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FITO ESPINOSA

Tiene una visión única del mundo y un estilo gráfico que combina lo fantasioso y filosófico. No solo ha ganado concursos desde que egresó de la PUCP en 1994, sino que su arte, lleno de colores pasteles y personajes de ojos soñadores, ha conquistado a empresas con prestigio mundial. Diseñó zapatillas de colección para Reebok; ha creado cinco modelos de mochilas para la marca Herschel; y, plasmó sus ilustraciones en cafeteras diseñadas con Nescafé y en refrigeradores de Samsung. Sin ninguna duda, como señaló Forbes, se ha convertido en uno de los peruanos más creativos del 2022.

Dibujada en una pintura, una chica se encuentra con los ojos cerrados. Sus manos sostienen un corazón que, en medio, tiene un gran ojo abierto. Aquel órgano es el filtro por el que ella intenta ver el mundo que la rodea. Los cuadros de Fito reflejan la forma en la que él, y muchos otros, conectan con el mundo. Sin embargo, la historia detrás de su arte es la de una implosión. Se trata del tránsito de un estilo oscuro que reflejaba sus dudas respecto a la vida, a un estilo armonioso que refleja lo filosófico de la existencia humana.

¿Qué es lo que más recuerda de su vida universitaria?

Los dos primeros años. Son muy importantes, porque son Estudios Generales de Artes y te hacen empezar de cero, dibujando líneas o aprendiendo escultura. También los últimos años, porque te daban un taller propio para que hagas tu propuesta final. Una de las cosas más bonitas es que no hay competencia, pero hay una especie de aprendizaje compartido. Ves cómo uno hace algo alucinante a su estilo y puedes aprender algo de lo que él a aprendió previamente.

¿Esta multidisciplinariedad lo ha llevado a dirigir su arte a varios productos?

Sí, porque lo bonito de una facultad que tiene todas las ramas, es que aprendes de todo un poco. Desde grabado y escultura hasta dibujo. Puedes experimentar y realmente escoger lo que te gusta. En mi caso, me iba mucho por el tema de la ilustración, y es lo que terminé haciendo en mi carrera.

¿Cuándo se produjo una transformación clave en su carrera?

Estaba frustrado porque sentía que mi trabajo no llegaba a las personas. Tenías que encerrarte a pintar por dos años hasta obtener sala en una galería. Luego tocaba moverte para salir en periódicos y revistas, que eran los únicos medios para mostrar tu trabajo.

Hace 12 años estaba cansado de este circuito. Mi sueño era hacer libros ilustrados. Con el tiempo saqué mi propio libro y me pareció súper interesante cómo se puede mostrar tu trabajo de otra forma.

Debe haber cientos de ilustradores que dibujan mejor que yo. Pero la pregunta es: ¿por qué me buscan a mí? No me buscan solo porque soy el mejor dibujante, sino por un montón de razones. Pinto bien, pero sobre todo tengo algo que decir ” .

¿Qué historia busca contar?

Intento demostrar que hay un mundo interno o paralelo al que vemos, uno que tiene que ver con lo subjetivo y psicológico. Busco darle un símbolo a eso que no se puede ver ni entender. Desde un punto de vista interesante, todos vivimos un mundo interno y lo vamos poniendo afuera. No hay un afuera como algo externo a ti, sino que es algo que se está viviendo dentro de cada uno.

¿Quiénes han influido en ese pensamiento?

Nassim Haramein es un físico que piensa que observamos el resultado del vacío. En el átomo no hay nada físico, simplemente hay pura energía. Entonces, lo que vemos es el resultado de lo contrario: el vacío y una energía súper densa. Percibimos solo el final de un proceso. En realidad, vivimos un mundo al revés. Vemos la punta del iceberg, pero lo que genera todo está debajo y es invisible. Vemos la explosión, pero no lo que la causa.

¿Son estas teorías complicadas las que plasma en sus obras?

Claro, todo el tiempo ando pensando en esto. Se me ocurren cosas y trato de conectarlas con lo que vivo. Escribo cosas que parecen poesía y hago música. Hice una canción que se llama “Implosión”, explotar hacia dentro. Habla acerca de que siempre vemos un lado del asunto, pero el otro lado, que es lo que lo genera, no se ve. Para llegar a donde uno está, hay una cantidad de gente que no se ve, o hay momentos en que uno ha tenido que estar solo.

¿Está pleno con lo que hace?

Me siento realizado. Trato de hacer lo que creo que he venido a hacer. Me ha tomado años darme cuenta de que mi manera de pensar y de ser tiene el sentido de servir a otros. Intento dar una forma fácil y bonita de reconocer sentimientos o ideas, transformar una cosa en otra. Siento que soy un transmisor, muestro algo sin tener que explicar una teoría complicadísima. Cuando comencé a subir imágenes a Facebook, muchas personas comenzaron a seguirme y entendí que puedo hacer algo para todos. Hay una canción de Charly García que dice: “¿para quién canto yo entonces? Si los ricos y los que tienen cultura ya saben”. Entonces, ¿canto para ellos?, ¿o para la gente que lo necesita? Para la gente que una canción les abra la vida.

¿Cuál es su filosofía de vida?

Jodorowsky, un artista chileno, decía que la vida es muy corta como para perder el tiempo. Cuando se está entre el hacer y el no hacer, siempre hazlo; y entre el no sabes cuál hacer, escoge una.

Mi filosofía es: “Has lo más fácil”. Porque lo vas a hacer feliz y te llevará a cosas más complejas, y quizás difíciles. Siempre busco un camino que se me haga sencillo. Por ejemplo, me pasaba que tenía muchas ideas para pintar, pero los cuadros toman tiempo. Comencé a dibujar en papel, seguí el camino fácil, y de pronto pasé a subir cada dos o tres días una imagen a Facebook. Me decían que eran increíbles. Fue un momento alucinante y lo disfruté mucho.

¿Cree que su carrera se vería amenazada por la Inteligencia Artificial?

Debe haber cientos de ilustradores que dibujan mejor que yo. Pero la pregunta es: ¿por qué me buscan a mí? No me buscan solo porque soy el mejor dibujante, sino por un montón de razones. Pinto bien, pero sobre todo tengo algo que decir. La máquina no les va a dar esa cosa personal que tiene el artista. Lo importante es lo que creó el artista que sea distinto.

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