6 minute read
Gonzalo Zegarra Mulanovich
from Revista Brújula #100
by AEG PUCP
Es un abogado graduado por la Universidad Católica en 1998 y por la Universidad de Yale en 2002, pero también es un profesional multidisciplinario. Fue abogado de estudio, periodista y director de la revista de negocios Semana Económica, presidente del Consejo de la Prensa Peruana, profesor de la facultad de Derecho en la PUCP, empresario, consultor, tuvo un programa de televisión llamado Enfoques Cruxados junto a Jaime Chincha y escribió un libro titulado “Atlas del Perú”.
Gonzalo Zegarra es abogado, pero tiene intereses que van más allá de lo que estudió. A lo largo de su carrera ha explorado mundos diversos que van desde las teorías de la psicología y las inquietudes de la filosofía hasta la belleza del arte y la literatura. Tiene una gran curiosidad intelectual, y está en una incesante búsqueda de saber quiénes somos y hacia dónde vamos. Su vida es su propio monomito, es decir, su propio camino del héroe. Está lleno de dificultades y travesías sin las que no hubiera llegado a ser quién es hoy.
¿Cuáles fueron sus primeros intereses al momento de elegir su carrera?
Mi padre decía que el abogado es el humanista del siglo XX. Yo claramente tenía una vocación humanista. Entré a la universidad en el año 92 y a las pocas semanas fue el golpe de Fujimori. Fue un momento para tomar conciencia política. Entonces, creo que en esa época mis intereses iban mucho por ser un observador del entorno y el derecho como una expresión de un intento colectivo de civilidad, de convivir en esta gran diversidad y mundo de contrastes que es el Perú en todos los sentidos.
¿Cuáles son los libros o autores que lo han llevado a pensar de esta manera?
Ahora estoy leyendo un libro de psicología, antes leí uno de autoayuda y otro de antropología. Leo mucha literatura anglosajona y latinoamericana también. Un ámbito que me gustaría explorar más es la literatura francesa. Me gusta la ciencia, sobre todo la divulgación científica y he leído libros de ciencia dura. Tengo una gran curiosidad por cómo funciona el universo, eso me ha hecho leer cosas tan extravagantes para un abogado. Pero considero que la formación que me dio la universidad me ha permitido navegar en todos esos mundos.
¿En la universidad, qué temas o cursos han contribuido a fijar los intereses que actualmente tiene?
Muchos cursos en Letras, como mi curso de Lengua con Luis Jaime Cisneros. Recuerdo que antes los exámenes eran anónimos y el profesor corregía sin saber a quién estaba corrigiendo. Lo que me impactó de las anotaciones de mi examen fue en una parte me puso: “usted habla alemán”. No me explico cómo pudo descifrar que mi mente funcionaba lingüísticamente con la influencia del idioma alemán.
Y bueno, en Derecho, los cursos que me enseñaron a pensar como los cursos de Derecho Civil con Jorge Avendaño, Introducción al derecho laboral con Javier Neves, algunos seminarios el seminario tributario con Luis Hernández, y también el curso Impuesto a la renta con Humberto Medrano. Eran cursos que me permitían pensar creativamente fuera de la caja.
¿Qué hizo después de terminar su carrera?
Trabajé en un estudio de abogados por 3 años. Tuve la suerte de ver rápidamente transacciones muy sofisticadas y de gran envergadura a muy corta edad. Me permitieron madurar profesionalmente, pero también darme cuenta de que no era a lo que quería dedicarme por el resto de mi vida. Me fui a la Universidad de Yale a hacer la maestría y cuando vuelvo a Perú, ya no regreso al derecho, sino que voy por el periodismo y me contrataron como editor de la revista Semana Económica.
¿Cómo llega a Semana Económica?
En el momento en el que decidí que no quería ser abogado de estudio recuerdo que me escribió una amiga para preguntarme qué iba a hacer. Yo le describí una cosa en abstracto. Un trabajo que sea una mezcla de economía, periodismo y política. A los pocos meses, ya cuando estuve en Lima de vuelta, ese fue el trabajo que me ofreció Felipe Ortiz. Tenía esos atributos ideales que yo había imaginado que podía tener un trabajo.
¿Cuáles han sido los obstáculos a lo largo de su carrera?
La crisis ocasional, también he tenido algunos baches empresariales. Pero yo creo que los obstáculos son el camino. Carl Jung, famoso discípulo de Freud, decía que si el camino está muy despejado es porque alguien ya pasó por ahí y entonces estás siguiendo el camino de otro. Para que sea tu camino tienes que hacer camino al andar. Han sido también los obstáculos los que han hecho mi camino.
Hay algo que se llama el viaje del héroe, el metamito. Parte de este es llegar a las situaciones de incertidumbre. Atreverse a hacer el viaje propio implica asumir riesgos. Es escoger vivir. La vida está compuesta de esa epopeya, de esa épica que es ir hacia lo nuevo y lo incierto en búsqueda de un cambio.
¿Hay algún tema o trabajo en específico que le gustaría profundizar pero que aún no puede?
Tengo pendiente la escritura. Alguna vez estuve en un taller de dramaturgia y escribí una obra de teatro que la tengo medio inconclusa. He escrito algunos cuentos. Me gustaría escribir más ficción. Pero mi generación va a vivir probablemente 90 o 100 años. Yo todavía no llegó a los 50, o sea que tengo 50 años más para hacer todas esas cosas que todavía quiero hacer. Jordan Peterson, un psicólogo canadiense muy controvertido, dice en el mundo tiene que haber liberales o progresistas, porque a veces lo que necesita la humanidad es hacer las cosas de una manera distinta a como siempre se ha hecho; pero, también tiene que haber conservadores, porque muchas veces la solución está en hacer las cosas como siempre se habían hecho.
Felicito a Brujula por sus 100 ediciones que nos vienen permitiendo estar enterados de los logros y novedades de nuestra comunidad de egresado y graduados, afianzado nuestro sentido de pertenencia y gratitud a nuestra querida casa de estudios".
¿Qué hacer de distinto para que una revista perdure en el tiempo?
Yo siempre digo que Semana Económica no es una revista, sino que es una fuente de información para la toma de decisiones empresariales. Entonces, la plataforma es anecdótica, o sea, puede ser una revista o puede ser un TikTok o puede ser un holograma en el futuro, pero lo importante es el contenido. Se debe buscar por qué la gente a la que están dirigidos lee eso: para identificarse, para reafirmar su sentido de pertenencia a esta comunidad. Es ir como más atrás, no al formato, sino más atrás. Saber que existimos para comunicar, para activar determinadas emociones y pensamientos.