2013
Boletín 7
Escuela de acompañamiento - EDA Audiovisuales del Perú - ADEP
kuskalla
“Acompañar educando”
Kuskalla
ADEP
PRESENTACIÓN Acompañar en el ámbito de la escuela, como en otros espacios, requiere considerar ciertas particularidades que el mismo contexto presenta; tiempos, ritmos, objetivos, enfoques, condición de los y las acompañados, entre otros. Pero, también, requiere tomar en cuenta las características del propio acompañante; habilidades, destrezas, percepciones, metas, actitudes, sentimientos y emociones, etc. Uno acompaña a personas únicas, con necesidades y demandas concretas y específicas, es por ello que el acompañamiento, teniendo a la base valores, criterios y conceptos teóricos asumidos “socialmente”, nos reta a ser particulares con cada persona en su proceso de desarrollo y fortalecimiento. Compartimos con ustedes reflexiones y experiencias sobre el acompañamiento en la escuela, un espacio por donde casi todos hemos pasado, pero que, tal vez, al trabajo de las tutoras y tutores no hemos valorado como se merece. Desde la perspectiva que todos educamos y somos educados, es vital que interioricemos el ser acompañantes, y si estamos preparados, mucho mejor.
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Testimonios y Experiencias
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MÁS QUE TUTORA Mercy Armas Profesora Egresada de Escuela de Acompañamiento. Adep 2013 Como profesora he tenido la oportunidad de trabajar con niños del nivel inicial y primaria, jóvenes de secundaria y ahora con el nivel superior. En este camino he acompañado a muchos/as, lo cual, siento, me ha enriquecido como persona. El año 2010 asumí el reto de ser tutora de una promoción de secundaria (por primera vez en mi vida). El reto fue muy grande: por un lado los/las profesores/as “antiguos” utilizaban un lenguaje maltratador hacia la promoción, y sus críticas siempre eran destructivas. Por otro lado, estaban los y las adolescentes con sus crisis personales, grupales, más la carga educativa, familiar y LA PROMOCIÓN… y yo en medio de todo esto. Dios me dio la fortaleza y la motivación para afrontar esta situación, y decidí poner en práctica todo lo que había aprendido en mi comunidad; entonces, más que tutora, decidí… acompañarlos en este proceso. Ese año los chicos y las chicas participaron en todas las actividades y eventos del colegio, y lo hicieron BIEN. Organizamos la promoción, nos fuimos de viaje a Tarapoto (mi lugar de nacimiento), y también hubo fiesta de graduación, con todos los honores, y un gran baile. Lo mejor de todo… pasaron el año. Fue una experiencia muy especial para mí. Los padres y estudiantes quedaron muy contentos/as, me dieron muchas muestras de gratitud, todo bien. Sin embargo, terminé el año con una GRAN CRISIS VOCACIONAL. Ya no quería ser profesora.
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NOTAS DE CAMPO
Eduardo Salas A. Educador de Adep
1. Es el mes de Febrero y hay alboroto en el colegio, los profes y las profes están afanados y afanadas por tener los mejores horarios que les den algún respiro de tiempo en la semana. Palabras suaves, algo más cargaditas, sonrisas y rostros serios, poco a poco se van llenando los horarios con las horas a trabajar en cada una de las cerca de 40 semanas que les esperan con los y las estudiantes. La consigna es en primer lugar, llenar las horas con el curso que cada quién va a desempeñar, una vez lograda esa tarea entonces, ver que los huequitos coincidan para asumir las horas de tutoría. Si llenan los huequitos del horario personal de cada profe mejor, para no tener que venir otro día. Además, “para lo poco que pagan, y hay tanto trabajo, mejor tener horas libres”. “Yo trabajo con el grupo tal, es que los del 11 son tremendos, con ellos mejor que vaya otro”. Así poco a poco, al final, se van definiendo las horas de tutoría. Los y las docentes más nuevos no tienen mucho que decir, en muchos casos tendrán que asumir la tutoría de las aulas menos deseadas. En este punto, los y las estudiantes no tienen ni voz ni voto, solamente aceptar al profe o la profe que les tocó en suerte. No es que no tuvieran preferencias, que las tienen, sino que no hay mecanismos que permitan elegirse mutuamente para acompañarse durante esa parte del camino en el año lectivo.
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2. El colegio necesita presentar a la comunidad una imagen de éxito, que el colegio es bueno, que vale. Una medida del éxito del plantel es saber cuántos de los y las estudiantes egresadas ingresan a la universidad… a las nacionales o a las mejores. Los perfiles de un o una estudiante egresada del colegio tienen mucho que ver con los conocimientos que puede probar en un examen de ingreso a una universidad reconocida. Este perfil no escrito en los documentos oficiales va a manejar el desarrollo de las actividades y prioridades del plantel. Algunos colegios particulares tendrán ese signo como distintivo de su labor, “colegios preuniversitarios”. Algunos de estos colegios contratan a profes de universidades para que desarrollen cursos por horas, sobre todo en los cursos de ciencias: el profe (casi siempre varón) viene a su clase, llena de fórmulas y ejercicios la pizarra, cumple con impartir los objetivos curriculares del día y al final de sus 45 minutos se va a otro colegio a repetir el ritual. El tutor o la tutora de ese salón, cuando hace la consulta sobre cómo se ven así mismos en su desempeño escolar y académico, recibe como respuesta que necesitan horas adicionales para comprender los cursos difíciles y complicados y que si es posible usar la hora de tutoría para repasar lo que no comprendieron en las horas de clase con el profe de matemáticas, física, etc. El tutor o tutora no tiene más remedio que aceptar, y hasta se compromete a buscar apoyo a fin de aliviar la tensión de los y las estudiantes respecto del curso.
Como lo que el colegio y los padres y madres de familia buscan es que los y las estudiantes ingresen a los estudios superiores, las horas de tutoría se utilizarán para completar horas de estudio necesarias. De alguna manera, al tutor o tutora esto le alivia ya que es más fácil atender solicitudes de orden académico que otras (de crecimiento personal, vocacional, de relaciones, etc.) que implicarían el formular un plan de trabajo especial y una dedicación adicional a los cursos que le toca impartir.
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3. Es el último día de retiro. Son los últimos momentos de la promoción en su retiro vivido con mucha intensidad. Ellos y ellas han pedido, a quienes dirigen el retiro, que necesitan hablar entre sí, que les concedan ese tiempo para el grupo, pero que por favor también les acompañen, “… ah, también las tutoras, por favor”. El colegio está ubicado en una zona brava de Lima, los y las estudiantes no son dóciles para las tutoras, a pesar que el colegio es religioso, privado, de pago. Los y las estudiantes no son distintos a quienes van a los colegios nacionales del mismo barrio. Mucho temor tenían las tutoras de las promoción –eran dos, a falta de una- porque el grupo tenía mala fama: indisciplinados, habían parejitas que “sabe Dios lo que podrían hacer si se saltan de los cuartos”, estudiantes a quienes encontraron fumando, y no cigarrillos, precisamente. El fin de semana había comenzado un poco distinto, para iniciar el retiro los conductores pidieron al grupo que establecieran ellos y ellos las reglas que querían cumplir ese fin de semana, que fijasen los horarios de trabajo, de descanso, de alimento, etc. Esto descolocó al grupo ya que no tenían práctica de organizarse por ellos y ellas mismas, todo el tiempo debían acatar normas. Los conductores les habían dicho: “como están a punto de dejar el colegio, es bueno que en este fin de semana hagan un ejercicio de futuro y tengan sus vidas en sus manos y la organicen como ustedes quieran”. La exigencia de argumentar sus propuestas encendió un debate interesante sobre las propias visiones que cada quién tenía de sí mismo, de sus vidas, de lo que querían en ese fin de semana. La cereza del pastel fue que designaran a un responsable de la disciplina, y el grupo decidió por alguien especial. Las tutoras casi se mueren ya que el elegido era el más indisciplinado del salón, del colegio, de la historia. Y esa mañana final, antes de terminar el retiro, que contra todo pronóstico había sido de lo más normal, donde cada persona logró trabajar intensamente, cuestionando, cuestionándose, cuestionando a Dios, y donde el único momento que se quebrantó la norma fue luego de la oración sabatina, “es que teníamos que hablar, todos estábamos movidos,
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no podíamos quedarnos callados, así que dejé que hablaran nomás”, se justificó el responsable de la disciplina. Esa última mañana necesitaban cerrar o abrir más la rendija abierta en el fin de semana. Él mismo, el indisciplinado de toda la vida, de todo el colegio, de toda la historia, el mal ejemplo de todos los estudiantes, inició la conversa. Explicó la dureza de la vida que le había tocado vivir. En su vida se condensaban todas las penurias, todo lo mal que podemos ser los padres y las madres, todo lo mal que podemos ser los profes y las profes, todo lo mal que puede ser la sociedad. Pero en su corazón no había espacio para el odio ni el rencor, es más, volvería a casa a dar un beso a su madre, aunque fuera rechazado. Sus compañeros y compañeras escucharon conmovidos su testimonio, pocos lo sabían; las tutoras, nada. Desconocían totalmente los detalles de la vida de quién habían acompañado durante 11 años en el colegio. Ahora todo tenía sentido: sus respuestas violentas, su “malcriadez”, su indisciplina. Una pregunta autocrítica brotó de sus labios: “qué hemos hecho”. Y lo que no dijeron, pero todo el grupo pudo notar, es que también decían “… y ahora qué hacemos”. Lástima que al mes siguiente terminara el año y la vida escolar del grupo. 4. Acompañar procesos de crecimiento personal en el colegio tiene varias aristas que no son fáciles de elucidar. Demandas de padres y madres, demandas del Estado, demandas del colegio mismo, demandas de la sociedad; en muchos casos demandas divergentes, contrapuestas. ¿Cómo consensuar todos estos requerimientos? ¿Y cómo consensuarlos con los propios intereses que cada tutor o tutora tiene? Ellos y ellas están ahí, en sus carpetas, esperándonos, esperando nuestras indicaciones, esperando nuestras propuestas. ¿Cómo queremos que salgan al final del colegio? ¿Con más conocimientos, con más sabiduría, con mejores competencias, con sus habilidades y destrezas desarrolladas, con autonomía, con ejercicio de su libertad, con conciencia crítica?
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metodología
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Esto me recuerda OBJETIVO: Lograr que los y las participantes ejerciten su memoria haciendo asociaciones. NÚMERO DE PERSONAS: Personal o grupos de 20. TIEMPO: 5 a 10 minutos. MATERIAL: Puede darse el punto para asociar de manera oral o con un dibujo o lámina. DESARROLLO: Se señala una actividad, tema, estación, lugar, etc. Y a los y la/ participantes se les solicita que
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digan algo asociado a ello. Por ejemplo, el/la acompañante inicia diciendo: “Es verano, esto me recuerda...playa. Los y las participantes continúan, sucesivamente: sol,...helado,...arena,… OBSERVACIONES: - La dinámica puede predisponer a la/las persona/s acompañada/s a recordar y expresar sus vivencias. - Animar a las personas para que hagan las asociaciones en un tiempo corto. Si no se les viene algo pronto a la memoria, pueden decir “paso”, y continúa la siguiente persona.
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página ecológica
¿Cómo influye la vida del campo en mi vida en la ciudad? En el boletín anterior escuchamos los conceptos de ecología que dan los y las participantes del Programa Ciudadanía y Democracia –PCD1-, luego de una excursión a Matucana. Hoy día escucharemos de los y las participantes del Diplomado Lides2 (Líderes para el desarrollo social) su reflexión sobre la pregunta: ¿Cómo influye la vida del campo en mi vida en la ciudad? Nati Espinoza Cruz Esta excursión influye en mi vida por el medio ambiente, ya que en Lima no se siente esa paz y armonía que nos brinda esta naturaleza. Pude darme cuenta que el medio ambiente cuenta, que el medio ambiente es muy importante. Julio Yauri Me relaja, hace que aprecie más el ambiente, me hace sentir vivo. Duga Benites Salas Hace que respete y valore al lugar donde vivo. La manera de vivir de la población de aquí me impactó. Thalía Casas Barto Me ayudó a relajarme, desestrezarme de la vida cotidiana. Me recargué de energías positivas. Solmaria Betsy Martínez Cotrado Influyó de una manera importante, ya que me hizo conocer más del Perú, y puedo recomendar a más personas que vengan y que crezca el turismo. Es una buena influencia, ya que me hace tomar conciencia de lo bello que es este pueblito (Matucana), y me hace cuidar el medio ambiente.
Angelita Panta Montoya Estos lugares influyen en mí porque es gracias a esto que aún hay un aire limpio para respirar, y ofrece una variedad de flora. Luisa Espinoza Ramírez Nos ayuda a relajarnos, a poder conocer más la naturaleza y ser parte de ella, la tranquilidad que se puede vivir en el campo sin tanto ruido y contaminación. Participante Lides Lo que influye en mí es la forma de ver y contemplar la naturaleza. Me da vida, alegría, gozo, y me enseña a valorar todo lo que hay alrededor de mí y cuidar de ella; es oxígeno puro. Me pide cuidarlo, respetarlo y valorar todo lo que existe. Requiere sacrificarme para poder contemplar el agua de la catarata en la altura. Participante Lides La naturaleza influye, dándome beneficios físicos y emocionales. Reflexionemos, entonces, ¿cómo es nuestra relación con “el campo”, viviendo dentro de una mega-ciudad como lo es Lima-Callao? ¿Estamos conscientes de que nuestra vida en la ciudad solamente puede existir porque hay personas en el campo que labran la tierra y cultivan los alimentos que comemos? ¿Estamos conscientes que hay agua potable en nuestra cañería porque aún siguen habiendo manantiales limpios y cuidados? 1 Programa Ciudadanía y Democracia -PCD- es un espacio formativo para jóvenes, promovido por Adep. 2 Líderes para el Desarrollo Social-LIDES-, es un diplomado para jóvenes con más de 2 años de experiencia de liderazgo. Promovido por Adep.
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Canción
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Madre Tierra Eduardo Salas A. (2001) CD “A Dios Creador”
MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A DAR GRACIAS AL SEÑOR. Para comenzar el día nos llenamos de tu luz y al final de la jornada no nos dejas de alumbrar, no se apague, madre, el fuego que tenemos por amar, por cuidarte y respetarte por vivir y construir MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ALABAR A MI SEÑOR. Pachamama, madre buena, destruida, sin amor, con tu suelo maltratado, y ríos enturbiados ya, ya no hay bosques, hay ciudades con cemento y soledad, perdón madre, por mi olvido, Madre Tierra, he de volver. MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ENCONTRAR A NUESTRO DIOS. Nos ofreces, de tu vientre, los regalos de mi Dios, nuestras siembras y trabajos que tu cuidas con amor,
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hoy no llegan para todos y no alcanzan pa’ vivir, danos madre, incienso nuevo que haga santo el compartir. MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ALABAR A MI SEÑOR. Pachamama, madre, amiga, compañera en este andar, soy tu hijo un poblador, de la tierra labrador, sin trabajo y sin justicia, sin amparo y sin calor llega el tiempo, Pachamama, de anunciar la libertad. MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A ENCONTRAR A NUESTRO DIOS. Pachamama te queremos los que estamos junto a ti, te cantamos y bailamos bien unido el corazón, no me olvido de mi gente, no me olvido del país, llega el tiempo, Pachamama, de vivir en amistad. MADRE TIERRA, PACHAMAMA, TE VENIMOS A CANTAR, MADRE TIERRA, PACHAMAMA, A DAR GRACIAS AL SEÑOR.