, quien empezó a explotar el éxito militar en beneficio del político, imponiendo a Leonardo Canal en el gobierno de Santander. A partir de entonces, acrecentó su prepotencia en el poder y firmeza en su posición frente a los rebeldes. Esta circunstancia y su persistente desconfianza con el general Herrán, le llevó a desmontarle su candidatura presidencial y a promover la de Julio Arboleda, su compartidario irrestricto, hecho que propició mayores fisuras en el partido de gobierno y el consiguiente retiro del mando del ejército del militar payanés.
NOTAS: (1) El conflicto de la Tajada del Melón se ocasionó como consecuencia del paso por Panamá de gentes indeseables de los Estados Unidos, reclutadas por William Walker con el propósito de invadir a Nicaragua. Una de estos hombres llamado Jack Oliver, en estado de beodez se negó a pagar una tajada de melón al neogranadino José Manuel Luna, suscitándose entre los dos una riña, que se extendió a la multitud cuando los empleados del ferrocarril dispararon contra ella. Hechos en los que resultaron 17 muertos y 29 heridos, la mayor parte norteamericanos. Como consecuencia del incidente, el gerente del ferrocarril pasó al presidente de Panamá una nota del todo agraviante, y luego el gobierno de los Estados Unidos presentó al neogranadino un proyecto de convenio y reparación lesivo a la soberanía nacional y con condiciones económicas inaceptables. Rechazado dicho convenio, el gobierno de la Nueva Granada aceptó la continuación de la discusión en Washington, en donde tuvo que firmar más tarde otro que la obligaba a pagar un millón de dólares por los daños causados a los norteamericanos durante tales disturbios.
(2) 26 años de historia de Colombia 1853 a 1878, pag. 58. (3) Hace referencia a apuntamientos de Santos Gutiérrez en la Asamblea. (4) !bid pag. 58 (5) Apuntamientos para la Historia Política y Social de la Nueva Granada desde 181 O y especialmente de la administración del 7 de marzo. Bogotá Imprenta del Neogranadino 1853. (6) lbid pag .. 78. (7) Parte de la acción inédito. (8) Historia Contemporánea de Colombia Tomo VI (9) Documentos inéditos de Humberto Cáceres. (lO) Memorias de Aquileo Parra, pag.
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(CONTINUARA EN EL PRÓXIMO NUMERO)