El penúltimo Canek.

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Jesús Suárez

El penúltimo Canek Colección de Novela Yucateca

2015

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Jesús Suárez. Mérida, Yucatán, 1958. Arquitecto de profesión. Graduado en la Universidad Autónoma de Yucatán (1998), con maestría en administración del Instituto Educativo Universitario de Campeche, (2004) y doctorado en administración de la Universidad del Sur en Cancún, Quintana Roo (2011). Graduado además en formación literaria por la Red de Educación Artística en Línea de la Secretaría de Cultura y las Artes de Yucatán (REDALICY). Se desempeña actualmente como Jefe de Departamento en el Gobierno del Estado de Yucatán y como docente en maestría y doctorado dentro de la Universidad del Sur, impartiendo las materias de Ética y de Planeación Estratégica. El penúltimo Canek, es su primera novela publicada. el penúltimo Canek


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El penúltimo Canek

1a. Edición 2015 por Catarsis Literaria El Drenaje. Mérida, Yucatán, México.

Cel. 045 9997 431334

D. R. © de la obra Jesús Suárez. D. R. © de la presente edición Dr. Adán W. Echeverría García.

Este libro no puede ser reproducido parcial o totalmente sin autorización escrita del titular del copyright. HECHO EN MÉXICO.

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NOVELA

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CONTENIDO

Primera parte Segunda parte Tercera parte Epílogo Glosario de términos

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He de narrar diversas facetas, algunas míticas y otras casi desconocidas, de la vida de Felipe Carrillo Puerto, el más querido y admirado ex gobernador de Yucatán. Su historia de amor inconclusa con Alma Reed, periodista norteamericana, quién en 1924 recibiéra la noticia del martirio de su amado mientras realizaba en la Alta California los últimos preparativos para su boda. Un amor, causal para la inspiración de la canción "Peregrina", que hoy continúa desarrollándose a través de los protagonistas de esta narración: Jesús Sánchez y Arcelia Carmona, personajes resultado del retorno kármico que acaece eteramente en todos los individuos, en búsqueda de su purificación. Los antiguos chilames, profetas del mundo maya, predicen la liberación del Mayab y la llegada de un nuevo mensajero que dará la señal, Jesús Sánchez, como resultado de una nueva interpretación, con base en evidencias reencarnatorias; es personificado como Kukulkan, el Canek, la serpiente lucero, emplumada, cuyo papel en la historia ha sido ocupado por diversos luchadores sociales que habrían de venir a liberar al pueblo maya de la opresión de la "Casta Divina", clase social con prácticas medioevales que ha sobrevivido en la península yucateca, y cuyos integrantes la medran desde hace 500 años. No es esta vida todo cuanto hay. Las importantes tareas inconclusas, como los grandes amores, continúan a través del tiempo y la distancia, y se perpetúan al paso de los siglos, hasta su realización. Los personajes principales se desdoblan a través de la narración, transformándose de lo que eran en otros tiempos a lo que se resisten a ser en el presente; que logran darse cuenta que son seres de otras épocas regresados a culminar su gran amor y su tarea: la liberación del pueblo maya. ¿Termina el proceso de la purificación con un regreso kármico, o serán necesarios varios retornos? ¿Terminarán por amarse de una vez y para siempre los trágicos amantes, o continuará por siempre su vagar por estelas siderales, buscándose mutuamente para su propia liberación y la de su pueblo?

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"...Si los comerciantes acaparan los víveres y a ustedes les falta pan, pues ir a las tiendas, demoler las puertas y saquear todas las existencias. Dinamitemos la cámara de diputados, para que ya no haya más holgazanes; exterminemos cuanto antes el senado, acabemos con la Suprema Corte. Ya no más manifestaciones pacíficas, ya no más palabrería: lo que el pueblo necesita es imponerse. Hay que poner en práctica los principios bolcheviques. Hagamos ondear la bandera roja de las reivindicaciones… En vez de permitir que se toquen las campanas, que el pueblo las baje de la torre y acuñe monedas de bronce. Incendiemos, exterminemos, para llegar al logro de los altos ideales del comunismo, la repartición de tierras, el aumento de los jornales, se tienen que obtener por medio de la fuerza, no mediante manifestaciones de protesta pacíficas". Felipe Carrillo Puerto, exgobernador de Yucatán, México.

¡Llegó la hora de finalizar el régimen! Y es aquí, en esta consideración —la más importante—, donde tenemos que reflexionar para poder mentalizarla y planteárnosla con toda seriedad; eso permitirá dar paso a las nuevas ideas de un gobierno que sea justo para las mayorías. El año 2012 en el mundo Maya, con toda su carga de esoterismo, no solo marcó el reinicio de la cuenta larga sino también el tiempo de la recuperación del Mayab. Es hora de renovar el mundo maya, comenzando por nuestro pensamiento. Arrojemos nuestros trastos viejos al cenote, como hacíamos antes, y procurémonos unos nuevos. Nuestros ropajes deberemos suplirlos por unos que resplandezcan. Ya no debemos migrar de nuestras grandes ciudades para edificar en tierras mejores, sino que debemos rediseñar las actuales para el mejor uso comunitario. Pensar en ofrecer vírgenes a Xibalbá1, y estar conscientes de que el eterno giro de los tiempos sobre la rueda del uróboros de los katunes2 se ha reiniciado, dando aviso a todo el Mayab, desde el estado de Veracruz, en México, hasta Honduras en Centroamérica, de esta renovación que irá marcando a sus hombres el tiempo de recobrar las tierras y transformar el régimen. Como dijera Antonio Mediz Bolio3: ¡Es hora de recobrar el Mayab! ¡El tunk’ul ha sonado4 para el rey de Uxmal! Las profecías y los tiempos se han cumplido. Ya flota en el Mayab la dulce idea de la liberación de la miseria. Por las calles de todos los pueblos se escuchan las dolientes quejas de la servidumbre a la que nos tienen sometidos los malos gobiernos, las malas administraciones gubernamentales y la ignorancia en la que han sumido al pueblo maya desde hace cinco centurias. Cada vez es más dulce el pensamiento de hacer "algo" para terminar con esta situación. 1. La muerte por sacrificio conduce a la formación de un nuevo orden, no es el final de un ciclo, sino un cambio. 2. Unidad de tiempo Maya que representa ciclos de 20 años. 3. La tierra del faisán y el venado. Antonio Mediz Bolio (1922). 4. Profecía de la Leyenda del enano de Uxmal, que anunciaba la llegada de un nuevo reinado.

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El ambiente de opresión y de injusticia sobre "Juan Pueblo" es insoportable y se gestan profundos cambios bajo la sombra del faisán5. En el Mayab todos manifestamos la discreta simpatía por este movimiento; ¡Que alguien encienda la chispa inicial para incendiar, más temprano que tarde, todo el tamo seco de la inconformidad y el disentimiento que yacen acumulados en los morenos pechos, esperando su explosiva combustión! Ante la ceguera de los señores de la gleba, podría parecer sin causa y repentina su explosividad pero poco a poco, inexorablemente, los ts’uules del mal gobierno han estado incrementando la sed de justicia de nuestra gente; le han colmando la medida con sus pobres actos de filantropía con que intentan mitigar, apenas la sed. Ya no pueden contenerla y pronto llegará el momento en que digamos a los "xgóbers": "Partiremos en nuestras cabezas dos cocoyoles"6 en señal del fin de su reinado, como lo hiciera aquel enano con el rey de Uxmal7, y los ts’uules se pondrán a temblar, pues esta idea ha permeado en nuestra sociedad indígena, donde cada vez más gente se prepara, como que sabe que el momento está cerca. Cuando la gente que piense que se ha marcado el momento sea mayoría respecto a la que no lo cree o lo evita, vendrá la renovación de todo, las instituciones incluidas; y la revolución del pensamiento dará lugar a la revolución literal, y quizá el caudillo que deba dirigirla ya esté con nosotros, y quieran los dioses que rigen nuestra tierra, que la opresión y la represión centenaria que ejercen las autoridades sobre las mentes que disienten, no adelanten la justa ira de la comunidad y se desate hoy, el pandemónium social. Las organizaciones de nuestra sociedad deben ir preparando una opción viable, social y económica para suplir el actual orden de cosas, teniendo muy presente que esto, a partir de 2012 en el Mayab ha sido inevitable. El capitalismo salvaje que nos imponen nuestros gobernantes, asociados con el neoliberalismo galopante que proviene del norte, ha dado cuanto tenía y ha mostrado su verdadero rostro sobre los 65 millones de pobres generados en este país y 45 de esos 65, sobreviviendo en la pobreza extrema. El lector pueda pensar que estas líneas mueven a la subversión, pero no es así; ni Canek8, ni el Cristo Rojo de los mayas9, ni el que 5. Profecía que anuncia la hora de recobrar el Mayab. La tierra del faisán y el venado. Antonio Mediz Bolio (1922) 6. Acrocomia aculeata es una planta de la familia de las arecáceas, nativa de ciertas zonas tropicales de América. El aceite de la semilla y la pulpa se utilizan en alimentación y en la fabricación de jabones. La semilla consta de un exocarpio grueso y muy duro, de color negruzco. 7. Profecía de la leyenda Maya del enano de Uxmal, en al que se establece el fin del reino, del estado actual de cosas. 8. Jacinto Uc de los Santos, (1730 - 14 de diciembre de 1761) fue un líder indígena. Maya de raza pura, mejor conocido como Jacinto Canek (Kaan Ek, que en lengua maya quiere decir serpiente de la estrella). 9. Uno de los motes con los que se conoce a Felipe Carrillo Puerto. (n. Motul de Carrillo Puerto, Yucatán, el 8 de noviembre de 1874 - m. Mérida, 3 de enero de 1924) fue un político, periodista y caudillo revolucionario mexicano, gobernador de Yucatán de 1922 a 1924. Es conocido por las obras, de tipo

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retoma la pluma de Mediz Bolio, hemos sido partidarios de movimientos armados o de revoluciones violentas; sin embargo y a pesar de que la gran mayoría de los actores sociales siempre preferirán los paulatinos cambios que se dan gradualmente, tenemos que reconocer que -—con suavidad primero— se ha alertado a los ts’uules gobernantes del hartazgo de "Juan Pueblo"; y que se han hecho recorridos por todo el Mayab para llamarlos a conciencia para que abandonen sus tradicionales demonios: el robo y la traición a sus gobernados. Sólo después de negarse a abrir sus oídos y aflojar las cadenas de la miseria, nuestros héroes libertarios se han rebelado. Todas las voces que disienten en el Mayab, tradicionalmente pacíficas, han preferido siempre que las instituciones sociales del sistema corporativista mexicano y de Centroamérica, den paso a reformas progresistas que permitan a nuestros conciudadanos deshacerse, sin violencia, de los malos gobernantes; sin embargo, con pesadumbre vemos que las reformas realizadas van en detrimento de nuestra organización social, de nuestras economías familiares y de nuestras posibilidades de supervivencia. Cada vez hay menos posibilidad de un término pacífico para este orden de cosas, pues las instituciones sociales hace mucho que están secuestradas por los poderes fácticos del capital corporativista. Y ante esta desesperante situación ¿qué nos resta a los hombres que sostenemos familias, en México, la península y en toda Centroamérica? Sólo un camino: La rebelión, en primera instancia, del pensamiento. No sería la primera vez que la sensibilidad mayor de los hombres de esta latitud tomen la iniciativa revolucionaria: recordemos lo sucedido en Valladolid, Yucatán, el 4 de junio de 191010. Por todo lo anterior ponemos especial énfasis en notificar a los ts’uules gobernantes que sus ideas corporativistas perecieron con el siglo pasado, el XX; que los tiempos profetizados se han cumplido y sus ideas están sepultadas en el seol de la ineficiencia económica. Llegó el momento de cambiarlas o perecer con ellas. No tiene más caso recurrir a la represión contra nosotros: las voces de la mayoría con toda razón disienten. ¡Sus ideas han muerto!

social y educativo, que llevó a cabo durante su gobierno revolucionario, además del compromiso que sostuvo con el bienestar de los indios mayas y por su enfrentamiento con los hacendados del estado, durante la etapa revolucionaria. 10. La primera chispa de la revolución de 1910 estalló en la ciudad de Valladolid, Yucatán el 4 de junio de 1910. La rebelión estuvo organizada por Maximiliano R. Bonilla y otros dirigentes del Centro Electoral Independiente, frente antirreeleccionista, contrario a la dictadura porfiriana representada en el Estado por Olegario Molina, rico comerciante y miembro prominente de la elite henequenera, ex gobernador, entonces ministro en el gabinete de Porfirio Díaz, y quien se perpetuaba en el poder a través de un "hombre de paja", Enrique Muñoz Arístegui.

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Primera parte

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Entonces los discípulos le preguntaron: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?" Él respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas; pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre". Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista. Mateo 17:10-13

No atinaba a comprender el significado de lo que padecía desde tiempo atrás, mucho tiempo a decir verdad. Desde pequeño le han asaltado extrañas sensaciones que se suceden día tras día, de "haber estado aquí antes"; es un aficionado a "pueblear", o cómo siempre le habían ayudado a definir ese término: acción de recorrer con fines turísticos los pueblos y lugares típicos de la zona maya, en especial la comprendida en la península de Yucatán, por lo que constantemente le parece reconocer lugares por donde nunca ha pasado. Corredores y columnas que bordean las plazas principales de los municipios, contemplar el lento caminar de los grandes relojes que se asoman en las cúspides de los palacios municipales; descender por las frescas y oscuras oquedades de los cenotes y bordear en contemplación las aguadas subterráneas que abundan en esta planicie yucateca, tanto como perseguir las voces fantasmales que aun permanecen en los vestigios de las antiguas haciendas henequeneras, algunas ya restauradas y todavía en manos de la misma gente de siempre, contrastando con aquellas otras, ahora convertidas en ruinas. En muchas de esas ruinas, y en cada recorrido, aun cree escuchar el ensordecedor ruido de la maquinaria desfibradora y puede paladear el denso olor a pulpa machacada en las bagaceras, que poco a poco va invadiendo el ambiente; son claras las sensaciones de haber vivido anteriormente esto o aquello, han sido tantas veces, desde joven, desde niño, desde siempre las ha presentido, sin saber el por qué, la memoria se le llena de aletazos de olor, de sonidos que se trepan uno sobre otro para abrir la llave de su memoria, y claro está que lo que ahora le da vueltas nuevamente es aquello que siempre ha estado ahí: el recuerdo de cosas que no deberían ser recordadas. Él sabe que no ha estado ahí, que no son memorias de esta vida. Tal vez han sido ya demasiadas las experiencias similares, que de alguna manera, ya no llaman tanto su atención, salvo, de cuando en cuando; seguido, le parece reconocer a alguna persona que nunca había visto antes, y que estimula su curiosidad. Esa familiaridad con que, más que ver, siente con anticipación algunos de los hechos que se van sucediendo a su alrededor. Nunca ha podido explicarse a totalidad las paranoias que a veces le acometen. Como cuando mira los grandes muros de las casas señoriales de su tierra, de su Yucatán empobrecido; casonas con el penúltimo Canek

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jardines bordeados de palmeras y buganvilias de variados colores, altos empedrados inaccesibles —de élite—, y siente el ímpetu irrefrenable de derribarlas. La comprensión le llegó cuando tuvo oportunidad de leer el episodio vivido por Felipe Carrillo en Dzununcán, ahí se abrió el entendimiento, y aún con ello y hasta el día de hoy, continúa la indignación rascándose la culpa; la necesidad de acabar con ello; el irrefrenable dolor en la cabeza, los latidos en las venas que le impelen e impulsan a violentarse. Recuerda sin explicarse las razones de algunas pobremente justificadas acciones que le brincan en la memoria corporal, como las tundas obsequiadas —y obsequiosas— por su madre por regalar sus zapatos, aquellos tenis con arco soporte orondamente lucidos desde su adquisición en la zapatería Roma de Mérida, a aquellos simpáticos niños indígenas, cuyos padres laboraban en las haciendas henequeneras de sus familias. ¡A qué vienen esas memorias! Esos impulsos repentinos e incontenibles para regalar sus adoradas mascotitas, radiantes perrillos malixes recogidos por aquí o por allá, como un generoso desprendimiento o una práctica de vida cotidiana; dar al que necesita. Porque Jesús sentía el deber de hacerlo, la amortajante necesidad de compartir, constantemente e impulsado por fuerzas superiores a su voluntad. (¿De quién es el recuerdo que salta de letra a letra, de mente a mente, de la mente hacia la hoja y de la letra a la boca?). Si es necesario mencionarlo, para qué nos hemos de detener ahora. Se ha de apuntar que en todas las situaciones de sociabilidad que se le han presentado en la vida, ha sentido el deseo incontrolable de guiar a las personas que siempre lo han rodeado, que han permanecido con el paso de los años debajo de la sombra, como refrescando las heridas del alma; aquellas personas que buscan siempre ser lideradas, y él tuvo que aceptar ese destino, y acaudillarlas, hacerles entender que al igual que a los sabios ancianos de la antigüedad maya de estas tierras, era necesario seguir la letra de los chilames, seguir sus consejos merced al conocimiento acumulado, debido a las muchas horas dedicadas al concienzudo estudio, imbuido por su padre. Desde tempranas épocas, los chiquillos de las haciendas de Chinquilá y de San Francisco Dzon, ubicadas en el centro de la zona henequenera de la península, le acompañaban en ruidosas algazaras mientras los acaudillaba con rifle en la mano; y la idea prendida en el ala del sombrero; pues su padre se esmeró desde su niñez en enseñarle actividades propias de líder, se le sembró semilla y se le tendió en el campo, para dominar la cacería como la comunión de la selva y el equilibrio, aprender asimismo de la hermética de las artes marciales que impulsaran en él la técnica, tanto como el autocontrol con base en la meditación. 10

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Recuerda que sus primeras presas fueron cobradas con un rifle Mendoza, calibre .22, a las que los solícitos amiguitos mayas recogían con gran riesgo, después de haber sido derribadas por su líder, con certeros disparos. Ya luego las piezas cazadas fueron mayores, como mayores tienen que ser los retos de aquel que va creciendo; y fueron cobradas con un pequeño pero pesado rifle 30-30, después de penosas correrías tras el animal. ¡Qué son aquellos recuerdos que brincan por el tiempo! Espirales de ilusiones, remolinos dorados del pensamiento, claroscuros mentales en que nos hemos situado una vez y otra más, ésta mi infancia y aquella infancia suya. Nuestro conjunto que somos uno mismo, nuestra dualidad en que nos hemos reconocido a través de la noche. Tengo 33 años, uno noventa metros de estatura, noventa y cinco kilos de firme musculatura, la piel curtida por el sol de las correrías campiranas y ojos claros, verdes como la turquesa... olvidaba decirles que mi nombre es Jesús, Jesús Sánchez, nativo de esta amable y calurosa tierra del faisán y del venado,cantero11 de profesión y por mote, la gente que me conoce, me llama Yaax Ich, por mis ojos claros. Aún no puedo explicar con claridad, pese a tantos y tantos años de estudio, lo acaecido a lo largo de mi actual vida y la de Arcelia ¿o he de decirle de una vez y para que nos quede claro, Alma?; esa dulce y combativa joven que conocí, guiado por el destino, por todas estas distintas vidas en que he dejado de presentirme y en la que —y estoy cierto—, nos hemos encontrado al menos en dos ocasiones, a través de los tiempos, venciendo la muerte terrenal. La única explicación plausible para todo lo vivido con ella, lo sentido y recordado con insistencia, es que la vida y la muerte se suceden. No termina una con la otra. Interminablemente tienen un ciclo casi desconocido por la humanidad y que apenas ha sido estudiado por aquellos que ven más allá de las conciencias ennegrecidas de la fe inculcada cuando menos por nuestra cultura occidental. Se trata de un ciclo que tiende a renovarse una y otra vez pese a lo que digan en contra, los sesudos científicos y teólogos de este tiempo. Antes de proceder a narrarles los casi inverosímiles hechos acaecidos en torno a mi vida y la de Arcelia, tendremos que hacer un breve paréntesis para recordar un poco del estudio y conocimiento que existe actualmente sobre la reencarnación, tema considerado tabú en las sociedades occidentales adormecidas. Y con el fin de poder comprender los hechos que les narraremos, que para algunos pueden quizá considerarse hechos difíciles de creer, por la naturaleza de los mismos, dado el mucho desconocimiento al respecto, y a que pululan muy malas interpretaciones, consecuencia del escepticismo imperante 11. Persona que se dedica a extraer la piedra de las canteras o a labrarla para las construcciones.

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en los albores del siglo XXI, necesario es que nos situemos en un preámbulo. Abramos el tercer ojo, el del raciocinio de nuestro subconsciente. Derivadas de las más insulsas conversaciones con nuestros amigos o compañeros del trabajo, con relativa constancia escuchamos o leemos, comentarios de pesadumbre exculpándonos por las transgresiones que hemos cometido contra las leyes cristianas; debido a las creencias católico-romanas ampliamente difundidas, siempre nos preguntamos con aflicción: ¿Cuál será la razón por la que la divinidad me castiga con estas penalidades? O ¿Qué malas acciones y pecados habré cometido, en otras vidas, que me están haciendo pagar ahora? Cuando no investigamos al respecto y nos quedamos inmersos en la carencia de conocimiento, esperamos que realizando buenas obras, nuestra trinidad misericordiosa, mediante confesión con el cura, pretenda pasar por alto nuestras transgresiones de ley y nos premie, al final, con el paraíso celestial -o sus derivados-, o nos castigue con los tormentos del infierno de fuego eterno, por no ser perfectos como la trinidad lo es, esa aspiración soberbia (a imagen y semejanza, dicen). Increíblemente, aún adentrados en el siglo XXI, la era del espacio, la de la conquista de la galaxia, seguimos pensando de esa manera dogmática y seguimos escuchando voces similares por doquier. Simultáneamente, ciertos desadaptados sociales o iluminados, como quieran llamarnos, a diferencia de las mayorías, estamos convencidos de que esos son errores, y por ello seguimos los vestigios de las propias historias, de la senda que, para nosotros, está iluminada al final; iluminada por los testimonios ignorados de tantos y tantos seres, testimonios oscurecidos con el propósito de la clerecía, de hacer permanecer las viejas supersticiones y los falsos dogmas, en un ejercicio paulatino de adaptación y ciego acto de fe, para que al fin, caigamos en cuenta y quedemos convencidos de que las creencias impuestas por Roma, no son lo que nos han contado por más de 2,000 años. ¡El devenir de la vida tiene cauces muy diferentes a lo aprendido fanática y doctrinariamente!; escindiéndome de ello, sé que mi misión en esta vida es mostrar a mi gente, a mi tierra y al mundo, al nuevo Kukulkan, al nuevo Canek, al mensajero de Itzamná, parido desde el interior del cosmos. Un ser sucesivamente purificado por sus vidas anteriores y por el martirio, al nuevo personaje que mirará más allá del horizonte y que viene a preparar el camino para otros muchos, como hace el pájaro Pujuy en el campo para los hombres del Mayab que lo recorren; un ser que transformará este siglo en una nueva era de regeneración, de decantamiento vital hacia un mundo mejor. "Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de un lecho, sino que la pone sobre un candelero, para que los que entren vean la luz.

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Pues nada hay oculto que no quede manifiesto, y nada secreto que no venga a ser conocido y descubierto". Lucas 8, 16-17

Ese nuevo hombre surgido con este siglo XXI, pleno de confianza en sí mismo, conocedor de los secretos del arco iris, regenerado y parcialmente purificado, deberá caminar por el sacbé marcado por el destino, como una lámpara en la oscuridad irá llevando luz a sus semejantes, llevando el conocimiento adquirido durante siglos de permanencia testimonial de los hechos acaecidos en la gleba. ¡Es tiempo!, ¡ya es la hora!, de que todos los hombres en el Mayab descorramos el velo que nubla nuestra vista. Es el momento de que al fin obtengamos las respuestas a los siempre controvertidos y constantes cuestionamientos que nos han perseguido durante todas nuestras precarias existencias: ¿Para qué hemos venido a este mundo y con qué objeto? ¿Nuestro origen son las lejanas galaxias, o ha sido de otros lugares o dimensiones? ¿Qué objeto tiene el venir a vivir a este mundo para sufrir durante toda la extensión de nuestras vidas? Si al término de nuestros años de todas formas todos vamos a morir, entonces, ¿para qué nos esforzaríamos por tratar de ser mejores con los demás o de llevar una vida plena de valores? ¿Es necesario morir por siempre, o podremos resucitar como Lázaro?, o ¿será posible la reencarnación? Y ¡Qué ansiedad! Si reencarnaramos en una planta o en una vaca como piensan los hindúes ¿Qué pasaría? ¡La reencarnación es posible!, es una realidad que no necesita de nuestra fe para que ocurra. Es algo que sucede invariablemente. Ahora podemos afirmarlo, hagamos un esfuerzo por considerarlo. A veces nosotros mismos no lo creemos pero es cierto. La he estado experimentando toda mi vida, y Arcelia también ha vivido toda esa vasta cantidad de experiencias sensoriales e intuitivas. Los dos somos testigos el uno para el otro de que la certeza y veracidad de nuestras historias.12 Por eso creemos firmemente que la reencarnación es una de las normas que la divinidad ha dispuesto para que pueda regirse el universo a través de sus leyes no escritas, evangelios y postulados. Es uno de los engranes de esta gran maquinaria de orden y decantamiento universal. La reencarnación es la doctrina a través de la cual a todos los seres humanos se nos ofrece la posibilidad de que podamos comprender tanto cuestionamiento surgido en el pasado y que hasta ahora ha quedado sin respuesta, respecto de las desigualdades sociales, raciales, 12. Tradicionalmente, la prueba testimonial ha sido el pilar de los medios probatorios, pues al igual que la confesión son las más antiguas. En el derecho egipcio, babilónico, griego, romano, judío e hindú, y también en la edad media, por la poca divulgación del documento, fueron consideradas como la prueba principal; se decía "que el testimonio de dos o tres personas es suficiente" que los "testigos priman sobre escritos", y según Benthan "Los testigos son los ojos y los oídos de la justicia".

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culturales y económicas que existen en nuestro mundo y que han permanecido a través de los siglos. Y que amainan su intensidad en cuanto nos acercamos a la luz del conocimiento. A través de la doctrina de la reencarnación el género humano y sus congéneres del mundo exterior, podrían comprender mejor los superiores designios del Di()s en el que creen; un Di()s bondadoso que en su misericordia provee a todos los seres creados de los recursos y de todas las oportunidades que necesitan para que, remontándose a través de sucesivos períodos de existencia, puedan adquirir paulatinamente el conocimiento necesario para ir evolucionando mediante la toma del rumbo de la mejoría y la purificación. Desde luego es un camino lleno de obstáculos, que acrisola el espíritu sucesivamente, lo templa y lo va forjando cada vez más fuerte,en la medida que nos vamos despojando de nuestra humanidad y de su mundanalidad consecuente para que, al fin, el resultado, el producto, pueda ser regresado a nuestro creador, ya sublimado en un estado de perfección: pneuma regresando a su exhalador. Veamos... Samsârâ, es el término hindú que describe la acción de reencarnar. Se representa como una rueda en continuo movimiento o como una serpiente que se muerde la cola; como el mítico Uróboros que pasa a través de las vidas por las que se desarrollan todos los seres, abarcando cada una de las fases que conforman su existencia: desde el nacimiento, pasando por el crecimiento, el aprendizaje, el desarrollo, la madurez, la muerte, continuando así, hasta la próxima encarnación. A cada ser humano se le asignan varias existencias y terminado el ciclo de vidas sucesivas, si no se ha logrado la autorrealización y una mejoría del ser, se gira hacia la izquierda descendiendo dentro del reino animal. El ascenso evolutivo, una vez la esencia queda libre de menos egos e imperfecciones, se realiza por la derecha de la rueda de Samsârâ. Rueda de la evolución y de la involución. Por la derecha asciende Anubis, evolucionando y por la izquierda desciende Tiphón involucionando. "El descubrimiento de la Reencarnación me trajo la paz; me gustaría comunicar a los demás la tranquilidad que da el poder ver lo larga que es la vida". Henry Ford

LA

REENCARNACIÓN EN LA HISTORIA.

Oteando ligeramente al interior del baúl de la historia podemos encontrar en diferentes civilizaciones, especialmente las asiáticas, una y otra vez, la permanente creencia en la doctrina de la reencarnación. Ésta ha sido una creencia ancestral y ha permanecido en forma constante en las más grandes culturas antiguas, tanto en las asiáticas como en las europeas. El concepto siempre ha conformado una 14

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constante de esperanza para los creyentes y como una manera absolutamente natural de ver la continuidad de la vida y la muerte. Como un Uróboros de los tiempos, una rueda que gira para reiniciarse continuamente, como la serpiente ancestral mordiéndose la cola, en la cosmogonía maya: al final de la rueda de los katunes, conformando así, prácticamente, la doctrina principal de todas las grandes religiones de la antigüedad. No podríamos pasar por alto que la doctrina de la reencarnación, también fue una firme creencia de los grandes clásicos de la filosofía griega como Sócrates (teoría de la metempsícosis), Platón (teoría de la reminiscencia), Pitágoras (orfismo), o Apolonio de Tiana, por mencionar algunos, según se desprende de los vestigios de sus escritos. Y de la cultura judía también. Especialmente de Jesús de Nazaret y de sus primeros apóstoles y discípulos que la conocían, como podemos leer en los versículos que anteceden a este capítulo y, muy probablemente, por lo que se desprende de los evangelios y las demás escrituras, la cristiandad en sus orígenes creía en ella. También es muy probable su predominio a través de los primeros cinco siglos de religión cristiana por Europa y África, según escritos de los grandes padres originales: "El Alma vive más de una vez en cuerpos humanos, pero no puede recordar sus experiencias anteriores". Diálogo con Trifo, Justino Mártir (100-165 D. de C.).

"En las obras y los milagros de nuestro Salvador hay misterios ocultos que no se pueden interpretar imprudentemente y según la letra, sin que caigamos en el error y aceptemos graves faltas. ¿No habré llevado ya otra vida en otro cuerpo antes de que entrase en el vientre de mi madre?" San Agustín (354 - 430 D. de C.)

La doctrina de la reencarnación fue un concepto básico en el pensamiento de los cristianos primitivos. Existen innumerables escritos que así lo comprueban, tanto de la gente cercana a Jesús de Nazaret, como de los primeros patriarcas de la Iglesia. La caída en desgracia de la doctrina tuvo su inicio en el año 321 D.C. cuando regía al imperio romano. El emperador Constantino, por quien no fueron bien recibidas las tradiciones de la iglesia, ni las apreciaciones críticas y las enseñanzas sobre la doctrina de la reencarnación que nos legaron aquellos primeros patriarcas de la iglesia cristiana primitiva, lo que puede constatarse, por los últimos descubrimientos documentales realizados. Ahora se sabe que fue Constantino quien movió sus imperiales influencias a fin de borrar de la historia sagrada y de las copias existentes de los sagrados evangelios el penúltimo Canek

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originales, una de las más trascendentales verdades: la doctrina de la reencarnación. También, el emperador Justiniano I anatemizó el concepto de la reencarnación, ya que a su vez influenció en un concilio realizado del 5 de mayo al 2 de junio del 553 D. de C. en Constantinopla, secuestrando y encerrando al papa en Roma y ¡supliendo al supremo pontífice, para presidirlo! Más que llamar la atención, sorprende que solo hayan referencias al hecho y que no existan actas oficiales de ese concilio, porque según la iglesia católica romana "se extraviaron"... En aquel sínodo espurio en Constantinopla fueron condenados quince postulados de Orígenes, entre ellos estaban: La preexistencia de las almas, la reencarnación, la eternidad de la creación, el pecado original, la procedencia del Hijo, la liberación final de todos los pecadores del infierno... Además en el concilio se promulgó una ley que, entre otras cosas decía: "Todo aquél que sostenga la mítica idea de la preexistencia del alma y la maravillosa opinión de su regreso será anatemizado. Si alguien dice, o piensa, que las almas de los hombres preexisten y que han sido anteriormente espíritus y virtudes (potencias santas, y que han obtenido hartura de la contemplación divina; que se han pervertido y que en consecuencia el amor de Dios se ha enfriado en ellos, a causa de lo que se les ha llamado almas (soplos), y que han sido enviadas en cuerpos como castigo: que sea declarado anatema". Segundo Concilio de Constantinopla 5 de mayo - 2 de junio de 553

Este concilio por demás sui géneris, mencionado arriba y durante el cual el supremo patriarca estuvo encarcelado en Roma y que fue presidido por ¡Un emperador laico!, hasta el día de hoy carece de testimonio válido, en virtud de que sus actas "desaparecieron". Es decir que el emperador Justiniano I retuvo al Papa Virgilio en Roma, quien debía presidir el concilio; ese papa aceptaba las enseñanzas de Orígenes en la reencarnación, él era padre de la iglesia, teólogo y el más famoso comentarista bíblico de su época, por lo que no acató la validez de dicho concilio, al igual que tres de sus sucesores, los papas Pelagio I, Pelagio II y Gregorio I o Magno, quienes también ignoraron los mandatos del concilio del año 553, hasta el año 604, año en el que otro papa, Sabiniano, para evitar el cisma o por política de conveniencia, reconoció el concilio. Resumiendo: La doctrina fue erradicada totalmente del cristianismo por los dos emperadores romanos ya citados: Constantino y Justiniano I, no por las supremas autoridades teológicas. Posteriormente, a la llegada de la edad media, que fue toda una época de oscurantismo, la doctrina de la reencarnación fue ocultada durante siglos y perseguida por los dogmáticos religiosos de la clerecía católica romana, que enseñoreó un gran poder político y social en toda Europa y parte de Asia. 16

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Como consecuencia de estos hechos históricos, demasiadas son aún las personas que tienen aversión al concepto y a la idea de la reencarnación, tomándola como una excentricidad asiática, debido al conocimiento tan limitado que tienen de los conceptos del tiempo y del espacio, ya que al estar formados desde siempre en la católica creencia de una sola vida humana que acaba con una sola muerte, nos inspira desconfianza si no es que nos atemoriza la idea de vivir varias vidas sucesivamente, aferrándonos en nuestra ignorancia, al dogma conocido y a la tradición. ¡Arcelia y yo damos testimonio y juramos que esto es falso! y que la reencarnación es cierta. A lo largo de toda la historia el testimonio juramentado de dos testigos, hace de un hecho narrado, algo veraz. Recordemos que tradicionalmente, la prueba testimonial al igual que la confesión, han sido el pilar de los medios probatorios. Encerrados en las fábulas clericales, nunca nos molestamos por investigar, ni por ver qué hay de verdad en estos relativamente nuevos y desconocidos conceptos. Por lo pronto, me he dado cuenta. He despertado y no hay más duda en mí de que está más que cercano el día en que los seres humanos en general, y los hombres del Mayab en particular, seamos conscientes de la verdadera grandeza de nuestros destinos. De que con esa conciencia sabremos despojarnos con mayor fácilidad de todo aquello que nos envilece y rebaja nuestros tamaños; las ambiciones, los vicios, el temor a lo desconocido y al cambio, el temor a explorar nuevas ideas. Repetidamente he visto como los hombres pretendemos ignorar las rutas que se nos ha marcado para nuestros destinos y por ello, vivimos inmersos en el yerro y en el oscurantismo, renegando de nuestras propias vidas, por ignorar que éstas conforman una más de las muchas oportunidades que Di()s, en su infinito amor, nos ofrece a través de la reencarnación, para la purificación de nuestro espíritu, y para continuar viviendo con él y en él, más allá del tiempo y el espacio, mientras dure la eternidad. "Mientras no seas consciente de la ley infinita del morir y volver a ser, eres meramente un vago invitado en un mundo oscuro". Johann Wolfgang von Goethe

Los seres humanos debemos cambiar nuestro paradigma y siempre tener presente que la existencia actual de la que disfrutamos es parte de una intención utilitarista. No es un fin en sí misma, sino sólo un medio para alcanzar un objetivo muchísimo más elevado, que es el de evolucionar hacia la perfección.

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"Yo me produzco entre las criaturas. Existe un declive de la virtud y una insurrección del vicio y de la injusticia en el mundo, y así yo me reencarno de era en era, para la preservación del justo, la destrucción de la crueldad y el establecimiento de la verdad". Krishna en el Baghavad-Gita

Entonces, tal como traté una vez, -la que recuerdo-, esteremos en posibilidad de gobernar y gobernarnos según las leyes de la divinidad que rigen en nuestro universo y en nuestras propias vidas, y así poder vivir armónicamente, en paz con la naturaleza y entre nosotros; al interior de nuestra sociedad, que deberá adelantar en el tiempo, sus leyes y los mecanismos adecuados para su debido cumplimiento. "Más tocante a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído las palabras que Dios os tiene dichas: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Ahora pues, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos". Mateo 22:32 Reina-Valera 1960

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El Karma es otra de las voces que les quiero compartir; describe al lastre o consecuencias producto de cada acción negativa que realizamos y de las cuales debemos despojarnos para progresar espiritualmente hasta la evolución que ya les he mencionado. Al estar en posibilidad de alcanzarla podremos desvincularnos del Uróboros reencarnatorio en los mundos físicos. La ley del karma es de total causalidad. Es una ley de causas y efectos que implica que todas nuestras acciones: mentales, físicas y verbales, son las causas y nuestras experiencias son los efectos correspondientes. La ley del karma explica por qué cada persona posee una actitud mental característica, una apariencia física determinada y unas experiencias únicas. Las acciones experimentadas representan los efectos de las innumerables acciones que cada individuo ha realizado en el pasado. Y se puede inferir que al no existir dos personas que hayan realizado las mismas acciones en vidas pasadas, ninguna puede tener las mismas disposiciones mentales, ni las mismas experiencias o características físicas que otra. Cada ser de la creación, —no solo los de este mundo—, poseen su propio karma. Algunas personas están enfermas permanentemente y otras disfrutan de gran salud; unas tienen un físico fuerte y envidiable y otras son débiles y poco atractivas; algunas siempre están sonriendo y son amables y otras siempre están de mal humor y son hoscas; algunas más, comprenden con facilidad el significado de la terminología y los conceptos de las enseñanzas espirituales, pero otras personas, las encuentran difíciles de interpretar e ininteligibles. Como consecuencia se puede llegar a deducir que cuando los seres humanos tomamos conocimiento y comprendemos su verdadero significado, luchamos con todo nuestro ímpetu, tratamos por todos los medios de conseguir romper las cadenas invisibles que nos atan a ese proceso, por lo mismo, nos conducimos de mejor manera y adoptamos actitudes de generosidad, legando solo acciones benefactoras y amorosas, hacia los seres que nos rodean. La reencarnación es más que, solamente un dogma o un simple artículo de fe, es una profunda convicción que se va arraigando en nuestras creencias, que dispone la máxima utilidad para todos los hombres, pues está estrechamente atada al famoso principio fundael penúltimo Canek

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mental de Eráclito de Éfeso, relativo a que: "Todo pasa, nada permanece" a partir de lo cual podemos colegir, que no está sujeta a la muerte. Sólo el Gran Arquitecto del Universo es inmutable e inamovible, todos los demás seres de la creación pasamos una y otra vez, sin cesar, por los personajes y los papeles que nos toque ocupar en su momento, en cada ocasión que el destino nos marque. Nuestros personajes transitorios nos hacen totalmente responsables de las consecuencias de nuestras malas actitudes o de nuestros méritos que se vayan sucediendo. Determinando de esta forma, la buena o mala calidad de nuestra futura existencia y el rumbo de los nuevos renacimientos que tendremos sucesivamente. Cuando comprendemos a plenitud el concepto de que una sola existencia en esta tierra no será lo suficientemente relevante para el acercamiento pleno a la unión con la deidad, comprenderemos también que es absolutamente indispensable tener más de una vida que nos permita progresar hacia nuestra completa purificación. Los malos deseos y el desconocimiento son los dos grandes obstáculos para llegar hasta la ilustración; y como nosotros, el género humano, casi nunca estamos dispuestos a cambiar nuestros modos de vida y a enderezar nuestros senderos, incurrimos sucesivamente en el Uróboros de la vida. Siempre acotados por las penalidades y las aflicciones que son consecuencia de llevar a cuestas, como el Pípila, la pesada piedra del lastre de nuestro karma, por lo cual no nos queda más remedio que aceptar nuestra actual situación, ya sea miserable o encumbrada. Pues ya sabemos, que en una sola existencia transitoria, nunca podremos abandonar nuestra situación para cambiarla por otra, por ser demasiado breve. Pero sí podemos sobrepasarla a fin de que en la próxima no preservemos nuestra carga kármica aunque nos sintamos como derrotados en esta vida presente. Es muy importante recordarlo: así como la muerte, la reencarnación también nos rige a todos los seres vivos, sin excepción. Según los lamas tibetanos cuando estamos completamente iluminados podríamos elegir en qué circunstancias se pueden dar nuestras siguientes reencarnaciones, e inclusive, elegir el país y aún, el sitio exacto de las mismas. Vale la pena mencionar que existe la posibilidad de que lo reencarnado pueda realizarse en más de un solo cuerpo, por ejemplo: el espíritu en un cuerpo determinado, el alma en otro cuerpo aparte, y la palabra, aún en un tercero. Cuando por alguna razón no podemos acabar las misiones encomendadas en nuestra actual existencia, como en los casos de muertes repentinas, como sucedió con Emiliano Zapata o conmigo, en mi vida anterior como el penúltimo Canek: Felipe Carrillo Puerto, tendremos que hacerlo en la siguiente vida, para completarla. De ahí, 20

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la importante labor de ciertos monjes tibetanos, los Karmapas; cuya misión es buscar y descubrir a la presunta criatura en la que ha reencarnado el anterior lama muerto, para devolverla a su templo, reeducarla y hacer que recupere la anterior personalidad que perdió con la muerte. Se les llama Tulkus y reencarnan en su totalidad en un solo cuerpo, del cual se valdrán para acabar la misión identificada como meta. Como ejemplo de lo anterior está mi propia actual vida; y por supuesto el caso del niño español Osel Carmona nacido en las Alpujarras de Granada y del cual, en los años 80s, se escribió muchísimo: al ser descubierto como la reencarnación de un lama importante llamado Yeshe, quien antes de morir en los Estados Unidos, declaró de que se reencarnaría en un lugar del sur de España. Fue reconocido por el Dalai Lama como tal y por lo mismo fue instaurado como abad del monasterio que erigiera en su anterior encarnación. El nacimiento y la muerte son dos circunstancias que nos hacen a todos iguales, a ricos como a pobres, a hombres como a mujeres. Todos tenemos la oportunidad para mejorar, Di()s dispuso leyes de equidad extraordinarias, a fin de darnos a todos las mismas oportunidades para estar en posibilidad real de alcanzar el progreso evolutivo de toda la creación. Por ende no nos debe de importar nuestra actual condición física, aunque ésta disminuya nuestras facultades. Siempre debemos esforzarnos al máximo para crecer espiritualmente, ya que debemos pensar que en la actualidad, somos la consecuencia o el resultado de lo que fuimos en la vida anterior y mañana seremos todo lo bueno o lo malo que logremos realizar en la presente existencia. "Todos volvemos, esto es lo que realmente da sentido a la vida y no debe crear el problema de la diferencia insignificante sobre, si recordamos o no, nuestra vida anterior en una nueva reencarnación. Lo que cuenta no es el individuo ni su bienestar, sino la aspiración hacia lo perfecto y lo puro que prevalece en cada reencarnación". Gustav Mahler

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Soy Arcelia Carmona y como les narrara Jesús, durante mucho tiempo no atinábamos a discernir lo que pasaba en nuestras vidas. A veces, simplemente leyendo un libro o tan solo caminando por las calles de Guanajuato o las de México, D.F. tenía regresiones a imágenes y recuerdos no acaecidos en mi vida, cuando menos, no en esta. Experimenté en diversas ocasiones, desde muy chiquilla, la incomodidad de estar reprimida en un cuerpo que comenzaba a darme cuenta de que no era el mío. De vivir en una época en la que no encajaba, y sentía la necesidad de expresar cosas que Arcelia no debería decir o pensar. Me sentía asediada por emociones ajenas a mi pensamiento, atacada por la ambición de nuevamente gozar cientos de lugares que recordaba con gran claridad sin haberlos recorrido corporalmente. Las sensaciones que mellaban mi alma, al enterarme del día a día en un país como el nuestro me hacían rabiar, me dolían en los nudillos, en las clavículas, en los párpados. No podía descansar y fue entonces que traté de entender estas sensaciones. Soy inteligente, avisada, y abrí los sentidos para reconocer que todo esto ya lo había pasado, lo sé, en mi interior, muy adentro. Todo lo que escucho, todo lo que leo, todo lo que veo, despierta en mí múltiples emociones evocadoras, acciones reprimidas a duras penas. Mil veces me he preguntado ¿Por qué me sucede esto? ¿Hacia dónde me llevarán estas emociones?... Al cabo del tiempo y con la ayuda de Jesús Sánchez, al fin sé lo que está pasando y es lo que todos los seres en nuestro derredor ven pasar, ignorándolo. ¡Estoy de nuevo aquí!, soy una persona que no quiero ser, en un cuerpo en el que no quiero estar, este cuerpo desobediente me impide ser quien en realidad soy. Esta nimia existencia encarcela al ave libre que llevo dentro. He llegado a la conclusión después de mucho analizar, contrastar y atestiguar con Jesús, que la gran tarea de nuestras vidas es aprender, transportarnos a la divinidad a través del conocimiento. Y me descubro con las ideas abiertas, mirando con ojos novísimos, las antiquísimas historias de mi vida. Como seres humanos, nacemos sin saber de la luz. La oscuridad de la vida terrena clausura la mente, la oscuridad de lo cotidiano, de las tradiciones falsas que nos inculcan. Somos ciegos guiando ciegos, y tenemos que salirnos de esa fila de la educación incompleta. Sabemos tan pocas cosas, nos negamos a seguir aprendiendo. Ponemos infinidad 22

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de limitaciones a nuestras posibilidades de conocer las verdades de nuestro cosmos. Olvidamos que solo gracias al conocimiento de esas verdades podremos ser realmente libres; libres para actuar, pensar, amar y adorar. Solo entonces podremos fundirnos con Di()s, y podremos gozar del descansar siendo parte de su sabiduría. Estar disponibles a regresar con el fin de enseñar y ayudar a nuestros semejantes a completar su viaje. Desde el venturoso día en el que me di cuenta que la existencia es algo maravilloso y más profundo de lo que me había hecho creer mi parentela actual y mi credo, he recorrido un largo trecho. Si abres los ojos encuentras el camino. Cuando reconocí a Felipe... o a Jesús Sánchez como en esta vida se le conoce, ya había pasado gran parte de mi vida y muchos capítulos de mi historia con él. Momentos e instantes que parecían copias exactas de lo vivido por él en el distante estado mexicano de Yucatán. Ustedes tienen que saber que mi nacimiento actual, en esta forma corporal, ocurrió en el estado de Guanajuato del mismo país: México. Con Jesús Sánchez tuve conciencia en forma repentina y sorprendente, de lo espiritual, soslayando todo lo material experimentado y deseado. Hasta el momento, y de modo inexplicable, empecé a revivir cientos de flash backs, regresiones mentales, de lo que parecían recuerdos de mis vidas anteriores, lo que ha hecho que mi vida de un giro. Memorias que tenía desde la infancia se han ido aclarando desde que, junto a Jesús Sánchez, lo hemos ido descubriendo. Él es mi testigo; jurídicamente, la prueba testimonial siempre ha sido la base de los medios probatorios, esto ya por sí solo comprueba que lo dicho es cierto. Con Jesús Sánchez empecé poco a poco, a descubrir la armonía existente entre la ciencia y la intuición, entre lo material y lo subjetivo y como resultado, mi actual vida volvió a cambiar y para siempre. Ahora compruebo que la ciencia y la tecnología son incapaces, por sí solas, de resolver nuestros cuestionamientos acerca de la vida, la existencia o la muerte. Por ello es que estoy preparada para soportar el embate de marejadas de escepticismo, que sólo cuando se emplean con iluminación y sabiduría, pueden ayudarnos a resolver esas inquietudes. Estas virtudes pueden actuar como catalizadores para permear en el conocimiento. Dudar, dudar y siempre, en busca de la realidad. Para hallarlas, tenemos que esforzarnos, aprovechar el poco tiempo que tenemos en nuestras vidas actuales y buscar los caminos que converjan hacia ese conocimiento, hasta encontrar el punto de equilibrio adecuado entre lo físico y lo metafísico, entre lo material y lo espiritual; Jesús Sánchez y yo creemos y estamos convencidos de nuestra creencia. Después de tanto buscar una explicación a lo que nos sucedió en nuestra vida anterior y la presente, sabemos que el penúltimo Canek

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seguimos ligados por una cadena indestructible que se llama amor. No es el amor que se pregona en las sociedades enfermas de propiedad privada. No es el amor que se mira en los medios de comunicación o se pregona con irresponsabilidad. Se trata de un amor total e incondicional, del que con certeza podemos afirmar que es la piedra del ángulo sobre la que se basan las leyes universales. Nuestro amor es el hilo a través del cual el supremo arquitecto del universo mueve el orden cosmogónico y los tiempos. El amor total e incondicional ha sido el núcleo de los mensajes de los grandes maestros a través de la historia. De los protagonistas de los más rememorados hechos. No me refiero solo al amor que nos une a Felipe… Jesús Sánchez y a mí desde siempre; un amor generoso, incorruptible, inmortal. Un amor más allá de las palabras que intenten dilucidar y abarcarlo como concepto. Un amor que se refiere en lo general, al amor que une a los hombres, más allá de los géneros, y los hace tomarse de la mano hacia el progreso común; ese amor que mueve a un ser humano para alumbrar el camino de los que le siguen, aún a costa de su propia vida, como un camino que marca el destino final de la purificación. Ese es el amor que descubrimos entre nosotros. Las palabras y las ideas contenidas en sus mensajes son frágiles semillas que han germinado, crecido y fructificado en la tierra fértil de nuestro ser a lo largo de estos años, hasta florear y convertirse en maravillosos capullos, que a su vez se abrirán y darán lugar al maravilloso y fuerte árbol del devenir de la vida. No cabe más duda para nosotros. El amor total e incondicional es posible y es real. Su verdad nos significa una cascada desbordante de meditación e inspiración que busca perseguir lo importante de nuestras actuales vidas: la purificación espiritual, la felicidad duradera, la paz en nuestros corazones, la existencia continua… y sobre todo, además de todo ese poder vivificante, la fuerza creadora que solo surge del amor total e incondicional, donde tiene su fuente, su nacimiento. Una fuerza creadora tan necesaria para la luz del intelecto, para iluminar las otras vidas. Es un torrente que con su gran poder nos impele a arrostrar las peores circunstancias, nos impele a sacrificar nuestras vidas temporales por los demás, como el amor del nazareno, como el amor de Felipe por sus indios y la mexicanidad entera, como el amor de Felipe por mi. ¿Alguna vez nos hemos preguntado qué cosa es el amor total e incondicional? ¿Con qué enorme magnitud puede medírsele? ¿Cuál es su materia esencial? ¿De qué extraña sustancia estará hecho? Desde la más infausta noticia que persona alguna pueda recibir: la muerte del ser amado. Y que me haya ocurrido justo cuando me probaba el vestido de novia que nunca usé, en ese memorable enero de 1924, aquel año que marcara mi desdicha, tanto la del pueblo maya, como la del pueblo yucateco, del mexicano, de América toda, del 24

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mundo entero. Y sin embargo, hasta ahora, no he dejado de maravillarme en cada vuelta que he dado a esta idea. He llegado a la más firme convicción de que solamente el amor total e incondicional puede dar la respuesta a todos los cuestionamientos vivenciales del ser humano. El amor total e incondicional es auténtico, es real, no es una mera idealización, no es una feliz suposición. Es la energía creadora que mantiene el cosmos, la fuerza vital que insufla energía a todos, la mano invisible que mueve en orden, los hilos del universo. Como partes resultantes de él, dentro de nuestros actuales cuerpos, existen entidades espirituales, hálitos del supremo, que son vestigios de su divinidad y eso, ha sido hecho solo por un amor total e incondicional. Nuestros espíritus son una pequeña fracción emanada de la divinidad; pneuma, su aliento, su soplo y como ella -la divinidad, el ser supremo-, el amor total e incondicional, será inmortal y atemporal. Y es así como lo hemos descubierto Jesús y yo. Con la percepción y la meditación nos hemos reconocido. ¿Cuál es la razón para no abandonar, al paso de las décadas, ni el recuerdo,ni la presencia de nuestros seres amados, que han pasado a otros planos, a seguir sus existencias en otras dimensiones? Es debido al amor total e incondicional. Por ese infinito amor, es que no nos encontramos sufriendo perpetuamente en este mundo, estancados en el proceso de purificación, y tampoco terminamos con la muerte temporal, sino que se nos ha permitido,continuar nuestras rutas. El amor total, en nuestras actuales vidas, comienza cuando nuestro espíritu busca, la unión con su todo, con la sustancia que lo originó, con la divinidad, y se continúa y plenifica en la acción amorosa para con todos los demás seres del universo. Todo el espacio intergaláctico está formado de esa energía vital, la energía básica que le da orden y perfecta armonía a su existencia y que mueve los hilos para su funcionamiento, es el amor total e incondicional, por ende, es el todo en el tiempo, en el espacio y es el todo en el cosmos. Llenando cada uno de los espacios abiertos. La energía del amor total e incondicional es tan poderosa que pulveriza nuestros más acendrados temores. Cuando ese amor inflama nuestros corazones no tememos al futuro, ni a las amenazas, ni a autoridad alguna, o al dogma, al clero, a los infiernos, ni a los demás. Somos capaces de enfrentarlo y soportarlo todo sin miedo. La fortaleza de un amor total e incondicional es la energía más poderosa y abarcante que pueda haber; es el componente primario del que están hechos todos los seres del universo y en particular los de nuestro cosmos. Es la materia esencial de toda la creación. La inmensidad del amor es total, sin límites espacio-temporales y es emanada por torrentes, sin condiciones de ningún tipo. La energía motora del amor total e el penúltimo Canek

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incondicional desciende de las cascadas del cielo,como relámpagos en las lluvias de felicidad que inundan el planeta. El amor total e incondicional magnetiza los cálidos imanes de nuestras almas, atrayéndolas como una enorme fuerza magnética, y hace de esta unión enlaces resistentes, e indisolubles. Es por el amor total e incondicional que hemos podido ser practicantes de todas las profesiones, militantes de todos los partidos y hemos sido ciudadanos de todas las naciones, en nuestros sucesivos regresos reencarnatorios. Partícipes de todas las naciones, de todos los tiempos, de las diversas sociedades. Hemos asistido a los grandes conflictos de esas personas que no reconocen el amor, que no son capeces de reconocerlo aunque lo tuvieran frente a sus narices. Nuestros espíritus provenientes de la divinidad, por amor total e incondicional, solo conocen de mansedumbre y paz, de bondad y desprendimiento: de fraternidad sin fronteras, y por él es que no distinguimos de credos o de razas, de color o de género. Es por él que nos sabemos parte de todos, que reconocemos que todos venimos de un mismo ser y hacia él tenemos que regresar. No podemos ignorar a los otros que forman parte de nosotros mismos. Y sabemos que ellos igual retornarán para poder encontrar la ruta y regresar al supremo dador. ¿Cuál es la razón para que llueva parejo, revivificando por igual al desierto que a los henequenales? Es por el amor total e incondicional del que somos parte todos los seres, todos los ecosistemas, todas las culturas. Es por el amor total e incondicional que podemos conocer, desde nuestra primera vida, lo que son el equilibrio espiritual, la armonía, la misericordia, la clemencia y la fidelidad, es por el amor que podemos reconocerlas, practicarlas y enseñar a practicarlas. El amor total e incondicional es el vehículo puesto a nuestra disposición, por el supremo hacedor para que nos guíe hacia el entendimiento de su divinidad y el paulatino entendimiento de su ser. Nos mueve hacia la virtud, hacia la paz, hacia la mansedumbre y la generosidad. Como el devenir de la rueda de los tiempos, el amor total se renueva permanentemente y se hace presente tanto, a través del entendimiento de la divinidad como entre nosotros. Es por el amor total e incondicional que el cosmos entero está repleto de una belleza sin igual; es por él que existe la plenitud de la verdad y el amor pleno en nuestro derredor; pero como vivimos existencias demasiado apresuradas, las dejamos pasar sin notarlas, sin darnos cuenta. El caudal original de la fuente del amor total e incondicional, es inagotable, su fluir no se detiene nunca, su afluencia no disminuye. El amor que se da incondicionalmente, es unidireccional, es la forma más cristalina de amar, es el amor que no espera nunca ser retribuido, no espera reciprocidad. Es total, es el más grande amor. Sintámonos libres 26

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de amarnos incondicionalmente, inconmesuradamente, sin ninguna cortapisa, ni límites, totalmente. No temamos hacerlo, no esperemos más de lo que nos ofrecen, y ofrezcamos mas de lo que se nos pide. No abriguemos más temores, pues nuestros espíritus eternos son partes resultantes de la divinidad, su emisión nos hace inmortales,nos hace los seres más amados y los más capaces de amar. No es necesario añadir nada a lo dicho. Todo es y todos somos producto del amor total e incondicional y este amor es inmortal.

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ANALEPSIS DE LOS ACTORES DEL MARTIRIO.

Puestos los cimientos de la comprensión de nuestras existencias actuales y de nuestros motivos, serán nuestros contemporáneos quienes procedan a contar algunos hechos aislados y acaecidos en nuestra vida anterior y que servirán de preludio para narrar los hechos actuales:

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1908 WILFRIDO CARRILLO PUERTO, MOTUL YUCATÁN. Las estaciones se sucedían vertiginosamente hasta los primeros días del estío cuando Felipe llegó en un bolán acompañado de mi padre, don Justiniano, arreando unas mulas cargadas con enseres domésticos a la plaza central de Motul de Yucatán, pues acostumbraba ayudarlo. En la plaza había un parque de pelota13 donde practicaban varios sujetos, amigos todos de nuestra infancia, quienes al ver a Felipe lo recibieron agitando sus gorras y con un chiflerío14 —clásico de estas tierras—, a manera de bienvenida. Felipe en vez de ponerse a jugar con los compañeros que lo recibieran, eligió dialogar con los ancianos que se asoleaban, como lagartijas, en las bancas de concreto que rodeaban el campo, esperando el mágico momento de abandonar este plano existencial de sus vidas para poder integrarse a la flora circundante, como el polvo que ya se presentían, creyendo tener encima de sus años a la bienvenida muerte que por tanto tiempo habían logrado eludir. Los ancianos discutían y bromeaban sobre la muerte, y claro, sobre el mal gobierno que poco ayudaba para bien vivir; discutían y lo hacían hasta el hartazgo. Todos criticaban acremente, en sentido figurado, el contubernio entre la casta divina15 gobernante local y el gobierno federal imperante, que los exaccionaba sumiéndolos en la miseria y continuando la esclavitud disfrazada, de la que todos hacían oídos sordos. Desde el atrio del palacio municipal eran observados por los esbirros del "presi”16, nojoch wíinik le llamaban, susurraban como cuando contaban moralejas ancestrales, pues el "presi" no perdía oportunidad para encerrar o desaparecer a quienes osaran cuestionar las bondades de su administración. 13. Juego de base ball. 14. Silbatina intensa. 15. El general revolucionario Salvador Alvarado acuñó el término de Casta divina, para denominar al grupo oligárquico, encabezado por Olegario Molina Solís ex gobernador del Estado y secretario de Fomento de México, ellos tenían inmersa a la región en una grave descomposición política y social, producto principalmente del sojuzgamiento a manos de su grupo, integrado por 50 comerciantes, industriales y terratenientes que dominaban no sólo la industria henequenera, principal actividad económica de la región, sino en general, prácticamente todas las actividades productivas importantes del estado. 16. Presidente municipal, alcalde.

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Entre los ahí reunidos había uno que otro le’ets’ del "presi" que se atrevía a justificar los constantes robos, allanamientos y secuestros acostumbrados. Y en cada intervención eran salpicados en sus shanabkeueles, por los abundantes y jugosos esputos de los demás asistentes. También estaban con ellos unos ts’uulitos, entre los que destacaba Lázaro Gutiérrez que hablaba con un "gringo"17 llamado Jhonny y de apellidos KennethTurner18, quien no dejaba de tomar notas de lo que aquellos decían, siempre interesado por el conocimiento de las personas, para poder tener un panorama de viva voz de las "cosas". Se notaba que Lázaro y “el gringo” ya habían estado otras veces por estos lugares; entre señas y balbuceos se lograban dar a entender con los ancianos y quienes se habían acercado a la discusión, por lo que cuando Felipe se agregó a la conversación, pudiera completar las frases en maya y las de acento castellano, ya que desde muy joven tenía habilidades para ser un buen políglota. Pasada la noche de aquel día, al canto del gallo, uno de los ancianos fue a la posada "Conchita", situada frente al zaguán del palacio, para avisarles que el presi se había enterado de lo platicado anteriormente y había mandado prendernos a todos los que habíamos participado, salvo a los "gringos" que, fueron hospedados en Kanbul, aquella lujosa hacienda henequenera de los alrededores, pues gritaban a los cuatro vientos que venían a comprar propiedades, y prenderlos por conspiradores hubiera sido un escándalo. Huelgo platicarles que Felipe era más que querido, ¡amado! por los pobladores de Motul, quienes uniéndosele de patio en patio, se ofrecieron para dejarnos pasar desde la ferretería de mi padre, hasta la salida del pueblo, con rumbo hacia el caserío de Kancabchén, donde hizo una breve parada para arengarlos en maya: ¡Hijitos! No ha llegado el día en que me encierren de nuevo. Aún tengo mucho que decirles; es necesario abrirles los ojos, y hacerles señalamientos que me permita mostrarles otros caminos antes que me prendan. Juntos todavía tenemos que hacer muchas cosas para beneficio de nuestros hijos. Y añadió seguidamente con un dejo de bravura en su voz: Vayamos hacia un futuro mejor, caminemos hacia la primavera de esa nueva vida. Crucemos los plantíos, pues las últimas lágrimas boreales de Chac están bajando y tintinean sus melodías sobre el tzequel. ¡Miren! Acerquémonos a la senda bordeada de flamboyanes y salgamos de ella hacia k’iin, el sol. Le gustaba estar frente a ellos, su "gente" como les llamaba, aun cuando ocasionalmente se refería a ellos nombrándolos a todos como una sola persona "Juan Pueblo". Así, ayudados por Juan Pueblo, 17. Gringo tiene el significado de extranjero de habla inglesa. 18. John Kenneth Turner (1879-1948) fue un escritor y periodista nacido en Oregón en los Estados Unidos. Logró testimonios únicos sobre la situación de esclavitud en México, en los tiempos más sanguinarios del porfiriato. Sus experiencias las narró en el libro titulado México Bárbaro.

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recorrimos unas cuantas leguas para llegar al villorrio. En él no había más de 50 wíinikes y unas pocas chozas de paja, pero todos lo reconocíeron y decidieron caminar a nuestro lado hasta el centro de la comunidad. Ahí nos quedamos dos días, que es el tiempo que consideramos que les llevaría a los sicarios del nojoch wíinik encontrarnos, ya que nos seguían las pisadas. Después de una opípara cena consistente en tacos de jaaleb, y a la caída del sol, Felipe los reunió de nuevo para decirles: ¡Hijitos! ¡Miren como la piedra se ha cubierto de un suave pelaje verde y las albarradas ya están cubiertas de pitahaya; nuestro Mayab es en verdad hermoso, se le puede respirar y llevar entre las venas. Vean nuestro paisaje de palmeras, miren el florecer de los acahuales en sus leguminosas, y este cielo azul sostenido por cada uno de estos árboles. Véanlo pues estamos destinados a gobernar esta tierra. Nuestra tierra, de nuestros hijos, de nuestros nietos, herencia de nuestros padres. Algún día depondremos a los actuales amos que la usurpan y volveremos a gobernar con amor y con cariño a los nuestros, en el respeto de todo lo que nos rodea y nos ha rodeado siempre; lo haremos con el corazón en la mano y podremos mirarnos con dignidad al rostro, porque no inclinaremos más la cerviz ante el paso de otros amos. Nosotros hemos sido siempre libres. Y libres es como debemos volver a ser. Lo haremos sin empuñar los machetes. No pelearemos hermanos contra hermanos como lo hace el hombre blanco. No restallaremos el látigo en ninguna espalda ni en ninguna bestia. Y no será sino hasta que gobernemos esta tierra, que nuestras mujeres tendrán la tranquilidad de ver llegar a sus maridos y nuestros hijos no tendrán el horror de ver los hechos del patrón; la sangre que corre en sus manos cargadas de codicia, lujuria por el capital. Felipe les hablaba dulce y continuamente, y muchos de ellos no entendían lo que les quería decir. No encontraban significado a sus palabras, sometidos y esclavizados desde su nacimiento, las ideas permanecían doblegadas en el hambre de sus cuerpos. Lo que si entendían era el maravilloso resplandor de sus aceitunados ojos, la chispa de esperanza que les infundía y que les impelía a seguirlo a donde fuera, la pasión con la que los llamaba a la libertad y a la emancipación. Felipe despertaba en todos los que lo escuchaban,un nuevo espíritu altivo, orgulloso y lleno de viril dignidad. Al escucharlo se despertaban los deseos de querer ser parte del mundo que aquel les hacía imaginar. Al terminar sus palabras, se acercó el jalach wíinik del pueblo, hombre principal vestido con su indumentaria impecablemente blanca y les dijo con gran voz: Las haciendas y la tierra son de taat Molina y de taat Montes19, abarcan más allá de donde el xcau puede volar, mientras el indio no 19. Olegario Molina y Avelino Montes, Acaudalados empresarios y caciques de la península de Yucatán, en los primeros años del siglo XX.

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tiene donde morar; la gente de taat Moreno tarde o temprano los pondrán de rodillas y podremos entonces poner nuestros machetes en sus cuellos. Yaax ich —que así le decían a Felipe— ¡da la orden!, que nuestros machetes y coas te apuntalarán para retirar sus botas de nuestros cuellos. Todos los ahí reunidos que rodeaban a Felipe y a quien lo interpelaba, desenvainaron sus afilados Collins, azotando entre sí los filos, y entre gozosos alaridos corearon: ¡Muerte al blanco! ¡VivaYaax ich! ¡Espera Nak óol!, que así se llamaba el indio; Yaax ich elevó el tono hasta hacerlo estentóreo: ¡Escuchen bien todos! He sido puesto una vez más entre ustedes para procurar su dicha, pero no solamente la suya, sino la de toda la región del Mayab y esto no lo haremos por la fuerza, ¡Recuerden Cisteil! ¡Aprendamos de nuestros mártires!; en esta ocasión usaremos la inteligencia y no las armas, no gobernaremos sobre pueblos convertidos en cementerios, ¿acaso puede anidar ch'íich' en un nido destruido? ¿Qué de bien tendría gobernar sobre montones de esqueletos? Si ese es el gobierno que quieren, entonces unámonos a Ixtab y bajemos al Mitnal, descendamos ahora, sin luchar y nos solazaremos sobre cadáveres. ¿Acaso es lo que queremos para nuestros hijos? ¡Los valientes no asesinan! han dicho, no seré general de una división de asesinos, ni gobernaré entre ustedes contra nuestros hermanos; dejen que los blancos luchen contra los blancos y cuando estén hartos de la sangre de los suyos, entonces será nuestro momento. No permitan que el odio los guíe. No permitan que el hambre los ciegue, pues no será cobardía esperar el momento oportuno. No se puede confundir el miedo con la paciencia. Ni la cobardía con la inteligencia. Grandes han sido nuestros esfuerzos y nuestros sufrimientos, esperemos aún un poco más, los taatix blancos buscan nuestras vidas, no permitamos que la ignorancia, el odio y el temor, se las entreguen. ¡Dejemos que los muertos sepulten a sus muertos! Al tiempo de terminar su arenga, tomó de los hombros al indio Nak óol, lo miró fijamente a los ojos y le gritó a la cara: ¡No ha llegado el momento! El gobierno que buscas no es hacia dónde vamos. Como ya se había hecho tarde, volteó hacia sus indios y les dijo: Vayámonos de este lugar, pues la noche está encima y la madre luna es quien nos guía. Caminemos.

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1920 INFORME DEL CÓNSUL DE LA URSS EN MÉXICO, MIJAIL BORODIN (MIJAIL MARKOVICH GRUSENBERG) A GRIGORI YEVSEIEVICH ZINOVIEV (GERSHEN AARONOVICH APFELBAUM). - Carrillo Puerto: ¡Qué gran prospecto para la Internacional Comunista! - ¡Ah, sí!, qué buen operador político es el camarada Felipe Carrillo!; las encomiendas de agrupación para integrar el partido, todas las realizó expeditamente y en forma; ha sabido manejarse desde la trinchera de los vanguardistas postulados del comunismo. Estando tan cerca de los señores Morones y Obregón, ha sabido granjearse la amistad y fidelidad de varios diputados y líderes obreros; creo que ahora sí podremos colocar una estaca de avanzada estratégica en este país, desde la cual podamos liberar de la enajenación capitalista, a todo el continente. Es un lugar estratégico y es un momento inmejorable. El camarada José Allen, nuestro espía desde la dirigencia del partido comunista mexicano, va llevando solo chismes y contrainteligencia a la embajada americana, quienes pensaron que lo reclutaron a espaldas nuestras; qué buena jugada de estos mexicanos. Mientras Carrillo Puerto ha sabido ganarles la partida de la organización. Deberán tener cuidado, pues los gringos hace decenios que codician el norte de su país y el istmo de Tehuantepec, no sea que nos descubran el jueguito. Si salen más prospectos como Carrillo y la maestra Elena Torres desde la península de Yucatán, podremos establecer firmemente un modelo social exportable a Centro y Sudamérica; de ahí la estrategia geográfica que se está consolidando; una vez conseguida la denominaremos República de Morazán; ellos afirman que el 90% de los pobladores, podrían ser también prospectos, pues lo llevan enraizado en su sangre maya y los une el odio hacia las clases altas de la península a quienes tildan de "casta divina" y a los gringos en Centroamérica, que por decenios los han exaccionado y masacrado, desarraigándolos y desposeyéndoles de sus escasas propiedades; todo lo cual nos facilita mucho el trabajo de agruparlos en pro de nuestra causa. Son las condiciones perfectas para armar una revolución comunista como la de nuestros soviets. 37 el penúltimo Canek


Madurémoslos. Trabajemos con ellos a ver hasta dónde pueden llegar. A Carrillo le veo madera de líder nacional y tal vez hasta de presidente... claro, si lo aprobara el camarada Illich Ulianov, Lenin. Los vientos y los libros del este de Europa se han afirmado en esta gente, están viviendo su propia Ilustración20; los habitantes del sureste de México están tan deseosos de revolución como los enciclopedistas franceses en 1789, esperemos que sus dirigentes tengan la visión necesaria para entender que sin la hermandad con nosotros y con Centro y Sudamérica están condenados a desaparecer como nación. Trabajemos juntos con Carrillo y su pueblo, hombro con hombro; convirtamos sus azadones de esclavitud en máquinas de avanzada, armas de guerra ideológica. Bombardeemos a Norteamérica desde aquí, desde el sureste mexicano. Cerquémosla y aislémosla del resto del mundo, restemos fuerza a su sistema colonialista imperial o el mundo entero estará bajo la infame bota del capitalismo salvaje, que es el peor sistema de explotación que ha visto la humanidad. Ciertamente necesitamos recursos, el presidente Carranza por más esfuerzos que hice se negó a cooperar para la internacionalización del comunismo. Es un hombre débil ideológicamente, lento para las decisiones y para sus movimientos, y acomodaticio en sus lealtades. No entiende su posición en el país, ni de éste en el mundo, no creo que dure mucho como presidente. Por otra parte, las piedras preciosas, de la Reserva Estatal de Metales Preciosos y Gemas "Gojrán", que me dio el camarada Lenin para sobrevivir, se están acabando. No tenemos más para vender y necesitamos los recursos que nos apareja Carrillo, escasos pero vitales para la supervivencia del consulado. Es conmovedor ver su convencimiento y dedicación para la causa. Para muestra un botón: durante una manifestación obrera que se efectuó en la Ciudad de México, el pasado domingo 26 de septiembre, la cual tuvo por objeto medir la reglamentación de los artículos 27 y 123 de la Constitución de la república mexicana, y para que se estableciera una comisión reguladora del comercio, según relatos de testigos confiables, el líder yucateco, diputado Felipe Carrillo Puerto, tuvo una intervención en compañía de otros dirigentes sindicales, desde el balcón central del Palacio Nacional de México, enarbolando una bandera roja y pronunciando una arenga brillante y encomiable, incitando al pueblo a la revolución: "...Si los comerciantes acaparan los víveres y a ustedes les falta pan, pues ir a las tiendas, demoler las puertas y saquear todas las existencias. Dinamitemos la 20. La Ilustración fue una época histórica y un movimiento cultural e intelectual europeo, especialmente en Francia e Inglaterra, que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta los primeros años del siglo XIX. Fue denominado así por su declarada finalidad en disipar las tinieblas de la humanidad, mediante las luces de la razón. Por este motivo el siglo XVIII es conocido como el Siglo de las Luces. Los pensadores de la Ilustración sostenían que la razón humana podía combatir la ignorancia, la superstición y la tiranía, y construir un mundo mejor.

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cámara de diputados, para que ya no haya más holgazanes, exterminemos cuanto antes el senado, acabemos con la Suprema Corte, ya no más manifestaciones pacíficas, ya no más palabrería. Lo que el pueblo necesita es imponerse. Hay que poner pues en práctica los principios bolcheviques. Hagamos ondear la bandera roja de las reivindicaciones… En vez de permitir que se toquen las campanas, que el pueblo las baje de la torre y acuñe monedas de bronce. Incendiemos, exterminemos, para llegar al logro de los altos ideales del comunismo, la repartición de tierras, el aumento de los jornales, se tienen que obtener por medio de la fuerza, no mediante manifestaciones de protesta pacíficas".

—Huelgo decirte camarada Zinoviev, que hubo un gran revuelo en la prensa del país y Carrillo Puerto, en carta aclaratoria dirigida al periódico El Universal, remarcó lo siguiente: "Debo decir de una vez por todas lo siguiente: NO ME RETRACTO NI ME RETRACTARÉ JAMÁS DE CUANTO DIGA Y HAGA; PORQUE, CONCIENTE DE MIS ACTOS, SÉ HACERME RESPONSABLE DE ELLOS... " —¡Ah qué gran prospecto para la Internacional Comunista!... Fraternalmente ¡Comunismo o muerte! Mijail Borodín

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1922 LUIS ROSADO VEGA,

POETA.

¿Qué es lo que podría hablar de la fuerza de la palabra de Felipe? De cierto les digo que no hay lugar a dudas. Un torrente avasallador surge de su pecho, rugiendo con una enorme fuerza que brota a raudales, llenando sus arengas con notas de pasión y verbo candente, que seduce hasta el arrobo a sus oyentes. El profeta diría que "canta el tunk’ul"21. Quizá no es solo eso; acaso también sea porque indiscutiblemente es un hombre imponente, prototipo de nuestra raza, e irradia confianza por todos los poros de su piel morena. Tal vez sus ojos esmeraldinos se adueñan de las conciencias de sus oyentes y los convierten en seres leales, camaradas dispuestos al sacrificio en aras del bien común. Posiblemente la muchedumbre está más atenta a sus movimientos felinos y a su verde mirada que al contenido de sus pláticas y discursos. Sin embargo, en incontables ocasiones, les habla con la arrolladora fortaleza de un espíritu superior; ese espíritu alimenta su verbo, lo hace enorme, lo hace poseer un dominio total sobre todo aquel que lo escucha. ¡Sí, canta el tunk’ul! Su verbo fustiga como látigo las conciencias de los oyentes. Nos mueve a la acción, nos hace renunciar para siempre al servilismo y a la pasividad. Nos impele a rebelarnos contra todo lo que nos oprime: vicios, temores, inactividad ante la represión. Solo hará poco tiempo tuve oportunidad de escuchar a oradores de la talla del Gral. Zapata, del Gral. Villa, de José Vasconcelos; y sin embargo la voz de Yaax Ich es totalmente diferente a las de ellos. Para ellos, su mayor preocupación es ser oídos por los periodistas, publicados en los diarios, o solo tienen el cuidado de expresar las ideas de forma por demás espectacular; pero cuando escuchas disertar al Dragón Rojo, a la serpiente emplumada de Motul, sientes que la conciencia despierta, que el alma toma nueva vida y sale dispuesta a conquistar voluntades y a ganar batallas. 21. Profecía de la leyenda del enano de Uxmal que establece que cuando "cante" el tunk’ul, el reinado habrá concluido.

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Desde Jacinto Canek esta tierra no ha escuchado a otro de sus hijos hablar con el corazón. En sus discursos refleja los íntimos anhelos de los hombres del Mayab. Su voz atronadora devuelve las esperanzas que el látigo del amo les ha despojado. Su aliento se convierte en fuerza impulsora que desgarra la inamovilidad del indio, lanzándolo con furia desbocada hacia la acción. Subliminémonos oyendo como instruye a nuestra gente en lengua maya: El horizonte que se ve desde lo alto de la barricada -Ciudadanos, ¿os imagináis el porvenir? Las calles de las ciudades inundadas de luz, ramas verdes en los umbrales, las naciones hermanas, los hombres justos, los ancianos bendiciendo a los niños, el pasado amando al presente, los pensadores en plena libertad, los creyentes en plena igualdad, por religión el cielo, Dios sacerdote directo, la conciencia humana convertida en altar, no más odios, la fraternidad del taller y la escuela, como penalidad y como recompensa la notoriedad, el trabajo para todos, el derecho para todos, la paz para todos, no más sangre vertida, no más guerras, las madres dichosas. (…) Ciudadanos, sea lo que fuere lo que suceda hoy, lo mismo si termina con nuestra victoria que con nuestra derrota, es una revolución lo que vamos a hacer. Así como los incendios iluminan a toda la ciudad, las revoluciones iluminan a todo el género humano. ¿Y qué revolución haremos? Acabo de decirlo: la revolución de la Verdad. Desde el punto de vista político, no hay más que un principio: la soberanía del hombre sobre sí mismo. Esta soberanía mía sobre mí se llama Libertad. Cuando dos o muchas soberanías se asocian comienza el Estado. Pero en esa asociación no hay abdicación alguna. (…) Ciudadanos: el siglo XIX es grande, el siglo XX será dichoso. Nada habrá entonces que se asemeje a la vieja historia; ya no habrá que temer, como al presente, una conquista, una invasión, una usurpación, una rivalidad de naciones a mano armada, una interrupción de civilización que depende de un casamiento de reyes, un nacimiento en las tiranías hereditarias, un reparto de pueblos por disposición de un congreso, un desmembramiento por la caída de una dinastía, un combate de dos religiones que se enfrentan como dos machos cabríos de la sombra en el puente del infinito; ya no habrá que temer el hambre, la explotación, la prostitución por miseria, la miseria por desocupación, ni el cadalso, ni la espada, ni las batallas, ni todos los pillajes del azar en la selva de los acontecimientos. Casi se podría decir: ya no habrá acontecimientos. Se será feliz. El género humano cumplirá su ley como el globo terrestre cumple la suya; se restablecerá la armonía entre el alma y el astro. El alma gravitara alrededor de la verdad como el astro alrededor de la luz. Los miserables, Víctor Hugo, cap. V

¡Oh! ¡Qué soberbia manera de instruir!, este exquisito verbo acaricia como una parábola del Cristo de Nazaret, semeja a dulces ejemplos contados en historia infantil, no son arengas vulgares, no son discursos vacuos, son palabras nacidas del corazón que hasta los ts’iirises más pequeños entienden. Su manera de hablar nos transporta, a sus oyentes, hasta los rincones más apartados y oscuros de nuestros egos, sacudiéndolos y lamentándonos por nuestra anterior inacción. Nos cala el penúltimo Canek

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las conciencias impeliéndonos a construir las torres del castillo de la unidad fraternal. De cierto les digo que ni Sócrates o Demóstenes, los más grandes oradores de la antigua civilización ateniense, ni Séneca o Plotino de la romana,se han dirigido a las muchedumbres, hablándoles sobre la vida de la misma forma como la concibe el pensamiento maya, y nunca lograron tal efecto en sus seguidores, como lo hace Felipe. Ah, el verbo de Felipe; él nos habla de sus anhelos, anhelos que compartimos todos en esta tierra del faisán y del venado, anhelos que nacen en lo más profundo de las almas. Ya son muchas las ocasiones en que he pensado que Yaax Ich instruye a los peones como si las nubes que sobrepasan las altas cumbres de los volcanes le hablaran a los verdes pastizales de los llanos; en su grandioso verbo existe una energía motivadora tal que nunca hubieran podido alcanzar los discursos de los más connotados oradores americanos o mexicanos. -¡Ay, señor, si ya todo pasó! Ya la venta no tiene ventero, ya no viene ningún forastero, ya no hay fiesta en el pueblo, señor. -¿La moza? La moza murió. -¿Y aquellas campanas que antaño tocaban ufanas, clamoreando la fiesta del pueblo? -Ya están llenas de polvo y olvido. En el templo callado y desierto, Una tarde tocaron a muerto. ¡Si hubieseis oído con qué amargo son! Y no han vuelto a tocar desde entonces, señor. Se han quedado ya mudos sus bronces y sólo hay tristeza en mi corazón. Campanas, fragmento, Maese Ventura.

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1923 LIC. MANUEL BERZUNZA, ALCALDE

DE

MÉRIDA.

-—Las paredes me ahogan como una oscura prisión. La alcaldía de Mérida no será suficiente para contener la ira que llena mi pecho. ¡No!, no permaneceré callado en esta mazmorra, mientras Felipe levanta la voz y la corean cien mil gargantas. Esa voz estruendosa que los convoca al campo de batalla; los cobardes me aconsejan ignorarlo, ¡No es nuestro asunto!, dicen; No prestes atención, se trata solamente de Felipe; pero tiene a todos en contra en estos momentos; No es conveniente apoyarle, las consecuencias podrían ser funestas. Sé que el presidente Obregón lo apoya, por lo tanto, la guarnición de Mérida actuará en consecuencia. ¡En este cuartel no hay traidores! Y si algo saliera mal, nadie podría poner su mano sobre mí, ni podría encerrar mi libertad mientras él sea libre. Me aconsejan como ooches susurrándome en los oídos, pero yo les digo a los enemigos de Felipe y de la libertad que nos ha dado: son como kaan, víboras rastreras. Su toxicidad le inyectará ánimos y lo moverá para aplastarlas con el talón. De acuerdo, yo no soy más que el humilde tintineo de la pequeña campana de su orquesta y a pesar de haber nacido de cunas distintas, las palabras con las que ha unido al pueblo, son mis palabras y sus rectas intenciones, también han sido las mías. En el remolino de eventos peligrosos que se están sucediendo, tal vez los alzados De la Huertistas logren ponernos presos; pero Felipe no se quedará callado, de la tierra saldrán las piedras para elevar su voz; acaso nuestros hermanos mayas se levanten en armas, nadie puede vencer a un pueblo enardecido, ¡nadie puede vencer a un pueblo unido! ¡Al final los vencerá!, lo hará como ha hecho con tantos otros; la pureza de sus principios, la verticalidad de sus normas le han granjeado muchos fuertes amigos y tan solo aquí, unos cuantos enemigos que se han ocultado, embozados en las sombras para no dar la cara. Su carro de fuego pasará victorioso por encima de ellos; los cascos de sus caballos los hollarán, ¡sí! y de nuevo saldrá con la victoria. Tal vez De la Huerta venga buscando su vida con hordas de ignominia, volando montados en dragones de metal, más el caudillo con sus huestes justicieras les herirá en el corazón. Sí, tal vez su sangre el penúltimo Canek

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se derrame sobre el polvo del Mayab, pero hay de sus juecesy verdugos porque serán recordados por siempre por su cobardía; y aunque reconocieran su perfidia, las heridas causadas y los sufrimientos que nos ocasionaren, serán su condena eterna y baldón y deshonor para sus hijos. Las tropas de De la Huerta se acercan a nuestro estado, avanzarán sobrenuestras ciudades con bayonetas caladas, creen que nos entregaremos servilmente, que nos comportaremos como ovejas rumbo al matadero, pero a una voz de Felipe, el pueblo se levantará y escanciará la sangre de ellos. Los planteles de henequén, desde Champotón hasta Payo Obispo, mudarán sus hojas de jade por espinos engalanados de color púrpura que sangrarán al polvo, inclinándose ante la varonía de estos hombres; mientras más nos persigan, más nos fortaleceremos, mientras más nos acosen, más nos templaremos. Nuestra tierra será castillo inexpugnable y en sus muros se estrellarán aquellos carros de combate que traen los cobardes que, derrotados esparcirán sus lamentos. ¿Por qué no me voy? ¡¿Y dejarlo solo?! Antes me dejaría cortar un brazo. La gratitud y la lealtad son las virtudes más encomiables de los hombres más grandes que vio esta nación; esa es nuestra talla, ninguna otra, y no cederé mi buen nombre a la lengua bífida de la canalla. Nuestra descendencia caminará dentro de poco, bajo los framboyanes y los paseos de Mérida, con altivez y seguros de su orgullo viril plantado por su ascendencia. El partido molinista y el arzobispo dicen a los cuatro vientos que me alié con Felipe para incitar al pueblo a la insurrección contra el centro del país y contra elreino de los cielos, ¡que descaro! No pueden ocultar su zozobra por tantas cosas buenas hechas para el indio; ¡sus vidas y diezmos no les pertenecen más! He ahí la afrenta acusatoria que intentan soslayar. Y no nos perdonarán como les ha querido enseñar su maestro por casi dos mil años, aquel nazareno que perdonó aún a los fariseos, a Judas y a Caifás por peores pecados, queda hoy olvidado, escondido en los arcones donde se guarda todo aquello que se arrebata al indio. Obregón no se olvidará de esta raza, volverá su propia insidia contra los invasores alzados. Convertirá en cenizas esa codicia de sangre maya. Armará de arietes a nuestras sagradas hordas y ellos darán muerte a las siete cabezas de esta Hidra voraz y entonces, De la Huerta sabrá que ¡sí! ¡Que sí somos aliados del presidente Obregón!, y qué ¡Sí! ¡Sí soy aliado de Felipe Carrillo Puerto! El dragón de acero que vuela a Mérida repleto de alzados, no podrá contra las huestes del dragón rojo con ojos de jade que protege a sus hijos bajo sus alas de libertad. ¡Mujeres de Yucatán, ha llegado la hora! Velad y orad por vuestro mejor hijo, porque de cierto les digo: no parirán otro igual o más grande. 44

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Lamentaos hoy por la cercanía del depredador, ya está a vuestras puertas, ¡atrancadlas bien!; no permitáis su paso, defended vuestro dintel, pues el invasor aporreará a vuestros hijos contra la pared y tomará a vuestras hijas para su solaz. Yo estaré con H´pil Zutulché, y lucharé junto a él. Moveré mis pasos a su ritmo. No desmayaré en su apoyo ni le dejaré solo a merced de las fauces del voraz; lo acompañaré al Hades si es necesario y pelearé a muerte con el barquero22 por liberarle. ¡Camarada!, ve y dile a Felipe que su hermano Berzunza es hombre de lealtades y estará junto a él, para bien o para mal, para vida o para muerte... Mientras... los verdaderos verdugos entregaban a los sicarios, las 225,000 monedas de oro, que eran el precio de su vida y los sepultureros se gozaban en sus parcelas, por la fiesta venidera...

22. En la mitología griega, Caronte era el barquero del Hades, el encargado de guiar las almas de los difuntos recientes, de un lado a otro del río Aqueronte, esto es, si tenían un óbolo para pagar el viaje, por esto los cadáveres se enterraban con una moneda bajo la lengua.

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1924 CORONEL HERMENEGILDO RODRÍGUEZ, 18º BATALLÓN EN MÉRIDA.

JEFE DE LA GUARNICIÓN DEL

¿Me pides que te explique por qué matamos a Carrillo Puerto? Tendría que darte muchas razones y no soy hombre afecto a darlas. Me solicitas que te hable de él y de su movimiento; ahí sí que tengo mucho que decirte pero todavía no es tiempo. La plaza todavía está "caliente", todavía no se apaga el humo en los restos de la Revista23. Creo que ahora sí le dimos en la madre24 al tal Carlitos ése; maldito esquizofrénico que a todos denosta, a todos insulta, a todos critica sin proponer nada bueno, ya nos tiene hartos, nos tiene y nos tuvo; sino fuera por sus ligas con la prensa americana ya lo hubiéramos "despachado" como a Carrillo. Sin embargo, todo cuanto yo te diga, aunque sea poco, será la "puritita"verdad. Soy hombre de palabra y en ésta deposito mi honor; para mí, la palabra de un hombre vale más que todo el dinero que "decomisamos" a la indiada. Así que te hablaré claro y sin "tapujos", Carrillo era un completo desequilibrado mental. Empujaba a legiones de desharrapados hacia el camino sin retorno del desorden. Con su caterva de pordioseros planeaba conquistar el continente entero. Ya hasta nombre le habían puesto: Morazán. Con sus hordas de menesterosos quería entablar combate contra nosotros, contra los hacendados de este estado, contra la propiedad privada, contra el estado natural para el que fueron creados los indios; ¡No!, no, no; era un asqueroso amigo de borrachos que sólo se sentía feliz conviviendo con oportunistas y vividores que le seguían el juego. No sé qué estúpida visión tuvo Obregón al aceptarlo. Era un auténtico anarquista. No le bastaban las libertades que nos dio la Constitución recién nacida, apenas en el año de 1917; no creía en la democracia, ni en la aristocracia de su propio pueblo, no seguía las reglas de la presidencia, ni las del clero. Se mofaba de los curas, de los terratenientes, hasta del ejército, ya que quería tener el suyo propio, 23. La Revista de Yucatán (1912 - 1924) fue un periódico mexicano fundado en 1912 por Carlos R. Menéndez, en Mérida, Yucatán. Lideró la oposición abierta al poder público en Yucatán y en 1924, una turbamulta atacó, incendió y destruyó el periódico. 24. Dar en la madre, golpear, dejando inconsciente a la víctima.

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bajo sus órdenes y a su servicio; ¡estúpido!, mira que pedirle 80 mil fusiles a Obregón, ¿con quién más quería pelear? No disfrutaba de los derechos obtenidos por la Revolución; no disfrutaba del patrimonio que se podría haber labrado a la manera tradicional, como se enriquecen los políticos y los militares en este estado. No tenía ni oficio ni beneficio, no era útil más que para la indiada que le seguía como perros a su dueño, como perros tras su hueso. Lo sabía manejar muy bien. Pretendía dar libertad a los peones, sin embargo él mismo no era libre. Pretendía una libertad licenciosa, sedicente, disoluta, que lo esclavizaba a sus propias pasiones; ignoraba lo que eran los deberes para con su patria o el derecho natural de los hombres pudientes, detentadores del oro verde25. Quería moverse tan libre como las águilas que surcan el espacio aéreo, pero nuestros cazadores lo derribaron con sus saetas; ningún rojillo que ose desviar la senda del pasado se puede salvar de la pérdida de rumbo y extravío y nadie puede liberar los diques del océano de sus ancestros sin que lo arrastre el aluvión. Esa es la ley. Y como aquel infeliz motuleño ha transgredido y violentado la ley, fue eliminado junto con sus seguidores. Y para bien de la patria. Desgraciadamente, en el país ha habido muchos individuos tan idealistas como él, que en diversas ocasiones han pretendido desviar el curso de la historia y de nuestras vidas y por lo ilusorias de sus pretensiones, después se vieron forzados a cambiar de ideas, porque fueron asaeteados también. Fueron claras mis órdenes:¡Fusilarlos a todos!, a los que se salven, ¡ahorcarlos!, que no quede vestigio de sus locas ideas; es vital la estrategia de tener el control absoluto del estado y que se pierda el rastro del estratega mayor26; si hubiere muertes, las necesarias deberán recaer en nosotros, jamás se deberá involucrar a los altos mandos, ya que si hubiera filtraciones de la conjura, lo pagarían nuestras familias. Y un buen militar no cuestiona las órdenes, las ejecuta lo más perfectamente que se puedan ejecutar, y asume las consecuencias de su disciplina. No se deberán nunca mencionar los nombres de los periodistas, hacendados, curas y generales verdaderamente implicados; los estúpidos nos pagaron 225 mil pesos en oro por liquidar la cabeza27, lo hubiéramos hecho gratis y gustosos, pero todos quedamos contentos con lo sucedido. Existe desde los cimientos de los muros del cuartel del 18º batallón de esta ciudad, una enredadera de chayotes que el sargento a cargo 25. Denominación de la planta del henequén. 26. Felipe Adolfo de la Huerta Marcor, cabecilla de la rebelión De Lahuertista en 1923. 27. Felipe Carrillo Puerto.

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de la guardia, negligentemente dejó crecer y ahora se extiende a todo lo ancho y largo, resquebrajando la mampostería del muro; si ese chayote nos hubiera dicho: "Derribaré lo que defienden estas murallas, con la fortaleza de mis tallos", todas las otras plantas se hubieran burlado de su absurda pretensión. Es por eso que hay que desraizar a hombres como ese y por ello es que hay que destroncar a sus ilusos adeptos...

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1924 ADOLFO

DE LA

HUERTA.

Logramos quitarlo de en medio. Nadie extrañará al frijolito fuera de la olla del arroz. Demasiado daño causó a todos a su alrededor y esas fueron las consecuencias: ¡Sembró tormentas y cosechó tempestades! Lo hizo entre el grupo molinista, que es el propietario de toda la península; tonto idealista, ¿cómo oponerse a los dueños del dinero? Además, ¡quería ilustrar a la indiada! ¡Qué ilusoria desfachatez! Afortunadamente Ricárdez Broca es leal a toda prueba, ha concentrado fuerzas y unificado a todos en contra de aquel anarquista. Así se trabaja en unidad, ése es el trabajo que más valoro. Concentrando el poder económico de los molinistas, el poder militar de las fuerzas que comandamos, y el poder religioso en manos del Arzobispo; los "yucas"28 nos llaman reacción, nosotros nos llamamos defensores del status quo y de la legalidad. Todos a una, combatiendo al dragoncito rojo aquel. Matamos varios pájaros con el mismo tiro: los molinistas recuperarán casi 700 mil hectáreas, y nos deberán el favor. De sus tierras ociosas confiscadas para ser cultivadas por los indios, nosotros ganamos 225 mil pesos en oro que ellos nos entregaron contante y sonante; todo si nos deshacíamos de Carrillo. Eso servirá para nuestra causa y para comprar armas en Belice, y ya con el control de la península, llegaremos hasta la presidencia; el clero gana 25 mil pesos en oro que les "donamos" cual diezmo y como devolución, por el "préstamo" que le hizo Alvarado al arzobispo Tritschler29; además les devolvemos los templos y tierritas que les confiscó el "ojos de jade". ¿Ven? Todos ganamos y solo a cambio de unas cuantas vidas que a nadie más interesan, ni interesarán en el futuro, dado que Felipe tenía a todos en su contra; y por eso lo hemos quitado de en medio con la conciencia enteramente limpia y sin remordimientos. Sólo los poco decididos se arrepienten de sus actos. —¿Que la gran masa de indios lo quería? ¿A quién le importan los indios? 28. Sobrenombre de los yucatecos. 29. Martín Tritschler y Córdova, arzobispo de Yucatán, apoyó con el clero, la rebelión del Gral. Abel Ortiz, sofocada la rebelión, el gobernador Gral. Salvador Alvarado en 1915 le requisó al arzobispo 25,000 pesos oro para destinarlos a la reconstrucción.

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Al hablar de su "desaparición" considero necesario aclarar las dos facetas que tiene el hecho: es indispensable conservar y guardar la Ley establecida, por un lado, y por el otro es absolutamente indispensable que tengamos el control del sureste del país, ya que los "gringos" apoyan a Obregón y no nos venderán armas para nuestra causa desde el norte. Es preciso traerlas desde Belice y tiene que ser por barco. Necesitamos al puerto de Progreso a nuestra entera disposición y con gente leal. Por eso he mandado al barco de vapor Fritzoe con la oportunidad de poder justificar traer a Carrillo Puerto hasta Veracruz, ya nos desharemos de sus adeptos en el puerto. Estoy seguro que nadie lo extrañará y si así fuera, si la prensa nacional o internacional presionara, pues tenemos que tener limpio nuestro nombre para comenzar una presidencia impecable. Preparamos una coartada con la que tenemos que salir indemnes de este asunto. Es fácil, usaremos el muy viejo pero efectivo recurso de echar la culpa a subalternos omisos, rebeldes o imbéciles que malentienden las órdenes o de plano las "desobedecen". Las masas de ciudadanos son olvidadizos. Pronto no habrá memoria del hecho y olvidarán que los generales son responsables de todo lo que hagan sus tropas. Felipe Carrillo significa un gran peligro para la gente de su estado y para nuestra causa; tiene controlado y ensoberbecido al pueblo. Hizo realidad varios de los sueños de la indiada, por eso le seguían como perros fieles, ¡tontos!, ¡ingenuos! Se han dejado engañar y ahora son enemigos de los verdaderos dueños del estado, la "casta divina", y nosotros, los verdaderos representantes de la democracia, del nuevo gobierno central que estamos construyendo. Me cuentan Ricárdez, Don Avelino y Tritschler que hasta los peones en las haciendas y los criados de las casonas se rebelaron al oírlo hablar en las plazas públicas de los poblados de mayoría maya. Los llenó de ideas subversivas y deseos de libertad ¡cuánta irresponsabilidad! ¿Cuánto han costado? ¿Carrillo devolverá su costo a los dueños de los peones? Por ello es que se tornaron muy levantiscos e inconformes. Nadie los puede soportar ahora con esos aires arrogantes, "dizque" de libertad. Un gran número de ellos abandonaron las haciendas y están cultivando las tierras que ciertamente eran ociosas pero, ¡al fin y al cabo habían sido y seguirán siendo de los molinistas! La Constitución es la base de la fuerza de la nación, y las Leyes emanadas de ella, son la cúspide de nuestro triunfo, jamás podrá Obregón ni ningún hombre destruirnos mientras enarbolemos esa bandera, y pongamos en nuestras manos esa fuerza invicta. Como ningún socialista puede reducir a escombros a todo un estado forjado por sus conquistadores durante 400 años. 50

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Es necesario que las haciendas crezcan y se multipliquen. Es necesario que el país exporte el oro verde que se produce en ellas y coseche el producto del trabajo de los hacendados. Para ello era necesario que ese hombre que trastocaba el orden establecido desapareciera. Nadie debe mancillar la tierra del Mayab incitando a sus pobladores a la rebelión y a la libertad. Por esas razones fue que lo mataron directamente sus enemigos, e indirectamente, quienes lo considerábamos un estorbo. Todos lo llevaremos en eso que se ha decidido llamar conciencia, y Ricárdez, Hermenegildo Rodríguez, Tritschler, así como los hacendados molinistas inducidos por Carlos R. Menéndez, de la Revista de Yucatán, en responsabilidad también; y que no lo dude el país ni el traidor Obregón, así vamos a matar a todo aquel que ose violar la Constitución y sus Leyes. El sufragio efectivo y la no reelección, o profanar el sagrado patrimonio de los hacendados. Asimismo dicté órdenes a los nuestros, también a los hacendados, juntamente con Tritschler y sus hordas clericales, para que se advierta a todo el pueblo de la península del peligro que había en ese hombre y la necesidad de eliminarlo. Que sepan todos que desde ahora pongo todo el poder que está en mis manos para castigar a sus seguidores, con tanta fuerza y decisión como lo hice con él; para que de una vez por todas desaparezcan los peligros de sus enseñanzas y sus doctrinas. Es necesario asentar que si queremos sobrevivir como país moderno, es imprescindible entonces, desaparecer de esta vida y de la historia, a quien se nos oponga y que antes de permitir que alguien pase sobre la Constitución y las Leyes, pondré mi propia vida y sacrificaré las de todo el país, si es necesario.

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1924 CARLOS R. MENÉNDEZ. Nunca comprendí sus palabras, ni qué sentido tenían sus editoriales incendiarios. No, nunca llegué a comprender cabalmente el sentido de sus discursos... hasta después que lo mataron. Lo que sí tenía claro, era el por qué sus discursos no hacían mella en mí. Nuestras estirpes eran distintas y nuestra sangre diferente. No duramos mucho blandiendo juntos las mismas espadas literarias y nuestras lacerantes dagas de crítica30. Sin embargo, la historia me apunta con índice flamígero. El pueblo vil me lo demanda y con tristeza en el corazón a veces pienso, ¿habrá contribuido la "Revista de Yucatán" con su muerte? Luego siempre me respondo y lo repetiré mil veces: ¡No! ¡Tengo la conciencia limpia! En todo caso la excentricidad de sus ideas lo mataron. Mis letras sólo lo denostaron, lo criticaron y lo ridiculizaron, especialmente por su amor adúltero con la "gringa" aquella de la Alma Reed. Solo alentamos a todo el que quisiera eliminarlo, solo alertamos un poco a todo el que quisiera leer sobre el enorme peligro de sus anárquicas ideas: confiscación de tierras para el indio, escuelas laicas para todos, universidad pública, divorcio, libertad de conciencia, sufragio para las mujeres, ¡bah!,¡había que exterminar estas sandeces y la herejía que representaban! Ese tozudo defensor de ideologías extrañas, que iba por todo el estado levantando al indio contra el amo, dividiendo a Yucatán, lanzando hermano contra hermano ¿qué caso tiene disminuir nuestras fuerzas peninsulares ante las del centro? Lavemos la ropa sucia en casa. Disputemos las tierras y la política local entre nosotros, molinistas, morenistas, qué se yo, unámonos contra la subversión de las ideas de la federación; opongamos nuestras sagradas tradiciones y creencias a las sediciosas ideas del este de Europa31, que son como hormigas voraces que invaden el termitero y destruyen todo el orden creado con tanta sangre y siglos de esfuerzo. ¡Mientras viva no lo permitiré nunca! Nuestro enemigo común es el centro del país y sus sangrientas autoridades. Ellos deben permitirnos 30. Felipe Carrillo Perto fue corresponsal de la Revista de Yucatán, propiedad de Carlos R. Menéndez. 31. Socialismo

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arreglar nuestros asuntos sin imposiciones tiránicas. El centralismo es signo de retroceso y no debemos permitir su arraigo entre nosotros. Desde las cenizas de mis linotipos y mis máquinas dúplex, en las que me han obligado a permanecer, casi doblado, ¡me levanto orgulloso! y elevo una vez más el grito de ¡Libertad de expresión!; un grito de denuncia ante la anarquía imperante de este gobierno asesino y de todos los anteriores gobiernos; siempre denuncio el festín político del saqueo desmedido, la sangre yucateca derramada sin ser su lucha, y el adormecimiento de los valores yucatecos y las conciencias de los hombres decentes, todos mis conciudadanos que han sido capaces de no necesitar los favores del centro del país, siempre de frente para resistir ante el incendio de nuestro patrimonio; todo ello motivado por unos oídos presidenciales sordos, renuentes a escuchar los reclamos de las voces peninsulares. ¿Creen que me amedrentan con incendiar mi patrimonio? ¿Cuántas veces el mal gobierno ha intentado hacérmelo perder?, ¿cinco veces?, ¿seis? Una vez más sólo servirá para templar este carácter de hierro que he heredado de mis ancestros. Sus ataques solo servirán para fortalecer aún más mi convicción de estar en el camino correcto: la crítica imparcial, la crítica periodística sin ideología, la labor editorial en su máxima pureza y enarbolar la bandera de la sacrosanta tradición yucateca. Nunca sabré por qué H´pil Zutulché, abandonó el morenismo, o por qué en vez de trabajar como yo, sin descanso en la imprenta, se dedicó a ¡Leer!, a leer primero esa basura francesa: Víctor Hugo, el Barón de Montesquieu, Rousseau, D'Alembert, Diderot y después las literaturas alemana y soviética, Marx, Engels, Bakunin, ¡bah!, ¡anarquía, revolución, justicia social! Estupideces ajenas a nuestra idiosincrasia peninsular. Es lamentable recordarlo. Su futuro en el periodismo estaba garantizado y nunca sabremos hasta donde hubiéramos llegado juntos. Desgraciadamente solo estuvimos juntos hasta Nueva Orleáns32. ¿Qué onda aprehensión se gestaba en su pecho? ¿Qué dolorosos secretos lo impulsaban a tomar un rumbo tan diferente al mío? ¿Es acaso que su sed de conocimiento lo hizo remontar cielos que desconozco? ¿Es que su ascendencia tan diferente a la nobleza de la mía, despertó resquemores en nuestra alianza editorial? Ya nunca lo sabré. Sin mi mejor redactor y sin mi más moderno equipo periodístico estoy atado de manos. No podré llevar más a las conciencias decentes de los hacendados, mi verdad, mis creencias hechas noticia, ni la luz de mis consejos y enseñanzas. Mis cinco mil 32. En 1913, Felipe Carrillo Puerto trabajó en la Revista de Yucatán de Carlos R. Menéndez. Este periódico fue clausurado por el gobernador constitucionalista Eleuterio Ávila. Entonces, tanto el director del periódico como Carrillo Puerto fueron perseguidos y terminaron exiliándose en Nueva Orleáns, donde éste trabajó como estibador un tiempo.

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ejemplares ya no guiarán por el recto camino de mi doctrina a mis conciudadanos y correligionarios. Solamente una cosa buena puedo decir de él: que ese "rojillo" logró calar en mi propia conciencia una única idea que creo valiosa, de todo su rosario de desvaríos y locuras; que si su ideología de equidad y libertad fuera comprendida por todos los malos gobiernos de este estado y del país sería otro el panorama de benevolencia que tendríamos todos en el futuro, sería el país soñado por todos los hombres libres y de buenas costumbres. Releyendo su discurso de toma de posesión para la gubernatura, al fin comprendí el significado de las palabras de Jesús el nazareno: "No hay mayor amor, que el de aquel que da su vida por sus amigos", después de ello, mil y una veces he quedado sin dormir, reflexionando en que el futuro del Mayab y de México, sería otro, si todos las hubiésemos comprendido a tiempo, si las pusiéramos en práctica, sería promisorio. Bien dicen los sacrílegos, es el cristo rojo que se hizo hombre y habitó en Yucatán.

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1925 ENDECHA

DE ISABEL

PALMA.

¡Mi clamor de justicia llegará al todopoderoso! Sé que así será. Sé que somos piezas de este extraño pero verdadero círculo de la vida que él ha creado y que vendremos una vez más porque ahora sí podremos amarnos como está escrito desde el principio de los tiempos, sin la intromisión del vendaval de las meretrices del norte33. Ahora las lágrimas me ahogan y no me queda aliento para seguir viviendo. Por ello les pido que lloren conmigo ¡Oh, hijos de Ixchel y Kinich Ahau! Lloren la ausencia de su mejor hijo. Que sus pupilas se sequen o se derramen como lágrimas de sangre; porque aquel que fue concebido varias veces desde Cisteil a Motul se ha ido otra vez. Nos lo han arrebatado de nuevo junto con su simiente de derechos y libertades, junto con su amor por todos nosotros, y su sacrificio propio, ya no regará más estas tierras vacías de viril pundonor, por otros cien años. Los cascos de los caballos desbocados por la ira del patrón lo han hollado, ¡sí! lo embistió wakax en el ruedo de la injusticia y la deslealtad. Los cuernos del rumor periodístico y la traición lo han atravesado mortalmente. Ahora yace abrazado de la muerte indigna; yerto como t´ool en invierno, palidece ensangrentado en el ka´an, esperando la ocasión de otro regreso triunfal y de la venganza de su simiente. No mira más atrás, hacia los años idos. Mira con tristeza y rabia a los hombres que hoy dejan sus pisadas mortales en esta tierra; hombres y mujeres carentes de la virilidad para sacudir y quebrar su yugo, hombres y mujeres sin memoria y sin vergüenza, hombres y mujeres que lamen las botas del amo que les patea el rostro desde el gobierno y que lo escogen una vez y otra vez, para subyugar a sus hijos; para privarles de su libertad y sumirlos en el oprobio. Su paso galante y altivo por la senda de espinos no atraerá más a t´u´ul, ni el áspero "fru-frú" de sus pisadas sobre la yerba tocará más el son de k´iin al alba; ya no desmadrugará ya a kij que silente elevaba sus brazos hacia él, en contemplación armónica. Su dulce voz cantando a kéej, llamándolo a su palma, no se escuchará más bajo el ya´axché; no cantará más, con el ocaso, tras mi ventana. 33. La periodista Alma Reed.

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Viviré sola por la eternidad, lo lloraré hasta mi muerte. ¡Oh, hijos de Ixchel y Kinich Ahau! Lloren conmigo porque su apóstol, mi amado, no derramará más sus bondades sobre ustedes; no recorrerán su piel nunca más mis manos. La voz de mi amado era como el rugido ensordecedor del torrente para los que lo odiaban y era murmullo acariciante para todos los demás; ya nunca soplará suavemente ese murmullo a mi oído. Su verde y penetrante mirada no lanzará nunca más destellos de fuego sobre el patrón; mis ojos no mirarán más sus lagos de mansedumbre y paz. Sus manos no empuñarán más el carcaj con el que atravesaba el orgullo del hacendado, y no tocarán nunca más mis carnes que permanecen sedientas de él. ¡Oh, hijos de Ixchel y Kinich Ahau! Lloren conmigo siquiera una noche. Ya luego ustedes lo llorarán durante 100 años; antes no vendrá otro como él, velen conmigo en su tumba, y que nuestras lágrimas humedezcan la senda de su retorno, que hagan florecer los capullos a la vera de esa senda, que el todopoderoso lo guíe de nuevo hacia nosotros, que su sonrisa esmeraldina repita pronto con dulzura ¡No abandonéis a mis indios! ¡Oh sus hijos todos, sus hijitos! Mientras tanto lloraré y velaré a mi hombre; anegaré nuestras sábanas mientras me recreo en su olor, en el almizcle que manaba de su cuerpo, cuajaré las almohadas donde dormía a mi lado, y seguiré llorando por la larga viudez que habrá de llevar el Mayab. Aquí donde descansa mi amado su dilatado sueño esperaremos que despierte de su letargo y una vez más traiga esperanza a su pueblo, y llene con su amor mis horas de vigilia. ¡Por el todopoderoso! Yo les conjuro ¡Oh, hijos de Ixchel y Kinich Ahau! y a todos los que lo han amado, a que lloren conmigo, a que velen conmigo, pues Felipe Carrillo Puerto ¡Ha muerto! ¡Por el todopoderoso! Yo les conjuro ¡Oh, hijos de Ixchel y Kinich Ahau! y a todos los que lo han amado, a que en el ochavario34 de los tiempos hagan fiesta, pues mi amado no dormirá eternamente.

34 El Ochavario o Bix, parte de la celebración del día de muertos maya, en el que durante los ocho días posteriores al 2 de noviembre, en las puertas de las casas y en las albarradas, se encienden hileras de velas y se forma una línea de cal, para que las almas vean su camino al venir y al retirarse.

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1926 SUSANA BETANCOURT, LIGA RITA CETINA GUTIÉRREZ. ¡Ah Pixán Halal!, en innumerables ocasiones he pasado demasiado tiempo reflexionado sobre si eras un pensamiento fugaz, una suave brisa etérea despertando las conciencias, una tenue intuición de nuestros hombres y poetas, o parte de lo más excelso de nuestra creación; mujer de carne y hueso, receptáculo inmaculado de pasiones. En tantas ocasiones he tenido la ocurrencia de que fuiste tan solo un sueño, parte de las leyendas de mi tierra, de que eras producto de nuestros anhelos de emancipación y salías del sueño en forma corpórea para inspirarnos para luego regresar a tu nicho en el mausoleo de nuestra psiquis, al salir el sol, tras la serenidad de la llegada de la aurora. Al cabo del tiempo, al contar nuestros anhelos y nuestros sueños a estos reacios congresos, podemos ver incorporarse tus ideales a los nuestros; tomar cuerpo tus ideas en nuestras aspiraciones de equidad, e independencia femenina; al mirar hacia atrás, podemos sentir nuevamente la fuerza de tus argumentos y sabemos que no fuiste un sueño; y que paladear tus palabras de motivación y aliento sobre el ideal femenino de emancipación nos hace conscientes de tu plena existencia, y así podemos sentir la esencia de tu ser y sabemos que no te irás. No escaparás de la volátil ligereza de la imaginación, y estarás con nosotras a pesar del tiempo y la distancia; proporcionando los báculos de soporte intelectual a tus hermanas en el ideal, a tus hermanas en el propósito, a tus hermanas políticas en el Yucatán de todos los tiempos. Con la aurora del socialismo, ese fantasma que no ha parado de recorrer el mundo, ha llegado el despertar del sueño; ahora sabemos que no era un solo sueño. Te hemos visto y oído. Hemos sentido la tibieza de tu azul mirada, y la ebúrnea blancura de tus manos francas, siempre tendiendo puentes de fraternidad. Hemos oído tus disertaciones y fuimos testigos de tus hechos. Ciertamente el pasado no es un sueño, ni nosotras soñadoras incautas en pos de él. El presente y el futuro forjado ahora, son la esencia de los hechos trascendentes acaecidos en sucesión durante estos últimos años del siglo XX; tu presencia es uno de estos hechos trascendentes que no será olvidado el penúltimo Canek

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ni tampoco tú. Arraigaremos tu naturaleza en nuestras mentes y corazones, por lo que, aunque se sucedan más hechos trascendentes en la península, Felipe, Elvia y tú seguirán siendo protagonistas en nuestra historia. Ciertamente Felipe ha sido el gran acontecimiento del continente. Ha dado el primer paso para la emancipación de la sociedad maya y continental en su conjunto, hombres, mujeres, esclavos, peones, asalariados, todos a una voz levantando el clamor de las libertades y los derechos; él motivando los anhelos y poniéndolos al alcance de las encallecidas manos de nuestros campesinos. ¿Cómo olvidarlo? ¿Cómo olvidar la preciosa libertad que nos proporcionó en sus efímeros años? ¿Cómo olvidar la ejemplar militancia de Elvia y sus sacrificios para con los suyos y hasta el día de hoy? Ciertamente los tenemos como el apóstol y la monja irredenta del Mayab; enrojecidos santos sincretizados con el ideal del proletariado peninsular. ¿Cómo olvidarles? ¡No lo haremos! Vivirán siempre en los anales de nuestra historia como lo mejor que le ha sucedido a esta tierra de Yucatán en casi 200 años, desde Canek. Elvia es una flama en la oscuridad en la cima de la montaña, haciéndose oír notoriamente; Alma es la calidez y la tibieza en los mullidos prados, Felipe la atmósfera tempestuosa de una noche huracanada para sus adversarios, y al mismo tiempo la suave niebla flotando en los henequenales al amanecer, para la paz y gloria de sus indios. Las "Siemprevivas" aún surgen de la tierra como capullos. Aún muestran su rostro al sol abriendo sus pétalos y aportando ideales, sentimiento y pasión a las más de 60 ligas cultivadas con ternura y dedicación. Sus voces se unen en coro a las nuestras: salarios decorosos a las mujeres, derecho al sufragio, educación con equidad, educación sexual, son los estandartes de la liga y nuestros ideales. Continuaremos llevando la luz de la educación a los confines del estado; y esa luz nos hace verdaderamente libres, del alcohol, del hacendado, de la miseria y de la ignorancia. Es primavera y mi alma está triste por su ausencia. Felipe era una avalancha de esperanza, un torrente que deshacía todas las barreras que surgían a su paso; sin embargo era confiado y por lo mismo confiaba en la bondad natural de los hombres, en la decencia de sus enemigos y eso lo hacía ver como un ingenuo que tuvo a bien confiar en el Gral. Obregón, lo mismo que en Calles, ¡ah los hombres del poder! Alma, tú transformas esa primavera etérea y pasajera en una eternidad en flor; tus dulces aromas permanecen aún y engalanan el Mayab; en tu ausencia, el polen que dejas caer fecunda nuestra esperanza y hace de la primavera la estación perpetua en esta mi tierra; tu cuna adoptiva, tus mejillas arreboladas se espejan en las tiernas 58

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pitahayas cosechadas por todas nuestras mujeres en sus albarradas. La frescura alimentada de la piedra. Tu presencia nos llenaba de alegría. Nuestros corazones florecían como los geranios, en tanto yo me abría como la violeta ante la luz de tus ojos; el significado de esta me envolvía con la suavidad del capullo al androceo. Tus luceros nos deslumbraban y secretamente me avergonzaba ante el reflejo que irradiabas. Aunque pasen mil estaciones, no se podrán borrar las bellezas que tu paso dejó por nuestros senderos. Pasos convertidos en historia, convertidos en ideales. Felipe ciertamente no era incorpóreo, no lo era de ninguna manera, ni tan solo un poco de lo que cuentan los historiadores y nuestros enemigos, ¡no! No era ni remotamente el dragón del que nos hablan los editorialistas, la serpiente emplumada concebida por la fantasía de los bardos; Felipe era un ser humano, común y corriente como tú y yo. Lo era cuando menos en los sentidos, en gusto, oído, en tacto y en vista, en todo lo demás, sí que era diferente a todos, por su valentía, carácter, sus miras, su foco y alegría; una alegría desbordante por la vida, la suya y la de los demás. A través de esa vida pudo conocer la tristeza de los hombres que le seguían, de los que le rodeaban y desde la cumbre borrascosa de su aflicción pudo divisar la alegría de esos hombres, que como él, igual se condolían ante el abuso del poder. Lo que veía su corazón no lo alcanzamos a distinguir nosotros. Las estentóreas voces que resonaban en su mente, no las alcanzamos a oír nosotros; le hablaba con demasiada frecuencia a multitudes imaginarias, a hordas morenas que se reunían por miles; y en tantas ocasiones discursaba por intermedio nuestro, con gente no conocida aún, que legamos a creer que era Espartaco reencarnado. Acaudillando legiones en la tierra desconocida de la libertad, y le seguimos; le seguimos como las ovejas siguen a su pastor; le creímos, le creímos como si fuera el nazareno en Galilea, en el discurso en la montaña. Al paso del tiempo caigo en cuenta de que una sola cosa no podía entender de ustedes: constantemente nos hablaban a sus escuchas y partidarios, en un lenguaje muy curioso, mezcla de maya y castellano. Aludían a los pajaritos o a las siembras o a las cosechas, algo que solo ustedes y los indios entendían y se reían o se enojaban; sin embargo, los esbirros del cacique, los espías de la Revista de Yucatán, los sicarios del mal gobierno y todos los demás, jamás comprendimos esas metáforas, esos lenguajes que nos parecían encriptados. Solo después de asesinado Felipe, solo después de dolorosa partida, es que pudimos entender todos esos mensajes cifrados, y pude reconocer qué es lo que nos quería decir; ahora bien que lo comprendo todo:

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"En buena hora, niño Guy, nos acompaña el pájaro Pujuy. Hay que seguir adelante; vencer el cansancio, el miedo y el deseo. La traición disfraza sus intenciones. La traición es sueño, curiosidad y apetito de los caminantes. Abre los ojos, hijo, y sigue al pájaro Pujuy. Él no se equivoca. Su destino es como el nuestro: caminar, caminar para que otros no se pierdan". Canek, de Ermilo Abreu Gómez

¿No has sentido, al no estar ya su faz delante nuestro, que sólo somos pequeños episodios en la historia; caminantes sin rumbo en la bruma de los tiempos?

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1931 AUGUSTO ALEJANDRO CÁRDENAS PINELO. ¡Claro que lo conocí! Todo el país hablaba de él, incluso varios países de Centro y Sudamérica también; se escribía acerca de sus encendidos discursos, así como de las notas que generaba el Gral. Obregón y el lío que se armó entre él y Adolfo de la Huerta. Durante las interesantes clases en la Escuela Modelo los maestros comentaban interminablemente sus ideas, sus hechos y las de los autores europeos de donde provenían estas. Posteriormente, ya crecidito, en la ciudad de México, después de las interminables horas sentado en el pupitre y las aburridas clases de contabilidad en el Colegio Williams, corría a comprar el periódico para enterarme de los últimos acontecimientos en mi Yucatán. Mis padres pensaban que Carrillo Puerto era un loco de atar. Que odiaba a las clases acomodadas y en especial a los comerciantes, y toda su gente lo secundaba en ese oficio de odiarlo todo; pero ellos no saben que todos los jóvenes pensamos como él. Lo encendido de sus discursos y la veracidad de sus palabras nos hacían desear unirnos a sus batallas. Las noticias de los avances en derechos jurídicos y en las artes, el conocimiento, las escuelas, la organización de nuestro pueblo, nos maravillaban. Pues con la excepción de Olegario Molina, nadie se había preocupado por ello de tal manera. Recuerdo bien que me sentía especialmente impactado por la hermosa historia de amor de Felipe con la periodista Alma Reed a quién he tenido el gusto de saludar personalmente hace poco, en Nueva York, donde pude constatar que se ha convertido en una mecenas importante para el arte mexicano, ahí en el país del norte. Me sorprendió la nobleza de su alma. No abriga rencor alguno ante la tragedia y dolor infligido en su persona, en su lastimero duelo. Solo puede entreverse en el azul profundo de sus ojos, el resabio de su gran amor a los hombres y las tierras de nuestro bello país, en esos camino del sur. ¿Quién crees que inspiró la canción que nos llevó al vate y a mí, al éxito mundial? Yo sé que nunca besaré tu boca, tu boca, flor de púrpura encendida; yo sé que nunca llegaré a la loca y apasionada fuente de tu vida.

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Yo sé que inútilmente te venero, que inútilmente el corazón te evoca; pero a pesar de todo yo te quiero, pero a pesar de todo yo te quiero, aunque nunca besar pueda tu boca. Nunca Ricardo López Méndez y Gustavo Cárdenas

Solo una mujer de su talla puede inspirar los más sublimes sentimientos de hombres como nosotros: Felipe, el vate, Rosado, Palmerín. Recién había terminado la epopeya protagonizada por ellos en 1924, cuando a Rich López, ante la lejanía de quién estaba enamorado casi todo el tiempo de Yucatán, y pensando que la historia sepultaría a sus protagonistas, tuvo un dejo de nostalgia e inspiración, y he aquí que se puso a arrastrar el lápiz y luego su servidor las cuerdas de mi guitarra, resultando lo que ahora escuchas desde Alaska, hasta la Patagonia. Hasta al presidente Hoover le canté estas coplas hace un par de años; él me preguntó de la influencia en México de la dama en cuestión, huelgo decir que, en lo privado, él es simpatizante de las causas progresistas, aunque en lo público sea profundamente conservador. Le platiqué de tantas maravillas hechas en mi tierra y de otras inspiradas por las ideas de ella, ¿qué más podía decir sino la verdad?

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1931 BARTOLOMÉ GARCÍA CORREA, GOBERNADOR

DE

YUCATÁN.

Todos sus seguidores nos dispersamos. De alguna manera el presentía cuál sería su fin y no quiso que le siguiéramos. Todo Yucatán se alineó y fue en pos de su rescate, pero él no lo permitió; nos dispersó y nos entregó el dinero del pueblo que él había sacado del erario... Hasta ahora entiendo por qué lo hizo: no teníamos armas, solo teníamos nuestra pobre pero férrea voluntad de seguir siendo al fin libres, así fuéramos desbaratados. El dinero entregado en depósito serviría para reconstruir, a su regreso, lo que los alzados destruyeran; para eso nos lo entregó, para que lo restituyéramos a su regreso. ¡Escuchen bien kaanes!, ¡respeten la memoria del más grande hijo que parió Yucatán!; cesen de esparcir su ponzoña como arena del mar, a los cuatro vientos. O de cierto les decimos, que un fuego voraz los destruirá, el fuego del relámpago de la ira, el fuego de la venganza de los hijos por su padre despiertos de esta tierra; ese fuego los consumirá a ustedes, a sus lenguas bífidas, que son como caballos desbocados; ya que no son lo suficientemente hombres para poner control a sus malignos y traidores instrumentos periodísticos de mentira y rumores repetidos mil veces, hasta hacerlos parecer verdad. ¡Sí!, es cierto, sufrimos más allá de lo decible, Ricárdez y nuestros enemigos nos cazaban como a conejos, sus lacayos nos acosaban como zorros a los pavos del monte. Los sicarios y verdugos se dieron gusto con nuestras carnes, sus carrilleras siempre estaban vacías y los paredones llenos de oquedades; faltaban sogas que gustosamente aportaban los hacendados para suspender del cuello en los árboles de las plazas, a las piñatas socialistas y a las piñatas sindicalistas; y todo ello no fue suficiente para acobardarnos. Como Canek en Sibac, cuando éramos apresados por los enemigos y conducidos al cadalso, nuestros valientes hombres, simiente de estas tierras, sonreían y se alegraban mucho de compartir suerte con su apóstol rojo, sabedores que con su sangre abonarían el terruño, del cual brotarían miles de hombres y mujeres más concientes. Recuerdo bien que tenía buenos amigos en el puerto de Progreso, al norte de Mérida,sus nombres: Francisco Morales Gollez, Cecilio el penúltimo Canek

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Pérez, Piedad Luna y Luis Zavala; el primero, Gran Maestro y fundador de la logia local, los dos siguientes eran prominentes sindicalistas del puerto y el último, jefe de la policía que se negó a matar a los otros tres, por lo que todos fueron ahorcados en este puerto por el, tristemente célebre asesino, Capitán Fermín González, lacayo abyecto de Ricárdez Broca, el 22 de Marzo de 1924. Su único crimen había sido pelear por los derechos de los obreros y maniobristas ante los especuladores y capitalistas del estado en la zona porteña, que eran aconsejados por don Avelino Montes; por eso fueron apresados, vejados y hechos caminar hasta el cementerio, donde los colgaron de los pinos del acceso. Ahora sabemos que eran los mayores obstáculos para los planes del asesino golpista De la Huerta, siempre presumiendo falsos aires de decencia, necesitaba el control total de Progreso para traer armas de Belice y así apoyar su asonada; Yucatán era la vía de entrada para todos los bastimentos y logística que requerían los alzados, ya que los Estados Unidos habían reconocido y dado el espaldarazo al Gral. Obregón y de este país nada le llegaría al ¡Infame! Cuentan con lágrimas los pocos testigos que al morir colgados, en sus pataleos parecían caminar subiendo celestial escalera y se apuraban en su esfuerzo, pues veían en la cima, al ser que los motivaba a servir a los demás, al santo rojo que dio su vida por los de su tierra y por ellos mismos, al cristo rojo. Y sin miedo en los ojos ni odio en las pupilas se unieron con alegría a nuestro maestro. Es simbólico que murieran de esta forma y en esta fecha cuando iniciaba la primavera. No solamente esa bella estación daba inicio sino la primavera de los hombres libres. Era el principio, el principio de la vida socialista en Yucatán, y de ahí florecían los ideales, los pajarillos cantarían las bondades del nuevo orden; los hombres se enamoraban de sus leyes, los guías eran verticales y honestos, en el cielo resplandecía un sol rojo, trayendo calor y destellos a todo aquel que quisiera sentirlo. Ya no hay más primavera. Los cobardes y los embozados, los traidores a su pueblo, los fanáticos y los capitalistas, nos han condenado a un eterno invierno de esperanzas. Nos han condenado a la frialdad de la justicia corrupta, al granizo de los crímenes impunes, a la oscuridad de los gobernantes saqueadores; he aquí que me levanto y me rebelo contra ello, ¡sepan ustedes traidores!, que devolveré golpe por golpe y ojo por ojo, a las ofensas infligidas al pueblo, sepan que envolveré en un mar de fuego sus insidias y traiciones, ¡sí que lo haré! Honraré el nombre de Carrillo, honraré el nombre de los mártires de Progreso, honraré los nombres de tantos y tantos ahorcados por la traición y la reacción: escuchen con claridad, no dejaré que sus nombres se pierdan en el olvido y se los restregaré en el rostro de los hijos de ustedes, hijos de... Belial. 64

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¿Cómo se combate el fuego? ¡Con fuego! No permaneceré imperturbable ante los embates de los chismosos, ante la espada de la mentira y ante la plaga de los rumores esparcidos por Menéndez ¿Por qué no combatirlos con la verdad? ¿Qué nos impide editar y publicar las buenas acciones en pro del pueblo? ¿Es que deberemos sujetarnos siempre a la mordacidad, intrigas y mentiras del ladino del Diario? De cierto les digo que ¡No lo haremos! Si es necesario llevar la luz de la verdad a nuestros pueblos, lo haremos a su modo; en el campo de batalla del fanático. Lo haremos en la trinchera del corruptor, lo haremos en el terreno áspero de su maldad, no rehuiremos esta guerra, no daremos un paso atrás en defensa del honor de los mártires y los principios socialistas, y lo que tenga que pasar, ¡que pase! He mandado traer linotipos y una máquina rotativa automatizada de dos cilindros que hará frente al desquiciado; le pondré nombre a la nueva arma, se llamará: ¡Diario del Sureste! Combatiremos en su terreno, y aquel tendrá que enfrentarse al más decidido defensor de las causas indígenas y socialistas y si fuere necesario le haremos desaparecer. No dudaré en hacerlo, en pago por su contubernio en el asesinato del mártir... "Joven e idealista, creí fielmente en la Revolución; la quise, luché por ella, esperé y espero de ella; y deseo fervientemente enaltecerla y servirle aún después de mi muerte". Francisco Morales Gollez, Progreso Yucatán

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1934 XBATAB

DE

KAXATAH.

Como desearía contar a todos de Yaax ich; lo vi crecer desde que estaba así, ts’iiricito y de cómo enriqueció con su propia vida la vida de los lugareños; pero solo soy una pobre anciana con casi 80 años a cuestas, aún hablo maya porque desconozco el castellano, y como el Di()s de los blancos me dio poca elocuencia, pero en cambio me dio la voz de Balam y la fuerza de Ch´uuy; ¡invoco a H´tubtun! para que inflame mi boca y toque mi memoria y así mis labios puedan llevarles a su entendimiento, las verdades que vi y oí de Yaax ich. Yaax ich nos amaba y buscaba siempre, nunca sabré por qué; nosotros también lo amábamos porque su voz era un bálsamo para la crueldad del amo, y sus manos eran ligeras para la ayuda. ¡Sí! Yo también lo amaba, lo hemos amado desde siempre, lo amamos porque no se elevó por encima de las miserias de nuestras almas. Porque los indios siempre existimos para él, quien nunca fue ciego a nuestra hambre, nunca fue sordo a nuestro sufrimiento; porque desde siempre, se desvió de los labios a jaaleb, hacia los de nuestros ts’iirices, porque siempre tuvo palabras de aliento y esperanza para nuestros hijos en los sepelios procurados tan ávidamente por el amo. Los catrines no saben cuánto le amamos. Para ellos nuestro amor es un misterio. Creen honrarlo en su tumba con fiestas y honores cada año. No saben cuánto los desprecia desde Xibalbá y cuánto les despreciamos a ellos porque lo amamos. Los que de corazón le aman no expolian al trabajador, lo encumbran; no se roban el dinero de las mujeres del pueblo, sino que ponen de sus bolsas; no se alían a los corruptos y bandidos en las direcciones de las escuelas, los sindicatos y la universidad que él creó; para él, estos actos son una burla cruel. Yaax ich tenía 16 pero ya hablaba como taatix; cuando vino en Kaxatah, nos llamó a todos, a los peones, a los vaqueros, a mí y a mi hijo mientras trabajábamos en las milpas. Yo ya no era joven, no tenía marido, pues el hacendado en Dzununcán me lo arrebató temprano, para gozar de mi juventud. Maté a mi matriz, pues otro hombre no sería deshonrado y muerto por mi causa; antes de Yaax ich, mis oídos sólo conocían la aguardentosa voz del hacendado; pero a su llegada, su quieta voz, nos convocaba a dejar la coa y poner alto a nuestra 66

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tarea para escuchar sus historias de esperanza y libertad para el indio. Nos decía que este sueño era posible, que ya lo habían logrado para el pobre y para el negro, al otro lado del mar y así comenzó mi amor de madre y nuestra fascinación por él. Desde entonces y después de él, para mí sólo quedó vagar bajo el sol, como t´ool en sus albarradas y esperar y ver pasar los días. Ya más crecidito, Yaax ich llamó a nuestros hijos y todos le siguieron; yo también le seguí. Desde ese verano mis nietos fueron en pos de él, vinieron a decirme: —Madre, no podemos esperar que el patrón o el cura, desvirguen a nuestras hermanas e hijas recién casadas; Yaax ich nos ofrece un nuevo camino, deberemos recorrerlo para recuperar nuestra hombría y nuestra dignidad y si ese camino hay que recorrerlo, aún a costa del miembro del patrón, pues lo andaremos sin vacilar. Yaax ich nos llama, quiere que nos unamos a los suyos. Me dijeron mis nietos y yo les di el consejo de la hombría y la dignidad: Sigan su camino hijos, síganlo como lo siguen sus hermanos. Y todos lo siguieron. Sin embargo sus palabras y sus actos fueron burla para los no convocados. —¿Cómo hacer entender a las nuevas generaciones como era? ¡Mírennos! Somos todos ahora, resultado de sus ideas; somos señales de los tiempos, para los venideros, él nos forjó en el crisol de la batalla por nuestros derechos, él es ejemplo perenne para los nietos de nuestros nietos, faro para los catrines y ayo para los ciegos en el gobierno. Él no hubiera querido seguir ese camino. Hubiera sido un hombre famoso y criando hijos y nietos con la Elvirita35 o con la "Chabelita"36, no un triste recuerdo para nosotros y escarnio y ejemplo de los Dzules, para todos. No piensen que su voluntad estaba con los débiles, ¡no! él no era como el nazareno, para él los débiles no eran los paralíticos o los enfermos; para él los débiles eran los hombres carentes de valor, hombría y dignidad, aquellos que se contentan con escupir insultos contra sus opresores, sus patrones y el mal gobierno, sin llegar a la acción jamás. Aquellos enfermos, pero de cobardía, que no son capaces de oponerse a los amos ni aunque sus hijos y mujeres mueran de hambre y sean pisoteados en cárceles por disentir; ¡No! su voluntad estaba del lado de los hombres fuertes y dignos, aquellos erguidos aún desde las sillas de ruedas, aquellos capaces de señalar la viga en el ojo del amo, aquellos verdaderos hombres capaces de correr riesgos, por señalar lo que creen indecente y aquellos que arrebatarían al amo su vida, para conservar la de sus mujeres e hijos. Bien, basta de habladurías, sepan más de su vida: 35. Elvira Quijano, novia de juventud de Felipe Carrillo. 36. Isabel Palma, esposa de Felipe Carrillo.

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Cuando salió de la cárcel, por lo de Dzununcán37, no tuvo más miedos, era muy joven, se parecía a kuutz plumando. No me olvidó y regresó para ayudarme en la milpa y así se nos pasaban las horas; un buen día nos "picamos"38 y se nos llegó la tarde. Yo había comido temprano pero él se olvidó de comer; hacía mucho calor pues era la canícula y a esa hora los dos ya teníamos hambre por lo que revisamos nuestros sáabukanes; el mío ya estaba vacío, apenas unas tortillas duras con cuxum; el suyo aún tenía dos bolas de pozole39 y un chile habanero, y en su calabazo casi no quedaba agua; Yaax ich volteó su sáabukán cayendo las dos bolas y el chilito, con suavidad las sopló y medio limpió y las alzó diciendo: toma Xbatab y me entregó una, con avidez le hinqué mis pocos dientes a la mía y no bien había terminado de comerla vi que Yaax ich tenía todavía la suya en su mano. —Xbatab toma y come esta otra también. Mi cara parecía la de K´iin, roja como un tomate; me dio mucha vergüenza... pero pudo más el hambre. Al fin me entregó las dos bolas de pozole, juro por el todopoderoso Di()s de los curas que yo sabía que él tenía mucha más hambre que yo, y ahora sé que él, al entregarme las dos bolas, se había satisfecho y había saciado su hambre, porque había comido y gozado del fruto del árbol de la generosidad y del amor, de ese árbol desconocido para todos los curas que buscaron su muerte, de ese árbol cuyos frutos les ofreció su maestro, el nazareno, a ambos y que solo él conoció. A nuestro regreso mientras caminábamos por la senda de ceibos, observaba su rostro. Moreno y curtido al sol; los ojos verdes decididos y a la vez apacibles, la mirada inocente de T´u´ul. Su paso era, el tranquilo paso de queej en el abrevadero, la paz de quién ha servido a los demás, todo eso miré en su rostro, no lo he vuelto a ver y no lo olvidaré jamás. Cuantas otras cosas de las que hizo quisiera contarles pero ¿cómo podría? Mi memoria se nubla como la bruma al amanecer en el cenote Há; y de cierto les digo que cuanto más grande es el cariño menos posible es describirlo o explicarlo y estando mi memoria tan cargada, se derrama como suave cascada por los abismos perennes del olvido. Los catrines no saben cuánto le amamos. Para ellos nuestro amor es un misterio insondable; creen honrarlo en su tumba con fiestas y honores cada año. No saben cuánto les desprecia desde Xibalbá y cuánto les despreciamos los que lo amamos. 37. Cuando Felipe tenía 18 años, fue a visitar a la Xbatab y resulta que los patrones de Dzununcán habían puesto una larga albarrada que encerraba a los pobladores de Kaxatah para presionarlos a vender sus tierras a los hacendados, a cambio de una bagatela. Después de innumerables gestiones ante los hacendados de Dzununcán, quienes no hicieron caso a las peticiones de Felipe, éste decidió actuar. Les habló en maya a sus amigos y dando el ejemplo, empezó a quitar la albarrada para que los demás lo siguieran. Este acto enfureció a los poderosos; Felipe fue denunciado e inmediatamente presentado a las autoridades. 38. Localismo que significa insistir, aunque sea contraproducente. 39. Bola de masa de maíz acedo, condimentado con sal o miel, bebida tradicional maya que se acompaña de la ingestión de chiles habaneros.

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1935 RICARDO PALMERÍN PAVÍA. ¡Con cuanto pesar vuelvo a dejar el terruño amado! Pero debo regresar al "movimiento". Mérida ya queda un poco estrecha para tanto trabajo compuesto y almacenado, todavía sin ver la "luz"; el D.F. me llama nuevamente, sus luces, palacios y vida me devolverán al lugar que debe ocupar la música yucateca en el país y el mundo. Sin embargo... ¡cuánto pesar siento!, por dejar entrañables amigos, el cariño de mi gente en mi natal Tekax, las cálidas noches de trova en la "Casa del Músico" y ¿por qué no decirlo? la enorme nostalgia por la exquisita blancura del lugar que nos dio renombre mundial. A ella, a la música local y a un servidor: "Peregrina" hace ya 13 primaveras, estando recién "desempacado" en esta ciudad. El poeta Luis Rosado me vino a ver; él llevaba una magnífica amistad con Carrillo Puerto y con la periodista norteamericana Alma Reed. Luego de tres días de estar paseando por el barrio de San Sebastián rumbo a una velada musical, cuando la suavidad de los aromas primaverales a hierba fresca, a flores de mayo y a flor de limonaria, se confundieron con el dulce y subyugante aroma de la Srita. Reed. El aroma caló en lo más profundo del alma del mártir y de Luis, la llenaron de galanterías y él le pidió a Luis que versificara toda esa belleza; así comenzó a componer las primeras estrofas, que a lo largo de dos días se esmeró en pulir, trayéndome finalmente la letra, a la que de buen grado compuse la música, inspirado no en aquel momento mágico de percepción de la belleza de la vida, sino en el amor. Ese sentimiento no menos bello, pero desgarrador, que expresa el hombre responsable de su pueblo, que llora la despedida de una amada que solo es una visión pasajera, que como aves canoras cambian de nido en cada estación, llevando su alegría y belleza a otros prados, a otras latitudes, dejando nidos y huellas imborrables de su paso. Sobre Alma María Sullivan desde hace poco me he enterado que estaba viajando de Chicago a Alabama, fundando casas para promover a pintores y artistas mexicanos en la Unión Americana. Que gran amor por la humanidad en general y por la mexicanidad en particular, lleva en su corazón. Mientras estuvo con nosotros, a veces la observaba mirando con arrobo, los actos políticos tanto de Felipe como de Elvia, el penúltimo Canek

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lo mismo que las coloridas actividades de nuestros artesanos, con su fresca sonrisa iluminaba el mercado y motivaba al artesano a esmerarse, a mejorar siempre su exquisito trabajo. Las contadas ocasiones en que le he mirado, desde la partida del santo rojo, he notado que sus pupilas jamás se empañaron con el velo del paso de todos estos años. Ella todo lo veía limpio, puro, decente, útil y práctico, todo lo miraba a la luz del prisma de su juventud, y a pesar de haber sondeado el fondo de la maldad humana, siempre se ha maravillado ante la belleza y la bondad y su esplendor. Aún ahora, cuando mira los henequenales, sus grandes y hermosas pupilas se llenan de verde; su océano varía el matiz, de azul cielo a verde turquesa, el verde de los ojos de la nostalgia, el verde de los ojos del tigre de Yucatán; sus ojos ven más allá del verde del henequén, ven la esperanza de los peones, ven el sufrimiento de los hijos del Mayab, esclavos en el tzequel del henequenal. Ven su eterna espera por el término de sus sufrimientos y su mirada los alienta a sobrevivir y a luchar aún un poco más. Quizá lleguen hombres mejores que les proporcionen un poco de justicia, esa que el mártir llamaba la justicia social, y que es desconocida para los hombres que gobiernan a este pueblo y a este país. Su mirada lleva también la desesperanza; la de no poder proporcionar los medios para la ruptura de los grilletes, de la impotencia para reunirlos y arengarlos como hiciera el santo rojo amado y enseñarles que los hombres que quedan son malos. Jamás tendrán un corazón tan generoso como el del mártir de Motul. Solo les quedan sus propias fuerzas; mientras no despierten como Manelic y tomen por fuerza lo que es suyo por derecho ancestral, mientras no despierte la fiera en su interior y arrebate al amo lo que le ha robado por 100 generaciones, ningún hombre sacrificará su vida de nuevo por ellos; ya lo han hecho demasiados: el nazareno, el de Cisteil y el motuleño... demasiada sangre noble regando los surcos verdes y ahora... ninguno capaz de mirar de frente al amo y tomar su vida en retribución por la de tantos hijos expoliados y asesinados por sus actos de opresión. Srita. Sullivan su presencia es magnificente y atemoriza a los de siempre: a los mismos gobiernos expoliadores y a los mismos hacendados bandidos y asesinos; a los mismos militares corruptos, los mismos policías ladrones y abusadores, los mismos traidores embozados desde las columnas periodísticas. Por eso no la quieren en Yucatán, por eso me ha dicho que ya no regresará más y solo iluminará estas tierras cuando se mencione al gran amor de su vida, cuando su amoroso corazón sea llamado por la memoria de aquel hombre que tanto la hubiera cautivado, y a quien decidió unir esa memoria. 70

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Cuanta diferencia con los espectadores. La mayoría, los que estamos en lo nuestro y no nos interesa nadie más que nosotros, los que no nos metemos en lo que no nos incumbe y cerramos los ojos ante el látigo en la espalda del siervo; nosotros no vemos, no escuchamos, no elevamos odas a la libertad, no tenemos memoria de los asesinatos de nuestros actuales líderes políticos y de opinión, no escuchamos el silbato del tren de la miseria que está pronto a arrollarnos. Permanecemos impávidos, arrodillados en nuestro miedo, en nuestra decidia, solo somos capaces de mirar, de agruparnos para la arenga pero nunca para la lucha real, nunca para devolver golpe por golpe. Di()s quiera que alguien tome la estafeta de nuestros mártires y continúe la lucha... acaso la "Peregrina" se compadezca del indio, aún más y lo guíe algún día...

PENSAMIENTO Dile a fragancia que yo la quiero Que no la puedo olvidar, Que ella vive en mi alma anda y dile así, dile que pienso en ella aunque no piense en mí, dile que pienso en ella, aunque no piense en mí. Vuela pensamiento mío, Dile que yo la venero, Dile que por ella muero Anda, y dile así; Dile que pienso en ella Aunque no piense en mí. Pensamiento, Ricardo Palmerín

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1940 YAAX ICH Y ELVIRITA QUIJANO Ciertamente era como un dios griego, alto moreno y ojiverde; todas las hembritas se morían por él pero yo lo tuve. Fue mío, pero no en el sentido que las demás quisieran, pues yo permanecí virgen, jamás me tocó; cuando menos en el sentido que los hombres pensarían. Sus manos eran un bálsamo para mis brazos y piernas doloridos, sus brazos eran como dulces cabestrillos para los míos, sus palabras me insuflaban aliento para continuar el esfuerzo; solo la Magdalena entendería lo que las mujeres como nosotras ven, oyen, sienten por los hombres como ellos; no hay apetencias carnales, solo deseos de permanecer por siempre junto a los hombres amados así. Como amara Clara al santo de Asís, espiritualmente, intelectualmente, prendada de los ideales que desde siempre ya manaban de sus labios como aguamiel. Era muy joven cuando lo conocí. Tenía la mirada profunda y diáfana que jamás había visto en hombre alguno y ¡vaya que conocía hombres de toda índole! El espectáculo circense de mi padre me llevaba de aquí para allá por toda la península, y en mi acto gimnasta era muy admirada, tanto por los hombres de mi pueblo como por los codiciosos mayocoles y hacendados que ofertaban a mi padre por mis tempranos favores, llevándose siempre trompones, al por mayor. Felipe siempre sentía inclinación a hacer el bien a todos a los que veía que lo necesitaban; a veces lo reñía por dar su alimento y hasta un libro al enano de nuestro circo; él le decía que con ello vería más pronto que tarde su "crecimiento"; otras veces les leía pasajes de Víctor Hugo a los contra-hechos con la promesa de quedar libres; de desaparecer sus taras si sentían las palabras del escritor francés, siempre tenía palabras de aliento para todos. Recuerdo muy claramente cuando vinieron a ver la función a Tixcocob dos emperifollados hacendados, "quesque" eran los dueños de Dzununcán la hacienda que querían expandir, a costa de presionar a los indios de Kaxatah quitándoles el agua para sus animalitos y sus pocas tierras de labranza; aquella hacienda cuyas albarradas derribara Felipe, lleno de ira, sin medir las consecuencias, pues se cometía un terrible acto de latrocinio contra su pueblo y por ello lo encerraron en el palacio municipal de Motul, en su temprana adolescencia. 72

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Felipe trató de ignorarlos tanto como pudo, más ellos insistieron en burlarse de él como si fuera uno de los payasos del circo, de cuando en cuando inhalaban rapé, como era costumbre muy extendida entre los hacendados; Felipe decía que se embrutecían para poder ejercer su maldad con más soltura, en fin que en esas andaban e insistieron tanto en sus burlas y Felipe en ignorarlos, que el público asistente decidió lavar la afrenta y comenzaron a golpearlos para expulsarlos, para sacar todo el rencor que llevaban almacenado; los golpearon tanto que pensé que los matarían, hasta que el hombre fuerte del circo los levantó en vilo y se dirigió al pozo para arrojarlos dentro; fue cuando Felipe intervino dado que poseía un gran corazón, lo tomó del brazo diciendo: Detente forzudo, no añadas males sobre tu cabeza pues mañana los "cherifes" de Motul y de Mérida vendrán por las cabezas de todos; de esta manera decidía darles vida cuando los tenía en sus manos y ellos estaban prestos a arrebatar las de todos los que hubieran podido, sin inmutarse. Al terminar las funciones, mi padre nos permitía permanecer junto a los carros de la utilería para conversar. Los pequeños ruidos nocturnos, los zumbiditos, cantos y chirridos de la noche en el campo yucateco nos arrullaban, mientras la mujer gorda y la mujer barbuda nos miraban con sonrisas condescendientes a la luz de aquellas lunas llenas o en el crepitar de la fogata. Felipe siempre insistía en leer y recitar, como sabedor que la lectura hace renacer al hombre. Leía el nuevo testamento y repetía que los hombres deberían tener la valentía del nazareno, tener su hombría y su carácter fiero y decidido. Cuando decía esto me atemorizaba un poco, acaso adivinaba en él su inflexibilidad ante lo malo e incorrecto. Su entrega a los demás y su posterior martirio por ello. Pasó muy poco tiempo entre nosotros; pero jamás olvidaré cada minuto pasado a su lado; una vida no bastaría para dejar escapar un solo segundo de lo vivido con él; las vidas de todos los demás hombres no bastarían para dejar la misma huella en nosotras. Después de cada función también les leía y traducía a los wíinikes que acudían; estos se amontonaban disputándose los primeros lugares al centro de la carpa; Felipe donaba su salario para que los chiquillos del pueblo pudieran entrar gratuitamente ya que su esclavitud se los impediría; intercalaba incendiarias frases de Mijail Bakunin con las no menos incendiarias de Jesús de Nazaret, y les esclarecía su significado en medio de risillas tímidas provocadas por la ignorancia; les ilustraba en el difícil arte de ser libres, ellos nacieron esclavos y no conocían el significado de las palabras independencia y libertad física, de pensamiento u opinión. Recuerdo en especial una parábola suya que contaba a los chiquillos, sencilla y valedera para todas las épocas: el penúltimo Canek

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Entre los antiguos de Cisteil, había un hombre muy viejo que tenía muchos hijos. Cuando estaba en el ocaso de su vida, les pidió que fueran al campo y le trajesen, en vez del acostumbrado tercio de leña40, una carga de ch’ilibes. Uno de ellos se la trajo y el padre parsimoniosamente les indicó: Intenten, hijitos, con toda su fuerza romper los ch’ilibes, así, entrelazados unos con otros. Pero por más que pujaban, ellos no podían. Inténtenlo ahora de uno en uno, les volvió a indicar. A medida que ellos los rompían con toda facilidad, les dijo: De igual manera si permanecen unidos, unos con otros, todos muy juntos, nadie podrá hacerles daño, por mucha fuerza que tenga. En cambio, si cada uno toma una acción diferente a la del otro, les pasará lo mismo que a cada uno de los ch’ilibes. Esto se los decía porque a pesar de que el pueblo estaba harto de sus gobernantes, todos actuaban diferente frente a los problemas, actuaban de manera aislada, cada quien dentro de la propia trinchera que había cavado para resistir. De igual forma era cotidiano que el cura de la Villa en la que estuviéramos, lanzara sus anatemas y excomuniones contra Felipe; ex comuniones que quedaban sin efecto alguno, pues alguien superior a ellos los recibía. Lo excomulgaban por citar al nazareno e instarlos a pensar y analizar sus yugos; entonces, Felipe con calma se ponía a dibujar sobre el polvo del suelo de la carpa y luego les instaba a leer lo escrito, a lo que huían avergonzados, pues él era conocedor de sus muchos pecados. ¿Y quién no? Todos sabíamos de las mujeres que “atendían” al párroco, o más bien que eran atendidas por el señor pastor; igual sabían de sus muchos hijos concebidos bajo las amenazas del fuego de los infiernos y de las violaciones sobre las muchas señoritas. ¿Qué hay de todos los ahijados regados por toda la campiña? ¿O de los jóvenes mancebos montaraces que cuidaban su sueño por bendiciones carnales? La carne es tan débil. Ni hablar de lo expoliado para comprar el perdón de los pecados, como el de disentir o protestar por la injusticia sobre los parroquianos que bien que daban su limosna para sostener sus templos, sostener sus vidas. Hasta el día de hoy, muchos años después de lo sucedido, los curas que medran en el Mayab, como los de todo el mundo, como los de muchas otras religiones que se dicen cristianas, utilizan el mismo viejo sistema para adormecer el pensamiento; mantener en alto su estilo de vida, sonriendo con su hipocresía y ocultando sus pecados públicamente, porque juzgar a los pastores de las iglesias sigue siendo un tabú en las sociedades que no han logrado abrir los ojos a la libertad del pensamiento. 40. Carga de leña, que se transporta amarrada a la espalda.

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Les contaré una parábola que le oí y que marcó el rumbo de mi vida y la de otros cientos de muchachos que lo escuchábamos ávidos: —¡Ts’irices!, el wíinik en el Mayab es como ese tsíimin que está allí, ¡escuchen!; cuando yo era dziris como hoy lo son ustedes, también me gustaban los circos, y lo que más me gustaba de ellos eran los animalitos. También a mí, como a ustedes, me llamaba mucho la atención el tsíimin. Durante las funciones, la gran bestia despedía bufidos y hacía desplantes de peso, tamaño y gran fuerza, pero después de su presentación y hasta un rato antes de volver al centro de la carpa, el tsíimin quedaba sujeto solamente por un mecate, que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo un chan pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque el mecate era grueso y fuerte, me parecía obvio que ese animal capaz de cargar dos hombres con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir. ¿Qué lo mantiene sujeto entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía seis o siete años, pregunté al h´men de Temax, a mi padre y a mis tíos, por el misterio del tsíimin. Alguno de ellos me explicó que no se escapaba porque estaba amaestrado. Seguidamente le hice la segunda pregunta obvia: Si está amaestrado, entonces ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo que me dieran ninguna respuesta coherente. y con el tiempo me olvidé de aquel misterio, y sólo la recordaba cuando me encontraba con otros ts’irices que también se habían hecho la misma pregunta. Hace algunos años descubrí que por suerte para mí, alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El tsíimin del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida, desde que nació. Cerré los ojos y me imaginé al pequeño animalito, recién nacido y amarrado a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el tsíimincito empujó, tiró y jaló tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo hacerlo. La estaca, en aquel entonces, era muy fuerte para él. Podría jurar que ese día se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al siguiente... hasta que un día, un terrible día, el animalito aceptó su impotencia y se resignó a su fatal destino... Este tsíimin enorme y poderoso no escapa porque ¡cree que no puede! Tiene grabado el recuerdo de su impotencia; de aquella impotencia que sintió después de nacer. Y lo peor de todo, es que jamás se ha vuelto a preguntar si podría librarse. Nunca. Jamás intentó liberarse por fuerza otra vez. - ¡Ts’iricitos! Cada uno de nosotros somos como ese tsíimin: vamos por las sendas del Mayab amarrados a decenas de pequeñas estacas legales que los ts’uules nos imponen y que nos privan de la el penúltimo Canek

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libertad. Vivimos creyendo que "no podemos hacer" muchas cosas, simplemente porque los ts’uules nos lo dijeron. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no debo y nunca podré", renunciando a una de las mayores bendiciones con las que puede contar un ser humano: ¡la libertad! La única manera de ser libres, es ¡Intentar!, ¡Intentar de nuevo! y volver a intentarlo siempre. Poniendo en el intento, todo nuestro corazón y todo nuestro esfuerzo, como si el destino de todo lo que amamos dependiera de ello… Pues sobrevivir en la miseria, durante mil generaciones no es vivir. Así les hablaba Yaax Ich, que así le decían a Felipe, a los niños y a los adultos de este pueblo y de todos los pueblos donde teníamos oportunidad de acudir con nuestro espectáculo del circo; así les mostraba el más grande amor que puede dar un hombre, el amor que todo hombre o mujer puede dar a su pueblo; esto también eran enseñanzas que uno le hubiera escuchado decir al nazareno. Y hasta que don Justiniano y doña Adela, los padres de Felipe, vinieron por él… y me lo arrebataron… se lo quitaron a los ojos y los oídos que amaban más que a su vida estar con él; sus padres lo desprendieron de su propia carne y de la maravillosa esperanza del amor limpio y perenne, nos lo llevaron atado contra su voluntad y hasta el día de hoy, viudas y huérfanos, le lloramos, le llora todo el pueblo que le ama.

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1940 ERMILO ABREU GÓMEZ Lo conocí más a fondo de lo que la gente piensa. Lo veía a diario en las nuevas leyes libertarias de Yucatán; lo veía en las miradas de los wíinikes que andan por nuestras calles y sirven aún en las haciendas; en la educación de los indígenas de la península. No podrías cerrar los ojos para no verlo, a donde fueras te encontrabas con su vanguardista obra. En cada tirada de la "Revista" podías leer sus "desmanes" y "abusos" contra la "casta divina": ¡Repartición de tierras expoliadas! ¡Extinción del derecho de pernada!41 ¡Justicia a las mestizas embarazadas por el patrón! ¿Cómo no escuchar y saber de él? Era obligado saber; en todo el país se escuchaba de sus acciones revolucionarias, había ocasiones en que el mismísimo presidente Obregón se preguntaba si él era parte de sus huestes, o era un competidor que habría que exterminar tarde o temprano. Más aún, lo miraba a él e intentaba convencerme de que no era otro niño Guy ya crecido; en algo se parecía a mí… pero aún no puedo precisar cómo es que llegué a estar tan seguro de que en un principio se comportaba como el niño Guy y posteriormente me fui percatando de que se transformó en alguien tan parecido, casi idéntico a Jacinto. No me negarán que la mirada apacible de sus ojos verdes recordaban, sin lugar a dudas a los del niño Guy; sus acciones y andanzas a mí narradas por la vieja xbatab de Kaxatah, de sus épocas mozas: ¡Son tan similares! Todo ello me confunde. ¿Será posible que al morir no vayamos al cielo o al infierno? ¿Será posible que retornemos a esta vida por alguna mística razón del universo? ¿Que juntos caminen por las pléyades hasta su regreso cien años después? Jesús, el de Nazaret, dijo: "pero yo os digo que Elías ya vino y no lo reconocieron, sino que le hicieron todo lo que quisieron. Así también el Hijo del Hombre va a padecer a manos de ellos. Entonces los discípulos entendieron que les había hablado de Juan el Bautista". Mateo 17:12-13 41.Se refiere a un presunto derecho que otorgaba a los señores feudales la potestad de mantener relaciones sexuales con cualquier doncella, sierva de su feudo, que se casara con uno de sus siervos y que se continuó practicando en Yucatán, ya muy entrado el siglo XX, aunque fue oficialmente abolido en 1915.

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¿Este pasaje no nos aclara el asunto? A los curas no les conviene hablar sobre nuestro verdadero destino, es más, quizá ni a ellos mismos en su formación les hablen de ello. Pensar así es para que nos cataloguen de herejes o de apóstatas; pienso que tal vez Jacinto sí regresó en la persona de Felipe, no me explico sus actos de otro modo. No cabe en mí el gozo, deberé contar al mundo lo que aquí ha acontecido: el padre Matías ¡también ha estado entre nosotros de nuevo!, desde Sibac donde consolara a Jacinto con la cabeza sobre sus piernas, viajó a ese mundo sideral desconocido, al que fueron los cientos de mártires de Cisteil y regresó en la persona del padre Serafín García. Dicen las crónicas de Motul y me lo afirmó la xbatab, que el padre García fue un sacerdote comprometido con los indios más pobres. Era diferente a los demás curas de la diócesis, que son iguales a demonios, todos cortados de manera similar para robar a las familias, tomar a las mujeres y niñas y permitir la muerte de todos los indios que puedan. En cambio aque tenía una variada y extensa biblioteca con textos de Rousseau, Voltaire y los enciclopedistas franceses, con los de Saint Simón, Proudhon, Kroptkine y hasta los de Marx y Engels. Por sus lecturas, a Felipe le decían "el santo rojo de los mayas". El padre García motivó a los jóvenes a estar orgullosos de sus raíces y los paseó por el mundo moderno a través de la lectura y percibió y orientó la natural inclinación de Felipe por defender a los desheredados, a los débiles y a los desvalidos. Lo convirtió en su discípulo favorito, tal como el padre Matías hizo con Jacinto hace 150 años. Yaax Ich, cuando niño, en Motul dijo: Juan Pueblo se esfuerza trabajando para el amo, queda encorvado y yace viejo y enfermo, tendido en su hamaca de mecate, en su casita de huano, sin muebles, da toda su vida y salud al patrón y al estado, sus hijos yacen hambrientos y desesperados por la carencia de recursos, pues han sido exaccionados como su padre y como su abuelo, hasta la inopia, llegan los servicios de seguridad social, solo para trasladarlos al cementerio, la tesorería se encargará de rematar la casita sin herederos. Yaax Ich dijo: Las madrecitas de Yucatán son golpeadas y vituperadas a diario por los esbirros uniformados que destruyen sus casas y les roban, mientras van persiguiendo a los hijos hastiados, que disienten; la procuración de justicia los refunde… los jueces han impartido la justicia del "xgober". ¡Oh gran arquitecto del universo, cuán similares son sus palabras a las de Jacinto! ¡Oh Mayab qué cruel es tu destino! ¡Sometida a esclavitud y servicio por los dzules codiciosos y malvados, vicios que no merman al paso de los siglos! ¡Oh Itzamná, esperamos con 78

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ansiedad que llegue la señal convenida por los dioses para iniciar de nuevo la lucha trunca!, aquella iniciada por Jacinto, la que continuó Yaax Ich y también quedó trunca. ¡Oh hijos de Itzamná! ¡Miren! La vida es como Canek, la serpiente lucero, que se enrosca tocándose la cola; es un devenir constante, una vorágine interminable e inexorable. Por eso estoy seguro de que vendrá ella de nuevo, tomará forma humana como antaño con Cecilio y con Jacinto, antes de él, y un enviado volverá para tomar la estafeta de la libertad del pueblo Maya, ¡Jacinto no ha muerto! ¡Felipe no ha muerto! Alguien duerme el sueño de la inconciencia en otra dimensión, esperando con paciencia intergaláctica el turno de abanderar los ideales del pueblo, los augurios y los viejos chilames señalan 2012 para iniciar ese glorioso momento. ¡Oh hijos de Itzamná! No me tocará ver esos hechos, ¡gloriosos los ojos que sean testigos del resurgimiento de Kukulkan, el caudillo! Benditos aquellos que contemplen resurgir los luceros de los ojos claros de la serpiente estrella para acaudillar a sus huestes que le esperen, a los suyos que sabrán interpretar los tiempos y los katunes. De cierto les digo, oh habitantes del Mayab, que dejaré anales de todo lo visto y oído; el que lea entienda: la extinción de los katunes, en el mundo maya significa el principio del fin de la opresión del mal gobierno del blanco, en todo el Mayab; significa que llega el esperado, el mensajero de la serpiente estrella y su señal. Señal de hombre es: tendrá los ojos claros comoYaax Ich, el lucero de la mañana y recorrerá el Mayab llamando a los suyos, dando esperanza a los desheredados, fustigando con su látigo, a los opresores de Juan Pueblo. ¡Oh simiente de satanás!, ts’uules engreídos y altaneros, he aquí que su riqueza será decantada por el filtro del pueblo; he aquí que a juicio del pueblo serán pasados y no prevalecerán más. He aquí que otro dragón rojo, de los tiempos, viene serpenteando y sus palabras serán como música para el oído del indio. ¡Entonces la profecía se habrá cumplido! En su verbo flamígero para el blanco encontrarán el crisol en el que se purificarán los impíos y ¡tiemblen! ¡rechinen los dientes de terror!, pues la ira de su juicio será acompañada del despertar de Juan Pueblo y desatada la tierra quedará vacía y desolada; solo quedarán los mayas sobrevivientes, las coas arando la tierra y los peek´es lamiendo los restos de quienes hasta hoy y por 400 años, asolaron al pueblo maya. Dejaré anales para advertir a los nuestros, para prepararse. Dejaré anales narrando las cosas del pasado, para que aprendan los ts’uules y se vuelvan de la maldad de sus padres. Dejaré las historias tal como las recibí de los antiguos, para que todos, indios y blancos, recuerden la tristeza del pasado y nadie les obligue a vivir más de esa manera, bajo el yugo. No sea que, como está escrito y cuando los chenes, el penúltimo Canek

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cocomes y xiues sean numerosos como las arenas del mar, al fin de los katunes, tomen venganza del blanco y salgan nuevamente con machete en mano hacia Chan Santa Cruz, día de duelo será para el mundo. Día de luto en todos los hogares de los malvados ts’uules, porque serán pasados a cuchillo sus primogénitos y solo quedará la memoria de su existencia De cierto les digo, oh habitantes del Mayab, que mis palabras no pasarán con mi muerte. Valientes guerreros se pondrán de pie y orgullosos despreciarán la maldad de los ts’uules que gobiernan y oprimen a mi pueblo. Tomarán esta poderosa espada, que dejaré al pasar al otro estado al caminar con los idos, y valientes habrán de entre el pueblo que, cumplidos los tiempos y las señales, la tomen, escriban y narren las cosas de los antiguos, yo entre ellos, para memoria de lo porvenir. Hombres y mujeres esforzados que alerten a los indios de mi pueblo ¡Que la hora llegó, ha llegado! ¡Que es la hora del juicio del pueblo! ¡Que es la hora de sacar cuentas con los ts’uules gobernantes! ¡Es la hora de que enfrenten la sombra negra de la maldad que yace sobre el pueblo maya y no teman ofrendarse! Ciertamente el blanco aún podrá retrasar el cadalso. Ciertamente, si se volviera de su mal camino y devolviera sus bienes y su vida a Juan Pueblo, ciertamente aún podría salvar a sus hijas de la amenaza que viene, si le diera, al fin, a mi gente, lo que siempre ha querido. ¿Que qué es lo que ha querido? ¿Qué es lo que quieren los mayas? ¿Qué es lo que quiere Juan Pueblo? ¡Oh ilusos ts’uules! ¿Después de 400 años de esclavitud y miseria se preguntan qué es lo que queremos? Se los dijo Jacinto Canek, Jacinto Pat, Cecilio Chi, Manuel Antonio Ay, se los dijo Felipe Carrillo, se los gritó Rogerio Chalé, antes de que regrese el mensajero y reclame sus vidas por su impiedad, se los diré una vez más en una parábola que le oí a Yaax Ich en Citilcum en 1923: El joven milocho durante sus paseos por la agreste selva tropical del Mayab, fue sorprendido y apresado por Cecilio, el taatich de la provincia vecina, mientras cazaba furtivamente en sus selvas. El taatich pudo haberlo matado en el acto, pues ese era el castigo para quienes violaban las leyes de los cruzoob. Pero quedó conmovido ante la locuacidad y las ideas tan similares de milocho, que le ofreció dejarlo en libertad, siempre y cuando, en el plazo de siete días, hallara la respuesta para una pregunta muy difícil. La pregunta era: ¿Qué quiere realmente Juan Pueblo? Semejante pregunta dejaría perplejos hasta a los gobernantes menos abusivos y más entendidos y al joven milocho le pareció imposible de contestar en ese momento. Con todo, aquello era mejor que morir macheteado, de manera que regresó a Mérida y empezó a interrogar a la gente, a la sobrina del cacique, a su ahijada, a las prostitutas, a los xcanloles, a los sabios de la universidad, y hasta al bufón de la corte, 80

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el compadre del "xgober"; en suma, a todos los que pudo, pero nadie le pudo dar una respuesta convincente. Eso sí, todos le aconsejaron que consultara en Kaxatah a la vieja xbatab, pues solo ella podría saber la respuesta. El precio sería muy alto, ya que la vieja era famosa en toda la península de Yucatán, por el exagerado precio que cobraba por sus augurios y servicios. Llegó el último día convenido y milocho no tuvo más remedio que consultar a la vieja que era considerada una hechicera. Ella accedió a darle una respuesta satisfactoria a condición de que primero aceptara el precio. ¿Cuál era este? Ella dijo que ¡quería casarse con Venancio Pec! quien había sido el taatich más noble de Tekit y el más íntimo amigo de Jacinto Pat y de él. El joven milocho la miró horrorizado; era ya muy vieja, kiridzosa y fea; tenía solo unos pocos dientes negros, despedía el putrefacto hedor que producen los políticos del Mayab, sus flatulencias solo eran comparables a la presunción de los extensos bienes usureados por los refugiados de A´aba de Muhafazat Dara, en Yucatán. Nunca había conocido a una criatura que fuera más repugnante. Naturalmente, milocho se acobardó ante la aciaga aventura de pedirle a su amigo de toda la vida que asumiera por él esa espantosa carga. No obstante, al enterarse del pacto propuesto, Venancio afirmó que su unión con la vieja no sería un sacrificio excesivo a cambio de la vida de su compañero y amigo. Se anunció el enlace por toda la provincia y reunidos todos, ante la vieja hechicera, con su gran sabiduría, le dijo al fin: Lo que Juan Pueblo realmente quiere es: ¡Autodeterminación! ¡Decidir por sí mismo! ¡Ser soberano de su propia vida! Todos supieron al instante que la hechicera había dicho la más grande verdad y que el joven milocho sí que estaría a salvo. Y así fue; al oír la respuesta, el taatich Cecilio le dio su palabra de libertad. Pero, menuda boda fue aquella; asistieron los pueblos circundantes y los halach uiniques. Nadie se sintió más agobiado que milocho, entre el alivio por recuperar su vida y la angustia por su amigo Venancio. Venancio que era un hombre orgulloso de su raza, se mostró cortés, gentil y respetuoso. La vieja hechicera, después de la ceremonia, hizo gala de los peores modales ante él y Juan Pueblo: sorbió la comida directamente de la jícara, sin usar tortillas, regurgitó y emitió ruidos y olores espantosos, ahuyentando a todos los comensales. Llegó la noche, había que consumar el matrimonio. Cuando Venancio, estaba ya resignado para ir al lecho nupcial y esperaba que su "flamante" esposa se reuniera con él, ella se le apareció en la forma de una bellísima princesa, acompañada del más fiero guerrero maya que un hombre de estas tierras haya visto; pues no era la xbatab sino realmente era, ¡la xtabay!, Venancio quedó estupefacto y le preguntó qué había sucedido. el penúltimo Canek 81


La bella hechicera le respondió que como había sido muy gentil con ella, la mitad del tiempo se presentaría bellísima pero acompañada de un fiero guerrero y la otra mitad con su aspecto repugnante. Y le hizo una cruel pregunta: ¿Cuál prefería para el día y cuál para la noche? ¡Qué pregunta cruel! Venancio se apresuró a analizarla. Desde luego que quería tener durante el día a una princesa joven y adorable para presumirla ante sus amigos pero ¿acompañada del guerrero? y ¿por las noches en la privacidad de su alcoba a una bruja espantosa? O al revés, ¿prefería tener de día a una bruja fea y a una princesa hermosa, con un macho ardiente en los momentos íntimos de su vida conyugal? El valiente Venancio Pec, resignado, replicó que la ¡dejaría elegir por sí misma! Al oír esto, el hechizo se rompió y ella le anunció que sería una hermosa dama de día y de noche, porque él ¡había respetado su elección! y le había permitido ser ¡Soberana de su vida!… "Canek, bueno o malo, es el libro que mejor refleja mi dolor, por el dolor de los humildes, de los indios de mi tierra. Si su lectura aviva la conciencia del hombre frente a la injusticia, me tendré por satisfecho". Ermilo Abreu Gómez.

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NEGUIB SIMÓN JALIFE Y EL SAQUEO

DEL

MAYAB.

Ahlan wa sahlan. Recuerdo las palabras de mi padre, el ilustre Nicolás Neguib Simón, fiel creyente de los principios de Felipe Carrillo Puerto, pues a principios de 1900 fue testigo de varias de sus acciones, por lo que se convirtió en un creyente fiel de su pensamiento y parábolas. Sus hijos heredamos sus simpatías, por lo que también fui su secretario particular, su financiador y su confidente; seguí sus ideas durante muchos años, pero bien decía mi padre, que en paz descanse, que no había que seguirlo hasta su martirio; no señor, su ideal de redimir a sus indígenas, sus ideales mesiánicos y su obsesiva persecución de la suprema ofrenda a su pueblo: su vida, eran demasiado, y por eso no eran compartidas por mi padre y no son compartidas por nosotros. Una cosa es vivir en Yucatán, gozando las bonanzas de la pax yucateca, mirando de lejitos a los yucatecos enfrascados en permanente lucha, sin sentido para nosotros, y tener a Yaax Ich de amigo; y otra cosa es ser parte de este pueblo; pues bien, en honor a la verdad, se puede decir sin temor a equivocarse, que desde Jacinto Canek, nadie se había preocupado tanto por su gente como Felipe. A nadie hubiera seguido la indiada y a nadie se le hubiera rendido, si no era a él. Realmente los pechcanules iban tras él, como si fueran las procesiones del santo patrono del pueblo; pues mirando en retrospectiva, su gran carisma no solo se debía a su manera de decir las cosas, esas parábolas que solo el pueblo maya entendía; sino que hablaba en tono suave como el terciopelo, alentaba a los uiniques para que no perecieran de depresión, alimentaba sus espíritus con sus sabias parábolas, como hiciera el nazareno cerca de mi tierra, hace dos mil años, cerca de los cedros más bellos de oriente. Mi padre recordaba sus expresiones: fieras, cargadas de sabiduría y enseñanza; sus llamados al arrepentimiento de los dzules como les dicen acá a los catrines, a los criollos y a los peninsulares de Sefarad; el arrepentimiento por sus contumaces pecados contra los naturales. Un general yanqui decía que parecía un "dragón rojo con ojos de jade", por la sabiduría candente que brotaba de sus labios y por sus refulgentes ojos verdes, que ardían de ira ante el despojo y la deshumanización de los gobernantes blancos. el penúltimo Canek

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Entre tantas historias y parábolas relatadas por mi padre hay una que recuerdo en especial, por el paralelismo que encierra en la genialidad de las parábolas entre Yaax Ich y las de Jesús, el de Nazaret; genialidad que hacía esperanzarse al pueblo y despertaba el odio de los demás, tal y como sucediera hace dos mil años en mi tierra natal: A´aba de Muhafazat Siria. Por aquel entonces, el "xgober" era especialmente odiado y despreciado por la gente del pueblo, sus ancestros, parientes y amiguitos, habían saqueado al pueblo durante más de 80 años; no había bastado con despojarlos de sus tierras, como hicieran sus ancestros durante los anteriores cuatrocientos años, ¡no!, era preciso expoliarlos hasta casi morir, pues solo así podrían apoderarse de sus mentes y de sus almas, lo último que les quedaba. Era preciso despojarlos de lo poco que les quedara en sus míseras casas de huano, a fin de que no tuvieran lo suficiente para comprar coas que se pudieran usar contra ellos. Era preciso encarecer los alimentos, la energía con la que calentaban sus casas, para poder adormecer sus ímpetus y sus ánimos de mejoría. Les era necesario encarecer aquello de lo que se alimentaban sus medios de transporte, tal y como lo hacen ahora, para que no pudieran trasladarse a los campos donde se desarrollaba la batalla entre los muy ricos y los pobres, por lo que diligentemente ponían manos a la obra, inventando impuestos y después, al pasar de los años, poder inventar más; era sencillo extorsionarlos, aprovechando su poder y la ignorancia y apatía en que se les mantenía aletargados. Para ello el "xgober" tenía toda una caterva de ayudantes en su gabinete. Todos unidos gozosamente en el fácil arte de esquilmar y engañar, no solo a su pobre pueblo, sino también a sus superiores en México, quienes jamás recibían completa su parte del botín. Era tal su avaricia y el desprecio por la vida de los hijos de sus conciudadanos, dado que los mataban de hambre, que una vez llego a sermonearlos el cura Patrón, patriarca adjunto, llamándolos: "lacra tan despreciable para la comunidad, como lo era Zaqueo en Jericó". Cuentan las viejas y las plañideras asiduas a la catedral de Mérida, la de Yucatán, que -por más increíble que parezca- los curas también se indignaban de la situación tan desesperada de la gente; claro que su indignación nunca ha pasado de ser verbal, a diferencia de la de su maestro, pues igual se beneficiaban harto de las prebendas que reciben del gobierno para estarse calladitos, oprimiendo las voluntades y el albedrío de los fieles del Mayab. Pasó que durante la hora del sermón, el cura Patrón habló de ese tal Zaqueo, un cobrador de impuestos y como tal recaudaba, para entregarlo a Roma, lo poco que tenían los palestinos en la ciudad de Jericó, cerca de Jerusalén; llamada desde siempre la Ciudad de las Palmeras, dedicada a la diosa luna. Era tal el gusto de Zaqueo y su equipo por su labor, que constantemente se excedían cobrando de más 84

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y quedándose el excedente, para sus gastos "extra"; tal y como hacen los del gobierno hoy en día. El mal de todas las épocas, los abusos de autoridad. Todo el equipo de Zaqueo se reunía en una gran casa del centro de Jericó, donde planeaban seguir sus despreciables prácticas y justificar ante el pueblo su latrocinio: "Servirá para el desarrollo", "Lo que esquilmamos será para que sus hijos puedan crecer sanos", "Servirá para hacer caminos que comuniquen sus poblados, a fin de que puedan vender sus mercancías", entre muchas otras mentiras. Ya conocemos hasta la hartura toda la verborrea insulsa de nuestra clase gobernante, tal y como el pueblo palestino estaba harto de oírlos en su tiempo. Era encendido el patriarca Patrón, la gente que asistía a la misa de la santa catedral recreaba las imágenes con elocuencia; no era difícil imaginarse las escenas, pues en el Mayab pasa lo mismo en la época actual; la verdad, no es cosa que nos importe mucho, pues estamos recién llegados y las cosas de ellos no las compartimos. Nuestra gente es respetuosa de la vida pública de ellos, pero si podemos sacar ventaja de sus líos y sus conflictos, pues diremos como el visitador real: "en Yucatán, mejor dejar las cosas como están". Las corseterías y los textiles de la familia, tanto en Motul como en la calle 50 de Mérida, por el rumbo de la Mejorada y San Cristóbal, los kibis, los aceites, los focos y el jabón, son una fuente confiable de recursos que nos proporcionan los medios para seguir trayendo a la familia de Palestina, Siria y Líbano. Claro que los otros negocitos, los que son el verdadero caudal de nuestros dineros, el préstamo y la usura, ancestral oficio muy difícil de dejar se nos va volviendo vicio; cuanto más prestamos más pierden los naturales y más ganamos nosotros y como entre que se lo queden los ladrones locales y que lo aprovechemos nosotros, pues… como dijera mi "combadre" Jalil: "más si creen que no somos tontos". Retomando nuestra historia, el patriarca Patrón continuó su sermón ante los fieles: Zaqueo era recaudador de impuestos y judío de nacimiento, cuya historia es contada en el Evangelio de San Lucas, cap. 19, vers. 1-10. Era uno de los recaudadores en jefe, cuya sede era el oasis de Jericó, que poseía palmeras y huertos que producían abundantes frutos que eran vigilados celosamente por el fisco romano. Huelga mencionar que Zaqueo era odiado por sus compatriotas por causa de su profesión, que lo identificaba entre los pecadores públicos. Era un hombre fuerte y chaparrón, de baja estatura, como los de esta tierra; el cual tuvo que encaramarse a un árbol de sicómoro para poder ver pasar a Jesús de Nazaret por Jericó, ya que la multitud que era de talla más alta no le permitía ver; y allí encaramado, le sorprendió la benévola mirada del Maestro, quien le dijo: "Baja en seguida, Zaqueo, porque hoy necesito hospedarme en tu casa". el penúltimo Canek

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Por la prisa con la que bajó de su árbol el publicano y por su alegría, se denotó la gran sorpresa de recibir tal petición, en lugar de las consabidas reconvenciones y regaños que esperaba. Este hecho produjo la irritación de la gente allí reunida, que acusó al Maestro de entrar a convivir a la casa de un gran pecador. Pero los dos hicieron caso omiso de las calumnias y Zaqueo, en el pórtico de su casa y antes de sentarse a la mesa a convivir, declaró su enorme gratitud: "He aquí, Señor, que doy la mitad de mis bienes a los pobres y si alguna vez defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo". Zaqueo, a quien la naturaleza de su oficio le había hecho un avaro y un miserable, correspondió con una generosidad asombrosamente digna de mención a la gran benevolencia de Jesús, que al proponerse posar en aquella casa, desdeñó los prejuicios de la gente que evitaba todo contacto con los publicanos, abriendo así su corazón a un acto de suprema caridad evangélica. Así terminó su sermón el patriarca y pocos se dieron cuenta que un revolucionario con una figura muy alta y digna, cuyos ojos claros refulgían ante lo escuchado, se encontraba entre los fieles. Continúa contando mi padre, que en sus constantes viajes para enseñar al pueblo, a Yaax Ich le tocó la hermosa ciudad de Mérida y era que, como costumbre se tiene en Yucatán, las palabras al pueblo se emiten en la plaza grande, que es el parque central de la misma y la cual es dominada visualmente desde el norte por una gran casona denominada "Palacio de gobierno", que tiene al frente una serie de balcones desde los cuales se arenga a las multitudes en épocas de campañas políticas, o sucesos dignos de mención. Ese día era esperado el "xgóber"por una gran cantidad de lambiscones y miserables publicanos que conformaban su equipo dado que iba a emitir una serie más de las arengas con las que tienen harto al pueblo, conminándolo a "apretarse un poco más el cinturón" ante la "crisis" que se estaba viviendo desde que ellos tenían uso de razón y claro está, desde que los malos gobernantes tomaran el poder en estas tierras. Conocedor de la fama del apóstol rojo, mal podía disimular su inquietud por conocer a quien con tanta valentía y pundonor señalaba sus pecados y sus verdaderos rostros. El destino caprichoso reunía a los adversarios una vez más: los representantes de los males que se generan en esta tierra, con la esclavitud de las cadenas del latrocinio, y el maestro que les señala el camino de la salvación y la libertad. Frente a frente el maestro y padre de las mentiras y el señor de las verdades sociales. Huelga decir que había mucha expectación en el ambiente, misma que fue incrementándose mientras pasaban las horas. Hasta que llegó el momento esperado, Yaax Ich inició su discurso con una enseñanza; hablándole al pueblo en forma de parábolas en idioma maya, como era su costumbre. 86 el penúltimo Canek


Hijitos, he aquí que salgo de la casa del Di()s de los blancos y lleno de asombro les tengo que decir que hagan conforme dicen, pero no conforme hacen, pues alientan al pueblo a vestir la pasión del Cristo que adoran, pero el pastor exige a la feligresía, vestirlo a él con lino y oro; sin embargo, de entre las sandeces que dicen, se pueden sacar valiosas enseñanzas para nuestros hijos, para que no sucumban ante las palabras de ellos, como los navegantes ante el canto de las sirenas, para que nuestras mujeres, en la bondad de sus corazones, no los vistan con nuestros escasos dineros y el hambre de nuestros ts’irices. La multitud sentía hervir la sangre. Felipe estaba seguro de que solo hacía falta una pequeña chispa de coraje, para que esos hombres y mujeres del pueblo, hartos del sistema, despeñaran por el abismo a sus autoridades y con ellos a sus cadenas; Yaax Ich continuó: He escuchado que los gobernantes ladrones y los que sacaban los impuestos y extorsionaban a la gente en los tiempos de Jesús, aún con todo eso, tenían la posibilidad de redimirse, si entregaban al pueblo todo lo robado y extorsionado y así poder ser perdonados; creo que porque todavía les quedaba un poco de dignidad y vergüenza. Ahora estamos aquí de nuevo frente a ellos, dándoles una nueva oportunidad de redimirse ante el pueblo, ya veremos de que madera están hechos estos ts’uules el día de hoy. La gente del "xgóber" se arremolinaba, indignados por las palabras de Yaax Ich que les calaba y se ajustaban a ellos mejor que cualquier saco. ¿Cuándo el malvado tolera que lo descubran? Aquellos lambiscones se fueron acercando poco a poco a los portales y corredores del palacio de gobierno, animando y vitoreando a su líder, que era bajo de estatura, chaparrón como los de esta tierra, y no alcanzaba a mirar al de la voz, pues su propia gente, sus acarreados y la multitud que se arremolinaba junto al apóstol rojo, le impedían verlo; le impedían percibir sus grandes estaturas, la física y la moral, que en verdad eran enormes y le impedían calar su propia pequeñez en todos los sentidos, frente a hombres de esa talla. Enardecido por los tambores y el escándalo de sus charangas y batucadas "espontáneas" decidió entrar a su casa, que era el palacio, para mirar de frente a un hombre como aquél; tuvo que subirse al 2º nivel, salir al balcón y encaramarse en el pasamanos. Le acompañaron los corifeos más osados y entre crítica y crítica, desdeño y desdeño, Yaax Ich alcanzó a verlo a través de los frondosos laureles de la India que le obsequiaban cobijo en la plaza de Mérida, o de la independencia como entonces se le conocía, y gritó: ¡"xgóber"! ¿No oíste el sermón de hoy en la santísima catedral? El judío avaro y pecador Zaqueo, se subió a un sicómoro para poder ver pasar a Jesús. Mucho me recuerdas ese pasaje contado por el patriarca de tu religión; me recuerdas al Zaqueo ese; me parece que tiene una gran similitud contigo, ambos son odiados y despreciados por su pueblo, 87 el penúltimo Canek


ambos son recaudadores de impuestos y extorsionadores de las familias, ambos extremadamente cortos de estatura… moral; en ambos crece la curiosidad de ver al hombre que enseña la verdad, el que predica el sacrificio y la austeridad, el que muestra cual es el camino de la libertad. "Xgóber", creo que ese deseo tuyo es un anhelo secreto de dejar de ser aplastado por una vida indigna, sin más ley que la propia y la de los "amiguis"; una vida de robo al pueblo para servirse y servir al amo y aunque no te guste, también se parecen en ese ímpetu de subir a lo alto para encarar a quien representa lo opuesto a tanta maldad; todo aquello los señala como hombres de talla muy pequeña, ¿me entiendes "xgóber"? ¿Entiendes lo que quiero decirte? Entonces, ante el ensordecedor griterío de la multitud, giró hacia ellos haciendo un ademán de apaciguamiento con la mano, y les habló endulzando su voz, ¿No somos todos nosotros también hombres de talla pequeña? ¿No estamos perdidos y temerosos en medio de la multitud e impedidos de ver? ¿No tememos encaramarnos a una altura que no es la nuestra y que está por encima de nuestras miras? ¿No soñamos con ser grandes y decididos y tomar las riendas de nuestro destino? ¿No sueñan los ratones, en estas tierras, convertirse en tigres? Al final, siempre seguimos siendo de la misma talla: pequeños, llenos de miedos y temores de rebelarnos contra esa situación; igual de pobres como al principio. Y cuando lo intentamos, cuando tratamos de ser más altos de lo que somos ¿no somos enmudecidos o reprimidos? La represión y el ostracismo son lo que nos frena más que cualquier otra cosa, en la búsqueda de libertad y mejoría. Ser criticados negativamente por los amigos y denostados por la opinión pública al servicio de los amos, ser atacados abiertamente y encarcelados por los cómplices del "xgóber", ser desaprobados por los nuestros, esquivados y rechazados en nuestros empleos; pero he aquí que nuestro orgullo de raza, nuestra tradicional obstinación y nuestro permanente deseo de mejoría, hará férrea oposición y veremos luz al amanecer. Pero antes permítaseme decir que sé cuánto deseas cambiar tu vida; no ser más descubierto ante la gente y verte expuesto a la vergüenza pública, sé que has intentado muchas veces renunciar a robarnos, y siempre te lo han impedido tus compañeros de partido, tus compañeros de bancada, tus compañeros de equipo, con sus burlas. "¿Quieres ascender en la política por ti mismo? ¿Quieres perder tu libertad? ¿Quieres perder todo lo ganado y acumulado?" Y es el temor al ridículo y a tener nuevamente la estatura de Pueblo lo que te estremece. Solo podrás comenzar de nuevo cuando sacudas el yugo 88 el penúltimo Canek


de represión y burla que han puesto sobre ti, tus amigos; y será una liberación, un camino abierto a cambiar, un nunca tener que ocultar más nada y poder convertirte, de ahora en adelante, en un hombre digno. Este temor al juicio, a las opiniones y a las burlas de ellos, es lo que te impide cambiar. Incluso si fueras capaz de mirar al peldaño siguiente, porque ese paso traicionaría tu pasado. Temes mucho más ser causa de risa o de pena para tus amigos, que de reprobación y desprecio de tu pueblo. A todo ello, arreciaron los gritos y las maldiciones de los corifeos del "xgóber" que envalentonado por la algarabía circundante, no cesaba de reír nerviosamente ante las palabras de Yaax Ich. Frente a lo cual, este repuso como colofón: Pues bien "xgóber", de cierto te digo que mucho tiempo me hospedaré en tu casa y llevaré desde ella la posibilidad de salvación a todo el pueblo maya que nos rodea. Siento una gran decepción de tu actuar, pues cuando a Zaqueo se le ofreció esta oportunidad se llenó de alegría y de agradecimiento, porque era la ocasión de recuperar estatura, Zaqueo desdeñó su pasado, y estuvo dispuesto a enderezar su torcido camino, a comenzar una vida nueva, libre del pasado y se comprometió diciendo a su Maestro: "He aquí, Señor, que doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si alguna vez defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo". Confieso que no espero de ti lo mismo… y que devolvieras, no el cuádruplo de lo que ustedes han robado al pueblo, sino solo lo justo; lo justo para comer, lo justo para que nuestros hijos sobrevivan, para ser atendidos con prontitud en las clínicas, lo justo para retrasar un poco más nuestra ira sobre ustedes. El "xgóber" quedó cabizbajo pues había robado mucho al pueblo y le causaba un gran dolor solamente pensar en devolvérselo. El pueblo y los lambiscones quedaron en silencio un momento, el tiempo exacto para escuchar el castañetear de los dientes de la indignación y de la ira del pueblo que, sin pensarlo, tomó las fritangas, refrescos y agua con los que se aliviaban del calor insular y ¡los arrojaron al unísono al balcón del palacio de gobierno! rebautizando así al "xgóber"; por lo tanto desde aquel aciago día y como el bautizo significa que nace otro hombre, sepultando al anterior, lo nombraron como: "El ¡Saqueo! de Yucatán", llamándolo así, hasta el día de hoy. Para terminar la historia que nos contaba mi padre, de la parábola que le escuchó a Yaax Ich, mencionaba que lo último que le dijo el nazareno a su pueblo, respecto de Zaqueo fue: "También éste es hijo de Abraham" para recalcar que ya era merecedor de las bondades de la divinidad. Tristemente, tendré que aceptar que Yaax Ich le dijo con dureza, palabras similares al "xgóber": "También éste es hijo de los Abraham" el penúltimo Canek

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refiriéndose a la familia de mis "baisanos" cuyo tronco está en Halachó, Yucatán. Ma´as salama.

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1953 ELVIA CARRILLO PUERTO. Alma ya no era casada y no se volvió a casar, ha sido una gran amiga y gran defensora de las causas de las mujeres. En su peregrinar por todo el mundo ha extendido las luchas justas de la igualdad de género y ha luchado con denuedo contra los atavismos de los hombres, siempre utilizando palabras dulces como las de Felipe; tal como debieron comprenderlas todos los hombres que lo escucharon. Es amorosa, después de tantas luchas y tantos sufrimientos, aún guarda amor en su corazón; ama a los niños, a las mujeres y a los hombres como deben ser amados, con respeto y con consideración mutua,con la fe puesta en el futuro del género humano, y en el de este país que tanto ama y con la resignación de la comprensión de los hechos históricos y sociales que se suceden y sobre los que no tenemos el control que quisiéramos. En la profundidad de sus ojos azules, aún hoy al atisbar, podemos ver la ternura de una madre, el cariño de la hermana política y de desafíos, y la paz de la abnegación de la hija más dedicada. Cuando apoya a un joven artista lo instruye en doctrina social y en fortaleza de espíritu; lo conmina sin descanso para incrementar su fuerza. Le habla con el mismo tono que usaba mi hermano: ¡levántense!, ¡organícense! Luchen por la libertad de corazones, de conciencias, de género; formemos un nuevo gobierno, el del reinado de paz, justicia y amor fraterno. La democracia de los hombres con las mujeres y la aristocracia del respeto por los derechos de los indígenas y las mujeres. Desde mi trinchera te mando un abrazo Alma. Un abrazo que es el más representativo acto de amor fraterno, que simboliza nuestra perenne unión de ideales, sacrificios y lucha, que hoy al fin se ve compensado por el derecho al sufragio, para nosotras las mujeres mexicanas. Tus detractores dicen que desdeñas las leyes de los países a los que vas. Que causas conmoción a tu paso. No te conocen, no saben que te consume el celo por los derechos que ellas nos otorgan; no saben que desde tu más tierna juventud has hecho que los hombres y sus gobernantes las respeten y no saben que tu pasión al reaccionar ante sus abusos, ha dado lugar para crear unas leyes más justas. el penúltimo Canek

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José Clemente Orozco por doquier da fe de todo lo que hiciste por él y muchos otros en Nueva York y Chicago; sé que tu amor por estas tierras mexicanas se hace extensivo a los hombres de bien; que tu amor correspondido por mi hermano no perecerá en tu corazón; que la llama está viva y la enciendes con denuedo llevando ese cariño a las cosas de tu país de adopción y a los artistas que tienen la pasión que un día viste en Yucatán y que encauzadas podrían incendiar al mundo. Tu pasión ha sido despertar las conciencias dormidas a través del arte mexicano, ya que no hay más hombres de la talla del que tu amaste, no hay más voces que sacudan esas conciencias, pero hay vistas que las despiertan igual. Las pinceladas de la pasión patriótica, las bien trazadas líneas de la historia que nos traen sabias enseñanzas, los dramáticos tonos de la desgarradora suerte de nuestros libertadores, plasmados con sensibilidad evocadora en nuestros muros. Recuerda que siempre tendrás en mí a una aliada; recuerda que aunque los deberes familiares me encadenen, tú estarás en mi mente y en mi corazón, como te dijo mi hermano amorosamente en las cartas que recién te devolví. Siempre contarás conmigo, hermana del alma, hermana de lucha, hermana política; los pétalos y los aromas que aún emanan de esas cartas, durarán menos que nuestra fraternidad. No olvidaré nunca el amor que nos has dado a todos, señora del amor perenne; la historia y el mundo te recordarán; no se olvidarán de ti, pues has sembrado mucha simiente en tantos palpitantes labrantíos, y así como el amor nunca muere, tu memoria de amor, no morirá.

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1955 ANTONIO MEDIZ BOLIO. "Mientras las ceibas estén en pie y las cavernas del Mayab sigan abiertas, habrá esperanza. Llegará el día en que recobraremos nuestra tierra, entonces los mayas deberán reunirse y combatir. Sabrán que la fecha ha llegado cuando reciban tres señales. La primera será del faisán, quien volará sobre los árboles más altos y su sombra podrá verse en todo El Mayab. La segunda señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto. La tercera mensajera será la serpiente de cascabel, que producirá música de nuevo y ésta se oirá por todas partes. Con estas tres señales, los animales avisarán a los mayas que es tiempo de recuperar la tierra que les quitaron. Ése fue el anuncio del adivino, pero el día aún no llega. Mientras tanto, los tres animales se preparan para estar listos. Así, el faisán alisa sus alas, el venado afila sus pezuñas y la serpiente frota sus cascabeles. Sólo esperan el momento de ser los mensajeros que reúnan a los mayas para recobrar El Mayab". La tierra del faisán y el venado Antonio Mediz Bolio

Trabajamos en la "Revista", ahora Diario de Yucatán. Desde luego que le conocí y mucho; y cuando lo conocí aún no le llamaban el dragón rojo con ojos de jade, ni cristo rojo de los mayas, simplemente era Yaax Ich, y ya acusaba manifestaciones acordes con su mote posterior; era indomable. Sus escritos eran, lo menos, explosivos. Había estado leyendo lo último en materia social que llegaba de Europa. En aquel entonces gustaba de "pueblear" por las sendas del Mayab llevando su mensaje revolucionario y creo que entonces simpatizábamos más; había mucha comunicación y siempre comentábamos al respecto de los hechos que se sucedían a diario en nuestro México prerrevolucionario. Desde luego diferíamos en muchas cosas; sobre todo en nuestra opinión del método de imponer la democracia en el país, en cuanto a ese tópico, él pensaba como aquel líder rojo: Lenin, en que solo podría lograrse por la fuerza de las armas, que don Porfirio dejara la dictadura. Yo pensaba más como nuestro también compañero en la "Revista", don José María Pino Suárez, sin embargo también diferíamos en cuanto a que él, como don Francisco I. Madero, creían que los espíritus nos regalarían ese maravilloso don: la democracia. el penúltimo Canek

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Mi pensamiento no disentía demasiado, igual yo pensaba lo mismo pero de otra forma; creía y, lo confieso, aún creo, en las profecías de los chilames; creo con la más absoluta certeza que el espíritu del Mayab existe y es real, y él nos dará la liberación del pueblo y esta aún no ha llegado a nosotros; las señales todavía no se cumplen, los katunes aún no terminan, sino hasta dentro de 60 años, en el 2012, y aquel año será el principio de la liberación. Luego hablaremos más de la liberación de mi pueblo. Es momento de hablar de la liberación del país, de los esfuerzos que hicimos todos los naturales de la península en nuestros respectivos campos y zonas de influencia, para llevar "luz" a toda la gente que quisiera escucharnos. Ciertamente era una gran corriente, podríamos decir que la acaudillaba el Ateneo de México, que aún era incipiente. Pues bien dentro de nuestro nacionalismo desbordante, algunos pudimos diferenciar un regionalismo que nos identificaría toda nuestra vida, en ello estribaría nuestra diferencia con "Poncho" Reyes y "Pepe" Vasconcelos, que anteponían el nacionalismo y la posterior integración a un gran país latino-americano, Sudamérica incluida. Diego Rivera que proponía un incipiente internacionalismo desde su mexicanidad, en fin, era un crisol de pensamiento y la fuente de luz más intensa para la juventud y el país. Felipe Carrillo Puerto creía, como yo, en el futuro glorioso de nuestra raza; también pensaba que estábamos destinados a un futuro ejemplar en el mundo y hacia ese fin avocaría él sus esfuerzos. Ciertamente era menos idealista que yo, pero ciegamente creía también en los augurios del Chilam al respecto del Mayab; creía que se acercaba el momento de la liberación de nuestro pueblo, el indígena maya, al que él cariñosamente llamaba en privado,"Juan Pueblo". Recuerdo una anécdota especial. Poco antes de la construcción de la carretera a Chichén Itzá, acompañados de "Mundo" Bolio y "Manolo" Amábilis, estuvimos juntos en una tenida de una logia recién creada en Mérida; buscábamos vestigios que comprobaran nuestra ascendencia atlante, pues parecía que el arqueólogo Le Plongeón lo había demostrado parcialmente y Amábilis dejó un trazado teosófico en una oquedad cercana, llamada sahcabera. Cuando Felipe inauguró la carretera junto con Bolio, se habló de ello. Al retirarnos, Felipe, como hombre apasionado que era al fin, se quedó "platicando" hasta muy tarde con la periodista Alma Marie Sullivan, que mucho estaba haciendo a través del New York Times por abrir los ojos al mundo, sobre las "cosas" del Mayab; Felipe se trajo el trazado que habíamos dejado anteriormente y le pidió a Amábilis que lo realizara en una obra que él le encargaría y que no pudo realizarse, sino hasta algún tiempo después: "La casa del Pueblo". Basta de reminiscencias insulsas, que es lo que nos queda a los viejos kalanes de nuestra raza. ¡A lo nuestro! Felipe más que amado 94

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era idolatrado por nuestra gente; por donde pasaba lo seguía la indiada como si fuera Canek, el mensajero de los dioses. Mucho tenía que ver su lenguaje prudente y sabio para con los nuestros, ¡como música para los oídos! dirían los chilames y desatado y urticante para los ts’uules en el gobierno. Su herbácea mirada nos recuerda constante el regreso de la serpiente lucero; la personificación de la profecía Maya que anunciará el paso a la liberación de Juan Pueblo. Otro vestigio que hacía que se pensara que él era el enviado, es que mientras era caminante por los caminos del Mayab, hablaba al pueblo en parábolas y usando el idioma maya. Parábolas sencillas que la gente del pueblo entendía y que le servían a él para enseñar que ya era el tiempo de sacudirse del yugo esclavizante de los ts’uules perpetuados en el gobierno. Tomaba voces comunes o pasajes bíblicos y los transformaba en una suculenta clase de ciencias sociales; valores cívicos y de emancipación y justicia. Eran tan conocidos los pasajes que todos entendían cómo se mofaba del gobierno y de los hacendados, y exponía sus vicios y maldades de tal manera que los unos lo amaban y los otros buscaban matarle. Eran tan gratificantes que me atreveré a contarles una en especial que llamó mi atención y que al paso de los años no he podido olvidar. Nos encontrábamos en Uxmal, a propósito de recibir a unos americanos que venían a conocer sus bellezas y dibujar sus contornos, cuando todos los comarcanos circundantes se arremolinaron, para escucharlo, pues sus palabras ya eran muy famosas en todo el país. ¡Hijitos míos!, el gobierno en el Mayab es como la leyenda del enano de Uxmal ¿se acuerdan? En la aldea de Kabáh vivía una vieja con fama de bruja. Cierta vez encontró un gran huevo y llena de alegría lo guardó en un sitio tibio y oscuro. Todos los días lo sacaba para contemplarlo y acariciarlo. Y sucedió que después de varias semanas, el huevo se abrió y nació un niño. La bruja lo arrulló, pero como no podía amamantarlo buscó una mujer recién parida. Vino la mujer y amamantó al niño como si fuera su propio hijo. Al ver tanta ternura la bruja le dijo: De hoy en adelante tú serás la madre y yo seré la abuela. El niño creció un palmo y no más y, en poco tiempo, cambió de aspecto; tuvo barba y se le hizo grande la nariz. Era, pues, un enano. Cuando la bruja se dio cuenta de esto, quiso más a la criatura. Como la mayor parte del tiempo la bruja permanecía cuidando algo junto al fogón, el enano sospechó que algún misterio guardaba aquel sitio y así, se propuso averiguarlo. En un descuido de la bruja, al acercarse descubrió un tunk’ul. En cuanto lo tuvo en sus manos, lo golpeó y su sonido se oyó a mucha distancia. Al oír tal ruido, la bruja vino, se acercó a su nieto y le dijo: Lo que has hecho ya no tiene remedio. Pero te digo que no pasará mucho tiempo sin que sucedan cosas que llenarán de espanto a la gente y tú mismo te verás envuelto en sus consecuencias. El enano contestó: Yo no soy viejo y las veré. La bruja replicó: Yo soy vieja y las veré también.

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El "xgóber" de Uxmal y sus consejeros sabían que el ruido de aquel tunk’ul anunciaba el fin del reinado, pues estaba vaticinado que eso sucedería al oírse su canto; pero éstos, por no afligir a su señor, le dijeron: Lucha contra tu destino. ¿Cómo?, preguntó el "xgóber". Busca al que tocó el tunk’ul; acaso de sus labios oigas la verdad que necesitas. El "xgóber" ordenó a sus esbirros, que salieran en busca del que tocó el tunkul; y después de mucho andar lo hallaron; lo patearon, golpearon y le dieron de macanazos y lo trajeron al palacio. Al ver al enano el "xgóber" le dijo: ¿Qué anuncia el ruido de ese tunk’ul? Tú lo sabes mejor que yo, contestó el enano. ¿Me puedo librar de que se cumpla la profecía?, preguntó el "xgóber". Manda hacer un camino que vaya de Kabáh a Uxmal y cuando esté listo volveré y entonces te daré mi respuesta, dijo el enano. El camino quedó hecho en poco tiempo y por ellos vinieron el enano y la bruja. Entonces el "xgóber" preguntó al enano: ¿Cuál es tu respuesta? La sabrás si resistes la prueba que te pondré. ¿Cuál es? Que en tu cabeza y la mía se rompa un cocoyol. Está bien, pero tú sufrirás la primera prueba, dijo el "xgóber". Acepto, si así lo deseas. Se acercó el verdugo y colocó sobre la cabeza del enano un cocoyol y el "xgóber" descargó un golpe ¡con su codo! El enano sacudió la cabeza y en el acto quedó muerto. Entonces el "xgóber" en el silencio, se quitó el manto y subió al cadalso y el verdugo ya no tuvo que ponerle un cocoyol en la cabeza.

Al decir esto, la multitud presente ¡se desternillaba de risa! pues es bien sabido que el enano resistió el golpe dado con un mazo; pero era el caso que el "codo" del "xgóber" era más duro que el mazo, el cocoyol y la cabeza del enano; es decir que en Yucatán "codo" es palabra de doble sentido, que se usa para referirse a las personas egoístas y sumamente avaras. Yaax Ich continuó la parábola: En el acto, los secuaces del "xgóber" lo proclamaron por siempre "xgóber" de Uxmal y ese mismo día la bruja lo llamó y le dijo: Ya eres el "xgóber" de todo. Sólo esto esperaba para morir. No me llores porque mi muerte no es cosa de dolor. Cumple con la justicia que aprendiste de mí. Oye el consejo de todos y sigue el mejor. No le tengas miedo a la verdad aunque sea amarga. Sé antes benigno que justo. Destierra de tu corazón la venganza. Acata la voz de los dioses pero no seas sordo a la de los hombres. No desdeñes a los humildes y no te confíes, ciego, en los poderosos. Por un tiempo el "xgóber" quiso seguir los consejos de la bruja, acaso si lo hiciera la felicidad se extendería por el reino. Pero con los días cambió de espíritu y regresó a las andadas; cometió injusticias, se volvió de nuevo tirano y tanto creció su orgullo que un día dijo a sus consejeros: Haré un dios más poderoso que todos los dioses que nos rigen.Y en seguida mandó hacer una estatua de un tsíimin de oro y la puso sobre una elevación del terreno y esta vibró como si fuera campana. Entonces el pueblo creyó que la estatua hablaba y la adoró.

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Ese acto creó un gran disgusto en los verdaderos seres supremos por lo cual, en castigo a semejante falta, la ciudad de Uxmal fue destruida acabando así con el gran poderío que hubo logrado a lo largo de tanto tiempo; hundiendo también el dominio del "xgóber" que por soberbia llevó a su pueblo a la peor de las catástrofes.

Esto lo decía, pues es sabido de todo el pueblo, que los "xgóbers" del área maya, cuando se trata del erario público, son ampliamente generosos con sus amigos y secuaces y especialmente "codos", avaros y egoístas para la mejoría del pueblo. Aquí no termina la cosa. Cada vez que lo recuerdo me desternillo de la risa; el efecto que causaba en nuestra gente con esas palabras era especialmente esperanzador. Todos nos retirábamos a nuestras casas, profundamente identificados con él, con el ánimo de escucharlo más, de escuchar que alguien tenga los pantalones para reírse de los vicios de los "xgóbers"; ido Yaax Ich al arcano ignoto, acaso alguien más esté predestinado, como el enano de Uxmal, a terminar con el status quo. Les diré lo que pienso al respecto, creo que ya tengo los suficientes años de credibilidad y seriedad ante el mundo y mi pueblo, como para que alguien se tome mis palabras a chanza. Lanzaré mi tesis contenida en un trazado: creo que Felipe fue uno de los mensajeros enviados por Itzamná y demás dioses para recobrar el Mayab para el pueblo; pero al día de hoy, ¡aún no se cumplen todas las profecías! Mismas que anteceden a estos párrafos y que escribí hace más de 30 años, como resultado de mis investigaciones en antiguos documentos mayas. Pero es necesario que tiemblen los sobrevivientes hasta ese día. Que de cierto será el día de la liberación de mi pueblo ¿Por qué lo digo? He aquí los pelos de la mula parda en mi mano: Los chilames y las antiguas leyendas hablan de la legendaria serpiente emplumada, serpiente ave o serpiente voladora, Kukulkan; que habría de venir a liberar a su pueblo. Ya en otros pasajes se habla de una serpiente negra, pues Canek aparentemente eso quiere decir, y él sería el mensajero ¿entienden? Por eso Jacinto Uc de los Santos fue nombrado el Canek. En otros pasajes se interpreta con el sentido real de una serpiente estrella o lucero que va totalmente acorde con el sentido de los pasajes que hablan del retorno del lucero de la mañana42; por mi conocimiento del idioma, de mi cultura y de los hombres de mi raza, me inclino más por esta acepción: serpiente lucero y ¡díganme si no eso es en lo que se convirtió Yaax Ich, cuando el general William Barclay Parsons lo llamó "Dragón rojo con ojos de jade"! En toda la mitología e iconografía mundial el dragón es una serpiente, emplumada; es decir, le fue dado el nombre mitológico de 42. Profecía de Quetzalcoátl.

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una serpiente emplumada o voladora: Kukulkán; y no me negarán quienes lo conocieron, que sus ojos refulgían como dos luceros de la mañana. Para los entendidos en esoterismo y teosofía, es más que claro el sentido de la profecía, se cumple ampliamente en él; los perennes analistas de los enigmas milenarios, los sobrevivientes defensores de la sabiduría, los sobrevivientes discípulos del temple, no me dejarán mentir. ¿Y qué me dicen de la otra señal? La misma que se asoma en la leyenda del enano de Uxmal: "cuando el tunk’ul cante, el reino regresará a sus dueños"; en algunos pasajes de la mitología maya se dice: cuando la serpiente de cascabel cante o haga música. ¿Y esta profecía no se cumplió también en Felipe Carrillo Puerto? Los entendidos saben que algunos tunk’ules vistos en el área maya son de pequeño diámetro y largos como una serpiente. Acaso el chilam que emitió la profecía veía a diario estos instrumentos y le eran familiares, pero no una serpiente o un dragón emitiendo música, por ello es que creo con toda certeza lo señalo, aquel chilam en su extravío profético vio al dragón rojo con los luceros de jade, el Canek, la serpiente emplumada, emitiendo palabras que eran como música para cientos de miles que lo idolatraban; era el tunk’ul ancestral con forma de serpiente emplumada o dragón, emitiendo música, cantando para los suyos. ¡La antigua profecía de los chilames aquí se cumplió! He pasado toda mi vida estudiando a los chilames pues creo firmemente que en ello les irá la vida a quienes confíen, tanto como se perderán para siempre los que duden o los que cumplidas, no estén del lado correcto. ¿Qué hay con las otras profecías? Por todo lo anterior, les puedo hablar de una de ellas, que si no se ha cumplido está a punto; y las señales para ello son claras para los que creen; ciertamente es una cuestión de fe en nuestro pueblo y en las profecías de nuestra raza. ¿Qué hay de malo en confiar en ellas si otros confían en las de Israel, o en las de la India? ¿No es lo mismo? He aquí que la tercera profecía se está cumpliendo al pie de la letra: ¿No es Víctor Mena PALOMO el "xgóber" actual? ¿Y a quién nos piensan imponer a su salida? ¿acaso no se trata de Agustín Franco AGUILAR? Palomo y Aguilar, apellidos ilustres, ¡cuyos emblemas son aves que cumplen a cabalidad la profecía de los chilames!: "El faisán volará sobre los árboles más altos y su sombra podrá verse en todo el Mayab". ¡Oh ilusos ts’uules incrédulos! ¿Acaso piensan que la llegada de ambos "xgóbers", sucesivamente con apellidos de ave, para posar su sombra gobernando todo el Mayab, es una casualidad del destino? ¿Una más? ¡Esto ya no es casualidad ts’uules incrédulos! y nadie con más autoridad que yo, para decírselo a todo el mundo maya: ¡Estemos 98

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alertas!, pues no sabemos cuándo será el momento. No sabemos cuándo acaecerá el pandemónium que traerá nuevamente la paz y la prosperidad a los verdaderos dueños del Mayab; no sabemos cuándo será el momento de la revancha de los hijos de Itzamná, y ¡no duerman ts’uules!; no sea que en el sopor de sus ignotos sueños, la coa vengadora de Canek se deje caer sobre sus cuellos. ¡Tres profecías de cinco! Dos se han cumplido cabalmente. Y si el destino es generoso conmigo y me da vida hasta la próxima elección en 1958, sabrán que yo tenía razón y que la tercera profecía se habrá cumplido con la imposición del "xgóber" Agustín Franco Aguilar. ¿Qué hay con la cuarta? A su cumplimiento ¡deberemos salir a pelear y recobrar el Mayab de sus secuestradores! De los malvados ts’uules en el gobierno. Hasta el cierre de la cuenta larga se cumplirá esa cuarta profecía, y eso es hasta dentro de 60 años, hasta el "fin de los katunes" como dijera el chilam; hasta el fin de los tiempos diríamos los demás. Será aproximadamente en 2012, ¿qué graves cataclismos se sucederán en mi tierra? ¿Sobrevivirá el faisán? ¿Volverá a abrevar el venado en estas tierras? ¿El indio regresará al monte después de limpiar de ts’uules malvados la tierra? ¡Nadie sabe lo que pasará! pero lo que dicen los chilames es que el cierre de los tiempos es como un círculo que se reinicia. Vendrá como una serpiente mordiéndose la cola para reiniciar la cuenta; para renovar la tierra, para rehacer los trastos de alfarería, para purificar el campo, para destruir por siempre la maldad del hombre blanco en el Mayab. Nuevamente se habla de la misma serpiente; la serpiente lucero que presagia la llegada de otro dragón, de otro Canek a partir de 2012. Mis ojos se llenan de lágrimas de la emoción, pues sé que irremediablemente eso sucederá y no podré verlo. Creo que a partir de esa fecha llegará de nuevo, un mensajero de los dioses; un enviado a traer el mensaje de purificar la tierra del Mayab que retomará el sacbé de Felipe y de Jacinto; una serpiente que frotará su cascabel; un dragón cabal que como el tunk’ul serpentino, llevará música y cantará a los oídos de mi pueblo y tendrá los ojos claros como el lucero de la mañana, con ellos alumbrará el camino que los hijos de Itzamná deberán recorrer. Él los guiará por las sendas del Mayab y los reunirá como el pastor a sus ovejas, dará nuevamente esperanza a los más pobres, se cebará en los gobernantes y fustigará a los ricos e impíos. Marcará a mi pueblo la hora de purificar y recobrar el Mayab. Ahora, para ponerle una cereza al pastel hermético de la profecía maya, hablemos de la quinta señal, de la última profecía que señalará el momento de la cosecha de los ts’uules, de los gobernantes malvados.

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El chilam dijo: "La señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto". Por más que he investigado, hasta 1955 y ya anciano, no sé realmente que quiera decir el profeta con ello; confío que en el futuro, el mensajero de Itzamná, el último Canek, sabrá mostrar a los entendidos y a los sabios de mi raza el significado de esta señal. Todos los chilames apuntan que el nuevo Canek, nos mostrará el cumplimiento de esta antigua profecía maya y nos revelará cuál es ese salto del venado; eso sucederá a partir de 2012 y entonces aquel día se abrirán los ojos de mi pueblo y recobraremos el Mayab, sea, amén. "La señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto. Con estas tres señales, los animales avisarán a los mayas que es tiempo de recuperar la tierra que les quitaron".

ESCUDO DE ARMAS DE YUCATÁN

Promulgado en el Diario Oficial del Gobierno del Estado de fecha 30 de noviembre de 1989.

"Ése fue el anuncio del adivino, pero el día aún no llega. Mientras tanto, los tres animales se preparan para estar listos. Así, el faisán alisa sus alas, el venado afila sus pezuñas y la serpiente frota sus cascabeles. Sólo esperan el momento de ser los mensajeros que reúnan a los mayas para recobrar el Mayab". La tierra del faisán y el venado Antonio Mediz Bolio

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Tercera parte

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1980 Cuenta la leyenda que Yaax Ich acostumbraba pasear por la costa de la península, en especial por la que estaba más cerca de su natal Motul, pues el esmeralda del gran océano se fundía con su mirada hasta hacerlos uno y así podía traer un mar de paz a su pueblo. En su rítmico andar se detenía, de cuando en cuando, para llevar como era su costumbre alivio a los desheredados, paz a los inconformes, palabras de vida a los hambrientos, resignación a los sedientos de justicia, paciencia a todos, ya que, el Mayab era una caldera llena de presión, a punto de explotar, tal y como es ahora, en la actualidad. Muchas veces mi nool me dijo que ocasionalmente lo veía remojarse en el pozo de Xcambó o bautizar, en el sentido lingüístico, no en el religioso, en las playas de Telchac, a donde acudían todos los lugareños a oír sus sabias palabras y la declamación de poesía o lecturas de un lugar llamado las "uropas"43 en las que habían sabios como nuestros ancestros. Sus palabras les hacían meditar sobre su situación y también les narraba parábolas de un tal nazareno, de cómo enseñaba este a sacudirse los yugos, físicos, mentales y espirituales, de los demonios: Tal y como ahora lo hace ese otro Jesús, Sánchez, con los demonios blancos: los ts’uules malvados, los curas, los políticos y el "xgóber". ¡Sí! Era amado por el pueblo y odiado por los demonios porque, a través de su prosa, incitaba al pueblo a rebelarse contra la maldad que aquellos les subyugaban. No sabemos cuánto de cierto haya en esta anécdota, bien podría ser sólo un mito, como ser totalmente veraz como la mismísima lengua de Yaax Ich, ¿cómo saber la verdad? Me remitiré a contarla como se la escuché a mi nool hace más de 30 ayeres. Una fresca tarde de otoño, estaban reunidos en la playa de Xtampú todos los varones de Dzemul, Telchac, Dzidzantún, y demás poblaciones cercanas; por aquel entonces y por decreto se comenzaban a nombrar pueblos a las villas, que ya no se llamarían más así; era un día de jueves santo, pues así les llamaban todos los pobladores indígenas del Mayab a cada jueves de la semana gregoriana, jueves, en los que semana a semana se reunían para honrar a su apóstol; el hombre que les predicaba el rompimiento del yugo, de sus 43. Europa

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cadenas y les daba libertad con la devolución de sus tierras robadas a sus ancestros por los demonios blancos y ahora restituidas por el poder que le otorgó el Di()s de los ts’uules y su gran autoridad de taatich: aquel al que se conocía ya como "El apóstol rojo del Mayab". Cuentan el abuelo y los antiguos que Yaax ich iba por la devolución de la hectárea número 333,333 pues el alcanzó a devolver a sus legítimos dueños más de 600 mil hectáreas de las más de 10 millones robadas, como podrán recordar los amantes de la historia de su pueblo; cuando sin más y al invocar esa cifra hermética, sagrada, pues los entendidos del pueblo, las xbatabes, los h´menes y los conocedores de los sagrados misterios de oriente saben, que cada una de esas cifras corresponde al número perfecto de la divinidad, se hicieron presentes irrumpiendo en la reunión, unos políticos enviados por los hacendados y unos curas enviados por el arzobispo Azazel, su pastor en la península. Daban grandes voces y gritos cada vez que se mencionaban los nombres de los uiniques que resultaban favorecidos por la entrega de tierras; solo la fortaleza de carácter del apóstol les libraba de ser linchados por el pueblo enardecido y ellos emitían alaridos y aullidos cada vez más fuertes. Sus estentóreas voces eran engrosadas por la continua llegada de más emisarios hasta que también llegaron a ser una multitud, pero una menor a la del pueblo reunido. Continuamente se sacudían, presos de continuos estertores y vociferaban maldiciendo a los presentes y amenazándolos hasta babear espuma sanguinolenta, de tanta rabia, por ver liberados a sus ancestrales esclavos. Yaax Ich poniéndose de pie meditó unos instantes y les dijo: Por la autoridad que me ha conferido el estado yo les conjuro a que me digan: ¿qué asunto les mueve? ¿Por qué osan interrumpir nuestra reunión? Sepan que a una orden mía podrían ser borrados de la faz de la tierra ¿Cómo se atreven a cuestionar mi poder y mis decisiones? ¿Es que su dios Mammon les ha cocido el cerebro? A lo que los endemoniados políticos, curas y hacendados le respondieron postrándose a sus pies: ¿Por qué nos atormentas de esta manera, Yaax Ich? Bien dices que tienes el poder del altísimo presidente y en virtud de ello, haces estos grandes milagros, (pues convertía a los esclavos en hombres libres, hacía hombres dignos de miserables pusilánimes y valientes guerreros de apoltronados quejumbrosos); pero por esa poderosa virtud Yaax Ich, te conminamos a que ya no obres más de estos milagros en el Mayab, pues esta tierra es nuestra y nos ha pertenecido por los últimos 400 años. Míranos Yaax Ich, mira cuantos de nosotros estamos en derredor tuyo. Seguidamente respondió Yaax Ich: Ciertamente son muchos, díganme su nombre o en nombre de quién vienen y así sabremos contra quién contendemos. 104 el penúltimo Canek


Nuestro nombre es Legión, porque somos muchos ¿Cómo podrás combatir contra tantos políticos, hacendados, periodistas, curas y demás demonios a la vez? ¿Crees que tu fortaleza bastará para disuadirnos? ¿Crees que la oligarquía renunciará a la tierra mal habida, fuente de su poder, por los beneficios al proletariado? ¿Cuántos renegados, junto a ti se quedarán, cuando comiencen a haber cadáveres? Iluso mensajero de la igualdad y de los derechos. Mientras disertaba el demonio blanco, se dejó sentir muy cerca, la presencia de una gran piara con cerca de dos mil cerdos, cuyos pastores se encontraban en la reunión; los cerdos bufaban y gruñían revolviendo el cieno que dejó la húmeda tarde; rascaban con sus pezuñas para la obtención de gusanos y otras inmundicias, la estridencia de sus chillidos semejaban la neurosis y la locura de los políticos y curas endemoniados que irrumpieran, exigiendo la restitución de su robo ancestral, su pestilencia hería el olfato de la multitud, el ambiente hedía como hieden las urnas después de ser contados los votos de los inocentes. Notándolo el demonio de la voz cantante, se reviró exigiéndole a Yaax ich: Poderoso señor del gran oriente del sureste de México, te ruego que si vas a seguir entregando las tierras, nos hagas una pequeña merced, antes de que tus conjuros nos devuelvan al infierno de nuestros patrones. ¡Habla de una vez engendro! Le ripostó Yaax Ich. A lo que el maldecido ente infernal suplicó: Deja cuando menos que poseamos esa piara de cerdos para que no nos vayamos con las manos vacías, déjanos tomarlos y tengamos así, algo que entregarle a nuestros amos al llegar. Como solía hacerlo Yaax Ich, tomándose la barba con el índice y el pulgar meditó unos instantes, sopesó las consecuencias de sus actos y no queriendo ser injusto, respondió así, para hacer justicia divina: ¡Invoco al Di()s de los ts’uules! Invoco a la divina providencia y pido al Di()s de Sofía me conceda que el espíritu de los dos mil cerdos de esta piara, pasen a poseer los cuerpos de los políticos, los curas, los "xgóbers" y su señor Mammon y a partir de hoy sean uno. Cuenta la leyenda que a partir de ese aciago día y hasta los tiempos presentes, los políticos, los curas y los "xgobers", en toda la región del Mayab, roban a su gente como endemoniados y hieden a puercos ante el pueblo.

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1995 Corría el otoño, principios de octubre para ser exactos, Arcelia estaba en la unidad de posgrado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional cuando lo vio por vez primera. Paseaba con varias amigas, ingenieras todas, por los tristes y pardos jardines, justo frente a la biblioteca; Jesús Sánchez parecía estar solo, caminaba muy erguido, balanceando los hombros y el ritmo marcial de sus tacones resonaba metálicamente en la alfombra de concreto. Tuvo que darse cuenta de que el ritmo al que caminaba no es el que acostumbran los hombres comunes; en su andar presentía un ritmo diferente y superior; ese andar del que caminan los hombres acostumbrados a mandar, a ser líderes desde la infancia; a llevar seguidores junto a ellos. Su aceitunada mirada, fija al frente, y el rabillo del ojo atisbando los alrededores, nada ni nadie escapaba de su mirada. Recuerda su cuerpo alto, bien proporcionado y macizo, que lo hacían ver como un dios griego; desde ese momento tuvo que jurarse que nunca había visto hombre más apuesto, con mirada tan decidida; el cuerpo perfecto sostenido por ese vaivén de piernas musculosas, largas y derechas, con 1.85 mts de altura. Tal vez más. Los felinos movimientos eran tan únicos que pensó no haber visto jamás a ningún hombre caminado con tanta firmeza, esa firmeza que brindan los astros en las leyes de la naturaleza, sabedores que son exactas; no parecía un ser humano, su instinto no pudo resistirse y lo reconoció en ese su andar por estas tierras. No podía determinar lo que le ocurría al verlo, al mirarlo por vez primera y que ese hipnótico personaje se moviera con tal suavidad y la firmeza que brinda la confianza en sí mismo, o con cierta rudeza, eran movimientos precisos. Arcelia Carmona era espigada, digna, atractiva pero no demasiado y un tanto hosca pero con un atractivo que se esparcía desde su cerebro hasta los ademanes con que se cubría de gracia; sabedora de su exquisita belleza, Arcelia no pudo evitar que un suave rubor le subiera a las mejillas, desde el cuello; tuvo que negar su instinto en las cosas mundanas para resistirse, ¡pero qué tonta, yo la siempre decidida! Mientras sus amigas cuchicheaban con descaro, mirándolo directamente, él no les puso atención y eso despertó aún más el interés de las féminas, lo que les excitó ligeramente. 106 el penúltimo Canek


Por un momento se cruzaron las miradas de Arcelia y Jesús, el encuentro de los planos de existencia, los ecos del amor atemporal tuvieron que detenerles el corazón esas milésimas de segundo; ambos desviaron sus ojos con desgano pero fue ¡como un latigazo!; y repitieron el acto con sorpresa, sus miradas se unieron de nuevo, incapaces de prestar más resistencia, los planos históricos, atemporales tuvieron que resquebrajarse, bucando la conjunción. No se puede escapar del destino, tuvieron que pensar, pero apenas pudieron darse cuenta en esos primeros instantes. Pasaron varios momentos, eternos, sin poder apartarse el uno del otro, impactados por la sorpresa de estar magnetizados visualmente; el azoro de las compañeras no se dejó esperar; Jesús se había metido entre ellas, entre el grupo, y se había detenido justo enfrente de Arcelia, quién permanecía inmóvil sosteniendo la mirada, sumiéndose en un viaje ancestral dentro de los ojos de Jesús. Inevitablemente surgieron las risitas descompuestas y alguien propinó un leve empujón para desviar una de las miradas. Arcelia tuvo que reaccionar y se miró casi a punto de rozar con su labios los labios de Jesús. El hipnotismo se había roto, Arcelia sacudió leve la cabeza y dio un pequeño paso hacia atrás. Arcelia alzó las cejas saludando a Jesús, quien jamás había estado cerca de ella en el plano real, sino que seguía su paso decidido frente al grupo femenino. Arcelia supo entonces que el enamoramiento es un hacedor de fantasías; movió apenas las cejas dibujando el saludo y sin esperar realmente que Jesús correspondiera al saludo. Sin embargo ya estaba hecho, aquel no se dio por enterado, ignorándola en apariencia; el rubor regresó a las mejillas de Arcelia, ahora por un motivo diferente; apretó los labios mientras sus amigas reían con sorna, ¡oh Di()s qué vergüenza! pensó, ¡que grosería!, ¿quién se cree este sujeto?, mejores que él he despreciado; se llenó de coraje y pudo sentir como palpitaba la sangre en sus sienes. Y llevando por dentro una ardiente flama entró, junto con sus compañeras, al aula donde se impartía el curso de ingeniería superior, para percatarse que el tipo igual estaba en ese curso, por lo que con absoluta indiferencia, cada cual por su lado. Todo marchó en calma durante el curso hasta que un jefe de la policía, impertinentemente, le manifestara su admiración de forma reiterada, a lo que ella, ya detonada, respondió airadamente: ¡soy una mujer casada y decente!, por lo que no aceptaba ninguna galantería de hombre alguno que no fuera su marido, y que si no la dejaba en paz, habían varios hombres en el curso que harían respetar a una dama, volteó la mirada hasta donde estaba Jesús, quien, sorprendido asintió, enamorándose de ella en el acto. Jamás había visto, ni volvió a ver, mayor acto de lealtad y decencia, por parte de una mujer, y desde ese día, ella no pudo razonar más con claridad; no tenía el control de su pensamiento, que invariablemente el penúltimo Canek

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se dirigía a ese hombre, a los breves pero intensos momentos en que los ojos de gato relamieron su figura; no comía bien, no podía estudiar, solo podía pensar en él, y por las noches apenas podía dormir; el sueño era alejado por el rondar felino y los ojos esmeraldinos acechándole, por los intensos y recurrentes sueños reviviendo otras vidas y otros tiempos, y así pasaron los días. El adiós y el retorno al mes siguiente, la ansiedad superaba sus acciones, rebasaba su autocontrol, necesitaba verlo de nuevo ¿Habrá venido? Minuto a minuto esperando con impaciencia en el lobby del hotel Radisson, las niñas a su alrededor vendiéndole flores y ella comprándolas casi con desesperación. Al fin, ya casi noche, Jesús Sánchez cruzó el acceso, la iluminación a su espalda le confirió un aura misteriosa, -magnífica- diría ella, y de clase real. Cuando menos eso pensó, y se quedó fría, más que fría como congelada, tembló extrañamente, con el temblor de quien mira al ser más amado después de 100 años de ausencia, ¿Qué me pasa? ¡Arcelia contrólate! le dijo a la yegua desbocada que la arrastraba en esos momentos. Esa noche y las siguientes soñó con él, con su compañía en otros países, lejanos y exóticos; se veía con el vestido de novia desgarrado, con mártires y paredones ensangrentados. Su compañera de cuarto, alarmada, la despertó más de una vez, pues hablaba, gesticulaba y gritaba un nombre desconocido: Felipe, H´pil, constantemente despertaba empapada en sudor; la frente perlada y los labios y mejillas con un tono rojo intenso, como cuando el sol arrebola el horizonte; abría los ojos unas veces satisfecha y feliz y otras en llanto desconsolado. Un breve desayuno y correr de nuevo para verlo a él, que ya no al curso, llegaba ojerosa y desmaquillada, sin embargo, él ya no se soltaba de su mirada; y Arcelia no podía esconder sus deseos, que igual se transfigurabn en su rostro, y hacía de su mirada ya no una llama natural, sino una que se había vuelto intuitiva, esa que parte del tercer ojo; el mismo con el que sabía que Jesús Sánchez la miraba, más que mirarla, la circunspectaba, ¿Acaso el estuviera viviendo lo mismo que yo? Y Jesús pudo notar su turbación y parecía gustarle, ¿o tal vez solo le divertía? Era mediados de octubre y el clima fresco en Ciudad Universitaria44 derrama la neblina que cubre el jardín donde será el desayuno. Las sombrillas de un blanco impecable invitan a guarecerse bajo ellas, y ahí estaba él de nuevo, descansando a la sombra de los sauces llorones. Arcelia lo observó largo tiempo. Su figura irradiaba pasión y le pareció que le hacía recordar la famosa pintura francesa de un héroe olvidado de su revolución. El instante de contemplación fue roto por el arribo 44. Espacio de la Ciudad de México en que se ubica el mayor número de edificios educativos de la Universidad Nacional Autónoma de México, incluída la Rectoría.

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de una de sus compañeras que sin discreción, sonriendo, le cerró la boca. De nuevo está ahí ese hombre; y si que te ha interesado ¡eh!, te la pasas mírándolo sentado ahí frente al jardín, le dijo su amiga sentándose a su lado, guiñándole cómplice. Sí, lo he estado observando con detenimiento y a cada segundo se estremece mi interior hasta el rincón más profundo. Ese hombre era realmente impactante por su alta estatura y anchos hombros; sus gruesos brazos y piernas fuertes en los que Arcelia paseaba la mirada sin discreción, rotas las amarras de su timidez, como una presa víctima de esa mirada jaguar, y sintiéndose transportada sobre las ondulantes caderas masculinas de Jesús. Para todo lo que imaginación daba. Su porte es incomparable, pensó. Y su amiga solamente sonreía mientras comía sin prisa algún bocadillo. Arcelia sintió un leve mareo ante el espectáculo que estaba brindándole a su amiga; se excusó para retirarse a empolvarse la nariz; circunstancia que aprovechó para retocarse labios, ojos y también mejillas, a las que trató de disfrazar el rubor que las cubría. No sabía si era la soledad de su vida o la monotonía de su desgastado matrimonio lo que la condujo hasta Jesús. Y como mujer casada no podía dar a conocer a nadie, por muy su amiga que fuera, ese calor que se le escapaba por el rostro. No acababa de explicárselo, pero quizás fuera el atractivo de los ojos de aquel hombre; esos mundos que vivían dentro de sus pupilas. Acaso era la nueva oportunidad de tener frente a sí a un hombre tan interesante. ¿Sería sólo el intenso deseo, largamente contenido con el paso de los años, con la aparición de las primeras arrugas en su rostro? ¿O algún tipo de hechizo caribeño? Pues Jesús era nativo del área maya de la península de Yucatán, su amiga se lo había dicho; porque no perdía tiempo en averiguar todo sobre él, desde el nombre hasta el lugar donde tenía fincado su hogar. Hasta hoy nunca pudo averiguarlo, ni siquiera hasta el día en que muriera, no lograría saberlo. Arcelia llevaba una chaqueta de gamuza y unos pantalones jeans muy estrechos que resaltaban su extrema delgadez; calzaba botas vaqueras que le restaban femineidad y la hacían ver como "un cuate más", tal vez por ello, y desde el impacto del primer contacto, Jesús se sentía particularmente atraído. No era una mera atracción física, era algo más interno e intenso lo que los estaba uniendo irremisiblemente; algo misterioso y hermético y tan fuerte como cadenas de acero; como aquella vieja sensación de "yo he estado aquí", ese deja vú siempre tan socorrido que se repetía con demasiada frecuencia, porque una y otra vez le llegaban los avisos síquicos, La conozco desde siempre pero ¿dónde la he visto? Buenos días; ella se atrevió sin saber cómo es que se había decidido. Que más, al mal paso darle prisa, no puedo ya con este resquemor en el rostro, en el pecho. Ella lo saludó apenas mirándolo e interrumpiendo el penúltimo Canek 109


sus pensamientos que lo hacían ver tan taciturno. Buenos días, Arcelia, respondió con curiosidad, pues intuía de antemano, que ella lo abordaría. Siéntate, por favor, no te quedes ahí parada. Y al sentarse frente a él, ahí bajo las ramas del sáuce llorón; los dos sintieron la fuga de energía que los atrapó en el mismo instante en que se tendieron la mano al saludarse. Jesús forzó su mirada y obligó a que ella lo mirara de frente y sostenidamente; ella sintió que se le aflojaban las piernas, al borde de una profunda e hipnotizante laguna de aguas verdes, claras y profundas. No pudo evitar que un mar de emoción la embargara y le hiciera sentir un calorcillo intenso que subía desde los bien formados pechos, hasta el cuello; sensación bien conocida por las mujeres cuando su hombre las aborda. Sintió algo de embarazo, pues pudo ver que a partir de ese momento, él sabía todo de ella; supo que había sido leída por entero. Como sucediera con aquel nazareno cuando la mujer del sangrado lo tocara, Arcelia tuvo conciencia de que un flujo de energía había salido desde Jesús Sánchez hasta ella, y extrayendo al mismo tiempo su propia energía fundiéndose a través de las noches estelares en que se sabían inmortales en el amor imperecedero; sus más profundos recuerdos y sus más recónditas apetencias habían sido reconocidas. Sintió algo de vergüenza pues él sabría cuanto lo deseaba y su oscura vida pasada. Pero le confortaba saber que Jesús había sido parte de todos esos hechos toda la vida. Al terminar el curso que llevaron juntos y no pudiendo soportar más, Arcelia caminó hacia él y le preguntó con aplomo: ¿Quieres irte conmigo? Ya no importaba guardar las apariencias ni aquel discurso de lealtad y decencia y todos esos estorbosos prejuicios de la moral que siempre tienden a retener a la mujer, de minimizarla socialmente, de juzgarla y hallarla culpable sin importar sus propios deseos; y así fue que en esta ocasión a Arcelia ya no le importaban su marido e hijos, ni siquiera los de Jesús, si acaso los tenía. Arcelia se detuvo. Se dio cuenta del impulso en el que ahora estaba. La cresta de la ola estaba en lo más alto ¿y la caída no sería fatal? No conozco nada de este hombre. Conozco a este hombre desde siempre. Una voz actual le decía, y era acallada por el inconsciente que se sabía ahora poderoso. Conoces a este hombre desde siempre. Así es, lo conozco de toda la vida, de todas mis vidas. ¿Quieres irte conmigo? Se miró parada frente a el, con las manos en su pecho, deteniendo su andar, mirando hacia arriba para encandilarse con sus verdes ojos. ¿Quieres irte conmigo? y terminaba la pregunta con un: ahora que a mi nada más me importa que estar a tu lado, inaudible y que no tenía siquiera que ser pronunciado. ¿No he estado contigo siempre?, fue la respuesta de Jesús Sánchez tomándola de las muñecas, metiéndola al hueco de su pecho, para sentir su cabeza recostada en sus músculos, y rodeando con sus decididos 110 el penúltimo Canek


brazos el delgado talle de la mujer flor que ahora se doblaba de amor. Arcelia quedó congelada unos instantes; le faltó profundamente el aire, en aquel entonces de ninguna manera comprendió sus palabras; no necesitaba hacerlo, porque por extraño que sonara, era verdad, ella se sabía parte de la vida de Jesús; tenía claridad en que él había pertenecido a su historia. Creyó comprobar lo que presentía, y más adelante claro que lo hizo. No lo tomes por el sentido equivocado, le dijo a Yaax Ich, mientras acariciaba sus cabellos. Ella intentó salvar la situación que comenzaba a desbordarlos Sólo quiero platicar contigo e invitarte a una botella de vino. ¿Quieres compartir conmigo el vino y la noche? Claro que estaremos juntos una vez más, pero no ahora, anunció Jesús Sánchez. ¿Una vez más, pero no ahora?, repitió incrédula. ¿Qué le pasaba a este hombre? ¿Rechazar a una mujer como yo? ¿Qué significa "una vez más"? Las palabras de Jesús sonaron más que como a un desaire; como la voz dominante de una tormenta embravecida, su aliento era la voz del mar agitado que rompía contra los arrecifes de su alma. Ella creyó reconocer la voz de su dueño detrás del velo de los tiempos, y creyó reconocerse a sí misma siendo la protagonista de aquellos capítulos de la historia. Un ligero vértigo la hizo recordar escenas que le costaba reconocer: había sido reportera, investigadora, activista social, había sido una mujer divorciada, pero no solo de su marido si no de todos los que intentaron sometarla: la sociedad, sus hijos y la decencia construída por los falsos jueces de la humanidad; pues había sido mujer de todos y de nadie, en más de una ocasión. Su vida anterior había sido tan disoluta que todos la habían despreciado y maldecido por libertina y por arrebatar maridos a sus esposas. Sin embargo todo lo anteriormente acaecido cesó al alba, en la mirada de ese hombre y con el rugido de su voz. Los demonios que la atormentaron por tanto tiempo fueron exorcizados, para no poseer más ese cuerpo débil y pasional. La carne siempre es débil para quien todo lo tiene en ese plano cárnico. En un instante sus mundos se fundieron, se adivinaron el uno para el otro desde siempre y para siempre. Lo supieron en ese abrazo, por lo que sin pensarlo más ella insistió Ven hoy a mi dormitorio y comparte mi noche y mi vino. ¿Por qué insistes en que duerma contigo? respondió con ese tono de voz vibrante y muy bajo, que usan los hombres cuando seducen, a lo que ella le contestó sin poder sustraerse de su mirada: Te suplico que hoy vengas y entres en mi dormitorio… y en mí... Ella se rindió a él y un dulce mareo la embargaba mientras esperaba la respuesta; durante unos breves instantes que le parecieron eternos, sentía que la tierra y el cielo se abrían ante ella alternadamente. Mientras las esmeraldas que estaban fijas sobre sus ojos, la penetraban y la poseían con suave fiereza, abriendo y leyendo las páginas de su alma. el penúltimo Canek

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Él suspiró y le contestó con dulzura: Sé bien que has tenido muchas vivencias y amores en tu vida, pero yo soy el único hombre con el que has dormido siempre, aun cuando tu cuerpo mortal tuviera reposo en otras pieles; porque solo yo te he amado desde siempre, y mi nombre esta escrito dentro del tuyo desde el inicio de los tiempos, como un mismo hálito del que los dos nos desprendimos. Las vivencias y los hombres que has tenido sólo han sido golondrinas para tus veranos; pero no han podido anidar dentro de tu mente; ellos solo han tomado la belleza corporal que ven en ti, y han intentado marchitarla poco a poco, con su uso. Yo he mirado siempre en ti, otra clase de belleza; el tipo de belleza que no se marchita al terminar esta vida: La belleza que permanece por siempre, renovándose en continuidad y sin detenerse e incrementándose en tu espíritu. Arcelia, yo conozco tu verdadera hermosura desde el inicio de los tiempos, y te aseguro que esa no perecerá al terminar nuestras vidas; no se deteriorará con el veloz paso de los años y te conservará lozana y fresca para mis ojos, para mis dedos, para mi costado, a pesar del ocaso de tu cuerpo terrenal. Arcelia, el único hombre que te ha amado soy yo; porque sólo yo conozco lo que hay en tu interior; conozco la sustancia que te forma como que es parte de la misma sustancia que me forma. He mirado tu interior a través de los tiempos, lo he navegado a través de la distancia y aún lo miro delante de mi; eres en mi vida, en mi carne, en mi pensamiento lo que para los demás sería imposible de siquiera imaginar, mucho menos poder mirar. Ella le insistió suplicando, trémula de emoción, pues trataba en vano de ahogar el llanto: Jesús, sé que conoces todo de mí, pero no sé el por qué o el cómo; se que no te había visto antes, pero igual se -no se cómo pero no me queda duda-, que eres parte de mi. No se quién eres y aún así te lo pido: Ven hoy a mi dormitorio, pues tú no eres para mí un extraño, descubramos juntos nuestros destinos. Cuando ella terminó de hablar Jesús dio media vuelta y comenzó a retirarse, mientras le decía: Todos los hombres que has llevado a tu lecho sólo se han amado a sí mismos. Mi amor por ti trasciende esta vida, no terminará si no duermo hoy contigo. Yo amo tu alma, queridísima Alma. Poco a poco se alejó, pisando fuerte, con ese ritmo majestuoso que solo tienen los príncipes, firme, ondulante y poderoso, dejando en el aire el eco de aquel nombre que poco a poco fue cubriéndola con su sonido.

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2002 ¡Ralea de gusanos!, escupía Jesús Sánchez por donde pasaba, arengaba al pueblo a despertarse del sopor en que la misma "casta divina" de siempre, tenía sumidos a los pobladores del área maya y en especial a los indios; su coraje y decisión le impedían detenerse, y en plazas, haciendas o poblados su voz siempre era dirigida con puntería sobre los políticos, a quienes despreciaba por sus actos. El puñal afilado de su verbo independista y revolucionario fustigaba las conciencias de esos asquerosos políticos que han tenido secuestrado, desde siempre al mundo maya; conocedor de la bajeza de sus pretensiones y de la doble moral que siempre los ha caracterizado, arremetía contra ellos en cada ocasión que se le presentaba, su desprecio por ellos y su hipocresía, se había convertido en un torrente de diatribas, en las que les recordaba todos sus vergonzosos hechos y los realizados por sus ancestros, desde la conquista. A todos los ts’uulitos hipócritas les recriminaba acremente y su voz estentórea restallaba en sus conciencias; como el trueno que sucede al relámpago sus palabras airadas, cada vez más subidas de tono, acabaron por tener respuesta de los gobernantes y políticos del Mayab, quienes hastiados de ser expuestos ante los ojos del pueblo como lo que realmente eran: lumpen, gusanos; doblaron el pulgar hacia abajo ante el "xgóber", quien se sentía todo poderoso en el Mayab, quien junto con su jefe de esbirros y también amante Patroclo Medina, a quienes pidieron la muerte de Jesús y una muerte rápida y escandalosa, Que la indiada quede bien escarmentada, todo ello por el miedo espantoso que ahora le tenían. Los políticos del Mayab son siniestros como murciélagos vampiros; siempre haciendo sus movimientos al amparo de la oscuridad, disfrutan la acción en la negrura de la noche; planeando la manera de sorber vitalidad y acabar las existencias de los pobladores que les van sirviendo como ovejas obedientes, como ganado atado al ceibo que puede ser chupado sin que pueda defenderse. Varias veces conspiraron contra su vida, pero Jesús conocedor de sus artimañas, nunca se dejó atrapar, ya que sus valientes y amados indios lo protegían con sus propias vidas, formando un fraternal escudo. el penúltimo Canek

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Jesús admiraba su amor y sacrificio, y lamentaba perpetuamente la ignorancia en la que los tenían sumidos, aún después de 500 años de ofrecido desarrollo; le dolía que aquel desarrollo solo acabara por exaccionarles todas sus propiedades; lo lloraba, porque sabía que no bastaría toda una vida para retornarles su dignidad y posesiones. Aun sabiendo que buscaban de nuevo su vida, como en otras edades y épocas, Jesús gozaba al pueblo arremolinado en su derredor; siempre varias divisiones de soldados indígenas prestos a seguir su caudillaje cuando él lo ordenara y dispusiera; contaba con una legión de harapientos, que vivían hambrientos y sedientos de la justicia asesinada, abusados por las autoridades, desafortunados, hastiados y asqueados de tal abuso de poder. Moría de indignación al ver a su pueblo y a sus indios en esas condiciones. Su más caro anhelo era verlos erguidos, caminando hacia el futuro con el rostro al frente; y no mirar esos ojos implorantes ahora, cargados con digna ira contra esos magos del erario. ¡Sí! Sentía hasta lo más profundo de su alma sus pesares, los sentía como propios y los sufría como ellos. ¡Ralea de gusanos! les gritaba una y otra vez, en toda ocasión y por todos los medios. ¿Quién lograra que esa caterva de Alí Babá45, sintiera por un momento tan pesada carga? Eso les haría retractarse de tanto dolor infligido, les sería inaguantable soportar sus personas y los haría ver su realidad; rebosantes de indignidad se odiarían a sí mismos casi tanto como los odiaba el pueblo y el mismo Jesús. Tenían que sufrir en sus carnes, en sus propiedades, en sus familias, lo que los pobladores sufrían desde hacía 500 años. A muchos "tibios" periodistas y amigos, les parecía demasiado implacable en sus críticas y demasiado incendiario en sus arengas. Los medios de comunicación locales, manipulados por el "xgóber" devolvían palo por palo y piedra por piedra a los verdaderos representantes de Juan Pueblo; sin embargo, Jesús insistía en azuzar al pueblo contra los vicios de los sucesores de Herodes; acaso los medios conservadores y los vendidos pidieran también su cabeza en bandeja de plata; ¡Conservemos la propiedad y la decencia!, ¡Guardemos la integridad de las instituciones!, ¡Tengamos respeto por las personas!, esos son los medios que ha usado la reacción tradicionalmente, para acotar a los libertadores; esas frases las han convertido en cárceles, en las que quieren siempre encerrar las voces que disienten. Las instituciones, la decencia, No permitamos la violencia, el Estado de Derecho, el Respeto por los demás. Aún cuando ellos son los que no reconocen a esos “demás”. En sus juicios populares no era tan severo contra los delincuentes, los ladrones ni los homicidas; ya que para Jesús, sus delitos aislados los hacen menos impactantes en la sociedad. Era mucho más severo 45. Personaje de ficción descrito en el cuento de aventuras Alí Babá y los cuarenta ladrones, perteneciente a la monumental obra hindú Las mil y una noches.

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contra los políticos, que doblan sus rostros, y disfrazan sus mentiras mientras ocultan sus garras para desentrañar al pueblo en su conjunto; por eso era totalmente implacable, severo y muy terminante con ellos, parecía atronar la voz de Juárez frente a los monárquicos. En una ocasión en la que dirigió una arenga, en la explanada del gran convento de Izamal, habló particularmente duro contra los "sátrapas" en el poder; al concluir se acercó el párroco del convento y le dijo: Junto con algunos clérigos hemos seguido de cerca tus palabras y he aquí que hemos notado, que propones perdonar a los ladrones, ser justo con los delincuentes y con los asesinos, hemos visto como consuelas a los pobres y a los desheredados y les das esperanza a los engañados, robados y heridos por sus gobiernos, sin embargo, también hemos podido notar con qué dureza hablas de los políticos y de los gobernantes. Jesús meditó unos instantes lo que el clérigo le decía y le respondió: Bien has notado, buen hombre de Di()s, que ustedes les llaman a esos hombres que doy consuelo, pecadores; mientras yo les llamo pobres, ignorantes y desposeídos, y por ello mismo puedo perdonarlos y soportarlos; son hombres disminuidos a su posición por un estado que ha abusado de ellos sin reserva, un estado exaccionador, que no les ha proporcionado lo mínimo para su sustento, ni escuelas para su ilustración, ni hospitales, ni medios de rehabilitación; y he aquí que el estado es una entidad amorfa, pongamos nombre a la cabeza de esa Hidra46 voraz: políticos y gobernantes. Los gobernados en el Mayab cuando se apartan de las leyes de los ts’uules, cargan a cuestas pesadas cargas de oprobio y miseria, pesadas cargas de indignidad colocadas por sus parientes, vecinos y la sociedad en general y eso que sus faltas son menores; desde luego que no soporto a los políticos ni a los gobernantes y no los soporto por su acentuada hipocresía; hipocresía engodada por sus robos y asesinatos a gran escala, cometidos contra su propia gente: nuestros hijos. Mientras los primeros pagan toda una vida en miseria o infames mazmorras, las faltas cometidas; aquellos ríen embozados en máscaras de legalidad, cometiendo enormes delitos, conscientes de la impunidad de la que se han rodeado, colocando a sus parientes y compadres en los puestos de justicia y de gobierno, para servirse de ellos sin culpa. Yo comparo a esos pobres, que tú llamas pecadores, como tiernos brotes de maíz recién sembrados en la primavera, salidos a la luz que buscan la iluminación con desespero; tratando de sobrevivir sin dañar a nadie, tratando de crecer para alimentar a los pobres hijos del 46. Monstruo acuático con forma de serpiente policéfala y aliento venenoso a la que Heracles mató en el segundo de sus doce trabajos. La Hidra poseía la virtud de regenerar dos cabezas por cada una que perdía o le era amputada.

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agricultor, al que su gobierno tiene sumido en la miseria. Pero llega el verano en que la planta despunta y crece bella, y con él también llega la plaga voraz de gusanos blancos que roen las plántulas, debilitándolas hasta matarlas; luego el gusano voraz se transforma en un depredador alado y se aleja buscando campos que no sembró y frutos que no trabajó, para medrarlos y destruir todo por cuanto trabajan los hombres de mi pueblo. Estos gusanos semejan a los políticos y gobernantes del Mayab. Los primeros son gente pobre, débil, a los que la extrema necesidad o la ignorancia, fuerzan a delinquir; los últimos son los verdaderos depredadores de su propia especie que embozados, despojan y matan a los primeros. Señor clérigo, por ello es que no soporto a esa ralea de chacales y desprecio tanto sus invitaciones y su presencia. Respondió el clérigo convencido: Bien has dicho tú, Jesús Sánchez, tu ejemplo es claroy veraz; y tus palabras,¡cuán semejantes a las parábolas de mi maestro! Por ello hemos decidido que te llamaremos desde ahora: "El cristo rojo del Mayab". El clérigo terminó su disertación y se alejó hacia el interior del gran convento de Izamal cargado el espíritu con una nueva esperanza. Mientras se reunían en contubernio, en el palacio de gobierno, todos los ts’uules, los políticos hipócritas y los ladrones gobernantes del Mayab, para buscar la muerte de Jesús..., una vez más.

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2002 A ese Jesús Sánchez le dicen el "nuevo dragón rojo de ojos de jade", no lo conozco bien, pero aunque siempre tiene la frente en alto, se le nota lo indio en su forma de vestir. Siempre de dril y guayabera de 80-2047, los del pueblo le dicen Yaax Ich, pues tiene los ojos claros. ¿Y qué? También algunos perros los tienen claros; para mi que este indio alzado no sabe nada de "fashon" y no pertenece a los nuestros, a los tricolores48 que somos los verdaderos herederos de la revolución, Obregonistas, Callistas, Lópezportillistas y Salinistas, claro que sí. Somos nosotros los selectos defensores de los intereses de los desposeídos de esta sacrosanta y bendita tierra del Mayab, cuna de nuestros ancestros y depósito sereno de nuestra cultura maya y de nuestros más limpios ideales, objetivo primordial de los esquemas revolucionarios que rigen nuestras más blancas intenciones, para beneficio de nuestros connacionales y de nuestra patria. ¿Acaso no rendimos honores a Carrillo Puerto? ¿Acaso no desde la época de mi tío no somos amados por la indiada? ¿Acaso no sabemos lucir el Huipil? A ese indio alzado, que cree la reencarnación de Carrillo Puerto se le nota lo corriente al hablar; pero cómo pretende hacerse pasar por el Mártir Rojo, si se la pasa diciendo siempre puras "pendejadas" acerca de los curas, de nosotros y de la supuesta "casta divina" en el poder. ¿Cuál "casta divina"?; esas son historias de antropólogos. Este indio alzado está loco de remate, siempre hablando de libertades y derechos, siempre exigiendo mejores niveles de vida para los "nacos"49, siempre secuestrando nuestro verbo emancipador, para usarlo para sus propios fines y contra nuestra gente. Llegado el momento va a ver cómo le arrebatamos el poder a los "panuchos"50 del "xgóber" actual; con eso se demostrará que somos nosotros los únicos que podemos ofrecer libertades; las libertades que hemos heredado de nuestra revolución, somos los únicos capaces de saciar el hambre a los hambrientos; somos la honestidad absoluta en el manejo de las arcas públicas porque ningún funcionario de nuestros 47. 80% de poliéster y 20% de algodón, ropa corriente. 48. Partido en el poder en México. 49. Gente corriente, del pueblo. 50. Partido de acción nacional, nacionalistas mexicanos.

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colores será enriquecido nunca más con los dineros del pueblo; todo lo que prometieron los de la "casta divina" y que no han cumplido, ¡de cierto que se los digo!, ¡Nosotros sí que lo haremos!, ¡así se caiga el cielo!, ¡va mi honor con mi palabra! Yo, que he nacido ahí arribita de donde naciera el verdadero dragón rojo; apenas un poquito más al norte; poseo el mismo espíritu, el pueblo me ama como amara a mi tío. Si no se pone "vivo"51 el "uiro"52 ese, el indio alzado, lo van a eliminar, porque se está granjeando demasiados enemigos; los indios dicen que sigue los pasos de Carrillo Puerto, los "estudiados" que de Canek, y la respetada Dulce María53 que casi camina la misma senda de Efraín Calderón Lara; ¡qué va a ser!, dispárenle un cañonazo de 50 mil pesotes como a mis compañeros diputados y seguro que sacrificará sus ideales como lo hacen todos; o llévenlo al "noryim"54, verán que apenas se consiga una "hembrita" como la mía, dejará sus principios, de los que tanto se ufana, y le "veremos sacar el cobre"55. Hay que buscar la manera de integrarlo al equipo. Que comparta nuestros mismos ideales y gustos, y si está contra los azules del “xgóber” actual pues está con nosotros. Pero habrá que refinarlo un poco, es un "cuch"56 de ojos verdes, pero ya les dije que hasta algunos perros los tienen verdes. Por lo pronto le recomendaré mi clínica para reingeniería facial y corporal; deberá cambiar de color porque está muy prieto, y operarse la "panzota" esa; además de reconstruirse los pectorales para aparentar tener un buen cuerpo, también deberá modificar las "chingaderas" que siempre está diciendo, por un verbo más institucional, más acá, así como refinado; esos discursos tan bien elaborados por los asesores de imagen; que sus dichos tengan ese convencimiento de nuestras bondades a las manadas de uiros, la indiada le quiere, hay que aprovecharnos de eso. Y en vez de lanzarlo contra los mentirosos y los ladrones que se lance contra el bando contrario a nuestros intereses; acaso no se da cuenta que al insultarnos, aún sin quererlo, se añade enemigos para su solitaria causa en pro de Juan Pueblo. El cochinito sabe dónde se unta, no importa si es de Dzemul, de Motul o de la mismísima Mérida; no creo que con el ofrecimiento generoso de enriquecernos todos a costa del mismo Juan Pueblo, y sin egoísmos ¿eh?, hay que ir compartiendo decentemente el erario y ¡eso sí!, que entienda que es un acto de fe nuestra suprema causa en pro del desarrollo y crecimiento económico de nuestra entidad; la lógica 51. Ponerse en estado de alerta, poner atención. 52. Gente corriente, del pueblo. 53. Política mexicana conocida por su postura crítica, miembro del Partido Revolucionario Institucional y presidenta nacional de ese partido político en los años 1999 y 2000. Fue la primera mujer que ocupó la gubernatura de Yucatán. 54. Gimnasio al norte de Mérida. 55. Demostrar quienes somos realmente. 56. Peyorativo de indio.

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económica es clara, si habemos más ricos invirtiendo lo mal habido, habrá más empleo, es consecuencia lógica, ¿que no? De todas formas, si no se nos une, cabe la opción todavía de lanzarlo a la fosa de los leones, aventárselo a los blanquiazules, señalarlo como su hijo pródigo para que la opinión pública sea quien lo relacione con ellos, y zafarnos de él y de ellos. Total que a los del partido del “xgóber” les encanta recoger las sobras de nuestro partido, y bien que querrán hacerse de un elemento como aquel, sobre todo por el tamaño corporal que se carga, justo a la medida de su jefe de esbirros. Por cierto ese Patroclo Medina que buen lacayo le ha resultado, es todo un perro tan pero tan fiel. Es de lo más lindo ver como el "xgober" sabe controlarlo: dándole mucho amor, tanto por estas sus tierras, como también por las de Detroit, que tanto le gusta. Su apego y secreto gusto por el garrote, no lo es en el sentido figurado; solo hay que ver la "madriza"57 que les puso a todas las venteras, a esas pobres viejas revoltosas del mercado, por poco las mata el "méndigo", sí se le pasó la mano, pero es una muestra del orden y respeto que debe tener la "uirada" por la autoridad. Así aprenden los indios y así aprenderá Jesús Sánchez, donde no entre al "aro"58.

57. Golpear hasta la pérdida del conocimiento. 58. Entrar al aro, apegarse a nuestros designios.

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2002 ¡Está endemoniado!, es un altanero, coprolálico59, indio igualado, "patarrajada"60, "crecido" por tanto inconsciente que le sigue por su fácil verbo revolucionario. Serpiente con plumas, dragón rojo infernal, escupiendo palabras de fuego sobre las buenas personas que gobiernan este estado. ¡Al fin gente de alcurnia para dirigirnos! Como debe ser, como siempre ha debido de ser, como nunca debió dejar de ser; gente con clase para gobernar, con la que la curia puede entenderse a la perfección. Pero el tal Jesús Sánchez se cree un profeta moderno. Vaticina la pronta caída de la "casta divina", ¡qué iluso!, toma para sí las palabras de los profetas y del Divino Maestro, fustigándonos a políticos y religiosos a diestra y siniestra ¿Con que autoridad hace eso? ¿Por qué el gobernador no manda a sus lacayos, o a ese Patroclo Medina a silenciarlo? De nada valen nuestro poder e influencias si solo podemos callar a los nuestros. Desde que se filtró al público que dimos protección a nuestros hermanos sacerdotes, caídos en desgracia por su debilidad carnal, y que algunas lenguas de Satanás les ha acusado de pederastia, el tal Jesús Sánchez no ha dejado de llamarnos: ¡Sepulcros blanqueados! Acaso no sabe apreciar nuestra diferencia de niveles sociales; que los pecados de la indiada no pueden compararse a los momentos de debilidad de la gente de nuestra estirpe; es él quien debería agachar la cerviz, como lo hacen los buenos fieles en la santa misa; ¿es que nunca aprendió a perdonar?, si hasta los niños que según fueron abusados por nuestros compañeros nos han perdonado. Todo ha estado arreglado, y esos niños bien que se lo buscaron, sus padres ahora presumen contentos el dinero que se les dio para acallar sus falsas acusaciones. Pero él, Jesús Sánchez ¿en qué le afectan nuestras pequeñas imperfecciones? Somos humanos, tenemos fallas, vicios, dedicarse al Altísimo no es cosa de cobardes, se sufre mucho por la soledad pero se aprende a perdonarse uno mismo los errores. A los fieles, ¿qué les importan nuestras vidas privadas? Fuera de misa, ¡igual somos hombres y tenemos pasiones también; en ocasiones éstas nos desbordan, pero sabemos brindarnos consuelo. 59. Tendencia patológica a proferir obscenidades. Esta tendencia circunscribe todas las palabras y frases consideradas culturalmente tabúes o inapropiadas en el ámbito social. 60. Forma peyorativa de decir: indio con alpargatas.

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¡Claro!, el maldito indio alzado se escuda en la turba que le sigue, siempre poniendo de testigos a Calderón Lara, a Jacinto Canek, a Felipe Carrillo Puerto, hasta entre los muertos tiene "partidarios"; de ellos obtiene todo su poderío sobre sus correligionarios. Un poder nacido de las tumbas yertas, justo como lo hacen los demonios, como lo hacen las brujas y los brujos, usa a los fantasmas para perder a los creyentes dentro de su propio pensamiento. Su propia vida es tan reprobable que es hasta ridículo que nos señale, ¡cómo se atreve! Tiene de compañera y amante a la tal Arcelia Carmona, otra loca, tránsfuga del bajío; ella se cree Alma Reed, y habla, escribe y se comporta como si en verdad fuera ella. Tiene alianzas sindicales nacionales y en el extranjero, que dan apoyo a su compañero, el tal Jesús Sánchez, que el diablo se lleve a lo más hondo de los infiernos, donde todo es un crugir de dientes. La influencia de Arcelia es pésima para las mujeres del estado; se las lleva para ser engatuzadas como lo hizo aquel flautista con las cobras, bajo un influjo hipnótico; y como esas mujeres solo tienen serrín en el cerebro, las cautiva, llena sus vacías cabezas de lo que creen que es conciencia, de ansias de mejores niveles de vida, de justicia, de igualdad y de toda esa basura comunista. Cuanto lamento que la imbecilidad sea un don deseable por las mujeres de mi diócesis. Esa Alma o Arcelia o no sé quién sea, las lleva por millares para ser hipnotizadas con las piedras refulgentes del jade, de los ojos de tigre que el Jesús Sánchez les enseña mientras brinda sus discursos; con esas palabras que les arrebata las conciencias y se adueña de su voluntad. Si no fuera por ella, nadie se acordaría de sus diatribas, ¡boquiflojo!, nadie recordaría nunca las esperanzas insufladas en quienes están destinados a servirnos por siempre. La caterva de harapientos y desempleados que le sigue, esperanzados por sus falsas promesas de hacer de este, un estado verdaderamente libre, como si no lo fuera ya; puras mentiras dichas con puritita demagogia. ¿Quiénes son? tan sólo pelusa de los barrios; indios prófugos del machete, arribistas y oportunistas a quienes solo les mueve un solo objetivo: medrar con los supuestos beneficios que obtendrían al llegar Sánchez al poder; barrianos e indios, por naturaleza cobardes y lentos para la acción y el trabajo, parias que esperan en vano ser incluidos en el gobierno imaginario del comunista ese; lumpen en desgracia permanente que al igual que sus imbéciles mujeres, subyuga con tres palabras zalameras. Basura social con la que bastaría un leve soplo para doblarlos hasta el piso; hasta colocar su cerviz en el lugar que le corresponde. ¡Helos aquí!, exigiendo justicia social con la unanimidad que les da el alcohol. El “xgóber” y Patroclo Medina están obligados a impedir que se el penúltimo Canek

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difame más al episcopado; deberán desquitar todo lo aportado para sus campañas. Ellos solo piensan en conservar por más tiempo su efímera grandeza, ¿acaso no alcanzan a ver que hasta los esclavos en su borrachera se sienten jaguares? Toleran todos esos insultos salidos de las hediondas hendiduras de sus bocas; perdonan a quienes nos insultan públicamente, a quienes manchan con sus excrecencias nuestras santas vestiduras, y les dan total impunidad; no piensan que la plebe les odia tanto como a nosotros, piensan que los gritos de "viva el “xgóber”" o "viva Medina" que nosotros pagamos, son espontáneos y perdurarán fuera del alcance de Mammon, ¡ilusos! Sánchez transgrede las Leyes al señalarnos con su flamígero dedo, y el gobierno esconde su faz para no entrar en conflictos con sus servidores; ambos reciben el desprecio absoluto del clero por permitir nuestro escarnio. Nos condena, nos escupe en las plazas públicas; todo con tal de ganarse las grises conciencias de sus estúpidos adeptos. Por ello lo desprecio aún más, y sobre todo lo desprecio por haber nacido en Motul, ese asqueroso pueblo, cuna de sediciosos y comunistas; que Di()s debió haber borrado de la faz de la tierra, como a Sodoma y Gomorra.

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2003 Jesús Sánchez es un paria. Es muestra de lo más abyecto de las clases bajas; un ladrón de haciendas, un asesino de hacendados. Mitómano, veleidoso, aventurero y vanidoso. Mira que exhibirse con la tal Arcelia, ésa tipa que es su amante; por eso jamás nadie decente lo escuchó o siquiera tuvo la osadía de tomar en cuenta sus ideas. Los únicos que le hacen coro son los miserables de los pueblos y barrios, y los herejes también. Jesús Sánchez siempre anduvo en la senda con depravados y borrachos, prostitutas y sucios, con anarquistas y revoltosos, pero jamás con políticos miserables. ¡Es un asesino! ¡Sí que lo es! Mira que pretender justificar en público, el que los hermanos Carrillo Puerto dejaran morir castrados a los hacendados que se atrevieron a ejercer el derecho de pernada; mira que alentarlos a volverlo a hacer. ¡Es nuestro sagrado derecho ancestral ¡Es la ley no escrita de supervivencia para los indios! Si ellos llegaran a faltar ¿quién se haría cargo de la "comadre" y del "ahijado"? Bien sabido es, que el indio es débil de salud; es un favor el que les hacemos desde la conquista, ¿qué tiene de malo?, aún ahora lo practicamos: mi hermano ejerció derecho con Patroclo Medina, mi jefe de esbirros y ya ven lo bien que nos llevamos todos, ¡como si fuéramos una sola familia! ¡A ese Jesús Sánchez lo tengo hasta la coronilla! Se ha mofado de nuestra dignidad, ha mancillado nuestro honor y se ha burlado de nuestras sabias leyes. Está tan loco que cambió el domingo, el sacrosanto día de descanso, que a su vez, cambió la iglesia católica del sábado, e impuso los jueves a los que volvió a llamar "jueves agrarios", como lo hizo el iluso de Motul, aquel lunático de Carrillo Puerto que "despacharon" mis abuelos por quitarles más de 600 mil hectáreas, de tierras ociosas para entregárselas a los indios. ¡Me tiene harto! Con esa postura de altivez, ¡sí que es altanero el indio aquel!; se cree superior solo porque les habla con la verdad, su supuesta verdad, porque las masas de pueblerinos ignorantes le siguen y creen a "pie juntillas" sus malintencionadas palabras. Se cree Juan, el bautista, denunciando siempre a las puertas de palacio de gobierno, y de frente a los ciudadanos, la hermosa relación que llevo con Patroclo Medina; dice que es ilícita y vergonzosa, y quién el penúltimo Canek

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lo ha puesto como juez de nuestra conducta; nos señala continuamente con el índice y la turba ignorante exige a gritos nuestra salida de palacio; como si aquel juramento de: que el pueblo me lo demande, fuera algo en lo que de verdad creemos y no tan sólo un formulismo protocolar. ¡Me tiene harto! y a Patroclo también; que como moderno Herodías me pide continuamente la cabeza de Jesús Sánchez en una bandeja de plata; acaso la consienta y se la entregue, acaso también lo encerremos en el Maqueronte de la avenida Itzáes y lo decapitemos; al fin y al cabo uno más de esos indios que se creen “el elegido”, de las decenas de miles que se han llevado los presidentes en el país, nadie lo notará. Son tantos los enemigos que se ha granjeado el tal Jesús Sánchez que nadie sabrá con certeza como lo matamos; diluiremos la justicia como tantas otras veces. Retardaremos las investigaciones y haremos salir a la luz pública cientos de Salomés pidiendo su cabeza; tantas como cientos de líneas de investigación habrá. El caso será desesperante. Si no pudieron resolver el de Calderón Lara, menos el de este indio alzado, que ni una historia propia ha podido construir. Ciertamente lleva la cabeza en alto. Es raro ver uiros tan altivos, me "choca"61 oír sus discursos en maya; me "choca" no entender el por qué de las risas de la plebe y sus gritos encendidos cuando él aumenta el volumen de su voz; no los entiendo, nadie con dos gotas de sangre de "decencia" entiende que dicen y cómo se comunican. Solo siento que los provoca contra nosotros, que los solivianta por nuestra relación carnal; lo nuestro es algo muy privado, no tiene porque ser tratado en el ámbito de lo público, y Jesús Sánchez lo quiere hacer público. Pobre tipo que vive de profecías, y misticismos teosóficos, es un pobre loco que no entiende la modernidad; los indios que pasan junto a nosotros nos llaman sikiles, y aunque no sé qué signifique, no me parece agradable ni de buen gusto. Lo dicen con sonrisas de desprecio y no hay peor cosa que tu esclavo se mofe de ti. Las opciones se me cierran ¿Qué otra cosa puedo hacer que satisfacer a quienes me exigen silenciarlo? Acaso no soy el gobernador del Mayab, y tengo por función hacer que se cumplan las Leyes del mismo. Ya no puedo seguir sujetando las cadenas de los mastines. ¿Cómo podría dar la media vuelta e ignorar tanta insidia? No podría volver la espalda, y escurrirme con toda tranquilidad diciendo: "Jesús Sánchez es un loquito y como a todos los loquitos lo mejor será ignorarlo; dejémosle hablar; sus palabras rebotarán en la pared; que siga su camino hasta que su loquera se acabe". Patroclo Medina me reconviene constantemente. Me atosiga para silenciarlo, me presiona hasta el límite: ¿Cómo puedes cerrar los ojos y oídos a sus palabras; cómo puedes ignorar cuando nos insulta

61. Me cae mal.

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llamándonos impostores, hipócritas, adúlteros, sikiles? No tienes sangre azul, tienes sangre de atole. No porque sea un loquito debes hacerte el sordo a sus ultrajes. Es un "subido" al que nadie le ha "parado el macho"62; por eso se ha atrevido a desafiarnos y a desprestigiarnos. Ya le ordené a Patroclo que lo silencie; para castigarlo y poner ejemplo a todos los "uiros" que se hayan puesto en la mano o en la frente su despreciable sello. No sé qué vaya a pasar, mucha gente lo sigue, pero confío en que toda esa gente es gente sin carácter; son sólo "uiros", "los uiros" no son hombres; son esclavos físicos o mentales. No les ponemos más grilletes a sus piernas, los tenemos sujetos de la mente; jamás podrán levantarse ni pensar en independizarse, ni mucho menos rebelarse; son flojos, tardos para la acción y sobre todo cobardes desde la época de Carrillo; solo este motuleño, Rogerio Chalé y Efraím Calderón han elevado la voz para rebelarse. Pues bien, lo enmudeceremos como los anteriores "xgobers" lo hicieron con ellos tres; aunque mucha gente repruebe mi actitud, mejor que muera un solo hombre, un hombre solo perdido en la ignonimia en lugar de que perezca todo el estado. Evitaré que sea arrastrado al caos y a la destrucción como ocurriera en 1922. "La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad; la cobardía es un consentimiento, existe solidaridad y participación vergonzosa entre el gobierno que hace mal y el pueblo que lo deja hacer". Víctor Hugo

62. Detenido o intentar detenerlo.

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2007 Del dominio público son las versiones de que el entonces diputado federal Luis Cabrera, quien fuera Secretario de Hacienda en el gobierno de Venustiano Carranza, y quien tenía fama de honesto y dotado de fina ironía y mordacidad, subió a la tribuna en plena sesión de la Cámara Baja del Congreso de la Unión y acusó a otro legislador federal de ratero. El supuesto ratero pidió la palabra por alusiones personales y, retadoramente, contestó: "¡Pruebas, pruebas!¡Presente pruebas de la acusación que me hace!". Cabrera subió nuevamente a la que alguna vez se llamara la tribuna más alta del país, para replicar: "Lo estoy acusando de ladrón ¡no de pendejo!".

Jesús movía, impaciente, de un lado a otro sus aceitunadas lumbreras, sonreía con mueca de desprecio mal disimulada, ante la bien orquestada obra de teatro que se desarrollaba frente sí; junto con muchos funcionarios y lambiscones había sido citado al centro de convenciones Siglo XXI de Mérida, la blanca. En el lugar abundaba de todo, fauna nociva, y otros tantos farsantes de la iniciativa privada y de la vida sindical; displicentemente se hurgaba la nariz en irónica rasquera y por momentos bufaba ante el hedor de hoch can, ch´o´ y kekén que inundaba el ambiente; los espectadores estaban festinando la próxima repartición del pastel sexenal. Los actores de la obra caminaban de un lado a otro, zarandeándose orondamente; estaban bien aleccionados. Como los loros que eran, repetían sin cesar las líneas del papel que debían representar. Había que ir memorizándolas para no cometer errores; y es que hay de loros a loros, y el más pendejo siempre acaba recibiendo menos. El objeto de la puesta en escena era volver a engañar a Juan Pueblo, como sucedía siempre y en cada ocasión, y exaccionarle sus escasos dineros. La misma obra repetida mil veces por los políticos de su tierra, pensaba con tristeza Jesús Sánchez; el espectador de siempre, era un fiel fanático, loco desquiciado denominado El Pueblo, que hacía como que aún no se la aprendía, sabiéndosela de memoria; creyente en que alguna vez tendría parte principal como parte del drama, del lúdico montaje. A pesar de tantas veces repetida, el pueblo no recordaba como terminaría la obra cada seis años; fingía no saber y hacer caso omiso de los avisos que hacían los críticos teatrales, para evitar que después de tantas penalidades sufridas con sus hijos, el final les siguiera pareciendo sorpresivo. Una vez tras otra concluiría como siempre, el 126 el penúltimo Canek


espectador más empobrecido, sus hijos aún más famélicos y los amos, los actores de siempre, llenos de gloria; habrían escalado su nivel de histrionismo, ganando influencia y fortuna, en esta enorme obra de burlesque. La candidata electa del tricolor, henchida de orgullo por dirigir la pantomima, como cabecilla de la truhanería política del Mayab, alardeaba ante sus abyectos cortesanos: ¡Queriditos!, que este sea un ejercicio democrático como nunca; con su desinteresada ayuda realizaremos, hombro a hombro, la planificación vertical del gasto público, por los próximos seis años y proveeremos al pueblo, de los bienes y servicios que con justicia demandan a sus autoridades. Todo esto dicho en el ofídico lenguaje de los políticos y que traducido al lenguaje popular significa: "Barnicemos de democracia la repartición que haremos entre nosotros; hagamos participar a nuestros aduladores y corifeos con propuestas a modo, entregadas a ellos previamente por nosotros; hagamos juntos creer al populacho que planearemos con honestidad la entrega de obras, bienes y servicios, y entreguémosles solamente los más elementales satisfactores, para que no se levanten contra su amo". Huelga decir que el servilismo de las clases empresariales, había caído a un nivel tan bajo de indecencia, que haría sonrojar hasta al mismo Joseph Fouché. Engodados por los dineros del pueblo y las zalamerías de los antecesores de la candidata electa, alucinados con las continuas invitaciones y ágapes, los alguna vez orgullosos y dignos empresarios del Mayab se arrodillaron uno por uno, convertidos poco a poco en cómplices del vergonzante, pero provechoso, arte de esquilmar al pueblo. Este era el acto de felonía política supremo, la tragedia maestra del Fausto peninsular; incluir la simulación y el latrocinio en las propias filas para efectuar la máxima felatio gubernamental: la elaboración del plan estatal de desarrollo que justificaría los porqués del gasto público del sexenio que esperanzadoramente empezaba; la organización meticulosa y la inclusión popular y empresarial le darían al plan, la legitimación que se requería para acallar las protestas; henchidos con los dineros del pueblo, al término del actual capítulo de la obra. Mientras, Juan Pueblo, engolosinado por el advenimiento de la candidata electa al trono de la política en el mundo maya, pensaba cándidamente una vez más, que ahora sí sería el renacimiento de su tierra; que el momento había llegado, y a partir del cual las "cosas" se iban a componer; quería creer que era el parteaguas triunfal de las clases populares: Ahora sí vamos a comer, tendremos justicia, se meterá a la cárcel a los ratas del erario, ¡el siempre iluso Juan Pueblo! Jesús Sánchez había ido de una cámara empresarial a otra, de sindicato a sindicato, tratando de hacerles ver a sus dirigentes la el penúltimo Canek

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indignidad del acto al que se iban a prestar y la coparticipación en la enorme simulación nacional al respecto. Pero fue inútil su esfuerzo, siempre acompañado de Juan Pueblo era mal visto y/o retirado de las lujosas salas de estar de los dirigentes empresariales y sindicales cómplices, acostumbrados a sentirse príncipes y amos, y no servidores de sus electores: Salte de mi oficina, la apestas ¡uiro!, le gritaban por su costumbre de hacerse acompañar de desempleados, darkos, grafiteros, skaters y zorritas. Y él con paciencia repetía: paciencia Juan; se trata de gente con la vista nublada por el verde que les suelta el gobierno; el único don al que le sirven y que les envían constantemente; el dinero les hace permanecer ciegos al futuro. No pueden vislumbrar que así los empinan y con ello, aceptan la irremediable pérdida de su hombría, el desvío del erario, la consecuente disolución social de la cual son artífices o partícipes; el hambre de nuestros hijos de la cual son cómplices. Serenidad, Juan Pueblo, aún no es tiempo de tomar las armas; el hartazgo no ha llegado a su cénit, no es el momento de subir a la montaña y hacer el llamado a Manelic y acompañarlo en su descenso airado; hoy es momento de la paciencia. Lenta y subrepticiamente los corifeos de la candidata electa de los tricolores habían diseminado entre ellos, las "aportaciones voluntarias", las "ideas propias", a partir de las cuales se nutriría el documento oficial de la planeación sexenal. Poco a poco entre los empresarios y entre los líderes sindicales, antagonistas de Jesús y de Arcelia, se habían distribuido las ponencias que armarían las líneas de este mayúsculo guión de la hipocresía gubernamental para darle “su barniz" de democracia al documento. Ninguno tuvo la más remota idea de lo que ello significaba: legitimar y compartir el robo, para entregarlo a los autores de la "construcción" y el "progreso" del Mayab. Los escenógrafos responsables de las distintas áreas de gobierno, se esmeraban en organizar en juntas previas de elaboración, con sus rastreros ayudantes y demás boleadores de calzado, una serie de propuestas mentirosas que les retribuyeran los mayores beneficios económicos a ellos y a sus compadres: los proveedores y contratistas de los bienes y servicios que estaban proponiendo. Juan Pueblo desesperado por su situación, exigía a Jesús: ¡Marchemos a Palacio, alojémonos en la plaza principal para hacerle ver al amo, nuestra hambre de pan, nuestra sed de justicia contra el corrupto, nuestra sed de ser escuchados! La candidata electa del tricolor prometió que serían saciadas a su llegada y no ha cumplido. La voz de Jesús Sánchez, apaciguando a Juan Pueblo, no podía pasar desapercibida. Era tan estentórea que los esbirros de la candidata electa, los uniformados y los que no lo estaban, dieron cuenta de sus peticiones, que restallaban como un látigo en los rostros de los vendidos. Eran consideradas en los medios, vituperios y grandes 128 el penúltimo Canek


ofensas, pues sus actores y escenógrafos habían logrado trastocar el orden de los valores: la verdad era ahora un grave insulto, la sed de justicia y honestidad, una afrenta, la hipocresía, la mentira y el robo eran solamente la forma de aprovechar las oportunidades del mundo globalizado y no hacerlo sería "cosa de tontos". Nadie hizo caso de Jesús Sánchez. Todos pretendieron ignorarlo, salvo algunos que trataron de prenderlo para ajusticiarlo y ponerlo de ejemplo a Juan Pueblo, para que nadie más osara tener sed de nada, mucho menos de justicia y esas estupideces. En toda el área maya. Y como era costumbre, Juan Pueblo se interpuso al paso del esbirro y Jesús Sánchez pudo escurrirse entre la multitud. Cayó el telón, y desde bambalinas salió la candidata electa del tricolor en graciosa inflexión. Se oyeron los aplausos de los proveedores del gobierno y los compadres constructores que se relamían los bigotes, llenos del semen que paladeaban; las "hurras" y los "bravos" de los transportistas y comerciantes favorecidos ofreciendo el trasero; se dejó escuchar el llanto de los emocionables que se arrodillaban maravillados, y vibraron los grandes cristales al ritmo del grito sindicalista y empresarial que la vitoreaba. Se había consumado la obra. La candidata lucía satisfecha y engolosinada; saboreaba las mieles del triunfo y salivaba profusamente ante la emoción que le inspiraba el peso de sus bolsillos que comenzarían pronto a "engordar"; como aquellos cerdos en las granjas que nunca han dejado de recordarle su infancia y juventud: la niña de los puercos ahora empoderada; la candidata electa del tricolor salía una y otra vez al escenario, y agradecía los elogios que menudeaban, sin sospechar ni remotamente cuánto los despreciaría para siempre Juan Pueblo.

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PASADO

RECIENTE

Al recorrer el Mayab Jesús Sánchez había visitado, como era su costumbre, las poblaciones más pobres. A pesar de su mirada diáfana como el cielo de la canícula maya, verde como el agua del cenote Xlakah, en la muchos decían sentirse abrasados, tal como ocurriera con aquel otro Yaax ich; aquel héroe de su infancia, y al que llegaron a nombrar El Apóstol Rojo, que a todos llevaba consuelo y esperanza, y con dulces palabras mitigaba el hambre del uinic, con avidez llenaba su vacío estómago de parábolas ricas en sabiduría del hombre de Di()s. Farfullaba y manoteaba por el camino, conforme disertaba y trataba de espantar los malos espíritus que habitan siempre las párvulas mentes de los ts’uulitos, de aquellos políticos que medran estas tierras y que los rondan constantemente, viviendo en sus pesadillas, siendo sus pesadillas y dejando al uinic sin aliento, lo poco que les queda después del paso del "xgober" con la repartición de computadoras, cobertores, herramientas y enseres para la labranza, mísero soborno que recibe el uinic, a cambio de su hambre, su silencio y su dignidad de hombre libre, y cómo nos cansamos de acusarlos sin darnos cuenta que no les queda otra cosa que aceptar los regalos. —Cada vez es menos la tierra que tenemos para sobrevivir — decían—, los comises la regalan toda. Se alían con sus amos del palacio, y el "xgóber" ese junto con sus hampones nos lo quitan todo; acaso solo nos quede tomar las armas de nuevo y sumir a la península en otros 100 años de matanza de ts’uules como lo hiciera Canek. Los abuelos nos lo cuentan, -continuó-, que H´pil Zutulché, también lo hizo cuando ya no había que comer porque los blancos se quedaban con todas nuestras tierras y con nuestras mujeres; tuvieron unas pocas escuelas y recuperaron tierritas, apenas lo suficiente para vivir sin tener que matar por ello; tal parece que no nos dejarán más remedio que volver a hacerlo; si tú, Yaax Ich, nos acaudillaras, ¡o cualquier otro!, lo seguiríamos a donde nos guiase; no tenemos nada que perder, no tenemos mujeres que defender, ni más niños que alimentar, los nuestros mueren jóvenes por las enfermedades, por la inanición que hay en todo el campo del Mayab, en Chan Santa Cruz, y hasta en Tikal y aún más al sur. Nuestros gritos no los escucha el "xgóber", demasiado ocupado siempre robando los bienes públicos y sirviendo a sus amos con 130 el penúltimo Canek


nuestras tierras; las pocas voces que se atreven a despertar erguidas contra los abusos, son silenciadas en abyectas mazmorras o son asesinadas por el esclavo uniformado. Nuestra miseria es ignorada por quienes nos gobiernan. —¡Bien lo dices Juan Pueblo!, —respondió Jesús—, muchas quejas recibo al caminar por el Mayab, muchas voces tapizan mi camino hacia la luz, en sendas de sombra, demasiadas plañideras elevan sus lamentos al cielo como para no ser oídas. ¡Bien conozco la calaña de la que están hechas esas gentes!, bien adentro siento la vergüenza de pertenecer a su género, pues invaden la naturaleza del hombre cuando sus corazones son de Kaan y sus mentes son de Ch´o´. En sus audiencias solo se burlan de nosotros y de nuestras quejas, pues el "xgóber" no cambia a los ratas, sus siniestros amigos que recaudan en las sombras para él; antes bien, con desvergüenza ilimitada responde a las miles de quejas que recibe a diario: —En todo el Mayab el wiínic es como wakax enfermo y con llagas. Si retiro a los cientos de k´oxoles que envié para sorber su vitalidad, lo poco que le queda, entonces miles de úukum soots' podrían llegar en su lugar y acabarían por devorarlo. ¡No lloren parias! ¡Aquí priva la ley de Herodes! —¡Triste destino para el pueblo maya!, —se lamentó Jesús— Acaso el señor de los vientos y las tempestades escuche tu llanto Juan Pueblo. Quizá nos escuche y despierte a nuestro hermano Manelic y baje airado de la sierra de Muna; ¡Cuidado catrines! ¡Tiemblen los corazones! ¡Rechinen sus dientes, ts’uulitos! ¡El momento llega! Del oriente veo venir la intensa polvareda, se ven los relámpagos de Hunab Kú; acaso uno suelte la chispa para incendiar el Mayab como antaño, o Manelic surja de las venas de uno de tus hombres, para hacer crecer nuestra propia hombría y salgamos a cosechar dzules con nuestras coas, como en el pasado. Tal vez su sangre saciará nuestra sed. —¡Sigan robando!, colmen de frustración nuestras esperanzas. Continúen despojando al hambriento, engañando a nuestros jóvenes, suplanten sus derechos, alíense con los que nos expolian; sus riquezas mal habidas serán como cancab barrido por Hurakán. Ustedes serán como ya'axche' tumbado por la tempestad, tan bello y fuerte en su día, ahora hollado por las plantas de los péek'es. Así hablaba Jesús Sánchez a los pobres del Mayab, en especial a ese indio sincero, franco y decidido, llamado Juan Pueblo. Sus palabras eran -repetían incrédulos los ancianos- como las del Cristo Rojo Martirizado de Yucatán; aquel motuleño iluso que creyó que bastaba la educación y la buena voluntad entre los hombres para hacer que el depredador blanco de las haciendas, y en el gobierno, devolviera los dineros y vidas arrebatadas. Sus palabras eran ritmos de tunk’ul, cánticos como la miel en los oídos de los pobres, y amargas como el el penúltimo Canek

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restallido de un látigo en las conciencias de los políticos. Se escuchaban en los mismos lugares por los que aquel pasara. Otra vez eran dirigidas a los espíritus que sobreviven en el Mayab. De nueva cuenta, un hombre con la talla y el pundonor de aquel, se alzaba para darnos la oportunidad de ser hombres, la nueva oportunidad de probarnos que lo somos. Dueños de nuestros destinos, y no delicadas y dóciles péepen, en lo que quieren convertirnos. -Estos "xgóbers" me recuerdan las palabras del hombre de Nazaret: “Un propietario plantó una viña. La rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno le golpearon, a otro le mataron, a otro le apedrearon. De nuevo envió otros siervos en mayor número que los primeros; pero los trataron de la misma manera. Finalmente envió a su hijo, diciendo: "A mi hijo le respetarán." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Este es el heredero. Matémosle y quedémonos con su herencia." Y agarrándole, le echaron fuera de la viña y le mataron”. Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores? Dícenle: A esos miserables les dará una muerte miserable, arrendará la viña a otros labradores, que le paguen los frutos a su tiempo. Y el de Nazaret aclara: ¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos? Por eso os digo: Se os quitará el Reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos. Al oír estas palabras, los sumos sacerdotes y los fariseos comprendieron que Jesús las decía por ellos y quisieron aprehenderlo, pero tuvieron miedo a la multitud, pues era tenido por un profeta. Evangelio según san Mateo 21, 33-43. 45-46

—De la misma forma, Juan Pueblo, —dirigiéndose al indio—, en la tierra de los mayas, han venido de tu parte y en tu nombre muchos hombres, emisarios de tus necesidades: Canek, Carrillo Puerto, Calderón Lara, a pedir algo del fruto que los gobernantes y los políticos, nuestros malvados labradores roban y ¿qué es lo que han hecho con los enviados? Igual que en la parábola del nazareno, a todos los han matado por pedir lo justo para nuestra gente; ahora tú y yo vamos por la tierra del Mayab diciéndole lo mismo a los ts’uules y al "xgóber" ese: que reparta un poco del fruto de nuestra tierra que roba para sí y los suyos; que mire nuestra hambre. Y por decirlo, por hacerlo una exigencia somos encarcelados, silenciados y denostados públicamente. ¿Qué nos falta por hacer? ¡Lo que respondieron los hombres al nazareno!: "Se les dará una muerte miserable, se arrendará la viña a otros labradores que paguen los frutos a su tiempo". Y entonces se les quitará el reino para dárselo a otra gente que sí entregue los frutos a sus legítimos dueños. —¡Pues bien, Juan Pueblo! —exclamó con autoridad Jesús Sánchez— ¡Ve y haz como has oído!

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ÉPOCA

CONTEMPORÁNEA

Jesús Sánchez continuó solo su camino, como dos siglos antes, como un siglo antes, como 50 años antes. Caminaba la senda que tiene al final la libertad de pensamiento, la libertad de acción y de dicción. Recorría los sacbés que se enraman por toda la península, hablando a imaginarias huestes, haciéndolas revivir con el extremo calor de sus palabras, con el fuego de su llamado, y guiándolos con el verde resplandor de sus luceros. A la distancia se veía mecerse al viento el ensortijado y abundante cabello azabache de Arcelia; las rapaces autoridades de Cancún habían puesto precio sobre su cabeza, sabedores que el mensaje enarbolado por el "Cristo rojo de los mayas" y diseminado a los cuatro vientos por Jesús atraería disensión en el campo, en la montaña y en la urbe. En toda la nación resonaban las frases y parábolas del líder, corrigiendo caminos, enderezando voluntades, uniendo a los géneros pese a las tendencias enemistosas de las y los funcionarios encargados. Desde su arribo a esta tierra, el peón cuestionaba a los hoteleros, a los restauranteros; los pobres analizaban al fin su situación y comenzaban a responder a los por qués de la misma. Por ello tiemblan los gobernantes, como lo hicieran en la época de Yaax Ich. Las multitudes sindicalistas que los seguían les habían dado la espalda; la traición y la bajeza de sus líderes se enseñoreaba pese a los grandes esfuerzos realizados por Arcelia, convertida en su fiel y abnegada compañera. Los habían crucificado juntos, al luchador social y a su báculo, al árbol y a su tronco; habían logrado enmudecerlos momentáneamente. Las calumnias urdidas por las autoridades educativas de Cancún, Chetumal y Playa del Carmen, consiguieron su propósito: conservar su efímero poder, pero ¿a costa de qué?, de mantener en la inopia y la ignorancia a los miles de alumnos de escasos recursos de esas localidades; desmembrando los círculos sociales que pacientemente erigieron en favor de ellos y que funcionaban como los jueves santos que instauró aquel mártir yucateco en su tierra, y que dieron tanto fruto en la comunidad. El tema en Mérida fue el agro, que estaba secuestrado por la oligarquía, en Cancún era la educación y la misoginia. Mérida estaba secuestrada por los funcionarios del gobierno, convencidos que por medio de ella, podrían extender su esclavitud el penúltimo Canek 133


económica e intelectual, ejercida sobre la población, por generaciones. Cancún era la bandera del más acentuado y abyecto machismo de cuantos existen aún en la nación; machismo lacerante en el desprecio por el género femenino que se manifiesta como último resquicio de la barbarie mexica sobre los dominados, que exige el sacrificio y el corazón de las féminas, la trepanación temprana de sus intelectos y tiene en las leyes civiles y costumbres de Cancún y de todo el mundo maya —transformado por el servilismo al turista—, uno de sus últimos reductos y su más despreciable ejemplo. En su largo peregrinar y merced a la gran necesidad que había por esos lares, Arcelia, ilustrada mujer que sentía pesar por la situación generalizada de ignorancia, latrocinio y de insidia, decidió hacer un angustioso llamado al mítico líder, símbolo de la estafeta que fue pasada de mano en mano por los transmigrados héroes: Canek, Jacinto Pat, Carrillo Puerto, Calderón Lara, Colosio y tantos otros, "asesinados por la reacción", por los gobiernos en funciones y en contubernio con la oligarquía. Arcelia había evolucionado desde el esclarecimiento de aquellos flash backs que le acaecían de continuo en presencia de Jesús Sánchez. Era imposible ignorar las visiones que sucedían a sus fugaces encuentros; eran personas viviendo en el cuerpo de otras, espíritus aprisionados en tiempos y envolturas diferentes. Eran ellos de nuevo. Di()s les brindó la oportunidad de realizar todo lo que había quedado trunco en aquel 1924; ella había quedado viuda cuando apenas se probaba el traje de novia en una tienda de la Unión Americana, y las esperanzas con la puesta en marcha del voto femenino se habían detenido súbitamente. La conformación de centros de propagación del arte indígena y mestizo habían visto reducir su marcha hasta nuevas oportunidades; la emancipación del género femenino hasta el plano de la igualdad había sido sepultado junto con el ser amado en Yucatán. La reparación de los daños infligidos por los terratenientes se detuvo y dio marcha atrás, recuperando la oligarquía la riqueza robada a sus ancestrales propietarios, hasta el día de hoy. Las leyes fueron revertidas para regocijo de unos cuantos y hasta los curas cambiaron su gusto por las mujeres y mancebos, y lo trasladaron a los niños, infantes arco iris mancillados por su violencia. ¡Cómo han evolucionado estas tierras! Sorprende mirar el paisaje desde las cercanas alturas de la sierrita de Muna. Arcelia y Jesús se dieron a la tarea de despertar adormecidos, alertar inocentes, recriminar a los abusivos, llamar a la sociedad a corregir el rumbo antes que sucumba el país por el imperio del mal; ante la suprema maldad que viene del norte, los nuevos valores, los antivalores del mexicano que se enseñorean: codicia desmedida disfrazada de sana ambición de mejoría, desvalorización del robo disfrazándolo de 134 el penúltimo Canek


oportunidades en el camino, desvirtualización de la decencia y del respeto, tomándolos como anacronismos, irrespeto a la vida, arrebatándola del entorno como si fuéramos sus dueños. Cuando Arcelia Carmona conoció a Jesús Sánchez en la ciudad de México fue tal su arrobo por las ideas y acciones del hombre que inmediatamente convergieron en todas; ella debería regresar a su tierra natal y luego dirigirse a Quintana Roo a cumplir sus compromisos familiares y laborales adquiridos antes de conocer a Jesús; y él a seguir tratando de despertar a su pueblo del sueño de los petrificados, despertar al maya del sureste mexicano y de Centroamérica. Arcelia recordó los ayeres adormecidos, sus inclinaciones hacia la verdad, la gloria del arte y la educación indígena, su amor por ellos y su obstinación hacia la mejoría de su entorno; lo que la convirtió en la lider de un grupo de maestros combativos e independientes del sindicato de maestros, esa organización de esclavos mentales del gobierno en turno que tienen la misión de desvalorizar y desculturar a los pobladores del Mayab. El adoctrinamiento básico consiste en eliminar los valores cívicos, así como los hechos heroicos de los hombres ilustres de la patria; materias como la educación cívica y la historia local y la nacional fueron desarraigadas, para dar paso a materias relacionadas con las Tics63 o con el emprendurismo y la formación temprana de capital; las materias de física, química y matemáticas, cedieron su tiempo a fin de que los mentores pudieran pasar más tiempo preparando sus clases de forma que el día de labor escolar nunca rebasara las 4 horas efectivas. Situación que durante los anteriores 80 años, fue mermando el nivel educativo de los alumnos, y minando la preparación y disposición de los deseducadores del país. Todo ello significaba que la supervisión y las pruebas de habilidades y conocimiento a los maestros fueran cada vez más aisladas y aplicadas, como lo hacen para las personas con capacidades especiales en otros países: exámenes de selección múltiple, en los que las respuestas se unen por líneas a las preguntas, y exámenes en los que sólo hay que rellenar espacios vacíos de oraciones o párrafos. El verdadero conocimiento como algo para recordar. Mientras que los trámites y formatos de examen a llenar, eran vergonzantemente vendidos a los maestros con antelación, o llenados por los funcionarios superiores, a los maestros dóciles. Los padres de familia mayormente de etnia maya, adoctrinados durante toda su vida para no perder el tiempo estudiando, sino para ser útiles como mano de obra; para obligar a sus hijas a contribuir en la alimentación de la familia, o cederlas en matrimonios por conveniencia, para deshacerse de bocas que alimentar; padres desesperados al verse reconviniendo a sus hijos y tratando de 63. Tecnologías de la información.

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hacerles ver la miseria en la que se encuentran todos por creer en las promesas del estado y de sus corifeos en el teatro del federalismo. Qué importa cuánto estudies en este sistema seguirás jodido. Desesperados por lo torcido del sistema. Las niñas desde edad temprana se salen del hogar para aventurarse, extendiendo su calvario de necesidades y miserias, que no acaban a lo largo de sus cortas vidas, pues en el Mayab es común la cópula con Ixtab: la muerte de jóvenes por suicidio y enfermedades endémicas, cuyas cifras son alarmantes por lo que el estado las "maquilla", esconde o altera, a fin de seguir teniendo imagen mundial de luchadores contra la pobreza e impulsores del desarrollo, preocupados por su gente. En este ambiente de desesperanza Arcelia trataba de organizar a las maestras para revertir el proceso corruptor; remar contra corriente tratando de suplir a los tradicionales cacicazgos locales dominados por los gobiernos estatales y federales, por uno de visos democráticos; ya que los comises y los líderes apenas destacan son corrompidos para permitir la miseria y la desunión de sus pueblos. Recorría a pie las sendas y visitaba a las más alejadas comunidades peninsulares yucatecas, campechanas, tabasqueñas, chiapanecas, quintanarroenses y más allá de las fronteras mexicanas del sur, incentivando a padres, alumnos y maestros, acerca de que el sistema debería ser cambiado para llevar hasta las rancherías y poblados más intrincados en la selva tropical, la semilla del conocimiento y la democracia laboral y magisterial. Los descendientes de los chenes, cocomes y xiues, sedientos de esperanza, honestidad y orden acudían por cientos a sus asambleas comunitarias. Ignoraban las tradicionales amenazas de los esclavos del sistema: ‘estás en la "mira", el "xgóber" ya te puso en la "lista negra", el "presi" ya les puso "cola"64’; los esclavos mentales enfundados en sus tradicionales vestimentas de "reporteros": chaquetas de color caqui, llenas de bolsitas, y cámara al hombro, no perdían oportunidad de grabar lo dicho, fotografiar los resultados de las asambleas, "desinformar'' a los periódicos "a modo" que tanto abundan en el Mayab sin el resultado esperado, pues la gente del pueblo se ha encargado tradicionalmente de proteger a sus visitas cuando se hospedan en el pueblo. Huelga decir que Arcelia, con la elocuencia que le proporcionaba haber sido reportera de altura en otros tiempos y otro país, había sido columnista del New York Times, encendía a las fieras matronas que acaudillan los poblados yucatecos, porque sus "hombres" suelen estar adormecidos por el alcohol, la ignorancia, la inamovilidad y carentes de autoestima.

64. Poner espías.

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Ellas se han convertido en las verdaderas lideresas comunitarias, por la falta de coraje de sus hombres, la falta de responsabilidad por las familias que procrearon, falta de hombría para exigir al gobierno, con el valor que se debe, el pan para sus hijos. —¡Despierten! ¡Eduquen! ¡Tomen acción! Arengaba desde las plazas centrales de las comunidades Benitojuarences65, -el estado y la oligarquía no lo harán, los maestros no lo harán, sus hombres no lo harán. —¡Unámonos! Forjemos ligas de defensa de los intereses familiares y derechos femeninos. -¡Sacudamos al sistema!,¡Liberemos a nuestros hijos de la opresión, de la esclavitud de estas cadenas interminables de miseria! Por las noches se encendía fuego en las áreas centrales para ahuyentar a los moscos con el humo y alrededor de él se sentaban; entonces procedía a invocar la ayuda de las heroínas que partieron antes: Rita Cetina, Elvia Carrillo, Raquel Dzib, Beatriz Peniche, sabedora de que sus existencias no están extintas, que su pensamiento sobrevive en la península, que sus mujeres no olvidan y al día de hoy son más hombres que sus hombres. Las matronas salían de sus casas de huano y se unían al extraño aquelarre que las llenaba de fuerza y de ideas; espantable para el estado, impensable para los detentadores de los poderes del inframundo que les impiden liberarse, terrible reto para la misoginia reinante en las instituciones y expoliadas por hombres sin valores. Los ts’irises corrían de allá para acá, con los piececitos y las rodillas llenas de kíirits y las bocas y los penecillos al descubierto; cubiertos de moscas, sin pantaloncitos ya que no alcanza el dinero familiar para su compra; se acercaban al fuego, escuchando arrobados las parábolas que Arcelia les contaba noche a noche y que le había oído a Yaax Ich. Entre zumbido y zumbido enseñaba que solo el conocimiento les liberaría de la miseria, les conminaba a que amaran a sofía, el único bien que poseerían a lo largo de sus existencias; ella les llevaría de la mano hacia la liberación social y económica o sería su ayo entre el final de esta vida y el comienzo de la venidera. Al decir esto sus ojos se llenaron de lágrimas y su cuerpo se estremeció con el temblor de la verdad; sonreían con inocencia, pues no entendían bien a lo que se refería, sabedores, por los curas, que sus cuerpos mueren y sus almas van al cielo. —¡Estudien con ahínco y por su cuenta!, las escuelas en todo el mundo maya son como la parábola que cuenta Yaax Ich, que visitó las escuelas comunitarias desde Chan Santa Cruz hasta Cancún y aún hasta Chectemal, en las que se topó al Secretario de educación, que estaba de visita por esos lares. En su largo recorrido notó en una de 65. Cancún, municipio de Benito Juárez.

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ellas, nombrada Felipe Carrillo Puerto, un hecho que le llamó poderosamente la atención: los maestros y las maestras estaban apoltronados detrás de sus escritorios, unos durmiendo la mona y otros enfrascados en terribles duelos siderales a través de sus teléfonos celulares. Unos más ensimismados en interminables charlas con sus novios. Los directores distraídos con sus amantes, a través del chat en la computadora que les obsequia el pueblo y que les entrega el gobierno para enriquecer sus clases. Sobra mencionar que la barahúnda66 que ocasionaban los alumnos era fenomenal: se tiraban avioncitos y bolitas de papel y los más grandecitos se besaban en el patio trasero; otros se entretenían tocando las partes nobles de las niñas más pequeñas, como sucede hoy en día, a vista y paciencia de las autoridades escolares. Había gran desorden; para dar pena por el cuadro absolutamente caótico. Henchido de indignación y pena, Yaax Ich interrumpió presentándose a los asistentes: —¡Soy Jesús Sánchez!. —Yaax Ich, —cayeron en cuenta los presentes— ¿Tienen algún problema?, preguntó. —Estamos abrumados y no sabemos qué hacer con estos ts’iirises; son niños terribles. No tenemos hojas de papel ni barras de gis o borradores, la Secretaría no nos ha enviado nada de material didáctico y aprovechamos para reclamarle al "xsecretario" 67 que no se ha acordado de nosotros desde hace varios años; no tenemos con qué enseñarles, ni algo nuevo que decirles o que mostrarles, ¡ya no hay nada que podamos transmitir! Jesús era maestro despreciado por el S.N.T.E. 68; maestro de corazón e intenciones que, mientras se acariciaba la barbilla como era su costumbre, se dirigía con parsimonia hasta el patio central de la escuela, se detuvo, inclinándose a recoger algo del suelo: La pequeña rueda de algún antiguo triciclo manufacturado por Chel, el carpintero, artista del pueblo. Lo alzó para que todos los dzirices lo vieran y preguntó: —¿Qué es lo que tengo en mis manos? —¡Una rueda!. —Esta rueda tiene un perímetro, radio y diámetro; sus dedos recorrían los perfiles del objeto circular, ¿De dónde ha salido esta rueda? Volvió a preguntar. —¡La ha construido el Chel, con ayuda de unas máquinas! —La carpintería es la más digna de las artes y los oficios; esas máquinas son el torno, cepillo y berbiquí. 66. Escándalo, desorden. 67. Peyorativo usado por la etnia maya para referirse a un secretario de Estado. 68. Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.

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—¿De qué se fabricó la rueda? —¡De un árbol! ¡Del zapote de mi patio! ¡De la madera! Gritaban motivados los ts’iirises. —¿Y qué más creen que se puede hacer con la madera? —¡El escritorio del maestro! ¡La silla! ¡Nuestros pupitres y mesabancos! ¡Los vagones del ferrocarril! Gritó el niño más terrible. —Gustavito mencionó un ferrocarril. ¿Cuál de ustedes podría dibujarlo en nuestro pizarrón? ¿En el tablero de los pobres, en la tierra? Cogió una ramita y se puso a trazar en el suelo. —¿Y quién de ustedes puede hacer un mapa de la península de Yucatán con sus fronteras o divisiones políticas? Max corrió a dibujar al piso; —El ferrocarril Transpeninsular pasará por acá, desde Quintana Roo y por acá, en Mérida y Valladolid, hasta Veracruz. —Benjamín, ¿A qué estado pertenece Cancún?, "Xmonis" ¿Cuál es el tercer estado de la península?, Xime ¿Y su capital es…? ¿A qué país pertenecemos? ¿Cuál es su capital? ¿Qué hombres ilustres saben que surgieron allí? ¿Qué frutas y verduras han comido y produce esta región? ¿Alguien recuerda la canción Peregrina? ¿Qué la motivó? —Y así desarrolló toda una clase de civismo, valores, geografía, historia, de música, de economía y literatura. Los maestros y el "xsecretario" quedaron azorados, los niños entusiasmados, los padres de familia y todos los presentes, conmovidos. Al terminar la clase, con vergüenza dijeron a Yaax Ich: El gran arquitecto del universo te envió como su mensajero para enseñarnos a ser maestros. Pasaron los meses y un día Yaax Ich regresó a la misma escuela en la que había enseñado meses atrás y buscó a la directora. Estaba ensimismada con su teléfono y apoltronada detrás de su escritorio; la barahúnda de los ts’iirises de nuevo y el total desorden. —¿Se acuerdan de mí? —¿Cómo podríamos olvidarlo? ¡Qué suerte tenemos en que regresó! ¡Qué barbaridad! Se nos perdió la ruedita y no la podemos encontrar; de nuevo no tenemos con qué enseñar a los niños. ¿A dónde la habrá dejado?. Y la vida siguió su curso, a paso de tortuga, en todo el mundo maya.

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CUALQUIER

AÑO

¡Estamos hartos de todos ustedes! ¡Hartos ya! Gritaba Juan Pueblo y sus hambrientos acompañantes, mientras el "xgóber" recorría provincias y barrios de la zona maya y la península de Yucatán; pero aquel no se inmutaba y caminaba ignorando insultos y súplicas; parecía que los le’ets’ alrededor de su codiciada figura, lo ensordecían con sus lambisconerías, y su encallecido sentido auricular no escuchaba a las plañideras. El sistema se había deshecho de su último luchador social; habían inmolado a un nuevo mártir que yacía en un bonito mausoleo en Mérida, frente a la rotonda de J´pil Zutulché y la piedrita que le mandara construir el "xgóber" Loret de Mola, a Pixán Halal. Igual que todos los anteriores había sido ¡Asesinado por la reacción!, y con su muerte habían sepultado los ideales. Pero sus ideales siguen vivos; estuvieron tres días en el sepulcro y salieron reencarnados; con millones de simpatizantes en todo el mundo maya han hecho más adeptos que las arenas del mar; sus andanzas ruedan por doquier y los niños del pueblo las endechan y recitan todos los días, para no perderse en la bruma del tiempo. Los más valientes, arriesgando sus vidas y las de los suyos se han atrevido a plasmar sus clarificadoras parábolas en libretas que se pasan de mano en mano, sedientos de esperanzas. La reacción ha seguido en el poder, no lo ha soltado en más de 90 años y ha transformado el barniz de democracia en dictadura de una familia de caciques, con sus embozadas prácticas de lo más extremo de la corrupción y de la exacción del erario. Sus miembros, cachetones y rosados por el hartazgo, contrastan con la famélica y cenicienta efigie de Juan Pueblo, sus bolsillos rebosantes de dinero ajeno, contrastan con las miserias que cuelgan de la esquelética percha de Juan Pueblo. El sistema policíaco y judicial con la desvergüenza y desaseo que les caracteriza, han cubierto el asesinato de Estado, rampantemente, como si hubiera sido un pleito de cantina por drogas, han cubierto el homicidio como cuando mandan encerrar de por vida a los hijos de Juan Pueblo por tomar una tortilla ajena. Por ello es que se unifican las creencias en torno al Cristo Rojo de los mayas, en torno a sus apóstoles. Todos en el Mayab están siendo 140 el penúltimo Canek


despertados contra la tiranía. La miseria convertida en democracia, esperando esa vuelta de Uróboros del destino; para cuando regrese a impartir justicia: ¡Rueguen despreciables detentadores del poder!, que sea el Cristo de Nazaret el que regrese y no el de los mayas; pues más les valdría colgarse una rueda de molino al cuello y tirarse al mar, que soportar el castigo que este les tiene deparado. —Sus palabras son insoportables— balbucían el "xgóber" y los hombres de su gobierno, y mandaban callar a los hijos de Juan Pueblo con sus "toletes" y sus "judas". Golpeaban y atemorizaban a los críticos, y se "despachaban" el erario con la cuchara grande. Palabras más duras son las que proferimos en silencio contra ustedes y sus ancestros? Cientos de miles de gargantas les recordamos a ustedes y sus generaciones por venir. No tendrían oídos si pudieran escucharnos tan solo un día, tan sólo por la mañana, cuando sale el sol y nuestros ts’iirises no tienen qué comer, ni nosotros tierra para arar. El "xgóber" apesadumbrado porque esperaba tener muchas posesiones y riquezas permaneció pensativo y apenas tuvo el valor de mirar a los ojos a Juan Pueblo para tratar de escucharlo por encima de los alaridos de su cohorte; tomó aire y decidido les escupió al rostro: ¡No imaginas las enormes presiones a las que estoy sometido! No sabes, ni por asomo, los enormes compromisos que adquirí para poder servirte, ingrato. Las enormes responsabilidades que pesan sobre mis hombros no me dejan atenderte como quisiera. Lo dijo a modo de disculpa, sin acordarse que cientos de explotadores han repetido lo mismo. —No me haces ningún favor, pues tu mesa y la de los tuyos está repleta, mientras la mía es el polvo de mi morada; los caminos que ordenas solo enriquecen a las compañías constructoras de tus amigos y las vías solo sirven a los intereses de tus compadres transportistas; yo tengo que ir sentado en la parrilla de la bicicleta de mi vecino por calles fangosas. Las universidades que construyes solo forman y educan a los miembros de tu clase, no al pueblo maya cuyo voto usaron para elegirse. Las grandes inversiones que haces de nuestros impuestos, en turismo, en la industria, en comunicaciones, solo sirven para hacerles más ricos a ustedes los catrincitos del gobierno, a los ts’uules, empresarios y comerciantes de hoy? —¿Por qué no mencionas a cuántos ratas69 metiste al "bote"70 ?¿Por qué no mencionas cuánto del dinero mal habido que se han "clavado"71, has devuelto? ¿Has hecho justicia con ellos y se lo has regresado al pueblo? ¿Por qué no mencionas cuándo nos vas a devolver la soberanía de escoger a nuestros gobernantes? ¿Cuándo vas a devolver el gobierno que tienen secuestrado los herederos de los caciques del 69. Ratas, políticos corruptos. 70. Cárcel. 71. Robado.

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Mayab y ustedes, sus "amigochos"? ¿No me lo vas a decir? Yo sí diré lo que haces: nos das "atole con el dedo"72 a mí y a mis hijos, porque no eres del pueblo. Eres uno de tantos que ha venido como ladrón en la noche, a quitarnos lo poco que es nuestro, pues lo demás ya lo tienen tus amigos en el gobierno, en el partido, en la cámara de senadores y la de diputados. No sigas aparentando ser de nuestra gente, ¡eres un catrín!, siempre has comido, vestido, estudiado y actuado como catrín; te has codeado entre los ts’uulitos, los hombres de tu gobierno y los amigos que te llevaron a donde estás. No pretendas ser lo que no eres. Y Juan Pueblo se dispuso a instruirlo con una parábola escuchada a Jesús Sánchez: —Erase una vez que el jalach w’iinik de T-Ho' se volvió loco. Comenzó a pensar que era un uk', que debía bajar del trono y rodar por el sak kaab. En su locura, se sentía impelido a arrastrarse desnudo junto al k'áanche' y se ponía a tantear y a hurgar entre los dedos y calcañares de los uiniques, tal como lo hace uk'. Fueron a verlo varios j’men, pero ninguno podía hacer nada para curarlo, o cuando menos mejorarlo, así que desesperanzados, terminaban por rendirse y abandonaban la tarea. El jalach uinic de THo'estaba muy apesadumbrado por ello, hasta que llegó un ts'ak máak, el hombre más sabio del ahauil y dijo al ah kulel: Si me dejas, oh poderoso señor, yo podré curarlo, a lo que aquel asintió. Y sorprendiendo a todos los presentes el ts'ak máak se quitó todas sus ropas y se puso a caminar desnudo alrededor del k'áanche', junto al jalach wíinik de T-Ho', hurgando también entre los dedos y calcañares de los uiniques. El jalach wíinik de T-Ho' le preguntó al ts'akmáak: ¿Qué es lo que quieres?, ¿qué estás haciendo acá? ¿Y tú, que estás haciendo aquí?, espetó el ts'ak máak. El jalach wíinik de T-Ho' le respondió: Soy solo un uk'. A lo que respondió a su vez el ts'ak máak: Pues bien, yo también soy un uk'. Y permanecieron los dos caminando alrededor del k'áanche', durante algún tiempo, mirándose hasta que se acostumbraron uno al otro. Entonces el ts'ak máak le hizo al ah kulel una seña previamente convenida y le arrojaron unas alpargatas cubiertas de perlas, por lo que el jalach wíinik dudó un poco, pero quedó muy complacido. El ts'ak máak, hombre muy sabio, le dijo al jalach wíinik: ¿Crees tú que un uk' no puede usar alpargatas? Podemos usar alpargatas y seguir siendo uk' los dos. Por lo que después de meditarlo, ambos se calzaron sus alpargatas. Poco tiempo después, hizo otra seña y les arrojaron unos taparrabos cosidos en oro, por lo que el jalach wíinik quedó muy feliz y cubrió su desnudez con sus prendas reales. De nueva cuenta, el sabio ts'ak 72. Engañar, prometer una cosa y cumplir otra.

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máak le dijo: ¿Crees tú que si usas un manto real dejarás de ser un uk'? Y le colocó el manto real con incrustaciones de jade. De esa manera, una por una, el jalach wíinik se vistió, con el resto de las prendas reales. Por último, el sabio ts'ak máak hizo una postrera seña y les sirvieron los más exquisitos manjares en una mesa. El sabio ts'ak máak le dijo al halach uinic: ¿Tú crees que gustando estas exquisitas viandas no serás más un uk'? De cierto te digo que puedes comerlas y seguir siendo un uk'. Y degustó con gran satisfacción, a lo que estaba acostumbrado. Ten paciencia encumbrado señor y así le dijo: ¿Tú crees que un uk ´ tiene que rodar por el sak kaab? Bien puedes ser un uk ´ y caminar sobre él. Hasta que el jalach wíinik quedó curado completamente. Acto seguido le preguntó Juan Pueblo al "xgóber": ¿Eres un ts’uulito pretendiendo ser un piojo? Todos lo sabemos ¡No lo eres! ¡Nunca lo has sido! ¡Nunca lo serás! Tus cuantiosas posesiones y tus amigos, te atan a su mundo. No nos ofendas con tus pretensiones de humildad. ¿Eres un piojo pretendiendo ser ts’uulito? ¿Absorbiendo la sangre de su pueblo y pretendiendo ser un gran señor? ¿Qué es lo que eres realmente?... Así decía Juan Pueblo al "xgóber" que se retiró cabizbajo y avergonzado, pues las palabras oídas a Jesús Sánchez son como una cristalina fuente de agua, en cuya superficie se refleja, como en el espejo, la verdadera faz de los mentirosos que son expuestos sin gustarles lo que miran. El "xgóber" se retiró con el más firme propósito de devolver lo hurtado por los suyos y de obligarlos a hacer justicia a Juan Pueblo; sin embargo a los dos pasos, sus corifeos y aduladores, los que se sirven de sus buenas intenciones, ahí estaban para obnubilarle la mente de nuevo, para rellenar sus oídos con las dulces notas de las sirenas. Estaban con cornucopias de la abundancia a sus pies, tendidas como alfombras y el "xgóber", una vez más, se dejó hipnotizar. Las cosas no cambiarían en el Mayab hasta que Juan pueblo no abandonara su verbo y pasara a la acción.

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3 DE ENERO Después de las exaltadas palabras de los oradores universitarios, de los asquerosos políticos traidores a su pueblo y las de algún líder acomodaticio y despistado del partido político socialista, alabando al "xgóber" por las acciones realizadas en pro de las comunidades de la península, y dejando de lado las del santo rojo de los mayas, tocó su turno a las altas esferas de la autoridad universitaria, para hablar de la mayor obra de J´pil Zutulché: La Universidad Nacional del Sureste. Casi a mediodía, cuando el sol ya cortaba con su fuego el pavimento, y más de un alcachofe de los ahí presentes se hundía en el sopor del sueño, terminadas las vacuas peroratas, los ts’uules se retiraban aburridos cuan más del cementerio general de Mérida; justo cuando todos los le’ets’ del gobierno y de las instituciones, los esbirros uniformados y acarreados se disponen a olvidar, hasta el siguiente año las enseñanzas del mártir al cual recién han ofendido invocándolo en su rotonda y fingiendo desmayos producto de la aburrición. Luego de sus candentes discursos, en los que bajo la hilaridad de Juan Pueblo, escupen al cielo, gritando trece veces a todo pulmón, después de los nombres de los inmolados: ¡asesinado por la reacción! Sin percibir el ambiente profundo de desprecio que los rodea y que los identifica con las mismas prácticas del corrupto asesino Ricárdez Broca, aun cuando ellos no alcanzan a mirarse a sí mismos en el espejo de sus propios actos. A Jesús Sánchez, quien está de pie, apoyada la espalda en el nimio monumento a Pixán Halal, se le inundan los ojos de lágrimas, se le escurren sin freno por su mentón, viendo en su derredor pasar a tanto universitario altivo, hombro con hombro, con los políticos, los militares y el resto de la fauna local; sabiendo que está en esas manos verbosas transformar el viejo sueño de justicia social del Mayab, en una realidad; sabiendo que la Universidad Nacional del Sureste era la vía más grandiosa que el mártir podría entregar para sacar a su pueblo de la oscuridad de xibalbá y llevarlo hasta los cielos de Hunab Kú; y bebiéndose las lágrimas pensaba: Cómo lloraría el mártir al enterarse de que el objetivo de sus esfuerzos había sido secuestrado por los catrines que tanto despreciaba. Saldría de su rotonda para aplicarles latigazos en los lomos, y derribar sus atrios y escenografías vanas, 144 el penúltimo Canek


pues se han vuelto mercaderes de sus ideas, corruptos piratas de las ideologías de los mártires y sacrificados, usureros y pignorantes de las obras heredadas por su sangre y esfuerzo. Sin poder contenerse y ante la permanencia de los pocos miembros de asociaciones mayas e indigenistas que quedaban al medio día y que como cada año, son discriminados del acto oficial, que ahí seguían, etoicos, intercambiando lágrimas y pensamientos con él, cogió el micrófono y los arengó con atronadora voz: -Taalaja'ano'onwaye' utia'al k-k'iinbesike'ex u xu'ululi le ba'axyóok'lal, kba'atelo', tu yóok'laltuláakalba'axba'atelnajo'onúuchij. Le beetikk'abéet k-u'uyik nojoch chaja'an k puksi'ik'al yéetelsen kechk i'imakóol, tuméenbejla'e' kuts'o'okol u jaajt'aani, ', yéetel u káajbaljunp'éel u k'iinilmeyaj, tuméenbejla'e' je'el u páajtaj k-káajsik u meenchajaltuláakal le ba'axma' táan u cha'abal k-béetikka'achtuméen le máako'obp'ekmajilo'ono'. -Hemos venido aquí para celebrar el final de aquello por lo que luchamos, por todo lo que luchamos desde la antigüedad. Por eso necesitamos oír que se engrandece nuestro corazón con mucha alegría, porque hoy termina en verdad la palabra y comienza un tiempo de trabajo, porque ahora podemos comenzar a hacer todo lo que no dejaban que hiciéramos los hombres que nos odian. Discurso de toma de posesión de la gubernatura, 1922. Felipe Carrillo Puerto

¡Hombres que hablan con la lengua de kisín! son ignorantes de la cultura a la que deberían servir y han suplantado la idea original de pasar del inframundo al mundo superior, llevando al pueblo maya a la luz del conocimiento tecnológico; gran parte de ustedes son, al día de hoy, sabios que tienen la sabiduría de balam; que puede pasar de un mundo a otro sin el puente de la universidad, llevados de la mano por sus padres y los j´menes. Sacar de la ignorancia a todo un pueblo; qué sueño tan lejano para los ts’uules que sin embargo podría ser alcanzado con la bandera de la decisión, que fuera enarbolada por un soñador en cualquier momento, pero ¿cómo van a poder ellos educar a nuestras comunidades indígenas?, ¿cómo van a saber ellos de justicia social, cultura maya y educación a nuestras comunidades, si nacieron todos en cunas de oro? ¿Cómo van a saber los gobernantes criollos, o los dirigentes universitarios burgueses: españoles, franceses o árabes, lo que piensan y necesitan los cientos de comunidades del pueblo maya? ¿Cómo van a saber los Rosado G. Cantón, los Repetto Milán, de las miserias y necesidades del pueblo? ¿Cómo diseñar programas de estudios para pobres y campesinos mayas, cuando todos ellos son catrines estudiados en escuelas de paga o en el extranjero, con programas para servir a su clase social o a sus connacionales, a quienes sirven en vergonzosos felatios políticos o educativos? ¡Solo saben de expoliar y servirse del gobierno y las instituciones!, enriquecerse a costa del erario, nombrar en todos los puestos importantes a sus parientes y compadres y el penúltimo Canek

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nombrar "maestras", sin concursos de oposición, a sus amantes. Nadie les ha visto lavar los pies a Juan Pech o a Eleuterio Chan. Nadie les ha visto en los bautizos de Halachó o en las pobres mesas de Tahdziú donde morimos de hambre. Su mundo es otro, desconocido para nosotros: viajes "de estudios" alrededor del mundo, grandes comitivas, vinos europeos y Champagne, mansiones al norte de Mérida y en las playas de Cancún, ranchos sostenidos por los créditos que les regala su amiguismo. Jesús, trémulo de ira, parecía poseído por un extraño espíritu vengador que acicateaba a los presentes con el látigo en el que se había convertido su lengua. Continuó esgrimiendo el puño izquierdo: A jka'ansaj esto le "resbala"73, no le importa su comunidad sino ser cómplice de su amo en la universidad y éste de su amo en el gobierno para esquilmar al erario, vivir cómodamente de lo que el pueblo aporta. Producto de su clase social solo pueden servirse de los demás, sin devolver nada al pueblo que los necesita. No saben que su misión era desde el principio y es: ¡formar al pueblo maya para que salga de la miseria económica e intelectual! Viven engañando a sus dirigentes, pues solo hacen como que trabajan y como que enseñan. Explotando a la universidad y al sistema de investigadores, pues no aportan nada valioso a sus comunidades; son engranes de esta gran maquinaria de corrupción y simulación. Son la pesada piedra que cargan permanentemente ustedes, los pípilas mayas del Mayab. Una matrona, chaparrita, gorda y prieta, ¡hermosa!, alzó su regordeta mano izquierda y pidió la palabra; a lo que Jesús respondió: Tóma el micrófono, ná; los catrines no les darían el micrófono jamás en esta fecha; se arriesgarían a ver desembozadas sus fauces. ¡Compañeros!, comenzó la mujer: El catrín no conoce este pueblo y por lo mismo no podría educarlo; ahora comprendo por qué seguimos sumidos en la miseria y todavía "estamos tontos". Mis cuatro dzirices deberían "ir en la prepa" pues ya están en edad, pero para que no puedan entrar les preguntan cientos de enigmas que no podemos descifrar; enigmas con respuestas que solo conocen los ts’uulitos, porque sus papás les pueden pagar allá donde estudian los de su clase, con los maristas o los legionarios, mientras mis pobres hijos tendrán que conformarse con ser albañiles como su padre, ¡a mucha honra!, pero con la sabiduría de nuestro pueblo, bien sazonada con la pimienta del desprecio por los simuladores que hacen los exámenes. A lo que Jesús le respondió: Bien dices valerosa ná, solo la voz de nuestras gargantas unidas en un solo grito regresará la universidad a sus orígenes; ¡es hora de levantar la voz! De exigirles un poco de dignidad para nosotros, ¡el objeto de la misma!, es hora de "comenzar 73. No le importa.

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a hacer todo lo que no dejaban que hiciéramos los hombres que nos odian". Y Jesús Sánchez les narró una parábola que ejemplifica el aprecio por la cultura de nuestro pueblo y el desprecio a los ts’uules por la educación que nos niegan: Un día soleado, con k´iin dejando su vaho cálido sobre nuestras cabezas, en la plaza de la antigua Ichkansihó, cuando aún no habían llegado los blancos, el señor del chacán, un halach uinic llamado Ah Kin Euán, decidió encumbrar al ciudadano más ilustre de su kuch kabal. Para ello envió a cuatro emisarios reales, llamados tupiles, por todo el reino, en busca del ciudadano más digno. El jalach wíinik les había indicado que este debía presentarse ante los bataob y el ah kulel, al ocaso del día previo al inicio de la primavera. Habiendo llegado el día indicado, el batab de Tecoh presentó al más eminente médico que había encontrado y narró cómo su sabiduría había sanado a muchos hombres principales del reino. Muchos aplausos se escucharon. El batab de Caucel presentó a un docto en las leyes de las provincias y narró muchas de sus virtudes y maravillosas obras en pro del reino. Por lo que todos aplaudieron muy complacidos. El batab de Dzibilchaltún presentó al mayor comerciante y hombre de negocios y también narró sus virtudes y los excelentes servicios que este había prestado para enriquecer al reino. De igual manera todos aplaudieron y lo vitorearon. Por último, el batab de Xcambó ayudó a levantarse a una ancianita a la que había traído consigo, con el cabello blanco, encorvada por la edad y con su huipil raído. El jalach wíinik los miró con desdén y le dijo: ¿Qué grandes obras o servicios ha hecho esta anciana para aspirar a compartir la sal y el pan con estos hombres tan ilustres? El ah kulel le respondió: taat, cuando estos sabios e ilustres hombres eran ts’iirises ella fue su ayo y maestra. Hubo un gran silencio en la corte. El jalach wíinik descendió entonces de su trono y con lágrimas, coloco un collar de jade sobre la ancianita. ¡Ella era la ciudadana más digna e ilustre de todo su reino! La multitud aplaudió enardecida. Los últimos contingentes, los de Guatemala, Chiapas y Chan Santa Cruz, ese día 3 de enero se retiraron del cementerio muy entrada la tarde, esperanzados por el futuro y llorosos por su mártir. Los últimos catrines universitarios, los desvergonzados políticos y sus esbirros uniformados, se retiraron también, sin entender "ni papa".74

74. Entender ni papa, es decir, nada.

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EN

LAS MURALLAS DE

CAMPECHE

Como todos los grandes visionarios e idealistas del mundo, Yaax Ich seguía su largo peregrinar y he aquí que paseaba por toda la península de Yucatán, Tabasco, Chiapas y Guatemala, hasta Honduras, llevando esperanza a los necesitados y haciendo recobrar su orgullo de raza a nuestra gente; por lo que un día se acercó al puerto de Campeche, pues el clamor de su pueblo, grande era, merced a la gran impiedad y latrocinio de sus autoridades. Por ello comenzó a predicarle al pueblo, en el barrio de San Román, de donde fue, en alguna ocasión, originario. Luego se dirigió a la bahía y subió sobre la almena de una gran muralla, frente a las costas del puerto y dijo a su gente: ¡Algo grande sucede!, los más observadores intuyen el peligro que se cierne; así como el wíinik sabe que al oír el zumbido del cascabel el indio morirá, así puede percibirse en la pesadez del ambiente, que algo grande viene, que algo verdaderamente grave trastocará la vida del Mayab, fuerzas oscuras se ciernen sobre la península, cielos negros amenazan la existencia del orden establecido. Los escépticos dicen que en 2012 nada pasó, que las antiguas profecías mayas no se cumplieron, que el mundo sigue su curso sin demora. ¡Ilusos! No pueden ver más allá de lo que les indican sus ojos. Pero los ancianos del pueblo, los niños y las mestizas, los verdaderamente sabios, pueden olerlo, pueden escuchar la algarabía y oír cantar a los tunk’ules de guerra. Casi pueden probar el sabor de la sangre que nuevamente será derramada para fecundar a kaab. La tierra árida del Mayab pronto será de nuevo irrigada con la humedad vital del hombre blanco, abonada con la composta fertilizante de sus huesos, y entonces sabrán que la sabiduría maya es un regaló de Hunab kú al mundo, para guiar destinos; los agoreros del escepticismo rechinarán los dientes de terror, pues las fuerzas del xkuchi ik,serán desatadas para exterminar todo cuanto no es natural de estas tierras, cuanto daña a la madre tierra y a sus hijos. Ciegos están los ts’uules, el padre Hunab kú ha puesto un velo en sus ojos, para no mirar los estertores que se avecinan para sus hijos, ¡Oh catrines servidores de kisín! desciendan la escalera de la maldad hecha a los mayaoob; comiencen a subir la cruz de ya´axché pues su corona de flores ha sido cerrada, ¡Oh estudiosos de la historia del 148 el penúltimo Canek


Mayab! sepan lo que significa la corona de flores a medio cerrar sobre la cruz. Aún no se habían cumplido los tiempos; pero en 2012 el semicírculo se ha cerrado, el Uróboros de la vida comenzará de nuevo su trayecto. Preciso es que tiremos nuestros útiles y alfarería al inframundo, a los pozos y cenotes; necesario el peregrinaje de la virgen a xibalbá para renovar y purificar la tierra contaminada por la maldad del blanco. ¡Oh hijos de Ixchel, despierten! Es preciso dejar nuestro lugar y emigrar; ya no es posible alimentarnos. Hay que abandonarlo todo y volver a construir en un mejor lugar, pues todo será purificado por el fuego de la ira de xkuchiik. ¡Tiemblen ts’uulitos! ¡Lloren "comises" y el "xgóber"! He aquí que la furia desatada de Juan Pueblo viene. Los tiempos se han cumplido y así las profecías: el hombre se adora más que a quien lo creó del maíz, se dan hombres con hombres la costumbre del homicidio, el adulterio y el robo. El hombre blanco ha colmado la medida de xibalbá, sus hedores suben al cielo del Mayab. Hay que acabar de nuevo con todo lo creado, pasar a fuego y dejar atrás lo enve-nenado por los patrones. ¡Preciso es comer sus carnes con palma de coco y hoja de plátano como marca la costumbre ancestral! ¡Hagamos pibil de ts’uul! Como en nuestro doloroso camino hacia Chan Santa Cruz. ¡Oh ignorantes que vienen del norte y del otro lado del océano! Sepan que la rueda de los tiempos nos ha marcado la fecha nuevamente, sepan que no sucederá nada del otro mundo, ¡Hunab kú no será el autor de los tiempos que se escribirán en el futuro! ¡Seremos nosotros! ¡Sí! ¡Nosotros! El tiempo cumplido no marca cataclismos, avisa a los hombres de estas tierras que ha llegado el momento del renacer, de la purificación regresiva; ha llegado el momento en que nosotros debemos tomar acción para renovar nuestro mundo y leyes. Nos avisa que debemos empezar por renovar a nuestros impíos gobiernos y sustituirlos por unos de los que nosotros seamos los caudillos, ¡no los catrines! Ha llegado el momento para renovarlos a la manera que marcan nuestros dioses y costumbres: arrojémoslos al pozo, comamos sus corazones para purificarlos, pasemos por el fuego sus leyes e instituciones y creemos unas que sirvan a los humildes. Sus palabras traspasaban los corazones del pueblo campechano que lo escuchaba atento. Sus raíces mayas brotaban ante el caudal revivificante de las palabras de fuego, que fluían de los labios del apóstol rojo de los mayas. Todos los presentes lo miraban hipnotizados, pues parecían centellas los fulgores verdes de sus ojos se clavaban en la roca de las emociones; la mayoría vio en él a Canek; todo se ha cumplido, los tiempos, la maldad del hombre blanco, la serpiente de los katunes ha cerrado el círculo mordiéndose la cola; y el surgimiento de la estrella en sus ojos, nos marca el principio del fin nuevamente. ¡Sí! ¡Es hora de cosechar blancos! el penúltimo Canek 149


No podría representar las emociones que estábamos viviendo en ese momento; hasta aquí pudimos entender la cosmogonía maya; hasta aquí pudimos entender cabalmente lo que significaban las profecías y por qué comemos pibil y tiramos al pozo todo cuanto tenemos, cada determinado tiempo. La ley del hombre blanco nos impide tocarlo, pero he aquí que nuestras leyes ancestrales, nos exigen enviarlo a xibalbá. En eso surgió un grito que fue incrementando hasta hacerse ensordecedor: ¡Ayudemos a ixtab! ¡Ayudemos a ixtab! Traigan cuerdas para ayudar a ixtab a hacer su misión con el "xgóber" y los demonios blancos. Mucho me pareció que Juan Pueblo está, hasta el día de hoy, preparándose para la gran fiesta de renovación que los tiempos han señalado. Siguen acumulando coas para salir a cosechar ts’uules y cuerdas para auxiliar a Ixtab a llevarlos al inframundo. Con los ojos de la conciencia y del conocimiento abiertos la multitud propuso trasladarse hasta la zona de tolerancia, lugar tradicional de "esparcimiento" de los "xgóbers" y de los políticos de Campeche. Los seguidores del mártir, sabedores de los peligros a que se exponía su cuerpo debido a los ayudantes del xgóber que siempre lo protegían, como perros fieles al dinero, conminaron a Yaax ich a no seguir ese camino; sin embargo, Jesús Sánchez podía ver inmejorables oportunidades de llevar su mensaje a todo el pueblo y en especial a los gobernantes blancos que cebaban su maldad en esos lares, y decidió acompañarlos. Luis Méndez era el nombre del espía mayor del gobierno, infiltrado en las filas de la nueva organización que proclamaban Arcelia y Jesús; con la misión de acechar sus acciones en busca del más pequeño desvío de las manipuladas leyes, a fin de dar "feliz término" a tan molesto problema; Luis Méndez era quien fotografiaba los planes para coox virar y entregárselos al "xgóber"; era él quien se infiltraba en las computadoras amigas para vaciar los datos comprometedores de la causa y entregarlos al imperio del mal, su aliado. Por ello se desplazaba embozado como protector del grupo consejero, se ostentaba como el más fiel seguidor, como parte de su seguridad personal; como suele hacerlo sáabin, al anochecer despertaba; cobraban vida sus oscuras energías y salía a depredar y recolectar los chismes y miserias; presas que cobraba de los rincones malolientes del poblado. Luis Méndez, ni tardo ni perezoso, avisó de las intenciones de Juan Pueblo a sus compinches del equipo del "xgóber", por lo que los receptores se aprestaron a escuchar y a reír de las palabras de Yaax ich; sabían que su verbo candente, a pesar de mover a la justicia al pueblo, los contendría, pues no había llegado su tiempo de pasar a la acción. El "xgóber" lo esperaba en una cantina maloliente, con su comitiva de delincuentes uniformados: los de negro y azul y los de chaqueta 150 el penúltimo Canek


color caqui. Abriéndose paso entre ellos, el "xgóber" se plantó ante Jesús y de una sonora bofetada arrojó al piso a una fémina muy conocida en esos lugares, llamada Marisa, de esas que el demonio blanco usa y maltrata en las zonas de tolerancia. Y lo tentó, como hiciera al Jesús de Nazaret, el demonio en el desierto, diciendo: Jesús Sánchez, eres muy conocido en todo el Mayab porque eres justo con los oprimidos y con los opresores, y tu verbo da a cada uno según sus obras; por tanto, te pido que me des tu sabio consejo. ¡Oh Yaax ich!, esta putilla que ves, llamada Marisa, ha sido mi mujer. Contra todo consejo la desposé y la honré con mi apellido. La he hecho trabajar con las manos, ya no con las posaderas; desde hace un sexenio vivimos juntos. Yo "sirvo" a los pobres de Campeche trabajando durante todo el día, para que ella y sus hijos no pasen ninguna clase de necesidad o penuria. Pero la suerte hizo que, hace tres días, al llegar de pescar en el puerto de Champotón, la encontrara en la cama, descamando el "pescado" de otro hombre. Sabedor que la costumbre ancestral aconseja tirarla desde los baluartes, o desde lo más alto de las murallas, o quizá ahogarla en el fondo del mar, me ha parecido prudente someterla al juicio de alguien como tú, que el pueblo tiene por apóstol y profeta. El pueblo se había congregado en un gran círculo alrededor de ellos y comenzaron a gritarle al "xgóber": ¡Tírala, tírala! ¡Mátala! Pues nadie querría que un acto como el que aquel hombre narrara le fuera a suceder en su propia casa; de esta manera, el "xgóber", metía en un brete mayúsculo al apóstol rojo. Pero el profeta, el penúltimo Kukulkán, haciendo un ligero pero decisivo ademán con la mano, ordenó a todos sentarse a su alrededor, y tocándose la barbilla mientras pensaba, les narró la siguiente parábola: Cornelis Jol, el "pata de palo", fue uno de los corsarios más desalmados que invadió estas tierras, para asesinar robar y extorsionar. Era de lo peor, claro, antes de que el partido del "xgóber" tomara las riendas del gobierno, y lanzó una mirada acusante al susodicho, cuya sonrisa burlona se retrotrajo en una mueca estúpida. El famoso pirata blandía una espada magnífica, forjada en el mejor horno de Holanda. Eso lo había convertido en un pirata invencible y todos los rivales huían ante sus temibles cortes, que les abrían las espadas en el primer roce. Se decía que su espada había sido forjada con sangre de guerreros y el fuego del fuelle, avivado con brasas de huesos españoles. Saqueó las flotas españolas y portuguesas en el océano Atlántico, reuniendo grandes cantidades de botín; en 1633, junto con Diego "el mulato", otro famoso corsario de la época, atacó con 10 navíos este bello puerto de Campeche. Pues bien, por las noches, el malvado corsario dormía en la hamaca, con la mano sobre su espada desenvainada, ya que nunca se separaba de ella; hasta que una noche, el penúltimo Canek

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tras un movimiento que incluyera un giro brusco, su afilada hoja le cercenó los testículos. Yaax Ich suspiró profundamente como dando por terminada su perorata. Al oír aquello, todo el pueblo de Campeche quedó conmovido y murmuraban preguntándose: ¿Qué significaban estas palabras? Hasta que un pescador rudo, llamado Chacho, se atrevió a tomar la voz diciendo: ¿Qué significan estas palabras que nos has dicho? ¿A cuántos de ustedes se les ocurriría condenar a la espada por mutilar al corsario? La espada para lo que mejor sirve es para cortar y mutilar y nunca para dormir con ella. De igual manera, no podemos condenar a esta mujer, pues el "xgóber" sabía cuál era su oficio y ella solo ha hecho lo que mejor sabe hacer. Más bien, considero que la culpa es del "xgóber", por casarse con una mujer que para lo que mejor sirve es para ser la mujer de todos. Como la mejor de las espadas, esta mujer decidió forjarse para usar a los hombres en "combate" y no para casarse con ellos. A lo que el "xgóber" y sus "compitas", los malos gobernantes, chirriaban los dientes de coraje; y se fueron agachando la cabeza como buscando por los suelos, a donde pertencen, la manera de matar a Jesús, pronto, lo más pronto posible, pues había expuesto una vez más, su maldad e ignorancia, ante el pueblo. Eso fue lo que nos enseñó el apóstol rojo de los mayas, en las murallas de Campeche. El hombre es un océano. La mujer es un lago. El océano tiene la perla que adorna; el lago la poesía que deslumbra. El hombre es el águila que vuela. La mujer es el ruiseñor que canta. Volar es dominar el espacio. Cantar es conquistar el alma. El hombre es un templo. La mujer es el sagrario. Ante el Templo nos descubrimos; ante el Sagrario nos arrodillamos. En fin: el hombre está colocado donde termina la tierra. La mujer donde comienza el cielo. Víctor Hugo

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2012 / EN EL TEMPLO DE

LA SABIDURÍA

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:. SALUD-FUERZA-UNIÓN Q:.Q:. H:.H:. ¡Es hora de descorrer el velo!, de terminar de tallar la piedra con humildad, o es que ¿no aprendimos nada de nuestro V. H. el mártir? ¿Aún conservamos las imperfecciones que, desde antaño, ha sido necesario desbastar? ¡Actuemos con decisión!, como el vigía, que ante el menor asomo del enemigo ¡¿debemos matarle?!; en estos recovecos devanaba el intelecto en que porfiaba Jesús Sánchez por el gran consistorio del templo, simultáneamente a su acalorada disertación, se asentaba su trazado en las planchas del tall:. Después de abatir columnas en 1924, en el infame paredón, en el punto geométrico del cementerio general de la calle 66; nuestro amado mártir nos legó una guía y nos dejó pautas de conducta a las que deberíamos ceñirnos a plomo, ¡tenemos responsabilidades para con nuestra comunidad Q:. Q:. H:.H:.! Aún con el paso de los siglos, en el Mayab, algunos de los enemigos del progreso siguen pugnando por desviarnos al oscurantismo y a la ignorancia; nuestros enemigos mortales han cambiado de forma, pero ¡no os confiéis!, la mayoría siguen siendo los mismos: el oscurantismo clerical que se viste con ropajes de blanco lino, pero cuyo corazón está lleno de perversidades, lascivia, promiscuidad y pedofilia, y a los que hay que combatir hasta su completa desaparición. La ignorancia en la que, los sucesivos malos gobiernos, sin recordar los valores y principios del temple, que en su formación iniciática les brindamos y compartimos con tanto orgullo, hoy tienen arrodilladas a nuestras clases proletarias, para su mejor esclavitud. El racismo y la discriminación que ejercen las instituciones de justicia, de salud y las educativas, contra nuestra población indígena. ¡Exigen que blandamos la espada de nuevo!, ¡exigen que salgamos a las calles como antaño!, ¡exigen que abandonemos la fraternidad del mullido sillón y salgamos, de nuevo, a mostrar al mundo de qué material están hechos los líderes forjados en los valores del temple! Las masas de desposeídos lloran nuestro regreso, acompañados de nuestros ancestros, encabezados por Juárez, las masas de profanos, en las tomas de posesión de los presidentes nos lloran, pidiendo a gritos el penúltimo Canek

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la imposición de nuestros principios en el gobierno, gritando al novel presidente: ¡Juárez, Juárez, Juárez! ¡No abandonéis a mis indios! Es la oración que nos legara el santo martirizado de los mayas, al pasar al eterno oriente, ¡qué mandamiento para las futuras generaciones en general!, ¡qué enseñanza para los discípulos de sofía en particular!, ¡no se las decía al escaso vulgo testigo de la infamia! ¡No se las decía a sus matadores, los esbirros uniformados del pelotón de fusilamiento! ¡No se las decía a sus compañeros de martirio! Entonces, en el vértigo de la muerte ¿a quiénes se las decía y dedicaba el mártir? ¿A quién iban dirigidas? ¡A nosotros! ¡Nos las decía a nosotros! ¡Sí! ¡A ti y a mí Q:. H:.! A los herederos de los valores del temple, a los poseedores de los secretos del gran oriente, a los únicos hombres con los valores y las tradiciones arraigadas tan fuertemente, que podrían resistir el paso de las generaciones y los siglos. A ti y a mi. A los únicos hombres de estas tierras con la fuerza suficiente para hacer valer, aún con nuestras vidas, los mismos principios oscurecidos para la vista del profano, que rigen nuestro orden y nuestras existencias: ¡Libertad!, ¡Igualdad! y ¡Fraternidad! Eso mismo quería exigirnos el apóstol para nuestros indígenas y para toda la población; que en todos los lugares donde estemos se apliquen las mismas palabras de ese triángulo sagrado, y no solo entre los miembros de la confraternidad mundial, sino que en todos lugares exijamos ese trato igualitario y generoso que rige nuestras existencias imperfectas. Pues ese triángulo, el triángiulo, es perfecta obra de talla, del supremo G:.A:.D:.U:.y cuya salvaguarda es nuestro deber sempiternamente, queramos o no, pues juramento con nuestras vidas por delante, hemos hecho, con honor y dignidad, los pocos hombres libres y de buenas costumbres que aún quedamos en el Mayab. Desde luego, los pusilánimes, los débiles ante los vicios, los fatuos que, embozados ingresaron a la orden, para actuar como Caballos de Troya desde el interior, y socavando nuestros valores y principios y sustituyéndolos con el vicio y el oportunismo frente a la bondad de los hermanos; en la ayuda mutua como carretada de favores perversos y pervetidos, con el descaro de servirse de la orden solo para medrar el erario y las eminentes posiciones políticas en el mundo, no escasean, debilitando nuestra gran fuerza, que es la unión, sin demeritar los poderes que nos da la salud. Hemos de actuar como guarda templos, ejecutando sin piedad, su principal deber. En este punto de la tenida luctuosa, que se celebraba en el gran consistorio del gran oriente peninsular, por el sacrificio del apóstol rojo 154 el penúltimo Canek


de los mayas, las baterías espontáneas de júbilo, se dejaron escuchar y enardecidas impedían el desarrollo normal del taller, por lo que Jesús Sánchez debió tomar un breve descanso y salir a meditar al salón de los Pasos Perdidos. Luego continuó con la lectura de su trazado: Q:. Q:. H:. H:. Es necesario en este momento, ¡ahora mismo! Pasar por el crisol y el fuego a nuestra hermandad. Esto es lo que significa vuestro bautismo ¿o es que ya no os acordáis? Pasar por este elemento significa sacar lo más fino y de valor de dentro nuestro, y dejar en la superficie lo malo para su exhibición y retiro. ¡Llegó la hora del crisol Q:.Q:.H:.H:.!, es necesario realizar esa penosa amputación del miembro engangrenado antes que contamine todo el cuerpo; después, salgamos de la oscuridad de los tiempos y de la timidez del claustro, ¡es la hora! Tomemos las plazas, las calles, los medios, las aulas y llevemos a nuestras desvalidas comunidades el alimento que podemos darles y que es la revolución del pensamiento, la de la sabiduría; sólo la libertad de pensamiento nos devolverá el orgullo y la dignidad; ¡Libertad!, ¡Igualdad! y ¡Fraternidad! Este es el significado oculto en las palabras de nuestro rojo maestro. Ha llegado el momento de develar el misterio sagrado de las palabras ¡No abandonéis a mis indios! Pues su sangre nos reclama, desde su rotonda, la honra de nuestro sagrado juramento. ¡No abandonéis a mis indios! Palabras que los ignorantes, los malintencionados y los incrédulos, han tratado de torcer y minimizar a una única repetición cada año; devaluando el concepto. Pero sólo se devalúa aquello que no es verdadero, aquello que no está templado en el mejor metal, el elemento puro no pierde valor, al contrario. ¡Llegó el momento! ¡Oh sagradas hordas!, de salir del anonimato y llevar a nuestras comunidades lo que habéis aprendido y practicado durante tantas generaciones en el cubo de la bóveda celeste; ¡ha llegado el momento de dejar la piedra bruta en su columna y ponernos a trabajar en el templo exterior! Que el templo no solo es lo esotérico, que ha sido tallado sin cesar, también es lo exotérico que ha sido despreciado por nosotros y que es necesario reivindicar, sacándolo de la ignominia y del silencio. Es necesario entregar a nuestras corruptas autoridades judiciales, un verdadero mallete y enseñarles de nuevo qué es y para qué sirve; de cierto os digo, que ningún juez de estas tierras es merecedor del más pequeño mallete que blande un V:.M:. Es necesario entregar un mandil, con una gran calavera, a nuestros servidores públicos, pues nunca se han preocupado por aprender cómo se pule su propia piedra, creyendo que el mandil, solo sirve para servirse ellos mismos, de nuestras comunidades y nuestros indígenas, sin ensuciarse. el penúltimo Canek

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Es necesario enseñarles a esas multitudes de profanos, lo que significan los triángulos en las efigies del apóstol, que cada año y por diez minutos, veneran. Es necesario salir a las calles y a las aulas y enseñarles qué significa el color rojo en las efigies del santo. Es necesario mostrar al mundo el significado del fin de la cuenta larga de los katunes y el reinicio y renovación de todo lo que nos rodea. Es necesario abrir sus ojos y hacerles ver el significado de ¡No abandonar a sus indios! Y por último: ¡Es necesario enseñar las palabras que nos dejó el Cristo rojo de los mayas, para ser repetidas, sus enseñanzas para ser repetidas, sus actitudes para ser repetidas! No sea que en su regreso nos tome desprevenidos y reclame de nosotros la falta de cumplimiento de nuestros deberes. No sea que la sangre de millones de indígenas muertos e ignorados por nosotros nos reclamen la falta de pundonor, para hacer efectivos nuestros juramentos. ¡No sea que alguien como el de la voz, fuere el mártir reencarnado! Y en la vorágine de su ira, emita un golpe de mallete supremo y haga justicia con profanos y hermanos por igual, ¡mandándonos al crisol del fuego ardiente a todos! Una última, muy larga y muda batería luctuosa se repitió en los antebrazos. Mientras los caballeros presentes meditaban. Los despido con un T:.A:.F:. Es cuanto.

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ÉPOCA

RECIENTE

¡Me cago en la policía del pensamiento!, decía airado mi "sup" a este Jesús Sánchez que venía desde la península de Yucatán a darnos "clases" de cultura y profecía maya. Ésto pasaba mientras Jesús le narraba la intensa persecución desatada contra él y sus seguidores, hermanos, desde Tabasco hasta Guatemala y más aún, al sur, por donde había caminado llevando el evangelio de las buenas nuevas mayas y otras "chingaderas", tratando de abrir los ojos a nuestras comunidades indígenas de todo el mundo maya. Los esbirros uniformados y los que no lo estaban, al servicio de los "xgóbers" de los tres estados peninsulares, no les daban cuartel y sostenían la persecusión de tal manera que fueron empujados hasta esta selva lacandona, donde ahora están reunidos con nosotros, en algún lugar, en el caracol75 de Oventik. Soy la comandanta insurgente Miriam, desde el sótano del país, que esta es mi tierra; desde la sierra de Chiapas, México, y soy testigo de la junta de buen gobierno tenida el 17 de octubre; apunto las palabras y el diálogo subsecuente que tuvieron lugar y que son ciertas, pues fueron oídas por mí, que soy testigo: ¡La revolución armada debe seguir a la del pensamiento, y no al revés! Porfiaba Jesús Sánchez; Los tiempos no se han cumplido en su totalidad, continuaba con su terquedad. Preciso es que sean educadas y concientizadas nuestras huestes indígenas previamente; preciso es que sepan y sean convencidas de que la mayoría de las antiguas profecías de los chilames se han cumplido, y que los tiempos y las señales les han marcado fechas inamovibles para iniciar la renovación de todo en el área maya, incluyendo las instituciones, pero claro. Todo esto ya ha sido platicado contigo en 2006, camino a Chichén Itzá, la más grande capital erigida por mi gente. ¡Trotzko!, ¡subjetivo!, le respondía mi "sup". Con la tez colorada como jitomate por la indignación, pues no comprendía cómo un pensador de tal talla pudiera esgrimir tales falacias, tales ficciones entretegidas con esoterismo e historia revolucionaria: las profecías mayas, las señales mayas, los tiempos mayas, el katún 13 ahau y no sé cuántas "pendejadas" más. 75. Capital de región zapatista.

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¿Crees que hemos estado ociosos? ¿Para qué crees que hemos creado la escuelita zapatista? Me honro en formar parte como conserje. Todo ha sido para que nuestra gente y la del exterior conozcan nuestra lucha e ideales. Si ignoras todo ello, entonces inscríbete al CIDECI76 y te aseguro que descubrirás como hemos cubierto ese ángulo. No lo dudo, no dudo de las capacidades y buenas intenciones de este nuevo "Ateneo de México", ripostó Jesús Sánchez. Sólo que me parece que el método a seguir debería ser al revés, como lo ha dejado demostrado Ghandi. O según me mostrara la comandanta Ileana. No solo la revolución armada consigue gobiernos y mandatos populares. ¡También la del pensamiento! Un pensamiento aprendido fanáticamente y convencido de la inexorabilidad de sus buenos resultados. Trastocar el fanatismo en ideales naturales. Un pensamiento que conforme y transforme una doctrina, que bien dices, no tiene que ser un "ismo", pues ancestralmente nuestras comunidades son "istas"; no siguen solo doctrinas y la teoría, sino siguen también al hombre que habla y practica valores: zapatistas en primera instancia, carrillistas como los hubo en las tierras de la península de Yucatán, y decididamente comunitarias y de pensamiento, socialistas al final, hermanadas en la misma búsqueda. Es decir, la doctrina existe desde hace mucho, es conocida y ocasionalmente ha beneficiado a nuestras comunidades; solo deberemos llevarla en una evolución de acción hasta el último rincón indígena del país, y fanatizar en sus principios a nuestras huestes, para acaudillarlas hacia su liberación. Trastocar el fanatismo en ideales genéticos, naturales, que se traigan desde el nacimiento. Ahora bien, si esgrimiendo la espada del convencimiento y del conocimiento a nuestra gente y al mal gobierno, en el mediano plazo, no se lograran los resultados deseados, tomaríamos la acción, cualquiera que fuera ésta. ¡Prudencia no es cobardía, planeación no es indecisión! No sabes el enorme poder que puede concentrar el convencimiento fanático de las propias verdades; no te imaginas la enorme energía que aun hace mover montañas, por parte de quienes son movidos a la acción, por la propia verdad cultural. Nadie vendrá a decirnos lo que debemos hacer, Yaax Ich; respondió con dignidad mi "sup", ya un poco harto y fastidiado. No sería el primero en querer imponerle juicios sobre sus actos y demarcaciones. Desde los ojos de mi "sup" hasta los verdes ojos del dragón de oriente las distancias se notaban infranqueables. Hemos decidido que la única forma de recuperar la dignidad y nuestra tierra, será la lucha armada, no nos ha dejado otro camino este mal gobierno. Como todos los demás, quizá no puedas entenderlo, o no quieras. Desde la conquista a la que Amerindia fue brutalmente sometida, con más la Amerindia 76. Centro Indígena de Capacitación Integral - Universidad de la Tierra (CIDECI-Unitierra).

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que nos toca vivir, hemos visto que la única forma de detener momentáneamente la avaricia incontenible del otro México, el México próspero, el México "blanco", el de la cara al exterior, es el camino de la revolución, la toma a sangre y fuego de lo que es nuestro por derecho ancestral; palabras todas, fáciles de vitorear, por lo que la asamblea ahí reunida asintió levantando el puño izquierdo con energía. Estoy cierto de que la revolución es un cauce al torrente de la inconformidad ante tanto abuso, claro que la revolución de octubre nos marcó el camino a seguir, en el siglo XX pero los tiempos cambian mi "sup", el siglo XXI no será igual al XX, y así sucesivamente, las aguas del río jamás serán las mismas, aunque lo aparenten y tengan el mismo nombre. En este siglo se cambiará el paradigma social inexorablemente ¿Estás de acuerdo? Hoy ya no eres lo mismo que eras ayer, la vida y los tiempos se renuevan continuamente y dan lugar a otras formas de entender el cosmos y el microcosmos de nuestras sociedades y el conocimiento y la experiencia nos llevan a aprender del pasado, para no volver a cometer los mismos errores, ¡aprendamos de ello! De acuerdo Yaax Ich, pero no me negarás que ante la negativa histórica de las clases en el poder, podemos y tenemos el derecho de acortar el proceso y tomar el atajo de la rebelión. La rebelión es solamente un intento de liberarnos del oprobio que nos causa el mal gobierno. Ese intento lo llevamos a la praxis. No con el cómodo verbo teórico que predicas entre el pueblo maya, porque la ciencia, la historia, el materialismo histórico, nos aportan grandes lecciones, y nos muestran cuál es la única vía que tenemos, nosotros, los de las clases desprotegidas; tanto como el materialismo dialéctico nos muestra cuán inútil es dialogar con autoridades tan corruptas. No puede uno sentarse en mesas de diálogo con los asesinos de nuestros padres, con los que se manchan las manos al desaparecer a nuestros hijos. No pueden pedir diálogo aquellos que predican con la muerte y el engaño. Bien lo dices mi "sup", estoy de acuerdo en todo. Pero todo lo que hablas es fáctico, y entre nuestras comunidades existen otras ideas y otros valores diferentes a los nuestros; no olvidemos que somos mestizos o criollos y no indígenas; y por lo tanto, tú y yo, no pensamos totalmente como ellos, sino como la gente de nuestra clase, los clasemedieros educados por Bakunin, Marx y Engels o por Rusell o Wittgenstein. Por mucho que queramos imbuirnos de "indigenización", solo será una ligera "barnizada" lo que obtengamos; suena hasta folklórico desde nuestros labios, nuestros ademanes, nuestra lengua. Te conmino a dejar de lado el materialismo histórico y la dialéctica, y a sumergirte en la cultura, los códices y las profecías mayas; que hablan en todo lo que te rodea, que hablan de lo presente y lo porvenir. Acaso en ellas encuentres la razón de éxitos limitados, y la ocasión de ampliar la lucha aún más exitosamente, en primera instancia, en todo el penúltimo Canek 159


el mundo maya. No seamos escépticos y creamos que solo lo anteriormente estudiado en las universidades es válido para el futuro, y que ya no hay más conocimiento detrás de las montañas y los henequenales. Que no hay conocimiento en los códices y en los chilames, que no hay conocimiento en Canek, en La tierra del faisán y el venado y demás escritos legados por nuestros profetas. Insistes en nombrar las profecías y los códices. Los dogmáticos son, fanáticos ignorantes,Yaax Ich; no hay verdad social en sus palabras. Son dementes e ilusos divorciados de la ciencia y de la razón, y llevados por las emociones; visionarios ficcionantes, son la tabla salvavidas de papel de los resentidos sociales, y no hay método ni sustento en sus palabras. Solo llevan esperanza, sin final feliz, a nuestras comunidades, rindiéndolas ante la inexorabilidad de la acción de los opresores. Me niego a confiar en los códices y en las profecías. Solo un demente podría depositar su vida en semejante idealismo. ¿Qué pasó mi "sup"? ¿Olvidas las profecías al respecto de Quetzalcóatl? No podrás decir que no se cumplieron, ¿las del fin de los tiempos, el apocalipsis, del que hablan los profetas bíblicos? ¿No se están cumpliendo al pie de la letra? ¿Crees que no hay ciencia en ello? Si amas la ciencia y el conocimiento, tanto como yo, te conmino a repasar la profecía de los 2,300 días de Daniel, el profeta bíblico. Te sorprenderás de la exactitud de su ciencia redactada en lenguaje profético; pero no intento convertirte en creyente de las profecías mayas, aunque yo lo sea por conocimiento y convencimiento. Solo te mostraré que existe más de un tipo de ignorancia y que si crees o creemos en que se están cumpliendo las profecías de la India o de Israel, no tendrían por qué no cumplirse las de los Aztecas, o las profecías de los mayas. Y armándose de paciencia, mientras acariciaba parsimoniosamente su pipa, arrojándonos tenues anillos de aromático tabaco, procedió mi "sup" a escuchar una parábola que le narró Yaax Ich, tal como le hablaba a los mayas de la península de Yucatán y de Guatemala: Un buen día el jalach wíinic de Tikal, reunió en su capital a varios ciegos de nacimiento; lo hizo en su palacio llamado nojoch balam. Los puso en presencia de un jaguar y les pidió que lo palparan y describieran. Luego que cada uno de los ciegos hubo palpado una sección del felino, el jalach wíinik se dirigió a cada uno de ellos y les preguntó: ¿Ha conocido al jaguar? ¿Qué tipo de cosa es un jaguar? Y ellos contestaron: 1. El jaguar es un gran calabazo (el ciego que examinó la cabeza del jaguar); 2. Una jícara (el que palpó la oreja); 3. Una reja de arado (los colmillos); 160 el penúltimo Canek


4. Un fuelle (la trompa); 5 Un costal de maíz (el que había tocado el cuerpo); 6. Un rastrillo (las pata y garras); 7. Un muro con tapete (lomo) y 8. Una serpiente (la cola). Los hombres no se pudieron poner de acuerdo entre ellos y comenzaron a discutir airadamente sobre la pregunta ¿A qué se parece? y el halach uinic se divirtió mucho con su pelea. Así somos los revolucionarios y los científicos; ciegos e ignorantes que defendemos nuestros propios puntos de vista, como si fueran la única verdad. Buda dijo al respecto: "Muy similares son estos predicadores y estudiosos que sostienen sus diversos puntos de vista mientras se encuentran ciegos y no perciben lo que les rodea. En su ignorancia son peleadores y discutidores por naturaleza, cada uno de ellos sosteniendo una idea distinta de la realidad". Consecuentemente, Buda recitó el siguiente verso: "¡Oh, cómo se aferran y discuten, algunos que sostienen ser honorables predicadores y monjes! Para discutir, cada uno se aferra a su punto de vista. Este tipo de hombres solo ven un lado de las cosas".

De la misma forma mi "sup", nuestro pobre conocimiento solo abarca determinadas facetas de la ciencia y el conocimiento. No despreciemos el conocimiento de los demás, el ancestral conocimiento o la ciencia de nuestros pueblos originarios; antes de que eso nos suceda, enriquezcamos nuestro acervo. Así se atrevía aquel Yaax Ich a hablarle a mi "sup". Ahora seguiré narrándoles todo lo visto y oído. Pues si mi "sup", con todo lo que sabe, ponía tanta atención a este Yaax Ich, emigrado de Yucatán, con cuanta más razón estuve atenta a lo que decían: Mi "sup", reinició Yaax Ich; tú, como profundo conocedor de la filosofía, sé que aunque no lo creas, entenderás y sabrás respetar estos conocimientos; no olvides y no dudes, que tu lucha es mi lucha, y que hay más de una ruta para llegar a la cima de la montaña. Seguro estoy que conoces las diversas creencias y doctrinas que establecen el origen del hombre, y los por qués de estar en este mundo; sin embargo, a diferencia de ti y de toda esa gente estudiosa, no solo conozco por libros o prédicas tales doctrinas, sino que son un hecho comprobado por mí y por mi compañera, Arcelia, a quien te presenté en Chichén Itzá en el año 2006. Tanto ella como yo, recordamos miles de hechos acaecidos en tiempos remotos y protagonizados por un par de apasionados amantes; los dos grandes luchadores sociales de la península de Yucatán, que vieron la luz de su vida corporal en el siglo pasado, y que sin embargo el penúltimo Canek

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y sin desearlo, ahora nos ha tocado darnos cuenta de que repetimos sus vidas y hechos en este siglo XXI; acciones de las cuales no podemos soslayarnos a pesar de saber el desventurado destino que nos espera; un destino que es el mismo, que no queremos y no podemos desviar, antes bien, tenemos que prepararnos para encararlo, y caminar con la frente y el pecho hacia adelante para encararlo, y transformarlo. Porque el destino ha escrito nuestras rutas y no podremos torcerlas un solo grado, ni a derecha, ni a izquierda; pero si podemos hacer que otros noten cada uno de los hechos que tenemos que enfrentar. Darlos a conocer es imperioso. Pues bien, entre ellas está la doctrina de la reencarnación que establece que la vida y el cosmos son como la rueda del devenir de los katunes. Se reinicia cada determinado tiempo, sujeto a reglas invisibles pero existentes; tanto como lo es el viento, así se establece que un mismo individuo, cuyas tareas y deberes para con la humanidad han quedado inconclusas, regresará en un giro del cosmos y podrá tomar de nuevo forma humana para concluir lo que necesite ser concluído. Por la historia y por los hechos, estoy absolutamente cierto de que esto es así; realmente sé que las tareas de Emiliano Zapata y de Felipe Carrillo Puerto debemos llevarlas a cabo; pero no por motu proprio, he aquí nuestras diferencias, pues yo sé que el Gran Arquitecto del Universo ha dispuesto todo el mecanismo a seguir, para recobrar lo que es nuestro, y ese mecanismo nos lo ha dado a conocer a través de los escritos de los chilames del mayab; desde los más antiguos que profetizaron la llegada de Kukulkán y el hombre blanco, hasta Antonio Mediz Bolio, que nos indica las señales exactas para reiniciar la lucha y recobrar como principio, el mundo maya. Sé que consideras que abuso de tu hospitalidad, pero continuemos, y al final me darás la razón y será premiada tu paciencia; según el Chilam Balam de Chumayel, las antiguas leyendas mayas y las demás profecías de los chilames, se deberán cumplir cuando menos, cuatro señales que nos harán saber que el momento de la rebelión ha llegado, o como dijera en La tierra del faisán y el venado, el profeta Mediz Bolio, en violenta amenaza revolucionaria para sus conciudadanos: "entonces los mayas deberán reunirse y combatir. Sabrán que la fecha ha llegado…". 1. La primera señal será la del faisán, quien volará sobre los árboles más altos, y su sombra podrá verse en todo el Mayab. 2. La segunda señal la traerá el venado, pues atravesará esta tierra de un solo salto. 3. La tercera mensajera será la serpiente de cascabel, que producirá música de nuevo y ésta se oirá por todas partes. 4. La cuarta señal viene desde los antiguos chilames, y nos dice que la fecha es, al cierre de los katunes, y al reinicio de la cuenta larga de los tiempos, en el mundo maya. 162 el penúltimo Canek


Y así, Jesús Sánchez procedió a enseñarle a mi "sup" cómo es que se han cumplido estas señales en el mundo maya, y cuál es el sentido de cada una de ellas según las profecías y códices que tuvo a bien detallar; para que se entienda, que solo en su momento y no antes, es cuando tendrá éxito nuestra asonada, que es cuando será el momento apropiado para concluir la tarea de nuestros ancestros y el momento propicio para tener éxito en su encomienda. No "mameyes en tiempos de guayabas" Yaax Ich; respondía mi "sup" ya en la hilaridad y la falta de respeto por su interlocutor. Por poco me convences de tus mitológicas ideas, un poco más y sería uno más de tus huestes, y tal vez creyera tanta coincidencia de ideas subjetivas, pues son solo eso, muchas coincidencias al azar. Mira, te lo digo sin ofensa, creo que los hombres de la península no son dados a la acción; tienen miedo a patear la bota que les oprime el cuello, con ese tipo de hombres deberás hacer una gran labor misionera y de convencimiento, y quizá un día despierten de su sueño de opio. Nosotros hemos iniciado la "bola"77 y ya no podemos dar marcha atrás. No vamos a esperarles, pues mientras crece la yerba, la vaca se muere de hambre; recorre tú el Mayab, lleva el evangelio de tus buenas nuevas a todo el mundo maya, y cuando estén listos, cuando sus hijos estén a punto de morir de hambre por los robos del mal gobierno, entonces, podremos unir fuerzas con todos los indígenas del país. Podremos atacar en pinza y por tres frentes, podremos tomar el istmo como avanzada, es la región más volátil y tradicionalmente de ella han emanado todas las revoluciones mexicanas; usemos a la península como centro estratégico de bastimento y logística, pues Brasil, Venezuela y Cuba nos pueden asistir desde ahí; y seccionemos al país, pues solo un poco más nos falta para dejarles su México a la oligarquía, y comenzar a estructurar uno justo, para todos y en especial para las comunidades indígenas. Pluguiere al Gran Arquitecto del Universo que te convirtieras "sup" Marcos, pues solo un ferviente creyente, un fanático de las verdades de su pueblo, lo llevará al triunfo; son las de ellos y no las nuestras, las que harán el milagro de recobrar el Mayab y el país. El momento de combatir del que habló Mediz ya llegó. Fue en 2012, no en 199478. La serpiente de cascabel, emplumada y con ojos de lucero, la última Canek, aún debe terminar de cantar a todos los indios del Mayab, sus verdades de antaño, sus creencias originarias y las señales de los tiempos. Y hasta que todos, desde Veracruz hasta Honduras, estén conscientes de que ¡Llegó el momento! Entonces, ese será el día de 77. La rebelión armada. 78. El 1 de enero de 1994 en el estado de Chiapas, tuvo lugar el levantamiento zapatista encabezado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional con demandas de justicia y reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas de México y de los pobres.

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la renovación total; el día de la limpieza de la parcela, la limpieza de ts’uules, el día de la quema de la mala yerba, del plantel de henequén, el día infausto para el blanco en el mal gobierno. Esto es lo que recuerdo y puedo hacer la crónica, entre el diálogo de aquellos dos. Yaax Ich se despidió con un fraterno abrazo de mi "sup"; y éste le dio tres fuertes palmadas en la espalda. Aquel se retiró para seguir predicando en el desierto del Mayab, a sus indios. Mientras las comandantas del EZLN, seguimos esperando que los hombres del Mayab, se decidan a serlo y salgan a terminar lo que sus mujeres estamos haciendo en la selva lacandona desde hace poco más de treinta años.

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DESTINO ¡No podía creerlo! A su regreso de predicar en las tierras del Mayab, la "casta divina" seguía en el poder en el estado de Yucatán. Los ts’uules eran los gobernantes de siempre, no obstante todo el sacrificio que se había hecho; no obstante tantas muertes obsequiadas a nuestros hermanos, no obstante tantas líneas e intenciones escritas, ¡aún seguían detentando las vidas y patrimonios de todos, en elMayab! La odiada casta ha seguido ingeniándose para controlar nuestras vidas; ¿es que la gente del mundo maya no aquilata la vida de sus próceres?, ¿es que no han escuchado del sacrificio de Felipe y sus hermanos, de José María Pino y tantos mártires que dieron la vida por su libertad?, ¿es que nunca han leído Canek de Ermilo Abreu o Manelic de Mediz Bolio? ¿Será que ya no existe sentido del pundonor? ¡No seremos dignos de ser llamados hombres si no luchamos por heredar a nuestros hijos la patria que todos anhelamos!, ¿deberemos permitir de nuevo, el sacrificio de más hombres de talla, para empujar un poquito la puerta que debe cerrar el paso de tanta iniquidad? Estos hombres se han convertido en un puñado de infantes pusilánimes; niños pequeñitos, sin decisión ni testosterona, incapaces de tomar acción alguna, mucho menos de emprender una noble tarea, aunque sea la de retirar la bota de la "casta divina", de sus cabezas, bota que no deja de oprimirles el pescuezo. ¡Vamos hermanos! ¡Sacadlos de palacio y de vuestra comunidad!, ¡Vamos hijitos! ¡Despertad! No cedáis vuestro sustento y casa al enemigo ancestral. No cedáis vuestras mujeres e hijas al derecho de pernada de sus altezas. No cedáis vuestra hombría a cambio del cómodo diván de la "no violencia". ¡Dejad que el feroz lobo baje de su montaña y festine sobre los restos de vuestros enemigos! ¡Dejad que la fiera que habita en ustedes, Manelic, se haga justicia con mano plebeya! Cuando entre la impudicia de los hombres te sientas, cuando en tu pecho el odio desate sus tormentas,

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cuando todo te nieguen y te insulten el orgullo, levántate y exige que te den lo que es tuyo. Levántate. ¡Tú eres la fuerza y el derecho! Si te estrujan la vida, si te infaman el lecho, si te pagan la honra con mezquino mendrugo. ¡No envilezcas de miedo soportando al verdugo! ¡No lamas como un perro la mano que te ata, haz pedazos los grillos, y si te asedian, ¡¡Mata! No temas nada y hiere, porque Dios es tu amigo y por tu brazo a veces desciende su castigo. ¡Que la soberbia aleve halle tu brazo alerta, que a veces es justicia que la sangre se hierta! ¡Oh Manelic! ¡Oh plebe que vives en la altura! Ven a la tierra baja, desciende a la llanura, y cuando aquí te arranquen en miserable robo tu ilusión, que tus manos estrangulen al lobo! ¡Que lo fulmine el rayo que vibra en tus entrañas, y después, con lo tuyo, regresa a tus montañas! Manelic, Antonio Mediz Bolio.

Estaba agotado de arengar a este pueblo desidioso. Agotado de no hallar eco entre esta gente. Qué diferencia con mis humildes indios, ¡qué carácter! ¡Qué fortaleza de convicción! Aquellos hombres del pasado deberían ser ejemplo para éstos hombre del ahora, aquellos deben acaudillarlos y no otros, ¡aquellos y sus mujeres! ¡Qué mujeres tan bravas, tan capaces, tan humildes y poderosas! Acaso de entre éstas mujeres de ahora salga alguna que lidere a estos hombres nimios, abarrigados por el alcohol, y doblegados en la pereza; ya que entre éstos hombre del ahora no los hay de los tamaños necesarios para tumbar a la oligarquía, de nuevo, como se propuso en aquel tiempo. Deberé de tener mucho cuidado, ya que el modus operandi de la "casta divina" y de la derecha en el poder, ha sido siempre: el genocidio, el homicidio traidor, el fraude al pueblo y la exacción. Me sigue los pasos, muy de cerca, aquel Patroclo Medina; su espíritu traidor me persigue por la espalda pues sabe que no cejaré en mi empeño de despertar a las comunidades mayas del yugo y engaño de los de su clase; su gente ha dado muerte a todas las existencias libertarias anteriores; y cuando los sucesivos dragones y serpientes emplumadas han tratado de dar libertad y derechos a mis indios, su gente los ha borrado de la memoria colectiva; de esta forma también mató a Efraín Calderón como mató a Luis Donaldo Colosio, tan solo por las mismas nobles intenciones, y logrando el mismo objetivo impuesto, borrar sus actos de la memoria colectiva. Así las cosas, los hechos, las pruebas, la experiencia: ¿Por qué no habrían de matar también a Jesús Sánchez, o a los miles de Jesús 166 el penúltimo Canek


Sánchez que habitan o habiten esta tierra? Nadie es demasiado poco peligroso para ellos y sus intereses; ni quién redacta esta novela de ficción-histórica, ni aquel que la corrige al amparo de la noche, oculto en la pobreza y en el hambre. Si a lo largo de la historia de su dominación aquellos esbirros han tenido el carácter de matar a miles de sus conciudadanos de hambre y pobreza ¿Qué no harían conmigo, apenas un pobre redactor? Yo, apenas un novelista primerizo cuyo único objetivo es crear la distención de una nueva posibilidad, de otra posible interpretción histórica de los hechos, de las lecturas, de una posible interpretación de los enigmas que nos han dejado los poetas visionarios del ayer, faltos ya de toda escuela que se nombre perdurable. Sé que el jefe y amante de Patroclo Medina, aquel mandamás de Aquiles Patrón, no me perdonará el que haya revuelto el avispero79 en vísperas de las elecciones y que haya descubierto al pueblo, sus ilícitas relaciones con Medina y con la esposa de éste, pero, seguro estoy junto con Jesús Sánchez que no podía permitirse la indignidad del silencio; tenía que contar su historia, redactarla antes que la memoria colectiva me alcanzara a mi también. No podía permitir la indignidad del silencio, ¡qué pésimo ejemplo para nuestros niños y esposas! ¡Para nuestro pueblo en general si tuviéramos que callar o esconder nuestras cabezas! Si por ello hoy quieren cortarnos el cuello, cargar del pelo nuestra cabeza y ponérsela de regalo a su amante, aquel mandamás, en una bandeja de plata ¡Sea! ¿Acaso viví también la vida de Juan el Bautista, oh tú, mi querida Salomé? Oh sí; la vida siempre se repite, interminablemente, como el girar de una rueda. Salí de las oficinas del jefe de las áreas artísticas y culturales del estado, edificio vetusto ubicado frente al expenal Juárez de Mérida, con aquella opresión en el pecho, de quien se sabe acechado; él es un funcionario entrado en años, lo que se obvia por las sienes canas; serio, honesto y progresista, que no comulga con la ideología y los excesos de la caterva de hampones que han asolado los gobiernos; él ha promovido con tesón las costumbres y cultura de nuestro pueblo, lo que se agradece. Con anterioridad lo he puesto en antecedentes de las intenciones de los amantes que me persiguen, y me ha dado su palabra de que si acaeciera mi muerte de forma no natural, publicaría mis memorias conteniendo las renovadas historias de Alma y las mías; así como las deleznables intenciones de Aquiles y Patroclo; esta es la historia de de Arcelia y de Jesús y tiene que ser contada; él lo sabe, aunque no esté del todo convencido de mis vivencias y las de los otros que igual somos y fuimos. Sin embargo, su noble corazón y su amistad

79. Alterar el buen orden y disposición de las cosas.

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son a toda prueba, y su palabra es ley para sí mismo; eso me da la certeza de que cumplirá con su palabra; además de que le proporcionamos más de una evidencia de nuestra veracidad y limpieza; hemos dado testimonio. Sé que él cumplirá con ese cometido, aún le cueste la propia cabeza, como yo he cumplido con narrar estas historias, estos desdoblamientos.

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EpĂ­logo

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Jesús Sánchez va cruzando la sombreada avenida que bordea al expenal Juárez, ahora convertido en oficinas y almacén de inmundicias, y encamina sus pasos hacia el vetusto edificio, rodeado de atalayas, y hoy sitio para la educación juvenil en las bellas artes, tanto como para la holgura de carnes burocráticas. Pero Jesús era presa de tal curiosidad por ver de nuevo el interior, a donde hacía casi 90 años no había regresado. Lo invade el desasosiego, y no puede dejar de respirar aquella humedad tanto como escuchar miyu por adentro aquella horda de hirientes alaridos que le escupían al rostro aquellos que tanto pensaban en lastimarlo. ¿Qué habrá tras los portones? ¿Seguirá todo igual? Es la tercera vez que se interna y recorre las galeras; en 1911 lo recluyeron por la trampa de Arjonilla, en 1923 por el asesino Ricárdez y la traición de De la Huerta y ahora, con un cuerpo y unos ojos nuevos. Por los sacudones y algunos golpes recibidos en todo el trayecto desde Holbox en diciembre de 1923, apenas puede recordar algunos detalles: las escaleras laterales bellamente decoradas; tras el acceso, el patio central aterrazado y con jardines que disfrazan la lobreguez del ambiente, y seguidamente el vestíbulo, con las hileras de fríos barrotes de las galeras, en forma de media luna, desde cuyo centro es divisado hasta el más apartado rincón de las mazmorras, inclusive la odiada celda número 13 construida por Echegaray, y dónde hoy se imparten algunos cursos de historia del arte. Aquella celda de infausta memoria, mazmorra de abyección en la que Ricárdez los mandó hacinar. El denso aroma momificado del ambiente, le trae de nuevo los recuerdos, poco a poco, mientras avanza quedo, cauteloso; un escalofrío le recorre de pies a cabeza a la vez que una oleada de sudor empapa su camisa y perla su frente. Se coge de los barrotes con ambas manos y se proyecta de nueva cuenta al pasado: las últimas horas, la agonía de la espera por un juicio justo, la poca esperanza viva por salir inermes, sus últimos pensamientos. Cuenta la leyenda que retuvo en la mente, hasta sus últimos momentos, a sus amados indios, pero ¿qué saben aquellos cronistas de la infamia?¿Cuándo han sido encarcelados ellos, o condenados al sacrificio injustamente para tratar con los pensamientos mortuorios de alguien que espera la muerte? el penúltimo Canek

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No era así; solo tenía una imagen en la cabeza en esos momentos: el sonriente rostro de Alma, su amor; aquella cascada de oro que reposaba sobre los hombros, aquel su aroma a jazmines y pulcritud; sus enormes y azules luceros; pero sobre todo la angustia de no haberla podido tener cerca; todo eso era lo que le oprimía el pecho aún más, la enorme frustración de no haberla tocado como hubiera querido. No cree en el Di()s de los curas, sin embargo ruega, no por su vida, ruega por la de sus hermanos, por Berzunza, por sus indios y por los demás, pero sobre todo por volver a ver a Alma, tan siquiera un instante; sentir y revivir aquel encuentro de miradas; paladear de nuevo aquel vaho en el aliento cuando se confiaban secretos tontamente; así solos en los rincones de nuevos amaneceres a donde se habían prometido escalar; el sufrimiento y el temblor de manos es por volver a verla, aunque solo sea eso porque el recuerdo sea tan grande que nada pudiera borrarlo. La piensa tan profundamente como una transfiguración, y la sabe cerca, más allá de la carne mancillable que pronto habría de ser derramada. Más alla de la historia, más allá de los sueños y las desesperanzas. Y lo supo. Se tuvo que dar cuenta. Que esta historia inconclusa tendría que tener muchas segundas partes, en otros siglos, en otros tiempos, en otras carnes. Y el recurdo es tan violento que se borra abruptamente, ante el desvergonzado paso de una enorme rata de las muchas que pululan ahora por la celda de marras. Agotado por el peso del recuerdo, cabizbajo y con paso cansado, se dispone a abandonar la mazmorra. Y entonces como brotado de la nada, de las oficinas de la policía del estado, sale a sus espaldas un conocido hampón, capo de la huestes de Patroclo Medina, un sicario torvo y traicionero, mal llamado Roberto Bolig quién, con pistola en mano, le grita, ¡Saludos de Aquiles Patrón y Patroclo Medina! ¡Nunca más Cisteil! Y le descerraja tres tiros por la espalda, ya que Jesús no alcanza a darse vuelta para enfrentar la amenaza. Y de nuevo la sangre derramada.

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EN EL HOSPITAL AGUSTÍN O´HORÁN Llegó el momento Casi 100 años de espera para realizar nuestro amor. Mucho más de medio siglo de sufrimiento del uno sin el otro. Nuestros espíritus buscando el remanso de la unión al fin; ahora poseedores de la absoluta certeza de nuestras vidas anteriores y de nuestra realidad actual. Una ansiedad superior a nuestra espera nos consume; esa ansiedad nos ahoga, desesperados el uno por el otro, toda la noche cavilando entre la posibilidad de ser lo que somos o de ser lo que fuimos; de dar rienda suelta a la pasión y al amor contenido por tanto tiempo, o de frustrar una vez más al amor caprichoso que nos aprisiona, en pálido respeto por los terceros afectados. Toda la noche previendo los diversos escenarios que se presentarían al amanecer, las respuestas que daría a sus preguntas, ¿o no hablaríamos? Tal vez llevados por el arrobo del momento nos arrojaríamos uno en brazos del otro, morderíamos nuestros labios en sediento preludio del éxtasis. Tal vez el pudor de nuestras desnudeces nos impedirían lo inevitable, como en aquella ocasión, después de mi discurso cuando inauguré la carretera de Dzitás a Chichén Itzá, desde los vestigios de juego de pelota, tan enigmático en su conquista, en sus ganadores; ganarse la muerte. En aquella ocasión Alma se acercó melosa hacia mí. Sus bucles dorados luchando por escapar de las anchas alas azul ciano del coqueto sombrero, y con esos enormes y bellos luceros azul rey, prometiéndome la gloria. Graciosamente me coronó con una ramita de campanilla que crecía a la vera de la senda, hacia el templo de las mil columnas. Eres mi ideal de un dios griego, musitó con la mayor suavidad con que pudieron acariciarme sus dos copos mullidos color grana, esos labios húmedos y regordetes que siempre eran invitación. Sin poder contenerme la sujeté con firmeza de la cintura y la postré de espaldas al basamento vertical, mientras la miraba, muy cerca para tener que detenernos. Nuestros alientos se confundían, nuestros labios anhelantes palpitaban, se posaron con pasión contenida y con la menor compostura que el momento y mi investidura me permitían. P´aat yaakun, p´aat yaakun, recuerdo decían los pocos asistentes mayas que quedaron después de la ceremonia; Déjenlos enamorarse, sonreían al paso. el penúltimo Canek 173


Alma, lo presentí, sabía cómo iban a ser estos momentos contigo. Nuestros cuerpos se buscaron ávidos el uno por el otro, nuestras bocas se posaron en violento choque, tus preciosos y prominentes pechos blancos, como copos de algodón, me dejaron sin aliento; jamás creí que dos seres pudieran fundirse tan estrechamente como fue nuestro abrazo. ¿Alma?, gritaba una y otra vez, ¿Alma?, cuánta paz trajo. Podía escucharme mientras saboreaba el goloso beso que tan húmedamente me devolvías. Tu sabrosa y cosquilleante lengua estaba demasiado ocupada para corregirme; jamás volvería a llamarte Arcelia, Arcelia es el cuerpo ajeno que encarcela el amor hecho mujer. Arcelia es la desesperanza y la eterna espera; tú eres la fidelidad perenne y sempiterna, la belleza espiritual y la pasión despierta. No intentes corregirme, musité mientras te arrancaba desordenadamente las últimas prendas de la desquiciante ropa que te atrapaba; Mi dios griego, suspiraste al recorrer mis noventa kilos de piel viril y musculosa; repetiste una y mil veces lo mismo, mientras delicadamente tocabas, sorbías y mordisqueabas mis partes, mi hombría hecha carne. Un dulce aroma invadió el ambiente, tú desnuda al fin, blanca, pura e inmaculada, tu exquisita desnudez me hizo suspirar mientras el agridulce aroma a sexo llenó mis sentidos; ¿recuerdas el aroma de las flores de mayo y a limonarias en San Sebastián?, tus aromas son aún mejores, vida de mi vida; ¿recuerdas el aroma a lluvia y ocaso, frente a la iglesia del mismo barrio?, ¿A nuestro amigo el poeta, que nos hacía compañía, fiel testigo de nuestro amor, cuando esculpía en la hoja blanca ese verso de la Peregrina? ¡Oh Di()s!, qué exquisita imagen de ese momento tengo grabada en la mente; qué dulces aromas quedaron impresos en mis sentidos. Me miras sudorosa, jadeante, tus mejillas se encienden, como el arrebol en el ocaso; tus preciosos destellos de sol abanicando mis mejillas, tus movimientos circulares parecen no tener fin, una y otra vez; una y otra vez paladeamos esa miel, esa miel que no sacia, esa miel que se convierte en dulce adicción, a la que no podemos resistirnos y queremos más, siempre más; no hay agotamiento ni saciedad, solo más, sin aburrirnos, sin querer parar. Al fin el universo se sacude como la explosión de los fuegos artificiales en nuestras fiestas mexicanas. Millones de microburbujas cosquilleantes recorren nuestros cuerpos, ríos de fragancias invaden nuestro entorno y suavemente; muy suavemente, caudalosas cascadas de amor depositamos uno en el otro. Jesús entreabre poco a poco los ojos y los restriega con el dorso de la mano. Mientras seca el sudor que perla su frente, le estalla uno más de sus recuerdos; son como destellos que iluminan momentáneamente su conciencia y se suceden uno tras otro; flashazos 174 el penúltimo Canek


a velocidad luz, que por momentos estrujan la lucidez, ¿Felipe?, ¿Jesús? ¿Quién habito? Sus conciencias se funden, ¿dónde comienza uno y termina el otro? ¿En qué momento uno recuerda al otro?, ¿cómo separar esas recias personalidades si parecen fundirse en el tiempo? Sus caracteres se sobreponen uno al otro sucesivamente ¿Son diferentes? O ¿Es uno solo? Su respiración se hace menos acompasada, entrecortada, al enorme placer de ¿recordar? Se puede recordar en esta cama de hospital. En medio de mangueras y agujas que entran en la piel, clavadas como marcas de un presente que no deja de ser doloroso en las heridas. Los momentos pasados con su amada son seguidos por agudos espasmos ligados al penetrante dolor que lacera su espalda; los tres orificios dejados por encargo de Aquiles Patrón y ejecutados por el Caronte del hoy y tal vez de mil mañanas: Bolig, el sicario de Patroclo Medina, aquel jefe de la policía, sitúan a Jesús Sánchez de nuevo a las puertas del Hades ¿Qué destino le espera? ¿Vagar por el infinito por siempre? ¿Cabalgar por estelas siderales de nuevo?¿Esperar otros cien años para amarla de una vez y para siempre? ¿Quizás otros quinientos? ¿Por qué no mil años? ¿Por qué medir el tiempo? ¡Cuánta soberbia! Sin embargo, la placidez que muestra su rostro, la plena tranquilidad que se refleja en sus facciones, exponen su convencimiento de que no todo termina aquí; que esta vida no es todo cuanto hay; que más allá de lo comprensible hay existencia en proceso de purificación. Hay latentes otros mundos pendientes de explorar; existen sensibilidades y raciocinios esperando su turno, o acaso oportunidades, de ser otra vez. Ahora se puede ir de nuevo, se siente seguro. Puede irse con tranquilidad pues ya sabe que el Supremo arquitecto del universo ha previsto mecanismos galácticos y subjetivos para realizar tareas pendientes. Para realizar amores truncados por la perfidia, para purificar las almas con tareas inconclusas, como las de Felipe y Alma. "En un recodo del camino a Cisteil, Canek encontró al niño Guy. Juntos y sin hablarse siguieron caminando. Ni sus pisadas hacían ruido ni los pájaros huían delante de ellos. En la sombra sus cuerpos eran claros, con una clara luz encendida por dentro. Siguieron caminando y cuando llegaron al horizonte, empezaron a ascender". Canek, Ermilo Abreu Gómez

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EN EL CEMENTERIO GENERAL DE MÉRIDA Arcelia llora desconsoladamente, enloquecida por el atroz dolor. Va y viene una y otra vez entre la tumba de Jesús y el monumento a Felipe y sus hermanos. Cruza la estrecha callecilla hasta la grosera tumba de Alma, su propia tumba, ¿su tumba? Sí, porque está muerta en vida de nuevo; de nuevo esa horrible sensación de vacío en el corazón, la agonía de estar sin el ser amado, con la desesperanza de querer estar con él donde él esté, aunque ese lugar sea el Seol. Ya no hay miedo por el futuro. Ya lo vivió una y otra y otra vez; el profundo dolor que lacera hasta el fondo de su alma es por la desgarradora lejanía del ser amado; las lágrimas la enceguecen, los sollozos la ahogan, torrentes de lágrimas empapan su delicada chalina. Con desesperación derrama sus rizos azabaches sobre la lápida, ¡Oh no! ¡No otra vez!, solloza, Ésta vez no podré esperar cien años por ti; despierta querido, ¡alumbra a tus huestes de nuevo!, guíalas a su liberación última. Ilumina esta vida antes que se apague de nuevo. ¡Poderoso El()im! tráelo de nuevo, quien sea, Jacinto, Felipe, Jesús, Efraín, Luis Donaldo, tráenoslo, arrebátaselo a la muerte; permite que al fin acabe su tarea, te lo suplicamos los indios de este país y yo; los que lo aman y yo que lo amo más allá del tiempo y la distancia. Permítenos por fin amarnos como está señalado en las estrellas y en nuestro destino; permítenos estar juntos para llevar por fin justicia y libertad a este pueblo sediento de él; déjame amarlo mientras arenga de nuevo a su gente en Motul. Recostada sobre la lápida, Arcelia abre los ojos desfallecida; lleva siete días con sus noches sin dormir ni comer, apenas un poco de agua le entrega el rocío; sus fuerzas se agotan rápido. Ciertamente no podrá conservarlas para otros cien años de sed y sufrimiento por el ser que se fue; no llora por su muerte, porque sabe que esta ha sido vencida por un Di()s que todo lo puede, ¡hasta la reencarnación! Llora porque estar sin él es estar muerta en vida. Toda ella es un gran corazón palpitante y carente de sangre; palpitando sin ese río de energía vital que ilumina a todos a su derredor, que insufla aliento vital y alegría a los que ama. Con el último aliento que le queda grita desgarradoramente en medio de la noche: 176 el penúltimo Canek


¡Te seguiré!, ¡te voy a seguir a donde vayas!, ¡Mi amor te esperará de nuevo! Permanecerá hasta volver a encontrarte. Volveré a ponerme el vestido de novia y esta vez sí estarás. Esta vez sí me acompañarás al altar y me abrazarás fuerte y con cariño; me mirarás con tus aceitunados luceros y me dirás al oído de nuevo: Yaakun pixan halal, te amo Alma Reed. - ¿Es cierto, Jacinto, que los niños que se mueren se convierten en pájaros? - No sé, niño Guy. - ¿Es cierto, Jacinto, que los niños que se mueren se vuelven flores? - No sé, niño Guy. - ¿Es cierto, Jacinto, que los niños que se mueren van al cielo? - No sé, niño Guy. - Entonces, Jacinto, dime, ¿qué les pasa a los niños que se mueren? - Los niños que se mueren, Niño Guy, despiertan. Canek, Ermilo Abreu Gómez.

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GLOSARIO DE TÉRMINOS

1. A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:. A la gloria del gran arquitecto del universo. 2. A´aba de Muhafazat Dara: Pueblo de Siria, lugar de origen principal, de los siriolibaneses yucatecos. 3. Ah Kin Euán: Batab o cacique local de Caucel. 4. Ah kulel: Una especie de procurador que ejecutaba las órdenes del batab o cacique local. 5. Ahauil: Reino, área de reinado. 6. Ahlan wa sahlan: Bienvenidos, hola, idioma árabe fusha. 7. Albarradas: Muros de piedras sin argamasa, que sirve para delimitar los predios. 8. Analepsis: Escena retrospectiva.La analepsis es un recurso muy usado en narrativa. Consiste en interrumpir la línea temporal de la narración para explicar un hecho del pasado. 9. Anubis: Señor de las necrópolis, la ciudad de los muertos. Según las creencias egipcias, era el encargado de guiar al espíritu de los muertos al otro mundo, la Duat. 10. Ay: Tiene su origen en el vocablo maya que significa brujo. 11: Azazel: El líder de los grigori, un grupo de ángeles caídos que practicaron el sexo con mujeres mortales y dieron origen a una raza de gigantes conocida como los nephilim. Él enseñó a los hombres cómo forjar las armas de guerra enseñó a las mujeres el ocultismo (magia, brujería, tarot, etc...) y también cómo hacer y utilizar los cosméticos. 12. Báculo: Plural báculos; Persona o cosa que sirve de apoyo o ayuda. 13. Bataob: Plural de batab, caciques locales. 14. Belial: Hijo del infierno, un poderoso demonio que representa al elemento tierra. 15. Bolán: Carromato de transporte, las personas viajaban acostadas y tenía muy grandes ruedas. 16. Campeche: Una de las tres entidades que conforman la península de Yucatán. Significa lugar del señor sol garrapata. 17. Cancab: Tierra amarilla. 18 Canek: Serpiente de la estrella, celestial, uno de los nombres de Kukulkan, el dios serpiente emplumada. 19. Canícula: Temporada del año en que el calor es más fuerte. 20. Carcaj: El carcaj o aljaba, es una caja o cilindro de piel, madera y/o tela, usada por los arqueros para transportar las flechas. 21. Catrines: Riquillos, elegantes; singular catrín.

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22. Caucel: Significa en idioma maya "lugar de piedras para moler". Población localizada a 9 kilómetros del centro y al poniente de la ciudad de Mérida. 23. Cenotes: Cavernas con corrientes subterráneas de agua. 24. Ch'íich': Pajarito. 25. Ch´o´: Rata. 26. Ch´uuy: Halcón. 27. Chaac, Chac: Dios del agua y la lluvia. 28. Chacán: Comarca, región. 29. Chan: Pequeño. 30. Chan Santa Cruz: Crucecita santa. Capital del estado maya en rebeldía, durante la guerra de castas. 31. Chenes: Pueblo o tribu maya que antecedió a los Itzáes, bajaron del Petén, para instalarse en la región suroriental de la península, en la zona de Bacalar, Quintana Roo, hacia el año 250 DC. 32. Chi: Significa boca. 33. Chichén Itzá: Chichén Itzá (maya: (Chichén) Boca del pozo; de los (Itzá) o brujos de agua, es uno de los principales sitios arqueológicos de la península de Yucatán.La zona arqueológica de Chichén Itzá fue inscrita en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. El 7 de julio de 2007, el Templo de Kukulcán, ubicado en Chichén Itzá, fue reconocido como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno. 34. Chikin ik: Viento del poniente, que se supone daña los cultivos. Viento malo. Viento de mal agüero. 35. Ch’iilib: Varilla de madera. 36. Chilam: Plural chilames; El que es boca, el que profetiza, título que recibían los sacerdotes que relataban los mensajes de los dioses y predecían el futuro. 37. Chilam balam: Balam -"jaguar" o "brujo", fue un sacerdote del pueblo de Maní, que parece haber vivido poco antes de la conquista, acreditado profeta que vaticinó la llegada de una nueva religión, interpretándose luego, como un aviso de lallegada de los españoles y el cristianismo. 38. Ch’iilibes: Varillas de madera. 39. Chinquilá: Ex hacienda henequenera en el municipio de Tecoh. 40. Cho: Ch'o': Ratón, rata. 41. Chumayel: Lugar de las semillas. Distrito de Tekax, al sureste de Yucatán, lugar de origen del más famoso libro sagrado de los mayas. 42. Cisteil: Poblado maya, actualmente en el municipio de Yaxcabá, ubicado en el sureste de la antigua jurisdicción maya de Sotuta. En este sitio, Jacinto Uc de los Santos, después conocido como Jacinto Canek, organizó una rebelión en contra de los españoles. La población fue quemada y sus tierras y pozos cubiertos con sal en 1762. 43. Citilcum: "El que salta", el que ve, hace ruido, es una localidad del estado de Yucatán, comisaría del municipio de Izamal, ubicada aproximadamente 41 kilómetros al este de la ciudad de Mérida. 44. Coas: Singular coa; Herramientas de corte, en forma de signo de interrogación, instrumento de mango largo y metal curvo, de un sólo filo, similar a la hoz.

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45. Cocomes: Pueblo maya conocido como "los del linaje de la paloma torcaza". Junto con los itzáes y los tutul xiues integraron en el siglo XI, la liga de Mayapán. 46. Collins: Tipo de machete muy apreciado por la etnia maya, por su calidad y duración: Collins & CO 47. Comises: Singular comis; Comisario ejidal, representante temporal de la asamblea de ejidatarios, quienes tienen el uso o posesión de una propiedad rural de uso colectivo. Conocidos por su extrema corrupción. 48. Cooxvirar: Cambiar de ideología o de bando político sólo por conveniencia o puro interés. Dícese del traidor en el área maya. 49. Cruzoob: Grupo de mayas insurrectos durante la Guerra de Castas, que tuvo lugar en la península de Yucatán de 1847 a 1901. 50. Cuxum: Moho (p. ej. el pan tiene cuxum, la ropa tiene cuxum). 51. Dzemul: Lugar del cerro imponente, cabecera del municipio de Dzemul, estado de Yucatán. 52. Dzibilchaltún: Donde hay escrituras sobre piedras planas, sitio arqueológico maya ubicado en el estado de Yucatán, aproximadamente 17 kilómetros al norte de Mérida. 53. Dzidzantún: Lo que está escrito en piedra, cabecera del municipio del mismo nombre, población situada en la parte nororiental de Yucatán. 54. Ts’iirises: Singular dziris, niños. 55. Ts’iirisito: Niñito 56. Dzitás: Planta del plátano, población que se localiza en el centro-norte del estado de Yucatán. 57. Dzon, San Francisco: Es una localidad, ex hacienda henequenera, comisaría del municipio de Tekantó en el estado de Yucatán. 58. Ts’uules: Singular dzul; "Señores". Dícese de los blancos, españoles o criollos, en el área maya. 59. Ts’uulitos: Despectivo de ts’uul, "señoritos", en ocasiones diminutivo. 60. Dzununcán: Ex hacienda henequenera, localidad y comisaría del municipio de Motul en el estado de Yucatán. 61. Ebúrnea: Que es de marfil o parecido a él. 62. Endecha: Canción o pieza musical fúnebre o de lamento, generalmente de carácter popular. 63. El()im: El único y verdadero Di()s. 64. Flash backs: Recuerdos episódicos e intermitentes, es una técnica narrativa, literaria o cinematográfica, que retrotrae la narración temporal a un acontecimiento pasado. 65. G:.A:.D:.U: Gran arquitecto del universo. 66. Gojrán: Comisariado del Pueblo para las Finanzas, en la extinta URSS. Reserva Estatal de metales y piedras preciosos en Rusia. 67. H´men: Respetado médico-brujo maya, con funciones sacerdotales y médicoherboristas. 68. H´menes: Plural de h´men. 69. H´pil Zutulché: Madero que gira, "carrillo". Nombre que se daba a sí mismo Felipe Carillo puerto, en sus intercambios epistolares con la periodista Alma Reed.

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70. H´tubtun: Dios maya de la elocuencia. 71. Ha: Agua 72. Hades: Antiguo inframundo griego, la morada de los muertos. 73. Halach uinic: Señor o cacique de una ciudad-Estado maya y administrador que concentraba todo el poder religioso, militar y civil en una jurisdicción, de varios municipios, llamada kuchkabal 74. Halachó: El carrizo de los ratones, municipio de Yucatán. 75. Hoch can: Culebra, boa. 76. Huano: Palmas de guano o bonxaan (Sabal mexicana Martius), utilizadas para construir los techos de las casas rurales. 77. Huipil: (Hipil) Traje talar de las mujeres mayas y mestizas de Yucatán. 78. Ichkansihó: Cinco cerros, también conocida como T´ho, ciudad maya sobre cuyas ruinas se construyó Mérida. 79. Itzamná: Dios maya de la sabiduría y del cielo. 80. Ixchel: Mujer arco iris, diosa del amor, de la gestación, de los trabajos textiles, de la luna y la medicina, esposa de Itzamná. 81. Ixtab: Diosa de la horca y el suicidio, cuida y guíaa las almas, que se auto sacrifican,hacia el árbol de Ya´axché (ceibo). 82. Izamal: Rocío del cielo; Municipio de Yucatán, se ubica a 66 kilómetros de Mérida, ahí se veneraba a Itzamná, "Rocío del cielo", el sacerdote patriarca de los itzáes. 83. Jaaleb: Tepescuintle o paca común, especie de roedor parecido a un cerdo pequeño, de carne muy apreciada en Yucatán. 84. Jeans: Pantalón vaquero, de mezclilla. 85. Jka'ansaj: Maestro, gremio magisterial. 86. K'áanche': Taburete, banco de madera, para sentarse. 87. Kaan, kan, can: Serpiente. 88. Ka´an: Cielo 89. Kaab: Tierra. 90. Kaanes: Serpientes, víboras, singular kaan. 91. Kalanes: Guardianes. 92. Kanbul: Ex hacienda henequenera del municipio de Motul, Yucatán. 93. Kancabchén: Localidad, comisaría del municipio de Motul, Yucatán. 94. Karma: Ley cósmica que constituye la energía que se desprende de cada una de las acciones del individuo y que condiciona a cada una de sus reencarnaciones, hasta lograr la perfección. 95. Karmapas: Lamas, que antes de morir dejan una carta6sellada a sus principales monjes, en la que dan claras indicaciones de dónde renacerán y de cómo encontrarles y qué momento será el apropiado para abrir esta carta y empezar a buscarles. 96. Katunes: Unidad de tiempo del calendario maya equivalente a veinte años,significa fin de periodo, cierre de periodo de tiempo. 97. Kaxatah: Comisaría del municipio de Motul, en Yucatán. 98. Kéej: Venado. 99. Kekén: Cerdo.

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100. Kibis: Kibbe, Kibe o Kibbeh (se pronuncia "kib-bi") es una popular receta Sirio-libanesa, se consume en gran parte de los países árabes en especial en Siria, Líbano y Palestina y gran parte de Suramérica (México, Brasil…). Un kibi tiene la forma de un balón de fútbol americano y es un frito tipo "croqueta" de carne y trigo bulgur, sazonada con ajo, cebolla y pimienta. 101. Kiiritz: Suciedad. 102. Kij: Planta de henequén, agave. 103. Kin, K´iin: Sol, día, tiempo. 104. Kinich Ahau: Dios del Sol y patrono de la música y la poesía. 105. Kíiritsosa: Mugrienta, sucia. 106. Kisín: Diablo. 107. K´oxoles: Mosquitos. 108. Kuchkabal: Jurisdicción maya que abarcaba varios batalib o municipios. 109. Kukulkan, Kukulkán, Kukulcan.: Deidad de la mitología maya,se puede traducir como Serpiente emplumada,cuyo culto está relacionada con el viento, el agua y Venus;conocido como la estrella de la mañana (Lucero del Alba) o la estrella de la tarde (Lucero Vespertino) y, cuando es visible en el cielo nocturno, es el segundo objeto más brillante del firmamento, tras la Luna. 110. Kuutz: Pavo. 111. Le’ets’: Lambiscón(es). 112. Logia: Asamblea de la sociedad secreta de los masones, o conjunto de quienes la componen.Local donde se celebra esta asamblea. 113. Ma´as salama: Adiós, despedida árabe. 114. Malixes: Corriente, sin casta; Singular malix. 115. Mammon: Demonio de la avaricia, de la riqueza y de la injusticia. 116. Manelic: Nombre del protagonista de la poesía revolucionaria del mismo nombre, de Antonio Mediz Bolio. Su tema narra la opresión que puede llegar a ejercer un hombre sobre un grupo de personas que se encuentran bajo sus órdenes, dentro de una sociedad conservadora. De este modo, el autor hace una aproximación a la realidad contemporánea y los procesos de cambio que sufre la sociedad mexicana, expresando la lucha entre dos mundos irreconciliables. En el tema se desarrollan las reacciones de los personajes hacia esta dominación del caciquismo y se exalta la rebeldía ante la sociedad envilecida por la resignación a la esclavitud. 117. Maya: Etnia maya, es un grupo indígena que está ubicado en el sureste mexicano: Yucatán Chiapas Tabasco, Campeche, Quintana Roo; Guatemala, Belice, y el norte de Honduras y el Salvador. Puede referirse a cultura maya, idioma maya, pueblo maya, escritura maya. 118. Mayab: Significa: pocos, no muchos (ma, que significa negación y ya'ab, muchos) lugar de asentamiento de la etnia maya, lugar de origen, maya. 119. Mayaoob: Gente maya. 120. Mayocoles: Capataces de las fincas henequeneras, ejercían autoridad con mano de hierro. 121. Metempsícosis: Es una antigua doctrina filosófica griega basada en la idea de la constitución triple del ser humano: espíritu, alma y cuerpo, que afirma el traspaso de elementos psíquicos de un cuerpo a otro, después de la muerte.

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122. Mitnal: Fondo del infierno maya. 123. Motul: Municipio de Yucatán, lugar de origen de Felipe Carrillo Puerto. Proviene del nombre del famoso sacerdote maya Zac-Mutul. 124. Nak óol: Fastidiado, hastiado. 125. Nojoch balam: Gran jaguar. 126. Nojoch wíiinik: Gran señor, señor de una ciudad-Estado maya. 127. Nool: Abuelo. 128. Ooches: Singular ooch; Zorro maya, zarigüeya. 129. Orfismo: El credo órfico propone una interpretación del ser humano, como compuesto de un cuerpo y un alma, un alma indestructible que sobrevive y recibe premios o castigos más allá de la muerte. 130. P´aat yaakun: Déjenlos enamorarse. 131. Pat: Apellido maya que significa inventar, crear, (por el escultor o el alfarero). 132. Pax: Período de hegemonía de un Estado, durante el cual se establece una paz interna en sus dominios 133. Pec o péek: Perro, plural peek´es 134. Pechcanules: Forma despectiva, en Yucatán, en la que la "casta divina" se refiere a la gente corriente, forma de decir: indios. 135. Péek´es: Perros; Singular péek o pec. 136. Péepen: Mariposas, dícese de los hombres afeminados. 137. Pibil: Alimento envuelto en hojas de plátano y asado bajo tierra. 138. Pípila: Héroe insurgente mexicano que en la toma de la fortaleza de la Alhóndiga de Granaditas, se colocó una pesada losa de piedra en la espalda, para evitar las balas desde las almenas y poder quemar las puertas. 139. Pixán Halal: Pixán significa alma en lengua maya y Halal, junco o caña; Nombre que le daba Felipe Carrillo Puerto, a la periodista norteamericana Alma Reed, en sus intercambios epistolares. 140. Pneuma: Espíritu, soplo, hálito, viento, proviene del griego. 141. Pujuy: Ave nocturna "trota caminos". 142. Q:.Q:. H:.H: Queridos hermanos, singular Q:. H:. 143. Quetzalcóatl: Serpiente emplumada, quetzalli, plumaje; cóatl, serpiente; es uno de los dioses de la cultura mesoamericana, llegando a considerarse como el dios principal del panteón prehispánico. 144. Rapé: El rapé es un preparado de tabaco (Nicotiana tabacum) molido y aromatizado, para ser consumido por vía nasal. La palabra proviene del francés râpé, que significa rallado. Causaba adicción y alucinaciones. 145. Sáabin: Comadreja. 146. Sa’abukanes: Bolso maya tejido de fibra de agave. 147. Sacbé: Camino maya elevado y pavimentado. 148. Sakkaab, sahkabera, saccab: Tierra blanca y polvosa. 149. Samsârâ: Ciclo de nacimiento, vida, muerte y encarnación en las tradiciones filosóficas de la India. 150. Sátrapas: Nombre que se dio a los gobernadores de las provincias de los antiguos imperios Medo y Persa. El término ha pasado a utilizarse en sentido coloquial y peyorativo hacia una persona que gobierna despóticamente.

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151. Sefarad: Península Ibérica en hebreo. 152. Seol: Lugar donde moran los muertos, sepulcro. 153. Shanabkeueles: Alpargatas. 154. Sibac: Lugar de Yucatán, en cuya sabana fueron tomados prisioneros Jacinto Canek y los indios mayas rebeldes de Cisteil, precursores de la guerra de castas. 155. Sikiles: Pepitas de calabaza, dícese de los hombres afeminados; singular, sikil. 156. Sofía: Del griego, significa "sabiduría" o "que se posee sabiduría". 157. Soviets: Término que hacía referencia a las asambleas de obreros, soldados y campesinos que fueron fundamentales para el triunfo de la Revolución de Octubre de 1917, así como la base para la formación de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, primero, y de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en 1922. 158. Statu quo: Situación profundamente estancada, cuya enorme inercia hace muy difícil cambiarla. 159. Sui géneris: Aquello que es de un género o especie muy singular y excepcional. 160. T:.A:.F: Triple abrazo fraterno. 161. T´Ho': Ciudad maya, sobre cuyas ruinas se construyó Mérida, capital del estado de Yucatán, México. 162. T´ool: Iguana. 163. T´u´ul: Conejo. 164. Taat, tat: Señor (autoridad). 165. Taatich: Cacique, jefe. 166. Tahdziú: Lugar del pájaro tziu, municipio de Yucatán, el más pobre de Latinoamérica. 167. Tall: Taller. 168 Tatich, taatix: Cacique, jefe. 169. Tecoh: El lugar del puma, municipio de Yucatán. 170. Tekax: Allí donde está el bosque, municipio de Yucatán. 171. Tekit: Lugar del desparramamiento, municipio de Yucatán. 172. Telchac: Raíces largas y extendidas del mangle, municipio de Yucatán 173. Temax: Lugar de monos, municipio de Yucatán. 174. Tikal: En el pozo de agua, centro urbano de la civilización maya. Está situado en la región de Petén, en el territorio de Guatemala. 175. Tiphón: Divinidad primitiva griega, relacionada con los huracanes. 176. Tixcocob: Lugar de víboras ponzoñosas, municipio de Yucatán. 177. Ts'ak máak: Médico. 178. Tulkus: Término tibetano utilizado en el budismo, para referirse al maestro que ha logrado tener el control parcial o total en la muerte, sobre la forma de su reencarnación, y el conocimiento del lugar de su nuevo nacimiento. Además, un tulku es considerado como la emanación de la mente de un maestro con niveles importantes de realización. 179. Tunk’ul: Instrumento musical prehispánico,cilíndrico, de percusión, hecho a base de un tronco de madera resonante y a veces tallado con figuras zoomorfas. 180. Tupiles: Sus funciones eran semejantes a las de alguaciles o policías.

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181. Tzequel: Tipo de suelo muy pedregoso. 182. Tsíimin: Tapir. Bestia de carga en Yucatán, antes de la llegada de los españoles. 183. Uk': Piojo. 184. Uróboros: Comerse la cola en griego. Es un símbolo que muestra a un animal serpentiforme (dragón o serpiente), que engulle su propia cola y que conforma, con su cuerpo, una forma circular. El uróboros simboliza el ciclo eterno de las cosas, también el esfuerzo eterno, la lucha eterna o bien el esfuerzo inútil, ya que el ciclo vuelve a comenzar a pesar de las acciones para impedirlo. 185. Úukum soots': Murciélagos vampiros. 186. Uxmal: Significa lo que está por venir, lo futuro. Antigua ciudad maya,es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la8cultura maya, junto con los de Chichén Itzá y Tikal.Se ubica en la llamada zona Puuc y es la ciudad más representativa de este estilo arquitectónico. Se localiza a 62 km al sur de Mérida, capital del estado de Yucatán. 187. V:.H: Venerable hermano. 188. V:.M: Venerable maestro. 189. Wakax: Toro. 190. Wíinikes: Individuo común del pueblo, despectivo equivalente a indio. 191. Xbatab, batab: Máximo gobernante o jefe (cacique) de una localidad o municipio llamado batabil. 192. Xcambó: El lugar de la virgen o de la doncella, o de la luna menguante; yacimiento arqueológico que se encuentra, en el municipio de Dzemul en el estado de Yucatán. 193. Xcanloles: Flores, dícese de los hombres afeminados. Singular xcanlol. 194. Xcau: Quiscal mexicano, zanate o urraca (Quiscalus mexicanus), pájaro negro, parecido al cuervo. 195. Xgóber, xlagober: Palabra despectiva, con la que se denomina a los malos gobernantes en el área maya. 196. Xibalbá: Mundo subterráneo maya, regido por las divinidades de la enfermedad y la muerte,tradicionalmente se le ubicaba a la entrada de un pozo, cenote o caverna. 197. Xiues: Los que rebozan virtud, fueron un grupo maya que ocuparon una porción central de la península de Yucatán y que incluía los cacicazgos de Uxmal, Maní y Mayapán. 198. Xkuchi ik: Viento mortal o exterminador. 199. Xlakah: Pueblo viejo, cenote de la zona arqueológica de Dzibilchaltún, pequeña localidad situada 22 km al norte de la ciudad de Mérida. 200. Xtampú: Localidad costera situada en el Municipio de Dzemul, Yucatán. 201. Ya´axché: Árbol del ceibo. La ceiba representaba la comunicación entre el cielo y el inframundo la respetan como sinónimo de sabiduría y resistencia. Significaba además el sostén del universo 202. Ya´akunpixan halal: Te amo Alma Reed. 203. Yaaxich, Ya´axIch: Ojos claros, verdes o azules. 204. Yeshe: Lama Yeshe nació cerca de Lhasa (Tíbet) en 1935. Fue reconocido como la encarnación de una muy docta abadesa de Chime Lung que tenía la reputación de ser una gran yoghini.En 1984, a la edad de 49, Lama

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Yeshe muere, en Los Ángeles California.Su reencarnación fue reconocida en la persona de Osel Torres nacido el 12 de febrero de 1985 en Granada España. 205. Zamná: Dios maya de la sabiduría y del cielo.

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El penúltimo Canek de Jesús Suárez Esta Edición se imprimió en Mérida, Yucatán, en junio de 2015, bajo el cuidado de la Catarsis Literaria El Drenaje. El tiraje consiste en 100 ejemplares.

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