Facultad de Ciencias Antropológicas U A D Y Revista de Inserción Laboral www.cs.uady.mx
Núm 2. Julio - Diciembre 2011 Publicación Semestral
Trabajando con la historia. Trabajo y egreso en la Licenciatura en Historia. Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, 1982-2010 Dr. Pedro Miranda Ojeda Mtra. Mtra. Guadalupe del C. Cámara Gutiérrez
Cómo han pasado los años… Seguimiento de egresados generación 2000, a diez años de egreso Antrop. Hiram Jesús Ventura Borges
La transformación del mercado laboral de la antropología en Yucatán. El caso de tres generaciones de antropólogos sociales egresados de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán Antrop. Charles Gaillard Rivero
Reflexiones respecto del fenómeno freelance L.C.S. Wendy Sabido Cauich
índice Editorial 1 Balance CS 2 Dra. Genny Negroe Sierra Trabajando con la historia 3 Trabajo y egreso en la Licenciatura en Historia. Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, 1982-2010 Dr. Pedro Miranda Ojeda Mtra. Guadalupe del C. Cámara Gutiérrez Egresados y su desempeño actual 14 Sección de Entrevistas por Lourdes Liset Matos Miranda
Universidad Autónoma de Yucatán Alfredo Dájer Abimerhi Rector Facultad de Ciencias Antropológicas Genny Negroe Sierra Directora Coordinación Editorial Adrián Verde Cañetas
Cómo han pasado los años… 18 Seguimiento de egresados generación 2000, a diez años de egreso Antrop. Hiram Jesús Ventura Borges La transformación del mercado laboral de la 26 antropología en Yucatán El caso de tres generaciones de antropólogos sociales egresados de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán Antrop. Charles Gaillard Rivero Reflexiones respecto del fenómeno freelance 43 L.C.S. Wendy Sabido Cauich Núm 2. Julio - Diciembre 2011
Alumnos y Egresados esperamos tus comentarios, sugerencias, dudas e inquietudes
revista.cs@uady.mx Revista de Inserción Laboral www.cs.uady.mx Esta revista se realizó con recursos del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional 2009 de la Facultad de Ciencias Antropológicas. Diseñar un programa de apoyo a la inserción laboral de los estudiantes para incrementar su presencia en los distintos ámbitos laborales de la región. 1000 ejemplares y versión online en www.antropologia.uady.mx
Revista de Inserción Laboral www.cs.uady.mx
Algunas ideas que evoca CS corresponden a: Campus Sociales, Ciencias Sociales, Cultura y Sociedad, Comunicación Social, Consultoría y Servicios, Conocimiento y Saber, Capacitación Sustentable, Creatividad Sistémica, Cómo Sobresalir, Caso y Solución, Conciencia Social, Cernido Sistemático, Contexto y Significado, entre otras tantas.
Editorial
Esta edición permite continuar la reflexión acerca del panorama laboral de los egresados, las fortalezas y oportunidades en materia de formación académica, y en conjunto explican el mercado y la oferta laboral peculiar de quienes estudian historia, antropología y comunicación social. Aún nos falta mucho camino por recorrer en materia de inserción laboral, poner en marcha acciones que permitan construir un puente de comunicación y vinculación efectiva entre universidad y el sector empleador. Definitivamente se requiere de un esfuerzo colectivo, estamos trabajando para acercar a los egresados de las diferentes licenciaturas de la Facultad de Ciencias Antropológicas, para documentar sus trayectorias, estrategias, habilidades, formación complementaria y su movilidad laboral. Les recuerdo que los primeros tres números de CS serán impresos, y a partir del cuarto número, la revista será únicamente electrónica, permitiendo llegar a más alumnos, egresados y al sector empleador, tanto a nivel regional como nacional. Antrop. Adrián Verde Cañetas Coordinación Editorial
La oportunidad se deja alcanzar sólo por quienes la persiguen. H. Jackson Brown
Balance ___ Dra. Geny Mercedes Negroe Sierra Facultad de Ciencias Antropológicas Directora
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enerar estrategias para promover la inserción laboral de los egresados y alumnos de la Facultad de Ciencias Antropológicas no tendría sentido sin el debido seguimiento y monitoreo; siempre con la finalidad de mejorar, incorporar ideas, sumar esfuerzos y especialmente asegurar que la información llegue a la población meta. De esta forma presentamos los indicadores respecto de la difusión del primer número de la revista CS.
Versión Impresa 1,000 ejemplares
Versión en línea desde www.antropologia.uady.mx
Ÿ Se distribuyó en las facultades que
Ÿ 1,054 accesos de usuario en línea,
conforman el Campus de Ciencias Sociales, Económico-Administrativas y Humanidades de la UADY a razón de 125 ejemplares por facultad. De esta manera logramos llegar a los alumnos de las facultades de Derecho, Economía, Contaduría, Psicología, Educación y por supuesto también Antropología. (750 ejemplares) Ÿ En el marco del 3er Foro: Nuevas Perspectivas Laborales en Ciencias Sociales (7 y 8 de junio de 2011) se repartieron 150 ejemplares. Ÿ En la XXII reunión de la Red Mexicana de Formación de Antropólogos RedMIFA (29 y 30 de septiembre) en la Universidad de Guanajuato, campus León se entregaron 50 ejemplares. Ÿ 25 ejemplares entre colaboradores e instituciones externas para fomentar la vinculación
equivalente a un tiraje adicional impreso; 19,610 lecturas de páginas individuales. De los 1,054 accesos fueron identificados: Ÿ 221 de www.antropologia.uady.mx Ÿ 159 de www.uady.mx Ÿ 34 de www.issuu.com Ÿ 23 de www.uaemex.mx/fantropologia Ÿ 17 de www.sel.educacion.uady.mx Ÿ 17 de www.economia.uady.mx Ÿ 583 de redes sociales: Linkedin y FaceBook, e invitaciones por correo electrónico. Ÿ Con la versión electrónica logramos de forma innovadora la internacionalización de la revista, registrando lecturas de Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, España, Singapur y Papúa Occidental. 14. Buen Gobierno Programa de Desarrollo Institucional 2010-2020
Responsabilidad Social Universitaria 2
Informar es nuestra responsabilidad
Trabajando con la historia Trabajo y egreso en la Licenciatura en Historia. Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, 1982-2010 Dr. Pedro Miranda Ojeda Mtra. Guadalupe Cámara Gutiérrez
Escuelas y Facultades: instituciones formadoras de historiadores en México La carrera de Historia en México es, actualmente, una de las más atractivas del área de las Humanidades. El auge de los estudios históricos se manifiesta en las 44 licenciaturas que ofrecen universidades, centros de investigación e institutos, distribuidas en el territorio nacional. La alta demanda de estudiantes en algunas regiones, sobre todo en el área metropolitana –donde se imparten ocho licenciaturas, tanto en instituciones públicas como privadas–, propicia la concentración de la oferta de programas educativos de Historia en determinadas zonas. Según la ubicación geográfica nacional de las instituciones que ofrecen programas educativos, en la región noroeste existe la Licenciatura en Historia en cinco universidades; en la región norte, en seis universidades; en la región noreste, en dos universidades y uno en educación normalista; y, en el occidente, en cuatro universidades. Sin embargo, la mayor concentración de programas educativos de Historia se localiza en el centro del país, pues ahí se ofrecen quince programas. Por el contrario, la región donde menos programas de imparten es en el golfo, en dos universidades; en el sur se ofrecen cuatro programas educativos y, por último en la península de Yucatán, tres programas.
Aunque en tales casos se advierte cierta correspondencia con una mayor densidad demográfica, la ubicación de las facultades no siempre coincide con la densidad sino que, a veces, tiene relación con la tradición educativa de los estados. Así, en la ciudad de México hay seis instituciones, mientras que en Pachuca, Querétaro y Zacatecas hay dos con la carrera de Historia. En Yucatán, la carrera se imparte en la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY y en la Universidad Mesoamericana de San Agustín, ambas en Mérida. En Chiapas, por su parte, existen la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas (UACH), el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) y la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), las dos primeras en San Cristóbal de las Casas y la tercera en Tuxtla Gutiérrez. En cambio, hay estados que sin contar con una tradición, en los últimos años han impulsado de manera importante la formación de historiadores como Tamaulipas, en la Escuela Normal Superior de Ciudad Madero y la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) que tiene su Licenciatura en Historia en la sede de Ciudad Victoria. En esta misma categoría está el estado de Chihuahua, en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) y la Facultad de Filosofía y Letras 3
de la Universidad Autónoma de Chihuahua. En términos generales puede decirse que, salvo Colima, Nayarit, Quintana Roo y Durango, la carrera de Historia está presente en todos los estados debido a la presencia de algún centro de enseñanza. A pesar de esta situación, en los tres primeros, además de tener algunas de las densidades demográficas nacionales más bajas, su demanda puede cubrirse sin ningún problema gracias a la amplia oferta educativa en Historia de los estados vecinos o cercanos. Los estudiantes de Quintana Roo, por ejemplo, suelen ingresar en la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) ver Tabla 1.
concluían con la titulación; esta situación, desde luego, obedecía a la inexistencia de un Sistema de Control Escolar Institucional, con los avances tecnológicos actuales. El “Reporte de Alumnos por Generación” sólo identifica 103 egresados en el periodo 1980-2001. El número de estudiantes ciertamente fue muy reducido, dado que salvo excepciones, la media generacional fue menor de cinco de estudiantes, con grupos a veces de dos o tres estudiantes. Desde la creación de la Licenciatura en Historia se observa un incremento de la población estudiantil. El nuevo plan de estudios, enmarcado en un nuevo modelo educativo instr umentado en la Universidad Autónoma de Yucatán, posibilitó que estudiantes inscritos en la Licenciatura en Ciencias Antropológicas desde 2002, pasaran por un reconocimiento interno por cambio de plan y se les homologaran las asignaturas aprobadas, para que continuaran sus estudios con el plan de la Licenciatura en Historia. A partir de entonces es posible conocer estadísticamente las tasas de deserción y de reprobación. La matrícula escolar se incrementó, alcanzando un promedio de veinte estudiantes por generación y en los dos últimos cursos escolares 2009-2010 y 2010-2011 se inscribieron cerca de treinta a la Licenciatura en Historia. Un aspecto fundamental que incide de manera determinante en las probabilidades de competir o de incorporarse al mercado laboral es la sólida formación académica. En este
Estudiantes, egresados y titulados La primera generación de historiadores de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la UADY, surgió de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la especialidad de Historia, en el año 1980. Estos antropólogos-historiadores tenían dos años de tronco común y dos años de especialidad en Historia. La última generación, en esta modalidad, egresó en el año 2006. El Plan de Estudios de la Licenciatura en Historia, fue aprobado en el año 2004. Las estadísticas sobre ingreso, trayectoria y egreso son inexactas debido a que el registro de ingreso se realizaba en un sólo programa educativo (Ciencias Antropológicas), que tenía cuatro salidas terminales. En este sentido, los registros de Control Escolar sólo muestran los datos de egreso, cuando los alumnos 4
Tabla 1. Licenciaturas en Historia en México. REGIÓN Noroeste
Norte
SEDE Tijuana Mexicali La Paz Hermosillo Culiacán Chihuahua Ciudad Juárez
Saltillo Zacatecas
DEPENDENCIA Facultad de Humanidades Departamento de Humanidades Departamento de Historia y Antropología Facultad de Historia Facultad de Filosofía y Letras Instituto de Ciencias Sociales y Administración, Departamento de Humanidades Facultad de Ciencias Políticas y Sociales Unidad Académica de Historia
Zacatecas
Noreste
San Luis Potosí Monterrey
Ciudad Madero Ciudad Victoria Occidente
Guadalajara Aguascalientes Morelia
Centro
Facultad de Filosofía y Letras
México, D.F. México, D.F.
Facultad de Filosofía y Letras División de Ciencias Sociales y Humanidades División de Humanidades y Comunicación, Departamento de Historia
México, D.F. México, D.F. Naucalpan de Juárez Naucalpan de Juárez Toluca Cuernavaca Querétaro Querétaro Pachuca Pachuca
Sur
Unidad Académica Multidisciplinaria de Ciencias, Educación y Humanidades Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades Centro de Ciencias Sociales y Humanidades Facultad de Historia
Guanajuato México, D.F.
México, D.F.
Golfo
Coordinación de Ciencias y Humanidades Licenciatura en Historia y Estudios de Humanidades. Facultad de Filosofía y Letras
Tlaxcala Xalapa Villahermosa Chilpancingo
Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Facultad de Estudios Superiores Acatlán Facultad de Humanidades Facultad de Humanidades Facultad de Filosofía Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades Facultad de Filosofía y Letras Unidad de Humanidades División Académica de Ciencias Sociales y Humanidades Unidad Académica de Filosofía y Letras
Tuxtla Gutiérrez San Cristóbal de las Casas
Facultad de Ciencias Sociales
San Cristóbal de las Casas Península de Yucatán
Mérida Mérida Campeche
Facultad de Ciencias Antropológicas Facultad de Humanidades
INSTITUCIÓN Universidad Autónoma de Baja California (UABC) Universidad de Educación Abierta y a Distancia Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) Universidad de Sonora (UNISON) Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ)
Universidad Autónoma de Coahuila (UADEC) Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) Centro Universitario de Negocios y Diplomacia de Zacatecas Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL)
Escuela Normal Superior de Ciudad Madero Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) Universidad de Guadalajara (UdeG) Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) Universidad de Guanajuato Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa Universidad Iberoamericana Ciudad de México Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora Instituto Cultural Helénico Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMEX) Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) Centro Universitario Andamaxei Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) Centro Universitario Iberomexicano Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) Universidad Veracruzana (UV) Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO) Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) Universidad Autónoma de Chiapas (UACH) Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (CESMECA) Universidad Autónoma de Yucatán Universidad Mesoamericana de San Agustín (UMSA) Universidad Autónoma de Campeche (UAC)
Fuente: Rivera Gómez, 2010; http://www.unioportunidades.com.mx; http://www.emagister.com.mx
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sentido, los planes de estudio desempeñan un papel muy importante y, por lo tanto, desde la creación de la Licenciatura se trabajó para que el perfil de ingreso definiera a un estudiante con ciertos conocimientos, habilidades y aptitudes que le permitan responder a las demandas de la carrera. En los cuatro años de formación, el mapa curricular corresponde, por supuesto, a un perfil de egreso que se construye en la formación, capacidades, habilidades y aptitudes adquiridas, que más tarde serán imprescindibles en el campo laboral. De ahí que sea necesaria una rigurosa selección, tanto en los criterios como en las evaluaciones; de otra manera se corre el riesgo de que haya deserciones desde los primeros semestres, altos índices de reprobación, retraso en el egreso o reducidas tasas de titulación. La aplicación y el compromiso de los estudiantes con la carrera es un asunto de primer orden porque, finalmente, un alto desempeño académico puede representar un futuro prometedor. Las instituciones dedicadas a la formación de historiadores han atravesado en los últimos años por un proceso de reestructuración en sus respectivos planes de estudios con el objetivo de mejorar la eficiencia terminal e incrementar las tasas de titulación. Sin embargo, la transformación también ocurrió debido a las fuertes limitaciones presupuestales que comenzaron a ejercerse contra las instituciones por las altas tasas de deserción, alto índice de reprobación, escasa eficiencia terminal y
baja tasa de titulación o titulación tardía. Por esta razón, cada licenciatura ha de tener la acreditación o certificación de calidad en el entendido de que se han instrumentado una serie de medidas conducentes a contar con condiciones que eliminen cualquier obstáculo del proceso de formación, haciéndolo eficiente y efectivo. En este sentido, la institución tiene la responsabilidad de brindarles las mejores condiciones en todo el proceso formativo. Así, por ejemplo, casi un 50% del presupuesto asignado en el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional (PIFI) ejercicio 2009, fue empleado para diversas actividades de los estudiantes, tales como apoyo al trabajo de campo o archivo, participación en eventos académicos y apoyo para realizar trabajo de investigación colegiada con los profesores adscritos a Cuerpos Académicos. Asimismo el apoyo para la i m p l e m e n t a c i ó n d e Ta l l e r e s y Laboratorios acordes con el perfil de los estudiantes, con la intención de que tuvieran mejores condiciones para desarrollar sus estudios. Por otra parte, se recibió apoyo para implementar talleres de apoyo a la titulación para estudiantes rezagados e iniciar un programa de apoyo a la inserción laboral. El proceso de planeación colegiada, ha permitido elaborar una autoevaluación y un plan de desarrollo que permite vislumbrar el panorama de nuestros alumnos y futuros egresados y la búsqueda de apoyos para alcanzar los indicadores de egreso, titulación e inserción laboral. 6
La titulación es una variable muy importante que mide el desempeño de una institución. En este contexto, en la Universidad Autónoma de Yucatán el Programa de Impulso y Orientación a la Investigación (PRIORI), convoca dos veces al año, a los estudiantes avanzados en su investigación, para que con el apoyo de una beca-tesis puedan concluir la tesis. Desde hace dos décadas también existen los Cursos de Apoyo a la Titulación para aquellos estudiantes con más de cinco años de su egreso y que, por diferentes razones no han podido titularse, tengan la oportunidad de presentar una tesis o una monografía; gracias a este último programa, en los últimos años, la tasa de titulación en Historia han crecido considerablemente. De manera que de los 141 egresados de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la especialidad de Historia, actualmente se cuentan 100 títulos. En el año 2005, por ejemplo, hubo 20 titulados (Reporte de Egresados y titulados por año, 2010; Reporte de Titulados, 2010). En la Licenciados en Historia, en cambio, de los 32 egresados sólo se registran catorce historiadores con título (Reporte de Titulados de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas, 2010; Reporte de Titulados de la Licenciatura en Historia, 2010; Reporte de Egresados, 2010).
Ante la grave situación presente en las últimas generaciones, tanto en el egreso, bajas reglamentarias o de facto y el número de titulados, los esfuerzos de la actual coordinación de la Licenciatura se están concentrando en solucionar el problema. Por lo pronto, la dirección de la dependencia ha trabajado en una administración que atienda las necesidades más urgentes de la Licenciatura. De ahí el interés en que la Licenciatura en Historia se acreditara, en 2010, en los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), alcanzando el Nivel I. En la licenciatura, por lo tanto, se reconoce la calidad de sus docentes y de la investigación, tiene equipo e infraestructura para atender las necesidades de los estudiantes, proporciona servicios, etc. Aun así, se está trabajando en las recomendaciones señaladas por el comité evaluador, sobre todo en aquellas que inciden en el incremento de la tasa de titulación, pues en la actualidad un egresado de Historia sólo puede titularse con tesis o monografía, según sea el promedio del estudiante. Aun cuando se establece como requisito, para la selección de la opción de tesis, un promedio mínimo de 85 puntos, lo ciento es que el alto nivel a limitado las titulaciones por medio de monografías o memorias, como son Tabla 2. Situación de la Licenciatura en Historia, según generaciones. denominadas (Plan de Estudios de Generación Inscritos Bajas Egresados En proceso de titulación Titulados 2002-2006 9 0 10 2 6 la Licenciatura en Historia, 2006). 2003-2007 8 2 6 0 6 2004-2008 18 9 9 5 1 La sugerencia de los CIEES es 2005-2009 16 5 5 0 1 2006-2010 20 1 2 0 0 ampliar las opciones de titulación, Fuente: Reporte de alumnos por generación, 2010. situación que tanto la 7
administración como el colegio de profesores de historia ha discutido y analizado para instrumentar nuevas modalidades de titulación, según convenga a la licenciatura y estén reconocidas como las opciones en la Universidad Autónoma de Yucatán.
involucrados con la Historia. Los datos nacionales (2010) muestran que de las 16,800 personas económicamente activas que estudiaron Historia, sólo el 76.21%, se ocupan en esta área.1 El 50.57% corresponde a mujeres y el 5.50% son jóvenes entre 20-24 años. Ciertamente, para competir en el mercado laboral de los historiadores es fundamental no sólo ser Licenciado en Historia sino estudiar un posgrado. Desde las últimas décadas es una verdad conocida que los licenciados no pueden competir en el mercado laboral debido a su escasa experiencia en la investigación, toda vez que el historiador mexicano goza de un reconocimiento nacional e internacional porque a menudo tiene una producción científica que se exhibe en todo el mundo a través de publicaciones de libros o en revistas internacionales. La participación en diferentes foros de discusión, simposios, coloquios y, principalmente, congresos de primer nivel son escaparates donde con frecuencia se encuentran presentes los h i s t o r i a d o r e s m e x i c a n o s . Un a comunidad importante de historiadores también pertenece a las numerosas asociaciones de Historia de mayor reconocimiento mundial. A nivel nacional existen 62 Cuerpos Académicos relacionados a la disciplina histórica, de los cuales 39 cuentan con el grado de En Consolidación o Consolidados de Programa de Mejoramiento del Profesorado (PROMEP) (Cuerpos Académicos Reconocidos, 2010). En el Sistema Nacional de Investigadores (SNI)
Competitividad en el mercado laboral En la etapa formativa no todos los estudiantes tienen un desempeño destacado. Esto no quiere decir que se titulan aquellos con los mejores promedios sino que puede haber ciertas condiciones determinantes. El compromiso asumido en esta etapa, desafortunadamente, puede diluirse porque muchas familias consideran que concluir los estudios significa el término de la responsabilidad económica. Ante esta situación, algunos egresados que se encuentran en una fase decisiva de la elaboración de la tesis, al carecer de este apoyo, tienen la necesidad de conseguir un trabajo inmediato y, casi por regla general, el interés por terminar la tesis pierde sentido, sobre todo cuando tienen se trabaja en áreas no relacionadas con la Historia. En otros casos, la dificultad por conseguir un empleo vinculado a la Historia, obliga a los egresados a procurar solucionar su problema económico contratándose en un empleo que cumple con sus expectativas gracias a una remuneración satisfactoria, de tal manera que la tesis pasa a segundo plano, sin medir las consecuencias futuras de esta decisión; así, al no titularse muchos han perdido la posibilidad de continuar 1
Portal del empleo, www.empleo.gob.mx
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el número de historiadores con reconocimiento de Investigador Nacional I, II o III ocupa un lugar destacado en el área IV (Estadísticas básicas. SNI Evaluación, 2009). Ante este difícil panorama, los Licenciados en Historia con intenciones de continuar en el medio suelen inclinarse por estudiar un posgrado. En la Facultad de Ciencias Antropológicas, el 42.56% de los 112 licenciados a realizado estudios de posgrado, aunque es un porcentaje muy alto no debe perderse de vista que suman el total de 27 generaciones, en algunas de las cuales ninguno tiene posgrados. Esto también quiere decir que el promedio de titulados por generación es bajo. Sin embargo, la tendencia de los egresados que se han titulado en un rango de dos a tres años es continuar con un posgrado.
Esto no significa que una titulación rápida incida en la decisión de estudiar un posgrado. La mayoría de los 38 licenciados realizaron sus estudios de posgrado en instituciones como El Colegio de México, El Colegio de Michoacán, El Colegio de San Luis, Instituto de Investigaciones “José María Luis Mora”, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Universidad Nacional Autónoma de México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca y Universidad Autónoma de Yucatán. Como puede observarse, el promedio de estudiantes de posgrado por generación es muy bajo, principalmente porque la obtención de un posgrado no significa la continuidad en el ambiente
Tabla 3. Estudios de posgrado, según generaciones. Generación
1979-1983 1980-1984 1981-1985 1982-1986 1883-1987 1984-1988 1985-1989 1986-1990 1987-1991 1988-1992 1989-1993 1990-1994 1991-1995 1992-1996 1993-1997 1994-1998 1995-1999 1996-2000 1997-2001 1998-2002 1999-2003 2000-2004 2001-2005 2002-2006 2003-2007 2004-2008 2005-2009
Estudios de maestría
Maestría
Estudios de doctorado
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Docto rado
Maestría y estudios de doctorado
Maestría y doctorado
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1 1 1
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Fuente: Entrevistas personales.
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académico, aunque hay mayores posibilidades de competir en concursos por plazas docentes o investigadores en las universidades o centros de investigadores que establecen como requisito mínimo contar con una maestría. La etapa de publicaciones, asistencia a congresos iniciada en la época del posgrado se fortalece en esta etapa, que también suele servir para adquirir experiencia docente.
De la misma manera, cuando el investigador también es asesor de la tesis del ayudante, éste tiene la extraordinaria oportunidad de acceder a una selecta biblioteca y a numerosos documentos de archivo muy difíciles de conseguir. En la misma categoría de los ayudantes están los becarios, que además de contar con estas ventajas, también recibir una beca económica debido a que son necesarios para aquellos investigadores con un proyecto respaldado económico por una institución que demanda la inclusión de estudiantes en fase de elaboración de una tesis vinculada al proyecto. Los estudiantes o egresados, sin embargo, sólo pueden ser potenciales ayudantes cuando destacan por una inteligencia, capacidad, disposición, etc. y, por lo general, son pocos en cada generación. Esto no significa que un estudiante o egresado destacado necesariamente se convierta en ayudante de investigación.
Ayudantes de investigación Una manera común de permanecer en el medio académico es cuando el estudiante, egresado o titulado se incorpora como ayudante o asistente de investigación. Esta función sin embargo suele verse más como un remedio que como una solución laboral porque, a menudo, el salario es bastante reducido, lejos de ser proporcional a la cantidad de trabajo, tiempo de dedicación y, a veces, incluso de soportar el enojo del investigador por algún problema. Aun así, es un puesto codiciado porque se aprende de la experiencia del historiador y, según sea su desempeño, aspirar a una promoción profesional. En el caso de la Universidad Autónoma de Yucatán, los ayudantes generalmente han trabajado con los historiadores de la Unidad de Ciencias Sociales del Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi” y con los de la misma Facultad de Ciencias Antropológicas. Así, las recomendaciones de los investigadores han significado en algunos casos pasaportes automáticos a un posgrado y, en ocasiones, incluso el apoyo para contratarse en la institución.
Archivistas Los archivos constituyen una opción laboral muy presente en el campo de la Historia. Desafortunadamente, los reducidos presupuestos del gobierno del estado y el escaso interés de las autoridades para aumentar la planta de archivistas, ha limitado la incorporación de los licenciados en Historia. Aun cuando el Archivo General del Estado de Yucatán (AGEY) ha contratado en periodos intermitentes un número significativo de estudiantes, egresados o titulados, en la actualidad solo hay un 10
Profesión docente La etapa formativa de licenciatura suele considerarse el inicio de la vida profesional de muchos estudiantes. La inclinación por las escuelas secundarias o preparatorias privadas se debe a que, por lo general, éstas no tienen reglas estrictas en la contratación del personal académico, brindándoles la oportunidad de adquirir experiencia en un campo que para unos sirve para cubrir algunos gastos y para otros significa costear la carrera. Ciertamente, estudiar en una Facultad de Ciencias Antropológicas también brinda la ventaja para por impartir asignaturas de antropología, sociología, historia, problemas socioeconómicos de México, etc. Aun cuando el campo laboral para los egresados es amplio, las mayores oportunidades son para los licenciados porque pueden impartir clases en educación superior en las escuelas particulares o públicas, la Universidad de Oriente (UNO) de la ciudad de Valladolid, o los colegios de bachilleres, donde hay alrededor de dos decenas de egresados de la licenciatura. Solo hay dos licenciados de Historia incluidos como docentes en las escuelas preparatorias de la Universidad Autónoma de Yucatán. Sin embargo, la mayoría de los profesores de Historia de la Facultad de Ciencias Antropológicas estudiaron ahí mismo su licenciatura y su maestría. Así, la carrera docente que en principio representó una alternativa de empleo, a menudo, se convierte en la realidad laboral porque al término de la
titulado de la licenciatura con plaza definitiva. No obstante, existe una relación muy cercana gracias a los acuerdos de Servicio Social, firmados con la Universidad Autónoma de Yucatán, que ha permitido la incorporación de estudiantes de Historia y algunos, en periodos extraordinarios, han continuado laborando en algunos proyectos de clasificación. En esta institución el subdirector y los dos últimos jefes del archivo histórico son titulados de la licenciatura. También dependiente del gobierno del estado, el Centro de Apoyo a la Investigación Histórica de Yucatán (CAIHY), segundo centro archivístico de Yucatán, también recibe estudiantes de Servicio Social. Ahí, las limitaciones presupuestales son mayores y su planta no ha aumentado en muchos años. Salvo dos archivistas titulados de la licenciatura, esporádicamente, por medio de algunos proyectos concretos, se han contratado a licenciados en Historia. Los dos últimos responsables del Centro han sido licenciados en Historia. El Archivo Histórico de Mérida (AHM), administrado por el ayuntamiento meridano, fue durante un breve tiempo dirigido por un titulado de la Licenciatura en Historia. Algunos colaboradores de su administración fueron estudiantes y egresados de la licenciatura, aun cuando no había contratos. En la actualidad ningún trabajador tiene relación con la licenciatura.
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carrera, el egresado o titulado advierte que existen escasas oportunidades de empleo, tiene presiones familiares por trabajar de inmediato, necesita sostener una familia, tiene desinterés en continuar en la academia o desea de trabajar, etc., orillándolo a la elección de un área en el que ha tenido experiencia y que, a menudo, con los años de trabajo en una institución ha logrado incrementar sus horas. En este sentido, la profesión docente puede nacer por las circunstancias de vida. Tampoco hay que olvidar que existen aquellos que se iniciaron y aún continuaron en la docencia por vocación y estudiaron para dedicarse a la enseñanza. La satisfacción laboral no siempre puede medirse por los salarios recibidos; sin embargo, en Yucatán, la profesión docente es, sin duda alguna, el mercado laboral más importante de los egresados y licenciados en Historia, inclusive de aquellos con posgrados, puesto pese a que la hora salario puede ser reducida, la cantidad de asignaturas impartidas compensa el precio y, hoy día, puede decirse que los salarios permiten disfrutar de una vida con cierta comodidad.
en general, a los servicios. Su relación con la Historia ha desaparecido por completo y, por este motivo, es difícil que se titulen, aun aquellos que estaban en el proceso. En este mismo renglón están las mujeres que se casaron y se dedicaron a la administración del hogar y atención de los hijos. Aun cuando se ha procurado, mediante los programas de titulación, lograr que terminen la tesis, en muchos casos no han tenido la disposición ni el compromiso y, después de algún tiempo, han abandonado el trabajo de tesis (monografía) iniciado. Consideraciones finales La masificación que han experimentado algunas carreras en Yucatán no se ha manifestado en la Historia a pesar de convertirse en una licenciatura, favoreciendo una mejor atención en la formación. Sin lugar a dudas, esto ha contribuido conservar en el alto grado de calidad de los historiadores yucatecos y que se manifiesta en las instituciones donde ingresan a un posgrado. Desafortunadamente son limitados los estudiantes que están en estas condiciones y tampoco que sea una situación deseable. La calidad de un programa se define por sus estándares de evaluación de contenido del programa, del prestigio de sus profesores –medido a través de su productividad, pertenencia a PROMEP y SNI, etc.– y de las tasas egreso y titulación de sus estudiantes. Aun cuando los índices son pobres al respecto, la tarea consiste en establecer mecanismos que permitan incrementarlos. Aun así, el
Las profesiones sin relación con la Historia Los egresados y/ o titulados no siempre prefieren dedicarse a áreas afines de la historia. Las limitaciones de trabajos son una causa que incide en la búsqueda de nuevos horizontes. Así, hay un número significativo de aquellos dedicados al comercio, la administración de oficinas y, 12
amplio mercado laboral de los egresados de Historia ha permitido que, aún sin la titulación, puedan involucrarse con áreas relacionadas con la Historia. Bibliografía Cuerpos Académicos Reconocidos por PROMEP (2010). México, PROMEP. Universia www.universiaempleo.com OCC Mundial www.occ.com.mx ZonaJobs www.zonajobs.com.mx Encuentra tu Job www.encuentratujob.com.mx Empleo.GOB www.empleo.gob.mx Ojo-Bolsa de Trabajo www.ojo.com.mx Bumerán www.bumeran.com.mx Bolsa Trabajo http://bol.hrdpt.com Bolsa de trabajo www.bolsadetrabajo.com.mx Match www.match.templeo.com Bolsa-Trabajo www.bolsa-trabajo.com Empleo MX www.empleomx.com Reforma – Bolsa de Trabajo http://comercial.reforma.com/libre/comercial/bol sadetrabajo Monster www.monster.com.mx Manpower www.manpower.com.mx Laborum www.laborum.com Servicio Nacional de Empleo de Yucatán www.yucatan.gob.mx/servicios/trabajo/lista_vaca ntes.jsp Bolsa Mundial de Trabajo www.bolsamundialdetrabajo.com Trabajando.com www.trabajando.com Learn4good www.learn4good.com/jobs
Estadísticas básicas. SNI Evaluación (2009). México, CONACYT. Rivera Gómez, Elva (2010). Directorio de Licenciaturas en Historia de las Universidades Públicas de México. Puebla, inédito. Plan de Estudios de la Licenciatura en Historia (2006). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Reporte de alumnos por generación (2010). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Reporte de Egresados (2010). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Reporte de Egresados y Titulados por año (2010). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Reporte de Titulados de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas (2010). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Reporte de Titulados de la Licenciatura en Historia (2010). Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, Facultad de Ciencias Antropológicas. Internet http://www.emagister.com.mx (consultada el 10 de octubre de 2010). http://www.empleo.gob.mx (consultada el 9 de octubre de 2010). h t t p : / / w w w. u n i o p o r t u n i d a d e s . c o m . m x (consultada el 13 de octubre de 2010).
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Egresados y su desempeño actual Sección de entrevistas 1
Por: Lourdes Lisete Matos Miranda
Nombre: Gabriel Ortíz Alatriste Edad: 26 años Licenciatura: Licenciatura en Comunicación Social Generación: 2001-2005 Año de titulación: 2009 Tema de tesis: Jóvenes y televisión: los estereotipos como refuerzo de prácticas de discriminación.
¿En dónde trabaja y cuál es su función? Actualmente trabajo en la Facultad de Ciencias Antropológicas, para la UADY. Mi principal función es la atención a usuarios: estudiantes y personal académico, cualquiera que requiera algo de las áreas del taller de producción, del set de televisión y del taller de posproducción. Aparte de eso apoyo en las producciones como UADY TV, la televisión de la universidad, prácticamente ahorita son dos programas, reflejo universitario que es una revista y Tópicos de los Centenarios que es una serie de 53 programas.
audiovisuales, cubría los eventos y también en lo relacionado con publicidad para el centro cultural. Después estuve trabajando dos años para el Gobierno del Estado en el INDEMAYA, allí estuve en la coordinación de comunicación social primero como auxiliar de medios y prensa, y después como auxiliar de relaciones públicas, estuve dos años y durante esa época lo más destacado fue la participación en la campaña Weyanone que se llevó acabo a nivel estatal y bueno ahí me desarrollé tanto en la práctica como en la logística, también desarrollé mucho la creatividad porque aporté algunas de las ideas para las campañas. Y después entré a una agencia de publicidad que se llama AR3, allí estuve como coordinador de comunicación y producción. Y luego entré aquí a la Universidad. Estuve en Dante y en el
Antes del presente empleo, puedes mencionar ¿cuántos y cuáles fueron los anteriores? Empecé trabajando en el centro cultural dante cuando aún estaba estudiando, como encargado de las producciones 14
INDEMAYA durante mis estudios, mi titulo vino hasta después, cuando estuve en AR3 y ahora en la UADY.
aunque no participé directamente al menos en las primeras etapas, posteriormente si fue importante que tuviéramos esa sensibilidad cultural, misma que las materias que llevamos en la escuela me proporcionaron.
¿Qué tanto le sirvieron los estudios de licenciatura para obtener el primer empleo? Para mi primer empleo me sirvieron bastante porque precisamente empecé a trabajar casi al inicio de la carrera mientras cursaba los talleres de producción, en este caso todo lo que es la cuestión técnica, el manejo de cámaras, de producción en campo eso era lo que estábamos viendo en la escuela y de eso busqué trabajo en el centro cultural Dante, entonces ahí me fue muy bien porque conocía el manejo de las cámaras y grabación y cubrir eventos, todas esas cosas que requerían en ese lugar y posteriormente cuando salí de ahí y entré al INDEMAYA pues me sirvieron también, aunque en cuestiones de instituciones de gobierno el trabajo es más administrativas; los espacios para poder aplicar los conocimientos teóricos en cuanto a investigación, cuando estaba en el INDEMAYA que era para el Gobierno del Estado yo estaba en el proceso de hacer mi investigación de campo y todo eso, también me sirvieron porque pues al menos en el INDEMAYA salíamos mucho a la comunidad a trabajar con la gente y tuve la oportunidad de desarrollar dos que tres proyectos, la misma campaña de Weyanone pues no fue algo de vamos hacer eso y lo hacemos, no, llevó su tiempo de preparación que
¿Cómo te ayudó la formación recibida en la Facultad de Ciencias Antropológicas para desarrollarte profesionalmente? Me ha ayudado aunque definitivamente una cosa es lo práctico y otra cosa es lo teórico. Cuando sales a trabajar te encuentras ante muchas otras cosas que pudieras llegar a pensar que no sabes nada o que no te sirve lo aprendido. Pero también depende un poco de saber aplicar el conocimiento. No vas a salir de la escuela y vas a recitar tus discursos de las lecturas para que se abran las puertas; tienes que utilizar lo que te están enseñando y aplicarlo de acuerdo a los requerimientos, y creo que así es en todos lados, salvo a lo mejor algunos conocimientos que son muy técnicos. No vas a usar la lectura tal cual, tienes que encontrar la forma de aplicar el conocimiento. En el INDEMAYA estuve trabajando mas cuestiones asociadas al desarrollo social, pues ahí había ese pequeño reto, lo que aprendí de qué manera puedo aplicarlo, posteriormente ya las cuestiones mas técnicas pues eso si es directo lo que sabes, y lo que no encontrar formas de hacerlo.
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Califica en términos de porcentaje, le relación que consideras existente entre tu formación académica y el trabajo que desempeñas en estos momentos. En estos momentos es total, al 100%, porque estoy trabajando en la escuela donde aprendí.; pero si puedo hablar de lo que fue anterior pues creo que depende un poco de lo que le guste hacer a cada quien. En lo personal me gusta todo, me gusta le investigación, la cuestión de los medios de la publicidad, por un tiempo me estuve enfocando mucho a la publicidad porque me gusta mucho el diseño y todo ese tipo de cosas que no está muy relacionado, o sea en cuanto lo que es producción de medios visuales como televisión yo creo que estamos bastante bien, pero en lo que es otro tipo de cosas por ejemplo medios de comunicación como el web, el internet, todo ese lenguaje creo que todavía falta, no que salgamos de la escuela siendo programadores web pero sí con alguna idea que nos permita llevar a cabo proyectos en la práctica como tal, contar con las herramientas para poder competir por un trabajo en ese sentido, o mas que nada el saber como aplicar las características o las cualidades de cierto medio, que puede ser el internet o los medios gráficos, el diseño gráfico, carteles, panfletos, revistas, todo lo que es impreso creo que si hace falta un poco en ese sentidom y en cuestión de la investigación pues ahí va dependiendo de como orientas tus propios intereses.
Con la visión objetiva y crítica que da la transición de ser estudiante a trabajador profesional, ¿cuáles consideras que son los aspectos en donde la Facultad debe poner mayor énfasis para formar a los estudiantes y facilitar el camino de la inserción laboral? Bueno de entrada creo que el servicio profesional y las prácticas profesionales son muy importantes. Al menos en mi experiencia te sirve para que te conozcan en la institución, o sea es un poco de suerte también, porque hay instituciones en las que te metes y por más ganas que le eches no te pelan, pero hay otras donde sí, eso también se debe considerar por parte de la universidad, es necesario hacer una investigación mucho más profunda respecto a qué se le está ofreciendo al alumno para dar mejores frutos. A lo mejor viene una ONG con algún muy buen proyecto, pero si el alumno va estar ahí, va a aprender pero no hay posibilidades de continuar pues estas cortando un poquito ese posible crecimiento posterior. De mi generación al menos de 4 a 6 compañeros hasta la fecha están trabajando y si no se quedaron inmediatamente los llamaron después de un tiempo de hacer el servicio social. Depende mucho de las ganas y del desempeño, pero es un escaparate donde podemos mostrar nuestras cualidades como estudiantes, como profesionales y como personas. Y otra sería tal vez la actualización constante de los programas de estudio que eso tiene que ver un 16
poquito con la demanda que hay fuera de las paredes de la universidad sobre la carrera, o sea están saliendo muchos comunicólogos sociales pero para qué se les quiere, hasta dónde van a poder llegar, cuál es el futuro de la gente que está saliendo. Hasta hace unos años cuando la carrera se abrió, por ejemplo, TV Azteca estaba empezando en Mérida, los canales 6 y Comunique no existían. Canal 13 estaba muy monopolizado con pocas oportunidades para ingresar, aparte de que sabemos que muchas veces es por palancas o por conocidos, entonces donde acaban esos chavos que están saliendo de comunicación, pues haciéndole a otras muchas cosas. De ahí la importancia de tener un amplio espectro de las capacidades formadas en las aulas. En mi caso también estuve trabajando mucho diseño gráfico, no lo aprendí aquí e n l a Fa c u l t a d , l o a p re n d í experimentando por mi parte en otras cosas. Es necesario hacer una evaluación sobre cuál es el área que demanda a los comunicólogos, porque la otra cosa era crear un campo pero es muy difícil sobre todo en cosas que no son medios, desarrollo, investigación incluso organizacional. En las empresas no se conoce como tal la comunicación corporativa o comunicación organizacional, eso no se aplica, entonces por mas ganas que tu tengas de entrar a una empresa y hacer una investigación sobre el clima laboral o para ver como está su comunicación direccional; o sea, llegas
con tu rollo bien padre que aprendiste en las clases, pero a la empresa no le interesa porque no apuestan por estrategias que a largo o mediano plazo los lleven hacer mucho mas productivos, aquí muchos están peleando por salvar su empresa. Las oficinas de comunicación social, de relaciones públicas no funcionan como tal, funcionan más que nada como oficinas de ventas. La creación de espacios es una idea demasiado optimista y poco realista, porque sales con muy poca experiencia en cuanto a organizacional y e m p re s a s , n e c e s i t a s p r i m e ro l a experiencia. Por mas que leas, por mas bueno que seas con tus lecturas, no la vas a obtener con la teoría, eso es un proceso que se va dando poco a poco pero si no hay esa apertura de entrada para que se haga te ponen en una situación bien difícil, no digo que sea imposible, ojala haya casos en donde se de pero así de entrada que digas de los licenciados en comunicación social que están saliendo el 15, 30, 40% están ya insertos en empresas haciendo investigación sobre comunicación corporativa, organizacional creo que no hay ni uno, al menos yo no conozco. Entonces eso es un campo que ni se está creando, ni se está aprovechando ni siquiera tiene demanda, y luego cuando tu llegas a una empresa hay alguien que es el director de comunicación que no tiene ni idea, pero es parte de lo que en mi experiencia yo me he encontrado afuera.
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Cómo han pasado los años… Seguimiento de egresados generación 2000, a diez años de egreso Antrop. Hiram Jesús Ventura Borges
Sin lugar a dudas, uno de los aspectos más importantes del mundo contemporáneo corresponde al devenir histórico de la ciencia. Ésta (la ciencia) implica un conjunto organizado de conocimientos, la generación de los mismos, los métodos para obtenerlos y la aplicación de ellos. La ciencia está fundamentada en paradigmas (a la manera en como lo ve Kuhn, 1982) y existe una relación dialéctica entre lo que conforma el paradigma y la ciencia misma. Es decir, entre el objeto de estudio, el método, la teoría, la epistemología, la práctica, los practicantes y el mismo mercado de p ro d u c c i ó n y re p ro d u c c i ó n d e conocimientos. Estos últimos, los practicantes, y la formación de los mismos, es parte importante para el desarrollo de la ciencia en la cual pretenden desarrollarse, y tal vez uno de los aspectos más trascendentes para garantizar la continuidad y con ello el cúmulo creciente del conocimiento. Esta formación de investigadores está planteada en la educación superior a partir de una base formal conformada por los planes o programas de estudio y otros aspectos informales como pueden ser cuestiones de actitudes, valores, o bien cualquier conjunto de aprendizajes no
previsto, que conforman el llamado currículo oculto. Por otro lado, el mercado de p ro d u c c i ó n y re p ro d u c c i ó n d e conocimientos, es decir, el ámbito laboral en donde se desempeñan los egresados, también es una parte fundamental para poder entender el devenir de cualquier disciplina científica, ya que es el mercado de trabajo en donde se puede ver reflejada esa formación recibida a través del currículo y las competencias que ésta pretendió fomentar en los alumnos. A su vez, también puede ofrecer una visión de la demanda de la sociedad y de las formas de cómo el científico social se inserta en ella. La Universidad Autónoma de Yucatán es una de las instituciones más importantes del sureste mexicano que prepara a científicos sociales, específicamente del área de las Ciencias Antropológicas. La Facultad de Ciencias Antropológicas (fundada en la década de los 70) se ha consolidado como la formadora de antropólogos de la región, ya que a través de sus egresados se ha dotado a la sociedad con profesionales del área que se han insertado en el mundo laboral de manera sólida, ya sea ejerciendo su profesión en el área de la
Ponencia presentada en el I Congreso Nacional de Antropología Social y Etnología, realizado en la ciudad de México del 22 al 24 de septiembre de 2010
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Género En julio del año 2000, egresaron 20 estudiantes de la especialidad de Antropología Social, todos ellos iniciaron sus estudios universitarios en el año 1996, cumpliendo cabalmente los tiempos del cursado de la licenciatura. De estos 20 estudiantes, 4 fueron hombres y 14 fueron mujeres., es decir, se notó una predominancia del sexo femenino con un 70% de la población total.
investigación o bien en otros espacios que se han ganado como nichos nuevos de inserción laboral. El objetivo de esta ponencia es conocer algunos de estos casos, específicamente a los egresados de una generación de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la especialidad de Antropología Social, que el pasado mes de julio cumplió diez años de haber egresado y que según los parámetros de la ANUIES (ANUIES, 1999) ya debieron de haberse consolidado en el mercado laboral. Se pretende conocer en donde se encuentran desempeñando sus prácticas laborales en caso de que así sea y cuáles son los conocimientos y competencias que han puesto en práctica y cuáles son los que desde su punto de vista deberían de incluirse en la formación de los nuevos profesionistas de antropología. Contextualizando, la Licenciatura en Ciencias Antropológicas de la Facultad del ramo de la Universidad Autónoma de Yucatán, en la década pasada, se estudiaba en cuatro años cursados, de los cuales los dos primeros eran de tronco común (ya que en ese entonces además de la especialidad de Antropología Social, también se ofrecían las especialidades de Arqueología, Historia y Lingüística y Literatura) y los dos últimos eran la especialidad que elegía el alumno o alumna. Las opciones de titulación eran la tesis o monografía para obtener el grado de licenciado.
Titulados De estos 20 egresados, 12 están titulados, lo que representa el 60 % del total, y de ellos 6 son hombres y 6 son mujeres. La mitad se ha titulado por tesis y la otra mitad por monografía. Estos datos fueron tomados de los archivos de control escolar de la Facultad.
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Los que mencionan que no se han titulado dicen que ha sido por falta de tiempo y porque enseguida que dejaron de estudiar, se incorporaron al mercado laboral el cual no les permite dedicarse a la finalización de la tesis o monografía, ya que además esta no significa un requisito para su trabajo. Ahora bien, para realizar esta ponencia se localizaron a 14 personas (70%) del total de los 20 egresados, a los cuales se les realizó entrevistas con el fin de captar la información que aquí se plasma.
Cabe mencionar que en años anteriores el grupo de disciplinas conformadas por la Antropología, Arqueología y Etnología, estaban claramente descritas y contempladas en las estadísticas que aportaba la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en su página de internet con datos claros y específicos como número de egresados, edades, género, personas inscritas en las carreras, tasas de egresos, ocupación, etc. (Cámara y Ventura, 2009 pag. 1-2) y que en las actualizaciones de dicha página durante este año 2010, no aparecen dentro de las estadísticas y sólo son mencionadas como parte de las Humanidades en uno de los links del portal antes mencionado. Por lo tanto no tenemos cifras ni datos nacionales con los cuales confrontar los datos recabados en las entrevistas realizadas a los egresados de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas en la especialidad de Antropología Social del año 2000, que aquí nos ocupa. Sin embargo tomaremos algunos datos a nivel federal que nos ayuden a comprender el contexto en el cual se encuentran estos profesionistas y en su caso comparar cifras que ayuden a este ejercicio.
Datos Nacionales y Locales Según datos de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social colgados en su página de internet, en su portal de Observatorio Laboral, menciona a la Antropología dentro de las Humanidades y las agrupa con la Arqueología y la Etnología describiendo a este grupo de disciplinas como aquellas que investigan los acontecimientos sociales, culturales y políticos de los grupos humanos y descubren, interpretan y conservan lo que es y ha hecho el hombre. Específicamente son aquellas que realizan investigaciones históricas del hombre desde el punto de vista de sus orígenes, estructura y desarrollo cultural. Desarrollan análisis, investigación y restauración de sitios arqueológicos. Colaboran con otras ciencias para la elaboración de programas de salud, alimentación, educación, etc. 1 para los grupos étnicos. 20
Ocupación de egresados La ocupación de los 14 egresados entrevistados son las siguientes: Empleados
postgrados dentro de territorio nacional y sólo uno de ellos lo estudió en Yucatán, en todos los casos fueron becados por CONACYT.
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Estudiantes de postgrado 4 Ama de casa
1
Sin datos
6
Total
20
Ingresos Acerca del ingreso de los empleados, tenemos cifras a nivel nacional que nos dicen que el ingreso promedio mensual de los profesionistas en el año 2008 fue de $10,408.00 aunque en el primer trimestre de 2010 este ingreso bajó a $9,986.00 y en el caso de las Humanidades esta tiene uno de los ingresos más bajos que oscila en los $8,032.00 mensuales. Cabe mencionar que la carrera mejor pagada es la de Ciencias Ambientales y su ingreso mensual promedio es de $16,841.00. En el caso que nos ocupa, obtuvimos que el ingreso mínimo mensual fue de $4,500.00 y el ingreso máximo fue de $21,700.00, siendo entonces que el promedio es de $13,300, muy superior incluso que el ingreso promedio nacional. Cabe mencionar que el ingreso mensual promedio máximo reportado en esta
En el caso de los empleados tenemos que 5 de ellos trabajan en empresas privadas y 4 de ellos en el ámbito del gobierno (municipal, estatal o federal). Los empleos en el sector particular están en las áreas de bienes raíces, librería, educación preparatoria y despacho contable. Los empleos en el sector gubernamental se encuentran en las áreas de Archivo del Estado, Hacienda del Estado y Secretaría de Educación Estatal y Federal. Este dato comparado con un estudio de seguimiento de egresados del 2000 al 2005 realizado por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) donde se reporta que el 65% trabaja actualmente, es acorde, ya que los egresados del año 2000 de Antropología Social que laboran, equivale al 60% de la población entrevistada. En el caso de los estudiantes de postgrado tenemos que de los 4 que así contestaron, dos de ellos están cursando o acaban de finalizar la maestría y los otros dos están cursando o acaban de finalizar el doctorado. Todos ellos estudiaron sus 21
ponencia fue de una mujer que labora en una institución educativa particular, y el ingreso mensual promedio menor también fue de una mujer que labora en una librería. Sin embargo, se encontró que la media es de unos $9,000.00, muy similar al dato nacional.
Los cuatro entrevistados restantes reconocen que si bien no aplican ningún conocimiento teórico, sí desempeñan funciones y técnicas aprendidas durante la licenciatura como la entrevista, el rapport, y la visión antropológica para reconocer ciertos aspectos del medio social donde se desempeñan como integrantes del mundo laboral. Estos datos donde se menciona que su ocupación tiene una alta relación con sus estudios es superior al 60% que dice que su trabajo tiene una alta relación con su formación profesional, que arroja el estudio de seguimiento de egresado realizado por la UADY para la cohorte 2000-2005. Uno de los aspectos interesantes a resaltar de la información obtenida de estas entrevistas es sobre la participación de la mujer en el campo laboral. Según arrojan los datos del estudio sobre Mercado Laboral de Profesionistas en México. Diagnóstico y Prospectiva al Año 2010, realizado por la Consultoría Internacional Especializada S.A. de C.V. para la ANUIES; se señala que ha habido una evolución en la mayor participación de las mujeres para el periodo de 1990 al 2000, alcanzando esta el 51.03%. Dicho dato es acorde a lo presentado en esta ponencia ya que observamos que la participación de la mujer en lo laboral ha sido del 56% contra el 44% de los hombres, es decir, efectivamente la mujer tiene mayor participación en el mercado laboral (aunque este dato pueda resultar
Ocupación y Género De las personas ocupadas laboralmente se tiene el dato de que 5 son mujeres y 4 son hombres; y en el caso de las personas que se catalogan como estudiantes de postgrado 2 son hombres y 2 son mujeres.
Ocupación y Profesión Se obtuvo que de los 9 egresados que laboran, todos dicen realizar algunas competencias aprendidas durante su profesionalización, aunque estas no estén directamente relacionadas a sus tareas laborales. Sin embargo, cinco de ellos mencionaron que sus estudios tienen mucha afinidad con los estudios cursados ya que realizan tareas donde es necesario el conocimiento de alguna de las materias llevadas durante sus años de estudios de licenciatura y que le han ayudado a desempeñarse como profesionistas.
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demasiado obvio dado que de los egresados de esta generación el 70% son mujeres).
de comunicación, programas y software para trabajar aspectos estadísticos en el área social y el conocimiento a cabalidad de por lo menos un segundo idioma, predominando el inglés como segunda lengua.
Ocupación y nuevos conocimientos La última temática presentada en esta ponencia tiene que ver con los conocimientos aplicados en la actividad profesional de los egresados y las propuestas para incluir nuevos conocimientos al plan de estudios, según su experiencia laboral. Ellos mencionan que una de la principales herramientas de la antropología es el trabajo de campo y las técnicas que en este se emplean, ya que ayuda entre otras cosas a realizar el rapport con los sujetos de estudio que a su vez ponen en práctica en los diferentes trabajos que desempeñan en el área social y educativa, debido al trato que tienen que ofrecer como servidores públicos o como docentes con sus alumnos. Comentan también una mayor aplicación de la antropología y reducir la investigación pura académica, acentuando una investigación más aplicada y de gestión y administración de proyectos a corto plazo. Esto debido a que entre las tareas que realizan son la planeación y muchas veces esta tiene que ver con proyectos sociales que implican también una gestión de recursos y su administración, así como el manejo de personal. Una última sugerencia al respecto es la utilización de los medios tecnológicos y
Conclusiones Con todos los datos aquí mencionados, ya sea nacionales o locales, con la propuesta del seguimiento de egresados de la ANUIES y un análisis somero de la situación, podemos aventurar a decir que los egresados del año 2000 de la Licenciatura en Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, se encuentran en condiciones de considerar su profesión como el medio para lograr una calidad de vida en el ámbito profesional y económico. Que algunas cifras están por encima de la media nacional o bien similares, encontrando con ello una situación sostenida y semejante a nivel país de los profesionales del área de Humanidades y en específico de Antropología. Se corrobora que los conocimientos y competencias son acordes al mercado laboral actual y que si bien hay nuevos nichos laborales distintos al clásico de la Academia, estos se verían reforzados con conocimientos del área administrativa, de gestión y de organización. Por último, considero de suma importancia continuar realizando este tipo de investigaciones ya que nos encontramos en un mundo que cambia 23
disciplina y con ello poder empezar a vislumbrar los nuevos caminos que quedan por andar y las maneras de cómo los podemos caminar.
muy rápidamente y lo que hoy es novedad mañana puede resultar obsoleto. Evaluar bien los cambios en los currículos de estudios y ofrecer educación extraescolar que apoye la formación de los estudiantes de licenciatura. Asimismo los mismos cambios sociales y tecnológicos, así como los cambios de temáticas de investigación y perfiles de formación han ido modificando la inserción laboral de los antropólogos sociales. Por lo tanto conocer datos de estos estudios de egresados nos puede dar cuenta del camino que ha seguido nuestra
Bibliografía Cámara, Guadalupe e Hiram Ventura (2009), Panorama general de los egresados y el mercado laboral de la antropología en México y Yucatán. Ponencia presentada en la Reunión del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales 2009. Kuhn, Thomas (1982), La estructura de las revoluciones científicas. FCE, México.
Generación 1993-1997 - Primer semestre.
www.cs.uady.mx
Luis Carrillo (†), Patricio Martín, María Luisa Parra Arceo, Adrián Verde Cañetas, Ana María Padilla Dorantes, Erika Herrera, Guillermo ¿?, Argel King, Miriam Álvarez, Suemy Pérez Cortés y Gabriel Huchim. Foto tomada por: Armando Inurreta Díaz Generación 1993-1997 Licenciado en Ciencias Antropológicas con especialidad en Arqueología
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PROCADIST: Programa de Capacitación a Distancia para Trabajadores
Conoce el Programa de Inserción Laboral de la Facultad de Ciencias Antropológicas disponible en línea en: www.antropologia.uady.mx
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Secretaría del Trabajo y Previsión Social www.stps.gob.mx
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La transformación del mercado laboral de la antropología en Yucatán El caso de tres generaciones de antropólogos sociales egresados de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán Antrop. Charles Gaillard Rivero
Introducción En este trabajo mi objetivo es exponer las transformaciones que han surgido en el mercado laboral de la antropología mexicana, específicamente el de la antropología social del estado de Yucatán. Para lograrlo, abordaré la temática a partir de un repaso histórico por el desarrollo de la disciplina en el país, en el cual haré énfasis en dos aspectos fundamentales. Por una parte, mostraré cuáles han sido las más importantes instituciones formadoras de antropólogos en México y en qué ha consistido la formación que han impartido; y por otra, mostraré cuáles han sido las más trascendentales instituciones empleadoras de antropólogos y las actividades que en estas han desempeñado. Este repaso por la historia de la antropología mexicana da inicio a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando en el Museo Nacional y en la Escuela de Arqueología y Etnología Americanas surgieron los primeros esfuerzos por formar nuevas generaciones de antropólogos en México. Igualmente, recorreré otras etapas importantes tanto para la formación como para la consolidación del quehacer antropológico en el país, como lo son la
etapa de la Revolución, el cardenismo y finalmente, la que se ha llamado la quiebra política de la antropología mexicana y su academización. Posterior a este recordatorio histórico general, delimitaré mi análisis al caso específico de tres generaciones de antropólogos sociales egresados de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (FCA/UADY). Las cuales nos ayudará a comprender la transformación del mercado laboral de la antropología social en Yucatán. Las generaciones analizadas son las siguientes: 1980, 1991-19921993 y 2000-2001.1 De esta manera, el presente trabajo estará dividido en dos apartados centrales. En el primero, abordaré la temática desde una perspectiva histórica, en el cual trataré los tópicos anteriormente señalados; es decir, la articulación entre la formación de antropólogos y el quehacer de la antropología mexicana. En el segundo, presentaré en qué ha consistido la transformación del mercado laboral de la antropología social en Yucatán, desde la década del ochenta hasta la actualidad.
Ponencia presentada en el I Congreso Nacional de Antropología Social y Etnología, realizado en la ciudad de México del 22 al 24 de septiembre de 2010 1 Cabe señalar que debido al bajo número de egresados que hubo en las generaciones de los noventas y de principios de esta década con relación a la de 1980, he tomado como una misma generación a las de 1991-1992-1993 y 2000-2001.
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país y consignaron en cartas, reportes y dibujos sus observaciones, se formaron colecciones de antigüedades y objetos exóticos, campañas militares, proyectos de colonización e intentos de formalizar una administración gubernamental ordenada. Lo que generó datos etnográficos de todo tipo (Krotz, 1990). De esa manera, según señala Barrera (1988), en Yucatán “se generó una corriente continua de investigadores, principalmente foráneos, dedicados al estudio de los diferentes aspectos culturales como así también a su historia regional contemplada desde distintas perspectivas” (Barrera, 1988 pág. 357). Un ejemplo de ello son los dibujos y relatos heredados por Catherwood y Stephens de sus viajes a la zona maya en México y Centroamérica, que incluso siguen sirviendo en la actualidad como modelos para la reconstrucción de los objetos arqueológicos en el presente. Por otro lado, el debate entre hispanistas e indigenistas surgido con la guerra de Independencia, también generó datos y aportes de tipo etnológico e h i s t ó r i c o. E s t o s c o n o c i m i e n t o s adquirieron especial importancia con la fundación del Museo Nacional en 1825; donde se acumularon materiales arqueológicos, etnográficos y lingüísticos de todo tipo, se reunían eruditos en la materia y se editaban las primeras publicaciones periódicas especializadas (Krotz, 1990). Además, el Museo fue el primer espacio donde se reunió la primera
La relación entre la formación y el campo laboral de la antropología en México. Una perspectiva histórica Las primeras prácticas antropológicas en México dan inicio en tiempos de la Conquista, cuando los misioneros y militares españoles siguieron la encomienda de evangelizar a los pobladores americanos de la región (Krotz, 1990; Portal y Ramírez, 1995; Medina, 1996). En Yucatán, como resultado de la evangelización, los conquistadores españoles se dieron a la tarea de exterminar todos los rasgos culturales de los mayas yucatecos. De esta manera, en aquella época se quemaron y destruyeron gran cantidad de imágenes, escritos y todo tipo de representaciones de 2 la religión y las creencias nativas . Durante este proceso se llevaron a cabo diversas prácticas antropológicas y surgieron relatos y reportes de administradores y religiosos que en la actualidad han servido, junto a las excavaciones arqueológicas, para reconstruir la historia prehispánica del área y de su desarrollo durante la época colonial. Uno de los documentos de este tipo, referido al caso yucateco, es el escrito de Fray Diego de Landa titulado Relación de las cosas de Yucatán, el cual da cuenta de las prácticas, costumbres y tradiciones de los pobladores colonizados. Estos documentos se enriquecieron cuando, después de la Independencia a principios del siglo XIX, viajeros extranjeros y nacionales recorrieron el
2 No obstante, muchos documentos y representaciones de la religión y la cultura maya prehispánica lograron persistir; como los códices de Dresde, de Maní y de París, que se encuentran resguardados en diversos museos del mundo.
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comunidad antropológica de México y se formó una especie de gremio en el que la investigación se practicó y se enseñó artesanalmente (Medina, 1996). Asimismo, desde su fundación hasta su clausura en épocas de la Revolución3, el Museo Nacional, localizado en la capital del país, se erigió como la institución antropológica más importante en México, tanto por las labores de docencia que llevó a cabo, como por haber sido un espacio en el que las nuevas generaciones de antropólogos podían desempeñarse profesionalmente en actividades de etnografía, rescate, clasificación y difusión de las culturas indígenas del país. En aquellos años, en Yucatán no se contaba con ninguna institución local que se dedicara a la investigación y formación de investigadores en el campo de la antropología y la historia. Este tipo de instituciones empezaron a surgir a finales del siglo XIX en los espacios museísticos, los cuales tenían una finalidad educativa en los aspectos histórico y ecológico, así como la tarea de adquirir objetos de la antigüedad importantes para la historia local. De esta forma, el primer museo surgido en el estado fue el Museo Yucateco. Fundado en 1871 por iniciativa de Crescencio Carrillo y Ancona, el Museo fue concebido en relación al hombre, en sus manifestaciones arqueológicas, históricas y bibliográficas, y vinculado a su ambiente natural (Barrera, 1988).
A principios del siglo XX, en el año de 1910, surge en el espacio del Museo Nacional la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas -copatrocinada principalmente por los gobierno de Alemania y Estados Unidos-. Esta institución es considerada como una de las más importantes en el desarrollo de la antropología en México, porque es en ella donde la antropología practicada en el país empezó a mostrar los primeros indicios de ser una disciplina científica moderna (Medina, 1996). La Escuela contó con un programa dirigido a formar investigadores y a abrir nuevos caminos para los estudios sobre las culturas indias presentes y pasadas. En esta institución se pretendió formar a los estudiantes a través de diversas investigaciones en las que se integraban distintas disciplinas antropológicas y se hacía trabajo de campo. Finalmente, a pesar de todos los esfuerzos que se hicieron para darle continuidad a sus labores de docencia e investigación, la Escuela fue clausurada formalmente en 1914. (Medina, 1996; Rivermar, 1987). Después de clausuradas las actividades del Museo Nacional y de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, la actividad antropológica en México entró en una profunda recesión. Fue hasta el año de 1917, con la apertura de la Dirección de Estudios Arqueológicos y Etnográficos de la Secretaría de Agricultura y Fomento,
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El Museo Nacional, en 1909, se dividió en dos instituciones independientes: el Museo Nacional de Historia Natural y el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología. Este último fue en donde se concentraron las actividades y prácticas antropológicas. Años después de su clausura en 1915, el Museo reanudó sus actividades, y finalmente, en 1964, se transformó en el Museo de Antropología; vigente hasta la actualidad (Suárez, 1987; Rivermar, 1987).
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convertida en 1920 en la Dirección de Antropología4, cuando la actividad antropológica retomó su curso (Noyola, 1987). El surgimiento de la Dirección de Antropología fue resultado de la iniciativa de Manuel Gamio por organizar un centro de investigaciones con alcance nacional vinculado con las tareas gubernamentales dirigidas a la población india. Además, esta iniciativa también implicó la formación de antropólogos, la cual se impartió en centros de investigación social y en organismos gubernamentales; estableciendo un vínculo y un compromiso entre la formación profesional, los planes de estudio y la necesidad de un buen gobierno (Medina, 1996). Mientras tanto, en Yucatán, la tendencia que seguía la antropología continuaba en una tradición vinculada al espacio de los museos. En este sentido, en 1925, se creó el Museo Arqueológico de Yucatán, que reemplazó al Museo Yucateco. En cuyo espacio funcionó el Instituto de Etnografía, Historia y Bibliografía de Yucatán, que fue el primer instituto con carácter antropológico regional (Barrera, 1988). El Instituto, que primero fue una dependencia de la Universidad de Yucatán y posteriormente del Ejecutivo estatal, fue la primera institución del estado en la que se llevaron a cabo los primeros intentos de docencia, investigación, difusión y divulgación
antropológica; gracias a la iniciativa de Alfredo Barrera Vázquez, principal promotor de las ciencias sociales y de la antropología en Yucatán (Barrera, 1988). Paralelamente al funcionamiento del Instituto de Etnografía, Historia y Bibliografía de Yucatán, en el centro del país seguía construyéndose una antropología hegemónica que tendió a vincular la labor docente y la formación de antropólogos con las acciones gubernamentales. De esta manera, desde los años del cardenismo (1936-1944) hasta finales de los sesenta, se crearon una serie de instituciones que marcaron el desarrollo de una antropología mexicana vinculada con las acciones indigenistas gubernamentales. La creación, en 1936, del Departamento de Asuntos Indígenas (DAI), marcó el inicio de la institucionalización de la antropología mexicana y consolidó una tradición antropológica que ligó la formación de profesionales con las necesidades del Estado. El Departamento surgió en un periodo en el que el discurso indigenista en la política gubernamental jugaba un papel central, y desempeñó la función de organismo de consulta y asesoría, dirigido fundamentalmente a la acción, al acopio de información y al desarrollo de investigaciones que obedecieron a las necesidades de la política indigenista (Medina, 1996; España, 1987). Además, el DAI se constituyó como el primer gran espacio laboral para los
4 La creación de la Dirección de Antropología marcó el origen de la antropología mexicana, es decir, de una “antropología de factura local en todas las partes de su proceso de producción, editada en español y elaborada en las instituciones creadas por el Estado mexicano. [Que cuenta con] una infraestructura científica, un cuerpo de investigadores nacionales y una temática propia” (Noyola, 1987 pág. 135).
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realizaban de manera dispersa por diversas instituciones, como la exploración arqueológica, la vigilancia y el mantenimiento de los bienes históricos monumentales, así como la investigación científica de la arqueología, la historia de México, la antropología y la etnografía del país, y su publicación y difusión (España, 1987; Portal y Ramírez, 1995). De esa manera, el INAH se convirtió en uno de los más importantes espacios laborales para los antropólogos formados tanto en el Museo Nacional como en el Departamento de Antropología. Además, después de su creación, en 1942, el DA pasa a formar parte de su estructura, y se convierte en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). La formación de antropólogos en la ENAH, aunque al principio se limitó a f o r m a r i n ve s t i g a d o re s c o n u n a orientación culturalista que participaran en proyectos realizados por distintos i n v e s t i g a d o re s d e i n s t i t u c i o n e s nor teamericanas en el país en colaboración con el INAH, así como del Instituto Indigenista Interamericano (III); después del surgimiento del Instituto Nacional Indigenista (INI), en 1948, continuó con la tendencia marcada por el Departamento de Antropología, de formar a los profesionales que el Estado requería para dirigir y apoyar los programas regionales, para lo cual cambió su orientación culturalista por una enfocada al cambio social de Redfield y desarrollada por la Escuela de Chicago (Medina, 1996; Téllez, 1987).
antropólogos formados en el Museo Nacional, en donde colaboraron en proyectos de asistencia médica, prevención e higiene y en la organización de cooperativas, con miras al desarrollo económico del país. Sin embargo, la labor de los investigadores del Museo no fue suficiente para cumplir con estas tareas, que requerían de una acción rápida y con escases de recursos. Entonces, como señala Medina (1996), “la creación de una Escuela de antropología parece ser así una necesidad sentida por varios de los investigadores formados en el Museo Nacional y comprometidos con la política cardenista” (Medina, 1996 pág. 41). Como respuesta a esta necesidad surge, en 1938, el Departamento de Antropología (DA) de la Escuela de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional. De esta manera, el DA funcionó como un centro en el que se formaron a los especialistas que requería el Departamento de Asuntos Indígenas, así como un espacio laboral para los antropólogos formados en el Museo Nacional y de los que llegaron de otros países, donde se dedicaron a la labor docente. Otra institución que surge a partir de las acciones y necesidades del DAI, es el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), fundado en 1939, con Alfonso Caso como primer director. El INAH nació como un organismo cuya misión fue recuperar y conservar todo el acervo que diera cuenta de lo nacional. De esta manera, concentró labores que se 30
Como resultado del acuerdo entre la ENAH y el INI, en 1954 se crearon las subespecialidades de antropología social dentro de la carrera de etnología, “en la cual estudiarían becarios del INI para integrarse posteriormente a la acción indigenista y constituir sus cuadros dirigentes” (Medina, 1996 pág. 46;) y la de etnohistoria dentro de la especialidad de etnología (Villalobos y Coronado, 1988; Téllez, 1987; Medina, 1996). Como explica Medina (1996), la creación de la carrera en antropología social para formar a especialistas en el indigenismo tuvo algunas implicaciones curriculares, como el pasar de una concepción centrada en la formación de técnicos en relación con el patrimonio histórico y en investigadores de campo a “una más académica, con un fuerte énfasis historicista, en la que tienen mucho que ver el trabajo y las enseñanzas de Paul Kirchhoff, quien sentaría las bases de una tradición caracterizada por su rigor y por una amplia concepción teórica” (Medina, 1996, pág. 46). Durante esos años, los cambios sociales y económicos vividos en el país influyeron en las preferencias temáticas y líneas de investigación seguidas por los estudiantes de la ENAH. De esta manera surgieron nuevos temas de estudio antropológicos, como los obreros, los campesinos, los problemas urbanos y las condiciones educativas, entre otros. Con esto se rompería con una tradición de preocupaciones de más de setenta años (Téllez, 1987; Villalobos y Coronado, 1988).
Otras transformaciones que surgieron en la ENAH a partir de mediados de la década del cincuenta se derivaron de las inconformidades de los estudiantes con respecto a cuestiones académicas. Como resultado de sus huelgas y exigencias, la Escuela tuvo que replantear su estructura escolar y planes de estudio en repetidas ocasiones (Villalobos y Coronado, 1988; Téllez, 1987; Medina, 1996). Como consecuencia de lo anterior, empezaron a surgir una serie de corrientes críticas entre los estudiantes de la ENAH que se extendieron desde la década del cincuenta hasta la del sesenta. La primera corriente fue encabezada por los maestros de primaria que eran estudiantes en la ENAH, consecuencia de las luchas políticas de ferrocarrileros y maestros entre los años 1956-1958 por la democratización de los grandes sindicatos y por la impugnación al autoritarismo del gobierno de Adolfo Ruiz Cortines (Medina, 1996). Una segunda corriente crítica surgió en la década de los sesentas, reflejada en las diferentes discusiones sobre los planes de estudio. Como consecuencia, se logró cambiar de forma parcial tales planes, pero no se pudo transformar la orientación de los años cuarenta y cincuenta que le daba la planta docente constituida por los investigadores del INAH y del Museo Nacional (Medina, 1996). Los resultados conseguidos a raíz de las exigencias y demandas de las corrientes críticas surgidas en la ENAH fueron fundamentales para la quiebra política y 31
la academización de la antropología mexicana de las décadas posteriores. La quiebra política de la antropología mexicana es el resultado de las luchas emprendidas por las corrientes críticas de antropólogos, principalmente de profesores y estudiantes de la ENAH, desde la década del cincuenta; pero que lograron generalizarse y consolidarse hasta finales de los sesenta. Estas corrientes se introdujeron en el medio antropológico del país a partir de una reflexión crítica hacia la antropología oficial indigenista fundada por Gamio, asimilada y reinterpretada por el Estado mexicano desde el periodo revolucionario, para proporcionar una plataforma conceptual a su política oficial. Específicamente, el blanco de las críticas lo constituyó el INI, como órgano mediador entre el Estado, los indígenas y los antropólogos (Méndez, 1987). La corriente crítica más importante surgió de un grupo de profesores de la ENAH, llamados “los siete magníficos”, que fueron encabezados por Guillermo Bonfil. Este grupo, cuyo líder fue expulsado en 1969 de la Escuela debido a su participación tanto en disputas al interior de la institución como en el movimiento estudiantil de 1968, expresó su inconformidad con la práctica antropológica indigenista al servicio del Estado en la obra colectiva De eso que llaman antropología mexicana, publicada en 1970 (Méndez, 1987; Medina, 1996; Portal y Ramírez, 1995). En esta, los
autores criticaron, desde diferentes perspectivas, el paradigma indigenista adoptado por la antropología mexicana desde décadas atrás y su estrecha relación con el Estado (Warman et al, 1970). Las críticas hacia el paradigma indigenista de la antropología mexicana “se presentaron con variados matices entre dos extremos posibles: a) las sustentadas en análisis marxistas; y b) las configuradas sobre principios teóricos esencialmente heterodoxos” (Méndez, 1987 pág. 342). Estas críticas se inspiraron en el resurgimiento de las ideas y principios marxistas en gran parte del mundo occidental en la segunda mitad del siglo XX (Méndez, 1987). Estas ideas, provenientes básicamente de la ola de intelectuales españoles refugiados en México tras la Guerra Civil Española, de la influencias de la Revolución Cubana y del movimiento estudiantil francés de 1968, así como de la corriente nacionalista y de las teorías independentistas de las ciencias sociales latinoamericanas; impactaron fuertemente en los antropólogos críticos 5 del país , especialmente en la ENAH. Donde a raíz de su llegada, se derivó un debate sobre las condiciones administrativas y académicas de la Escuela, en el que participaron profesores y estudiantes (Méndez, 1987). Como consecuencia de estas tendencias críticas y democratizantes, que se vivieron tanto al interior de la ENAH como en general entre un sector importante de antropólogos ligados a
5 Algunos antropólogos críticos, cuyas obras destacan por su crítica a la antropología dominante son: Guillermo Bonfil, Rodolfo Stavenhagen, Arturo Warman, Roger Bartra y Pablo González Casanova, entre otros (Méndez, 1987).
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otras instituciones antropológicas, la importancia y el apoyo que la antropología recibía por parte del Estado, así como el interés de los antropólogos en l o s p roye c t o s e s t a t a l e s , s e f u e desvaneciendo. A este complejo proceso experimentado por la antropología practicada en el país se le ha llamado la quiebra política de la antropología mexicana. Como consecuencia de la quiebra política, en esos años también dio inicio el proceso de academización de la antropología mexicana. Dicho proceso, posible gracias al apoyo que la educación superior y la investigación recibió por parte del Estado, según Sariego (2007), ha estado “marcado por lo que podríamos llamar un cierto encierro de la antropología nacional en los ámbitos de las instituciones de docencia e investigación básica” (Sariego, 2007 pág. 111). Como par te del proceso de academización de la antropología mexicana, en las tres últimas décadas del siglo pasado ocurrió un complejo proceso que tuvo varias directrices. Por un lado, la disciplina se fragmentó en múltiples especializaciones; y por otro, la gama de los escenarios etnográficos donde los antropólogos trataron de hacerse un espacio, se diversificó. De tal manera, el
campo clásico del quehacer antropológico en México, el de la etnografía y la gestión indigenistas, se fue paulatinamente abandonando en los años setenta y ochenta tanto en la academia como en los organismos gubernamentales. Aunque una minoría siguió pugnando dentro de los aparatos gubernamentales por la práctica de un neoindigenismo (Sariego, 2007). Pero más allá de esta fragmentación de sus saberes, si algo tuvo de distintivo la antropología que siguió a la crisis del paradigma indigenista fue su refugio en el espacio académico. En efecto, desde mediados de los años setenta, los centros de investigación y los departamentos de antropología en universidades y colegios regionales se multiplicaron en forma exponencial6: se creó el Centro de Investigaciones Superiores del Instituto de Antropología e Historia (CISINAH) (hoy Centro de Estudios Superiores en Antropología Social, CIESAS), al cual se añadieron años después sus sedes regionales; El Colegio de Michoacán; un número importante de centros regionales y unidades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y de la Dirección de Culturas Populares; los departamentos de antropología de las universidades Iberoamericana, Autónoma Metropolitana, de Yucatán, Puebla, Chiapas, Querétaro, Estado de México, Autónoma de Guadalajara y de las Américas; varios posgrados, nuevas especialidades y extensiones regionales
6 Medina (1996) explica que el proceso de descentralización de la antropología en México comienza a finales de la década del cincuenta al sesenta con la creación de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana, del Instituto Jalisciense de Antropología y de la Escuela de Antropología Social de la Universidad Iberoamericana. Instituciones que son el precedente de la academización de la antropología en México.
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(Oaxaca y Chihuahua) de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); y una fracasada carrera de antropología en la Universidad Autónoma de Nuevo León (Sariego, 2007 págs. 115-116)7.
estudiosos del área maya en aquel periodo y del INAH; así como al hecho de que esta zona se convertía en una atracción turística que se convertía en una de las principales fuentes económicas (Ventura, 2003). Posteriormente, la formación de antropólogos en Yucatán pasó a otro nivel con la creación del Centro de Estudios 8 Antropológicos (CEA) , en donde se impartió, en 1966, la licenciatura en Ciencias Antropológicas para una sola generación. En la cual sólo pudieron formarse antropólogos sociales y arqueólogos bajo la consigna de que había la necesidad de estos profesionistas en el campo laboral, específicamente, para llenar el vacío existente por la falta de personal en el IYAH. A pesar de la intención, la falta de recursos económicos y apoyo oficial, hizo imposible que estos egresados se incorporaran a la investigación por falta de la infraestructura necesaria que se requería. No obstante, muchos de ellos laboraron en el ámbito docente cuando en 1970 se creó la Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán (ECAUY) (Barrera, 1988; Ventura, 2003). Además, la ECAUY también constituyó un espacio laboral para los antropólogos de otras instituciones del
La academización de la antropología en Yucatán tiene su primer antecedente en 1958, cuando la disciplina antropológica concentrada en el centro del país se expandió al estado, y se creó el Instituto Yucateco de Antropología e Historia (IYAH), resultado de un convenio firmado entre el gobierno del estado de Yucatán y el INAH. A raíz del convenio, “se elaboró un programa que comprendía el establecimiento del Museo de Antropología, Historia y Etnografía, y la investigación arqueológica, lingüística y etnográfica de la cultura maya, mediante la creación del Centro de Estudios Mayas (CEM)” (Dávalos, 1958 pág. 5 en Barrera, 1988). Con la creación del CEM, surge la primera institución en Yucatán dedicada a la investigación y la docencia, principalmente en los campos de la lingüística y la filología. El interés de esta institución estuvo en la interpretación de la cultura maya prehispánica y especialmente en la comprensión de su escritura; cuestiones que respondían a la inclinación de Barrera Vásquez, de los
7 Sariego (2007), señala que la expansión institucional de la antropología se frenó drásticamente a mediados de los noventa cuando la inversión en la educación y la investigación disminuyó, en especial en el campo de las ciencias sociales, debido a la crisis económica del país. Asimismo, en el ámbito antropológico esta situación se agravó en tanto que esta abandonó su carácter de ciencia al servicio de las tareas gubernamentales. 8 Además de ser un centro de formación de nuevas generaciones de antropólogos en Yucatán, el CEA constituyó un campo laboral docente tanto para antropólogos locales como para aquellos que habían sido formados en instituciones de otras partes del país; especialmente para los investigadores del INAH, de la ENAH y de la Facultad de Antropología de la Universidad de Veracruz, quienes constituyeron su planta docente (Barrera, 1988).
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de Cultura Regional y de Estudios Económicos de la UADY (actualmente Centro de Investigaciones Regionales de la Unidad de Ciencias Sociales “Hideyo Noguchi”), y la sede del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS-Sureste). Las cuales se han sumado a las opciones laborales para los antropólogos formados en Yucatán. Sariego (2007), explica que la multiplicación académica ha provocado que el número de estudiantes de licenciatura y posgrado de las distintas instituciones de docencia antropológica del país, así como las especializaciones, aumentaran drásticamente entre los setenta y los noventa. Asimismo, menciona que “el único perfil profesional que se ha privilegiado es el de docenteinvestigador del que -se supone- habrán de nutrirse los programas de formación e investigación de las instituciones públicas de antropología” (Sariego, 2007 págs. 116-117). Esta situación resulta paradójica, porque tales espacios profesionales tienden a ser cada vez menos y más restringidos y competitivos, como resultado del desinterés del Estado y de las propias universidades por el campo de las ciencias sociales (Sariego, 2007). Al respecto, Escamilla, Salmerón y Valladares (2007) han señalado que “en este siglo de existencia, la praxis antropológica se ha diversificado notablemente, pues los dos campos profesionales que se configuraron nítidamente a lo largo de esta centuria
país, pues como señala Barrera (1988), ante las dificultades de cubrir académicamente el currículum de materias, se tuvo que recurrir a investigadores de la UNAM, del INAH y de otras instituciones del país, para que impartieran cursos breves e intensivos (Barrera, 1988). En 1988, a la oferta educativa de la ECAUY se suma la maestría en Ciencias Antropológica con especialidad en Etnohistoria, con lo que pasa a llamarse Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (FCA/UADY). A lo largo del desarrollo institucional de la FCA/UADY las temáticas de investigación, las especialidades impartidas, los planes de estudio, la planta docente, y las matrículas de estudiantes han ido variando, según las exigencias del contexto y de las necesidades e intereses de la propia Universidad. Actualmente, entre la oferta educativa que ofrece la FCA/UADY se encuentras las licenciaturas en Antropología Social, Historia, Arqueología, Literatura Latinoamericana y Comunicación Social. Asimismo, se ofrecen estudios de posgrado, como las maestrías en Ciencias Antropológicas (con las especialidades en Arqueología, Etnohistoria y Antropología Social), Antropología Esquelética y Antropología del Trabajo. Además, en las últimas décadas en Yucatán han surgido otras instituciones antropológicas dedicadas a la investigación, como el centro regional del INAH, los Departamentos de Estudios 35
[…] se han diversificado, especialmente durante las dos últimas décadas” (Escamilla y otros, 2007 pág. 388). Según estos autores, esta situación responde, por una parte, a la relativa contracción de la oferta tradicional de empleo por parte del Estado y a que se han abierto nuevos nichos laborales en otras instituciones públicas, organismos paraestatales y no gubernamentales; y por otra, a que los espacios institucionales para la investigación y la docencia no han crecido al ritmo que los nuevos profesionales demandan. Asimismo, porque la apertura teórico-práctica en aspectos novedosos han configurado la posibilidad de incidir en el mercado laboral con miradas novedosas desde la antropología social (Escamilla y otros, 2007). Los autores, también apuntan que es necesario reconocer que en México existe todavía una suerte de desprecio por la labor de aquellos antropólogos que están ejerciendo su profesión en campos diferentes al académico (Escamilla y otros, 2007). No obstante, en el próximo apartado mi interés se enfoca al análisis de las transformaciones del mercado laboral de la antropología, específicamente de la antropología social en Yucatán. Para esto, he realizado un estudio de las trayectorias laborales seguidas por los antropólogos sociales de las generaciones 1980, 19911992-1993 y 2000-2001 de la FCA/UADY, que me ha permitido conocer y comparar la situación laboral de estos profesionistas en las últimas tres décadas. De esta manera, ha sido posible
comprender la forma en la que se ha transformado el mercado laboral de la antropología social en Yucatán desde la década del ochenta hasta la actualidad. La transformación del mercado laboral de la antropología social en Yucatán Según la información que obtuve del análisis de las trayectorias laborales de los antropólogos sociales egresados de la FCA/UADY de las generaciones 1980, 1991-1992-1993 y 2000-2001, pude encontrar que desde la década del ochenta hasta la actualidad, el mercado laboral de la antropología social en Yucatán se ha ido transformando debido, por una parte, a los efectos que las crisis económicas del país han provocado en general en todos los sectores de la sociedad, particularmente en los profesionistas; y por otra, a las razones internas del campo antropológico en México, como las mencionadas por los autores arriba citados. La transformación del mercado laboral de los antropólogos sociales y de la antropología social en Yucatán se hace evidente con el análisis y comparación de los ámbitos laborales en los que estos profesionistas se han insertado a lo largo de sus trayectorias laborales como egresados de la Facultad. Pero esta transformación no solo se ha dado en los ámbitos laborales, sino también en las labores que estos han desempeñado. La continuidad de los ámbitos laborales tradicionales de la antropología mexicana, es decir, la academia y el gobierno, continúan siendo una 36
constante en el mercado laboral de los antropólogos sociales de las generaciones estudiadas. Sin embargo, en los últimos treinta años las actividades que los antropólogos han realizado en estos han sufrido cambios drásticos que deben de tomarse en cuenta para adecuar la formación de antropólogos a las exigencias y condiciones actuales del mercado laboral. En cuanto a los antropólogos que se han insertado en el ámbito académico de la antropología, a excepción de la generación de 1980, de la cual egresaron una buena cantidad de antropólogos sociales que encontraron espacios para desempeñarse profesionalmente en las labores tradicionales de docencia e investigación, principalmente en el Centro de Investigaciones Regionales “Hideyo Noguchi” de la UADY; en las generaciones posteriores, la condición laboral de los egresados en este ámbito fue muy diferente, pues su desempeño ha constado básicamente en la labor de ayudantes de investigación9. Esa situación se debe, prácticamente, a que en el momento que los antropólogos de la generación 1980 egresan de la carrera, el “Hideyo Noguchi” comenzaba a funcionar y su planta de investigadores se encontraba todavía en formación, por lo que estos egresados tuvieron la oportunidad de encontrar un lugar en este ámbito. Pero a partir de la década del noventa, los espacios laborales para investigadores y profesores disponibles
tanto en este instituto como en la FCA/UADY, ya se encontraban ocupados o muy competidos, razón por la cual los egresados de las generaciones 1991-1992-1993 y 2000-2001 no encontraron lugar y tuvieron que buscar otras opciones de trabajo, muchas veces desvinculadas de su formación. Por otro lado, las labores que han llevado a cabo los antropólogos sociales de las seis generaciones estudiadas en el ámbito gubernamental, han cambiado con respecto al quehacer tradicional de los antropólogos antes de la quiebra política de la antropología en México, relacionada fundamentalmente con la política indigenista. En este sentido, con base en la información obtenida en el análisis de las trayectorias de estos egresados, encontré que las labores que han desempeñado en el gobierno han consistido prácticamente en tareas de gestión, promoción, asesoría y capacitación social y comunitaria, así como en tareas administrativas en diversas dependencias del gobierno federal, estatal y municipal. Dos egresadas de las generaciones de los ochenta y noventa, respectivamente, nos relatan en qué han consistido las actividades que han desempeñado en este ámbito laboral. La primera como gestora comunitaria, y la segunda como administrativa: (Cuando egresé de la carrera) me enteré de un programa que iba a haber en la Reforma Agraria y
9 Los egresados de las generaciones 1991-1992-1993 y 2000-2001 que laboraron en el ámbito académico como ayudantes de investigación, en muchos casos lo hicieron dentro de proyectos llevados a cabo por los antropólogos sociales egresados de la generación de 1980.
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presenté un examen allá: era un programa de unidades de producción que eran para la mujer, que llaman “Uayin”, y ahí trabaje dos años… fue a partir de 1987. En este trabajo nosotros íbamos a los ejidos a organizar a las mujeres ejidatarias en unidades de producción, teníamos que hacer las asambleas para que les donaran las hectáreas de tierra que les correspondía en el ejido y ver qué necesitaban… organizarlas; ver quién iba a ser presidenta, secretaria, tesorera; ver para qué iban a utilizar la tierra que les iban a dar: si hortalizas, maíz, o si se iban a dedicar al urdido de hamacas… había que organizarlas. Y una vez organizadas, había que hacer las actas para enviarlas a la Delegación, que las mandaba a México creo. Además gestionarles su crédito en el BANRURAL… ese es el trabajo que hacía (Entrevista a María Dolores Pérez Cervera, 25 de mayo 2009)
José Tecoh como auxiliar administrativo, pero dentro de mis funciones recae ser responsable del Centro. Luego me paso como promotor de obras a la Dirección de Desarrollo Social pero no desempeño esa actividad y me quedé como secretaria del jefe del Departamento, porque él consideró que mis estudios se relacionaban con las obras y me quedo como secretaria del jefe de departamento. Pero a partir del 2007 estoy como responsable del Área de Atención a Ciudadanos a nivel de la subdirección de Obras Públicas de la Dirección de Desarrollo Social del ayuntamiento (Entrevista a Genny Caballero Alonzo, 9 de junio 2009).
A parte de las transformaciones surgidas dentro de los ámbitos laborales tradicionales de la antropología, también se han sumado al mercado laboral de la antropología en Yucatán otros ámbitos que en las últimas tres décadas se han constituido como espacios de trabajo alternativos para los antropólogos sociales egresados de la FCA/UADY. El primero de estos ámbitos es el docente, donde los antropólogos de las generaciones analizadas se han desempeñado, básicamente, como profesores de secundaria, bachillerato y de nivel superior. Aquellos antropólogos que han impartido la docencia a nivel primaria, secundaria y bachillerato lo han hecho como profesores de materias relacionadas con las ciencias sociales y la antropología, como Estructura socioeconómica de México, Sociología, Historia y Antropología; así como de materias desvinculadas de su formación, como Música e Inglés.
Todo lo que he trabajado ha sido prácticamente en el gobierno. Cuando dejé de estudiar estuve en el CONAFE (Consejo Nacional de Fomento Educativo) en el área de logística… ahí estuve como asistente de una coordinadora y lo que veía ahí no era nada relacionado con la carrera, eran cuestiones administrativas […] Después me voy al IFE y trabajo en un módulo de fotocredencialización en el Tercer Distrito. En este trabajo mi función era de asistente de módulo y yo hacía todo el proceso de credencialización… ahí brinco a asistente electoral en el Cuarto Distrito… en este trabajo capacitaba a los ciudadanos para el proceso electoral […] Después ingreso al ayuntamiento de Mérida, donde entré a hacer una actividad y he terminado haciendo otra cosa… entré primero en el programa de FONDEM (Fondo de Desastres Naturales), de manera posterior me voy a un Centro de Superación a San
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solar, con cooperativas de mujeres textileras y cooperativas pesqueras… Ya del 2002 para acá, como me empiezo a especializar en un área muy fuerte, que es el área de la Costa chica de Oaxaca Y Guerrero, también hago trabajos muy importantes en la zona de la montaña baja de Guerrero y en la zona de la montaña alta, zonas de marginación completa. Pero me empiezo a especializar en un área mucho, tal es el caso que me empiezan a buscar investigadores ya con doctorados, no para asistencia, sino como una guía o como una asesoría de cierta forma, porque tengo mucha interrelación con la gente, conozco muchas poblaciones, muchos temas; y aparte de la investigación, hago proyectos productivos, tanto del campo como de intercambio cultural. Es lo que he estado haciendo en los últimos dos años: todo lo que es intercambio en las artes visuales, fotografía, poesía, vídeo, documental, entre regiones de un área cultural, de Guerrero, Oaxaca y Veracruz, intercambios culturales constantes. Dejo eso últimamente y me meto a lo que es investigación socioeconómica… lo que es la suspensión de las vías férreas y el impacto socioeconómico y sociocultural que tiene en esas poblaciones después de que suspendieron esa comunicación México-Puebla-Oaxaca. Ahorita estoy en una investigación grande a largo plazo sobre las rutas migratorias hacia México… o sea, del continente asiático: Filipinas y sur de Asia a México, y su influencia en la cultura. También estoy trabajando con cuestiones de documental, que es fundamental en cualquier investigación (Entrevista a Santiago Olguín Mitchel, 21 de abril 2009).
Por otro lado, los antropólogos sociales que han llevado a cabo la labor docente en el nivel superior lo han hecho impartiendo cursos en diversas carreras y universidades. De esta manera, encontré a una antropóloga que es profesora de un Taller de investigación de la maestría en Diseño de Productos en una universidad privada de la ciudad de Mérida; otro antropólogo que es profesor y coordinador de la maestría en Desarrollo curricular del Instituto Politécnico Nacional; y por último, a un egresado que empezaba su experiencia docente como p ro f e s o r e n l a l i c e n c i a t u r a e n antropología social de la FCA/UADY. Otro ámbito laboral novedoso en el que una cantidad considerable de antropólogos sociales egresados de la FCA/UADY han transitado durante su trayectorias, es el de las organizaciones civiles, consultorías y ONG's. Entre estos se encuentran aquellos cuya actividad ha estado vinculada con su formación y otros que se han tenido que adaptar a nuevas temáticas, como nos narran a continuación un antropólogo y una antropóloga de las generaciones 1993 y 2001, respectivamente:
Aquí donde estoy trabajando actualmente no es propiamente hacer trabajo de antropólogo, pero si está más o menos relacionado. Esto es una consultoría educativa y trabajo con programas de desarrollo de habilidades por competencias; trabajamos con colegios, con escuelas… entonces, no es un trabajo propiamente de antropología, pero si está muy relacionado con pedagogía, con procesos de aprendizaje, y hay que tener nociones de técnicas de estudio, de cómo llevar una planeación. Entonces, ahí si entra un poquito más lo que es mi formación como antropóloga… si se
Mi trabajo realmente fuerte fue al egresar de la Facultad de antropología, con universidades del extranjero, que solicitaban gentes que conocieran ciertas áreas. Empiezo a trabajar en políticas públicas de la tenencia de las tierras, y en una infinidad de cosas, como ONG's, proyectos de conservación, talleres. Por mi primera formación en medio ambiente y ecología empiezo a relacionar las dos carreras y trabajo con género, con energía
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podría relacionar más con antropología (Entrevista a Rossana Vargas, 12 de abril 2009).
ocho horas continuas, y me pasaron a fotografía… de fotografía me pasaron a audio. Para hacer lo de audio me mandaron a la Universidad de Michigan a hacer una investigación etnomusicológica y de ahí traje unas muestras de audio, saqué una base de datos, diseño gráfico, elaboración de vídeo, elaboración de páginas web, un poco de programación. Estuve en todas las áreas y en año y medio me dieron la gerencia de la empresa. Y ya que llego como gerente de la empresa, empecé a jalar gente de la Facultad (Entrevista a Adrián Verde Cañetas, 17 de marzo de 2009).
Un último ámbito laboral emergente que ha surgido en el mercado laboral de la antropología en Yucatán es la iniciativa privada. En este ámbito también se han insertado una gran cantidad de los antropólogos sociales de las generaciones aquí estudiadas. Algunos de ellos, específicamente los egresados de la generación 1980, han incursionado en este ámbito como propietarios o como trabajadores por cuenta propia, llevando a cabo actividades como la producción y venta de carne de borregos, el comercio de artesanías y la venta de productos de belleza y alhajas. Otros más, especialmente los antropólogos sociales egresados de las generaciones 1991-1992-1993 y 20002001, se han insertado en la iniciativa privada de manera temporal como empleados de diversas empresas y compañías particulares. Entre las labores que han desempeñado encontré las de bartender, hosstes, asesor de divisas, vendedores, promotor de productos, técnico de software, dependiente de tienda y secretaria. Dos antropólogos de la generación 1993 nos hablan a continuación de las actividades que desempeñaron en este ámbito:
Trabajo en la iniciativa privada como promotora, de esos que están paraditos promocionando productos, en UNILEVER… una empresa que se dedica a la venta de alimentos, productos de belleza y de todo. Este trabajo nada que ver con la carrera. Lo único bueno es que fue el mejor pagado de todos mis trabajos (Entrevista a Genny Caballero Alonzo, 9 de junio 2009).
Reflexiones finales A lo largo de este trabajo hemos podido ver, a través de un repaso histórico por sus principales instituciones, la manera en la que la antropología mexicana fue construyéndose como una disciplina científica. También vimos cómo, desde sus inicios hasta la década de 1960, la antropología en México logró consolidar su quehacer profesional en los ámbitos de la docencia y del gobierno. Sin embargo, como consecuencia de la quiebra política, la antropología en el país ha sufrido diversas transformaciones, de las cuales me he enfocado en aquellas relativas a su mercado laboral. Específicamente, en este trabajo he presentado la forma en la que se ha transformado el mercado laboral de la antropología social en Yucatán, en el cual
Trabajé en una empresa que se llama On line Soft que es una empresa de las primeras “punto com” que llegaron a Mérida. Ahí trabajé tres años: estuve como traductor de inglés a español unos seis meses y después me fastidié y pedí que me cambiaran a otra actividad por que estaba muy pesado traducir
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desde la década del ochenta hasta la actualidad se han añadido a los ámbitos tradicionales de la antropología, nuevas alternativas laborales para los antropólogos sociales egresados de la FCA/UADY. En este sentido, los nuevos ámbitos laborales de la antropología social que han surgido en las últimas tres décadas en Yucatán, son la docencia en distintos niveles educativos, las organizaciones civiles, las ONG's, las consultorías y la iniciativa privada. Aunado a estos nuevos espacios de trabajo, la transformación del mercado laboral de la antropología en Yucatán, también ha comprendido el cambio del quehacer profesional de los antropólogos sociales en los ámbitos tradicionales de la disciplina; es decir, la academia y el gobierno. A mi parecer, conocer cuáles son las transformaciones que el mercado laboral de la antropología social en el estado y las actividades que los antropólogos sociales están desempeñando en los nuevos ámbitos laborales surgidos en los último años, representa información valiosa para que las instituciones formadoras adecúen sus planes de estudio a las necesidades y exigencias que la realidad laboral actual demanda. Lo anterior no significa que la antropología tenga que abandonar su esencia teórica, técnica y metodológica que la ha caracterizado como una disciplina científica particular. Más bien, esta situación está poniendo a prueba la capacidad adaptativa de la disciplina, por lo que hoy más que nunca tenemos la
tarea y el deber encontrar la mejor manera de incidir de forma novedosa en cada uno de los nuevos espacios laborales que se están abriendo como alternativas laborales para los antropólogos sociales en la actualidad, y de esta manera seguir contribuyendo desde diferentes espacios al desarrollo regional y nacional. Bibliografía Barrera Rubio, Alfredo (1988), “Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán”, en: Carlos García Mora y Mercedes Mejía Sánchez (Coordinadores), La antropología en México. Panorama histórico. Las instituciones, Vol. 7, INAH, México, 1988, pp. 357-370. Escamilla, Guadalupe, Fernando Salmerón y Laura Valladares (2007), “El campo laboral de la antropología en México”, en: Revista colombiana de antropología, Vol. 43, enero-diciembre, UAM-I, México, 2007, pp. 387-418 España Caballero, Arturo (1987), “La práctica social y el populismo nacionalista (1935-1949)”, en: Carlos García Mora (Coordinador), La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (1880-1986), Vol. 2, INAH, México, 1988, pp. 223-287. Krotz, Esteban (1990), “Una visión panorámica de la antropología mexicana reciente”, en: Boletín de la Escuela de Ciencias Antropológicas de la Universidad de Yucatán, Vol. 17, No. 103, Universidad de Yucatán, México, 1990, pp. 57-76. Medina, Andrés (1996), “La formación de antropólogos en México: una reflexión global”, en: Andrés Medina, Recuentos y figuraciones. Ensayos de antropología mexicana, UNAM-IIA, México, 1996, pp. 31-74
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Méndez Lavielle, Guadalupe (1987), “La quiebra política (1965-1976)”, en: Carlos García Mora (Coordinador), La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (18801986), Vol. 2, INAH, México, 1987, pp. 339-437.
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Noyola Rocha, Jaime (1987), “La visión integral de la sociedad nacional (1929-1934), en: Carlos García Mora (Coordinador), La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (1880-1986), Vol. 2, INAH, México, 1987, pp. 133-222.
Warman, Arturo et ál (1970), De eso que llaman antropología mexicana, CPAENAH, México
Portal, María Ana y Xóchitl Ramírez (1995), Pensamiento antropológico en México: Un recorrido histórico, UAM-I, México, 1995 Rivermar Pérez, Leticia (1987), “En el marasmo de una rebelión cataclísmica (1911-1920)”, en: Carlos García Mora (Coordinador) La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (1880-1986), Vol. 2, INAH, México, 1987, pp. 89-131.
Cursos de Verano 2012 Cursos: del 22 de mayo al 29 de junio
Sariego, Juan Luis (2007), “La academización de la antropología en México”, en: Ángela Giglia, Carlos Garma y Ana Paula de Teresa (Compiladores), ¿A dónde va la antropología?, UAM-I, México, 2007, pp. 111-127.
Exámenes ordinarios: del 2 al 6 de julio Resultados de exámenes ordinarios: del 9 al 13 de julio
Suárez Cortés, Blanca Estela (1987), “Las interpretaciones positivistas del pasado y el presente (1880-1910)”, en: Carlos García Mora (Coordinador) La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (18801986), Vol. 2, INAH, México, 1987, pp. 13-77.
Consulta la sección de Servicios Escolares para mayor información en
Téllez Ortega, Javier (1987), “La época de Oro (1940-1964)”. En: Carlos García Mora (Coordinador), La antropología en México. Panorama histórico. Los hechos y los dichos (18801986), Vol. 2, INAH, México, 1987, pp. 289-338.
www.antropologia.uady.mx
Ventura, Hiram (2003), “Una visión acerca de la formación y el quehacer profesional del
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Reflexiones respecto del fenómeno freelance L.C.S. Wendy Sabido Cauich
El concepto de trabajo, en términos coloquiales, se define como la medida de esfuerzo físico o mental realizado por los seres humanos. Bajo una perspectiva económica, es considerado como un factor de producción, al igual que la tierra y el capital, pero dicha función no incluye el papel de la remuneración. Para hablar de ésta hay que referirnos al empleo, y es necesario hacer un poco de historia. Los antecedentes de la actividad laboral datan de la esclavitud, es decir, un trabajo forzoso donde un hombre domina a otros e impide que estos tomen decisiones con libertad; a mediados del siglo XIX esta práctica comenzó a disminuir y fue declarada como ilegal. Desde entonces el trabajo se convirtió en una actividad asalariada. El concepto empleo implica una actividad productiva por la que se recibe una remuneración monetaria. La relación laboral entre empleador y el empleado está reglamentada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos misma que fue aprobada por las Naciones Unidas en 1948. El artículo 23 es el que
refleja los derechos relacionados con el mundo laboral, mismos que detallan las leyes y convenios en las que se reconocen prestaciones de interés social, que favorecen aspectos de vivienda y salud que impactan la calidad de vida del empleado. Lo cual nos referencia un empleo digno, según la Organización Internacional del Empleo (OIT): “Cuando el trabajo es elegido en libertad, lo cual deja afuera de toda consideración al trabajo forzoso y toda forma de trabajo infantil; siempre que el trabajo sea productivo y justamente remunerado; cuando hay equidad en el trabajo, incluyendo en ello la ausencia de la discriminación en el acceso: donde existe seguridad y protección social y, finalmente, cuando se respeta a los trabajadores, se les permite participar, expresar libremente sus preocupaciones y reclamos; en síntesis, asociarse para poder opinar y decidir acerca de sus condiciones de trabajo”(2006:112)
Cabe mencionar que lo antes referido es la concepción estándar respecto al concepto de empleo, sin embargo existen otras formas para emplearse. La realidad socioeconómica actual ha dado cabida a 1 formas de trabajo atípicas , es decir,
1 El concepto de trabajo atípico ha sido utilizado sobre todo en Europa para dar cuenta de la extensión reciente de actividades no protegidas, inseguras, flexibles externamente. Ha sido común que la polémica acerca de su significado siga la línea de las definiciones operacionales, es decir, de los indicadores empíricos más adecuados. Sin embargo, hay otra posibilidad de utilizar este concepto, sin suponer que se trate de ocupaciones minoritarias ni necesariamente nuevas. En este sentido el trabajo típico sería el que ha sido preferentemente teorizado por la sociología del trabajo en su historia, el trabajo en primera instancia industrial que habría seguido la línea evolutiva de la manufactura –en el sentido de Marx como capitalista, no maquinística–, la gran industria –el proceso productivo como cadena de máquinas–, la introducción del taylorismo-fordismo y el toyotismo, o bien la automatización, primero sin informatización y luego informatizada. Esta línea de modelos de producción, extendidos en ocasiones a servicios modernos, ha sido fundamentalmente teorizada y favoreció la acuñación de los conceptos de mercado de trabajo, control sobre el proceso de trabajo y regulación de las relaciones laborales e industriales. (Garza: 2006:01)
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empleos que son flexibles respecto a derechos propios de la formalidad laboral: prestaciones de ley, contratos laborales por tiempo indefinido, así como oportunidad de antigüedad, entre otros. Dicho panorama genera el concepto de precariedad laboral, misma que hace referencia a la inestabilidad e inseguridad respecto a las formas de sobrevivencia económica, e impactan de forma negativa a nivel biopsicosocial. Es importante destacar que tal fenómeno va en aumento, el subempleo o autoempleo proliferara en relación directa con el deterioro político, económico y social; sin embargo, las consecuencias a detalle aún no son conocidas en profundidad por los estudiosos de los fenómenos laborales. Lo que se sabe es que el fenómeno del trabajo atípico: autoempleo, subempleo o freelance, es una realidad que cobra importancia. Actividades que antes representaban un ingreso extra o hobby, ahora toman el lugar del ingreso principal de muchos individuos, en especial de adolescentes y jóvenes profesionistas. A continuación presento siete puntos indispensables para ser un freelance y no morir en el intento: 1.- Marketing personal: tú eres tu propio jefe, eso implica que la responsabilidad de dar a conocer tus talentos y habilidades en el mundo laboral es tuya; los demás no tienen el compromiso de saber con qué conocimientos cuentas. Aquí el trabajo duro es detectar para que eres bueno y no menospreciar tus destrezas.
2.- Portafolio de evidencia: tu currículo debe reflejar a detalle las actividades que has realizado en cada uno de tus empleos y el tiempo en que las desempeñaste. También puedes incluir tus habilidades artísticas, deportivas y extra académicas. 3.- Ahorro: el autoempleo tiene como característica principal la inestabilidad laboral, debes prever que habrán meses muy productivos, otros no tanto y algunos en los que quizás no recibas nada. De tal forma que debes optimizar tus recursos, organizar tus finanzas, aprender a ahorrar e invertir. El despilfarre no es una opción. 4.- Optimización del tiempo: ser tu jefe no implica ser indisciplinado, debes organizarte para cumplir con fechas de entrega, encontrar clientes y generar nuevas propuestas. Recuerda que tus ingresos son directamente profesionales a tu constancia y esfuerzo. El tiempo es dinero en toda la extensión de la palabra. 5.- Precio justo: Dale el justo valor al trabajo que realizas, y aprende a negociar con el cliente; ten presente que tus conocimientos te costaron tiempo y esfuerzo, aprende a vender tus habilidades, y reconocer oportunidades de mercado. 6.- Relaciones sociales: Gánate la confianza de tus clientes para asegurar más trabajos o recomendaciones a futuro, visualízalo como una forma de invertir en tu reputación. Ser amable, tener buenos modales y una sonrisa de cortesía es redituable. 44
7.- Facturación: Infórmate respecto a los aspectos legales del trabajo independiente y la manera en que ofreces tus servicios. Los freelances existen desde siempre, pero nuestra economía frágil, la legislación inadecuada de nuestros representantes políticos, y la apatía de los individuos por manifestar su inconformidad de forma continúa y organizada, hace necesario prepararnos para lo incierto. La llave del éxito cada día se vuelve más amorfa, hay que resignificarla constantemente, hay que prepararnos para los escenarios de éxito, así como los de fracaso. Es necesario tener listo el plan B en tiempos de tranquilad para sobrellevar airosos los tiempos de tormenta. Ten presente que todas las experiencias representan oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Quizás el autoempleo sea el inicio de futuros empresarios de éxito, todo depende del cristal con que se mire, ya que cada uno de nosotros tiene una perspectiva respecto al autoempleo. Estar informado sobre las implicaciones y el campo de trabajo de los freelance es indispensable, tu eres quien responde la pregunta ¿El autoempleo es una cura ante la falta de trabajo formal?, ¿Ser freelance es sólo una forma de sobrevivir, pero no de vivir?, ¿El autoempleo agrava la situación del desempleo? Tu qué opinas. Con base en mi experiencia como profesionista recién egresada de la licenciatura en Comunicación Social,
puedo decir que el autoempleo implica tener una responsabilidad mayor en la administración de las finanzas personales; además de aprender a adecuar el currículo vitae que el mundo laboral exige, según las características particulares del empleo al que desees postular. Bibliografía De la Garza. E. (2006). Del Concepto Ampliado de Trabajo al de Sujeto Laboral Ampliado, pp. 722; en De la Garza, E. (Coord.), Teorías Sociales y Estudios del Trabajo: Nuevos enfoques. Barcelona: Anthropos-UAM. Recuperado el 20 de diciembre del 2011 en: http://docencia.izt.uam.mx/egt/congresos/Hacia %20un%20concepto%20ampliado%20de%20tr abajo.pdf OIT. (2006). Trabajo decente: significados y alcances del concepto. Indicadores propuestos para su medición. Argentina: Ministerio del trabajo, empleo y seguridad social. Recuperado el 20 de diciembre del 2011 en: http://www.trabajo.gov.ar/left/biblioteca/files/est adisticas/07trabajo%20decente.pdf Pérez Guerrero, María Luisa, Castellano Burguillo, Emilia y Pérez Domínguez, Fernando. Trabajo atípico en la Unión Europea. Gaceta Laboral, dic. 2008, vol.14, no.3, p.327-350. ISSN 1315-8597. Recuperado el 20 de diciembre del 2011 en: http://www.scielo.org.ve/pdf/gl/v14n3/art01.pdf
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Atención alumnos,egresados y público en general COORDINACIÓN DE EXTENSIÓN Y CULTURA
DIPLOMADOS ANÁLISIS CONTEMPORÁNEO DE LA POLÍTICA MEXICANA Duración: 150 horas Presencial
FACULTAD DE CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS
PENSAMIENTO LÓGICO - VERBAL
ANTROPOLOGÍA DEL TRABAJO Duración: 160 horas Presencial
REDACCIÓN NARRATIVA EN EL DOCUMENTO SOCIAL DESARROLLO, CIUDADANÍA Y ORGANIZACIONES Duración: 120 horas Presencial ESTUDIOS LATINOAMERICANOS, GLOBALIZACIÓN, CULTURA Y ESTADOS NACIONALES Duración: 120 horas Presencial MANIFESTACIONES Y TRASCENDENCIA DE LA CULTURA MAYA ACTUAL Duración: 150 horas Presencial
CURSOS
TEXTOS MAYAS DE PRINCIPIOS DE LA COLONIA
TALLERES ELABORACIÓN DE DOCUMENTOS ACADÉMICOS
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K´OO X KANIK MAAYA T´AAN APRENDAMOS LA LENGUA MAYA LABORATORIO PARA LA REDACCIÓN DE INFORME DE INVESTIGACIÓN
Coordinación de Extensión y Cultura Dr. Felipe Couoh Jiménez / cjimenez@uady.mx Facultad de Ciencias Antropológicas +52 (999)930-0090