Adventist World Spanish - December 2021

12/2021 Las conspiraciones y la conspiración Página 10 Triunfo sobre la tragedia Página 20 Las oraciones navideñas del comandante Página 28

En busca de equilibrio

10 Las conspiraciones y la conspiración David Asscherick

14 ¿Podemos hablar?

Carlos Fayard

16 ¡Basta de pelear por la comida!

Fred Hardinge Imagen de portada: Bilanol / iStock / Getty Images Plus / Getty Images

18 Perspectiva mundial Jesús y la doctrina Clinton Wahlen 20 Fe en acción Triunfo sobre la tragedia Khanyi Blayi 22 En qué creemos El Hijo de luz y amor Constance E. Clarke Gane 24 Descubramos el Espíritu de Profecía En busca del centro de las Escrituras Richard Davidson 27 Voces jóvenes La conspiración de la bombilla eléctrica Frederick Kimani

26 Respuesta a preguntas bíblicas El misterio de los misterios: Dios se hizo humano 28 ¿Puedo contarle una historia?

Las oraciones navideñas del comandante 30 Fe en crecimiento Un diario personal de tu fe

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El matrimonio en una planta BILL KNOTT

Hace cuarenta años, en una tarde de diciembre cuando la nieve pintaba el paisaje, una novia tijereteó alrededor del ramo de rosas rojas que llevaría a la iglesia, pocos minutos después. Del buqué colgaban varios «lazos de amor» o «cintas», esos vástagos de verdor cuyo nombre científico es chlorophytum comosum, y que el florista había agregado a las flores. Lo hizo rápido; pronto las plantas quedaron descartadas. La novia estaba feliz. Ya nada arruinaría la ceremonia.

Sin que lo supiera, una dama de honor había presenciado el momento de poda privada y recogió las plantas del cesto de la basura.

Llevó algunas a su casa, las plantó y, en nuestro primer aniversario, nos entregó a Debby y a mí un saludable «lazo de amor»: un resto viviente del buqué de bodas de Debby.

Al comienzo fue una novedad, y algo divertido que contar a amigos y familiares. Pronto, mantener viva la planta adquirió cierta urgencia porque, ¿quién podía dejar marchitar y morir a ese símbolo viviente del matrimonio?

La regamos, le cambiamos la tierra, la protegimos de mordidas de mascotas, y la llevamos con nosotros en las mudanzas, en ocasiones, colocándola sobre las maletas mientras viajábamos miles de kilómetros a otro destino en el ministerio pastoral.

Ocho grandes mudanzas. La «planta Adalto de Paula matrimonial» ha sobrevivido a dos gatos, dos perros, dos hijos activos que la tumbaron varias veces, y a años de insuficiente luz solar. Mantenerla saludable ha requerido cuidados –constantes cuidados. Las raíces de las plantas en maceta se arruinan si no son reposicionadas una vez al año. Se necesita darles agua periódica y hasta vitaminas para plantas, para que el follaje siga produciendo nuevos «lazos de amor». Al igual que la planta matrimonial, la familia también ha producido: ambos hijos están casados y viven cerca de nosotros. Disfrutamos de un nieto, y hay otro en camino. Múltiples amigos y colegas se han llevado brotes con los años. No hay manera de saber cuán lejos ha viajado el buqué de Debby.

Cuarenta años después, observamos con gratitud lo que Dios ha hecho crecer en la planta matrimonial, sí; pero más que nada, en el matrimonio y la familia. El que escuchó nuestros votos ha cuidado del matrimonio que él ordenó. Lo ha mantenido divertido, en crecimiento y santidad. «Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación» (Sal. 90:1).

Hoy, se fortalece ante la abundante luz que entra por la ventana justo afuera de William Fagal mi oficina editorial, donde cada día recuerdo el poder del amor y la continuidad sagrada.

Instantánea

Un técnico trabaja en la consola para facilitar la participación de los miembros en tiempo real, durante el Concilio Anual 2021 de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La tecnología jugó un papel fundamental en las reuniones del 7 al 13 de octubre.

Fotografía: Brent Hardinge / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)

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Noticias breves

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El número de cajas recolectadas para los afganos desplazados que llegan a los Estados Unidos. En agosto, se hizo un llamado al grupo de Organizaciones Voluntarias Activas en Catástrofes, de Wisconsin. La directora de Servicios Comunitarios Adventistas de Wisconsin, Alice Garrett, se contactó con las iglesias y en menos de un mes se recolectaron 3300 piezas de ropa interior, calcetines y otras prendas de vestir que voluntarios ayudaron a seleccionar, catalogar y empacar.

«Estamos aquí como iglesia para felicitar al gobierno por su trabajo sobre temas tales como abuso de sustancias, la lucha contra el HIV y SIDA, y la moralidad familiar, por mencionar unos pocos, mientras todos luchamos por cambios de conducta en nuestras comunidades».

–Moses Munyunda, presidente de la Asociación Norteña de Namibia, como parte del proyecto «Ir por 1000». En octubre, este territorio denominacional se asoció con Radio Mundial Adventista para distribuir dos mil dispositivos denominados «Godpods» en el segundo grupo poblacional más grande de Namibia, los rukwangali. Los dispositivos están cargados con una Biblia en el idioma local y en inglés, junto con lecciones bíblicas del Espíritu de Profecía y cánticos en los idiomas locales, además de un receptor de radio FM.

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Una visión equilibrada Como parte de la Encuesta Global de Miembros 2017-18, los investigadores formularon la pregunta: ¿Enfatiza el Mensaje Adventista de Salud la salud física y mental, el bienestar emocional, el apoyo social y las relaciones como parte del crecimiento espiritual?

1% - Sumamente en desacuerdo 1% - En desacuerdo 6% – No estoy seguro 33% – De acuerdo 59% – Totalmente de acuerdo Fuente: Equipo de Investigación y Evaluación de la ASTR, n=56,715

Si le interesa leer todo el informe use este código QR o vaya a https://bit.ly/3v3IqPR

60% 55% 50%

«Es especialmente difícil para los estudiantes internacionales. No han estado en sus casas durante 18 meses.

El alumno interno más joven acaba de cumplir 14 años, por lo que no ha visto a sus padres desde que tenía 12. Es realmente duro».

—Brooke Davidson, voluntaria en la Residencia del Colegio Adventista de Longburn, en referencia a las cuarentenas en Nueva Zelanda y su impacto sobre los estudiantes. El colegio ha sufrido mucho debido a la cuarentena del Covid-19. El personal renunció a gran parte de sus vacaciones navideñas de 2020 para atender las necesidades físicas y emocionales de 25 estudiantes internacionales que no pudieron regresar a sus hogares.

45% 40% 35% 30% 25% 20% 15% 10% 5%

40 años El número de años en que el Colegio Terciario Unión, en Lincoln (Nebraska, EE. UU), ha estado ofreciendo el Proyecto Impacto. Cada año, la institución dedica un día sin clases a proyectos de servicio en la ciudad de Lincoln. La experiencia permite que los estudiantes desarrollen relaciones con la comunidad.

En las últimas cuatro décadas, el programa se ha expandido para colaborar con los que prestan servicios a la sociedad durante todo el año: casi cuarenta organizaciones locales sin fines de lucro.

Noticias breves

«Queridos hermanos, comprometámonos con Cristo y la proclamación de los mensajes de los tres ángeles para el tiempo del fin, mediante el poder del Espíritu Santo, ahora que nos acercamos al conflicto inminente y la segunda venida de Cristo».

–Ted N.C. Wilson, presidente de la Asociación General, durante su mensaje el sábado por la mañana durante el Concilio Anual 2021. El encuentro de este año contó con la presencia de algunos miembros, mientras que otros siguieron las reuniones en forma virtual.

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El número de personas bautizadas después de las primeras reuniones de evangelización en la isla de Araki, (Vanuatu), del 15 al 28 de agosto. Las reuniones fueron una iniciativa del ministerio Enra Basket, que comenzó en 2019 gracias a Franklyn William y su esposa Rose, miembros de iglesia de Espíritu Santo. El ministerio combina la atención a otros miembros de iglesia y la comunidad para ocuparse de sus necesidades físicas y espirituales.

«Es un milagro que una plaza en la segunda ciudad más grande de Polonia lleve el nombre de Michael Belina Czechowski, un adventista».

—Marek Rakowski, secretario ejecutivo de la Iglesia Adventista en Polonia, al referirse a la plaza pública que recibió el nombre del primer misionero adventista en Europa, como parte de las celebraciones del centenario de la Iglesia Adventista en la ciudad. Czechowski, que nació cerca de Cracovia en 1818, se hizo adventista después de llegar a los Estados Unidos. Por iniciativa propia, regresó a Europa en 1864, convirtiéndose en el primer misionero adventista no oficial en el continente. (->)

Unión Polaca AdventistWorld.org Diciembre 2021

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Noticia en detalle

El secretario resume desafíos y bendiciones

«Dios bendijo nuestros esfuerzos», dijo Erton Köhler.

Marcos Paseggi, Adventist World

En su informe del 10 de octubre ante el Concilio Anual 2021 de la Iglesia Adventista, el secretario Erton Köhler dijo que quería compartir «la visión de una iglesia más grande que la crisis de la pandemia». Reconoció que la iglesia sufrió durante los últimos dieciocho meses, pero que logró reinventarse. Añadió: «Como iglesia, estamos aprendiendo a hacer frente a esta realidad, buscando las mejores oportunidades de servir, ministrar y cumplir la misión en este contexto» CAMBIOS EN EVANGELISMO

La pandemia también afectó la manera adventista de practicar el evangelismo, dijo Köhler, y la manera de ministrar a los miembros y necesitados. Al mismo tiempo, produjo gran resiliencia, y ayudó a que los adventistas cambiáramos la forma de hacer las cosas. «Nos adaptamos, pero lo más importante, seguimos sirviendo al mundo –expresó– y Dios bendijo nuestros esfuerzos».

A pesar de las cuarentenas extensas y continuas restricciones, en 2020, la Iglesia Adventista estableció 1736 nuevas iglesias y fueron bautizadas 781.389 personas.

SLUD Y COMUNICACIÓN

Köhler destacó el papel fundamental de los hospitales adventistas que, en muchos lugares, estuvieron a la vanguardia de la lucha contra la pandemia. También se refirió a la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), que en 2020 incrementó los fondos invertidos y el número de proyectos y personas beneficiadas.

La pandemia también marcó un incremento destacado en el alcance de las comunicaciones, mayormente en los medios oficiales en línea. La Iglesia Adventista también lanzó diversas iniciativas regionales para apoyar la salud mental en las iglesias y comunidades, expresó.

PUBLICACIONES Y EDUCACIÓN

Köhler informó que el Departamento de Publicaciones se adaptó rápidamente a la nueva realidad, para cumplir su misión. Eso incluyó el rápido desarrollo de plataformas digitales en varias regiones del mundo, para aumentar las ofertas de publicaciones adventistas.

El sistema educativo adventista se vio severamente afectado por la pandemia. «La necesidad de adaptación fue

Erton Köhler, secretario de la Asociación General, presenta el Informe del Secretario durante el Concilio Anual 2021.

Brent Hardinge / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0) 6

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enorme –dijo Köhler–. Requirió que las instituciones educativas de todos los niveles pasaran a tener clases virtuales casi de la noche a la mañana».

A NIVEL DE LA IGLESIA LOCAL

Sin embargo, los desafíos más significativos estuvieron a nivel de la iglesia local. «Nuestra capacidad de reunirnos fue el primero y principal problema cuando comenzó la pandemia –dijo Köhler–, pero los miembros adoptaron inmediatamente la tecnología». En muchas zonas, las personas pronto se cansaron de los cultos en línea y hallaron nuevas maneras de reunirse. Después de unas semanas, algunas iglesias presentaron el concepto de iglesias desde el automóvil, organizando cultos en los estacionamientos mientras se respetaban los protocolos de distanciamiento social.

Las iglesias adventistas también salieron a apoyar a los miembros y residentes de la comunidad que perdieron el trabajo. Los pastores hicieron un gran trabajo, informó Köhler. Fueron «osados y valientes» ante esa crisis inesperada.

A pesar de los cambios y el papel mayor de los medios sociales en la vida de la iglesia, Köhler enfatizó que no deberían remplazarse las interacciones presenciales, que son muy importantes. «La tecnología vino para quedarse en la vida de la iglesia, pero no a remplazar la vida de la iglesia».

También manifestó que otra palabra que necesita estar al tope de la agenda es: compromiso. «Necesitamos hallar maneras de unir a los miembros, comprendiendo que son el principal bien de la iglesia. Jesús vino por personas, fue líder de personas, murió por personas y regresará a llevar a personas al cielo».

Noticia en detalle

Mejora el panorama financiero de la iglesia

«Solo podemos dar la gloria a Dios», afirma el tesorero.

Marcos Paseggi, Adventist World

Paul Douglas, tesorero de la Iglesia Adventista, dijo a los miembros de la Junta Directiva de la Asociación General que se sentía feliz de informar que el estado de las finanzas de la iglesia a fines de agosto de 2021 es mucho más sólido que un año atrás.

«Varias áreas de nuestro balance financiero muestran tendencias positivas en comparación con un año antes –dijo–, por lo que solo podemos dar la gloria a Dios». El informe de Douglas del 11 de octubre, el primero desde que fue elegido para el nuevo cargo en abril de 2021, formó parte del segundo día de sesiones durante el Concilio Anual de la iglesia.

TENDENCIAS POSITIVAS

Entre las señales positivas, Douglas mencionó un incremento del 26 por ciento en efectivo e inversiones (subieron a 53 millones de dólares) y un 31 y 66 por ciento de disminución en cuentas y pagarés por cobrar, respectivamente.

Douglas también enfatizó que los diezmos habían aumentado un 5,2 por ciento en comparación con agosto de 2020 (un 7,4 por ciento por sobre los montos presupuestados). Las ofrendas experimentaron 14,2 por ciento de aumento (30,4 por ciento por sobre lo presupuestado).

Los gastos de apoyo (los necesarios para operar la sede de la Asociación General y llevar a cabo actividades en servicio al campo mundial) están 8,4 por ciento por debajo que un año antes (16,9 por ciento menos que lo presupuestado).

Según Douglas, las tendencias positivas continuarán. «Muchos tesoreros de las Divisiones están reportando incrementos en diezmos y ofrendas», dijo. Esos aumentos son positivos no

Paul Douglas, tesorero de la Asociación General, informó que el estado de las finanzas de la iglesia a fines de agosto de 2021 era más sólido que un año antes.

Brent Hardinge / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)

solo respecto de 2020, que fue un año inusual, sino también de 2019.

UN PRESUPUESTO CONSERVADOR

El subtesorero Ray Wahlen analizó entonces el presupuesto para 2022 que, según Douglas, adopta un enfoque conservador mientras mantiene el énfasis en la misión de la iglesia.

En sus declaraciones, Wahlen dijo que cree que Dios ha llevado a la Asociación General «a un lugar que ni siquiera se imaginaba un año antes».

Es algo, reconoció, que ha facilitado el panorama para el presupuesto 2022, aunque aún hay varios desafíos.

Según Wahlen, uno de los ítems que más impactará el presupuesto 2022 es que el porcentaje de fondos que la Asociación General recibe de la División Norteamericana disminuirá del 49 al 46 por ciento (lo que equivale a 13.5 millones de dólares), debido mayormente a reducciones de porcentajes de diezmos ya pactadas.

El presupuesto operativo, o el dinero que la sede de la iglesia usa para financiar programas y actividades tanto en la sede como en el mundo, tiene un tope de 45,6 millones de dólares, lo

que, según el reglamento, representa el 2 por ciento de los diezmos brutos mundiales, de los dos años anteriores.

Como porcentaje, ha permanecido constante, reportó Wahlen.

Por último, explicó que se espera que el resultado entre ingresos y asignación de gastos dé una pérdida de 16,4 millones de dólares, lo que es parte de un plan deliberado de absorber de las reservas (o activos netos) una porción significativa del impacto negativo de las perturbaciones financieras recientes. No obstante, eso representa una mejora de 5,3 millones.

LA MISIÓN, UNA PRIORIDAD

En la última parte de su presentación, Douglas recordó a los líderes y feligreses adventistas que, en medio de la incertidumbre y la agitación, la misión sigue siendo la misma. «Todos los líderes y miembros de iglesia tienen que permanecer fieles al apoyar la misión de Dios con sus medios –enfatizó–. Cuando hacemos de la misión de Dios nuestra prioridad, él nos envía muestras de bendición para alentar nuestros esfuerzos».

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Noticia en detalle

La tecnología, elemento clave en el Concilio Anual

La mayoría de los delegados siguieron las sesiones y votaron por Zoom.

Marcos Paseggi, Adventist World

Del 7 al 13 de octubre de 2021, unos 340 miembros de la Junta Directiva de la Asociación General se reunieron para una semana de presentaciones, y para analizar y votar informes e iniciativas de la iglesia mundial y sus departamentos.

Las reuniones, conocidas como el Concilio Anual de la Iglesia Adventista, fueron diferentes este año debido a las restricciones por la pandemia y otros desafíos logísticos.

a los líderes, hacia el final de las sesiones–. Esto solo ha sido posible gracias a su inmenso apoyo».

Una muestra sincrónica en más de una decena de husos horarios y cinco idiomas exigió importantes discusiones técnicas y pruebas de ensayo con las diversas partes. «Cuando nos acercamos a Zoom, nos dijeron que era la primera vez que intentarían algo así», dijo el secretario asociado Hensley Mooroven a los miembros de la Junta

Robert Baker, jefe de control de Zoom, monitoriza las conexiones, durante una de las sesiones del Concilio Anual 2021 Brent Hardinge / Adventist Media Exchange (CC BY 4.0)

Las sesiones se llevaron a cabo en un formato híbrido. Solo algunos miembros asistieron en persona a la sede de la Iglesia Adventista en Maryland, (EE. UU.). La mayoría asistió, discutió y votó los puntos de agenda por Zoom.

Los líderes de la iglesia dijeron que el formato híbrido, algo inédito para la Asociación General, creó desafíos logísticos significativos y requirió una cuidadosa planificación. «El equipo técnico ha hecho un tremendo trabajo –dijo el presidente de la Asociación General Ted N. Wilson

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Directiva. Los líderes se alegraron de reportar que todo procedió sin un solo fallo.

Las reuniones se llevan a cabo en inglés. No obstante, durante años, han sido traducidas al español, francés, portugués y ruso, para que los miembros que no hablan inglés puedan entender y participar. Dos intérpretes por idioma trabajaron en ocho cabinas de interpretación simultánea, dijo Roger Esteves, quien ayudó a coordinar el servicio.

En el vestíbulo del edificio de la Asociación General fuera del auditorio principal, Millie Castillo

coordinó cinco salas virtuales de Zoom, una para cada idioma. «Estas salas facilitan y ayudan a que los miembros e invitados especiales accedan y sigan las sesiones en el idioma de su elección», dijo.

Castillo contó que cuando los miembros e invitados se conectan, pueden optar por una de las salas de Zoom. Según ella, la sala de Zoom en inglés tuvo 172 miembros en forma no presencial que siguieron las sesiones. «La Sala de español tuvo 30 miembros; 25 para la de francés, 15 en portugués, y 12 en ruso».

Explicó que cuando los miembros levantaban la mano para hablar, eran añadidos a una fila en una pantalla, que el presidente de la sesión podía ver. Una vez que le daba la palabra, la persona podía comenzar a hablar mientras los demás quedaban callados. Todos los demás, ya sea en la sede de la Asociación General o en diversas partes del mundo, podían escuchar que el miembro hablaba en inglés o en alguno de los otros cuatro idiomas.

Castillo también explicó cómo saben los demás quién está hablando. «Cuando colocamos el nombre del miembro en la fila, eso funciona como su placa distintiva –contó–.

Entonces, cuando habla, en la pantalla aparece su nombre y la entidad o región que representa».

Los líderes creen que este formato híbrido podría servir como modelo para otras reuniones de la iglesia.

«Está claro que funciona –dijeron–.

Agradecemos a Dios y a nuestro equipo técnico por ello».

Enfoque regional — Unión Misión de Oriente Medio y Norte de África

5455 Número de miembros de la Unión Misión de Oriente Medio y Norte de África al 30 de junio de 2021

«Aquí en la Ventana 10/40, podemos ver y maravillarnos de cómo Dios usa la más pequeña de las ofrendas para transformar la vida de los que lo buscan. Cada día, oramos para que Dios derrame sueños y visiones sobre las personas de este territorio; sueños que lleven a las personas a preguntarle a un adventista sobre Jesús y su pronto regreso. Nuestras oraciones están siendo contestadas. Son las historias de vidas transformadas que me dicen cuán importantes son aún mis ofrendas».

Rick McEdward, presidente de la Unión Misión de Oriente Medio y Norte de África, en un artículo para Misión Adventista en el que comparte su experiencia ministerial y la manera en que Misión Adventista ayuda al campo misionero.

«Es una gran obra la que ADRA ha hecho para apoyar al sector de salud libanés y a estos dos hospitales, que sufrieron más que muchos otros y aún están luchando después de la explosión del 4 de agosto de 2020. Las consecuencias de esta catástrofe, junto con las difíciles complicaciones económicas y financieras que estamos experimentando representan una seria amenaza […]. Usaremos los ítems donados por ADRA para apoyar a la población que busca atención en nuestro centro médico […]. Realmente apreciamos la contribución de ADRA».

Dimitri Haddad, gerente principal administrativo del Centro Médico Universitario del Hospital Saint George, respecto de los suministros médicos que envío la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA). La agencia distribuyó suministros médicos por un valor que sobrepasa el millón de dólares.

«Quisimos recordar al gobierno iraquí y al pueblo de Irak que el cristianismo es la religión más antigua de Irak al presentar la belleza de viejos templos en los sellos postales. El cristianismo coexiste con otras religiones en este país. No es una religión extranjera».

Garabet Manskan Armenak, exdirector general del Concilio de Cristianos, Yazidíes y Sabianos de Bagdad (Irak), es quien inició el proyecto de los sellos postales especiales. La iglesia adventista de Bagdad es una de las ocho iglesias de esta colección, que fue incluida porque es parte de las iglesias más hermosas de la ciudad. (^-)

Sara Calado AdventistWorld.org Diciembre 2021

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Enfoque

Las conspiraciones y la conspiración ¿Qué podemos hacer?

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DAV I D A S S C H E R I C K

asta hace no mucho, rara vez o casi nunca se escuchaba la frase «teoría conspirativa». Hoy parece que casi todos –desde los conductores de noticias hasta nuestro vecino– hablan de teorías conspirativas de diversos tipos y clases. Lo que es aún más preocupante, es que la frase se usa como arma: la acusación de que «ellos» (quienesquiera sean) están defendiendo o proponiendo una «teoría conspirativa». Creo que como adventistas del séptimo día, esa tendencia debería preocuparnos.

Hace dos décadas, prediqué un sermón llamado Jesús y las teorías conspirativas. Había visto demasiados DVD (antes de que existiera YouTube) donde se exponían algunas oscuras conspiraciones que con urgencia colocó en mi mano un feligrés bien intencionado. Como predicador, hice lo que podía: preparé un sermón sobre el tema. Aun como nuevo cristiano, sentí que una sólida fe bíblica era incompatible con las diversas teorías conspirativas que estaban en boga a comienzos de la primera década de este siglo. Me alegra que el sermón fue bien recibido, y que cabezas frías y más sabias parecieron prevalecer en esa ocasión.

Pero esa década parece sumamente lejana dado el ritmo implacable de

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la modernidad. Desde entonces, las teorías conspirativas han mutado y se han multiplicado.

LAS TEORÍAS CONSPIRATIVAS, PASADAS Y PRESENTES

Hoy día, hay teorías conspirativas «de derecha» y «de izquierda», ¡y también «del centro»! ¿Quiere usted descartar rápidamente o aun desacreditar a otra persona? Es simple. Llámelo fanático de las teorías conspirativas. Y listo. Es así de fácil.

Hace no mucho, las principales teorías conspirativas en circulación eran cosas tales como: «¿Quién mató a John F. Kennedy?»; «¿Fue el ataque a las torres gemelas obra del gobierno?»; «¿Falsificó la NASA la

fenómeno conocido en inglés como trutherism. Es la idea de que ciertas verdades están siendo escondidas del público por una gran teoría conspirativa bien orquestada. Preocupa que esto es similar al gnosticismo del siglo I, que amenazó significativamente a la Iglesia Primitiva. En ambos casos, los iniciados saben lo que está pasando, mientras que las masas ignorantes no lo perciben. Ese deseo de estar «en conocimiento» (un término sacado del diccionario gnóstico) posee una innegable y, para algunos, irresistible atracción.

Los que están más al centro suele desestimar a los conspiradores, y estos a los que están en el centro.

Lo extraño es que esas categorías pueden ser difusas y hasta cambiar, dependiendo del tema o la situación.

Dado que hay tantas teorías conspirativas, casi todos pueden hallar que una o más les resultan atractivas.

Prevalecen la polarización y el partidismo. El tribalismo ideológico y religioso se convierte en la regla en lugar de la excepción.

JESÚS Y LAS CONSPIRACIONES

llegada a la luna?» Esos días parecen casi tranquilos según los estándares actuales. En 2021, parece haber una teoría conspirativa para cada situación política, social, médica y financiera. Abundan las conspiraciones –sobre todo, desde el Covid-19 y las vacunas hasta los multimillonarios como Bill Gates y Jeff Bezos–, las alianzas geopolíticas, la tierra plana, las elecciones presidenciales de diversos países, el control del clima por parte del gobierno, QAnon, las estelas químicas, los ovnis, etc.

Internet ha creado el clima ideal para la proliferación de teorías conspirativas, al conectar ideas extremas con las personas y personas con ideas extremas. Esto ha hecho surgir el

Entonces, ¿qué deberían hacer los cristianos? La respuesta a esta pregunta crucial y oportuna se encuentra al mirar a Jesús. Cuando estuvo en este mundo, él también estuvo rodeado de conspiraciones. No solo de teorías conspirativas, sino de conspiraciones reales. Puedo pensar en al menos cuatro.

1. Los fariseos, escribas y saduceos conspiraron juntos para matarlo. Los fariseos, que eran tradicionalistas religiosos, eran los enemigos ideológicos de los saduceos –los modernistas–. Eran la clase sacerdotal, con posición y privilegios otorgados por la misma Roma. Pero su odio mutuo hacia Jesús, quien estaba fuera de sus grupos, los unió para complotar y planificar su muerte (Juan 11:45-57; Mat. 12:14; 26:3-5; 27:1, 2).

Imagen: solarseven / iStock / Getty Images Plus / Getty Images

2. Herodes y los herodianos querían la muerte de Jesús y conspiraron con los fariseos para matarlo. Al igual que los saduceos, los herodianos fueron aliados improbables de los fariseos. Ese partido político favorecía el gobierno del rey Herodes Antipas, quien había decapitado a Juan el Bautista (Mat. 14:1-12). Los herodianos son mencionados tres veces en los Evangelios (Mat. 22:16; Mar. 3:6; 12:13) y, en cada ocasión, se dice que conspiraron para entrampar a Jesús.

«Salieron entonces los fariseos y se confabularon con los herodianos para destruirlo» (Mar. 3:6).

3. Judas Iscariote conspiró para traicionar a Jesús en manos de sus enemigos. No solo había fuerzas externas hostiles que complotaban contra Jesús. Uno de sus propios discípulos conspiró para traicionarlo en manos de sus enemigos (cf. Luc. 22:4-6). La traducción de Lucas 22:3 al inglés que hace J. B. Philips es particularmente escalofriante: «Entonces un plan diabólico ingresó a la mente de Judas Iscariote, que era uno de los doce». Allí está: «un plan diabólico», es decir, una conspiración. Un integrante del grupo más cercano a Jesús estaba conspirando contra él, y Jesús lo sabía.

4. Detrás de todo, Satanás estaba conspirando contra la bondad y el gobierno de Dios. La conspiración detrás de todas las demás conspiraciones era más que humana, más que natural. Uno de los propios ángeles más encumbrados de Dios, Lucifer, había desertado y se había rebelado contra la bondad y el gobierno divinos. Esa rebelión aparece reflejada en numerosos pasajes bíblicos (Gén. 3; Isa. 14:12-17; Eze. 28:12-19; Job 1, 2; Mat. 4:1-11; Luc. 10:18; Juan 12:31, 32; Apoc. 12). Forma el trasfondo del motivo del Gran Conflicto que se encuentra desde Génesis al Apocalipsis. La rebelión de Lucifer constituye la conspiración principal que Jesús vino a combatir y, en último término, conquistar. Creo que esta conspiraAdventistWorld.org Diciembre 2021

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ción satánica contra la bondad y el gobierno de Dios es la Conspiración con mayúscula. Todas las demás, sean reales o tan solo supuestas o imaginarias, son conspiraciones con minúscula. ¿CÓMO RESPONDIÓ JESÚS?

Jesús era sumamente consciente de las fuerzas nefastas que procuraban desviar sus esfuerzos por cumplir el plan redentor de Dios. ¿Cómo se relacionó con esas crueles conspiraciones?

Encontramos un excelente ejemplo en Lucas 13. Recuerden, mi tesis es que deberíamos seguir el ejemplo de Cristo al relacionarnos con el mal y las conspiraciones manipulativas, tanto supuestas como reales.

El capítulo se inicia con tono ominoso: «En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos» (vers. 1). Este oscuro pasaje parece sugerir que Poncio Pilato, el infame gobernador romano, que no era amigo de los judíos, había hecho matar peregrinos judíos mientras ofrendaban sus sacrificios en el templo.

Parece que la sangre de ellos había sido mezclada con la de los sacrificios. Esa terrible escena habría sido sumamente desalentadora y repulsiva para cualquier judío. La referencia de Jesús parece indicar que había sido algo reciente, quizá incluso una «noticia de último momento». El mensaje es claro: ser judío en un mundo romano podía ser peligroso.

Poco después de la ominosa apertura de Lucas, llegamos al versículo 31: «Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: “Sal y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar”». Aunque era judío, Herodes ostentaba el poder romano como gobernante vasallo sobre Galilea y las regiones circundantes. Al igual que el cruel Pilato en la apertura del capítulo, el inescrupuloso Herodes estaba dispuesto a eliminar enemigos políticos, los judíos muy devotos, o los que decían ser mesías. Recordemos que su padre, Herodes el Grande, había ordenado la destrucción de 12

Diciembre 2021 AdventistWorld.org

todos los varones judíos de dos años para abajo en Belén y alrededores (Mat. 2:16-18). Está claro que Herodes y sus seguidores eran una fuerza para tener en cuenta.

La respuesta de Jesús a la advertencia de los fariseos fue perfecta.

Fue muy valiente y profundamente reveladora: «Él les contestó: “Vayan y díganle a ese zorro: ‘Mira, hoy y mañana seguiré expulsando demonios y sanando a la gente, y al tercer día terminaré lo que debo hacer’”» (vers.

32, NVI). El rechazo llano y directo de la no tan velada amenaza de violencia conspirativa por parte de un gobierno despiadado nos resulta muy útil hoy.

Básicamente, Jesús dice: «Y qué; yo estoy ocupado». La respuesta de Jesús continúa en el versículo 33: «Tengo que seguir adelante hoy, mañana y pasado mañana» (NVI).

Analicemos más de cerca las palabras de Jesús. Cada frase, si bien breve, revela mucho de cómo se relacionaba Jesús con las amenazas conspirativas.

«Vayan y díganle a ese zorro».

Aquí, Jesús revela que está al tanto de las amenazas e intenciones de Herodes. Apenas conoce la situación, pero la comprende. Es una importante distinción. El uso que hace Jesús de la imagen de un zorro comunica que conoce la reputación de Herodes como alguien inteligente y cruel. A pesar de ello, no se amedrenta, como lo revelan las demás frases claves.

«Terminaré lo que debo hacer».

Jesús está marchando al ritmo de otro Ser. Su identidad y misión trascienden las conspiraciones de Herodes, así como el sol brilla muchísimo más arriba de las nubes. Jesús tiene una misión, y no hay nada que Herodes pueda hacer para detenerlo.

«Sin embargo» (RVR1995). Es como decir «A pesar de todo» o «Pase lo que pase». Aquí aparece en toda su expresión el desdén específico que muestra Jesús por la amenaza de Herodes. Es algo que seguramente entendieron los mensajeros fariseos, sus propios discípulos y la multitud, que esperaban que Jesús tuviera temor y se retirara.

«Tengo que seguir adelante hoy».

Jesús juega al ajedrez mientras sus enemigos autoproclamados juegan a las damas. Jesús está en otro nivel.

Su identidad y misión trascienden las conspiraciones, en apariencia urgentes y peligrosas, que lo rodean.

Regresemos a la pregunta anterior. ¿Cómo debería actuar un cristiano ante todo esto? La respuesta breve, y la mejor: como Jesús. No podía ser de otra manera.

Jesús comprendía la diferencia entre las conspiraciones y la Conspiración. Jamás dejaba de ver el cuadro completo. ¿Era consciente de las conspiraciones de lo rodeaban? Por supuesto. No obstante, ¿se dejaba consumir por ellas? Exactamente lo opuesto. Como hemos notado, desdeñaba su significación relativa en contraste con su misión e identidad, infinitamente más importantes.

Las palabras de Jesús en otro diálogo con los fariseos ofrecen más perspectivas: «Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy y que nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo. Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada» (Juan 8:28). Jesús se encontraba en una misión muy específica. Vivió una vida de adoración y lealtad ininterrumpida, siempre buscando «agradar» a su Padre. Es nuestro ejemplo constante. ¿QUÉ DECIR DE NOSOTROS?

¿Son reales algunas de las conspiraciones actuales? Sin duda. ¿Son otras rebuscadas, especulativas y, en último término, falsas? Por supuesto.

Ninguna de esas repuestas debería sorprender al cristiano que conozca la Biblia. El mundo ha caído. La corrupción, la codicia y la injusticia son la regla, no la excepción. Como le recordó Pablo al joven Timoteo: «Pero los malos hombres y los engañadores

irán de mal en peor, engañando y siendo engañados» (2 Tim. 3:13). Vivimos en un tiempo no muy diferente a la mayor parte de la historia. El poder –militar, financiero, social o institucional– está consolidado en manos de pocos. Por ello, es de esperar que existan conspiraciones e injusticias. No debería sorprendernos que personas inconversas e inescrupulosas anhelen poder y control. Obrarán por todo medio disponible –sea ilegal, inmoral o lo que fuera– para incrementar su poder y control. Es el mundo en el que vivimos. Pero también es el mundo que Jesús vino a iluminar y salvar.

El mal es real, pero también lo es la justicia, la gracia y la misericordia.

Jesús estableció un reino en este mundo construido sobre el fundamento inamovible de la bondad y el gobierno divinos. Somos llamados a ser ciudadanos terrenales de ese reino celestial, a estar en el mundo, pero no ser de él (Juan 17:11, 14-16).

Somos llamados a resistir la atracción de las cambiantes y absorbentes conspiraciones con minúscula, y recordar, como lo hizo el mismo Jesús, que tenemos que calibrar nuestra identidad y misión según la Gran Conspiración. Lucifer lanzó una cruel conspiración en las propias cortes celestiales, buscando difamar el carácter justo y amante de Dios y su gobierno. Pero Dios «conspiró» para ganar la guerra con amor.

EN RESUMEN

Aquí hay unos simples consejos para ayudarle a relacionarse con las teorías conspirativas que encuentre: 1 Recuerde como cristiano quién es y por qué está aquí. Manténgase enfocado en la identidad y la misión.

Jesús sabía quién era y por qué estaba (cf. Luc. 19:10; Mat. 20:28). ¡Deberíamos hacer lo mismo! Piense que Jesús estaba tan concentrado y comprometido con la obra de su vida, que a los treinta años pudo decir: «Yo te he glorificado en la tierra; he Imagen: Chris Henry

Jesús comprendía la diferencia entre las conspiraciones y la Conspiración.

Jamás dejaba de ver el cuadro completo.

acabado la obra que me diste que hiciera» (Juan 17:4)!

2 No deje de ver el cuadro completo. Sí, algunas conspiraciones son más que tan solo teorías, pero como creyentes en la Biblia, nuestro énfasis primordial debería estar en la Gran Conspiración entre el bien y el mal.

Esa es la única que debería absorber nuestra atención.

3 La obsesión con afirmaciones indemostrables y especulaciones sin fin puede llevarnos a una trampa de la que no se puede escapar fácilmente. Recuerde el llamado y el mensaje profético de la iglesia. Como estudiantes de Daniel y Apocalipsis, tenemos el privilegio de saber cuáles son las cuestiones reales y cuáles no lo son. Siga aferrado a los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14.

4 Piense en términos de evangelización, no de combate. No somos llamados a ganar argumentos sino corazones y almas para la maravilla, la belleza y la justicia de Dios, según se revelan en su Hijo Jesucristo, nuestro Salvador.

Elena White lo expresó mejor cuando resumió los cuatro puntos en la siguiente declaración: «En un sentido muy especial, los adventistas del séptimo día han sido colocados en el mundo como centinelas y transmisores de luz. A ellos ha sido confiada la tarea de dirigir la última amonestación a un mundo que perece. La Palabra de Dios proyecta sobre ellos una luz maravillosa. Una obra de la mayor importancia les ha sido confiada: proclamar los mensajes del primero, segundo y tercer ángeles. Ninguna otra obra puede ser comparada con esta y nada debe desviar nuestra atención de ella».* * Elena White, El evangelismo (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1994), p. 92.

David Asscherick es orador de Light Bearers y cofundador de ARISE, un ministerio de capacitación y discipulado. Él, su esposa Violeta, y sus dos hijos disfrutan de realizar excursiones y practicar el montañismo, la pesca, el avistamiento de aves y la fotografía. Viven en Colorado, Estados Unidos.

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Enfoque

¿Podemos hablar?

C A R L O S FAYA R D

Cómo evitar debates inútiles y hallar el equilibrio entre la convicción y la bondad

S

¿

e ha sentido alguna vez frustrado al leer, escuchar o hablar de un tema que «saca de quicio»? Si es así, no es el único.

Parece que ya nadie dialoga. O al menos, el diálogo civilizado parece cada vez más raro. No me refiero a hablar del clima o de su comida preferida. Hablar de política, religión y, ahora, la pandemia, engendra intercambios exaltados.

Sumemos a ello el uso de los medios sociales, y pronto tenemos un incendio. Las frases punzantes, el anonimato y la confusa superabundancia de información de diversas fuentes contribuyen a fuertes proclamas de convicción, aun cuando lo que se ofrezca sea una simple opinión.

La iglesia y sus miembros no son la excepción. ¿Podemos hablar cuando parece haber posturas tan extremas? ¿Podemos hablar, cuando lo que escuchamos parecen ser teorías conspirativas? ¿Podemos evitar los debates inútiles? ¿Podemos hallar el equilibrio entre la convicción sincera y la bondad? Por supuesto que sí.

UN DIÁLOGO DE SORDOS

La verdad es que es posible conservar un tono civilizado y aun así estar participando en un diálogo de sordos. Recuerdo observar una asamblea en línea de la iglesia en la que se votó sobre un tema que había dividido a la denominación durante años. Los delegados presentaron sus puntos sin reconocer en absoluto el valor o la perspectiva de «el otro lado». Más que un presidente de sesión, estas personas necesitan un terapeuta familiar, pensé. Se votó, y una de las partes tuvo más votos que la otra. No obstante, ¿se podía sentir que todos éramos miembros de la misma familia? No me pareció así.

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Quizás podría ser útil considerar un caso extremo que pone de relieve algunas de las dinámicas que podrían tomarse en cuenta antes de iniciar el diálogo. Me refiero a las teorías conspirativas. Según la psicóloga Karen Douglas, las creencias conspirativas son «intentos de explicar la causa última de un evento […] como complot secreto de parte de una alianza oculta de individuos u organizaciones poderosos, en lugar de una actividad evidente o de incidencia natural». Añade: «Puede ser difícil presentar evidencias persuasivas para refutar esos tipos de ideas, en especial porque los expertos a menudo son vistos como parte de la conspiración, y las nuevas evidencias en contra pueden ser racionalizadas dentro de la narrativa existente».1 Un estudio de imágenes del cerebro mostró que las zonas responsables de representar diferentes perspectivas tienden a cerrarse cuando la persona se aferra con firmeza a sus creencias.2 Douglas identificó los ejes impulsores de las teorías conspirativas: epistémico (lo que explica la narrativa), existencial (cuán fundamental es a los valores centrales y aun a la supervivencia), y social (cómo brinda un sentido de pertenencia a Imagen: LinkedIn Sales Solutions

las llama «los cinco secretos de la comunicación efectiva».4 En primer lugar, Burns aconseja escuchar con detenimiento antes de dar nuestra opinión, y esforzarnos sinceramente por hallar tanto terreno en común como sea posible. Entonces sugiere tratar de ver desde la perspectiva del otro, buscando comprender las experiencias que han moldeado la vida de la otra persona. En tercer lugar, sugiere preguntar amablemente, buscando comprender cómo piensa esa persona. En cuarto lugar, hágase cargo de su vivencia: en lugar de decir «usted», hable en primera persona para transmitir lo que usted siente. Por último, recuerde salpicar el diálogo con comentarios positivos sinceros sobre la perspectiva del otro, a la vez que transmite la suya. ¿QUÉ ES MÁS IMPORTANTE?

la persona). Para participar de una conversación honesta y respetuosa, en particular con alguien que amamos, puede resultar útil tener en mente esos ejes impulsores.

UN DIÁLOGO AUTÉNTICO

Elena White escribió: «Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”».3 No todos los diálogos tienen por propósito persuadir a otros, pero en su forma ideal, todos los diálogos deberían tener los elementos mencionados en esta hermosa cita.

Cuando nos relacionamos con los demás de manera respetuosa, estamos implícitamente conectándonos con el propulsor social del sistema de creencias de una persona. Cuando deseamos su bien, nos ponemos en contacto con el componente existencial.

Si el diálogo difícil es con alguien cercano con quien deseamos preservar la relación, puede que queramos practicar las recomendaciones que hizo el psiquiatra David Burns. Él

No importa cuánto trate de hablar y convencer a otros que, según usted, poseen perspectivas extremas o conspirativas, puede que no tenga éxito. No fue por falta de procurarlo, o de compasión, que Jesús mismo no pudo tener diálogos productivos con individuos con perspectivas extremas, como fue el caso de los fariseos (véase por ejemplo Mat. 3:7; 19:3; 23:15, 23, 25). El libro de Proverbios contiene claros consejos sobre cuánto tiempo se necesita pasar con las personas de mente cerrada (véase por ejemplo Prov.

14:3-13). Eclesiastés nos recuerda que «todo tiene su tiempo» (Ecl. 3:1).

He aquí algunas sugerencias: Antes de relacionarse con la persona, podría ser útil que conozca qué lo saca a usted de quicio. Puede que haya temas muy apreciados para usted que, sin embargo, no merezcan reacciones tan fuertes. Piense si realmente las cuestiones en desacuerdo son tan básicas en relación a sus valores y fe. Otro buen consejo es dejar el ego afuera de la ecuación. A veces, el recrudecimiento de una discusión tiene más que ver con sus sentimientos que con estar en lo cierto.

Por lo general, también resulta útil observar qué es más impor-

Cuando nos relacionamos con los demás de manera respetuosa, estamos implícitamente conectándonos con el propulsor social del sistema de creencias de una persona. tante: mantener la relación y ser consecuente con la base de su fe cristiana, o tener «la última palabra».

Por último, recuerde que «más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades» (Prov. 16:32, NVI).

Tener diálogos auténticos exigirá más conciencia y comprensión de la psicología de las teorías conspirativas, o aun de la técnica «correcta» de comunicación efectiva.

Necesitamos el «sentir que hubo también en Cristo Jesús» (Fil. 2:5).

Por su gracia podemos estar unidos con Cristo, tener el mismo amor, ser uno en mente y espíritu, no haciendo nada «por rivalidad o vanidad; antes bien, con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores» a nosotros mismos, no buscando nuestro «propio provecho, sino el de los demás» (véase Fil. 2:1-11, NVI).

«Speaking of Psychology: Why People Believe in Conspiracy Theories», disponible en https://www.apa.org/research/action/ speaking-of-psychology/conspiracy-theories.

2 M. Schurz et al., «Common Brain Areas Engaged in False Belief Reasoning and Visual Perspective Taking: A Meta-analysis of Functional Brain Imaging Studies», Frontiers in Human Neuroscience (2013), https://doi.org/10.3389/fnhum.2013.00712.

3 Elena White, El ministerio de curación (Mountain View, Calif.: Pacific Press Pub. Assn., 1959), p. 102.

4 D. Burns, Feeling Good Together: The Secret to Making Troubled Relationships Work (New York: Broadway Books, 2008), pp. 95-175.

1

El doctor Carlos Fayard es profesor asociado de Psiquiatría y director del Centro de Colaboración con la Organización Mundial de la Salud, de Capacitación y Salud Mental Comunitaria en la Universidad de Loma Linda, en California, Estados Unidos.

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Enfoque

¡Basta de pelear por la comida!

Permitamos que reine la bondad FRED HARDINGE

C

omo orador visitante en una iglesia rural, me habían invitado a almorzar con los miembros. Después del culto, bajé al salón comunitario. La mujer encargada de organizar la comida me indicó que fuera el primero de la fila y que pidiera la bendición de los alimentos. Al abrir los ojos después de la oración, me pasaron un plato, y quedó claro que la mujer quería que fuera el primero en servirme.

Me sentía incómodo, porque detrás de mí había varios niños que tenían más hambre que yo. Tomé el plato sin mucho entusiasmo y avancé. Al hacerlo, la mujer me señaló el primer plato y con un susurro acompañado de un dejo crítico que todos escucharon, me dijo: «¡Esto tiene queee-sooo!»

Si no me hubiera dicho nada, acaso habría pasado por alto el plato, porque no era uno de mis favoritos. Pero ahora, todos miraban para ver qué haría. Aunque tenía la tentación de seguir de largo, sentí que tenía que servirme un poco. Al hacerlo, la mujer que me lo había señalado exclamó en voz alta: «¡Oh, no!»

PEQUEÑO GESTO, GRAN DIFERENCIA

Me llené el plato con varias opciones deliciosas y saludables y disfruté de la dulce comunión con las personas de una de las mesas. La mayoría ya se había ido para cuando dejé la habitación. Al llegar al pasillo, noté que una mujer sollozaba en silencio.

No vi al pastor o a un anciano, por lo que le pregunté si necesitaba ayuda. Mientras las lágrimas le corrían por las mejillas, me dijo: «¡Estaba esperándolo, doctor Hardinge!

Yo soy la que preparó el plato con queso. Me bauticé hace unas semanas, y esta es la tercera vez que se dice algo negativo de la comida que traigo. No incluí el jamón que lleva la receta; entonces, ¿por qué me critican?»

Caminamos hacia el vestíbulo para conversar. Lo que había sucedido era inexcusable, pero al menos me 16

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brindaba la oportunidad de compartir con esta apreciada hermana, el propósito, la belleza y el equilibro que posee el mensaje adventista de salud.

Oramos juntos, y me agradeció por dedicar ese tiempo para hablar con ella. Entonces me dijo entre lágrimas: «Esta mañana le dije a mi esposo que si sucedía nuevamente algún inconveniente, jamás regresaría a esta iglesia. Pero usted se sirvió un poco y comió, y habló conmigo. ¡Ahora sí que voy a volver!»

MUÉSTRESE AMIGABLE

Unos dieciocho meses después, hablé con el pastor respecto del incidente, y me enteré de que su esposa se había propuesto hacerse amiga de la mujer, y le había dado algunas clases de cocina en su hogar. Hoy día está firme y asiste fielmente, ¡y está a cargo de los almuerzos! Y lo que es mejor, desde entonces, su esposo también se ha bautizado. ¡Qué diferencia hizo una pequeña porción! ¡Alabado sea Dios! Siempre tenemos que preguntarnos: «¿Amamos a las personas más que a los principios de salud?»

UN PRECIOSO MENSAJE DE SALUD

Como adventistas, hemos recibido la bendición del mensaje más precioso de salud. Nos fue dado no solo por nuestra salud y bienestar personales, sino también para que compartamos esos principios con otros, de manera que también los atraiga a Cristo y su pronto regreso. El objetivo primordial de las actividades del ministerio de salud es llevar a las personas hacia Cristo, como agente de transformación. Tenemos que enseñar a las personas que es el poder de Dios lo que les brinda un cambio maravilloso.

Los reformadores prosalud sinceros pueden aprender mucho de José Bates, uno de los primeros pioneros. Aun antes del Gran Chasco de 1844, el rudo y experimentado Imágenes: onairjiw / Andrey Elkin / bluebeat76 / iStock / Getty Images Plus / Getty Images

capitán de navío había renunciado al alcohol, el tabaco, la comida muy condimentada y la grasa, y se había vuelto vegetariano. En el libro Historia del mensaje de salud, D. E. Robinson dijo lo siguiente sobre Bates: «A veces, sus amigos le preguntaban por qué no comía carne, o grasa, o comidas muy condimentadas, y replicaba tranquilamente: “Ya he comido suficiente cantidad de eso en el pasado”.

No enfatizaba ni en público ni en privado sus ideas sobre el régimen apropiado a menos que se lo preguntaran. Por supuesto, lo gratificó que más adelante, muchos de sus colegas adoptaron y comenzaron a enseñar los principios de la reforma prosalud. Entonces se les sumó de buena gana para hablar libremente sobre el tema».1 Desde nuestros comienzos como iglesia han existido perspectivas y prácticas extremas de la reforma prosalud.

Esto hizo que Elena White escribiera: «Estos extremistas hacen más daño en unos meses que el bien que podrían realizar durante toda la vida».2 Parece que siempre hay personas que toman los principios buenos y correctos hasta un extremo.

MANTENER EL EQUILIBRIO

Elena White tuvo una visión muy equilibrada y bondadosa. En un sermón que predicó el 16 de mayo de 1884, dijo: «No hacemos de la reforma prosalud una cama de hierro, cortando a los que son altos y estirando a los bajos. Una persona no puede ser norma de todos los demás. Lo que queremos es una gota de sentido común. No sean extremistas. Si yerran, es mejor errar del lado de las personas que del lado en que es imposible alcanzarlas».3 ¡El apóstol Pablo rogó lo mismo! «Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación. No destruyas la obra de Dios por causa de la comida» (Rom. 14:19, 20).4

«Al enseñar la reforma prosalud, como en toda otra obra evangélica, debemos tener en cuenta la situación de la gente. Hasta que podamos enseñarle a preparar alimentos saludables, apetitosos, nutritivos y, sin embargo, poco costosos, no estamos libres de presentar los principios más adelantados de la alimentación saludable».5 ¡Oh, si todos tuviéramos ese equilibrio y comprensión!

Lo invito a visitar el sitio del Consejo Nutricional de la Asociación General6 para obtener una información valiosa o equilibrada sobre la alimentación adecuada, ¡y también sobre los almuerzos colectivos en la iglesia!7 Los reformadores prosalud siempre deberían tener en mente las palabras de Pablo: «Que su conversación sea siempre amena y de buen gusto. Así sabrán cómo responder a cada uno» (Col. 4:6).

Dores E. Robinson, The Story of Our Health Message (Nashville: Southern Pub. Assn., 1943, 1955), p. 59.

Elena G. White, Consejos sobre la salud (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1989), p. 151.

Elena G. White, Sermons and Talks (Silver Spring, Md.: Ellen G. White Estate, 1990), t. 1, p. 12.

4 Las citas bíblicas han sido extraídas de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.

5 Elena G. White, Testimonios para la iglesia (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1998), t. 7, p. 132.

6 https://www.healthministries.com/gcnc/ (en inglés) 7 https://www.healthministries.com/planning-fellowship-meals/ 1 2 3

Fred Hardinge, es consultor de salud y nutrición de Ministerios Adventistas de Salud de la Asociación General de la Iglesia Adventista.

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Perspectiva mundial

Jesús y la doctrina: Inseparablemente unidos

A

ceptémoslo: «Doctrina» no es una palabra muy popular hoy día. Hay movimientos que quieren minimizar la doctrina y enfatizar tan solo a Jesús. Para algunos, la doctrina conjura la idea de fríos credos eclesiásticos, tradiciones obsoletas, aburridas declamaciones y textos probatorios.

Aunque algunos sostienen que Jesús y la doctrina no deberían, ni pueden, ocupar el mismo espacio, las Escrituras dejan en claro que tanto uno como la otra –es decir, Jesús y sus enseñanzas– son inseparables.

Prescindir de una parte significa prescindir de ambas.

Casi todo lo que sabemos de Jesús proviene de la Biblia, en especial de los Evangelios y el resto del Nuevo Testamento. Y mucho de ese contenido consiste en sus enseñanzas. El lector cuidadoso de los Evangelios reconoce que están saturados de las enseñanzas de Cristo, y que es imposible separar lo que Jesús hizo de lo que Jesús enseñó, porque toda su vida es un manual de lecciones. Si no conocemos y aceptamos las enseñanzas de Cristo, ¿cómo podemos realmente afirmar que lo conocemos?

Algunos podrían sorprenderse al saber que la Iglesia Primitiva enfatizaba la doctrina. Los miles bautizados en el día de Pentecostés «perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros» (Hech. 2:42). Aprendieron este énfasis en la doctrina, de boca de Jesús mismo (véase Luc. 24:27, 44).

CADA DOCTRINA ES CRISTOCÉNTRICA

Se nos dice: «Toda verdadera doctrina coloca a Cristo en el centro. Cada precepto recibe fuerza de sus palabras»1. Algunos podrían preguntarse si realmente se puede decir esto de cada doctrina adventista. Analicemos tres, a manera de ejemplo, mostrándonos cómo Jesús se encuentra en el centro de cada una de ellas.2 El remanente. ¿Se encuentra realmente Jesús en el centro de nuestra doctrina del remanente?

Así es. Tengamos en mente que todo el libro del Apocalipsis le fue revelado a Juan por Jesús (Apoc.

1:1) y, por lo tanto, Jesús nos enseña cuáles son las dos características distintivas del remanente: «los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo» (Apoc. 12:17). Varios otros pasajes describen en términos simbólicos los eventos que llevan al surgimiento del remanente (Apoc. 10:1-11:1) y el mensaje que proclaman (Apoc. 14:6-12; 18:1-4). En esencia, ese mensaje, que incluye «el evangelio eterno», se aplica a la Gran Comisión de Jesús, que fue dada a los primeros cristianos (Mat. 28:18-20), y a un marco del tiempo del fin. También deja en claro que «la fe de Jesús» es la única manera en que ellos pueden Imagen: fauk74 / iStock / Getty Images Plus / Getty Images

guardar los mandamientos de Dios (Apoc. 14:12). En este versículo, Jesús responde una pregunta que él había hecho pero que dejó sin responder en esa instancia: «Cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?» (Luc. 18:8). Habrá un pueblo de fe sobre la tierra. Del remanente que vive para ver el regreso de Jesús (cf. Apoc. 14:14-16), se le dice a Juan: «Aquí está la perseverancia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús» (Apoc. 14:12).

El sábado. Una parte fundamental de este mensaje final es el sábado, porque se nos ordena que «adoremos a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas» (Apoc. 14:7). Esta es una cita casi palabra por palabra del mandamiento del sábado (Éx. 20:11). ¿Quién creó todas las cosas? Según el Nuevo Testamento, Jesús (Juan 1:3).

«Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él» (Col. 1:16). Fue Jesús quien terminó la obra de la creación en seis días y descansó en el séptimo (cf. Gén. 2:1-3). Según el evangelio de Juan, cuando Jesús completó su obra de salvación sobre la cruz ese viernes por la tarde, «Dijo: “¡Consumado es!”» y descansó en el sepulcro durante el sábado (Juan 19:30, 31), levantándose de los muertos «el primer día de la semana» (Juan 20:1).

Por ello, el sábado ha sido bendecido doblemente por Cristo, primero en la creación y más tarde en el Calvario.

Lejos de ser legalista, guardar el sábado es lo más cristocéntrico y orientado al evangelio que podemos hacer. Simboliza que, así como no nos creamos a nosotros mismos (Sal. 100:3), tampoco podemos salvarnos a nosotros mismos: «Por consiguiente, queda todavía un reposo especial para el pueblo de Dios; porque el que entra en el reposo de Dios descansa también de sus obras, así como Dios descansó de las suyas» (Heb. 4:9, 10, NVI).

El Santuario. Podemos ver ahora que guardar el sábado es una parte importante del evangelio eterno. No obstante, ¿cómo se conecta con el ministerio de Cristo en el Santuario celestial? ¿Por qué es señalado específicamente como parte del mensaje del tiempo del fin que tiene que ser dado justo antes de su segunda venida? En primer lugar, este mensaje resulta de un grupo que «guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús». En segundo lugar, dirige nuestra atención a la obra de juicio de Jesús (Apoc. 14:7; cf. Juan 5:22) en el Lugar Santísimo del Santuario celestial, donde se encuentran los mandamientos de Dios (Apoc. 11:19).

En tercer lugar, por esa Ley todos serán juzgados (Sant. 2:12; Ecl. 12:13, 14). Cuando adquiera preeminencia la cuestión de la adoración verdadera en contra de la adoración falsa, los salvados al fin del tiempo serán los que adoran a Dios «en espíritu y en verdad» (Juan 4:24), lo que se demostrará en su observancia del verdadero sábado, que es su sello (Apoc. 7:2-4; 14:1), mientras que los perdidos adorarán a la bestia y recibirán su marca (Apoc. 14:9-11). La cuarta razón es que la obra de Jesús en el Santuario celestial se corresponde con la obra llevada a cabo por el sumo sacerdote en el día de la expiación.

Ese era el único día del año más allá del sábado semanal en el que se requería que los israelitas descansaran completamente de todos sus trabajos (Lev. 23:26-32). Así como el sábado nos señala la obra de Cristo, así cada fase del ministerio en el Santuario celestial también lo señala (véase 1 Cor. 5:7; 1 Juan 1:9; 2:1). Cada fase es la obra de Cristo y su justicia, no la nuestra.

LA VERDAD COMO ESTÁ EN JESÚS

Algunos podrían llamar a esta presentación de textos bíblicos en apoyo a cada doctrina el uso de textos probatorios. Pero es realmente lo que ha sido enseñado por él, «conforme a la verdad que está en Jesús» (Efe. 4:21).

Sin una clara comprensión de esta «verdad que está en Jesús», solo tene-

«Si no conocemos y aceptamos las enseñanzas de Cristo, ¿cómo podemos realmente afirmar que lo conocemos?» mos un cristianismo superficial y un escaso compromiso auténtico. Es por ello que, en camino a Emaús, en lugar de tan solo contar a los discípulos quién era, Jesús se mostró a partir de las Escrituras (Luc. 24:27). Citó textos del Antiguo Testamento para probar lo que decía, como lo hicieron todos los escritores del Nuevo Testamento. ¿Estaban Jesús y los apóstoles usando textos probatorios? ¡Por supuesto que no! Siempre citan las Escrituras en armonía con su intención original. Al describir el énfasis cristocéntrico de esas doctrinas, hemos simplemente seguido el método de Cristo de interpretar las Escrituras para mostrar de qué manera giran en torno a él.

Toda la Biblia da testimonio de quién es Jesús. Él es el Verbo viviente de quien da testimonio su Palabra escrita. La única manera de distinguir al Jesús real del Jesús falso es «la palabra de verdad» (Sal. 119:43; 2 Cor. 6:7; Efe. 1:13; 2 Tim. 2:15; Sant. 1:18), inspirada por el Dios de verdad «en el cual no hay mudanza ni sombra de variación» (Sant. 1:17). Es por ello que Dios nos insta a ser fieles a la Palabra: «Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad» (2 Tim. 2:15).

Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 61.

En www.adventist.org se puede consultar una descripción de 28 doctrinas bíblicas que sostenemos los adventistas del séptimo día.

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Clinton Wahlen es director asociado del Instituto de Investigaciones Bíblicas en la Asociación General.

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Fe en acción

Triunfo sobre la tragedia Dios marca la diferencia «Antes que te formara en el vientre, te conocí, y antes que nacieras, te santifiqué, te di por profeta a las naciones» (Jer. 1:5).

C

onfío en que Dios es mi Creador y que él ha estado conmigo toda mi vida.

Me ha dado poder de vencer los obstáculos y me ha consolado y fortalecido durante los períodos dolorosos del camino.

PRIMEROS AÑOS

Nací y crecí en Mdantsane (Sudáfrica), como la menor de seis hijos, y la única mujer. Mi padre no era como otros padres. Se ausentaba por largos períodos.

Cuando crecí, me di cuenta de que, en realidad, vivía en otro lado y no como parte de nuestra familia.

Mi madre jamás habló de papá con nosotros; se limitó a cuidarnos y se esforzó por alimentarnos. Vendía panqueques y bebidas de jengibre en el mercado local.

Cada mañana, antes de ir a la escuela, le ayudábamos a acarrear los canastos con esos artículos.

Yo era buena estudiante y asistía a la iglesia cada semana, pero me hice amiga de jovencitos que no tenían un estilo de vida cristiano y me sumé a sus actividades. Mi madre, sin embargo, hizo lo mejor que pudo para mantenerme alejada de ellos y sus prácticas dañinas.

EL ATAQUE

Pero un día me golpeó la tragedia. Era mayo de 1996, y yo era una joven adolescente en la escuela secundaria. Recuerdo el día como si fuera ayer. Era el anochecer, pero ya estaba oscuro. Caminaba del supermercado local a casa cuando tres jóvenes me arrastraron detrás de un arbusto. Uno tenía un arma 20

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Imagen: Ante Gudelj

y otro un cuchillo. Uno tras otro me violó, y entonces discutieron si matarme. El que estaba desarmado me dijo que corriera.

Corrí a casa y encontré allí a mi padre. No le dije ni a él ni a mi madre lo que había pasado, y me fui directamente a la cama. Pronto, sin embargo, la policía llamó a la puerta. Parece que alguien vio lo que había pasado y lo denunció a la policía. Cuando los agentes me preguntaron si los muchachos me habían hecho algo, respondí que no. No mentía; había bloqueado la experiencia traumática y no recordaba nada. Entonces, por alguna razón, después de que la policía se fue, mis padres me dieron una paliza, y terminé durmiendo en el baño.

A la mañana siguiente, el muchacho que había reportado el ataque vino con la policía y me hicieron la misma pregunta. Una vez más, respondí que no. Ahora que soy madre, me doy cuenta de que mis padres deberían haber contactado un consejero profesional para que determinara qué había pasado.

EL RECUERDO

Cuatro años después, estaba con amigos, y conversábamos sobre las violaciones. Dije algo así como: «Nadie tiene la culpa de que lo violen; nadie invita a otro a que lo violen por la ropa que usa», y entonces me desmayé. Mis amigos me llevaron a un hospital cercano, donde me trataron por la conmoción y el trauma.

El recuerdo de lo que me había sucedido esa noche de 1996 regresó como un torbellino, tan vívidamente como si recién hubiera sucedido.

Cada detalle, aun el olor de los que me violaron, me llenó el olfato y la mente. Estaba destruida emocionalmente, y me sentía aterrada.

Finalmente les conté el incidente a mi madre y al resto de mi familia.

En ese momento comencé la travesía hacia la salud. Al comienzo, pensé que esos muchachos me habían

quitado cuatro años de vida, pero entonces me di cuenta de que Dios me había sustentado a lo largo de esos años. Me había protegido del cuchillo y el arma que llevaban los muchachos, y me había dado fuerzas para continuar, bloqueando la tragedia de mi mente hasta que pudiera hacerle frente.

Comencé a compartir mi historia con otros. Algunos respondieron con crueldad, y eso me lastimó profundamente. Otros mostraron compasión y me consolaron.

CÓMO LOGRÉ SEGUIR ADELANTE

Cuando llegó el tiempo de ir a la universidad, mi padre prometió pagarme los estudios, pero no lo hizo.

Por el contrario, me atacó hasta que temí por mi vida.

Tuve que dejar de estudiar por falta de fondos, pero Dios no me abandonó. Santiago 1:12 me alentó: «Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman» (NVI).

El Señor abrió entonces el corazón de uno de mis primos, quien me pagó los estudios durante tres años, hasta que terminé con un título.

APARECE EL ARCO IRIS

Cuando me gradué, mi madre se alegró mucho, y ambas nos regocijamos por lo que había logrado.

Con el tiempo, me motivaron a solicitar trabajo en el departamento financiero del Departamento de Salud en Bisho, la capital de la provincia del Cabo Oriental en Sudáfrica.

Allí fue cuando apareció el arco iris en mi vida. Podría ayudar a mi madre.

Las bendiciones de Dios continuaron. Conocí a Sakhi, un apuesto y cálido joven que ahora es mi esposo, y recibimos la bendición de tres varones. Comenzamos a asistir a la iglesia adventista local y fuimos bautizados.

Comencé a compartir mi historia con otros. Algunos respondieron con crueldad, y eso me lastimó profundamente.

Otros mostraron compasión y me consolaron.

Mi vida no ha sido fácil, pero Dios me ha dado fuerza y valor para triunfar sobre las dificultades. También me ha ayudado a perdonar. Me siento agradecida por la sanación y el perdón que Jesús me ofrece, y ahora me doy cuenta de que perdonar a otros nos ayuda también a sanar personalmente.

Dios no se da por vencido ni abandona a su pueblo. Nos ama y hace lo que es mejor para nosotros.

Lo alabo cada día por su amor, misericordia y perdón.

«Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren» (2 Cor. 1:3, 4, NVI).

Khanyi Blayi y su esposo Sakhi tiene tres hijos: Zingce, Ntsika y Awande.

La familia vive en East London, Cabo Oriental, Sudáfrica.

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En qué creemos

El Hijo

El Hijo de luz y amor Su luz aún transforma vidas

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ué sucedió en el cielo el día que Gabriel habló con María? Gabriel le dijo: «No tengas miedo, María; ¿ Dios te ha concedido su favor. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús […]. El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios» (Luc. 1:30, 31, 35, NVI).

El majestuoso, glorioso y todopoderoso miembro de la Trinidad divina estaba por hacerse hijo por nosotros y en nosotros. El que estaba vestido de la luz resplandeciente del cielo podía ver el futuro oscuro y humillante que le aguardaba en nuestro quebrantado planeta. ¿Qué habrá sentido al despedirse de los seres perfectos y magníficos del cielo, que lo adoraban? ¿Qué pasó por su mente y corazón cuando él y su Padre se abrazaron, antes de des22

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aparecer en la oscuridad silenciosa del vientre de María, durante nueve meses?

EL MISTERIO DE DIOS-HOMBRE

Al momento de la concepción, estaba vivo en una nueva forma, solo visible para Dios. El Hijo de Dios se estaba haciendo Hijo del hombre. El infinito «YO SOY», el Creador, se estaba haciendo un bebé recién creado. El Verbo se estaba haciendo carne. La Luz estaba llegando a brillar en las tinieblas. Estaba viniendo a los suyos pero, ¿lo recibirían? ¿Lo recibiríamos nosotros?

El maravilloso don de Dios a nuestro mundo —su único y amado Hijo para que «todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16, NVI)— explota los límites de lo que podemos expresar con la palabra «amor».

Imagen: Raphael Renter

Se trata de un tipo de entrega altruista que no nos resulta natural. Parece extraña, ajena y misteriosa, pero sumamente deseable, como algo que tuvimos alguna vez pero que perdimos después de la caída. Que Jesucristo estuviera dispuesto a renunciar a la gloria y la seguridad del cielo, donde era uno con el Dios Todopoderoso, para hacerse humano, muestra una humildad insondable que reprende nuestro egocentrismo.

Escoger un nacimiento en la pobreza como el hijo de María y José y crecer en un vecindario modesto de Nazaret, demuestran la humildad de Cristo. Pero su decisión de revelar la justicia plena de Dios sin dejar de otorgar la misericordia plena al sufrir la muerte más degradante y maldita en una cruz, trasciende nuestra comprensión humana de humildad. No se puede expresar con palabras (Fil. 2:5, 8; Isa. 53:4, 5).

Al hacerlo, Jesús nos mostró de qué se conforma ese amor que tenemos que emular: «hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu Dios» (Miqueas 6:8).

Sentía la necesidad acuciante de saber que Dios no me había abandonado.

LA LUZ DEL MUNDO

La luz de Dios sigue brillando. En un momento muy difícil para mí, antes de cumplir veinte años, Dios abrió el cielo por un breve momento y me habló. Estaba en India, sentada en un carrito que me llevaba hacia el pueblo. Sentía la necesidad imperiosa de saber que Dios no me había abandonado. Alcé mi rostro hacia Dios en oración, cuando de pronto, me rodeó y envolvió la gloria refulgente de la presencia de Dios, en un encuentro visible y abrumador con lo Divino.

Escuché que Dios me hablaba, no en forma audible, sino claramente en mi corazón. Reconocí inmediatamente los rayos indescriptibles, iridiscentes de luz con el color de un arco iris, como la presencia de Dios.

Ese encuentro —un flujo poderoso del amor de Dios—, me ha acompañado desde entonces. Continúa siendo una garantía de que Dios realmente escucha cuando clamo a él. Cristo nos invita a unirnos a él para reflejar su luz perfecta de amor. Dice: «Vosotros sois la luz del mundo» (Mat. 5:14). Al reflejar la luz y el amor de su Hijo, permitiremos que la luz brille de tal manera que otros sabrán que han visto a Jesús. Verán nuestra manera de vivir, y glorificarán a nuestro Padre celestial, que está en los cielos (cf. Mat. 5:16).

Todas las cosas fueron creadas por medio de Cristo, el Verbo viviente (Juan 1:1-5). Lo primero que creó en esta tierra por su palabra fue la luz (Gén. 1:3).

La luz es necesaria para que exista la vida humana, animal y vegetal. Pero necesitamos más que luz física. Necesitamos la luz del amor de Dios, la esencia de su carácter (1 Juan 4:8, 16), esa que nos muestra mediante la vida de su Hijo, «la luz del mundo» (Juan 9:5). «En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad» (Juan 1:4, NVI). Esa es la luz que Dios quiere compartir con nosotros por medio de su Hijo, guiándonos de regreso a él: el brillo glorioso de quién es él. Como lo expresó Isaías: «¡Ven, pueblo de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!» (Isa. 2:5, NVI). Pero compartir su carácter glorioso (compare con Éx. 34:6, 7) es más que mostrar: es llegar a ser. Al experimentar a Jesús –la fuente de luz, que es amor– podemos reflejar esa luz y amor desde nuestro interior.

La luz radiante del Hijo es una fuerza enceguecedora que quebranta el corazón endurecido de la humanidad. El homicida Saulo de Tarso quedó enceguecido por la luz de Jesucristo (Hech. 22:6-8).

En ese momento de ceguera, cuando se encontró con el que había juzgado erróneamente como enemigo, el perseguidor de los seguidores de Cristo encontró a su Salvador. Se le dijo a Saulo que se levantara y, como profetizó Isaías que haría el pueblo de Dios, se le ordenó: «¡Levántate, resplandece, porque ha venido tu luz y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti!» (Isa. 60:1). En cada encuentro con Cristo, experimentamos la luz de su amor, que nos transforma, así como lo

hizo con Saulo, que llegó a ser el apóstol Pablo. Si elegimos vivir en la luz de Cristo, así como lo hizo Pablo, nuestras interacciones con los demás también se verán impulsadas por el amor de Dios. Juan lo explica así: «El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar» (1 Juan 2:10, NVI).

SU LUZ SIGUE BRILLANDO

Constance E. Clark Gane es arqueóloga de la Mesopotamia y profesora de Investigación en la Universidad Andrews. Con su esposo Roy viven en Berrien Springs, Michigan, Estados Unidos.

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os estudiosos bíblicos modernos han ofrecido muchas sugerencias sobre lo que representa el «centro» teológico de las Escrituras. Algunos han dicho que es el Pacto; otros creen que es Dios como Señor. Algunos afirman que es la fe, la justicia, una combinación cuádruple de liberación, comunidad, conocimiento de Dios y vida abundante, o la misión de Dios. Otros estudiosos afirman que no hay un tema central.

Con tantas ideas dando vueltas, ¿cómo decide uno si realmente existe, y cuál es el correcto?

En un libro común de no ficción, se descubre la idea principal al leer su introducción y conclusión. ¿Por qué no con la Biblia? Dios inspiró la Biblia para que fuera escrita de manera de ser entendida. ¿No habría usado un patrón que nos resulta familiar para leer otros libros y aclarar su punto principal? En mis estudios, he hallado que el eje central de la Biblia aparece en los capítulos de apertura y conclusión y posee un énfasis multifacético.1 Los escritos de Elena White parecen concordar con ello.

MULTIFACÉTICAS Y COMPLEMENTARIAS

Elena White menciona varios temas como elementos centrales de las Escrituras. Por ejemplo, el siguiente párrafo del libro La educación, señala tres de estas ideas bajo la categoría «el gran tema central» de las Escrituras: «La Biblia es su propio intérprete. Debe compararse texto con texto. El estudiante debería aprender a considerar la Biblia como un todo y a ver la relación que existe entre sus partes. Debería adquirir el conocimiento de su gran tema central, [1] del propósito original de Dios hacia el mundo, [2] del comienzo del gran conflicto y de [3] la obra de la redención. Debería comprender la naturaleza de los principios que luchan por la supremacía, y aprender a rastrear su obra a través de las cró24

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Descubramos el Espíritu de Profecía

En busca del centro de las Escrituras En los escritos de Elena White

nicas de la historia y la profecía, hasta la gran culminación. Debería verificar cómo interviene este conflicto en todos los aspectos de la vida humana; cómo en su mismo caso cada acto de su vida revela uno u otro de esos dos motivos antagónicos; y cómo, consciente o inconscientemente, ahora mismo está decidiendo en qué lado de la contienda se va a encontrar».2 Los adventistas han seguido el liderazgo de Elena White para resumir este tema central como «El gran conflicto». Estudios evangélicos recientes también han comenzado a reconocer esta «cosmovisión de contienda» como omnipresente y aun central a las Escrituras.3 LA CUESTIÓN PRINCIPAL

Elena White deja en claro que el principal tema en el gran conflicto es el carácter de Dios. Las primeras palabras de la serie de cinco libros sobre el gran conflicto son «Dios es amor», y las últimas palabras son «Dios es amor».4 Entre medio, se expone cómo esto es así. Este énfasis en el carácter de Dios se hace explícito en Patriarcas y

profetas: «[En las Escrituras], se levanta la cortina que separa el mundo visible del mundo invisible, y presenciamos el conflicto de las fuerzas encontradas del bien y del mal, desde la primera entrada del pecado hasta el triunfo final de la rectitud y de la verdad; y todo ello no es sino una revelación del carácter de Dios».5 Varias declaraciones reiteran que Jesús es el centro de las Escrituras: «Jesús es el centro viviente de todas las cosas»; «Cristo es el centro hacia el cual todos debieran ser atraídos»; «El gran centro de atracción, Jesucristo».6 Más específicamente, la obra de Cristo o la expiación sustitutiva en el Calvario es colocada por Elena White en el centro de las Escrituras: «La cruz del Calvario es el gran centro».7 «El sacrificio de Cristo como expiación del pecado es la gran verdad en derredor de la cual se agrupan todas las otras verdades. A fin de ser comprendida y apreciada debidamente, cada verdad de la Palabra de Dios, desde el Génesis al Apocalipsis, debe ser estudiada a la luz que fluye de la Cruz del Calvario».8 «La norma Imagen: Timothy Eberly

El tema central de la Biblia, el tema alrededor del cual se agrupan todos los demás del Libro, es el plan de la redención, la restauración de la imagen de Dios en el alma humana.

de la verdad ha de ponerse en alto, y la expiación obrada por Cristo presentada como el sublime tema de central importancia».9 La conclusión del gran conflicto, que se produce en la segunda venida de Cristo y aun después, se describe usando un sinónimo del centro: «La doctrina del segundo advenimiento es verdaderamente la nota tónica de las Sagradas Escrituras».10 Por último, mediante otro sinónimo, Elena White destaca la función del santuario en el gran sistema de verdades bíblicas: «El asunto del santuario fue la clave que aclaró el misterio del desengaño de 1844. Reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto armonioso y demostraban que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento adventista, y al poner de manifiesto la situación y la obra de su pueblo le indicaba cuál era su deber de allí en adelante».11 Elena White también resume el centro de las Escrituras mediante la frase «el plan de redención». «El tema central de la Biblia, el tema alrededor del cual se agrupan todos los demás

del Libro, es el plan de la redención, la restauración de la imagen de Dios en el alma humana. Desde la primera insinuación de esperanza que se hizo en la sentencia pronunciada en el Edén, hasta la gloriosa promesa del Apocalipsis: “Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes” (Apoc.

22:4), el propósito de cada libro y pasaje de la Biblia es el desarrollo de este maravilloso tema: La elevación de la humanidad […]. El que capta este pensamiento, tiene ante sí un campo infinito de estudio. Tiene la llave que le abrirá todo el tesoro de la Palabra de Dios».12 Algunos han sugerido que Elena White exageró el término «centro», o uno de sus sinónimos, para describir ciertos temas de las Escrituras, simplemente para enfatizar su importancia.

Por lo que he visto en la introducción y conclusión de las Escrituras, donde emergen estos temas, creo que Elena White no está exagerando esta idea.

Por el contrario, enfatiza los temas que las mismas Escrituras identifican como parte constitutiva de ese centro teológico multifacético.

Felicito a todos los estudiosos de la Biblia, a los maestros, pastores y laicos, ese gran tema central de las Escrituras es la clave que desbloqueará todos los tesoros de la Palabra de Dios.

Por apoyo bíblico a este centro multifacético de las Escrituras, véase Richard M. Davidson, «Back to the Beginning: Genesis 1–3 and the Theological Center of Scripture», en Christ, Salvation, and the Eschaton, ed. Daniel Heinz, Jiří Moskala y Peter M. van Bemmelen (Berrien Springs, MI: Old Testament Department, Seventh-day Adventist Theological Seminary Andrews University, 2009), pp. 5-29. Se puede descargar de https://andrews.academia.edu/RichardDavidson.

2 Elena White, La educación (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1998), p. 190.

3 Gregory A. Boyd, God at War: The Bible and Spiritual Conflict (Downers Grove, IL: InterVarsity, 1997).

4 White, Patriarcas y profetas (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ.

Assn., 1954), p. 44; ídem., El conflicto de los siglos (Doral, Fl.: Asoc. Publ.

Interamericana, 2007), p. 657.

5 White, Patriarcas y profetas, p. 647.

6 Elena White, El evangelismo (Doral, Fl.: Asoc. Publ. Interamericana, 1994), p. 140; ídem, Mensajes selectos, t. 1 (Mountain View, Cal.: Pacific Press Publ. Assn., 1966), pp. 304, 441.

7 Elena White, Carta 201, 1899; citado en ídem, «Comentarios de Elena G. de White: Daniel», Comentario bíblico adventista, t. 4, p. 1194.

8 Elena White, Obreros evangélicos (Buenos Aires: Asoc. Casa Editora Sudamericana, 1997), p. 330.

9 Elena White, Testimonios para la iglesia, t. 8 (Doral, Fl.: Asoc. Publ.

Interamericana, 1998), p. 84.

10 White, El conflicto de los siglos, p. 301.

11 Ibíd., p. 419.

12 White, La educación, pp. 125-126.

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Richard Davidson es profesor de Interpretación del Antiguo Testamento en el Seminario Teológico Adventista en Berrien Springs, Míchigan, Estados Unidos.

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Respuesta a preguntas bíblicas

El misterio de los misterios: Dios se hizo humano

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¿Qué sucedió durante la encarnación de Cristo?

R

¡Ojalá pudiera responder a su pregunta! Los teólogos han luchado para comprender el misterio de la encarnación, pero continúa siendo un misterio. Sin embargo, la Biblia revela algunos aspectos importantes, que nos ayudan a obtener una mejor comprensión del amor de Dios.

1. Fue obra de Dios - La Encarnación fue la obra de Dios mediante el Espíritu en el seno de María (Luc. 1:35). Una vez más, Dios manifestó su poder creador de manera única e insondable. Unió las dos naturalezas, la humana y la divina, en una persona. Esto se produjo en el momento de la concepción y no en el nacimiento de Jesús. No fue el acto del Padre que adoptó a un ser humano como su Hijo. Tampoco el Hijo de Dios asumió la apariencia exterior de un ser humano sin volverse humano. Podemos expresar con cautela que las dos naturalezas se combinaron de manera misteriosa en la persona de Jesucristo.

2. Una persona, dos naturalezas distintivas - La unión de las dos naturalezas en una persona no eliminó el carácter distintivo de cada naturaleza: cada una permaneció intacta. La encarnación no implicó que la naturaleza humana se hizo divina. Tampoco que la naturaleza divina transmutó en una naturaleza humana. La criatura no podía volverse divina, y la naturaleza divina no podía verse rebajada al nivel de la naturaleza de un ser creado.

3. Una persona, dos voluntades - Dado que las dos naturalezas se combinaron misteriosamente en Cristo, podríamos sugerir que en una persona hubo dos voluntades: la humana y la divina. Esto confirma la realidad de las tentaciones que Cristo confrontó, y la necesidad constante de la naturaleza humana de estar de voluntad propia sujeta a la naturaleza divina. En el Getsemaní,

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Jesús expresó el deseo de la voluntad humana, pero estuvo dispuesto a someterse a la voluntad del Padre (Mat. 26:42). Podría haber caído, pero no fue así.

4. Fue la encarnación de Dios - En la encarnación, el Hijo de Dios no perdió ninguno de sus atributos divinos.

Si él hubiera abandonado alguno de ellos, no habríamos tenido una encarnación de Dios sino tan solo una parcial. Pablo dice que Cristo «se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo» (Fil. 2:7, NVI).

Mediante este acto de despojo, Cristo se volvió siervo, colocando así la plenitud de su divinidad bajo el Padre para que fuera usada según lo dispusiera el Padre.

5. El ocultamiento de su gloria - En la encarnación, la gloria del Hijo de Dios se ocultó en su humanidad. El que era rico se volvió pobre por nosotros (2 Cor. 8:9). La gloria de su estado preexistente ya no se hizo visible, a menos que brillara a través del cuerpo humano (Mat. 17:2). Dios descendió al nivel de criaturas pecaminosas, y dejó de lado la magnificencia de su esplendor.

6. Unión permanente de las dos naturalezas - Lo que sucedió en la encarnación –la unión de las dos naturalezas– no fue algo que pudiera deshacerse una vez que cumplió su propósito. El Hijo de Dios se volvió miembro de la familia humana para siempre. Pablo escribe que después de que todas las cosas estén sujetas a Cristo «el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas» (1 Cor. 15:28, NVI). El sacrificio fue en efecto eterno y, en consecuencia, su eficacia también será eterna.

7. Impacto cósmico - Es imposible separar la encarnación de la cruz y, en consecuencia, es un evento soteriológico de proporciones cósmicas. Su objetivo primordial es salvar no solo a los humanos, sino también al cosmos, de la presencia e influencia del pecado y el mal.

Su poder salvífico se encuentra en la revelación singular de la naturaleza amante y el poder de Dios (Juan 1:14).

Estas son las buenas nuevas del evangelio cristiano.

Ángel Manuel Rodríguez se ha jubilado después de una carrera como pastor, profesor y teólogo.

Voces jóvenes

La conspiración de la bombilla eléctrica

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amento pero, ¡me rehúso a recibir la vacuna del Covid-19!», declaró enfáticamente el paciente. Ya me había acostumbrado a esas respuestas, dado que soy médico en un hospital en el corazón de Nairobi. Este paciente, sin embargo, se mostraba más insistente que muchos. «Daktari,1 usted jamás me convencerá de recibir la vacuna del Covid-19. ¿Por qué? Porque escuché que si me vacuno, ¡mi cuerpo explotará cuando me acerque a un foco eléctrico!»

Me quedé helado.

No sabía si reírme, llorar, o mantener la seriedad, mientras procuraba contener mis sentimientos encontrados. No podía entender que la creencia infundada de la conspiración de la bombilla eléctrica se interpusiera de tal manera, que mi paciente decidiera no recibir una intervención médica que podía salvarle la vida. ¿No podía entender él que la mayoría de los pacientes de Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos de mi hospital no se habían vacunado? Mi corazón se estremeció al recordar cuántos pacientes habían muerto por esta enfermedad que, en mi país, acababa de experimentar la cuarta ola. Dos de mis familiares habían sucumbido, y las heridas de estos recuerdos aún estaban frescas en mi mente.

Recordé algunas de las respuestas que había recibido después de haber dado una charla sobre el Covid-19 y las vacunas, en mi congregación local. «Daktari, ¡esta vacuna está relacionada con la marca de la bestia del Apocalipsis! ¿Cómo puede animar a un fiel adventista para que la reciba?» Los medios sociales han estado inundados de noticias de cómo la vacuna supuestamente altera el ADN humano y contiene microchips alineados con el Nuevo Orden Mundial según lo predijo la profecía. ¿Eran todas esas opiniones equilibradas?

Desde que el pecado entró al Jardín del Edén, todos hemos sufrido los resultados de desequilibrios, porque somos seres humanos imperfectos.

La serpiente desafió el sistema de creencias de Eva, y esta es la primera conspiración que registran las Escrituras. «¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín?» (Gén. 3:1, NVI). Las creencias de Eva perdieron equilibrio y, como resultado, el pecado ingresó a este mundo.

Y el resto es historia conocida.

Dios buscó restaurar el equilibrio en nuestro sistema de creencias. Envió a su Hijo, Jesús, «para que todo aquel que en él cree no se pierda» (Juan 3:16). No solo que Jesús es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6), sino que él es nuestro camino hacia la verdad en nuestra vida. Cuando nos enfocamos en él, encontramos equilibrio, y las dudas que fomentan las conspiraciones son desterradas de nuestro corazón. Cuando apartamos los ojos de Jesús, terminamos siendo «llevados por doquiera de todo viento de doctrina» (Efe. 4:14), sean conspiraciones, noticias, temores o modas.

Esto no es algo nuevo. El ministerio terrenal de Jesús se vio oscurecido por conspiraciones, conceptos erróneos y sesgados, y opiniones extremistas. Se le cuestionó su autoridad (cf. Mat. 16:14). Algunos líderes judíos insistieron que el diablo le permitía hacer milagros (Mat. 12:24).

Navegar el camino correcto entre la verdad y el error, la razón y la emoción, la tradición y la innovación, demanda una reprogramación mental y espiritual que tiene que ser impulsada por el Espíritu Santo. Jesús anticipó que éramos proclives a creencias sesgadas, y nos dijo que enviaría el Espíritu Santo para moldear nuestro sistema de creencias –el Espíritu de verdad– que «los llevará de la mano y los guiará a toda la verdad que existe» (Juan 16:13, Message).2 ¿Dónde está nuestra mira? ¿Permitimos con oración que el Espíritu Santo moldee nuestras convicciones? ¿Forma Jesús el verdadero norte de nuestra brújula mental, o la sociedad, las noticias, los medios sociales, la ciencia, la política y otras influencias mundiales son las que moldean nuestras creencias? Mi paciente me hizo reflexionar acerca de mi creencia más importante: al fin del tiempo, mi destino eterno solo puede estar seguro si presto atención al llamado divino de ingresar en su luz admirable (1 Ped. 2:9).

Puedo hacer eso sin temor o agitación.

Las bombillas de luz no explotan en el reino de Dios.

Término en suajili para referirse a un médico.

El texto que dice Message pertenece a The Message, copyright © 1993, 2002, 2018, por Eugene H. Peterson. Usado con autorización de NavPress. Todos los derechos reservados. Representado por Tyndale House Publishers, Inc. 1 2

Frederick Kimani es un médico consultor en Nairobi, Kenia.

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Las oraciones navideñas del comandante E ¿Puedo contarle una historia?

DICK DUERKSEN

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ste tren está tan frío como el Everest, pensó el comandante Víctor. Más frío, quizás. Señor, ayúdame a no morir congelado.

Era invierno durante la Segunda Guerra Mundial, y el tren que llevaba a las tropas avanzaba hacia el norte por el desierto del Sinaí. El día estaba húmedo y helado, y los vagones tenían ventanas sin vidrios.

Eso significaba que los asientos estaban cubiertos de hielo. Los hombres habían trepado a los portaequipajes, donde hacía unos grados más. Aun allí, apretujados, se estaban congelando.

El comandante Víctor, del Ejército de los Estados Unidos, y sus dos compañeros, el sargento Eaton y el sargento Brennon, estaban en camino a Jerusalén, y de allí, por el desierto, hacia Irak. El comandante,

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que era oficial médico adventista, oraba para que Dios le conservara la vida hasta llegar a Jerusalén. *** Cuando el tren se detuvo para cargar agua y carbón en un apartado lugar del desierto, el sargento Eaton dijo: «Tomen sus cosas y vengan conmigo».

Los dos soldados siguieron a Eaton por las vías hacia la locomotora, donde él se detuvo, se estiró hasta detrás de una de las grandes ruedas, abrió una llave de agua, y llenó su taza con agua caliente. Cuando llenó también las tazas de sus amigos, trepó la escalera hasta la cabina.

El ingeniero y fogonero, que revisaba el agua y el carbón, había dejado su asiento vacío junto al calor del motor. El sargento Eaton sonrió, hizo señas para que los demás se le sumaran y se sentó en la silla del ingeniero.

El aire caliente expulsó el frío cuando llegaron al peldaño superior y se metieron en la cabina. «Oración contestada –dijo el comandante Víctor–. ¡Al menos hasta que el ingeniero nos eche de su asiento!»

El sargento Eaton estaba entretenido mirando los controles, revisando los medidores, tocando las palancas de frenado, y probando el acelerador. Esperando que cambiara la señal de la vía. Sonriendo.

Poco después el ingeniero «real» subió por la escalera y comenzó a gritar. El sargento Eaton hizo señas para que el ingeniero subiera hasta su asiento. Así lo hizo, aún gritando y agitando ampulosamente las manos.

El comandante Víctor oraba, como solía hacerlo cada vez que las cosas se iban de las manos. Sabía que Dios tenía que hacer un milagro para que se salvaran de esa situación. Por ello, su oración fue rápida y simple: ¡Socorro!, fue todo lo que alcanzó a decir.

El sargento Eaton, que tenía 1,95 metros, se paró junto a su asiento de acero y señaló el nombre cosido a su uniforme, y entonces a la pared de acero detrás del asiento.

«Eaton», dijo, señalando su nombre y otra vez la pared.

El ingeniero «real» miró el uniforme de Eaton y entonces a la pared, donde había un nombre rayado en el metal: «Eaton». El mismo que ahora estaba sentado en su silla. «¿Cómo podía ser esto?», preguntó con Imagen: mycola / iStock / Getty Images Plus / Getty Images

un gesto mudo que ambos hombres entendieron.

«El gobierno estadounidense envió varias de estas locomotoras para ayudar a llevar las tropas a los campos de batalla –explicó Eaton–. Habían servido para arrastrar largos trenes cargados de troncos, hasta los puertos. Una de esas locomotoras estaba a mi cargo y, como ingeniero, escribí mi nombre en la pared junto a esta silla. ¡Esta era mi locomotora!» *** El ingeniero «real» hizo una venia, hizo sonar el silbato, y observó como el sargento Eaton conducía el tren de las tropas hacia Jerusalén. Los dos ingenieros «reales» ahora compartían las tareas allí en la locomotora, donde todo estaba sumamente cálido.

El comandante Víctor elevó una silenciosa oración de agradecimiento. ¡Gracias!

El tren entró a Jerusalén temprano en la mañana del 24 de diciembre. El comandante Víctor agradeció a todos por el cálido viaje, y entonces hizo señas para que los sargentos lo siguieran hasta la ciudad antigua.

«Sería especial pasar la Navidad en Jerusalén –les dijo a sus amigos– pero por años, he tenido el deseo de estar en Belén, la ciudad donde nació Jesús, en Nochebuena. ¿Les parece que podríamos ir?»

Los sargentos sabían cómo hacer realidad los sueños. Brennon se aseguró de cuidar sus equipos mientras Eaton se ocupaba del transporte. El comandante Víctor oró: «Puede que no sea una necesidad urgente en el cielo –susurró–, pero me gustaría estar en la Iglesia de la Natividad esta noche, para cuando salgan las estrellas». Entonces enumeró todas las razones por las que esperaba que Dios le respondiera.

Eaton regresó con un taxi, y Brennon echó los equipos de todos en la parte trasera. El tráfico navideño era terrible.

Eaton llegó a desear que se hubieran quedado en el tren. A pesar de ello, justo antes de la puesta de sol, en medio de una multitud, llegaron a Belén.

«Belén en Nochebuena –recordó el comandante–. Sí, sabía que probablemente no era la fecha correcta,

«Sería especial pasar la Navidad en Jerusalén –les dijo a sus amigos– pero por años, he tenido el deseo de estar en Belén, la ciudad donde nació Jesús, en Nochebuena». y que el pesebre era una pobre imitación del que María utilizó para Jesús, pero igual era Belén. Una ciudad llena de visitantes. Llena de música y expectativa.

Ansiosa de dar la bienvenida al Mesías».

«Salimos del automóvil –contó más tarde–, y avanzamos lentamente entre la multitud de personas y ovejas. Éramos tres soldados que caminábamos ligeramente, escuchando que coros de niños proclamaban el nacimiento del Hijo de Dios. Estos cánticos nos hacían extrañar nuestro hogar, y también el cielo».

Ingresar a la Iglesia de la Natividad implica agacharse para pasar por la pequeña puerta. La única luz provenía de las titilantes velas. Solo se escuchaban sonidos de plegarias y suaves villancicos. El comandante se abrió pasó por la pequeña iglesia hasta la sala posterior que albergaba el pesebre.

«Amado Jesús –oró, con lágrimas de agradecimiento entremezcladas en sus palabras–, estoy aquí, cerca del lugar donde viniste a este mundo. He venido a adorar, pero no tengo presentes. Nada para darte más allá de mí mismo. Pero siendo que ya te pertenezco, te pido simplemente que me llenes de tu presencia y poder. Dame fuerzas para serte fiel, y un corazón que te ame».

El silencio fluyó con suavidad por el pesebre, para ser remplazado ligeramente por las voces de los niños que entonaban villancicos.

«Esa noche, Dios respondió mi oración –dijo el comandante–. Me arrodillé en la excelsa y sagrada atmósfera de la presencia de Dios, y mi vida cambió para siempre. La rica corriente de su amor fluyó por mi alma. Soy de él.

Le pertenezco».

Editor Adventist World, es una publicación periódica internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Su editor es la Asociación General, División de Asia-Pacífico Norte de los Adventistas del Séptimo Día®.

Editor ejecutivo/Director de Adventist Review Ministries Bill Knott Director de la publicación internacional Hong, Myung Kwan Comisión de coordinación de Adventist World Si Young Kim, presidente; Joel Tompkins; Hong, Myung Kwan; Han, Suk Hee; Lyu, Dong Jin Editores/Directores asociados, Adventist Review Ministries Lael Caesar, Gerald Klingbeil, Greg Scott Editores en Silver Spring (Maryland, EE. UU.) Sandra Blackmer, Wilona Karimabadi, Enno Müller Editores en Seúl (Corea del Sur) Hong, Myung Kwan; Park, Jae Man; Kim, Hyo-Jun Director de plataformas digitales Gabriel Begle Gerenta de operaciones Merle Poirier Coordinadora de evaluación editorial Marvene Thorpe-Baptiste Editores invitados/Consultores Mark A. Finley, John M. Fowler, E. Edward Zinke Gerenta financiera Kimberly Brown Coordinadora de distribución Sharon Tennyson Consejo de dirección Si Young Kim, presidente; Bill Knott, secretario; Hong, Myung Kwan; Karnik Doukmetzian; Han, Suk Hee; Gerald A. Klingbeil; Joel Tompkins; Ray Wahlen; Ex-officio: Paul Douglas; Erton Köhler; Ted N. C. Wilson Diseño y dirección artística Types & Symbols A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE. UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638 E-mail: worldeditor@gc.adventist.org Sitio Web: http://www.adventistworld.org/ A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995. Usada con autorización.

Adventist World es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea del Sur, Estados Unidos, Indonesia, México y Sudáfrica.

Vol. 17, No. 12

Dick Duerksen es un pastor y narrador que vive en Portland, Oregón, Estados Unidos.

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Fe en crecimiento

Páginas infantiles

Un diario personal de tu fe

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E

s probable que llevas un diario personal. En caso de que nunca hayas escuchado hablar de un diario personal, te explico que es una colección privada de los pensamientos, las ideas y aun las oraciones de una persona.

Los diarios personales pueden escribirse en un pequeño cuaderno creado especialmente para esa persona. Algunos llevan un diario de sus actividades diarias y escriben lo que pasó y cómo los hizo sentir.

Otros escriben sus oraciones y listas de oración. Puedes inclusive usar tu diario personal como álbum de recortes, que puede incluir fotografías, dibujos y garabatos o bocetos.

O puedes usar tu diario perso-

Ilustración: Xuan Le

WILONA KARIMABADI

Tesoro bíblico: «Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada» (Juan 15:5, NVI).

nal como combinación de todas esas y otras cosas.

Para esta actividad, necesitarás:  un cuaderno especial/o diario personal específico  lápiz o lapicera  lápices de colores y etiquetas o calcomanías (opcional)  Biblia QUÉ PUEDES HACER:

Es algo muy bueno que puedas comenzar al iniciarse el año nuevo, por lo que podrías tomar la decisión de comenzar el 1 de enero.

El objetivo es tratar de llevar un registro de cada día. Si te pasas por alto uno o dos días, está bien, pero procura ser constante.

Comienza con oración, y entonces escoge un versículo

de la Biblia para ese día. Puedes hacer que tus padres elijan uno para ti, o puedes seleccionar uno al azar. También puedes usar los versículos que vienen junto con tus lecciones de Escuela Sabática o libro devocional.

Escribe la fecha al tope de la primera página, y entonces escribe tu versículo bíblico. Después de leer tu versículo, dedica un momento para reflexionar y entonces escribe qué pensamientos te vienen a la mente. ¿Te gustó ese versículo? ¿Qué piensas que significa? ¿Aprendiste algo nuevo, o era un versículo con el que estabas familiarizado? ¿Cómo te hizo sentir ese versículo? Y lo que es más importante, ¿te ayudó a entender mejor a Jesús? Siéntete libre

de dibujar tus pensamientos e ideas, y de añadir una etiqueta o calcomanía si así lo deseas.

Trata de adquirir el hábito de explorar la Biblia de esta manera, y que sea en una forma completamente personal. ¡No hay una manera correcta o incorrecta de hacerlo! Al final del año, vuelve a leer lo que escribiste, y que la última entrada sea un repaso del año previo y lo que has aprendido durante él. Verás cuánto ha crecido tu fe, y constatarás que un diario personal puede servir para alentarte para el futuro. ¡Que disfrutes de tu diario!

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s y le le ia in er F at rk M Ma r

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DÍAS DE ORACIÓN

EL LLAMADO DE LOS TRES ÁNGELES A LA ORACIÓN 5-15 de enero de 2022

«En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo».

APOCALIPSIS 14:6

SÚMESE EN W W W.T E N D AY S O F P R AY E R . O R G