Facultad de Ciencias Antropológicas U A D Y Revista de Inserción Laboral www.cs.uady.mx
Núm 3. Enero - Junio 2012 Publicación Semestral
Trabajo precario: una caracterización del deterioro de las condiciones laborales Mtra. Francia Peniche Pavía
Reflexiones y estrategias para la inserción laboral de los historiadores Lic. Ricardo Fernández Castillo
El seguimiento de egresados en la Escuela nacional de Antropología e Historia y sus vínculos con el mundo de la vida laboral ante los actuales procesos de cambio Lic. Sonia Reyes Ornelas
Documentos de la fe. La investigación histórica en la documentación inquisitorial Dr. Pedro Miranda Ojeda
Bases de datos y mediación tecnológica. Campo laboral factible del antropólogo social Mtro. Adrián Verde Cañetas
índice Editorial 1 Balance CS 2 Dra. Genny Negroe Sierra Trabajo precario: una caracterización 3 del deterioro de las condiciones laborales Mtra. Francia Peniche Pavía Reflexiones y estrategias para la 8 inserción laboral de los historiadores Lic. Ricardo Fernández Castillo El seguimiento de egresados en la 16 Escuela nacional de Antropología e Historia y sus vínculos con el mundo de la vida laboral ante los actuales procesos de cambio Lic. Sonia Reyes Ornelas
Universidad Autónoma de Yucatán Alfredo Dájer Abimerhi Rector Facultad de Ciencias Antropológicas Genny Negroe Sierra Directora Coordinación Editorial Adrián Verde Cañetas
Documentos de la fe. La 29 investigación histórica en la documentación inquisitorial Dr. Pedro Miranda Ojeda Bases de datos y mediación 38 tecnológica. Campo laboral factible del antropólogo social Mtro. Adrián Verde Cañetas
Num 3. Enero - Junio 2012
Alumnos y Egresados esperamos tus comentarios, sugerencias, dudas e inquietudes cs@uady.mx Revista de Inserción Laboral www.cs.uady.mx Esta revista se realizó con recursos del Programa Integral de Fortalecimiento Institucional. PIFI 2010 - Meta 3, Acción 2, de la Facultad de Ciencias Antropológicas. Diseñar un programa de apoyo a la inserción laboral de los estudiantes para incrementar su presencia en los distintos ámbitos laborales de la región. 1000 ejemplares y versión online en www.antropologia.uady.mx
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Algunas ideas que evoca CS corresponden a: Campus Sociales, Ciencias Sociales, Cultura y Sociedad, Comunicación Social, Consultoría y Servicios, Conocimiento y Saber, Capacitación Sustentable, Creatividad Sistémica, Cómo Sobresalir, Caso y Solución, Conciencia Social, Cernido Sistemático, Contexto y Significado, entre otras tantas.
Editorial
Con este último número impreso mantenemos el importante compromiso asumido por la Facultad de Ciencias Antropológicas con los egresados y alumnos para reflexionar en torno al proceso de inserción laboral de los jóvenes universitarios y el panorama del trabajo en la actualidad. Expresamos nuestro amplio reconocimiento al Programa Integral de Fortalecimiento Institucional por el financiamiento de los tres primeros números de la Revista CS. A partir del siguiente, estarán disponibles en internet a través del portal institucional de la Facultad en la dirección electrónica www.antropologia.uady.mx, agradecemos a todos los que estuvieron cerca del proyecto en esta primera fase, y a todos los que han mantenido el interés en la revista CS , esperamos encontrarlos con nuevas temáticas en el siguiente número virtual.
Antrop. Adrián Verde Cañetas Coordinación Editorial
La oportunidad se deja alcanzar sólo por quienes la persiguen. H. Jackson Brown
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Para brindar información de manera integral, la Facultad de Ciencias Antropológicas se ha dado a la tarea de condensar todo lo relacionado con el mundo del trabajo y la construcción de portal que permita promocionar el trabajo de vinculación entre el mundo del trabajo y los egresados. Estamos seguros que estos esfuerzos rendirán fruto y uno de ellos es el seguimiento de empleadores, con reuniones informativas para promover los diversos perfiles de egreso. Con esto se pretende condensar las ofertas de empleo profesional y diseminarla entre nuestros egresados y alumnos. Esperamos que visites el portal y envíes tus comentarios y sugerencias.
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Trabajo precario: una caracterización del deterioro de las condiciones laborales Francia Peniche Pavía*
Las recientes problemáticas vinculadas al deterioro de la calidad del trabajo se han constituido como un tema prioritario en la agenda de muchos investigadores sociales. Estos estudiosos han coincidido en afirmar que en México, como en otros países latinoamericanos, la aplicación del modelo económico neoliberal que favoreció la apertura a los mercados internacionales, las políticas de ajuste estructural y la reestructuración productiva en las últimas décadas del siglo XX, está teniendo un impacto negativo en los mercados de trabajo, en las condiciones laborales y por ende, en los trabajadores (González, 2000; De la Garza, 2002; De la O, 2007). Particularmente se ha sostenido que, con la finalidad de generar competitividad en los mercados internacionales, algunas empresas han recurrido a una serie de procesos y estrategias de flexibilización que les permite reducir los costos que implica el trabajo. Entre ellos, se encuentra la disminución del salario y/o el establecimiento de nuevas modalidades salariales de carácter flexible, la cancelación de las prestaciones sociales y de otras garantías laborales, la ausencia de contrato o la generación de tipos peculiares de éste que se caracterizan por *
nuevas formas de temporalidad laboral –breves o discontinuas- y/o por la ambigüedad de las relaciones laborales. De esta forma, los empleos se tornan altamente inestables, produciendo incertidumbre en los trabajadores con respecto a las posibilidades que tienen de asegurar su bienestar y procurar mejores condiciones de vida para sí mismos y para sus familias (Maza, 2004). La vulnerabilidad que experimenta el trabajador como resultado de la ausencia de estabilidad laboral y del deterioro de las condiciones de trabajo es uno de los rasgos que suele destacarse del complejo fenómeno al que se ha denominado precariedad laboral (Diana, 2010; Maza, 2004). Así, esta noción alude a un conjunto de variadas situaciones laborales que son perjudiciales para los trabajadores y que suelen asociarse a las características de los empleos que desempeñan, estos reciben el nombre de “trabajos precarios”. Al respecto, Guerra (1994) señala que se reconocen como empleos precarios a aquellos que integran tres dimensiones: a) la inestabilidad, entendida como la incertidumbre respecto a la posibilidad de tener continuidad en ellos, b) la inseguridad, en cuanto a las limitaciones que presentan en materia de protección social y de derechos laborales, cuestión
Profesora de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán
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claramente asociada a los contratos de trabajo y c) la insuficiencia del salario (en Leiva, 2000). De esta forma, algunas modalidades de empleo precario podrían ser: el trabajo parcial, el eventual, el empleo por horas y el subcontratado. Sobre lo anterior, debe subrayarse que existe una falta de acuerdo en la definición de trabajo precario. En función de sus intereses analíticos, los especialistas suelen enfatizar dimensiones específicas o bien, incluyen algunas características que otros no consideran. Por ejemplo, algunos autores reconocen que formas no asalariadas de empleo podrían considerarse precarias debido a la inseguridad que presentan. En este caso, el autoempleo se incluiría también en la definición. Sin embargo, para otros, la existencia de la relación empleadoempleador sería una condición inicial para definir al trabajo precario (Leiva, 2000). Además, se ha referido la importancia de evitar la dualidad precario/ no precario, pues se han considerado más fructífero reconocer “dimensiones de precariedad que se encuentran presentes en diversos grados y modalidades en gran parte de las formas de empleo” (Diana, 2010, p.122). La reflexión sobre precariedad laboral se inscribe en una discusión más amplia que se generó entre algunos estudiosos del trabajo en el marco de las transformaciones socioeconómicas que tuvieron lugar en América Latina a partir de la década de los setenta. Como parte de
dicha discusión, se hizo patente la proliferación de formas de empleo con c a r a c t e r í s t i c a s d i f e re n t e s a l o s considerados “empleos típicos”. Con esta denominación, se hace referencia a aquellos empleos caracterizados por la presencia de un salario, de protección social y por ofrecer estabilidad a quien lo realiza, por involucrar relaciones, tiempos y espacios laborales claramente estipulados y por encontrarse preferentemente asociados al sector industrial (Maza, 2004). También se señaló que, si bien estas formas de empleo nunca fueron las más comunes en los países latinoamericanos, sí son las que han atraído la atención de 1 los analistas del trabajo (De la Garza, 2009). Por lo tanto, es posible reconocer formas de empleo consideradas “atípicas”, que históricamente han estado presentes en México y en otros países latinoamericanos, pero que se han extendido en las últimas décadas. Entre ellas, los empleos vinculados al sector informal de los servicios, como el trabajo doméstico, el trabajo ambulante, el familiar o algunos en micro y pequeñas empresas. También es posible referirse con esta denominación a los empleos que se han generado como resultado de la introducción de nuevas tecnologías así como de nuevas formas de organización a los centros laborales, como el teletrabajo o trabajo a distancia (De la Garza, 2009). Como se observa, la categoría “trabajo atípico” engloba a una gran variedad de
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empleos –muchos de hechos inscritos en el heterogéneo y cada vez más diverso sector de los servicios-, cuyo análisis sistemático se ha venido considerando cada vez más urgente por parte de los estudiosos del trabajo. Esto se debe, en gran medida, a que muchas de estas formas atípicas de empleo permanecen al margen de la legislación laboral o porque, al operar en un contexto de flexibilización y desregulación de las normas laborales, se ha ido mermando su calidad o se han vuelto más susceptibles al deterioro de sus condiciones laborales. Así, muchas de estas formas de empleo se caracterizan, justamente, por la precarización (Leiva, 2000). En este sentido, la noción de precariedad puede considerarse uno de los aproximaciones conceptuales que se generaron como un intento por comprender las problemáticas sociolaborales asociadas a las recientes transformaciones del empleo así como a modalidades laborales que históricamente han tenido presencia en América Latina; pero que se encuentran en expansión y que se alejan del ideal del 2 empleo, estable y regulado . Haciendo uso de este concepto, se ha podido generar algunos indicadores que permiten medir grados de precariedad en formas de empleo específicas o bien en los mercados laborales de algunos países o regiones. También se ha podido dar cuenta de las malas condiciones laborales que aquejan a varios sectores de la
población en diferentes países y se han identificado algunas situaciones que pueden hacer a estos grupos poblacionales más propensos a insertarse de manera precaria al mundo de trabajo, entre otras importantes contribuciones (Leiva, 2000; De Oliveira, 2006; Diana, 2010). A pesar de ello, la mayoría de los estudios sobre precariedad laboral se han centrado en la especificación de variables o dimensiones orientada a la operacionalización del concepto que permita la medición y el análisis a partir de la generación de datos duros; mientras que la reflexión sobre los aspectos subjetivos de la precariedad parecen recibir menor atención. Por ello, algunos autores abogan por incluir una dimensión subjetiva en el análisis de la precariedad. Explorar la dimensión subjetiva de la precariedad, implicaría analizar lo que se considera precario y deseable desde las visiones de los sujetos, no sólo a partir de las características objetivas de los empleos y de las normatividades existentes, pues algunas condiciones laborales que pudieran tomarse como “negativas”, pueden parecer cómodas o preferibles desde los diferentes criterios de valoración subjetiva. Igualmente, cabría cuestionarse por la manera en que los sujetos se posicionan ante las nuevas condiciones laborales y por la forma en que interpretan la realidad laboral con la que se relacionan para generar acciones orientadas por sus entendimientos y
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Referencias bibliográficas
aspiraciones particulares (Maza, 2008). Así, las múltiples maneras en que se vive, se siente y se entiende la precariedad también configuran este fenómeno y su estudio se va tornando cada vez más relevante. En medio de una amplia discusión sobre la vulnerabilidad creciente de los trabajadores y la existencia de numerosos contextos constrictivos en cuanto a oportunidades de acceder a una mejor calidad de vida, el análisis de formas de pensamiento y de valoración que sustentan las acciones de sujetos particulares en contextos específicos parece un asunto clave no sólo para comprender en toda su complejidad el fenómeno de la precariedad laboral, sino también para reconocer, desde las voces y vivencias de los actores laborales, algunos procesos que podrían incidir en la transición de lo deseable a lo posible, en materia de trabajo.
Diana Menéndez, Nicolás. “La múltiple dimensión de la precariedad laboral: el caso de la Administración Pública en Argentina” en Revista de Ciencias Sociales vol. II-III, núm. 128-129, 2010, Universidad de Costa Rica, San José, pp. 119-136. Recuperado el 10 de marzo de 2012 de: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.js p?iCve=15319334009 De la Garza Toledo, Enrique. “Globalización, Modelo Económico y Reestructuración productiva a propósito del Ensayo Los efectos económicos de la globalización en Bolivia” en Globalización en Bolivia y América Latina, CEDLA, Bolivia, 2002. Recuperado el 10 de marzo de 2012 de: http://docencia.izt.uam.mx/egt/publicaciones/ar t iculos/index.htm. ___________ “Hacia un concepto ampliado de trabajo” en Julio César Neffa, Enrique De la Garza Toledo y Leticia Muñiz Terra. Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Buenos Aires, 2009. De la O, María Eugenia. “Entre la flexibilidad, el trabajo fragmentado y la precariedad laboral. Los obreros en las maquiladoras del norte y centro de México” en Rocío Guadarrama y José Luis Torres (coords.). Los significados del trabajo femenino en el mundo global: estereotipos, transacciones y rupturas. Anthropos, UAM, Barcelona, 2007.
Notas 1 De la Garza (2009) considera más adecuado el uso del adjetivo “clásico”, pues permite precisar que esos trabajos se constituyeron como un modelo ideal de trabajo que sólo llegó a ser mayoritario en los países desarrollados en un momento específico de su historia, pero que fungió como el objeto de estudio predominante entre los estudios marxistas clásicos, los primeros sociólogos del trabajo y los economistas neoclásicos. Según el sociólogo, esta terminología permite evitar la impresión de que esta forma de empleo es la más común entre los trabajadores de los países latinoamericanos. 2 Otras categorías que se utilizan para analizar algunas problemáticas particulares asociadas a los empleos atípicos son trabajo informal, flexible y no estructurado (De la Garza, 2009)
De Oliveira, Orlandina. “Jóvenes y precariedad laboral en México” en Papeles de población, julioseptiembre, número 49, UAEM, Toluca, 2006. Recuperado el 9 de diciembre de 2010 de: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.js p?iCve=11204902
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Leiva, Sandra. “El trabajo parcial en Chile, ¿constituye un empleo precario? Reflexiones desde la perspectiva de género, en Mujer y Desarrollo, Núm. 26, Organización de las Naciones Unidas, CEPAL- ECLAC, Santiago de Chile, enero de 2000. Recuperado en marzo de 2012 de: http://www.eclac.org/publicaciones/xml/4/4344/l cl1301e.pdf Universia www.universiaempleo.com OCC Mundial www.occ.com.mx ZonaJobs www.zonajobs.com.mx Encuentra tu Job www.encuentratujob.com.mx Empleo.GOB www.empleo.gob.mx Ojo-Bolsa de Trabajo www.ojo.com.mx Bumerán www.bumeran.com.mx Bolsa Trabajo http://bol.hrdpt.com Bolsa de trabajo www.bolsadetrabajo.com.mx Match www.match.templeo.com Bolsa-Trabajo www.bolsa-trabajo.com Empleo MX www.empleomx.com Reforma – Bolsa de Trabajo http://comercial.reforma.com/libre/comercial/bol sadetrabajo Monster www.monster.com.mx Manpower www.manpower.com.mx Laborum www.laborum.com Servicio Nacional de Empleo de Yucatán www.yucatan.gob.mx/servicios/trabajo/lista_vaca ntes.jsp Bolsa Mundial de Trabajo www.bolsamundialdetrabajo.com Trabajando.com www.trabajando.com Learn4good www.learn4good.com/jobs
María Luisa González Marín (coord.) Globalización en México y desafíos del empleo femenino. Grupo editorial Miguel Ángel Porrúa, México, 2000. Maza, Octavio “El trabajo, una nueva lectura desde los procesos de precarización” en Polis: Investigación y análisis sociopolítico y psicosocial, segundo semestre, año/vol. 2, número 4, UAMIztapalapa, México, 2004. Recuperado el 9 de d i c i e m b r e d e 2 0 1 0 d e : http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtP dfRed.jsp?iCve=72620405 ___________ “La dimensión subjetiva de la precariedad laboral” Ponencia presentada en el Congreso El trabajo en la crisis. Desafíos y oportunidades de la Asociación Mexicana de Estudios del Trabajo (AMET), Mérida Yucatán, mayo de 2008. Recuperado de la dirección electrónica http://www.amet.uady.mx/?dl_name=MAZA_O CTAVIO.pdf
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Reflexiones y estrategias para la inserción laboral de los historiadores Lic. Ricardo Fernández Castillo
enorme utilidad, incluso sin que el propio historiador sea totalmente consciente de ello. Algunas ideas vertidas en el presente escrito pretenden consolidar una primera fase en la inserción laboral de los historiadores, la concerniente a sugerencias para convencer al lector sobre la importancia de los historiadores, en estudios posteriores se buscará llevar a un nivel más concreto a dichas sugerencias.
“Un historiador no se aburre con facilidad; siempre puede recordar, observar, escribir…”*
El presente trabajo tiene como objetivo analizar el oficio del historiador y en específico la parte correspondiente a su trabajo profesional tratando en todo momento de resaltar cualidades que un historiador puede aportar en el ámbito laboral. No pretendemos realizar estudios cuantitativos a cerca de trayectorias escolares y profesionales sino más bien presentar y analizar algunas propuestas útiles para que un historiador encuentre cabida a nivel laboral y sepa habilitar, dar a entender y defender los conocimientos aprendidos durante sus estudios de licenciatura. Bajo esta óptica, el trabajo se encuentra dividido en dos partes, la primera consiste en analizar algunos perfiles existentes entre los historiadores. Sin intentar agotar las posibilidades, se construirá una imagen resumida de tipos de perspectiva adoptados por los historiadores para sus estudios a nivel profesional. La segunda parte pretende resaltar varias herramientas de pensamiento que el historiador tiene a su disposición y cómo esas herramientas una vez puestas en práctica pueden ser de
Los distintos perfiles de un historiador Como diría Luis González y González, dos tipos de historia saltan a nuestra mente cuando decidimos emprender la tarea de reconstruir el pasado, por un lado la historia anticuaria y por otro la historia crítica1. La primera se encuentra, en la mayoría de los casos, compuesta de romanticismo o cuando menos de una esencia que la asemeja al relato, este tipo de reconstrucción histórica lleva a que el practicante desarrolle un amplio sentido de reflexión y discurso, pero ¿qué tanto valor se le da a esta capacidad en los ámbitos laborales de hoy en día? Los cauces por los cuales se deben aprovechar estas cualidades no siempre se encuentran establecidos y peor aún, no siempre se encuentran valuados en su justa proporción.
* Bloch, Marc, 2009, p. 34.
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que atormenta a los historiadores desde el siglo pasado, el concerniente al conflicto entre la historia de bronce y la historia crítica. La historia crítica se ha convertido en una premisa indiscutible en la formación de historiadores pero en exceso ha provocado la ceguera de muchos practicantes a tal punto de no aprender a formar consensos con capas de la sociedad que forzosamente aparecen en su proceso de inserción laboral. Ante esto surge la muy conocida historia de bronce o historia oficialista que más allá de defender valores ya establecidos, predispone al practicante de historia a que se desenvuelva en ambientes compatibles con un régimen político o económico 3 plenamente establecido y encumbrado . El historiador, como parte de las características de su formación, siente el llamado hacia una orientación (que puede ser política o no) en donde pueda afiliarse para otorgar sus esfuerzos en investigación. Para el historiador pocas veces resulta suficiente el simplemente desempeñarse laboral y profesionalmente, siempre entra en contacto con el dilema de tomar o no tomar partido de acuerdo a sistemas en confrontación tanto a nivel político como a nivel de centro de trabajo o incluso de centro educativo (escuelas y 4 universidades) . Es un punto bastante general y no se circunscribe únicamente a las características de contenido de cada
Esto nos impone un reto al cual confluyen dos partes, la primera consiste en un acercamiento por par te de los empleadores con el fin de ampliar sus estrategias de mercado y aprovechar al máximo distintos recursos cognitivos que el ámbito académico de las ciencias sociales y la historia tienen para ofrecer, la segunda parte implica una labor por parte de estudiantes y egresados que se traduce en crear programas que dirijan a un plano concreto todo el cúmulo de ideas que se adquieren en el aula de clases y en las lecturas individuales. En todo caso lo que resulta imperioso crear es un vínculo estrecho entre la historia anticuaria (llena de figuras literarias) y fórmulas específicas de inserción laboral. Mucho se avanzaría si empezamos con decir que dichas fórmulas y técnicas simplemente no existen, muchos historiadores continúan pensando implícitamente que el conocimiento histórico es válido en sí 2 mismo , sin dar una justificación que a la larga contribuya a la realización laboral de los historiadores. En este punto se nos presenta una paradoja puesto que el historiador en varios puntos de su proceso de crecimiento debe decidir en dónde verter s u s e s f u e r z o s . Pu e d e i n t e n t a r desenvolverse en el mercado de trabajo implicando al mismo tiempo un enorme aprendizaje que el aula de clases quizás nunca podría otorgarle, pero al mismo tiempo le acompaña un fantasma antiguo
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El historiador y la realidad laboral La revolución francesa en 1789, la independencia de las colonias inglesas en 1776, la independencia de la Nueva España en 1821, la revolución mexicana en 1910 y un sin número de acontecimientos se han insertado permanentemente en un estudiante de historia y discursos que abarcan horas enteras pueden ser enunciados al respecto pero ¿de qué sirve todo este bagaje al momento de tener una entrevista de trabajo? sin pronunciar un sinnúmero de palabras antes de responder, ¿qué relación tienen las mil historias que un estudiante aprende en el aula con el esfuerzo por conseguir un trabajo? Sin olvidar que el historiador debe hacer valer sus conocimientos, este problema de inserción laboral nos dirige a puntos complicados de la realidad actual pero sobre todo a carencias de la conciencia colectiva que finalmente termina por afectar la imagen del historiador. Por ello Héctor Aguilar Camín nos dice con justa razón “los pueblos voltean ansiosamente al pasado solo en las épocas que parecen atentar 7 contra ellos” , esto nos hace ver que el historiador no únicamente puede desempeñarse como asesor político en distintas circunstancias sino también que en efecto es fuente altamente recurrida cuando algún amigo, familiar o colega de trabajo tiene dudas respecto a fechas de acontecimientos. Sin embargo esta
una de las investigaciones y publicaciones que realiza el historiador, más bien se trata de un problema de orientación ideológica, profesional y laboral. Mentiríamos al decir que estos perfiles y sus implicaciones agotan las posibilidades de ser un historiador hoy en día. A todo lo anterior se suman distintas formas de hacer historia, tan diversas y numerosas que resulta difícil tan siquiera mencionar a las más representativas. Entre ellas están la historia científica, la historia demográfica, la historia cuantitativa y la historia económica, esta última con un importante diálogo con otras ciencias y cuyos historiadores practicantes encuentran enormes facilidades para trabajar en empresas o instituciones que requieren un manejo pormenorizado de datos estadísticos. En este sentido, la historia ha mostrado una actitud servicial para con los estudios de población5, los que a su vez arrojan cifras muy significativas para los gobiernos y sociedades del mundo moderno. Esto explica a muy grandes rasgos las facetas que puede adoptar el perfil del historiador y aunque la mezcla de 6 tendencias suele darse en distintas etapas , resulta importante tener en cuenta este contenido toda vez que representa la identidad que un historiador puede llegar a tener al momento de enfrentarse con el mundo y encontrar un lugar en el mercado laboral.
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recurrencia se da solo ocasionalmente, con el fin de que las personas se ahorren visitas a la biblioteca o a páginas de internet, teniendo en el historiador a una útil enciclopedia. Los historiadores nos molestamos cuando nos tratan de esta forma, pues bien eso pasa en buena parte por que nosotros no aprendemos a poner límites a los perjuicios que nos persiguen y una efectiva forma de hacerlo es saber valorar el conocimiento histórico y ponerle el precio adecuado cuando sea necesario. Ante la interminable lucha entablada por el historiador y la sociedad en la cual el primero intenta demostrar que su profesión va más allá de la transmisión de cuentos y relatos, se nos presenta otro problema que no ha sido atendido 8 debidamente . Ya no basta con decir que el historiador, mediante crítica y reflexión, ofrece un amplio panorama del pasado; generalmente una pregunta sobre ¿qué hace el historiador? Va acompañada de otra concerniente a ¿en qué puede desempeñarse un historiador? Puede utilizarse una respuesta directa tal como lo es “la docencia y la investigación”, pero la historia no es la única disciplina que se dedica a estas actividades y por lo tanto es necesario, cuando menos en un primer momento, expresar el repertorio de capacidades que un historiador puede llegar a poseer. El historiador tiene el deber de comunicar la utilidad de la perspectiva histórica para
el entendimiento y solución de problemas actuales, pero constantemente suele luchar contra la pésima imagen que empleadores y personas en general tienen respecto a él. Una fórmula útil de luchar contra esta desventaja es establecer una continuidad en la actitud que el historiador muestra en el aula de clases y el ambiente de trabajo en el que se desempeña. Al egresar y conseguir un puesto laboral, el historiador se somete a la tentación de normalizarse, homogeneizarse y hacerse dócil a un sueldo; ante este riesgo el historiador debe en todo momento recordar las raíces de su formación y utilizar pensamientos que le ayuden no solo a realizar un buen trabajo sino incluso a destacar adoptando cualidades de líder. Si recordamos que “remitirnos al pasado dota al presente de una razón de 9 existir” , podremos partir de una forma de ver las cosas que nos de mejores herramientas para el debate, para la mediación en la solución de conflictos laborales e incluso para encabezar proyectos de cualquier tipo. Después de todo la historia contribuye a dar sentido a las cosas y a entender un objeto como integrante de una totalidad que lo rodea10. Es por ello que el historiador cuenta con varias ventajas al momento de prestar asesoría; inevitablemente se remonta a planos cada vez más profundos con el fin de fundamentar acertadamente una opinión. A un funcionario público le sería
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conveniente esta última cualidad toda vez que tiene el deber de mostrar congruencia en sus acciones. Sin embargo, es el historiador quien decide el grado que imprime a sus críticas, puesto que llevadas a extremo bien podrían demostrar las bases corruptas que pueden llegar a existir en una empresa11, basta con una lectura del desarrollo del capital bajo la protección del estado o viceversa para crearse una imagen de dónde estamos parados al obtener un escalafón dentro de una asociación comercial. Evidentemente, el conocimiento histórico tiene su lado negativo, existen en todo momento historiadores (estudiantes y profesionales) corporativizados que consciente o 12 inconscientemente defienden sistemas que benefician solo a unos pocos. Ta m b i é n e x i s t e n h i s t o r i a d o r e s mercenarios con un excelente sueldo pero con una ética por los suelos, por su puesto esto implica un análisis mucho más profundo puesto que las carencias económicas en el seno familiar obligan a los estudiantes a prestar servicios sin poder darse el lujo de distinguir las inclinaciones del empleador. Aunque esto último parezca familiar a distintas profesiones, el historiador también es víctima de estas mismas condiciones. Una idea de Carlos Monsiváis nos obliga a detenernos y abordar una discusión sobre definición ideológica y éticas laborales en el oficio del historiador. Según este gran
pensador mexicano, “el estado asume la representación general de la historia y le deja a los historiadores profesionales la carga de ratificar o contradecir pero siempre respetando su sitio de eje 13 implícito o explícito de los procesos” . A todo historiador le llega un momento de definición, ¿un buen sueldo o la conservación de ideales que lo alejan de posibilidades reales de subsistencia? Es la pregunta que separa a “buenos” y “malos” profesionistas, pero tanto la realidad estudiantil como la laboral nos indican a gritos que existen respuestas alternas a esta pregunta o incluso, que esta pregunta debería plantearse en otros términos. Una forma eficiente de forjar una crítica y reformar un sistema (político, educativo, laboral, etc.) es propiamente formar parte de dicho sistema y convivir de cerca con él. O dicho de otra forma, si existe una convicción de apoyo al sistema no hay mejor forma de comprometerse que aceptando críticas y reconociendo carencias. Cualquiera que sea la postura el historiador debe tener una amplia conciencia del lugar que ocupa, todo con el fin de hacer valer los conocimientos y técnicas que presta al mercado laboral. De una forma u otra la realidad es que la historia entendida como una forma de conocimiento esta presente hoy en día en varios ámbitos, los historiadores tienen la capacidad de involucrarse en distintos escenarios y ofrecer una dimensión distinta en la solución de problemas14.
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Esto es debido a que la historia existe con 15 una inclinación previa por el presente , es decir, cualquier estudio histórico parte de una inquietud por algún aspecto de la realidad actual. El historiador, por naturaleza, tiene cierta capacidad de trastocar cualquier tipo de organización humana, de mostrar sus debilidades hasta hacernos creer que las reglas y normas 16 sirven de poco . Toda esa energía y capacidad de crítica, en un ambiente de trabajo profesional, debe ser canalizada y utilizada para crear pautas adecuadas de colaboración, por ejemplo, para entender la jerarquía entre un patrón y un empleado como una cuestión meramente de reparto de tareas y no como una sujeción paternalista. No obstante lo anterior, el historiador debe mantener siempre un régimen de disciplina y constancia, valores que a todos ayudan a sobresalir en cualquier ámbito. Finalmente una idea de Marc Bloch, historiador francés muerto en la segunda guerra mundial, nos ayuda a entender que si bien los servicios que presta un historiador son imprescindibles, en el fondo debe manejarse con igual sencillez que otros profesionales. Él nos decía, “cuando un muchacho honesto está acostumbrado en la vida corriente a efectuar meticulosamente sus tareas cotidianas en el banco de trabajo, el campo, detrás de un mostrador y, me atrevo a decir, en la mesa de trabajo de un intelectual), seguirá
con total naturalidad cumpliendo con idéntica sencillez el deber que le imponga la coyuntura”17. Esta fórmula es suficiente para tener una base mental que impulse en todo momento a los historiadores a olvidarse de conflictos de cualquier tipo y utilizar a la disciplina laboral como un buen cauce para descargar todo el cúmulo de conocimientos y preguntas que continuamente surgen. El historiar por una causa o por una fe política, religiosa o moral no siempre esta al alcance de los practicantes18, los distintos orígenes del historiador implican una amplia gama de convicciones algunas de las cuales se alejan de lo que propiamente es el oficio del historiador por lo que las líneas escritas con anterioridad distan mucho de ser compatibles únicamente con una sola ideología y por el contrario intentan ser útiles a un público generalizado que se encuentre interesado en la historia. Conclusiones Algunas cualidades del historiador descritas anteriormente corresponden a la naturaleza de su perspectiva, en adición habría que discutir sus capacidades técnicas con respecto al uso de herramientas para bases de datos, bibliografías, digitalización documental, entre otros instrumentos que potencialmente podrían emplearse en otros ámbitos que impliquen remuneración. Incluso no se ha
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mencionado aún el dominio del discurso que suele ser virtud en algunos historiadores, llegando a construir explicaciones por las cuales suelen ser objeto de consulta por parte de otras personas que necesitan sugerencias sobre sintaxis y redacción. No obstante, resulta necesario aceptar que la obtención de un trabajo en el que el historiador ejerza sus conocimientos es un asunto que actualmente pasa por una enorme crisis, tanto por errores del mismo historiador como por condiciones de nuestro contexto que ven al conocimiento no en su valor intrínseco sino en su valor monetario. En suma, la visión mercantil que tanto ha permeado la imagen de los profesionales, esta mezclándose con el oficio del historiador con la posibilidad real de no llegar a una unión factible y por el contrario acabar por desechar completamente a la historia para instalarla en una lista de actividades recreativas y de esparcimiento. La historia no permanece ajena a procesos que cambian las actividades humanas en general. La revolución informática ha dado inicio, al igual que su impacto en la labor histórica, pero distamos mucho de ver el final, aún no sabemos qué formas poco conocidas podría adoptar la investigación documental, el discurso histórico y el conocimiento del pasado a raíz de las tecnologías que el historiador tiene a disposición.
Pero tampoco sería realista el pintar un panorama totalmente desfavorable. El h i s t o r i a d o r a l i g u a l q u e o t ro s profesionistas de las ciencias sociales y humanidades tales como el antropólogo, el sociólogo y el literato cuentan con una ventaja. Las empresas, organismos, instituciones y todo tipo de asociación con registro legal suelen armar una plantilla de personal bastante estandarizada, un contador, un abogado, un especialista en informática y hasta un médico dependiendo del presupuesto disponible; sin embargo, la presencia del historiador y del antropólogo, por el mismo desconocimiento que se tiene en cuanto a sus cualidades tiende a contener el elemento sorpresa que utilizado adecuadamente aporta nuevas estrategias a la empresa que otros profesionistas involucrados quizás nunca podrían llegar a distinguir. En otras palabras, se trata de la ventaja de una perspectiva sumamente distinta a la de las profesiones comunes en nuestro medio.
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Hosbawm, Eric J., “Historia social”, en Vera Hernández, Gumersindo, Pantoja Reyes, José R., Domínguez Pérez, María Xóchitl et al. (coords.) Los historiadores y la historia para el siglo XXI: Homenaje a Eric J. Hobsbawm, 25 años de la licenciatura en historia. México: Conaculta-INAH, 2006.
Notas 1 González y González, Luis, 2007, pp. 55-64. 2 Villoro, Luis, 2007, p. 35. Sin negar el valor del conocimiento histórico el sentido de este enunciado es aprovechar justamente ese enorme valor a beneficio de distintos sectores bajo las formas adecuadas, una de las principales en todo caso sería expresar la historia en términos simples y accesibles. 3 González y González, Luis, 2007, pp. 64-67. 4 El análisis no se ciñe únicamente al plano político y partidista, sino a los distintos grupos en conflicto que suelen surgir en varios centros de trabajo tanto de la iniciativa privada como en el sector público. El historiador nunca se mantiene totalmente al margen de estas disputas y siempre participa, en distinto grado, en ellas. 5 González y González, Luis, 2007, pp. 67-71. 6 Le Goff, Jacques, 2011, pp. 38-39. 7 Aguilar Camín, Héctor, 2007, p. 47. 8 Le Goff, Jacques, 2011, p. 12. 9 Villoro, Luis, 2007, p. 37. Le Goff, Jacques, 2011, pp. 27-29. 10 Villoro, Luis, 2007, pp. 46-52. 11 Weber, Max, 2000, p. 84. 12 Al hablar de sistemas quiero referirme a una amplia gama de organizaciones, desde universidades hasta partidos políticos y gobiernos. 13 Monsivais, Carlos, 2007, p. 181. 14 Hosbawm, Eric J., 2006, pp. 19-20. 15 Bloch, Marc, 2009, pp. 29-30. 16 Bloch, Marc, 2009, pp. 11-23. 17 Frase escrita como parte de una protesta ante la incompetencia de muchos oficiales franceses durante la segunda guerra mundial. Bloch, Marc, 2009, p. 110. 18 Weber, Max, 2000, p. 93.
Le Goff, Jacques, Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso. España: Paidós, 2011. Monsiváis, Carlos, “La pasión de la historia”, en Pereyra, Carlos, Villoro, Luis, Gilly, Adolfo et al. Historia ¿para qué? México: Siglo XXI, 2007. Villoro, Luis, “El sentido de la historia”, en Pereyra, Carlos, Villoro, Luis, Gilly, Adolfo et al. Historia ¿para qué? México: Siglo XXI, 2007.
Bibliografía Aguilar Camín, Héctor, “Historia para hoy”, en Pereyra, Carlos, Villoro, Luis, Gilly, Adolfo et al. Historia ¿para qué? México: Siglo XXI, 2007. Bloch, Marc. La extraña derrota. Testimonio escrito en 1940. España: Crítica, 2009. González y González, Luis, “De la múltiple utilización de la historia”, en Pereyra, Carlos, Villoro, Luis, Gilly, Adolfo et al. Historia ¿para qué? México: Siglo XXI, 2007.
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El seguimiento de egresados en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y sus vínculos con el mundo de la vida laboral ante los procesos actuales de cambio Sonia Reyes Ornelas
implementado hasta el momento.El objetivo de este trabajo se centra en abordar el caso particular de una de las siete licenciaturas que en esta institución se ofertan: la Etnología, para poder definir la situación de sus egresados y la relación que guardan con el mundo laboral de la profesión en la que fueron formados, este interés se desprende de la premisa de que en el caso del etnólogo hay un desfase entre el perfil profesional de egreso y el mundo del empleo, lo cual no puede ser entendido sin contextualizar la cuestión ocupacional de esta profesión ante la modificación de sus objetos de estudio y la reconformación de sus espacios y prácticas profesionales que obliga a mirar nuevos nichos laborales; el problema lo centro en que actualmente no se cuenta con estudios de seguimiento de egresados que aporten datos confiables sobre al realidad que viven sus egresados al confrontarse con el mundo laboral de la profesión, lo cual implica que en el proceso formativo funcionalmente no corresponda con la realidad profesional del egresado. Retomo adicionalmente un estudio realizado sobre una población de egresados de Etnología que da cuenta por medio de sus trayectorias laborales de sus experiencias y valoraciones que como egresados tienen respecto al campo
Introducción La formación de antropólogos en México es un tema que ha inquietado de manera prominente en la última década, el acercamiento a este tema por parte de antropólogos ha representado una valoración de las disciplinas antropológicas mismas, de las instituciones y de los antropólogos y su ejercicio profesional. Abordar este tema implica sumergir la mirada en el contexto actual de la educación superior en México, de sus instituciones y de los procesos y prácticas formativas que las sustentan. En este trabajo me interesa hacer este acercamiento con la intención de centrar la mirada en una institución que tradicionalmente se ha distinguido por ser formadora de antropólogos e historiadores, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), esto con la intención de contextualizar de manera general el proceso formativo que pernea la práctica profesional de sus egresados en el actual contexto de cambio. Me interesa reconocer las diversas dinámicas institucionales que se han implementado en este espacio formativo para atender a su población de egresados, centrándome en los programas de seguimiento de egresados que se han
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laboral del etnólogo y de su reconocimiento social en el mundo de las profesiones. Finalmente integro un panorama que enuncia los procesos de cambio requeridos por los etnólogos para lograr una formación profesional vinculada al empleo que les permita suavizar la brecha existente entre formación y empleo.
cambian de manera alarmante las relaciones establecidas entre la educación superior y el Estado, cambio radicado principalmente en la reducción del Estado en la prestación de los servicios públicos en materia educativa, retirando fondos económicos que históricamente la habían subsidiado e implantando políticas de “evaluación” y de “acreditación”. Se marca una escisión en los estudios de evaluación de la educación superior; la política educativa se vuelca del ámbito de la planeación académica al de la evaluación institucional. En el marco del proceso de globalización y respondiendo al proceso de modernización de la educación superior, se generan criterios de flexibilización y de incorporación al mercado laboral por medio de una restructuración del mercado de trabajo que se presenta bajo un esquema conformado por puestos de trabajo que exigen una formación no rígida ni totalmente disciplinaria. En este contexto queda planteado el binomio ya indisociable de educación-productividad, en el cual las instituciones proporcionan preparación académica para responder a las exigencias del mercado. Este sin duda es un panorama que exige una educación de nivel superior en donde se adecuen los procesos académicos, las capacidades, habilidades y destrezas que se desarrollan en la educación superior, para que sus egresados cuenten con una formación
El sistema educativo en México y los procesos modernos de cambio Los actuales procesos modernos de cambio han marcado al Sistema Educativo Nacional (SEN) en el cual las Instituciones de Educación Superior (IES) juegan un papel estratégico para la funcionalidad de este sistema social; esta funcionalidad se debe a la generación de capital humano que por medio de valores y conocimientos contenidos en los estatutos sobre los cuales la universidad se sustenta, a su vez que lleva a cabo mediante sus planes de estudio, planta docente en espacios formativos en los que se ejercitan la investigación, el desarrollo o reforzamiento de conocimientos que sirven para satisfacer nuevas necesidades sociales. En la década de los ochenta se inicia un fuerte impulso a nivel mundial de los procesos de liberalización mercantil propiciando la privatización y la comercialización de la educación s u p e r i o r. L a p r i v a t i z a c i ó n y comercialización de la educación,
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sólida, socialmente útil y válida que les permita acceder con márgenes amplios de probabilidad a las oportunidades de empleo. A partir de la década de los noventa surge a nivel mundial una nueva política educativa sustentada en el criterio de calidad como principal referente, las políticas de la educación superior, institucionalizando la evaluación como mecanismo promotor por excelencia de la calidad1. Para reconocer estas necesidades las IES requieren poner en marcha estrategias de valoración y reconocimiento de sus actores en estos nuevos escenarios, es así que surgen los estudios de seguimiento de egresados como una estrategia que adquiere principal relevancia por el tipo de datos que aporta al vinculan a los egresados con el mundo laboral de la profesión en la que se han formado.
institucional que permitan un análisis y una explicación de la funcionalidad y de la calidad en la formación profesional que ofertan estas instituciones al enfocarse en el perfil e inserción laboral del egresado, en este contexto específico es que los estudios de seguimiento de egresados son uno de los estudios de mayor importancia que a la par con otras líneas de investigación, como lo es el perfil de ingreso, formación docente y contenidos disciplinares, pueden ayudar a el desarrollo de un proceso de realimentación en la formación profesional de los egresados. Los datos obtenidos por medio de la implementación de los estudios de seguimiento de egresados permiten un acercamiento mucho más pertinente de las propuestas requeridas a nivel teóricoconceptual y de funcionalidad de las disciplinas de formación profesional, ante posibles adecuaciones curriculares, que tienen la premisa de que han de ser congruentes con el contexto de inserción laboral del egresado. Sin embargo en México actualmente existen serios problemas en las Instituciones de Educación Superior en lo referente a la implementación de los estudios de seguimiento de egresados ya que los resultados arrojados hasta el momento muestran una heterogeneidad de los estudios que se han realizado y más aún existen instituciones que no han evidenciado ningún análisis sobre sus egresados.
Los estudios de seguimiento de egresados en las Instituciones de Educación Superior En México, principalmente durante la última década, la realización de estudios sobre seguimiento de egresados ha sido de manera constante una preocupación de las Instituciones de Educación Superior (IES). El seguimiento de egresados se ubica como un elemento indispensable en el desarrollo de líneas de investigación institucional, como lo son los programas de evaluación y de seguimiento
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Para atender a esta problemática la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) ha planteado un esquema básico para la realización de estudios de 2 egresados en educación superior en el cual se plantea la mejora y actualización permanente de los planes y programas de estudio; se pretende que por medio de la implantación de este modelo se logren definir las políticas de desarrollo institucional en los niveles estatal, regional y nacional. La estrategia diseñada por la ANUIES para la aplicación de estudios de seguimiento de egresados parte de querer conformar a nivel nacional un grupo interinstitucional en donde se aplique una metodología que genere un instrumento de aplicación común utilizando las mismas variables e indicadores que sean relevantes para las instituciones y que representen información confiable y de carácter institucional, esta información se busca que sea utilizada como un apoyo en la toma de decisiones y la planeación académica y como un elemento que se pueda contrastar con los resultados obtenidos en otras instituciones en las cuales se haya utilizado de manera análoga.La relevancia de esta propuesta que ya se ha comenzado a implementar permite a las Instituciones de Educación Superior de México integrarse a estas dinámicas que prevén la mejora de la
calidad educativa y que permiten identificar las características generales de sus egresados con datos más confiables y actualizados, su importancia radica en la manera en que cada institución hace uso de estos datos obtenidos sobre sus egresados y que no sólo sean utilizados como indicadores que conformarán la estadística nacional sobre educación superior, egresados y mercado laboral. Por lo tanto la importancia del seguimiento de egresados en las Instituciones de Educación Superior, radica en que a través de los egresados se puede obtener información oportuna y confiable acerca de su formación académica y profesional, una vez que concluyeron sus estudios y, a partir de ésta, conocer en qué medida se están cumpliendo los objetivos de formación académica. La forma en que se ha venido realizando el seguimiento de egresados en las diversas instituciones corresponde a las exigencias de las diversas políticas educativas imperantes en cada contexto tratando de atender los problemas que afectan al Sistema Educativo, atendiendo indicadores y estadísticas fundamentales de éxito profesional en relación al grado de inserción laboral de sus egresados, donde difícilmente se ha atendido una problemática aún más amplia, como la desarticulación entre planes y programas de estudio en relación con el conocimiento de las condiciones laborales reales de sus egresados.
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La Escuela Nacional de Antropología 3 e Historia como institución pública de educación superior, se ha insertado el marco de las políticas educativas nacionales que se redefinen desde inicios del sexenio pasado y actualmente se encuentra adscrita a la ANUIES, ante lo cual se ve obligada a integrar y desarrollar los lineamientos que esta instancia establecen para el resto e las IES a nivel nacional. Interesa reconocer cuales han sido los logros que en esta materia ha tenido esta institución por lo cual es indispensable mostrar cuales han sido las acciones realizadas al respecto.
En este marco y como se menciono anteriormente al estar adscrita a la ANUIES el seguimiento de egresados4 se ha conver tido en un requisito institucional, por lo cual se ha buscado la implementación de dicho programa conformado una estructura que depende de manera directa del Departamento de Planeación Académica, el cual diseño un proyecto apegado a la normativa de la ANUIES para realizar el seguimiento de sus egresados. Es así que en la Escuela Nacional de Antropología e Historia se han tenido por lo menos dos periodos en los cuales el seguimiento de egresados se plantea como una necesidad para la institución, uno de ellos tiene su antecedente en 1993, sin embargo este se quedo únicamente como una acción intencional que no produjo algún documento oficial que permita tener un registro; en el 2006, año en que inicia una segunda etapa que surge como consecuencia a una de las recomendaciones hechas por diversas instituciones entre ellas la ANUIES, la Secretaría de Educación Pública y la Red Mexicana para la Investigación y la Formación de Antropólogos, a lo cual se da respuesta con la implementación de un proyecto para generar una base de datos y se decide aplicar una prueba piloto de una encuesta para egresados a 50 alumnos de licenciatura y programas de posgrado con la finalidad de presentar los resultados. El principal objetivo de este proyecto fue el
La ENAH en la implementación de mecanismos de seguimiento de egresados Durante las últimas dos décadas esta institución educativa ha incorporado dinámicas institucionales que han incidido directamente en aspectos académicos que anteriormente no eran considerados como prioritarios, la evaluación se ha vuelto cada vez más en un requisito que ha de estar presente en todos los sectores desde la funcionalidad de sus diferentes departamentos hasta el desarrollo de los procesos de enseñanzaaprendizaje, la evaluación de planes y programas de estudio, es decir, de todo aquello que este implícito en el compromiso de formar profesionales de las ciencias antropológicas ya sea a nivel licenciatura como de maestría y doctorado.
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de reunir información estadística y mostrar un panorama general de sus egresados sobre las siete licenciaturas que en ella se ofertan (Antropología Física, Antropología Social, Arqueología, Etnohistoria, Etnología, Lingüística e Historia) y de ello se derivó la posibilidad de encontrar las particularidades de cada una de estas licenciaturas y de sus egresados. Los resultados de esta prueba piloto fueron presentados a nivel departamental por el Departamento de Planeación de la ENAH a los demás departamentos del área académica en el periodo de agosto a diciembre de 2007; los resultados presentados correspondieron a las respuestas obtenidas de la aplicación de lo que denominaron “cédula de opinión en la prueba piloto” que fue aplicada a 50 egresados, si bien se pudo tener un panorama general de los egresados, es importante resaltar que en ellos no se pudo precisar información confiable de cada una de las siete licenciaturas resaltando que hasta el momento estos re s u l t a d o s g l o b a l e s n o s e h a n documentado de manera oficial con al intención de que puedan ser consultados de manera pública por los interesados en el tema. En este contexto de búsqueda de datos oficiales sobre el etnólogo egresado, se realizó el acercamiento reiterado a este departamento logrando obtener los registros de esta población de estudio derivados de la muestra antes descrita,
ante la necesidad de tener un referente i n s t i t u c i o n a l s e p ro c e d i ó a s u procesamiento5, en apego a la estructura planteada en el informe global. Es así que para la integración un informe de la licenciatura la muestra que represento a los etnólogos egresados en el programa global, estuvo conformada por diez cuestionarios correspondientes a diez egresados de los cales ocho eran mujeres y dos hombres. A continuación muestro los resultados obtenidos por porcentajes. En primera instancia se presentan los resultados que se refieren a la trayectoria escolar de los egresados. Después, los que se refieren la permanencia en la ENAH. Finalmente, los que se refieren a su desarrollo profesional, resumiendo un total de 12 puntos: 1. Trayectoria escolar del egresado de etnología sobre la realización de estudios profesionales antes de ingresar a la ENAH. Un 40% de los alumnos encuestados indicó haber cursado estudios en nivel superior antes de ingresar a la ENAH, un 50% de estos egresados los concluyó antes de ingresar y el otro 50% los curso de manera simultánea a los estudios de etnología y un 10% no emitió información al respecto. 2. Permanencia referida a los motivos por los cuales eligió esta institución para cursar la licenciatura. Los egresados, en su mayoría con un 60%, opinaron que los
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motivos que los llevaron a elegir a la ENAH para cursar la licenciatura, se basaron en que esta institución era la única que la ofertaba a nivel superior; un 30% señaló que la elección se debió a que la ENAH les otorgaría prestigio al cursar esta licenciatura y un 10% se abstuvo en su respuesta. 3. Permanencia indicando la razón por la cual se eligió la licenciatura. Las razones que llevaron a los egresados a elegir la Licenciatura de etnología como una opción de formación profesional se desprenden en un 60% de ellos de un conocimiento e interés previo a su ingreso a la carrera, un 10% decidieron cursarla por ser gratuita y un 10% se abstuvo en su respuesta. 4. Permanencia referida a la regularidad del egresado al cursar sus estudios. La mayoría 90% de los encuestados manifestó haber sido alumno regular al cursar la licenciatura de etnología. 5. Expectativas previas sobre la licenciatura. Un 50% de los egresados de etnología consideró que el plan de estudios cursado respondió de manera parcial a sus expectativas formadas al elegir la licenciatura, un 40% considero que sí fueron cubiertas y un 10% no emitió alguna valoración. 6. La mayoría de los egresados (80%) opinaron que las actividades realizadas en el Servicio Social contribuyeron a su formación profesional y que eran afines a su área de estudio, un porcentaje menor
(10%) opinó que no le aportaron algún tipo de apoyo y otro porcentaje similar (10%) se abstuvo de contestar. 7. Las opiniones de los alumnos sobre el Plan de estudios cursado y la valoración de los conocimientos que adquirieron se dividen en cinco rubros de conocimientos: a) Teóricos, b) Metodológicos, c) Técnicos, d) Prácticas de campo y e) Informativos; para mostrar los resultados se presenta a continuación una grafica para cada uno de ellos. 7 a. Opinión de los egresados de etnología sobre la adquisición de conocimientos teóricos que adquirieron al cursar el plan de estudios de la carrera. Los egresados indicaron en su mayoría con un 80%, que estos conocimientos fueron suficientes y sólo un 10% considero insuficiente su adquisición. 7 b. Opinión de la adquisición de los conocimientos metodológicos adquiridos al cursar el plan de estudios. La mayoría de los egresados de etnología (60%) opinó que los conocimientos metodológicos adquiridos al cursar el plan de estudios fueron insuficientes, un porcentaje menor (30%) los consideró suficientes y un 10% no emitió valoración alguna. 7 c. Opinión de la adquisición de los conocimientos técnicos adquiridos al cursar el plan de estudios En relación a la adquisición de los conocimientos técnicos adquiridos por los egresados de etnología un 60% los consideró como
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insuficientes, un 30 % opinó que fueron los suficientes y un 10% no contestó a esta pregunta. 7 d. Opinión de la adquisición de los conocimientos adquiridos por medio de las prácticas de campo al cursar el plan de estudios. La opinión vertida por los egresados de etnología sobre los conocimientos adquiridos en la realización de prácticas de campo en el curso de la carrera fue favorable, indicando un 80% que estos conocimientos fueron adquiridos de manera suficiente, sin embargo, un 10% los consideró deficientes y un 10% omitió la respuesta. 7 e. Opinión de la adquisición de los conocimientos informativos adquiridos al cursar el plan de estudios. En relación a este punto los egresados de etnología en un 90% señalaron que fueron suficientes con una abstención del 10%. 8. Opinión de la correspondencia de los conocimientos adquiridos con las exigencias de su desempeño profesional. Un 40% de los egresados de etnología opinaron que no hay una correspondencia entre los conocimientos adquiridos al cursar la carrera, con las exigencias al desempeñarse de manera profesional, en igual porcentaje del 40% opinaron que solo se corresponden medianamente estos dos aspectos y solo un 10% han encontrado una total correspondencia entre los conocimientos
adquiridos y las exigencias de su ejercicio profesional. 9. Opinión de la ENAH como un espacio de formación profesional para la creación de autoempleos. Un alto porcentaje de egresados de etnología (70%) opinaron que la ENAH no representa un espacio de formación profesional para la creación de autoempleos, un 20% la considera como una opción adecuada y el 10% restante no omitió alguna valoración al respecto. 10. Opinión de la necesidad de actualización en la ENAH a sus egresados Un 80% de los egresados de etnología, considera necesario que la ENAH ofrezca a quienes egresan de ella pociones para seguirse actualizando, un 10% considera que no es necesario y un 10% se abstuvo de contestar. 11. Egresados de etnología empleados al momento de la encuesta. Un 50% de los egresados de etnología se encontraban empleados al momento de contestar la encuesta, un 40% no contaba con empleo y un 10% no proporcionó alguna valoración al respecto. 12. Porcentaje de egresados de etnología trabajando en actividades relacionadas a la antropología o a la historia. De los egresados de etnología que trabajaban (50%), sólo un 20% trabajaban en actividades relacionadas a la antropología o a la historia. Ante estos resultados y en relación de lo que sucede con otras instituciones que en el mismo nivel de estudios superiores
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realizan programas de seguimiento de egresados, la ENAH se muestra en un nivel incipiente al no generar hasta el momento bases de datos y resultados que precisen la situación de sus egresados desde los planos requeridos (egresados, académicos-formadores y empleadores), ante el panorama descrito podemos aseverar que el seguimiento de egresados en este espacio ha quedado fuera de la funcionalidad institucional que se requiere, al no tener una continuidad ni especificidad, que permita retomar esta información como un elemento indispensable que de manera inicial contribuya y sea tomado en cuenta en las mejoras curriculares realizadas al interior de las diferentes licenciaturas y que permita mostrar la opinión que tienen los egresados de su propia formación y ejercicio profesional ante el proceso de cambio que en el escenario político y económico mundial se está viviendo. Este panorama lleva a reafirmar el punto que enuncio como problemático en un principio y que es la falta de datos institucionales sobre los egresados de cada una de las licenciaturas, hecho que dificulta un análisis de las profesiones y de su correspondencia con sus respectivos campos laborales resultando imposible para el caso de interés: los egresados de etnología, reconocer la situación real que guardan en relación ámbito laboral de la profesión en la que fueron formados y con ello poder tener el referente sobre el
posible desfase entre el perfil profesional de egreso y el mundo del empleo que señalo como hipótesis; tampoco permite dilucidar si en esta profesión se han reconformado sus espacios y prácticas profesionales; situación es preocupante cuando de manera constante se genera una apertura hacia nuevos espacios laborales que se muestran interesados por la integración de profesionistas de la etnología y que para los estudiantes y para los egresados parecen distantes de la formación curricular recibida. Para poder obtener un panorama complementario, es necesario recurrir a otros actores que han estado vinculados directamente con la formación de etnólogos, en este caso los docentes, su opinión sobre la incidencia que han tenido en el actual contexto laboral del egresado y al egresado mismo buscando la opinión sobre sus experiencias vividas en su trayectoria laboral y la reflexión sobre su quehacer profesional, esta perspectiva es 6 proporcionada por estudios previos , que nos acercan a un referente actual sobre el mundo laboral del egresado, de una breve lectura de estos estudios previos planteo el siguiente panorama del contexto laboral del etnólogo. Valoración del ámbito laboral del egresado de etnología En el contexto laboral actual de las profesiones, en este caso de manera particular en el de la etnología como
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disciplina antropológica, se plantea una emergencia de nuevos escenarios y de nuevos objetos empíricos que está cambiando la concepción que se tiene del etnólogo y se su perfil; sin embargo el mundo laboral del egresado versa entre el desconocimiento de la disciplina, los niveles de competencia profesional y una confrontación con otros profesionales de las ciencias sociales de los cuales se reconoce en mayor medida su quehacer profesional, esta es una situación que dentro de la clasificación social de las profesiones a la etnología como profesión le genera una asignación de atribuidos negativos, estereotipos y estigmas derivados de una percepción negativa y que entre los egresados genera frustración y tensiones identitarias al sentirse carente de posibilidades en relación a las disciplinas con las culés se contrasta (medicina, derecho, economía), que por lo regular no están en el orden lógico de comparación que debería hacerse con otras ciencias sociales. La recomposición de la profesión ha de pensarse en tanto se han modificado sus campos para el ejercicio profesional, la redefinición del Estado es fundamental para entender al nueva lógica de acción profesional de esta disciplina, en el sentido que implica reconocer que el Estado ya no es el principal empleador de etnólogos y que hace mirar nuevos espacios de trabajo, nuevas prácticas y sobre todo las nuevas competencias
profesionales que se requieren al etnólogo en esta reconfiguración y su reconocimiento a lo largo del proceso formativo desde el ámbito disciplinar y profesional . Conclusiones Con el actual esquema de seguimiento de egresados no ha sido posible definir y atender las competencias7 profesionales que se requieren para cursar una carrera y desarrollar con éxito su ejercicio profesional, al no tener un diagnóstico apegado a la realidad laboral y de aplicación de los conocimientos antropológicos, no se planifica en el sentido académico, lo cual se refleja de manera cotidiana en las aulas. Actualmente son pocos los docentes que fomentan el trabajo en equipo y la cooperación exigiendo un grado de responsabilidad en el trabajo que realizan los alumnos; el mundo laboral del estudiante no es abordado de manera constante en el desarrollo de los contenidos académicos, difícilmente se plantean sus aplicaciones que a un mediano o largo plazo propicie una mayor ubicación de los espacios de inserción laboral de los antropólogos, estos elementos se plantean como panoramas distantes y ajenos al trabajo en clase. Actualmente en el mundo laboral se están centrando en la identificación de competencias laborales para realizar
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procesos de selección y admisión de profesionistas, en nuestras disciplinas sociales como lo es la antropología la tendencia es encontrar entre los empleadores que ofertan espacios laborales para el antropólogo que requieren del nuevo profesional que sepa aplicar en la práctica los contenidos, que haya aprendido a generar procesos de comunicación y de emisión de juicios de valor y que fomente la colaboración entre sus compañeros. Se convierte en una tarea apremiante en el ejercicio docente y en el reto continuo de formar profesionales de la antropología, Se requiere de la creación de proyectos que planteen sus objetivos en la realidad socio-laboral de los egresados, el asesoramiento y la orientación laboral 8 insertos en las actividades formativas , dichos proyectos podrían mediar entre estos requerimientos y el desinterés por esta área formativa que actualmente se genera en la institución. La mediación entendida como un puente entre el estudiante y el resto de la sociedad mostrando la gama y las posibilidades en cuanto a los servicios y recursos sociolaborales existentes ya sean públicos y privados. En este sentido se requiere retomar la importancia del interés por la vocación en la formación profesional, poner mayor interés en el perfil de quienes están ingresando a la licenciatura sus expectativas y posibilidades para el
ejercicio de la etnología y su capacidad de asumir la formación profesional como etnólogos. Realizar un análisis permanente de la formación profesional recibida y de las posibilidades de inserción y ejercicio profesional con un impacto real en el contexto inmediato del etnólogo, es una tarea no solo del etnólogo que egresa de la ENAH, sino de todos los agentes implicados que han incidido en esa formación profesional, la reformulación de las expectativas que desde la institución se proyectan para el etnólogo, de las expectativas que como profesionista se ha forjado él mismo y las expectativas que de él tiene la comunidad social, forman parte de una lista de características que entran en este análisis requerido. Entender al egresado de manera integral es parte de esta propuesta, el poder dejar de mirarlo desde una serie de estadísticas e indicadores que lo definen y lo cuantifican desde el deber ser, alejado muchas veces de la realidad, dependerá de un compromiso de quienes están involucrados directa e indirectamente en la formación de estos profesionistas, poderlos mirar en ese proceso de transición en el cual los egresados se asumen como profesionistas, buscan y encuentran los espacios que esperan ocupar en la sociedad, reconocerlos en tanto ellos se reconozcan como profesionistas es el reto para la institución
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7 Por competencias se entienden en este caso las capacidades, actitudes, habilidades y destrezas que una persona tiene que desarrollar en las materias de estudio conforme a los objetivos de enseñanza. 8 Las orientaciones estarían destinadas a tratar la definición de objetivos profesionales, el conocimiento de canales de búsqueda de trabajo, a la elaboración de curriculums y cartas de presentación entre otros en los cuales el antropólogo sepa plantear y reconozca su campo de aplicación profesional; que sepa definir lo que él es y lo que sabe hacer a nivel profesional.
educativa de formación profesional, es decir el reorientar la formación profesional de etnólogo hacia la práctica y el ejercicio de su profesión acorde al contexto actual tratando de reconformar la imagen social del etnólogo y de la etnología al buscar que sus egresados se inserten en espacios laborales que permitan el reconocimiento profesional del etnólogo.
Bibliografía ASOCIACIÓN NACIONAL DE UNIVERSIDADES E INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN SUPERIOR (ANUIES), La Educación Superior en el Siglo XXI, México, D.F. 2000
Notas 1 En esta nueva política se incorporan temáticas como eficiencia, pertinencia y equidad, las cuales permearon el discurso hegemónico de los gobiernos y los proyectos de desarrollo de las instituciones de educación superior. 2 Para más detalles sobre la propuesta completa ver el sitio Web de la ENAH: http://www.enah.edu.mx/, área de Seguimiento de Egresados. 3 De acuerdo a la ANUIES, las instituciones están agrupadas en seis subsistemas: a) Subsistema de universidades públicas, b) Subsistema de educación tecnológica, c) Subsistema de otras instituciones públicas, d) Subsistema de universidades tecnológicas, e) Subsistema de instituciones privadas y f ) Subsistema de educación normal que expresan la composición de un sistema en el que, por sus alcances cuantitativos y sus rasgos cualitativos, predomina el régimen público, en este se ubica a la ENAH. 4 Son definidos como una estrategia evaluativa, que permite conocer a ubicación, desempeño y desarrollo profesional de los egresados de una carrera; además este posibilita el análisis del grado de adecuación o desfase existente entre la formación recibida y el mercado laboral, sus resultados aportan información significativa para la toma de decisiones a nivel curricular, aun cuando estas deben considerar los resultados de otro tipo de trabajos como los estudios de mercado, opinión de especialistas, opinión de empleadores y un riguroso análisis del plan de estudio (Cortés:2006). 5 Para tener un acercamiento a los datos que se obtuvieron por medio de la aplicación del cuestionario a egresados se procedió a su captura, organización y sistematización para posteriormente realizar la interpretación, por motivos prácticos para este trabajo, muestro sólo los resultados porcentuados. 6 Al respecto ver el conjunto de tesis elaboradas bajo el proyecto de seminario titulado “Tesis sobre la ENAH” realizadas en el 2009 a cargo del Dr. José Luis Ramos Ramírez. Fueron tres tesistas las que se integraron al proyecto pertenecientes a dos licenciaturas: Carla Macías González de la licenciatura de Antropología Social, Martha Quetzalli Sánchez González y Sonia Reyes Ornelas de la licenciatura de Etnología.
BRUNNER, José Joaquín. “Calidad y evaluación de la educación superior”, en E. 1997 Martínez y M. Letelier (eds.), Evaluación y acreditación universitaria: metodologías y experiencias. Santiago: UNESCOOUI-USACH-Nueva Sociedad. ANUIES “Estadísticas de la Educación Superior”. En Personal docente de los niveles técnico superior, licenciatura y posgrado, México, ANUIES. http://www.anuies.mx (20 abril. 2008). Cortés Edith / Martha Ángeles. “Primera aproximación. Licenciatura en Comunicación. Seguimiento de egresados: Educación-Empleo”, en Espacios Públicos, vol.9, número 017, 2006 México, UAEM, pp. 495-514.
Chehaybar, Edith, “Procesos y prácticas de al formación universitaria”, México, Ed. Pensamiento Universitario, 93, Tercera época, CESU-UNAM 2003 De Ibarrola M. “Nuevas tendencias de la formación escolar para el trabajo”. En Desarrollo local y formación. Hacia una mirada integral de la formación de los jóvenes para el trabajo, 2002.
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Montevideo: DIE CINVESTAV/Cinterfor OIT/Universidad Iberoamericana-León/Red Latinoamericana de Educación y Trabajo, 137168.
• La inserción laboral y el desempeño de los egresados de nuestra universidad constituyen los pilares fundamentales en la construcción de redes sociales que fortalezcan los vínculos entre universidad sector empleador. • Identificar y recuperar saberes para fortalecer la preparación de los actuales alumnos es uno de los retos imprescindibles de nuestro tiempo. • Promover las actitudes, valores y competencias en los estudiantes para afrontar con éxito el mercado laboral, del siglo XXI permitiendo interactuar con aquellos universitarios que hoy se desempeñan en múltiples ambientes diversos e innovadores creando espacios de diálogo continuo. • Promueve la participación activa de los empleadores y fomenta la equidad de oportunidad a los alumnos y egresados para su inserción laboral o reinserción al trabajo decente.
De Ibarrola M, La educación superior en México, Caracas, CRESALC1986 UNESCO. Sitio Web. ENAH: http://www.enah.edu.mx/ Referente al campo virtual: Seguimiento de egresados. Documentos internos ENAH Folleto editado por la División de Licenciaturas de la ENAH. 2007
ACCIONES • Foro Anual de Nuevas Perspectivas Laborales • Revista CS • Observatorio Laboral Universitario • Centro de Intermediación Laboral Universitario
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Documentos de la fe. La investigación histórica en la documentación inquisitorial Dr. Pedro Miranda Ojeda
Introducción La exploración de la documentación inquisitorial del Archivo General de la Nación (AGN) exhibe un fabuloso depósito documental que permite construir novedosas y sólidas interpretaciones acerca del discurso religioso, la ortodoxia y la heterodoxia de la sociedad colonial. En el mismo orden se ubica la sexualidad, las prácticas morales y sexuales, la conducta, las pautas de comportamiento comunes, las mentalidades, los diferentes modelos de principios y de valores cultivados en lo individual y en lo colectivo, todas distinguibles en los grupos etnoculturales. La documentación de este ramo también ayuda a explicar el sentido de la justicia, la utilidad moral y religiosa aplicada en la punición inquisitorial. La vida diaria es parte central del legajo inquisitorial donde –según el derecho inquisitorial– el acusado es culpable mientras no demuestre lo contrario, a diferencia del derecho contemporáneo que opera de manera totalmente distinta, o sea existe inocencia mientras no se compruebe lo contrario. En la medida que fue una institución que registró minuciosamente sus denuncias, informaciones y procesos, el ramo Inquisición abre las puertas de una inmensa vitrina documental. Los detalles
fácticos que se desprenden de sus legajos favorecen un análisis pormenorizado que muchas veces están ausentes en otra clase de documentación. El caudal informativo posee, sin embargo, el inconveniente de que el carácter secreto e incógnito de las denuncias, protegidas por el Santo Oficio para estimular la confidencia, a menudo reemplazó la verdad con la ficción delictiva. Esta estrategia es otra de las mayores críticas formuladas contra la Inquisición, el secreto y el incógnito en vez de contribuir al socorro del aparato judicial incendió la generación de testimonios falsos, la confabulación de los enemigos, de los rivales en amores o en los negocios. El empeño judicial a pesar de tales objeciones no cambió ni modificó esta estrategia, pues el hermetismo constituía una pieza clave del proceso inquisitivo. Este método poco ejemplar fue eficiente porque constituyó la llave que exhibió en la Nueva España la presencia de un mundo subterráneo, de un mundo simulado, actuando recíprocamente en el mundo del orden sancionado. En el quid inquisitorial, la voz del silencio, olvidada, de miles de clamores condenados desaparece para reflexionar acerca de un mundo lejano y ajeno a los días de hoy.
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para proferir una denuncia diferente a la 1 atendida para su convocatoria . La riqueza de estos papeles contribuye de manera significativa al análisis inquisitorial: a) la identificación del análisis sociológico y tipológico de los delitos, apunta el conocimiento de los transgresores y de las clases de violaciones; b) el análisis riguroso de la denuncia, pieza clave del proceso inquisitorial, aporta a la comprensión de sus implicaciones espirituales, morales y sociales; c) el análisis de la correlación edicto de fe-denuncia constituye una alternativa interpretativa, cruzando ambas variables, que marca ciertas tendencias a partir de los datos de la correspondencia o de materiales diversos; d) la función y preponderancia de algunos funcionarios de la comisaría se desprende del examen de estos mismos documentos; e) la última aportación consiste en la periodización en las gestiones de los comisarios. Ante la escasez de la información pertinente, los datos de las denuncias se convierten en una herramienta imprescindible para poder reconstruir el orden cronológico y sucesorio de los diferentes comisarios y notarios. 2. El segundo tipo documental en importancia es la correspondencia inquisitorial. La mayor parte de esta documentación se distingue por brindar información de noticias de las comisarías enviadas a las autoridades del Santo
Las fuentes inquisitoriales Las fuentes inquisitoriales pueden dividirse en ocho grandes tipos documentales: 1. Los pliegos de denuncias y ratificaciones 2. La correspondencia del Santo Oficio 3. Las órdenes e instrucciones 4. Los procesos 5. Los edictos de fe 6. Los nombramientos 7. Las informaciones 8. Las genealogías y limpiezas de sangre 8. El Real Fisco 1. Los pliegos de denuncias y ratificaciones constituyen el grueso del material, recopilado durante varios intervalos de tiempo, abarca delitos de todo el periodo colonia. La característica de este tipo de documentos radica en que una denuncia original favorece el descubrimiento de innumerables violaciones del orden, distintas a la confidencia inicial. En efecto, esta fue una de las intenciones de la Inquisición al no revelar la causa de los llamados a la testificación. La declaración primera obliga a la certificación de los hechos conocidos, vistos y oídos, mediante testigos, procurándose el conocimiento de ausencias no contenidas en la denuncia primaria o en las manifestaciones de los restantes testigos. Las preguntas confusas esgrimidas por el comisario y/o el miedo del declarante, a veces incidieron en éste
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Oficio y viceversa. Los expedientes poseen la cualidad de proporcionar innumerables indicios acerca del funcionamiento de la comisaría, composición de las mismas, nombramientos, comportamiento de los ministros locales, algunas referencias acerca de algunos procesos y sobre la promulgación de los edictos de fe. La c o r re s p o n d e n c i a e s u n a f u e n t e insustituible para reconstruir la vida al interior y los círculos de poder en las comisarías 2 . En esta misma serie documental existe información que a menudo pueden brindar ciertos rasgos relativos a las prisiones, métodos de procedimiento en el traslado de los reos y otras peticiones ordenadas por los inquisidores, tales como realizar nuevas averiguaciones sobre un proceso dudoso. Las reservadas notas informativas, sin embargo, son un socorro a veces indispensable para la comprensión más objetiva y minuciosa de un proceso. 3. La serie de las órdenes e instrucciones, en cambio, incluye las distintas clases de instrucciones que convenidas en el régimen inquisitorial son aplicadas en las comisarías. Al mismo tiempo, instruye sobre la manera de proceder en las denuncias, en las ratificaciones, en las aprehensiones de los reos, en la confiscación y subasta de los bienes, en las prisiones y traslado al Tribunal del Santo Oficio de México3. De igual modo explica los cánones seguidos en la promulgación
de los edictos de fe. La utilidad de estos documentos también es fundamental para entender el funcionamiento de las comisarías y el papel de sus ministros. 4. La evolución de las denuncias se advierte en los procesos. El análisis de los procesos es crucial para conocer el tratamiento conferido a las denuncias remitidas por los comisarios y, de forma más explícita, las partes integrantes del procedimiento inquisitivo. Sin duda alguna, los procesos esconden los elementos claves que descifran las causas del sobreseimiento de la mayoría de las denuncias, además son un auxilio capital para aprehender acerca de la vida de los reos durante su reclusión, sus opiniones, sus frustraciones, sobre los métodos utilizados por el inquisidor durante los interrogatorios, el uso del tormento y los tipos de penas aplicadas. La irreemplazable contribución de los procesos se desarropa para comprender la vida institucional del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. 5. El tipo documental de los edictos de fe ocupa propiamente dicho el ramo Edictos de la Santa y General Inquisición. Los volúmenes reservados sólo detallan el contenido de los edictos. Esto no reduce su relevancia porque favorecen el entendido de los tipos de delito sancionados por el Santo Oficio e identifica una periodización en las distintas clases de delito. Es una herramienta básica para conceptuar la
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impresión de la excomunión y las maldiciones en la mentalidad de la sociedad novohispana. 6. Los nombramientos son un grupo documental que identifica funcionarios. La característica medular de esta fuente es que proporciona información acerca de las funciones del oficial inquisitorial, la jurisdicción de las comisarías, las obligaciones, derechos y prerrogativas de los funcionarios inquisitoriales. 7. La séptima serie documental pertenece a las genealogías y a la limpieza de sangre. La inclusión de una persona en el cuerpo de ministros del Santo Oficio implicaba la aprobación de una raíz genealógica cristiandad vieja, sin ascendencia de judíos, moriscos o de algún reo castigado por la Inquisición, y de costumbres honoríficas. El estudio de estos materiales es determinante para establecer las herencias políticas y el origen de los pretendientes y los nombrados para algún cargo. También facilitan, en algunos casos, el conocimiento de los grados académicos, la carrera eclesiástica o de servicios públicos en la administración civil. La definición de la élite en los cargos de las comisarías se establece gracias al análisis de estas fuentes. 8. La última serie documental está dedicada a otro ramo propiamente dicho, el Real Fisco. La fracción correspondiente a los expedientes de esta naturaleza es de ayuda para el análisis de los bienes pertenecientes a la comisaría, de las
llamadas canonjías supresas. De igual modo, es reveladora sobre el destino de los b i e n e s c o n f i s c a d o s a l o s re o s : alimentación, ropas y diferentes enseres que los inculpados utilizaban en las cárceles secretas del Santo Oficio. Los documentos inquisitoriales en el AGN La estructura y construcción de las investigaciones inquisitoriales se sustenta documentalmente en el enorme depósito documental de los 1,826 volúmenes del ramo Inquisición, los 69 volúmenes del ramo Riva Palacio, los volúmenes del ramo Edictos de la Santa y General Inquisición y los 174 volúmenes del ramo Real Fisco, ubicados en la galería número 4, del AGN, en la ciudad de México. La mayoría de los archivos locales y estatales del país, en cambio, carecen de denuncias, procesos o cualquier clase de información relativa a la historia de las comisarías establecidas en las ciudades, villas, pueblos y puertos novohispanos, principalmente porque había un estricto control administrativo de parte del Tribunal del Santo Oficio respecto a las comisarías. Se negaba que éstas conservaran registro alguno de las denuncias o de las actividades emprendidas en la jurisdicción, salvo aquellos papeles guardados en el archivo (comunicaciones, consultas, órdenes e instrucciones de diverso género, nombramientos, edictos de fe e índices
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expurgatorios de libros). Toda la documentación se transfería a las oficinas del Tribunal. La comisaría conservaba los pliegos originales del proceso (denuncias, testificaciones y ratificaciones) sólo hasta que recibía la confirmación de que una copia auténtica remitida a México había sido entregada, entonces también remitía el expediente original. Simultáneamente con la recepción de la documentación correspondiente, el reo era entregado para su reclusión en las cárceles secretas del Santo Oficio. Esta dificultad no es un obstáculo para desgajar los misterios, mitos, leyendas y especulaciones que se han atribuido a la Inquisición.
conocimiento acerca de las conductas y de la vida cotidiana. Estos trabajos son fundamentales para comprender la vida social y mental del México colonial. La profundidad de las investigaciones inquisitoriales deben, desde mi punto de vista, integrar el complejo funcionamiento de la comisaría en un mismo nivel de análisis que el nivel estructural del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición. El meollo analístico se profundiza conforme las piezas de rompecabezas se estrecha en la relación unidad-totalidad (comisarías-Tribunal del Santo Oficio). La unificación analítica también es un esfuerzo por explicar las causas del fracaso de los primeros organismos inquisitoriales habidos. Así, el reemplazo definitivo de las primitivas Inquisiciones sin tribunal, es decir la Inquisición monástica y la Inquisición episcopal, fue un intento de la Corona por establecer una institución que garantizara, a través de la centralización del poder inquisitorial no disperso en las diferentes sedes diocesanas, la vigilancia de la recién formada sociedad colonial. El empeño del Tribunal del Santo Oficio se concentró en la persecución de los llamados herejes y a reprimir aquellas conductas desviadas de los códigos sancionados. No obstante, la efectividad institucional sólo podía tener éxito con la introducción, en el nivel local (las comisarías), de organismos permanentes y dependientes de su autoridad.
A manera de conclusión. Hacia el conocimiento de la Inquisición El análisis documental es una radiografía de la historia inquisitorial y permite el conocimiento de la vida cotidiana, los intereses de la sociedad, los modos de interpretar los modelos de vida, la mentalidad, los conflictos, las rupturas y las desviaciones del orden. Ciertamente la utilización de una metodología es determinante para el tratamiento adecuado de un cúmulo informativo. El Seminario permanente de Historia de las Mentalidades surgió a finales de la década de 1970 con el empeño de analizar el papel de la Iglesia y de la Inquisición en la Nueva España. Desde entonces ha aparecido una colección importante de trabajos que ha profundizado en el
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Las comisarías del Santo Oficio contribuyeron a fortalecer la presencia del Tribunal de la Inquisición. La extensión del distrito de las comisarías advirtió un primer inconveniente en el funcionamiento. La jurisdicción de éstas tendía a abarcar los mismos límites de las diócesis. Las prolongadas distancias, las pésimas condiciones de los caminos y el rudimentario sistema de transportes fueron las principales causas que impidieron que el comisario visitara a menudo los lugares donde había población sujeta a su potestad. Las escasas visitas de los primeros años fueron espaciándose con el tiempo, de modo que la situación orilló a los inquisidores a fragmentar el territorio inquisitorial en jurisdicciones menos grandes, diferenciándose de las primeras comisarías establecidas en las capitales diocesanas. En estos documentos destaca el examen del funcionamiento efectivo de las comisarías que respondía simultáneamente al desempeño de sus ministros. La importancia de los familiares, alguaciles mayores, notarios y comisarios solía advertirse en las distintas partes del proceso legal instruido por el Santo Oficio. Los notarios y comisarios son centrales en el procedimiento inquisitorial. La esencia institucional nace en sus audiencias: la denuncia. La presentación de una denuncia está precedida por la serie de códigos del derecho inquisitorial y en los edictos de fe,
instrumentos medulares del mundo inquisitorial. La promulgación de los edictos tiende a masificar e incorporar en la población la idea del delito y de la denuncia. La persuasión de la denuncia, por distintos medios, es el objetivo. La publicación también constituye el espacio de la representación del poder institucional y de la jerarquía de sus funcionarios. De ahí que la ceremonia sea utilizada para distinguir al cuerpo local de funcionarios del Santo Oficio del resto de la sociedad. La lectura del documento constituye una magnificación ritual que pretende inculcar el miedo y procurar la denuncia. Antes bien, es preciso considerar que los niveles de comprensión y de asimilación eran muy diversos en la sociedad. La diferenciación etnocultural no siempre puede asociarse con un tipo de delincuencia, aunque a menudo cierta clase de delitos se identifica con los blancos, las mezclas o los mestizos. La denuncia favoreció el conocimiento de una infinita gama de delitos escondidos. El principal agente delator de la Inquisición fue, sin duda, el hombre común. Las transgresiones incluían cualquier ruptura de la proscripción por leer cierta clase de libros (literatura prohibida), las herejías mayores (herejías, juderías, protestantismo, luteranismo y calvinismo), las herejías menores (blasfemia, palabras sonantes, irreverencias y conculcación), la solicitancia, las supersticiones
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(hechicería, brujería, adivinación, curanderismo) y los delitos sexuales (bigamia, amancebamiento, adulterio, incesto, sacrilegio, fornicación, poluciones oníricas y pecados nefandos). Cualquiera de estas infracciones formaba parte de la competencia de la Inquisición. Ante todo constituyen un acercamiento al control de las conductas cotidianas y del pensamiento. El proceso inquisitorial es propiamente la respuesta que se ejerce para tratar de comprobar la veracidad de la denuncia presentada en las comisarías. En consecuencia, la narrativa del proceso ayuda a comprender la realidad vivida por el reo. Los interrogatorios, dirigidos por el inquisidor fiscal, procuran doblegar la voluntad del inculpado y lograr la verdad. Esta verdad, sin embargo, es sinónima de confesión. En caso contrario, todos los recursos persuasivos –entre ellos la tortura– del Santo Oficio son utilizados para conseguirla y, además, el arrepentimiento. La sentencia de los inquisidores obedece a la contundencia de las pruebas de culpabilidad o, en su defecto, a la tardanza y grado de obstinación antes de obtenerse la confesión. El proceso despeja el escenario del mundo inquisitorial. El control ideológico, cultural y social de la población se deja entrever a partir de la obra de los autos de fe. La tesis tradicional de que el Santo Oficio ejerció en todos los planos una enorme influencia plantea serias dudas. La efectiva intrusión pocas veces es notoria, sobre todo desde la
segunda década del siglo XVIII cuando comenzaron a soplar los aires de su decadencia. La Inquisición vivió un periodo de politización carolina que restringió su posición en el universo social. Desde las últimas décadas del dieciochesco sufrió los mortales ataques de sus influyentes enemigos ilustrados y agonizó lentamente desde la primera década del siglo XIX. La promulgación de la constitución de Cádiz enterró sus últimas aspiraciones. A pesar de una fugaz recuperación en 1814, su renacimiento se extinguiría en las Indias de modo definitivo en 1820. Notas 1 Interesantes análisis acerca de la denuncia pueden verse en JeanPierre Dedieu, “Denunciar-denunciarse. La delación inquisitorial en Castilla la Nueva en los siglos XVI-XVIII”, en Revista de la Inquisición, núm. 2, Madrid, 1992, pp. 98-100; Pedro Miranda Ojeda, “Discurso y denuncia en el Santo Oficio. La promulgación de los edictos de fe en la provincia de Yucatán, 1521-1816”, en Pilar Zabala Aguirre, Pedro Miranda Ojeda y José E. Serrano Catzim (coords.), Poder político y control social en Yucatán, siglos XVI-XIX. Facultad de Ciencias Antropológicas, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 2007, pp. 37-52. 2 Por ejemplo, véase el trabajo de Oliva Gargallo García, La comisaría inquisitorial de Valladolid de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, 1999; Pedro Miranda Ojeda, “Decadencia y abolición de la Inquisición en la provincia de Yucatán (1813-1820)”, en Noemí Quezada, Martha Eugenia Rodríguez y Marcela Suárez (eds.), Inquisición novohispana, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México, 2 vols., 2000, pp. 235-253. 3 Un examen minucioso acerca de la administración inquisitorial puede verse en Rosa Ávila Hernández, “El Tribunal de la Inquisición y su estructura administrativa”, en Novahispania 1, Universidad Nacional Autónoma de México, Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología, México, 1995, pp. 45-109. 4 Solange Alberro, Inquisición y sociedad en México…, pp. 192196. Un excelente estudio acerca de las penas puede consultarse en García-Molina Riquelme, Antonio M., El régimen de penas y penitencias en el Tribunal de la Inquisición de México, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1999. 5 Acerca de los edictos de fe ver Solange Alberro, Inquisición y sociedad en México, 1571-1700, Fondo de Cultura Económica,
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México, 1993, pp. 74-77; Pedro Miranda Ojeda, “Discurso y denuncia en el Santo Oficio. La promulgación de los edictos de fe en la provincia de Yucatán, 1521-1816”…, pp. 19-37. 6 Existen diversos trabajos acerca de los funcionarios inquisitoriales. Entre los más importantes pueden consultarse Luis Coronas Tejada, “Estudio social de los familiares del Santo Oficio en Jaén a mediados del siglo XVII”, en Joaquín Pérez Villanueva (dir.), La Inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes, Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1980, pp. 293302; Javier Sanchiz, “Funcionarios inquisitoriales en el Tribunal, siglo XVI”, en Noemí Quezada, Martha Eugenia Rodríguez y Marcela Suárez (eds.), Inquisición novohispana, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México, 2 vols., 2000, pp. 165195; Solange Alberro, Inquisición y sociedad en México…, pp. 3068; Roberto López Vela, “Las estructura administrativas del Santo Oficio”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 63-274; Roberto López Vela, “Reclutamiento y sociología de los miembros de distrito: comisarios y familiares”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 804-840; Luis Coronas Tejada, “Estudio social de los familiares del Santo Oficio en Jaén a mediados del siglo XVII”, en Joaquín Pérez Villanueva (dir.), La Inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes, Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1980, pp. 293-302. Acerca de los comisarios del Santo Oficio ver Roberto López Vela, “Reclutamiento y sociología de los miembros de distrito: comisarios y familiares”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 804-840; Alfonso Martínez Rosales, “Los comisarios de la Inquisición en la ciudad de San Luis Potosí, 1621-1820”, en José Luis Soberanes Fernández (coord.), Memoria del III Congreso de historia del derecho mexicano (1983), Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1984, pp. 409-429; José Enrique Pasamar Lázaro, “El comisario del Santo Oficio en el distrito inquisitorial de Aragón”, en Revista de la Inquisición, núm. 6, Madrid, 1997, pp. 191-238. 7 La investigación a propósito es abundante. Entre los más destacados están Guillermo S. Fernández de Recas, Aspirantes americanos a cargos del Santo Oficio. Sus genealogías ascendentes, Prólogo de Manuel Romero de Terreros, Librería de Manuel Porrúa, México, 1956; “Nómina del Tribunal de la Inquisición de Nueva España, 1571-1646”, en Boletín del Archivo General de la Nación, vol. XXVII, núms. 2-4, México, 1956, pp. 315-361, 495559, 705-748; Bartolomé Escandell Bonet, “Sociología inquisitorial americana”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 841-882.
8 Acerca del origen de las canonjías véase Jaime, Contreras El Santo Oficio de la Inquisición de Galicia, 1560-1700. Poder, sociedad y cultura, Akal Editor, Madrid, 1982, pp. 28-29.
Bibliografía Alberro, Solange, Inquisición y sociedad en México, 1571-1700, México, Fondo de Cultura Económica, 1993. Ávila Hernández, Rosa, “El Tribunal de la Inquisición y su estructura administrativa”, en Novahispania 1, Universidad Nacional Autónoma de México, Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología, México, 1995, pp. 45-109. Contreras, Jaime, El Santo Oficio de la Inquisición de Galicia, 1560-1700. Poder, sociedad y cultura, Akal Editor, Madrid, 1982. Coronas Tejada, Luis, “Estudio social de los familiares del Santo Oficio en Jaén a mediados del siglo XVII”, en Joaquín Pérez Villanueva (dir.), La Inquisición española. Nueva visión, nuevos horizontes, Siglo XXI de España Editores, Madrid, 1980, pp. 293-302. D e d i e u , Je a n - P i e r r e , “ D e n u n c i a r denunciarse. La delación inquisitorial en Castilla la Nueva en los siglos XVI-XVIII”, en Revista de la Inquisición, núm. 2, Madrid, 1992, pp. 95-108. Escandell Bonet, Bartolomé, “Sociología inquisitorial americana”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 841-882.
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Fernández de Recas, Guillermo S., Aspirantes americanos a cargos del Santo Oficio. Sus genealogías ascendentes, Prólogo de Manuel Romero de Terreros, Librería de Manuel Porrúa, México, 1956.
Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1984, pp. 409-429. Miranda Ojeda, Pedro, “Decadencia y abolición de la Inquisición en la provincia de Yucatán (1813-1820)”, en Noemí Quezada, Martha Eugenia Rodríguez y Marcela Suárez (eds.), Inquisición novohispana, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco, México, 2 vols., 2000, pp. 235-253.
García-Molina Riquelme, Antonio M., El régimen de penas y penitencias en el Tribunal de la Inquisición de México, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1999. Gargallo García, Oliva, La comisaría inquisitorial de Valladolid de Michoacán, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Morelia, 1999.
Miranda Ojeda, Pedro, “Discurso y denuncia en el Santo Oficio. La promulgación de los edictos de fe en la provincia de Yucatán, 15211816”, en Pilar Zabala Aguirre, Pedro Miranda Ojeda y José E. Serrano Catzim (coords.), Poder político y control social en Yucatán, siglos XVI-XIX. Facultad de Ciencias Antropológicas, Universidad Autónoma de Yucatán, Mérida, 2007, pp. 19-52.
López Vela, Roberto, “Las estructura administrativas del Santo Oficio”, en Joaquín Pérez Villanueva y Bartolomé Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América. II. Las estructuras del Santo Oficio, Biblioteca de Autores Cristianos, Centro de Estudios Inquisitoriales, Madrid, 1993, pp. 63-274.
“Nómina del Tribunal de la Inquisición de Nueva España, 1571-1646”, en Boletín del Archivo General de la Nación, vol. XXVII, núms. 2-4, México, 1956, pp. 315-361, 495559, 705-748.
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Martínez Rosales, Alfonso, “Los comisarios de la Inquisición en la ciudad de San Luis Potosí, 1621-1820”, en José Luis Soberanes Fernández (coord.), Memoria del III Congreso de historia del derecho mexicano (1983),
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Bases de datos y mediación tecnológica. Campo laboral factible del antropólogo social Mtro. Adrián Verde Cañetas
en internet donde extractábamos fórmulas, procedimientos, comandos de programación, rutinas de ejecución de programas y los adaptábamos a las necesidades del desarrollo empresarial.
El presente artículo tiene por objetivo realizar un acercamiento con las formas digitales de sistematización de información a manera de bases de datos, especialmente en el campo de las imágenes, así como el tratamiento específico para estos casos desde una perspectiva antropológica, puesto que la necesidad imperante de realizar estos procedimientos asistido mediante una computadora nos ha llevado a la inmersión del campo computacional fungiendo como mediadores tecnológicos, cuya explicación del concepto también forma parte del presente escrito.
Al inicio realicé tareas de traducción del inglés al español de biografías de científicos pero me ubicaron por cuestiones de espacio entre dos ingenieros en sistemas quienes se convirtieron en mis tutores de lo poco que logré entender y aprender mediante su facilitación de conocimientos. Mi curiosidad por conocer más acerca del desarrollo multimedia, me permitió pasar por todas las áreas de la empresa: diseño, video, redacción, traducción, codificación, estadística, bases de datos y líder de proyectos obteniendo al término de cuatro años un panorama amplio sobre los procesos técnicos específicos en la industria del software.
Antecedentes Mi primer acercamiento a las bases de datos y los primeros pasos en construirlas y alimentarlas tuvo lugar en 1998 mientras trabajaba para la empresa OnLineSoft, Inc., que fuera una de las primeras .com en llegar al estado de Yucatán. En esta empresa una de las enseñanzas más grandes fue no recibir capacitación para elaborar o desarrollar las tareas asignadas. En ningún momento durante los cuatro años de vida de la empresa en Mérida algún empleado fue enviado a capacitación. Se promovió siempre (y por obvias razones de costos) el autoaprendizaje mediante la lectura de ayudas incluidas en los programas y foros
La pregunta al cierre de la empresa fue ¿cómo capitalizar estos conocimientos a favor de la investigación y difusión científico social? ¿Cuál es papel que desempeña un antropólogo social expuesto a conocimientos de la industria del software? La respuesta quedó resumida en dos palabras “mediador tecnológico”.
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El antropólogo mediador tecnológico debe tomar en cuenta los siguientes a s p e c t o s i m p re s c i n d i b l e s e n e l acompañamiento de soluciones informáticas:
e. Es importante entrenarse a fondo con las habilidades desarrolladas en la disciplina antropológica como: escuchar, observar, analizar, interpretar y las adicionales para quienes intentamos hacer antropología aplicada, traducir, intervenir, plantear y llevar a cabo alternativas de solución.
a. La organización del material y la planeación de una estructura lógica y didáctica constituyen los re t o s d e u n a m e d i a c i ó n tecnológica efectiva entre el docente-investigador y los desarrolladores de bases de datos.
En este sentido disciplinas como la antropología social, la historia, la lingüística, la arqueología y la sociología requieren habitualmente la construcción de bases de datos, aunque en general todas las líneas de generación de conocimiento en todas sus áreas necesitan de una plataforma de información que permita conjuntar las unidades analizadas, establecer relaciones – correlaciones y diferencias para analizarlas en su conjunto.
b. La preocupación del mediador tecnológico es el crecimiento sano e integral de los proyectos y dotarlos de un conjunto de herramientas que permitan generar estrategias de prevención ante inconvenientes futuros (diseñando y suministrando implementos, insumos y herramientas para las actividades propias de cada investigador).
Durante muchos años las bases de datos en las ciencias sociales se gestaron en hojas tabulares, donde se vaciaban los datos crudos para correr algunos procesos estadísticos con ayuda de la calculadora, una regla de considerable longitud para no perderse entre líneas y mucha paciencia; también encontramos ejemplos de ficheros, cédulas, hojas de registro que constituyen instrumentos de sistematización sin posibilidad de un manejo masivo. Sin embargo, el tratamiento de las imágenes y aprovechando este espacio también las
c. Estar siempre dispuestos a ofrecer soluciones simples a problemas complejos, con la convicción de que una solución sólida es una solución a largo plazo. d. Proporcionar al investigador los elementos necesarios para visualizar el desarrollo de sus proyectos y sus beneficios; sus probables obstáculos y las soluciones correspondientes.
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grabaciones sonoras por lo general se quedaron en la caja de archivo muerto. La riqueza del material obtenido en campo sea sonoro o visual normalmente no se aprovecha, ni en términos de las publicaciones, así como tampoco para fines didácticos o de difusión.
interés en obtener solo información correspondiente de un tipo de cerámica concreto, o bien solicitar, todos los datos que correspondan a un estrato específico de la excavación. En otras palabras, la primera búsqueda arrojará cierto número de resultados, pero la segunda seguramente el número de resultados será mayor, puesto que el criterio seleccionado es más amplio. Así pues la versatilidad en términos del análisis de información tiene un potencial limitado a la creatividad del investigador en cuanto a formas de solicitar la información y por supuesto el objetivo y profundidad que se le quiera dar al análisis de los datos.
Las imágenes nos permiten, para el caso de la docencia, consolidar representaciones mentales acerca de procesos, sociedades, términos, utensilios, indumentarias, que den soporte a las ricas y extensas descripciones etnográficas. No obstante, la organización de millares de imágenes, sus descripciones, especificidades, categorías, palabras clave, etc., requiere de una estructura informática que las almacene y despliegue en el momento que sean requeridas, y para que esto suceda debe cumplir una serie de características básicas: Versatilidad, desempeño, mínima redundancia, capacidad de acceso, simplicidad, integridad, seguridad y privacidad, afinación e interfaz temporal.
El desempeño de una base de datos se considera como la capacidad de gestión ágil de información, esto quiere decir que una búsqueda deberá hacerse en un tiempo óptimo. Por supuesto, esta característica ha variado a lo largo de los años, ya que los sistemas actuales de las bases de datos permiten obtener la información en segundos, mientras que hace 10 años el usuario podía levantarse de su lugar, prepararse un café, regresar y esperar un poco más para obtener su resultado. No obstante, vale la pena mencionar que el avance en materia de cómputo cada vez exige menor tiempo de respuesta sea cual fuere el desarrollo específico de base de datos.
La versatilidad permite sacar el mayor provecho de la información contenida en la base de datos, puesto que podemos gestionar o solicitar búsquedas que nos entregue como resultado una visión parcial o que contenga datos específicos solicitados u obtener muchos datos a la vez. Por ejemplo, en una base de datos de cerámica, el arqueólogo podría tener
La simplicidad se refiere a que la mejor herramienta informática para un investigador es aquella que cubre sus
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necesidades y que tiene potencial para integrar funciones y peticiones más complejas a medida que afina el análisis que lleve a cabo, pero de origen debe ser una solución simple que responda correctamente a las necesidades del investigador.
implementar un alto porcentaje de confiabilidad de la base de datos mediante la mínima redundancia. La capacidad de acceso permite al usuario obtener la información solicitada, puesto que no es válido que un usuario realice una consulta y obtenga como resultado un vacío. Esto sería un terrible error estructural desde la misma gestación de la base de datos. Esta característica entonces permite obtener a los usuarios información óptima acorde con sus solicitudes.
La mínima redundancia tiene que ver principalmente con el diseño de una estructura de la base de datos que evite con mayor énfasis la duplicación de datos, esto quiere decir que mientras menos duplicación de datos exista en nuestro sistema será menor la posibilidad de inconsistencias de los datos. Si el arqueólogo trata de establecer una relación entre los objetos encontrados en un estrato específico y la temporalidad de los mismos quizás pueda inferir un patrón de uso de los utensilios a lo largo del tiempo, pero si de origen los datos observación duplicación es posible que la cantidad de información arrojada sea inteligible de tal manera que no permita una interpretación adecuada, o posiblemente se interprete de manera errónea, puesto que la computadora solo es una herramienta que suministra datos aunque no es inteligente para discernir qué datos están bien presentados de los que no. Esta misma característica bien aplicada nos ahorra espacio de nuestros discos duros y dispositivos de respaldo a razón de aplicarse mejor. Es casi imposible implementarla al cien por ciento, pero es menester del mediador
La integridad es una característica primordial en una base de datos, ya que precisamente un banco de información debe considerarse como la herramienta de la cual podemos echar mano varios usuarios a la vez sin que se produzcan errores inesperados o se pierda información por el intento de acceso simultáneo de dos o mas usuarios a tiempo real. Para que esta característica se implemente adecuadamente será necesario verificar que los valores de los datos se ajusten a los requerimientos y restricciones extraídos del análisis del problema de gestión de solicitudes simultáneas al sistema. La seguridad y privacidad en las bases de datos se debe considerar como una característica necesaria para que únicamente los usuarios autorizados y según su jerarquía definida por el administrador obtenga los datos a los
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cuales está autorizado, no más ni menos. También garantiza que no se tengan fugas de datos que corrompan o comprometan la información ahí desplegada por personas ajenas al sistema.
Este conjunto de características descritas es necesario que el investigador las conozca y las aprehenda de manera consciente. Con frecuencia los investigadores confunden o creen que una base de datos es una hoja de Microsoft Excel y generalmente una hoja tabular electrónica como es Excel podría ser solamente un buen punto de partida para desarrollar la estructura de la base de datos. Los costos asociados al desarrollo de una base de datos no siempre son bajos, así como los potenciales de obtención de información ordenada y solicitud de información cruzada no son fortalezas de Excel.
La afinación permite prever el almacenamiento según el crecimiento de los datos, esto puede tornarse decisivo después de un tiempo de alimentar una base de datos e inclusive en un proceso crítico posterior. Es por esta razón que debe tratar de proyectar hipotéticamente el crecimiento para afinar los detalles que en su momento puedan conllevar inclusive a una migración de un tipo u otro de base de datos o de tecnología para administrarla.
En este sentido, la generación de bases de datos se ha gestado de manera intermitente por instituciones públicas y privadas quienes han tenido la necesidad apremiante de organizar su información y sacar máximo provecho de sus datos para un análisis minucioso o un registro sistemático de los fenómenos estudiados. Por esta razón es prioritario considerar desde el planteamiento del proyecto un rubro específico para el desarrollo de las herramientas e implementos tecnológicos necesarios para el registro, sistematización, procesamiento y análisis de la información, sean datos, imágenes, textos, audios, transcripciones, etc.
La interfaz temporal en la actualidad quizás sea la característica más complicada de cumplir porque hemos visto con algunos desarrollos lo complejo que es mantenerse actualizado en cuanto a los avances de los programas manejadores de bases de datos y con suma frecuencia las mejoras que se realizan en ellos no siempre son factibles de utilizar en las bases de datos desarrolladas con versiones previas. Algún tiempo fue relativamente sencillo avanzar las versiones de software sin tener que hacer grandes adecuaciones, pero en la actualidad un “upgrade” o una actualización de la plataforma de la base de datos puede ser un verdadero dolor de cabeza, lo peor del caso, no siempre previsible por el desarrollador.
En otro orden de cosas, los datos deben considerarse a partir de tres perspectivas fundamentales, la primera es una visión externa de los datos, esto quiere decir que
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tenemos que estar en el lugar del usuario final quien realiza consulta y espera ciertos resultados de lo solicitado; la visión conceptual de los datos se refiere al nivel de los problemas de solicitud de información tal y como se ve en el mundo real (¿qué datos contiene la base de datos?, ¿qué tanta información puedo solicitar?, ¿hasta donde debe cubrir las expectativas de solicitudes?), esta visión particular la poseen los diseñadores de bases de datos. Y la visión física de la base de datos que tiene que ver con los factores de “fierros” o “hardware” necesario para el almacenamiento de los datos.
cruces de variables culturales de su gran muestra de culturas registradas. En México no existe un banco de información de tal naturaleza. Bien podría ser este tema un esfuerzo conjunto entre las instituciones formadoras de antropólogos que podría consituirse como un escenario real de apreendizaje e inducción al desarrollo de competencias informáticas para el acopio, sistematización y análisis de datos. Finalmente es necesario seguir algunas guías concretas, y para esto se sugiere implementar como mapa del desarrollo el listado de estándares para las bases de datos de imágenes, o DIDSC por sus siglas en inglés Digital Image Database Standards Checklist. Por supuesto, la guía se plantea a manera de las buenas prácticas para el desarrollo de las bases de datos, y cada desarrollador, mediador tecnológico, o experto en el área del conocimiento que fuere, tendrá a bien determinar cuáles y qué aspectos de la guía deberá tomar en cuenta antes o durante su armado de base de datos de imágenes.
Para construir entonces una base de datos es necesario tomar en cuenta las características y perspectivas anteriores. Aunque por experiencia propia casi siempre se invierte poco tiempo en tomarlas en consideración, porque el investigador tiene premura por la herramienta y por la poca visión a largo plazo de la propia base de datos. Generalmente sirve por un periodo específico y para un proyecto concreto y no se le da mayor interés en prolongar su existencia distribuyéndola o poniéndola al acceso público en internet (lo cual debería hacerse casi siempre que no se comprometa la identidad de los informantes), quizás el mejor ejemplo lo logró George Peter Murdock y su proyecto The Human Relation Area Files que actualmente se encuentra en la internet y se puede acceder y realizar
La cultura tecnológica asociada a los procesos de investigación y difusión científica en nuestro país todavía se encuentra en un primer nivel, los investigadores día con día enfrentan las agresivas actualizaciones de software a velocidades que se acortan en tiempo cada vez más propiciando dificultades de adaptación con los nuevos programas o
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con las actualizaciones. Por ejemplo, aquellos investigadores que prefieren Corel WordPerfect o Microsoft Word como editor de textos, pero con frecuencia el trabajo entre pares les representa problemas de compatibilidad de los archivos generados con cada uno de estos procesadores. El papel de los mediadores tecnológicos es prioritario en las instituciones e inclusive en la iniciativa privada; sin embargo, considero que será también algo pasajero porque la siguiente generación tendrá integrado en su área disciplinar el conocimiento de la herramienta computacional a un nivel que pocos el día de hoy tienen.
establecimiento no puede continuar su operación, y el usuario de una caja registradora, acostumbrado a visualizar en pantalla la cantidad exacta de cambio para entregar al cliente no puede operar sin la máquina. Tal parece que las computadoras, al menos en el ámbito urbano, se utilizan para la mayoría de los procesos, y solo algunos lugares, como las tiendas de abarrotes y otros changarros aún operan de forma manual. El grado de dependencia tecnológica en la vida cotidiana es alarmante si ponderamos desde la perspectiva social la marginación que puede observarse en términos de la exclusión laboral, rezago educativo, e inclusive para la inserción laboral de los profesionales. La curva tan cerrada de la innovación en materia de hardware - software y la relación hombre máquina, nos ofrece un área de intervención muy amplia, vista por supuesto, desde nuestra particular óptica antropológica.
Ante el cambio tecnológico generacional de la informática se requiere de antropólogos capaces de diseñar estrategias innovadoras para la enseñanza y asimilación de herramientas computacionales por diversos grupos sociales, en especial aquellos grupos que han quedado rezagados por los cambios vertiginosos en materia de cultura informática y tecnológica.
Bibliografía
Quizás una de las fortalezas a desarrollar será conocer tanto del ámbito analógico como digital, puesto que estamos ante una situación particular. Como mediador tecnológico se debe ser capaz de accionar según el contexto, las herramientas disponibles y las necesidades del entorno. Esta situación se observa, por ejemplo, cuando por alguna falla en el suministro eléctrico un
Harp, Elmer Jr., 1975, Photography in Archaeological Research. Univerisity of New México Press. Alburquerque. Wolton, Dominique., 2000, Sobrevivir a Internet. Editorial Gedisa. Barcelona. Terceiro, Jose B., 1996, Sociedad Digital. Del homo sapiens al homo digitalis. Alianza Editorial, España.
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Profesionales de la antropología en la promoción del patrimonio arqueológico de la ciudad de Mérida. Uno de los retos de nuestra profesión es la puesta en valor de los vestigios de la civilización Maya que se encuentran en la zona metropolitana. El arqueólogo José Estrada Faisal contribuye con esta tarea. La imagen corresponde al Parque Recreativo de Oriente donde se ubica el sitio arqueológico “Chen Hó”. El rescate del sitio estuvo a cargo del arqueólogo Ricardo Velázquez Valadéz (+) en el año de 1995. Participaron en su equipo de rescate: Josep Ligorred, Eiden Navarro, José Estrada, Gustavo Novelo, Juan Manzanilla, Esteban de Vicente, Mario Garrido, Manuel Ochoa, Antonio Centeno, Nereyda Quiñones, Luis Cabrera, Adrián Verde, Rigel Herrera, Pedro Delgado y Luis Santiago.
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Revista de Inserción Laboral
www.cs.uady.mx FACULTAD DE CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS “Luz, Ciencia y Verdad”
Metas PIFI alcanzadas: Publicación de los tres primeros números de la Revista CS en formato impreso y en línea 14. Buen Gobierno Programa de Desarrollo Institucional 2010-2020
Responsabilidad Social Universitaria